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1 ,•,/l~il LAURA LA URENCICH-MINELLF*J

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,,,~I¡¡IDI La curiosaversión de Franciscode

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1 •o¡l '11 Chavessobre la conquistadel Perú

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'11~11 REsUMEN

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11 ~~it:: Aquí se examina el contenido de/legajo mas antiguo de los documentos Miccinelli: una carta que el Francisco de Chaves escribe a '11111!1'·'1.

' \ •l¡i~jjl Su Magestad el 5 de agosto 1533 con la cual él denuncia Francisco Pizarra al '•lllljA!jl Rey por haber ganado la batalla de Cajamarca no con el valor militar pero 11fl¡ll ofreciendo vino envenenado al estado mayor delinca Atahualpa, por haber 1 garrotado el Inca a pesar de su inocencia, por los robos sobre el quinto real y p,¡l¡il~

11~1111 por la violenta censura que Pizarra puso contra el grupo de disidentes a su conquista engañosa. Se enfocan además unos de los principales problemas 1 ~¡lj~t''l historiográficos levantados por este documento a la luz de las fuentes conocidas I¡¡¡J~¡I.~M',

,,,.,il¡ll~ ~~, y de los recientes hallazgos sobre este tema. Resulta que otros documentos, hallados en archivos públicos, cuentan la misma versión de la conquista que l41'1t•IMI Francisco de Chaves, versión que, por lo tanto, hay que tomar en cuenta para IIIIJ~~~Jjj!/1

11_,¡·¡¡ ~¡r, discutirla y analizarla.

'ltllll¡~l¡ll PALABRAS CLAVES 1111,¡1111'.11 ~~~

1! ,,, Ju:r. 11 Francisco de Chaves, Cajamarca, conquista, Fray Juan de Yepes, P.Blas Valera. 111/'~I¡Jm!rll

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11•!1/}llll¡'

/¡1111~11' (*) Doctora en Antropología y Prehistoria por la Universidad de Bologna, donde es profesora principal de Historia y Civilizaciones PrecolombinA (hoy Civilizaciones Indígenas de Amé­ ''111111'\i~~.''r"f·/ 1f18111 ¡ rica), Facultad de Letras a partir de 1973. Desde 1985 dirige el <

1 1

8 LAURA LWRENC/CH-MINELLI

E n el año 2002 los estudiosos se pueden sentir tentados a creer que ya todo se conoce sobre la historia de la conquista del Perú, que las opiniones repetidas corres­ ponden a hechos ciertos y que ya en los archivos y en las bibliotecas no se logra encontrar mas que pequeños detalles insignificantes. Se equivoca quien piensa así: primero porque la historia de la conquista del Perú esta trazada sobre unos pocos puntos conocidos y muchos desconocidos; segundo porque la historia es una con­ tinua investigación y por último porque los archivos y bibliotecas siguen proporcio­ nando fuentes inéditas importantes. Este es el caso de la curiosa versión de la conquista del Perú que proporciona Francisco de Chaves, miembro de una noble estirpe de Trujillo en Extremadura, quien en una carta, dirigida a Carlos V, escrita desde Cajamarca el5 de agosto 1533 denuncia las malas hazañas de Francisco Pizarra: él cuenta que nunca hubo una batalla en Cajamarca, pues la victoria había sido lograda por Pizarra gracias a la ayuda del veneno, además de otras ignominias que había efectuado contra la "Sacra Catholica Cesárea Magestad"- como hurto, falsificación de registros- y de no haber respetado el pedido de Atahualpa, rey legítimo por sangre, de presentarse ante el mismo Carlos V, agarrotándolo para que no le revelara los hurtos y atropellos de que había sido víctima y para que Su Magestad no se diera cuenta de cuanto debía pretender de la conquista de. este riquísimo reyno. ¿,Cual versión de la conquista del Perú es la verdadera? Con estas palabras termi­ né la presentación de la transcripción de la carta de Francisco de Chaves (Laurencich Minelli etal., 1998).

l. Los DOCUMENTOS MICCINELLI

La carta de Francisco de Chaves del 5 de agosto 1533, lleva dos interesantes visados, respectivamente dellic. Polo de Ondegardo y del P. José de Acosta, que atestiguan que estas dos personas leyeron y examinaron la carta: con toda probabi­ lidad el primero entre los años 1559 y 1560, cuando fue corregidor del Cuzco y el segundo entre los años 1576 y 1581, cuando fue Provincial del Perú. El primero escri­ bió "No es cosa" (es decir: consideró mejor no tomarla en cuenta) y firmó, el segundo \tnotó "Non D.D. ExSimus"( fórmula que significa: no se entregó a la persona a la cual

~stabadirigida). Dicha carta es el legajo más antiguo del documento Miccinelli Exsul Immeritus• Bias Va/era Populo Suo: en esta obra, de mano de Bias Valera, el cronista ll mestizo dice haberla recibida de la mano de su tío Luis Valera al cual se la había entregado el mismo Francisco de Chaves. Cuenta también que la había entregada al P:

A costa para que la difundiera pero que él la enterró y, por lo tanto, que el mismo se la ~' robó. "11! LA CURIOSA I'ERS!ON !JE FRAM'lSCO DE CflAf"FS SORR!é LA CONQL'lST.·I !JH PERÚ 9 11 ·s.. L ¡-rL 1,

¡• .,,~lSII'86t, 1 '"111~!DII~wvJ:~\1

•lllfl 11IJ' .( U~OJIO:)~~~p U;JLU~;~I, Vamos a presentar brevemente Exsullmmeritus Bias Va/era Populo Suo al igual ..... V •P ,.~r'd • 1eJJ uJ 11 't, t#ll.) 111~91111-tbl"'i4:)JV -()o•9SJ-6Í~ que Historia et Rudimenta Linguae Piruanorum documento que se puede definir •IIWUIJ ~Opl•f~ ~~'OM ~p mw!l.¡¡ complementario al primero en cuanto que los dos narran el mismo tema, aunque con

•11~IOPIIIIIIn l«~tu;wn:JOIOPso¡) 11, detalles distintos. 11U 11 tnd •\lW;pu~¿9-99'86~ Ambos documentos Miccinelli son jesuíticos: Exsullmmeritus Bias Va/era Populo Suo (El de ahora en adelante) e Historia et Rudimenta Linguae Piruanorum (HR); están escritos por autores distintos y en fechas diferentes: por un lado el cronista fantasma, P. Bias Va lera dibuja, escribe y firma el ms. El el 1O de mayo de 1618 en Alacalá de Henares. Un poco antes, o sea a comienzos del siglo XVII, el H. italiano 11 111npJpUI\{s:llJl oseflllP!AI~ Antonio Cumis escribió en latín la primera parte de la HR y la sigla JAC mientras 4ILiolfo1ClnOtop1~1'r.d¡¡~ 1B] r. ;}¡!\:¡ resulta que el P. italiano y cronista Anello Oliva añade dos partes, que escribe en t tqOI 111'1On b S•Ollljll o SUJ!U~l Lima, en 163 7 y 1638, en italiano cifrado y las sigla JAO; él alega, además, tres medias h•Wnoop101 Ll::lm¡¡se:J a¡d14: folia, sobre los cuales está pintado el quipu literario Sumac ñusta, que firma Bias •IUIILLIJ.Iqnos'-lptSOJaW~Jd so[l¡ Valera, y un fragmento del mismo quipu en lana; en 1)37 el jesuita P. Pedro de Illanes 11f OWJUJW_,ts. Q ~P~l-nadu·~~~~ encuaderna este documento, le pone el titulo HistQria et Rudimenta Linguae , 11~1U1¡op'(\Himq¡u~ u!s ·~~~ 8 Piruanorum y, en 1745, lo vende a Raimondode Sangro brím;ipe deSansevero que lo 'I'III~UIIf~ll) \l¡:¡stUOJO so¡ ar l1 • 1 utiliza en su Lettera Apologetica ( 1750) que todos los estudiosos de quipus cono­ "•1OUin.tod QSI()!plllS:d ur.iil I~P\' • 1 cen. tNQ IJ 1 IIWI:)lUln JUff:::J[:dl ap Ol'¡j El texto de la HR ya ha sido publicado por completo pero todavía no en edición '10fJ04::>odoJ so¡ uoo JS~I otpiOIIIItw.l JQt¡ ut¡ Jp s?ndsa(tl, facsímil (cfr.Laurencich-Minelli et al., 1995). Del ms El se ha publicado, hasta hoy en día, solamente esta carta que el conquistador Francisco de Chávez escribió al Rey en ~/) A'IIM"f.) ,>•JI0,),\'FJUV.I./P 1533, para denunciar las malas acciones de en su conquista, y se ha 11¡m•llflf,\',/,>.1 "'·~!IIINodvuniO(¡ presentado una síntesis del ms. El el29 de setiembre 1999 en el coloquio internacional

•lldl 1nb UOUlb•QJ lll r. ll!:lU:JpiO de Roma sobre Guaman Poma y Bias Va lera, del cual salieron recientemente las actas (Laurencich-Minelli, 2001 b). 0 III~UUO11 1 01\u¡8;¡11 'OP!li:JJI ~¡ Ambos documentos fueron regalados al Mayor Riccardo Cera, tio de la actual •IUnOOp 11 .100'\ll ¡>pllr.LUÁ. i:JH)IIJ¡, 1' U\)fi.IOt\ OIU\!f.lnplilU! r.¡so h proprietaria Clara Miccinelli, por el Duque Amedeo de S aboya Aosta, que perteneció a una rama colateral de la entonces familia reinante italiana, cuyo abuelo, Amedeo I,

. 1 había sido rey de España durante un tiempo muy breve ( 1870-1873 ): el Duque regaló (, V,)I,LN:~J.nl!~ la HR el 11 de noviembre de 1927 y el El el! O de Abril de 1930 (ibd.). Los dos documentos narran, con distintos detalles los mismos acontecimientos, modificando una serie de hechos hasta ahora afianzados por la historiografia colonial llllt 'I)IUII,) :~\,;;()l 'l!;;)lp;:nt~i~~¡1 peruana: por un lado, tomando como testimonio la carta de Francisco de Chaves, se oo¡tltlt.IIJUI Ml\uupn~!JS:>AU!111"l¡i acusa a Francisco Pizarro de haber derrotado a Atahualpa brindándole vino envene­ ltllttup IIUr\CIIl~'lll]IIILIO:> o¡uj~~~~~ nado a los oficiales del Inca. Por el otro lado revelan que el mestizo P. Bias Val era fue oh •1111111.. ,~,lll,llll Slll UO:'l.llll~~~ encarcelado, y luego desterrado a España, en el año 1587, no por un asunto de ll•jlf••••u ltl U\] ~NO.IdX~'SOAIIJ¡ mujeres, como se consideraba hasta ahora, sino por un delito mucho más grave, que ef•t•t• liH lit \¡¡,bl ll\1111:'1¡¡,\l¡inl parece haber sido herejía y subversión política: una primera investigación reveló que, 1 tras este "delito" sé esconde el intento del P. Bias Valera de realizar su utopía, la que lllltl--·· ·-~¡ 1'~1111,¡,¡r)NO. J 111~~:

1~ .,

JO LIUR..I L11RENC!Clt-MtNELLI llamo movimiento neo-inca cristiano, que buscaba establecer un estado inca pero h cristiano en el ámbito del gran imperio de España (Laurencich-Minelli, 2000a,200 1e). 1' Todo esto colocó a toda la Provincia jesuítica peruana en grave tensión con la h

Inquisición, situación que llevó el P. General Claudio Aquaviva primero a desterrar el JI P. Bias, luego a decretar su muerte jurídica: lo que ocurrió el 2 de abril 1597 en el h colegio de Málaga, como, testimonian las listas de difuntos conservadas en el Archi­ 11 vo Romano de la Compañía, en la sección Historia Societatis (Borja de Medina, 1999, L 262). Muerte que hasta ahora había sido considerada real. La HR y el El narran sin embargo que después de haber recibido la muerte jurídica, el año 1598, el P.Bias zarpó 2 de Cádiz para regresar a escondidas al Perú, donde llegó el año 1599, y donde fue ayudado por algunos de sus compañeros jesuitas enterados de la situación y por los A! indios que, a pesar de ser él mestizo, consideraba "su gente". Nuevamente instalado e en el Perú, permaneció ahí hasta el año 1618 momento en que volvió a España donde h murió realmente en el año 1619. Los dos manuscritos también relatan que durante su lJ estadía en el Perú, como hombre jurídicamente muerto, el P. Bias Valera concibió d Vueva Coronica y Buen Gobierno (NC de ahora en adelante) escondiéndose detrás del nombre de Guamán Poma y, para que la simulación resultara aún más verosímil, el (lt¡ mismo Guamán actuó como informante de su propia vida y de sus andanzas mientras cj, que el H. Gonzalo Ruiz prestó su mano como escriba y dibujante y el P. Anello Oliva l'l le brindó ayuda para enredar aún más las cosas, de manera que no se entendiera que el P. Va lera (cuyo nombre aún permanecía entre los condenados por la Inquisición y d ya había sido declarado muerto) fue quien concibió la obra. Además los dos docu­ B mentos nos informan que los Comentarios Reales de Garcilaso de la Vega son un d plagio y deformación del trabajo que Val era le había confiado para que lo imprimiera, C!l bajo la condición que respetara al P. Bias como autor y a sus ideas. 1111

Ambos manuscritos Miccinelli (pero sobre todo El) refieren también datos adi­ 101 cionales muy interesantes sobre la cultura Inca como lo de la "escritura" mediante C!il textiles y quipus permitiéndonos además inferir la importancia de los números en la vi ideología de los Incas (Laurencich-Minelli 1996,49-120; 2001 a,53-l 06). Por otro lado ambos documentos nos indican que Bias Yalera fue el líder de un movimiento que consideraba ilegítima la conquista de Pizarro porque fue obtenida con el engaño deseando constituir un ino inca dentro del ámbito del Imperio de España mantenien­ do viva la cultura indígena e insertándola en el cristianismo. En otras palabras la carta de Francisco de Chaves era, para este movimiento que he denominado neo-inca 1111 cristiano, la base sobre la cual se declaraba ilegítima la conquista de Pizarro y desde la cual había que reaccionar proponiendo algo que salvara a la cultura inca en el ¡ cristianismo. Aquí no me detengo a discutir el interés que poseen, para los estudiosos, los l documentos Miccinelli, documentos que, seguramente, hubieran apasionado a un L.~CCR/0.\A IER.\'/ÓN DE FRANCISCO f)E CIJA VES SOBRE LA CON(!UJ.\T·I JJEL PERli 11 ~ historiador como Raúl Porras Barrenechea quién ya el año 1949, en un detenido 1•1rero estudio sobre la Crónica perdida de Francisco Chaves, expresaba la necesidad de i¡lilllc). buscar nuevos documentos que permitieran terminar con las múltiples dudas que le 111 •1,0 la 1 provocaban el material limitado con que en ese momento contaba. Nuevos documen-. rr'rel tos que hoy día se encuentran a disposición de los investigadores interesados en Ir~el abrir nuevas caminos de pesquisa. (ver: Porras Barrenechea, 1959; Cantu, 2001 a y ¡~hi­

W99, Laurencich-Minelli, 2002) 1 nsin 11 prpó 2. ¿LA CARTA DE FRANCISCO DE CHAVES ES AUTÉNTICA? ¡¡fue 1 rlos ~ntesde resolverme a publicar la transcripción de esta inquietante versión de la 11

,¡lado conquista que es la carta de Francisco de Chaves, efectué y mandé hacer al documento todos los posibles análisis de carácter técnico y de contenido, llegando a la conclusión ¡¡lunde

re que efectivamente esta carta fue escrita en correspondencia a la fecha en que aparece 1 su 111 ribió datada . 1 ¡¡tras El artículo que escribió Teodoro Hampe (2000): Una polémica versión sobre la 1 ¡1il,el conquista del Perú: ¿es auténtica la relación de Francisco de Chaves ( 1533)?

•rtras cierra rápidamente las discusiones sobre esta carta, después de haber practicado una confrontación con unas de las fuentes reconocidas y con los repertorios. ~liva

¡¡que Curioso propósito, proviniendo de un historiador, lo de relegar un tema a la oscuri­ dad, actitud que contrasta profundamente con la del gran estudioso peruano Porras i~ny

¡PCU­ Barrenechea quién, después de enumerar la lista de los cronistas e historiadores

¡1 un clásicos del Perú agrega:"La investigación no debe, sin embargo, detenerse ante

11iera, estos nombres ya inamovibles e hieráticos ¿No hubo, a parte de este mínimo grupo, otros cronistas o testigos que narrasen la gesta de los primeros descubrimientos y ~ los episodios culminantes de la conquista? Un simple rastreo en los documentos ~ contemporáneos basta para revelar que el lote de crónicas· o relatos que han sobrevi­ m~ vido se halla muy mermado, sobre todo en lo referente a la etapa del descubrimiento ~ y que no es corto el número de crónicas perdidas, olvidadas o trasfundidas en otras ¡qre ~ ~ ~ ( 1) Para los análisis ver Laurencich-Minelli et al., 1998,66-67; además para el examen ~~a grafoscópico detallado ver: Altamura, 2001, 164-169 (los documentos utilizados para las t~e comparaciones son, por lo que concierne la grafía y la firma de Polo. el visado y la firma del mcl Licenciado en el Libro de Actas del -añosl559-1560- Archivo Histórico Cuzco y por lo que concierne la grafía y la firma de P. Acosta, la carta de P. José de Acosta al P. General Aqua viva ( 12.4.1584) ARSl, Roma ; para el examen de los colores y de la tinta ver 11,los Bertoluzza et al., 2001 y B. Lo Scalzo en Laurencich-Minelli et al., 1998,65; para el C 14 a un acelerado efectuado sobre los sellos. ver Zoppi, 2001.173-178.

j. 12 LAL'RA LIL·'R!'N('!Cfi-Mi.VEI u

crónicas con las que cabe integrar el cuadro de nuestra historiografía primitiva" (Porras Barrenechea, 1959, 408) Por lo tanto dejemos a un lado las insinuaciones de estilo novelista sobre la falsificación reciente de la Carta de Francisco de Chaves, que el mismo Hampe (2000, 359) dice hacer "con una pizca de malicia": interesan solamente a los escritores de novelas en busca de tramas a lo Rocambole y no a los historiadores, cuyo trabajo es discutir un documento contraponiéndole otro documento, y pasemos a examinar la carta de Francisco de Chaves.

2.1. Análisis del contenido

Habiéndose ya descrito detalladamente el documento y todos los análisis técni­ cos sobre esto efectuados (ver nota 1 y Laurencich-Minelli et al., 1998, 63-69) subra­ yo que, desde el punto de vista de su contenido la carta de Francisco de Chaves nos proporciona una de las mas antiguas relaciones de un testigo presencial de la con­ quista del Perú que ha llegado en nuestras manos. Además no hay que olvidar que la carta de Francisco de Chaves es el único testimonio contra Pizarra que hasta el día de hoy logramos leer. Por lo tanto nos proporciona datos distintos y contrarios al bando pizarrista que fueron los generadores hegemónicos de las fuentes que poseemos sobre la conquista. En una época en la cual, en Europa, había la mala costumbre de usar también el veneno para eliminar, engañosamente y a escondida, quién causaba problemas, esta carta no solo acusa Francisco Pizarro de haber planeado de resolver su conquista con el veneno desde Panamá, tanto que habia zarpado llevando cuatro toneles de vino envenenado, pero también de haber ganado la batalla de Cajamarca no por valor militar sino porque realmente ofreció vino envenenado al estado mayor de Atahualpa. Además acusa Francisco Pizarro de haber robado de la cuenta real para repartirse el oro con sus medios hermanos y aliados : Juan y Gonzalo Pizarro y Francisco Martín de Alcántara, con el tesorero Alonso de Riquelme, fray Vicente de Valverde, los capitanes Hemando de Soto y Sebastián de Benalcázar impidiendo violentamente la salida de hombres, cosas e ideas contrarias. Esta violenta censura explicaría porqué las fuentes oficiales no cuentan, como esta carta, no solo que Francisco Pizarro asesinó a fray Yepes, tal vez porque no supo guardar el secreto del veneno, pero también que Atahualpa pidió reunirse con el Rey de España antes de su ejecución y que Francisco de Chaves solicitó urgentemente que se enviara un hom­ bre de conciencia como administrador real para hacer justicia a tanto desorden y robo del Gobernador en el Perú. Por otro lado la carta de Francisco de Chaves nos propor­ ciona detalles curiosos que atestiguan su conocimiento de los hechos: detalles que a menudo no se presentan en otras fuentes y que, en muchos casos, solamente pes­ quisas recientes confirman. Por ejemplo él menciona la fecha, el nombre y tonelaje de

