Goiás, ejemplo exitoso de la arquitectura vernácula brasileña

Pe r c i va l Ti r a p e l i Instituto de Artes de la Universidad Estatal Paulista - UNESP. Brasil

la arquitectura vernácula de la ciudad de Goiás pero sin embargo aún poseía una arquitectura ver- es un ejemplo que se ha mantenido como Patrimo- nácula, construida en barro. A esta arquitectura se nio de la Humanidad desde el inicio del siglo XVIII le ha conocido hasta hoy como arquitectura bandei- hasta nuestros días. La ciudad fue fundada por los rantista. Todavía a finales del siglo XIX, su aspecto paulistas en 1726, procedentes de las con casas en pau-a-pique (paredes hechas con listo- minas de oro de y que llegaron a la nes entrecruzados y barro) era el mismo. Las prime- Meseta Central de Brasil, en donde ya en el siglo ras fotografías de São Paulo, realizadas por Augusto XX, se construyó la nueva capital del país, Brasília. Militão y que datan de 1862, muestran una capital Los portugueses llegaron a Brasil en el año 1500, paulista colonial, con un aspecto bastante semejante y 54 años más tarde se fundaba la ciudad de São al de la actual capital goiana. Sin embargo, en la Paulo do Piratininga, por iniciativa de los jesuitas y metrópoli de São Paulo de hoy, poco queda de aque- bandeirantes. De ahí partieron en busca de las minas llas construcciones –cuatro ejemplos de casas de las de oro y de los indios a los que esclavizar, ocupan- haciendas de Butantã, Caxingui, Tatuapé y Jabaqua- do de esta manera parte del territorio más allá de lo ra, y el Refugio de Luz. Ruinas de tapias del antiguo establecido en el Tratado de Tordesillas (firmado en colegio jesuita, en el centro, y, hacia el oeste, en la 1494 y que dividía las tierras suramericanas entre cima del Jaraguá. Todavía en la zona central, encon- España y Portugal). tramos gran parte del conjunto franciscano de 1647, la conquista de las tierras brasileñas más leja- además de las tapias emparedadas como en la casa nas, tierras interminables de la Meseta, de vegeta- de la Marquesa de Santos, la favorita del Emperador ción variada y con una marcada planicie, muestra D. Pedro I. vestigios humanos cuyo origen se remonta a 36 mil Por todo esto, no es ninguna osadía compararle años de antigüedad. En los siglos XVI y XVII, habi- la humilde capital paulista de finales del siglo XIX taron aquellas tierras jesuitas, sertanistas baianos y a la actual ciudad de Goiás. La antigua capital goia- paraenses que llegaban desde la hoz del Amazonas y na se conserva totalmente, mientras que la paulista se adentraban por el río Araguaia en busca de la La- se presenta como un ejemplo del desarrollo que ha guna Dorada, llamada Paraupava por los indígenas. acabado asolando los testimonios de una historia pa- Aquella localidad mítica en donde se decía que había sada, vulnerable y frágil como las casas de estructura oro en abundancia, situada en el centro del país. de madera y listones atados con enredaderas y barro. en la misma época en la que los bandeirantes Los paulistas acabaron perdiendo la ciudad construi- paulistas descubrieron oro en la sierra Dorada y en da en pau-a-pique por los desbravadores portugue- donde fundaron Vila Boa de Goiás, en homenaje a ses, llamados bandeirantes. Poco queda de la ciudad su fundador Bartolomeu Bueno da Silva, cuyo mote de ladrillo construida más tarde por los inmigrantes era el Anhanguera, la pequeña ciudad de São Paulo italianos a principios del siglo XX. Además, los edi- do Piratininga, de donde los sertanistas habían sa- ficios eclécticos y modernos de los años 30 dan paso lido, contaba ya con casi 200 años de antigüedad, a los inteligentes edificios postmodernos.

