1 pin,1r c,rnario, un bosqul' ,1ncestral forj,1do durante millones de .i11os, time el pri1'ilegio de sl'r uno dl' los Eecosistemas m,ís singularl's del éHchipil-l,1go. Su gran rl'sistl'nci,1, l'inrulad,1 ,1 las durcis nmdicionPs del nilcanismo insul.ir, ll' h,1 permitido sobn•1'il'ir hasta la fecha , Sin emb,1rgo, no quL•da exento dl' l:is Sl'Cuel:is producid.is por los ,1pro1't•cha• mil'ntos forcst,1ll's, stict·si1'as repobl.icionps qm• han ,1lll'r,1do la estructu1-.1 v c.1lid,1d de dichos pinart•s, y los numl'rosos incen­ dios que \1curren en nuestros dí.is poniendo en peligro su r,1pa­ cid,1d de rccupl'r,ición En la actualidad, la polític,1 forl'stal \' nwdioambient,11 que lll'1«1 a c,1bo cl Cobierno de Clllari,1s tr;ita de g,ir,rntizar el t•quilibrio y s;ilud dl' estos montt•s. No en 1·,lllo, del futmo Lk este bosqut• de origt'll n·líctiro dl'pench· PI mante­ nimiento dt• los rernrsos n,itur,1ll's (protección dt•I suplo y la c.1pt.ición de ,1gua ,1mbiental que contribuyl' a la rec.irg,1 dL· los ,1niíferns insul,1rps) \' l'I futuro de l'species tan t•mblcmcÍticas como d pinzón .izul o el pico pic.1pinos, cm·as pobl,iciones se cnClll'lltr,rn actu,1lnwntl' ,1ml'nazad,1s, espcc!alnwntt• las de l,1s subespL·cit•s t•ndl'mic.is de pinzón ,izul de Cran C1mria y dP pico pic,1pinos de TL•1wrife. Est.is .Jl't•s h,111 sido protagonistas de prngr,1m,1s de const'l'\"iciún qm• h,rn nmt<1do con el ;ipoyo financiero de los fondos europeos Lifr N,1turalcza.

El presente librn form,1 parte de 1.is iniriati1'c1s t•mprl'ndidas ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 t•n el m,1rco dl'I pniyecto Life 'Acciones prlra 1.1 conscn·ilción dt•I l'ico l'ic.1pinos dt• Tt•1ll'rifl'". A tr,1n>s de l'Stcl obr,1 st• prl'len­ tk qul' los ciud,1d,rnos adquit•r,rn un mejor conocimit•1lto dl'I pin,1r c1n,1rio, con l'I fin dl' podl'r \'c1lorcir su import,1nci;i y 1'lil­ nl'r,1bilid,1d, v sl'p,rnws como contribuir a prott•gt'rlo, pues L'lllL'ndl'lllOS que l,1 solución el ll1S probJcmclS que

T1)m,is \',rn de \V,1lle dl' Sotom,l\'or Consl'.l'rn dL• l'olític,1 Tnritori,11 \' ML•dio Ambil'nll' El Pinar Canario Fauna y Conservación ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

GOBIERNO DE CANARIAS CONSEJERÍA DE POLÍTICA TERRITORIAL Y MEDIO AMBIENTE AGRADECIMIENTOS

La Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias subvencionó íntegramente la reali za­ ción de este trabajo en el marco de un proyecto Life. Numerosas personas han contribuido en la term inación de esta obra, a las que estamos sinceramente agradecidos. Sixto Cossi elaboró con esmero los mapas que recogen las di stintas fi guras de protección que ampara los pinares canarios. Ricardo Mesa Coell o y José García Casanova aportaron interesantes comenta­ rios en la parte botánica. Margarita Orarnas, Juan Lui s Rodríguez Luengo, Manuel Cossio y Amparo Sánchez revisaron sucesivas versiones del manuscrito o ri ginal, al que añadieron mejoras sustanciales en contenido y estructura, pero sobre todo les agradecernos su infinita paciencia. En la parte grá fi ca, Pedro Felipe Acosta (Alas Cinernatografia) nos cedió muchas de las imágenes relativas a fa una, así como Pedro Oromí y Diego L. Sánchez. Juan Sergio Socorro, Felipo Rodríguez y Domingo Trujillo colaboraron con varias diapositivas de paisajes y Andrés Rodríguez del Rosario nos cedió otra sobre incendios forestales . Sebasti án Jirnénez (Chano) elaboró las gráficas que aparecen en este trabajo. El Area de Medi o Ambiente del Cabildo In sular de Tenerife nos proporcionó información sobre tern as fo restales.

Créditos fotográ fi cos e il ustraciones: José Manuel Moreno: Portada paisaje, págs. 7, 8-9, 1O , 13 derecha, 14 superior, 15, 16- 17, 17(2" derecha), 19, 20, 20-21, 21 derecha, 22-23 inferior, 24, 25 in ferior, 29 superior, 29 inferior derecha, 32 superior, 33 , 34-35, 36, 4 1 infer ior, 42-43, 52, 58-59, 61 , 66, 67 inferior, 74, 75, 78, 90-91, 92, 95, 96, 98,99. Fernando Cova: Contraportada, págs. 13 izquierda, 17 inferior, 53 , 54-55, 72-73, 82-83 , 84-85, 86-87, 104. Guillermo Delgado: págs. 14 inferior, 18, 36, 37, 39, 63, 65 , 67 supe­ rior, 72, 76, 77 , 79, 100, 101. Pedro Felipe Acosta: págs. 29 (excepto infe rior derecha), 31 (excepto inferi or derecha), 32 inferior, 41 superior, 44, 46, 48, 49, 50 in ferior, 5 1, 56, 57 derecha. Sixto C ozzi: págs. 17 izquierda y superi or, 2 1 inferior Diego Sánchez: pág. 40. Domingo Trujillo: págs. 3 1 derecha inferior, 45 , 50 superior. Pedro Onomi: págs. 23 supe ri or, 26. José Ruiz: págs. 88-89, 97. Lucas de Saa: págs . 1 y 2. Sergio Socorro: págs. 92-93 Fe rmín Correa: pág. 25 superior.

Diseño y Maquetación: Publicaciones Turquesa, S.L.

Redactores: Guillermo Delgado Castro José Julián Naranjo pérez

Colaboradores: Manuel Arechavaleta Hemández ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Jesús Villodre Cordero

© Obra: Consejería de Política territori al y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias. © Fotos: Publicaciones Turquesa y respectivos a utores. © Textos: Guillermo Delgado Castro y José Julián Naranjo P érez.

Coordinación Editorial: José Manuel M oreno.

Realización Digital: Lorenzo Gorrín.

ISBN: 84-89729-09-3 Depósito Legal: TF/ 1093-2000 Impreso en España / Printed in Spain

Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducció n tota l o parcial de esta obra por c ualquier sistema existente. El Pinar Canario Fauna y Conservación ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 ~ca d ~por una corteza liSa y delgada, que se transfonna en un estructura más gruesa, cuarteándose en placas irregulares a medida que el árbol envejece, y que como una coraza le pro­ tege del fuego. Llega un momento en que el tronco deja de crecer en altura, lo que ocurre normalmente a los 40 m, aun ue algunos llegan a los ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 guiar aspecto aparasolado. Sus acículas los de zonas altas y secas, la madera se son en realidad l as hojas transfonnadas, impregna con r esinas que la protegen tienen color verde claro, son muy largas contra la putrefacción; se le conoce local­ (hasta 30 cm) y finas, y aparecen siempre mente como "tea" y es muy apreciada en en grupos de tres. Los conos masculinos carpintería tanto de interi or (vigas, sue­ se agrupan en racimos muy densos cono­ los) como de exterior (balcones, etc.). ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 cidos como a mentos, que a l madurar Los árboles más longevos pueden sueltan mil es de granos de polen; los alcanzar los 600 años[2si· . femeninos son las piñas, y encierran los piñones (semillas), que a l desprenderse son transportados por el viento varios metros gracias a unos pequeños apéndi­ ces que actúan como "alas". Por regla general los dos sexos aparecen en árbo­ les diferentes, lo que se defi ne como especie dioica, pero ocasionalmente coin­ ciden en un mismo pie (monoica). En el "corazón" de algunos pinos, en especial Acicul as de pino ca nari o

* Los números entre corchetes se corresponden con el orden con que aparecen en el capítu­ lo de Bibliografía. 10 LOS ANTEPASADOS DEL PINAR CANARIO

unque no existen pruebas ción d e esos pinos protomediterráneos concluyentes, el pino cana-( entre ellos un antepasado del pino cana- rio () rio) pudo haber ocurrido durante e l parece ser un viejo relicto Jurásico Superior/Cretácico Inferi or en del Cretácico Infe ri or de un antiguo cen- las orillas norteñas de un Atl ánti co recién tro evolutivo locali zado e n el Medi- nacido, al tiempo que se abría el terráneo. Esta especie mantiene caracte- Medi terráneo posibilitando la expansión res cercanos con pinos de los g éneros de dichas coníferas hacia e l este. Haploxylon (América central) y Di- Tras la profunda y definitiva separa- ploxylon (Caribe), asi como con casi ción de las líneas costeras atl ánticas, que todos los pinos mediterráneos de ribera desplazó hacia occidente el precursor como el piñonero (Pinus pinea) o e l d el enorme conti nente americano, los marítimo (Pinus pinaster), recuerdo de pinos mediterráneos, y sus pari entes un ancestral linaje caribeños y centroa- común[J41 . Pero ac- mericanos, s e desa- tualmente e l parien- rro ll aron d e fo m1a te más cercano y independiente. morfo lógicame nte A l p arecer, la más parecido a los extensión ori ginal pinos canarios es el ~llr•+L.... ••O .. •P- de los pinos cana- pino de Roxburgh ri os (o un ancestro ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 (Pinus roxburghii), que sólo habita e n ca si idéntico) abarcaba también el sur de zonas montañosas del Himalaya. Para Europa, pero es muy probable que desa- entender estas singulares afinidades es parecieran dura nte los periodos glacia- imprescindible tener en cuenta los gran- res quedando refu giados más al sur, des desplazamientos que sufrió la corte- arropados por una c lima más benigno. za t errestre hasta la posteri or formación En el archipiélago canario se cono- de los continentes tal y c omo los cono- cen restos fósi les de ramas y corteza cemos hoy día. estratificada d e árboles muy s imilares a Hace 225 millones de años sólo exi s- los pinos actuales, encontradas en el tía una enorme masa de ti erra, el Pangea, complejo traquítico-sienítico del suroes- y un antecesor del Océano Pacífico, el te de Gran Canaria datado e n unos 13 41 Pantalasa. El mar de Tetis, que separaba mi ll ones de años12 , así como d e conos Eurasia de Africa, era el antepasado del de piñas provenientes del Neogeno' Mediterráneo. La primera fase de evolu- encontrados en La Palma12s1.

1 Terciario Superior (26-2 m ill ones de años) 11 EL CLIMA

as condiciones climáticas Palma), una masa de pinar canario ubica­ que ri gen la v ida e n el pi nar da a 740 msm y o rientada a l sur, donde son muy duras, consecuencia oscilan entre l 3ºC y 22ºC, aunque de directa de una s ituación casi fo rma ocasional pueden superar los 38ºC, siempre privada del efecto s uavizante o descender hasta los 4ºC. del mar de nubes. El aire se vuelve más seco, la humedad es mucho menor y la Anali zando los valores medios men­ insolación m ás acusada que en las suales en l os últimos diez años, el r égi­ medianías, lo que propicia la e xi stencia men de lluvias muestra un carácter cícli­ de profundas variaciones térmicas e ntre co, a veces irregular, con alternancia de el día y la noche. periodos lluviosos y secos. Las precipita­ A lo largo del ciclo anual las tempera­ ciones se concentran entre noviembre y turas experimentan grandes oscilaciones, marzo, con valores medios que varían con valores mínimos en los meses inver­ entre los 43 mm y los 155,8 mm. nales (diciembre-febrero), y máximos e n En líneas generales las lluvias son julio y agosto, que se acentúan o suavizan moderadas, con cantidades anuales en función de la a ltitud y la orientación. medias que no superan l os 800 mm. Así a medida que ascendemos las diferen­ Durante e l periodo 1989-1 997, en distin­ cias se hacen mayores, originando condi­ tas estaciones ubicadas en pinares de La ciones climáticas muy rigurosas, donde se Palma y Tenerife, aparecieron valores registran variaciones de hasta 30 ºC, que entre 268 mm y 775 mm. en ciertos años ll egan a ser tan extremas como - 2,2ºC y 30ºC registradas e n la 1ca rácter torrencial de las lluvias en

Piedra de los Pastores, Teneri fe (1.6 1O Canarias, otro rasgo peculiar d e s u ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 msm, orientación norte). La contrapartida clima, tiene en los pinares buenos botones la encontramos en Fuencaliente ( La de muestra. Así, de los 496,6 mm recogi­ dos en Taburiente e n diciembre de 1989, °C

2s~~~~~~~~~~~~~~ hasta 173 (34,8%) se recogieron en un solo día, al i gual que e n diciembre de 199 1, cuando en ese mismo e nclave lo hicieron 208 de los 6 11 ,9 (es decir el 34% de los correspondientes a dicho mes). El más relevante corresponde a noviembre O +--+---+~+---+--+--+~+--i---+----1~ EFMAMJ JASOND de 1989 en Yi lafl or, con 1 82 mm en 24 Meses horas de un total de 344 para todo el mes. En otros pun tos las importantes cantida­ Va lores mensuales medios de la temperatura en pinares canarios, referi dos a un total de 6 esta­ des registradas fueron en fo rma de nieve, ciones de La Palma y Tenerife, registradas en el fe nómeno habitual p ara las estaciones periodo 1988-1998. Fuente : Instituto Nacional de Meteorología. Elaboración propia. localizadas a mayor altitud.

12 ------EL CLIMA

Los pinares de cotas altas sufren un cambio espectacular con la ll egada de la nieve.

mm En Taburiente (La Palma) se han 180 r------~ registrado los máximos en cada uno de 160 140 los años, así como un considerable ra ngo 120 de variación, con una media anual d e 100 80 823 mm, y con un máximo absoluto e n 60 además el año 40 1996 (1.520 mm), que fue 20 más ll uvioso de la última década, con

1.520 mm. Por el contrario Taucho (sur E F M AMJ A S O N D de Tenerife) es un buen exponente de los Meses pinares más secos de Canarias, donde la Valores mensuales medios de precipitaciones en media anual se sitúa en apenas 291 mm, pinares canarios dura nte el peri odo 1988-1998. Fuente: Instituto Nacional de Meteorologia. Ela­ ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 y e l máximo en 445,6 mm. boración propia.

LAS ALIANZAS DEL PINAR

n el lenguaje botánico más características junto con las constantes) estricto, los pinares canarios se que constituye el am1azón básico de la incluyen en la clase fítosocio­ comunidad, pero que es diferente según lógica Chamaecytiso angus­ las islas; así los pinares de Gran Canaria se tifolii-Pinetea canariensis, que engloba a agrupan en Pinetum canariensis (con dos su vez comunidades de menor rango subasociaciones ), mientras que los de como Orden, Alianza, Asociación, o Sub­ Tenerife pertenecen a Sideritido solutae­ asociación. La Asociación es la unidad Pinetum canariensis, que encien a a su vez básica en este modelo de clasificación, y ci nco subasociaciones; en L a Palma, el refleja una combinación de especies (las pinar está representado por la asociación

13 LAS ALIANZAS DEL PINAR

una considerable franj a que se extiende entre los 600 y los 2.000 m . En las cotas más altas de Tenerife y La Palma, espe­ cialmente en ambientes rocosos, apare­ cen también los cedros (Juniperus cedrus), mientras que en el límite infe­ rior de los bosques ori entados al sur, el pinar se entremezcla con las sabinas (Juniperus turbina/a ssp. canariensis). Esta notable capacidad de adapta­ Escobón ción hace posible la apari ción de distin­ Loto hillebrandii-Pinetum canariensis, tas tipologías de pinar, donde la especie y en El Hierro por Bystropogono ferren­ arbórea dominante, el pino canario, se sis-Pinetum canariensisl56 1. ve acompañado por otras especies vege­ El rango de distribución altitudinal tales más o menos fíeles, dependiendo de los pinares naturales en la vertiente de sus propios requerimientos ecológi­ norte de las islas oscila entre los 900 y cos, la altitud y la ori entación. A grandes 2.000 m, descendiendo a cotas inferio­ rasgos, y con criteri os de índole paisa­ res cuando la naturaleza del terreno se lo jística, se pueden reconocer las siguien­ permite, mientras que en la sur ocupa tes categorías:

PINAR PURO on formaciones acl ara­ das con sotobosque muy pobre en el que sólo

aparecen contados arbustos ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 como el escobón (Chamae­ cytisus proliferus), la jara (Cystus sy mphytifolius) y el poleo (Bystropogon origani­ folius ), además de otros con menor porte destacando tomillos (Micromeria spp.) y corazoncillos (Lotus spp.). Como formaciones ge­ nuinas se ciñen a una estre­ cha banda entre los 1.500- 1.800 m por el norte, que desciende hasta los 1.200 m por la vertiente sur.

14 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 LAS ALIANZAS DEL PINAR PINAR CON MONTE VERDE {PINAR MIXTO) varios metros de altura. De forma más dispersa aparecen también árboles con requerimientos más estrictos como el e los 1.400 y n la vertiente norte, entr acebiño (llex canariensis), el madroño los 1.600 m, la mayor humedad pro­ (Arbutus canariensis) y el laurel (Laurus picia el nacimiento de un bosque a medio azorica), así como otras muchas plantas camino entre dos formaciones bien dife­ de porte arbustivo. La influencia casi rentes: el pinar y el monteverde. Aquí la constante de v ientos cargados de hume­ mayor y, riqueza florística es mucho dad queda patente por la abundancia de an la faya además del pino, destac líquenes colgantes con aspecto de barbas zo ica (Myrica /aya) y e l bre (Er ertenecientes a los géneros Usnea, arborea), que llegan a fo rmar un Ramalina y Alectoria. ompacto sotobosque de hasta ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 LAS ALIANZAS DEL PINAR PINAR CON MATORRAL DE CUMBRE

altitudes entre los 1.800 y los 2.000 m, el pinar se entremezcla con matorral de leguminosas, entre las que destacan el codeso de cumbre (Adenocarpus viscosus ).

