Defensoría Pública De Nicaragua
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PODER JUDICIAL DEFENSORÍA PÚBLICA Proyecto de Fortalecimiento Institucional Checchi/USAID – Defensoría Pública de Nicaragua. PROPUESTA DE EXPANSIÓN PLAN DE COBERTURA DEFENSORÍA PÚBLICA DE NICARAGUA Fase - I Créditos En la recolección y procesamiento de datos, así como en el diseño de propuestas participaron las funcionarias Licda. María de los Angeles Mendoza, Directora de la Defensoría Pública y la Licda. Sheyla Calera, Supervisora de la Defensoría Pública; asimismo los consultores Lic. Héctor Sánchez, Licda. Marielos Londoño, Licda. Suheid Macías Cano, Lic. Alejandro Dávida Rueda, Lic. Oscar Mora Dávila, Dra. Sandra Eugenia Zuñiga Morales y la Licda. Cecilia Sánchez Romero, Directora del Proyecto. Agosto 2004 1 PLAN DE COBERTURA DEFENSORÍA PÚBLICA DE NICARAGUA Índice Página 1. Justificación 4 2. Fuentes de información 7 3. Criterios de expansión 8 4. Presupuestos 13 5. Situación actual de la Defensoría 16 6. Plan de Cobertura 6.1. Propuesta global real 19 6.2. Propuesta global alterna 28 7. Detalle del plan de cobertura por departamento Departamento de Estelí: Resumen de situación 31 Propuesta real 32 Propuesta alterna 34 Departamento de Madríz: Resumen de situación 35 Propuesta real 36 Propuesta alterna 38 Departamento de Nueva Segovia Resumen de situación 39 Propuesta real 40 Propuesta alterna 42 Departamento de León Resumen de situación 43 Propuesta real 44 Propuesta alterna 46 Departamento de Chinandega Resumen de situación 47 Propuesta real 48 Propuesta alterna 50 Departamento de Managua Resumen de situación 51 Propuesta real 52 Propuesta alterna 54 Departamento de Masaya Resumen de situación 55 Propuesta real 56 Propuesta alterna 58 Departamento de Carazo Resumen de situación 59 Propuesta real 60 Propuesta alterna 62 2 Departamento de Granada Resumen de situación 63 Propuesta real 64 Propuesta alterna 66 Departamento de Rivas Resumen de situación 67 Propuesta real 68 Propuesta alterna 70 Departamento de Chontales Resumen de situación 71 Propuesta real 72 Propuesta alterna 74 Departamento de Boaco Resumen de situación 75 Propuesta real 76 Propuesta alterna 78 Departamento de Río San Juan Resumen de situación 79 Propuesta real 80 Propuesta alterna 82 Departamento de Matagalpa Resumen de situación 83 Propuesta real 84 Propuesta alterna 86 Departamento de Jinotega Resumen de situación 87 Propuesta real 88 Propuesta alterna 90 Departamento de Región Autónoma del Atlántico Norte Resumen de situación 91 Propuesta real 92 Propuesta alterna 94 Departamento de Región Autónoma del Atlántico Sur Resumen de situación 95 Propuesta real 96 Propuesta alterna 98 ANEXO: Costo económico de plan de cobertura 99 3 PLAN DE COBERTURA DEFENSORÍA PÚBLICA DE NICARAGUA Fase - I 1) Justificación El Código Procesal Penal, Ley Nº 406-2001 entró en vigencia a partir del 24 de diciembre del 2002, para atender –en primer instancia- procesos por delitos graves; incluyendo eso sí, un transitorio - artículo 418 del Código Procesal Penal- que ordenaba la previsión de fondos presupuestarios por parte de la Asamblea Naciona al Poder Judicial, para que dos años después se fortaleciera institucionalmente tanto al Ministerio Público como a la Defensoría Pública, para la aplicación generalizada a todo delito (fuera competencia de Juzgado de Distrito o Local), de la nueva normativa procesal penal. El anterior precepto solo es reflejo de la garantía constitucional de defensa (artículo 34 incisos 4 y 5), como parte integrante del debido proceso, que encuentra eco en otras disposiciones del mismo Código Procesal Penal (artículo 4) y en otros instrumentos, como la misma Ley Orgánica del Poder Judicial (artículo 214), al indicar que la Dirección de la Defensoría debe disponer del número de Defensores Públicos que requiera la Administración de Justicia, de conformidad a las necesidades del servicio. Pretensión que nace de la consolidación del estado de derecho que requiere de una estructura funcional que garantice el respeto de los derechos fundamentales de los ciudadanos involucrados en una litis. En el caso concreto de la Administración de Justicia, y específicamente cuando se alude al tema penal, es evidente la necesidad de los órganos generalmente denominados “auxiliares”, pero que en realidad resultan esenciales, al momento de garantizar el acceso efectivo a la Administración de Justicia. En ese contexto, surgen en Nicaragua (como ha sucedido en otras latitudes) el Ministerio Público y la Defensoría Pública, con roles definidos en el Sistema de Justicia Penal. 