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ejemplo, fuera de la costa. Estas estructuras, en que las paredes se forman con sucesivas capas de barro apisonado, se distinguen de las de albañilería de piedra, por los contornos menos definidos y preci- sos y por su aspecto machacado… es una solución peculiar a las construcciones de tierra machacada, aunque también era empleada en las de albañilería de piedra, cuando el encuadramiento de los vanos no podía ser de mampostería”. la implantación de la ciudad de São Paulo se- guía la línea de pensamiento de la conquista del Ciudad de Goiás, 1803 interior, utilizando los caminos indígenas por ríos Dibujo de Joaquim Cardoso Xavier. y montañas. La instalación de órdenes religiosas en los poblados se permitió en el siglo XVI, pero se prohibiría más tarde, en el siglo XVIII. Murilo Otro destino le esperaba a Goiás. Fue capital Marx opina de esta manera sobre la implantación de estatal hasta 1937, momento en que se construyó la primera ciudad en la planicie paulista: Goiânia, la nueva capital. Otros ejemplos se dan en Brasil, como la preservación de Ouro Preto, una “Vale la pena considerar la situación pionera y privi- verdadera joya barroca del periodo minero, que per- legiada de São Paulo de Piratininga en el límite del teneció a Minas Gerais hasta finales del siglo XIX; campo y de la altiplanicie, su peculiar localización, Olinda, que ha dejado de ser la principal ciudad de su tejido urbano delimitado, sobretodo, por sus casas , incluso en el siglo XVII; parte del religiosas. Su colegio, su monasterio y sus conven- centro histórico de Salvador de Bahia, el ejemplo tos antecedieron, paulatinamente y como punto de referencia, a las capillas filiales y a la propia matriz; del Pelourinho en la antigua capital de la colonia. se anticiparon a la villa colonial, a la ciudad y a la Al igual que São Paulo, menos suerte ha tenido la metrópoli contemporánea, cuyo núcleo en transfor- ciudad de Rio de Janeiro, capital colonial, imperial mación permanente continúan marcando. y republicana, que ha conservado pocos ejemplos Hay ciertos trazos interesantes en el tramo sur de de su arquitectura colonial e imperial. la entonces incipiente red urbana brasileña, ahora ocu- la comparación entre las dos capitales, São pada por parte del estado de São Paulo. Las órdenes Paulo colonial y la ciudad de Goiás, a través de religiosas se encontraban en la costa y la altiplanicie. fotografías, se debe aquí al hecho de que la difu- Fue importante para la arquitectura, y quizás para el sión de la técnica constructiva paulista se conoció urbanismo, la dicotomía entre los núcleos litorales y en todo Brasil como una huella de la constitución los de la sierra en la antigua capitanía de San Vicente. del camino de los bandeirantes. La muralla de Serra Las casas religiosas formaban parte de los asenta- do Mar, con la frondosa Mata Atlântica, dificultó la mientos humanos más variados, principalmente en lo que se refiere a su finalidad, lo que otorga aún más conquista del interior, sin embargo, los bandeirantes prestigio a los análisis comparativos. En los alrededo- ocuparon el área interior de Brasil, instalándose en res de la ciudad paulista, las clausuras se distribuían sabanas, verdaderas islas de la región de la altiplani- de forma armoniosa, y, actualmente, todas ellas o sus cie, partiendo desde la misma ciudad de São Paulo. vestigios urbanísticos, van camino de integrarse en un Aprovecharon los ecosistemas de la Mata Atlântica mismo y enorme campo urbano en avasalladora for- y de las sabanas de la planicie. En sus orillas se fun- mación” (Marx, Murilo, 2002, p. 20). daron áreas coloniales aprovechando el cauce de los ríos que se adentraban en el país, bien conocidos por Las construcciones paulistas definitivas eran de los indígenas, como el río Tietê, por donde nave- tapia de mortero o de piedra y cal, según las necesi- gaban hasta los claros de los bosques, ya en Goiás, dades y preferencias de los recursos con los que se saliendo a los manantiales del río Tocantins. contaba. Ambas técnicas eran empleadas de forma A lo largo de los caminos de la planicie se han simultánea. Estas técnicas difundidas por todo el in- encontrado hasta la actualidad testimonios arquitec- terior brasileño son, sin duda, soluciones seculares tónicos hechos en barro. Según Lúcio Costa, arqui- de los colonizadores ibéricos, que a lo largo de los tecto que proyectó Brasília: “Allí donde había buen siglos se fueron adaptando a las técnicas construc- barro, y fuese difícil la obtención de piedra y cal, se tivas mediterráneas, árabes y posteriormente indí- recurría a la tapia de mortero. En São Paulo, por genas en las Américas, con la utilización de mano

