Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017). ISSN: 1138-5952, edic. digital: 1988-799X

NUEVAS NOTICIAS DE MARIANO LAGASCA: ESTUDIOS UNIVERSITARIOS Y OTROS ESCRITOS

José María de JAIME LORÉN

Departamento de Farmacia. Facultad de Ciencias de la Salud. Universidad CEU Carde- nal Herrera. Edificio Seminario, s/n. 46113. Moncada (). [email protected]

RESUMEN: Se describe el hallazgo de los registros de las matriculaciones del célebre botánico aragonés Mariano Lagasca y Segura en los archivos de las univer- sidades de y de Valencia. También el descubrimiento de algunos textos suyos desconocidos o muy poco conocidos que hay que añadir a su bibliografía. Pa- labras clave: Mariano Lagasca, Universidad de Zaragoza, Universidad de Valencia, Antonio José Cavanilles, Real Jardín Botánico de , liberalismo.

ABSTRACT: Mariano Lagasca’s news: university studies and other wri- tings. There is described the finding of the enrolment records of the famous Arago- nese botanist Mariano Lagasca y Segura in the archives of the universities of Sara- gossa and of Valencia. Also the discovery of some unknown or very little known texts that it is necessary to add to his bibliography. Key words: Mariano Lagasca, University of Saragossa, University of Valencia, Antonio José Cavanilles, Royal Botanical Garden of Madrid, liberalism.

INTRODUCCIÓN de Zaragoza marchó a Valencia a prose- guir estudios en su universidad, asimismo En el detenido repaso realizado en los hemos consultado su archivo donde he- libros de matrículas de la Universidad de mos confirmado que allí se matriculó los Zaragoza, hemos estado atentos por si en- años 1796, 1797 y 1799, antes de partir tre los alumnos que pasaron por sus aulas definitivamente a Madrid, donde segura- entre 1646 y 1808 se encontraba algún mente culminó los estudios de Medicina. científico o autor importante. No nos pasó Por otra parte nos ha parecido conve- desapercibida la presencia de bastantes niente indagar un poco más en otros ar- procedentes de Encinacorba apellidados chivos como el Histórico Nacional, donde La Gasca o Lagasca, pues, al parecer, este hemos encontrado tres documentos intere- apellido era entonces allí bastante común. santes relativos a su persona. Uno corres- Y estábamos atentos, sabedores que el ponde a la causa jurídica que se promovió célebre botánico Mariano Lagasca Segura contra él y contra los demás diputados había estudiado en , Zaragoza, progresistas de las Cortes del Trienio Valencia y Madrid. Liberal. Otro a las disputas que mantuvo Efectivamente, como oportunamente con el Real Jardín Botánico de Madrid se registra en las actas de matrícula co- por la propiedad de unas muestras de rrespondientes, anotamos la presencia del arroces de Filipinas que le enviaba un naturalista zaragozano los años 1794 y amigo corresponsal suyo destinadas a la 1795 matriculado, respectivamente, en el Ceres Española. Por último, el nombra- primer curso de Teología y también en el miento como Comendador de la Orden primero de Medicina. Sabedores que des- americana de Isabel la Católica.

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Vista parcial de la estatua dedicada a Mariano Lagasca en el Real Jardín Botánico de Madrid, obra del escultor aragonés Ponciano Ponzano (1860). Asimismo hemos aprovechado para cientes que atienden a aspectos concretos hacer un repaso detenido a las principales de su vida o de su obra. Pasando por algu- hemerotecas digitales, buscando nuevas na singularidad como la que GANIVET informaciones sobre Mariano Lagasca, lo (1950) le dedica, que aparece escoltada por que nos ha permitido localizar algunos sendas citas, una sacada de las Actas taqui- artículos que suponemos nuevos para su gráficas de la sesión de la Academia Lenin producción bibliográfica. de Ciencias Agrícolas de la URSS, y otra La biografía de Mariano Lagasca Segu- del mismísimo José Stalin, además de la ra es desde hace tiempo bastante conocida, consabida loa al ministro soviético del con textos clásicos como los de CARREÑO ramo. Pues bien, a pesar de los ensayos (1840), YÁÑEZ (1842) o COLMEIRO (1858), biográficos que hasta ahora ha merecido, a los que hay que sumar los estudios re- nos ha parecido conveniente trazar una

73 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X Nuevas noticias sobre Mariano Lagasca breve semblanza biográfica, haciendo triculaciones de la universidad zaragoza- especial hincapié en las nuevas noticias na, seguramente porque en el verano de allegadas sobre el personaje. 1796 marcha a Valencia para continuar Indicar, por último, que de las dos allí los estudios de Medicina. modalidades con que frecuentemente apa- Por otra parte, es un hecho bien cono- rece el apellido del botánico de Encina- cido que durante la estancia zaragozana corba, preferimos utilizar la forma “La- compatibilizó los estudios universitarios, gasca”, más común en su época y más con los de Botánica y Química en las difundida posteriormente, que la de “La aulas de la Real Sociedad Económica Gasca”, pese a ser la que adoptaba en su Aragonesa de Amigos del País, que diri- firma nuestro botánico. gían Pedro Gregorio Echeandía y Francis- co Otano respectivamente. BORAO (1866) Primeros años recordará posteriormente la asistencia del joven Lagasca a las clases de Botánica de En cualquier caso, no está de más que Echeandía. recordemos que Mariano Lagasca Segura nació en la pequeña localidad zaragozana Universidad de Valencia de Encinacorba en 1776. Era hijo de Ra- món y de Manuela, labradores acomoda- Concluido el curso 1795-96 marcha dos con estudios, pues hemos encontrado Lagasca a Valencia, donde el 1 de octubre unas cuantas referencias familiares que de 1796 lo encontramos matriculado en la estudiaron en la Universidad de Zaragoza Universidad de Valencia en Química y en por aquella época. Botánica, donde tuvo como profesores Quisieron sus padres dedicarlo a la ca- respectivamente a Tomás Vilanova y a rrera eclesiástica y, al efecto, lo enviaron Vicente Alfonso Lorente (AUV, libro 9, fol. a estudiar a Tarragona bajo la dirección 289v). Tenía entonces 20 años, y en la ma- del canónigo Antonio Verdejo. Allí debió triculación aparecen las letras “M.R.”, in- cursar los estudios previos de Gramática y dicativas de que le fue aceptada la Matrí- los del bachillerato en Artes, y allí tam- cula y que fue Revistado o aprobado por bién debió conocer al químico y botánico sus catedráticos. A su vez (libro 156, fol. 30 catalán Antonio de Martí Franqués, amigo r, apartado de “Actos de medicina. Junio de personal de Verdejo, quien posiblemente [17]97”), se lee: “En 19 de junio defendió en orientara ya hacia el mundo del natura- el Teatro de la Universidad pro Cathedra Con- lismo la inclinación del joven Lagasca. clusiones públicas de Botánica D. Mariano Lagasca. Le presidió D. Vicente Alfonso Lo- Universidad de Zaragoza rente, catedrático temporal de Botánica”. El 1 de octubre de 1797 se matriculaba Marcha a finales de 1794 o comienzos de nuevo en Medicina, ahora con los doc- de 1795 a estudiar Teología a la Universi- tores Félix Miguel como catedrático per- dad de Zaragoza. Como llegó con el curso petuo, y Tomás Tatay sustituto de la tem- ya comenzado, tuvo que recibir una auto- poral. Aparecen ahora los signos “M.R” rización especial del rector Miguel del por dos veces consecutivas, y “M.”, como Pueyo para matricularse en el primer año dando a entender que la matrícula era de de Teología, autorización que fue firmada tercero de Medicina, sin embargo sólo el 20 de febrero de 1795. No debía tener conocemos que cursara el primer curso en una inclinación muy clara por esta disci- Zaragoza. plina, pues en noviembre de 1795 se ma- Ninguna noticia aparece de Mariano triculaba en primero de Medicina. Ya no Lagasca en los libros de matrículas o de aparece más veces su nombre en las ma- conclusiones de la Universidad de Valen-