4 La Defensoría Pública nicaragüense nace en 1999, con la misión concreta de permitir a todos los ciudadanos el acceso a un recurso profesional de calidad, como asesor y representante dentro de un proceso, intervención que por circunstancias presupuestarias -entre otras1- se ha limitado -salvo en Masaya- al área penal, pero siempre dirigido -como lo dispone el artículo 212 de la Ley Orgánica del Poder Judicial- a personas sin capacidad económica para hacer frente a los costos de un proceso, en concreto para costear el pago de un abogado particular. Luego de que la Defensoría Pública operara durante aproximadamente cuatro años, con apenas doce defensores públicos en la ciudad de Managua, la entrada en vigencia del Código Procesal Penal el 24 de diciembre del 2002 originó que en noviembre de ese año, el Poder Judicial tomara la decisión histórica de expandir el recurso asignado a la Defensoría, pues era imperativo llevar el servicio a otros departamentos del país. Hoy con esa misma lógica –tal y como lo ordena el numeral 418 del CPP- se espera que el Poder Judicial con el apoyo de la Asamblea Nacional continúe con el crecimiento indispensable para la implementación del Código Procesal Penal, ahora procurando una cobertura de orden nacional. Digno de advertir resulta sin duda la credibilidad y reputación del equipo profesional que conforma la Defensoría Pública, cuyo nivel técnico ha sido reconocido por autoridades nacionales (jueces y demás operadores), así como por representantes de organismos internacionales, pues no obstante, constituir en sus inicios un exiguo grupo, ha logrado destacar por la mística y calidad en su desempeño. En los cinco años de funcionamiento de la Defensoría Pública, los servicios prestados han aumentado de manera significativa, crecimiento que ha conducido a cambios operativos (como la creación de mecanismos de supervisión, necesidad de realizar giras, entre otros) y en concreto, la apertura de nuevas plazas de defensor público; no obstante, esta expansión no ha sido suficiente para dar respuesta a la verdadera demanda pues no debe olvidarse que hoy día en Nicaragua existen 28 Juzgados de Distrito penal y 9 Tribunales de Apelaciones, 6 Juzgados de la Niñez y Adolescencia y 10 Juzgados de Ejecución; con el agravante de que es necesaria la especialización 1 El artículo 212 de la Ley Orgánica del Poder Judicial dispone que el servicio de la defensa pública se prestara a personas que no tengan capacidad económica en materia penal, alimentos, civil, mercantil, familia, agrario y labora. 5 en algunas de las áreas, como en ejecución y en penal de adolescentes, donde solo en Managua se atiende mediante defensores especializados en estas materias. Hoy, el reto no sólo se limita a analizar las necesidades que afronta el actual servicio prestado por la Defensoría Pública, se acerca también la aplicación del Código Procesal a delitos menos graves, que implica automáticamente asumir un circulante importante, se trata de 134 Juzgados Locales Únicos y 22 Juzgado Locales Penales a nivel nacional, todo lo cual motiva la presentación de este plan de expansión como una propuesta que procura no solo cumplir con el mandato constitucional del derecho de defensa, sino además, hacerlo con calidad, con mística; ello implicará no solo la previsión de contenido económico para la creación de nuevas plazas de defensor, de personal de apoyo, equipamiento (oficinas, escritorios, computadoras, etcétera), y por supuesto, de un componente esencial para el éxito, una adecuada capacitación, así como mecanismos de supervisión idóneos, capaces de detectar los nuevos requerimientos y las deficiencias actuales. Todo lo cual inclusive, representa una excelente plataforma a los intereses del Poder Judicial, para dar cumplimiento al mandato de servicio a otras materias del derecho, tal y como lo ordena la Ley Orgánica del Poder Judicial. Un defensor público que atiende los procesos de acuerdo a la nueva normativa procesal, puede iniciar sus servicios desde la etapa policial, de ahí continúa a la fase preliminar, inicial, preparatoria a juicio, hasta que finalmente llegar al debate; pero puede seguir a fases de apelación, de casación, e incluso, debe atender los requerimientos del privado de libertad en etapa de ejecución. Es una labor constante, donde idealmente se analiza la viabilidad de salidas alternas, la licitud y suficiencia de los elementos de convicción aportados por el acusador, se investiga, se dialoga con el imputado/acusado (testigos y peritos) sobre el proceso y con ese aporte se analiza la viabilidad de las estrategias de defensa, en definitiva es un proceso que llevado de forma responsable, implica una importante inversión de horas-servicio. El presente plan corresponde a la Fase - I de expansión, una proyección de requerimientos que surge del análisis de una serie de factores, que permiten presentarla como la opción que daría respuesta al servicio que corresponde dar la Defensoría Pública en el área penal, cumpliendo con el mandato constitucional del