RAIF Red de Alerta e Información Fitosanitaria de Andalucía

OLIVAR Boletín Fitosanitario Final campaña 2018-2019 PROVINCIA DE SEVILLA

ASPECTOS GENERALES

El número de estaciones de control que han aportado datos a la RAIF y con las que se ha elaborado este informe, ha sido de 388, pertenecientes a las Zonas Biológicas en las que está dividida nuestra provincia.

Se detallan a continuación las zonas biológicas de olivar de la provincia, con el número de estaciones de control de cada una y los términos municipales en los que se encuentran éstas:

Norte: 96 estaciones en los términos de , , , , Estepa, , Herrera, , , , La Roda de Andalucía y .

 Estepa Sur: 63 estaciones en los términos de Badolatosa, Estepa, Gilena, Lora de Estepa, Martín de la Jara, Pedrera, La Roda de Andalucía.

 Sierra Sur (Este): 18 estaciones en los términos Martín de la Jara y .

 Sierra Sur (Oeste): 41 estaciones en los términos de Algámitas, Los Corrales, Osuna, , , y .

 Serranía SW: 13 estaciones en los términos de y Morón de la Frontera.

 Osuna Sur: 15 estaciones en los términos de Osuna y La Puebla de Cazalla.

 Osuna Norte: 33 estaciones en los términos de Osuna y La Puebla de Cazalla.

 Campiña: 81 estaciones en los términos de Alcalá de Guadaíra, , , Carmona, Écija, Fuentes de Andalucía, La , , Marchena, Morón de la Frontera, Osuna, Paradas, El Rubio, .

 La Vega: 9 estaciones en los términos de Alcalá de Guadaíra, Carmona, Écija, , .

 Los Palacios-Utrera: 3 estaciones en el término de Utrera.

 Aljarafe: 3 estaciones en los términos de Huévar y Bollullos de la Mitación.

 Sierra Norte: 6 estaciones en los términos de Constantina y Las Navas de la Concepción.

 Vega Alta: 6 estaciones en los términos de Lora del Río, Peñaflor y La Puebla de los Infantes.

Esta campaña ha venido marcada por el retraso fenológico, debido a la brotación más tardía, las lluvias del mes de marzo y abril, y a las suaves temperaturas del verano, factores que han condicionado claramente la evolución del cultivo, y la maduración de la aceituna. La precipitación acumulada del año agrícola 2017-2018 en las zonas olivareras de la provincia ha sido de unos 600 mm (433 mm en el 2016-2017).

La distribución de las lluvias ha sido muy distinta a la campaña anterior. En otoño de 2017 se acumularon unos 200 mm. Tras un invierno seco y frío, el mes de marzo es el más lluvioso, con más de 250 mm, y en abril y mayo apenas se alcanzan los 100 mm. Ya en otoño de 2018, tras registrarse un episodio de lluvia escaso y puntual a mediados de septiembre, comienza a llover la segunda semana de octubre, con precipitaciones de carácter intermitente hasta finales de noviembre. Estas lluvias fueron muy beneficiosas para el cultivo, y para la recolección aceituna de mesa, que vió prolongada la campaña. Se registraron más de 200 mm.

Se han producido varios episodios de granizo, en zonas y parajes localizados como suelen ser habitual. Fueron principalmente cuatro, a finales de abril, mediados de mayo, mediados de septiembre y final de octubre. El granizo de mediados de septiembre fue el más relevante, en zonas de campiña del sur de la provincia.

Las temperaturas han sido bajas en invierno. En primavera han sido suaves, adecuadas para el desarrollo del cultivo por lo general. La floración ha sido buena, además del cuajado. A final de junio suben las temperaturas máximas, alcanzándose valores elevados durante la tercera semana, pero ya en esas fechas la floración había terminado, salvo en olivares más tardíos de sierra.

El verano se desarrolla con temperaturas suaves, para lo habitual en esas fechas, salvo un repunte a principios de agosto, puntual. Este hecho, junto con la reserva hídrica disponible en el suelo por las lluvias de marzo, ha contribuido a que el cultivo no padezca estrés hídrico hasta fechas tardías. Se observan los primeros síntomas de arrugamiento de fruto a final de agosto (mediados de julio en 2017), más tarde de lo habitual, y especialmente en parcelas con elevada cosecha. Estos síntomas no han sido acusados, y con la llegada de las lluvias en octubre van a menos, produciéndose también un aumento del calibre de fruto, que era bajo entre otros factores también por la elevada carga de fruto de los olivares.

