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Nosferatu. Revista de cine (Donostia Kultura)

Título: Lee Van Cleef

Autor/es: Rege, Philippe

Citar como: Rege, P. (2002). Lee Van Cleef. Nosferatu. Revista de cine. (41):211-219.

Documento descargado de: http://hdl.handle.net/10251/41313

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Entidades colaboradoras:

Oro sangriento

Un artista solitario con los ojos del Óitgel caído n 1966, pidi ó a Serg io Leone que le proyectase e l IA)e 1án Clet:(ht~nrren mwlako aktun• ,1'/1/IU'rt zen.film principio de La muer­ mn t•rikarrl'lan. t•lrt bere ibilbidea berrof:!,'ei urte hl'slerik e:: zituenewt te tenía un precio/Per qualche dollaro in piti (Serg io Leone, elm zen nolabait. alko/(()/úmnak cmginda. 1J ala ela guzth ere, 1965): "Me advirtió que sólo ve­ Per qua/che do/faro in piii F:umpakojilmwt egin :::111!11 poperari ría las dos primeras bobinas", cuenta Leone, "pero se quedó esker i:::ar IJfhurlu z.en, batez ere spaghrtti-wr str i'IHII"l'll/)([rnton. hasta el final. Luego mladió: 'Lo que más me asombra es ver a un fi gurante que en mis películas se PhHippe Rige ha pasado la vida trayéndome los

NOS FERATU 41·421.1JIJI···· El desafio de los siete magníficos j o para ayudar a su patrón Will Kane/ en Solo ante el peligro (Hig!J Noon, 1952), un westem que debía dirigir Fred Z in­ nemann. ¿Aceptaría Lee operarse la nariz para debutar en la gran pantalla? La pregunta enfurece al actor, que se enfada con Kramer, aun sabiendo que puede dejar es­ capar una oportunidad única. Ve inticuatro horas más tarde, una nueva llamada de Kramer acaba con las preocupaciones de Van Cleef. El futuro director de Fugiti­ vos (T!J e Defiant Ones; , 1958) le propone esta vez el papel de Jack Colby, uno de los cuatro asesinos que quieren matar a Wi ll Kane (fmalmente, el papel de Harvey Pell será interpretado por Lloyd Bridges).

Su interpretación casi muda de Jack Colby le encasilló casi de in­ cigarros, y ver que aquí interpreta principio se mostraba indiferente mediato a interpretar papeles de un papel que parece escrito para ante este tipo de cumplidos, acaba "chico malo". Sin embargo, aun­ mí. i Y enc ima lo hace incluso por acompaflar a tU1 ami go a Clin­ que nunca era el jefe de la banda, mejor que lo habría hecho yo! '". ton, una pequella ciudad de Nue­ a menudo es el más visible. Aun­ (S imsolo, N o el: Con versations va Jersey sede de varias pequeflas que esté en segundo p lano, Van avec . Stock Ciné­ compaflías teatrales. Después de C leef es el malo que capta la aten­ ma. 1987). dudarlo un poco, se presenta a ción del espectador. Su gran altu­ una prueba y consigue el papel de ra ( 1,90 m), su nariz aguil eña, su El figurante que había suscitado la George en la obra Our Town. En cara de zorro con expresión a l admiración de Lancaster ya tenía la segunda obra que interpretó, El mismo tiempo inteligente y cruel, un nombre para el gran público: diablo dijo no, en la que encarna su mirada penetrante e irónica son Lee Van Cleef al boxeador Joe Pendleton, su di­ características que le distinguen de rector le anima a que vaya a Nue­ los otros villanos de Hollywood, y De origen hola ndés, Lee Van va York para seguir un curso de dejan una profunda huella en el C leef nace e l 9 de febrero de teatro. Aunque no piensa conver­ público. "Van Cleef era un malo 1925 en el seno de una comuni­ tirse en actor a tiempo completo, formidable de cine", explica John dad granjera de Sommerville, en Van C leef se deja convencer y Dulaney, que fue su compañero N ueva Jersey. En la marina, pasa pronto se encue ntra perdido en de repatto en Texas 1870 (E /or­ la guerra a bordo de un caza-sub­ medio de quinientos aspirantes en nato Sabata, !Jai c!Jiuso tm 'altra marinos en e l Caribe y en el Medi­ la audic ión para la obra Escala en volta!, 197 1), de F rank Kramer/ terráneo, antes de servir en los Hawaii, en la que Gianfranco Parolini; "penetraba mares de China en un dragami­ interpreta el papel principal. Aquel en tu al111a, acechaba co111o 11110 nas. día de 1950, en e l escenario del víbora y daba la i111presión de te­ Alvin Theater, Lee gana los galo­ ner un poder sobre!Ju/1/ano para Al retomar la vida civil, Van Cleef nes de actor profesional, a l ser 111atar; sus ojos de reptil se adue­ vuelve a Somme rv ille, do nde contratado para una gira de quin­ ¡/aban de tu destino". presta sus servicios en diferentes ce meses, por el director y coau­ granjas del vecindario, estudia tor de la obra, Joshua Logan. Van Cleef, que durante diez años mecáni ca en una fábrica e incluso se ve limitado a papeles de esbi­ aprende algo de contabilidad. De El productor y director Stanley rros sanguinarios, de indios hosti­ vez en cuando, un colega o un Kramer se fija en Van Cleef en les (Yellow Tomahawk, Lesley am igo le dice que con su físico escena, y le propone el papel de Selander, 1954) y de asiáticos sin de be ría intentar hacer carrera Harvey Pell , e l s!Jeriff adj unto piedad (El conquistador d e Mon­ como actor. Van C leef, que al poco decidido a arriesgar el pell e- go lía -Tit e Conqueror; Dic k

