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Nº 4 • AÑO 2012 LA PICA de Alcaine

TUROLENSES EN LA GUERRA DE CUBA LA MUJER Y LA COSECHA DE AZAFRÁN EN ALCAINE ALCAINE: TIERRA DE ACOGIDA. LOS NIÑOS ADOPTADOS DE ALCAINE

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SUMARIO

EDITORIAL Cipriano Gil Gil, Alcalde de Alcaine ...... 3 EFEMÉRIDES Hace 50 años, José Manuel Bespín ...... 4 Hace 60 años, José Manuel Bespín ...... 7 CUADERNOS DE HISTORIA Turolenses en la Guerra de Cuba (1895-1898) José Manuel Bespín ...... 8

MUJERES DE ALCAINE La mujer y la cosecha del azafrán en Alcaine Manuel Val Lerín ...... 30 REPORTAJE El escritor Javier Tomeo, descendiente de Alcaine, Manuel Val Lerín ...... 44 ALCAINE: TIERRA DE ACOGIDA Los niños adoptados de Alcaine Mercedes Gascón Pomar ...... 50 FLORA El hinojo, Dionisio Serrano Mormeneo ...... 59

EDICIÓN Y REDACCIÓN: Cipriano Gil, José Manuel Bespín, Mercedes Gascón, Francisco Giménez, Esther Amigó, M.ª Rosa Rodrigo, Esther Alonso, José Royo Lasarte, Manuel Val.

DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Esther Amigó ([email protected])

PÁGINA WEB: Fotos portada y contraportada: www.alcaineteruel.com Cipriano Gil 7_GACA Nº 4 (original).qxp:GACA Nº 1.qxp 4/7/12 20:13 Página 3

EDITORIAL

Apreciado/a lector/a:

pesar de la seria crisis que atenaza y cercena la acti- vidad cultural, sobre todo en las pequeñas localidades Aque carecemos de suficientes recursos, tienes en tus manos un nuevo número —y van cuatro— de la revista LA PI- CA de Alcaine. Confeccionada de forma altruista por un gru- po de alcainenses —de nacimiento y adopción—, tenemos por objetivo hacer públicos una serie de hechos, costumbres, vi- vencias de Alcaine y sus gentes a través de los tiempos, que conforman su ri- co y variado patrimonio cultural, con la pretensión de aportar luz sobre as- pectos de la historia lejana y reciente de nuestra localidad en un afán de que sea conocida y perdure así en la memoria de las nuevas generaciones. En este número notarás la falta de algunas secciones (recetas tradicionales, rincón literario, fauna, oficios del pasado y rutas) que hemos tenido que supri- mir por un exceso de material y falta de espacio, ya que los artículos de his- toria y trabajo en el campo no podían dividirse en entregas. Nos produce espe- cial satisfacción ver que nos van llegando colaboraciones que iremos publi- cando, incluso de personas de otras localidades pero con un afán común: dar a conocer etapas y hechos de la historia de Alcaine y sus gentes. Como puedes ver, el sumario en esta ocasión nos brinda un artículo de José Manuel Bespín muy interesante sobre Historia: Turolenses en la Guerra de Cuba aportando, como viene siendo habitual, datos que desconocíamos sobre Alcaine. Otro de los trabajos que merecen especial significación es el realiza- do por Manuel Val con un completo, documentado y ameno reportaje sobre La mujer y el cultivo del azafrán en Alcaine. Del mismo autor es el reportaje al reconocido escritor Javier Tomeo (con raíces alcainesas, ya que su padre vivió en la calle Buenavista, 4). Mercedes Gascón, que nos asombró con su serie de tres artículos sobre los exiliados interiores desterrados en Alcaine tras la Guerra Civil, aborda en este número un tema muy interesante y casi desconocido: Los niños adoptados de Alcaine, dados por La Inclusa a alcai- nenses en adopción temporal y que se cuidaron en Alcaine. A todo lo citado se suman los otros temas de efemérides y flora (con otro magistral artículo, esta vez sobre el hinojo, de Dionisio Serrano). Nada nos alegrará más que saber que el fruto del esfuerzo que hemos rea- lizado en esta publicación ha sido de tu agrado. ¡No esperes más… pasa pá - gina! CIPRIANO GIL GIL Alcalde de Alcaine

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EFEMÉRIDES

EN 1962 SE INSTALARON LOS PRIMEROS TELÉFONOS EN ALCAINE José Manuel Bespín

Corría junio de 1960 cuando el entonces Gobernador Civil, José Ramón Herrero, realizó un periplo por numerosos pueblos de nuestra provincia pa- ra inaugurar diversos centros telefónicos. En ese año cerca de la mitad de los pueblos de Teruel —los más importantes— contaban ya con servicio tele- fónico, pero los habitantes del resto se veían obligados a desplazarse varios kilómetros (con lo que ello representaba dadas las deficientes comunicacio- nes por carretera, los temporales invernales, etc.) para realizar alguna lla- mada. El teléfono tenía una importancia extraordinaria, sobre todo en los ca- sos de urgencias médicas, ya que sin necesidad de recurrir a largos desplazamientos era posible acortar la gravedad de una dolencia, al poder avisar para tratar a un enfermo cuanto antes o requerir su traslado. Por lo tan- to, no era una simple comodidad, no era un lujo: era una auténtica necesi- dad. Alcaine era uno de los que no contaban con ese demandado servicio y no fue hasta el año 1962 cuando se puso en funcionamiento la central tele- fónica en Alcaine. El lugar elegido, por propia petición, fue la casa de Francisco Gil Luna. Para que se pudiera poner esa centralita hubo que dar de alta un mínimo de cinco teléfonos en el pueblo: uno en el Ayuntamiento, otro en la Casa del Cura (mosén Gil era el párroco en esa época), otro en la Hermandad de Labradores y Ganaderos (el secretario era Valentín Quílez Gil), otro en casa del secretario Marcial Español Tregón y uno particular (Francisco Gil Luna, porque faltaba uno y era el interesado en la central). Con estas cinco altas se aprobó la instalación de la centralita en su domici- lio de la Plaza San Agustín. La centralita, como puede verse en la fotogra- fía, era de cuadro de clavijas y manivela para llamar. Había en el patio una cabina donde se pasaba para coger el teléfono y hablar (actualmente aún con- servan en esa casa el ventanillo y el banco donde se sentaba la gente para es- perar que les dieran las conferencias cuando acudían a telefonear). Para hacer una llamada con ese tipo de central eran necesarias siempre dos clavijas una de entrada y otra de salida. Luego venían las interconexio- nes. Por ejemplo: si uno de Alcaine quería hacer una llamada a Zaragoza te- nía que levantar su teléfono, se encendía una luz en la centralita de Alcaine y tras comunicarle su intención a la operadora, la llamada tenía que sobre-

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Hace 50 años

Central Telefónica de Alcaine: la encargada Concepción Martín con la pequeña Inmaculada Español. (Foto cedida por Pilar Gil)

pasar la siguientes nudos: la operadora de Alcaine, la de Muniesa y la de Zaragoza. Al final se establecía una comunicación entre Alcaine y Zaragoza, que a veces se oía y otras veces se perdía. Pero había otro problema, ya que todo estaba ligado al número de clavijas de cada lugar. Podía ser que en uno de esos puntos todas las clavijas estuviesen ocupadas y el sistema se pa- raba, para que esto no se convirtiera en un cuello de botella se utilizaba el llamado tiempo de espera. Consistía en que una operadora pedía a otra cen- tralita la llamada. Si en algún sitio la demanda era excesiva la ponían en una lista de espera, donde la operadora de ese lugar tenía que calcular el tiem- po necesario según las llamadas pendientes de su lista. Cuando tenía la lla- mada la central de Alcaine daba paso en su cabina o avisaba al particular que desde su teléfono había encargado la conferencia. Aproximadamente en el año 1973 se quitó la centralita y se llevó el telé- fono público al domicilio del vecino Tesifonte Chopo, en la calle Buenavista. Pocos años después, sobre 1976, pasó a casa de Cipriano Gil Miguel —en la calle Cabezuelo— donde permaneció hasta el año 1983. Comentan que era un trabajo no retribuido y que lo peor era que siempre tenían gente en casa, porque se solicitaba una conferencia y como había mu- cha demora, a lo mejor tardaban una hora en darla y mientras… allí estaba esperando el público. Al quitar la central de Alcaine se pasó a depender de la instalada en Cortes de Aragón (Alcaine tenía el número de teléfono 26 de esa central). Recuerda Cipriano Gil que en esos años en que estuvo el teléfono pú- blico en su casa «era tan precaria la economía del Ayuntamiento que su

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EFEMÉRIDES

propia familia se hizo cargo del coste del mismo porque no había dinero ni para pagar el mínimo. La calidad del servicio era algo defi- ciente y debido a las tormentas y rayos eran muchas las ocasiones en que no había línea, además se oía con deficiencias. Lo peor era cuando tenías que ir a casa de al- gún vecino para avisar de que ha- bía muerto algún familiar… eso sí que era doloroso. Pero, a veces, también había momentos felices co- mo cuando llamaban e ibas a anunciar a alguien que había na- Teléfono cido algún bebé. Otra cosa era antiguo, similar cuando se ponía alguno malo y, al instalado en casa de pues claro, venían a cualquier ho- Cipriano Gil ra del día o de la noche para lla- Miguel. mar, vía Cortes, al médico de guar- dia». El automático —uno con conta- dor de pasos— se puso por el año 1986 y se instaló en el bar de la Plaza (propiedad de Agustín Mata), para años después pasar al patio del edificio consistorial —primero gestionado por el Ayuntamiento y años después por un particular—; funcionaba ya con monedas y ha estado instalado hasta el año 2010. Cuando sonaba lo cogía el primero que estaba cerca, atendía la llamada y daba el recado o avisaba, si era menester, a la persona que de- mandase el llamante. Con la llegada del servicio automático ya se fueron instalando teléfonos en más casas (una treintena al principio) llegando a su- perarse los 70 teléfonos particulares en el año 2006. A pesar de la instala- ción en el año 2007 de la primera antena de telefonía móvil en Benicozar (Movistar) dando excelente cobertura a Alcaine y alrededores, y poste- riormente la de Orange (2008), apenas se ha reducido el número de fijos en los domicilios y muestra de ello es que en la Guía de Telefónica de 2010- 2011 aparecen aún 63 líneas dadas de alta en Alcaine.

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Hace 60 años

TAÑIDOS CON HISTORIA... En 1952 se refundió la campana mayor de la iglesia de Alcaine José Manuel Bespín

De la historia de las campanas de la iglesia de Alcaine (Santa María La Mayor) conocemos Mozos bandeando manualmente la pocos datos propios, tan solo consta campana en las fiestas patronales, en los años 1980. (Foto cedida por una referencia en el Archivo Dio- Francisco Gascón) cesano de Zaragoza, a propósito de una visita arzobispal a Alcaine el 12 de agosto de 1849, siendo párroco D. Vicente Esteban y Allueva, en la que se da cuenta de la existencia de varias campanas y entre ellas una con la fecha grabada de 1744. En 1936 las fuerzas militares recibieron orden de requisar las campanas de las parroquias y los milicianos subieron a la torre y tiraron las dos campanas. La mayor, Ana María, hizo un gran foso en el suelo, al caer con su gran pe- so y desde tanta altura sobre la superficie de tierra y piedras. Los militares se la llevaron para fundirlas y emplear el metal para fabricar munición u otro material de guerra. Sólo dejaron la pequeña al advertir que no servía de na- da el reloj de la torre si le quitaban la campana, pero le arrancaron el yugo o asa y la fijaron con un barrón para evitar así que pudiera ser bandeada. Años después de acabada la guerra se organizaron unas divertidas come- dias (en las que, entre otros, participaron activamente los vecinos Florentín Martín Lázaro y Manuel Tomeo Lerín), para recaudar fondos y poder com- prar una nueva campana. Esa aportación, y las donaciones ofrecidas por par- ticulares en una suscripción popular, lograron su objetivo y en 1952 esa cam- pana se refundió en los talleres valencianos de Manclús para fabricar otra más grande (de más de 200 kg) que en la actualidad es la mayor de las existentes ya que tiene un diámetro de 73 cm y pesa 225 kg, y está dotada de diversas decoraciones de fábrica (cruz exterior y guirnalda con símbolos variados). Esa campana actual refundida lleva una inscripción que dice textualmente: SANTA MARÍA LA MAYOR El Ayuntamiento y pueblo de Alcaine a su parroquia Refundida en mayo de 1952 por suscripción popular Siendo cura párroco Rdo. D. Dionisio Gracia LA PICA de Alcaine 7 7_GACA Nº 4 (original).qxp:GACA Nº 1.qxp 4/7/12 20:13 Página 8

CUADERNOS DE HISTORIA Turolenses en la Guerra de Cuba (1895-1898)

José Manuel Bespín

En tres años y medio, más de 200.000 soldados españoles fueron enviados a Cuba. De los 56.000 fallecidos casi 1.000 eran de Teruel. Alcaine también perdió a varios de sus hijos. Después de dar su vida por España todos fueron olvidados por los gobiernos, sociedad y la historiografía oficial.

os Estados Unidos ya manifestaron en 1847 su deseo de comprarle a LEspaña la isla de Cuba por 100 mi- llones de dólares, pero no se aceptó la propuesta (veinte años después, EE.UU. compró Alaska a Rusia por 7 millones); se reiteró la oferta en 1852, 1854 y en

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Foto-recuerdo de soldados en la campaña de Cuba (agosto de 1897). (Foto cedida por: Manuel Sánchez a la Asociación Cultural “El Hocino” de Blesa)

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CUADERNOS DE HISTORIA

1870 el presidente Grant volvió a de un bando como por el otro— plantear la compra al gobierno con incendios y saqueos de cam- español, que se negó en redon- pos, casas, animales, molinos do. Mientras, en la isla, había ido azucareros… una devastación to- gestándose un sentimiento anti- tal para que no se aprovechara colonial que iba en aumento. El el enemigo de esos bienes, que 10 de octubre de 1868 el aboga- provocó el éxodo y hambruna en- do Carlos Manuel de Céspedes tre los civiles. Sabedores los in- lanzó en Yara el grito de inde- surgentes de que ellos solos no pendencia, dando origen a la de- podrían acabar con la dominación nominada Guerra de los Diez colonial española supieron utili- Años. A pesar de la paz, nunca zar la presencia de exiliados cu- acabó el espíritu independentis- banos en EE.UU., liderados por ta y los exiliados en EE.UU. (so- José Martí y sus contactos con bre todo los de Florida y Nueva empresarios de prensa y políti- York) no cejaron en su campaña cos, para poner a los estadouni- de incitación a la rebelión y en el denses de su parte, aunque ya intento de poner de su parte a la estaban incentivados además por opinión pública y al gobierno es- los intereses comerciales que te- tadounidenses. A partir de en- nían en Cuba. tonces ya no habría paz perma- La crueldad de la lucha y las nente en la isla (durante los años crónicas (algunas incluso citando 1879-1880 tuvo lugar la Guerra hechos no contrastados) que apa- Chiquita) pero no fue hasta el 24 recían en la prensa estadouni- de febrero de 1895 cuando ante dense promovieron en su opinión la escasez de reformas que em- pública el apoyo a los rebeldes. prendía la metrópoli, los revolu- Ya en 1896 el gobierno de EE.UU. cionarios proclamaron la inde- hizo llegar una nota al Gobierno pendencia en Baire y la guerra de España ofreciendo su inter- volvió a brotar en el que sería el mediación —no aceptada— y aún enfrentamiento definitivo que do- se complicó más la situación al taría a Cuba de independencia. abrirse otro frente con la subleva- Fue una guerra desigual en la ción de Filipinas, otra colonia es- que ningún bando podía vencer pañola. Si en esos primeros años al otro, con los rebeldes practi- de contienda la presión estadou- cando la guerra de guerrillas y en nidense había sido limitada y de la que sufrió en mayor grado la leve injerencia, con la elección co- población civil —tanto por causa mo presidente de W. MacKinley

