Carlos Ruiz Zafón 8 I Stephen King 10 I Casa Daros 5 I Alexander Lowen 11 2 /ELPAISCULTURAL/N° 1222
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CULTURALCIENCIAS, ARTES Y LETRAS Año XXIV ● N° 1222 ● Montevideo, viernes 24 de mayo de 2013 The Cure, 26 años después El recuerdo de una noche violenta Fernando García (desde Buenos Aires) ÑO 1987. Estoy al ras del piso, contra el paredón de la tribuna popular de la cancha Ade Ferro Carril Oeste. Es el segundoconciertoquevinoadarThe Cure. Llevo el pelo cortado a cuchillo, endurecido, erecto, por el efecto mágico del jabón blanco. Una musculosa negra desteñidasuperpuestaaunaremera blanca (“The Clash aux stadium”, dice), jeans deshilachados desde los bolsillos a la botamanga, borceguíes mi- litares, un candado como collar. Fui a parar al piso gracias a la puntería de un esbirro de la policía montada que acertó su machete contra uno de mis hombros. Enjaulado, luego, en el camión celular queibaatrasladarnosalacomisaría13 (elpluralesporlosocasionalescompa- ñerosderazzia),escuchélosacordes dramáticos del la canción “A Night Like This” (Una noche como esta). Nunca tan oportunos. Año 2013. Perspectiva aérea. Desde la platea Belgrano del estadio Monu- mental de River Plate observo cómodo la miniatura de The Cure sobre el esce- nario.Laspantallasdevideoproyectan, tando en la estratósfera y volvió para la policía (un poco). La salida masiva del muertos ni rastros de sangre en el asfal- agigantan, la carota de mármol de Ro- cumplir su condena. Alivio, eso es lo estadio de River es tan mansa que podría to. Hay gente que pregunta como llegar bertSmithquecantalaevanescente queparecesentirsearribayabajodeles- confundirse con un espectáculo de Dis- a las barrancas de Belgrano y policías “Charlote Sometimes” como en un sue- cenario. ney si no fuera por el alarido de los ven- que, serviciales, explican el camino. ño. Estiro las piernas contra las butacas dedores ambulantes que conforman una Poco ha quedado en pie de aquella espe- de la fila inferior igual que en un cine OTRA POLICÍA. The Cure tardó veintiséis opereta bizarra, con sopranos y tenores ciedecarnavalunderground que daba vacío. Hay algo que se cierra, inexplica- años en volver a Buenos Aires. Entre la repartidos a lo largo de la avenida vueltas a la cancha de Ferro Carril Oeste. blemente,sinqueloestépensando. primera y accidentada visita cambiaron Udaondo.Nohayestavezpolicíamon- Cuesta encontrar en la marea humana al- Comounalmaenpenaquequedóorbi- el siglo, la democracia argentina y, aún, tada ni corridas ni botellas rotas ni perros gún vestigio del gótico post-punk que EN ESTE NÚMERO David Mitchell 4 I Daniela Tomeo 10 I Rudyard Kipling 6 I Joaquín Torres García 12 Carlos Ruiz Zafón 8 I Stephen King 10 I Casa Daros 5 I Alexander Lowen 11 2 /ELPAISCULTURAL/N° 1222 llegó a mitad de los ochenta de la mano guajedeloinefabledeloquecantaRo- de The Cure, Echo & The Bunnymen, y bert Smith. “Oigo tu voz… llamando mi Siouxsie & The Banshees. Música in- nombre… profundo… oscuro”. En ese glesa de inspiración siniestra y sombría mantra está casi todo lo que define el que era consumida mayormente en dis- mundo simbólico que orbita en torno a cosimportadosdeBrasil. The Cure, la obra maestra de un Hiki- Elquenohacambiadoentodoeste komori (los jóvenes japoneses recluídos tiempo es Robert Smith, el alma de una en sus dormitorios) inglés. muñeca antigua atrapada en un hombre En River sonó casi completa y diáfa- de cincuenta y tres años. Condenado a na la recopilación de simples Standing representar su papel ad eternum, ha lo- on a Beach: The Singles 1978-1986. grado, a partir de esa persistencia estéti- Porque fue precisamente entre 1979 y ca, cruzar la barrera generacional. Ya en 1986 que Smith dibujó el plano del cuar- los tempranos 2000 los fans porteños del to propio que terminó de edificar entre grupo, que apenas gateaban cuando los losmagníficosálbumesDisintegration shows del 87, juntaron firmas y marcha- (1989) y Wish (1992). Ese cuarto oscu- ron pidiendo el regreso del grupo al ro ha resultado modélico para millones país. Porque aquella vez el concierto, el en el mundo que pueden espiarlo a tra- segundo sobre todo, terminó tan mal que vés de los discos y de los shows en vivo. Smith juró que no volvería a pisar Ar- gentina. Más aún, la fecha que Echo & los garajes de Buenos Aires había que jan llegar al rostro. Hay algo interme- CRUCE DE SIGNIFICADOS. Vuelvealame- The Bunnymen tenía programada dos aprenderse como se hacía antes con dio: su máscara artística. El sonido es moria la violencia de 1987, lo que genera meses después, en el otoño de aquel “Smoke on the Water” de Deep Purple) definitivamente una metáfora de la idea un abrumador contraste con esta platea año, fue levantada rápidamente. El ru- quien ha consumido esta música en de The Cure. cómoda, adulta, acicateada por las radios mor de una ciudad violenta corría como tiempo real (no en el modo s h u ffl e del LoquediceSimonGallupconsu de clásicos. Este público de show inter- pólvora entre los managers europeos. ipod) no puede evitar una inmersión en bajo, en cuya monotonía densa palpita nacional que paga muy caro su lugar pa- Echo & The Bunnymen vino luego a aquellanochedelos80que,apeligros