NOSFERATU 41-42 Powell , 1956- y, sobre todo, Chi­ del héroe. Desde que comprendí alcohol provoca el accidente que na Gate (Sam Fuller, 1957), en la las triquil/uelas de este oficio, lo le destroza la rodilla en 1959. Los que interpreta por primera vez cual sólo me llevó una o dos pelí­ médicos le anuncian que no podrá uno de los papeles principales de culas, intenté descubrir 1111a di­ volver a montar a caballo. Enton­ una película, el del mayor viet­ mensión diferente y encontmr 11110 ces empieza un largo periodo de cong Cham), intenta escapar al faceta simpática en cada perso­ rehabilitación, durante el cual Van estereotipo humanizando sus per­ naje que he interpretado. Con o Cleef se dedica a la pintura, y se sonajes: "Hay algo que es impor­ sin m zón, he actuado así todos enamora de su enfermera, con la tante saber cuando interpretas al estos mios. Esto te permite hacer cual se casa en 1960. malo, y es que no debes dar al algo diferente. A veces no lo con­ público la impresión de que tu sigues, pero, si lo intentas. ayuda De 196 1 a 1965, Lee se gana la personaje es invencible. Esto es mucho" (entrevista con William vida pintando marinas y paisajes, y lo que he intentado hacer en cada Horner: Badal the Bijou. 1979). se hace también decorador de inte­ dichosa película. No quiero ser riores. Aunque el cine le aburre, completamente invencible, porque Por desgracia, Lee Van Cleef no sigue apareciendo esporádicamente no pienso que esto sea humano. se cruzó con muchos cineastas como estrella invitada en varias ( .. .) Lo que busco en cada pelícu­ interesados en explotar sus cuali­ exitosas series televisivas de la la es un momento en el que poder dades como actor. Cansado de época, como Rawhide. De esta ganarme la simpatía -no la pie­ ser sólo una "cara", y consciente forma, Van Cleef conoce a Clint dad, sino la simpatía- de los es­ de que no progresaba en su ofi­ Eastwood, que acaba de terminar pectadores, para que se sientan cio, se hunde en la amargura y el el rodaje Por un puñado de dóla• de mi lado tanto como del lado alcoholismo. Su debilidad por el res, película de la que no espera gran cosa, y vuelve a encontrarse con su cómplice de Solo ante el Lee Van Cleef peligro, Sheb Wooley.