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de obra esclava negra. La proximidad de las tierras de los lugares establecidos. Las primeras barracas, paulistas con las de la Corona Española, e incluso mezcla de cabañas indígenas que utilizaban madera, la unión de los dos reinos en los años de 1580 a más duradera, y cubiertas de paja, muchas veces son 1640, aportaron mucho en materia de intercambio ejemplos rehechos. Las pequeñas casas alineadas de técnicas constructivas en aquellos parajes, ac- hacia la calle con terrazas profundas, que dan a las tualmente húmedos o secos, con escasez de piedra o aguas del río Vermelho de dónde se extrajo el oro, cal y abundancia de madera y arcilla. En la altipla- aún muestran vestigios visibles, presentando una nicie peruana la realidad era otra, con construccio- arquitectura vernácula sorprendentemente presente. nes hechas de piedras que se aprovechaban de las Se añadieron soluciones propias, de acuerdo con los construcciones incas, como el ejemplo de la ciudad materiales disponibles, y urbanísticas, como la de- de Cuzco, o de origen volcánico, como en Arequi- limitación de las plazas en forma triangular. En un pa. No hay que olvidar, que parafraseando la carta sentido más amplio, se trataría de intenciones polí- de Pero Vaz de Caminha al rey en el momento del ticas de ocupación de la región central de Brasil. El Descubrimiento, en Brasil -también en términos ar- resultado es una ciudad extremadamente agradable quitectónicos- todo estaba por hacer, situación que, y llena de vida, de gran calidad humana y autentici- como es natural, se mantuvo durante bastante tiem- dad estética. po. En el momento de la fundación de Salvador, la capital colonial de Bahia, en 1549, el rey D. João III recomendaba que el entonces gobernador general Centro Histórico de la ciudad de Goiás: Tomé de Sousa construyese una muralla de piedra y arquitectura vernácula preservada cal. Si esto no fuera posible, se construiría en barro. En el mismo documento, se propone que solamente la ciudad de Goiás es el testimonio vivo de la se construya una empalizada de madera para la de- ocupación y la colonización de las tierras de Brasil fensa de Salvador. central en los siglos XVII y XIX. La trama urbana la conquista española se había fundamentado es un ejemplo del desarrollo orgánico de una ciudad en la explotación de las minas de oro y plata, an- que vive de la minería, adaptada a las condiciones del teriormente explotadas por los incas. Las ciudades lugar ribereño en las faldas de la montaña. Aunque eran implantadas en los caminos del trasvase y ex- modesta, la arquitectura, ya sea pública o civil, con- plotación de la riqueza existente. Dominando una forma un conjunto armonioso, gracias al uso cohe- región, las ciudades tenían forma definitiva con las rente de materiales autóctonos y técnicas vernáculas. construcciones en piedra alrededor de la Plaza de Se trata de un excepcional testimonio del modo Armas. Ya en la Cuenca del Plata, en la región de en que exploradores y fundadores de ciudades por- las Misiones Jesuíticas, con las que los paulistas tuguesas y brasileñas, separadas de los principales tuvieron contacto, la situación era diferente: tenían centros urbanos, adaptaron modelos portugueses, ar- que adaptar a los indígenas de cultura nómada a la quitectónicos y urbanos a las difíciles condiciones de nueva realidad de las ciudades con las calles rectilí- la región tropical, tomando prestadas de las culturas neas de las reducciones. nativas, las técnicas del uso de materiales locales. es importante señalar que la civilización por- Goiás es talvez el último ejemplo de la ocupa- tuguesa no estaba interesada en la construcción de ción bandeirantista de Brasil central llevada a cabo grandes ciudades en determinadas regiones. Que- en los siglos XVIII y XIX, y el hecho de estar se- rían encontrar las minas de metales y, en consonan- parada geográficamente de otros centros como las cia con el pensamiento de conquista territorial, utili- ciudades históricas de Minas Gerais, la hizo mante- zaron el sistema de construcción de un gran número nerse única. de pequeñas ciudades coloniales que ampliarían el Se trata de un grupo de construcciones, consti- territorio portugués. Muchas de esas localidades so- tuido básicamente por una arquitectura austera ca- brevivieron, como