74 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X J.M. DE JAIME LORÉN cia del curso de 1798, pero reaparece en sazón director del Real Jardín Botánico. el de 1799 como estudiante de primer cur- Éste lo colocó en el establecimiento con so de Medicina práctica, con Félix Miguel un modesto sueldo de 300 ducados anua- y Vicente Soriano de profesores. Tenía les (que se duplicó en 1802), confiándole entonces 23 años, y aparece con el signo la suplencia de la cátedra. Mientras tanto “M.” (libro 10, fol. 39r). Lagasca concluía en Madrid los estudios Y aquí se acaba la presencia de Lagas- de Medicina. ca en la Universidad de Valencia. Posi- En este mismo Jardín trabajaba enton- blemente, como apuntan sus biógrafos, ces el botánico de Titaguas Simón de concluido este curso en la primavera de Rojas Clemente Rubio, al que comunicó 1799 debió marchar a Madrid donde ter- su inclinación por las plantas gramíneas y minaría la carrera de Medicina, e iniciaría criptógamas, y con el que estableció des- su andadura en el Jardín Botánico. Nos de el primer momento una estrecha amis- queda por llenar la laguna del año 1798 en tad, que no pudo romper “ni la ausencia, el que, aparentemente, no realizó estudios ni las amenazas de la vil adulación, ni las académicos. ¿Es posible que se dedicase vicisitudes políticas de nuestra desgracia- por entero a la práctica de la botánica? da patria”. Con él concibió entonces la En Valencia prosiguió su afición a la idea de elaborar la Ceres Española, pero botánica, ahora gracias a las relaciones utilizando el sistema linneano de clasifi- que mantuvo con Vicente Alfonso Loren- cación, en lugar del de Tournefort usado te, profesor del Jardín Botánico valencia- por Quer en la Flora Española. no que lo tuvo como discípulo durante el Según una guía madrileña de la época, curso de 1796. Cuenta Colmeiro que por estos eran los cargos del Real Jardín Bo- entonces Lagasca “hacía frecuentes excur- tánico de Madrid en 1802 (ANÓNIMO, siones durante las vacaciones, solo o acompa- 1802): ñado de su amigo José Pozo, y no se limitó a - Pedro Ceballos: Consejero de Estado, recorrer las cercanías de Valencia, supuesto Protector que en 1799 visitó parte de La Mancha y algo - Antonio José Cavanilles: Profesor y de Andalucía, formando un numeroso herba- encargado del gobierno y dirección del rio” (COLMEIRO, 1858). En una de las ex- Jardín cursiones botánicas coincidió con el barón - Mariano Lagasca: Alumno de Humboldt, que admiró la habilidad de - José Rodríguez: Alumno Lagasca en la determinación de muchas - José Guió: Dibujante especies de plantas. - Claudio Boutelou: Jardinero mayor - Hipólito Ruiz: Agregado con destino a Real Jardín Botánico de Madrid: la publicación de la Flora del Perú y Chi- discípulo predilecto de Cavanilles le, primer botánico de aquella expedición - José Pavón: Agregado con destino a la En 1800 marcha a pie hasta Madrid publicación de la Flora del Perú y Chile, para estudiar la flora que encontraba a lo segundo botánico de la misma largo del camino, a donde llegó con un - Isidro Gálvez: Agregado con destino a la voluminoso herbario de cuatro mil espe- publicación de la Flora del Perú y Chile, cies recogidas por su mano y con el as- dibujante-pintor de la expedición pecto de un mendigo. Allí encontró ense- guida la protección del catedrático de Real Jardín Botánico de Madrid: Clínica José Severo López, y del médico enfrentamientos internos Soldevilla, que lo alojó en su casa y que lo puso en contacto con el gran botánico Los días 26 y 27 de noviembre de valenciano Antonio José Cavanilles, a la 1802 publicaban en el Diario de Madrid

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Hipólito Ruiz y José Pavón, como vemos el director del Jardín Botánico en el que agregados del Jardín Botánico de Madrid, figuran como agregados. ¿Envidia tal vez una grave rectificación al estudio que porque ocupaba el puesto que ellos ambi- dedicaba Antonio José Cavanilles sobre la cionaban? No se olvide que Hipólito Ruiz especie Iris. El título del artículo ya indica es sobrino del antiguo director del centro, el objetivo de los autores: “Carta al Editor Casimiro Gómez Ortega, farmacéuticos del Diario sobre un pretendido descubri- ambos y como también lo era José Pavón. miento de Botánica en España”. Cavanilles fue el primer director del Jar- Todo empieza con la publicación por dín que ya no tuvo estos estudios, como parte de Cavanilles de un estudio suyo en tampoco los tenía Lagasca. el número 15 de los Anales de Ciencias En cualquier caso, es evidente que ha- Naturales, correspondiente a ese mismo bía otros caminos para hacerle ver a Ca- mes de noviembre, en el que da “como vanilles su posible error botánico. Pero cosa averiguada y corrección hecha a no, prefieren hacerlo públicamente. Y no, Linneo y a todos los botánicos, la obser- como cabría esperar, utilizando el mismo vación sobre el verdadero estigma del medio de comunicación donde aparecía el Iris”. Cita a continuación el texto de Ca- presunto error botánico, los Anales de vanilles y, con evidente regodeo, arreme- Ciencias Naturales. No, y este es otro ten contra el director de su Jardín Botáni- detalle curioso. Tenían prisa los botánicos co en estos términos (RUIZ & PAVÓN, de la Real Expedición por plantear la 1802): “Hasta aquí el Sr. Cavanilles, cuyo acto controversia. No era cuestión de esperar de corregir a todos los botánicos sería muy de un año entero a los siguientes Anales. Era estimar, y muy digno de adoptarse su descu- mejor llevar el debate a la prensa política, brimiento, siendo efectivo; pero por desgracia al Diario de Madrid, que, además, daba habiendo vuelto a examinar detenidamente el asunto los botánicos de la Real Expedición del mucha mayor resonancia a la polémica Perú, hallamos que ni Linneo ni los demás au- científica. No parecen muy rectas las tores se han equivocado en señalar los verda- intenciones de los polemistas. deros estigmas del Iris o Lirio; y que al contra- La respuesta no se hizo esperar. Y no rio el equivocado es el Sr. Cavanilles […] Los precisamente por parte del aludido Cava- verdaderos estigmas del Iris son sin controver- nilles. En efecto, a los pocos días, concre- sia los mismos que en su Genera plantarum tamente el 3 de diciembre siguiente, sus describieron Linneo y otros con toda propie- discípulos Mariano Lagasca y José Rodrí- dad”. guez contestaban en el mismo Diario de Para más recochineo, rematan la faena Madrid una abierta defensa de su maestro justificando “este desengaño en beneficio de también en dos entregas. A destacar que la ciencia, y para que antes que se anticipe al- este artículo no lo hemos visto reflejado gún botánico extranjero, se vea que también en España los hay que la cultivan con algún fruto, en las bibliografías dedicadas a Lagasca. correspondiendo a la instrucción que les dieron En su contestación, salen abiertamente sus antiguos maestros y a la que han procurado en defensa de Cavanilles y de las preci- adquirir por sí mismos, especialmente los via- siones que hace a Linneo respecto a “que jeros de las Reales Expediciones botánicas he- los estigmas del Iris sean las prolongaciones a chas a la América, y los catedráticos repartidos manera de pétalos, como dijo Linneo, o los por los colegios y universidades de los domi- tres agujeros situados entre la base de cada nios españoles”. Por último se brindan a re- estambre y la extremidad del estilo, como dijo solver la cuestión demostrando “sobre las nuestro profesor”. Añaden que, cuando Hi- mismas plantas cuanto dejamos asegurado”. pólito Ruiz y José Pavón dicen que su Varias cosas nos llaman la atención de maestro yerra en esta cuestión, lo hacen este artículo. De una parte, el evidente po- sin “pruebas y experiencias que evidenciasen sicionamiento de Ruiz y de Pavón contra esta equivocación”. Por eso sostienen con

76 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X J.M. DE JAIME LORÉN contundencia que “La autoridad, no sólo de controvertido”. Ya no volverá a saberse los señores Ruiz y Pavón, sino aun del mismo más sobre esta disputa científica (LA- Linneo, es de poco peso en asuntos de hecho GASCA & RODRÍGUEZ, 1803). cuando se opone a la experiencia” (LAGAS- CA & RODRÍGUEZ, 1802). Real Jardín Botánico de Madrid: De todas formas, no se engañan en ab- profesor soluto sobre las verdaderas intenciones que se ocultan tras la pretendida intención En 1803 fue comisionado Lagasca pa- de Ruiz y de Pavón de resolver, aparen- ra herborizar en diversos lugares de Espa- temente, el debate sin que trascienda fuera ña, descubriendo en uno de los viajes el de nuestras fronteras, que quede todo co- famoso liquen islándico, Cetraria islandi- mo un asunto científico interno, para evi- ca, hallazgo importante pues se importa- tar “el que ningún botánico extranjero se anti- ban del mismo grandes cantidades para cipase a combatir la opinión de nuestro profe- usarlo en afecciones crónicas del aparato sor”. Se malician, sospechan y dejan caer respiratorio y en la dispepsia atónica. M. que “algunos piensan que fue otro el motivo y LAÍNZ (1978) sitúa este hallazgo en la el espíritu, idéntico enteramente al que obligó localidad de Viadangos de Arbas. a publicar escritos anónimos y con nombre, De esta forma se consignaba el hallaz- refutados completamente en la colección de go en la prensa de la época, en escrito que papeles”. Los discípulos de Cavanilles, parece redactado por alguien muy allega- después de exponer nada menos que seis do a Lagasca del Real Jardín Botánico de sólidos argumentos botánicos en defesa Madrid. No sería nada extraño que fuese de su maestro, remachan: “Este cúmulo de el propio director del centro (¿CAVANI- razones nos obligaron a abandonar la opinión LLES?, 1803): de Linneo, que como otros botánicos creíamos “Noticia de los parajes de España, donde cierta hasta que oímos a nuestro profesor, vi- se ha hallado el Lichen Islandicus. D. Mariano mos y tocamos lo que nos enseñaba. Con todo, Lagasca, alumno del Real Jardín botánico, que si en lo sucesivo llegásemos a ver ser ésta con- viaja de Real orden para reconocer los vegeta- traria a la naturaleza, la abandonaríamos, sin les de nuestra Península, completar la Flora acudir a terceros que decidan, porque busca- Española, y aumentar la colección del men- mos la verdad. Nuestra conducta sería también cionado Jardín, acaba de descubrir en el puerto grata a nuestro profesor, quien a cada paso nos de Pajares y cercanía de la colegiata de Arvas, inculca que la autoridad debe ceder a la expe- en Asturias, la utilísima planta que llamó Lin- riencia”. neo Lichen Islandicus, y la ha visto en varios “Porque buscamos la verdad”. Nos parajes con tanta abundancia, que asegura pue- gusta destacar esta frase de Lagasca y de de acopiarse allí a poca costa algunas arrobas; Rodríguez en relación a las opiniones de los médicos usan esta planta como poderoso Cavanilles, porque refleja bien la persona- remedio en la tisis, tos y hemoptisis; se cría en lidad de estos naturalistas. Lo mismo en el las regiones septentrionales de Europa; igno- plano científico que en el personal. rábamos que fuese indígena de España; y sa- No olvidaron el agravio a su maestro. biendo ahora por dicho descubrimiento que Así el 6 de mayo del año siguiente vol- vegeta con lozanía y abundancia en las monta- vían a dirigirse por carta al mismo Diario ñas de Asturias, se noticia al público para que logre este remedio sin los gastos que causa ha- de Madrid, recordando que ya en diciem- cerlo venir del Norte.- Como es probable que bre habían ofrecido resolver la cuestión esta producción se dé en otros montes análo- cuando “llegase el tiempo de florecer los Iris. gos a los de Asturias, convendrá añadir las Habiéndose verificado éste, y estando en flor señales de ella para reconocerla y distinguirla varias plantas que se demostrarán mañana de otras de su familia. La planta tiene de dos a nueve del corriente en el Real Jardín Botánico, cuatro pulgadas de largo, y se compone de ex- hemos de deber a Vmd. lo avise al público pansiones a manera de hojas casi derechas, co- para que cada uno pueda juzgar sobre el asunto rreosas, duras cuando están secas, ramificadas

