TEATRO VARIEDADES ONE JAZZ MUSICA -BALLET

k á Falleció en París

TARIS, 11 (A.P.) .lean Cocteau. dra­ y el francés en particular, habría de mos­ maturgo francés, falleció ho.v, repen­ tra r durante 1920-29. En su libro Oplum, tinamente. a la edad de 74 años. Coc­ diario de un adicto, ya constan algunas teau fue poeta, pintor, productor ci­ observaciones sobre el cine, que revelan nematográfico. coreógrafo y dramatur­ aquella Inquietud por ese mundo mágico go. Evplró alrededor de la hora una de la pantalla, por su posibilidad expresiva en su residencia de MIIIv La Foret, a de las alegorías, las fantasías y las obse­ unos 50 kilómetros de París. Aunque siones que componen la vida interior de Cocteau habla estado en precario es­ un poeta. En 1929 el Vizconde de Noailles, tado de salud durante los últimos que también ayudó a Buñuel a producir meses, no habia nada que indicara que L’Age d’or, encargó a Cocteau un film el deceso era Inminente. Apenas esta personal, y así surgió Le sang d’un poete, ntaúana habla hecho un tributo final una visión alucinada de las aventuras que a Edlth Plaf. cantante francesa que ocurren a un poeta de torso desnudo entre falleció en las primeras horas de hoy. cuartos de hotel, estatuas, barajas y armas “Víctor Hugo era un loco que se creía de fuego. La fantasía desplegada por el Víctor Hugo”, dijo un día Jean Cocteau, film, que de pronto apela a Imágenes en y la frase podría aplicarse Igualmente a negativo y a visiones irreales, ha seducido él. Porque como Hugo (y como Byron, a muchos espectadores, aunque es inevi­ como Wlthman. como Neruda), Jean Coc­ table pensar que en esa adhesión hay más teau fue uno de esos poetas que no sólo esnobismo que verdadera participación crean una obra sino que crean también emocional. Pero como seria frecuente en y principalmente,, una máscara viva de sí su obra posterior, Cocteau no estaba muy mismos. Pequeño e inquieto como un pá­ preocupado por su público. Se expresaba jaro. caprichoso, fantasmagórico, frivolo, con enigmas, con frases e Imágenes en cla­ Jean Cocteau supo ser durante casi se­ ve. como una suerte de Gran Esfinge ante senta años una de las personalidades más la que hay que rendirse y cuyos pronun­ visibles de Francia, es decir del mundo ciamientos merecen la especulación infi­ occidental. Poeta, abordó todas las formas nita del ínfimo ser humano. En ese film de la creación: porque no sólo escribió y en los posteriores, Cocteau habló con poesía, y ensayo, y novela, y teatro, sino frecuencia de si mismo. Siempre su perso­ que también fue dibujante, pintor y gra­ naje era un poeta. Hay cierta conciencia bador, director de teatro y cine, concertis- profesional en ese' tenaz empeño. 1 *a de jazz y actor en la infinita serie de Después de ese debut Cocteau no volvió j representaciones públicas que fue su vida. al cine durante varios años, pero en 1940 | Su muerte, a los 75 años de edad, pone reinició esa, colaboración. De allí saldrían ! fin * una carrera de brillo deslumbrante. cinco otros , films dirigidos por él y mu­ Cocteau habia nacido en Maisons-Lafitte él como un revolucionario. También se chos otros en los que fue argumentista, ■ (Seine-et-Oise) el 5 de julio de 1889. Muer­ acerca a Dios, lo que era más previsible. dialoguista ¿ libretista. Como director, so­ bre tema pijopio: to su padre el mismo año. quedó en manos POESIA DE TEATRO de una madre joven y de una hermana 1946: La belle et la bete (La bella y la mayor que hicieron todo lo posible por calificar su obra en varios rubros, todos bestia), con Jean Marais, Josette Day; malcriarlo y tuvieron el más rotundo éxi­ puestos bajo la invocación de la poesía. 