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LMX J V SD El Domingo La Opinión A Coruña

Año X Número 514 5 de diciembre de 2010

Representación gallega en un desfile en Nueva York el Día de la Hispanidad. (●) La Opinión

Saga gallega en

La vida de cuatro generaciones de gallegos en la Gran Manzana, a donde emigraron con sus familias y prosperaron montando negocios o emprendiendo carreras en el mundo artístico

José Luis Rodicio, nefrólogo: “Los médicos tenemos que evitar prohibirlo todo” 6y7 Poio reclama ser la cuna del nacimiento de Cristóbal Colón 10 El antropólogo Robin Dunbar explica por qué el número de amigos en Facebook debe ser limitado 11 1 2 345678910111213141516 Domingo, 5 de diciembre de 2010 La Opinión A Coruña

Emigración Cuatro generaciones de españoles y gallegos hablan de sus vidas en Nueva York, testimonios que cubren noventa años de la historia de una ciudad que siempre tuvo representación hispana

Sabor español en la Gran Manzana Historia de la emigración española y gallega en Nueva York, donde algunos montaron sus negocios y otros llegaron a triunfar en la industria del espectáculo

✒ Arturo R. Conde

Pudieron ser alemanes, irlande- ses o italianos. Aparecen retrata- dos en frente de sus edificios y ne- gocios, los monumentos de Nue- va York, y los Fords y Chryslers que habían comprado o adquirido prestados. Muchos de ellos eran jornaleros y marinos mercantes antes de trabajar en la hostelería o la construcción. Algunos crearon auténticos imperios de importa- ción y exportación. Otros apare- cieron en los escenarios de Broad- way y Hollywood con apellidos in- gleses e irlandeses, mientras que un grupo de privilegiados estable- ció su legado como escritores y pe- riodistas, arquitectos e ingenieros, científicos y médicos, y profeso- res y académicos. Lo que distingue a estos inmi- grantes españoles en Nueva York, cuya mayoría fue gallega, de otras inmigraciones europeas es su pro- ximidad a la cultura iberoameri- cana. Pero a pesar de que los estu- dios de algunos demógrafos afir- man que uno de cada tres neoyor- quinos pronto hablará español, la historia de estos pioneros españo- les sigue siendo desconocida. “Cuando los estadounidenses piensan en los españoles de las Américas, solo se fijan en la épo- ca imperial de los conquistadores y frailes”, dijo James Fernández, el conservador de la primera exposi- ción fotográfica de inmigrantes es- pañoles en Nueva York. Según su investigación, más españoles cru- Celebración del Santiago Apóstol por las calles de Nueva York. (●) La Opinión zaron el Atlántico hasta las Amé- ricas entre 1880 y 1930 (aproxima- damente 4 millones de inmigran- minución de la inmigración espa- buscaban apoyo político y econó- masivas de dominicanos, mejica- tes) que durante todo el período co- ñola a NuevaYork, este número ha mico para independizarse de Es- nos, colombianos, ecuatorianos, y lonial entre Colón y 1880. bajado a solo 13.000. paña. Esto fortaleció la relación ❜❜ otros hispano-parlantes. Fernández explicó que cuando entre la ciudad y las nuevas repú- Las primeras generaciones de España perdió los últimos vestigios Los hispano-parlantes blicas, que aportaron las prime- Nueva York inmigrantes españoles en el siglo de su imperio planetario, los lazos en Nueva York ras oleadas de inmigrantes hispa- XX se establecieron en cuatro en- entre Estados Unidos e Iberoame- nos para trabajar en las fábricas de siempre tuvo claves en Manhattan (al sudeste rica se fortalecieron. Decenas de Nueva York siempre ha tenido tabaco, y otros comercios e indus- representación cerca del puente Manhattan, en la miles de cubanos, puertorriqueños una representación hispana des- trias. A comienzos del siglo XX, calle 14 al lado del río Hudson, y españoles acudieron a Nueva de su etapa como colonia holande- los cubanos y los españoles que hispana desde Washington Heights y East Har- York en las primeras décadas del si- sa, cuando acudían exploradores y emigraban desde Cuba a Estados su etapa como lem) y una en Brooklyn (cerca del glo XX cuando la ciudad emergió marineros españoles, judíos sefar- Unidos se convirtieron en las co- East River entre Red Hook y Broo- como la capital económica de un ditas, y comerciantes del imperio lonias hispano-parlantes mas colonia klyn Heights). Pero a finales del si- nuevo imperio global. En 1930 ha- español. El libro del gallego-ar- grandes de la ciudad. Solo fueron holandesa, glo, la mayoría de esas colonias bía 110.000 hispano-parlantes cen- gentino Claudio Iván Remeseira superadas por la ola creciente de ya habían desparecido. Los hijos y sados en la ciudad, de los cual casi (Hispanic New York: A Source- puertorriqueños que obtuvo la na- cuando iban nietos de esos inmigrantes se ha- 23.000 eran españoles. La cifra de book) destaca como en el siglo cionalidad estadounidense en exploradores bían dispersado hacia las afueras españoles creció a más de 27.000 XIX Nueva York se convirtió en 1917. Y décadas más tarde, Nue- de Manhattan en Queens, Long Is- en 1960, pero una encuesta del cen- el destino principal para los revo- va York sería un auténtico micro- españoles so en 2007 indica que con la dis- lucionarios latinoamericanos que cosmo Iberoamericano, con olas Pasa a la página siguiente ĪĪĪ Domingo, 5 de diciembre de 2010 La Opinión A Coruña 12 3 45678910111213141516

