SEDE APOSTÓLICA DGDC VII en el derecho canónico, que suele reconocerse de las instituciones de la Iglesia católica, Pamplona a favor de entes de distinta índole y caracte- 2003, 15-22; F.SALERNO, Sede apostolica o Santa rísticas. sede e romana, en P. A.BONNET y C.GULLO (eds.), La curia romana nella cost. ap. «Pastor Bo- Teniendo en cuenta las observaciones termi- nus», Città del Vaticano 1990, 45-82. nológicas y el significado legal, podemos ano- tar finalmente que el concepto de Sede apostó- AntonioVIANA lica no expresa lo mismo que el de «autoridad (o potestad) suprema de la Iglesia», también usado por documentos magisteriales y lega- SEDE APOSTÓLICA les. En efecto, la autoridad suprema de la Igle- VACANTE E IMPEDIDA sia incluye al Romano pontífice y al Colegio Vid. también:COLEGIO CARDENALICIO;CÓNCLAVE; episcopal, pues el Colegio, «junto con su Ca- ELECCIÓN DELROMANOPONTÍFICE;SEDEAPOSTÓ- beza, el Romano pontífice, y nunca sin esa Ca- LICA;SEDE IMPEDIDA; beza, es también sujeto de la suprema y plena SUMARIO: 1. Situación de sede vacante o impe- potestad sobre la Iglesia universal» (LG 22; c. dida. 2. Legislación aplicable. 3. Gobierno de la 336 del CIC de 1983; c. 49 del CCEO de 1990). Iglesia durante la sede vacante. a) Potestad del co- Con independencia de cómo deban explicarse legio de cardenales y de la curia romana. b) Las las relaciones entre el Papa y el Colegio epis- congregaciones de cardenales. c) Funciones del copal y la concreta titularidad de la autoridad camarlengo. suprema de la Iglesia (cuestión que ha tenido diversas explicaciones que no se pueden deta- 1. Situación de sede vacante o impedida llar aquí), lo cierto es que el concepto de Sede Una de las condiciones de validez que el apostólica no incluye de suyo al Colegio epis- ordenamiento canónico establece para la pro- copal, y por eso no puede ser identificado con visión de un oficio eclesiástico es que el el de autoridad suprema de la Iglesia. De to- mismo esté vacante según derecho (cf c. 153 § das formas, a veces la legislación canónica los 1 CIC). A su vez, la vacante puede producirse, usa indistintamente. Así, por ejemplo, en ma- además de por la muerte del titular, por trans- teria de circunscripciones eclesiásticas, el c. curso del tiempo previsto, por cumplimiento 433 § 1 del CIC de 1983 se refiere a la Santa de la edad establecida por el derecho o por sede como sujeto competente para erigir una renuncia, traslado, remoción o privación (cf c. región eclesiástica; pero el c. 431 § 3 prefiere 184 § 1 CIC). Salvo que haya un coadjutor o aludir a la autoridad suprema de la Iglesia en que la vacante se produzca por finalización de un contexto muy parecido a propósito de la un plazo, en cuyo caso puede aplicarse el c. erección de provincias eclesiásticas. Con todo, 153 § 2 –que prevé la posibilidad de proveer ambas expresiones –Sede apostólica y autori- un oficio todavía no vacante en los últimos dad suprema de la Iglesia– deben distinguirse seis meses–, desde la vacante hasta la nueva en la interpretación del derecho, porque no provisión del oficio suele pasar un tiempo significan lo mismo. más o menos largo, durante el cual el oficio –en su caso, la sede– está vacante. Bibliografía Entre las fuentes que pueden consultarse ade- Respecto al obispo diocesano, el Código de más del CIC y del CCEO, se encuentran PB y el 1983 establece que cuando «por cautiverio, re- texto de la constitución apostólica Universi Domi- legación, destierro o incapacidad, el obispo nici Gregis, de 22.II.1996 sobre la elección del Ro- diocesano se encuentra totalmente imposibili- mano pontífice. En cuanto a los autores, puede tado para ejercer su función pastoral» (c. 412 verse J. I.ARRIETA, La nueva Ley fundamental del CIC) se da la situación de sede impedida: el ofi- Estado de la Ciudad del Vaticano y las sucesivas cio tiene titular, pero éste se ve imposibilitado reformas del gobierno del Estado, Ius canonicum para ejercitar sus funciones. 