De Birán a Cinco Palmas
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De Birán a Cinco Palmas 1 2 De Birán a Cinco Palmas 3 4 De Birán a Cinco Palmas 5 Edición: Olivia Diago Izquierdo Diseño: Lamas Realización de cubierta: Osmel Barreto Prieto Corrección: Virginia M. Martínez Bastida Realización computarizada: Enrique Zafra Armengol © Eugenio Suárez Pérez Acela Caner Román, 2006 © Sobre la presente edición: Casa Editorial Verde Olivo, 2006 ISBN: 959-224-206-2 Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, en ningún soporte sin la autorización por escrito de la editorial. Ediciones Verde Olivo Avenida Independencia y San Pedro Apartado 6916. CP 10693 Plaza de la Revolución, Ciudad de La Habana 6 De Birán a Cinco Palmas Presentación El máximo dirigente de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz, es conocido mundialmente por su espíritu de rebeldía, su pensamiento claro y profundo, su verbo vibrante, su vasta cultura, su sinceridad absoluta y su generosidad y solidaridad sin límites. Fidel es, como dijera Ernesto Che Guevara, “un líder de alcance mundial a alturas pocas veces vistas por la historia”. Por todo ello, acercarse a su vida y obra no solo significa ponerse en contacto con las ideas y las acciones más nobles y revolucionarias del mundo actual, sino también, con momentos de la historia de Cuba y de América que, en ocasiones, parecen salidos de una fabulosa novela de aventuras: es conocer a un hombre de principios; es conocer a un hombre excepcional. Fidel: De Birán a Cinco Palmas –segunda edición en español– es un libro con pasajes apasionan-tes, que nos asoma a la vida fecunda del presidente cubano y nos despierta el interés por investigar, aún más, sobre este hombre tan sensible como revolucionario. Tal es, en defini- tiva, el supremo objetivo de la presente obra. Fruto de una acuciosa búsqueda y selección bibliográfica, este títu- lo recoge fragmentos de entrevistas realizadas al Comandante en Jefe de la Revolución Cubana y a sus más cercanos compañeros de estudio y de armas, los que le ofrecen un tono íntimo y coloquial a la obra. En sus páginas se incluyen, además, fragmentos de cartas, discursos, de- nuncias, defensas y acusaciones realizadas por Fidel, junto con notas de prensa, investigaciones de reconocidos intelectuales, testimonios de colaboradores y de humildes trabajadores y campesinos a los cuales ayudó en difíciles circunstancias. Toda la memoria documental que aquí aparece ha sido publicada, y sus referencias se encuentran recogidas a pie de página, para que el lector interesado pueda acudir a las fuentes y profundizar en el conoci- miento de diferentes etapas o facetas de la vida de Fidel. Se ha respetado la redacción y ortografía que, originalmente, tienen las obras consultadas. Para facilitar la lectura y favorecer la compren- sión, los autores hemos elaborado breves textos que aparecen en letra cursiva y sirven de enlace a los materiales recopilados. Por las caracterís- ticas propias de estos y porque no estamos en presencia de una obra completa y acabada, los sucesos históricos que se narran no tienen en todos los momentos un ordenamiento cronológico riguroso, aunque han sido organizados con cierta orientación en el tiempo. 7 En tal sentido este libro, que abarca las primeras tres décadas de la vida de Fidel, se inicia con detalles de su nacimiento el 13 de agosto de 1926, en Birán, un punto casi perdido en la geografía de la antigua provincia oriental; recorre diferentes facetas relacionadas con su niñez y adolescencia, con sus estudios y su azarosa vida de combatiente re- volucionario. Concluye en la fecha que marca el encuentro con su her- mano Raúl en Cinco Palmas después de la dispersión en Alegría de Pío, el 5 de diciembre de 1956, donde Fidel, optimista y confiado en la fuerza de sus ideas y en la dignidad de los cubanos, aseguró que siete fusiles eran suficientes para ganar la revolución. Al disfrutar estas páginas que nos conducen, de la mano de Fidel, por la ruta gloriosa de Birán a Cinco Palmas, iniciamos la lectura del primero de seis libros, cuyos autores en unión de la Dirección Política de las FAR y la Casa Editorial Verde Olivo, han querido homenajear con ellos al Comandante en Jefe en su ochenta cumpleaños. 