En los pinares canarios se han catalogado más de 300 especies de hongos'"'''. que juegan un papel esencial en la regeneración de nutrientes al des­ componer la pinocha y la madera muerta. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 LOS PINARES / DE REPOBLACION

demás de las excelentes constante, pueden superar los treinta metros masas de tipo natural, los de altura y vivir casi un siglof39l. Su corteza pinares isleños cuentan con es marrón oscura, delgada y surcada por una considerable extensión de grietas. Las acículas aparecen en grupos de bosques originados por intensas repobla­ tres, aunque a veces con dos, que llegan a ciones, que se iniciaron en la década de los 10-15 c m de longitud, y de color verde cuarenta y se mantuvieron con buen ritmo oscuro, que contrasta de forma notoria con hasta 1975. La especie más utilizada fue el el tono verde pálido de los bosques autóc­ propio pino canario, que acaparó más del tonos, y les hace perfectamente diferencia­ 80% de la masa forestal repoblada en islas bles a grandes distancias. como Tenerife y Gran Canaria. También se También fueron utilizados, aunque e n empleó el pino de Monterrey o pino insig­ cantidades muy inferiores, otras especies ne (Pinus radiata), una conífera de rápido de pinos, entre los que destacan el carrasco crecimiento, oriunda de la península de (Pinus halepensis), piñonero (Pinus pinea) Carmel (California) e islas próximas, que y marítimo (Pinus p inaster), que hoy se ha s ido plantada c on bastante é xito en limitan a pequeños rodales o manchas de diversos países europeos. En climas tem­ poca extensión, en muchos casos mezcladas plados, con humedad ambiental elevada y en formaciones de tipo mixto. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

Pinares de repoblación del norte de Tenerife

18 IAMASA FORESTAL CANARIA / ¿CUANTO PINAR TENEMOS?

casi testimonial. Las escasas manchas de arbolado de Fuerteventura y Lanzarote se Superficie deben a repoblaciones recientes, que tam­ bién se han prodigado con mayor o menor Forestal intensidad en las restantes islas, especial­ mente en Tenerife y Gran Canaria ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 En conjunto, el archipiélago Canari o cuenta con m ás de 90.000 hectáreas de ¡¡+------t¡_ 1 1 JLl i pinares, de las que casi 70.000 correspon­ H G P T GC den a pinares naturales, y a lgo más de

1 Natural D Repob lación [] 1 20.000 a repoblaciones. El reparto aproximado por islas en hec­ Superficie forestal actu al tanto de carácter natural táreas es el siguiente: como de repoblación para las distintas islas del archipiélago Ca nari o. Fuente: Varios autores[2, 3, 50, 511 . Elaboración propia. ISLA NATURAL REPOBLACIÓN TOTAL El Hierro 2_711 7 16 EJ.427

La Gomera 18 2 269 2 287 1 canario alberga archipiélago La Pul11¡¡1 25 .235 592 25.8271

grandes fonnaciones autócto­ Tcncrife 30.309 12.082 43.27 1 nas de pino canario en las islas Gran Canaria 11 69 1 4.082 15.773 centrales y occidentales, ex- Fuert eventura 82 82 ¿a rme 41 4 1 cepto en La Gomera, donde su presencia es Lan

19 FAUNA DEL PINAR EL MUNDO DE LOS INVERTEBRADOS

n líneas generales la fauna de invertebrados de los pinares no suele ser específica de esta formación, pues muchas de las especies son comunes con la laurisilva, el faya-brezal arbóreo y otras fom1aciones boscosas de las islas. A pesar de su apa­ rente homogeneidad y de la existencia de vive exclusivamente sobre las jaras.

res mixtos con monteverde los inverte­ araña En la madc muctta de los pinos se brados característicos de los pinares de · trnlla una comunidad muy interesante húmedos coexisten con otros propios de i1wc11cbrados, tanto s que aprovechan de diferente tipología forestal y más e nd é­ la madem (xilófagos), materia muc11a en tolerantes en cuanto a la hume­ tnica descomposición (saprófagos), hongos dad. Por otra parte, las plan­ de (micófagos) y otros de hábitos depredado­ taciones de especies las islas, O/ íos 111oriensis, muy res, que en algunos casos viven exclusiva- foráneas se compor­ frecuente bajo la co11cza de gran­ tan ecológicamen• des pinos. También es habitual la una única especie arbórea dominante, los te de forma simi­ - presencia de los bruTenillos que excavan galerías superficiales. o de pinares canarios son ecosistemas con una lar, siendo la un gorgojo específico de los pinos ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 fauna de invertebrados muy rica y diversa, estructura del (Bracl~l'dC'1t 's spp.}, con una espe­ y una alta proporción de animales exclusi­ hábitat, más que cie exclusiva de cada una de las vos (endemismos). la especie arbórea islas centrales y occidentales. dominante, la que condiciona las carac­ Suele encontrarse bajo la cor­ general, las comunidades. de inver­ En terísticas de la fauna, con la excepción t1.:za, sobre las ramas, o en las tebrados en los pinares son muy variables lógica de los invertebrados específicos en función de características propias tales del pino canario que en buena parte mente en troncos en putrc e ión. Algunas como la altitud, la densidad, la orientación estarán ausentes al no contar con su de las especies completan su ciclo biológi• y la composición florística del sotobosque. entorno natural. co en este singular microhábitat, mientras En los pinares secos y abiertos de sotaven­ que otras sólo viven en él durante su fase to la fauna es más pobre, mientras que en Ligados al pino canario viven numero­ larvaria. Es habitual encontrar larvas de los pinares expuestos a los alisios, la especies, algunas de ellas de forma sas b>ran tamaño de escarabajos longicomios ambiental y bajo la corteza mayor humedad edáfica específica. Por ejemplo, del género Criocephalus o de Buprestis favorece la presencia de comunidades más habitan diversos invertebrados, funda­ be11helotii, un coleóptero endémico de lac¡ ricas en especies, tanto más cuanto mayor mentalmente miriápodos, arañas e insec­ islas, de coloración muy llamativa. es el sotobosque de leguminosas. En pina- tos. Entre ellos, llama la atención una 21 20 FAUNA DEL PINAR

coleópteros, como diversas especies de Calathus, Trechus, Licinopsis, Cryp­ ticus, Hegeter, etc. , diferentes según las islas. Son especialmente llamati­ vos, por su tamaño y por su colora­ ción metálica, los escarabajos del género Carabus, con un a especie en los pinares de Teneri fe y otra en lo s de Gran Canari a. Los insectos voladores son abun­ Cyc/yrius webbianus dantes en los pinares, sobre todo en masas abiertas y soleadas y en bordes a fauna del suelo es también rica, de pi stas y caminos, donde ex iste una sobre todo por la presencia de un mayor densidad de fl ores. Abundan las mantillo protector de acícul as. En zonas moscas, las abejas y avispas (himenóp• muy húmedas abundan los invertebrados teros), y otros grupos de animales florí­ no artrópodos, colas, como las que son más ex i­ vi stosas maripo­ gentes en cuanto sas diurnas. En­ a la humedad, tre éstas destaca sobre todo las Argynnis pan­ lombrices de tie­ dara, mariposa rra y los molus­ de gran tamaño cos. También for­ y muy ll amativa man parte de por su colora­ esta fauna nu­ ci ón leonada, merosos artró­ que aunque no ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 podos como las es exclusiva de cochinillas de la los pinares se humedad, ácaros, seudoescorpiones, encuentra con cierta asiduidad en este arañas, miriápodos, colémbolos, e insec­ hábitat. Más frecuente es el pequeño tos. Entre estos últimos destacan los licénido Cyclyrius webbianus, un ende­ mi smo muy antiguo que tiene como principales plantas nutricias en su fase larvaria el codeso (Adenocarpus visco­ sus) y los corazoncill os (Lotus spp.), muy abundantes en los pinares de las islas . También son interesantes las espe­ cies canarias del género Hipparchia, con endemismos repartidos por diferen­ tes islas, algunos de ellos prácticamente Pimelia sp. exclusivos de los pinares.

22 FAUNA DEL PINAR

Oruga de lagarta de los pinos ( fortunata). Ma riposa endémica de Canarias, de hábitos noc­ turnos y talla pequeña (33-46 mm), que vive en los pinares de Gran Canari a, Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro. Los adultos presentan un marcado diformismo sexual ya que los machos son mucho más pequeños y los dibujos de sus alas más vistosos. Sus llamativas oru gas se alimentan gene­ ralmente de aciculas de pinos, a veces en números tan elevados que actúan co mo plagas ca mbiando radicalmente el aspecto de los árboles; también se han observado sobre leguminosas como el escobón o la retama . Son más abundantes en los meses primaverales, pero se pueden ver en cualquier época del año ya que se producen nuevas generaciones de forma escalonada. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

Sátiro de Canarias (Hipparchia wysii). Mariposa endémica de Canarias, con envergadura entre 58 y 65 mm , y que cuenta con una subespecie propia en cada una de las islas occidentales .

23 FAUNA DEL PINAR __ ARÁCNIDOS HEMÍPTEROS (ARANAS. OPILIONES Y AFINES) (CHINCHES)

Bunochelis spinifera Aradus canariensis (sobre pinos) Olios canariensis Tingis canariensis (exclusivo sobre la malpica)= Carlina salicifolia MÁNTIDOS (MANTIS RELIGIOSA Y AFINES) COLEÓPTEROS (ESCARABAJOS) Ameles gracilis Pseudoyersinia teydeana Brachyderes spp. (sobre pinos) Buprestis berthelotii (larvas en madera DERMÁPTEROS muerta de pino) (TIJERETAS) Calathus spp. Carabus abbreviatus Carabus coarctatus Anisolabis maxima Cionus variegatus (exclusivo sobre la Guanchia uxoris fi stul era)= Scrophularia smitii ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

Buprestis berthelotii. Coleóptero de la fami lia de los bupréstidos, endémico de Canarias, que vive en los pinares de Tenerife, Gran Canaria, La Palma, El Hierro, y recientemente encontrado en La Gomera. Sus larvas se alimentan de la madera de pinos, y llegan a tardar hasta dos años en completar su desarrollo.

24 ------FAUNA DEL PINAR

Las moscas del género Promachus son efi caces cazadoras de pequeños invertebrados, y habitan tanto en el pinar como en otros muchos hábitats.

Dicladispa occator (ex el. sobre las jaras) Eremotes crassicornis (en madera muerta de pino) Ips nobi/is (subcorticícola en pinos)

leipaspis pinicola (larvas en m adera ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 muerta de pino) Pimelia radula Tarphius spp. (larvas en madera muer­ ta de pino) Temnoscheila coerulea pini (Larvas en madera muerta de pino)

LEPIDÓPTEROS (MARIPOSAS)

Argynnis pandara seltzi Aricia cramera Calliteara fortunata (larvas sobre pino) Dioryctria nivalensis (larvas sobre pino) Hipparchia wyssii

25 FAUNA DEL PINAR DIPTEROS (MOSCAS. MOSQUITOS Y AFINES)

Choerodes fortunatus (larvas en made­ ra muerta de pino) Promachus vexator Wohlfahrtia bella

HIMENÓPTEROS (ABEJAS, AVISPAS Y AFINES)

Tijereta. Guanchia uxoris. En Canarias se conocen Amegilla quadrifasciata 11 especies de este género repartidas por las islas Anthophora alluaudi alluaudi centro-occidentales que ocupan generalmente en Megachile canariensis bosques de laurisilva , y viven ligadas a tocones, cor­ tezas o bajo piedras. Esta tijereta es endémica de Sirex noctilio (larvas en madera muerta Tenerife, y habita en zonas de pinar y matorral de de pinos) cumbre. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

26 FAUNA DEL PINAR f ese al carácter endémico de los max1ma absoluta en septiembre. pinares naturales de Canarias, Brachyderes rugatus es u na especie no se han abordado estudios profun­ endémica de los pinares canarios dos que permitan conocer la compo­ que, además de Gran Canaria, ocupa sición de la fauna invertebrada que Te nerife (s ubespecie sculpturatus), vive en estos ambientes, y menos La Palma (ssp . rugatus) y El Hierro aún sus aspectos bi ológicos esencia­ (ssp . hierroensis). Es de hábitos les. Las aportaciones que se han ll e­ fitófagos y muy frecuente en los 231 vado a cabo hasta ahora han sido meses estivalesl • generalmente producto de trabajos muy generales que han incluido los ntre mayo y octubre de 1991 , pi nares de forma secundaria, o sim ­ Oramas & Morenol49l realizaron plemente como un ecosistema más, un completo muestreo de la entomo­ aunque hay contadas excepciones. fa una asociada al pinar canario enca­ Entre octubre de 1984 y septi em­ minado a conocer su idoneidad como bre de 1985 Nogales y colaborado­ recurso alimenticio del pico picapi­ resl•51 realizaron u n muestreo men­ nos. El trabajo se ll evó a cabo de sual en cortezas de pinos canari os en manera simultánea en tres zonas de el bosque de !nagua (suroeste de Teneri fe: Las Lajas, Chipeque, y Gran Canaria), un pinar natu ral poco Ve rgara. En la primera, ubicada a denso con sotobosque de escobones 1.900 m.s.n.m. y orientada al sur, el y jaras. El estudio permitió compro­ pinar aparece asociado a matorral de bar la presencia de varias especies leguminosas de alta montaña, y es un de invertebrados, destacando las ara­ bosque bastante viejo con árboles que ñas ( 15 especies) seguidas de cole­ ll egan a 30 m de altura. La de ópteros, y en menor medida de solí ­ Chipeque está a una cota muy similar

fugos, pseudoescorpiones, tisanuros, ( 1.800 m) pero situado en la vertien­ ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 dictiópteros y socópteros. te norte, y su estructura corresponde no de los objetivos esenciales a un pinar de repoblación bastante de este trabajo era conocer si denso, joven (unos 40 años), y en el existía alguna relación entre Ja diná­ que aparecen restos de matorral de mica poblacional de Brachyderes leguminosas de alta montaña como el rugatus calvus, un coleóptero curc u­ escobón y el codeso. La del barranco liónido (grupo de los gorgojos) típi­ de Vergara ( 1.200-1 .300 m) es la más co de estos pinares, y la época de heterogénea ya que cuenta con un ni dificación del pico picapinos, ave mosaico de sotobosques donde apare­ muy ligada a esta formaciones fores­ cen escobones, jaras y fayal-brezal. tales y bastante común en la zona. Es en esencia un pinar de repoblación Una vez concluido aportó una visión de unos 60 años, en cuyo seno se muy completa de la abundancia rela­ reparten algunos pinos viejos. tiva de dicho insecto según lo s di s­ La metodología consistió en la tintos meses, y que registró un a colocación de trampas de caída con

27 FAUNA DEL PINAR líquido conservante 2 que se situaron ( 14,3 %), y por último los coleópte­ en l as gri etas de La corteza de los ros (escarabajos), con un L2 ,6% . pinos, tarea que fue complementada Desde e l punto de v ista numérico con la captura directa so bre troncos re sultaro n se r muy s imil ares, pero y vareo de ramas . Encontraron un Las Laj as fu e la estación m ás rica total de 99 especies di fe rentes, 85 (2.375 ejemplares y 66 especies), de las cuales eran in sectos, seguidas seguida de Vergara (1. 950 ej empla­ de arácnidos ( 11 ) y miriápodos res y 68 especies) y C hipeque, con (milpiés y escolopendras) con 2, 900 ejemplares y 77 especies. repartidos de forma muy s imilar en Comprobaron también que la las tres estaciones. No obstante, apari ción d e los distintos grupos se casi l a mitad d e lo s 5.225 ejempl a­ producía e n m eses diferentes; los res colectados provenían d e Las ortópteros y mi crolepidópteros se Lajas, seguidas en importancia por concentran en j unio, mi entras que Vergara y C hipeque. En función d e los noctuidos lo hacen entre agosto y los grupos, los dípteros (moscas y septiembre. mosquitos) supusieron más de la En l a s igui ente tabl a se refleja mitad de las capturas (51 ,3%), las especies más comunes y s u seguidos por l epidópteros (maripo­ importancia numérica según las tres sas), especialmente los noctuidos zonas de muestreo.

ORDEN FAMILIA ESPECIE LA.JAS CHIPEQUE

lletcropte-ra Lygne1dne idacroplax 1•1c1m JI 46

O)'Ct1optera Ectobiidae PJ~~'/Jodromica /:Jfrillai<1 136 ,, 14 rn

Hymcnoptern Formicidac Cm11rl()}/()f/J.\' SP J2 19 59

Psocoptcrn Trogiidac Especíc inde1erminada 52 52

Thysnnura Lepismntidae C"molepisma Íllu.>a/a J I 57 75

Dermaptcra Forficulidac G11mKhia11rori.- 179 179 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 -t-- D1p1ern Call1phocidac ('alhplNHKI sp 654 82 165 <)()J

Especie indeterminada 114 28 16 158

r horidne Aft!gmelwsp 507 105 466 1078 ------r-- l:.specie indctern1inadn 158 IJ 217 388

Fanmdae Í"Ol//lldC(l/J/Cl//O/'/j 76 JI 87

Lep1dop1era Noctuidae Carotlriuan·hu/1 60 70

Rryo11_1·t·tapim·n 44 20 40~ 466

Tonric1dae Especie indeterminada 38 32 77

('oleoptera Corculíonidae Hrach;ilt•rt•s K11/¡1111ral11v .lJ 35 15 83

Tenebrionidae Heg,Ner hrt'no:olll.~ 62 62

S1aphylinidac Arherasp 34 18 54

A.ft•O<'h.amsp 41 J2 75

Oedemeridae Hulmmmaamculor 24 17 35 76

Diplopoda Juhdae U111nwro111/11.,sp 17 79 96

Ac11nna Onbatne Especie i ndetenninada JO )6 53

2 Consiste en un pequeño vaso abierto de pl ástico al que se le añade un compuesto atrayen­ te y conservante conocido como líquido de Turquin, compuesto por 1.000 ml de cerveza, 1O gr de hi drato de clora l, 5 mi de ác ido acéti co y 2 mi de formol.