De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Max frente a la primera tienda La Iberia, boda de Rosita Cuadrado y Avelino Casta- ños en la calle 14, la Casa Moneo, un grupo de niños de la guardería detrás de la mercería de José María Vázquez y tres niños espa- ñoles en la calle 14 en 1954. (●) La Opinión

ĪĪĪ Viene de la página anterior land y Nueva Jersey; y otros in- cluso se desplazaron más lejos a Florida y California. Ya solo que- daban las historias o los rumores de una época dorada cuando los cafés, restaurantes, y negocios de esas colonias le permitían a un ex- patriado sentirse español. Memorias de una colonia desaparecida

La familia de mi padre se asen- tó muy cerca de la colonia de la ca- lle 14, conocida afectivamente por los inglés-parlantes como Little Spain. Cuando yo era niño a prin- cipios de 1980 aun quedaban algu- nos vestigios de aquel barrio - la carniceria de mi tío conocida co- mo La Ideal, la barbería O Gro- ve, la Casa Moneo donde mis pa- dres compraban música y revis- tas españolas, el centro español La Nacional, y algunos restaurantes. También estaban las librerías Ma- condo y Lectorum que eran poste- riores a la colonia española. Es- tos lugares eran mi única referen- cia de España en un barrio cuyo perímetro estaba fijado para mi entre las calles 14 y 23 de sur a norte, y las avenidas quinta y oc- tava de este a oeste. Mi familia, co- mo muchos neoyorquinos de aquella época, vivía en un terri- torio compacto donde las escue- las, las tiendas, el médico y la far- macia, la iglesia, el banco, mis tí- os Pepe y Josefa, y todos los ami- gos de mi infancia estaban al alcance de unas manzanas. Cual- quiera excursión fuera de este te- rritorio adquiría para mi la dimen- sión de un viaje al mas allá. Pero ninguna frontera marcó mi iden- tidad más que la puja para asimi- larme como americano y el es- fuerzo de mi familia para conser- var su lengua y cultura. Nosotros éramos una de las po- cas familias en el barrio donde la generación de mi abuelo aún con- servaba el gallego como idioma, pero mis padres y yo ya solo hablá- bamos casi siempre en castellano. El lenguaje preferido para comu- nicarse con el exterior era el inglés, y mi identidad dependía de la agu- deza de mis traducciones y la mu- tabilidad del lenguaje. Cuando mis padres hablaban los objetos en in- glés a veces adquirían una dimen- sión española: “rufo” (roof, signifi- ca techo), “sinque” (sink, significa fregadero), “frisa” (freezer, signifi- cacongelador), “frankfurar” (fran- kfurter, significa perrito caliente); y los lugares se les ponía otro nom- bre: San Quemeiro (la playa de Sunken Meadow en Long Island), Cents Store, pero luego se usaba en era cada vez más invisible en gan en avión. Sus testimonios periencias son parte de la crónica Loisaida (un nombre latino para referencia a otras tiendas de mer- Manhattan. ofrecen la descripción de una rea- viva de la inmigración. decir Lower , la zona su- cancía barata). Estas palabras para Miles de españoles como mi fa- lidad que existe entre España y la A continuación hemos recogido deste de Manhattan), y el Faien- mis padres le daban vida a una milia desembarcaron en los mue- ciudad. Cada generación aporta al los testimonios de cuatro genera- ten (originalmente se refiere a la identidad gallego-española-ameri- llesdeNuevaYorkalolargodelsi- desarrollo de la economía, políti- ciones de españoles que cubren 90 franquicia de tiendas Five andTen cana que a finales de 1980 ya glo XX.Ahora muchos menos lle- ca y cultura neoyorquina.Y sus ex- años de la historia de NuevaYork. 123 4 5678 9101112 13141516 Domingo, 5 de diciembre de 2010 La Opinión A Coruña