un resabio atávico de la Revolución In- rece movido solo por los hits yalgún fines de los noventa y resultó una carica- como aquel de Ferro, yuxtaponía inten- dustrial, acaso sea la traducción al len- destello de nostalgia de discoteca. Muy tura patética. Ahora The Cure, con ape- sas excursiones estéticas de aventura. distintosdeaquellostreintaocuarenta nasdosdesusmiembrosoriginales Es curioso pensar cómo la tecnología jóvenes que no pasaban los 25 años, (Smith, claro, y el fundamental bajista de una época define además su sonido y, arrinconados en una celda de la Policía Simon Gallup), reunió el doble de públi- alalarga,elsentimientoquedeéstese Federal. Había heavies del oeste bonae- co que en el 87 y tocó, casi sin descanso, desprende. Lo primero que se reconoce Discografía rensederigurosastachasycueronegro; tres horas y media. Si bien la máquina enesebajoquepartecomountren(esa barrabravas de Lanús y Boca Juniors; un creativa de Smith se detuvo hacia 1992 síncopa) es el efecto amorfo del chorus. 1979 Three Imaginary Boys skinhead perdido; varios punks; un mu- con el álbum Wish,elrepasoenvivopor Inmediatamente la guitarra de Smith 1980 Boys Don’t Cry (recopila- chacho de mirada perdida y pelo por la las gemas de pop somnoliento y dina- agrega un tornado módico provocado torio) cintura al que llamaban “Cristo”; y otro, mismo after punk se impone contunden- porelpasodelaseñaleléctricaatravés 1980 Seventeen Seconds con claras señales de deterioro mental. te a la necesaria exposición de nuevo del flanger.Esosefectosapedal,creados 1981 Faith También había algunas chicas. material que, salvo los fans acérrimos y por osciladores que regulan y desvían el 1981 Happily Ever After (recopi- La población circunstancial de aque- acríticos, nadie quiere escuchar (el últi- flujo eléctrico como represas, están en la latorio) lla celda permite, a la distancia, una ob- mo disco salió hace cinco años). médula del sonido y la idea de The Cure. 1982 Pornography servación clínica de los síntomas que ex- Hasta el clima ha cambiado de aque- Si la tecnología llegó a tiempo para una 1983 Japanese Whispers (recopi- plotaron en Ferro Carril. Desde 1982 la lla primera vez. En River hizo un frío idea artística que ya estaba incubada, o si latorio) homogeneidad post Woodstock del pú- adecuado al estilo del grupo; en Ferro, el esaideasedisparóapartirdeundesarro- 1984 The Top blico de rock argentino se fragmentó en calor de febrero fogoneaba el desafío y la llo técnico, es una larga discusión. 1984 Concert:TheCureLive eso que la sociología urbana llama “tri- represión. El comienzo en River, con ese Lo cierto es que la deformación que (en vivo) bus”, y que nadie caracterizó mejor que cielotitilante,tuvoelefectodeunarepa- esos efectos introducen en el bajo y la 1985 The Head on the Door el inglés Dick Hebidge en su libro Re- radora siesta polar: tan encandilador. guitarradeTheCuresecorresponden 1986 Standing on a Beach (reco- volt Through Style (Larevueltaatravés Cuando tocan “Pictures ofYou” o la sen- con dos aspectos fundamentales de la pilatorio) del estilo). Un repaso por esa fila de chi- sual“Lullaby”sehacepatentelaconcu- idea de Robert Smith. Por un lado, la in- 1987 Kiss Me, Kiss Me, Kiss Me cos a los que un fiero guardián escudri- rrencia de texturas oníricas. Las guitarras troversión. Como guitarrista, Smith es el 1989 Disintegration ñaba con detenimiento sádico en la co- en cascada, la omnipresencia del bajo, anti-Hendrix. Sus escalas semejan solilo- 1990 Mixed Up (recopilatorio) misaría 13 podría resultar un festival se- las líneas minimalistas y vaporosas de quios contenidos, un estado de angustia 1991 Entreat (en vivo) miótico por la cantidad de signos acumu- los sintetizadores, la batería sádicamente encadenado. Si el wah wah le daba a 1992 Wish lados en maquillaje, accesorios y actitud. fija, sin posibilidad de escape. Todo eso Hendrix la posibilidad de “hacer hablar a 1993 Paris (en vivo) Además de que corrió el rumor de configura un flujo sedante que atraviesa la guitarra”, y su pathos erapuraexpan- 1993 Show (en vivo) quelacanchadeFerroerafácilparaco- la noche como un misil de morfina. sión, en Smith todo se comprime y la 1996 Wild Mood Swings larse (movilizó a una porción importante La cura por hipnosis, al fin, funciona. guitarra no habla ni llora (Harrison-Clap- 1997 Galore (recopilatorio) del lumpenaje), lo que estalló con la ve- ton) sino que murmura. 2000 Bloodflowers nidadeTheCurefueesecrucedesigni- LA TECNOLOGÍA DE UNA ÉPOCA. The Por otro lado, el maquillaje. Si los 2001 Greatest Hits (recopilatorio) ficados. Como si las escaramuzas de fin Cure, además de una patología adoles- efectos maquillan el sonido puro de los 2004 The Cure de semana del underground (heavies cente hecha estética, es un sonido. Y instrumentos eléctricos hasta volverlos 2004 Join the Dots (recopilatorio) contra punks; punks contra skinheads; aún cuando esté ligeramente datado en una especie de turbulencia, los músicos 2006 4play (recopilatorio) stones contra punks; heavies y skinheads losañosochentaylosprimerosnoven- encolumnados detrás de Smith mantie- 2008 4:13 Dream contra darks y new romantics)hubieran ta, consigue afirmarse en el presente.