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Turolenses en la Guerra de Cuba (1895-1898)

Preparados para partir. Fuerzas españolas en Pinar del Río, 1897 (Foto: revista La Ilustración Española y Americana)

el 4 de noviembre de 1896 la si- decenas de miles de muertos— , tuación dio un completo giro. La retiró guarniciones y evitó accio- respuesta del Gobierno y los po- nes ofensivas en la guerra, lle- líticos españoles (a excepción de gando incluso a ordenar un alto el los republicanos de Pi y Margall) fuego unilateral con la finalidad de a las peticiones de los rebeldes frenar tanto a los estadounidenses cubanos fue negarles la autono- como a los liberales españoles que mía y las libertades, redoblando comenzaban a poner en tela de los esfuerzos por aniquilar la re- juicio la oportunidad de seguir la vuelta, enviando más tropas y guerra. siendo aún más enérgicos contra Pero todo fue inútil, el 25 de los combatientes e incluso contra enero de 1898 fondeó el cruce- la población considerada colabo- ro protegido de segunda clase radora. Maine en el puerto de La Habana Tras más de dos años de cruen - y a unas horas de la costa cuba- ta guerra para militares españo- na se situaron otras unidades de les, guerrilleros y civiles, durante la flota estadounidense en «visi- la campaña de invierno del 1897- ta de amistad». El gobierno es- 1898 el Gobierno español ofreció pañol, con Sagasta al frente, se cierta autonomía a la isla, finalizó había visto forzado —como se la concentración de civiles en las acaba de indicar— a ofrecer au- ciudades —que había causado tonomismo, pero era ya tarde y

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CUADERNOS DE HISTORIA

los rebeldes exigían indepen- político Pi y Margall aconsejaba dencia total. Estaba claro que la la independencia para evitar de- idea de EE.UU. era intervenir y sastres mayores y el inútil sacri- sólo necesitaba un pretexto para ficio de vidas y dinero».2 El re- hacerlo. «A las 9:40 horas de la sultado final de la obcecación y noche del 15 de febrero de 1898 falta de visión histórica de los go- una tremenda explosión destruía bernantes españoles ya se co- el Maine con un balance de dos noce: pérdida de la colonia y de- oficiales y más de 258 marineros cenas de miles de muertos, muertos».1 Las distintas comisio- enfermos y mutilados. A media- nes de investigación (Cuba, dos de abril, el Congreso de EE.UU. y España) no coincidie- EE.UU. autorizó al presidente ron en la causa de la explosión: McKinley para intervenir y esta- para los primeros fue producto de blecer un gobierno amigo. El día una mina submarina o un torpe- 22 de abril de 1898 se produjo la do y para España —teoría corro- intervención formal de EE.UU ini- borada por los estudios actua- ciándose el bloqueo de los les— el origen estuvo en una puertos cubanos. El día 25 el explosión interior en la zona ad- Con greso estadounidense de- yacente de calderas o en la de claró la guerra a España con fe- torpedos, debido a los gases pro- cha del día 21. ducidos por la combustión es- La miseria y las penalidades pontánea del carbón bituminoso sufridas por el ejército español allí almacenado. Presionado por se prolongaron hasta la invasión la grave situación, el Gobierno es- estadounidense de junio de 1898. pañol pidió una comisión de in- Sirva como ejemplo el caso de la vestigación internacional que no guarnición española en Guan - fue aceptada por los estadouni- tánamo, que no recibía la paga denses, interesados en propagar desde hacía 10 meses, el sumi- la idea de un atentado, y que lan- nistro de alimentos era escaso y zaron un ultimátum: la compra de sin dinero no podían comprar na- la isla por 300 millones de dóla- da en el mercado negro. «Se ha- res. Pero en España seguían en bían comido ya los caballos, mu- la misma posición, «tan sólo el las y maíz verde para subsistir.

1 RUIZ FERNÁNDEZ, Teófilo, La guerra hispano-yanki: colonialismo frente a imperia- lismo. Revista Tiempo de Historia, n.º 32. Madrid: Ed. Prensa Periódica S. A., 1977; págs. 30-41. 2 Ibídem.

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Turolenses en la Guerra de Cuba (1895-1898)

Las enfermedades y el hambre Destacamento español en Pinar del Río. (Foto: revista La Ilustración diezmaron a más de 1.156 sol- Española y Americana) dados (16% de la brigada) mien- tras que tan sólo 19 lo fueron en combate. Y al igual que éstos, en te Cervera) y la estadounidense. general el ejército español no es- En tan sólo media hora de com- taba en condiciones de plante- bates, a lo largo de 80 km de cos- ar combate a los estadouniden- ta al oeste de Santiago de Cuba, ses por estar medio muertos por todos las naves de la escuadra la inanición y las enfermedades española fueron hundidas o que- en muchos de sus emplaza- daron encalladas, mientras que mientos después de dos meses sólo 3 de los 7 barcos estadou- de bloqueo.»3 nidenses sufrieron algún tipo de El 30 de julio se produjo un en- daño y siempre de índole menor. frentamiento que marcaría el de- Ello se explica por la antigüedad venir histórico de la contienda: el de la flota española, algunos de combate entre la Armada espa- cuyos barcos eran todavía de ñola (comandada por el almiran- madera y los que contaban con

3 LAWRENCE TONE, John, Guerra y genocidio en Cuba. 1895-1898. Madrid: Turner Publicaciones S. L., 2011.

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CUADERNOS DE HISTORIA

cascos blindados tenían la cu- do EE.UU. abandonaría Cuba, bierta y las superestructuras aún pero obteniendo la concesión de de maderos y traviesas, por lo una base en la bahía de Guan - que fueron continuos los incen- tánamo, que aún mantiene en la dios tras el fuego artillero esta- actualidad a pesar de todos los dounidense. Es fácil, conmove- años de gobierno revoluciona- dor y doloroso imaginar a los rio de Fidel Castro. soldados tratando de sofocar los Los Estados Unidos «asegu- incendios en lugar de poder en- raron las propiedades de la élite frentarse al enemigo. Mientras, blanca, después de desarmar a los barcos de EE.UU. contaban los insurrectos y sólo evacuó la con casco de acero y con caño- isla en 1902 cuando el mercado nes de largo alcance que ma- libre capitalista bajo dominio blan- chacaron sin peligro a la Marina co con una constitución que ase- española. No quedaba nada que guraba un régimen neocolonial hacer; aniquilada la Armada y estaba a salvo, pero siempre ba- con la tropa de tierra en un esta- jo vigilancia norteamericana».4 do deplorable a causa del ham- bre y las enfermedades, sólo res- El infierno que padecieron los taba capitular. El 26 de julio de soldados en Cuba 1898 la propuesta de paz espa- Una España largamente arrui- ñola llegó a Washington y tras nada, siempre ansiosa de nue- dos semanas de negociaciones vos ingresos y para evitarse el se logró un protocolo de paz el pago de voluntarios, mantuvo un 12 de agosto. El tratado de paz sistema de quintas que permitía formal con EE.UU. se firmó en que los reclutas compraran su París el 10 de diciembre de 1898, salida del reclutamiento, la re- y por él España cedió Cuba, dención en metálico y la sustitu- Puerto Rico, Filipinas y Guam. ción (pagar a alguien para que Apenas dos semanas más tarde fuera en su lugar), salvándose vendió algunas islas del Pacífico así de prestar el servicio los jó- a Alemania. Se puso así fin a un venes de familias adineradas periodo histórico en el que que podían satisfacer el pago. A España llegó a poseer en un las familias pobres de los quin- tiempo el mayor imperio del mun- tos sólo les quedaba verlos par- do. No sería hasta 1902 cuan- tir y si «para colmo de males, tra-

4 Ibídem.

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Turolenses en la Guerra de Cuba (1895-1898)

taban de salvar al joven de una Combate contra los mambises en muerte anunciada, se empeña- Sabanilla de la Palma (Cuba). ban para el resto de sus días en préstamos imposibles de pagar, jos de obreros y campesinos, con los que se enriquecían todo fueran arrebatados de sus fa- tipo de personajes dedicados a milias, de sus pueblos —con to- tan suculentos negocios»5 como do lo necesarios que eran sus el duque de Alba y el marqués brazos para una subsistencia de Comillas entre otros. Ese ser- familiar que utilizaba incluso a vicio militar injusto y discrimina- los niños en el trabajo— para torio, que permitía librarse del re- enviarlos a una guerra fruto de clutamiento pagando de 1.500 a la nula visión histórica de una 2.000 pesetas,6 hizo que los me- clase política sometida a los in- nos pudientes (labradores, car- tereses económicos de la clase pinteros, albañiles, etc.), los hi- privilegiada.

5 SÁNCHEZ ABADÍA, Silvia, Olvidos de una guerra: El coste humano y económico de la independencia (Cuba-España, 1895-1898). Revista de Indias, Vol. LXI, n.º 221, año 2001; pág. 117. 6 PASCUAL MARTÍNEZ, Pedro, Combatientes, muertos y prófugos del Ejército espa- ñol en la Guerra de la Independencia de Cuba (1895-1898). Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá de Henares, 1996.

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CUADERNOS DE HISTORIA

La cifra exacta de fallecidos fermedades mientras que, a mo- españoles es muy difícil de ofre- do de comparación, sólo algo cer con certeza, debido a la ca- más del 3% de las fuerzas esta- rencia de muchos datos fruto de dounidenses enviadas a Cuba diversas causas: destrucción de en 1898 murió por ese motivo».8 libros de registro, muertos en te- Y es que la desatención a los rreno de los insurrectos y que soldados españoles fue extre- fueron enterrados por ellos, di- madamente grave. En resumen rectrices políticas de las autori- podría señalarse que la mala ali- dades de la Isla prohibiendo mentación (a veces sólo galletas asentamientos en libros de al- de ración y la fruta que encon- gunos cementerios, todo con la traban a su paso), la escasa pa- finalidad de ocultar unas cifras ga —y cuando llegaba—, la de- de bajas espeluznantes. Así las ficiente higiene, la carencia de cifras de bajas españolas osci- formación y el equipamiento in- lan, según las diversas fuentes, adecuado (tenían más caballos de 30.000 a 80.000 españoles, los rebeldes que ellos) unido a pareciendo la más aproximada la naturaleza de la guerra en la la intermedia de 56.000 que ofre- jungla —enfermedades, comu- cen diversos historiadores que nicación, transporte, etc.— fue- han profundizado más en la in- ron las causas de las tremendas vestigación y cotejo de todas las pérdidas que padecieron las tro- fuentes.7 De ellos, cerca de pas españolas enviadas a Cuba. 3.600 fueron soldados aragone- Ya de inicio eran enviados con ses (996 de la provincia de uniformes baratos, cobrados a Teruel) no llegando al 10% los los soldados, que duraban po- que perecieron en combate, co al ser usados en zonas de siendo la causa principal las en- jungla y rasgarse enganchados fermedades que sufrieron por el a la vegetación al perseguir a los clima, la desatención y la falta de guerrilleros y con zapatos y san- alimentos. En cifras globales «el dalias con suela de esparto que 22% del ejército español en eran válidas para el clima seco Cuba murió a causa de las en- de España, pero totalmente in-

7 NAVARRO CHUECA, Francisco Javier, y ZAPATER BALSEGA, Miguel Ángel, El cos- te humano de la guerra de Cuba para la comarca del Bajo Martín. Revista RUJIAR, n.º XI. Híjar: Centro de Estudios del Bajo Martín, 2011; pág. 174. 8 LAWRENCE TONE, John, Guerra y genocidio en Cuba. 1895-1898. Madrid: Turner Publicaciones S. L., 2011.

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Turolenses en la Guerra de Cuba (1895-1898)

apropiados para un clima tropi- Alfonso XIII con las atroces cifras cal con abundantes lluvias y de atención médica durante la cuando se hacía necesario an- guerra. Sólo en un año «ochen- dar por caminos enfangados. Al ta mil soldados fueron atacados poco tiempo, todo esto unido a por la malaria y de 500 médicos la suciedad, la mala alimentación militares, 50 murieron de fiebre y a la enfermedad conllevaba la amarilla»11 y eso a pesar de con- aparición de llagas en sus cuer- tar ellos con las facilidades de pos. «El cáñamo húmedo era el diagnóstico y tratamiento. hogar ideal de diferentes pará- Durante la travesía de repa- sitos a los que nada gustaba triación (la mayoría hacinados en más que taladrar la carne entre barcos de pasaje de la Compañía los dedos de los pies.»9 Las tro- Transatlántica, cuyo accionista pas recibían tarde la paga, cons- mayoritario era el marqués de tantemente devaluada, que no Comillas), se mezclaban sanos les permitía «ni completar su ra- y enfermos, mal alimentados y ción diaria de arroz o cuando ha- casi sin cuidados; hay constan- bía suerte, de estofado, menos cia de que los que fallecían en aún de medicinas. Cuando es- los barcos eran arrojados al mar taban de servicio permanecían y muchos no constan ni en los re- lo más quietos posible para aho- gistros. El DOMG (Diario Oficial rrar energías y, durante los per- del Ministerio de la Guerra) pu- misos vagaban por las calles blicó listados con los combatien- muertos de hambre en busca de tes que regresaban enfermos de un trabajo extra o hurgaban en Cuba y en tan sólo dos años se la basura tratando de encontrar recogen 16.415 soldados repa- colillas con que levantar su áni- triados.12 De ellos es imposible mo decaído».10 saber cuántos murieron ya en La publicación médica londi- suelo español tras su regreso. nense The Lancet, divulgó un in- La pérdida de las últimas po- forme del director del Hospital sesiones españolas en Ultramar

9 Ibídem. 10 Ibídem. 11 IZQUIERDO CANOSA, Raúl, Viaje sin regreso, La Habana (Cuba): Ediciones Verde Olivo, 2001; pág. 22. 12 PASCUAL MARTÍNEZ, Pedro. Combatientes, muertos y prófugos del Ejército español en la Guerra de la Independencia de Cuba (1895-1898). Alcalá de Henares: Universidad de Alcalá de Henares, 1996; pág. 7.

