El Increíble Hombre

Invasores Menguante Y (THE INCREDIBLE SHRINKING MAN) Nº 326 (MAYO 2010) Visitantes SINOPSIS

Scott Carey se encuentra con una misteriosa niebla radioactiva cuando navega con su mujer en el barco de un amigo. Sin conocer lo perjudicial que será para él, Scott empieza a notar extraños cambios en su cuerpo. Su altura, peso y hasta sus órganos empiezan a dismi- nuir hasta quedarse en dos meros centímetros. De pronto, una situa- ción de su vida cotidiana amenazará con una intensidad letal: su gato juguetón se convertirá en un demonio para él, y la araña en su peor enemigo. Su supervivencia dependerá de él y de su ingenio.

FICHA ARTÍSTICA

Scott Carey ...... GRANT WILLIAMS Louise Carey ...... RANDY STUART Clarice ...... APRIL KENT Charlie Carey ...... PAUL LANGTON Doctor Thomas Silver ...... RAYMOND BAILEY

FICHA TÉCNICA

Duración ...... 81 min. Dirección...... JACK ARNOLD Fotografía ...... ELLIS W. CARTER Nacionalidad ...... USA Productora ...... UNIVERSAL Montaje ...... AL JOSEPH Año de Producción ...... 1957 Productor ..... ALBERT ZUGSMITH Música ... JOSEPH GERSHENSON (Blanco y Negro) Guión ...... RICHARD MATHESON D. Artística ..... R. CLATWORTHY .... (Basado en la novela de R. Matheson) Vestuario ...... JAY A MORLEY EL DIRECTOR: JACK ARNOLD

Jack Arnold nace en Connecticut, Estados unidos en 1916. Conocido como uno de los maestros de la ciencia ficción de los años 50, Arnold comenzó como actor en producciones off-Broadway a finales de los años 30 y princi- pios de los 40. Tras combatir en la Segunda Guerra Mundial se interesó por el género documental bajo la enseñanza del documentalista Robert Flaherty. En 1950 Arnold dirigió un cortometraje documental llamado With These Hands, por el que fue nominado al premio Oscar. Tras este recono- cimiento, Arnold se inició en la ficción en películas de bajo presupuesto para pasar a dirigir varias películas míticas de ciencia ficción como Vinie- ron del Espacio (1953), La Mujer y el Monstruo (1954), Tarántula (1954) y sobre todo El Increíble Hombre Menguante (1957). Posteriormente siguió cultivando el género de serie B y se pasó a la televisión donde colaboró en series como La Tribu de los Brady o The Love Boat. Murió en 1992 por una arteriosclerosis en Los Ángeles. Posteriormente fue enterrado en el cemen- terio Westwood Memorial Park.

FILMOGRAFÍA PRINCIPAL DEL DIRECTOR 1953 Girls in the Night 1958 Escala en Tokio (Girls in the Night) (The Lady Takes a Flyer) 1953 Llegó del más Allá 1958 Monster on the Campus (It Came from Outer Space) (Monster on the Campus) 1954 La Mujer y el Monstruo 1959 Un Golpe de Gracia (Creature from the Black Lagoon) (The Mouse thar Roared) 1955 Tarántula 1961 Soltero en el Paraíso (Tarantula) (Bachelor in Paradise) 1955 Regreso a la Tierra 1964 Un Biberón en la Onu (This Island Earth) (A Global Affair) 1956 Sangre en el Rancho 1964 Los Impetuosos (Red Sundown) (The Lively Set) 1957 El Increible Hombre Menguante 1969 Hello Down There (The Incredible Shrinking Man) (Hello Down There) 1957 El Vestido Roto 1974 Black Eye (The Tattered Dress) (Black Eye) 1957 Man in the Shadow 1975 Boss Nigger (Man in the Shadow) (Boss Nigger) 1958 Hijos del Espacio 1976 Conspiración en Suiza (The Space Children) (The Swiss Conspiracy)

