El territorio de Gauzón () en el medievo. Aproximación a su configuración

Mª Isabel Míguez Mariñas *

RESUMEN ABSTRACT El presente trabajo aborda la configuración de un This study focuses on the development of a territory territorio de la costa central asturiana entre los siglos from the Asturian central coast between, approxi- X y XIII, aproximadamente, fechas entre las que tal mately, the 10th and 13th centuries, when it func- territorio funcionó como alfoz. La escasez de estu- tioned as a alfoz. The scarcity of studies related to dios relacionados con el análisis de la organización the analysis of these Asturian medieval territories gives medieval de estos territorios en el ámbito asturiano, way to simple approximations like the one presen- obliga a realizar sencillas aproximaciones, como la ted here, with the aim of achieving a level of know- que aquí se presenta, con el objetivo de ir alcanzan- ledge similar to the one we have on other peninsu- do un nivel de conocimientos similar al que se tiene lar areas. ya para otras áreas peninsulares.

PALABRAS CLAVE: Organización del territorio. KEY WORDS:

Los estudios sobre territorio han estado torio concreto: el territorio de , el terri- siempre presentes, de una u otra forma, en la torio de Pesgos, el de Gijón, de Cornellana, de producción historiográfica de los investigadores , y así una larga lista que nos permite sobre Edad Media asturiana. Y ello no podía ser esbozar la composición territorial menor de la de otro modo si tenemos en cuenta la división Asturias medieval. Cada uno de estos territo- territorial en que se encontraba compartimen- rios ocupaban una extensión más o menos tado el solar astur, reflejo en buena parte de la grande que solía aglutinar un conjunto de tie- propia peculiaridad geográfica asturiana que favo- rras que guardaban ciertos caracteres comu- rece la formación de territorios naturales sobre nes. Por territorio entendemos, pues, una exten- los que se han venido asentando las distintas for- sión variable de tierras que reciben una maciones sociales que los han ocupado. denominación común, que suelen mantener unas similares características físicas y sociales, y Efectivamente, en la documentación de que que son administradas conjuntamente. disponemos, generalmente transacciones o negocios jurídicos de diversa naturaleza, la loca- No han abundado, sin embago, estudios lización de los bienes objeto de los mismos se específicos sobre territorialidad medieval en enmarca siempre en el contexto de un terri- Asturias o sobre territorios concretos que nos

* Becaria predoctoral de la Universidad de Oviedo. permitan comprender la organización territo- cripcionista como los de T. López Mata (LÓPEZ, rial, su evolución y funcionamiento en época 1975) o G. Martínez Díez (MARTÍNEZ, 1987); tra- medieval. Uno de los primeros trabajos que tra- bajos que se han calificado de “reconstruccio- taron este tema fue el realizado por A. C. Flo- nes rigoristas, estáticas, asincrónicas, que tan riano Cumbreño que, en su obra Estudios de sólo aproximan al mapa geográfico de la com- Historia de Asturias, abordaba la localización de posición de los alfoces” y que “se limitan a la los distintos territorios asturianos que apare- enumeración inacabada de tales espacios de cen reflejados en la documentación (FLORIA- acción política, cayendo en los peligros de la NO, 1962). Posteriormente fue M. G. Martínez descripción fría, inmovilista e incompleta” (JULAR, quien, en tres artículos sucesivos se ocupaba 1991: pp. 10-11). de recopilar las menciones documentales rela- tivas a otros tantos alfoces asturianos (MARTÍNEZ, Se considera que el alfoz no es un territo- 1969, 1970, 1971). Finalmente, en los últimos tiem- rio perfectamente delimitado, sino que consti- pos, el interés por esta temática ha favorecido tuye “la expresión territorial del control que ejer- la aparición de recientes trabajos: M. Fernán- cía el rey sobre una serie de villas y sus habitantes dez Mier ha realizado una fundamental apor- a partir de la organización de núcleos de poder tación a los estudios sobre territorio en Astu- intermedios” (ÁLVAREZ BORGE, 1987: p. 157); un rias, incorporando nuevas metodologías y territorio caracterizado por su dinamismo y planteamientos historiográficos, que tratan de constante evolución, por lo que se considera ir un poco más allá indagando en la génesis de la labor de cartografiado de las villas incluidas la territorialidad medieval, tomando como ejem- en un alfoz como labor inútil: “la mención de plo dos concejos de la montaña asturiana una villa en el siglo X dentro de un alfoz no (FERNÁNDEZ MIER, 1999); J. Fernández Conde y significa que en el siglo XI siga manteniendo esa Mª A. Pedregal, por su parte, han esbozado los vinculación. Precisamente la mayor parte de las orígenes de un importante territorio asturia- noticias de villas en alfoces que tenemos pro- no, el de de Tuñón (FERNÁNDEZ ceden del momento en que dejan de perte- CONDE; PEDEGAL, 1995-1997); por nuestra parte, necer a ellos, cuando son donadas a los monas- hemos prestado también atención a esta cues- terios” (ÁLVAREZ BORGE, 1993: p. 97). tión en nuestra tesis doctoral (MÍGUEZ, 1999). Se trata, no obstante, de un campo de estudio Efectivamente, el carácter dinámico y en sobre el que se ciernen aún numerosos inte- contínua evolución de estos territorios es difí- rrogantes que es necesario ir resolviendo con cilmente cuestionable, con mayor razón si con- el objetivo de lograr un mejor conocimiento sideramos esta forma de territorialidad como del mismo. expresión no sólo de la organización política y administrativa, sino también de la propia for- Los estudios sobre territorios y alfoces cuen- mación social que ocupa esos territorios. Ahora tan, sin embargo, con importantes aportacio- bien, creemos que el rechazo a toda forma de nes en otros ámbitos geográficos fuera del astu- análisis espacial de los lugares en los que se asien- riano. En especial nos interesa destacar ahora tan los territorios resulta excesiva, máxime en las que se han venido sucediendo con los tra- áreas como la asturiana en las que los condi- bajos realizados en la zona castellano-leonesa cionantes geográficos, sin caer en ningún tipo donde, en los últimos años, han proliferado de determinismo, son sin embargo importan- este tipo de estudios siguiendo los presupues- tes. Por otro lado, los alfoces asturianos no tos teóricos y metodológicos definidos por C. parecen representar solamente “espacios de Estepa Díez (ESTEPA, 1984a, 1984b; ÁLVAREZ BORGE, acción política” sino que, más bien, son expre- 1993; JULAR, 1991). Desde ellos se ha venido sión de una territorialidad anterior vinculada a cuestionando “la concepción del alfoz como una organización social concreta, y también un territorio cerrado y perfectamente defini- consolidan comarcas o distritos territoriales do, la necesidad de plasmarlo en un mapa como que, pese a la reorganización territorial y admi- espacio limitado” (ÁLVAREZ BORGE, 1987: p. 157), nistrativa que supone el surgimiento de las punto de partida de trabajos de corte des- “polas” a partir del siglo XIII (RUIZ DE LA PEÑA,