Cuando el padre de Tony llegó 1920 do era niño todos sus vecinos italia- a NuevaYork en la década de 1920, Juan Antonio Nespereira y su hijo Tony nos le llamaban capito (que signifi- la población de Estados Unidos su- ca “entendido”) porque aún no ha- peraba los 100 millones, la tasa del bía aprendido inglés. “En una ciu- analfabetismo había bajado al 6%, dad tan diversa a veces no se apren- y se tardaba 13 días para llegar a Ca- La euforia de la posguerra mundial de inglés tan rápido”, explicó. “Mi lifornia desde NuevaYork en coche, padre tuvo que aprender polaco pri- conduciendo 387.000 millas de ca- y el desengaño de la Gran Depresión mero para comunicarse con sus rretera asfaltada. Juan Antonio no compañeros en la fábrica. Y des- conocía el realismo de las pinturas pués aprendió inglés para subir de de Edward Hopper o las novelas de puesto”. Tony aprendió sus prime- Raymond Chandler y Dashielle ras palabras de inglés escuchando a Hammett. Tampoco escuchaba el sus vecinos. Blues de Bessie Smith, o las bala- Lo que distingue a la generación das románticas como I’ll Be With de JuanAntonio de otros inmigran- You in Apple Blossom Time. Pero tes fue la época en que llegó. “Si como muchos de los inmigrantes de mi padre llegara unos años más tar- esa década se dejo llevar por el op- de durante la Gran Depresión qui- timismo de la cultura americana, zás no hubiera encontrado trabajo”, motivándole a probar fortuna en dijo Tony. “Mucha gente perdió su NuevaYork. empleo. Mi familia alquilaba una “Mi padre lo tenía muy claro”, habitación del apartamento para cu- dijo Tony, “quería abandonar el brir gastos, y yo empecé a trabajar campo y encontrar trabajo fijo en la de lustrabotas con tan solo seis ciudad para traer a su familia. Sin años. Aun así teníamos suerte por- ello dudo que yo hubiera nacido”. que mi padre era uno de los pocos La familia de Tony permaneció se- vecinos que tenía empleo fijo du- parada durante siete años hasta que rante esos años”. su padre encontró empleo en la fá- A pesar de todos los sacrificios, brica de Esso en Bayonne, Nueva JuanAntonio llegó a cumplir uno de Jersey. Hoy Esso es conocida co- sus sueños. En 1934 compró un mo la petrolera Exxon, y su padre Tony aparece sentado en el rencia palpable entre Pereiro de biar rápidamente. El noreste de Es- Chrysler nuevo de cuatro puertas. trabajó para aquella fábrica duran- medio, vestido de marinero, Aguiar [en Ourense] y Bayonne”. tados Unidos en ese momento era “Teníauna rueda de repuesto en ca- te casi tres décadas. “Cuando lo hi- y Juan Antonio es el hombre El crecimiento de la ciudad le ofre- una de las zonas de mayor creci- da lado del motor”, recordó Tony cieron fijo, mi padre le escribió a mi calvo a la derecha. La ima- cía una visión del futuro. “Se po- miento en el país”. con emoción. “Mi padre tenía el an- madre para que vendiera todo el ga- gen del abuelo fue añadida dían sentir los cambios rápidos en A pesar de su determinación pa- ticipo para pagar la hipoteca de una nado, y mandara a mis hermanos a a posteriori. la tecnología y la infraestructura”, ra perseverar en Estados Unidos, casa pero prefirió comprar el coche (●) La Opinión la escuela unos meses en Ourense”, explicó Tony. “Cuando mi padre Juan Antonio mantuvo una cone- porque era un símbolo de libertad. dijoTony.Su madre y sus hermanos Cuando JuanAntonio se estable- llegó por primera vez a Bayonne, xión cultural con España. Recauda- Los domingos siempre nos lleva- se reunieron con su padre el 14 de ció en Bayonne no tenía ninguna in- muchos hogares todavía no tenían ba dinero para La Nacional de los ba de excursión, y yo me fijaba co- mayo de 1927 en NuevaYork.Tony tención de regresar a su pueblo. electricidad. La casa en que vivo miembros de Nueva Jersey,y habla- mo conducía. En mi mente apren- nació en el apartamento alquilado “Galicia era muy rural para mi pa- ahora fue construida sin electrici- ba en gallego o español con sus hi- dí a conducir antes de que mis pies de sus padres en Bayonne en 1928. dre”, dijo Tony, “y había una dife- dad. Pero todo eso empezó a cam- jos en casa.Tony recordó que cuan- pudieran llegar al acelerador”. 1950 José María Vázquez y su hijo Maximino ❜❜ La edad de oro “Los vecinos éramos como de la calle 14 y el una familia ynos comienzo del declive ayudábamos.

