Goiás, Ejemplo Exitoso De La Arquitectura Vernácula Brasileña
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GOIÁS, EJEMPLO EXITOSO DE LA ARQUITECTURA VERNÁCULA BRASILEÑA PERCI VAL TIRA P ELI Instituto de Artes de la Universidad Estatal Paulista - UNESP. Brasil La arquitectura vernácula de la ciudad de Goiás pero sin embargo aún poseía una arquitectura ver- es un ejemplo que se ha mantenido como Patrimo- nácula, construida en barro. A esta arquitectura se nio de la Humanidad desde el inicio del siglo XVIII le ha conocido hasta hoy como arquitectura bandei- hasta nuestros días. La ciudad fue fundada por los rantista. Todavía a finales del siglo XIX, su aspecto bandeirantes paulistas en 1726, procedentes de las con casas en pau-a-pique (paredes hechas con listo- minas de oro de Minas Gerais y que llegaron a la nes entrecruzados y barro) era el mismo. Las prime- Meseta Central de Brasil, en donde ya en el siglo ras fotografías de São Paulo, realizadas por Augusto XX, se construyó la nueva capital del país, Brasília. Militão y que datan de 1862, muestran una capital Los portugueses llegaron a Brasil en el año 1500, paulista colonial, con un aspecto bastante semejante y 54 años más tarde se fundaba la ciudad de São al de la actual capital goiana. Sin embargo, en la Paulo do Piratininga, por iniciativa de los jesuitas y metrópoli de São Paulo de hoy, poco queda de aque- bandeirantes. De ahí partieron en busca de las minas llas construcciones –cuatro ejemplos de casas de las de oro y de los indios a los que esclavizar, ocupan- haciendas de Butantã, Caxingui, Tatuapé y Jabaqua- do de esta manera parte del territorio más allá de lo ra, y el Refugio de Luz. Ruinas de tapias del antiguo establecido en el Tratado de Tordesillas (firmado en colegio jesuita, en el centro, y, hacia el oeste, en la 1494 y que dividía las tierras suramericanas entre cima del Jaraguá. Todavía en la zona central, encon- España y Portugal). tramos gran parte del conjunto franciscano de 1647, La conquista de las tierras brasileñas más leja- además de las tapias emparedadas como en la casa nas, tierras interminables de la Meseta, de vegeta- de la Marquesa de Santos, la favorita del Emperador ción variada y con una marcada planicie, muestra D. Pedro I. vestigios humanos cuyo origen se remonta a 36 mil Por todo esto, no es ninguna osadía compararle años de antigüedad. En los siglos XVI y XVII, habi- la humilde capital paulista de finales del siglo XIX taron aquellas tierras jesuitas, sertanistas baianos y a la actual ciudad de Goiás. La antigua capital goia- paraenses que llegaban desde la hoz del Amazonas y na se conserva totalmente, mientras que la paulista se adentraban por el río Araguaia en busca de la La- se presenta como un ejemplo del desarrollo que ha guna Dorada, llamada Paraupava por los indígenas. acabado asolando los testimonios de una historia pa- Aquella localidad mítica en donde se decía que había sada, vulnerable y frágil como las casas de estructura oro en abundancia, situada en el centro del país. de madera y listones atados con enredaderas y barro. En la misma época en la que los bandeirantes Los paulistas acabaron perdiendo la ciudad construi- paulistas descubrieron oro en la sierra Dorada y en da en pau-a-pique por los desbravadores portugue- donde fundaron Vila Boa de Goiás, en homenaje a ses, llamados bandeirantes. Poco queda de la ciudad su fundador Bartolomeu Bueno da Silva, cuyo mote de ladrillo construida más tarde por los inmigrantes era el Anhanguera, la pequeña ciudad de São Paulo italianos a principios del siglo XX. Además, los edi- do Piratininga, de donde los sertanistas habían sa- ficios eclécticos y modernos de los años 30 dan paso lido, contaba ya con casi 200 años de antigüedad, a los inteligentes edificios postmodernos. 225 PERCIvaL TIRAPELI ejemplo, fuera de la costa. Estas estructuras, en que las paredes se forman con sucesivas capas de barro apisonado, se distinguen de las de albañilería de piedra, por los contornos menos definidos y preci- sos y por su aspecto machacado… es una solución peculiar a las construcciones de tierra machacada, aunque también era empleada en las de albañilería de piedra, cuando el encuadramiento de los vanos no podía ser de mampostería”. La implantación de la ciudad de São Paulo se- guía la línea de pensamiento de la conquista del Ciudad de Goiás, 1803 interior, utilizando los caminos indígenas por ríos Dibujo de Joaquim Cardoso Xavier. y montañas. La instalación de órdenes religiosas en los poblados se permitió en el siglo XVI, pero se prohibiría más tarde, en el siglo XVIII. Murilo Otro destino le esperaba a Goiás. Fue capital Marx opina de esta manera sobre la implantación de estatal hasta 1937, momento en que se construyó la primera ciudad en la planicie paulista: Goiânia, la nueva capital. Otros ejemplos se dan en Brasil, como la preservación de Ouro Preto, una “Vale la pena considerar la situación pionera y