162 AyTM 8, 2001 1981), van a continuar funcionando a lo largo de Schulz, para mantener el carácter particu- de toda la Edad Moderna hasta llegar a nues- lar del territorio, puesto que al este de la ría tros días. del Aboño se generalizan los materiales de la cobertera mesozoica, y hacer de ellas un lími- Si hablamos de alfoz o territorio estamos te natural que habría de aprovechar la organi- hablando, en definitiva, de un espacio que, zación territorial asentada sobre ellas (SOMO- como tal, presenta unas determinadas carac- ZA, 1908: p. 201). terísticas geográficas que a menudo dotan de unidad al mismo y perfilan de alguna manera Los rasgos climáticos constituyen también un los contornos sobre los que se asienta la orga- factor de unidad del territorio, y así, la línea que nización social y política en evolución. Sin duda, separa el área de precipitaciones inferiores a la primera característica que define el territo- los 1.000 mm anuales describe un arco que coin- rio que nos ocupa, Gauzón, es su propia con- cide casi exactamente con los límites topográ- figuración geográfica. ficos que hemos dado al territorio en el que se asentará el alfoz de Gauzón (FELICÍSIMO, 1992). Se trata de un conjunto de tierras enclava- das en la rasa central asturiana, formando un Vemos, pues, que al menos en este caso que amplio triángulo que tiene como vértice la nos ocupa, sí podemos definir una cierta uni- punta del Cabo de Peñas. Es en esta área del dad geográfica que, como indicaremos, se Cabo de Peñas donde la rasa alcanza su mayor corresponde aproximadamente con el territo- anchura y se hacen más evidentes las tres pla- rio de Gauzón. taformas de abrasión que se han identificado en la costa asturiana, fruto de las sucesivas Pero antes de que este territorio llegara a transgresiones y regresiones marinas (FLOR, configurarse como alfoz y, como tal, constituir 1983). Hacia el interior, se prolonga esta mor- un elemento de articulación feudal del territorio, fología formando un paisaje progresivamente alo- es difícil precisar si realmente conformaba un mado, surcado por suaves y amplios valles hasta espacio vinculado por unos lazos socioeconó- encontar su límite meridional en las elevacio- micos o políticoadministrativos uniformes. Los nes de la Sierra del Faidiello. últimos estudios sobre territorialidad altome- dieval, basados en gran parte sobre las hipó- Los límites naturales occidental y oriental del tesis formuladas por A. Barbero y M. Vigil, tien- territorio están claramente delimitados por la den a relacionar estos territorios con la desembocadura de los ríos Nalón y Aboño, existencia de una organización socioeconómi- respectivamente. Este amplio triángulo se ca anterior, basada en el asentamiento de socie- encuentra fracturado por la falla de Ventanie- dades arcaicas vinculadas por lazos de paren- lla que posibilita el encajamiento de la ría de tesco. Así, en la vieja Castilla se han estudiado Avilés, un accidente que hará de esta pobla- territorios articulados en torno a un núcleo o ción la más idónea para articular en torno a sí villa que actuase como organizador del terri- al resto del territorio, al favorecer la promo- torio, pero también territorios sin centro admi- ción de Avilés como núcleo urbano y puerto nistrativo alguno que se consideran fruto de una marítimo principal de la Asturias medieval. organización de la sociedad basada en el paren- tesco, que traslada a la organización del terri- Geológicamente, el área destaca por la pre- torio. En los concejos asturianos de Miranda y sencia de litologías devónicas, calizas y arenis- , estudiados por Margarita Fernández cas, que ocupan la mayor parte del territorio Mier, se da una doble configuración del terri- describiendo una dirección NE-SO. Sin embar- torio: en primer lugar, un amplio espacio que go, en la ría de Avilés y algunas zonas reduci- sirve de base a una comunidad con lazos de das del borde oriental del Cabo de Peñas, se parentesco; después, territorios de menores registran pequeñas afloraciones de la coberte- dimensiones que reflejan el lugar organizado ra mesozoica. Estas características geológicas en torno a un castro, y que una vez perdida ya sirvieron a Somoza siguiendo las apreciaciones su función, desaparecen.

AyTM 8, 2001 163 No creemos, sin embargo, que deba tras- territorios se han puesto en relación, en zonas ladarse sin más el modelo de transición hacia al norte del Duero, con la pervivencia de las el feudalismo experimentada por los pueblos estructuras sociales de los pueblos prerroma- del norte peninsular, ni siquiera dentro del nos, considerándolos la base física sobre la que mismo marco regional. Las condiciones crea- se asienta una determinada comunidad de das y las alteraciones producidas sobre la socie- parentesco 1. Se corresponde, en definitiva, con dad indígena por la presencia de Roma, tuvie- el modelo de la “comunidad rural de valle o ron que ser bien distintas según las diversas tierra” definida por García de Cortázar, carac- áreas y los distintos intereses de la potencia terizada por una “percepción del espacio supra- sobre el territorio. Éstos no son los mismos en local, minicomarcal, del espacio”, que constitu- las zonas de explotación de la minería aurífe- ye el “ámbito de aprovechamiento económico ra, como es el caso de la zona occidental astu- reconocido a un grupo de parentesco” (GARCÍA riana, que en las inhóspitas tierras de las mon- DE CORTÁZAR, 1988: p. 14). Posteriormente, la tañas del oriente astur, o en las llanuras de la progresiva organización feudal se servirá de rasa costera central, con amplias posibilidades una territorialidad previa para establecer las para el asentamiento de explotaciones agríco- bases del poder, cuyo elemento visible será una las, o, en fin, en la línea de costa, donde se pue- fortaleza o castillo, desde donde ejercerá el den establecer puntos de control para el comer- dominio de ese territorio 2. cio marítimo, enclaves de transformación de productos procedentes del mar, etc. Como ya El término alfoz se encuentra documenta- se ha indicado en alguna ocasión, el nivel de do en Castilla, como es sabido, desde el siglo desestructuración de las sociedades indígenas X (ESTEPA, 1984a: p. 308). No sucede lo mismo anteriores a la conquista tuvo que ser, necesa- en las tierras del Norte: en Cantabria el tér- riamente, distinto según las zonas (FERNÁNDEZ mino alfoz es posterior al de territorio, con lo CONDE; SUÁREZ; GUTIÉRREZ, 1997: p. 399). que se ha supuesto que aquél viene a desig- nar una organización foránea que se superpo- Tres son las palabras que se emplean en ne a la autóctona anterior (DÍEZ HERRERA, 1987). época medieval como referencia de los núcle- En Asturias, en cambio, el término no se gene- os de población asentados sobre el marco físi- raliza hasta el siglo XII: en 1101 para el terri- co que hemos descrito más arriba: territorio, torio de Oviedo y Llanera; en 1104 para el de valle y alfoz. En repetidas ocasiones se ha pues- ; en 1144 para el de Pravia, etc. to de relieve que todas ellas designan una rea- lidad similar. Con el vocablo valle no se hace El territorio de Gauzón es uno de los pri- referencia solamente a la morfología física, que meros documentados como tal, y aparece defi- a menudo no es tal, sino a un territorio bien nido desde el primer momento como alfoz en definido que es capaz de cubrir las necesida- un documento que no ofrece dudas de su des socioeconómicas, agrícolas, ganaderas y autenticidad, en marzo de 1098 (FLORIANO, recolectoras de una comunidad. Por ello, estos 1962: p. 199) 3. La identificación de los topóni-