1949: , con Jean Ma­ to. Escribe versos casi desde la cuna (des­ De este modo la variedad y hasta disper­ rais. Gabrielle Dorziat, Yvonne De pués habrá de renegar de ellos!; de niño, sión de su arte encuentra (muy cartesia­ Bray, Josette Day; se apasiona por el teatro: a los dieciocho namente) un centro común. Porque cual­ 1949: L’ aigle á deux tetes (El águila de años es lanzado al mundo de la Belle quiera sea el medio en que Cocteau crea, dos cabezas), con Jean Marais, Edwl. Epoque (es 1906 y el verano de la civi- lo que crea es poesía. Aunque no siempre ge Feuillere; i lización europea parece no tener una sola sea gran poesía. Como dramaturgo ha de­ 1950: Orphee (Orfeo), con Jean Marais, j nube! por medio de un recital poético jado unas quince obras largas y un puña­ Francois Perier, María Casares; importantísimo. A partir de ese momento do de obras cortas. Buena parte de ellas 1959: Le testam ent d’Orphee (El te sta ­ no para: funda revistas literarias, se son adaptaciones modernas de piezas clá­ mento de Orfeo), con el mismo Coc­ vincula con celebridades (Anna de Noai- sicas, como un Oedipe-Roi y una Antigone teau. Jean Marais. María Casares, Yul lles. Marcel Proust!. traba amistad con que rejuvenecen a Sófocles; un Romeo et Brynner. Daniel Gélin. Francois Pé- jóvenes que también prometen (Alain Julictte que abrevia considerablemente a rier, Edouard Dermit. Nicole Courcel, Fournier, Péguy, Mauriac!, conoce a An­ Shakespeare. Otras veces se trata de ver­ Charles Aznavour, Lucía Bosé, Pablo dró Gide. Pero es el encuentro con Stra- siones de mitos clásicos o medioevales co­ Picasso, Luis Miguel Dominguín, Ser- vinsky y el ballet ruso lo que decidirá mo el Orpliée que trasladará del teatro al ge Lifar. (en 1912) su conversión a la poesía más cine; como el discutido Bacehus; como Les chevaliers de la table ronde, como Renaud A esa lista corresponde agregar films moderna y su transformación en una de dirigidos por otros, pero en los que Coc­ las luminarias del arte de vanguardia. La et Armide. Pero también ha escrito dramas y comedias burguesas. De una producción teau figura como argumentista o como guerra europea de 1914 le permite hacerse dialoguista: La comedle du bonheur (Mar­ el militar pero sin riesgos. Pero sobre todo que es inferior en cantidad y calidad a la de sus coetáneos y Jean cel L’Herbier, 1940), Le barón fantome se vincula entonces con Picasso, con Apo- (Serge de Poligny. 1942!, L’eternel retour llinaire, con Blalse Cendrars. Es la hora Anouilh, se pueden destacar sobre todo dos piezas: (Jean Delannoy. 1943). Les dames du Bois ; en que los poetas y los pintores, los dra­ de Boulogne (Robert Bresson, 1945), Ruy maturgos y los músicos se dedican a la —La voix hum aine (La voz humana, Blas (Pierre Billón, 1947). Amore (Roberto benemérita tarea de producir obras que 1929), en un sólo acto y para una sola Rossellini. 1948, con un episodio hecho ¡ escandalizan a los mismos burgueses que actriz, es tal vez su obra más famosa. La sobre su monólogo “La voz humana”), pagan por verlas. En ese medio, Cocteau situación dramática es enormemente efi­ Noces de sables (André Zwobada, 1949), i brilla y trabaja. Entonces conoce a Ray- caz y gira en torno de una mujer que ha­ Les enfants terribles (Jean Pierre Melville, mond Radiguet (1919! y durante cuatro bla por teléfono con un amante que la ha 1950). Corona negra (Luis Saslavsky), 1951, años se dedica a perfeccionar ese genio abandonado aunque él no se atreve a de­ en España). La voce del sllenzio (G. W. precoz y maldito. A la muerte de Radi- círselo. Brillante sólo para una voz, es una Pabst. 