77 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X Nuevas noticias sobre Mariano Lagasca y casi pinnatítidas, con tiras a veces lineares y en calidad de naturalista, ha tenido la genero- a veces en gajos ahorquillados; tienen las már- sidad de comunicarme sus observaciones físi- genes pestañosas, cuyos pelos son cortos, fuer- cas y económicas sobre el mismo país”. tes y rojizos; la haz superior convexa, esta y la Cuando en la noche del 10 de mayo de opuesta lisas, de un color ceniciento, y algunas 1804 muere en Madrid Antonio José Ca- veces parte con manchitas blancas que con el vanilles, expirará precisamente en los bra- tiempo forman tubérculos; la fructificación es zos de su discípulo predilecto Mariano casi terminal en escudillitas sentadas, redon- Lagasca, quien recogerá apresuradamente deadas, cóncavas, de un rojo pardo. Casi al mismo tiempo en que D. Ma- sus méritos y los instantes postreros de su riano Lagasca descubrió el Lichen islan- vida, en nota que publicó al poco tiempo dicus en las montañas de Asturias, lo en- en la revista Variedades de ciencias, lite- contró también en las del valle de Arán el ratura y artes (LAGASCA, 1804). Teniente retirado D. Lorenzo de Villers, Un año después, el 10 de agosto de correspondiente del Real Jardín Botánico. 1805, describía nuestro botánico de Enci- Se anuncia al público este descubrimiento nacorba en la misma revista dos nuevos para que los de aquella parte de la Penín- géneros de plantas, significativamente de- sula puedan procurárselo con más facili- dicados en nota a pie de página a Pedro de dad: El vulgo (que es numeroso en todos los Ceballos y a Juan Bautista Soldevilla. Por países) no suele comprender la utilidad de la dedicatoria, que reproducimos a conti- estos viajes que se emprenden a costa y de or- nuación, vemos que sabía cuidar las for- den de los Gobiernos ilustrados; y esto suele mas sociales y agradecer el apoyo recibi- dar motivo a que cada uno hable como puede, do. Dicen así (LAGASCA, 1805): erigiéndose en censor de lo que no entiende. “Cevallia.- Género dedicado al Excelentí- Hallar una hierbecilla en el campo, no les pa- simo Señor Don Pedro de Ceballos, Ministro rece a muchos negocio de grave importancia. de Estado, protector sabio y benéfico de las Sin embargo, esta hierbecilla sirve para curar ciencias naturales, y con particularidad de la dolencias graves, y es menester que la pague- Botánica, a la que con su natural actividad, mos al extranjero con nuestro dinero. Esta profunda instrucción e infatigable celo ha sa- hierbecilla, hallada en nuestro suelo, puede bido dar un nuevo aspecto sumamente intere- costar más barata al que la necesite, y tal vez sante, promoviendo con la mayor eficacia los dar de comer a algunos hombres que se dedi- viajes botánicos por la Península, aumentando quen a cogerla, a empaquetarla, a portearla, y a las riquezas del Real Jardín Botánico, y reco- venderla a otras naciones. mendando al Rey nuestro Señor los trabajos El hallazgo de una de estas hierbecillas, de útiles de cuantos se dedican al estudio de las un vegetal o mineral que sirva para el alivio de plantas”. la humanidad, para el fomento o perfección de “Soldevilla.- Dedico este género nuevo al las artes, para incremento del comercio, para Doctor Don Juan Bautista Soldevilla, médico las comodidades de la vida, basta para recom- de Cámara de S.M. con ejercicio, alcalde, exa- pensar al Gobierno de su celo y de sus gastos, minador decano del Real Protomedicato, bi- para dar gloria y satisfacción a los que de esta bliotecario perpetuo de la Real Academia Mé- manera sirven a su patria, y para merecer el dica Matritense, e individuo de varios otros tributo de nuestro elogio y reconocimiento”. cuerpos literarios, que ha ilustrado con notas Muchas de las observaciones recogi- interesantes las Instituciones y Aforismos del das en este periplo fueron luego transmi- gran Boerhave, especialmente la materia mé- tidas a su paisano y amigo Isidoro de dica, enriqueciéndola de Sylloge, señalando la Antillón que las incluyó en sus Elementos dosis de cada medicamento, y dando los nom- bres sistemáticos a todos ellos. Por esto, por su de la Geografía, que en algún momento buen gusto en la botánica, y por lo mucho que reconoce que (ANTILLÓN, 1808): “Casi ha promovido mis estudios tanto en este ramo, todo este artículo se debe al distinguido botá- como en la medicina, juzgo digno de perpetuar nico aragonés D. Mariano La Gasca, que ha- su nombre en la botánica, dándole al mismo biendo recorrido en 1803, parte de las Asturias

78 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X J.M. DE JAIME LORÉN tiempo un testimonio público de mi eterna obra, le comunicaron “algunos reparos im- gratitud y aprecio”. portantes, y suministrándome libros y noticias Sobre las estrechas relaciones que con que perfeccionarla” (CLEMENTE, 1807). mantuvieron Lagasca y Simón de Rojas En la “Memoria sobre la tierra vegetal y Clemente, hay una buena descripción en sus abonos” que Claudio Boutelou publi- las notas autobiográficas que este último có en la misma revista ese año, se incluye dejó a su muerte, donde podemos leer, por una “Observación” de Lagasca que cita ejemplo, que cuando el botánico de Tita- las vides y vinos de su tierra aragonesa y guas retornó en octubre de 1805 a la plaza que habrá que añadir a su bibliografía de bibliotecario del Real Jardín Botánico (LAGASCA, 1807). Dice así: de Madrid (RUBIO, 1845): “Observación 3ª (de D. Mariano Lagasca): “Entre más de 80 arrobas, sólo de muestras Esta variedad es a mi parecer el mismo Blanco de las preciosidades granadinas, traía una serie o Tempranillo del campo de Cariñena que de frumenticias con la idea de hacer una mo- suelen mezclar con sus famosos vinos tintos, nografía especial o Ceres Española. Comuni- con el fin de darles mejor calidad, y cultivan cado el pensamiento con Don Mariano Lagas- particularmente en Paniza para sacar de ella un ca, nos convinimos en llevarlo delante de vino blanco exquisito que hacen con mucho consuno; y aunque las vicisitudes políticas nos esmero, y tiene singular aprecio en el país”. hayan proporcionado copia de materiales con De todas formas, como reconocía en que engrandecerlo, han retardado la conclusión carta al marqués de Rafal, los trabajos de de un monumento, no menos honorífico a la Lagasca de esta época, no siempre pro- agricultura árabe española, que necesario a la gresaron conforme a su voluntad, pues Europa actual, al cual apenas falta más que la “La falta de recursos para imprimir y el última mano”. haberme negado el gobierno de Carlos IV Cuando en 1817 recibió Lagasca el su auxilio, que imploré al efecto, han sido encargo de recibir y de arreglar las colec- la causa de que no haya publicado ni ciones de plantas de Celestino Mutis aquellos mismos trabajos, que manuscri- remitidas desde Santa Fe de Bogotá, en tos suplían, en parte, a los discípulos la nombre del Gobierno eligió a Clemente falta de libros para la enseñanza de la para cooperar en su publicación. botánica. No pude ni publicar un resumen Al frente del Jardín botánico estaba por motivos que juzgo conveniente sepul- entonces Francisco de Zea, discípulo de tarlos en el olvido”. José Celestino Mutis, como director, y co- De esta época proceden algunas publi- mo segundo Claudio Boutelou. De mo- caciones suyas como la Noticia del des- mento continuará figurando Lagasca co- cubrimiento del liquen islándico en el mo alumno (ANÓNIMO, 1807), pero ya en puerto de Pajares, y otras que vieron la 1806 será propuesto primero como vice- luz en las Variedades de ciencias, litera- profesor y, enseguida, como profesor de tura y artes. Botánica médica. Por primera vez en Es- paña se iba a impartir la enseñanza de la Guerra de la Independencia: Botánica por el método natural. La prensa médico militar de la época recoge también las conferen- cias y las clases que asiduamente impartía Cuando José Bonaparte es entronizado en dicho centro (ANÓNIMO, 1808). en 1808 como rey de España, seguramen- Cuando en 1807 publique Simón de te a través de la recomendación de Hum- Rojas Clemente su “Ensayo sobre las va- bold, le confían a Lagasca la dirección del riedades de la vid común” en el Semana- Real Jardín Botánico con un sueldo de rio de agricultura y artes, reconocerá que 12.000 pesetas, oferta que rechazó al fu- su amigo Mariano Lagasca fue uno de los garse y presentarse a las autoridades es- botánicos que leyeron previamente la pañolas en Salamanca, que lo nombraron