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CUADERNOS DE HISTORIA

abocó al país a un profundo sen- cas para recaudar dinero para timiento de fracaso y frustración, ayudarlos. El Imparcial, el pe- aumentando el recelo hacia el riódico de mayor circulación de ejército al que se veía como cul- España, se ocupó de enviar uni- pable. Por ello cuando los sol- formes y ropa durante la guerra dados regresaron a nuestras y también de socorrer a los re- costas, en su mayoría enfermos patriados: entre otros muchos, y fallecidos, no se les recibió co- en Madrid, entregaron a Mariano mo merecían (podría realizarse, Abad Tello, de Blesa (20 pese- salvando las distancias, un pa- tas) y a José Plou Mercadal, de ralelismo con lo sucedido con los Huesa (10 pesetas) que «ante- combatientes estadounidenses riormente fueron socorridos en a su regreso de Vietnam). La re- metálico, y con ropas y calzado, patriación general se inició con en los puntos donde desembar- los enfermos; como muestra evi- caron».13 Era tan precario el es- dente de las carencias que pa- tado de salud de muchos, que decían nuestros soldados basta al poco de llegar enfermos fa- destacar que incluso el Gobierno llecieron en su pueblo (como tuvo que dictar una serie de ins- Mariano Fleta Burillo, que pere- trucciones para enviar uniformes ció a los tres meses de su re- y mantas, ya que iban medio greso a Huesa). desnudos. De igual manera se Era imprescindible esta larga ordenó que a su llegada a puer- introducción para hacerse una ín- to español se evitara que em- fima idea del calvario y calami- prendieran viaje de regreso a dades que padecieron los quin- sus pueblos, si inspiraban temor tos españoles en esa cruenta de no poder concluir el viaje por guerra y dar paso, ahora sí, a la su delicado estado de salud… historia más próxima de los al- una buena muestra de las pe- cainenses que participaron en nalidades sufridas durante la ella. Puede estarse en des- contienda. Pero ni esto cumplió acuerdo con esa contienda, con el Gobierno y era tal la necesi- la política colonial española, pe- dad de los repatriados, tan gra- ro no puede olvidarse a esos ve su situación, que incluso la compatriotas que a la fuerza (la prensa hizo cuestaciones públi- inmensa mayoría), expusieron y

13 El Imparcial, diario liberal, número del jueves 11 de marzo de 1897. Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de España, Madrid.

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Turolenses en la Guerra de Cuba (1895-1898)

Placa del monolito de Aguatón (Teruel) en honor a los caídos en Cuba. (Foto: www.aguaton.com)

miles perdieron su vi- da en nombre y de- fensa de España. Es de justicia histórica re- cuperarlos del olvido. A los jóvenes turolen- ses —y en especial a los hombres alcainen- ses— que sirvieron en la Guerra de Cuba, a esos soldados humil- des pertenecientes a las familias más des- favorecidas que no pudieron evi- la Guerra de Cuba. Se constru- tar que sus hijos marcharan a yó alrededor de 1965 y lo pagó Ultra mar, a una guerra suicida un descendiente con dos falleci- perdida de antemano, y que su- dos en la contienda, figurando en frieron el menosprecio y el olvi- la inscripción también los demás do va dedicado este artículo. de Aguatón que fueron a la gue- Sirva como justo y merecido ho- rra. menaje a su entrega hasta hoy La extensión del listado com- anónima. Que las nuevas gene- pleto de bajas de soldados turo- raciones conozcan a esos entre- lenses hace imposible su publi- gados alcainenses que perdieron cación y como se han divulgado la vida o que tras sufrir las pe- en algunos trabajos datos referi- nurias de la guerra consiguieron dos a algunas comarcas de la retornar al pueblo y seguir lu- provincia (como la del Bajo Mar - chando contra el inmerecido ol- tín, en la revista RUJIAR, n.º XI) vido. En Teruel, tan sólo la loca- sólo aparecen en la siguiente ta- lidad de Aguatón (en la Sierra de bla los fallecidos en Cuencas Palomera) cuenta con un mono- Mineras y otras poblaciones con lito en memoria de sus caídos en algún nexo de unión con Alcaine.

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CUADERNOS DE HISTORIA

ALGUNOS TUROLENSES FALLECIDOS EN LA GUER

ALGUNOS MUNICIPIOS Nombre Rango / Arma Causa de la

ALACÓN Sebastián Alquizar Murillo Soldado Enfermedad ALCAINE Ramón Adán Gil Soldado Enfermedad Pascual Royo Nuez Soldado Sin datos ALIAGA Jacinto Royo López Soldado Del vómito Nicolás Lázaro Sanguera Soldado Enfermedad Rafael Conesa Vicente Soldado De heridas ALLOZA Manuel Félix Sosco soldado Del Vómito ARIÑO Pablo Macipí Soldado Del vómito CAÑIZAR DEL OLIVAR Mariano Serrano Nogueras Soldado Enfermedad Juan Muniesa Alvara Soldado Enfermedad CORTES DE ARAGÓN Juan Navarro Armilla Soldado de Infantería Enfermedad EJULVE Manuel Vicente Navarro Soldado Del vómito ESTERCUEL Teodoro Hoz Muniesa Soldado Enfermedad HINOJOSA DE JARQUE Carlos Pérez Calvo Soldado de Sanidad Del vómito LA HOZ DE LA VIEJA Santiago Milim Fernández Soldado de Infantería Del vómito LAS PARRAS Agustín Aguilar Borrás Soldado Enfermedad LA ZOMA Felipe Frives Villas Soldado Enfermedad Felipe Julve Villar Soldado Enfermedad LOSCOS Baltasar Blasco Anadón Corneta Enfermedad Daniel Álvarez Andrés Soldado Enfermedad MARTÍN DEL RÍO Manuel Alcuten Jimeno Soldado Vómito MEZQUITA DE JARQUE Tomás Macinar Lázaro Soldado En batalla Joaquín Íñiguez Martínez Soldado Enfermedad Lorenzo Español Salas Cabo Enfermedad MONTALBÁN Juan Escobedo Jimeno Soldado Vómito Fabián Bur Torres Soldado Enfermedad

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Turolenses en la Guerra de Cuba (1895-1898)

ALLECIDOS EN LA GUERRA DE CUBA (1895-98) go / Arma Causa de la muerte Fecha de la muerte Provincia de fallecimiento ado Enfermedad 6-8-1898 Santiago ado Enfermedad 10-5-1898 Santiago ado Sin datos Sin datos Sin datos ado Del vómito 9-8-1897 Santa Clara ado Enfermedad 6-3-1898 La Habana ado De heridas 25-4-1898 Santiago ado Del Vómito 22-8-1897 Pinar del Río ado Del vómito 30-8-1897 Santa Clara ado Enfermedad 25-8-1897 Pinar del Río ado Enfermedad 8-12-1897 La Habana ado de Infantería Enfermedad 20-2-1897 La Habana ado Del vómito 22-9-1898 La Habana ado Enfermedad 20-9-1897 La Habana ado de Sanidad Del vómito 31-7-1897 Pinar del Río ado de Infantería Del vómito 30-11-1896 La Habana ado Enfermedad 11-2-1897 Pinar del Río ado Enfermedad 11-8-1898 Puerto Príncipe ado Enfermedad 15-8-1898 Puerto Príncipe eta Enfermedad 3-8-1897 Pinar del Río ado Enfermedad 16-9-1897 La Habana ado Vómito 4-6-1897 Santiago ado En batalla 4-11-1896 Pinar del Río ado Enfermedad 18-9-1897 La Habana o Enfermedad 25-11-1897 La Habana ado Vómito 26-4-1897 La Habana ado Enfermedad 21-7-1897 La Habana

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CUADERNOS DE HISTORIA

ALGUNOS MUNICIPIOS Nombre Rango / Arma Causa de la

MUNIESA Manuel Blasco Caracuellos Soldado Enfermedad Fabián Vals Badajún Artillería Del vómito Cristobalino Gascón Jimeno Soldado Del vómito OBÓN Jesús Martínez Gracia Cabo Enfermedad Gregorio Villuendas Vicente Soldado Enfermedad OLIETE Ramón Santiago Alfonso Soldado Enfermedad Antonio Royo Alfonso Soldado Del vómito Santos Burillo Santiago Soldado Del vómito PALOMAR de ARROYOS Joaquín Acenar Azuara Soldado de Infantería Del vómito PLOU Rafael Bello Plou Soldado Enfermedad

SEGURA DE BAÑOS Bernardo Domingo Canadá Soldado de Infantería Enfermedad

Hombres de Alcaine en la los que poder reconstruir —al me- Guerra de Cuba nos parcialmente— etapas re- Como en tantas otras investiga- cientes de nuestra historia. ciones históricas sobre Alcaine Consultado el Registro de nues- siempre nos topamos con la au- tra localidad se ha encontrado sencia de fuentes documentales constancia documentada de úni- propias en iglesia y Ayuntamiento, camente dos alcainenses que fa- debido a la quema intencionada llecieron durante la Guerra de de los archivos eclesiásticos y Cuba, desconociendo si alguno municipales durante la Guerra más pereció en los meses poste- Civil (1936-1939), de la que se li- riores a su regreso a Alcaine por braron únicamente de las llamas las secuelas que arrastraban los libros del Registro Civil, y que (desnutrición, fiebres, etc.), ya que nos priva de conocer multitud de figurarían como muerte natural datos sobre Alcaine y sus gen- por enfermedad. tes… una barbarie innecesaria Además de los datos de los que nunca debe volver a repetir- dos hijos de Alcaine que falle- se. Afortunadamente algún parti- cieron en Cuba durante la gue- cular ha guardado fotos y docu- rra, nos acercaremos también a mentos de sus antepasados con la vida militar de uno de los afor-

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Turolenses en la Guerra de Cuba (1895-1898) go / Arma Causa de la muerte Fecha de la muerte Provincia de fallecimiento ado Enfermedad 11-9-1897 Pinar del Río ería Del vómito 6-9-1897 Santa Clara ado Del vómito 3-8-1897 Santiago o Enfermedad 30-11-1897 Santiago ado Enfermedad 29-12-1897 Holguín ado Enfermedad 3-5-1897 Pinar del Río ado Del vómito 20-8-1897 Santa Clara ado Del vómito 31-8-1897 Santa Clara ado de Infantería Del vómito 31-7-1897 La Habana ado Enfermedad 4-9-1897 La Habana ado de Infantería Enfermedad 21-11-1897 La Habana

tunados supervivientes que con- ambiente plenamente hostil du- siguieron regresar a la Península rante varios años. medianamente sanos (algún otro, Los alcainenses que partici- como Valero Albero, con secue- paron en la contienda partieron las), pero salvos al fin y al cabo. de diferentes puertos de la Pe - El relato de algunas de las pe- nínsula, variando también su lu- nalidades que padecieron du- gar de arribada al finalizar la rante su permanencia en la Isla guerra: Barcelona, Cádiz, San - (aún recordaba algún habanero tan der, etc. Descendientes del a sus nietos lo felices que eran habanero Pedro Juan Tomás cuando recibían la paga y por un Serrano (nacido en 1867 y que chavo podían comprar un racimo vivió en la calle Morera, 40) re- de plátanos con el que alimen- cuerdan que su abuelo les con- tarse) ha quedado reflejado ya taba su participación junto con en este trabajo y habrá servido el también alcainés Inocencio para hacerse una somera idea Candial (de la misma edad; acu- de la tragedia a la que también dieron a Cuba rozando la trein- se enfrentaron estos alcainenses, tena) en la captura, al arribar a unos hombres sin apenas for- la costa, de una embarcación al- mación militar e inmersos en un quilada a los estadounidenses

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CUADERNOS DE HISTORIA

por los cubanos exiliados que ticipó en 21 combates contra los portaba armas y otros pertre- rebeldes. Ya en 1897, desde ese chos para los insurgentes, y cu- primer destino en Bramales se yos tripulantes fueron detenidos trasladó con su batallón a Mariel y juzgados en un Consejo de y posteriormente a Artemisa, has- Guerra que llegó a dictar la eje- ta que el 20 de agosto ingresó en- cución de algunos de ellos. fermo en el Hospital Militar de La Habana, donde permaneció mes PEDRO GASCÓN BURILLO y medio, tras lo cual regresó a Nació en Alcaine el 4 de juio de Artemisa donde prestó servicio 1875 (hijo de Pedro y de María), de guarnición hasta el 26 de no- labrador y soltero fue alistado co- viembre cuando en tren-mar su mo soldado en el reemplazo de batallón regresó a La Habana y 1894 sin apenas haber cumplido dos días después embarcó en el los veinte años. En abril de 1895 vapor Covadonga con rumbo a se le reclamaron 40 pesetas para Es paña, arribando a Barcelona y primera puesta de vestua rio, in- repatriado a Alcaine con una li- corporándose en Barcelona para cencia de tres meses para recu- guarnición e instrucción prestan- perarse, lo que fue haciendo pau- do juramento a las banderas. latinamente en su domicilio de la Vacunado con resultado confuso, calle Planillo n.º 12, incorporán- a pesar de ello se incorporó a un dose a su trabajo de jornalero. Regimiento en Zaragoza. En Afortunadamente no volvió a ser agosto de 1896 marchó a Bar - llamado a filas, pasando a la re- celona, con objeto de partir para serva en 1903 y consiguiendo la Cuba, hacia donde se embarcó licencia absoluta el 22 de mayo el 25 de agosto en el vapor San 1905. Como los demás alcainen- Fernando, que arribó al puerto de ses que sobrevivieron, perteneció La Habana el 10 de septiembre. a la Cofradía de Los Ha baneros Salió inmediatamente de opera- e incluso, pasados los años, tras ciones por la provincia hasta el su marcha a Barcelona se hizo 11 de octubre, cuando a bordo miembro en 1950 de una asocia- del vapor San Julián marchó pa- ción de supervivientes de vete- ra Pinar del Río. En octubre le re- ranos de la Guerra de Cuba. clamó el Ejército tres pesos-oro, importe de la diferencia de pri- Alcainenses muertos en Cuba mera puesta de Europa a Frente a otros municipios turo- América. Hasta final de año par- lenses de igual o menor tamaño

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Turolenses en la Guerra de Cuba (1895-1898)

Carnet de excombatiente del alcainés Pedro Gascón Burillo.