41 (2001) 707-728; P. A. D'AVACK, Vaticano e En ambos casos, como es lógico, el gobierno Santa sede (ed. C.CARDIA), Bologna 1994, 241- de la sede sufre alteraciones, que configurarán 347, especialmente; E.GÜTHOFF y K. H.SELGE (eds.), Der Staat der Vatikanstadt, der heilige Stuhl regímenes diversos según los casos. Pero so- und die römische Kurie in den Schriften von Win- bre el régimen jurídico de la sede vacante y de fried Schulz (escritos reunidos), Frankfurt am M. la sede impedida, en general se ha hablado ya 1999; G.LOCASTRO, sub c. 113, en ComEx, I, en otras voces de este diccionario. Ahora inte- Pamplona 32002, 772-776; J.ORLANDIS, Historia resa examinar esas situaciones especialesy

212 DGDC VII SEDE APOSTÓLICA VACANTE E IMPEDIDA transitorias de la sede en relación con un oficio ficación anterior, de 1917, no mencionaba tales peculiar y particularmente importante en el leyes, aunque de hecho existían. En realidad, ordenamiento canónico y con una sede consti- casi todos los Papas del siglo XX han aportado tucionalmente única: el oficio del Romano modificaciones a las normas que rigen la sede Pontífice y la sede romana. romana vacante y la elección del Romano Al cargo del Romano Pontífice sólo se aplica Pontífice (vid.S.PÍO X, Const. ap. Vacante Sede uno de los modos de pérdida del oficio indica- Apostolica de 25.XII.1904, en Pii X Pontificis dos por el c. 184 § 1: la renuncia (cf c. 332 § 2 Maximi Acta III [1908] 239-288;PÍO XI, M.P. CIC y c. 44 § 2 CCEO). La otra causa que de 1.III.1922, en AAS 14 [1922] puede provocar la situación de sede vacante 145-146; y también dePÍO XI, la Const. ap. es la muerte del Papa. La renuncia provoca la Quae divinitus de 25.III.1935, en AAS 27 [1935] problemática de la determinación jurídica de 97-113;PÍO XII, Const. ap. Vacantis Apostolicae la situación de la sede, ya que aunque se prevé Sedis de 8.XII.1945, en AAS 38 [1946] 65-99; que el titular del oficio debe renunciar a él li- JUAN XXIII, M.P. Summi Pontificis electio de bremente y manifestar formalmente su renun- 5.IX.1962, en AAS 54 [1962] 632-640;PABLO VI, cia, ninguna autoridad debe aceptarla (como M.P. de 21.XI.1970, en sucede en otros oficios eclesiásticos que se AAS 62 [1970] 810-813;IDEM, Const. ap. Ro- proveen por elección, como el de administra- mano Pontifici eligendo de 1.X.1975, en AAS 67 dor diocesano del c. 430). La historia ha cono- [1975] 609-645;JUANPABLO II, Const. ap. Uni- cido algunos casos de renuncia a la sede ro- versi Dominici gregis de 22.II.1996, en AAS 88 mana o de situaciones parecidas a la renuncia, [1996] 305-343). En realidad, durante todo el la más famosa la de san Celestino V el segundo milenio cristiano, las modificaciones 13.XII.1294 (vid. los resúmenes históricos de P. de la normativa sobre la sede vacante y la GRANFIELD, Papal Resignation, 38 elección del Romano Pontífice han sido cons- (1978) 118-123 yGRAULICH 76-78). tantes (describe resumidamente la historia de La determinación de la situación de sede la legislación sobre la sede romana vacante N. impedida en relación con Roma es todavía DELRÉ, La curia romana. Lineamenti storico-giu- más problemática: por un lado, el oficio pri- ridici, Città del Vaticano 41998, 461-475). En la macial no es sólo el oficio episcopal de actualidad, la ley que rige el gobierno de la Roma, sino que abraza todas las Iglesias; por Sede Apostólica vacante es la Const. ap. de otra parte, debería existir alguna autoridad Juan Pablo II, , que en que pudiera determinar cuándo se produce 2007 ha sufrido una ligera modificación (cfBE- tal situación que, en algunos casos al menos, NEDICTO XVI, M.P. Constitutione apostolica de es causada precisamente por la imposibili- 11.VI.2007, en AAS 99 [2007] 776-777). El n. 77 dad de actuar de la persona que detenta el de la misma constitución apostólica prevé que oficio. Los canonistas clásicos se han preocu- todo lo establecido en ella con respecto a la pado de la sede romana impedida al comen- sede vacante se aplica