79 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X Nuevas noticias sobre Mariano Lagasca médico del Tercer Ejército que combatía corporaciones científicas de Madrid. Fi- en Andalucía. gura con una modesta aportación de 100 De esta etapa hay un interesante estu- ¿reales? (entre las menores de la rela- dio de Eduardo Balguerías que comenta ción), que confirma la modesta posición cierta carta que enviaba Lagasca desde económica que siempre tuvo (ANÓNIMO, Salamanca el 13 de agosto de 1808 a Edu- 1809). ardo Bardají. Además de algunas patrióti- Los avatares de la guerra de la Inde- cas expansiones, en la misma le cuenta pendencia llevaron a Lagasca a Murcia en que ocupa el tiempo libre en estudiar la 1811 y 1812, donde dejará la impronta de flora de la zona, pese a lo agostada que la su abnegación profesional en la grave encuentra, así como el descubrimiento en epidemia de fiebre amarilla que se exten- el gabinete de Física de la Universidad de dió por todo el territorio, que llegó a po- Salamanca de un herbario de más de ner en peligro su propia vida. 2.000 plantas, “arreglado al sistema de Tour- nefort y [que] perteneció a los jesuitas”, con Real Jardín Botánico de Madrid: una antigüedad de entre cincuenta y cien director años. “Si yo tengo tiempo arreglaré dicho Concluida la guerra de la Independen- herbario por el sistema de Linneo y así podrá servir infinito para la instrucción púbica y para cia fue designado director del Real Jardín el adelanto de un alumno que he adquirido Botánico de Madrid, cargo que ejercerá aquí” (BALGUERÍAS, 1951). desde 1815 a 1821. Allí proseguirá con Se pregunta el autor del estudio de es- sus clases de Botánica general que solían ta misiva sobre la relación entre Lagasca tener lugar a primera hora de la tarde los y Bardají, y acierta al apreciar que, aun- lunes, miércoles y viernes, según anun- que ambos estudiaron en la Universidad cios publicados en la prensa madrileña de de Zaragoza, lo hicieron en disciplinas y los años 1919 y 1921. También fue profe- en etapas distintas que descartan pensar sor de Botánica en el Museo de Ciencias en la existencia de una amistad previa. Naturales (1820-1821), en la Escuela de Como se comprueba también con el tono Ciencias de curar (1822) y en la Amplia- protocolario y respetuoso. Eusebio Barda- ción de la Universidad Central (1823). jí y Azara era un abogado, diplomático y Considerado ya como uno de los botá- político que estudio con aprovechamiento nicos españoles más adelantados, “Prínci- Leyes y Cánones en la Universidad de pe de los botánicos” lo llamarán algunos, Zaragoza desde 1783 a 1788, es decir, que por entonces publica Flora española, Elen- había dejado estas aulas seis años antes de chus plantarum quae in hortus Regis Botanico que a las mismas llegara Lagasca. Es Matritensis (Madrid, 1815), Genera et species posible, como apunta Balguerías, que la plantarum, quoe aut novae sunt, aut nodum recte cognoscuntur (Madrid, 1816), Listas de relación entre ambos llegara a través de las plantas útiles para los prados, Ceres espa- Pedro de Ceballos que, como hemos visto, ñola, Materiales para la noticia histórica de había sido intendente del Jardín Botánico Gabriel Alonso de Herrera y otros escritos antes de ser Ministro de Estado, dada la que vieron la luz en los Anales de cien- condición diplomática de Bardají, quien cias. También las Amenidades naturales de luego sería secretario de las Cortes de las Españas, o bien Disertaciones varias sobre Cádiz y presidente del Consejo de Minis- las producciones naturales espontáneas o tros en 1837. connaturalizadas en los dominios españoles, En 1809 aparece Lagasca en la lista de cuyo primer fascículo salió en 1811 y el médicos y cirujanos contribuyentes al segundo en 1821, éste se vendía en la préstamo de 20 millones ¿de reales? re- madrileña Librería de Paz y Dávila por 6 partidos entre los miembros las distintas reales (ANÓNIMO 1821d).

80 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X J.M. DE JAIME LORÉN

Veamos a continuación la reseña pe- […] Don Mariano Lagasca, autor de varias riodística que mereció su Genera et spe- memorias útiles, y profesor, cuyos conoci- cies (ANÓNIMO, 1818a): mientos botánicos no hay hombre de luces que “BOTÁNICA. Genera et species planta- no aprecie, ha hecho las adiciones al libro 6º, rum, quoe aut novae sunt, aut nodum recte que trata de las obras que se han de hacer cada cognoscuntur. Auctore Mariano La Gasca. mes en el campo, y de las señales de la mu- Sólo el nombre del autor, que con tanto aplau- danza del tiempo. Sobre la primera parte hace so público enseña la botánica en el Real Jardín Lagasca observaciones muy importantes; y Botánico del Museo de Ciencias Naturales de relativamente a la segunda inserta en sus adi- Madrid, y que con sus escritos se ha granjeado ciones la Cronología y repertorio de la razón un lugar distinguido entre los sabios botánicos de los tiempos, compuestos por el licenciado de Europa, basta para recomendar la obra que Zamorano, como una ilustración muy confor- anunciamos al público, pequeña si se atiende a me al espíritu del texto. Este profesor ha escri- su volumen, pero grande si se analiza su con- to también todas las adiciones de la obra sobre tenido, que en rigor es un extracto de una obra las virtudes de las plantas; trabajo que era muy muy voluminosa. La descripción sucinta de indispensable, pues debiendo andar este libro 411 especies de plantas, la mayor parte nue- en manos de gente rústica y supersticiosa, era vas, y las restantes poco o mal conocidas, entre de temer que sin esta precaución se ratificase ellas 26 géneros enteramente nuevos, uno de en algunas de sus funestas preocupaciones an- ellos dedicado a nuestro augusto Soberano, la tiguas, o adquiriese otras nuevas; inconvenien- sinonimia más selecta, el gusto linneano casti- tes a que ha ocurrido Lagasca, desempeñando zo en las descripciones, la nota del tiempo de esta parte importante de su encargo con sabi- la florescencia de las plantas que ha visto duría y circunspección. El capítulo 13 adicio- vivas, y de su sitio natal; la indicación de los nal al libro primero sobre el cultivo y aprove- usos de muchas, de los nombres vulgares, y de chamiento de la barrilla y demás plantas sala- la familia natural a que corresponden los nue- das, es uno de los mejores que hay en toda la vos géneros que describe, forman el contenido obra; y nosotros lo hemos leído con gran pla- y el panegírico de esta obra digna de apellidar- cer, porque está tratado el asunto de un modo se Linneana; a la que acompañan también dos completo, no sólo bajo el aspecto botánico y láminas, una de las cuales representa las partes agronómico, sino, lo que es a lo menos igual- de la fructificación de la Ferdinanda augusta. mente útil, bajo el aspecto económico y mer- Como todas las plantas que se mencionan cantil, y esto da un gran realce a su excelente en esta obra, a excepción de muy pocas, se memoria. En fin, Lagasca ha ordenado los crían en los dominios españoles, la juzgamos apuntamientos sobre la vida de Gabriel Alonso necesaria a cuantos deseen cultivar con utili- de Herrera, y la noticia de las ediciones de su dad la botánica, la agricultura y medicina, pues libro de agricultura. que además de las descripciones contiene la Cuando en mayo de 1817 llegaba a noticia de algunos simples medicinales, de Cádiz el legado científico de Celestino muchas plantas de pasto y la descripción de Mutis, formado por más de cien cajones todas las especies de trigo que se cultivan en la que contenían el resultado de 30 años de Península. Se vende en las librerías de Pérez, estudios naturalísticos, físicos y astronó- calle de las Carretas, y en la de Paz, calle micos, y de “treinta millones, que con Mayor frente a las Covachuelas, a 12 reales en suma liberalidad gastó nuestro gobierno, rústica”. en tal memorable cuanto útil y gloriosa En cuanto a la participación de Ma- empresa”. En el envío llegaron (ANÓNI- riano Lagasca en la edición de la Agricul- MO, 1818b): “[…] importantes manuscritos tura general de Gabriel Alonso de Herre- sobre las plantas, la meteorología y las minas; ra, esto es lo que dice una de las reseñas o un herbario que asciende a veinte mil esquele- anuncios que mereció la obra (ANÓNIMO, tos de plantas, más de cinco mil láminas de 1819c): estas pertenecientes a la Flora de Santa Fe, un “ARTES.- AGRICULTURA. Conclusión semillero, un colección de maderas, de con- del anuncio de la Agricultura general de Ga- chas, de minerales, de pieles, y una serie de briel Alonso de Herrera. cuadros al óleo en que están representados los