·~ , LA CUR!U:d IFR.\HJ.\ ¡¡¡;FRANCISCO IJE CiWE'i SOBRF LA CONQUISTA DFI. PERC 13 li r- ' tiva" la Almiranta de la pequeña expedición: la Santa Catalina de setenta toneladas que 11 ,.111 zarpó de Panamá el27 de diciembre 1531, la fecha y el día de la muerte de Atahualpa ¡,re la (el domingo 26 de julio 1533 ), fecha que solamente en estos tiempos se dedujo de los 1¡¡000, registros de la tesorería fiscal (Busto Duthurburu, 1978, 165-166). Además él brinda la es de más detallada descripción de las armas de los españoles en Cajamarca que se conoce ,jo es y proporciona el nombre, desconocido a todos los cronistas, del dominico fray Yepes 121 ¡ar la entre el grupo de dominicos que zarparon con Pizarro desde Panamá • Me parece que, dejando a un lado los datos contrarios a Pizarra porque pueden ser fruto de rivalidad, denigración u odio hacia un amigo y compañero de armas que se volvió enemigo, ya estos detalles sobre la empresa, desconocidos en las otras fuentes pero que se están revelando correctos, son suficientes para fomentar ulteriores investiga­ écni­ ciones sobre la carta de Francisco de Chaves. ubra- Abriendo la discusión no me detengo tanto en presentar y analizar nuevamente el :snos contenido de la carta, para lo cual se reenvía a Laurencich-Minelli et al., 1998, como en con­ discutir los puntos que evidencia Hampe (2000) como dudosos de manera que el ¡ue la lector logre obtener una visión mas amplia sobre estos temas. iade ¡ando 2.1.1 Francisco de Chaves em os 1rede Hampe (2000,350) escribe que, de acuerdo a las reseñas bibliográficas de los ¡¡saba primeros colonizadores del Perú, ninguno de los Francisco de Chaves conocidos y olver que se supone fueron oriundos de Trujillo resultan haber estado presentes en la uatro captura de Atahualpa en Cajamarca131: parece que Hampe no leyó completamente el narca capitulo 4, que escribí como introducción a la transcripción de la carta de Francisco nayor de Chaves, para delinear quien es este conquistador, en el intento de aclarar las lagunas y la nebulosidad que sobre él hay en las fuentes institucionales, para lo cual .a real 'i!rfO y envío nuevamente y proporciono aquí apenas los resultados (Laurencich-Minelli et

IJltede al., 1998, 71-77). ¡[iendo ¡usura

In que ( 2) Ver: Biermann. 1943.23-28 y Larios Ramos. 1988. 146-14 7. Estos autores. a la luz de la todel carta del dominico Fray Bemardino de Minaya apenas a mediado del siglo XX. aclaran que. ¡1desu en la primera expedición dominica a los Reinos del Sur. zarpada de San Lucar de Barrameda hom· al final de enero de 1530, había seis frayles dominicos. tres de los cuales se volvieron al Panamá. Fray Reginaldo de Pedraza. Fray Vicente Valverde y Fray Juan de Yepes siguieron su rrobn viaje: el primero se quedó en la provincia de Tumbez de la cual fue vicario. el segundo murió opor­ talvez en el camino y solamente Fray Valverde fue testigo de la conquista del Perú . Para más que a detalles sobre el número y los nombres de los dominicos que zarparon con la flota de Pizarro. ver el lúcido trabajo de P. Perez-Fernandez. 1998.404-409. ,t pes· (3) Por las reseñas bibliográficas de los primeros colonizadores del Perú ver James Lockhart. aje de 1968.1972 y José Antonio del Busto Duthurburu. 1978, 1986-87. 14 LAURA LAURENC/CII-MINEU.I

De el análisis de la obra anónima: De las costumbre antiguas del Perú, al igual que de la obra de Garcilaso de La Vega: Historia general del Perú. Segunda parte de los Comentarios Reales y de la de Anello Oliva: Historia del reino y provincias del Perú y vidas de los varones insignes de la Compañía de Jesús, y de la de Cieza de León, Crónica del Perú, y de la comparación con el lúcido trabajo de Porras Barrenechea, 1959, resulta que el Francisco de Chaves que escribió esta carta es el primero de los tres Francisco de Chaves del catalogo de Busto Duthurburu ( 1986-87, I, 417-420) y el segundo de los Francisco de Chaves de Porras Barrenechea, el almagrista, que curiosamente no resulta haber participado a Cajamarca, él que ha sido asesinado en 1541, el mismo mencionado en la crónica anónima De las costumbres antiguas del Perú141 nacido en Jerez pero cuya familia era de Trujillo y que es mencio­ nado por Cieza de León aliado de Almagro durante la conquista de Chile. En otras palabras la carta de Francisco de Chaves, anexa al documento Miccinelli, podría ser la relación perdida que Porras Barrenechea ( 1959,436-449) buscó y de la cual siguió el recorrido a través del conquistador Luis Valera y del P. Bias Valera, detenendose frente al hecho que Francisco de Chaves no resulte en la lista de los conquistadores presentes en Cajamarca y que lo que Garcilaso cuenta sobre él, inclusive la '"vengan­ za de Tocto" y el episodio de las capitulaciones151, no resulte en las otras fuentes, con la excepción de Historia del Reyno y Provincias del Perú de Oliva ( 1998, 141-142) que pero los refiere apenas en lo esencial.

( 4) Para mas detalles sobre De las costumbres antiguas, que posiblemente deriva de la obra perdida de Bias Valera, De Tahuantinsuyu prischis gentihus de la cual él refiere en El, pero traducida al castellano y escrita por un Hermano jesuita que además la deformó para presen­ tar una cultura inca mas aceptable al cristianismo y a los españoles. ver mas adelante en el cap. 4. el punto 1). (5) Garcilaso de La Vega,l960. 87-89 refiere el episodio como ocurrido en Tocto, un pueblo de la provincia de Huaylas: los ejercitos indios derrotaron a la retaguardia de Pizarro, muerto a diez y siete españoles y capturado ocho. es decir Francisco de Chaves. Pedro Gonzales, Alonso de Alarcón, Hemando de Haro. Alonso de Ojeda, Cristobal de Orozco, Juan Diaz y el escribano Sancho de Cuéllar que fueron juzgados por un tribunal indio en Cajamarca. Sola­ mente Sancho de Cuéllar fue ajusticiado, por haber sido el Escribano de la causa y de la sentencia de Atahuallpa mientras los demás siete fueron perdonados. teniendo en cuenta que algunos de ellos, sobre todo Francisco de Chaves, se habían opuesto a la muerte del Inca. A Francisco de Chaves y sus compañeros le dieron dadivas de oro, plata y esmeraldas y los enviaron en andas. Francisco de Chaves celebraría con los indios. antes de partir, unas capitulaciones de paz y amistad que reconocieron a Manco Inca como legitimo heredero del Imperio y, confederados los españoles con los indios, se observarían las antiguas leyes de los Incas que no contradijesen la ley cristiana. Los Incas aceptaban la predicación de la fé catolica y se comprometían a dar a los españoles alimentos, gentes como criados y tributos. francisco de Chaves se comprometió a llevar estas capitulaciones a Pizarro y a hecerlas confirmar por el Emperador. Según Garcilaso. la falta de observancia por parte de los espa­ ñoles de la capitulación entre Tito Atauchi y Francisco de Chaves determinó la insurrección de Manco Inca.

:1 Lr CL'RIOSA VERSJ()~·f)E FRANCISCO DE CHAi'ES SOBRE /.A CO.V{JU/Slil DEL PER(' 15

En el capitulo siguiente veremos cuales pueden haber sido las razones políticas '11LLal l¡,·de por las cuales Francisco de Chaves fue borrado de la lista y cuales pueden ser unas del de las causas porque lo que Garcilaso escribe sobre el valiente caballero defensor de de los indios no coincide con las fuentes de la conquista: es decir los dos puntos ,¡ras principales que obligaron a Porras Barrenechea ( 1959, 442-449), que no conoció ni la el HR ni el El, en considerar, en espera de otros documentos y indagaciones, este .87, Francisco de Chaves figura leyendaria . , el ido 2.1.2 El número de los soldados res ,:io· Estoy de acuerdo con Hampe (2000,350) que es curioso el número de los 177 r)ras soldados que, de acuerdo a Francisco de Chaves, participaron en el encuentro de Cajamarca, pero a mi me parece también curiosa la variabilidad de los números de soldados presentes en Cajamarca que refieren los demás cronistas - testigos presen­ ciales del primer momento de la conquista y subrayo la urgencia de revisarlos todos. Cuando empecé a estudiar el documento de Francisco de Chaves, observé que el número de los soldados que participaron al encuentro de Cajamarca, de acuerdo a

on esta carta, es de 177 ( 6 7 a caballo y 11 O a pié), nueve más que los 168 soldados (de los

421 cuales 62 eran de a caballo) según Francisco de Jerez ( 194 7 ,322), secretario de Pizarro. Al comparar este dato, con los datos que sobre el tema, refieren las otras fuentes oficiales de la época, me di cuenta que resultan tan variables que no se podía tomarlo como un factor incontestable. Por ejemplo a diferencia de los 168 soldados a que se

obrl refiere Jerez, Hemando Pizarro dice que eran apenas 150 los soldados en Cajamarca pero ( 60 de caballo y 90 a pié); Estete en la crónica truncada del Archivo de Indias (Sevilla) :sen· proporciona el mismo total que Hemando Pizarro, 150 soldados, pero invierte los ··n~1 números ( 90 a caballo y 60 a pié), en cambio Juan Ruiz de Arce, en sus memorias para 161 o di la familia, multiplica los números: 160 a caballo y 100 a pié • ¡tol ale1 Por falta de espacio no logré publicar estas curiosas incongruencias en el artículo y ¡l de 1998 y perisé investigarlas ulteriormente porque me parece imposible que un con­ Sol1· quistador pueda olvidar el número de sus compañeros en una impresa tan importante Jeli

1 qu1 como la victoria de Cajamarca.