28 FAUNA DEL PINAR LA FAUNA VERTEBRADA DEL PINAR

REPTILES des familias de repti les, como los lacértidos (lagartos), los escíncidos n ambientes fo restales, los lagar­ (l isas) y los gecónidos (perenquenes). tos tizones (Gal/olía spp.) son Los más abundantes son los lagar­ fáciles de observar en los rincones mas tos tizones ( Gallotia spp.) que son abiertos y soleados, como pequeños fáciles de o bservar en l os rincones claros o bordes de pi stas. Las masas más abiertos y soleados, como pe­ boscosas son el úni co tipo de hábitats queños claros en la arboleda o bordes donde los reptiles canarios resultan de pista. Otros como los perenquenes más escasos, ya que estos animales (Tarentola spp.) y las li sas (Cha/cides necesitan el calor del sol para inici ar su spp.) son m ás escasos, y casi siempre actividad d iaria. En los pinares cana­ se restringen a pinares cercanos a rios podemos encontrar las tres g ran- zonas de cultivos. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

29 FAUNA DEL PINAR AVES

( on el grupo de ORDEN CAT. END. ISLAS vertebrados más 11 G T C F1m1ilia l'liasianidae numeroso de la fauna de Perdiz moruna (Alcc/On~ harbara) lntrod" los pinares canarios, en los Pl'rdiz roja (A/cc1or1~ nda) que se conoce la presencia Familia Picidac Pico picapinos (lk11drocopo~ major) de casi una treintena de SEC Familia Stri gidile especies. Las especies Buho chico (A.~iu or11.1) SEC dominantes, tanto por ser Familia Columb1dae más numerosas como por Paloma bra"ia (Cofumha lina) SEC Paloma rabiche (Colm11ha¡11mmiac) EC encontrarse mejor distri­ Tórtola común (Srn~ptupehu t11nur) buidas, son los pequeños Familia Scolopaddae paseriformes, en especial Choca perdiz (Scofopax rus1icola) insectívoros como mosqui­ Familia Burhinidae Alc:uav.'.in (1J11rl111111s &.>d1C1Jen111s) SEC teros, reyezuelos y herreri­ Familia Accipitridae llos, íntimamente vincula­ Gavilán(A(·1·1pitt•r11is11.•) SEM dos a unos bosques que les Ratonero común (R11teo h11teo) SEC proporciona alimento y Familia Fa!conidae C'crnicalo vulgar (Fulco lil1111111c11/11.1) SEC lugares de nidificación. En Familia Lanudae pinares secos la presencia Alcaudón real (Ú/11111.~ l!XC11bitor) de ciertas aves como peti­ Familia Corvidae Chova pic¡u1n-op (f>.rrrlu"><..oNn- pyrrlmcorm·) rrojos, mirlos y currucas capirotadas, muy comunes Familia Muscicapidae en pinares mixtos, está Pctirro10 (Frirllac//.\ r11he1;11/o) SEC J..1irlo(hml11.'J111aula) SEM

FamiliaParidae ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

Distribución actual de especies de Herrerillo cornUn (Par111 caer11le11.1) SEC aves en pinares canarios' . Para la Fami lia Rcgulidac categoría de endemicidad se han Reyezuelo ~nci!lo (Ri'g11/m ref.!11/11s) SEC tenido en cuenta las de Emmerson y colaboradores''º', salvo para el mos­ Familia Syhiidae quitero, que hemos considerado Mosquitero canario (T'hJ f'1/\ni¡111.1 tw1ariensi1·) EC taxón endémico siguiendo el criterio Curruca capirotada (.~) • fria alrica¡Hlla) de Helbig y col""· EC= Especie en­ Curruca cabecinegrn (Syfrw melaucx:ephalu) SEC démica de Canarias; SEC= Sub­ Familia Passeridae especie endémica de Canarias; EM= Bisbita caminero \A11ll11n beriheloui) EM Especie endémica de Macaronesia; Familia Fringillidae

SEM= Subespecie endémica de .,_____ e_ ;o_w_·o___ v~lgar (ff-i11;;.~"l_la_c_m_·Je_'"-_'·) _____ ~ __S_ E_C_ _ ~ + Macaronesia. El simbolo + significa Pinzón nzul (l·m1,1:.1fla 1eydea) EC presencia comprobada, mientras Canario (Sc>1w1H cw1ari11s) EM que ¿se refiere a especies de pre­ sencia probable pero no confirmada. Verdecillo (Sa11111s wn1111s) El orden taxonómico es el propuesto Vcrd<.'r<111(( 'ard11<'Ji,,.¡,¡,_,,.;.,·) Jilguero (rard11e/1s card11di!.') por Sibley y Monroe1" 1•

' En esta tabla se indica la distribución por isla de espec ies que habitan en el pin ar, aunque algunas de ellas pueden estar presentes en las islas ocupando también otros ti pos de hábitats.

30 FAUNA DEL PINAR ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

31 FAUNA DEL PINAR ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

32 FAUNA DEL PINAR condicionada a la existencia de peque­ ñas manchas de monteverde acantona­ das en lugares umbrios o barranqueras, mientras que en bosques abiertos y carentes de sotobosque se pueden obser­ var bisbitas camineros. Sólo en aquellos pinares que se sola­ pan con arbustos y matorrales de zonas xéricas se pueden encontrar currucas cabecinegras, alcaudones y perdices, especies que normalmente están ausen­ tes en bosques puros. tras e species son mucho más esca­ sas, caso de rapaces diurnas como el gavilán, el ratonero común y el cernícalo, o nocturnas como el búho chico. A excep­ ción del gavilán, capacitado para vivir incluso en formaciones arboladas compac­ tas, las restantes especies generalmente uti­ lizan el pinar como lugar oe reproducción pero sus territorios de caza se localizan en n sentido genérico los pinares los límites del bosque o en zonas muy acla­ canarios albergan una importante radas, donde resulta más fácil detectar y representación de aves, en algunos casos capturar las presas. El búho chico es capaz de gran importancia bi ogeográfi ca o de nidificar sobre grandes ramas desnudas conservacionista. Así, e n estos bosques de pino canariol421o utilizar nidos de otras habitan las tres subespecies de pinzones

14 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 aves como cuervos y gavilanes ' 1• En vulgares de Canarias (todas endémicas), zonas forestales este predador nocturno se y tres de las cuatro razas de herrerillos alimenta por regla general de ratas, ratones canarios, también endémi cas. La chova y conejos1121, pero se ha comprobado que piquirroja, un bellís imo córvido restrin­ también es capaz de cazas aves de peque­ gido hoy a la isla de La Palma, es bas­ ño tamaño, y perenquenes1461. tante común en estos bosques, y e n can­ tiles de los pinares mi xtos nidifica la Uno de los casos más llamativos lo paloma rabiche, una de las contadas protagoniza el alcaraván, especie caracte­ especies de aves endémicas de Canarias. rística de llanos semidesérticos q1:1e tam­ Pero en r ealidad casi todas las aves que bién llega a nidificar en pinares abiertos de viven en pinares lo hacen t ambién en 44 islas como El Hierrol l. otros tipos de hábitats, muchas de e llas Hasta hace unas décadas, los pinares incluso en l os de carácter no forestal. canarios a lbergaron las últimas poblacio­ Sólo el pinzón azul y e l pico picapinos nes de milanos reales, una rapaz diurna de pueden considerarse exclu sivas de gran talla ya extinta. estas formaciones boscosas.

33 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 FAUNA DE L PINAR

EL PICO PICAPINOS El pico picapinos es una de las 27 especies de pícidos que habitan en la l pico picapinos (Dendrocopos Región Paleártica, que se distribuye por maj ar) es una de las 2 17 espe­ una ampli a franja de E urasia, desde cies conocidas de pícidos que las islas Británicas por el se reparten en áreas boscosas es.te, y hacia el cen­ de casi todo el planeta a tro y norte de excepción de la región Aus­ Rusia, Penínsu­ tralás ica, y Madagascar[7º1• Sus la de Kamchat­ s i ngulare s ka e islas Ku- hábitos ar­ ri les. Por el sur, su bóreos y rango incluye escalado­ las islas Cana­ res han pro­ rias, penetrando piciado im­ hacia el este por po rta ntes el noroeste de adaptacio­ Africa (desde nes anató­ Marruecos a micas, con Túnez), región dedos dota­ Mediterránea dos de una (incluyendo enorme movi­ Córcega, Cer­ lidad y, a dife­ deña y Sici­ rencia de otras aves, lia), Turquía e dos s ituados en la Irán. Presente parte anterior y dos e n también en la posterior, facilitando la India y ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 sus movim ientos sobre China, Bur- troncos y ramas de á rboles. ma, Laos, Viet­ Las plumas de la cola se han nam y Japón1'41 convertido en otro punto de Se han des­ apoyo que ayuda a trepar p or los crito más de 20 troncos gracias al endurecimiento y a fi ­ s ubespecies 1521; lado d el raquis. Los hu esos del cráneo dos de ellas son han evolucionado hacia una estructura endémicas de Ca­ esponjosa que envuelve y protege el narias: Dendroco­ cerebro del intenso martill eo de las pos maj ar cana- aves e n la búsqueda de a limento, tarea riensis (Koenig, que se ve ayudada por una enorme len­ Pico picapi nos 1889) que habita gua que se enrolla sobre el cráneo y que sólo en Tenerife, cuenta c on pequeños dentícul os para y Dendrocopos maj ar thanneri Le Roi, enganchar a sus presas. 1911 , en Gran Canaria.

36 Los densos pinares de repoblación de Arafo representan una barrera natural para la expansión del pico picapinos en Tenerife.

BIOLOGÍA E n la vertiente occidental está presente en los pinares de Santiago l pico picapinos de Tenerife vive fuer- del Teide, Guía de lsora y Adej e, y ' temente ligado a las formaciones de por el sur en los viej os pinares de pino canario, en especial a las de carácter Vi lafl or, Granadilla y Ari co. En los ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 natural aunque ha comenzado a colonizar altos de lgueste de Candelaria y El con éxito las de repoblación. Actualmente Rosari o se as ie nta una p equeña ocupa una parte considerable de la masa población prácticamente aisladal' 3J_ forestal tinerfeña, mostrando una mayor E n realidad no se repa rte de predilección por los bosques maduros, que forma continua, ya que evita las le brindan buenas fuentes de alimento y formaciones boscosas muy densas o lugares seguros para la reproducción. que no han conseguido desarrollar­ En la mitad norte de las isla se di s­ se en toda su ple nitud, generalmen­ tribuye de forma casi contínua desde te p roducto de repoblaciones, toda­ las arboledas de pino canario e insigne vía muy alej adas de los requeri ­ de La Orotava, para penetrar hacia el mi e ntos bi ológicos exig idos por oeste a través de los bosques de pino estas aves. Este problema resulta canario de Los Realejos, San Juan de la parti cularme nte notorio en los altos Rambla, La Guancha, Icod de Los de A rafo o en la s cresterías de Vinos, Garachico y El Tanque. Santa Úrsula y La Mata nza.

37 FAUNA DEL PINAR

30 35 40 '"' 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 3()0 05 JO J5 20 25 "' 1 60 i 60 ' .. 55 D endrocopos majar 1 55 .~ 50 + 50

45 45 +- 40 40

35 35 ~--·-¡

30 30

25 25

20 20 CATEGORÍAS J5 J5 • Segura JO ~ JO • Probable ¡ 07.S 05 05 Tenerife A Posible Cuadrícul as de 2,5 x 2,5 km JO() Equidistancia de curvas 400m Mapa: Francisco La Roche Brier 3dJS -"'!5 '-25 SH 62.S 67J 8:2.s ru •r.u '°º "'' 05 10 J5 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 Mapa de distribución 1x1 del pico pica pinos en Tenerife.

En otras áreas su ausencia res u Ita ramas laterales, de á rboles total o par­ desconcertante, como sucede e n los cialmente secos. Un estudio ll evado a altos de Güímar, o en las inmediacio­ cabo e n T enerife dura nte 1998 reveló nes de Aguamansa-Pino leri s (La que la especie preferida era el pi no cana­ Orotava) en los que no se conoce por ri o, que a lbergó 38 de los 40 nidos ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 181 ahora el menor rastro de su p resencia, encontrados ese añol • Los dos restantes a pesar de que son bosques maduros fueron ubicados en pino de Monterrey con una estructura más que a decuada (Pinus radiata) y pino piñonero (Pinus y con muchos árbo les secos. pinea), aunq ue se conocen casos a isla­ La población actual del pi co pi ca­ dos en escobónr•si (Chamaecytisus proli­ pinos tinerfeño podría cifrarse en ferus), y faya (Myrica j aya). Uno de los unas 175 parejas, aunque quizás la casos más sorprendentes fu e comproba­ cifra real ronde las 200. Entre las do e n l a zona recreativa d e Las Hayas mejores áreas para la reproducción de (lcod de Los Vinos), cuando una pareja la especie destacan los pi nares de horadaba un tocón de pino con apenas 60 Arico, Granadilla, Garachico y altos cm d e longitud abandonado e n el suelo. de Icod-Los Realejos. También han h abido intentos de repro­ orno otros muchos pícidos, el pico ducción en caseta nidos especialmente picapinos necesita madera muerta di señadas, que por diversos motivos donde poder instalar su nido, un si mple di ficilmente ll egan a prosperar. En la hueco excavado en el tronco, o bien en zona recreativa del B arranco de La

38 FAUNA DEL PINAR ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

Emplazamiento típico de un nido de pico pícapinos y detalle del nido.

Arena (La Guancha) una pareja ha un ti 1( Ocotea .foetens) completamente nidificado con éxito durante los últi­ seco enclavado en un pequeño reducto mos años en una pequeña cru z de de monteverde muy alejado de bosques madera distanciada unos pocos metros de pinar, en almendro (Amygdalus de fogones y lavaderos. communis), euca li pto (Eucaliptus g lo­ a subespecie de Gran Canaria bulus)l37l , castaño (Castanea saliva) e también cría normalmente en pi­ in fl orescencias de pitera (A gave ameri­ nos muertos, pero se conocen casos tan cana), así como en p ostes de madera sorprendentes como uno e ncontrado en para tendidos eléctri cos.

39 FAUNA DEL PINAR r 1 nido consiste en un hueco de Nº aves/1 O ha fo rma esférica que se comunica s~~~~~~~~~~~~~~~~ con el exterior por un pequeño orificio 4 que excavan a una altura muy variable, 3 entre 2,5 y 30 m. Un árbol válido para nidificar debe contar en su base con un 2 diámetro mínimo de 25 cm. En Tenerife, las manifestaciones más tempranas de actividad reproductora se GC 1 P T1 C GC2 NE T2 T3 P1 P2 remontan a comienzos de abril, cuando ya Densidades primaverales de pico pi capi nos es posible observar parejas en cópula, exp resadas como nº de aves/10ha en distintas zonas de Europa incl uye ndo Canari as (con fechas en las que también pueden produ­ trama). GC1= Parque Natural de Pilancones, cirse las primeras puestas. El periodo de Gran Canaria; P= Provenza; T1 = Pinares de incubación es de 10 días, y los pollos per­ Vilaflor, Tenerife; C= Córcega; GC2= Pinares de lnagua, Ojeda y Pajonales, Gran Ca nari a; NE= manecen al abrigo del nido otros 20-23 Coníferas del noroeste de Europa; T2= Pin ares días. En su primera semana de vida la mor­ de Arico, Tenerife; T3= Pin ares del norte de Tenerife; P1= Bosques de frondosas de la pe nín­ tandad es muy elevada, y generalmente sula Ibérica ; P2= Bosq ues de coníferas de la vuelan como máximo dos pollos por njda­ península Ibérica. da, un éxito reproductor muy bajo teniendo en cuenta que su talla de puesta es habi­ los de Vil atlor-Granadilla (2 ,63) que en tualmente de cuatro o cinco huevos. Arico (1 , 18). En el bosque de Tágara, La biología reproductora de la subspe­ uno de las mejores manifestaciones de cie grancanaria es muy similarl411. pinar canario de toda la isla, se detecta­ A juzgar por Los comentarios de diver­ ron 6 aves en 7 ha. Los resultados obte­ sos naturalistas y ornitólogos que han visi­ nidos en la vertiente norte indican núme­ tado la isla, el pico picapinos de Tenerife ros cercanos a 1 ave/1 0 ha[l 81 • En general

no parece haber sido nunca muy abundan­ estos valores encajan bien con los encon­ ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 te. Las contadas referencias publicadas trados para la subespecie endémica de sólo aportan datos muy Gran Canaria en el pinar vagos sobre valores de Pilancones (1,71 )1671, poblaciones señalando pero bastante menores a que es "probablemente los de !nagua, Ojeda y 1 inferior a las 100 parejas" Pajonales (4,32)l5 l. Con 1371 o bien que "no debe respecto a la península superar las 100 parejas" rsi. Ibérica, han resultado De los muestreos realiza­ muy similares especial­ dos en los pinares meri­ mente a los de coníferas dionales de la isla duran­ y frondosas de los pisos te la pri mavera de 1999 de tipo supramediterrá­ se ha comprobado que el neo y mesomedi terrá­ número medio de aves neo, donde se han com­ por 1O ha es de sólo 1,77, probado entre 2 y 1,5 siendo algo superior en aves/1O ha1191 • La revi-

40 FAUNA DEL PINAR sión de varios trabajos llevados a cabo en el n orte de Europa demuestran que la densidad media de parejas reproductoras 9 69 puede oscilar entre O, 1 y l ,8l • 1. La mayor o menor cantidad d e aves que pueden vivir en una superficie deter­ minada depende, entre otros muchos fac­ tores, de la cantidad de a li mento que e l bosque les pueda brindar y la existencia de lugares adecuados para nidificar, ade­ más de la presencia de otras especies El pinzón azul de Gran Ca naria (Fringilla teydea competidoras. Así se ha c alculado q ue polatzeki) es una de las aves más amenazadas algunas parejas de pico pi capinos s on de Europa, y objetivo prioritario en la politica co n­ servacionista de diversos organismos. capaces de alimentar a sus pollos explo­ tando una extensión de sólo 2 o 3 ha. En Tandon, 1842 en Tenerife, y Fringilla tey­ Tenerife dos territorios estudiados a bar­ dea polatzeki Hartert, 1905, en Gran caban 30 y 37 ha13o1 . Canaria. Curiosamente en islas como La Para estas aves, que viven en estrecha Palma y El Hierro, con excelentes mani­ relación con los bosques bien conserva­ festaciones de pinar c anario, no existen dos, la destrucción de masas forestales estas aves. En realidad son casi gemelos, ha provocado la di sminución de varias con ligeras diferencias en talla y colora- especi es como e l picapinos de Okinawa 1on n el m acho de la s ubespecie de (Sapheopipo noguchü), o e l espléndido ra e . a, su t onalidad general gris picapinos i mperi al ( Campephilus impe­ rialis) restringido a pinares y robledales de Méjico, visto por última vez en 1958 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 161 1. La situación de los picapinos de pico de marfil (Campephilus principalis) es crítica; probablemente la s ubespecie de Norteamérica (C. p. principalis) ha desa­ parecido, y Ja de C uba (C.p. bairdü), considerada hasta hace poco como extin­ ta, cuente hoy en día con poco más de una docena de ejemplares 1221.