Pirenópolis, Luziânia, Niquelân- racterizada por el uso de técnicas vernáculas -de dia; otras casi desaparecieron, como Ferreiro, muy adobe, tapia y pau-a-pique- que se han mantenido a cerca de la ciudad de Goiás. lo largo de los tiempos, dando a la ciudad una armo- Buscar en estas villas y ciudades los primeros nía particular de edificaciones de pavimento único, vestigios de aquellos momentos de la implantación a excepción de la Casa de la Cámara y la Cárcel. de los límites de las venas auríferas era tarea difí- no obstante, no solo el urbanismo y la arquitec- cil, pero no imposible, pues aún podemos encontrar tura vernácula constituyen la importancia de esta piedras amontonadas que forman líneas divisorias ciudad, Patrimonio de la Humanidad. La geógrafa

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principalmente paulistas, en territorio goiano, que culminarían con el hallazgo y la apropiación de las minas de oro de los indios goiases; y Bartolo- meu Bueno da Silva fundó en 1726, el Arraial de Sant’Anna. El arraial nació a lo largo del curso del Rio Vermelho, donde se encontraba el oro. Poco a poco se amplió por el camino que venía desde São Paulo rumbo a la villa de Cuiabá, en . El río divide la población y las construcciones man- tienen igualmente las sinuosidades naturales del río y del camino. Como ya ocurriera en Ouro Preto y otras villas de garimpo, las primeras construcciones eran muy precarias, cubiertas de paja y posterior- Vista general de la ciudad de Goiás. mente construidas con pau-a-pique y tejas. Algunas décadas después de su fundación en 1726, el gobernador Luís da Cunha Menezes (1778 norteamericana Roberta Marx Delson plantea que a 1783) llevó a cabo la alineación de las calles y es- la conquista del interior brasileño formó parte de un tableció el primer plan de ordenación urbana y ar- intento de “ingeniería social” que controlaría la dis- bolado. Se trataba de un intento de crear una nueva tribución de las tierras, los hallazgos de las minas de sociedad en el interior y para esto recurría a reglas oro y la implantación del orden y la ley en aquellas generales de uniformidad en donde las casas no se tierras amenazadas por los intereses españoles. destacasen y todo el mundo se sintiese al mismo la implantación de las nuevas villas coincidía nivel, sin importar su etnia o raza. Incluso con raí- muchas veces con lugares de comunidades indí- ces arquitectónicas europeas de los bandeirantes ya genas o puntos abandonados por los bandeirantes. adaptadas a los territorios interiores paulistas, que Los nuevos pobladores se adaptaban rápidamente a se extendían desde la Cuenca del Plata hasta Bahia, los métodos indígenas o vernáculos para las nuevas los habitantes indígenas mezclados con los blancos, construcciones. La estudiosa señala que en la región incorporaban las técnicas constructivas. A aquellas amazónica, a menudo se utilizaban las divisiones, fórmulas aplicadas a todo el mundo se podría decir en lugar de paredes, y las casas no tenían buhardi- que es una creación vernácula y única. Además de llas. Al mismo tiempo, tenían tejados muy altos, en estas consideraciones, se puede pensar incluso en un un intento de crear una mayor circulación del aire intento sincero de formar una sociedad puramente como en las malocas indígenas, cosa que no ocurría brasileña en los territorios conquistados del interior. en las casas rurales portuguesas. Continúa diciendo Con el agotamiento del oro, a finales del siglo la geógrafa norteamericana que: a idéia portuguesa XVIII, Vila Boa vio reducida su población y nece- era criar uma nova sociedade camponesa no inte- sitó reorientar sus actividades económicas hacia el rior, no sertão, onde moravam os habitantes em co- sector agropecuario. Sin embargo, el gran cambio, munidades lineares, e uniformes, e onde nenhuma del que ya se venía hablando hacía mucho tiempo, casa (ou família) se destacara. E essas regras eram fue la transferencia de la capital estatal a Goiânia, aplicadas a toda gente, não importando sua etnici- en los años 30 y 40 en el siglo XX. En cierta forma, dade ou raça. Havia comunidades só para a gente fue esa decisión la que hizo que se mantuviese la indígena, certo, mas também havia comunidades singular y exclusiva arquitectura colonial de la ciu- onde os indígenas moravam com a gente branca dad de Goiás. ou miscigenada. Claro que a inspiração, as raízes arquitetônicas daquelas comunidades eram euro- péias. Ao mesmo tempo, visto a incorporação da Vila Boa de Goiás: urbanismo y vida técnica indígena, e com a aplicação da “fórmula” a toda gente, podemos falar de uma criação com- la pequeña villa nació de las instalaciones de los pletamente única. ranchos en las primeras tierras sembradas junto al en el caso de la Altiplanicie Central en Goiás, puente del Rosário donde se encuentra actualmente la conquista se produjo a partir de pequeños nú- la casa de Cora Coralina. Los bloques urbanos se de- cleos que formaron un rosario de pequeñas villas. finieron por los patios que rodeaban el río y alrededor Así, se intensificaron las embestidas bandeirantes, de las iglesias del Rosário y de Santana, en la margen