“Cuando yo era niño”, recor- dre de Maximino para comprar El patio dó MaximinoVázquez con nostal- marcas como las camisas Arrow y detrás de gia, “a veces dormía en el balcón la muda Jockey para hombres, y la encima de la tienda de mi padre y ropa interior Lady Marlene para las nuestra oía las voces de otros españoles mujeres. mercería en la calle”. Ahora en 2010 Maxi- La Iberia tenía un escaparate mino es el último residente galle- grande al estilo de la quinta aveni- servía como go-argentino de aquella época que da que era representativo del con- guardería para aún vive en la calle 14, entre la sép- sumismo de la época. Pero la mer- tima y octava avenidas. Pero en cería del lucense José María era un muchos niños 1950 la comunidad española se- símbolo mucho más profundo pa- españoles, que guía en auge. Restaurantes como ra la colonia española. “Todos co- La Bilbaina deleitaban a los expa- nocían la tienda de mi padre”, re- venían allí triotas con sus guisos y estofados, cordó Maximino, “los vecinos éra- porque sus mientras que las tiendas como la mos como una familia y nos ayudá- Casa Moneo les abastecía con in- bamos”. El patio detrás de la padres gredientes esenciales para una co- mercería servía como guardería pa- trabajaban” cina española en casa. ra muchos niños españoles cuan- La década de 1950 inauguraba do sus padres trabajaban. Y José un boom económico donde los María era conocido afectivamente Maximino Vázquez con la Iberia tuvo que reinventarse cuan- genealogía de miles de españoles americanos empezaban a comprar como “el banquero” porque le fia- gaita en 1958. do los cruceros españoles como el que vivieron en la zona. Dirige el productos de marca que no eran dis- ba un pantalón negro y una camisa Covadonga y la Guadalupe ya no comité de archivos de La Nacio- ponibles antes de la II Guerra Mun- blanca a todos los recién llegados (●) La Opinión desembarcaban cerca de la calle nal, y quiere averiguar donde se dial. La moda de esa década seguía que trabajaban en los restaurantes. 14. También perdieron muchos fueron las familas del centro. Ca- conservadora, a pesar de que el ac- Maximino dijo que el declive de clientes americanos cuando la au- da ficha es como una narrativa pe- tor James Dean pronto irrumpiría la calle 14 empezó con las migra- necticut. Y cuando los inmigran- toridad portuaria y la fábrica de queña de la colonia que contiene el en el cine con sus vaqueros. Los ciones de los españoles a las afue- tes empezaron a llegar en avión, las Nabisco se mudaron fuera del origen y la profesión de los miem- hombres llevaban trajes de franela ras de la ciudad. Con el boom de enclaves cerca de los muelles per- barrio. bros antiguos. “Es importante que gris y las mujeres lucían vestidos de 1950, muchos norteamericanos dieron importancia. “Ya no había Ahora como uno de los últimos la gente sepa que existimos”, ma- cintura estrecha y tacones altos. Y compraron casas de una familia en la masa crítica de inmigrantes del herederos de esa colonia, Maximi- tiza, “que somos parte de la histo- tanto los españoles como los ame- las comunidades suburbanas de puerto para sostener a los negocios no se propone recuperar la historia ria de NuevaYork, y que contribui- ricanos iban a la mercería del pa- Nueva York, Nueva Jersey y Con- españoles”, explicó Maximino. La de la calle 14, reconstruyendo la mos a la ciudad”. Domingo, 5 de diciembre de 2010 La Opinión A Coruña 1234 5 678 910111213141516

