La Música Del Siglo XIX: Una Herramienta Para Su Descripción
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C M Y CM MY CY CMY K 01 introduccion 11/5/08 17:44 Página 3 LA MÚSICA DEL SIGLO XIX UNA HERRAMIENTA PARA SU DESCRIPCIÓN BIBLIOGRÁFICA 01 introduccion 11/5/08 17:44 Página 4 01 introduccion 11/5/08 17:44 Página 5 LA MÚSICA DEL SIGLO XIX UNA HERRAMIENTA PARA SU DESCRIPCIÓN BIBLIOGRÁFICA Nieves Iglesias Martínez Isabel Lozano Martínez Madrid Biblioteca Nacional 2008 01 introduccion 17/10/08 11:56 Página 6 Responsables de la elaboración de los registros bibliográficos, los registros de fondos y la digitalización de las imágenes Begoña Aragoneses Pérez Josu Arístegui Pérez M.ª Cruz Carretero Gutiérrez M.ª José Cepeda Ruiz Arrate Gallart Lizundia Sebastián Losa Plaza Sara Morán Rodrigo Félix Ariel Núñez Pineda Manuel Pajuelo Iglesias Lidia Pausá Gómez Susana Rodríguez Jiménez Belén Ruiz Sáez Miguel Toribio López Autor de la bibliografía José María Soto de Lanuza Edita: Biblioteca Nacional. Ministerio de Cultura Diseño y maquetación:Vicente A. Serrano PeiPe, s.l. Impresión: Icono Encuadernación: Ramos ISBN: 978-84-92462-02-5 NIPO: 552-08-015-9 D.L.: M-25254-2008 © Biblioteca Nacional. Ministerio de Cultura 01 introduccion 11/5/08 17:44 Página 7 ÍNDICE INTRODUCCIÓN 11 I. MÚSICA MANUSCRITA E IMPRESA 51 1. Fuentes de información 51 2. Áreas de descripción bibliográfica 69 2. 1. Área 1.Título y mención de responsabilidad 69 2. 2. Área 2. Edición 105 2. 3. Área 3. Datos específicos de música impresa 123 2. 4. Área 4. Publicación 151 2. 5. Área 5. Descripción física 195 2. 6. Área 6. Serie 231 2. 7. Área 7. Notas 271 2. 8. Área 8. Número normalizado 319 3.Asientos analíticos: Partituras incluidas en monografías y en revistas y publicaciones seriadas 345 4. Ediciones facsímiles 361 II. REVISTAS DE CONTENIDO MUSICAL Y SUPLEMENTOS MUSICALES 385 III. MONOGRAFÍAS 415 IV. INFORMACIÓN DE FONDOS 455 V. Í NDICE GENERAL DE EJEMPLOS 485 VI. BIBLIOGRAFÍA 503 01 introduccion 11/5/08 17:44 Página 8 01 introduccion 11/5/08 17:44 Página 9 INTRODUCCIÓN 01 introduccion 11/5/08 17:44 Página 10 01 introduccion 11/5/08 17:44 Página 11 INTRODUCCIÓN Dice Miguel Artola en el capítulo 5,“El gusto burgués y sus manifestaciones artísticas” de La burguesía revolucionaria (1808-1874) (Historia de España de Alianza Editorial, 1990): “La historia del arte, entendida en su más amplia expresión para incluir en ella la litera- tura y la música, es tratada habitualmente con independencia de las condiciones histó- ricas en que se produce y su estudio, entendido como el desarrollo autónomo de las for- mas y estilos artísticos. La superación de semejante limitación exigiría una mayor interpenetración de las disciplinas que tienen un común planteamiento histórico, para poner en evidencia la relación que existe entre los diversos fenómenos de una misma época”. El seguir esta idea cuando nos planteábamos hacer un simple (no por fácil) manual para la catalogación de la música impresa y manuscrita producida en el siglo XIX, nos fue movien- do de aquí para allá, hasta acabar en algo a lo que ya no podíamos –ni queríamos– llamar “manual” ni “para la catalogación” ni “de la música impresa y manuscrita”. Nos quedaba el siglo XIX y la música. Enganchados a distintas melodías nos encontrábamos con una his- toria conflictiva, con una sociedad cambiante, con unos intelectuales comprometidos, con decisiones políticas que movían colecciones de libros, de partituras, de grabados... dormi- das en sus casas desde hacia siglos, con nuevos sistemas de edición, de venta y de protección de derechos... y con unos documentos que en sí mismos nos estaban hablando de todo eso, y que nos llegaban, no biblioteconómicamente separados en claras tipologías, sino herma- nados por su contenido, ya utilizaran palabras o notas musicales. 11 01 introduccion 11/5/08 17:44 Página 12 LA MÚSICA EN EL SIGLO XIX Así que tuvimos que ampliar el primitivo campo de acción para acoger a las publicacio- nes seriadas, a las monografías y a nuevas presentaciones de las partituras. Recogimos las partituras que se habían regalado con algunas revistas, y aquellas que se habían incluido en monografías o en publicaciones seriadas (catalogación analítica). Establecimos una doble relación entre las ediciones facsímiles y los originales –algo no extraño, pero casi nunca bien hecho– y al contrario, y menos frecuente, entre los originales y sus ediciones facsí- miles. Decidimos explayarnos, sin ningún pudor, en las notas de los registros bibliográfi- cos, no para aparentar que aquello era algo muy complejo, sino con la finalidad de que su- pusieran nuevos caminos para la investigación, sobre imprentas y establecimientos calcográficos, sobre distribuidores y puntos de venta, sobre precios, sobre ilustradores, etc.Y nos adentramos en el complejo mundo de la descripción de los ejemplares, no muy desarrollado todavía, sobre todo con fondos casi modernos, precisamente por una única razón, una razón que resulta muy dolorosa cuando ya no hay remedio: no hemos sa- bido escuchar las