PAODUCCION Contra todo pronóstico, Por un Aubrey Schenck puñado de dólares supone un ~ éxito de taquilla en Europa y ayu­ da a codificar un género que pronto va a levantar pasiones en el mundo entero: el all'ita­ liana. Leone, así, se prepara para rodar su segundo western, La muerte tenía un precio. Vuelve a ll amar a y a Gian Maria Volonté, e intenta ob­ tener a para interpre­ tar el papel del coronel Mortimer: "Tenía el visto bueno de su re­ presentante, pero, tres días antes del comienzo del rodaje, me avi­ saron de que lvfarvin desistía", declara Sergio Leone a Noel Sim­ solo. "Acababa de ser contrata­ do como protagonista de La in­ genua explosiva (Ca t Ballou; Elliot Silverstein, 1965). Me puse como un loco. Tomé el avión para Hollywood Durante las once horas de vuelo estu ve hojeando el Academy Players, que contiene las fotos de todos los actores estadounidenses. Me paré en el rostro de Lee Van Cleef Me acordaba de él en E l vengador sin piedad (Bravados; HeiiiJ' King, 1958) y, sobre todo,

NOSFERATU 41-42 1flfl····· en Solo ante el peligro. Parecía Una vez finali zada la inolvidable provocado su acc10n. En el an­ 1111 peluquero del sur de /tafia, secuencia pre-créditos, La muer­ dén, el revi sor comienza a rega­ pero también tenía la nariz agui­ te tenía un precio muestra una ñarle. Basta una mirada para mos­ leJ/a y los ojos de Van Gogh. No Biblia en primer plano. El hombre trar la determinación del personaje sabía qué aspecto tendría en que se esconde detrás del Libro magnífi camente interpretado por aquel entonces. A 1 llegar al ae­ Sagrado es el coronel Mortimer. Lee Van Cleef, y el revisor (al ropuerto, pedí que le buscaran. Sentado en un vagón de tren, qui­ igual que el espectador) se da Nadie sabía lo que había sido de zá esté meditando la frase "ojo cuenta de que uno sólo puede él. Al cabo de dos días de bús­ por ojo, diente por diente" cuan­ oponerse a un hombre así jugán­ queda, su antiguo agente me do el revisor le pide su billete. dose el pellejo. confesó que Van Cleef había pa­ "¿ Estamos cerca de Tucumcari? ", sado tres mios en un hospital. pregunta Mortimer, interrumpien­ Lee Van Cleef, a quien Jolm Ford (. . .) Había abandonado el cine do su lechtra. "Vamos a llegar en hab{a dado por muerto en Shinbo­ para dedicarse a la pintura. Vi­ wws minutos", responde el revi­ ne, acaba de resucitar en Tucum­ vía muy mal, sumido en la peor sor. Confundido por la vestimenta cari gracias a Sergio Leone. El de las miserias. Pedí al agente austera y la Biblia de Mortimer, su que fuera presa de tantos justicie­ que me concertara una cita con vecino se dirige a él respetuosa­ ros de Hollywood se ha reencar­ él lo antes posible. Tenía que mente llamándole "reverendo", y nado en un cazador de recompen­ irme al día siguiente. Unas horas le indica que no hay parada en sas. En una sola escena, el perso­ antes de volver a tomar el avión, Tucumcari. Entonces la Biblia naje de Mortimer queda definido. Van Cleef vino con su agente. desciende dejando ver el rostro El rostro prematuramente enveje­ Me esperaban en el hall del ho­ enérgico y los ojos aguileños del cido del actor (Van Cleef sólo ti e­ tel. Le vi al bajar las escaleras. misterioso viajero. Mortimer fuma ne cuarenta años por aquel enton­ Llevaba un viejo abrigo muy su­ en pipa y clava la mirada en su ces, pero es perfectamente creí­ cio. Tenía el pelo corto y canoso. interlocutor, que en ese momento ble en el papel de un hombre de Era la encamación exacta de mi comprende que el hábito no hace cincuenta años que debe interpre­ personaje. (. ..) Firmamos el con­ al monje. "Este tren parará en tar), su elegante silueta y su laco­ trato enseguida: quince mil dóla• Tucumcari", afirma Mortimer, nismo dicen más sobre el pasado res por toda la película. Y nos lo que se pone en pie tranquilamente doloroso, la naturaleza atormenta­ llevamos al aeropuerto. (. ..) Era y tira de la señal de alarma. El da y la fhe1te personalidad de Mor­ un hombre sensible e inteligente. tren frena bruscamente. Tirando timer que docenas de diálogos. Leyó el guión en el avión y me de su caball o, el coronel Mortimer dijo sonriente: ' ¡Es shakespea­ baja del vagón sin preocuparse lo Consciente del impacto que po­ ri ano!"' (Noi:H Simsolo: Op. cit.). más mínimo del revuelo que ha día tener en el público un perso­ naje taciturno, Van Cleef declaró a William Horner: "En muchas de estas películas europeas, yo mis­ mo retocaba mi propio diálogo para adaptarlo a mi manera de hablar y mi personalidad. Nunca he modificado las ideas, simple­ mente he elegido mi mejor mane­ ra de expresarlas. Algunas veces incluso he suprimido algunas de mis réplicas. La mayoría de los actores piden más réplicas: creen que cuantas más tengan. mejor quedarán. ¡Tonterías! A veces preferiría utilizar sólo mis ojos y mi cara" (William H orner: Op. cit.).