también cuando la tar el capítulo sexto «De Papa» de la Distin- causa de tal situación es la renuncia del Ro- ción XL del Decreto de Graciano (cf mano Pontífice. FRIEDBERG I, 146). La polémica llega hasta el No hay, en cambio, ley especial para la si- siglo XXI (cf, por ejemplo, J.PROVOST, «De sede tuación de sede impedida. En ausencia de ley apostolica impedita» Due to Incapacity, enA. específica, quizá podrían aplicarse las normas MELLONI et al. (a cura di), Cristianesimo nella establecidas en general para las sedes episco- storia. Saggi in onore di Giuseppe Alberigo, Bo- pales impedidas (cc. 412-415 CIC) también a logna 1996, 101-130), y la dificultad para la de- la diócesis de Roma; pero, como hemos seña- terminación de las causas y situaciones que lado, hay que tener en cuenta las peculiarida- pueden provocar el impedimento de la sede des de esta sede (cf la norma que organiza el romana permanece. Vicariato de Roma y que recuerda algunas de 2. Legislación aplicable esas especificidades: M.P. Ecclesia in Urbe, La legislación universal sobre el oficio pri- 1.I.1998, en AAS 90 [1998] 177-193, art. 8). En macial (cc. 331-335 CIC y 43-48 CCEO) prevé principio, si se diese el supuesto de hecho, ha- expresamente la promulgación de leyes espe- bría que aplicar por analogía (cf c. 19) los cá- ciales para las situaciones de sede vacante o nones citados, referentes a las diócesis en ge- impedida (cf cc. 335 CIC y 47 CCEO). La codi- neral, integrados con las indicaciones de la ley

213 SEDE APOSTÓLICA VACANTE E IMPEDIDA DGDC VII sobre la sede vacante en la medida en que blece que el gobierno de la Iglesia durante la sean atinentes al caso (cfMOLANO 585-586; sede vacante corresponde al colegio de carde- GRAULICH 79-85). nales «solamente para el despacho de los En cualquier caso, la aplicación analógica a asuntos ordinarios o de los inaplazables (cf 6), la diócesis de Roma de lo establecido en gene- y para la preparación de todo lo necesario ral para las otras diócesis no deja de plantear para la elección del nuevo Pontífice» (UDG 2). dificultades (cf A.PÉREZEUSEBIO, La sede epis- En los demás casos, es decir, «sobre las cues- copal vacante: régimen y principios jurídicos infor- tiones que correspondían al Sumo Pontífice madores, Roma 2002, 278-287). Por ejemplo, el mientras vivía o ejercía las funciones de su c. 415 contempla la posibilidad de que la sede oficio», el colegio cardenalicio «no tiene nin- quede impedida porque el obispo incurra en guna potestad o jurisdicción» (UDG 1). una pena eclesiástica. La doctrina canónica Concretamente, el legislador precisa que el tradicional ha discutido mucho sobre la posi- colegio de cardenales no ejerce potestad legis- bilidad que el Papa incurra en herejía clara y lativa y ni siquiera puede dispensar de las le- notoria, sobre las consecuencias jurídicas que yes pontificias (cf UDG 4), aunque sí puede esta eventualidad acarrearía y sobre el modo interpretar las disposiciones dudosas o con- de comprobar el hecho de la herejía sin supri- trovertidas de la misma Universi Dominici gre- mir el principio según el cual «Prima sedes a gis, que no se refieran a la elección, mediante nemine iudicatur» (cf X.WERNZ-P.VIDAL, Ius un acto colegial concordado por la mayoría canonicum, II, Romae 1943, 517-521). Probable- simple de los cardenales presentes (cf UDG 5). mente, la solución a estos problemas no puede El poder judicial queda en manos de los en- prescindir de tener en cuenta el dato del ca- tes vicarios de la curia romana que lo ejercen risma de infalibilidad que asiste al Romano habitualmente: la Signatura apostólica y la Pontífice en el ejercicio de su función de ma- Rota romana (cf UDG 26). gisterio. De todos modos, el supuesto plantea El ejercicio del poder administrativo, ejecu- no pocas dificultades para la «actuación prác- tivo o de gobierno, corresponde a los órganos tica» de la figura de la sede romana impedida. vicarios de la curia romana, en lo que se re- Dificultades