Tenedor artesanal, traído de Cuba en 1898 por el soldado Paulino Muniesa Adán. (Foto cedida por C. Gil) que el nuestro, que pa- decieron más bajas de sus jóvenes enviados a Cuba, los únicos alcai- nenses que fehaciente- mente hemos podido confirmar como fallecidos en la contienda contra los mambises, y que como tales constan en el Re - gistro Civil de Alcaine, son: • Pascual Royo Nuez nació el de sus padres Ramón (jornale- 17 de mayo de 1876 a las 5 de ro) y María (ama de casa), la mañana en casa de sus pa- situada en el n.º 34 de la ca lle dres (Manuel Royo, alpargate- de La Mo rera. Como sol dado ro, natural de Oliete) y María pertenecía al Arma de Infantería, Nuez (natural de La Mata), que Cuerpo de Aragón, cuando fa- residían en la calle San Valero. lleció por enfermedad el 10 de No se han podido verificar cau- mayo de 1898 en Mayarí (San - sa y datos de su muerte. tiago de Cuba), desgraciada- • Ramón Adán Gil vino al mun- mente apenas unos meses an- do a las 7:30 de la mañana del tes de finalizar la guerra. Su 26 de junio de 1876 en casa muerte no se hizo oficial hasta

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CUADERNOS DE HISTORIA

que apareció en el listado del entró en números rojos por el Ministerio de la Guerra, publi- deceso, éxodo y falta de reno- cado en la Gaceta más de dos vación al servir los ya pocos años después de su falleci- quintos en la Península. Esa miento.14 Cofradía era una hermandad re- ligiosa que se ocupaba de or- Cofradía alcainesa de ganizar, junto con el sacerdote Los Habaneros del pueblo, los actos religiosos Los quintos alcainenses que fue- y populares en honor a los ron alistados y enviados a ser- Mártires que se celebraban ese vir fuera de España (Cuba, día de enero: misa y procesión. Filipinas, África, etc.), y que con- A los actos litúrgicos seguía la siguieron sobrevivir a tan dura y celebración de una merienda po- amarga experiencia, quisieron a pular, a base de carne de cor- su vuelta, una vez recuperada dero acompañada de buen vino su salud, agradecer a los Santos de la cosecha, que enseguida Mártires Fabián y Sebastián su animaba a los presentes a ini- protección (el 20 de enero es la ciar las jotas y continuar de ron- onomástica). En una España dalla por las calles del pueblo. con el sentimiento religioso muy Esa merienda se desarrollaba arraigado, sobre todo en el ám- en casas o corrales de algunos bito rural, a su regreso de la de los miembros e incluso en al- Guerra de Cuba fundaron una gunas ocasiones llegó a reali- Cofradía en advocación a am- zarse en una cocina con hogar bos santos, pero que era cono- que había antiguamente en el cida en el pueblo como «la de Ayuntamiento, sacrificando el los Habaneros» en referencia a cordero en el mismo patio de en- la capital de la isla donde sir- trada del mismo. vieron la mayoría de ellos. Años El ya referido Inocencio Can - más tarde se agruparon a ella dial, veterano de Cuba y brace- los que salían fuera de la ro del campo, escribió en 1901 Península a realizar su servicio para la celebración de ese año militar, incorporándose automá- de la Cofradía un titulado «Ro - ticamente a su regreso, cos- mance vulgar» compuesto por 56 tumbre que se respetó hasta estrofas en el que a través de los mediados del siglo XX, cuando más de 230 versos nos relata el

14 Gaceta de Madrid, 21 de junio de 1900. N.º 172, pág. 1374.

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Turolenses en la Guerra de Cuba (1895-1898)

regocijo por estar juntos, la tris- se lo meten a la boca teza de la marcha, el miedo a no cual si fuera un grano de uva. regresar, la petición de amparo a los Mártires durante la travesía Si a nuestra casa llegamos y estancia, las penalidades su- ya tendremos buena suerte fridas, el regreso y feliz encuen- de sufrir tantos martirios tro con la familia. Debido a la ex- por medio tantos trabajos. tensión publicamos sólo algunas estrofas significativas: Y otra vez nos hemos vuelto a abrazar a nuestros padres Ya nos llevan a aquel barco que con tanta pena están lo mismo que a los corderos ¿a quién daremos las gracias? nos cierran en un corral a Fabián y Sebastián. aquello es el matadero! De la citada Cofradía de los Ya se nos pierden de vista Santos Mártires Fabián y Se - aquellas tierras de España bastián ha llegado hasta nuestros sin esperanza a volver días una interesante y crucial fo- ni a vivir, ni a cultivarlas tografía (datada aproximadamente en 1933) en la que aparecen más El caimán y el cocodrilo de una treintena de «Habaneros». y los traidores paisanos Gracias a la memoria de familia- acometen por las maniguas res y a las indagaciones del al- continuamente cuatro años. calde Cipriano Gil se ha conse- guido identificar a cada uno de La fiebre nos agladea ellos (si en un primer momento só- también nos mata el vómito lo fue posible dar con los apodos, y también nos atormenta posteriormente se han obtenido una nube de mosquitos. nombres y apellidos). Aparte de los 32 adultos que aparecen en Tiburones y delfines dicha foto (y del niño Jesús Martín fieras que cría la mar, Albero, que se sumó a los que po- como lobos carniceros saban) faltan tres miembros más los vemos venir detrás de la Cofradía (los hermanos a ver si muere alguno Silvestre, Fran cisco y Manuel Gil o si nos pueden pillar. Luna), porque estaban de luto por El desgraciado que muere la muerte de María —esposa de y lo echan a la laguna, Francisco— y no acudieron.

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CUADERNOS DE HISTORIA

Miembros de la Cofradía de los 7. Juan Albero Nebra Habaneros que aparecen nu- 8. Pedro Quílez Martín 9. Pedro Juan Tomás Serrano merados en la foto de 1933. 10. Miguel Gil Tomás 11. Valero Albero Morales 1. Jesús Martín Albero el Motas (un niño 12. José Royo Candial que se agregó a la foto) 13. Cipriano Gil Luna 2. Miguel Muniesa Candial 14. Francisco Quílez Madre 3. Miguel Nebra Albero 15. Joaquín Peña Adán 4. Antonio Burillo Gil 16. Inocencio Candial Adán 5. Manuel Gascón Peña 17. Pedro Gascón Burillo 6. Fernando José Romeo Mateo 18. Antonio Gascón Gascón

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Turolenses en la Guerra de Cuba (1895-1898)

Miembros de la 31. Martín Quílez Candial Cofradía de los 32. Agustín Royo Quílez Santos Mártires 33. Francisco Martín Madre Fabián y Sebastián, Agradecimientos: conocida como Al alcalde Cipriano Gil Gil —siempre dis- «De los puesto a colaborar— por sus búsque- Habaneros». das en el Archivo Municipal de Alcaine; Alcaine, 1933. a la familia Gascón Val por la informa- (Foto cedida por: ción de su familiar habanero; a Pedro M.ª Ángela Chopo por contarnos los recuerdos que Carrillo) le transmitió su abuelo de la guerra y a Francisco Javier Lozano, por sus apor- taciones sobre Blesa y Huesa.

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MUJERES DE ALCAINE

a producción del azafrán, La mujer y sin llegar a ser tan funda- Lmental y esencial como el cultivo de los cereales, también la cosecha ha sido importante en la historia de la agricultura de muchos lugares del mundo, de Aragón del azafrán (más en Teruel) y, en concreto, de Alcaine. Algunos aspectos de en Alcaine esta actividad han sido recogidos o reflejados en el arte, la litera- Manuel Val Lerín tura y la música. En el apartado artístico, varios frescos pintados en palacios de la época minoica cretense (1.700/1.600–1.500 a.C.) pre- sentan temas sobre el azafrán, como mujeres u hombres reco- lectando las flores enteras o so- lo los estambres, o una mujer mostrando el alivio de sus pies mediante el uso del azafrán. Posteriormente, incluso en la ac- tualidad, se tienen noticias de pintores que han utilizado este producto como pigmento para co- lorear sus cuadros. Literariamente, ya Ovidio (I a.C.) hace alusión al azafrán como te- ma relevante en la tragedia grie- ga Crocus y Smilax, en la que el joven Crocus es convertido por los dioses en una flor radiante, que simbolizaba la pasión de este por la ninfa Smilax. Asimismo hay re- Esbrinando azafrán; vecinas de El Rabal (Arrabal) en Alcaine en ferencias en la Biblia y en la Ilíada los sesenta. (Foto cedida por de Homero. Posteriormente, la li- Manuel Tomeo) teratura popular ha sido prolija en

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La mujer y la cosecha del azafrán en Alcaine

refranes, dichos y coplas, trans- quehacer tan cotidiano y atracti- mitidos tradicionalmente por vía vo. Quizá la jota más reconocible, oral y recopilados por investiga- aunque existen muchas, sea Las dores del folklore. Abundan, co- esbrinadoras de Cella, a pesar de mo exhibe el Museo del Azafrán. que en esta localidad no se culti- Como curiosidad, se pueden mos- vaba el azafrán. Así dice una de trar las siguientes tomadas de es- sus estrofas: «Con aroma de las te museo: «La rosa del azafrán, flores, / que se cría el azafrán, / / es una puñetera, / que no te de- perfumarán los altares / de la ja dormir, / ni de noche ni de día», Virgen del Pilar.» Recientemente «La rosa del azafrán florece una se ha popularizado el Bolero de vez al año / y tú siempre estás flo- Monreal, de creación más mo- rida en invierno y en verano», «La derna. rosa del azafrán, / si no se coge, Como hemos visto en los datos se pasa, / así te pasará a ti, / si tus pictóricos, la existencia del culti- padres no te casan» y«Cuando vo del azafrán se remonta al siglo vas de mañanita / a coger el aza- XVIII a.C. aunque ya había alguna frán, / quisiera ser la rosada / pa- referencia a este producto unos ra poderte besar.» siglos antes. Después, otros his- En música, el azafrán ha sido toriadores como Heródoto (I a.C.) inmortalizado con la zarzuela La y Plinio el Viejo (I d.C.) hablan en Rosa del Azafrán (una versión sus obras del azafrán, lo mismo muy libre de El perro del horte- que escritores de la egipcia lano de Lope de Vega) con adap- Dinastía de Ptolomeo (I a.C.) tación y letra de Federico Romero cuentan que Cleopatra utilizaba y Guillermo Fernández-Shaw y el azafrán en sus baños calientes. música de Jacinto Guerrero. Pa - Se coincide en que su origen rece que los autores se inspira- estaría ubicado en Oriente, más ron también, según Beatriz y concretamente en Asia Menor, y Alejandro Sánchez, en algunas que sus usos han sido muy va- estrofas en las tradicionales co- riados, desde sustancia para los plas de la recogida del azafrán en embalsamamientos y culto a los Caminreal: «La rosa del azafrán, dioses hasta aplicaciones medi- / es una flor arrogante / que bro- cinales, tintes, perfumes y gas- ta al salir el sol / muere al caer la tronomía. tarde.» Y, por supuesto, tratán- En España, fueron los árabes dose de Aragón, es imprescindi- quienes introdujeron el cultivo de ble que la jota se ocupe de un esta planta alrededor del siglo X,

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MUJERES DE ALCAINE

como lo acredita la cocina his- se encaminaba en la mayor par- panoárabe de aquella época. Es te de los casos a la subsistencia, más, la etimología del vocablo se tanto para alimento de las per- acerca a la procedencia del nom- sonas como de los animales, el bre árabe az-zá’faran, ya que en móvil del azafrán era lograr in- latín es crocus y en griego kro- gresos monetarios para la com- kos. pra de ropas y enseres y obtener Se ha continuado cultivando ahorros. A la dificultad penosa del hasta la actualidad, variando los trabajo específico se añadían los focos de importancia de produc- problemas, como ya se conoce, ción por épocas. Hoy perdura en de las características orográficas Asia, Oriente Medio, Irán, Tur - de la situación de los campos pa- quía, Marruecos, Grecia, Italia y ra la labranza y mantenimiento y Es paña, donde ha decrecido des- las largas distancias de los mis- de mitad del siglo XX. En efecto, mos del pueblo para la recolec- hasta ese momento, el azafrán ción y el transporte, en el que no se extendía a casi todas las pro- se podían utilizar ni carros ni ca- vincias, quedando después res- rretillos, sino únicamente caba- tringido a La Mancha, Valencia y llerías o la carga llevada encima Teruel, donde quedó reducido a por las propias personas. Lo mis- las zonas del Jiloca y Muniesa mo que ya aparecen mujeres en con alrededores, que producían la recolección de las pinturas de el 50% del total español. En los frescos de Creta, también en Aragón se cultivaban a finales de Alcaine gran parte del trabajo del los setenta 1.080 Ha (990 en azafrán recaía en las mujeres, ex- Teruel y 90 en Zaragoza). A prin- ceptuando la labranza y parte del cipios de los ochenta decayó ca- mantenimiento. si por completo, salvo algunos ca- Alcaine vivió momentos de pu- sos testimoniales, debido a la janza en el cultivo del azafrán competencia de Marruecos y coincidiendo con la prosperidad Turquía por motivos de precio, ya de este producto en España, en que la mano de obra es más ba- Aragón y en Teruel. Se tiene rata y el proceso más sencillo, al constancia escrita del siglo XVIII venderlo sin tostar. en una publicación de la Uni - Alcaine se dedicaba al azafrán versidad de Huesca, firmada por como una parte más para com- Antonio Arteta de Monteseguro, pletar su economía. Mientras la en la que se afirma que el azafrán producción del cereal y hortaliza de Alcaine se podría exportar a

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las Indias junto al de Torrijos, junto de hojas estrechas y longi- Fuentes Claras, Azuara, Lécera, líneas, denominado cerra y la Blesa, Muniesa, Cortes, Plou, flor, llamada rosa. Esta última se Josa, Maicas, Anadón, Rudilla, compone de pétalos color mora- Alacón y Obón. Posteriormente, do-lila-violeta, tres pistilos rojos como en todos los pueblos colin- y tres estambres amarillos. Los dantes, continuó siendo una fae- estigmas rojos, hebras, constitu- na habitual y casi imprescindible, yen la parte esencial (el azafrán no llegando al nivel de otras po- propiamente dicho), recibiendo blaciones como Muniesa y Blesa, nombres diferentes: briz ne en entre otras. Duró su cultivo has- castellano y brin en Aragón. Los ta 1958. De hecho no se conoce estambres amarillos se denomi- ningún caso, como en otras po- nan drogues en Alcaine y alre- blaciones, de contrabando ni ro- dedores, y lengüetas en la zona bos ni estafas durante y después de Monreal del Campo (Teruel). de la Guerra Civil española, ni Los pétalos se llaman floraza en han permanecido arcas llenas de la zona de Alcaine y farfolla en azafrán sin vender hasta la ac- Mon real. tualidad. Pero sí que subsisten en La flor del azafrán es fuerte- nuestra memoria los bellos frag- mente aromática y de sabor mentos morados que aparecían amargo por los estigmas, muy en otoño por los montes y las efímera. La planta resiste el frío imágenes de las mesas repletas y se adapta a climas variados y de flores y montones de estam- a la sequía, aunque necesita una bres rojos, al atardecer, en las ca- cierta cantidad de agua de lluvia lles y, por la noche, en las coci- para el desarrollo del bulbo y el nas con cálidas tertulias. nacimiento de la flor.