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izquierda del río. En 1735 el conde D’Alva fue el en- cargado de instalar la comarca de Vila Boa de Goiás con orientaciones expresas, en carta regia de 1736, para que se estableciese una villa en las minas de Goiás y que allí se transfiriese la población en el mo- mento en que estuviesen demarcadas las áreas de sus principales edificios e instalada la picota. Paulo Beltran, en Cidade de Goiás Patrimônio da Humanidade, describe así la génesis de la Ciu- dad de Goiás:

“à vista da genealogia histórica das antigas capitais brasileiras é o mais perfeito exemplar hoje existente de uma linhagem, de uma morfologia urbana e cul- tural que vem escapando às classificações: cidade Calle del Carmen - Goiás 1736. antiga dos sertões do Cerrado. Simples, heterogênea. Simples, heterogênea, intimista, despojada. Mimé- Así fueron los primeros días de aquella pequeña tica, como a savana envolvente. … Erguem as casas, a capela, por sobre a cascalheira já despojada das población. En 1736 D. Luis Mascarenhas asume el folhetas finíssimas, às vezes do granete dourado…. gobierno de la nueva provincia de Goiás y propo- Sempre houve dúvidas quanto ao primeiro arraial ne instalar la capital en la población de Santana. Se montado em torno a um ou outro destes garimpos, o sigue la línea de pensamiento de la expansión cul- que é irrelevante em verdade, pois todos tiveram suas tural lusa de ofrecer las condiciones de vida en un provisórias rancharias de palha mais ou menos con- lugar con calles anchas y rectilíneas con uniformes comitantes –tornados arraisis ou mais populosos–, y homogéneas fachadas. Incluso cuando las instruc- em função da densidade das lavras vizinhas. Além ciones tardaban en ser ejecutadas, pues solamente disso, o que em verdade diferencia a crava decisão de en 1770, Luís da Cunha Menezes (gobernador entre permanência do acampamento de palha é a capela… 1778 y 1783) ordenó una nueva alineación de las A decisão de permanecer nas minas decrescentes leva a substituir a palhoça garimpeira pela casinhola de calles “para que fuese para el bien de las personas” pau-a-pique, tapada com barro vagabundo escavado y este sistema era practicado en Europa. Quedan ali mesmo, esteiada com cernes curtos. Da mata resi- claros los objetivos portugueses en el sentido de or- dual sobrante nos terrenos da mineração, não não denar, no sólo un único sistema urbano a ejemplo de existem árvores mais altas das beiras dos córregos los españoles, sino una planificación que posibilita- e tão só paus linheiros nas capoeiras….E há uma se por encima de todo una conducta civil decente. razão maior para o minerador não ter melhor mora- Cambiaron los tiempos, pero las nuevas capitales, dia: porque deslocar o escravo útil da lavra para Goiânia y también Brasília, no nacieron de un siste- fazer-lhe um palácio de barro?...O primeiro grande ma rígido de trazado hipodámico –cuadrado– sino, teste construtivo, baseado na mesologia e aptidões bien al contrario, con curvas y transversales a pesar dos materiais do Cerrado, muito provavelmente foi a Matriz de Santana da recém-criada Vila Boa de Goiás. de que sus terrenos eran más planos que los de la Baseada em planta estrangeira –e de vãos impossí- antigua capital. veis para os singelos materias construtivos da savana las primeras calles surgen como contrapartida brasileira, e erguida por artífices caros e incultos– a a los barrizales de la minería, con calles, casas y Matriz de Goiás, sede de bispado, ruirá três vezes ao capillas precarias. Después de la ocupación espon- longo de dois séculos. Será o paradigma dos limites tánea, se continuó con la estructuración organizada da arquitetura do cerrado, carente de boas pedras de desde la implantación de la iglesia de Santana a un cantaria, carente de madeiras retas e leves –a não lado del río y de la iglesia del Rosário en el lado ser a