1970Dino Pacio Lindín Bob Dylan y la sociología de la juventud

Cuando Dino llegó a Nueva to allí en la estación. El viaje era York en 1971, la inmigración es- 9 horas. ¿Te imaginas el contras- pañola ya había cambiado de una ❜❜ te entre esos dos mundos?” inmigración de colonia a una in- En Estados Unidos, la música migración más dispersada. Este “El tema le ayudó ubicarse en la postmo- lucense de Ximil (Pastoriza) era dernidad. Dino recordó con emo- uno de los últimos exiliados po- ’Blowing in ción la primera vez que escuchó líticos del gobierno de Franco. the wind’, de un LP de Bob Dylan: “Ese mo- Como sociólogo, trataba de escri- mento fue decisivo.Yaconocía un bir sobre los movimientos de la Bob Dylan, poco la música afroamericana. Y juventud de los años 60 en Espa- decía cuando leí la letra de Blowing in ña. Pero la censura y las amenazas the wind, dije “esto es España”. del gobierno pusieron su vida en ‘¿Cuántos “How many years can some peop- peligro. años puede la le exist before they are allowed “Lo que me atrajo a Nueva to be free?” “¿Cuántos años pue- York”, explicó Dino, “fue la sen- gente de el pueblo español sobrevivir Dino Pacio Lindín con una de sus clases en 1975. sación de cambio”. Sus estudios sobrevivir hasta que le dejen ser libre?”Y eso de sociología, y luego sus expe- era lo que yo gritaba en Madrid (●) La Opinión riencias como profesor en París, hasta que le durante aquellos años”. Colonia y Londres le hicieron co- dejen ser Con la música de Bob Dylan, nocer un mundo nuevo fuera de Dino se dio cuenta de que había España. “Cuando nosotros en la libre?’ Y al un lenguaje nuevo y era importan- les y el movimiento en contra la La Nacional para comer lacón con península todavía estábamos vi- leerlo dije te analizarlo. Convenció a la Uni- guerra de Vietnam. grelos. viendo en una edad media fosili- versidad de Rochester para dar un Esta preocupación social le Desde entonces La Nacional se zada que se llamaba la contramo- ‘esto es curso sobre el lenguaje de la poe- motivó a trabajar con la comuni- convirtió en un símbolo de su dernidad”, explicó, “ya el mundo España’. Eso sía del rock en Manhattan. Sus es- dad hispana, pero tardó mucho identidad. “Es el único lugar en era postmoderno”.Y sus experien- tudiantes analizaban las letras de tiempo antes de conocer a otros Manhattan hoy donde se puede cias en el exterior le hacían notar eraloqueyo las canciones en clase, y luego se gallegos en la ciudad. “Durante hablar gallego”, dijo. “Los que so- mucho más las diferencias en Es- gritaba en desplazaban hasta la zona de seis años pasé sin ningún contac- mos miembros podemos dar con- paña. “Desde Lugo a la frontera MacDougal y Washington Squa- to con otro gallego”, dijo, “nun- ferencias sobre Galicia en el salón francesa hay 800 kilómetros”, di- Madrid re para conocer el ambiente don- ca nadie me habló de ellos en del segundo piso”. jo. “De aquella se tardaba 20 ho- durante de había vivido Bob Dylan. La Nueva York”. En 1976 conoció a Concluyó que los gallegos ras en tren. Y desde la frontera a música expresaba el mismo sen- la Casa Galicia a través de sus que fueron socios, y los que aún París hay 913 kilómetros. Toda- aquellos años” timiento de cambio que impulsó al alumnos hispanos, y dos años más quedan, le llaman al centro vía me acuerdo de haberlo escri- movimiento de los derechos civi- tarde fue con otro estudiante a “A Nacional”.