Aunque no confía en absoluto en sus homó logos, Mortimer se asocia con otro cazador de re­ compensas, Manco (Ciint East­ wood), para acorralar y e liminar a la banda del Indio (Gian Maria La muerte tenía un precio

NOSFERATU 4 1·42 PI A,.,. ..,, uf • Ct Aunque la antipatía que inspira Sentencia es innegable, el perso­ SERGIO LEONE naj e tiene algunos parecidos con Jote Mortimer: es su reverso. L a CLINT EASTWOOD muerte es su oficio; su conciencia se llama "dólar". Sin embargo, los LE O dos hombres comparten ese gusto por el trabajo bien hecho que, LA BROTE desde entonces, se volverá a re­ petir en varios personajes inter­ LE TRUA D pretados por Van Cleef. También '"" se parecen en su desprecio por la LEE VAN CLEEF humanidad, su impasibilidad y, Al DO GIUFfRE sobre todo, su soledad: "En todas lflll Plllilll .... 1111•111 las interpretaciones de Van Cleef IUI Plllll Cl.UIIO IUI("•lll JIU Ull ~ l 11111 lOIUIU se puede apreciar el mismo arte 11111'1 CIUU 111111 ICIIC•Jill 11"11 llllllllll H llll U ll de crear, en sí y alrededor de sí ..... MARIO BREGA mismo, la pesada atmósfera de soledad r¡ue inevitablemente ge­ nera ese desprecio de la muerte, esa incapacidad de tener miedo". (Lhassa, Gian: Seul au monde Ul IC II"tll tt(IU I TII CI 0/1\Idlllll U ..l --··-.. dans le westem italien: des 11om­ SERGIO_.. LEONE mes seuls, Vol. 2. Éditions Grand Angle. Mariembourg, Bélgica). IUII l tiiiCOil ll t .-t ut lt111( U 1 ...... E l bueno, el feo y el malo es UIUII UI~ I UI,.. , ti 1 una sustanciosa búsqueda del te­ soro, ubicada en plena guerra de secesión y dominada por Tuco, el feo del título. El extraordinario trabajo de eclipsa las excelentes interpretaciones de Eastwood y Van Cleef (este últi­ mo sólo aparece en algunas esce­ nas esenciales). El antiguo villano de Los siete magníficos (The Volonté). A pesar de su carisma logía con Clint Eastwood, El bue­ lvlagniflcent Seven; , y de su excelente interpretación, no, el feo y el malo (// buono, il 1960) es un temible ladrón de es­ Eastwood no logra hacer olvidar brullo, il caflivo , I 966). Lee Van cenas y, cuando está en pantalla, que el personaje de Mortimer es C leef también partic ipa en la acapara toda la atención del es­ el eje de la hi storia. El aura de aventura interpretando a Senten­ pectador, haciendo de Tuco la mi sterio que rodea al coronel, la cia, el villano. verdadera estrella de la película. ambigüedad que Van Cleef con­ fi ere a su personaje y las razones "A 1 principio pensé en Charles "Recuerdo a Lee Van Cleef con secretas que motivan sus actos Bronson para este papel", re­ mucha admiración y respeto", de­ cautivan la atención del especta­ cuerda Sergio Leone. "Aparte de clara hoy E li Wallach. "Era un ex­ dor. La simpatía del públi co será Clint Eastwood, no quería recu­ celente actor y su interpretación definitivamente para Mortimer rrir a ninguno de los actores de en El bueno, el feo y el malo fue cuando se descubra que no era el las películas anteriores. Luego de gran importancia para la pelí­ dinero lo que motivaba al viejo me dije r¡ue Lee Van Cleef aca­ cula. Fue 1111 placer rodar cada caza-recompensas, sino la volun­ baba de inte1pretar un papel ro­ una de las escenas con Lee. Su tad de vengar a su hermana vio­ mántico en La muerte tenía 1111 trabajo era preciso, claro y con­ lada por el criminal Indio. precio. No me disgustaba la idea centrado. Trabajamos muy duro de hacerle interpretar 1111 p erso­ en esa película, y Lee siempre es­ Un año después de La muerte naje opuesto, y así lo hice com­ taba atento y disponible. Era mi tenía un precio, Sergio Leone pletamente antipático" (No el Si­ primera película italiana. Lee f ue rueda la tercera entrega de su tri- msolo: Op. cit.). para mí a la vez 1111 mentor, un