EL PINZÓN AZUL

no de los componentes más anti­ guos y mejor diferenciados de la avifauna del p inar canario es el pinzón azul , que c uenta con dos razas, Fringilla teydea teydea Webb, Berthelot & Moquin- Fringilla teydea teydea (Tenerife)

41 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 mancha de Rinar. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 FAUNA DEL PINAR PALOMA RABICHE (Columba junoniae)

ste bellísimo representante de la avifaun a insular, c onocido tam­ bi én como "rabi!" o "raboblanco", es una de las dos palomas e ndémicas de la laurisi lva Canaria. A di fere ncia de su congénere, la pa loma turqué (Co /umba bollii), la rabiche vive fue r­ temente ligada a barrancos y cantil es de estos bosques legendarios, pero se puede o bservar también en escarpes rocosos y g ri etas umbrías de los pin a­ res e inclu so en terrenos de cultivos c1on a ctu a l in cluye Teneri fe, La alejados varios kilómetros de z onas Palma, La Gomera y recientemente se arboladas. Nidi fi ca en el suelo, en 211 ha descubierto en El Hierror • La repi sas o g rietas de paredes de barran­ Palma alberga la población m ás cos, o bajó piedras o troncos, donde numerosa, unas 1.500 avesr211, mien­ construye un rudimentario nido e n el tras que e n T enerife es mucho más que deposita un único huevo que escasa. Esta paloma estuvo muy a me­ incuba unas tres semanas. Su di stribu- nazada en el pasado por la destrucción de su h ábitat y la caza ilegal; hoy es una especie es­ trictamente pro­ ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 tegida, pero se enfrenta a un alto ni vel d e preda­ ción p or p arte de las rata campestre (Rattus rattus) que parece ser l a principal r espon­ sable de la esca­ sez de estas aves 111 en Teneri fe r , que devora hue­ vos, poll os y a veces incluso aves adultas.

44 FAUNA DEL PINAR

GAVILÁN (Accipiter nisus) con tres poll os que había elegido para criar un pinar denso con matorral de T ., 1 Gavilán es una rapaz forestal de escobón 1581 . ~ talla media que en Canarias ocupa En Lanzarote y Fuerteventura las formaciones de laurisilva, pinar puro escasas referencias existentes se deben (natural y de repoblación) y pinar seguramente a migradores procedentes mixto. Se conocen también parejas que de Europa. habitan en pequeños bosquetes e inclu­ La población de gavilanes canarios so que nidifican en plantaciones de se ha estimado un mínimo de 150 pare­ aguacates¡651 . jas1541 , pero es una especie dificil de encontrar debido a su carácter sigi loso Se distribuye en El Hierro, La Go­ y esquivo, por lo que la cifra real puede · mera, La Palma, Tenerife y Gran ser muy supen or. Canaria, donde sin llegar a ser muy abundante, se re­ parte por casi toda la superficie arbo­ lada. Las aves que viven en Canarias pertenecen a la subespecie endémi­ ca Accipiter nisus granti, que tam­ bién habita en la isla de Madeira. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 En Gran Cana­ ria se habían com­ probado distintas observaciones en los últimos años, todas en los pina­ res de Gáldar, !na­ gua, Ojeda y Pajo­ nales, así como en Tamadaba, pero no fue hasta 1994 cuando se pudo confirmar su nidi­ ficación, al descu­ brirse una pareja

45 FAUNA DEL PINAR--

La Palma Tenerife ESPECIE Nº :1%B Nº %B 1 Abubilla (Upupa ep ops) 1 i 0,4 Paloma bravía (Columha livia) 45 83 ,2 12 i 55,1 ------

Paloma rabi che (Col11mha ju11011iae) 3 9,6 1 1 1 Tórtola común (Streplope/ia t11rt11r) 10 1 24,4 ~ --- ~ Cernícalo vulgar (Fa/c:o tinn11 11 c11/us) 2 2,2

Mirlo (Tíwdus menda) 3 2, 1 5 8,8

Petirrojo (Erithacus rubecula) 11 - -·- ----· l~ Herrerillo común (Pams caemleus) 1 O, l --- -· - - - ~ ~~ Reyezuelo sencillo (Regul11s regulus) 2 0, 1 4 0,4 ! Mosquitero canario (Phyl/oscopus ca11arie11sis) 2 0,1 4 0,5 Al imentación del ------gavilán en los pin a­ Pinzón vul gar (hi11gilla coe/ehs) 10 1 1,9 res de la Caldera I de Taburiente (La Canario (Serinus canari11s) 4 0,4 JI 3,2 Palma) [17] y f-- Güimar (Tenerife) Pardill o (Card11 elis cannabi11a) 2 [16] . Nº= número --- e----· - de presas. % B= Ratón casero (Mus 111 11 sc11 /11 s) 1 ~i 0,4 ' Porcentaje en ---- Biomasa' . Total 72 69 = ·~ -

1 gavilán es el más intrincado del ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 umco cazador dosel forestal. Sus tar­ estrictamente forestal sos y dedos, también del archipiélago y que bastante largos, com­ manifiesta una estricta pletan las armas de dieta omitófaga. Sus este especialista en la efi caces adaptaciones captura de aves, que anatómicas como alas gracias a su marcado cortas y anchas, y cola diformismo sexual muy larga le propor­ (las hembras son cionan una enorme mucho mayores que capacidad de ma­ los machos) es capaz niobra hasta en los de abatir sin dificultad

4 Para este valor se tiene en cuenta el peso medio de la especie o subespecie, y se multipli­ ca por el número de ejemplares capturados, lo que refl eja con más precis ión su importancia real en el espectro alimenticio.

46 FAUNA DEL PINAR desde un pequeño reyezuelo (5,3 g) hasta ños grupos buscando a limento en el suelo, una paloma rabiche (400 g). y presa fácil para especialistas en m anio­ Los escasos datos disponibles referen­ brar incluso entre el arbolado más denso. A tes a la alimentación de esta rapaz en pina­ diferencia de otras zonas estudiadas en las res canarios se reflejan en la siguiente tabla. islas, las aves de pequeño tamaño represen­ La alimentación de este cazador en tan aquí sólo una reducida fracción en la ambos pinares recae en los colúmbidos dieta de los gavilanes, a excepción de los (palomas y especies afines), concretamente mirlos. También se ha comprobado que en en la paloma bravía, que en La Palma lle­ Tenerife capturan en b ajo número pico gar a representar más del 80% de la bioma­ picapinos y pinzones azules, dos especies sa. Las otras especies son la tórtola (impor­ de marcado interés conservacionista. tante en Tenerife y ausente en esta zona de Esta rapaz nidifica entre abril y junio, La Palma), y la paloma rabiche. Las palo­ siempre en árboles, y su puesta oscila entre mas bravías son muy comunes en los bos­ 2 y 4 huevos, ocasionalmente 5, con un ques de la Caldera de Taburiente, donde se éxito reproductor (nº de pollos volanderos 5 les observa tanto aisladas como en peque- por pareja) de }fl 1_ ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

La chova piquirroja (Pyrrhocorax pyrrhocorax) o "graja" es una de las dos especies de córvidos del archi­ piélago, que hoy sólo vive en La Palma. Todavia es relativamente común, y se le puede observar desde acantilados marinos hasta pinares, y debido a su carácter gregario, llega a formar bandos de hasta 400 aves 1''1 • Es un omnívoro, que se alimenta de semillas, frutos y pequeños invertebrados; a veces se han llegado a ver capturando grandes cantidades de orugas de la lagarta de los pinos.

47 FAUNA DEL PINAR MAMÍFEROS

a fauna de mamíferos de los pinares canarios es muy pobre, y de las 12 especies conocidas, más de la mitad son el resultado de intro­ ducciones más o menos recientes a manos del hombre. El grupo más interesante es el de los murciélagos, que cuentan con cuatro especies, una de ellas endémica del archipiélago Canario (Plecotus teneriffae), y otra restri ngida a la Región M acaronésica (Pipistrellus maderensis). La distinta nen una dieta estrictamente insectívo­ tonalidad observada en los murciéla­ ra, lo que les convierte en eficaces gos de bosque (Barbastella barbaste­ a li ados en la lucha contra plagas agrí­ llus) canarios con respecto a los con­ colas y fo restales, y refuerza aún más tinentales, sugiere que podrían tratar­ su importancia conservacioni sta. se de una subespecie diferente 1641 • Todos los murciélagos canarios ti e-

ESPECIE CAT. END. ISLA H p G T e --¡ Famil ia Erinaceidae

Eri zo moruno {Aleler;_,. afgirus) Introducido + +

Fa mili a Soricidae ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Musarañi ta (S1111c 11s l'tmsc11s) In troducido + Fam11 ia Vespertilionidae --¡ Murciélago de Madeirn (l)ipistrel/m; maderensis) EM + + Nóctul o peq ueño (Nyua/11s leis/eri) r + -:-1 Murciélago de bosque (Harbastel/a harhaMellus) + l I· - Distribución actual de Orejudo Ca nario (P/ecotus 1e11er(ffC1e) EC + ~ + + especies de mamífe· +- ros en pinares ca na· Famili a Felidae 1 ri os .. EC= Especie en· Gato ci marrón (Fe/is calus) lmrod ucido + + + + démica de Canari as; ____¡ ~--i---i--t--t---t Fam ilia Bovidae EM = Especie endémi· ca de Macaronesia; El Am1i (Ammo1ragus /enia) - ·t Int rod ucido '· + sím bolo + significa Muflón (Ovis 11111si11um) '. Introd ucido ·+- + 1 presencia co mpra ba· --+---- _¡_j . -¡- Familia Muridae Total da, mientras que ¿ se refi ere a especies de Rata (Ralllfs sp.) d "d : + t + -1¡ lntro UC I o ~ + +-~ presencia probable Ratón casero (A1us 11111srnlus ) __kroduc_id_o__ · _ +_+--+-1--+___,11--+__,_+---1, pero no confirmada. El ord en taxonómico es Fa mi 1i a Lepori dae el propuesto por Conejo (01yc1ola¡.;us cw,;c11/11s) Introduci do + + + + Corbet y Hilli"l.

48 FAUNA DEL PINAR ERIZO MORUNO (jttelerix algirus)

specie oriunda del n oroeste de Africa que fue introducida en Fuerteventura en 1 892 desde donde alcan zó algo más tarde Lanzarote, Te nerife y Gran Canaria, aunque no han llegado a las restantes islas occi­ dentales. Son muy escasos en los pina­ res, y casi siempre se encuentran en bosques abiertos y c on cultivos en las proximidades, lugares idóneos para localizar pequeños invertebrados que le sirven de alimento. primera vez en 1984, gracias a varios ej emplares e ncontrados e n las inme­ MUSARAÑITA diaciones de La Vi ctoria (norte de la 350 msm)l 36 1. En unos pocos a ños (Suncus etruscus) isla; han colonizado la mayor parte de las medianías e incluso áreas de pinar Especie introducida en Canari as y alejados de c ultivos. hasta el momento sólo conocida e n Tenerife, donde fue mencionada por ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

Musarañita

49 El orejudo canario es el único murciélago endémico de Canarias.

OREJUDO CANARIO MURCIÉJLAGO DE (Plecotus tenerijfae) MADEIRA (Pipistrellus maderensis)

urciélago de talla media, endémico ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 urciélago de pequeño tamaño, del archipiélago Canario, conocido end émi co de Madeira y Ca­ en La Palma, El Hierro y Tenerife, aunque es narias, siendo e n este último e l quiróp­ muy probable que también habite en La tero más abundante de las islas occiden- Gomera. Parece ser más abundante en áreas de pinar, laurisilva y fayal-brezaJ, aunque se les puede ver desde barrancos de medianías ( 170 msm) hasta matorrales de alta montaña (2.300 msm). Es una de las pocas especies de Canarias que forma colonias de cría, en donde se han llegado a contabilizar casi 60 individuos. Al igual que los otros murciéla­ gos de C anarias, su dieta es insectívora, dominada por mariposas nocturnas, en especial l as familias Noctuidae (géneros Euxoa, Noctua y Agrotis ), y Geometridae1641 •

50 FAUNA DEL PINAR tales. Ocupando todo tipo de hábitats, ras, medi anías (viñedos y castaños), desde acantilados marinos y desembo­ laurisilva, pinar y zonas de a lta monta­ caduras de barrancos hasta regiones de ña . Como otros murciélagos caza a alta montaña por encima de los 2.000 menudo a la luz de las faro las. En m. Presente también en regiones arbola­ Te nerife es bastante común. Se cono­ das (fayal-brezal, laurisilva y pinar), cen refu gios en cajas-nido para aves, y medianías, áreas urbanas y cantiles inte­ edificaciones abandonadas, pero quizás riores. Muy versátil a la hora de encon­ uti lice también las grietas de cantiles y trar refugios, tanto naturales (grietas de agujeros de árboles. coladas basálticas) como arificiales (cajas - nido para aves y construccio­ MURCIÉLAGO DE BOSQUE nes) donde llegan a formas colonias de (Barbastella barbastellus) 30-40 individuos. Se les ve con mucha frecuencia cazando insectos atraídos a 641 carácter solitario, y uno la luz de las farolas de alumbradoí . ni mal de de los murciélagos más escasos y desconocidos de Canari as. Hasta e l NóCTULO PEQUEÑO momento sólo se han d etectado en (Nyctalus leislerl) Tenerife y La Gomera, aunque es pro­ bable que tambi én viva en otras islas ste murciélago de tamaño medio occidenta les. Se han encontrado desde es el último de los quirópteros cuevas en acantil ados costeros a pocos descubiertos en Canarias, concreta­ metros del mar, hasta bosques de pinar mente en Tenerife durante la década de cercanos a los 1.600 msm. los ochenta1661 • Actualmente s u distri­ bución incluye también La Palma, y quizás pueda vivir incluso en otras is las ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 occidentales. Se ha observado en una gran diversidad de hábitats, tanto natu­ rales como artificiales, que incluyen cardonal-tabaibal, cultivos de platane-

51 FAUNA DEL PINAR MUFLÓN (Ovís musím on ) ARRUI (Ammotragus lervía)

abita sólo en la isla d e l igual que el muflón, fue introduci­ Tenerife, donde fue introduc i­ do en Canarias como especie cine­ do con fines cinegéticos e n febrero gética, en abril de 1972, cuando fueron de l 97 l , al liberarse 12 ejemplares liberados un total de 16 ejemplares (10 en el Parque Nacio nal del Te id e. Su hembras y 6 machos) en el Parque Na­ distribución actual abarca la parte cional de la Caldera de Taburiente (La central de la isla, y eng loba los lími­ tes de dicho parq ue así como los pinares cercanos de Arico, Grana­ 5 d illa y Vi laflorl ' 1 • Es d e hábitos fitó­ fagos, y entre las especies más con­ sumidas destacan la hierba conej era (Pterocephalus lasiospermus ), la hierba pajonera (Descurainia bour­ geauana), el cerrillo de Las Cañadas (Arrhenatherum calderae), la retama (Spartocytisus supranubius ), el escobón ( Chamaecytisus proliferus) 6 y el pino canarioí ºl. Palma), procedentes de Sierra Espuña El periodo de celo se concentra (Murcia). Su distribución actual se restrin­ entre septiembre y octubre, y la ge básicamente a dicho Parque Nacional y mayoría de los partos tienen lugar a los pinares exteriores cercanos (Garafia, entre febrero y marzo1ss1 . El Paso, Puntagorda, etc.), y cuenta con una población que en 1994 rondaba con

300 ejemplares, y en 1998 fue estimada en ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 120-200 individuos. La época de celo se concentra entre octubre y diciembre, y los nacimientos tienen lugar entre marzo y abril. U na sola cría por parto, pero excep­ cionalmente 2-3. Carácter social, forman­ oo dos tipos de grupos; machos adultos con 4-5 indi­ viduos, y rebaños de hembras con machos jóvenes y crías de 10-15 ejemplares. Se ali­ menta de plantas, y entre las más consumidas destacan la jara (Cystus symphytifolius), y leguminosas

Muflón como la gacia (Teline stenopetala) y el codeso (Adenocarpus viscosus) 1591•

52 ______FAUNA DEL PINAR

LAS AVES Y EL PINAR consideran unidades mínima de muestreo cada 100 metros recorridos, por lo que se as aves son uno de los grupos fau­ obtienen un número de aves sobre una nísticos mejor conocidos de los bos­ superficie conocida de 5.000 m2 (50 x 100 ques gracias a la realización de varios tra­ m), que se pueden agrupar según los resul­ bajos enfocados a profundizar en su rique­ tados y necesidades de cada conteo o la za ornitológica, y los factores que limitan abundancia de las especies. o favorecen su abundancia. Estos recorridos suelen llevarse a cabo En los últimos años se ban ido obte­ las primeras horas posteriores al amanecer, a niendo valores bastante fiables del núme­ velocidad moderada (1 -2 km/h) y en ausen­ ro de aves que viven en los pinares cana­ cia de viento, lluvia o niebla, que dificultarí• rios de Tenerife, Gran Canaria, La Palma an le detección de las aves. y El Hierro. El método más empleado para Manteniendo estas condiciones se pue­ estos conteos es el transecto lineal o taxia­ den comparar con fiabilidad la composición do, en el que se registran todas las aves y abundancia de distintas especies en dife­ vistas u oídas en una banda de 25 m de rentes zonas, o bien conocer la evolución 631 ancho a cada lado del observador • Se numérica de aves a lo largo del tiempo. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