moreira escassa os ipes e as aroiras das Matas opuesto, ambas en suave elevación. Alrededor de Grossas– carente de mestres de obras, dos quais os la iglesia matriz se instalaron los hombres blancos melhores se ocupam com as complexidades das ins- talações nas novas sociedades de mineradores… Mas más afortunados y en la plaza del Rosário, los ne- o arraial crescia. Os ranchos de palha substituem- gros, mestizos y los más pobres. De esta manera, la se por pequeninas casas de barro telhadas, como se trama urbana viene determina por tres calles que se- as vê, residuais, nos desenhos de Burchell em 1828. rían la continuación de las carreteras que unen São Tomava forma a Capital dos Goiases (BELTRAN, Paulo con Cuiabá, extendiéndose desde la plaza de 2002, pp.38-40) la iglesia y cruzando el puente desde la iglesia del

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Rosário. En la plaza formada por las confluencias perspectiva de las ya existentes, proponiendo refor- de las calles Candaúba y Nova, en las que habitaba mas y reconstrucciones (Coelho, 2001, p. 183). la población constituida en su mayoría por negros también se debe destacar la Plaza del Mercado libertos y mestizos, las casas son de apariencia muy por su posición sobre la elevación, rodeada por la simple, encaladas de blanco y con colores más in- Casa del Obispo y la Iglesia de San Francisco de tensos en los encuadres de los huecos. De ese lado Paula, ambas sobre partes de unas rocas en la curva del río encontramos las iglesias de la Abadía y del del Rio Vermelho. Constituye un escenario urba- Carmo, posicionadas en la alineación de las calles; nístico sin par y simbólico y aprovechado para las se destaca especialmente la iglesia de Santa Bárba- ceremonias religiosas de Semana Santa, cuando se ra en la colina, en donde existen calles arboladas realiza la procesión del Fogaréu. El mercado pre- y escalinatas para llegar a la construcción. La con- senta una disposición longitudinal que lo lleva hasta figuración triangular ayuda a destacar el templo y las márgenes del río, que por el hecho de estar obs- apunta hacia la calle de los Mercadores en dirección truido en aquel lugar por las construcciones en su al puente que lleva a la plaza de la iglesia matriz. margen, produjo una violenta inundación que causó las plazas de la iglesia de Santana y del palacio grandes daños en la ciudad en el momento en que del Gobierno aparecen unidas, quedando al fondo recibía su título de la UNESCO, en diciembre de la iglesia de la Boa Morte. La inmensa plaza de la 2001. Un año después, gracias al empeño puesto Fuente de la Boa Morte alberga el poder civil, con por la comunidad, por ciudadanos ilustres y por el la Casa de la Cámara y Cárcel, ésta última con un ICOMOS, la ciudad retomó el aspecto que le había bajo índice de ocupación durante décadas, mien- hecho digna de tal distinción. tras que alrededor de las iglesias la concentración aumentaba. Varios edificios privados se adaptaron para desempeñar funciones públicas durante varios Arquitectura vernácula gobiernos, todavía bajo el mando paulista. Marcos Noronha construyó entre otros edificios, la Casa de la arquitectura residencial implantada en la ciu- Fundição en 1750, y el Palacio que llevaría su nom- dad es, por lo general, de casas de planta baja, sien- bre (Conde dos Arcos), en 1751. do raras las de dos plantas, con fachadas sin mucha Después de 1770, tres gobernadores estuvieron variedad, sumando un total de 485 inmuebles en la al frente de la ciudad, siendo el último de ellos, João zona de conservación. En el interior, las habitaciones Manoel Melo, que construyó el actual edificio de se organizan a lo largo de pasillos laterales o longi- la Casa de la Cámara y Cárcel, lo que exigió una tudinales centrales. Los amplios patios de las casas mayor inversión en mano de obra y tecnología... hacen posible que las estancias sean de mayores di- con el nuevo gobernador, Manoel de Melo, se mensiones, pero por lo general las de la parte frontal construyeron la Casa de Cámara y Cárcel y la igle- son las destinadas a la convivencia, las del medio a sia de São Francisco de Paula. Algunas décadas más zonas de intimidad y las del fondo para el servicio. tarde, el gobernador Luís da Cunha Menezes imple- Las fachadas se perfilan sin separación entre ellas menta importantes marcos, introduciendo el arbola- con una linealidad rara en las ciudades coloniales. do de la villa, la alineación de calles y estableciendo Las anchas calles con pavimento de piedra, a veces el primer