LA PLANTA PREPARACIÓN DE LA TIERRA La planta del azafrán, cuyo nom- Normalmente su hábitat es el se- bre científico latino es Crocus sa- cano, prefiriendo suelos ligeros, tivus, es una planta de bulbo de tierras suaves, frescas, are- carnoso, redondo y achatado, nosas, con algo de cascallo y na- per teneciente a la familia de las da arcillosas. Los campos elegi- iridáceas, siendo herbácea. dos en Alcaine se circunscribían Cons ta, además de la parte bul- en líneas generales a los térmi- bosa, de nombre cebolla, que nos de las Villuendas, Val del constituye la semilla, de un con- Agua, la Pedregosa, la Fuente

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porque eran las zonas en las que El proceso de la labranza es la tierra reunía las buenas con- idéntico al que ya se describió en diciones y características enu- el artículo «La agricultura en meradas. Nunca se utilizaban tie- Alcaine. Labor de la mujer» del rras arcillosas, como, por ejemplo número 3 de LA PICA de Alcaine. la Dehesa, porque la impermea- Siempre se empleaba para rotu- bilidad contenía el agua y propi- rar la tierra el aladro (arado) y la ciaba que las cebollas se pu- reja o la vertedera, que era tira- driesen. do por caballerías a las que iba Se solía mover la tierra (arar) unido mediante el yugo (jubo) y antes del invierno para que es- las colleras. A veces se utiliza- tuviera menuda, sin terrones, ba la poligana (dos palos grue- pues, si había alguna helada, el sos que se sujetaban a un solo hielo contribuía a deshacer es- animal de tracción). tos. Convenía también espedre- gar (quitar las piedras) la tierra SIEMBRA para dar facilidades al recolectar A la acción en conjunto de la la- después las flores con los dedos, bor de campo del azafrán (za- apilando las piedras en monto- frán) se le llamaba asurcar. La nes (cantaleras) que, en algunos siembra en Alcaine se realizaba casos, servían a los pastores pa- en el mes de septiembre. Era la ra guardar racimos de uva para fecha más común en todos los su uso posterior. También era lugares, aunque en otros pue- normal y provechoso echar fie- blos, como Monreal o Lécera, se mo (estiércol) de las caballerías solía poner más en mayo o junio. y, sobre todo, del ganado para Se iniciaba la puesta de la si- esponjar la tierra y aumentar la miente con la realización de los productividad. En ambas tareas surcos. Si el campo era muy pe- se utilizaban ganchos, horcas queño, se abrían los surcos con metálicas y espuertas. un azadón (ajadón) o legona (li- Se volvía a labrar la tierra en gona), labor propia de hombres. abril, aunque muchos prescindí- Lo más usual era formarlos con an de la primera. Cuantas más el arado y vertedera de manera manos y arreglo se dieran mejor, que en la ida se abría y en la ya que la tierra tomaba más fuer- vuelta se cerraba echando la tie- za y se manipulaba con más fa- rra encima para enrunar (cubrir cilidad al sembrar. Por eso, era con tierra) las cebollas. Mientras útil binar y hasta terciar. el hombre iba delante con el ara-

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(Fotos: Manuel Val)

Espuerta.

Campo de azafrán de Muniesa.

Flores (rosas) de azafrán. Fuelle, ahumador (zahumador) y gancho.

Flores de azafrán y brines en la mesa. Cestas de Alcaine y Blesa.

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do con la poligana y una sola ca- calibraban la cantidad de bulbos ballería para patear lo menos po- para el sembrado: 8 cajas para sible, las mujeres seguían detrás un cahíz, que equivale a 800 m2). poniendo los bulbos. En otras lo- Las plantas sembradas dura- calidades, como Muniesa, Blesa, ban, en la mayor parte de los ca- Monreal o Lécera, entre otras, lle- sos, dos años. Algunas veces se garon a utilizar el rusal para es- alargaba a tres y raramente a te menester. Los surcos forma- cuatro con el agravante de que dos distaban cada uno un palmo, se reproducían excesivamente es decir, unos 20 cm. las cebollas, se formaban gran- Las cebollas se situaban en la des mazocadas con muchas ra- parte central del surco a una dis- íces y la floración se resentía y tancia de un jeme (15 cm) o un aminoraba. Había casos en otros palmo. Se colocaban dos juntas pueblos, como Blesa, donde al- en cada punto o una si era de ca- gunos agricultores solo las man- lidad muy alta o había escasez tenían un año. de unidades. Para sembrar se Las cebollas se reproducían elegían las mejores, separando cada año el doble. Cuando se las pequeñas para pienso de las arrancaban las plantas para su ovejas. En Muniesa llegaban a renovación en marzo o abril, se poner tres si eran pequeñas y procedía a limpieza, quitando las hasta cinco en los montes altos. capas, labor que recibía el nom- En cualquier caso, se ponían bre de esgallufar. A la vez, se se- muy juntas de manera que, al leccionaban las más gruesas y brotar las flores, todo el campo sanas para simiente y las otras aparecía uniforme y colorido. se empleaban para comida de La simiente se obtenía por re- ganado. Las capas desechables producción de los bulbos planta- de los bulbos se empleaban pa- dos. Generalmente procedía de ra aislante de tejados de corra- las plantaciones propias, guar- les y casillas, y la cerra verde ex- dando siempre las mejores, del traída para pasto del ganado. intercambio con los agricultores del mismo pueblo o de otros cer- MANTENIMIENTO canos y, a veces, de la compra Una vez plantados los bulbos, se en las zonas que mejor fama esperaba con expectación la ca- arrastraban como Monreal. Las ída de lluvias. Si eran escasas, medidas para bulbos era la ha- se demoraba el nacimiento y per- nega (robo en Monreal, donde día fuerza la planta naciente y, si

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eran excesivas, se formaba una jalata, donde se quemaba paja costra, que requería romperse para hacer humo, se impulsaba con ganchos balanceándolos. este con un fuelle, salía por un Otro modo de romper esta capa orificio y se insuflaba en las ga- endurecida era con una tabla con lerías de los ratones. ganchos incrustados, conducida Otra de las tareas de cuidado por caballerías y unida al yugo del azafrán era el corte de la ce- mediante dos cadenas que pro- rra, que era buen alimento para venían de dos anillas y enlaza- el ganado. Se ejecutaba este cor- ban con otra anilla que había en te al arrancar las cebollas o en el yugo. El labrador iba de pie en las que permanecían para el año la tabla y conducía a las caba- siguiente, después de la reco- llerías con dos ramales colgados lección de las rosas. en su cuello. El tercer método pa- ra rascar la tierra consistía en una RECOGIDA plancha metálica (planchuela), fa- La recolecta de las flores se em- bricada por el herrero del pueblo. pezaba a efectuar en el mes de Llevaba dos ganchos en los ex- octubre, aproximadamente para tremos y un barrón en el centro. las fiestas del Pilar, y duraba has- Se unía al arado y se llevaba al- ta finales de noviembre, brotan- go inclinada al arrastrarla. Esta do antes las de las plantas más operación de rascar la tierra se le viejas y siendo más zagueras y denominaba rader. escasas las de primer año. La La acción de rader se solía re- época de recolección coincidía petir después de mayo para elimi- con la vendimia y con la siembra nar las malas hierbas (escardar). del cereal. Una de las preocupaciones de Como algunos campos esta- los labradores la proporcionaba ban a dos horas de camino del la aparición de ratones o topillos, pueblo y había que estar en el que roían los bulbos. Para elimi- campo al hacer de día, se sa- narlos se empleaban cepos es- lía del pueblo a las cuatro de la peciales de hierro, donde que- mañana y se llegaba aún de no- daban atrapados o se ahumaban che. Se empezaba a coger flo- (zahumaban) los agujeros de las res al salir la luz y se continua- madrigueras con el fin de asfi- ba hasta el mediodía. Se debían xiarlos. El zahumador (puchero coger las flores todos los días de humo en la zona del Jiloca) porque el brizne perdía color en era un aparato cilíndrico de ho- el campo.

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Convenía coger las flores en lo, impulsado por la fuerza y can- capullo (capulladas) ya que se tidad de las flores nacidas. avanzaba más y se guardaban En esta fase del proceso parti- mejor, se conservaban más lo- cipaban hombres y mujeres, pero zanas. De esta manera se podí- sobre todo estas últimas porque an mantener algún día más, los primeros estaban ocupados en mientras que las abiertas se mus- otros menesteres. Las mujeres tiaban rápidamente. que cumplían esta misión, bien en En cada mata podía haber va- el pueblo, bien si se trasladaban a rias flores en un mismo día. Cada otro, recibían el nombre de reco- cebolla tenía varios grillones y gederas o roseras. de ellos salían las flores. Se recogían en cestas espe- TRANSPORTE cíficas, bastante grandes, llama- Metidas las flores recolectadas das cestas del azafrán. Eran de en las cestas sin apretarlas, se mimbre, muy abundante en el iniciaba el transporte al pueblo. pueblo, fabricadas por la familia Se realizaba con caballerías, de- Ramoné. En otros pueblos mez- bidamente habilitadas con el bas- claban mimbres y cañas, mimbre te, al que se sujetaba el serón. por abajo y arriba y caña en me- En él, abierto por los dos lados dio para que pesaran menos. formando dos cucuruchos, se in- Era un trabajo de una dureza troducían las cestas. O con la so- extrema, que exigía doblarse gueta pasada por el guardalomo, hasta el suelo. Estaba mal visto a la que se colgaban cuatro ces- el rodillé (apoyar la rodilla en la tas. Otras veces se cargaban ba- tierra), pero lo normal era, con el nastos directamente atados al paso de las horas, incluso tum- baste. También correspondía ha- barse completamente. cerlo a cuestas de las personas, Como ejemplo de que en llevando los hombres las cestas Alcaine la floración era intensa, en las espaldas y las mujeres en corría la leyenda hiperbólica (re- la cabeza sobre un rodete de te- cogida por Manuel Tomeo Lerín) la, o en un saco y en los brazos. de que, ya hace muchos años, Al llegar a casa, se tendían las Miguel Peña, el Tena, acudió al flores en ropas, mantas y sacos asurcau en plena noche, se tum- por toda la casa para que des- bó a dormir encima del azafrán prendieran el agua y la humedad y, cuando despertó se encontra- y conservaran el frescor, ayu- ba flotando a un palmo del sue- dando así a mantenerse más

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(Fotos: Manuel Val)

Balanza, peso y romana encima del arca.

Hanega.

Cedazo (ciazo) de piel.

Cedazos (ciazos) de seda. Gancho, legona, azadón (ajadón) y espuerta.

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tiempo. Si las cogías calientes se siones se llegaba a esbrinar en echaban a perder antes. los corrales del monte. Se em- pezaba a esbrinar al volver del DESBRIZNADA campo y se prolongaba la vela- La fase más conocida, poética y da hasta la medianoche, tenien- mitificada del proceso de la cose- do que utilizar, a veces, por falta cha de azafrán, es, sin duda, el de luz los candiles de aceite o hecho de desbriznar (esbrinar en de carburo. Aragón y mondar en La Mancha). La tarea de desbriznar, aun- Era un acto familiar que congre- que parecía sencilla, requería ha- gaba a toda la familia y vecinos bilidad, destreza y constancia, alrededor de una mesa, en la que, que se medía por el movimiento además de trabajar, se estrecha- de las manos, la cantidad acu- ban lazos a través de la conver- mulada en el montón y la colo- sación. cación y limpieza de los briznes, Esbrinar consistía en extraer que tenían que caer en la misma de la flor, abriéndola si estaba ce- dirección y solo la parte roja, sin rrada, los brines (briznes) rojos mangos y sin drogues. y, a veces, también los drogues Este trabajo era desempeña- amarillos, separándolos de los do prioritariamente por mujeres, pétalos de las flores (floraza). Se participando también algunos va- esbrinaba sentados alrededor de rones, pero llevando siempre me- una o varias mesas redondas, jor fama las féminas. No queda- cuadradas o rectangulares, ge- ban exentos de este menester los neralmente de madera de pino, niños y niñas, a quienes, para colocando las flores encima. El motivarlos, les colocaban en la azafrán (los brines) separado se mesa una porción de chocolate echa en un plato o platillo hecho o caramelos con el fin de que, con cualquier hojalata o en mon- cuando lo cubrieran de hebras, tones lo mismo que los drogues, serían de su propiedad. cuando se destinaban a la venta para fabricación de tintes. La flo- TOSTADO raza se recogía en capazos, bal- El proceso de producción del des o espuertas para tirarla. azafrán concluía con el tostado, Las mesas de desbriznar se operación consistente en secar colocaban en las cocinas y pa- (sudar) las hebras obtenidas tos- tios de las casas y hasta en las tándolas al fuego. Se extendía el calles, aunque en algunas oca- azafrán en cedazos (ciazos) y se

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ponía a sudar encima de brasas (Fotos: Manuel Val) sin llama que se colocaban en cocios (cuezos), braseros, es- tufas o cocinillas con una capa de ceniza debajo para que dura- ran más tiempo. Las brasas se obtenían con leña o con la par- te más gruesa de la paja de ce- real. Los cedazos más antiguos eran de piel, después se pasó a la seda y finalmente al nailon. Candiles de aceite y carburo. CONSERVACIÓN Una vez obtenido el fruto final, calculando que para un kilo de azafrán tostado se necesitaban más de 130.000 flores, y que el rendimiento oscilaba entre 6 y 15 kg de azafrán por Ha, llegaba el momento de guardarlo hasta su uso o venta. Se envolvía en pa- ños, pañuelos o talegos y se conservaba en arcas de made- ra, desprendiendo un olor inten- so que impregnaba toda la casa, incluso las ropas, y espantaba Cocio (cuezo) para el secado. a los bichos y ratones. El periodo de conservación del azafrán es muy largo, aunque el mercado valora más el joven. No obstante, se mantenía muchos años hasta lograr una venta fa- vorable.

VENTA La totalidad del azafrán cose- chado y elaborado se destinaba a la venta, aunque se guardaba

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da (10 gr) y la perra chica (5 gr). Para las cebollas funcionaban las romanas grandes y la ya citada hanega, medida de áridos.