¡a. ,1 1 Jo; 2.1.3 Los tres domínicos y el veneno liJH)

o J¡l

le 111 Estoy de acuerdo con Hampe (2000,351) que la carta de Francisco de Chaves es la la

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!S pi·

,:cci~~ (6) Ver Hernando Pizarro, Miguel de Estete, Juan Ruiz de Arce en Albónico 1984,96,135,163. ,,i,

16 LIURA LAURENC/Cf/-MilvF.UJ

única relación sobre la conquista del Perú que refiere no solo de como Francisco Pizarro planeó y logró vencer a los Incas con vino envenenado, pero que también nos proporciona Jos nombres de los tres dominicos embarcados, con Francisco Pizarro, en la Almiranta gobernada por el piloto Bartolomé Ruiz, cuando zarparon de Panamá: fray Reginaldo de Pedraza, fray Vicente de Valverde y fray Juan de Yepes. Estoy también de acuerdo con él que la primera parte de la información es anómala pero no la segunda que recién ha resultado correcta (ver nota 2), en cambio me parece que eso no es suficiente para dejar a un lado la investigación: mas bien es un motivo más para continuarla. Francisco de Chaves (cfr. Laurencich-Minelli et al., 1998, 80-85) relata haber zar­ pado desde Panamá, junto al mismo Francisco Pizarro, a sus fieles compañeros y a los tres dominicos el27 diciembre del 1530 en la Santa Catalina y que, en al día siguiente de la salida, le oyó a don Francisco que le decía a fray Yepes si habia disuelto el veneno en el vino: eso porque, sigue Chaves, el mismo Pizarro, en los viajes prece­ dentes, había notado que a los indios le gustaba nuestro vino y había planeado usarlo como medio para hacerse amigos los indios y vencer a los enemigos, que sabía ser muchísimos y bien armados. El religioso, continúa la carta, le contestó que ya habia procedido a alistar cuatro barriles de moscatel con una dosis de veneno tan potente que ya no se podría malograr la conquista. Al término de su relación, Francis­ co de Chaves pide a Dios que esta carta llegue en las manos de Su Magestad en cuanto él, por tener opinión contraria a Pizarro sobre sus hazañas en el Perú, esta en peligro de vida pues, habiendo sido su amigo, ahora es catalogado de sedicioso tanto que le podría pasar lo que le aconteció al P. Yepes que, "siendo culpable qui¡¡:a de romper su juramento" de silencio sobre el vino envenenado, Pizarro lo mató (lbd, 85). Lo curioso es que Hampe, compulsando a su manera la carta de Francisco de Chaves, imagina una noticia que ni la carta ni la HR traen: es decir que fray Juan de Yepes preparó el vino envenenado en Cajamarca y además, tomando el fino articulo del P. !sacio Pérez- Femández (1998) que demuestra que fray Yepes nunca llegó a Cajamarca, concluye que el envenenamiento del estado mayor de Atahualpa es una pura fantasía. Por otro lado el P. Pérez-Femandez, que en su estudio no conocía la carta de Francisco de Chaves pero solamente el relato que, de este envenenamiento, 1¡ brinda Anello Oliva en la HR un siglo después, dice haber inferido desde la HR este ,, IÍ elemento, es decir que el P. Yepes envenenó al estado mayor del Inca en Cajamarca . 1'.f Lo que tampoco en la HR esta escrito. Sin embargo, al terminar con el párrafo sobre los tres dominicos que acompañaron a Francisco Pizarro en su expedición a la provin­

cia del Perú, con la cual Oliva cierra el documento de 1637 en la HR, él refiere que 111!· '1 Francisco Pizarro, gracias al conocimiento de los venenos del P. Yepes, embriagó a los 11 ' peruanos con vino envenenado y describe los espasmos, las contorsiones y las ' caras moradas de ellos; también cuenta que Pizarro apuñaló a traición Fray Yepes y 1 ....~ #

L1 CUR!O!>A IERS!ÓN DE FRANC!SCO DE CHAVES SOBRE LA CONQU!STA DEL PERLe 17

luego lo tiró de un peñasco, sin especificar cuando y donde: me imagino que, como el italiano de Oliva es un texto antiguo y de dificil lectura, el P. Pérez- Femández lo interpretó dándole un sentido que no tiene en absoluto : es decir que fue el P. Yepes y no Pizarro el que emborrachó al estado mayor del Incam. En cambio concuerdo con P. Pérez- Femández ( 1998, 408) en que Pizarro puede haber matado a P. Yepes después de haber, el P. Minaya, presentado su protesta contra Pizarro en Puná y haberse mostrado a favor del planteamiento efectuado con la Real Provisión de 1530 contra la esclavitud de los indios: puede ser que, en aquella ocasión el P. Yepes se excediese contra Pizarro y revelara en ese momento el envenenamiento, por lo que Pizarro lo .-·' mató a traición.

~ A propósito de la descripción del envenenamiento con rejalgar proporcionada i. por Oliva en la HR, Giovanni Pierini, toxicólogo de la Universidad de Bologna, afirma 1.. '¡! que la muerte puede haber ocurrido solamente para los que tomaron una buena

~

'.~ cantidad de vino envenenado mientras que los demás sufrieron de un gran malestar pero suficiente para crear el pánico en el ejército y facilitarle, a los Españoles, las matanzas<81• Si murieron, como escribe Chaves (cfr. Laurencich-Minelli et al., 1998,84) ,, "tres mil hombres, ciento mas o menos, de arcabuzes et de lan<;:aet de espada et 1 sobretodo por el engaño", quiere decir que el estado mayor del Inca tomó una buena cantidad de vino envenenado.

2.1.4 Las denuncias y reivindicaciones sobre la legitimidad de los Incas

Estoy de acuerdo con Hampe (2000, 353-354) que si miramos, desde aquel limitado '· observatorio que es el Perú de los primeros tiempos de la colonia, a Francisco de· "ti Chaves expresando principios de hidalguía al declararse contrario a una victoria obtenida con el engaño y en su planteamiento en salvaguarda de la legitimidad natu­ ~ ral de los Incas, puede parecer curioso. En cambio no estoy de acuerdo con él en ~

(7) Oliva en HR escribe (Laurecich-Minelli et al. 1995,391): "C'he quanto io n'ho scritto di Pícaro non e cosa sufficiente ('/4) In virtu della sapientia nell' herbe e nell" arte de' matracci del Padre Yepes, con somma astutia e bestialitá imbriacó i Peruviani con vino falsificato d' auropimentum (Y.): es decir el genitivo" del Padre Yepes" puede haber sido equivocadamente interpretado como el nominativo "el Padre Yepes". ( 8) El pro f. Giovanni Pierini, después de haber leído atentamente la descripción de Oliva (cfr. Laurencich-Minelli et al., 1995,391, el 3.3.1997 afirma: "sin embargo . dada la total solubilidad del rejalgar (As2S3) en el alcohol y la escasa solubilidad en el agua, el efecto sobre la mucosa gástrica y sobre el vaso tienen que haber sido rápidos al igual que las dificultades respiratorias l pero. por lo mismo. pueden haber fallecidos solamente los que tomaron gran cantidad de vino envenenado" . --...... J

.. 18 LAURA LAURENCIC/1-MINELLI l. conservar su estrecho punto de vista al afirmar que el 5 de agosto 1533, "( ... )cuando de laseno los españoles no conocían aún las verdaderas dimensiones del Tahuantinsuyu, ni 1560 en ]¡JI habían llegado a la imponente capital imperial del Cuzco, parece bastante improbable gusta inta¡¡ que un conquistador pudiera sentarse a escribir con tanta lucidez y quietud, formu­ claroqucl¡ lando planteamientos que se ocuparan de la legitimidad natural del poder de los reyes culpa invtll Incas y de los bienes arrebatados a las comunidades nativas. Mas bien daría la carta perol¡ impresión de que estamos ante un papel fraguado al calor de las polémicas de la Acostalal1 década de 1560 en los Andes, respecto a la perpetuidad de las y el modo Si acc1JI de evangelización de los indios( ... )." NuevaCn A pesar del hecho que Francisco de Chaves no formula en su carta ningún plan­ considera teamiento en salvaguarda de los bienes arrebatados a las comunidades nativas sino de Toledu solamente en relación a la legitimidad de los Incas, él denuncia que Pizarro no trató a manda~~clll Atahualpa como se debe hacer con un Rey por sangre, impidiendo que conferenciara (NC,c.451 con el Rey de España, como había pedido, y en cambio le dió garrote acusando lo de lentare~ql 1 culpas inexistentes al punto que ni sus hermanos ni sus amigos lo aprobaron. Denun­ Todll~11 cia también las tiranías y los robos ya sea en las personas y en los edificios indígenas Chavescr¡¡ ya sea sobre el quinto real: esto último como consecuencia de las malas cuentas del demostral11 tesorero Alonso Riquelme. De todos modos me parece que hay que enfocar las amigo 1lc denuncias de Francisco de Chaves en la amplia perspectiva de la historia de España: movimcniiJ' es decir por un lado a través de los antiguos principios de la hidalguía que aceptaban cauce de In la astucia en las batallas pero no el engaño, y por el otro lado en el complejo concepto raí ces e1111 jurídico y religioso a través del cual se logró dar legitimidad a la presencia española en

América y al mismo tiempo legitimar el derecho del Rey de España de ejercer sobera­ 2.1.5EI d11i nía en las Indias Occidentales . Conceptos que todos los estudiosos de la historia del período colonial hispano-americano conocen bien : recuerdo brevemente que estu­ No1nd vieron en principio sustentados jurídicamente en las 3 Bulas de Concesión, en que llamado ,¡¡

Alejandro VI (1493) otorgó a los Reyes Católicos, a título personal, las Indias, a aprensi~m1 cambio del trabajo de evangelizar sus naturales ; en segundo lugar en el derecho de alabrillu1111 conquista y en la toma de posesión de los nuevos territorios y finalmente en el cuestiÓJl.N1l Tratado de Tordesillas ( 1494) firmado entre Portugal y Castilla. Sin embargo tan sólo Miccinclli) unos pocos años después se inició una intensa discusión: las conocidas "Polémicas concedido! de Indias" las que influirían desde muy temprano en la política real respecto a sus Magest~dll colonias. La búsqueda por parte de la Corona castellana de una legitimación jurídica adelanlilnlil·¡ a su ocupación de Indias nació del grave problema legal existente por el hecho de que Capituhlcioll 1 las Indias, a diferencia de las Islas Canarias y Granada, nunca habían sido posesiones bre pm dird¡1 1 de cristianos antes de haber sido pobladas por los paganos, o sea, que a diferencia de biensal1lul111 111 estos casos no existía ningún sustento que permitiera al rey castellano a través de de Santingo una "guerra justa" privar de sus reinos a los legítimos reyes indígenas. No veo en todo esto ni las trazas de las polémicas tardías respeto a la perpetuidad LA CURIOSA VERSIÓN /)E FRANCISCO IJE CHAfES SOBRE LA CONQUISTA DEL PERÚ 19 de las encomiendas y al modo de evangelizar a los indios (alrededor de las décadas de 1560 en los Andes), asuntos que Francisco de Chaves ni toca pero que a Hampe le gusta imaginar. En cambio, a la luz de las « Polémicas de Indias », aparece aun mas claro que la conquista efectuada con el engaño y el garrote de un rey legítimo y sin culpa invalidaban la misma conquista del Perú no solo cuando Chaves escribe su carta pero también mas tarde, cuando ellic. Polo de Ondegardo y, luego, el P. José de Acosta la leyeron y la visaron. Si aceptamos que Bias Valera, de tras del nombre de Guaman Poma, concibió la Nueva Coronica y Buen Gobierno, me parece que la manera de presentar lo que él considera no una ejecución pero el regicidio de Tupac Amaru por el virrey Francisco de Toledo (NC, c.390) analogamente a la ejecución- regicidio de Atahuallpa (que manda a dibujar degollado como Tupac Amaru y no garrotado como en realidad fué) (NC, c.451 ), indique que la reacción de protesta de Bias Val era fue analoga a la vio­ lenta reacción de Francisco de Chaves frente a la ejecución- regicidio de Atahualpa. Todo esto me parece evidenciar, por un lado, que no solo la carta de Francisco de Chaves era el fundamento del movimiento neo-inca cristiano de Bias Vakra, en cuanto demostraba que la conquista era nula , sino también que el mismo conquistador amigo de los Incas, Francisco de Chaves, era, para el P.Blas un precursor de su movimento neo-inca, y por el otro lado que el movimiento de Bias Va lera estaba en el cauce de lo de Tupac Amaru, ultimo inca degollado en el Cuzco en 1571 y tenía sus raíces en la muerte injusta y engañosamente dada a Atahualpa.