81 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X Nuevas noticias sobre Mariano Lagasca animales del Nuevo Reino al natural, y con sus rencia a Mariano Lagasca quien, al pare- propios colores”. cer, trabajó a sus órdenes durante la gue- El gobierno dispuso enseguida “que rra de la Independencia en la zona de todo se conserve con el mayor esmero en Murcia. el Real Museo de Ciencias Naturales; y En 1812 el médico Diego Serrano pu- que clasificados y arreglados los objetos y blicaba en Cartagena unas Reflexiones manuscritos, se publiquen al instante, médicas a favor del método curativo de la como así bien que se encargue especial- fiebre amarilla inventado por d. Tadeo mente al sabio profesor de botánica D. Lafuente con la quina tomada de un modo Mariano Lagasca, la redacción de la His- nuevo y distinto del que se ha usado co- toria de las Quinas, que es la favorita de múnmente, y medios de precaverse de Mutis”. dicha fiebre, que comprendía 28 páginas. Por entonces ya había fallecido Lafuente, Fiebre amarilla: en 1811, precisamente luchando contra Extracto de la obra de Tadeo Lafuente esta misma enfermedad. Más tarde, en 1821, se editaba en Esparraguera un Ex- Durante esta etapa intervendrá en al- tracto de la misma obra de 8 páginas por gunas polémicas que se suscitaron entre la Junta Superior de Sanidad de Cataluña. los médicos, en relación al tratamiento de Pues bien, Mariano Lagasca participa- la fiebre amarilla. Ya vimos que durante rá con sus notas y adiciones en la edición su estancia en la región murciana en la que del resumen hizo el propio Tadeo guerra de la Independencia, Lagasca de- Lafuente. Se trata del Extracto de la obra bió enfrentarse a una grave epidemia de sobre la fiebre amarilla, de D. Tadeo Lafuen- esta dolencia. Sobre la misma había pu- te, hecha por él mismo. Se expone en él el blicado anteriormente un amigo suyo, el método preservativo y curativo más eficaz de médico aragonés Tadeo Lafuente, unas cuantos se han publicado hasta el día. Lo Observaciones justificadas y decisivas ilustra con notas y lo adiciona Mariano La- sobre que la fiebre amarilla pierde dentro gasca, médico, individuo de diferentes acade- de una choza toda su fuerza contagiante, mias y sociedades nacionales y extranjeras y sobre que se precave también y se cura, (Madrid, 1821). de un modo hasta ahora infalible, con la Dado que estamos, en nuestra opinión, quina tomada por un método absoluta- ante una obra de Mariano Lagasca, cree- mente nuevo y distinto que se ha usado mos que vale la pena detenernos un poco comúnmente (Madrid, 1805). en su descripción. Conviene recordar que El título, lo reconocemos, resulta un cuando se publica hace ya diez años que tanto inquietante. En la portada de la obra ha fallecido Tadeo Lafuente, su autor. Por se presenta Lafuente como “médico con- supuesto ha desaparecido la extensa dedi- sultor en jefe de los Reales Ejércitos, catoria a Godoy, y arranca directamente pensionado por S.M., individuo del Real con una alocución “A los habitantes de Colegio Médico de Madrid, Académico ”, donde posiblemente se daba asociado de la Real Academia Médica entonces la enfermedad de forma epidé- Matritense, comisionado repetidas veces mica, fechada en Madrid el 24 de sep- en calidad de inspector de la salud pública tiembre de 1821. Carece de firma, y en la del distrito del Campo de Gibraltar por los misma se hace un exagerado panegírico Excelentísimos Señores Comandantes “de la inmortal obra del médico español don Generales del mismo, etc.” La obra, signi- Tadeo Lafuente”, que casi descarta a La- ficativamente dedicada al Príncipe de la gasca como su autor. Sigue un “Suplemen- to a la Gaceta de Madrid del viernes 19 de Paz Manuel Godoy, consta de 262 pági- julio de 1805, publicado de orden del Rey”, nas, y en la misma no hay ninguna refe-

82 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X J.M. DE JAIME LORÉN que incluye ya varias y extensas notas a cular en la madrileña calle del Amor de pie de página redactadas con seguridad Dios (ANÓNIMO, 1819b; 1822a). por Mariano Lagasca, en la última de las En 1820 se funda en Madrid el Ateneo cuales deja este apunte autobiográfico Español con un marcado carácter político ocurrido durante su estancia en el Llano y liberal, hasta el extremo que en sus de la Luz de Murcia (LAGASCA, 1821): primeros estatutos se declaraba “nula toda “En estas barracas contrajeron repetidas veces relación con el Gobierno entablada en nombre el contagio don Francisco Garcerán y don de la sociedad”, y prevenía que “las repre- Joaquín Ferrandis, médicos del Lazareto, y yo sentaciones que pudieran dirigirse al Rey o a también, pues en mi barraca hubo dos días en las Cortes se consideraran únicamente como la que tuve con la fiebre amarilla a mi mujer, mis expresión de los individuos que las firmaran”. dos hijos mayores y la criada”. Pues bien el primer vicepresidente, y uno Continúa con el “Apéndice”, que sin de los principales instigadores de la insti- duda corresponde a texto extraído de la tución, será precisamente Lagasca. obra original de Lafuente, asimismo sal- Cuando el 1 de octubre se inauguraba picado con numerosas y extensas notas a oficialmente el Ateneo de Madrid, se po- pie de página redactadas siempre por nía en marcha un vasto plan de difusión Mariano Lagasca. de la cultura y de la ciencia, tal como pue- El Extracto de Lafuente y de Lagasca de apreciarse en el preámbulo de sus esta- no pasó desapercibido entre la clase mé- tutos en el que se dejaba notar la mano del dica, y debió ser objeto de alguna contro- botánico de Encinacorba, pues formó par- versia. Así parece entreverse en la publi- te de la Comisión del Reglamento cientí- cidad que hace el médico barcelonés Juan fico del Ateneo Español (LABRA, 1877): Llacayo en sus Opúsculos sobre la filoso- “Sin ilustración pública, no hay verdadera li- fía médica, la peste y la calentura amari- bertad: de aquella dependen principalmente la lla, pues en el primer número se ocupa ya consolidación y progresos del sistema consti- de la “Refutación del sistema de don Mariano tucional, y la fiel observancia de las nuevas Lagasca y del de su contrario don Antonio instituciones. Penetrados de estas verdades, García sobre el carácter y método de la calen- varios ciudadanos, celosos del bien de su pa- tura amarilla” (LLACAYO, 1821). tria, apenas vieron felizmente restablecida la Estrecha debió ser la amistad entre es- Constitución de la monarquía española, se pro- tos dos médicos aragoneses, por cuanto pusieron formar una sociedad patriótica y literaria, con el fin de comunicarse mutuamen- Mariano Lagasca dedicará a Tadeo La- te sus ideas, consagrarse al estudio de las cien- fuente el género Lafuentea que consta de cias exactas, morales y políticas, y contribuir, dos especies, una ibérica y otra endémica en cuanto estuviese a sus alcances, a propagar del Antiatlas marroquí. las luces entre sus conciudadanos. Tales son el origen y el objeto del Ateneo Español. Le han Ateneo Español: dado este nombre, porque ningún otro expresa- vicepresidente fundador ría con más propiedad el lugar donde hombres, ansiosos de saber y amantes de su libertad Por entonces su fama y sus conoci- política y civil, se reúnen para adelantar sus conocimientos, difundirlos y cooperar de este mientos botánicos le empiezan a abrir las modo a la prosperidad de la nación”. puertas de las principales sociedades Entre los principales discursos y me- científicas, y así en los años 1819, 1820 morias leídas y que merecieron la aproba- figura como miembro de número de la ción del Ateneo figuraban de Mariano La- Real Academia Médica de Madrid. En gasca: “Utilidad del estudio de la botánica” y 1822 era Secretario de correspondencias la “Traducción de la Teoría elemental de De- extranjeras de esta misma institución. Te- candolle”. nía entonces Lagasca su domicilio parti-

83 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X Nuevas noticias sobre Mariano Lagasca