La subida brusca de las temperaturas a principios de agosto provocó una fisiopatía en plantaciones jóvenes en algunas zonas de campiña, con necrosis de frutos en las parcelas afectadas.

En las Zonas Biológicas más adelantadas se empezó a observar el estado fenológico “C” (formación del racimo floral) hacia mediados de marzo, generalizándose a principios de abril.

La floración se ha dilatado en el tiempo más de lo habitual este año, debido a las temperaturas suaves. Se inicia más tarde que en anteriores campañas, a finales de abril-principios de mayo en las primeras parcelas, evolucionando de forma lenta. La segunda semana de junio termina en las zonas más tardías de sierra.

El estado fenológico “H” (endurecimiento de hueso) comienza la tercera semana de junio en las primeras parcelas. Se observa el estado fenológico “I1” (envero-amarilleo) durante la tercera semana de agosto, y el “I2” (envero manchas rojas) en las primeras parcelas de manzanilla y gordal a final de septiembre. “J1” (fruto maduro pulpa blanca) se observa durante la tercera semana de octubre.

En cuanto a la recolección, se inicia la de aceituna de mesa la tercera semana de septiembre, aunque debido al bajo calibre y arrugamiento del fruto en los secanos, se desarrolla a un ritmo muy lento, con muy malas expectativas. No obstante, las lluvias de octubre y noviembre, permiten que se verdee una superficie mayor de la esperada inicialmente. Finaliza la recolección de aceituna de mesa en las últimas parcelas a principios de diciembre, y comienza la de aceituna de almazara a final de octubre.

POLILLA DEL OLIVO (Prays oleae)

Esta campaña se ha detectado presencia de polilla del olivo (Prays oleae) en casi el 100% (de 380) de las parcelas, en niveles variables. Los niveles tanto de capturas de adultos, como de formas vivas de las generaciones filófaga, antófaga y carpófaga han sido inferiores a los de 2017.

Respecto a la generación filófaga, los mayores daños se produjeron durante el mes de marzo, alcanzándose un nivel máximo provincial del 0’8% de brotes afectados con formas vivas (2% en 2017). Se observó presencia en el 33% de las parcelas (de 285). El máximo vuelo de este microlepidóptero se observó a mediados de mayo, con una media provincial de unos 45 adultos/Trampa y día (130 en 2017). Los adultos capturados en Polillero estas fechas hicieron sus puestas en las inflorescencias dando inicio a la generación antófaga. También comentar que se realizó un muestreo puntual para determinar el número de inflorescencias por brote, registrándose una media provincial de 9’2.

En cuanto a la generación antófaga, los niveles han sido también inferiores, observándose presencia de formas vivas en inflorescencias en el 62% de las parcelas (de 307). Las primeras puestas se detectaron durante la segunda semana de mayo en las zonas más adelantadas. A medida que avanzaba la primavera y las inflorescencias iban desarrollándose los daños producidos por las larvas fueron más abundantes. Se alcanzó en mayo un valor medio provincial de 3’1% de inflorescencias atacadas con formas vivas (7’4% la campaña anterior). Se registró un máximo de vuelo a final de junio, de 70

Salida de prays

adultos/trampa y día (110 el año anterior). Las capturas correspondieron con los adultos que pusieron las puestas en fruto, iniciándose así la generación carpófaga.

Los tratamientos contra la generación antófaga han sido considerablemente inferiores al año anterior, por observarse niveles más bajos, aunque principalmente en parcelas con escaso número de inflorescencias por brote o baja fertilidad. En un 4’6%(11% año pasado) de las parcelas se han realizado aplicaciones fitosanitarias para su control, Puestas de prays carpófaga suponiendo un 8’9% del total de tratamientos realizados en el cultivo. Las materias activas más utilizadas fueron Betaciflutrín, y en menor medida Dimetoato, Zeta- Cipermetrina y Deltametrina.

En cuanto a la generación carpófaga, la puesta fue baja, con un máximo de 20% de aceitunas con prais vivo (52% el año anterior) entre mediados de junio y mediados de julio, principalmente. Se observó presencia en casi el 100% de las parcelas (de 361). En algunos casos fue necesario el control químico, a pesar de los niveles bajos en general, por las temperaturas suaves registradas, especialmente a final de junio, que eran favorables para la viabilidad de la puesta. Hay que señalar también que en algunas zonas de Sierra Sur (Oeste), los índices de frutos afectados fueron superiores al resto, así como las capturas de adultos más elevadas.

