PERSONALIDAPFS ( 11 ) La carrera de antes de tropezar con Mureyev El mito y el culto por Rudolph Valentino han hecho olvidar algunas dobleces de su vida real. Que nunca fue un actor, era notorio, pero su carrera sirve para mostrar cómo en aquellos turbulentos años veinte se creaban las famas y se instrumentaba a los actores. Con el pretexto del estreno de una supuesta biografía del actor, no no está demás recordar cuáles fueron sus ideas y vueltas en , esa Fábrica de Sueños. .. y de prestigios efímeros, aunque no siempre. Cuando miraba fijo algo pasaba en nino de USA, que quizás compensara las damas de la platea. Vestido de las trabas del puritanismo por enton­ sheik hacía que ellas suspiraran ante ces bastante maltrechas, agredidas la soñada posibilidad de que las lle­ por corrientes liberales, las flappers, vara, raptadas, montado a caballo has­ los primeros amagos de libertad se­ ta el desierto. Cuando esa mirada se xual en décadas. El exotismo de Va­ escondía tras los pertrechos de un lentino fue doble y ambiguo: latino, noble ruso, ellas se imaginaban zari­ de mirada estrábica, no tenía los ras­ nas, o se identificaban con Doña Flor gos de un norteamericano típico y su en su (vano) intento de seducir a El forma de bailar y enamorar a las mu­ Gallardo. Lo que la publicidad hizo por jeres exaltaba una naturalidad que Valentino fue menos de lo que el pú­ fue la base de su éxito. Al mismo blico aportó a su éxito, un fenómeno tiempo sus personajes lo alejaron de que derivó en suicidios, desmayos, una realidad inmediata e identifica- manifestaciones de histeria, múltiples ble. Ese extranjero era capaz de lle­ llantos y lutos (todos femeninos) var a sus espectadoras hasta regio­ cuandc murió en 1926. Durante cua­ nes lejanas donde podían imaginarse tro años su fama había sido mayor riesgos acechantes y aventuras im­ que la de , Chaplin, Dou- previstas. Como señaló con precisión glas Fairbans y otros ilustres. En ese Theodore Huff, “Valentino llenaba un plazo hizo apenas nueve de las trein­ vacío en la vida de las mujeres nor­ ta películas en que intervino desde teamericanas". Quizás esa fuera la 1918, y en ninguna de ellas demostró razón del fanático culto por su per­ particulares virtudes como actor. Esos sonalidad, que sobrevivió por años fcilms no eran por cierto valiosos y alentados por una muerte en plena sus temas y libretos sumaban los cli­ fama. sés de una época que ahora parece En la vida real la conducta del ac­ apenas ridicula. Allí Valentino fue tor y sus sentimientos fueron más sheik árabe, torero español, justiciero confusos. Un primer matrimonio con ’ ruso, gaucho argentino, marinero de Jean Acker duró menos de doce ho­ Su Majestad, simple rajá, con grados ras, un segundo intento con Natacha IN MEMORIAN RUDY de exotismo que contribuyeron a de­ Rambova generó un escándalo, su de­ Parte del culto rribar las defensas del sector feme­ tención e insistentes dudas sobre la Del diario de Rudolph Valentino, textual 1922 AGOSTO 7. — Conocí a Natacha. JUNIO 27. — No resisto más. Ma­ JUNIO 12. — Desde el comienzo Mi empresario la odia... ñana me embarco. Cuando pien­ de la gira, ¡ni un sólo beso! Mi AGOSTO 15. — Natacha me ha so que Natacha está en París, en empresario me quiere para él sólo incendiado.. los brazos de esa mujer. ¡Qué y me ha dicho que la responsa­ SETIEMBRE 14. — Busco Nata- cosa atroz son los celos! bilidad artística de mi número cha más que nunca. JULIO 2. — Quisiera que el bar­ personal me impide tener aven­ SETIEMBRE 29. — No me pue­ co fuera más rápido. El pensa­ turas. Pero el muchacho irlandés do dominar. Je suis amoureux. miento que dentro de poco la voy de una belleza extraordinaria me ¡Es terrible! a ver me obsesiona. El coman­ tienta. . ¡qué estatua! Ayer hubo 1923 dante, que ha sido muy gentl con­ un momento en que su mirada ABRIL 17. — El beso de mamó migo, me habla de muchas cosas, de esmeralda tropezó con la mía... fue un bálsamo. pero yo sufro en silencio, roído nuestras manos se tocaron en el ABRIL 18. — Esta mañana, mamá por la angustia pensando en ascensor. Pero es necesario que me habló tan cordialmente. Pero ella... piense en mi público esta noche... me falta Natacha. 