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UNIVERSIDAD VERACRUZANA CENTRO DE ESTUDIOS DE LA CULTURA Y LA COMUNICACIÓN MUJERES DIVINAS Y PROFANAS: La bruja, la llorona y la sirena en el imaginario social del Movimiento Jaranero contemporáneo. TESIS QUE PARA OBTENER EL TITULO DE MAESTRÍA EN ESTUDIOS DE LA CULTURA Y LA COMUNICACIÓN P r e s e n t a: MARÍA ARCELIA HERNÁNDEZ CÁZARES Director: DR. RAFAEL FIGUEROA HERNÁNDEZ Xalapa de Enríquez, Veracruz. 2016 2 Resumen El son jarocho es una expresión artística y cultural que nace al sur de Veracruz y que con el paso del tiempo ha sufrido diversas modificaciones. En la primera mitad del siglo XX, abandonó su ámbito rural y se adaptó a lo urbano. A partir de esta época, la imagen que se proyecta de la cultura jarocha está representada por el virtuosismo en la ejecución musical y en los bailadores que han dejado la tarima para subirse al escenario. Sin embargo, a finales de la década de los setenta surge el “Movimiento Jaranero”, el cual está en pro del rescate de las tradiciones, llevando a cabo la labor de recontextualizar, reestructurar y resignificar lo que este grupo entiende por “tradición”. Este movimiento se ha valido de la versada (la cual se refiere a la poesía cantada, compuesta por versos y coplas, sabidos o improvisados), para recrear y transmitir parte de su memoria colectiva, la cual ha encontrado nuevas maneras de transmisión a través de diversos medios como las grabaciones de discos, la impresión de algunos cancioneros, la internet, etc. Identificar los componentes sobresalientes en las producciones del imaginario social y la memoria colectiva, nos dan un indicio para tratar de conocer y comprender cómo a través del Movimiento Jaranero, esta cultura ha resignificado y ha recontextualizado al son jarocho, sin embargo, debido a que el universo de lo que se canta es muy amplio, el interés de esta investigación se centrará sólo en los imaginarios sociales construidos alrededor de tres personajes: la bruja, la llorona y la sirena. 3 A mi padre 4 Agradecimientos A mi padre Ángel Luis Hernández López, por los cuentos que me narraba antes de dormir y que de una u otra manera son el origen de este trabajo de investigación. A mi madre, hermana y tías, por su apoyo y amor. A mis abuelas (Q.E.P.D), por los cuentos, mitos y leyendas que me contaron desde niña y por despertar mi interés en la conservación de nuestras tradiciones. A mi director de tesis el Dr. Rafael Figueroa Hernández, por su infinita paciencia, las horas dedicadas a leer esta tesis, los materiales discográficos aportados, sus enseñanzas dentro y fuera del aula, y por el cariño y amistad que ha ido creciendo en los últimos años. A Leticia Cufré, por sus enseñanzas y su paciencia para ayudarme a definir mi objeto de estudio. Además de las asesorías extra aula y su valiosísima aportación en el tema relacionado con los imaginarios sociales. A mis lectores Verónica Alvarado, Mercedes Lozano y Raúl González, por sus importantísimos comentarios y aportes que han enriquecido esta investigación. Al Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación que me abrió las puertas para poder realizar esta maestría. A mis profesores, quienes no sólo contribuyeron con sugerencias y comentarios para esta tesis, sino que ampliaron mis conocimientos en diferentes áreas de estudio y reforzaron mi amor por el conocimiento. Al antropólogo Alejandro Moreno, por su amistad y cariño, y por apoyar este proyecto desde sus inicios. A Tere Osorio, mi ángel guardián del son jarocho, quien siempre estuvo al pendiente de este proceso y me ayudó a conseguir algunos materiales. A mis amigos y compañeros, quienes me han escuchado hablar durante horas sobre son jarocho y siempre me han regalado una sonrisa. 5 A la Universidad Autónoma Metropolitana unidad Xochimilco y a mis profesores de licenciatura, quienes me dieron las pautas para poder vincular a la psicología con el son jarocho. Al Movimiento Jaranero, músicos y bailadores, por preocuparse por la conservación del son jarocho y por compartir sus enseñanzas con quienes estamos interesados en el estudio de esta cultura. A la comunidad jarocha, por resistir durante siglos y conservar su memoria. A mis alumnos y exalumnos, quienes me impulsaron a seguir con mis estudios y simbolizan el motor para que siga mejorando mis técnicas de estudios y enseñanza, con el objetivo de ofrecerles mayores herramientas académicas dentro del aula. A todos aquellos que me han brindado su apoyo y empatía, y que de alguna u otra manera forman parte de este proyecto, el cual está hecho con mucho amor hacia la música. 