1 Para el territorio que nos ocupa ya a principios de siglo planteba J. Somoza una explicaciónen este sentido: “De modo, que en remotas fechas, y antes del siglo X, el territorio comprendido entre el Nalón y el Aboño (precisamente la zona devoniana) se deno- minaba Gauzón ¿No querrá esto decir, que dicho territorio estuvo poblado por una gente o tribu, cuyo factor étnico encontraba su límite natural en el confín oriental de que tratamos?” (SOMOZA, 1908: p. 294). 2 Coincidimos así aquí con la definición dada por Álvarez Borge para los alfoces castellanos, aunque con distinta cronología para los asturianos, como “demarcaciones territoriales básicas de la época, profundamente vinculadas al arcaísmo de la sociedad y funda- mento de la organización territorial que encontraremos más tarde” (ÁLVAREZ BORGE, 1993: p. 156). También con la propuesta por J. Lecanda: “Comprendemos el alfoz como unidad de organización espacial coincidente, más o menos, con un valle o espacio físico diferenciado, habitado por grupos humanos poco organizados inicialmente y para su fijación espacial encontramos la existen- cia de un castillo o lugar fortificado que sirve de aglutinante a todo ese espacio, dándole nombre y centralizando los elementos fun- cionales de esa organización” (LECANDA, 1994: p. 640). 3 “...de hereditate nostra propia de Sancti Vincentii quod habemus illa in territorio Asturias, in alfoce de Gauzón, locum scitum uilla de Loreda...” (FLORIANO LLORENTE, 1962: p. 200).

164 AyTM 8, 2001 mos mencionados se corresponden con loca- nos visita el Peñón indica que “por todas par- lidades enclavadas en el centro mismo del terri- tes se halla este cerro con sus adyacencias torio. Se trata de una copia del siglo XIII pero rodeado de una llanura, que parte es todavía no parece que, en principio, haya que dudar estero, por cuyos caños entra el mar en sus de su veracidad, con lo que podríamos confir- crecientes” (JOVELLANOS, 1994: p. 609). Debe- mar la configuración del territorio como alfoz mos, pues, prestar especial atención a la evo- en el siglo XI. lución paisajística del entorno del Cerro para poder entender su significado en relación con Es posible, sin embargo, que éste estuvie- el espacio circundante. se ya funcionando como territorio en momen- tos precedentes que incluso podríamos remon- De este enclave se han ocupado en nume- tar al siglo X. Recordemos que uno de los rosas ocasiones gran número de autores que elementos que define estos territorios lo cons- de una u otra forma se interesaron por la his- tituye la propia fortaleza desde la que son toria de la Asturias altomedieval, puesto que administrados por tenentes que ejercen el aquí se erigió el castillo de Gauzón por man- dominio del territorio por delegación real. Pues dato de Alfonso III, como más tarde veremos. bien, la fortaleza que se corresponde a Gau- Su aparato defensivo lo constituye un abrupto zón no es otra que el propio castillo que da resalte que rodea el cerro, con la roca tallada nombre a todo el territorio, enclavado en lo verticalmente. El istmo que une el Peñón con alto del Peñón de Raíces, en la margen izquier- la plataforma posterior se encuentra diseccio- da de la ría de Avilés, protegiendo la entrada nado en la actualidad por la carretera N-632 de la misma que constituía, al mismo tiempo, que discurre a sus pies, donde se debieron el acceso más fácil a la capital del reino astu- localizar las obras más importantes de defen- riano, Oviedo, a tan sólo una jornada de viaje sa y protección del emplazamiento. La parte desde la costa avilesina. superior del mismo se encuentra coronada por tres plataformas dispuestas sucesivamente en El Peñón o Cerro de Raíces se encuentra altura, en la más alta de las cuales se docu- situado en el extemo nororiental del actual mentaron las ruinas de un torreón circular. municipio de Castrillón, en un área cuya for- mación está estrechamente relacionada con la En los años 70 V. J. González excavó este actual configuración de la ría de Avilés y con yacimiento, mostrando la existencia de una los procesos de deposición sedimentaria aso- necrópolis y de restos constructivos atribuidos ciados a ella. La evolución del paisaje que rodea a la capilla de San Salvador de la que hablan el Peñón de Raíces ha modificado completa- las crónicas (GONZÁLEZ GARCÍA, 1978: pp. 54-66). mente el significado que pudo haber tenido Los materiales cerámicos recogidos en esta un emplazamiento defensivo en este lugar. Las excavación fueron estudiados posteriormente reconstrucciones del mismo que se han veni- por M. Encinas, quien hubo de realizar un aná- do realizando muestran el Peñón en época lisis tipológico de los mismos, dada la ausencia castreña y romana completamente rodeado de referencias estratigráficas establecidas para por las aguas del mar, cuando el proceso de estos materiales (ENCINAS, 1986). La mención de sedimentación y colmatación de las inmedia- restos de época “aparentemente romana” por ciones de la ría de Avilés apenas habían comen- parte de la bibliografía asociada a este enclave zado. Estaríamos, por tanto, ante un excelen- es contínua, ya desde los autores de época te espolón costero en la entrada de la margen moderna que indican la presencia aquí de mone- izquierda de la ría. El proceso de relleno de das, brazaletes, “trozos de ladrillos de época este área llevaría al progresivo aislamiento del romana”, etc. Los investigadores contemporá- Cerro, pasando éste de enclave costero a neos, como J. Uría Riu o J. M. González, seña- emplazamiento interior rodeado de marismas lan también la recogida de fragmentos de tégu- y terrenos pantanosos, hasta la definitiva col- la romana en las inmediaciones del Peñón. Más matación de este espacio que se observa en recientemente Muñiz y García han realizado el la actualidad. Todavía en 1794, cuando Jovella- análisis de un nuevo fragmento de Terra Sigilla-