plan de ordenación urbana que delineó ceden su lugar a calles menores o incluso a callejo- la estructura mantenida hasta hoy. Los principales nes sin salida, que sirven de fondo a los patios de las monumentos religiosos fueron erigidos a finales del casas. Desde el punto de vista de la ocupación del siglo XVIII: las iglesias del Carmo en 1786, de la espacio urbano, estos callejones son la negación del Abadía en 1790 y de la Lapa cuatro años después. espacio público y una solución creativa para la crea- Todos poseen una gran singularidad, destacando la ción de un espacio particular, consecuencia de la posición privilegiada de la iglesia de la Boa Morte, ocupación del suelo y de las actividades cotidianas. que se puede ver casi en su totalidad, lo que le da una Los edificios públicos y religiosos quedan dis- gran solemnidad. Para el gobernador, la regularidad puestos en las tres plazas principales. La más an- de las calles sería la base para la regularidad del tigua quizás, la del Rosário, presenta una densa comportamiento de los habitantes. En su entusias- volumetría de edificios habitacionales en la que mo por la proyección de futuro, incluso con el des- destaca su iglesia neogótica. Pasando por el puente encanto debido a la progresión de las minas de oro al lado del cual se encuentra la casa de la poetisa ya agotadas, el gobernador previó un crecimiento de Cora Coralina, la calle se convierte en un embudo y la ciudad, delimitando nuevas calles y mejorando la se amplía, permitiendo la contemplación de la otra

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margen del río Vermelho. Pasando por la Cruz de del XX Batallón de Infantería de 1747, alojamiento Anhanguera, la calle Derecha se amplía y el grupo militar, rehabilitado para viviendas alquiladas, que de casas se muestra más elaborado hasta llegar a la constituye el edificio oficial goiano más antiguo. La Plaza de la Iglesia Matriz, también con forma trian- Fuente, en el lado izquierdo de la plaza, se abastecía gular e irregular, que alberga además de la catedral del agua del arroyo Chapéu de Padre. Dispuesto en en uno de sus lados, el palacio del Conde dos Arcos cuatro cuerpos, con caños externos para los anima- y, más arriba, la iglesia de la Boa Morte, ambos edi- les, debe su belleza a los engalanamientos rococó de ficios ya en la Plaza del Palacio. Por todas partes los muros y del frontón. En la parte alta, a la derecha, se aprecian las modificaciones y adaptaciones por la Casa de la Cámara y Cárcel, cuyo proyecto siguió las que pasaron los edificios, empezando por la in- el trazado lisboeta, es el edificio de mayor monu- mensa masa arquitectónica de la catedral que lleva mentalidad de la antigua capital y alberga el Museu la marca, en un color más claro, de la configuración das Bandeiras. La gran fachada manierista aparece de la antigua iglesia construida por Manoel Antunes serena, destacando la composición central con puer- Fonseca en 1743. El palacio del Conde dos Arcos, ta, dos ventanas y el torreón con una campana. Los antigua sede del gobierno y actual museo, es una laterales son simétricos con tres ventanas con guar- adaptación de cuatro residencias con diversas téc- da-cuerpo de balaustre torneado en el piso superior y nicas constructivas desde la taipa-de-pilão hasta la en el inferior, y ventanas enrejadas de las calabozos terracota. Una serie de compartimientos se suceden de los prisioneros (Coelho, 2001, pp. 27-43). mezclando el ala administrativa, social y privada, presentando al fondo un inmenso balcón y jardín. En el pavimento encontramos un tablado corrido, Conclusiones losas de piedra e incluso ladrillos de terracota, lla- mados mezanela. La fachada neoclásica evidencia el hecho de poder participar en este prestigioso las últimas reformas al gusto imperial, que oculta congreso y de mostrar las imágenes de la ciudad de los tejados coloniales con una platibanda. Goiás como ejemplo bien sucedido de conservación en la plaza, la iglesia de la Irmandade dos Homens de la arquitectura vernácula tiene muchos puntos Pardos con culto a Nossa Senhora da Boa Morte, al- positivos. En primer lugar, el hecho de poner como berga el Museo de Arte Religioso con obras del im- ejemplo una ciudad colonial limítrofe entre tierras portante escultor Veiga Valle, ya en el siglo XVIII. portuguesas y españolas, ciudad ésta que nació de una Su fachada está muy elaborada y presenta un frontón desobediencia a las determinaciones papales, pero que al gusto barroco, con volutas truncadas y pináculos, aquí, vivida