USOS Los usos del azafrán han sido muy variados desde la antigüe- dad, como datan las imágenes pictóricas y los textos escritos. Este producto ha sido siempre muy considerado y valorado por sus propiedades, sobre todo cu- linarias y medicinales. Actualmente, la primera utiliza- ción del azafrán cuantitativamen- te la absorbe la industria farma- céutica, en concreto, la alemana. Reja. En cuanto a variedad, presen- ta múltiples aplicaciones en la algo para el uso doméstico. gastronomía. Esta especia sirve Compradores procedentes de para condimentar, aromatizar y Monreal del Campo, de Albacete colorear diversidad de manjares y Valencia acudían a Alcaine y tanto salados como dulces, des- demás pueblos para comprarlo de arroces, pastas, patatas, pes- directamente en las casas. cados, escabeches hasta postres, Exigían que estuviera tratado con panes y cafés. Se consume con esmero, es decir, además de li- asiduidad en la cocina europea, bre de impurezas, tostado sua- japonesa, árabe e india. vemente. En menor medida, una parte El pesaje del azafrán seco se de la producción del azafrán va efectuaba con romanas peque- destinada a la fabricación de tin- ñas, pesos y balanzas casi siem- tes para ropas y cabellos y a cre- pre rústicas, aunque los mayoris- ar esencia para perfumes. tas traían las llamadas balanzas de oro, muy finas y precisas. Las SITUACIÓN ACTUAL pesas usadas eran la libra (360 La cosecha del azafrán era de gr), la onza (30 gr), la perra gor- suma importancia en bastantes

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pueblos, pues su venta suponía ceso de elaboración era más la mayor fuente de ingresos pa- sencillo en todos ellos, ya que ra el agricultor. De esta mane- prescindían de la fase de tosta- ra, se disponía de dinero para do (larga y esmerada) y en los comprar ganado o comprar ca- últimos lugares la mano de obra sa. En tiempos pasados, se ven- era más barata. día con mucha facilidad. Aunque la calidad del azafrán En Alcaine nadie hizo fortuna español era superior al resto por con este género. Era un ele- las características de localización mento más de la cadena de eco- y de elaboración (secado al fue- nomía de subsistencia, que pro- go), el mercado normal no lo porcionaba los ingresos para apreciaba. El grado de calidad se comprar los artículos que no pro- mide por la cantidad de glucosa, porcionaban el campo ni los ani- que la da el sol y el calor del cli- males. Es notorio que en Alcaine ma de agosto y la altitud. la producción cubría muchas ne- Pero, en estos momentos, la in- cesidades, pero era escasa. dustria demanda calidad y centran Circulaba en el pueblo un dicho su mirada en España, donde el muy plástico que reflejaba esta precio por kilo ha superado los realidad: «El que no tenía un co- 3.000 euros. Esta nueva pers- rro de azafrán y un pegullo de pectiva podría cambiar la situa- ovejas, no tenía nada.» ción, aun teniendo en cuenta que Alcaine abandonó el cultivo an- las condiciones de trabajo en la tes que otras zonas llanas, pues, cosecha han variado poco, ya que las dificultades del terreno, que solo se ha mecanizado la fase de imposibilitaba el uso de carros y labranza. El resto sigue siendo tra- tractores, y las largas distancias bajo manual y artesano. suponían un incremento a los problemas de cultivo de otros lu- NOTA: Mi agradecimiento a todas las gares. personas y entidades que me han pro- porcionado información para este re- En efecto, las zonas que per- portaje: Agustín Burillo, Dolores Adán, duraron hasta los años ochenta, Jerónimo Pomar, Jesús Quílez, Manuel se vieron en la necesidad de de- Tomeo, José Manuel Serrano (Alcaine), jarlo por la competencia de otros Melchor Belenguer, Fermín Magallón mercados, como el griego y el (Blesa), Félix Yus, Teresa Lou, José Royo (Muniesa), Bernardo Villarig (Josa), italiano y, en mayor medida, el Charo Rizos (Monreal del Campo), La turco, el iraní y el marroquí. La Voz de Alcaine y Museo del Azafrán de explicación radica en que el pro- Monreal del Campo.

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REPORTAJE El escritor Javier Tomeo, descendiente de Alcaine Manuel Val Lerín

l bagaje ancestral de cual- didos y tétricos, la ambigua sole- quier persona, en sentido dad del pantano y la extrema du- Emetafórico y amplio de tra- reza del modus vivendi. dición cultural, étnica y emocional, Javier Tomeo Estallo nació en influye casi con toda seguridad en 1932 en la localidad oscense de las vivencias y trayectoria de vida Quicena, de donde también era desarrolladas. Efectivamente, nativa su madre. Cursó sus pri- cuando conocí personalmente a meros estudios en Ayerbe y con- Javier Tomeo, hace más de diez tinuó después en Barcelona, lu- años, en un acto del programa gar al que emigraron sus padres, educativo Invitación a la Lectura como otros muchos aragoneses en el IES El Portillo de Zaragoza, de poblaciones pequeñas, en bus- aparte de empatizar rápidamen- ca de tierras mejores y de traba- te con él y experimentar la sensa- jo. «Soy producto, lo mismo que ción de lazos comunes, me im- mis padres, de lo que se llama la presionó su sincera sensibilidad y diáspora aragonesa. Pero siem- su evidente añoranza de Alcaine, pre me he sentido muy aragonés, pueblo natal de su padre, que él aragonés con residencia en todavía no ha visitado por temor a Cataluña. Creo más en la sangre sufrir emociones excesivamente que en la tierra. Además, mantu- fuertes. Por otro lado, no es arries- vimos el contacto con Quicena, gado establecer nexos de unión o volviendo todos los años», con- relación entre el universo literario fiesa Tomeo. de Tomeo y las imágenes de Se licenció en Derecho y Cri - Alcaine, caracterizadas por la es- minología en la Universidad de pectacularidad del paisaje, los en- Barcelona, aunque no llegó a crespados riscos, los sinuosos ca- ejercer con plenitud ninguna de minos y veredas, la profusión de las dos profesiones, trabajando cuevas y simas, los rincones sór- solo unos años como pasante, es

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El escritor Javier Tomeo, descendiente de Alcaine

Algunas de las obras de Javier Tomeo.

decir, como secretario o ayudan- te personal de un abogado. La elección de abogacía se basó, en primer lugar, en el criterio de ex- clusión ya que no había en Barcelona Ingeniería Agrónoma —era su preferencia— y, en se- gundo, por convicción y por la au- reola que la envolvía. «Pensaba que era la carrera que más se adaptaba a mis cualidades. Tenía una visión romántica de este tra- a punto de acabar la carrera, des- bajo, quizá por las películas, en cubrí que me gustaba contar co- las que los abogados aparecían sas. Escribí un artículo sobre la como salvadores de buenas cau- Semana Santa en Barcelona y lo sas. Tenía buena prensa. Sin em- mandé al periódico Nueva Espa - bargo, poco a poco me fui des- ña de Huesca. Lo publicaron y engañando de la profesión. Era me animó. Entonces empecé a maravillosa si hubieras podido escribir en más periódicos», re- elegir a los clientes y defender cuerda Tomeo. causas justas, pero me di cuenta Tras sus escarceos con la es- de que tenías que coger todo ti- critura, con abundantes colabo- po de clientes. Era difícil elegir.» raciones en prensa y con la pu- Javier Tomeo no fue un escri- blicación, bajo pseudónimos, de tor precoz de inclinaciones cla- varias novelas del oeste y ensa- ras ni en la escuela ni en la épo- yos históricos sobre la esclavitud ca de bachillerato. «No soy y brujería, se produce su incur- escritor de vocación. Ya era ma- sión en el mundo de la literatura yor cuando empecé. Un día, ya reconocida en 1967 con la nove-

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REPORTAJE

la El cazador. Desde este mo- La temática de las obras de mento su actividad literaria no ha Tomeo se centra en problemas cesado, como confirma la exten- humanos, se integra en perso- sa batería de obras publicadas, najes solitarios o complicados y que superan la cifra de cuarenta, se desarrolla en atmósferas os- resultando difícil destacar algu- curas, tenebrosas e intrigantes, na de ellas. No obstante, quizá sin circunscribirse cada tema a sean dignas de mención El Uni - una obra sino mostrando inte- cornio (1971), premiada en Bar - rrelación en muchas de sus pro- bastro (Huesca); Amado mons- ducciones, es decir repitiendo truo (1985) por presentar un personajes y aspectos de un mis- estudio introspectivo de la psico- mo tema en varias obras. Es in- logía del ser humano; Bestiario dudable que en un principio los (1988) con la elección de anima- temas de Javier Tomeo tenían in- les como personajes y con ilus- fluencias de Kafka, pero después traciones en la reedición del año su evolución le conduce a per- 2000 del zaragozano Natalio Ba - sonalizarse, identificarse con el yo; Diálogo en re mayor (1991), cineasta de Calanda Luis Buñuel, que editó el Gobierno de Aragón, admitir toques surrealistas y ab- ilustrada por el oscense Alberto surdos, transmitir humor e ironía Carrera; La agonía de Proserpina y sacar su vertiente aragonesa. (1993) con la aparición por pri- «Cuando empecé a escribir, en mera vez de un personaje feme- España estaba de moda la lite- nino; Conversaciones con mi ami- ratura realista-social. A mí no me go Ramón (1997) por el uso del interesaba esta temática. Por diálogo con un amigo real; El can- eso, me dediqué a escribir lo con- tante de boleros (2005) por pre- trario: temas kafkianos. Las per- sentar el tema de la amistad co- sonas de mi alrededor intentaban mo conflicto y contraste con el convencerme de que eso no se mundo externo; Cuentos perver- llevaba. Como buen aragonés, sos (2002) por ser prototipo de aplicaba el dicho de chufla, chu- este género en el que Tomeo se fla, como no te apartes tú. desenvuelve magistralmente, y Después, cambió la situación y alguna de sus últimas obras, co- ya me fue más fácil publicar», ra- mo Doce cuentos de Andersen zona el escritor, que añade: contados por dos viejos verdes «Claro que leí a Kafka. Es uno (2005), en las que el sexo está de los autores clásicos que más muy presente. me gusta, logró lo que me gus-

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El escritor Javier Tomeo, descendiente de Alcaine

El escritor Javier Tomeo, durante su entrevista con Manuel Val.

taría hacer, utilizando su misma a los tres estadios del ser huma- técnica. En realidad, me parez- no: el ello, en el que prima el in- co a él antes de conocerlo. Por consciente, lo salvaje, las pul- otra parte, Kafka estaba presen- siones, los deseos; el yo o te antes, ahora no. En lo mío es- elemento regulador de lo coti- tá el cazurro aragonés, el humor diano y normal, y el super yo o y la ironía. Me apasiona Buñuel, condicionante moral vigilante. el inesperado encuentro entre Como muy bien lo define el crí- Buñuel y Kafka.» También Freud tico, escritor y profesor Ramón está presente en muchas intros- Acín, Javier Tomeo es un escri- pecciones realizadas en perso- tor extraño y raro en el sentido najes y diálogos casi de psicoa- de original y con personalidad. nálisis, como confirma el literato: Para él Tomeo es «un autor que «En los estudios de Criminología siempre resulta gustoso y denso, estudié a Freud y me impresionó sugerente e intranquilizador, di- la teoría del ello, el yo, y el super vertido y trágico… la extrañeza, yo.» En efecto, se refiere Tomeo lo raro, la anormalidad, etc., co-

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REPORTAJE

habitan con el resto de los ele- en la extensión de sus escritos mentos». con traducciones e implantación Tomeo es un autor de gran en varios países como Francia, profundidad, soterrada bajo una Alemania, Italia, Países Bajos, escritura sencilla, sobria y fácil Suecia, Dinamar ca, Fin landia, de leer. Presenta dramas, pro- Polonia, Estados Unidos, Brasil, blemas e interrogantes suma- Israel, China… La segunda mues- mente serios, adobados con una tra la gran aceptación de sus presentación humorística. «Me obras en el ámbito teatral y la con- gusta la claridad y la economía siguiente adaptación a este gé- de palabra del lenguaje. La no- nero. Así, por ejemplo, se han vela tiene que ser como un ca- transcrito a teatro Amado mons - ramelo, envuelto con un material truo (París y Zaragoza), El caza- transparente, con sabor difícil», dor de leones (Francia y España), comenta Tomeo a la vez que in- El castillo de la carta cifrada cide en los fines de la literatura: (Alemania y Francia), y La agonía «Para mí la literatura es un ins- de Proserpina (Zaragoza), entre trumento de primera magnitud otras. «He gustado fuera porque cultural con la función de hacer escribo sobre arquetipos. En reflexionar a los lectores sobre Amado monstruo yo creía que re- los problemas vitales sin ofrecer flejaba a la madre española. No. soluciones. Es un instrumento de Era igual en todos los países.» perfeccionamiento para el lector. Sin embargo, es obvio, el es- Las soluciones que las den los critor empezó y tuvo apoyo y éxi- teólogos, economistas, etc. El li- to dentro de nuestras fronteras. terato debe señalar dónde aprie- «Mi primera novela la publiqué en ta más el zapato y que otros mo- Barcelona. Allí tengo seguidores difiquen.» En realidad, Javier que, aunque no son legión, son Tomeo toma sus personajes de buenos. A raíz de mis obras en la vida y ellos marcan la pauta Barcelona, se tradujeron a otros con automatismo. «No sé lo que idiomas y se hicieron adaptacio- va a pasar a mis personajes. nes a teatro.» También su irrup- Ellos van haciendo a ellos mis- ción literaria en Aragón, gracias a mos, se van desarrollando», ex- Ramón Acín y Félix Romeo, y su presa. dilatada estancia han sido positi- Tomeo reúne dos característi- vas. Logró el premio de novela cas, externas a su obra, de suma corta Ciudad de Barbastro con El importancia. La primera consiste Unicornio en 1971, ejerció de pre-

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El escritor Javier Tomeo, descendiente de Alcaine

gonero de las fiestas del Pilar en Alcaine: «Conozco Alcaine sin ha- 1989, obtuvo el premio Aragón a ber estado allí y quiero conser- las letras en 1994, fue Medalla de varlo tal como lo tengo imagina- Oro de la ciudad de Zaragoza en do. Es una joya en una urna y no 2005 y da nombre a una calle en quiero que lo estropee el aire de Zaragoza. En el plano editorial, la realidad.» publicó con la DGA (Diputación General de Aragón) y próxima- OBRAS DE JAVIER TOMEO mente lo va hacer con el editor Ceguera al azul (1969), El Unicornio aragonés Juan Casamayor en la (1971), Los enemigos (1974), El cas- editorial Páginas de espuma. Esta tillo de la carta cifrada (1979), Amado edición la dirigirá Daniel Gascón, monstruo (1985), El cazador de pa- que, junto con Antón Castro, es- lomas (1989), El gallitigre (1990), El cribió el libro Parábolas y mons- mayordomo miope (1990), Problemas truos de Javier Tomeo. «Yo sí que oculares (1990), El discutido testa- mento de Gastón de Puyparlier soy profeta en mi tierra. Me sien- (1990), Diálogo en re mayor (1991), to apreciado. Me han tratado bien. Patio de butacas (1991), Preparativos Tengo lectores y devotos admi- de viaje (1991), La agonía de radores», afirma el escritor. Proserpina (1993), Zoopatías y zoo- Javier Tomeo se considera ara- filias (1993), Los reyes del huerto gonés y alcainés. No ha estado (1994), Los bosques de Nyx (1995), La máquina voladora (1996), El cri- nunca en Alcaine y no sabe si la men del cine Oriente (1995), Con - emoción le permitirá la visita físi- versaciones con mi amigo Ramón ca, pero siente en su interior los (1997), Un día en el zoo (1997), El al- pálpitos y las influencias de allí. fabeto (1997), Napoleón VII (1999), «La mitad de mis cromosomas Los misterios de la ópera (1997), La son de Alcaine. Mi padre es un rebelión de los rábanos (1999), ejemplo: trabajador, serio, duro. Patíbulo interior (2000), La patria de las hormigas (2000), Otoño en Be - Alcaine está en mí, dentro de mí. nasque (2000), El canto de las tortu- Soy parte. Se manifiesta por una gas (2000), La soledad de los piró- parte u otra. Son mis fuerzas te- manos (2001), Cuentos perversos lúricas. Soy producto de allí, de (2002), La mirada de la muñeca hin- la tierra. Mi padre está en mí. chable (2003), Los nuevos inquisido- En esta relación de padre a hi- res (2004), El cantante de boleros (2005), Doce cuentos de Andersen jo está la inmortalidad, según contados por dos viejos verdes Unamuno», asevera Javier Tomeo, (2005), La noche del lobo (2006), Los que concluye con la manifesta- amantes de silicona (2008), Pecados ción de su emoción profunda por griegos (2009).