Un 29% de las parcelas recibieron tratamientos para su control, suponiendo este el 57% del total de las aplicaciones realizadas en el cultivo. Los niveles de tratamiento para esta generación han sido similares a la campaña anterior. La materia activa utilizada fue Dimetoato, en la mayoría de las parcelas. Las primeras aplicaciones se realizan a principios de junio, y las últimas a mediados de julio en zonas de sierra.

Durante el mes de octubre tuvo lugar el 3er vuelo de la polilla, registrándose un máximo de unos 15 adultos/trampa y día de media provincial. Esta salida de los adultos de la aceituna origina la caída de frutos conocida por “caída de San Miguel”, que este año ha sido superior al año pasado. Los adultos de esta generación depositaron los huevos en el envés de las hojas, y estos darán comienzo a la generación filófaga en el próximo año.

MOSCA DEL OLIVO (Bactrocera oleae)

Los niveles de Mosca del Olivo en 2018 han evolucionado acordes a la fenología del cultivo y a la meteorología de la campaña, y según su intensidad podríamos distinguir este año 3 etapas más o menos marcadas. Elevada actividad en julio. A partir de agosto niveles muy bajos, siempre por debajo de la media histórica durante el verano. Subida de los niveles en octubre, por encima de la media histórica durante todo el mes.

Adulto de mosca del olivo A pesar de las temperaturas de este verano, suaves e inferiores a la media de los últimos años, que fueron más o menos favorables para el desarrollo de este Picada de mosca díptero, los niveles se mantuvieron bajos. Es en otoño, en octubre, con temperaturas favorables y la llegada de las primeras lluvias, cuando se dan las condiciones idóneas para esta plaga, provocando un aumento considerable de las capturas y del porcentaje de frutos picados.

Comienza el seguimiento mediante placas cromotrópicas y mosqueros a mediados de junio. En julio se alcanza una media provincial de 2 adultos/trampa y día, lo que es un nivel elevado para esas fechas. Descienden los índices en agosto, siendo bajos en toda la provincia. En septiembre comienzan a subir, con un ascenso rapidísimo, comenzando el mes con una media provincial de 1 adultos/placa día y terminando con 6 adultos/placa y día.

A mediados de octubre se alcanza el valor máximo de la campaña, con un valor de 9, y posteriormente va descendiendo hasta los 3, a mediados de noviembre cuando termina el seguimiento. Esto se debe al descenso de las temperaturas mínimas y a las lluvias también, que hacen descender la actividad de los adultos.

A lo largo de la campaña se detectaron capturas en el 100% de las parcelas muestreadas (de 378).

En cuanto al seguimiento de adultos en mosquero, comienza a finales de marzo, en las primeras parcelas, y por lo general a lo largo del mes de abril. Durante este mes, al inicio del seguimiento, hay un momento puntual en el que las capturas son elevadas, por encima de la media histórica. Tras descender a finales de abril, se mantienen bajas, con un ascenso importante de mediados de junio a mediados de julio. Desde ese Larva L3 Orificio de salida mosca momento se mantienen bajas hasta finales de septiembre, cuando ascienden de forma brusca, hasta alcanzar el máximo de la campaña a principios de octubre con 5 adultos/mosquero y día, y descendiendo posteriormente de forma progresiva, debido al descenso de las temperaturas, hasta mediados de noviembre, con una media de 1 adultos/mosquero y día.

El porcentaje de picada total ha sido inferior al registrado en las últimas campañas hasta mediados de octubre, cuando comienza a superar la media histórica.

Las primeras picadas de la campaña se observaron a principios de julio. A diferencia de lo habitual, que suele ser primeras picadas aisladas y poco numerosas, el porcentaje era mayor y más o menos extendido, en variedades de mesa de zonas de Campiña. Hubo que realizar aplicaciones para su control. Posteriormente, y durante el verano, los niveles se mantienen muy bajos.

Hasta mediados de septiembre no comienzan a subir los niveles de picada, y además evolucionan menos de lo esperado, dadas las elevadas capturas registradas. Finaliza septiembre con un 1’2% de picada.

En octubre es cuando más suben los niveles, pasando del 1’2% a principios de mes al 5’8% de media provincial. Las zonas con mayores índices son, por este orden: Sierra Norte, Sierra Sur (Oeste) y Osuna Sur, y por otro lado Serranía SW y Sierra Sur (Este), con índices claramente inferiores. Se ha detectado picada total en el 84% de las parcelas muestreadas (de 369).

