Fernando Del Paso En El Reino De Cervantes María Luisa Regueiro
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Fernando del Paso en el Reino de Cervantes María Luisa Regueiro Rodríguez Filóloga Universidad Complutense Madrid E-mail: [email protected] premio Cervantes Recibido: 10 de febrero de 2016 Aceptado: 3 de marzo de 2016 RESUMEN: A Fernando del Paso le otorgan el Premio Cervantes (abril 2016). Ello supo- ne un reconocimiento a su trayectoria literaria y cultural no solo en el Reino de Cervantes sino en el “reino” de la cultura universal en la cual este escritor mexicano ha volcado su arte y su pluma. PALABRAS CLAVE: cultura, Fernando del Paso, letras, Premio Cervantes, reconoci- miento, trayectoria. «El mundo hispánico como conjun- El próximo 23 de abril, con la corres- to cultural es el fruto de un largo pondiente solemnidad, el escritor acarreo de siglos y se sostiene con pi- Fernando del Paso recibirá el Pre- lares de miles de volúmenes escri- mio Miguel de Cervantes de 2015 en tos, se fundamenta en una enorme el Paraninfo de la Universidad de extensión de textos acumulados, de Alcalá. Desde 1976, año en el que se sentimientos compartidos, de ideas instituye el Cervantes, es el sexto au- transferidas, de conocimientos comu- tor mexicano tras Octavio Paz, Car- nes: el Reino de Cervantes». los Fuentes, Sergio Pitol, José Emilio GRE G ORIO SALVADOR Pacheco y Elena Poniatowska; y uno de los veinte hispanoamericanos 1 1 De acuerdo con la alternancia ge- neral —con alguna excepción— de autores de una u otra orilla atlántica, precedieron a Del Paso: Alejo Carpen- tier (1977), Jorge Luis Borges (1979), Juan Carlos Onetti (1980), Octavio Paz (1981), Ernesto Sábato (1984), Razón y Fe, 2016, t. 273, nº 1410, pp. 331-340, ISSN 0034-0235 331 María Luisa Regueiro Rodríguez receptores de la máxima distinción cia feliz en el seno de una fami- literaria en lengua española. La con- lia de clase media de la Colonia cesión ha supuesto un motivo de or- Roma; y estudió la Preparatoria (el gullo nacional para México, donde bachillerato) de ciencias biológicas desde hace años Del Paso es figura en el Colegio de San Ildefonso con destacada en su panorama cultural. el propósito de ser médico. Inició, También los más de quinientos mi- sin concluir, estudios en Medicina llones de americanos que compar- y en Economía; pero más decisivo ten el español como lengua materna para su futuro como escritor fue se reconocen y se sienten reconoci- un seminario de literatura en la dos en un autor que, a pesar de de- Universidad Autónoma de Méxi- sarrollar gran parte de su actividad co. Con menos de veinte años de fuera de su país de origen, no ha de- edad comenzó a trabajar en publi- jado de pensar en su realidad y en su destino. Sin afán de exhaustivi- cidad, actividad en expansión por dad, nos acercamos a un espíritu entonces en México con figuras artístico inquieto por sus variados tan destacadas como la del exilia- intereses, literarios, artísticos e his- do español Eulalio Ferrer. La crea- tóricos, de amplitud humanista, que ción de textos publicitarios en la fue construyendo paso a paso su agencia Walter Thompson-México, obra y su identidad de escritor cer- un primer aprendizaje lingüístico, vantino. le permitió casarse con Socorro, su fiel compañera desde la Prepara- toria. Publicó en el Fondo de Cul- El irrenunciable destino escritor tura Económica sus Sonetos de lo en un contexto prodigioso diario (1958) inspirados en El Rayo que no cesa de Miguel Hernández; Del Paso nació en la ciudad de e inició su personal aprendizaje México en 1935, vivió una infan- literario con la lectura de Faulk- ner, Joyce, Lezama Lima, Lewis Carlos Fuentes (1987), Augusto Roa Carroll, Dos Pasos, Flaubert, Bau- Bastos (1989), Adolfo Bioy Casares delaire, Borges, Cortázar, Carpen- (1990), Dulce María Loynaz (1921), Mario Vargas Llosa (1994), Guillermo tier; los mexicanos Martín Luis Cabrera Infante (1997), Jorge Edwards Guzmán, Rafael F. Muñoz, Agus- (1999), Álvaro Mutis (2001), Gonzalo tín Yáñez, Juan José Arreola, Juan Rojas (2003), Sergio Pitol (2005), Juan Rulfo; y también historia. En estas Gelman (2007), José Emilio Pacheco (2009), Nicanor Parra (2011), Elena lecturas está el germen de su na- Poniatowska (2013). rrativa posterior. 