1924 Sólo así podré resistir a toda ten­ JUNIO 10. — Mamá se ha vuelto JUNIO 3. — Es el cuarto telegra­ tación. a su pueblo. El beso de adiós, en ma que le envío sin recibir la JUNIO 14. — ¡Cuando pienso que la puerta, m e' quebró el alma. menor respuesta. Todas las hi­ hace siete meses que no me acues­ Mon fils, je préfere m 'éloigner.. pótesis posibles han destruido to con un muchacho ni con una cette femme qui parle comme un mis facultades. No veo el momen­ chica! ¡Es terrible! Es mi empre­ homme va faire da ta vie un en- to de llegar, pero no puedo resis­ sario que me obliga a esta tortu­ fer. tir el pensamiento de que Nata- ra, me repite todo el tiempo que JUNIO 20. — Pobre mamá, ¡cuán­ cha no vendrá a recibirme. sólo el público tiene derecho so­ ta razón tenía! ¡Me siento com­ JUNIO 4. — El viaje de El Havre bre mi persona, pero siento que pletamente solo y perdido! ¡Real­ a París fue un suplicio. El silen­ no me puedo aguantar más. mente, el amor es una locura! cio de Natacha ha martirizado mi

12 SANGRE Y ARENA LOS CUATRO JINETES DEL APOCALIPSIS Torero español Gaucho argentino índole de esas relaciones que llegaron lo compara con los ídolos puramente FILMOGRAFIA VALENTINO a separarlo de Paramount y lo hundie­ norteamericanos se notan las dife­ 1918 — Por el pan (Allmony). Director, Emmett ron en litigios varios. El conquistador rencias: mientras C. Flynn. Con Josephine Whittel. Fox. de mujeres americanas era un hom­ 1918 — El amante fatal (Nobody Home). Direc­ enfrentaba variadas dificultades físi­ tor, Elmer Cllfton. Con Margaret Ñamara. bre débil y pálido, que estallaba en cas en compañía de sufridas heroí­ Fox. arranques histéricos y sucumbía a una nas, las compañeras de Valentino eran 1918 — Ambiciones mundanas (A Society Sensa- tion). Director, Paul Powell. Libreto de patética debilidad emocional. Esa partícipes de esa aventura. Fairbanks Perley Poore Steehan. Universal. conducta no era insólita en aquellos o Wallace Reid premiaban a sus mu­ 1918 — La hija del detective (All Night). Direc­ años de Hollywood: las crueldades de jeres con besos castos, tímidos, fru­ tor, Paul Powell. Libreto de Fred Myton sobre novela de Edgar Franklln. Con Chaplin en el matrimonio fueron ven­ gales. Los sheiks, toreros y rajás de Carmen Myers. Universal. tiladas en los tribunales, Fatty Ar- Valentino dominaban a las mujeres, 1919 — El vértigo del lujo (The Delicious Llttle buckle y Mary Miles Minter habían que caían rendidas (generalmente ha­ Devil). Director, Robert Z. Leonard. Li­ breto de Harvey Thew. Con . asesinado a una bailarina en una or­ cia atrás, para que el astro las sos­ Universal. gía, William Randolph Hearst mató tuviera por la cintura) en prolongados 1919 — La pequeña personilla (The Blg Llttle por error a Thomas Ince después de besos, que eran lo más que el cine Person). Director, Robert Z. Leonard. Li­ breto de Bess Meredlth. Con Mae Mu­ confundirlo con Chaplin, Wallace Reid de USA se atrevía a proponer a sus rray. Universal. fue derribado por los estupefacientes, espectadores (y espectadoras)-. Esos 1919 — La novela de un picaro (A Rogue's Ro­ Louella Parsons ganó con chantajes ardides no tienen mucho que ver con mance). Director, James Young.. Libreto de H. H. Van Loan. Con Earle Williams. una columna