Se empezó a observar picada viva a principios de julio, con las primeras picadas observadas. Se mantiene más o menos estable, muy baja, durante todo el verano. A lo largo de septiembre van subiendo los niveles, evolucionando muy lentamente, hasta una media provincial de 0’7% de picada viva a final de mes.

Es en octubre cuando el ascenso es mayor. La media alcanza el 4’1% a final de mes. Se ha detectado picada viva en el 77% de las parcelas muestreadas (de 369).

El % de aceitunas con orifico de salida no ha sido elevado. Los primeros orificios se observan a principios de septiembre, de forma muy puntual, en aquellas parcelas que presentaron las picadas más tempranas. El porcentaje medio provincial supera el 1% a final de octubre.

Se finaliza pues, el seguimiento de esta plaga a mediados de noviembre, con unos índices medios provinciales del 5% de picada total y 3% de picada viva, respectivamente, y una media de 3 moscas/placa y día.

Hay que matizar que las zonas biológicas de sierra, por la climatología que las caracteriza, han mantenido en verano niveles superiores al resto de la provincia, como suele ser habitual por las temperaturas más frescas. Por este motivo, el incremento registrado en toda la provincia en otoño ha sido superior en estas zonas, que tenían un reservorio poblacional superior. No obstante, también es cierto que en ellas, la aparición e incremento de las picadas han sido mucho más tardías de lo habitual, ya que la aceituna empezó a estar receptiva bastante tarde.

Las zonas con mayores índices a finales de octubre-principios de noviembre fueron Sierra Norte, con un 20% de picada total, Sierra Sur (Oeste) y Osuna Sur, con más del 10%, Serranía SW, con 7’5% y Sierra Sur Este, con 5%. Las zonas de Campiña, Estepa Sur y Osuna Norte son las que presentaron menores niveles.

En cuanto a los tratamientos terrestres, se realizaron los primeros en julio en parcelas de verdeo, especialmente de Campiña, Aljarafe y Vega, y a lo largo de este mes van en descenso. En agosto apenas se han realizado tratamientos, muy escasos y principalmente en zonas de sierra. En septiembre se dieron más tratamientos que en agosto, y se incrementaron en octubre, también mayormente en las zonas de sierra. Durante la primera quincena de noviembre se realizaron los últimos terrestres muy puntuales, de forma anecdótica.

En cuanto a los tratamientos aéreos, a mediados de agosto se realizan los primeros en Sierra Sur (Oeste), en los Términos Municipales de Pruna, Villanueva de San Juan y Algámitas, y a principios de octubre se da una segunda vuelta. También

en octubre se da un único tratamiento aéreo en Sierra Norte. La materia activa utilizada, que es la autorizada para tratamientos aéreos, es spinosad.

La materia activa empleada en los terrestres fue fundamentalmente dimetoato, y en casos puntuales fosmet. En cualquier caso, el número total de tratamientos ha estado por debajo de la media de los últimos años. Se han aplicado en el 12% de las parcelas (13% en 2017), suponiendo el 28% del total de tratamientos.

ABICHADO (Euzophera pinguis)

El abichado del olivo (Euzophera pingüis) ha tenido una incidencia similar a campañas anteriores, detectándose un mayor nivel de ataque en parcelas localizadas y plantaciones jóvenes. Los máximos de capturas de la primera generación se produjeron a finales de abril, más tarde de lo habitual, obteniéndose 37 adultos/trampa y día de media provincial. Se detectó presencia de adultos en el 79% de las parcelas (de 150). Larva de euzofera

Adulto de Euzofera Durante el mes de junio se realizaron observaciones en troncos, para determinar el número de “excrementos frescos” por árbol. Este índice nos da información del ataque y de posibles daños en los árboles cuando las larvas están más desarrolladas y pueden afectar a las ramas. Se registró una media provincial de 1 excrementos frescos por árbol, observados en el 81% de las estaciones muestreadas (de 180). Destacan las Zonas Biológicas de Estepa Norte, Estepa Sur y Campiña, con medias que superan 1 excremento frescos por árbol. El resto de las zonas presentan medias inferiores.

La segunda generación tuvo poca incidencia, alcanzándose el máximo vuelo a final de septiembre, con 7 adultos/trampa y día de media provincial. Los tratamientos fueron dirigidos principalmente contra la primera generación y en especial en plantaciones jóvenes ya que son éstas las más vulnerables al ataque de esta plaga.