por aquellos desbravadores, se alteraron conteniendo en el centro líneas rococó más gracio- las reglas frente a los ideales de conquistas territoria- sas. Se terminó de construir en 1779. Sin torres, las les; convivencias entre diversas razas de los pueblos campanas se alojan en un campanario externo hecho ibéricos acostumbrados a las condiciones de domi- de lentiscos cubiertos con teja de canal, como hacían nantes y dominados y supervivencia en condiciones los bandeirantes paulistas. En el interior la sorpresa adversas geológicas y climáticas que posibilitaron la la encontramos en su planta octogonal irregular, a formulación de medios de vida, abrigo y amistad. ejemplo de las iglesias del Outeiro da Glória en Rio en aquella nueva realidad social de encuentros de Janeiro, de la Luz de São Paulo y del Pilar de culturales, aquellos pueblos pudieron construir un Taubaté en suelo paulista. La iglesia del Carmo, en patrimonio considerado un hecho que se acerca a las la calle homónima, es más compleja y bien elabora- epopeyas. Podrían ser solamente fotografías amari- da en su interior. La planta es un octógono regular, llentas de un tiempo y espacios perdidos, como ocu- los arcos que sostienen el coro son trilobulados y una rrieron en la capital paulista, no fuesen estas pequeñas sucesión de salas rodea el edificio. casas que se escoran en la historia de los supervivien- Desde la iglesia de la Boa Morte se bifurcan las tes, analfabetos sin el culto a la autoría y afectos a calles del Horto y de la Fundição, siendo esta última los estándares técnicos. Lejos de una estética que se la que conduce a la plaza de la Fuente, lugar que al- transformase en calidad, la funcionalidad es la que bergaba la pequeña capilla de la Boa Morte. Uno de llama primero a la puerta de esta arquitectura predes- los vértices de la inmensa plaza es donde destacan La tinada a la desaparición, seducida por el progreso. Fuente de Cauda da Boa Morte, de 1778, y la Casa Goiás continúa siendo tranquila, donde la vida de la Cámara y Cárcel, de 1771. En las calles latera- corre junto a un tiempo silencioso en los pequeños les el grupo de casas aparece de forma discreta y es- espacios de vida y en los jardines de las casas que condido por los árboles, dejando entrever el Cuartel se entrelazan, dispensando a veces la propia calle

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como vía de acceso. En este lugar donde los pueblos DELSON, Roberta Marx Novas Vilas para o Brasil-Co- ibéricos buscaron la Laguna Dorada, los silvícolas lônia. Planejamento Espacial e Social no sec XVIII. ya vivían hace miles de años, las sabanas, la plani- Roberta Marx Delson. Brasília: Edições Alva, Ciord, cie, ya sea en el corazón de Brasil, en la Altiplanicie 1979. (Dep de Geografia Universidade de Syracuse, Central, donde se implantó nuestra capital Brasília NY, 1979) FERREIRA, Tito Livio. A nacionalidade lusobrasileira, que constituyó el segundo momento de población rreira, O Estado de São Paulo, pg 82, 18/1/1970. de aquellas tierras interminables. MADEIRA, Fernando e SAAD, Salma Waress et alli. Pro- posta de Inscrição da Cidade de Goiás na Lista do Pa- trimônio da Humanidade. Goiânia: IPHAN e Fundação Bibliografía Cultural Pedro Ludovico Teixeira, UNESCO, 1999. MURILLO, Marx. Urbanismo – Timbres na Boca do Ser- BERTRAN, Paulo e FACHINI, Rui. Cidade de Goiás. tão. In Igrejas Paulistas – Barroco e Rococó, autor Patrimônio da Humanidade. Origens. Brasília e São Percival TIRAPELI. São Paulo:Editora da Unesp/ Paulo: Verano e Takano, 2002. Imprensa Oficial do Estado de São Paulo, 2003. COELHO, Neiva Gustavo. Guia dos Bens Imóveis Tom- SAMPAIO, Suzanna do Amaral Cruz. Proposal for the bados em Goiás. Volume I , Vila Boa. Goiânia: Tril- Inscription of the City of Goiás on the World Heri- har Urbana, 2001. tage List – IPHAN, 2000. COELHO, Neiva Gustavo. O Espaço Urbano na Vila FERREIRA, Tito Livio. A nacionalidade lusobrasileira. Boa. Goiânia: Editora da Universidade Catóica de Jornal O Estado de São Paulo, pg 82, 18/1/1970. Goiás (UCG), 2001. TIRAPELI, Percival. Patrimônios da Humanidade no COSTA, Lucio. A Arquitetura dos Jesuitas no Brasil. Brasil/ World Heritage in . São Paulo: Meta- Revista do Serviço do Patrimonio Histórico e Ar- livros, 2004. tístico Nacional. 60 anos. A Revista.Rio de Janeiro: Apoyo – Fundación para el Desarrollo de la UNESP. Instituto IPHAN, Ministério da Educação e Cultura, 1997. de Artes de la Universidad Estatal Paulista - UNESP.

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