vitalicia en la cadena el arte interpretativo o con el cine. Vitagraph. Hearst. No parecían extravagantes (a El propio Valentino declaró alguna 1919 — El destructor de hogares (The Homebrea- lo sumo exóticos) la heterosexualidad vez: "Desconozco la técnica de la ac­ ker). Director, Victor Schertzinger. Li­ breto de John Lynch. Con Dorothy Dal- y los caprichos de Valentino, quizás tuación, pero tengo un innato senti­ ton. Thomas Ince. porque a los ídolos todo les estaba do del ritmo que me guía. Hay ritmo 1919 — De mal agüero (Out of Luck). Director permitido. en mis movimientos como lo hay en Elmer Clifton. Con Dorothy Gish, Ralph Graves. Crifflth-Artcraft. Para un espectador de hoy el estilo la música y siento en una escena dra­ 1919 — Ojos de juventud (Eyes of Youth). Direc­ de Valentino no parece diferir dema­ mática la misma emoción que sentiría tor. Albert Parker. Con Clara Kímball siado de sus colegas de principios de si la estuviera oyendo en una compo­ Young, Edmund Lowe, Paulino Stárk. Equity. los años veinte. Sin embargo, si se sición musical. Hay que conocer la 1920 — La virgen casada (The Married Virgin). Director. Joseph Maxwell (o Emmett C. Flynn). Con Versa Sisson. Fidelity. corazón... regresar al hotel. El pensamiento 1920 — Los encantos de la condesa (The Ad- en Natacha que obsesiona de nue­ venturess). Director, Fred J. Balshofer. JUNIO 5. — La noche nos ha di­ Con Julián Eltinge. Republlc. vidido más todavía. Ella me ha vo, mi alma está lívida de dolor. 1920 — El gran fraude (The Óieater). Director rechazado otra vez... A las cua­ Todas las ilusiones de mi existen­ Henry Otto. Libreto de Lols Zellner. Con May Alllson. Metro. tro de la madrugada me escapé cia se han desvanecido. Sobre el 1920 — El campo de recreo de la pasión (Pas- del'hotel. Fuera, me perdí en las Boulevard des Italiens, veo el sion’s Playground). Director, J, A. Barry. calles de esta ciudad tan fas­ anuncio en letras enormes de mi Con Katherine McDonald. Norman Kerry. First National. cinante y romántica, para respi­ película Monsleur Beaucaire — 1920 — Una ve* a toda mujer (Once to Every rar, un poco. . . ¡Cómo me da ce­ avec Rodolph Valentino, l’artiste Woman). Director, Alan J. Holubar. Con le plus aimé, l’idole des femmes— William Stowell, Norman Kerry, Doro­ los una pareja que contemplo en­ thy Phillips. Universal. lazada en un pequeño café! ¡Con ¡y yo muero de amor, de amor! 1920 — El gran momento (Stolen Moments). Di­ qué ardor se miran a los ojos! Es esto lo que repetí sin cesar a rector, James Vincent. Libreto de Ri­ Natacha, cuando volví al hotel chard Hall. Con Marguerite Ñamara. Pio­ ¡Son felices! ¡Yo estoy como de­ neer. vorado por una llama, ardo por después de mucho caminar. En el 1920 — La ocasión suprema (The Wonderful hacer el amor y Natacha me echa! cuarto me eché al lado de su ca­ Chance). Director, George Archaibaud ma, gemí en fracés: je t'en prie. Con Eugene O’Brien. Selznlck. Un hermosísimo muchacho me 1921 — Los cuatro jinetes del Apocalipsis (The ha seguido durante un cuarto de reviens... reviens... je ne peux Four Horsemen of the Apocalypse). Di hora, y finalmente me abordó pas vivre sans toi... ma vie est rector, Rex Ingram. Libreto de June Ma- finie. .. je t’adore. .. je t'en sup- this sobre novela de Blasco Ibáñez. Con frente a la Opera... Me fui con Atice Terry, Joseph Swickard, John Saín- él a su casa y me empezó a besar plie... embrasse-moi, fais-mois' polis. Alan Hale, Wallace Beery. Metro. con frenesí en la escalera... Yo sentir encore tes caresses... Mais 1921 — Mares inexplorados (Uncharted Seas). ¿aisseztfmoi tranquille — responf Director Wesley Ruggles. Libreto de estaba como desencadenado... George Eiwood Jenks sobre John Fleming Hicimos el