AyTM 8, 2001 165 ta Hispanica, Drag. 37, procedente el Cerro, que vilegiada del Peñón de Raíces sería aprove- datan entre los siglos II y III d.C. (MUÑIZ; GARCÍA, chada posteriormente para ubicar en él una de 1998) 4. las fortalezas altomedievales más importantes de Asturias, como defensa estratégica de la ría Entre los materiales procedentes de las exca- y de la villa de Avilés, y de la propia capital del vaciones en el Peñón estudiados por M. Enci- Reino, Oviedo. nas, se encuentran gran número de fragmen- tos cerámicos cuya cronología, según el autor, Efectivamente, el castillo o fortaleza de Gau- se extiende entre los siglos V y XIV, presentando zón, que daría nombre a todo el territorio una continuidad que se inicia con cerámicas de puesto bajo su jurisdicción, fue erigido por el claro influjo romano, pasando por materiales último de los monarcas asturianos, Alfonso III, prerrománicos y de momentos finales del medie- en los años finales del siglo IX 6. La relevancia vo, cuyos paralelos se sitúan en las excavacio- e importancia del mismo viene también avala- nes del Oviedo antiguo, las termas de Campo da por ser el lugar en el que, según la tradi- Valdés y Veranes (Gijón), Castrillo de la Haya ción y la propia leyenda en ella inscrita, se forjó (Santander) y yacimientos altomedievales de la la Cruz de la Victoria, símbolo por antonoma- Meseta como Monte Cildá (Palencia). sia de la monarquía asturiana 7. No resulta difí- cil, pues, pensar que una fortaleza de tal signi- El análisis del espacio original en el que se ficación política y simbólica articulase en torno inició la ocupación del Cerro de Raíces per- a sí un territorio bien definido, que se corres- mite asimilar este emplazamiento con otros pondería aproximadamente con el que apare- yacimientos catalogados a lo largo de la costa ce reflejado en los documentos de finales del asturiana y cantábrica en general, que han sido siglo XI y del siglo XII. definidos por C. Fernández Ochoa y A. Mori- llo Cerdán como “castros costeros”, es decir, La ubicación del castillo de Gauzón fue obje- “situados en la misma línea de costa o en abras to de una apasionante polémica historiográfica y rías de dominio mareal” (FERNÁNDEZ OCHOA; entre historiadores y eruditos locales en los MORILLO, 1994: p. 10), situación en la que se años 60. (SARANDESES, 1961; URÍA, 1966 y 1967; encuentran varios castros catalogados e iden- MARTÍNEZ, 1969). La confusión venía dada por- tificados en el territorio que posteriormente que una parte de la documentación que alude ocuparía el alfoz de Gauzón 5. La situación pri- a este enclave, procedente de los fondos del

4 Destacan también la conservación del revestimiento con restos de pigmentación en superficie en uno de los muros de la platafor- ma intermedia, así como la localización de dos fragmentos de umbral que presentan resalte en esquina a modo de tope y quicio para los goznes, encajando en la tipología prerrománica definida por C. García de Castro. (GARCÍA DE CASTRO, 1995: p. 328). Todo esto se encuentra “in situ” al aire libre. 5 Entre ellos podemos citar El Escayu (Castrillón), Castiellu, El Cuernu, Los Garabetales y el Cantu la Figal. Estos últimos han sido estudiados por J. Camino (CAMINO, 1995); mientras que al primero han prestado especial atención Muñiz y García (MUÑIZ; GARCÍA, 1998), y también nosotros mismos (MÍGUEZ, 1999). 6 El primer documento en el que aparece mencionado Gauzón es una donación de Alfono III y la reina Jimena a la Iglesia de San Sal- vador de Oviedo: “Castellum etiam concedimus Gauzone cum ecclesia Sancti Saluatoris que est intra, cum omni sua mandatione et cum ecclesiis que sunt extra illud castellum...” (GARCÍA LARRAGUETA, 1962: p. 62). No aparece, sin embargo, mencionado explícitamente Gauzón como alfoz o territorio, a pesar de que sí se alude en este documento a otros territorios asturianos (terri- torio Praviae, territorio Pesgos iuxta Cangas, etc.). Pero, como es sabido, este diploma es uno de los incluidos en el Liber Testa- mentorum, obra de la labor falsificadora llevada a cabo por el obispo Don Pelayo a lo largo del primer cuarto del siglo XII, al obje- to de defender el patrimonio de la Iglesia de San Salvador de Oviedo. Sin embargo, creemos que el que los documentos hayan sido redactados en los primeros años del siglo XII no implica que su contenido sea completamente falso, de modo que pueden reflejar una realidad conocida anterior a su redacción o que procedan de copias parciales de documentos desaparecidos. 7 Donada en 908 por Alfonso III a la Iglesia de San Salvador de Oviedo, la Cruz de la Victoria lleva en el reverso de sus cuatro bra- zos, escrita en latín, la siguiente inscripción: “Consérvese con favorable acogida esto que, en honor de Dios, ofrecen los siervos de Cristo, el Príncipe Alfonso y la reina Jimena. Quienquiera que se atreva a robar este nuestro donativo, que perezca bajo el rayo divino. Esta pieza fue hecha y cedida a San Salvador de la sede de Oviedo. Con este signo se defiende el justo, con este signo se vence al enemigo; y fue realizado en el castillo de Gauzón, en el año cuarenta y dos de nuestro reinado, corriendo la era del DCCCCXLVI”, (DIEGO SANTOS, 1994: pp. 58-60).

166 AyTM 8, 2001 monasterio de San Vicente de Oviedo, situa- ballo, Cotarelo, Selgas, etc., hasta las más recien- ba la fortaleza en las inmediaciones de lugares tes aportaciones que se realizan en torno al localizados en el actual concejo de Gozón. Aña- tema del castillo de Gauzón, no son sino la damos a esto la derivación del nombre del muestra de la existencia de una conciencia actual concejo de Gozón del viejo topónimo secular de la importancia que tal fortaleza tuvo que aludía a todo el territorio, Gauzón, y la exis- en la historia medieval asturiana. Prueba de tencia de una lápida alusiva al castillo en la torre ello es la reiterada mención que se hace a ella del reloj de (capital gozoniega), y ten- en algunos de los episodios más relevantes del dremos suficientes argumentos para que los medievo astur. La misma consagración de la entusiastas partidarios de un localismo casi pue- iglesia de San Salvador (advocación idéntica a ril trasladaran la situación de la fortaleza del la de la Catedral de la capital del reino), cons- Peñón de Raíces hacia diversos puntos del actual truida en el interior de sus muros, reúne a tres concejo gozoniego. obispos: Sesnando, de Santiago; Nausto, de Coimbra; y Recaredo, de Lugo 8. Los muros de No les faltaban, sin embargo, argumentos esta fortaleza servirán, igualmente, de prisión documentales para apoyar sus hipótesis, dado a don García, durante la rebelión que prota- que, como decimos, varios diplomas sitúan el gonizó contra su padre Alfonso III, en el año castillo en tierras de Gozón. Pero esto puede 901. Y más tarde, entre 1132 y 1135, el casti- ser fácilmente explicado, como señaló D. Juan llo fue ocupado por el rebelde conde asturia- Uría, por el “espejismo” que provoca el que la no Gonzalo Peláez, hasta que Alfonso VII con- mayor parte de las propiedades que San Vicen- siguió llevar al orden al levantisco noble te posee en el territorio de Gauzón se locali- asturiano 9. El control de la fortaleza significa- zan precisamente en el actual concejo de Gozón, ba el control de un territorio situado en el y que a menudo se utilice como referente de mismo centro de la costa asturiana, muy pró- las mismas la propia fortaleza. Las conclusiones ximo a la capital, fácilmente accesible por vía del propio Juan Uría, así como de posteriores marítima, y que contaba con una población, estudiosos, confirman sin duda la ubicación de según todos los indicios, abundante y, por tanto, la fortaleza en el Peñón de Raíces. Las excava- fuente de riqueza segura. ciones que se realizaron aquí en los años 70, que podrían haber aportado noticias impor- La denominación de alfoz es la más fre- tantísimas sobre este enclave fundamental de la cuentemente utilizada para Gauzón, seguida de Asturias altomedieval, no han sido publicadas. la de territorio y valle. En el resto de docu- Sólo conocemos una breve reseña de las mis- mentos referidos a este territorio, la fórmula mas, acompañada de algunas fotografías, en las empleada es la de la preposición seguida de la que se pone en evidencia el escaso rigor meto- denominación simple: “in + Gauzón/Gozón”. dológico con el que fueron realizadas, destru- A partir de 1098 se usa la denominación de yendo la posibilidad de poder establecer estra- alfoz en la documentación original hasta 1114 tigrafías precisas con posterioridad a las mismas. en que aparece como valle, no volviendo a aparecer designado como territorio hasta 1130. Toda la producción historiográfica desarro- llada en torno a este enclave, desde los auto- El propio topónimo de Gauzón podría arro- res antiguos, como González Posada, el P. Car- jar alguna luz si supiéramos cuál es su proce-