NOS FERATU 41-42 guía y 1111 amigo. Todavía le echo un solitario que desconfía tanto lio Petroni en 1967, Van Cleef de menos". de las mujeres como de los hom­ tiene la lucidez de los malditos. bres. S in embargo, no es infalible Interpreta el papel de Ryan, un Estos dos westems de Leone han y no siempre anticipa las malas delincuente que ha asistido (sin hecho de Van Cleef una estrella pasadas que le juega el taimado participar) a la masacre de la fa­ en Europa. Ahora el actor tiene "Cuchillo". De esta manera, el milia del joven Bill, que entonces acceso a p apeles infinitamente peón consigue convencer a Cor­ tiene cinco años. Mientras que más consistentes que los que le bett de que le ha mordido una ser­ sus cómplices (interpretados por daban en Hollywood, y parece ha­ piente mientras que sólo se ha Anthony Dawson, Luigi Pistilli, ber terminado con los personajes pinchado con la espina de un cac­ José Torres y Mario Brega) in­ esquemáticos de sus principios. tus. Seguro de que va a morir, el cendian la casa en la que se ha Poco después del final del rodaje cazador de recompensas expresa producido el drama para borrar de El bueno, el feo y el malo, un verdadero desconcierto que cualquier pista de sus actos, Van Cleef fue contratado por el toca el corazón del espectador. Ryan logra salvar a Bill de las lla­ director y el pro­ Por primera vez en su carrera, mas. Abandona al niño a su suer­ ductor Alberto Grimaldi para in­ Van Cleef interpreta un personaje te y, traicionado por sus cómpli• terpretar el papel de J onathan que evoluciona psicológica y hu­ ces, es encarcelado durante cin­ Corbett, un cazador de recomptm­ manamente. El Jonathan Corbett co años. Una vez en libertad, sas tentado por la can·era política, del principio de la película es un Ryan busca venganza, y cuando en El halcón y la presa/La resa policía ambicioso. Desde luego, se encuentra con Bill, que ya es dei conti (1967). Sergio Sollima se encarga de eliminar a la chus­ adulto (), se declaró a Claude Le Dü: "La idea ma de Texas y quiere servir a su convierte en mentor del joven. básica descansaba en ese enfren­ país convirtiéndose en senador. Por primera vez, Van Cleef ex­ tamiento, esa caza del hombre en­ Es innegable que tiene una con­ presa su pena por no tener fami­ tre un cazador de recompensas ciencia. No se duda de su probi­ lia: "Me habría gustado tener un clásico, un profesional equipado, dad, pero por un momento se hijo como tú ", le dice a Bill, casi infalible, y un peón que sólo teme que sus ambiciones políticas "porque un día de estos me ma­ cuenta con la astucia para com­ lo cieguen. Sin embargo, desde el tarán sin más". ¿Qué posteridad batir." (CZZ, n° 33). momento en que se convence de puede haber para los despera­ la inocencia del peón, Corbett se dos?. Ryan y Bill acaban con los A la manera del coronel Mortimer pone del lado de "Cuchillo" y no asesinos, y pronto se encuentran y de Sentencia, Corbett es un duda en matar a su patrón. cara a cara. Ryan sabe que tiene profesional con una determina­ que expiar su culpa. No carga su ción perfecta, habla poco y sus En De hombre a hombre (Da revólver. Bill no puede matar a su gestos son precisos. También es uomo a uomo ), dirigida por G iu- padre, otros lo han hecho por él. Ryan vivirá, pero los caminos de ambos se separan.