privi- verdadera joya barroca del periodo minero, que per- legiada de São Paulo de Piratininga en el límite del teneció a Minas Gerais hasta finales del siglo XIX; campo y de la altiplanicie, su peculiar localización, Olinda, que ha dejado de ser la principal ciudad de su tejido urbano delimitado, sobretodo, por sus casas Pernambuco, incluso en el siglo XVII; parte del religiosas. Su colegio, su monasterio y sus conven- centro histórico de Salvador de Bahia, el ejemplo tos antecedieron, paulatinamente y como punto de referencia, a las capillas filiales y a la propia matriz; del Pelourinho en la antigua capital de la colonia. se anticiparon a la villa colonial, a la ciudad y a la Al igual que São Paulo, menos suerte ha tenido la metrópoli contemporánea, cuyo núcleo en transfor- ciudad de Rio de Janeiro, capital colonial, imperial mación permanente continúan marcando. y republicana, que ha conservado pocos ejemplos Hay ciertos trazos interesantes en el tramo sur de de su arquitectura colonial e imperial. la entonces incipiente red urbana brasileña, ahora ocu- La comparación entre las dos capitales, São pada por parte del estado de São Paulo. Las órdenes Paulo colonial y la ciudad de Goiás, a través de religiosas se encontraban en la costa y la altiplanicie. fotografías, se debe aquí al hecho de que la difu- Fue importante para la arquitectura, y quizás para el sión de la técnica constructiva paulista se conoció urbanismo, la dicotomía entre los núcleos litorales y en todo Brasil como una huella de la constitución los de la sierra en la antigua capitanía de San Vicente. del camino de los bandeirantes. La muralla de Serra Las casas religiosas formaban parte de los asenta- do Mar, con la frondosa Mata Atlântica, dificultó la mientos humanos más variados, principalmente en lo que se refiere a su finalidad, lo que otorga aún más conquista del interior, sin embargo, los bandeirantes prestigio a los análisis comparativos. En los alrededo- ocuparon el área interior de Brasil, instalándose en res de la ciudad paulista, las clausuras se distribuían sabanas, verdaderas islas de la región de la altiplani- de forma armoniosa, y, actualmente, todas ellas o sus cie, partiendo desde la misma ciudad de São Paulo. vestigios urbanísticos, van camino de integrarse en un Aprovecharon los ecosistemas de la Mata Atlântica mismo y enorme campo urbano en avasalladora for- y de las sabanas de la planicie. En sus orillas se fun- mación” (Marx, Murilo, 2002, p. 20). daron áreas coloniales aprovechando el cauce de los ríos que se adentraban en el país, bien conocidos por Las construcciones paulistas definitivas eran de los indígenas, como el río Tietê, por donde nave- tapia de mortero o de piedra y cal, según las necesi- gaban hasta los claros de los bosques, ya en Goiás, dades y preferencias de los recursos con los que se saliendo a los manantiales del río Tocantins. contaba. Ambas técnicas eran empleadas de forma A lo largo de los caminos de la planicie se han simultánea. Estas técnicas difundidas por todo el in- encontrado hasta la actualidad testimonios arquitec- terior brasileño son, sin duda, soluciones seculares tónicos hechos en barro. Según Lúcio Costa, arqui- de los colonizadores ibéricos, que a lo largo de los tecto que proyectó Brasília: “Allí donde había buen siglos se fueron adaptando a las técnicas construc- barro, y fuese difícil la obtención de piedra y cal, se tivas mediterráneas, árabes y posteriormente indí- recurría a la tapia de mortero. En São Paulo, por genas en las Américas, con la utilización de mano — 226 — Goiás, ejemplo exitoso de la arquitectura vernácula brasileña de obra esclava negra. La proximidad de las tierras de los lugares establecidos. Las primeras barracas, paulistas con las de la Corona Española, e incluso mezcla de cabañas indígenas que utilizaban madera, la unión de los dos reinos en los años de 1580 a más duradera, y cubiertas de paja, muchas veces son 1640, aportaron mucho en materia de intercambio ejemplos rehechos. Las pequeñas casas alineadas de técnicas constructivas en aquellos parajes, ac- hacia la calle con terrazas profundas, que dan a las tualmente húmedos o secos, con escasez de piedra o aguas del río Vermelho de dónde se extrajo el oro, cal y abundancia de madera y arcilla. En la altipla- aún muestran vestigios visibles, presentando una nicie peruana la realidad era otra, con construccio- arquitectura vernácula sorprendentemente presente. nes hechas de piedras que se aprovechaban de las Se añadieron soluciones propias, de acuerdo con los construcciones incas, como el ejemplo de la ciudad materiales disponibles, y urbanísticas, como la de- de Cuzco, o de origen volcánico, como en Arequi- limitación de las plazas en forma triangular. En un pa. No hay que olvidar, que parafraseando la carta sentido más amplio, se trataría de intenciones polí- de Pero Vaz de Caminha al rey en el momento del ticas de ocupación de la región central de Brasil.