(2003) y establecer vínculos inexistentes con Al-Qaeda, para permitir que EE UU completara su venganza tras el 11-S. La trama, inspirada en el libro The Spy Who Tried to Stop War, de Marcia y Thomas Michel, gira en torno a la figura verídica de Katherine Gun (una estupenda y siempre eficaz ), quien trabaja como traductora en el GCHQ (Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno Británico), vinculado al MI6. En una de las comunicaciones internas se requiere a los agentes que saquen los trapos sucios de políticos de ciertos países para poder presionarles y hacer decantar su voto en favor de la guerra. Consecuentemente, Katherine entiende enseguida que el Gobierno británico de Tony Blair es cómplice de una La ciudadanía activa y responsable maniobra ilegal en favor de los EE UU. en Secretos de Estado (2019), de Y la joven traductora, a pesar del riesgo, Gavin Hood a través de una amiga pacifista, buscará filtrar la noticia a los medios para Por IGOR BARRENETXEA MARAÑÓN impedir la guerra. Pero su valiente e inútil gesto viola el Acta de Secretos oficiales. Un Acta que considera Siguiendo el mejor estilo de cine traición cualquier información que salga británico, este filme reúne todos los a la luz si es sensible a los intereses del excelentes ingredientes de la Gobierno de turno. cinematografía de espías al estilo John Destilando el viejo aroma del Le Carré… pero, sobre todo, thriller político, entre la brillante La recordando más al cine de denuncia Casa Rusia (1989) y Los papeles del política y comprometido de Costa- Pentágono (2017), Secretos de Estado Gavras. muestra esos mecanismos turbios, El largometraje nos refiere un sucios e ilegales que utilizan los hecho singular y real al mismo tiempo, gobiernos (democráticos) para imponer como fue la filtración de un documento sus políticas en el ámbito internacional. que desvelaría la pérfida estrategia de La reflexión es obvia: ¿qué EE UU de presionar a ciertos países de haríamos nosotros? la ONU para votar una resolución La película se muestra favorable favorable a la intervención en Irak siempre a la actitud de Katherine, una (2003). Para justificar dicha mujer sencilla y noble, como ocurriera intervención no dudaron en falsear con los documentos de WikiLeaks, que pruebas de supuestas armas de acabaron por poner al Gobierno de su destrucción masiva, como se Majestad en un serio aprieto. Así que la denunciaba ya en The Green Zone acción comienza a cobrar un marcado 166

brío en el momento en que el e-mail es que cuentan con una serie de contactos filtrado al periodista Martin Bright en la CIA y otras agencias, lo (Matt Smith), del The Observer, y este consiguen. Además, logran vencer las corrobora, no sin dificultades, tras un resistencias del propio director del muro de silencio, que la fuente es periódico que hasta ese momento se fidedigna. Ayudado por sus había mantenido, como otros medios, en compañeros, Peter Beaumont (Matthew favor de las tesis del gobierno, que ha Goode) y Ed Vulliamy (el siempre sabido granjearse su simpatía. estrafalario, pero divertido, ),

No obstante, en cuanto se logra manipulando o si no haciendo opaca la y se publica el reportaje comienzan las verdad a capricho. Pero, al mismo primeras presiones. En primer lugar, en tiempo, la historia es un convincente el propio GCHQ, puesto que se busca al alegato, una llamada de atención, para topo y, en segundo lugar, contra el que como ciudadanos debamos ser periodista del The Observer, que tiene críticos y vigilantes contra tales la mala fortuna de que una correctora poderes. cometa un error, dando pie al descrédito de su reportaje. Pero cuando Katherine, ingenua y fiel a su conciencia, confiesa que ella ha sido la responsable, conducirá a que su matrimonio, con un refugiado kurdo, se ponga en peligro, y ella misma también, sabiendo que será acusada de alta traición. El filme va, de este modo, desgranando un mundo perverso, en el que los gobiernos buscan la manera de La tesis del director, a este imponer sus políticas ocultando, respecto, es clara y elocuente. No nos 167

podemos permitir rehuir nuestra presenta como un modelo ejemplar responsabilidad, sino que debemos mostrando su compromiso, su desvelo y actuar con coherencia y si es necesario su integridad con la verdad y el deber traicionar a nuestros países (como se cívico, mostrándose como una mujer defendía en La Casa Rusia), para no que, a pesar de sus desvelos y miedos, negar nuestras conciencias. Katherine se es coherente consigo misma.

En la parte final, se verá negada (mediante leyes mordaza). Pues obligada a acudir a una firma de los derechos humanos, la justicia y la abogados especializada en derechos verdad son los tres ingredientes que humanos, encabezada por Ben Emerson sostienen un sistema liberal básico y (Ralph Fiennes), que se compromete a debemos luchar por mantenerlos ayudarla en su proceso. Para entonces activos. En suma, Hood destaca con ya se ha invadido Irak y acabado con el sutilidad y humanidad que el heroísmo régimen de Sadam, descubriéndose que se halla en el terco compromiso en no hay armas de destrucción masiva y defender la verdad y la integridad, que, por lo tanto, no existía una frente a unos gobiernos no siempre amenaza inminente para el pueblo guardianes de los derechos y libertades británico como se afirmaba… que juraron defender. Así, la película es un gran flashback, intenso y aguerrido, que arranca con Katherine ante el tribunal T.O.: Official Secrets. Productoras: que la va a juzgar, donde se desmenuza Entertainment One, Classified Films, Clear no solo la relevancia que cobran los Pictures Entertainment (Reino Unido, Estados servicios de inteligencia y su red de Unidos, Suiza, China, 2019). Director: Gavin agencias (la información es poder), sino Hood. Guion: Gregory Bernstein, Sara Bernstein y Gavin Hood. Música: Paul Hepker cómo se puede utilizar esta de una y Mark Kilian. Fotografía: Florian forma artera y manipuladora, Hoffmeister. Intérpretes: Keira Knightley, conduciendo al mundo a un conflicto Matt Smith, Ralph Fiennes y Mathew Goode. mintiendo sin pudor. Color. Duración: 112 min. Secretos de Estado, a pesar de su complejidad, se sigue con interés de principio a fin, advierte con contundencia, de una manera didáctica y clara, sobre la capacidad de los gobiernos de actuar en contra de sus propios valores fundamentales, y como los ciudadanos y la prensa libre, como verdadero quinto poder, somos claves para impedir que esa libertad tan preciada no se vea ni comprometida ni

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