53 1985 y 1986 se realizara un estudio pione­ masas forestales (hay otras que en reali­ ro en repoblaciones de coníferas de dad no dependen directamente del bos­ Tenerife, concretamente en La Orotava y que), el herrerillo común fue la más abun­ Madre del Agua (Vilaflor)11 ºl • Estos bos­ dante, casi 12 aves/10 ha (l ha= 10.000 ques fueron plantados a partir de los años m2). Del reyezuelo y el mosquitero cana­ 40, y en ambos casos se trata de formacio­ rio aparecieron algo más de 3 aves/ 1O ha, nes con un limitado desarrollo del arbola­ mientras que el petirrojo, pinzón azul y do, siempre inferior a los 18 m de altura. mirlo fueron mucho más escasos. Los De las once especies vinculadas a las valores mínimos fueron para el canario, ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 FAUNA DEL PINAR tórtola, gavilán y pinzón vul gar. Valores Aquí se encontraron 14 especies de todavía infe riores (posiblemente meno­ aves reproductoras, 12 de e llas paserifor­ res a 0,5 aves/km2) fueron para e l rato­ mes (grupo de los pájaros) y 2 no paseri­ 5 nero, el cernícalo y el cuervo . Entre las formes. También aquí el h errerillo fu e e l ausencias más notables figuraban el más abundante (1 2 aves/1 0 h a), seguida 6 picopicapinos • por el canario, mosquitero canario, bi sbi­ Mosquiteros, petirrojos y mirlos mos­ ta caminero y la tórtola, con casi la mitad. traban cierta predilección por las parcelas Entre los más escasos (2-3 aves/ 10 ha) abiertas y arbustos más densos, y situadas aparecieron la paloma bravía, el pico en las partes más bajas de las manchas de picapinos y e l jilguero. El gran ausente los pinares repoblados. Herrerillos, reyezue­ fu e el pinzón azul de Gran Canaria. En los los y pinzones azules fueron muy generalis­ pocos rincones que escapan a la monoto­ tas y no aparentaron preferencias concretas. nía de este pinar, como arbustos de zonas húmedas, matorrales de tabaibas y otras Otro trabajo tuvo como escenario el formaciones limítrofes aparecieron (siem­ Parque Natural d e Pi lancones (Gran pre e n bajo número) el p etirrojo, las Canaria) 1611, una masa forestal de m arca­ currucas capirotada y cabecinegra, e l do carácter xerofitico, muy deteriorado alcaudón real y el verderón. por una intensa explotación forestal y ambién en esta isla, concretamente ganadera, agravada durante las últimas en su parte centro-occidental, se décadas por varios incendios. Unos y extiende e l pinar d e !nagua, Ojeda y otros han modelado un bosque a clarado, Pajonales, con casi 4.000 ha de un magní• de poca a ltura y casi sin sotobosque. fi co bosque natural de pino canario, con árboles de porte considerable y un soto­ bosque muy ri co y diverso. Lejos de la simple casua lidad, su situación actual es el resultado de un pasado s ingular, favo­ ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 recido por haberse salvado de los nefastos 7 efectos de la desamortización , su carácter estatal, y s u d eclaración como Refugio Nacional de Caza desde julio de 1982. Su situación estratégica, arropada por una limitada accesibilidad, y la a usencia casi total d e incendios forestales, han sido

5 El cuervo se encuentra actualmente al borde de la extinción en Tenerife, con un a población que posiblemente no supera las 15 parejas concentradas en los mac izos de Tena y Anaga. • En los pinares de La Orota va se conocen actualmente un as pocas parejas de este pícido, fruto a una incipiente colonización originada en los bosques cercanos. 7 Acción legal asociada a Mendizábal y extendida en el siglo X IX, cuya fi nalidad era liberar y entregar a la contratación general las propiedades inmuebles acumuladas en poder de entida­ des ec lesiásti cas, municipios, etc. Lejos de mejorar l a estructuración de la propi edad agraria, agravó seri amente los problemas sociales en el campo.

56 FAUNA DEL PINAR

notori a escasez de herrerillos isleños (P e. palmensis) que no s uperaron una media de 3,2 aves/10 ha, muy inferior si se com­ para con las poblaciones de otros pinares isleños autóctonos.

también piezas fundamentales en su exce­ lente estado actual de conservación. Aquí se han llevado conteos periódicos de aves a partir de 1991 1571 , cuando se comprobó que en estas arboledas sobrevivía la os mosquiteros mostraron un patrón mayor parte de los pinzones azules gran­ opuesto, siendo aquí más abundantes canarios. Se conocen un total de 17 espe­ que en ningún otro bosque de Canarias, al cies de aves, también dominadas por los margen de su carácter natural o plantado. paseriformes, que son los más numerosos. Petirrojos, mirlos, currucas capirotadas Al igual que en Pilancones, los herrerillos y búhos chicos aparecieron de forma muy fueron los más abundantes, seguidos muy esporádica y casi siempre confinadas a de cerca por el mosquitero canario y e l entornos singulares como pequeñas man­ canario, mientras que el pico picapinos y chas de monteverde o cultivos. Del gavilán el jilguero fueron más escasos. Otras sólo se encontraron ocho parejas en este ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 como las currucas, tórtolas, mirlos o peti­ parque nacional, que prefirieron las man­ rrojos aparecieron en números todavía chas de arbolado mejor conservadas. más bajos, a e xcepción del bisbita cami­ nero, que en realidad prefiere áreas abier­ tas de cumbres y zonas bajas, pero puede penetrar en pinares aclarados y carentes de sotobosque. Del pinzón azu l sólo se registraron 0,8 aves / 10 ha, un va lor casi cuatro veces inferior si se compara con los encontrados para la subespecie tinerfeña. En los pinares interiores de-la Caldera de Taburiente (La Palma), también se han llevado a cabo estos trabajos1111 , con resul­ En los pi nares más secos, los petirrojos prefi e­ tados en general muy-similares, pero con ren las zonas más umbrías y con mayor desa­ ciertas -particularidades, destacando la rrollo del matorral.

57 ~­ ~ ...!& . de las aves y su actlial de ni\lchos pinares canarios. ~ espacial en el seno del bosque. Cada historia particular ha tenido un En esencia todos los pinares son dife­ claro efecto en la composición y abun­ rentes porque cada uno es el reflejo de dancia de la avifauna de los pinares, que su propia historia. Algunos son todavía reflejan grandes diferencias al analizar muy jóvenes y fueron plantados en su abundancia y composición. Se obser­ grandes c antidades s obre pequeñas van incluso grandes contrastes entre extensiones, convertidos hoy en densas manchas naturales de bosque, efecto que arboledas que favorecen o impiden la se acentua al comparar bosques de tipo llegada de ciertas especies. Otros nacie­ natural con los de repoblación de pino ron en lugares más favorables para el radiata, que en conjunto pueden llegar a desarrollo de una mayor riqueza vegetal, ser hasta cuatro veces más ricos. lo que se traduce en una fauna inverte­ Especies como el mosquitero canario o brada más rica y diversa. Este es un fac­ el pinzón azul de Tenerife se vieron tor esencial porque va a pem1itir el asen­ favorecidas con esta particular estructu­ tamiento de animales que ocupan un ra forestal, y fueron aquí más numerosos eslabón superior en la cadena alimenta­ que en cualquier otro tipo de pinar, ria, como las aves y los murciélagos. mientras que otras corno el pico picapi­ Los bosques van siendo luego modela- nos son muy escasas. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 FAUNA DEL PINAR------­ Nº aves/1O ha ce indicar la existencia de condiciones favora­ bl es en las distintas es­ taciones. Este patrón general ti ene sus excep­ ciones más notables en el canari o y la tórtola.

Tras fi nalizar su periodo de cría, parte de las poblaciones de cana­ rios locali zadas en los p T1 GC1 GC2 T2 T3 H pmares se agrupan en pe­ Pinares queños bandos y se des­ Número de aves por 10 ha para distintos pi nares de Canari as; T1= Repoblaciones de pino insigne en Tenerife: P= Pinares naturales inte­ plaza tanto a zonas abier­ riores de La Caldera de Taburiente (La Palma); GC1= Pinares natura­ tas de cotas inferiores les de lnagua (Gran Canaria); GC2= pinares canarios del Parque como a matorrales de la Natural de Pilancones (Gran Canaria); T2= Pinares naturales de Arico­ Granadilla (Tenerife); T3= Repoblaciones de pino canario de Tenerife; alta montaña. La tórtola H= pinares canarios de El Hierro. común es una especie mi gratori a que desde n el norte de la península comienzos de octubre abandona las lbérical"l , las repoblaciones islas rumbo a sus cuarteles de invierno con pino insigne han supuesto un africanos, y regresará nuevamente a entorno idóneo para el asentamiento medi ados de marzo para m1 ciar su de comunidades ornitológicas más periodo de nidificación. variadas y densas que Aves/10 ha las de bosques caduci­ ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 folios cercanos, un fenómeno que se acen­ tú a a medida que el . . pmar envejece, pero que desgraciadamente se ve truncado por las talas forestales

Otro rasgo peculiar E F M A M A S O N D de algunos pmares Meses canarios es la estabili­ dad numéri ca qu e !- Herrerillo Mosquitero - Reyezuelo - Pinzón 1 muestran al gunas aves forestales a lo largo de Evolución mensual de la abundancia para cuatro paseriformes forestales en los pinares de la Caldera de Taburiente (La Palma) 1111 , todo el año, lo que pare- con valores expresados como nº de aves/10 ha.

60 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 FAUNA DEL PINAR lLDS PROYECTOS /.ef~ Hasta comienzos de 1997, el conoci­ NUEVOS AIRES PARA LAS miento de la biología del pico picapinos contaba con numerosas lagunas; aspectos AVES Y EL BOSQUE tan básicos como su distribución real, uso del hábitat, dinámica poblacional, crucia­ ¡ n mayo de 1992 el Consejo de la les para establecer medidas de manejo, Comunidad Europea adoptó el eran pocos conocidos, pero algunos ya Reglamento nº 1973/92 por el que se crea han comenzado a ser esclarecidos gracias un instrumento financiero que sirva de a la aprobación de este proyecto. apoyo a la política comunitaria en materia La escasez de pinos secos fue siempre de Medio Ambiente. Este Reglamento uno de los argumentos esgrim idos para deberá contribuir en todas aquellas accio­ justificar la reducida población de estas nes necesarias para el mantenimiento o la aves. La herencia de una política forestal recuperación de los hábitats naturales y las enfocada más hacia la cantidad que a la especies silvestres de fauna y flora en un calidad, en donde primó siempre un bene­ estado de conservación favorable, y en ficio económico a corto plazo, a cuyo especial a la aplicación de las Directivas amparo nacieron pinares casi impenetra­ Comunitarias "Aves" (79/409/CEE) y bles, una barrera para los picapinos que "Hábitats (92/43/CEE), así necesitan espacios abiertos y como el mantenimiento de la despejados. Un fenómeno 8 Red Natura 2000 • Nacen así agravado hasta fechas re­ los proyectos Lije- Natu­ cientes por la arraigada cos­ raleza, de los que España, tumbre de derribar estos como país miembro, se ha árboles con el pretexto de visto beneficiada con varias frenar plagas forestales dañi­ aportaciones econom1cas en lo que se nas, idea muy alejada de una realidad que refiere a su fauna vertebrada. Entre las necesita estos pilares para garantizar la ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 más emblemáticas destacan el lince ibéri­ renovación de la vida en los bosques. co, el águila imperial o el oso pardo. orno medida derivada de los estu­ El interés de Canarias en el contexto dios científicos abordados por el medio ambiental de Europa ha tenido propio Lije, ya se contempla no sólo el como recompensa la aprobación de diver­ mantenimiento de árboles muertos, sino la sos Proyectos Life, uno de los cuales, puesta en marcha de un proceso selectivo "Acciones para la conservación del pico de secado de pinos, que incluye hasta la picapinos de Tenerife", contempla un tra­ fecha un total de 200, repartidos por los bajo con tres años de ejecución (1997- jóvenes pinares de La Orotava, Los 1999) con importantes actuaciones sobre Realejos, y el estrecho cinturón que discu­ esta interesante subespecie endémica y su rre desde los altos de La Matanza hasta hábitat natural. Las Lagunetas, que en unos pocos años se

8 Ambicioso proyecto que pretende establecer una red de áreas protegidas que permita la gesti ón y conservación de las especies de fauna y flora, y de los hábitats más vali osos de la Uni ón Europea.

62 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 FAUNA DEL PINAR impo rtan tes acciones enca­ minadas a re­ ducir el riesgo de extinción. Entre las me­ tas trazadas con l a puesta en marcha de este ambicioso trabajo desta­ can la creación de c orredores naturales que permitan co­ nectar man­ convertirán en nuevos lugares de cría para chas aisladas de pinar adecuadas para los estas aves. Una vez abandonados por los pinzones, aumentando e l h ábitat p o­ picapinos, podrán servir como refugios a tencial, y a tenuando e l efecto de la frag­ otras aves y murciélagos. mentación d el há bitat y e l d e posibles tra de las acciones emprendidas a incendios fo restales. Además se ha ra iz del estudio sobre el hábitat comenzado el control de depredadores en del picopicapinos de Tenerife es la ins­ áreas de nidificación de estas aves, y se ha talación de una red de bebederos artifi­ consolidado un ambicioso programa de ciales en pinares donde se produce un cría en cautividad que pretende conseguir mayor défic it de agua. Estas actuaciones poblaciones cauti vas viables genética y intentan paliar el efecto del progresivo demográfi camen te, generando nuevos ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 secado de fuentes y mananti ales como núcleos de población, objeti vo que ya ha consecuencia de la incesante sobreex­ dado sus primeros fru tos. plotación d e los acuíferos. Hasta el momento ya se han instalado en lugares Estos proyectos Lifé han apostado tam­ estratégicos una docena de depósitos de bién p or intensas campañas de divulga­ unos 300 litros que alimentan d e forma ción, una fórmula eficaz cuando se persi­ automático un pequeño bebedero, y que gue conseguir la participación ciudadana pueden ser periódicamente ll enados con en las tareas de conservación. Se han lleva­ la ayuda de vehículos-cuba, o bi en estar do a c abo campañas de e ducación de conectados directamente a sistemas de ambiental con ciclos de conferencias, edi­ conducción de agua. ción de posters y pegatinas y realización de sendos vídeos divulgativos sobre e l pico Otra de las especies que se ha visto picapinos y e l pinzón azul d e G ran merecidamente beneficiada por los pro­ Canaria, que a bordan también aspectos yectos Life es el pinzón azul de Gran generales sobre el hábitat natural y diversas Canaria, para el que se contempl an acciones encaminadas a su conservación.

64 PROBLEMAS DE / CONSERVACION DE LOS PINARES CANARIOS

EVOLUCIÓN HISTÓR]_CA humantes de sus rebaños, pero el DE LOS PINARES impacto real sobre los bosques no debió ser muy intenso. Entre los principales, lo largo de su histori a los pero contados, usos directamente impli­ pinares canarios han su­ cados en el manejo del pino destacan la frido numerosos avatares, fabricación de armas, ataúdes, objetos A que pueden agruparse en domésti cos, construcción de viviendas tres grandes periodos, esenciales para (vigas, tablazones, etc.) y herramientas. comprender la situación actual. Frente a esta convivencia que se Hubo un tiempo en que el hombre mantuvo casi hasta final es del siglo convivió en cierta XV, se inició otra armonía con el bos­ que en apenas 300 que sin ocasionarle años cambió radi­ grandes daños. Es calmente la estruc­ de suponer que los tura y extensión de aborígenes canarios los bosques isleños, tuvieron una míni­ y que coincide con ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 ma incidencia sobre el periodo inmedia­ los bosques insula­ tamente posterior a res que al término la Conquista. de la Conquista pro­ Fue una época bablemente mante­ sumida en la des­ nían casi intactos. trucción incontro­ Su población era lada desde el asen­ bastante limitada y tam iento de Jos pri­ sus actividades se meros colonos, centraban en la cuando se aprove­ ganadería y una chó todo lo imagi­ incipiente agricultu­ nable a un ritmo ra localizada en costas y medianí as. Los desorbitado para unos recursos que habitantes de las cumbres, eminente­ aunque abundantes eran también limi­ mente pastores, debieron uti lizar los tados. Por estas fechas muchos de los pinares durante los movimientos trans- mejores pinos habían sido cortados y

65 PROBLEMAS DE CONSERVACIÓN DE LOS PINARES CANARIOS

utilizados en di versas c onstruccio nes. mi ento de s us pinares, agravado por Así es bien conocido que con la made­ una demanda de carbón que se mante­ ra de un solo pino se cubrió la techum­ nía de forma continuada . bre de la primitiva iglesia de Los El primer contra ti empo serio para Remedios (La Laguna), con mas de los pinares surgió con la fabricación 200 metros cuadrados, o la d e San de la pez, cuyo principal cometido fu e Benito, también en esa misma c iudad. el calafateado de barcos, tanto isleños 1 abastecimiento local d e carbón como foráneos (se exportó a la penín•

fue muy e levado, tanto a ni vel sul a Ibéri ca, costa de Guinea, etc), ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 particul ar, como para industrias, hor­ acti vidad que a lcanzó c ierta relevan­ nos de teja y cal. Pero el impacto de cia e n la economía insul ar. El daño fu e estas acti vidades no fu eron muy g ra­ demasiado a lto porque para obtener un ves entre otros motivos porque las car­ solo kilo de pez era necesario quemar boneras fu eron más numerosas en el entre 6,7 y 8 kg de pino131 . monte verde, cuya m adera e ra más apreciada para esos menesteres por su mediados del siglo XIX la regre- mej or calidad. El caso de Gran sión sufrida por las masas de pinar Canari a fu e a lgo diferente; la desapa­ canario eran alarmantes. Al tratarse de un ri ción casi por completo del monte periodo mejor documentado sabernos que verd e ( hoy se conserva sólo el 1% de Teneri fe contaba con l a mitad d e s u la extensión ori ginal d e s us bosques), cubierta fo restal original, unas 23.800 ha, que d urante décadas a limentó sin que se mantendría casi constante e n las cesar los numerosos in genios azucare­ décadas siguientes. En Gran Canaria se ros, condujo a un intenso a provecha- habían destruido e l 43% de s us bosques,