2.1.5 El don

No me detengo sobre la curiosa afirmación de Hampe (2000,356) de que el haber llamado de "Don" a Francisco Pizarro" antes de 1534, lo conduce a tener serias aprensiones respecto a la autenticidad de la carta de Francisco de Chaves y reenvío a la brillante respuesta de Clara Miccinelli y Cario Animato (200 1,438-442) sobre esta cuestión. No veo porque tanta aprensión: ya que, como evidencian bien claramente

Miccinelli y Animato (200 1,440-441) el meollo del asunto es que el título d~don le fue concedido a Francisco Pizarro desde las Capitulaciones del 1529 en las cuales Su Magestad le concedió, entre otros títulos y honores, la merced de la Gobernación y adelantamiento de aquellas tierras y el hábito de Santiago. Por lo tanto, desde las Capitulaciones del 1529, le correspondía a Pizarro colocarse el don antes de su nom­ bre para diferenciar su rango. Por otro lado Francisco de Chaves que era hijodalgo bien sabía las reglas de la etiqueta y nunca se hubiera dirigido a quien tenía el habito de Santiago sin preponer el "don" a su nombre. "

::o L!LRA LAURF..V("f('fi-MI\U/.1

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11 3. DOCUMENTOS DE ARCHIVOS PUBLICOS CONECTADOS ··~11'''

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CON LA CARTA DE FRANCISCO DE CHAVES 11~1·"~·~~~~··' ~~~·"~.~.,.111

nlltfltta~~~~~~' 1 Es curioso que un estudioso, como Teodoro Hampe, no tenga el cuidado de proporcionar, en su artículo, ni una breve discusión del documento hallado en un ·~~·-..~, •• ,,1'11 th~fA•'IIJlj'lll' archivo público por la historiadora Francesca Cantu y que ella presentó en el Colo­ iJJI,iiJIIlllul•l"l quio Internacional Guaman Poma de Aya/a y Bias Va/era: tradición andina e histo­ ria colonial. pero menciona la comunicación de la estudiosa apenas en una breve 1•"'""'''l''r~ltll 1 um'Oetll~llll" 11 nota a pesar de tratarse de un testimonio estrechamente conectado con la carta de .o¡~11111'1 U~l·'111 Francisco de Chaves. Es cierto que Francesca Cantü (200 1b,4 76 ), por temor de sufrir ~~~~~•a•-111 ._,,, piratería científica. no reveló. durante el coloquio, la procedencia del manuscrito que 1'10191~'1'111 había descubierto (y esto pudo haber creado desconcierto en Hampe) pero ello no 1)¡IC'd ~·~~111111 impidió que enseñara. ante los presentes en el Coloquio, una fotografía en colores de

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'1111• •n~~' un dibujo anexo al testimonio, que representa nada menos que a Francisco de Chaves 1 ~~~11~ tiJJIII•Ii escribiendo su carta de denuncia al Rey, dibujo que recuerda muy claramente la hoja 1 INI~'\'11~~11111 521 de la Nueva Coronica y Buen Gobierno. 11 Además tan solo un año después, en una breve presentación informática del Hlll"~'11111111" 1 'llllillll NlljlUI•11 coloquio, proporcioné el detalle del archivo de origen del hallazgo de Cantú lo que seguramente debe de haber sido de conocimiento de Hampe: el "Archivio di Stato" u~P"1) ~•1"''''1 ~~,p IIUIIIIII 11 de Nápoles ( Laurencich-M inelli, 2000b ). ~~~~dCUI.J'Oflll" De todos modo, Francesca Cantü, en su brillante artículo publicado en las Actas 1 !N¡Jlll 1'11JCII\ del coloquio de Roma (Cantú, 200lb. 475-519) presenta detalladamente esta carta y otra que halló, después del coloquio, en el mismo archivo público, en la sección: "P""N111'11 1 IJim'"' (\p11C1111 Segreteria del Yiceré (Secretaria del Virrey), transcribiéndolas. Se trata de las dos IIHIWIUI- D~ltll cartas que el Iic. Francisco de Boan, cuando ya había finalizado su cargo en el uo'''" onb~11'1 virreinato del Perú ( 10.2.1606-21.12.1607), escribió desde Lima, respectivamente el28 nll='tqnllllll'11 de marzo 161 O y el 31 de octubre 1611, a don Pedro Fernández de Castro, Conde de ~~~~f.lUIJnllf''' Le m os, en esos momentos virrey de Nápoles ( 1610-1616 ), con el propósito de pedirle 11 m¡..J DI)011'1 protección a cambio de sus servicios. Cartas que, evidentemente por proceder de un archivo público, son testimonios externos a los documentos Miccinelli y que a la vez .n~ p J-~~·~11 11 O.l~d'/,/1111/ se conectan con estos. IIIIP'I:tl\¡~111111 En la primera carta ( 161 0), ellic. Boan acusa de que la censura ejercida por Pizarro, 1 "~_::,nq~d,, ' tratando de evitar que se conociera publicamente el envenenamiento de Atahualpa u: 'JI~OIIIIill no había sido cabal en cuanto un "yndio desataviado, ladino y amigo de pleytos" del 11h,,.ll,lJMo, 11 cual decía Boán que "rogaba mi amparo por ciertas sus tierras, me entregó unos dibujos y en verdad, entre ellos, uno me turbó, que va con esta juntamente: y confessó .11f"·> r-.u el miserable que los había quitados a un mesti~o,dequien no sabe su nombre, según '"' I).I¡,.,J>l~,,.Jl'l lo que dize, empero todos los llaman ruiruruna .. (Cantü 2001, 503 ). Este dibujo, que él añade a su carta, representa a Francisco de Chavez mientras escribe su carta al Rey. LAI'RF..\'('/(1/-Mi.\IJJJ L.tC'R·I Lt e·¡ R/0.\A VERS!Ú\ i>F FR ..L\'C!SC DIJE Cnlllo'S S!!/! RE 1..1 CON(!i'ISTA IJU. PFRL' 21