amor como dos tigres dió— je ne peux t’embrasser... Wllson. Decorados. John Holden. Con hasta el amanecer. . Esto me je ne t'aime plus... va-t'en... va- Alice Lake. Metro. t'en! 1921 — La dama de las camelias (Cafmille). Di­ consoló. Así me vengué de Nata- rector, Ray C. Smallwood. Libreto de cha . . Cuando salí ya era de día Rodolph Valentino June Mathls sobre Alejandro Dumas. De y no me sentí con fuerza para (Diario íntimo) corados, Natacha Rambova. Con Alia Nazimova, Patsy Ruth Mlller, Harry Hoyt, *13 vida si se quiere ser artista". Sin du­ das. era un modesto. Una revisión de sus films permite comprobar algunas características se­ cundarias: en Los cuatro jinetes del Apocalipsis, que en 1922 fue su pri­ mer suceso público, baila el tango, pero sus movimientos son premedita­ damente felinos, como si la potencial ferocidad del actor estuviera sosteni­ da en cada gesto; en Sangre y arena hay que ver el gran beso final contra Nita Naldi, con brazos que se enros­ can como serpientes y los perfiles en gran primer plano; en El Aguila Ne­ gra, Vilma Bánky entorna los ojos y abre los labios porque Dubrovskii la mira fijo con gorro cosaco, actitud hosca y ojos miopes como si la hip­ notizara para después lanzarse enci­ ma (lo que no ocurre, desde luego); en El hijo del Sheik, en una escena FALSO VALENTINO Nureyev, Michelle Phillips culminante, Rudy está amarrado en una caverna y árabes malvados lo cas­ el Maxim's (reemplazó a Clifton Webb tigan con latigazos más bien feroces como pareja de Bonnie Glass), en el que apenas si despiertan una sonri­ Palace o en cafés como Winter Gar- sa del protagonista; en El joven rajah den podía obtener dinero de señoras la apariencia es leonina, lo suficiente dispuestas a pagar parejas masculi­ para que Wanda Hawley se extasíe a nas, una profesión como cualquier bordo de una góndola. En casi todas otra después de todo. También des­ esas demostraciones, el personaje cubrió el cine pero durante cuatro Para fascinarla a Wanda Hawley propone referencias animales, inclu­ años hizo papeles ínfimos, siguió bai­ yendo tigres, serpientes y leones, lando tango, se sintió en lo suyo ha­ Rex Cherryman. Metro. 1921 — El poder conquistador / Su noche nupcial una alusión que demuestra menos su ciendo de conde italiano (El destruc­ (The Conquering Power). Director, Rex talento interpretativo que la astucia tor dé hogares) o de gigolo (Los en­ Ingram. Libreto de June Mathls sobre Ella y ella de Adolph Zucko»1, Jesse Lasky, Jo­ cantos de la condesa). En parte por "Eugenie Grandet" de Balzac. Con Alice Terry. Ralph Lewls. Eugenle Besserer seph Schenck y demás industriales casualidad su papel de Los cuatro ji­ Metro. de Metro, Paramount y competidores. netes desencadenó la locura: la Me­ 1921 — El Sheik / La cautiva del caudillo mo tro había gastado 50.000 dólares por ro (The Sheik). Director. George Melford Porque en última instancia la perso­ Libreto de Monte Katte'rjohn sobre Edith nalidad de Rodolfo Valentino fue uno la adaptación y había comprometido M. Hull. Con Agnes Ayres, Walter Long. de los grandes inventos del sistema sus finanzas para pagar a la estrella Adolphe Menjou. Paramount. Alice Terry, pero el éxito de bolete­ 1922 — El marlnerlto de Fru Betty (Moran. Of de estrellas. Los films se vendían a the Letty). Director. George Melford Li­ partir de la personalidad real o fic ti­ ría lo movieron las damas que paga­ breto de Monte Katterjohn sobre Frank cia de sus actores y la gracia estaba ban por ver a un libertino de las pam­ Norris. Con Dorothy Daltbn, Walter Long. en cargar a esas figuras con apela­ pas, que respondía al exótico nom­ Charles Brindley. Maude Wayne. Para mount. ciones que el público convertía en bre de Julio. 