66 PROBLEMAS DE CONSERVACIÓN DE LOS PINARES CANARIOS

Pinares canarios (más claros) y de repoblación con pino in signe del norte de Tenerife. un proceso que continuó hasta 1920, cuan­ do la merma llegó casi al 62%, quedando sólo 10.000 ha de arbolado, el menor de ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 toda su histori a. En estos últimos años la demanda de carbón vegetal y leña (únicos combustibles hasta ese momento) conti­ nuó siendo abrumadora, pero también una importante fuente de ingresos para la eco­ nomía de la isla. Para hacemos una idea aproximada del ritmo en que fueron explo­ tados sus recursos forestales, baste decir que sólo entre el segundo semestre de 1913 hasta el primer semestre de 1918 (apenas 5 años) se autorizaron la elabora­ ción y consumo de 27.713 sacos de carbón (unos 1.108.520 kg), obtenidos en su mayor parte de los pinares. La demanda fue tan grande que rebasó la producción isleña, por lo que en ese periodo debieron

67 PROBLEMAS DE CONSERVACIÓN DE LOS PINARES CANARIOS importarse otros 114.685 sacos más, pri n­ La variada gama de aprovechamientos cipalmente de La Palma y, en menor de que eran objeto los pinos canarios medida, de La Gomera, Tenerife y E l queda bien reflejada en la obra de Viera y 681 Hierro151 1 • La madera de los pinos también Clavijol : siguieron recibiendo distintos usos en la "Notorio es que todo e l maderaje de construcción. nuestros edificios, el de la construcción de a roturación de terrenos para su apro­ barcos, las diformes vigas de los lagares, vechami ento como cultivos, la los chaplones de m uchos albercones, los industria naval y, especialmente, la c ons­ pimpollos altísimos para andamios, cana­ trucción de viviendas, iglesias, etc, propi­ les, para la conducción de las aguas, ciaron una enorme demanda que recayó en hachos para alumbrarse los paisanos, pes­ los pinos, en especial los de "tea" aprecia­ cadores y mariscadores de noche; el car­ dos por la solidez, olor y duración de s u bón, la brea, la resina, etcétera; todo nos lo madera. Tanto es así que hoy contamos franquean y fac ilitan los pinos. Su corteza con magnífi cos ejemplos constructivos en rugosa, hendida, rojiza, de consistencia los que hace varios siglos se empleó la ligera, es lo q ue llamamos corcha, y sirve "tea" y todavía hoy se mantienen en per­ para hacer boyantes las redes de la pesca, fecto estado. y para otros usos" ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

La "tea" fue un elemento constructivo muy utilizado en las viviendas ca narias, que sigue gozando de gran demanda como elemento decorativo.

68 PROBLEMAS ACTUALES DE LOS PINARES CANARIOS

on l a aparición de energías alternativas (petróleo, gas, etc), el pinar canario ha per­ dido protagonismo c omo fuente de materia prima en la economía isleña, favorecido a demás por un cam­ bio en las actividades agrícolas y gana­ deras, que se mantienen de fo rma casi vestigial. Hoy, sólo contadas fami lias viven t odavía ligadas al aprovecha­ mi ento d e recursos forestales como carbón y p inocha, un modo de v ida extremadamente sacrificado, y que representa un impacto mínimo sobre e l ecosistema. Sin embargo, los problemas que afectan a la conservación d e lo s pina­ res canarios no han cesado; simple­ mente son otros los protagoni stas. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 LOS JNCENDJOS FORESTALES

ada año varios mi llones de hectáreas de bosque de todo e l mundo d esaparecen p or efecto de l La erosión es un problema derivado de los incen­ fuego. Una parte de los i ncendi os ha dios forestales. tenido d esde siempre un origen na­ industrias madereras o gra ndes mul­ tural, bien por erupciones volcánicas tinacionales vincul adas a l sector o rayos, como parte del p ro pi o e qui­ agrícola o a limentario. Se ha produ­ librio que regula todo s los c ic los de cido así un profundo desequilibrio la natu raleza. Pero en las últimas propiciando la progresiva destruc­ décadas esta de licada a rmonía se ha c ión d e los recursos forestales, quebrado por el protagonismo, siem­ muchos perdidos ya para siempre y pre es peculativo, de in tereses econó• con ellos buena parte de la di versi­ micos, generalmente canalizados por dad biológica que e ncierran.

69 iCUÁNTO BOSQUE SE HA QUEMADO! 64.000 ha, una extens ió n equi va­ lente a las tres cuartas partes de la anarias tampoco se ha salvado superficie arbolada actua l. A lgunos de esta lacra, aunque debido a de los a ños más nefastos fueron su limitada s uperficie fo restal l as 1975, cuando se vieron afectadas causas son muy di fe re ntes. Los unas 9.400 ha, 1983 (7. 10 8 ha) o datos recopi lados desde 1969 reíle­ 1988 (6.266 ha). jan que e l fuego ha afectado a unas Sólo en la última década se han calci­ ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 nado unas l 7.600 Nº ha X 1000 ha, una c ifra casi

4~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ anecdótica si se compara con otras zonas geográfi cas, 3 donde un solo incendio puede a ­ 2 rrasar cientos de miles de hectáre­ as, pero teniendo en cuenta la redu­ cida masa forestal 90 91 92 93 94 95 96 97 98 canaria, el valor adquiere tonos Años preocupantes.

70 PROBLEMAS ACTUALES DE LOS PINARES CANARIOS

La Palma 5421 El Hierro 283

Gran Canaria 4 92

Ten erife 4723

Número de hectáreas quemadas en las diferentes islas durante el periodo 93-98. Fuente: IS TAC 19971" 1• Elaboración propia.

iPOR QUÉ ARDE EL BOSQUE? Y lo que es todavía peor, la mayoría de estos casos parecen ha ber sido intencio­ demás del devastador efecto ecoló• nados, un serio problema que intenta gico que arrastra cualquier incen­ ensombrecer el desvelo de muchos colec­ dio forestal, el caso de Canarias es quizás tivos e instituciones en ganar l a batalla más preocupante, porque más de la mitad contra el fuego. Batall a que ha de ser de los siniestros (un 62% para ser más ganada por toda la sociedad tomando exactos) tienen su origen a manos del conciencia de la necesidad d el bosque y hombre, es decir podrían haberse evitado. las consecuencias de los incendios.

1n ten cionado ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 39,0%

Desconocido Otros 30,9% 6,9%

Negligencia 16,2% T. Agrícolas 6,9% Reparto de las principales causas que originan el fuego en Canarias sobre un total de 333 conatos o incendios. Fuente: ISTAC 19971" 1• Elaboración propia .

71 PROBLEMAS ACTUALES DE LOS PINARES CANARIOS PROBLEMAS ACTUALES DE LOS PINARES CANARIOS ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

LA FAUNA Y EL FUEGO el fu ego en las que dominaban dos coní­ periodo de estudio. Las especies de hábi­ Huttol 32 1 encontró que 15 especi es de aves fe ras, el pino de hoja pequeña (Pinus tats abiertos desaparecieron en los cinco (de las 87 registradas) fueron más abun­ ese a la magni tud de la c ubie1ta echinata) y e l pino pa lurdo (Pinus años posteriores al fuego, mientras que dantes en comunidades originadas e n vegetal arrasada a ño tras año por el taeda). Como consecuencia del fuego se otras alcanzaron números máximos etapas posteri ores al fuego, y que una fuego, no se ha efectuado demasiados registraron profundos cambios estructu­ durante el estado arbusti vo (2-9 años) especie e n concreto, el picapinos dorsi­ trabajos que intenten dilucidar el efecto rales en la vegetación, y a lgunos árboles para descender luego Lentamente. Otras negro (Picoides arcticus) parecía estar sobre la composición avifaunística y su caducifolios crecieron con asombrosa hi cieron su aparición cuando comenzó a restringido a manchas de bosque quema­ evolución en los años posteriores al ra pidez, al igual que la c ubi erta vegetal, desarrollarse un estrato de árboles jóve• do, en parte debido a que esos á rboles incendio. Uno de los más completos es el que pasó de un 43% a un 91%, mientras nes, pero las vinculadas a la c ubierta proporcionan lugares de cría para esa ! levado a cabo durante 15 años en Flo­ que la superfi cie de suelo disminuyó a la fo restal parecieron menos afectadas por especie, y o tras que también construyen rida (EEUU) por R.T. Engstrom y cola­ cuarta parte. La comunidad de aves tam­ los cambios en la vegetación. sus nidos en madera muerta. Desgra­ boradores r211 , en parcelas quemadas por bi én sufrió cambios notori os durante e l También en Norteamérica, R. L. ciadamente esta abundancia de lugares es

72 73 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Aspecto del pin ar de Vilafl or qu emado e n 1998. primer estrato vegetal. Parte del suelo per­ sobre la fauna, máxime teniendo en cuenta manece todavía desnudo, lo que favorece la la relevancia biogeográfica que e ncierran localización y captura de pequeños anima­ estos bosques, en los que habitan especies y les por parte de las aves. Esto explicaría las subespecies únicas en el mundo observaciones de pinzones vulgares (Frin­ En un somero inventario efectuado en gilla coelebs) y escribanos (Emberizacia) marzo de 1995, seis meses después de que comiendo en el suelo. La aparición del pico un voraz incendio dañara los pinares de la picapinos obedece al aumento de diversos Caldera de Taburiente (La Palma), G. insectos que atacan la madera quemada (en Delgado y colaboradores1111 contrastaron las especial coleópteros) que encuentran refu­ frecuencias de aparición" de varias aves en ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 gio bajo la corteza que ha quedado separada áreas quemadas y no quemadas, con resul­ del tronco por efecto del fuego. Sólo unos tados totalmente opuestos. El h errerillo meses después de terminar los censos, el común y e l p inzón vulgar no mostraron área quedo desprovista de pinos quemados diferencias, pero el mosquitero y el reye­ ya que fueron cortados y retirados, lo que zuelo, en especial éste último, aparecieron supuso un notorio cambio en las condicio­ en cantidades significati vamente menores, nes para el asentamiento de varias especies. debido probablemente a la disminución de recursos trófi cos, ya que ambos encuentran En el caso de los pinares canruios sor­ su alimento tanto en la parte distal de las prende todavía más el escaso interés que ha ramas como en los matorrales, muy daña­ despertado el estudio del impacto del fuego dos por las Brunas.

" También se lleva a cabo sobre te rritorios li neales, pero a d iferencia del tax iado sólo se reg istra la presencia o a usencia de las especies, sin tener en cuenta el número real de aves que existiese en las d istintas unidades de muestreo. Con el oportuno tratami ento matemático, s e obtienen también valores fiables de densidad de aves.

76 PROBLEMAS ACTUALES DE LOS PINARES CANARIOS SOBREXPlOTACIÓN POLÍTICA FORESTAL DE ACUÍFEROS on el nacimiento del Patrimonio as islas Canarias soportan una Forestal del Estado, que posteri or­ población residente cercana al mente se transformaría en el leona, se millón y medio de habitantes, más de inician las tareas de repoblaciones enca­ diez millones de turistas visitan cada minadas, en principio, a compensar el año Las islas, y en un a buena parte de enorme deterioro sufrido por los pinares su superficie se han establecido mono­ insulares a lo largo de su más reciente cultivos que requ ieren una considera­ hi storia. Aunque en 1945 despuntan los ble aporte de agua. La demanda es tan primeros intentos (240 ha en Los elevada que ha obligado a optimizar Realejos), es a partir de 1950 cuando se los limitados recursos hídricos, bien consolida una ambiciosa fase de planta­ canalizando los escasos cursos de agua ciones y repoblaciones por diversos puntos de Canarias que cambiarían drás­ ticamente el paisaje isleño. En realidad, esta política obedeció más a criteri os económicos que ecológicos, encamina­ da a la obtención rápida de madera para distintos tipos de embalaje. Para ello se utilizó el pino de Monterrey o pino insigne, una conífera americana de rápi­ do crecimiento que ha sido introducida con éxito en varios países. En cotas bajas de la vertiente norte, la plantac ión de esta especie foránea llevó aparejada la destrucción de la vegetación natural ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 (brezos, fayas, etc.). Con menor profu­ sión también se utilizaron pinos maríti­ La progresiva canalización de las ag uas ha supuesto la drástica disminución de fuentes y mos y pinos sil vestres, restringidos hoy manantiales con efectos muy negati vos para la a rodales di spersos. fauna (Arico. Marzo de 1999)

Nº ha X 1000 o sobreexplotando los acuíferos, con el consiguiente perj uicio para arboledas y animales. Las previsiones para los pró• ximos años son davía más pesimistas, un problema de difícil solución que pasa necesariamente por el compromi ­ so individual y colectivo de aceptar que el agua es uno de los bienes más Años preciados de las islas, y que su ahorro j-P Canario - P. Insigne 1 es una urgente necesidad. Evolución de la superficie fo restal de pino ca nari o y pino insig ne en Canari as.

77 ACTUACIONES DE CONSERVACIÓN

NATURALIZACIÓN posteriores a la plantación, necesa­ DE LOS PINARES rios para la obte nción de un bosque maduro, debido a un cambi o de n muchos pinares naturales de orientación en las políticas forestales, Te nerife, el número de árboles es lo que ha ll evado a la actual densi­ por hectárea varía entre 42 y 75, qu e dad y estructura de los pinares de cuentan con un considerable porte repoblación. (más de 30 m) y diámetros a veces Por este moti vo se han puesto en superiores a los 90 cm. Estas cifran marcha cortas selectivas de árboles contrastan de manera notoria con la que, en el caso concreto de las cum­ estructura de los pinares de repobla­ bres de Te nerife , se iniciaron hace ción, donde para esa misma superficie pocos años. El obj etivo es eliminar la se han llegado a contabi !izar más de tercera parte de esos pinos, una nece­ 1.000 árboles. Su aspecto es homogé­ sidad biológica inexcusable si quere­ neo, con altura por lo general bastante mos contar con bosques saludables en limitada (5-12 m) y diámetro muy las próximas décadas. reducido (entre 18 y 40 cm) que crecen sm ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 espacio ni ali­ mento para de­ sarrollarse en toda su pleni­ tud, impidien­ do además la aparición de pi nos jóvenes, una cuestión esencial para la renovación del bosque. La ausencia de los tratamien­ tos selvícolas La eliminación selectiva de pi nos en bosques muy densos es una tarea obligada para mejorar la estructu ra y viabilidad de los pinares canarios.

78 ACTUACIONES DE CONSERVACIÓN ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Pinar de Vilaflor PREVJENCIÓN Y EXTINCIÓN (entre técnicos y operarios), 26 vehículos DE INCENDIOS con distinto uso y capacidad, 2 helicópte­ ros y una red de torres de vigilancia. ada año los Cabildos Insulares12 establecen un complejo dispositi­ Además, desde distintos medios de vo para la lucha contra el fuego que comunicación, se establecen campañas incluye importantes medios técnicos y de educación ambiental durante los humanos. En el caso concreto de meses estivales que nos alertan del mayor Tenerife los recursos empleados durante riesgo de i ncendios forestal es en ese 1999 incluyeron más de 600 personas periodo y de sus dramáticos efectos.

12 En virtud del Decreto 161 / 1997, de 11 de julio, las competencias en m ate ri a de servicios forestales, protección del medio ambiente y la gestión y conservación de Espacios Naturales Protegidos, has ta entonces asumidas por la Consejería de Política Territorial del Gobierno de Canarias, son delegadas a los Cabildos Insulares.

79 " .,;[ •.. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 ~ PROTECCION LEGAL DEL PINAR

ANTECEDENTES segundos, rigiéndose por una regula­ ción muy s imi lar. En el caso de asta fechas recientes, la polí tica Canarias, conviene destacar que no fo restal que se ejercía por la Ad­ se ha ll egado a catalogar ningún ministración Públi ca se basaba en un Monte Protecto r, pero sí existen objetivo fundamentalmente producti­ amplias masas fo restales que han vista, amparado por un marco jurídi co obtenido la calificación d e Monte de en el que primaba la búsqueda de ren­ Utilidad Pública, cuya gesti ón, ini­ dimientos económi cos por encima de la cialmente estata l, se ej erce actual­ filosofía conservacionista. mente por los Cabildos Insul ares.

Este marco jurídico venía fu nda­ Para el resto de los montes, la Ley mentalmente representado por la Ley de 1957 establ ece una regulación 13 de Montes , de 8 de junio de 1957 y enfocada a la o btención d e un apro­ por su Reglamento d e Desarroll o - vechamie nto de l r ecurso forestal, normas aún vigentes- que, sin bien sea por p articulares o por la negarle un cierto afán proteccioni sta Administración, o bi en p or el acuer­ pl asmado e n diversas fi gura s, su do e ntre distintos entes públicos y regul ación se basaba e n la gestión y particulares a través de la fi gura de aprovechami ento del monte desde los Montes Consorciados. una perspectiva productiva. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 in embargo, como se ha puesto El afán proteccionista antes cita­ de manifiesto en los capítulos do tenía como instrumentos básicos precedentes, la importanc ia de l la Catalogación d e los Montes y la pinar excede de su valor como sim­ apl icación sobre ellos de un r égimen ple fuente de in gresos, ya que c ons­ jurídico con aspectos preservacion is­ tituye un sistema e n el que se desa­ tas. En este sentido, sobresalen fun­ rro ll an numerosas funciones ecoló­ damental mente dos fi guras: los gicas básicas, cuya fragilidad e Montes de Utilidad Pública y los importanc ia requieren d e una aten­ Montes Protectores. La diferenc ia ción especia l. fundamental entre uno y otro es la titularidad pública de los primeros, Esta consideración ecológica ha sido frente a la t itulari dad privada de los obj eto de una atención creciente por

" En la actualidad algunas Comunidades Autónomas han aprobado una nueva Ley de Montes, mientras que o tras, como Canari as, están aún elaborándola.