1953. en Italia), Intímate Relatlons ' j guet. Cocteau entra en un período de de- pieza que ha tentado a las más grandes (Charles Frank, 1953, en Gran Bretaña), j ¡ presión que lo hunde en el opio. Gracias actrices de este tiempo y que lia sido lle­ La princesse de Cléves (Jean Delannoy. j a la influencia de Maritain, acepta entrar vada al cine por Roberto Rosselliní con 1960). y muchos films cortos en los que j en una clínica de la que sale curado y Anna Magnani de protagonista (Amore, se ocupó del comentarlo verbal. En esa i con un libro de dibujos y textos. Oplum, 1948). vasta nómina se agrupan adaptaciones de j una de sus obras maestras. Con La voix Cocteau (sobre Víctor Hugo, Diderot. Ma- huniaine entra en la Comedia Francesa. —Les parents terribles (los padres te­ rribles, 1938) concentra en una sola habi­ dame de La Fayette) y asuntos suyos lle­ El mismo añq (1929! escribe en tres se­ tación y en pocas horas una crisis fami­ vados al cine. manas su mejor novela. Les enfants terri­ liar provocada por la ausencia del hijo que Para una definición de Cocteau, los films ¡ bles y poco después se estrena en cine con ha pasado la noche fuera de casa. Las que más importan son Orphée y Le testa- l Le sang d’un poete (1930). En las víspe­ situaciones edípicas que esta crisis revela nient d’Orphée. En ellos, como señala Ga- 1 ras de la segunda guerra mundial descu­ están analizadas por Cocteau con una lu­ vin Lambert. el autor “retoma la antigua bre a Jean Marais y escribe para él algu­ cidez y una ferocidad que levantan el es­ leyenda para expresar su propia fábula del j nos dramas. Pero la guerra habrá de li­ tilo naturalista de la pieza casi hasta el poeta que viaja hasta las profundidades ¡ quidar muchas cosas. Entre ellas el pre- nivel trágico. Hay una versión cinemato­ de lo desconocido y de lo inimaginable : dicamento que tenia Cocteau entre la gráfica hecha por Cocteau en 1948 que es para renovar su inspiración, encuentra que 1 gente Joven. Es cierto que hará algunas notable por su concentración dramática ésta no es sino la muerte, y reconoce esa ( piezas importantes, alguna película de y la actuación de un brillante elenco en supremacía”. Esa definición es ajustada, y í ! éxito, algún libro de memorias y ensayos, que sobresalen Ivonne de Bray (la madre) está acorde con el excelente ensayo que , pero ya el Cocteau de la segunda pos­ y Jean Marais (el hijo). Lambert dedicó al cine de Cocteau (en j guerra es un viejo joven terrible. En un Sequence 12. Londres, 1950). Es Imposible ! estricto Panorama de la nouvelle littéra- SU LABOR EN EL CINE olvidar, sin embargo, que como creador i lure francaise (1949), el severo Gaetan Pi­ Cocteau tenía cuarenta años cuando cinematográfico Cocteau no hizo otra cosa : cón lo omite. Con la perspectiva de en­ hizo su primer film, Le sang d’un poete, que hablar de sí mismo y de los misterios ¡ tonces, Cocteau parece sólo un supérstite enteramente escrito y dirigido por él. A llamados reencarnación, purificación, lns- i de los años 20. Aún así, Cocteau consigue esa altura no tenia ninguna experiencia piración. Se sirvió del cine para ese testl- : llamar la atención con sus tapicerías y cinematográfica. Tenía una inquietxid, monio personalísimo, que no versa sobre i murales, con una obra de teatro (Bacehus, que era muy notoria en su labor previa el mundo o el ser humano sino sobre Coc- ¡ 1951) que causa gran escándalo y con su como poeta, dramaturgo, periodista, dibu­ teau. Si la reencarnación no llega, esos j entrada en la Academia Francesa que deja jante. y esa Inquietud habia de vincular­ films quedarán como 6U definitiva tarjeta ; boquiabiertos a quienes todavía creían en se. necesariamente al movimiento van­ de identificación. — (Apuntes de E. R. M. i El tnismo Cocteau se ha encargado de guardista que el cine europeo en general. V H. A. T.).