)OC'li~U:N'I'OS1>1<:ARCHIVOS PUBLICOS CONECTADOS Dibujo que esta realizado en el claro estilo de aquellos que componen la Nueva

~~~I.A C'AI('I'AUE FRANCISCO DE CHAVES Coronica, pero coloreado en acuarela. De repente, sigue el Iic. Boan, aquel dibujo que se babia materializado en las

~1/UfiUIIO ~lUC un estudioso, como Teodoro Hampe, no tenga el cuidado de manos de un indio no confiable parecería probar "que la dicha censura no fue cabal y lltt'Uionar, en su artículo, ni una breve discusión del documento hallado en un tampoco las cautelas bastantes" pero también se puede suponer que se trata tan solo l\0 p~blicol'or la historiadora Francesca Cantil y que ella presentó en el Colo­ de una "debil eco" sin la fuerza necesaria para sustraer a "las tienieblas con que se ha ' ln\trnaclot1ul Guaman Poma de Aya/a y Bias Va/era: tradición andina e histo- querido ofuscar la uerdad" el recuerdo mismo de los nombres de Chaves y de su 11/tmlul,l'cro menciona la comunicación de la estudiosa apenas en una breve compañero Diego de Mendaña, En efecto, escribe Boan, no existía la posibilidad de , 11p1111r de tratarse de un testimonio estrechamente conectado con la carta de que se puedan presentar documentos o testimonios en confirmación ya sea porque 11 hi&IOdo {'hu ves. Es cierto que Francesca Cantil (200 1b,4 76 ), por temor de sufrir hay muchas crónicas "de autores graves", ya sea porque "en la misma manera que h•t'll ultl'ltllicu. no reveló, durante el coloquio, la procedencia del manuscrito que destruyéronse los quippos ( ... )se destruyeron las relaciones de todos los testigos de lol dueublcrto (y esto pudo haber creado desconcierto en Hampe) pero ello no uista, delatores de Pizarro, limpiando todas sus huellas y hasta los nombres" (Ibd.,482-

11ll~quoC:llHCt)ura. ante los presentes en el Coloquio, una fotografia en colores de 483,503-504). lthujo lllCXO ultcstimonio, que representa nada menos que a Francisco de Chaves No es dificil en esta descripción, por un lado ver al indio Guamán Poma de Ayala 1hltndoIUI curta de denuncia al Rey, dibujo que recuerda muy claramente la hoja con sus pleytos por la posesión de Chiara del cual refiere el manuscrito dado a ''"laM"'''" ('omnica y Buen Gobierno. conocer por el padre Mañaricua en 1955, publicado por Juan y Zorilla en la revista \tltmb 11111soló un año después, en una breve presentación informática del Wari en 1977 y más detenidamente por E lías Prado Tello et al. ( 1991 ). Por el otro lado •o¡UIO,proporcioné el detalle del archivo de origen del hallazgo de Cantú lo que se materializa la imagen del mestizo Bias Va lera que, después de su muerte jurídica, 11ltlt\lnto debe de haber sido de conocimiento de Hampe: el "Archivio di S tato" estaba de nuevo en el Perú, dejandose llamar ruiruruna (es decir con el nombre del yo\JIUIIM ( Luurcm:ich-M inelli, 2000b ). loro de su abuelo materno, de acuerdo a El), y que, con la ayuda material del H.

~· 11~lmtnM modo, Francesca Cantü, en su brillante artículo publicado en las Actas { Gonzalo Ruiz, concebía las ilustraciones de la NC (realizadas por el mismo hermano 1 ••hUJUiode Roma ( Cantü, 200 1b. 4 7 5-519) presenta detalladamente esta carta y ~ mestizo Gonzalo Ruiz). Al mismo tiempo nos proporciona un cuadro de destrucción o¡IIIJhnlló, después del coloquio, en el mismo archivo público, en la sección: de documentos españoles y indígenas ligados a la conquista y nos documenta el '''Itrio del Vit:eré (Secretaria del Virrey), transcribiéndolas. Se trata de las dos intento de un reforz,ap1iento de la censura, en el ámbito de la redacción de una única 11- c.¡ucel Iic. Francisco de Boan, cuando ya había finalizado su cargo en el crónica oficial de las Indias ya sujeta a censura real (Can tu 1998, 162-164) . 1 1111110d~l Perú ( 10.2.1606-21.12.1607), escribió desde Lima, respectivamente el28 En la segunda misiva ( 1611 ), ellic. Boan, aprovechando del secreto de la escritura olllrlU 161O y el 31 de octubre 1611. a don Pedro Femández de Castro, Conde de en cifras, es todavía mas claro: relata de haber cumplido personalmente, probable­ tlltl, tn CMOSmomentos virrey de Nápoles ( 1610-1616 ), con el propósito de pedirle mente a pedido del Conde de Lemos, una detenida investigación entre las relaciones

h·~·t:lónn ~,;utilbiode sus servicios. Cartas que. evidentemente por proceder de un de la conquista y dice haber encontrado "una memoria de las hazañas de Cajamarca liVU JH~blico,son testimonios externos a los documentos Miccinelli y que a la vez no sometida a censura" escrita por el hidalgo llamado Alonso de Briceño, en la cual se llllfL'Inn con estos. informa tanto sobre el veneno de Pizarro y sobre las falsas cuentas de Riquelme y 1 11hapl'imcru l'arta ( 161 0), ellic. Boan acusa de que la censura ejercida por Pizarro, Salcedo, como igualmente sobre los nombres del grupo que, despreciando victoria 1llldi1 do cvihlr que se conociera publicamente el envenenamiento de Atahualpa sin honra y sin gloria, no perdonaron al Marqués, transcribiendo los nueve nombres tuabll 11iducubnl en cuanto un "yndio desataviado, ladino y amigo de pleytos" del de estos opositores: Francisco de Chaves, Diego de Mendaña, Diego Mendez, Rodrigo 1 Llllllll Buán que "rogaba mi amparo por ciertas sus tierras, me entregó unos Orgonez, García Martín de Padilla, Diego de Aguilera, Hemando de Mercado, Rodrigo 111111~ on verdad, entre ellos, uno me turbó, que va con esta juntamente: y confessó de !barra, Francisco de Albarran. En espera del estudio prometido por Francesca oillltrlblc que los había quitados a un mestic;:o,de quien no sabe su nombre, según Can tu (200 1b,493) sobre las figuras y los posibles nexos entre unos y otros de los ¡111dl~l. empero todos los llaman ruiruruna .. (Cantil 2001, 503 ). Este dibujo, que él nueve conquistadores contrarios a Pizarro, subrayamos que no solo la carta de Fran­ do 1 IU cnrtu, representa a Francisco de Chavez mientras escribe su carta al Rey. cisco de Chaves parece haberse escapado a la censura, pero también la memoria de

t1 22 LAURA LAURENCICH-MINELLI

Alonso de Briceño. Sobre esta última el Iic. Boan expresa que la tiene en sus manos y sugiere ser conveniente destruirla. Además el Iic. Boan especifica que son unos jesuitas testarudos los que difunden los documentos escapados de la censura de Pizarro y que es necesario purgar a la Compañia de "semejantes humores" y que es cosa de milagro que unjesuíta muerto resuscitara y que ahora tiene mas salud que cuando estaba vivo (Ibd.,507); en pocos renglones, nos proporciona una clara alu­ sión a las informaciones contenidas, directa o indirectamente, en los documentos Miccinelli, es decir ya sea la historia compleja vinculada al asentamiento de la Compa­ ñía de Jesús en el Perú, ya sea atestigua que Pizarro censuró las fuentes oficiales obre la conquista del Perú y que el P. Bias Valera, a pesar de su muerte, volvió al Perú donde, en aquel momento, se encontraba en muy buena salud, mejor que antes.

4. TRAS LOS HILOS DE LAS NUEVAS PISTAS DE INVESTIGACIÓN

Las pocas incongruencias que resultaban de la carta de Francisco de Chaves respecto a las fuentes oficiales y la ausencia de otros manuscritos de Chaves que permitieran comparar la grafia de este testimonio, me llevaron a tomar en consideración la remota posibilidad de que esta carta pudo haber sido una falsificación anterior al visado de Polo de Ondegardo: en este caso la carta hubiera sido anterior a los años· 1559-1560 cuando el Licenciado fue corregidor de Cuzco, ya que su visado y su firma prueban que en aquel entonces la carta de Francisco de Chaves estaba allí. De todos modo para Bias Valera esta carta, sobre la cual él funda su utopía, era muy auténtica: es la prueba que el P.Bias tenía ante si mismo y ante la Compañia como razón de haber concebido una justa utopía y de persistir en ella, a pesar de las prohibiciones del P. General Aquaviva. Pero esta posibilidad de que la carta de Francisco de Chaves fuera la falsificación mas antigua del periodo Colonial, esta desvaneciendo con el hallzgo de los docu­ mentos procedentes del Archivo de la Secretaria del Virrey efectuado por Francesca Cantú en el "Archivio di Stato" de Napoles, documentos que prueban no solo que el problema levantado por la carta de Francisco de Chaves sobre la conquista efectuada con el engaño del vino envenenado existe asimismo en otra documentación externa, sino también evidencia que Francisco Pizarro censuró a las personas y a los escritos lj conectados con las hazañas de Cajamarca, cuando contrarios a la falsa versión de la conquista por él impuesta. En otras palabras no se puede poner a un lado este testi­ monio como crónica presunta pero hay que tomarlo en cuenta como relación de la '1 primera parte de la conquista que se había perdido y que ahora se encontró; como tal, if hay que analizarla y discutirla. i l El mismo Francisco de Chaves" el almagrista" al cual la censura, le habia permi­ tido de sobrevivir apenas como la figura leyendaria de conquistador amigo de los ,¡

'~ . ' LA CURIOSA VERSIÓN DE FRANCISCO DE CHAVES SOBRE LA CONQUISTA DEL PERÚ 23 'f\GC/i·MINELLI ::~------¡,' 1' ¡t 1 indios, gracias a la carta que él escribe a Su Magestad y a los nuevos hallzgos de ,' ll1a~expresa que la tiene en sus manos Francesca Cantil, se esta transformando en figura real de conquistador. Al mismo ¡i¡átel¡¡c.Boan especifica que son ml.os tiempo esta carta es el testimonio mas antiguo del primer momento de la conquista y i'l¡ot,J~entosescapados de la censura de '1' .. . h " la fuente, por el momento única, contraria a Pizarro. 1/ ~111ade "semeJantes umores y que es 1 Todo esto nos obliga en abrir nuevas pistas de investigación de las cuales aquí ji'N¡¡t~ay que ahora tiene mas salud que 1 menciono apenas las que me parecen más urgentes. :!/¡n!oQes,nos proporciona una clara alu­

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. 'i,t~lindirectamente, en los documentos ¡\1/ ' 1) ¿La carta de Francisco de Chaves es la relación mencionada por el Jesuita Anóni• r:¡smculadaal asentamiento de la Compa- lll'p· mo o el Conquistador amigo de los Indios escribió otro documento sobre la cultura ¡, llatrocensuró las fuentes oficiales obre indígena? ¡l~¡rt,apesarde su muerte, volvió al Perú De primer golpe pareciera que, de acuerdo al Jesuita Anónimo, hubo realmente lli¡1.muybuena salud, mejor que antes. 1 otra relación de Francisco de Chaves que contara de las costumbres de los indígenas del Perú conectada a Luis Valera, ti o de Bias, y tal fue mi interpretación en el artículo ¡!Jl¡I)E INVESTIGACIÓN