Diputado a Cortes: liberal Por su probidez y rectitud de concien- cia, el 14 de mayo de 1821 el Ayunta- El 17 de marzo de 1821 firmaba La- miento constitucional de Madrid designa- gasca junto al resto de miembros de la ba a Mariano Lagasca uno de los 15 Jue- Comisión encargada de estudiar el pro- ces de hecho de la Libertad de imprenta blema de la agricultura española, un largo (FERNÁNDEZ, 1821; ANÓNIMO, 1821c). texto que se publicó en tres entregas en el Curiosamente, en 1836, de vuelta del Semanario politécnico de Mallorca con exilio inglés, volverá a ejercer un cargo las ideas que entendían necesarias para similar (ANÓNIMO, 1836), la prensa de la modernizar el campo español (TABOADA, época recogerá su presencia en este tribu- 1821). El título era Propuesta de ley que nal en repetidas ocasiones. hace S.M. a las Cortes sobre escuelas prácti- Cuando se convocan Cortes extraordi- cas de agricultura y economía rural en la narias al inicio del Trienio Liberal, Ma- Monarquía; y juntamente la Memoria de la riano Lagasca, hombre de talante e ideas Comisión de Agricultura nombrada por el liberales, figurará ya el 7 de octubre de Gobierno. Constaba de los siguientes apar- 1821 en las listas de electores por los tados: distritos parroquiales de Madrid, concre- - Título primero: De la Escuela normal de tamente entre los 17 que salieron por la de agricultura y economía rural para la penínsu- la e islas adyacentes (puntos 1-13) San Sebastián (ANÓNIMO, 1821a). Poco - Título segundo: De las Escuelas prácticas de después, el 1 de diciembre del mismo año agricultura y economía rural en las provin- figura su nombre en cuarto lugar entre los cias de la península e islas adyacentes (pun- 9 diputados a Cortes por Aragón, como tos 14-28) director del Jardín Botánico de Madrid - Título tercero: De la dirección de la Escuela (ANÓNIMO, 1821b). El 21 de febrero de normal de agricultura y Escuelas prácticas de 1822, aparecía ya en la prensa política la las provincias y de los fondos destinados a aprobación que la Junta de poderes de las ellas (puntos 29-35) nuevas Cortes hacía de los presentados - Título cuarto: De las Escuelas normales y prácticas de agricultura y economía rural de por Lagasca (ANÓNIMO, 1822b). Ultramar (puntos 36-38) Diversos sueltos aparecidos en la - Presupuesto de gastos anuales para la escue- prensa de la época con su firma, nos la normal de agricultura, en el supuesto de muestran una parte de la actividad parla- que ha de tener por lo menos 1000 fanegas mentaria de Mariano Lagasca. Como por de a 600 estadales de doce pies por lado de ejemplo en la Representación que con terreno: 392.000 reales otros diputados liberales, presentó el 22 - Presupuesto del gasto anual para cada una de de julio de 1822 a la Diputación perma- las escuelas prácticas de las provincias con la misma extensión de terreno que queda nente de las Cortes solicitando un profun- propuesto para la escuela normal: 154.000 do cambio en los ministerios, designando reales para los mismos personas afectas a la - Presupuesto que propone el Gobierno con las causa de la libertad, o, en su defecto, la rebajas que creo pueden hacerse en el de la convocatoria de Cortes extraordinarias Comisión, y añadido el costo de una plaza de (LAGASCA, 1822). profesor También el suelto que con su firma - Presupuesto del gasto anual para cada una de aparecerá un año después, corrigiendo a las escuelas prácticas de las provincias con cierto periódico y reivindicando su inter- las reformas que propone el Gobierno vención en la sesión de Cortes del 2 de - Notas de la Comisión de agricultura al pre- abril de 1823 leyendo “una felicitación del supuesto de gastos (4 notas) ayuntamiento constitucional de Teruel, y se - Memoria de la Comisión de agricultura omite decir que leí una del digno comandante - Advertencia: relativa a los artículos 29 y 35 accidental del batallón provisional del Inme-

84 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X J.M. DE JAIME LORÉN morial del Rey don Manuel de Sessé y varios y la creación de una Regencia”. Entre los individuos de todas las clases del mismo bata- cuales figuraba Mariano Lagasca. llón, y otra del visitador de las minas de Al- madén, del ayuntamiento, cura párroco y Inglaterra: exiliado político vecinos de la misma villa” (LAGASCA, 1823). Una vez más comprobamos el gus- Comenta Alberto Gil Novales que La- to que siempre tuvo nuestro botánico por gasca estaba integrado en 1823 en el gru- la precisión, lo mismo en la ciencia que po denominado “Comuneros antirrevolu- en el periodismo. cionarios”, lo que parece indicar una cier- Tras el triunfo de los absolutistas apo- ta templanza dentro de su ideario liberal. yados por los Tres mil hijos de San Luis, En cualquier caso, según este historiador tuvo que salir prestamente con el Go- “La verdad es que el gobierno absolutista le bierno hacia Gibraltar. En Sevilla queda- miró con buenos ojos” (GIL, 1991). ron los equipajes, que las turbas amotina- Desde Gibraltar pasará a Londres don- das que perseguían al Gobierno y a los de su nombre científico fue inmediata- diputados liberales quemaron y arrojaron mente reconocido, pero fue incapaz de al río el 13 de junio de 1823 al grito de evitarle pasar serias estrecheces económi- “¡Muera la Nación!” y “¡Pan y cadenas!” cas. En 1831 por motivos de salud pasó a De esta forma se perderán los materiales la isla de Jersey, donde recibió el indulto que guardaba para la Flora Española, así de la nueva reina de España. Allí colaboró como sus herbarios, manuscritos y biblio- en el periódico Ocios de los españoles teca. Entre las obras perdidas al parecer emigrantes. Sobre la estancia de Lagasca figuraba el original de la famosa Historia en Inglaterra recomendamos la lectura de del árbol de la quina de Celestino Mutis, un reciente artículo dedicado al Hortus cuando estaba en vísperas de llevarse a la Siccus Londinensis conservado en el Co- imprenta (BARREIRO, 1919). legio de Alfonso XII de El Escorial Sobre la importancia de esta pérdida (GONZÁLEZ BUENO & al., 2015). comentará años más tarde el propio La- gasca (COLMEIRO, 1858): “Sevilla es el se- Retorno a España: amnistía pulcro de varias producciones útiles de Cien- cias naturales. Allí perdió Clemente el resulta- Cuando en 1833 accede al trono espa- do de su viaje por la Serranía de Ronda y de ñol la reina Isabel II, el 25 de octubre de sus observaciones hechas en el reino de Sevilla 1833 promulgaba el Real decreto que en 1807, 1808 y 1809; allí perdió también ri- establecía una amnistía general que alcan- cas colecciones, acopiadas entre las balas de zaba a los 31 ex diputados liberales, entre los patriotas, el ilustre barón Bory de Saint Vincent, coronel del ejército francés; allí se los que se encontraba Mariano Lagasca. sepultaron para siempre lo más selecto de mi Terminaban así once años de destierro y herbario y biblioteca, y lo que es más, todos conseguía “la inmunidad de todo procedi- mis manuscritos, fruto de treinta años de ob- miento judicial por su conducta política ante- servaciones, a excepción de lo concerniente a rior, y la libertad de volver al seno de sus la Ceres Española, que todo íntegro quedó en familias, a la posesión de sus bienes o ejercicio poder de Clemente”. de su profesión, al goce de sus derechos, gra- En el Archivo Histórico Nacional (sig. dos y honores”. Consejos, 6305. Exp. 1, fecha de formación Reintegrado al Real Jardín Botánico 1823-1826), se encuentran los documentos de Madrid, de esta forma recogía la pren- correspondientes a la “Causa de Estado sa madrileña su vuelta a la docencia instruida contra los diputados a Cortes que (ANÓNIMO, 1835a): “Ayer tarde ha vuelto a concurrieron a la sesión de 11 de junio de resonar la voz del distinguido botánico español 1823 y tomaron parte en la deliberación en la D. Mariano Lagasca en la cátedra del Jardín que se resolvía la destitución de Fernando VII Botánico, donde la leído una oración inaugural

85 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X Nuevas noticias sobre Mariano Lagasca digna de un sabio tan conocido en esta ciencia. Miembro asimismo de la Academia de Los once años de emigración y padecimientos Ciencias Naturales de Madrid, en 1835 no han pasado en vano para el patriota Sr. era nombrado director de la sección de Lagasca. El tono de su voz, y el cansancio que Ciencias Naturales, de la que era secreta- le obligaba a humedecerse las fauces, lo indi- (ANÓNIMO, 1835c). can demasiado”. rio José Calvo Araujo A su vez El Mensajero de las Cortes celebraba también su regreso el 26 de Ceres Española: febrero de 1835, llamándolo “Príncipe de muestras de arroces filipinos nuestros botánicos”, y recordando que “Su De vuelta del exilio y reintegrado al ardiente celo por el bien público, su incansable Real Jardín Botánico de Madrid, reanudó laboriosidad y sus profundos conocimientos científicos, han contribuido eficazmente a de inmediato los trabajos para elaborar la sostener la reputación española en el extranje- Ceres Española. De esta etapa procede el ro durante el tiempo de la emigración”. “Expediente sobre varias muestras de arroz dirigidas para el Jardín Botánico por el Admi- Sociedades científicas nistrador de la Aduana de Manila en 17 de junio de 1836, y solicitud de Don Mariano La Asimismo reanudó pronto Lagasca su Gasca, director de la Ceres española, para que actividad social. A finales de 1835 es ele- se le entreguen por ser de su propiedad”. Se gido en el primer escrutinio presidente de trata de un conjunto documental que obra la sección de Ciencias Naturales del Ate- en el Archivo General de Indias (sig. Ul- neo de Madrid. El cronista del acto lo tramar, 429. Exp. 11, fechados entre 1836 y presenta como: “[…] profesor distinguido de 1838) y que básicamente lo forman copias botánica, muy conocido por sus vastos cono- de los siguientes documentos: cimientos en esta ciencia, cuanto por la larga - Oficio del Administrador de Aduanas de emigración a que le redujo durante los 11 años Cádiz el haber ejercido dignamente el cargo de dipu- - Informe del Museo de Ciencias naturales tado en las legislaturas de 22 y 23 […] El Sr. - Exposición de Lagasca con documentos Lagasca manifestó su agradecimiento a la sec- dentro ción por la confianza que le había merecido, - Carta del Capitán General de Filipinas sintiendo que su edad, achaques y la estación, - Oficio del Comandante de Marina de Cádiz le impidieran dedicarse con aquella entera - Recibo de Lagasca de haberse entregado el consagración con que en otro tiempo se había arroz aplicado al cultivo de las ciencias naturales, - Minutas de resoluciones (6) pero que esto no obstante, esperaba que la - Extracto generosidad e ilustración de la sección, no de- jarían de contribuir a dar impulso a este ramo En esencia se trata de la reclamación del saber, tan atrasado entre nosotros” (ANÓ- que el 6 de agosto de 1836 hacía Mariano NIMO, 1835b). Lagasca de “un cajón con 45 castas de arroz Todavía en 1837 ocupaba el mismo de secano que forman parte de la colección cargo en el Ateneo de Madrid (ANÓNI- que por su encargo le ha empezado a remitir su MO, 1837). Pero, pronto, al decir de Col- amigo Don José María Cardano, Administra- meiro, “se levantaron contra él la presuntuosa dor de la Aduana de Manila, la cual debe for- mar parte de la Ceres española de cuya prose- ignorancia y la negra envidia, pronto también cución, perfección y publicación está encarga- se debilitaron sus fuerzas físicas, y renovados con mayor intensidad los achaques que había do por V.M.” Su intención era cultivar las contraído bajo el nebuloso clima de Inglaterra, distintas variedades de arroz en el Jardín y que exacerbaban bastantes disgustos y con- Botánico y entre “varios propietarios ilustra- trariedades, y los trabajos a que se entregaba, dos y celosos de los progresos de la agricultu- se vio precisado a moderar su actividad” ra” que residen en lugares a propósito. (COLMEIRO, 1858).