8 De Birán a Cinco Palmas Fidel Castro no ha caído del cielo. El encarna el último episodio de un proceso político que va en ascenso. JUAN BOSCH, expresidente de la República Dominicana 9 10 De Birán a Cinco Palmas LOS PRIMEROS AÑOS Nací guerrillero Birán, una finca situada en la antigua provincia de Oriente, no muy lejos de la bahía de Nipe, es el punto geográfico donde, en el verano de 1926, Ángel Castro Argiz y Lina Ruz González vieron aumen- tar su familia con el nacimiento del tercero de sus hijos al que nom- braron Fidel Alejandro. Muchos años después, siendo un reconocido estadista, Fidel Alejandro Castro Ruz se refiere a su nacimiento y a su vida en aquel apartado lugar: Yo nací en 1926, en el mes de agosto, el 13 de agosto; si quieres saber la hora, creo que fue como a las 2:00 de la madrugada. Parece que la noche pudo haber influido después en mi espíritu guerrillero, en la actividad revolucionaria; la influencia de la naturaleza y de la hora del nacimiento. Habría ahora que ver más cosas, ¿no?, cómo fue ese día, y si la naturaleza tiene alguna influencia también en la vida de los hombres. Pero creo que nací de madrugada –si mal no recuerdo, me dijeron alguna vez–, así que nací guerrillero, porque nací ya de noche, alrededor de las 2:00 de la madrugada.1 Mi padre era hijo de un campesino sumamente pobre allá en Galicia. Cuando la última guerra de independencia de Cuba, ini- ciada en 1895, lo envían como soldado español a luchar aquí. Aquí estuvo mi padre, muy joven, reclutado por el servicio militar como soldado del ejército español. Después de la guerra se lo llevan de regreso a España. Parece que le agradó Cuba, y una vez, entre los tantos emigrantes, salió también para Cuba en los primeros años de este siglo y, sin un centavo y sin ninguna relación, empezó a trabajar. Era una época en que hubo importantes inversiones. Los norte- americanos se habían apoderado de las mejores tierras de Cuba, empezaron a destruir bosques, construir centrales azucareros, sembrar 1 Frei Betto: Fidel y la religión, pp. 96-97. 11 caña, inversiones grandes para aquella época, y mi padre trabajó en uno de esos centrales azucareros. … [...] Después parece que organizó a un grupo de trabajadores, empezó a ser jefe de un grupo de trabajadores, y ya hacía contratas a la empresa yanqui con un grupo de hombres subordinados a él. [...] Así, posiblemente, empezó a obtener ya alguna plusvalía, como organizador de aquella empresa con un grupo de trabajadores. Es decir que, indiscutiblemente, era un hombre muy activo, se movía mucho, era emprendedor y tenía una capacidad natural de organi- zación.2 Mis abuelos maternos eran muy pobres también, de familia muy pobre. Mi abuelo era carretero, transportaba caña en una carreta de bueyes. Había nacido en occidente, en la provincia de Pinar del Río, igual que mi madre. En aquella época, en los primeros años del siglo, se trasladó con toda la familia a la antigua provincia de Oriente, a mil kilómetros de distancia, en una carreta, y fue a parar allá por aquella zona. [...] Otros hermanos de mi madre también trabajaban allí como carreteros, dos hermanos eran carreteros.3 [...] mi madre prácticamente aprendió a leer y a escribir siendo ya adulta [...] Así que ella era prácticamente analfabeta, aprendió a leer y a escribir sola. No recuerdo que alguna vez hubiera tenido maes- tro, nunca la oí hablar de eso; sino que ella misma, con gran esfuerzo, trató de aprender. Realmente, tampoco oí decir que hubiese ido a la escuela.4 También mi padre aprendió a leer y a escribir por sí mismo y con grandes esfuerzos, exactamente igual que mi madre.5 Sin estirpe de terrateniente [...] Yo nazco en el seno de una familia de terratenientes, pero no tenía una estirpe de terratenientes. ¿Qué quiere decir esto? Mi padre era un campesino español de familia muy modesta, que viene a Cuba a principios de siglo como emigrante español. 2 Ibídem, pp. 92-94. 3 Ibídem, p. 105. 4 Ibídem, pp. 89-90. 5 Ibídem, p. 92. 12 De Birán a Cinco Palmas Comienza a trabajar en condiciones difíciles. Era un hombre emprendedor, se fue destacando, llegó a ocupar cierta posición dirigente en los trabajos de principios de siglo. Fue acumulando algún dinero y fue adquiriendo algunas tierras. Es decir, tuvo éxi- to en los negocios y llegó a ser propietario de unas cantidades de tierra, si mal no recuerdo alrededor de mil hectáreas. Cosa no muy difícil en los primeros tiempos de la República. Después arrendó otras tierras. Y cuando yo nazco, realmente nazco en el seno de una familia que pudiéramos llamar terrateniente. Ahora, por otro lado, mi madre era una campesina muy hu- milde, muy pobre. Por eso no existían las tradiciones de lo que pudiéramos llamar una oligarquía en el seno de mi familia. Pero no obstante, objetivamente, la posición social nuestra en ese momento era de una familia que tenía recursos económicos relati- vamente abundantes. Era propietaria de tierras y tenía todas las comodidades –pudiéramos decir– y los privilegios propios de una familia terrateniente en nuestro país.6 No había una sociedad burguesa o feudal en Birán, no existían 20 terratenientes, 30 terratenientes, que se reunieran entre sí con sus familias, siempre juntos el mismo grupo. Mi padre era un terrateniente aislado, en realidad; de vez en cuando algún amigo iba por allá, rara vez nosotros hicimos una visita: no salían mis padres como norma, no iban a visitar a otras familias en otra parte; estaban todo el tiempo trabajando allí, y nosotros estábamos todo el tiempo allí en relación única y exclu- siva con los que allí vivían.