COMENTARIO El Increíble Hombre Menguante tiene la particularidad, dentro de su alta con un acantilado y lo que en su día fuera una araña inofensiva género y época, de centrarse con el lado más humano de lo que se transforma en su peligroso rival. No obstante, aunque su vida podía suponer la guerra atómica. Lejos de pretensiones relacionadas como adulto haya desaparecido, parece que mientras más merma, con el destino de la humanidad o la integridad del planeta Tierra, los mayor es su conocimiento sobre la naturaleza humana. El instinto elementos introducidos por Jack Arnold juegan con la cotidianidad, de supervivencia le empuja a seguir buscado refugio y comida para con objetos reconocibles por cualquier espectador. Sin embargo, la seguir existiendo. La araña deja de ser su enemigo y pasa a ser un premisa que lleva a situar al héroe del filme en un hogar común nace igual que como él mismo lucha por subsistir. La necesidad de agudi- del miedo ante algo de consecuencias desconocidas. Como resultado zar el ingenio para poder continuar existiendo, se verá aderezada por del uso de la energía atómica en asuntos bélicos, la radiación se efectos especiales tan simples como eficaces. Aunque se recuerde convirtió en un miedo muy habitual en los años cincuenta. En la esta película como un prodigio de la serie B, un ejemplo de cómo a escuela se educaba a los niños a defenderse de los ataques atómicos una apuesta en escena inteligente no le hace falta un gran presu- por medio del duck and cover (agáchate y cúbrete), con el objetivo de puesto para otorgar credibilidad a una historia, es también la parte resguardarse de los posibles daños nocivos que la radicación deriva- reflexiva del argumento la que también contribuyó a congelar esta da de las bombas pudiera causar. La paranoia se vio acentuada al película en el imaginario colectivo de toda una generación. Lo que en no poder reconocer con exactitud las secuelas de la exposición a principio parece ser una inevitable odisea hacia la desaparición elementos radioactivos. De ahí que el escritor Richard Matheson, acaba por contener un tono filosófico bastante estimulante que autor de la novela que daría lugar a la película, ideará una conse- separa a la cinta del resto de filmes de explotación repetitivos sobre cuencia de aparente simplicidad, pero cuyas terroríficas posibilida- mutantes, monstruos o marcianos de segunda, como La Humanidad des convierten lo mundano en monstruoso. Encontrándose en vaca- en Peligro (Gordon Douglas, 1954) o El Ataque de la Mujer de 50 ciones junto a su mujer, el protagonista Scott Carey, un hombre Pies (Nathan Hertz, 1958). Porque Scott Carey no llega a desparecer, americano corriente hasta la médula, se ve expuesto a una neblina por muy pequeño que se vuelva. El proceso le humaniza y empieza a radioactiva. Seis meses más tarde comienza a notar cambios en su comprender que su existencia se ve marcada por su concepción cuerpo, que irá menguando de forma paulatina a lo largo de todo el como hombre, no por términos de la naturaleza ajenos a su percep- filme. Después de varios exámenes médicos y remedios fallidos, ción de la vida. Los límites de la dimensión humana habían desapa- Scott se encuentra sin esperanza ante su extraordinaria mutación. recido al haber sido arrebatado brutalmente de la banalidad de su Una vez aceptado el problema del decrecimiento, cuando Scott asimi- vida y el sinsentido de su existencia se había esfumado también la la imposibilidad de volver a su estatura, comienza la ira, la incom- haciendo comprender que una vida nunca es vana. En este sentido, prensión y el terror. Convertido en el hombre más famoso del plane- El Increíble Hombre Menguante desarrolla un simbolismo equipara- ta, se ve recluido en su casa, y como dicta el arquetipo, es su mujer ble a una plétora de experiencias vitales como el fracaso, la pérdida la que sufre con él, la que se ve inmersa en una pesadilla que decide inevitable de algo o el sentimiento de vacío tras un cambio. Así se afrontar como buena ama de casa resignada y complaciente. Por convierte el soliloquio final en una alegoría existencialista que des- mucho que Scott busque consuelo escribiendo sus experiencias o tapa una explicación sobre la posición del ser humano en el univer- encontrando a una enana circense que le hace ver que no está sólo, so. Posiblemente sea la profundidad del monólogo final, capaz de ser su irrefrenable descenso le acabaran sumiendo en un patético to- extrapolado a múltiples ámbitos de la vida ordinaria, lo que ha con- rrente hacia una irremediable desaparición, o por lo menos eso pare- vertido a esta cinta en objeto de culto idolatrado por una legión de ce a primera vista. El gato al que antes acariciaba en el salón se cinéfilos pasados ya 50 años desde que Scott Carey descubriera que convierte en su peor enemigo, la escalera del sótano pasa a ser tan había empezado a menguar. alta SOBRE EL R EPARTO

GRANT WILLIAMS RANDY STUART

Grant Williams nació como John Joseph Williams en la ciudad de Randy Stuart nació como Elizabeth Shaubell en Kansas el 12 de Nueva York n 1931. Tras graduarse en el instituto se alistó en las Octubre de 1924. Hija de músicos, viajó con ellos en giras desde fuerzas armadas del aire desde 1948 hasta 1952. Después, tras un muy pequeña iniciándose en los escenarios a la edad de tres años. breve periodo en la universidad, se formó como actor bajo la tutela Cuando su familia se asentó en California, Stuart fue a la universi- del prestigioso actor y experto en el método Lee Strasberg. En ese dad, donde intervino en varias obras teatrales. Fue sobre las tablas periodo interpretó pequeños papeles en Broadway y algunos dramas donde cautivó a cazatalentos de Hollywood, consiguiendo que le para televisión, hasta que en 1956 firmó un contrato para la Univer- hicieran una prueba de cámara para la Fox, que posteriormente la sal. Tras participar en Escrito en el Viento (Douglas Sirk, 1956), contrataría y le ofrecería su primer papel en The Foxes of Harrow protagonizó el filme de ciencia ficción El Increible Hobre Menguante, (John M. Stahl, 1947). Aunque su carrera cinematográfica no fue por el que sería recordado. El resto de su carrera como actor tuvo demasiado prolífica, actuó junto a Cary Grant en La Novia Era Él lugar en la pequeña pantalla, aunque habría que destacar que Wi- (Howard Hawks, 1949), y en Eva Al Desnudo (Joseph L. Mankiewicz, lliams también trabajó como cantante en la Ópera de Nueva York. 1950), hasta conseguir el papel de esposa de El Increible Hombre Murió en 1985. Menguante. El resto de sus trabajos fueron en series televisivas, de los que se fue alejando a finales de los 60. Murió en 1996.

LA CRÍTICA OPINA Una obra maestra que no sólo es una sucesión de secuencias con trucajes asombrosos que no ha envejecido un ápice, sino que es una inten- sa y original reflexión acerca del sentido de la existencia. Imprescindible. Miguel Ángel Palomo-El País

La intensidad surrealista de los desproporcionados objetos que surgen ante el héroe que mengua es tratado de forma efectiva y el místico final feliz es el mejor pago que uno podría esperar del género.

Jonathan Rosenbaum-Chicago Reader

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