Apenas se realizaron tratamientos contra esta plaga.

BARRENILLO (Phloeotribus scarabaeoides)

En los muestreos realizados se observaron niveles similares a otras campañas, con una media provincial en torno al 1% de brotes afectados, y presencia en un 48% de las parcelas muestreadas (de 153). Se colocaron palos cebo para observar la entrada y salida de adultos. Los primeros orificios de entrada se detectaron a principios de abril, y los de salida se observaron desde la segunda semana de mayo y a lo largo junio y julio. Los principales daños se han encontrado en parcelas próximas a núcleos urbanos y lugares donde se almacenan leñas de manera inadecuada, provocando daños en los olivares circundantes. Adulto

GLIFODES (Palpita vitrealis)

Su incidencia ha sido media-baja este año, por lo general, y superior a la de la campaña pasada. Se detectó presencia de adultos en el 91% de las parcelas muestreadas (79% en la campaña anterior), de 316.

Los primeros daños en brote se detectan a principios de mayo. A final de junio comienzan a subir los índices, y es a Daño de Glifodes Daño en brote final de julio cuando se observan los mayores niveles de la campaña, con una media provincial del 2% de brotes afectados.

Las curva de capturas de adultos registra 2 máximos, a final de julio y mediados de octubre, con 2 y 1 adultos/mosquero y día.

Menos del 1% de las parcelas recibieron tratamientos para su control (2’4 la campaña anterior), suponiendo esto el 0’5% del total de tratamientos, utilizando la materia activa fosmet. Hay que matizar que la mayor parte de los tratamientos se realizan en plantaciones jóvenes y en formación, que son las que acusan más los daños. COCHINILLA VIOLETA (Parlatoria oleae)

Se realizó una prospección puntual para determinar los niveles de cochinilla violeta (Parlatoria oleae), a principios de noviembre, detectándose presencia en el 12’3% de las parcelas muestreadas (de 219). El nivel medio provincial no ha llegado al 0’1% de frutos con mancha. Estos índices son muy similares a los de la campaña pasada.

Fruto con parlatoria

REPILO (Fusicladium oleagineum)

En general los niveles de repilo (Flusicadium oleagineum) han sido medios durante toda la campaña, detectándose presencia de la enfermedad en el 70% de las parcelas (de 373). Se realizaron muestreos para determinar su incidencia en los momentos idóneos para observar los síntomas, que son marzo, finales de mayo, agosto y noviembre. Los períodos críticos para el desarrollo de esta enfermedad son el otoño y la primavera, cuando las temperaturas son más suaves. Los resultados concretos de estos muestreos son los siguientes: En los muestreos realizados durante el mes de marzo y abril se detectó su presencia en el 60% de las ECB muestreadas (sobre 287), con una media provincial en torno al 1’9% de Hoja con síntomas de Repilo hojas con repilo visible.

Destacan por su presencia las zonas biológicas de Sierra Norte, Vega Alta y Sevilla, con un valor medio del 30%, 12% y 3% respectivamente. Las de menor incidencia son Estepa, Osuna y Sierra Sur Este, con una media por debajo del 1 % de hojas afectadas. Estos índices pueden considerarse bajos, en relación a otras campañas, aunque con el transcurso de las semanas fueron en aumento, con las persistentes lluvias y en las zonas más cálidas de la provincia, en las que las temperaturas eran más suaves.

En los muestreos realizados a principios de julio se detectó su presencia en el 52% de las ECB muestreadas (sobre 280), con una media provincial en torno al 1’2% de hojas con repilo visible. Estos índices pueden considerarse bajos, en relación a otras campañas.

Se contabilizaron también las hojas con repilo plomizo (Pseudocercospora cladosporioides), observándose este año una presencia ligeramente inferior. Se registró una media provincial del 1’3% de hojas con síntomas (2’2% la campaña anterior), observadas en el 54’1% de las parcelas muestreadas (de 303).

En agosto-septiembre, se registró una media provincial del 1’3% de hojas con repilo visible (0’6% la campaña anterior), observándose presencia de este hongo en el 48’5% de las Hojas con repilo plomizo parcelas muestreadas. Las Zonas Biológicas con mayores niveles han sido Sierra Norte, Vega Alta y Sierra Sur (Oeste), con 31, 13 y 2’2%, respectivamente. El resto de las zonas presentan medias por debajo del 1%.