8 “...ad defensionem santi Saluatoris Ouetensis, opidum Gauzon miro et forti opere, in maritimis partibus Asturie, fabricauit; timebat enim quod nauigio locum sanctum hostes attingerent. Edificauit quoque intus in honore santi Saluatoris ecclesiam pretiosissimis mar- moribus decoratam, quam a tribus episcopis Sesnando Iacobensi, Nausto Coynbriensy, Recaredo Lucensy consecrari honorifice fecit”, (PÉREZ DE URBEL, 1959: p. 151). 9 “Persecutus est autem eum rex in Asturias iussitque omnes milites captos duci post se sub custodia et invenit eum rebellantem in Tutela et obsedit eum ibi, et illud castellum de Gauzone et alia castella comprehensa sunt a militibus regis”, (SÁNCHEZ BELDA, 1950).

AyTM 8, 2001 167 dencia. Los autores que han tratado este tema la evolución del topónimo. Efectivamente, aún se inclinan por pensar que responde al gentili- habiendo varias denominaciones minoritarias cio de una comunidad indígena que estuviera que incluyen una “s” (Goszón) o el diptongo asentada en la zona 10. El problema radica en /ou/ (Gouzón), dos son las formas principales saber cuál podría ser tal comunidad. Tal vez que adopta: Gauzón/ Gauzone y Gozón/Gozo- una unidad menor de la tribu de los Luggones ne, nombre este último que se conservaría o de los Pésicos. En este sentido no podemos hasta nuestros días para designar una parte del olvidar la interpretación que se ha dado a la viejo territorio, ahora concejo 12. En este sen- cita de Plinio en su Historia Naturalis: “Regio tido, es evidente la progresiva evolución en la Asturum Noega oppidum in peninsula Paesi- utilización de ambas fórmulas posiblemente vin- ci”, a partir de la cual se ha propuesto como culada a la propia evolución de la función del ubicación de la península citada el Cabo de territorio, puesto que si bien en el siglo XII la Peñas. Con ello el límite otorgado a este pue- forma Gauzón es la que se utiliza con mayor blo prerromano se extendería más allá del frecuencia, en el siguiente siglo la tendencia se Nalón e incluiría el territorio de Gauzón 11. invierte consolidándose la forma Gozón para todo el territorio hasta el momento en que ya Esta vinculación de un territorio a una orga- sólo designa a una parte del mismo, esto es, a nización social basada en los lazos de paren- mediados del siglo XIII. tesco ha sido también puesta de relieve en otras áreas asturianas, Somiedo y Miranda, por Uno de los argumentos esgrimidos para M. Fernández Mier: “Esta unidad espacial, eco- rechazar el establecimiento de cualquier tipo de nómica y social que eran los territorios, será la límites a los alfoces es el de que, consideran- base sobre la que se estructura el poder feu- do éstos “como distritos territoriales en que dal. La aristocracia que surge de las transfor- se organiza la propiedad dominical de los con- maciones internas de esas sociedades conse- des y reyes castellanos en los siglos X y XI, las guirá poner bajo su dominio al resto de la tribu villas que se podrían considerar integradas en y, en el momento en que se consolidan como un alfoz serían sólo aquellas en las que el rey poder, consigue hacerse con el control de gran- o el conde poseían heredades” (ÁLVAREZ BORGE, des propiedades, que se ubican en los territo- 1993: p. 34). Además, se indica que la perte- rios donde se asentaba la antigua parentela” nencia de una villa al alfoz en un momento no (FERNÁNDEZ MIER, 1999). Así, al tiempo que se significa que lo siga estando más adelante, máxi- consolida una nueva aristocracia que tiene sus me si tenemos en cuenta que las noticias de orígenes en esa sociedad, se produce un afian- las villas que configuran el alfoz proceden “del zamiento del poder político que perpetúa los momento en que dejan de pertenecer a ellos, viejos territorios bajo el dominio de las fortifi- cuando son donadas a los monasterios” (ÁLVA- caciones a cuyo mando se sitúan los tenentes REZ BORGE, 1993: p. 97). por delegación real. En el caso del alfoz que nos ocupa, el de Otra cuestión en la que igualmente la Filo- Gauzón, no poseemos noticias anteriores a logía debería venir en nuestra ayuda, es la de finales del siglo XI, como se ha señalado, pro-

10 Floriano Cumbreño señala que el topónimo de Gauzón bien podría asociarse con el grupo toponímico que designaba a los godos, “pero –indica– nos parece más lógico derivarlo de la raíz Gaud Got de la que se derivan los topónimos germánicos Gosbertus, Gos- mundo y otros muchos”, (FLORIANO CUMBREÑO, 1950: p. 427). M. Martínez señala por su parte que “el topónimo gauzón podría derivarse de un gentilicio aplicado a una tribu que ocupase la comarca”, (MARTÍNEZ, 1969: p. 30). 11 Partidarios de extender el territorio de pésicos al este del Nalón se muestran autores como J. Somoza (SOMOZA, 1908: p. 116), G. Schulten (SCHULTEN, 1945: p. 95) o González (GONZÁLEZ, 1979: p. 96). Pero las investigaciones más recientes limitan su extensión hasta la línea del Nalón (LOMAS, 1974; CID, 1990; GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, 1995). 12 De ahí que hayamos optado a lo largo de todo el trabajo por referirnos a la totalidad del territorio con la denominación de Gau- zón y no de Gozón, tratando con ello de diferenciar el viejo alfoz del posterior concejo que ocupará solamente una parte de aquel.