,¡ dedicado a la presentación de esta carta (Laurencich-Minelli et al. 1998, 71-72); pero, ti si empezamos analizar la cosa, los hilos entre el P. Bias Val era y el Jesuita Anonimo se r011dela carta de Francisco de Chaves van revelando mas tenues de lo que se pensaba. ~riide otros manuscritos de Chaves que 1 Para analizar este tópico habría primero que resumir mi precedente discusión /riJJI,mellevaron a tomar en consideración 1 respecto a si el P. Bias Valera fue el autor De las costumbres antiguas (Laurencich- '',ipiabersido una falsificación anterior al . Minelli et al., 1998,71-72; Laurencich-Minelli, 200Jc,264-265). De acuerdo al El, Bias '/' l1cartahubiera sido anterior a los años· Valera escribió en latín la obra, ahora perdida, intitulada De Tahuantinsuyus prischis ~dtdeCuzco, ya que su visado y su firma gentibus que, traducido al castellano, es: De las gentes antiguas del Perú. Además él ,l:ir~1Ciscode Chaves estaba allí. De todos especifica en El que nunca quiso escribir b concebir un texto en el idioma de los II~¡J:Jtlé¡funda su utopía, era muy auténtica: conquistadores, excepción hecha solamente en el caso de la Nueva Coronica y Buen ¡tl¡ila~tela Compañia como razón de haber 1 Gobierno porque su autor tenía que resultar Guaman Poma. La comparación efectua­ ,f¡ililla,a pesar de las prohibiciones del P. 1! da entre la grafía del documento De las costumbres antiguas del Perú (de ahora en adelante DC), guardado en la Biblioteca Nacional de Madrid, y la de Val era aclara que 1//rmtisco de Chaves fuera la falsificación la DC no salió de las manos del P. Bias pero sin embargo sugiere que las dos obras De ir~ID~ciendocon el hallzgo de los docu­ Tahuantinsuyus prischis gen ti bus y la DC pertenezcan a una misma escuela, proba­ l¡l(~lqdel Virrey efectuado por Francesca blemente la escuela de los jesuitas. También el titulo es algo distinto: en el documen­ itl1cumentos que prueban no solo que el to valerano se refiere a las gentes y en el ms. anónimo a las costumbres del antiguo 1¡1Jj,JeChaves sobre la conquista efectuada 11 ,. Perú, pero esto puede haber sido simplemente una elección del traductor. Mas impor­ 1 t,¡~mismoen otra documentación externa, tantes me parecen Jos rasgos distintos que refleja el contenido del DC y los que (¡r-mcensuróa las personas y a los escritos Valera expresa en El: por ejemplo los dioses Pachacamac, creador invisible y Viracocha, '¡CIIQdocontrarios a la falsa versión de la fecundador visible de Valera, en el DC corresponden a un único dios todopoderoso ~:~tmse puede poner a un lado este testi­ Inti Illapa Viracocha más parecido al Dios cristiano; las huacas que en el El son t¡elllharloen cuenta como relación de la lugares sagrados-ídolos, en el DC son templos del dios invisible. Además el anónimo ,1~1ictoy que ahora se encontró; como tal,

1 1 autor de el DC introduce la figura del héroe cultural Pirua Pacaric Manco que enseñó a no comer carne humana y sacrificar animales en lugar de personas logrando, de esta flflta" al cual la censura, le babia permi­ !f. manera, quitar también aquel incómodo Inca hijo del Sol que se contrapone a cual- :/J,¡:el1dariade conquistador amigo de los 24 LAL'RA LIURENC/C/1-M!NEUJ quier traza de un antiguo culto cristiano entre los Incas. En otras palabras concluyo Ol.llctll''"'" que probablemente un jesuita del grupo del P. Valera, activo en un período en que el o''''" P. Bias ya no podía escribir, ni hablar, ni comunicarse con los suyos, posiblemente ei'•u•.rn•t uno de los cofrades de su movimiento, tomó el valerano De Tahuantinsuyu prischis ~lUIL&IJII gentibus para elaborarlo en la forma castellana conocida como el DC, mitigando lo lQOpUIOIII que en la obra valerana pudiera tener de conexión con el paganismo para otorgarles ~~-lpfOOUt 1 los rasgos de un antiguo culto cristiano olvidado, de manera que pareciera menos 1Wt1Cft ( condenable por la política evangelizadora española y al mismo tiempo pudiese armo­ nizar con la obra de evangelización respetuosa de las culturas indígenas, que intenta­ ban estos jesuitas. Sin embargo la data de composición de el DC es de los últimos años del siglo XVI (Femández García, 1990, 217) cuando el P. Bias ya estaba deterrado o estaba ya jurídicamente muerto. Concluyo también que el DC fue escrito y elabora­ do sin el consenso del P. Val era porque él nunca hubiera dejado que alguien modifica­ ra los rasgos culturales Incas para que resulten aceptos a los conquistadores: siendo esta, de acuerdo a El y a HR, la causa de su furia contra Garcilaso de La Vega por haber censurado en su obra la cultura Inca y su propia obra Historia de los Incas, que le había confiado para publicarla en sus Comentarios Reale. en el intento de encontrar el gusto de los españoles. Por lo tanto no se puede pensar que él hubiera dejado a un jesuíta elaborar el DC mientras él estaba libre y vivo, jurídicamente hablando. · La deformación que sus ideas sufrían en el ámbito de su mismo grupo, mientras él se encontraba exiliado, deformación que se leen en el DC, puede haber sido una de· las razones por las cuales el intentó el peligrosísimo viaje de regreso al Perú como hombre jurídicamente muerto. A conclusión, me parece que no hay que tomar al pié de la letra como valerana la nota en la cual el Anónimo ( 1968, 155) afirma que la Relación de Francisco de Chaves es una de las fuentes de su obra pudiendo ser que Va lera, en su trabajo original, quiso decir que la Relación escrita al Rey por Francisco de Chaves, era la primera fuente de la utopía valerana y el mismo Francisco de Chaves el precursor de su idea. Con esto no creo haber resuelto el problema sino solamente planteado una pista para ulteriores investigaciones.

2) Examinar, a la luz de la censura impuesta por Pizarro, las fuentes, hasta hoy en día conocidas, de los testigos presenciales del primer momento de la conquista del Perú, buscando eventuales nuevos testimonios en el tanteo de lograr aclarar ya sea lo que realmente pasó en Cajamarca , ya sea de superar la laguna de silencio que parece existir entre la ejecución de Atahualpa y la primera información sobre el hecho, es decir la carta de Hemando Pizarro que remonta apenas al 23 noviembre 1533. Sin .. ¡1 embargo Francisco de Chaves, en su carta al Rey que escribe el 5 de agosto 1533 ~..... u J~l anuncia como ya enviada por Francisco Pizarro y escrita por la mano de Jerez una f!\__./'--~ '! '• 1 Ll CURIOSA f'FRSION /)/o' FR.iM /.\'('() /){:' C!!Af'ES SOBRE LA CON(}U/SlA IJEL PF:RL 25

1pOOIJOUitJd :!p Ul-JIBJ-!ti)]!OP~ct1j' !¡~ l. V IJ' IUIOd LIBWUniBn!)IIIIWpp \s Oijl 0 "relación de lo que se ha hecho a la savon et del estado de las cosas desta tierra, 1 I1IY

lo.,_OJIIIJ~[EA ~~~!1 llllllfnqfp f.IUfJOS., 1 c:l defendiendo su resolución" de haber mandado a muerte Atahuallpa (Laurencich­ 1 1/llti.WJ Dt\ilnN 'B[jl R [ ~j!IOf::lEJ¡~a·¿¡:;, ~ Minelli et al. 1998, 83) mientras que el Iic. Francisco de Boan, en su carta al Virrey de J11UI IPI"' ns li nJ~U~l~N!III~Pll" 1! s1: lp¡ ., ~ Napoles del 31 de octubre 1611, cuenta de "las memorias escritas por el hidalgo lii.QUI U9J08fi!}S~f'I~.AUf!IBlSfd~~,.Jn: ~ t Alonso de Briceño de los que venceron al tyrano Ataguallpa" (Cantil 2001 b, 505- ·••11IS~V ¡op OAfUqt¡~JJ,u;) -ep~¡t~ml 1 es r 506): eso indica que una búsqueda detenida en los archivos podría proporcionar 111.110IJ 1 OlU:lW'B:IllBllllii)UE:)ll"\~1:!¡ ! l;¡;:;,u' os ·i estas interesantes fuentes y otras mas. ~ En este mismo ámbito de la censura impuesta por Pizarra y en espera del estudio

~ prometido por Francesca Can tu (200 1b,493) sobre las figuras y los posibles nexos tllllt.UUD 'JIUnJJS!P •lP OUIIII::Jdw!~~ r· ~ ... entre unos y otros de los nueve conquistadores contrarios a Pizarro, hay que inves­ .~ 1' 'IDIMbWII;p llfJOlJIOlSI~Im:~q!l~l.lJell.' •;¡ lo >' tigar más, por ejemplo, sobre el punto 2.1.b, lo del número de los soldados. Sin t.!Jid UIWVX:I J;;)lUI.IU ud11ps~p\ S~.l' -~b. f . ' . ~- 21 ' embargo los nueve nombres de conquistadores presentes en Cajamarca que , descu­ 14IUJft IIJPUJ ;p s;;¡ S~Á~IIWSflU~ 1 ~. 11· J bierto el fraude, abandonaron a Francisco Pizarro "despreciando victorias sin honra uau•u•wop mmnnr ~~~~~~~lso¡, I ·~· 0 ltl y sin gloria" (lbd) proponen la respuesta a propósito del número de los nueves u .. IIIUOI\J HU[ 'SO~l-J

'111' problema, por un lado se oponen los números tan variables presentados por los otros 111IJII lf. ;nbJOd U:;i1U9!~~(SO)U;¡\t¡ \111 cronistas, por el otro esta misma variabilidad confirma la que puede haber sido una

.~IUIIJ ;nb o¡s;;¡nd ltd 'OII~::JJ!(R;J¡"ll::xl orden de Francisco Pizarro: borrar los rebeldes de las listas con la consecuencia que, 1 ,hUJ IOp 1101:>p J'BUIIR[!WIIIJ U<;>I::J¡bSio¡¡ ·~~ ~ a parte el secretario de Pizarra, Jerez, los demás lo han hecho cada uno a su manera, ';) 1] 11( es decir con más o menos aproximación. De todos modos esto pide ulteriores inves­ 1 111\b IIIUIIHU:lO SU[]I:R[ JII,UIUO::>e41 ~d ' 1111' tigaciones.

•1t.1UOO011b lt( 'f:>JOI J od110~'Olll~~l!~,

~IIIJIo.IIP!IiliO:'l 'S~SOJliiiUSO[ ~.11nu~l 4 h 3) Investigar sobre la figura de Francisco de Chaves, "el Almagrista" que de acuer­

tll H~M¡I\Jonb SOJlCJlllO SIII~UaA~ S~;¡ti 'lll ~ do al estado actual de las pesquisas y al reunir los datos proporciona el siguiente

IIIPO II~OJJO¡¡nJnm:¡n:pjiiiiBS::lO~~!U~! ~ mosaico: de acuerdo al OC Francisco de Chaves nació en Jerez, mientras que del ms. tHftiUIO 0\Mit llJ e ~¡1:;))UIIIIIl -esrnb" ·-'~SI • o~ di El aprendemos que era primo hermano del Francisco de Chaves "el pizarrista". La 1 'l.l~dOOIIJO::>!lJII!~JIO~I:IOd[::l~~~C!Q¡I' carta al Rey nos cuenta que pertenecía a la noble estirpe de los Chaves de Trujillo,

'''" .aodoJOcf ';;llfUllf!UI~ml!:mnliln 11'1 1• el que zarpó de Panamá con Francisco Pizarro y sus más fieles conquistadores hacia ~M\U0\fOMW UOJ;'I!Aié)fAfliii~UlW{

'~lit,.IJ :•11ffl 'd ('BI](E IJ~OUOU~ So¡l ' sobre Atahualpa, a su captura, a su injusta condena a muerte y, con otros compañe­ •HIU.IOJipop li O!~hi!SEJ~!'t!H1¡ t¡ b ~· 4 1 lhl ros, trató inútilmente de defenderlo. El 5 de agosto 1533, es decir apenas diez días 1111)lldUII~II ()LliHIWlW \V]IU-eas' ;} BA, ' '\:) l n'l después de la ejecución, escribe al Rey denunciando el engaño, los robos y las lt 'ftiOClJ.lp O!PUN!O¡!d~]lo¡dw;)r~~\)!Jlll! ]111 malversaciones de Pizarro. La pluma de Garcilaso de La Vega ( 1960,68-69;87 -89) que ·.. Hll I)IUI;) JCM) UUU::l'P.:l!II~R!.JllliO¡'{ 11'¡ l'l 1 ( recoge las noticias de Bias Valera, cuenta que, cuando se supo que Atahualpa babia •lltiiJftiiUOO ltJ !U Ull UOJil~OU