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ALCAINE: TIERRA DE ACOGIDA Los niños adoptados de Alcaine En memoria de todos nuestros queridos padres, abuelos y bisabuelos que fueron niños adoptados en Alcaine

Mercedes Gascón Pomar Jerónimo Pomar Expósito con sus nietos M.ª Teresa, Mercedes, M.ª Dolores e Ignacio. (Foto cedida por: M. Gascón) medida que vas creciendo llos momentos no podía ser es natural querer descu- consciente de que esa historia, Abrir quién es tu familia y la para mí única, era compartida historia de tus antepasados. Los por mi abuelo con muchos otros niños que hemos tenido la suer- niños. te de tener abuelos, y tiempo pa- Tal impresión dejaron en mi ra compartir con ellos, hemos po- mente infantil las conversaciones dido disfrutar de la transmisión con mi abuelo que, ya siendo oral de grandes relatos, no solo adulta, he intentado responder del núcleo familiar, si no de la co- algunas de las preguntas para las munidad a la que pertenecieron. que él, desgraciadamente, no ob- Mi primer descubrimiento de tuvo respuesta. que existían niños adoptados fue Investigando sobre los niños a través de mi abuelo Jerónimo adoptados en Alcaine, hemos en- Pomar Expósito el Cuadrao, contrado documentación desde cuando tan solo tenía 6 o 7años. el año 1876 hasta 1939. Lo pri- Al preguntarle quienes eran sus mero que sorprende, al cotejar padres, fue explicándome su his- los datos, es el importante nú- toria que, para una niña de mi mero de niños adoptados en un edad encerraba el encanto del pueblo relativamente pequeño: misterio y la aventura. En aque- 32 niñas y 48 niños.

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Los niños adoptados de Alcaine

Cuadro 1. Listado de niños adoptados en Alcaine de 1876 a 1939 (los niños conocidos aparecen en color rojo)

AGUADO EXPÓSITO, Salvador GRÁCIA EXPÓSITO, Pedro ALBAR ULLAQUE, Dorotea (Dorotea) GUTIERREZ EXPÓSITA, Agustina ALCIBAR EXPÓSITA, Ramona HERNÁNDEZ EXPÓSITO, José ARMENGOT EXPÓSITO, Canuto HUERTA EXPÓSITO, Gregorio ARTIGAS EXPÓSITA, Ramona IRANZO EXPÓSITA, Carmen ARTIGAS EXPÓSITO, Salvador JORDANA EXPÓSITA, Isidra BADRAGEN EXPÓSITA, María LACASETE EXPÓSITO, Serafín BERIAIN EXPÓSITA, Guadalupe LAHOZ EXPÓSITO, Joaquín (Cafetero) BUENO EXPÓSITO, Mariano (Juanaca) LAUSIN EXPÓSITO, Mariano CADENAS EXPÓSITO, José (Cadenas) LÁZARO EXPÓSITO, Manuel CAJAL EXPÓSITO, Ambrosio LÓPEZ EXPÓSITO, Cayo CANOBA EXPÓSITO, Pedro LÓPEZ EXPÓSITO, José Joaquín CÁNOVAS EXPÓSITO, Mariano LÓPEZ EXPÓSITO, Juan (Canovas) LOSILLA EXPÓSITO, Agustín CASERO EXPÓSITO, Gregorio LUNA SANTOS, Ángeles (Roya) CASTILLO EXPÓSITA, Agustina MAICAS EXPÓSITO, Saturnino CESTER EXPÓSITO, Juan MANRRIQUE EXPÓSITA, Dolores CORTES EXPÓSITA, Engracia (Sorda) DÍAZ GÓNZALEZ, Alfonso (Conejo) MARTINEZ EXPÓSITA, María EXPÓSITA, María MEDIERO MILLAN, Emilio (Plumo) EXPÓSITA, María de las Nieves MENDIVIL EXPÓSITA, Orosia (Orosia) EXPOSITA, María del Pilar MIGUEL EXPÓSITO, Esteban EXPÓSITO, Íñigo MIRANDA EXPÓSITO, José FERRER EXPÓSITA, Hermenegilda MONREAL EXPÓSITO, Amadeo FUENTES EXPÓSITO, Manuel (Amadeo) GALLEGO EXPÓSITA, Mercedes MUNISA EXPÓSITA, Concepción GARCÉS EXPÓSITO, Bienvenido NAGER EXPÓSITA, Marcelina GARCÍA EXPÓSITO, Salvador NAVARRO EXPÓSITA, Paulina GASCÓN EXPÓSITO, Dionisio PLENAS EXPÓSITO, Francisco GASQUE EXPÓSITO, Florencio POMAR EXPÓSITO, Jerónimo GÓNZALEZ EXPÓSITO, Miguel (Cuadrao) GRACIA DE EXPÓSITA, Genara QUINTANA EXPÓSITO, Francisco GRACIA DE EXPÓSITA, Inés ROMERO EXPÓSITA, Pascuala GRACIA DE EXPÓSITA, María SALES DE EXPÓSITO, Francisco GRACIA DE EXPÓSITA, Sebastiana SAMITIEL EXPÓSITO, Leandro GRACIA DE EXPÓSITO, Benito SÁNCHEZ EXPÓSITO, José (Sanche) GRACIA DE EXPÓSITO, Carlos SANTOS EXPÓSITO, José (Cumbe) GRACIA DE EXPÓSITO, Nicolás SEGURA EXPÓSITA, María (Fariña) GRACIA DE EXPÓSITO, Pascuala SEVILLA EXPÓSITO, Marcos GRACIA DE EXPÓSITO, Vicente TAJADAN EXPÓSITO, Mariano GRACIA EXPÓSITO, Antonio ZARAGOZA EXPÓSITA, Martina GRACIA EXPÓSITO, Míguela ZUFERRI EXPÓSITA, Pabla

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ALCAINE: TIERRA DE ACOGIDA

Evidentemente, esta realidad un millón, aunque en el primer puede extrapolarse a todo el te- tercio el abandono fue muy in- rritorio nacional, ya que las ca- tenso, pero por causas diferen- racterísticas económicas, cultu- tes, derivadas mayoritariamente rales e incluso religiosas de la por las consecuencias de la sociedad de su tiempo favore cían Guerra Civil. En Alcaine, sin em- el fenómeno de la adopción. bargo, no fue adoptado ningún A continuación presentamos, niño después de 1939. a grandes rasgos, las preguntas que cualquier niño adoptado aca- ¿Cuál es mi origen? ¿Quiénes ba haciéndose. fueron mis padres biológicos? Según me explican las familias, ¿Por qué me abandonaron? la mayor parte de los niños adop- Mi abuelo nació en el año 1890. tados de Alcaine conocidos (ver Según la documentación con- Tabla 1), al igual que mi abuelo, sultada, durante el siglo XIX y pri- procedían de la Maternidad e mer tercio del siglo XX, los moti- Inclusa Provincial de Zaragoza y vos principales del abandono de la Casa de la Misericordia, a eran el temor a la deshonra, en excepción de Orosia Mendivil el caso de los nacidos ilegítimos, Expósita, originaria de Navarra y y la miseria que impedía a los pa- José Sánchez Expósito que fue dres y/o familiares allegados la traído de Albalate del Arzobispo crianza del hijo. En casos ex- (Teruel). cepcionales, la enfermedad de la Para evitar el infanticidio y ga- madre y la muerte de los proge- rantizar el anonimato que pre- nitores. serva la honra, a partir del siglo Durante casi cuatro siglos (de XIX, la ley ordenaba que hubiese finales del siglo XVI a la primera en cada distrito al menos una mitad del siglo XX) el número de Maternidad, Inclusa o Casa de niños abandonados inscritos en Expósitos… con torno para que las inclusas españolas superó los la madre pudiera tener la libertad cinco millones. En el siglo XIX, en de depositar a su hijo sin ser vis- España existían 149 inclusas re- ta por la persona que lo recibía. gistradas oficialmente y se esti- Mi abuelo me explicaba que tan- ma que durante ese periodo fue- to a él como a otros niños los de- ron abandonados dos millones jaron en esa rueda; las religiosas de niños. A medida que avanza de la maternidad lo recogieron el siglo XX se reduce el número a y así nunca pudo saber quién era

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Los niños adoptados de Alcaine

Torno donde se abandonaba a los niños. José Sánchez Expósito, niño adoptado de Alcaine, con María Isabel. su madre. Él siempre se pre- les inscribían en el Registro Civil. guntaba si eso era cierto porque Lo más frecuente era ponerles su primer apellido era Pomar y Expósito, que en latín significa no Expósito. ¿Sería ese el ape- «puesto fuera», abandonado. A llido de su madre?, se pregunta- menudo también se utilizaron tér- ba. Todos los niños de Alcaine, minos religiosos (de la Iglesia, de a excepción de Ángeles Luna la Cruz, de Dios, etc.), nombres Santos murieron sin poder con- de santos, nombre de la parro- testar a esa pregunta y sin saber quia donde fueron bautizados, lu- quiénes fueron sus padres bio- gar de origen, lugar dónde se han lógicos. encontrado (de la Calle, del Corral, de la Iglesia, del Prado, ¿Por qué me pusieron esos del Río), etcétera. apellidos? En la provincia de Zaragoza Los apellidos para los hijos de pa- y Teruel era común ponerles de dres desconocidos eran escogi- Gracia y Gracia. Podemos cons- dos por los directores de los or- tatar este hecho leyendo el do- fanatos, por los curas que les cumento que se adjunta en el bautizaban o por los jueces que Cuadro 2.

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ALCAINE: TIERRA DE ACOGIDA

Cuadro 2. Registro Civil de un niño abandonado en Alcaine (transcripción literal)

Número 13 – Martin de Gracia (Expósito)

En la villa de Arcaine Bespín, y como no fuera á las diez de la mañana este el funcionario á quien del dia veinte y uno de lo debia hacer lo presen- Julio de mil ochocientos ta hoy al Sr. Juez muni- setenta y seis, ante D. cipal en cumplimiento al Silvestre Burillo, Juez artº 47, caso 7º de la Ley municipal, y D. Camilo de Registro civil, como ca- Martin, Secretario inte- beza de familia de la ca- rino, compareció Martin sa donde ha sido aban- Martin y Candial, natu- donado dicho niño, á ral de esta villa, término quien se le habia puesto municipal de la misma, el nombre de Martin y provincia de Teruel, ma- apellido de Gracia, por ser yor de edad, casado, de padres incognitos. jornalero de campo, do- Todo lo cual presen- miciliado en la de su ciaron como testigos D. naturaleza, calle del Gregorio Lou y Flor, na- Cabe zuelo, número 68, tural de Muniesa, término presentando con el ob- municipal del mismo, pro- jeto de que se inscriba vincia de Teruel, mayor en el Registro civil, un de edad, casado, profe- niño; y al efecto como sor de primera enseñan- comprendido en el número séptimo del arti- za, y domiciliado en esta villa de Arcaine, ca- culo 47 de la Ley del Registro civil declaró: lle del Cabezuelo; y Joaquin Anadon, natural Que dicho niño habia sido dejado á la puer- de la presente villa, término municipal de ella, ta de su casa habitación á la una de la ma- provincia de Teruel, mayor de edad, de ofi- ñana de ese dia en un capazo, avisandole cio carpintero, y domiciliado en el de su na- para que lo recogiera con ciertos golpes que turaleza, su estado casado. dieron en dicha puerta de su casa, sin que Leida integramente esta acta, é invitadas pueda decir quien la dió, pues salió inmedia- las personas que deben suscribirla, á que le- tamente á la calle y solo encontró á dicho ni- yeran por sí mismas, si asi lo creian conve- ño, metido en el mencionado capazo, en- niente, se estampó en ella el sello del vuelto en dos pañales de hilo, ambos Juzgado municipal, y la firmaron, el Sr. Juez deteriorados y una mantilla de indiana tam- y testigos, no el declarante por no saber, de bien en mal uso, camisa blanca, de algodón, todo lo que yo el Secretario certifico. y cofia blanca, de hilo, á la cabeza, liado con Firmas de: una cuerda de algodón, sin que tuviera con- Silbestre Burillo, Gregorio Lou, Joaquin sigo cedula ni documento alguno; que igno- Anadon y Camilo Martin, Srio. Intº ra quienes sean sus padres y que no tiene la menor noticia de su origen. Que en seguida Documento de Martín de Gracia lo llevó a casa del Sr. Alcalde, D. Joaquin (Expósito). (Ayuntamiento de Alcaine)

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Los niños adoptados de Alcaine

¿Por qué me adoptaron mis dando a Zaragoza con un burro actuales padres? y volvieron muy contentos al pue- Los padres de mi abuelo blo, porque habían tenido la suer- Jerónimo se llamaban Ignacio y te de que les dieran un niño. Catalina, eran labradores y te nían Durante el periodo de lactancia dos hijas: Ramona y Encarnación. que duraba 15 meses, podían Les tocó vivir en la España de si- amantar o devolver al niño. Pero glo XIX, tiempos difíciles para unos ni mi abuelo, ni ningún niño agricultores humildes como eran amantado en Alcaine retornaron ellos, cuya escueta economía de a la inclusa, excepto Ángeles supervivencia les obligaba a bus- Luna, que fue devuelta a los 13 car aportes económicos extras. años de edad. Como otras muchas mujeres del Después del periodo de lac- pueblo y más de 30.000 que vi- tancia comenzaba el periodo de vieron en ese siglo, tuvieron la op- media lactancia (denominada así ción de amamantar a niños que aunque ya no implicaba lactan- habían sido abandonados por 15 cia, sino otro tipo de alimenta- pesetas mensuales, que eran pa- ción) que era de 7 años para los gadas cada tres meses. niños y 9 para las niñas (poste- Según mi abuelo fueron an- riormente reducido a 5 y 7, res-

Ángeles Luna Santos (séptima de la fila superior, de izquierda a derecha). (Foto cedida por: Cipriano Gil)