Gracias a la labor del director de fotog¡·afía, Cario Carlini (también responsable de la fotografía en El halcón y la presa), el rostro de Van Cleef destaca extraordinaria­ mente. El estupendo operador de­ claró a Gian Lhassa: "La cara que tenía en aquella época y su edad lo hacían totalmente fotogénico. Leone fue el primero en utilizar a Van Cleef en Italia: 110 podía desperdiciar la riqueza fotogénica del actor. ( .. .) En cuanto tomé un primer plano de prueba de Van Clee.f, me di cuenta de todo lo que podía aprovechar de él (y aún más). Trabajar con rostros como el suyo era prácticamente como modelar una escultura" (Lhassa, Gian: Op. cit.). De hombre a hombre Oro sa ngriento "Primer punto: no suplicar nunca a 1111 hombre. Segundo punto: no fiarse de nadie. Tercer punto: nunca colocarse entre el caiión de 1111 revólver y su objetivo. Cuarto punto: matar siempre al enemigo, si 110 quieres que un día te mate él". Éstos son los cuatro manda­ mi entos que enseila el viejo pisto­ lero Frank Talby (Lee Van Cleet) al huérfa no despreciado por to­ dos, Scott Mary (Giuliano Gem­ ma). Talby fo rma y man ipula al j oven marg inado, explotando su sed de venganza social para domi­ nar a la ciudad. El discípulo se­ guirá al pie de la letra los consejos del maestro y acabará matándolo al final de E l día de la ira (! gior­ ni deff'ira, 1967), un gran wes­ tem de Tanino Valerii.

Ayudante de Sergio Leone en La muerte tenía un precio, Valerii , por tanto, conocía bien a Van se convierte en el brazo armado fuso y una puesta en escena caó• Cleef: "La sobriedad de su inter­ de la ley. El film se deja ver, pero tica que, s in embargo, resulta pretación tanto como su aspecto no alcanza el nivel de calidad de agradable de ver. A l principio de de noble europeo de antaiio, su los cuatro westems anteriores. la película, Sabata se gana la vida rostro triangular y huesudo, su como tirador de primera en un cabello escaso y en desorden en­ En 1969, Lee Van Cleef es con­ circo, y se puede establecer un seguida me convencieron de con­ tratado por Gianfranco Parolini/ paralelismo entre el trato humi­ fiarle el papel de Ta fby. Como Frank Kramer y A lbe1to Grimaldi llante que recibe el personaje (el hombre y como actor, Lee era para Oro sangriento (Ehi amico! justiciero diabólico de la primera adorable: serio, preparado, em­ C'e Sabata, hai chiuso!), donde película se convierte, en la segun­ papado del papel que se fe con­ interpreta al misterioso y diabólico da, en una atracción de feria) y el fiaba. En resumen, era un actor Sabata, un cazador de recompen­ que pronto se va a infri ngir al formado según fa vieja escuela de sas que actúa en una pequeña ciu­ western afl 'italiana y a uno de Hollywood, donde se sanciona el dad de Texas dominada por una sus más fieles servidores: Lee 111 ín imo error". banda de próceres deshonestos. Van Cleef. Aunque Sabata comparte la ambi­ En Más allá de la ley (Al di /á güedad, la determinación y la as­ En 1970 Van Cleef protagonizó del/a fegge; Giorg io Stegani , tucia del coronel Mortimer, sus también dos westems americanos. 1968), Van Cleef interpreta a Cu­ motivaciones son diferentes. Ves­ El primero, E l Cóndor (El Con­ dilip, un truhán lastimoso que vive tido de negro de arriba abajo y dar), rodado en España por Jolm de los pequeños botin es obtenidos despiadado, sus enemi gos lo ven Guillermin y producido por André con sus dos cómplices (uno de como un demonio. Con ese perso­ De Toth, le permite dar vida a un los cuales es un predicador inter­ naje casi sobrenatural e invencible, buscador de oro llamado Jaroo, pretado por Lionel Stander), sin cuya principal característica es la un patán cuya capacidad intelec­ utilizar nunca las armas. Cudilip ironía, Lee Van Cleef está muy le­ tual es más bien limitada, que se entabla amistad con una de sus jos de la humanidad de Mortimer y asocia con un prófugo interpreta­ víctimas, Novak, un joven que le de las dudas de Corbett. do por para hacerse propone aceptar el puesto de she­ con el oro escondido en la fortale­ ri.fl para luchar contra una banda En 1971, Parolini rodó un segun­ za mexicana de El Cóndor. Sim ­ de d elincuentes al mando de do film sobre el personaj e de Sa­ pático a pesar de sus malos mo­ Braken (Gordon Mitchell). Tras bata, Texas 1870, un verdadero dales, Jaroo morirá a manos de su dudarlo, el antiguo bandido, que circo del Oeste con prestidigita­ cómplice al final de la película. E l también tiene su conciencia, re­ dor, enanos y acróbatas incluidos; Cóndor, muy influenciada por el nuncia a la vida de malhechor y es una película con un guión con- westem italiano, es un honesto pa-