voces de los documentos. Es ya tarde cuando, por un excesivo afán de limpieza y un gusto burgués por admirar posesiones adornadas de un tinte similar, he- mos reencuadernado y prescindido de tapas o de hojas de guarda con sellos, con firmas o con signaturas antiguas. Por eso acabaré esta introducción con una breve referencia a las colecciones facticias, tan frecuentes en las bibliotecas musicales patrimoniales, tan molestas para un bibliotecario que piense en el concepto moderno de la circulación, pero tan elocuentes sobre la difusión de la música. Tenemos la suerte de que desde la Biblioteca Nacional la perspectiva es muy amplia. Contamos, también en la música, con las colecciones reales incorporadas o compradas ex- presamente, con conjuntos documentales procedentes de desamortizaciones o conse- cuencia de las leyes de Propiedad Intelectual, con ingresos especiales, como el legado de Barbieri, con archivos de compositores, de autores literarios, de editores, etc. Favorecida la Biblioteca en la legislación citada de Propiedad Intelectual, que la consideraba un depósi- to de carácter nacional de todo lo que se registraba, a veces se ha visto mejorada precisa- mente por el incumplimiento de esas disposiciones, por ejemplo en el caso de la música de obras teatrales estrenadas y no publicadas, entregadas, en ejemplar único, para garantía de derechos en el Registro de la Propiedad Intelectual. Estos ejemplares manuscritos, que debían haber pasado a aumentar los fondos del Conservatorio de Madrid, acabaron en la Biblioteca, aunque no en su totalidad. 12 01 introduccion 11/5/08 17:44 Página 13 INTRODUCCIÓN El siglo XIX siempre se ha ido escapando de un control bibliográfico organizado. Llegó a publicarse la letra A del Catálogo colectivo del patrimonio bibliográfico español. Siglo XIX (Ar- co Libros, 1989-1991). El Congreso de la Sociedad Española de Musicología, celebrado en Granada en 1990, estaba dedicado al siglo XIX. En 1991 unas Jornadas que tuvieron lugar en Madrid, y que llevaban un nombre premonitorio,“Actualidad y futuro de la zar- zuela”, fueron en realidad la presentación en sociedad de lo que serían las actividades y los protagonistas del Instituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU). La edito- rial Alpuerto y la Fundación Caja Madrid publicaron las ponencias en 1994. La Funda- ción Banco Exterior había sido responsable, en 1988, de la edición de un inventario de los papeles de Barbieri, preparados por Emilio Casares. La Biblioteca Nacional publicó en 1998 La música de Francisco Asenjo Barbieri en la Biblioteca Nacional, y en 2001 los catá- logos de Tomás Bretón (1850-1923) y de Teodoro San José (1866-1930), dentro de la se- rie «Colecciones singulares».Aunque la edición de obras musicales de nuestro siglo XIX ha mejorado considerablemente en los últimos tiempos, gracias al esfuerzo de algunas ca- sas comerciales y al amplio espectro que cubre el ya citado ICCMU, sin embargo aún fal- ta bastante por hacer y,sobre todo, reconozco que la gran laguna se encuentra en el con- trol bibliográfico de la música impresa y manuscrita. Es decir, que la culpa es nuestra. Es decir, que somos un sector básico para que mejore el conocimiento de una parte impor- tante de nuestra cultura. Hay que declarar ahora por qué motivos llegamos al siglo XIX, cuando aún quedaba mu- cho por hacer también de los siglos anteriores. Puede que siempre se puedan encontar mo- tivos personales, pero son evidentes dos razones: – La música clasificada normalmente como “antigua”tiene grandes aficionados, institu- ciones y proyectos internacionales, como el RISM, consagrados a ella. – En todas las bibliotecas y en los archivos, lo que nos llamaba claramente la atención eran los conjuntos de documentos –libros, partituras, publicaciones menores salvadas de mi- lagro...– del siglo XIX no controlados y en muy malas condiciones de conservación. Son bastantes las pruebas de este abandono en el que se había quedado la producción musi- cal del siglo XIX. En la obra básica sobre Verdi, la Bibliography of the works of Giuseppe Verdi, 1813- 1901, que publicó el investigador americano Cecil Hopkinson en 1938, faltan las referen- cias a nuestra colección que, si hubiera estado catalogada entonces, le habría dado alguna noticia sobre ediciones que él no conocía. 13 01 introduccion 11/5/08 17:44 Página 14 LA MÚSICA EN EL SIGLO XIX La superación de una crítica un tanto burda en relación con una gran parte de la produc- ción musical española, incluso de la literaria, nos hizo, dentro de la Biblioteca, acercarnos a los legajos que lucían balduques pardos, que habían sido rojos, o bicolores, recuerdos de la bandera española. Después de mucho trabajar –¡y lo que aún nos falta!– y de tratar con tantos documentos musicales del siglo XIX, era evidente la necesidad de explicarnos, de ra- zonar y de contar a otros qué se puede hacer con las partituras, con las monografías, con las publicaciones seriadas de esta época, utilizando las normas establecidas o demostrando que, en casos concretos, mejor era prescindir de ellas.