332 Razón y Fe, 2016, t. 273, nº 1410, pp. 331-340, ISSN 0034-0235 Fernando del Paso en el Reino de Cervantes Su vocación literaria constitu- En la década de oro de las letras yó un objetivo vital inapelable, y hispanoamericanas en la que Del aunque siempre hubo de compar- Paso decide asumir su destino de tirla con actividades profesionales escritor, la creación se sustenta, que garantizaran la subsistencia a su vez, a hombros de gigantes familiar, le permitieron vivir una como Borges (Historia universal de atmósfera cultural de especial ri- la infamia, 1935; El jardín de sende- queza creativa, donde se conso- ros que se bifurcan, 1941; Ficciones, lidaron empresas editoriales y 1944, El Aleph, 1949); Bioy Casa- académicas y ya brillaban con luz res (La invención de Morel, 1940; propia los clásicos del boom his- panoamericano. Su nómina es La trama celeste, 1948; Plan de eva- ingente: La vida breve (1950) de sión, 1956, etc.); Carpentier (Los Onetti; Los ríos profundos (1958) de pasos perdidos, 1953 y El siglo de las Arguedas; Hijo de hombre (1960) luces, 1962); Marechal (Adán Bue- de Roa Bastos; Sobre héroes y tum- nosayres,1948); Yáñez (Al filo del bas (1961) y El túnel (1967) de Sába- agua,1947), etc. Los escritores la- to; Rayuela (1963) de Cortázar; La tinoamericanos se desembaraza- muerte de Artemio Cruz, Aura (1962) ron pronto de la novela realista, y y Cambio de piel (1967) de Fuentes; La ciudad y los perros (1963), La casa «[...] se sintieron libres para usar verde (1966), Conversación en la ca- el flujo de la conciencia joyceano, tedral (1969) de Vargas Llosa; Para- el tratamiento de la memoria y diso (1966) de Lezama Lima; Tres del tiempo de Proust, la parodia tristes tigres (1967) de Cabrera In- dadaísta, la fantasía surrealista, fante; De donde son los cantantes etc., se produjo un gran brote de (1967) de Sarduy; Cien años de sole- energía creadora y se desarrolla- dad (1967) de García Márquez; en- ron estilos y técnicas completa- 2 tre otros. Muchas de estas obras mente nuevos» . se sustentan en las primeras de cada autor; por ejemplo, elemen- En este contexto no resultaba fácil tos de Cien años de soledad se anti- encontrar la propia voz singular, cipan en las novelas cortas de La pero al mismo tiempo aportaba hojarasca, El coronel no tiene quien un fermento que hacía más enri- le escriba (1962) o La mala hora quecedor el desafío. (1963), y en los cuentos de Los fu- nerales de Mama Grande, donde va 2 J. FRANCO , Historia de la literatu- configurándose progresivamen- ra hispanoamericana, Ariel, Barcelona te la novela como ficción total. 1993, 282. Razón y Fe, 2016, t. 273, nº 1410, pp. 331-340, ISSN 0034-0235 333 María Luisa Regueiro Rodríguez Las novelas monumentales con la comprensión del público y menos aún de la crítica mexicana, En su búsqueda de la novela to- tal vez por su ambición lingüística tal Del Paso escribió José Trigo 3 a y porque el propio autor reconoció lo largo de varios años –la dedica- su complejidad. Como demues- ción prolongada a la documenta- tran Rodríguez Lozano 6 y Oscar ción histórica y la composición, y Mata 7, en José Trigo ya se encuen- la extensión de sus novelas serán tra todo el universo discursivo ca- una constante en su proceso crea- racterístico de su creatividad: tivo–, en la línea de experimenta- «La lectura de José Trigo resulta ción de nuevas técnicas narrativas sumamente densa por dos facto- en torno a una realidad dramática res. El primero consiste en la gran cercana, la huelga de ferrocarriles variedad de técnicas narrativas de 1959 que culminó con una dura […]; el segundo factor consiste represión gubernamental, más de en el amplísimo vocabulario, ya nueve mil trabajadores despedidos que acaso esta sea la obra escrita y dirigentes encarcelados. Desta- en español con el corpus lingüís- ca la exploración del lenguaje po- tico más extenso» 8. pular en varios planos: el trabajo urbano, mexicanismos, nahuatlis- En parte por esta situación, el des- mos, dichos rurales, etc. Una beca tino irrenunciable de escritor le del Centro Mexicano de Escritores llevó a cambiar de residencia. Con le permitió frecuentar a creadores como Rulfo, Antonio Montaño y —el autor menciona a Alí Chumacero, José de la Colina a los que conside- por imposición de sus jefes Arnaldo ra sus maestros 4; y publicar su no- Orfila Reynal y Joaquín Díez Canedo vela en 1966, por la que recibió el del Fondo de Cultura Económica—, sólo había vendido poco más de unos Premio Xavier Villaurrutia. Como mil ejemplares cuando al cabo de dos ocurrió con otros clásicos hispa- años encontró el reconocimiento de noamericanos de gran aliento y Carlos Fuentes, Carlos Blanco Agui- complejidad expresiva 5, no contó naga y de otros críticos destacados, y se tradujo al alemán, al inglés, al fran- cés y al holandés. 6 3 F. DEL PA S O , José Trigo, Argos-Verga- M. L. RODRÍ G UEZ LOZANO , José Trigo: ra, Barcelona 1983. el nacimiento discursivo de Fernando del 4 A ellos dedicó su discurso con mo- Paso, Unam, México 1997 (1.ª reimp. tivo de la recepción del Premio Juan 2008). Rulfo, en 2007. 7 O. MATA , Acercamiento a la obra na- 5 Pedro Páramo, publicada en 1955 rrativa de Fernando del Paso, UNAM – por decisión nada entusiasta de un Azcanotzalco, México 1991. editor al que aún cubre el misterio 8 Ibid., 7-8. 334 Razón y Fe, 2016, t.