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Cuando estaba a la espera del cajón 1838 firmaba Lagasca en Madrid el recibo con las simientes, con sorpresa observó con el cajón de la discordia. que se remitía a Antonio Sandalio de De cada una de las 45 muestras de Arias, entonces comisario del Real Jardín. arroz, especificaba Azaola la procedencia, Por eso lo Lagasca lo reclamaba “como en copia que firma Lagasca y que repro- propiedad particular suya”, pues se trata de ducimos nosotros. Lo mismo hacemos un “asunto puramente científico y que por re- con el escrito del Superior Gobierno de glamento corresponde, exclusivamente, a los Filipinas del 4 de enero de 1838, infor- profesores que son directores científicos”, y no mando del envío a Mariano Lagasca de un a personas “legas […] y como tales inútiles y nuevo “cajoncito con varias especies de arroz, aun perjudiciales como se ve en el presente semillas de otras plantas y dos pájaros macho caso”. y hembra azules del género Turdus, que me ha Como vemos, términos gruesos los presentado D. Íñigo González Azaola, a fin de que empleaba el botánico de Encinacorba, que se entreguen al referido profesor a quien que remata solicitando del duque de Rivas pertenecen”. como Secretario de Estado de Goberna- Entre los documentos que aportaba ción, se le “entregue intacto el referido cajón nuestro naturalista de Encinacorba, figura como propiedad particular”. Aprovecha para también la copia del documento que el reclamar también la exención del pago de Ministerio de Hacienda de España le portes a que tienen derecho los estableci- dirigía todavía a Londres el 16 de sep- mientos científicos, pues acababa de “reci- tiembre de 1829, aceptando la publicación bir una preciosa colección de más de mil se- en España de la traducción que hizo de la millas y algunos cuadernos impresos que le ha Teoría elemental de la botánica de De- remitido el cuerpo de profesores y administra- candolle, “con notas, adiciones, dibujos y dores del Jardín de plantas del Museo de Pa- cuatro láminas de cobre por veinte y dos mil rís”. reales de vellón, y cuarenta ejemplares de la Las muestras de los arroces de secano obra”. Como puede verse en la reproduc- fueron recolectadas por Íñigo González ción que hacemos, asimismo reconoce el Azaola, quien esperaba enviar más ade- Ministerio “que sería de suma utilidad para la lante otras de regadío. En la misiva que España el que llegaran a publicarse las dos acompañaba, escrita en Calaguán el 15 de obras tituladas la Ceres española y la Flora diciembre de 1835, este naturalista incluía española, para cuya conclusión tiene reunidos también “dos pájaros machos […] preparados algunos materiales de los pocos que pudo con jabón mercurial, parécenme del género salvar en Sevilla”. cuco, y son los dos primeros que he visto. Van también dos boletos que ayer en un paseo por Barcelona: triste final el monte recogí”. Y añadía hablando de Fi- lipinas que “Este es un país casi virgen por En 1837 fue nombrado presidente de no haberse reconocido ninguno de los ramos la Junta de Profesores del Museo de Cien- de la Historia Natural”. cias Naturales, y un año después recibía la Naturalmente, la reclamación dio lu- distinción de Comendador de la Orden gar a una serie de escritos, contestaciones, americana de Isabel la Católica1. También argumentaciones, etc., entre Lagasca y la dirección del Real Jardín Botánico de Ma- drid, pues esta institución consideraba que 1 En el Archivo Histórico Nacional (sig. Esta- era la legítima propietaria de las muestras do, 6320. Exp. 109), se encuentra el nombra- remitidas desde Filipinas. Tras un buen miento en 1838 de Comendador de la Orden puñado de documentos de espesa prosa de Isabel la Católica de Mariano Lagasca, como Profesor de Botánica, junto al de otras administrativa, por fin el 18 de agosto de seis personalidades y dos más que fueron nombrados Caballeros de la misma Orden.

87 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X Nuevas noticias sobre Mariano Lagasca en 1838 debió marchar a Barcelona por empaña en absoluto el carácter exhaustivo motivos de salud, donde fue afectuosa- de su investigación. mente hospedado por su obispo, Pedro Relata este director del Instituto que Martínez de San Martín, en el mismo en total eran “unas veinte cajas grandes”, palacio episcopal. Y allí falleció Mariano que contenían la biblioteca personal de Lagasca Segura el 26 de junio de 1839, en Lagasca, que contaba con “Unos mil volú- una triste situación económica que rayaba menes según quiero recordar […] entre ellos en la miseria (ANÓNIMO, 1839). tres volúmenes en folio con láminas ilumina- Una buena descripción de los últimos das, con una carta, por la que consta que le días de su vida la tenemos en el estudio ofrecían por ellos desde Londres 30.000 reales dedicado a su testamento que apareció en vellón”. Además de “todos sus manuscritos y hasta la mayor parte de su correspondencia Acta botanica malacitana (PÉREZ-RUBÍN familiar, y por último unos doscientos paque- & JIMÉNEZ, 2009). Comenta su autor el tes de plantas y flores disecadas a cual más entierro y las palabras laudatorias que allí extrañas y mejor conservadas […] solamente pronunció el catedrático de la Universidad de trigos habría unos cien ejemplares, con de Barcelona Agustín Yáñez y Girona. expresión de la localidad donde se habrían También resulta muy significativa la carta tomado, los granos que llevaba cada espiga por que su viuda, Antonia Carrasco, enviaba término medio, cosecha a que pertenecía con desde Madrid el 5 de septiembre de 1839 cuantos detalles pudieran apetecerse”. Todo a la Academia de Ciencias y Artes de ello sin contar “la pérdida de innumerables y Barcelona, agradeciendo el interés que preciosas semillas de todas clases de plantas y tomaron en la enfermedad y muerte de su flores de un valor incalculable que las que no estaban destruidas por los insectos, estaban esposo, “golpe terrible que estaba reservado muertas e inútiles por el transcurso del tiem- para colmo de las desgracias y padecimientos po” (MONTAUT, 1861). nuestros” (CARRASCO, 1839). Miembro de numerosas sociedades También Agustín Yañez organizó unos científicas españolas y extranjeras, el años después en la ciudad condal el prin- escultor zaragozano Ponciano Ponzano cipal homenaje celebrado en recuerdo de recibió en encargo de labrar para Mariano Lagasca, a través de la Academia de Cien- Lagasca una escultura en piedra de cuerpo cias Naturales y Artes de Barcelona, en entero con el objeto de colocarla en el cuya sede se colocó un busto del botánico Real Jardín Botánico de Madrid. La obra aragonés. De los actos surgió una pequeña fue mostrada primero en la Exposición publicación biográfica (YÁÑEZ, 1842), así Nacional de Arte de 1860 (ANÓNIMO, como varias reseñas que aparecieron en el 1861; OSSORIO, 1878), y de la misma hay Diario de Barcelona y otros periódicos de un interesante grabado, posiblemente del la ciudad comentando los actos (ANÓNI- aguafuertista francés Federico Salmon MO, 1842). Juan Pérez-Rubín ha estudiado asi- (¿sobre un dibujo de Sanjuán?), que se publi- mismo el destino que tuvieron los mate- có en la revista El Museo universal (SALMON, 1861). riales botánicos de Lagasca llegados a Sobre los retratos de Mariano Lagas- Málaga desde su exilio inglés en 1834, ca, el anónimo autor de la biografía que donde permanecieron ignorados durante apareció en el Semanario pintoresco indi- décadas (PÉREZ-RUBÍN, 2010a). No cita ca que el que allí se reproduce “está copia- en sus trabajos un interesante artículo que do de uno bastante exacto que posee su apre- también trata de este asunto, redactado ciable familia, la cual ha tenido la bondad de por el que fuera director del Instituto de permitirnos sacar de él una copia, en atención segunda enseñanza de Málaga desde a que el único que existe, fue grabado en 1842, 1854, Diego Montaut y Dutriz, lo cual no en Barcelona, con arreglo a la mascarilla que se sacó del cadáver, y por consiguiente repre-