168 AyTM 8, 2001 duciéndose las mayores menciones del mismo Hemos recogido un total de 104 topóni- a lo largo del siglo XII y hasta mediados del XIII. mos que aparecen relacionados con el térmi- Pero lo que sí podemos constatar es que prác- no de Gauzón y localizado la mayoría de ellos. ticamente todos los topónimos que se men- A partir de esas menciones hemos estableci- cionan se vuelven a repetir en más de una oca- do la extensión aproximada del alfoz, sin que sión situándose específicamente en términos ello suponga establecer límites fijos ni inamo- del alfoz a lo largo de este período de tiem- vibles. po. Tal vez haya que pensar en una mayor defi- nición y vinculación al espacio natural en los alfo- Se han señalado como pertenecientes al ces asturianos que en los alfoces castellanos. territorio de Gauzón los actuales concejos de Illas, , Castrillón, Corvera, Avi- Por otro lado, las noticias de las villas o here- lés, Gozón y Carreño, que constituyen la divi- dades integradas en ellas que se ubican en Gau- sión administrativa actual de la comarca geo- zón, no proceden siempre del momento en gráfica que definimos más arriba. Sin embargo, que pasan a formar parte del patrimonio de un no podemos situar el extremo occidental del cenobio. Los documentos que nos dan noticias alfoz en la desembocadura del río Nalón y de estos lugares son donaciones, efectivamen- debemos, asimismo, descartar la pertenencia del te, de reyes a monasterios, pero también son territorio sobre el que se asienta hoy el con- documentos que reflejan otro tipo de actos cejo de Soto del Barco, al territorio de Gau- jurídicos que no siempre tienen como prota- zón, puesto que ningún topónimo relacionado gonistas a monarcas y cenobios, de manera que con él se ubica dentro de los términos del villas o heredades que se ubican expresamen- actual municipio de Soto del Barco. Por otra te en el alfoz de Gauzón no son sólo aquellas parte, sabemos que Soto pertenecía al terri- en las que el rey o únicamente el rey posee here- torio de Pravia, como consta desde 1070. Toda- dades, sino también villas y heredades de monas- vía el lugar de Ranón si sitúa en la órbita del terios o de particulares. Así, la documentación dominio de Pravia 17. Sin embargo, Santiago del refleja transacciones entre monasterios y parti- Monte, Anzo o Panizales, lugares inmediatos a culares 13, entre reyes y vasallos 14, entre parti- Ranón, ya aparecen reiteradamente ubicados culares 15, entre particulares y monasterios 16. dentro del territorio de Gauzón 18.

13 1098, marzo 12: El abad de San Vicente de Oviedo profilia a Ecta Iohannes y su mujer Vita Ectaz una heredad in alfoce de Gauzon, locum situm villa de Loreda. (FLORIANO LLORENTE, 1968: nº CXX, 199-201). El lugar de Lloreda vuelve a aparecer vinculado al alfoz en 1110, agosto 27: Iohanne Alvariz vende a Suero Ordóñez y a su esposa, su heredad en Llodares, en el alfoz de Gauzón. Uno de los términos que limitan esa heredad es Lloreda. (Ibid., 1968: nº CXL, 229-231). 14 1110, diciembre 26: La reina Urraca dona a Suero Ordóñez y a su esposa algunas villas en Perlora, en alhouce de Gouzon (Ibid., nº CXLI, 231-232). Perlora vuelve a asomar a la documentación en 1112, marzo 27: La reina Urraca da a la Iglesia de Oviedo diver- sos bienes entre los que se encuentra el monasterio de San Salvador de Perlora in territorio de Gauzon. (GARCÍA LARRAGUETA, 1962: nº 131, 345-347). 15 1114, agosto 9: Vermudo Petri y su mujer donan a Gundisalvo y Ordoño Petriz sus villas en Nocinas y Builia, in alfoz de Gauzon (FLORIANO LLORENTE, 1968: nº CXLVIII, 240-242). Nocinas vuelve a aparecer en 1131, mayo 22: Ordoño Petri dona a San Vicente la heredad de Nocinas in territorio quod vocatur Gauzon. (Ibid., nº CLXXX, 286-288); en 1141, noviembre: Ordoño Petri dona a San Vicente las villas de Nocinas y Eras, in alfoz Gaucone positas. (Ibid., nº CCVI, 326-328). 16 1130, junio 15: Gonzalo Pérez dona a San Vicente la villa de in territorio Gauzone (Ibid., nº CLXXVI, 280-282). Nembro vuelve a aparecer en 1152, noviembre 5: La infanta doña Sancha, dona a San Vicente una villa en tierras de Nembro, in terra de Gouzon. (Ibid., nº CCXLV, 388-390). En 1212, marzo: Fernando Peláez y sus hermanas venden a María Peláez la heredad que tie- nen en Nembro in alfoce de Gauzone. (SANZ; RUIZ DE LA PEÑA, 1991: nº 27, 66-67). En 1123, septiembre: Pedro Rodríguez y su hermano venden a San Vicente la heredad que tienen in valle de Gazon en la villa de Nembro (Ibid., nº 74, 124-125). 17 “...quem habemus in Pravia, in villa nominata Ranon iuxta fluminae Nilonae secus litus maris” (FERNÁNDEZ CONDE; TORRENTE; NOVAL, 1978: nº 39, 87-88). 18 1200, marzo 27: “....Palla que est in Gozon, que iacet inter Navezes et Sancto Iacobo del Monte...” (FLORIANO LLORENTE, 1968: nº CCCLXIX, 574-578). 1201, marzo 5: “...in territorio de Gozon, inter Naveces et Sancti Iacobi de Monte...” (MÍGUEZ MARIÑAS, 1998: nº 1, p. 53). 1240, enero 27: “...in valle de Gozon, in villa pernominata Anzo, qui iaz inter Bayas et Panizales...” (Ibid., nº 4, p. 59).

AyTM 8, 2001 169 La extensión meridional del alfoz com- Este mismo personaje, García González, prendería tierras de los actuales concejos de pudiera ser el Maestro de la Orden de Santia- Corvera e Illas. Ya señalamos que las mayores go al que se refiere el otro documento al que alturas de la comarca natural en la que se asien- hacíamos referencia. Se trata de la concesión ta el territorio coinciden con las de la Sierra de Alfonso IX a la Orden de Santiago del celle- del Faidiello, que separa los concejos de Illas y ro de Candamo y el alfoz de Castrillón 20. Es esta , constituyen así una clara diviso- la única noticia que poseemos sobre este posi- ria natural. Hacia el este, el límite natural que ble alfoz. separa hoy Carreño y Gijón lo constituye la línea de cumbres del Monte Areo y la desemboca- La coincidencia de ambos datos no parece dura de la ría del Aboño. Los lugares mencio- ser casual, máxime si tenemos en cuenta que nados como pertenecientes al alfoz de Gau- ya estaba funcionando un alfoz de Carreño. zón se sitúan siempre al norte del río Pervera, Luego creemos que todo ello obedece a un mientras que los citados al sur del mismo se proceso de individualización de los distintos asocian únicamente a un alfoz de Carreño. concejos que se constituyeron en el viejo terri- torio de Gauzón. A partir de un momento determinado las tierras que formaban el viejo alfoz de Gauzón Muy pocas son las menciones al territorio parecen querer deshacerse de los lazos que lo de Gauzón a partir de entonces, y menos las unían a aquel para iniciar una andadura propia, que lo hacen en referencia a lugares fuera del mostrándose así la propia evolución del terri- actual concejo de Gozón. La última se produ- torio. En primer lugar tenemos la aparición del ce en 1240 en que se sitúa Anzo en el valle alfoz de Carreño hacia 1160, documentándo- de Gozón 21. se su existencia como tal hasta 1249. Sin embargo, la individualización de las dis- En el año 1222, dos documentos vienen a tintas tierras que componían el alfoz no llega- avalar la hipótesis de la progresiva desmembra- rá a producirse. Y ello por una cuestión que ción de las tierras del alfoz en las unidades con- tenía que venir ya pesando en la vida del terri- cejiles. El primero de ellos es una donación a torio: el ascenso de la villa de Avilés a la con- San Vicente de dos sernas en y Nembro. dición de segundo núcleo urbano de Asturias. Confirmando este documento se encuentra Gar- Progresivamente se va advirtiendo cómo el cía González, un personaje vinculado al alfoz de concejo de la villa actúa como un auténtico Gauzón desde 1205 en que aparece como su señor feudal respecto a los territorios de su tenente, repitiéndose en el cargo hasta 1221. En entorno, tratando de anexionárselos como tie- este documento de 1222 se indica que es tenen- rras dependientes. En 1259, en la venta de una te de Llanera, Gozón y Corvera 19. Es la primera heredad en Llodero, aparece como tenente de vez que aparece Corvera mencionado e indivi- Gauzón 22. La reorganización del territorio dualizado del resto del territorio, lo que nos emprendida por Alfonso X con la fundación de hace pensar que ya había alcanzado cierta inde- nuevas pueblas costeras incluye en su progra- pendencia respecto al resto de aquél. ma a las de Gozón y Carreño hacia 1270, con