que se agrandan si se tiene en fiere a «las facultades propias de cada dicaste- cuenta que, en la legislación universal, el régi- men especial está previsto para cuando la rio» (UDG 25), que tratarán sólo las cosas me- sede está «totalmente» (prorsus) impedida (cf nos graves, las menos discutidas y las cc. 335 CIC y 47 CCEO). ¿Quién deberá com- urgentes bajo la guía del correspondiente se- probar el grado –la «totalidad»– del impedi- cretario (cf art. 6, 2 PB). No podrán proveer, mento de la Sede Apostólica? en cambio, en los asuntos que requieran la in- tervención de las asambleas plenaria u ordina- 3. Gobierno de la Iglesia durante la sede ria del dicasterio, porque tanto el prefecto o el vacante presidente como los miembros de los dicaste- Durante la situación de sede vacante, el cri- rios cesan en el momento en el que la sede terio tradicional fundamental en el gobierno queda vacante (cf UDG 14). Por la misma ra- de la Iglesia se sintetiza en la prescripción sede zón, no se podrán resolver las cuestiones que vacante nihil innovetur (cc. 335 CIC y 47 requieren el uso de facultades habituales o de CCEO). Algunas consecuencias jurídicas con- potestad delegada al prefecto o presidente cretas de esa situación peculiar son estableci- del dicasterio. das por el legislador universal: el colegio car- Las funciones de coordinación e impulso denalicio modifica su potestad según el c. 359. Si hubiera un concilio ecuménico en curso del ejercicio de la potestad de gobierno de quedaría interrumpido (c. 340), al igual que el cada dicasterio corresponden al cardenal «ca- sínodo de obispos (c. 347 § 2). Todas las demás marlengo de la Santa Iglesia romana [...], que precisiones son dejadas a la ley especial (cf M. despacha los asuntos ordinarios, sometiendo MOSCONI, «Sede vacante nihil innovetur»: i limiti al colegio de los cardenales todo lo que de- all'esercizio dell'autorità nella condizione di va- biera ser referido al Sumo Pontífice» (UDG canza della sede, Quaderni di diritto ecclesiale 14). 17 [2004] 165-171). b) Las congregaciones de cardenales a) Potestad del colegio de cardenales y de la curia Para el gobierno de la sede vacante, la ley romana prevé dos organismos cardenalicios que deno- La Const. ap. Universi Dominici gregis esta- mina «congregaciones»: una congregación ge-

214 DGDC VII SEDE APOSTÓLICA VACANTE E IMPEDIDA neral, que dura hasta que comienza la elec- toda la acción de gobierno que, bajo su im- ción, en la que «deben participar todos los pulso (cf J. I.ARRIETA, Diritto dell'organizza- cardenales no impedidos legítimamente (aun- zione ecclesiastica, Milano 1997, 234), se realiza que los no electores pueden abstenerse), ape- de modo colegial en sustitución de los titula- nas son informados de la vacante de la Sede res de la potestad suprema sobre la Iglesia (cf Apostólica» (UDG 7); y la congregación parti- cc. 331 y 336), que en ese momento no existen. cular, «constituida por el cardenal camarlengo Sustitución que no implica, sin embargo, ejer- de la Santa Iglesia romana y por tres cardena- cicio de la potestad suprema, sino más bien les, uno por cada orden, extraídos por sorteo una especie de administración fiduciaria de entre los cardenales electores llegados a los derechos y de los bienes de la Iglesia. La Roma» (UDG 7). actuación del camarlengo durante la sede va- La congregación general, presidida por el cante se connota, además, por la colegialidad: decano del colegio cardenalicio (UDG 9), trata las decisiones de gobierno son tomadas por la las cuestiones más graves o controvertidas, congregación particular o por la congregación cuya resolución no pueda aplazarse. Tales general, nunca por el camarlengo indivi- problemas (entre los que la ley cita explícita- dualmente. mente «los casos in articulo mortis de dispen- Como administrador principal de los bienes sas que el Sumo Pontífice suele conceder») se- y derechos de la Iglesia, el cardenal camarlengo rán confiados normalmente al