Dinámica Submareal Y Condiciones Ambientales De La Ría Deseado, Santa Cruz
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Revista de la Asociación Geológica Argentina, 59 (3): 367-375 (2004) Dinámica submareal y condiciones ambientales de la ría Deseado, Santa Cruz Federico ISLA1 , Nerina IANTANOS2 y Enrique ESTRADA2 1Centro de Geología de Costas (CONICET-UNMDP), c.c. 722, 7600 Mar del Plata. E-mail: [email protected] 2Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco, Km 4, Comodoro Rivadavia. E-mail: [email protected]; [email protected] RESUMEN. La geometría del estuario del río Deseado, las condiciones climáticas semiáridas y la morfología de los cañones labrados en volcanitas han contribuido al dominio del régimen macromareal en este sector de la costa patagónica. A su vez, los efectos de las corrientes de marea se acentúan debido al empobrecimiento en el caudal del río, que en función del valle que se observa en la actualidad, debió haber llevado un importante caudal alimentado por las aguas de fusión de la masa de hielo que rellenaba la cuenca del lago Buenos Aires. Cuando los hielos dejaron libre el valle del río Baker, el lago comenzó a desaguar hacia el Pacífico, dejando casi seco al río Deseado, que sólo recibe los aportes de los ríos Pinturas y Fénix Grande. La atenuación de la marea se reconoce en la gradación de los sedimentos de fondo: gravas en Puerto Deseado, arenas en la bahía Uruguay y fangos en la bahía Concordia. Las formas de fondo reconocidas como sonografías destacan megaóndulas bidimensionales orientadas según el flujo en el sector de isla de los Pájaros, y ondas de arena orientadas según el reflujo que se ubicaron a mayor profundidad hacia el interior de este sector de acumulación. Los registros de sonar lateral así como los muestreos de fondo confirmaron fondos planos arenosos con gravas en bahía Uruguay, y surcos erosivos (furrows) constituidos en fangos en el interior de la bahía Concordia. La mezcla de aguas marina y dulce se produce en Puesto El Paso mientras que en la bahía Concordia se dan los máximos de turbidez. Palabras clave: Dinámica estuarina, Transporte de sedimentos, Río Deseado ABSTRACT. Subtidal dynamics and environmental conditions of the Río Deseado estuary, Santa Cruz. The geometry of the Río Deseado estuary, the semiarid climatic conditions and the morphology of gorges carved into volcanic rocks contributed to the dominance of a macrotidal regime in this part of the Patagonian coast. In turn, the effects of tidal currents are increased due to the impoverishment of the Río Deseado discharge, whose valley used to drain the ice cover that occupied the Lago Buenos Aires basin. When the Río Backer valley became free of ice, the lake began to discharge to the Pacific Ocean. Since then, the Río Deseado has received only the supply of the Pinturas and Fénix Grande rivers. The decrease of the tidal action towards the headlands produces a grain-size segregation in the bottom sediments: gravel at Puerto Deseado, sand in Bahía Uruguay and mud in Bahía Concordia. Bedforms recognized in side-scan sonar records distinguished flood-oriented 2-D megaripples in the area of isla de los Pájaros, and ebb-oriented sand waves at a greater depth and some kilometres inland in the inlet of Bahía Uruguay. Sonographs and bottom samples confirmed flat beds composed of sands with gravel in Bahía Uruguay and furrows eroded in muds in Bahía Concordia. Water mixing (marine and freshwater) occurs in Puesto El Paso while turbidity maximum was measured in Bahía Concordia. Key words: Estuarine dynamics, Sediment transport, Deseado River Introducción Corea, China y Patagonia (Castaign y Guilcher 1995). Las rías patagónicas resultan particulares en el sentido de Las rías son usualmente definidas como estuarios origi- que el clima árido y las alteraciones de las cuencas en re- nados por la inundación postglacial de un valle fluvial. lación a los depósitos glaciales y fenómenos de captura Sin embargo, en la definición original del geógrafo han originado ríos disminuidos respecto a sus valles. Por Ferdinand Von Richthoffen para las Rías Bajas gallegas otro lado, las variaciones del nivel del mar durante el los efectos tectónicos fueron claramente reconocidos Holoceno han sido diferentes a las del Hemisferio Norte (1886). En realidad el término ya se utilizaba en el siglo (Isla 1989) y por lo tanto estas rías son formas emergentes XV; el diccionario castellano-latino de Elio de Nebrija de- donde se han reconocido playas elevadas (Schellmann finía ría como “puerto de río, ostium fluminis” (F. Vilas, 1998) y planicies “colgadas” atribuidas a antiguos efectos comunicación personal). Con el tiempo, la literatura mareales (Schellmann y Radke 2000). anglosajona fue deformando el término al tiempo que se En el presente trabajo se analizan las formas del fondo popularizaba el significado actual y se extendía la defini- través