ALCARAZ Mi Primera Nerpio
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XXIX MARCHA NERPIO – ALCARAZ Monitores: Francisco Noguero (Paco) Andrés Martínez Alejandro González Coche de apoyo: Amparo Valls Participantes: José Aroca (Pepe) Fernando López Ervigio Cantó Jorge Martínez Irene Cantó Juan A. Molina Enrique Cantó Andrés Moreno (Pitu) Santiago Carballo Jesús Moreno (Chule) Pedro Córcoles (el gallo) Jose Juan Moreno (Pico) Encarnación Correa Jesús A. Moya (Bonillo) Juan Coy (Monchito) J. Ignacio Muñoz Benjamín Cuenca Mª Jesús Ochoa (Txiki) Fco. Javier Cuenca Atilano Oliver Patrick Donohoe Jesús Ortega Ernesto García Juan Pablo Pérez (Pere) Gerardo González Julián D. Romero Víctor M. Hernández Luis Sánchez Marta Herreros Teresa Segura Arsenio Jiménez Pascual Valls Pedro Lara Juan José Zorrilla Mi primera Nerpio. Amaneció el día soleado ,por fin había llegado el día, mi primera Nerpio ,tenía los nervios a flor de piel, pensaba… ¿dónde me he metido?, ¿quién me manda a mí?, si no la acabo mi hermano me mata, ¿tendré frío?, ¿llevo suficiente ropa?, ¿me saldrán ampollas en los pies?¿podré con la mochila?.......etc. todas esas preguntas que uno se hace cuando vas a hacer algo nuevo, por mucho que los veteranos te lo hayan contado. Ya con mi mochila cargada, mi hermano y mi cuñaaaa, nos encaminamos hacia la punta, paradita a tomar café en El plantaciones y primeras presentaciones de los participantes que iban llegando, algunos conocidos, otros no. De momento el que más me sorprendió fue un tal Luis que traía una mochila de grande como yo y una cámara como la cabeza de algunos, yo había colocado todo minuciosamente en mi mochila y la había reducido al mínimo (unos 8 kilos) como me habían aconsejado los entendidos. Llegamos a la punta y nos encontramos con los demás, algunos ya venían de comer juntos, yo no podía casi hablar de los nervios, pero durante la marcha demostré que se me daba muy bien parlotear…, nos hicieron la primera foto de grupo en el parque de Abelardo Sánchez, precioso con todas las hojas de los árboles caídas en el suelo. Comenzamos el viaje a Nerpio, en el autobús se presentaron los monitores (Andrés y Alejandro) el jefe (Paco), hubo una explicación de las normas sin ruegos ni preguntas, para eso son normas. Ya se empezaban a oír los primeros chascarrillos, chistes y risotadas, (me relajé y pensé: esto promete…). A la media hora de partir paramos a recoger a unos tobarreños, y traían otra chica, ya estábamos cinco, venían muy prudentes y asustados como yo, pero la convivencia acababa de empezar. El viaje fue sin problemas, un poco largo, los cuerpos estaban ya sedientos y se oían suspiros por todo el autobús. Al llegar nos recibieron los Valls (Amparete y Pascual) que llevaban el coche de apoyo (muy importante para la comida), colocamos las camitas intentando huir de los roncadores oficiales y nos fuimos al bar. Con el primer aperitivo un participante, Patrick, se rompió una muela con un kiko, pobre, menudo comienzo de viaje. Antes de cenar Paco hizo una presentación de la primera etapa, hubo aplausos para los monitores en especial para Andrés porque consiguió hacer el librito de la marcha que parecía misión imposible este año. La cena en el Restaurante Los Nogales fue generosa y bien servida con una sopita buena para entrar en calor, todos los postres con nueces, por supuesto, en Nerpio se cultivan las mejores nueces de España. Y para terminar “queimada” hecha por Santiago, y regalitos, una navaja, un bolso-cartera, kit polar pal frio: gorro, guantes y braga, y la deslumbrante camiseta de la marcha. Se hablaba de los nuevos porque este año éramos muchos, nos intentaban acojonar, que si teníamos que invitar a cubatas que si nos iban a tirar al pilón….tanto fue así, que Paco decidió que como éramos mitad y mitad, cada veterano que eligiera su nuevo para que lo invitara a una copa y Marta acabo pensando que nos teníamos que amorrar al pilón… tan confundida estaba que pensó que El Hangar 18 era donde dormíamos, y engañada por Atila no la encontramos allí, en la disco del pueblo tomando una copa. Los más prudentes nos fuimos a dormir prontito sin mirar atrás por mucho que nos tentaran, y los tentadores se quedaron a disfrutar de la noche nerpiana. 4-12-2011. 