cardenal o debe «reclamar a todas las administraciones arzobispo que presidía el dicasterio compe- dependientes de la Santa Sede las relaciones so- tente, «a cuyo examen el Sumo Pontífice di- bre su estado patrimonial y económico, así funto las hubiera confiado probablemente» como las informaciones sobre los asuntos ex- (UDG 25). Tratándose de cuestiones graves, la traordinarios que estén eventualmente en decisión deberá ser tomada por mayoría ex- curso, y a la Prefectura de los Asuntos Econó- presada en voto secreto (cf UDG 10). También micos de la Santa Sede el balance general del la preparación inmediata de la elección es de año anterior, así como el presupuesto para el competencia de la congregación general (cf año siguiente. Está obligado a someter esas re- UDG 13). Iniciada la elección, en cambio, las laciones y balances al colegio de cardenales» funciones de la congregación general son asu- (art. 171 § 2 PB). midas por la asamblea de los electores (cf Dada la trascendencia del oficio de camar- UDG 7). lengo para el gobierno, la administración y la La congregación particular se renueva por coordinación de las actividades durante la sede sorteo cada tres días, también después del ini- vacante, la ley prevé que el oficio mismo de ca- cio de la elección (cf UDG 7). Su función es marlengo pueda estar privado de titular más ejecutiva que la de la congregación gene- cuando se produce la vacante de la Sede Apos- ral: en ella «deben tratarse solamente las cues- tólica. En tal caso, los cardenales electores pre- tiones de menor importancia que se vayan sentes (por tanto, no la congregación general) presentando diariamente o en cada momento» deben elegir un nuevo camarlengo hasta la (UDG 8). Le corresponde coordinar el trabajo elección del Romano Pontífice y, hasta que lo de los dicasterios de la curia romana, exami- elijan, sus funciones son confiadas al decano nar las cuestiones que hayan de resolverse y del colegio de cardenales (cf UDG 15). La ley no decidir cuáles son de mayor importancia, para toma en consideración otra hipótesis, posible si aplazarlas hasta después de la elección o so- no se acepta la renuncia al cumplir los setenta meterlas a la congregación general, etc. Ade- y cinco años: que el camarlengo tenga ochenta más, la congregación particular debe «cuidar años y no pueda participar a la elección. El le- y administrar los bienes y los derechos tempo- gislador confía en que la situación no se dé por- rales de la Santa Sede» (UDG 17). que se acepte la renuncia a tiempo. c) Funciones del camarlengo Una función del camarlengo que caracteriza Entre los cardenales que no cesan en su toda su actuación durante la sede vacante es cargo por la muerte del Romano Pontífice se la que se refiere a la información. Es él quien encuentra el camarlengo de la Santa Iglesia ro- debe informar al vicario para la diócesis de mana, presidente de la Cámara Apostólica (cf Roma y al vicario para la Ciudad del Vaticano art. 171 PB). Como ya se ha visto, es él quien de la muerte del Pontífice (cf n. 17 UDG); y dirige la congregación particular y coordina también al decano del colegio de cardenales

215 SEDE APOSTÓLICA VACANTE E IMPEDIDA DGDC VII

(cf UDG 19). Al camarlengo corresponde dar diversas y el c. 412 ofrece un elenco indicativo: al colegio, en las reuniones de la congregación a) cautiverio (captivitas), relegación (relegatio), general, «las comunicaciones que crea necesa- destierro o incapacidad de la persona del legí- rias u oportunas» (UDG 11). Y, una vez ini- timo pastor. No se excluye que puedan darse ciada la elección, es el camarlengo quien debe otras situaciones no contempladas en el ca- garantizar la reserva de la reunión del cón- non, que produzcan el mismo efecto: la impo- clave (cf UDG 55) y levantar acta de las vota- sibilidad, moralo física, del obispo para ejercer ciones (cf UDG 71). Viene así a constituirse en el munus pastorale, su actividad ordinaria de una especie de custodio de la libertad