NOSFERATU 41-42 sati empo que no bastará para im­ do de haber matado al patriarca esposa (no quiero hablar de su poner a Lee Van Cleef como una del poderoso clan Samson. Ver­ vida privada, sino simplemente estrella de primera fila en los Es­ dadero ángel justiciero (el perso­ hacer hincapié en la voluntad de tados Unidos. naje recuerda al mismo ti empo a seguir su carrera y de emplearse Mortimer, Jonathan Corbett y Sa­ a fondo en su trabajo). En Gran El segundo westem americano ro­ bata), Clayton protegerá a New­ duelo al amanecer, Van Cleef dado en 1970 con Van Cleef fue land de los cazadores de recom­ estuvo fantástico como sheri ff dirig ido por el veterano Gordon pensas que quieren el pell ejo del que, Iras descubrir la verdad que Douglas . Van Cleef interpreta el fugitivo. La ambigüedad de los se escondía detrás de 1111 com­ papel de Travis, el propietario de personajes combinada con la hábil plot, infringía él mismo la ley un barco codiciado por una banda puesta en escena de Santi con­ para reparar una injusticia". de delincuentes que necesitan la vierte Gran duelo al amanecer embarcación para transportar su en uno de los pocos westem s ita­ Luego, siguiendo una moda que botín. A pesar de su correcta rea­ lianos logrados de los ai'ios 70. domina al cine italiano, Van Cleef lización, Los forajidos de Río comparte protagonismo con una B r avo (Barquero, 1970) cae "Conocí a Lee en 1966 cuando estrell a de Hong Kong, , pronto en el olvido. yo era ayudante de dirección de en un soja-westem titulado El !