El inmigrante español hoy tiene 2010 un alto nivel educativo y es de carác- Artur Balder ter individual. En seguida se inter- conecta con otros españoles en cen- tros como el Instituto Cervantes o la Reina Sofía —instituciones que ‘Taxi Driver’, y la energía del pasado fueron creadas más bien para profe- sionales y constituyen un network, pero no tienen un sentido estricto de las comunidades de antes—. “El inmigrante era mucho más abierto”, explicó el alicantino Ar- tur. “En sus maletas llevaba menos y siempre miraba hacia el futuro”. Aquella generación encontraba el apoyo en los restaurantes, negocios y centros de otros españoles. Pero cuando el director-escritor se asen- tó en la calle 110 con Broadway en el norte de Manhattan se sentía co- mo en un abismo. “Broadway es co- mo un cañón y me daba la sensa- ción de estar en el fondo”, dijo. “Era muy impersonal”. Allí permaneció aislado de otros españoles hasta que encontró La Nacional en la calle 14 por ca- sualidad. “Era como encontrar el hueso de un dinosaurio” dijo. “Al principio solo ves el hueso, pero te haces una idea de lo que era an- tes.Y entonces te das cuenta de que era un dinosaurio muy grande”. La Nacional le transmite un sen- Artur Balder, dirigiendo en España. Entrabas en un restauran- nó mucho esa energía que aun con- la intención de recuperar la memo- tido de comunidad que le acerca a los estudios de Cinema te y te servían de la manera españo- servaba.Y de manera que fue am- ria de ese barrio perdido de las generaciones anteriores de jor- Vision, en Chelsea. la. El Café Madrid incluso tenía sus pliando su perspectiva sobre el ci- Manhattan. “La Nacional es el co- naleros, marinos mercantes y re- soleras”. ne, la ciudad fue cada vez más razón de la colonia española”, di- fugiados de la guerra civil. “La pin- (●) La Opinión Artur conoció a NuevaYork por esencial para su creatividad. “To- joArtur. “Era una sociedad benéfi- tura que se cae en el pasillo y las es- primera vez a través de los esce- das las historias cinematográficas ca creada por los españoles a los caleras que crujen me dan la impre- narios de varias películas. Su refe- apuntan aquí. Nueva York es una que les iba bien para ayudar a los sión de entrar en otro mundo”, dijo. rente preferido es Taxi Driver. “Era inspiración urbana que no hay en que venían. Daban comidas y cu- “Aquíhe tenido la suerte de encon- un caleidoscopio de la calle muy muchos sitios. Y es difícil de brían los gastos fúnebres por respe- trar lo que antes se encontraba, pe- dramático y depresivo, pero real”. separarse”. to y cuidado hacia la comunidad ro a mayor escala en 1970. La ca- Cuando visitó a Nueva York por El alicantino rodó su documen- española”. La película se estrena- lle 14 era como venir a la pequeña primera vez en 1991, le impresio- tal Little Spain en La Nacional con rá en NuevaYorky España en 2011.