19 1222, marzo 1: “...domno Garcia Gonzalviz tenente Lanera et Gozon et Corvera” (SANZ; RUIZ DE LA PEÑA, 1991: nº 66, p. 114). 20 1222, junio 23: “...do et hereditario iure concedo Deo et Ordini militie Sancti Iacobi et vobis Garcie Gunzalvi, eiusdem ordinis magistro, suc- cerisbusque in perpetuum, cellarium meum de Candamio cum totis directuris et pertenenciis suis, et alfoz de Castrelyon, cum quanto ibi pertinet ad regiam vocem et iacet ipsum alfoz iuxta castellum de Gouzon” (GONZÁLEZ, 1944: nº 422, p. 537). 21 1240, enero 27, (vid. not. 18). Anzo es el lugar donde se ubica actualmente el Aeropuerto de Asturias, en la parroquia de Santia- go del Monte (Castrillón). 22 1259, septiembre: “...concello de Abilles tenente Goszon” (Archivo del Monasterio de San Pelayo, fondo de San Vicente, nº 850).

170 AyTM 8, 2001 lo que estos territorios van a disponer de mejo- ENCINAS MARTÍNEZ, M. (1986): “La cerámica medie- res argumentos para defenderse de la expan- val en fortalezas y castillos asturianos (Peñón de Raíces y Castillo de Tudela)”, BIDEA, 117. Oviedo, 307-328. sión avilesina. Pero la ciudad recurrirá a las con- cesiones regias, de modo que en 1291 Sancho ESCALONA MONGE, J. (1997): “Acerca de la territo- IV autoriza a la villa a recibir como vecinos a rialidad en la Castilla altomedieval: tres casos significati- vos”, Homenaje al profesor Abilio Barbero. Madrid, 218-244. los moradores en Castrillón, Illas, Corvera, Gozón y Carreño, lo que será confirmado en ESTEPA DÍEZ, C. (1984a): “El alfoz castellano en los siglos 1301 por su hijo Fernando IV (BENITO RUANO, IX-XII”, En la España Medieval. Estudios dedicados al pro- fesor D. Angel Ferrari, I, Madrid, 305-341. 1992: p. 66). ESTEPA DÍEZ, C. (1984b): “El alfoz y las relaciones campo- Finalmente, será este mismo monarca el ciudad en Castilla y León durante los siglos XII y XIII”, que conceda esos mismos territorios a Avilés Studia Historica. Historia Medieval, II, 2. Salamanca, 7-26. como alfoz, vinculándolos así al desarrollo de FELICÍSIMO PÉREZ, A.M. (1992): “El clima de Asturias”, la villa. La definitiva independencia de todos los Geografía de Asturias, I. Oviedo, 17-32. concejos de la jurisdicción de Avilés no se pro- FERNÁNDEZ CONDE, F.J.; PEDREGAL MONTES, MªA. ducirá ya hasta el siglo XIX, cuando los de Cas- (1995-1997): “Santo Adriano de Tuñón. Historia de un trillón e Illas, los que mayor tiempo permane- territorio en los siglos de transición”, Asturiensia Medie- cieron bajo la influencia avilesina, la consigan al valia, 8. Oviedo, 79-110. calor de las reformas derivadas del triunfo de FERNÁNDEZ CONDE, F.J.; SUÁREZ ÁLVAREZ, Mª J.; las ideas liberales. GUTIÉRREZ, A. (1997): “A transición en Asturias. Apro- ximación historiográfica e percepcion do territorio astur na Alta Idade Media”, Galicia fai dous mil anos. Santiago de Compostela, 391-412.

FERNÁNDEZ CONDE, F. J.; TORRENTE, I.; NOVAL, G. BIBLIOGRAFÍA (1978): El Monasterio de San Pelayo de Oviedo. Historia y Fuentes, I. Oviedo. ÁLVAREZ BORGE, I. (1987): “El proceso de transfor- mación de las comunidades de aldea: una aproximación FERNÁNDEZ MIER, M. (1999): Génesis del territorio en al estudio de la formación de feudalismo en Castilla (siglos la Edad Media. Arqueología del paisaje y evolución históri- X y XI)”, Studia Historica. Historia Medieval, V. Salaman- ca en dos concejos de la montaña asturiana. Oviedo. ca, 145-160. FERNÁNDEZ OCHOA, C.; MORILLO CERDÁN, A. (1994): De Brigantium a Oiasso. Una aproximación al estu- ÁLVAREZ BORGE, I. (1993): Monarquía feudal y organi- dio de los enclaves marítimos cantábricos en época roma- zación territorial. Alfoces y merindades en Castilla (siglos X- na. Madrid. XIV). Madrid. FLOR RODRÍGUEZ, G. (1981): “La costa asturiana”, Enci- BARBERO, A.; VIGIL, M. (1984): Sobre los orígenes socia- clopedia temática de Asturias, X. Gijón, 23-56. les de la Reconquista. Barcelona. FLOR RODRÍGUEZ, G. (1983): “Las rasas asturianas: BARBERO, A.; VIGIL, M. (1987): La formación del feuda- ensayos de correlación y emplazamiento”, Trabajos de lismo en la Península Ibérica. Barcelona. Geología, 13. Oviedo, 65-81.