1ª Etapa: Nerpio – Sege. La más larga. Comenzamos el día poco descansados, hubo una puerta ruidosa, cada vez que se abría, que no nos dejó casi dormir a algunos. Eran las 7 de la mañana y aun no había amanecido, nos quedaban 28 largos km para nuestro destino. Cogimos la comida perfectamente preparada por Amparo y fuimos a desayunar. Después de un buen desayuno llegó el momento más temido por lo nuevos: “El bautizo”, nos pusimos en fila y resultó que Alejandro nos mojó un poco la cabeza con agüita fresca, y nosotros pensando que nos iban a meter enteros a la fuente, mochila incluida. Foto de grupo y empezamos el camino por el Prado del Tornero para subir por el barranco de Mingarnao, después de un par de horas de camino, de comentarios y conversaciones varias, paramos a almorzar en Prado Rincón; durante el descanso, hablábamos de la noche anterior, como algunos se tomaron unos fresquitos no estaban muy espabiladitos y Jorge dijo “mal, mal no estoy, pero bien, bien tampoco” y desde ese momento se instauró como la frase de la marcha. Otros comentaban que en su pueblo hacían concursos de pelusas en el ombligo y Paco predijo que así íbamos a acabar nosotros la marcha, con las pelusas bailando merengue en el ombligo, puesto que no había ninguna ducha en el viaje. Suavemente seguimos por una senda tapada hacia el Cortijo El Sapillo, llegamos a una antigua cantera para hacer una paradita sobre sus inmaculadas piedras blancas perfectamente cortadas, los más “seteros”, Pere, Gerardo y Juan, ya estaban por allí buscando setas como cerditos buscando trufas. Tomamos otra senda más tapada todavía hacia Prado Redondo, bajamos por el Arroyo de La Zorrera e hicimos una pequeña escalada hacia Beg. Los ánimos ya estaban agotados y yo le decía al jefe ¿falta mucho? pero no sé por qué no me contestaba. Arsenio iba hablando solo y de vez en cuando soltaba unos suspiros que nos hacían saltar del susto. Comimos en Beg con la suerte de tener un bar para acompañar a los tristes bocatas con unas bebidas refrescantes. Mientras tanto Amparete ya lo tenía todo controlado en Sege para nuestra llegada, bueno todo todo no, porque la acompañaba “un lugareño” que era incontrolable porque le quería enseñar cómo hacer hijos…… Ya nos quedaba muy poquito, “repechete” al terminar de comer, difícil bajada por el Arroyo de Cañada Galera en el cual fui la única que me pegue una culá con su correspondiente aplauso por parte de mis compañeros que estaban allí sentaditos mirando. Fin de etapa: Sege. Aquí encontramos nuestro primer pilón para asearnos con agua del tiempo mientras nos colocábamos ordenadamente en el Centro social, es decir, como sardinas en lata y “el lugareño” seguía revoloteando por allí a ver si conseguía darnos a alguna su clase magistral de cómo hacer hijos…Pascual dice que lo fulminé con la mirada… Más tarde, presentación de la siguiente etapa y cena en El Paraíso con unos buenos garbancitos, los monitores repitieron plato sin ninguna piedad, con la noche de apretujes que nos esperaba… Estábamos todos muy cuidadosos, Paco advirtió que mantuviéramos los modales sin blasfemar en el bar, nos jugábamos la cena, y en un momento dado, al preguntar por una cuesta muy empinada la cual subieron en una ruta en bici por León y lo pasaron realmente mal, va él y blasfema al recordarlo. Menos mal que no había ningún camarero en ese momento….y pudimos cenar y desayunar. Queimada, reposo de la cena y a dormir para el día siguiente. 5-12-2011. 2ª Etapa: Sege – Llano de La Torre. Cruzando puentes… Amanecimos bien tempranito porque después de todos los sonidos de la noche a Pedrito se le pasó apagar un despertador que no podíamos apagar y no paraba de sonar. Su escusa fue que era la putita alarma del putito trabajo y no se coscaba porque estaba de vacaciones. No funcionó el empeño de Patrick de que alguien le pegara la muela con cola loca, por ello se quedó con Amparo para ir al dentista a Yeste. Ya desayunados y con un día soleado nos ponemos en camino, fotito de salida y comenzamos a subir. Enseguida llegamos a Arroyo Sujayar, nos encontramos a un matrimonio de oriundos, muy a bien la mujer contó sus andaduras por el monte cuando era joven al grupo de cabeza, y a los de atrás el marido alababa lo que decía su mujer. Julián le preguntó: ¿Qué hay que hacer para estar como usted? Y la anciana respondió: haber “nacio” antes… Continuamos por un bonito sendero de piedras por el paraje El Covacho, pasamos por una cueva en la que dicen que hay apariciones, así que nos aparecimos en una foto. Almorzamos en las ruinas de un cortijo, paseamos por el Collado El Magrero con dirección Yeste y cruzamos el Puente de La Vicaria por encima del Embalse de La Fuensanta. Cada cual pasó por un lado, estábamos retratando el paisaje cuando los del lado izquierdo nos dimos cuenta que en el lado derecho del puente había un mensaje:” Te amo bizcochito, tu cuxifu”; dos inocentes Pascual y Jorge que pasaron por el lado derecho hicieron las delicias del resto besándose y cogiéndose de la mano sin saber lo que allí ponía, después dos despistados Marta y Jesús (Bonillo) cayeron en la trampa también.