1922 — Entre las rocas / El día que me quieras entradas de boletería. Negocio redon­ Lo que sigue es más conocido. Por (Beyond the Rocks). Director. San Wood do. primera vez en el sistema de estre­ Libreto de Jack Cunnlngham sobre Elqnor Glyn. Con Gloria Swanson, June Elvidge. Cómo la industria dio con Valenti­ llas, Hollywood no debió presionar Mabel Van Burén. Alex B. Francis, Ger- no es otra historia. Se llamaba Ro­ con la publicidad, porque el atracti­ trude Astor. Edyth Chapman. Paramount. vo de Valentino provenía de sus pro­ 1922 — Sangre y arena (Blood and Sand). Direc­ dolfo Guglielmi, había nacido en un tor. Fred Niblo. Libreto de June Mathis Pueblito de Italia de madre francesa pios films. Dq alguna manera el in­ sobre Blasco Ibáñez y obra de Tom y de padre italiano, capitán de caba­ vento es una obra maestra de la in­ Cushing Con Lila Lee. Nita Naldí. Wal­ llería. Abandonó la Academia Militar, dustria, con la que Valentino creyó ter Long. George Field. Rosa Rosanova. Warner Oland. Paramount dejó por el camino estudios de agri­ entrar en conflicto cuando rompió 1922 — El joven rajah (The Voung Rajah). Direc­ cultura, fugó a París y fue a detener­ con Zuckor y la Paramount después tor. Philip Rosen. Libreto de June Mathis le en New- York, donde fue jardinero de exigir un salario superior a los 500 sobre Alethea Luce y novela de John Ames Mltchell. Con Wanda Hawley, Ber­ hasta que descubrió las virtudes, del dólares semanales (ahora unas tres trán Grassy. J. Farrell MacDonald. Char­ tango “a la francesa”: bailándolo en veces más, devaluaciones mediante) les Ogle. George Field, Wllliam Boyd. y tras varias instancias de furia e Paramount. insultos. Volvió un año después ase­ 1924 — Monsieur Beaucaire (Monsieur Beaucalrel. Director, Sldney Olcott. Libreto de F.v 1 ” " " A sorado por la Rambova. En 1952, Theo- rrest Halsey sobre Booth Tarklngton y dor Huff se interrogaba: “Si Rudolph pieza de Tarklngton, Evelyn Sutherland.' Valentino no hubiera muerto en el Con , Lois Wilson. Lowell Tu beso, Sherman. Doris Kenyon. Paramount. Una llama pináculo de su fama, tendría ahora 1924 — El diablo santificado (A Sainted Devil). Del fuego de la Pasión, 57 años” (ahora, 83). “¿Qué hubiera Director, Joseph Henabery. Libreto de hecho hoy en día? ¿Su falta de ex­ Forrest Halsey sobre Rex Beach. Con He- El sello sensitivo len D’Algy, Nita Naldi, Dagmar Godows- Del Amor periencia teatral, le habría impedido ky. R. Lyton, Loulse Lagrange. George En el deseo, el éxito en el cine parlante? ¿Habría Siegman. Paramount. hecho una elegante transición hacia .1925 — Cobra, la venenosa (Cobra). Director, La fragancia Joseph Henabery. Libreto de Anthony Col- De tu Caricia; los papeles de carácter? ¿Se habría deway sobre pieza de Martin Brown. Con Ay de mí retirado de Hollywood, con o sfn di­ Nita Naldi, Casson Ferguson. Gertrude nero, a reflexionar sobre lo efímero Olmstead. Ritz Carlton. Por momentos 1925 - El Aguila Solitaria / El Aguila Negra Hallo de la fama? ¿Habría aparecido en TV (The Eagle). Director. Clarence Brown. Li­ Exquisito amargor para hablar sobre los ‘viejos y bue­ breto de Hans Kraly sobre Pushkin. Fo­ tografía. George Barnes. Con Vilma Bán- En nos tiempos’?". Quizás hubiera acep­ ky, Louise Dresser. Albert Contl, James Tu beso. tado asesorar a Ken Russell sobre Marcus, George Nichols. United Artista/ Rudolph Valentino cómo vivir una vida complicada, co­ Considine. rrer sin saber adonde y ser famoso 1926 — El hijo del Sheik (The Son of the Sheik). (del libro Day Dreams, 1924) sin saber por qué. Zuckor, Lasky y Director. . Libreto CON NATACHA Agnes Ayres, Vilma Bánky. Montagu Lo- L ¿Quién es quién? Schenck lo sabían, sin embargo. # ve. Bull Montana. George Fawcett. M. Martínez Carril 14