88 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X J.M. DE JAIME LORÉN senta un rostro demacrado y sin semejanza últimos días. El Censor, 22 de septiembre: alguna” (ANÓNIMO, 1846). 455. Madrid. ANÓNIMO (1821d) [Libros]. El Mercurio BIBLIOGRAFÍA Español, agosto: 360. Madrid. ANÓNIMO (1822a) Guía de litigantes y ÁLVAREZ LÓPEZ, E. (1961) Con motivo de pretendientes: 86-87. Madrid. un homenaje. Notas sobre botánicos arago- ANÓNIMO (1822b) Cortes. Segunda Junta neses. Anales Jard. Bot. Madrid, 18(1): 9-13. preparatoria. El Imparcial, 165, 21 de febre- ANÓNIMO (1802) Real Jardín Botánico. ro: 638. Madrid. Calendario manual y guía de forasteros en ANÓNIMO (1835a) [Noticias]. El Eco del Madrid, 116-117. Madrid. comercio, 359, 24 de abril: 2. Madrid. ANÓNIMO (1807) Real Jardín Botánico. ANÓNIMO (1835b) Ateneo. El Español, 40, Calendario manual y guía de forasteros en 10 de diciembre: 4. Madrid. Madrid, 119-120. Madrid. ANÓNIMO (1835c) [Noticias]. La Revista ANÓNIMO (1808a) Real Jardín Botánico. española, 20 de abril: 4. Madrid. Calendario manual y guía de forasteros en ANÓNIMO (1836) Lista de los jueces de he- Madrid, 117. Madrid. cho nombrados por la Excma. Diputación ANÓNIMO (1808b) Real Jardín Botánico. El Provincial […] sobre libertad de imprenta. El Correo mercantil, 34, 4 de agosto: 270. Madrid. Eco del comercio, 854, 31 de agosto: 3. Ma- ANÓNIMO (1808c) Real Jardín Botánico. drid. Gaceta de Méjico, t. 15, 52, 22 de junio: ANÓNIMO (1837) Ateneo científico y litera- 413. Méjico rio de Madrid. Calendario manual y guía de ANÓNIMO (1809) Continúan las nuevas listas forasteros en Madrid: ¿357? Madrid. de contribuyentes al préstamo... Diario de ANÓNIMO (1842) Honor al saber y a la Madrid, 142, 22 de mayo: 571. Madrid. virtud [Homenaje de la Academia de Cien- ANÓNIMO (1818a) Botánica. Genera et cias naturales y artes de Barcelona a Ma- species plantarum, quoe aut novae sunt, aut riano Lagasca]. El Eco del comercio, 8 de nodum recte cognoscuntur. Auctore Mariano mayo: 4. Barcelona. La Gasca. Minerva, septiembre: 138-139. ANÓNIMO (1846) Biografía española. Don Madrid. Mariano Lagasca. Semanario pintoresco es- ANÓNIMO (1818b) [Legado de Celestino pañol, 26 de abril: 130-133. Madrid. Mutis]. Minerva, 42, 16 de abril: 137-139. ANÓNIMO (1861) La estatua del célebre Madrid. botánico español La-Gasca. El Museo uni- ANÓNIMO (1819a) [Noticias]. Diario de versal, 5 de mayo: 139. Madrid. Madrid, 103, 14 de abril: 510. Madrid. ANTILLÓN, I. DE (1808) Elementos de la ANÓNIMO (1819b) Guía de litigantes y pre- Geografía astronómica, natural y política de tendientes: 21. Madrid. España y Portugal. Madrid, Imp. Fuentenebro ANÓNIMO (1819c) Artes. Agricultura. Con- y compañía, 38+254 p. en 8º. clusión del anuncio de la Agricultura gene- Archivo Histórico Nacional. Sig. Estado, 6320; ral de Gabriel Alonso de Herrera. Miscelá- Ultramar, 429. Exp. 11. nea del comercio, artes y literatura, 8 de Archivo de la Universidad de Valencia. Libros noviembre: 4. Madrid. de matrículas, nº 9 y 10; Libros de conclu- ANÓNIMO (1821a) Lista de los señores elec- siones, nº 156. tores, nombrados por las Juntas parroquiales Archivo de la Universidad de Zaragoza. Libros en 7 de octubre de 1821. El Imparcial, 34, de matrículas, años 1794 y 1795. 13 de octubre: 1. Madrid. BALGUERÍAS, E. (1951) Una carta de D. ANÓNIMO (1821b) Señores diputados a Cor- Mariano Lagasca. Anales Jard. Bot. Madrid, tes por Aragón. El Imparcial, 90, 8 de di- 10 (1): 119-127. ciembre: 364. Madrid. BARREIRO, A.J. (1919) El Congreso de las ANÓNIMO (1821c) Contestación que da el ciencias de Bilbao. España y América, 31 de autor de las ‘Cartas del Pobrecito Holgazán’ diciembre: 280-281. al infame libelo que tiene por título: ‘Vida, BORAO, J. (1866) Don Pedro Gregorio virtudes, milagros, etc.’, publicado en estos Echeandía. El Museo universal, a. 10, 34, 26 de agosto: 269.

89 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X Nuevas noticias sobre Mariano Lagasca

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90 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X J.M. DE JAIME LORÉN

conservados actualmente en Málaga. Acta seo universal, a. 5, 18, 5 de mayo: 140. Ma- Bot. Malac. 35: 222-229. drid. PÉREZ-RUBIN, J.; JIMÉNEZ MERINO, C. TABOADA, C. DE; J.M. VALLEJO, M. (2009) El testamento anotado del botánico LAGASCA, A. SANDALIO DE ARIAS, T. Mariano La-Gasca (Barcelona, 1839). Acta VILLANOVA, A. PASCUAL, D. GARCÍA Bot. Malac. 34: 309-315. & A.F. DE SALAS (1821) Propuesta de ley TOMEO LACRUÉ, M. (1962) Biografía que hace S.M. a las Cortes sobre escuelas científica de la Universidad de Zaragoza. prácticas de agricultura y economía rural en Zaragoza. la Monarquía; y juntamente la Memoria de OSSORIO BERNARD, M. (1878) Necrológi- la Comisión de Agricultura nombrada por el ca artística española de 1877. La Academia, Gobierno. Semanario politécnico de Mallor- t. 3, 19, 23 de mayo: 294. Madrid. ca, 18, 3 de agosto: 288-294; 19, 9 de agos- REYES PROPER, E. (1917) Dos noticias to: 295-310; 20, 16 de agosto: 311-327. históricas del inmortal botánico y sacerdote Palma de Mallorca. hispano valentino Antonio José Cavanilles, YÁÑEZ Y GIRONA, A. (1842) Elogio histó- por don Antonio Cavanilles y Centi y don rico de D. Mariano La-Gasca y Segura […] Mariano Lagasca. Madrid, Mateu, 215 p. leído en Junta pública extraordinaria cele- RUIZ, H. & J. PAVÓN (1802) Carta al Editor brada por la Academia de Ciencias natura- del Diario sobre un pretendido descubri- les y artes de Barcelona, en 4 de abril de miento de Botánica en España. Diario de 1842. Barcelona. Madrid, 330, 26 de noviembre: 1329-1331; 331, 27 de noviembre: 1333-1334. (Recibido el 8-IV-2017) SALMON, F. (1861) Estatua de Don Mariano (Aceptado el 25-V-2017) Lagasca, por Don Ponciano Ponzano. El Mu-

Matrícula de Mariano Lagasca en la Facultad de Teología de la Universidad de Zaragoza en 1794.

Matrícula de Mariano Lagasca en la Facultad de Medicina de la Universidad de Zaragoza en 1795.

Matrícula de Mariano Lagasca en las asignaturas de Botánica y Química en la Universidad de Valencia (1796).

91 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X Nuevas noticias sobre Mariano Lagasca

Notación de las Conclusiones de Botánica realizadas por Mariano Lagasca en el Paraninfo de la Universidad de Valencia bajo la dirección del Prof. Lorente (1797).

92 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X J.M. DE JAIME LORÉN

Retrato de Mariano Lagasca copiado por Eduardo Reyes Prosper, del que aparece en la biografía que le dedicó Carreño.

Portadas de dos de las obras de Mariano Lagasca. Nótese que una de ellas perteneció a la biblioteca de Carlos Pau.

93 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X Nuevas noticias sobre Mariano Lagasca

Copia de documento con indicación de la procedencia de las muestras de arroz remitidas desde Filipinas a Mariano Lagasca, con su firma. Archivo Histórico Nacional.

94 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X J.M. DE JAIME LORÉN

Cubierta del expediente incoado a Mariano Lagasca y a otras personas para la concesión de la distinción de Comendador de la Orden de Isabel la Católica (1838).

95 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X Nuevas noticias sobre Mariano Lagasca

Primera página del expediente relativo al envío de muestras de semillas de arroz desde Filipinas a Mariano Lagasca. Archivo General de Indias.

96 Flora Montiberica 68: 72-96 (IX-2017) ISSN 1138-5952 – eISSN 1988-799X Catálogo editorial Jolube – NOVEDADES

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