82 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR parte de la comunidad científica que ha tati va de esta legi slación básica 411989 establece que "La acción de Esta Ley Básica Estatal es la que llevado a una preocupación generaliza­ estatal, en Lo que se refiere a pro­ las Administraciones Públicas en ha inspirado la normativa de desa­ da de la sociedad y de los poderes tección de los recursos naturales, es materia f orestal s e orientará a rrollo y la gestión de las públicos por la conservación de los la Ley 4/1 989, de 27 de marzo, de lograr la p rotección, restauración, Comunidades Autónomas en mayor ecosistemas. Conservac ión de los Espacios mejora y ordenado aprovechamien­ medida que la Ley de Montes de Esta nueva perspectiva "ambienta­ N aturales y de la Flora y Fauna to de los montes, cualquiera que 1957, habida cuenta que esta última lista" o conservacionista ha conseguido calar, especialmente en las últimas décadas, en el marco nonnativo que rige la actuación de la Administración y los particul ares con su entorno y, espe­ cialmente, con los recursos naturales.

EL MARCO JURÍD[CQ ACTUAL

La n ormativa estatal

n España, el nuevo marco norma­ tivo de protección de los recursos deri va fu ndamentalmente de su Norma Suprema: La Constitución de 1978.

En esta Norma, que sirve de fuente para el resto del ordenamiento jurídico español, se recoge, como Principio Rector de la Política Social y

Económica, un precepto - el artículo ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 45 CE- que establece el deber de los poderes públicos de "velar por la utili­ zación racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defen­ der y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solida­ ridad colectiva".

El mandato constitucional plas­ Silvestres. Esta Ley recoge un pre­ sea su titularidad, y su gestión téc­ no puede considerarse legislación mado e n el artículo 45 CE, ha sido cepto específicamente dedicado a nica deberá ser acorde con sus básica, no sólo por su carácter pre­ c umplimentado y desarrollado por La política forestal que constituye características legales, ecológicas, constitucional, sino fundamental­ el Estado a través de una legisla­ un cambio importante en La orienta­ forestales y socioeconómicas, p re­ mente por su regulación poco acorde ción básica de protección del medio ci ón que seguía hasta entonces. En valeciendo en todo caso el in terés con el principio constitucional que ambiente. La norma más re presen- efecto, el artículo 9 .2 de la Ley publico sobre el privado" . contie ne el artículo 45 CE.

84 85 La normativa canaria

n el caso de Canarias, la protección del pinar comenzó a a frontarse por la Administración a raíz de la aparición de la Ley de Montes, si bien, restringida básicamente a los montes catalogados de Utilidad Pública.

Sin embargo, la protección efectiva y plena de los pinares se consigue c on la promulgación d e la Ley 4/1989 de Conservación de los Espacios Naturales y de la F lora y Fauna Sil vestres. De esta Ley ha derivado un desarrollo reglamen­ tario plasmado e n el Decreto 439/ 1990 de 30 de marzo, por el que se aprueba el Catálogo Nacional d e Especies Amena­ zadas, en el que han sido incluidas numerosas especies de la flora y fa una canaria, y un desarrollo legislati vo en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Canarias, plasmado en l a Ley 12/ 1994, de 19 de diciembre, de Espacios Naturales de Canarias. Las implicacio­ nes que ambas normas han tenido en la

protección del p inar se tratan de fo rma ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 detallada más adelante junto con otra norma canaria, la Orden de 20 de febre­ ro de 1991 , sobre protección de especies de la flora vascular si lvestre de la Comunidad Autónoma de Canarias.

El derecho comunitario

esta nonnativa propia del Derecho interno, cabe añadir las normas que deri van del Derecho Comunitario. En este sentido, debemos citar, además de una serie de Reglamentos de la Unión Europea dedicados específicamente a la

86 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR protección de los bosques, una Di­ on esta normativa, lo que se rectiva que ha supuesto una verdadera pretende es constituir una red Tenerife La Palma El Hierro La Gomera Gran Canaria Total Canarias innovación en la protección jurídica de lugares protegidos, ya sea por las Espacio s Protegidos 83.5 56.8 97. 1 96.6 89.3 77,7 de las especies y sus hábitats: es la Di­ especies que alberga, ya sea por los LICs 86.4 82.7 % 97.6 94.7 86.68 rectiva 92/43/CEE, del Consejo, de 21 hábitats que lo s constituyen, conoci­ da como Red Natura 2000 qu e englo­ Sin protección 13.6 17.3 2.9 2.4 4.9 12.75 de mayo, relativa a la Conservación de •: ·- ··~·"··· '""°' los Hábitats Naturales y de la Flora y bará aquell os lugares de importancia Fauna Si lvestres, qu e se conoce como comunitaria que se declaren como TABLA 1. Porcentaje de pinar amparado por diferentes figuras de protección. Cálculos automáticos de Zonas Especiales de Conservación. superficie obtenidos a partir de la cartografía de hábitats de interés comunitario (Viceconsejeria de "Directiva de Hábi tats". Esta Direc­ Medio Ambiente). Los porcentajes no son exactos y estarán sujetos a modificaciones con Ja futura car­ ti va que ha sido transpuesta al Dere­ El objetivo de la directiva es estable­ tografía digital de la vegetación. Elaboración: Sixto Cozzi cho interno español a través del Real cer un estado de conservación favora­ Decreto 1997/ 1995 , de 7 de di ciem­ ble para una serie de hábitats (anexo De acuerdo con la citada Di­ representa un ejemplo sobresaliente bre, por el que se establ ece medidas I) y especies (anexo JI) seleccionadas rectiva, un determinado tipo de de al menos las 5 regiones biogeo­ para contribuir a garantizar la biodi­ como de interés comunitario, entre hábitats se considera de interés gráficas de Europa, entre las que se versidad mediante la conservación de las que se encuentra los pinares cana­ comunitario si está en peligro de encuentra la Macaronésica. En el los hábitats naturales y de la fauna y rios y al gunas especies propias de desaparecer en estado natural o caso de la s especies se definen fl ora silvestres. estos hábitats. tiene una fragili dad especial o como de interés comunitario cuan­ do está en peligro, son vul nerables, raras o endémicas y requieren una atención especial.

u precedente en el Derecho Co­ munitario, ha sido la llamada Directiva de Aves, a través de la cual se han creado determinadas zonas de protección de las aves conocidas

como ZEPAs (zonas de especial pro­ ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 tección para las aves).

La Red Natura 2000 estará cons­ tituida por 3 tipos de lugares. La pri­ mera será aquell a que acoja los hábi­ tats de importancia comunitaria 1is­ tada en su anexo I. La segunda por aquell os lugares que comprenden los hábitats de ciertas especies de ani­ males y plantas de importancia comunitaria listado en su anexo II. La tercera consistirá en Zonas Especiales de Protección para las Aves clasificada por los estados miembros según la Directiva 79/409/CEE (Directiva de Aves).

88 89 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR

n el procedi miento de consti­ Ta buriente que no se había tenido queda únicamente sin protección un LA RED DE ESPACIOS tución de esta red, nos encon­ en cuenta por la Ley 1211994 de área marginal del pinar de Cumbre NATURALES tramos actualmente en la primera Espacios Natu rales Protegidos. Vieja, en pinar de Tigalate, as í como PROTJEGlDOS fase que consiste en la propuesta de E l pequeño porcentaje de pinar una estrecha franja del límite infe­ DE CANARIAS Lugares de importancia Comuni­ que no está amparado por ninguna rior de su distribución en la mitad septentrional de la is la. En El H ierro taria (LICs), aprob ada por acuerdo de esas normas se corresponde con orno ya se comentó en el apar­ todos los pinares se ven afectados del Consejo de" Gobierno de Cana­ el límite inferior de su área de dis­ tado relati vo al de normati va rias de 7 de octubre de 1999. tribución, que en a lg unos casos son por algunas de aquellas figuras Canari a, el 19 de diciembre de 1994 mientras que en La Gomera y Gran más dispersos y de menor valor na­ se publica la nueva Ley de Espac ios Canaria, prácticamente la totali dad Este nuevo marco jurídico deter­ tural, o con bosques de repoblación Naturales Protegid os de Canarias, mina que la mayor parte de las que crea una red de áreas que en fun­ masas de pinar existentes en el ción de sus valores naturales les otor­ ámbito de la Comunidad A utó no ma ga d is tintas figuras de protección. de Canarias se integra en a lg una En los pinares incluidos en ley, la figura de protección, ya sea Espac io mayor parte se ubica en zonas decla­ Natural Protegido, ya sea L ugar de radas Parques Naturales y Parques Importancia Comunitari a, ya sea Nacionales. Los Parques Naturales Zona de Especial Protección para constituyen una categoría caracteri­ las Aves, tal y como se recogen en zada por tratarse de espacios amplios, las tablas 2 a la 6. no transformados sensi bl emente por Aunque la superficie de pinar la explotación u ocupación humana y protegida por la Red de Espacios cuyos valores naturales se consideran Naturales de Canarias es e levada, muestras singul ares de l patrimonio quedaron sin protección importan­ natural de Canari as. Junto a éstos, tes áreas naturales bien conservadas cabe aludir también a los Parques q ue merecían rec ibir cob ertu ra Nacionales, como espacios que, legal. Esta protección viene de la teni endo las característi cas de un ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 mano de la Propu esta de L ugares de Parque, son declarados por Ley de las Importancia Comunitaria que am­ Cortes Generales (Administración plía la superficie de pinar protegida Estatal) por constituir una muestra hasta aproximadamente el 87 % del representativa de los principales eco­ total (ver tabla 1 ). Estos LICs sistemas nacionales. engloban a esas nuevas áreas no incluidas en la Red y a los Espacios En la isla de Teneri fe, la mayor super­ Naturales Protegidos con pin ar, ficie protegida se ha declarado Parque salvo algunas excepciones como el Natural, de tal manera que un 70 % de los que pertenecen a propiedades priva­ de su pinar se ha incluido en espa­ Paisaje Protegido de lfonche. La pinares se encuentran incluidos en el das. E n la isla de Teneri fe es e l caso mayor parte de esta nueva superfi ­ cios protegidos o LICs salvo e l Parque Natural de Corona Forestal. En la de las laderas de C hío, de l entorno cie corresponde a la is la de La pequeño núcleo de pi nar de repobla­ Palma, sucede algo similar, ubicándose de E l Amparo y el una pequeña su­ Palma (ver Mapa l) pues in c luye­ ción que crece en las cabeceras de l gran parte del pinar en los Parques ron la mayor parte de los pinares perfi cie del pinar de Ari co (ver barranco de La Laja y del barranco Naturales de Cumbre Vieja y las Nieves, del entorno de La Caldera de M apa 2). En e l caso de La Pa lma de Arguineguín respectivamente.

90 91 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR además de en el Parque Nacional de La fragilidad, importancia, representa­ Caldera de Taburiente. Igual ocurre ti vid ad o singularidad merecen una en La Gomera, donde la mayor valoración especial. Desde esta representación se ubica en el Parque perspectiva, más proteccioni sta, los Nacional de Garajonay y en Gran usos recreati vos y tradi cionales se Canaria, con los Parques Naturales admiten únicamente de forma ex­ de Tamadaba y Pilancones. Tal y co­ cepcional y siempre que no sean mo establece la Ley 12/ 1994, estas co ntrarios a esa fin alidad de protec­ áreas se han protegidos co n la fi na­ ción. Con este obj eti vo, se han de­ lidad de conservar sus recursos pro­ clarado Reservas N atura les Inte­ moviendo el contacto del hombre grales o Especiales áreas que si bien con la naturaleza. sus fundamentos de protección son otros hábitats o especies endémicas n orden de importancia, cabe indirectamente favorecen la conser­ citar a continuación las Reser­ vación integral del pinar. vas Naturales, como espacios cuya Finalmente, también merece des­ declaración tiene como finalidad la tacar los Paisajes Protegidos, que se protección estr icta de ecosistemas, definen como zona del territorio que comunidades o el ementos biológi• reúnen especiales valores estéti cos cos o geológicos que, por su rareza, o culturales. Se trata, generalmente, ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

92 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR pinar, de los cuales se encuentran aprobados y en vigor tan sólo uno (PRUG de Parque Rural de Anaga), estando los restantes en fase de tra­ mitación o, simplemente, pendien­ tes de su publicación en el Bolet ín Oficial de Canari as. Estos planes admiten sectores del pinar dedica­ dos a aprovechamientos tradiciona­ les, siempre que se realicen d e forma compatible con la conserva­ ción de los recursos. Sin embargo, otras zonas de pinar merecedoras de mayor nivel de protección se preser­ van , a través del planeamiento, de los aprovechamientos productivos y se destinan a l desarrollo de activ ida­ des científicas y culturales reduci­ das. En definitiva, los instrumentos de planeam iento de los espacios naturales, a través de l estableci­ mi ento de una zonificación, un régi­ men de usos, unas directrices de de zonas donde el pinar convive con gesti ón y una relación de actuaci o­ una serie de usos antrópicos, como nes básicas, regulan la utilización actividades agrícolas, ganaderas e, racional de todos los recursos que incluso, residenciales.

alberga el espacio. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

La conservación de los valores naturales y culturales de esas áreas se garantiza a través d e los EL CATÁLOGO NACIONAL Instrumentos de P lanificación de los DE ESPECJES AMENAZADAS Y Espacios Naturales P rotegidos los OTROS INSTRUMENTOS DE cuales regulan Jos ap rovechamientos PROTECCIÓN DJE JESPJECIJES que pueden desarroll arse dentro de sus límites. Estos instrumentos se 1 Catálogo Nacional de Especies clasifican en planes rectores, planes Amenazadas actua como instru­ especiales, normas de conservación mento normativo derivado de la Ley y planes directores en función de la 411989 que contribuye a la protección figura de protección de que se trate. de especies de la fauna y flora silvestre. Hasta la fecha se han elaborado 13 A través del Catálogo Nacional, así de estos planes en los espacios pro­ como de los di ferentes Catálogos Re­ tegidos donde existen m asas de gionales que pueden dictar las distintas

93 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR ______

Comunidades Autónomas, se clasifican de estos planes, el Gobi ern o de las especies merecedoras de protección Canarias ha puesto en marcha di versos en diferentes categorías, a cada una de estudios y acc iones de conservación las cuales se le aplica un régimen j urí­ para esas especies así como para el dico proteccionista, así como la obliga­ pico picapin os a través de di fe rentes ción de contar con instrumentos de pla­ proyectos enmarcados en el programa neamiento específi cos. Lije de la Uni ón Europea.

1 Catálogo Nacional de Especies En lo que a flora del pinar se refie­ Amenazadas contiene hasta un re, di versas especies endémi cas, algu­ total de 23 especies de la fauna canaria nas de distribución muy localizada, se que habita en los pinares (Tablas 7 y 8). consideran amenzadas habiendo sido La mayor parte de ellos se han cataloga­ incluidas en la Lista Roj a de Plantas do como de interés especial mientras Amenazadas de la UICN[7l , y en el que el pinzón azul de Gran Canaria Li bro Rojo de Especies Vegetales (Fringilla teydea polatzeki) se incluye Amenazadas de las Islas Canarias126i . en la categoría de en pel igro de extin­ De ellas, ocho se han incluido en el ción, otras dos como vul nerables (pin­ Catálogo Nacional de Especies Ame­ zón azul de Tenerife y murciélago de nazadas con la categoría de "en peli­ Madeira) y una última, la paloma rabi­ gro de extinción"( Tabl a 1O). che (Columbajunoniae), como sensible a la alteración del hábitat. Para cada una En La actualidad, la Viceconsejería de estas categorías la Ley establece la de Medio Ambiente del Gobierno de obligación de redactar diferentes planes Canarias está ejecutand o los planes de en los que se contemplen las medidas recuperación de los endemismos insu­ necesarias para el mantenimiento o lares Lotus berthelotii y Lothus py­

recuperación de sus poblaciones. Así, se ranthus, a la vez que se encuentran en ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 elaborarán pl anes de recuperación para fase de redacción los planes de recu­ las especies catalogadas como en peli­ peración de las siguientes especies: gro de extinción, planes de conservación Anagyris latifolia, Barlia metlesicsia­ para las vulnerables o sensib les a la alte­ na, Helianthemun bistropogophy llum, ración del hábitat, y planes de manejo Helaenthemun inaguae y Isoplexis para las de interés especial. isabelliana.

Atendiendo a este requerimiento I 1 marco jurídico de protección de la normativo, el Gobierno de Canarias flora y fauna se completa con la está elaborando el Plan de Recu­ Orden de 20 de febrero de 1991, sobre pro­ peración del pi nzón azul de Gran tección de especies de la Flora Vascular Canaria y el Plan de Conservación de Silvestre de la Comunidad Autónoma de la paloma rabiche y el Plan de Manejo Canarias así como con diversos Convenios del pico picapinos de Tenerife (Den­ Internacionales que han sido ratificados drocopos majar canariensis). Además por el Estado Español.