A partir de entonces, los persona­ jes interpretados por Lee Van Cleef ya no tienen ninguna con­ sistencia. Primero, sucede a Yul Brynner y a George Kennedy en ~ el papel del jefe de los siete mer­ cenarios en la insignificante El PATRICH desafío de los siete magníficos (The Magnificent Seven Riele; D'D AL George McCowan, 1972). Des­ pués Giancarlo Santi le pennite re­ vivir su glorioso pasado mediante un westem bien hecho, Gran due­ lo al amanecer (JI grande due­ llo, 1972), en el que interpreta a Clayton, un sherifl que persigue a un joven, Philip Newland, acusa- •••••m•NOSFERATU 41-42 Margheriti. Este westem aúna tor­ geance, 1977), dirig ida por el una escena aprovechando la in­ pemente los ingredientes que pro­ americano Joe Manduke, Isaac, felpretación de sus compaiieros. piciaron el éxito de las películas un buscador de oro, interpretado Las escenas que compartió con de kung-fu y de l westem italiano. por Jim Brown, se alía con un fueron las más di­ Van Cleef da vida a un ladrón lla­ niiío cuya familia ha sido masa­ vertidas de dirigir. Elegí a Lee mado Dakota que entabla amistad crada por los forajidos que tam­ por su pasado como malo en la con un j oven chino que ha ido a bién han robado al minero negro. pantalla. lvfe parecía el Í11lé1prete los Estados Unidos para aclarar Lee Van Cleef interpreta el papel ideal pam el papel del miembro un misterio relacionado con im­ estereotipado del jefe de la banda, más tenaz de las fuerzas de lapo­ portantes sumas de dinero mal­ ll amado McCiain . En cuanto a la licía de los Estados Unidos. Mi versadas por su tío Wang. La so­ película de Parolini Seis balas, último recuerdo de Lee es también lución del enigma está tatuada, en una v e ngan za, una oración el más agmdable. Se trata de una forma de jeroglífico, en las nalgas (Diamante Lobo, 1977), nos cena en su casa. 1997: rescate en de cuatro jóvenes mujeres que fue­ ofrece dos Van Cleef por el pre­ Nueva York acababa de alcanzar ron las amantes del viejo chino. cio de tmo. En efecto, el actor un cierto éxito. Bebimos mucha interpreta a dos hermanos, en el cerveza y jugamos al billar. Lee En 1974, la Twentieth Century que será su último weslem. U no era 1111 apasionado coleccionista Fox decide aprovechar el filón de de ellos es cura, y es asesinado de armas de fuego, y pude admi­ la blaxploilalion produciendo un por el abominable forajido Cla­ rar varias de sus pistolas, todas weslem que reuniría a Jim Brown, yton (, cuya presen­ las c uales, según me advirtió Fred Williamson y Jim Kelly. Las cia es el único atractivo del fi lm); mientras yo las manipulaba, es/a­ tres estrellas negras, que acaban el otro es un tirador de primera ban cargadas. Supongo que había de triunfar en la película de Gor­ que no parará hasta vengar a su algo en Lee que le empujaba a don Parks Jr. Los demoledores hermano. inle1pretar su propio papel cine­ (TIIree lile Ha!'(/ Way, 1 974) , matográfico en la vida real". aceptan pero exigen ser dirigidos A mediados de los años 70, el por un director de color. La Fox westem italiano ha muerto, y el Fulminado por un ataque al cora­ se niega. Entonces Eric Bercovici, cine popular italiano no se siente zón en su domicilio de Oxnard, el productor y coguionista de la bien. De 1976 a 1989, Lee Van Cali fornia, Lee Van Cleef fue en­ película, propone contratar un ci­ Cleef aparece aún en cerca de terrado en Sad Hill el 14 de di­ neasta europeo, y consigue que diez películas de acción america­ ciembre de 1989. los actores y el estudio lleguen a nas e itali anas y en una serie de un acuerdo. se televisión, The Master (1983), encarga de dirigir este westem, en la que interpreta a un viejo NOTA bien realizado pero sin sorpresas. maestro de artes marciales. Su úl­ El autor desea expresar su agradeci­ El espectador dis fmta volviendo a tima gran película fue 1997: res­ miento a Joh n Cabrera, , ver algunos veteranos de Ho­ cate en N ueva Yorl< (Escape John Dulaney, Jack Elam, Bernard Gor­ llywood del género (Barry Sulli­ from New York, 1981), de John don, Gianfranco Parol ini, Giancarlo van, Harry Carey Jr., Dana An­ Carpenter. Dejemos que las pala­ Santi, Giorgio Stegani, Tanino Valerii y drews), que aportan una cierta bras del director de este clásico Eli Wallach. autenti cidad a este westem rodado moderno hagan las veces de con­ en las islas Canarias. Lee Van clusión: "Siempre lle sido un ad­ Cleef interpreta a Keeler, un caza­ mirador de Lee Van Cleef Desde dor de recompensas que quiere los mios 50, aprecié su trabajo. apoderarse de los 80.000 dólares Contraté a Lee en 1980 para el escoltados por Jim Brown y Fred papel de Bob Hauk en 1997: res­ Will iamson. Al no tener un perso­ cate en Nueva York. En aquel naje que defender y comprender momento de su carrera llacía pe­ que no es más que un monigote quelios papeles en películas de en esta hi storia, a Van Cleef no bajo presupuesto, como 1111 vehí• parece importarle mucho lo que culo para Clwck Norris, Duelo fi­ sucede. nal (fhe Octagon; Eric Karson, 1980). Lee fue muy cordial y en­ Más tarde, Lee Van Cleef aparece cantador durante nuestra relación en dos westems anodinos produci­ de trabajo. Siempre llegaba al dos por Menahem Golan y Yoram plató preparado y, como tantos Globus y rodados en Israel. En actores formados según la vieja Venganza sangrienta (Kid Ven- escuela, sabía cómo interpretar

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