BENITO RUANO, E. (1992): Diplomática del Excelentísi- FLORIANO CUMBREÑO, A. C. (1950): El Libro Registro mo Ayuntamiento de Avilés. Avilés. de Corias. Oviedo. CAMINO MAYOR, J. (1995): Los castros marítimos en Asturias. Oviedo. FLORIANO CUMBREÑO, A. C. (1962): Estudios de His- toria de Asturias. El territorio y la monarquía en la Alta Edad CID LÓPEZ, R. (1990): “La sociedad astur bajo la domi- Media asturiana. Oviedo. nación romana. Pervivencias indígenas”, Historia de Astu- rias, I. Oviedo, 157-176. FLORIANO LLORENTE, P. (1968): Colección diplomáti- ca del monasterio de San Vicente de Oviedo. Oviedo. DIEGO SANTOS, F. (1994): Inscripciones medievales de Asturias, Oviedo. GARCÍA DE CASTRO, C. (1995): Arqueología cristiana de la Alta Edad Media en Asturias. Oviedo. DÍEZ HERRERA, C. (1987): La formación de la sociedad feudal de Cantabria. La organización del teritorio en los siglos GARCÍA DE CORTÁZAR, J. A. (1988): La sociedad rural IX al XIV. Santander. en la España medieval. Madrid.

AyTM 8, 2001 171 GARCÍA LARRAGUETA, S. (1962): Colección de docu- MARTÍNEZ, M. (1972): “El alfoz de Candamo”, BIDEA.72. mentos de la Catedral de Oviedo. Oviedo. Oviedo, 29-42.

GONZÁLEZ, J. (1944): Alfonso IX, II. Madrid. MARTÍNEZ DÍEZ, G (1987): Pueblos y alfoces burgaleses de la repoblación. Valladolid. GONZÁLEZ, J. M. (1976): “Catalogación de los castros asturianos”, en Miscelánea histórica asturiana. Oviedo. MÍGUEZ MARIÑAS, Mª I. (1998): Aproximación a la his- toria de Castrillón. De los orígenes a la Edad Media, Cas- GONZÁLEZ, J. M. (1979): “Pravia, capital del reino astu- trillón. riano”, Asturiensia Medievalia, 3. Oviedo, 87-104. MÍGUEZ MARIÑAS, Mª I. (1999): Espacio y sociedad en GONZÁLEZ GARCÍA, V. J. (1978): Castillos, palacios y Asturias. La evolución de un valle del concejo de Castrillón fortalezas en el Principado de Asturias. Oviedo. en el sistema feudal. Oviedo, (en prensa).

GONZÁLEZ RODRÍGUEZ, Mª C. (1995): “La organiza- MUÑIZ, I.; GARCÍA, A. (1998): Génesis y desarrollo del ción social astur”, Astures. Gijón, 129-139. poblamiento medieval en Castrillón. Primeras bases del pobla- miento. Castrillón (en prensa). JOVELLANOS, G. M. de (1994): “Diario 1º (Cuadernos I a V, hasta 30 de agosto de 1794)”, Obras Completas, IV. PÉREZ DE URBEL, J. (Ed.) (1959): Historia Silense. Madrid. Oviedo. SÁNCHEZ BELDA, L. (Ed.) (1950): Chronica Adefonsi JULAR PÉREZ-ALFARO, C. (1991): “Alfoz y Tierra a tra- Imperatoris. Madrid. vés de la documentación castellana y leonesa de 1157 a 1230. Contribución al estudio del Dominio Señorial”, Stu- SANZ FUENTES, Mª J.; RUIZ DE LA PEÑA, J. I. (1991): dia Historica. Historia Medieval, IX. Madrid, 9-42. Colección diplomática del monasterio de San Vicente de Oviedo, siglos XIII-XV. Oviedo. LECANDA, J. A. (1994): “El poblamiento y la organiza- ción del territorio septentrional de Burgos en el siglo XI”, SARANDESES, F. (1961): “El castillo de Gozón”, BIDEA, III Jornadas burgalesas de Historia. Burgos en la Plena Edad 42. Oviedo, 141-150. Media. Burgos, 625-654. SCHULTEN, G. (1945): Los cántabros y astures y su gue- LÓPEZ MATA, T. (1975): Geografía del condado de Cas- rra con Roma. Madrid. tilla a la muerte de Fernán González. Madrid. SOMOZA, J. (1908): Gijón en la Historia General de Astu- LOMAS SALMONTE, F. J. (1974): “En torno a Noega y rias. Gijón. los Pésicos”, Habis, 5. Sevilla, 131-139. URÍA RIU, J. (1966): “El lugar del emplazamiento del cas- MARTÍNEZ, M. (1969): “El alfoz de Gozón en los siglos tillo de Gozón”, Revista Valdediós. Oviedo, 13-28. IX-XIII”, BIDEA. 66. Oviedo, 27-60. URÍA RIU, J. (1967): “El emplazamiento del Castillo de MARTÍNEZ, M. (1970): “El alfoz de Pravia y el territorio Gozón en el Cerro de Raíces: nuevas razones que lo Arango”, BIDEA. 69. Oviedo, 141-158. confirman”, Revista Valdediós. Oviedo, 91-108.

172 AyTM 8, 2001 1 4 2 3 5 6

Fig. 1. Situación del alfoz de Gauzón 1. Gozón. 2. Avilés. 3. Carreño. 4. Castrillón. 5. Corvera. 6. Illas.

19 46 32 35 31 45 48 40 44 22 37 30 8 24 2 39 23 36 47 34 1 21 27 33 18 25 26 42 49 17 38 51 50 6 16 43

14 12 13 41 4 10 11 15 9 5 7 29 20 26

3 Escala 1:200.000

Fig. 1. Alfoz de Gauzón. Topónimos localizados. 1. CANDÁS (Carreño) 2. ANTROMERO 3. FERROÑES (Llanera) 4. MOLLEDA (Corvera) 5. ENTRIALGO (Corvera) 6. LLA- RANES (Avilés) 7. ORBÓN (Castrillón) 8. BUSTO (Gozón) 9. TEBOYAS (Castrillón) 10. PILLARNO (Castrillón) 11. LLO- REDA (Corvera) 12. LAS BÁRZANAS (Castrillón) 13. LLODARES (Castrillón) 14. MERUXERAS (Castrillón) 15. VALPOLI (Castrillón) 16. PRENDES (Carreño) 17. CARREÑO 18. PERLORA (Carreño) 19. (Gozón) 20. ILLAS 21. AMBIE- DES (Gozón) 22. (Gozón) 23. CONDRES (Gozón) 24. (Gozón) 25. SANTA MARÍA DEL MAR (Castrillón) 26. NOVAL (Carreño) 27. PERÁN (Carreño) 28. RIVIELLA (Illas) 29. BANGO (Corvera) 30. NEMBRO (Gozón) 31. ERES (Gozón) 32. (Gozón) 33. LINARES (Castrillón) 34. BARREDO (Gozón) 35. MONIELLO (Gozón) 36. (Gozón) 37. ARAMAR (Gozón) 38. ABOÑO (Gozón) 39. NIEVA (Gozón) 40. SAN MARTÍN DE PODES (Gozón) 41. TRASONA (Corvera) 42. NAVECES (Castrillón) 43. SANTIAGO DEL MONTE (Castrillón) 44. LLODERO (Gozón) 45. OTERO (Gozón) 46. FIAME (Gozón) 47. FERRERA (Gozón) 48. PALACIO (Gozón) 49. ANZO (Castrillón) 50. PALLA (Cas- trillón) 51. PANIZALES (Castrillón)

AyTM 8, 2001 173