También se realizó el muestreo de repilo incubado (por el método de la sosa), contabilizándose en el 75’5% de las parcelas muestreadas una media provincial del 3’1% de hojas con repilo incubado (7% en la anterior campaña).

Las Zonas Biológicas con mayor daño de repilo latente han sido Ajarafe, Sevilla, Sierra Sur (Este), y La Vega, con 16, 13’5, 8’6 y 7’8%, respectivamente.

En cuanto a la última prospección de repilo (Flusicadium oleagineum) realizada a principios de noviembre, señalar que se registró un porcentaje medio provincial de hojas con repilo visible del 1% aproximadamente, destacando la Zona Biológica Sierra Sur (Oeste) y La Vega, con 2’1% de hojas con repilo visible, seguidas de Sierra Sur (Este) y Sierra Sur Oeste, con 1’5%. El porcentaje de estaciones de control con presencia fue del 68’8%.

Se realizaron tratamientos en el 47% de las parcelas, suponiendo el 54% del total de tratamientos. Las materias activas más utilizadas han sido Oxicloruro de Cobre, Mancozeb y Sulfato Cuprocálcico.

VERTICILOSIS (Verticillium dahliae)

Durante el mes de junio se realizó una prospección para determinar el nivel de ataque de verticilosis (Verticillium dahliae), detectándose presencia de la enfermedad en el 10% de las parcelas (de 182), con un valor medio de provincial del 0’09% de árboles con síntomas, inferior al de la campaña pasada. Las Zonas Biológicas más afectadas fueron Campiña y Osuna Norte, en torno al 0’3%. La distribución de árboles afectados está diseminada, siendo más frecuente encontrarlos en olivares de regadío y en parcelas próximas o asentados sobre cultivos de algodón. Olivar afectado

ACEITUNA JABONOSA (Colletotrichum spp.)

Durante la primera quincena de noviembre se realizó un muestreo de esta enfermedad en las estaciones de control. Aunque las precipitaciones de otoño, con el aumento de la humedad ambiental, y las suaves temperaturas, fueron condiciones favorables para su desarrollo, las lluvias se registraron tarde y con el terreno muy seco, observándose niveles bajos por lo general. Se detectó presencia en el 9% de las parcelas (6% la campaña anterior), sobre 207, con una media del 0’1% de frutos con síntomas, similar a 2017. Las zonas de la provincia con mayor incidencia, y que presentaba en esas fechas unos índices considerablemente superiores al resto, fueron Sierra Norte y Los Palacios-Utrera, Aceituna con síntomas con una media en torno al 3’5 y 1%, respectivamente. En el resto de las zonas la incidencia ha sido mucho más baja en el período de muestreo (noviembre), con índices prácticamente nulos. ENLACES DE INTERÉS

 Aquí puede consultar todo lo relativo a la GESTIÓN INTEGRADA DE PLAGAS. Están disponibles algunas Guías de Cultivos.

 Está disponible en la web RAIF el acceso al nuevo cuaderno de explotación, siguiendo las directrices del Real Decreto 1311/2012.

 Acceda al VISOR RAIF si desea consultar la situación fitosanitaria por Provincia y/o Zona Biológica.

 La Unión Europea ha regulado por vez primera y de forma general el uso de los plaguicidas. Consulte la Directiva 2009/128/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de octubre de 2009, por la que se establece un marco de actuación comunitario para conseguir un uso sostenible de los productos fitosanitarios. Para conocer la trasposición de dicha Directiva a la normativa nacional consulte el Real Decreto 1311/2012, de 14 de septiembre.

 Para obtener información, en el marco de la producción integrada, sobre aquellas prácticas obligatorias, prohibidas y recomendadas, así como de la estrategia de control a seguir, consulte el Reglamento Específico de Producción Integrada de Olivar.

 Consultar la relación de materias activas de Insecticidas, Fungicidas y Acaricidas autorizadas en Producción Integrada de Olivar.

 Consultar la relación de materias activas de Herbicidas autorizadas en Producción Integrada de Olivar.

 Para consultar más sobre la Producción Integrada en Andalucía acceda a este apartado.

 Consultar en el Registro de Productos Fitosanitarios del MAGRAMA las materias activas autorizadas en el cultivo de Olivar.

 Consultar el Protocolo de campo del cultivo de Olivar.

 Descargar el programa informático Triana cultivos así como sus actualizaciones.