111 participó en la sentencia a Atahualpa, los demás fueron recibidos por el Inca Tito 1 \l ~,111~,¡ NI 1 fi/.\'111(V.O()NII.I~1Wf/O.\'I],~,-.J 1<:)! 26 LAURA LAURENCICH-M!NELLI 1~ 1 II•~JI'~o8JaqwlUJI'tu

jl\~1!~~UJBlOJWilUI~(· Atahuchi, hermano de Atahualpa, con honores y dádivas. Francisco de Chaves, ,,, continúa Garcilaso celebró con los indios, antes de partir, unas capitulaciones de paz / 11\i~»¡lll~\lUlUIIJOdll llllll y amistad que reconocían a Manco Inca como legitimo heredero del Imperio y que, ¡111~~~~!:1'BpU.UIH lp Utll confederados los españoles con los indios, se respetarían las antiguas leyes de los /111~~~~~\I!A!AOJqOI~IC¡IlJ,, Incas que no contradijesen la ley cristiana. Los Incas aceptaban la predicación de la IIIIOI~I~ilu¡ Oll Oll.llllr\1.1 •' fe católica y se comprometían a dar a los españoles alimentos, criados y tributos. 1ill~!1~~~!.t~:luq1111tp 'lltt. u 1

1 Chaves se comprometió a llevar estas capitulaciones a Pizarro y hacérselas confirmar 1 111\'111~/~i~~IO!A JOpllllllnhllt por el Emperador (Manco Capac 11 fue nombrado emperador por Pizarro en 1534 ). ~~ljll,r<>i~UIIl:lOdOfl 1.1qU111 Según Garcilaso, la falta de observancia por parte de los españoles de esta capitula­ ¡IMI'iil li~u:wngIIUOtl ción entre Tito Atauchi y Francisco de Chaves determinó la insurrección de Manco ~ ·(1 ~~ 1) OJII\u¡ Inca(l535). 1 1 ¡~11!11)\ o¡onb wpt.LIIU,

Por su parte Oliva en su Historia del Reino y Provincias del Perú ( 1998, 141-144) 1 I!AIIW~lio~s!Olll.ld'o.lollll

1 a través de un diccionario escrito por Bias Valera, proporciona el meollo de lo que 11 }lllll//1'l1d op OliUIIIII t·· 1 cuenta Garcilaso pero con algunas variantes, la mas importante de las cuales se 1 ~111~1p,:~~~~pliOlUI 0.1.1111 refiere a que Francisco de Chaves hizo las capitulaciones no con Manco Inca del 1 jll\11'¡\ IIS!ilbUOOllllUitll bando de Huascar sino que con Tito Atauchi, hermano de Atahualpa, es decir Oliva 1'"11~11¡ )lmj::l:lUOJJIISll.llt 1

(Ibd.) acentúa los vínculos entre Francisco de Chaves y los Incas ecuatoreños, vín• 11 /"IJ{ ~11.~u opUIIAIOA culos que Hyland (en imprenta) esta detectando a través de Montesinos, en otro tema valerano: el de la "escritura" mediante capacquipu propuesta por Valera en HR ¡ll.lll!j~:~~ p !OUI.IIIIA ~!,: y EL linJIJJ,:}iJUU(hJienb '"'' Volviendo a Francisco de Chaves "el almagrista", de acuerdo al fino análisis de JJII~~\)~11SO(Ul;llUIOI ( 'JIII

Porras Barrenechea ( 1959, 438) en Cieza de León, lo encontramos aliado de Almagro 1 1 IJ u¡I:,,"'!1J~osanHepop111 durante la conquista de Chile ( 1535-37) y, debido a una emboscada contra Hemando 1 "1¡ III!~JI, .llmJ,donb 1 1.1111 Pizarro, antes de la batalla de Salinas (26 de marzo 1538) y de nuevo a consecuencia 0 8¡1l%:~OYI(JO.&IO IIUttl del asesinato de Francisco Pizarro ( 1541 ). Pero pocos meses después de la muerte de 11 !J~~It<~~~~!Pun tp lfAIIII Pizarro, Francisco de Chaves tuvo un serio altercado con Cristóbal de Sotelo y Juan l¡s¡¡l 1¡!10CllJid ni ~011 de Herrada que lo mandó a prender y matar por haberse expresado mal de él y de ¡, '(5Erl)111 Almagro ( 1541 ). llU!I¡i,;~~~~~l'v'Olf.Lt.QUI 111.1 Porras Barrenechea ( 1959,439) lo define "rabioso e impulsivo, mas que desleal, y ¡•'!Ir ltqol/~.,¡l~l¡•oniJO.IIOU~"' hombre de poca mollera": a la luz de esta Carta al Rey, se va delineando una figura de lld~J~~1Jopl.&ldt.UII111

1

1 conquistador violento pero leal, con sus ideales de una conquista respetuosa de los 1 IU~IP>l~oJdWOO llllr\111 Incas, de su Imperio y de los indios al punto de reconocer la soberanía de los Incas y un¡¡lf',~~i~~01 ,

n~111ltuuwJo4 'll.llnlt'' 4) Reinterpretar a Garcilaso de La Vega a la luz de los documentos recién descubier­ f-J"'\_ ____ tos. Sin embargo este, juntamente con Oliva (1998) es el cronista que más nos puede LA CURIOSA VERSIÓN DE FRANCISCO DE CiJA VES SOBRE LA CONQUISTA IJEL PERÚ 27 ~r l ~ alumbrar respecto a aquel periodo del primer momento de la conquista borrado por

r. Pizarro pues "El Inca" reproduce una gran parte de la Historia de los Incas escrita por

~~ Valera quién a su vez, reproduce fuentes que no pasaron ni la censura pizarrista ni 4 la censura impuesta por la corona a la historiografía americana (ver Cantil 1986, XXI­ ~ ~ XXIII): en otras palabras puede ser que, por ejemplo, el episodio de Tocto, que por el momento se considera todavía "leyendario", sea real. Al mismo tiempo Garcilaso es acusado por Valera, en el El, y por Oliva en la HR, de plagio y de deformación de la obra valerana, aún en los capítulos en que no nombra al P. Bias: la acusación de plagio nos hace suponer que los escritos valeranos estuvieron mucho mas difundi­

~ dos en Jos Comentarios reales de lo que Gracilaso admite. Pero por otro lado la acusación de deformación de su obra para que el Poder político la aceptara, que tanto ~ ¡1) ~·. indignó Bias Val era, abre otro campo de pesquisa referente a la auto censura efectua­ f ~ J da por el mismo Garcilaso: con este fin será necesario efectuar ulteriores comparacio­ e nes con los documentos conocidos y con los eventuales otros que futuras investiga­ ~ ~ ciones en Jos archivos pueden evidenciar. Entre los primeros, considero el ms. El y, de

~ manera especial, aquellas partes del manuscrito, como por ej. la que concierne a los

1111- ;. quipus, que Bias Valera afirma escribir para completar las censuras que Garcilaso

~ mismo efectuó sobre el tema . Todo esto nos obliga auspiciar la edición facsimilar de los dos importantes r manuscritos Miccinelli y esperar que esto se realice pronto, puesto que Clara Miccinelli k ha autorizado la publicación de sus documentos y también porque ya ella efectuó la ¡ro transcripción.

rrlo ~; iu S) Examinar, a la luz de los documentos recién descubiertos, las fuentes "menores" ~ sucesivas, como las ordenanzas de Toledo, los textos de Juan de Matienzo, las pro­

11111 puestas de Juan de Solórzano y Pereira, las mismas Leyes de Indias y interpretar la

rl~ historia que nos dejan ver, en contra luz que, desde un primer examen parece ser la t~ misma historia que Francisco de Chaves escribe: una historia de saqueos, de robos, •~ 11,~ 0 de destrucciones cuya meta no era formar un imperio sino disfrutar, entre unos pocos rl~ de su riqueza.

111! lll 6) Los documentos hallados por Francesca Cantil juntamente a la carta de Bias rn Valera al P. General Muzio Vitelleschi ha1lada en el archivo del ARSI (Roma) por lill Maurizio Gnerre abren también otras nuevas pistas de investigación entre las cuales

1111 se pueden enumerat': ya sea la muerte jurídica de Bias Val era y su vida entre los años 1596 y 1619, ya sea el contenido y las ilustraciones de la Nueva Coronica y Buen Gobierno, como obra concebida por el P. Bias Val era pero escrita y dibujada por el H.

~ Gonzalo Ruiz con la ayuda de otros jesuitas y del mismo Guaman Poma de Ayala, pero

1111 1 también temas que parecen mas alejados respecto a la carta de Francisco de Chaves U61 28 LACRA L,.¡¡ RI:NCI( 11-MINUU 1 1 \''111. . IUJ como lo de la "escritura" mediante quipus, textiles y números que ya empezé a inves­ 1 1"111. tigar (Laurencich-Minelli 1996, 2001 a) pero que piden un cuadro de pesquisas mucho lltP 11 más amplias. ''.)Uih

Concluyo esta nota parafrasando lo que escribe Porras Barrenechea ( 1959,486) al terminar su artículo Crónicas perdidas. presuntas y olvidadas sobre la conquista del Perú porque mejor que mi pobre castellano expresa lo que siento al estudiar los documentos Miccinelli y al escribir esta nota: "Estas apuntaciones en las que hay algunas exhumaciones de crónicas y personajes oscurecidos, han de extenderse y completarse con nuevas inquisiciones en bibliografías y archivos extranjeros y revi­ siones de mis propios apuntes, que aún trato de coordinar. Las entrego a la curiosi­ dad de los investigadores honestos de historia peruana para que las aprovechen en el esclarecimiento de sus fuentes históricas con la seguridad de que hay en ellas omisiones y faltas, como en toda obra primicia, pero también un nuevo y abundante materiál no mencionado hasta ahora por la historiografía parásita, para renovar la gastada y rutinaria nómina de los cronistas del Perú".

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culto. Porras y Basadre tienen su billete y el últim~,~-i/¡

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menc(~l¡1 Porras Barrenechea R. son estudiosos serios y bien intencionados y 1 1959 "Crónicas perdidas, presuntas y olvidadas sobre la conquista del Perú" , tarea desarrollada. ¡1

1 Revista del Archivo Histórico del Cuzco. 1O pp.407-485. Pero hay otras figuras tan importantes (o más com~~/,' que carecen de billete, capilla, de parque y de aveni1 Prado Tello E. y Prado Prado A. básicos, los totems oficiales yerran lastimosamen ,. 1991 Y no ay rremedio, CIPA, Lima. uno de los ensayos menores de Porras ("El sentiai///,

peruana" escrito en 1945 y publicado en 1969) alg4msl~/l

Sangro de P. di Sansevero R. tivos del autor (muerto en 1960 luego de un acto derel,¡¡·, 1750 Lettera apologetica del!' Esercitato accademico del/a Crusca contenente en otro artículo). ' la difesa del libro in tito/ato "lettere d' una Peruana per rispetto alfa Empecemos con una afirmación aparentemente in~•~\)~·,

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1 al Perú ... " (p. 13). NO maestro, no hay idioma es~aiolji1; supposizione de' quipu scritta al/a Duchessa d 'S**** e dalla medesima 1 1 fatta pubblicare, Luca Torre, Napoli. dialecto castellano mal hablado por los porquerizo¡¡d{i/1 aquí para asesinar, violar, saquear y esclavizar a lfjs¡ulr¡'¡//1

11 Zoppi U. más espantoso rosario de genocidios jamás perpetraa~IJ~/ 2001 "! documenti Miccinelli: il contributo offerto dalle analisi radiometriche", en: la opinión del Maestro es diferente: "La conquistaespi)/. 1 Guaman Poma y Bias Va/era. Tradición Andina e Historia Colonial. Actas de perecer ... "(p. 16). Los indios esclavizados y S4s!l1;' 1'/' 1 del colloquio Internacional, liLA, Roma, 29-30 de Setiembre 1999; F.Cantu tifiquen o simpaticen con ellos deben estar profundamm11 ed.,A. Pellicani, Roma, pp.l71-180. que trajeron la "salvación". Como recuerda Porr&~.isl: i

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( *) Doctor en Filosofía. Profesor Emérito de la Facult~le 01 UNMSM. Autor del libro «Teoría del ConocimienlcqJÍ ' especialidad. ·