y de la gobierno. Sin embargo, la sede solo se puede regularidad de la elección. Y queda caracteri- considerar canónicamente impedida cuando zado también por su labor de «contacto» con el legítimo pastor no pueda comunicarse con el exterior del cónclave, que garantiza la conti- sus fieles ni siquiera por carta (nec per litteras nuidad en la labor de gobierno. quidem): la expresión empleada por el Código da a entender que solo está realmente impe- Bibliografía dida aquella Iglesia particular que no puede, Juan Pablo II, Const. ap. Universi Dominici gre- gis, de 22.II.1996 [UDG] de ninguna manera, recibir disposición alguna M.GRAULICH, Die Vakanz des apostolischen del obispo propio. En consecuencia, no se Stuhls und die Wahl des Bischofs von Rom. Zwei puede considerar impedida una sede en la que Rechtsinstitute in der Entwicklung, Archiv für kat- el obispo, por motivos transitorios de salud, holisches Kirchenrecht 174 (2005) 75-95; I.GRI- encarcelamiento, secuestro o voluntaria segre- GIS, La Costituzione Apostolica «Universi Dominici gación (por ejemplo, por motivos políticos), Gregis», Roma 2004; J.MIÑAMBRES, Il governo de- está en condiciones, no obstante, de asegurar lla Chiesa durante la vacanza della sede romana e el gobierno de su diócesis empleando medios l'elezione del Romano Pontefice, Ius ecclesiae 8 escritos. (1996) 713-729;IDEM, Comentario a la Const. ap. «Universi Dominici Gregis», en J. I.ARRIETA-J.CA- Actualmente, la situación de impedimento NOSA-J.MIÑAMBRES, Legislazione sull'organizza- de una sede es mucho más excepcional ya que zione centrale della Chiesa, Milano 1997, 1-101; los medios tecnológicos actuales (ordenado- E.MOLANO, sub cc. 332, 335, en ComEx, II, 1996, res, teléfonos móviles, fax, radio) pueden ase- 575-577, 585-586; A. M.PUNZINICOLÒ, La Curia gurar a un obispo, físicamente lejano, una real durante la sede vacante, en VV.AA., La Curia Ro- y casi inmediata participación –aunque sea di- mana nella Cost. ap. «», Città del Vati- ficultosa– en la vida y en el gobierno de la cano 1990, 151-162. diócesis, siempre y cuando el uso de tales me- JesúsMIÑAMBRES dios no haga dudar de la libre voluntad del obispo y quede asegurada su identidad. SEDE IMPEDIDA Una excepción a los casos previstos por el c. 412 y a otros posibles, es el caso de que el Vid. también:SEDEAPOSTÓLICA VACANTE E IMPEDIDA; obispo diocesano esté impedido para ejercer SEDE VACANTE su munus pastorale propio por causa de una En la sección II del libro II de Código de pena eclesiástica. En esta situación, el c. 415 1983, dedicado al Pueblo de Dios, el capítulo prevé la siguiente disposición: corresponde al III trata de la sede impedida y de la sede va- metropolitano, o al obispo sufragáneo más an- cante. Se sitúa en el contexto de las normas ciano según el orden de promoción, el recurso que se refieren a las Iglesias particulares y a a la Santa Sede para que ésta provea. En tal las autoridades que las gobiernan, de modo caso, no se aplica, como es evidente, lo pre- especial los obispos. Este capítulo contiene la visto por el c. 413, que veremos a continua- regulación de una situación del todo peculiar ción. No cualquier pena eclesiástica impide al en la Iglesia particular: el caso de que el obispo diocesano el ejercicio del gobierno pas- obispo, titular de aquella sede, se encuentre toral; sólo cuando se trate de una censura, es impedido para gobernar su diócesis y asegu- decir, una excomunión (c. 1331 §§ 1 y 2), un rar el desarrollo normal de su actividad. entredicho (c. 1332) o una suspensión (c. La disciplina de los cc. 412-415 asegura a la 1333). También una pena expiatoria puede im- sede episcopal la continuidad de su vida y de pedir al obispo ejercer el gobierno en la dióce- su acción, en el caso de que un impedimento sis, cuando el decreto penal lo prevea expresa- afecte al pastor propio. Las causas pueden ser mente (c. 1336). En conclusión, la sede está

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