6 Índice Resumen Agradecimientos Introducción 10 1.1 Antecedentes 20 1.2 Justificación 22 1.3 Metodología 27 1.3.1 Partiendo del paradigma 27 1.3.2 El disco como documento 30 2. Antes de que comience el baile (marco teórico) 34 2.1 Identidad cultural y memoria colectiva 34 2.2 Imaginario social 39 3. La cultura suena y la música es un sonido de la cultura (breve recorrido histórico) 46 3.1 Los sones de la tierra 48 3.2 Preparando la tarima para el siglo XX 49 3.3 Radio Educación 52 3.4 El encuentro de Jaraneros que se convierte en movimiento 53 3.4.1 El Movimiento Jaranero 56 3.4.2 Los debates del movimiento 60 3.5 Algunos integrantes del Movimiento Jaranero 61 3.5.1 Mono Blanco 61 3.5.2 Siquisirí 62 3.5.3 Tacoteno 63 3.5.4. Los parientes de Playa Vicente, Veracruz 64 3.5.5 Chuchumbé 64 3.5.6 Los Cojolites 65 3.5.7 Los Vega 66 3.5.8 Los Utrera 67 3.5.9 Cultivadores del son 67 7 3.5.10 Río Crecido 68 3.5.11 Sonex 68 4 Lo documentado antes del movimiento 70 4.1 La bruja 73 4.2 La llorona 80 4.3 La sirena 87 5 Identificación de representaciones imaginarias en el Movimiento Jaranero contemporáneo: la bruja, la llorona y la sirena 97 5.1 Me agarra la bruja 97 5.1.1 La mujer que se convierte en vaca 98 5.1.2 Encuentros con la bruja 100 5.1.3 Seducción 101 5.1.4 Avistamientos en el cerro del “Mono Blanco” 102 5.1.5 Apariciones de la bruja en pueblos y rancherías 103 5.1.6 La bruja y otros personajes 105 5.1.7 Raptos 107 5.1.8 El deseo y el apetito sexual 110 5.1.9 Seduciendo a la bruja 112 5.1.10 Vuelo y amor 114 5.1.11 Brujas & Hechiceras 117 5.1.12 La bruja como parte de la comunidad 119 5.2 Tápame con tu rebozo llorona 120 5.2.1 Búsqueda de alivio 121 5.2.2 Sufrimiento provocado por el mal de amores 123 5.2.2.1 Reproche 128 5.2.3 Amores prohibidos 129 5.2.4 Enamoramiento 131 5.2.5 Nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido 133 5.2.6 Advertencia 135 5.2.7 Luto y muerte 136 5.3 Por las honduras de la mar donde habita la sirena… 137 8 5.3.1 Dolor provocado por el mal de amores 138 5.3.2 Enamorando a la sirena 141 5.3.3 La sirena de la leyenda sotaventina 147 5.3.4 Amores prohibidos 149 5.3.5 Despecho 151 5.3.6 Marineros y sirenas 154 5.3.7 Sirenas que cantan la Petenera 156 5.3.8 Sirenas de otras leyendas 158 5.3.9 Llorona, Petenera o sirena 162 5.3.10 Consejos 164 5.3.11 El agua le dibujaba en la cintura un abrazo… Seducción y sensualidad 165 6 Conclusiones 169 7 Bibliografía 174 8 Discografía 179 9 Simbología 181 10 Anexos 182 9 1. Introducción Hablar de son jarocho nos conduce a un viaje por las calurosas costas del Golfo en donde jaraneros ataviados con trajes blancos y paliacate rojo al cuello, rasgan sus jaranas mientras que una pareja de bailadores zapatean de manera extraordinaria sobre una tarima… por su parte, el arpa despliega algunas notas acarameladas que acompañan los versos pícaros y dicharacheros que nos harán soltar una carcajada de vez en cuando. Es fácil imaginar este cuadro ya que ha sido la escenografía estereotipada que desde mediados del siglo XX recorre el territorio mexicano y diferentes partes del mundo, sin embargo el son jarocho posee elementos más complejos, pues encierra en sí mismo un mundo de símbolos y significaciones que proporciona al habitante del sur estado de Veracruz un sentido de pertenencia e identidad. El son jarocho es una expresión artística y cultural que encuentra sus orígenes en el mestizaje de los siglos XVI, XVII y XVIII, es producto “…de la confluencia de tres raíces principales de la cultura mexicana: la hispana, la africana y la indígena, [que] se cocinó en las áreas rurales del Sotavento (principalmente el sur de Veracruz, pero también zonas de Tabasco y Oaxaca)”1. Cabe destacar que el son jarocho fue representativo de la clase baja trabajadora: arrieros, comerciantes, marineros, vaqueros, etc., quienes a través de la música y su estilo de vida, lograron comunicar su ser y sentir acerca de la cotidianidad en los pueblos y las rancherías. Su medio de expresión es la fiesta popular conocida como fandango, en donde la música, el baile, el vaivén de los zapateadores sobre la tarima, el humor pícaro de los versadores, la comida, la bebida y la vestimenta de variados e intensos colores, son los elementos clave que la conforman. “El fandango resume de muchas maneras y en varios planos la historia del Sotavento y los lenguajes que se maduraron desde tiempos coloniales: la lírica amorosa -que es su principal expresión-, la expansión ganadera, las relaciones sociales, los arquetipos populares, el comercio colonial, la marinería, las guerras y destierros, la picaresca, las creencias y los mitos”2.