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ALCAINE: TIERRA DE ACOGIDA

pectivamente). Durante ese pe- adoptaron. Compró una casa en riodo recibían la mitad del sala- la calle del Cabezuelo número rio. Pasado ese periodo debían 43, donde vive con su esposo. plantearse que hacían con el ni- Durante el periodo estival disfru- ño, pero toda la familia les había ta de la compañía de su hija, su cogido tanto cariño que… ¿có- hijo, su nieto y sus dos nietas. mo iban a devolverlo? Le pregunto a Ángeles si le im- Mientras cobraban por la ali- portaría explicarme cuales fue- mentación del niño, el Juez de ron sus vivencias como niña Paz, el párroco o el médico local adoptada y me relata su historia: debía firmar la fe de vida, que aseguraba que el expósito seguía «Mis padres vivo, para evitar la picaresca de biológicos se lla- seguir cobrando los pagos en ca- maban Santiago so de que el niño hubiera falleci- y María y eran do. Las Inclusas no tenían espe- originarios del El cial interés en recuperar a los Frago (Segovia). niños y así fue como mis tatara- Tuvieron dos hi- buelos, como los otros padres jos mayores que adoptivos de Alcaine, se queda- yo. Mi madre tuvo la desgracia ron a su hijo adoptivo. Cuando de dar a luz en plena Guerra Civil dejaron de cobrar se convirtió en y morir durante el parto. En unas su hijo para siempre. circunstancias tan difíciles mi pa- Mi abuelo me explicaba que dre no pudo hacerse cargo de un siempre lo trataron como si fue- bebé recién nacido. Necesita a ra hijo propio y tanto sus padres alguien que me amantara y me como sus dos hermanas le ex- cuidara, y decidió entregarme al presaron un gran cariño. Los po- Hospicio de Zaragoza: el Hogar cos bienes a repartir se hicieron Pignatelli. a partes iguales. «Pocos», a de- »Un mes después de mi naci- cir de mi abuelo, «porque éramos miento Manuel Adán Val el Royo muy pobres». y Manolica Val Muniesa, me tra- En la actualidad la única su- jeron a Alcaine para amaman- perviviente de los niños adopta- tarme. Viví con mis padres adop- dos de Alcaine es Ángeles Luna tivos y sus dos hijos: Jerónimo y Santos, de 76 años de edad. Manuel, hasta que tuve 13 años Tras su jubilación decidió volver de edad. Tuve una infancia feliz a vivir en el pueblo donde le y una difícil adolescencia. Era

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Los niños adoptados de Alcaine

una niña muy rebelde, pero sin ron que debía dejar el hospicio. crueldad. No hacía mucho caso Me enseñaron un listado con di- a mis padres. Me enviaban a la ferentes ciudades y centros de escuela y yo casi nunca iba, pre- la misma orden religiosa (orden fería ir a jugar por La Solana. Un de Santa Ana), y yo elegí el día mis padres adoptivos deci- Hospital Clínico de Barcelona. dieron devolverme al hospicio y En ese centro me daban acogi- ahí empezaron los días tristes y da hasta que encontrara trabajo difíciles para mí. y después debía buscarme yo Los primeros días de vuelta al sola la vida. Preguntando en el hospicio fueron terribles para mí. Mercado del Ninot, que está al No paraba de llorar porque me lado del hospital, encontré tra- añoraba de Alcaine. No pasaba bajo de interna en una casa y es- hambre y me trataban muy bien, tuve trabajando con ellos desde pero no era igual, encontraba a los 19 años hasta los 24 que fue faltar a mi familia. Los sábados y cuando me casé. Los señores pi- domingos eran los peores días dieron referencias a las monjas. porque las otras niñas recibían Eran un matrimonio sin hijos. La las visitas de sus familias, pero a señora era modista de alta cos- mí no me venía a ver nadie. tura. Me trataban como a una hi- Bueno, un día vino a verme la tía ja, si tenían que darme un ca- Isabel de Albero y lloré tanto que chete me lo daban. Ese fue el ya no volvió a venir. Las niñas del periodo más feliz de mi vida. Me hospicio me trataban bien, me querían tanto que cuando me ca- daban comida de la que les ha- sé me regalaron el vestido de no- bían traído su familia. A algunas via y todo lo demás. Por prime- monjas también les daba pena y ra vez formaba parte de una me daban comida a escondidas. familia. »Como no sabía leer ni escri- »Después de casarme me fui bir, porque no había ido a escuela a vivir a Marsella con mi marido. en Alcaine, porque siempre me Allí siempre trabajé en una casa, escapaba, a los 13 años tuve que con una familia de farmacéuticos aprender a leer y a escribir. Las franceses. Limpiaba la casa y la monjas también me enseñaron a farmacia y cuidaba de los niños. coser, buenos modales y a ser »A los ocho años de casarme educada. volví por primera vez a Alcaine y »Cuando cumplí 19 años las a los cuarenta de casada me monjas me llamaron y me dije- compré una casa, porque a

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ALCAINE: TIERRA DE ACOGIDA

Alcaine siempre lo tuve en mi corazón.»

Al preguntarle a Án- geles si alguna vez in- tentó buscar a su padre y sus hermanos biológi- cos me contesta:

«Cuando era muy pe- queña mis padres adop- tivos me dijeron que vi- nieron una vez a verme. Ellos sabían dónde esta- ba y nunca se preocupa- ron por mí. Por qué voy a buscar ahora a mis her- manos, ellos ahora serán muy mayores y nunca hi- cieron ningún esfuerzo por encontrarme.» Emilio Mediego Millán el Plumo, niño Qué tendrá Alcaine y sus gen- adoptado de Alcaine. En el centro, tes cuando todos los niños ama- con la chaqueta en la mano. (Foto mantados fueron adoptados y cedida por: Pilar Tomás) formaron parte de nuestra co- munidad. Qué tendrá Alcaine cuando la única niña que fue de- • Documento Número 13, Martín de vuelta, nunca guardó resenti- Gracia (Expósito). Archivo Municipal de miento y en cuanto pudo retornó Alcaine, Regisro Civil, Sección Naci - mientos, Libro Primero (abril a diciem- para disfrutar, entre estas rocas, bre de 1876). sus últimos años de vejez. • PÉREZ MOREDA, Vicente, La Infancia abandonada en España (Siglos XVI al BIBLIOGRAFÍA Y DOCUMEN- XX). Madrid: Mensajeros de la Paz, 2005. TOS CONSULTADOS • SÁNCHEZ LECHA, Alicia, «El archi - vo de la Maternidad e Inclusa Pro - • Documentos. Archivo Histórico, Ayun - vincial de Zaragoza. Problemas de ac- tamiento de Alcaine, Registro Civil, ceso». Boletín de la ANABAD, 1991; Libros de Defunciones (1876 a 1939). dialnet.unirioja.es.

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Insecto sobre Dionisio Serrano hinojo de Alcaine. Mormeneo (Foto: J. M. Bespín)

HINOJO

xisten referencias al uso del hinojo en el Egipto de hace 3.000 años para enfermedades estomacales y, junto a otras Ehierbas y especias, en la India como afrodisíaco, cuyo uso se prolongó durante la dominación romana por los pueblos del Mediterráneo (incluso era fumado en pipa). En la Edad Media se colgaba en la puerta de las casas, de parte de Europa y España, un manojo de hinojo en la creencia de su poder mágico para ahu- yentar los malos espíritus y las enfermedades. Los gladiadores lo incluían en su dieta diaria para conseguir más fuerza y vitalidad. Se debe a los romanos pues su extensión y uso tanto medicinal co- mo gastronómico. Plinio (el científico y naturalista de la antigua Roma) ya recomendaba su utilización medicinal para quitar “el pa- ño de los ojos, el ardor y la comezón” lavándolos con el agua de su cocción. Dioscórides (famoso médico, farmacólogo y botánico de la Grecia Antigua) en su obra De Materia Médica —el principal ma- nual que se empleó hasta el Renacimiento— destaca alguna de sus propiedades: aumenta la leche de quien cría (en verde o cocido en seco); lo verde comiéndolo hace orinar, es útil para los dolores de los riñones y bota fuera la arena de la vejiga; cocido con vino es bueno para las mordeduras de algunas sabandijas ponzoñosas (fo- mentando con ello la mordedura); majada la raíz y puesta encima es buena contra la mordedura de perro y bebida la grana en vino es bueno contra la picadura de los alacranes.

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Hasta el siglo XVII se creía que si cuando se sembraba la grana (semilla) se metía en un higo pa- sado, nacería el hinojo dulce y suave al gusto más que de otra manera (también se recomen- daba mojarla en leche o en agua-miel). El botánico y aca- démico Claudio Boutelou reco- gía en su Tratado de la Huerta de 1813 que «se comen sus ta- llos y hojas en ensalada cruda, y su gusto es delicado y tierno: se hacen varias salsas con sus hojas cocidas». Los tallos hojas y pencas se blanquean para ensalada como los apios y los cardos: se atan Lámina de Foeniculum vulgare. (Franz Eugen Köhler, 1898) antes de aporcarlos y se entie- rran —en pie o tendidos en el cias españolas exportan hinojo suelo— sin tapar la parte supe- a Centro europa). rior de las hojas. En Alcaine se encuentra el hi- El hinojo (popularmente tam- nojo por muchas zonas (incluso bién conocido como finollo) es en El Calvario, varios caminos y una planta originaria del Me - en la cuneta de la carretera de diterráneo que desprende un entrada al pueblo) pero con ma- perfume muy aromático. Crece yor profusión por el Río Arriba, en climas templados y se repro- en Las Fuentes, El Viñero, la duce espontáneamente siendo Caña Cortes y Las Sinseras. En una hierba perenne, una plan- la huerta de Alcaine, al disponer ta muy agradecida, pudiéndose de tierra más fértil, su tamaño es encontrar silvestre en diferentes mucho mayor pudiendo alcanzar lugares ya que crece en cual- los dos metros de altura. Aunque quier sitio, incluso lugares secos el uso principal del hinojo en y con piedras. Aun que en un Alcaine —que se ha mantenido principio crecía de forma silves- hasta la actualidad— es para tre se promovió el cultivo (y aún apañar las olivas, antiguamente en la actualidad varias provin- se comía también en tortilla… y

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es que en épocas de hambruna, caseaba por lo que se vendía en decían los ancianos, «menos la los pueblos, quizás de ello pro- aliaga, el romero y la bocha, se venga una cantinela que decla- comía todo». A pesar de esa maban los críos en sus correrías abundancia antes todo tenía due- por el pueblo: ¡tomillo y hinojo, ño y el libre de los caminos es- a real el manojo!

F Nombre científico: Foeniculum vulgare Nombre vulgar: Hinojo, finojo I Familia: Apiaceae Género: Foeniculum C Hábitat y distribución: Zonas templadas de gran parte del mun- do, pero especialmente en la costa mediterránea donde crece en H estado silvestre. A Floración: Se produce en verano, con vistosas umbelas (conjun- to de flores) amarillas. Uso y propiedades: Gastronomía, cosmética y medicinal. Partes más utilizadas: Tallos, hojas, semillas y raíces.

Usos principales del hinojo De la planta se aprovecha todo, desde las semillas hasta los tallos. • Los frutos se utilizan como remedio para las irritaciones de los ojos e incluso la conjuntivitis, cociendo una cucharadita de semillas en dos tazas de agua durante 5 minutos. Es necesario filtrar el líqui- do, dejarlo enfriar y lavar con él los ojos dos o tres veces al día. • Se utilizan también en la elaboración de panes, pasteles e in- cluso en tartas, ya que pude sustituir al anís. • Con las semillas se obtiene el aceite esencial, usado en fabrica- ción de licores, perfumería (jabones, lociones e incluso pasta de dientes) y medicina. • Dado su sabor similar al regaliz, en algunos países se suelen mas- car semillas de hinojo para refrescar el aliento. • Se utilizan molidos o enteros en tinturas, decocciones e infusio- nes ya que poseen propiedades carminativas, estomacales, ga- lactogogas y expectorantes. • Las raíces suelen usarse en jarabes o decocciones como diuré- tico.

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Medicamentos con hinojo para distintas indicaciones farmacológicas.

• La Agencia Europea del Me - dicamento (EMA) acepta el uso tradicional del fruto de hi- nojo por vía oral, en el trata- miento sintomático de trastor- nos digestivos espasmódicos leves, incluyendo distensión abdominal y flatulencia, además de en espasmos menores aso- ciados a la menstruación. También, como expectorante en caso de tos asociada a resfriados (el jarabe y la miel de hinojo están indicados en pediatría para el tratamiento de catarros de vías res- piratorias superiores). • En la gastronomía, como gran potenciador de aromas y sabores. • Su bulbo supone también un estupendo alimento en dietas de pérdida y regulación de peso.

El uso del hinojo en la cocina Hay infinidad de platos de distintas regiones que incorporan hi- nojo: judías secas, castañas cocidas, huevos al plato, ensaladas, cocidos, carnes, etcétera. Se usa en el pescado como comple- mento para las brasas o bien como ingrediente en sus rellenos. Es una hierba que suele acompañar encurtidos, aliños y salsas, dándoles un toque anisado-regaliz muy peculiar. En la cocina se utiliza además para condimentar pasta, arroz, lentejas, col, pata- tas, cerdo, etcétera, ya que, debido a sus propiedades, hace los platos más digestivos. Del hinojo también se pueden hacer acei- tes infusionados o aromatizados, que acompañan a la perfección a la carne o el pescado a la parrilla. Para platos más fuertes, pue- de usarse en vinagreta. En Alcaine su empleo es hoy menor que en otras regiones es- pañolas y se limita a dos o tres condimentos, como el aliño de oli- vas, el apaño de caracoles o como condimento en los asados y barbacoas. Hasta los primeros decenios del siglo XX se comía en tortilla y en ensalada.

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Matas de hinojo en bancales “del Otro Lado del río”. (Foto: M. Val).

Consejos sobre su recolección La floración se produce en los meses de verano presentando vis- tosas umbelas (inflorescencias abiertas) de tonos amarillos. A par- tir de julio aparecen los primeros frutos/semillas, que conforme avan- za su maduración se ponen también amarillos, momento en el que comienza su recolección hasta principios del otoño para obtener de éstas el aceite esencial. Se aprovechan todas las partes de la planta: bulbo, tallos, flores y semillas.

RECETA DE OLIVAS PARTIDAS Ingredientes 3. Cuando las tenemos ya partidas, se Hinojo meten en un tarro y se les cambia el Sal agua cuatro o cinco veces para quitar- Limón les un poco el sabor amargo (procurar Aceitunas, de las variedades a gus- que el agua no lleve cloro) to: arbequina, empeltre, Royal, etc. 4. A continuación se aderezan con el hi- nojo en manojos y un poco de tomillo, se Pasos a seguir añade la sal por cada kilo de aceitunas 1. Se lavan bien las olivas para eliminar (100 gr de sal aproximadamente) y dos la suciedad e insecticidas, también hay o tres limones a cascos. Se dejan ma- que comprobar que no tengan agujeros, cerar y se van probando de vez en cuan- marcas o defectos. do hasta que estén a gusto de cada uno. 2. Se parten las olivas machacándolas sobre una tabla de madera. No mezclar La tradición indica que nunca se deben tocar las olivas con las manos las olivas verdes y las negras porque ni con ningún metal una vez se metan cada una se ablanda a un tiempo dis - en agua o se tengan machacadas, tinto. pues se estropean.

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