94 ------PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

95 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR

a primera, tiene por objeto garan­ especies presentes en el pinar que se tizar la conservación de las espe­ relac ionan en la Tablas 7 se han incluido cies amenazadas o en peligro de extin­ en el anexo II de dicho convenio. Se ción de la flora canaria. Diversas espe­ trata de especies que deben ser obj eto de ci es del pinar han sido incluidas en sus acuerdos entre los países implicados. anexos (ver tabla 10). Para las recogi­ das en el anexo 1 se prohibe su arran­ El Conveni o de Berna, o de que, recogida, corta y desraizamiento Conservación de la Vida Silvestre y del así como su destrucción de liberada y Medio Natural en Europa, de fecha 19 comercialización, mientras que para el de septiembre de 1979 fue rati ficado resto (Anexo 11) es necesario una auto­ por España en septiembre de 1986. rización previa emitida por la adminis­ Dife rentes especies canarias que habi­ tración ambiental. tan en el pinar aparecen en todos los anexos de este convenio los cuales En el Convenio de Bonn relativo a la hacen referencia a especies de la flora y conservación de especies migratorias de fauna estrictamente protegidas y a animales silvestres de fecha 23 de junio especies protegidas (ver tablas 7, 8 y de 1979, ratificado por España en fe bre­ 9) . Para estas especies, los estados fir­ ro de 1985, se establece la necesidad de mantes deberán adoptar las medidas conservar los hábitats y de controlar y legislativas necesarias para lograr la prevenir los factores de amenaza actua­ protección de sus los hábitats. les y potenciales que puedan afectar a las especies incluidas en sus anexos. Las LA NORMATIVA DEL SUELO

or último, además de la normativa

estrictamente ambiental, plasmada ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 a través de las categorías de protección y de los instrumentos de planeamiento a los que nos hemos referido, cabe tam­ bién citar la importancia que ha tenido la normativa de regulación del suelo en la preservación de las masas fo restales. En ese sentido, es digna de mención la Ley Canaria 5/1987 de Ordenación del Suelo Rústico de Canarias, que estable­ ce categorías específicas para la protec­ ción forestal, tales como suelo rústico forestal, suelo rústico de cumbre o suelo rústico de protección. Con la nueva Ley 9/1999 de 13 de mayo de Ordenación del Territorio de Canarias , se sustituye

96 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR

OTROS INSTRUMENTOS toda la normativa urbanística sectorial, DE POLÍTICA FORESTAL entre e ll as la ley antes citada, para esta­ blecer una ordenación integral del terri­ demás de los instrumentos estric­ torio. En relación con las masas fo resta­ tamente normati vos que se han les se mantiene la fil osofia preservacio­ anali zado, ya sea de naturaleza legal nista y se establecen d os categorías como reglamentaria, la polí tica fo restal ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 específicas dentro del suelo rústi co; una ha uti li zado o tras vías institucionales dentro del s uelo rú stico ambiental, para establecer unas líneas de actuación denomi nada suelo de protección n atu­ que s irvan de referencia a la ac tu a~ ión ral, donde prima el mantenimiento de la de los Poderes Públi cos y que, al ti em­ zona forestal con carácter preferente po, sienten los principios de los fu turos sobre su aprovechamiento, y otra dentro instrumentos normativos. del bloque de suelo rústico económico En este ámb ito, cabe citar en primer ll amado sue lo rústico de p rotección lugar la denominada Estrategia Forestal forestal cuya finalidad es el manteni­ Española, que c onstituye una fi gura de mi ento de la masa forestal desde el carácter convencional suscrita por el punto de vista de su ap rovec hami ~nto Estado y las Comunidades Autónomas económico. A través de esta normati va, en el marco de la Conferencia Sectorial se ha conseguido dotar a los planes de Medio A mbiente de 17 de marzo de urbanísticos de i nstrumentos de protec­ 1999 y que plantea la consecución de los ción d e los bosques y, especialmente, sigui entes objeti vos: del pinar.

97 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR

a creación de una C onferencia En segundo lugar, y en l o que se Sectori al específica en materia refi ere a la aplicación d e la política forestal, así como de un órgano consul­ forestal en el marco de la Comunidad tivo bajo la denominación de Consejo Autónoma de Canarias, cabe destacar Superior de Montes. la reciente aprobación del Pl an Forestal La necesidad d e e laborar una Ley de Canarias por Acuerdo del Consejo estatal de Montes que sirva de normati­ de Gobiern o de la Comunidad en va básica de protección d el m edi o sesión de 25 de mayo de 1999. El obj e­ ambiente al amparo de lo establecido tivo del Plan Forestal de Canari as es la en el artícul o 149.1.23ª de la mejora del estado de la c ubierta fo res­ Constitución Española. tal d el archipiélago y, conjuntamente, La necesidad de incentivar y apoyar compatibilizar l a triple fu nción d e la fi nancieramente el aprovechamiento masa forestal: la ecológica, la económi­ sostenible de los montes privados. ca y la social. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

98 ....,.,. TENERIFE ENP LICs ZEPAs

Parque Nacional del Teide o

Parque Rura l de Anaga o o -~ Reserva Natural Especial del Bco. del Infierno o o I! +- Reserva Natural Especial del Chinyero o - 1 Reserva Natura l Especial de Las Palmas o o 1

1 Reserva Natural Integral de Pinoleris o o - Parque Natura l de la Corona Forestal o o o -~ - Paisaje Protegido de Las Lagunetas o o

Paisaje Protegido de Ifonche o - I! Paisaje Protegido de Campeche. Tigaiga y Ruíz o o o ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Paisaje Protegido de acantilados de La Culata (*)

Paisaje Protegido del Barranco de Erques o o - Paisaje Protegido de La Resbala o o Monumento Natural del Barranco de Fasni a y Güimar o o o - ~- Parque Rural de Teno o o Cueva del Viento Laderas de Chio o o - --- Barranco de las Hiedras - El Cedro

Barranco de lcor

Barranco Madre del Agua

TABLA 2. Espacios Naturales Protegidos, Lugares de Importancia Comunitaria y Zonas de Especial Protección para las Aves de Tenerife donde el pinar está presente, según la cartografía de Hábitats de Interés Comunitario con algunas modificaciones.

99 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR

'" --- -- ~-- - GRAN CANARIA ENP LICs ZEPAs

e Rural de Nublo ~ - - Reserva Natura l Integra l de Inagua o o

Parqu e Natura l de Ta rn ada ba o o t Parque Natural de Pilancones o o o

Paisaje Protegido de Las Cumbres o o

Monu mento N atural de Tauro o o o f-- -- f--- Monumento Natural Ri scos de Tijana o o

Paisaj e Protegido de Fataga o ~ - El Nublo II o - -- Arnurga o

TABLA 3. Espacios Natu rales Protegidos, Lugares de Importancia Comunitaria y Zonas de Especial Protección para las Aves de Gran Ca naria donde el pinar está presente, según la cartografía de Hábitats de Interés Comunitario con algunas modifi caciones. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

100 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR

LA PALMA ENP LICs ZEPAs

Pa rq ue Nacional de La Caldera de Taburit:nte o o o

Parque Natural de Las Nieves o o

Pnrquc Na tu ra l de Cumbre Vieja o o Paisaje Protegido del Barranco de Las Angustias o o Pa isaje Proteg ido de Ta man ca o o Rc scn·a Natural Integral del Pinar de Garalia o o o

Pai saje Protegido de El Tablado o o ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Siti o de lntcrCs Cicntílico del Barranco del Agua o o Ilarlo,·c nto. Garati:1 y E l Paso (parcialmcnh: d..:ntro die' un ENP) o

El Paso y S<1nta C ruz de La Palma o Sa nta Cruz de La Palma o Sabinar de La Galga o Monte Ve rde de Don Pedro y Juan Adali o Ga llegos y Franceses o Monte Ve rde de Lomo Grande o Bnrranco Seco - Barranco del Ag ua o Breña Alta o Sabinar de Puntal lana o

TABLA 4. Espacios Naturales, Lugares de Importancia Comunitaria y Zonas de Especial Protección para las Aves de La Palma donde el pinar esta presente, según la ca rtografia de Habitats de Interés Comunitario con algunas modificaciones.

101 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR

EL HIERRO ENP LICs ZEPAs

Monumento Natural de Las Playas

Parque Rura l de Frontera

ntejis (*) o Paisaje Protegid o de------Ve Reserva Natural Integral de Mencáfete (*)

TABLA 5. Espacios Naturales, Lugares de Importancia Comunitaria y Zonas de Especial Protección para las Aves de El Hierro donde el pinar está presente según la cartografía de Hábitats de Interés Comunitario con algunas modificaciones.

1. La Zepa recibe el nombre de Hierro 2. La Zepa recibe el nombre de Garoé (*) Pinar foráneo o de carácter res idual.

LA GOMERA ENP LICs ZEPAs

Parque Nacional del Majona --- - Parque Natural de Ga raj onay o o

Re serva Natural Integral de Benchijigua o o

Monu mento Natural de L os Roques o

Pa isaje Protegido de Orone o o

Monumento Natural de Los Órganos o o ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

Monumento Natural del L omo del Ca rretón o

Reserva Natural Integral de Punta llana (*) o

Cuenca de Bcnchijigua - Güarimar

Tcsclinde - Cabecera de Valleherm oso

Montaña del Ce po

Laderas de Enchereda o Barranco de Charco Hondo o

TABLA 6. Espacios Naturales, Lugares de Importancia Comunitaria y Zonas de Especial Protección para las Aves de La Gomera donde el pinar está presente según la cartografía de Hábitats de Interés Comunitario con algunas modificaciones.

(*) Pinar foráneo o de carácter residual.

102 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR

--- Catálogo Directiva- 1 Especies Berna' Born' j Nacional Aves' Perdiz rnomna 1, m• Perdiz roja u 1• .. 1 Pico picapinos 1 ¡• p - Bulw chico 1 Palo ma bravía lI - - Paloma rabichc II s ¡• Tórtola común lI , Chocha perdiz II 1 11 ' Alcaraván lI 1 ¡• ¡ Gavilán 11 1 ¡• ------Rato nero - 1 - [ Cenúcalo \'ulgar lI 11 1 Alcaudón real - Chorn piquirroja II 1 1• - ~ Cuervo Petirrojo II 1 Mirlo común 11 - - - - 1 Herrerillo común II 1 Reyezuelo sencillo II 1 Mosquitero 11 1 irotada lI 1 Cum1ca cap - - - Curmca cabecinegra 11 1 inero 1 ~ta cam - - ' - 11 1 ¡• ' Pi nzón vulgar - Pinzón rnlgar de Tc nerife 11 V 1• 11 E Pinzón azul de Gran Canaria - Canaiio decillo 11 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 Ver - - Jilguero 11 1 -¡- 1 Verderón común 11 - ~·

Tabla 7. Aves nidificantes en los pinares ca nari os y estado de p rotección.

1. Convenio Internacional, de 19 de septiembre de 1979, de conservación de la vida sil vestre y e l medio natural en Europa. Ratificado por España el 13 de mayo de 1986. Anexo 11 : Especies de fa un a estri ctamen­ te protegida. 2. Convenio Internacional, de 23 de junio de 1979, sobre la conservación de especies migratori as de a ni ­ males silvestres. Ratificado por España el 12 de fe brero de 1985. Anexo 11 : Especies mi gratorias que deben ser objeto de acuerdos internacionales para su conservación. 3. Directiva 79/409 del Consejo de la CEE, de 2 de abril de 1979, relativa a la conservación de las aves sil­ vestres. Anexo 1: Especies que serán objeto de medi das de conservación especiales en cuanto a su hábitat, con el fin de asegurar su supervivencia y su reproducción en su área de distribución. * 1 subespecie herreii a 4. Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo, por el que se regula e l Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Modificado en la Orden de 9 de j uli o de 1998, por la que se incluyen algun as especies y otras cambian de categoría. E: En peligro de extinción. S: Especies y subespecies sensi bl es a la a lteración de s u hábitat. V: Especies y s ubespecies vulnerables. 1: Especies y subespecies de interés especia l. *La Directi va 91 /244/CEE de 6 de marzo de 1991 sustituye los anexos 1y 111 de la Directi va 79/409

103 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR - ---

Catálogo Especies Nacional ~~~~~~~~~~~~~~~~~.....,""-"~~-+---~--.~~~---{ musarafüta (S1111cus em1scus) erizo mo nmo (A /1 e/erix algiru_s_) ___ lI JI orejudo cana rio (P/ecotus l -e 1-1e-, ,-,i/J'"". 7i"'"a-e ,.-) ------+-----"~----t--[] JI s murciélago de Made ira (Pipislrei/us 111 adere11sis) lI II V nóctulo peque fi o (Nyctah11s leisleri) 1 Il II murciélago de bosque (Barbaste/la barbasrellus) 1 ¡¡ II -----+----+------+------< muflón (Ovis 111 usi111 011) Ill arrní (.--11111110lrag11s !ervia) gato (Pelis catus) rata (Rartus sp.) ratón (1\ !11s m11sc11 /11s) ------t- conejo (Oryc1agus c11nic11/11s)

Ta bla 8. Mamíferos de los pin ares cana ri os y estado de protecció n l. Convenio Internacional, de 19 de septiembre de 1979, de conservación de la vi da silvestre y e l medi o natural en Europa. Rati fi cado por España el 13 de mayo de 1986. Anexo 11 : Especies de fa un a estri ctamen­ te protegida. Anexo 111: Especies de fa una protegida

2. Directiva 92/43/ CEE del Consejo, de 2 1 de mayo, relativa a la conservación de los hábitats natu ra les y de la fauna y flora si lvestres. Transposición a la normati va española: Real D EC RETO 1997/1995, de 7 de diciembre; Modificado por el Rea l Decreto l 193/1998, de 12 de junio. Anexo 11 : Especies de interés comu­ nitario que requieren protección estricta.

3. Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo, por el que se regul a el Catálogo Naciona l de Especies Amenazadas. Modificado en la Orden de 9 de j uli o de 1998, por la que se incluyen algunas especies y otras cambian de categoría. E: En pel igro de extinc ión. S: Especies y s ubespecies sensibles a la alteración de su hábitat. V: Especies y subespecies vu lnerables. 1: Especies y s ubespecies de in terés es pecial. ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

104 PROTECCIÓN LEGAL DEL PINAR

Restado de protección Catálogo R. D. Taxones Nacional 1997/1995' Orden 1991' ~~~-1 Aeo1tiu_n_1 _s_n~1i~tl~1Íl~. ~~~~~~~~--.~ End. T ,J nagrys /al/folia End. C E 1•, IV Argyra11the11111111 vi11cenlii E11d. T s Barlio 111ellesicsiano End. T E Bystropogon plu111 os 11 s End. C s ll Cerosti11111 svemii End. e s 11 Ce1erac/1 a11re11m VOi'. parvifoliw11 End. M s ll Cicer canariensis End. C V Cis111 s asbaeckiaefoli11 s End. T s Convo/vulus perraudieri End. e s ll C/1eilanlhes 111ara11lae ssp. End. M lE ll subcordma vm'. .Si1bcorda1a Cheirolop/111s 111 etlesicsii _¡__ End. T E nia go11zaleii End T IE ll Descurai t ---·------+------! Descurainia lemsii End T Echiu111 0 11 os111i}o/i11111 End GC Greenovia aizoon End. T s ll Helim11he1111111 bys1ropogophylhw11 End. GC E Helio11t/1e1111111 !naguae -¡End. GC E Helim1lhe1111111 li111ii End. P He/ia111he1111111 lholifor111 e t End. GC /soplexis isabel/iana t End. GC E J1111iper11s cedrus ~ End. M l\w1keliella retamoides End. T s lac/11cosodr11111 11 •ebbi End. P lo111s holosericlus End. GC ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015 lotus pyranlhus ¡_ End. P E lo111s herthelotii End. T E lI J\Iicro111 eria pi11eole11 s End. P Perical/is 11111/tij/oro End. T s lI Pterocephalus porphyranthus End. P Si/ene bert/1 elotim10 End . e s lI Sonc/111s ca11arie11sis End. e ll Tmwce/11111 p1ar111ic!flo_r_11_11_1______,,.__ E_nd_._GC_-+-- Teli 11e sp/e11dens End. P

TABLA 9. Estado de conservación y protección de la flora vascular presentes en los pinares canarios

1. Endemicidad. C: Canarias; M: Maca ronesia; T: Ten erife; GC: Gran Canaria. P: La Palma 2. Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. E: en pel igro de ex tinción. 3. Real Decreto 1997/ 1995 por el que se establecen m edidas para contribuir a garanti zar la biodive rsidad mediante la conservación de los hábitats naturales y de la fa un a y fl ora sil vestres. 11 y l V: anexos 11 y IV Con asterisco se indican las especies que son prioritarias. 4. Orden de 20 de febrero de 1991 , sobre Protección de Especies de la Flora Vascu lar Sil vestre de la Comunidad Autónoma de Canarias. 1y 11 : anexos 1y 11 (se excluye n las especies de l anexo 111).

105 -'<'!•--•-- ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

Superficie de pinares de La Palma amparados por espacios Natura les Protegidos (arriba) y Lugares de Importancia Comunitarios. Basado en la cartog rafía de Hábitats de Interés Comunitario de la Viceconsejería de Medio Ambiente (Gobierno de Canari as). Algunas manchas de pinar no aparecen refl ejadas en los mapas, lo que debe interpretarse sólo como ejemplo il us­ trativo de pinares protegidos por distintas figuras legales. Elaboración: Sixto Cossi.

106 ~ Espacios Naturales Protegidos - Pino canario ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

~ LI C s - Pino canario

Superficie de pinares de Tenerife amparados por espacios Naturales Protegidos (arriba ) y Lugares de Importancia Comunitari os. Basado en la ca rtografí a de Hábitats de Interés Comunitario de la Viceconsejeria de Medio Ambiente (Gobiern o de Canarias).

107 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

::::% LI CB - Pino canario

Superficie de pi nares de Gran Ca nari a amparados por espacios Naturales Protegidos (arriba) y Lugares de Importancia Comunitarios. Basado en la cartografía de Hábitats de Interés Comunitario de la Viceconsejería de Medio Ambi ente (Gobierno de Ca narias ).

108 !;88 Espacios Naturales Protegidos - Pino canario ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

;22! LICs - Pino canario

Superficie de pinares de El Hierro amparados por espacios Naturales Protegidos (arriba) y Lugares de Importancia Comunitarios. Basado en la cartografía de Hábitats de Interés Comunitario de la Viceconsejería de Medio Ambiente (Gobiern o de Canarias).

!09 ©Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2015

~ LICs . - Pioocanano

ios Naturales Protegidos (a rriba)_y Superficie de p.ina res de La Go.m e.r a amBparadosasado e pon r laespa cartograc fi a de. Hábitats de lnteres Lugares de Importancia Ambiente (Gobierno de Ca nanas). Comunitario de la ViceconseCo~ieriau~t ea ~:di o

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