de un relevamiento con sonar de barrido lateral, y ción a costas de dinámica e historia geológica diferente. perfiles de calidad de aguas y turbidez en diferentes mo- En revisiones recientes se han reconocido estuarios “tipo mentos y sectores del estuario. Del análisis de muestras y ría” en el norte de la península Ibérica, Bretaña, Gales, formas del fondo, y de los perfiles de agua se han podido 0004-4822/02 $00.00 + $00.50 © 2004 Asociación Geológica Argentina 368 F. Isla , N. Iantanos y E. Estrada inferir las magnitudes de los procesos de tracción y sus- Trabalhos”. El puerto, ubicado sobre la margen norte pensión dominantes en el transporte de sedimentos. acantilada del estuario, es de aguas profundas con una actividad pesquera en crecimiento que ha provocado la duplicación de la población entre 1980 y 1983. El estuario Antecedentes tipo ría (Fairbridge 1980) tiene un regimen macromareal; las amplitudes medias varían entre 2,92 y 4,2 m, alcanzan- Charles Darwin realizó la primera descripción (23 de di- do rangos de 5,24 m durante las sicigias equinocciales. ciembre de 1833) del puerto asignado por el pirata Las pleamares y bajamares de las bahías Uruguay y Con- Thomas Cavendish en 1536 para su barco “Desire”. Port cordia registran un retraso de 35 a 50 minutos respecto al Desire era entonces una llanura, elevada unos 200-300 puerto, pero sin diferencias en la altura. La geometría de pies por encima de algunas masas de pórfido y compuesta embudo del estuario favorece la acción de las mareas y de por guijarros mezclados con una tierra blanquecina. Pos- comportamientos hipersincrónicos (Dalrymple et al. teriormente, Burmeister (1903) reseñó los terrenos de la 1992). El sector más angosto (500 m) coincide con el más primera localidad denominada Puerto Deseado. Wichmann profundo (30 m) frente a Puerto Deseado. Los estuarios (1919) y Wichman y Rosental (1933) efectuaron un estu- dominados por mareas son mucho menos conocidos que dio hidrogeológico para la provisión de agua al pueblo. sus contrapartes dominados por olas (Dalrymple et al. 1992) y se los considera verticalmente homogéneos en El estudio de las terrazas marinas de la Patagonia fue cuanto a que las diferencias de la salinidad en profundi- comenzado por Darwin quien reconoció en la faja costera dad son insignificantes y muy significativas horizontal- atlántica varios escalones cuya altura varia entre algunas mente. En nuestro caso la interfase salina se traslada va- decenas de metros y 360 metros. Si bien Darwin consideró rios km hacia el interior durante la pleamar (Iantanos et al. a todas de origen marino lo cierto es que algunas son flu- 2002). En las cabeceras del río Deseado las morenas deja- viales y otras son estructurales, conformadas por bancos das por la última glaciación originaron una inversión en el muy resistentes a la erosión que se intercalan en escalo- sentido del drenaje del lago Buenos Aires hacia el Océano nes relativamente blandos del Terciario y Cretácico supe- Pacífico. De este modo, el actual río Deseado sólo recibe rior. Feruglio (1950) diferenció terrazas marinas y aluvio- aportes de los ríos Fénix Grande y Pinturas, que no contri- nales a lo largo del valle y estuario del río Deseado. Reco- buyen con caudales importantes. La evaporación poten- noció terrazas aluvionales a 300-330 m (Pampa María San- cial supera más de diez veces el valor de las precipitacio- tísima), 170-180 m (Meseta de Espinosa), 76-103 m (La nes. Al parecer la mayor parte del agua de lluvia se pierde Angostura), 76-79 m (Cerro Alonso), 20-65 m (Koluel por una rápida infiltración en los depósitos sueltos de los Kaike, Escarpado Norte y Puerto Deseado) y la terrazas rodados patagónicos, a una profundidad mayor que el aluvionales más bajas entre 10 y 15 m sobre el fondo del espesor de la franja capilar, protegiéndose de la acción valle. Las terrazas marinas de la región las reconoció a 30- de la evaporación. (Konzewisch 1959). 40 m (terraza IV o del Escarpado Norte de Puerto Desea- De la recopilación de datos sobre el caudal del Desea- do), 15-30 m (terraza V o Puerto Mazarredo) y la terraza de do, investigadores como Darwin (1833), Moreno (1876), Comodoro Rivadavia que ubica entre 8 y 12 m (terraza VI). Oneto (1883), Lista (1884) y Burmeister (1903) lo descri- Konzewisch (1959) reanalizó las terrazas marinas más ba- ben como un cuerpo de agua no navegable y seco en jas de Feruglio dando nombres diferentes. Auer (1959) partes; cabe aclarar que estos autores no especifican el utilizó nivelaciones de las terrazas marinas de Puerto De- lugar de observación. De acuerdo a fotografías de 1972 seado para analizar las terrazas marinas del sur de Chile. (Fig. 2), las características morfológicas de la ría no han Reconoció terrazas a 40, 30, 25, 18-20, 15, 9-10, 6 y 3 m, variado mayormente respecto a imágenes TM de 1999 las dos últimas ya próximas a los efectos de mareas nor- (Fig.