Uba Ffyl T 1999 36307 V1.Pdf
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-i(iC Á 3o UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS .'--- DOCTORADO EN LETRAS TESIS 1stategias cientificistas en la wmm argitii. 1e1 si;g1o; XIX. TOMO 1 41VSIUAD DE BUENIOS AIRES JC4J1TAD DE FLOSOFA Y LETRAS t»RECCON CÍE 3BLtOTEcA$ GRACiELA NÉLIDA SALTO DmECr0RA: MARÍA TERESA GRAMUGLIO ¡fi A mifamilia ... TOMO 1 INTRODUCCIÓN . 1 1. UN ASPECTO DEL MOVIMIENTO INTELECTUAL ARGENTINO EN LAS ÚLTIMAS DÉCADAS DEL SIGLO XIX ............12 II. LAS FANTASÍAS CIENTÍFICAS ...........................35 EL CURIOSO JUGUETE DAR WINISTA .......................39 DEL TRAUMATISMO A LOS AUTÓMATAS ....................52 LA SUGESTIÓN DEL POLICIAL ............................73 SON FENÓMENOS DE LA MISMA FAMILIA .............83 UNA INFELIZ NEURÓTICA .........................101 UN CASO DE HISTERISMO TELEPÁTICO ...............110 M. DEL CASO CLÍNICO A LA NOVELA DE TESIS .................120 DE rNFORMES, PERICIAS Y FICCIONES .......................123 ANÉCDOTAS Y CASOS ..................................148 CURIOSAS OBSERVACIONES DE HERMAFRODISMO .............155 HIGIENE, ETNIA Y FICCIÓN ..............................163 UN CASO DE ENFERMEDAD MORAL ........................184 IV. UN LIBRO EXTO . 221 ExTRAÑo Y RARO ES EL LIBRO QUE ACABO DE LEER ..........222 ERA POR LO MENOS UN GENIALOIDE ......................237 CUATRO FAMILIAS DE PSICÓPATAS .......................247 MÉDICOS, APÓSTOLES Y ESCRITORES ...... ............... 255 Los MATERIALES DE LA LECTURA: LETRAS SANAS, FUERTES Y VIRILES .......................282 LA TRANSMUTACIÓN POÉTICA DE LO NATURAL ..............306 LECTURAS DEGENERATIVAS.............................314 LA LENGUA DE LA LITERATURA NACiONAL .................319 Y. FiccioNEs CIENTIFICISTAS ............................327 BIBLIoGRAFÍA CITADA ........................................339 INDICE ANALÍTICO .........................................354 AGRADECIMIENTOS Esta tesis fue realizada con el apoyo económico e institucional de la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de La Pampa y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. En este último organismo he sido, desde 1988, becaria de iniciación, becaria de perfeccionamiento e investigadora asistente de María Teresa Gramuglio. A ella agradezco, entonces, más de una década de paciente trabajo crítico, de lúcidas sugerencias y de siempre estimulantes lecturas. En la primera etapa de la investigación, recibí también la ayuda del memorable Enrique Pezzoni, quien me legó el tema de investigación; de Silvia Calero, quien codirigió mi beca de iniciación, y de Ana María Barrenechea, quien, con cordial afecto, fue mi Consejera de Estudios en la Universidad de Buenos Aires. Mucho tiempo antes, cuando sólo era una joven estudiante, Elena Huber confió en mí y me mostró un mundo de estudios rigurosos. Sin aquel impulso inicial, esta tesis de doctorado no se habría concretado. A mis compañeros de trabajo y a los estudiantes del Departamento de Letras de la Universidad de La Pampa, quienes soportaron tenazmente una y otra ponencia sobre autopsias, histeria y degeneración, mi agradecimiento por el interés y 'el afecto. demostrado, :a pesar de tanta enfermedad fin de siécie. A mis hijas y a su padre, quienes me sostuvieron cada vez que creí no poder continuar, les debo el sentido de lo hecho. También a mis compañeras de siempre, Nora Mantelli, Victorina Carlassare de De Fonteynes y a quien me acompaña en silencio, María Cristina Gil de Gates. ,tdA\fl & INTRODUCCIÓN En los últimos años se ha delineado un vasto campo de investigación en torno de las relaciones entre el discurso científico y el discurso literario. La literatura, ha dicho Roland Barthes, "toma a su cargo muchos saberes" y a través de la escritura "el saber reflexiona sin cesar sobre el saber según un discurso que ya no es epistemológico sino dramático" ({19781 1987: 124-5). La revelación de esta condición teatral y escenográfica del discurso literario respecto del saber científico ha dado sustento, entre otras hipótesis, a una profusión de estudios, asociaciones y formaciones especializadas en las relaciones entre la ciencia y la literatura, en distintas épocas y culturas'. De esta profusión surge una de las nuestras hipótesis iniciales: la ciencia, la literatura y la ficción conforman una tríada epistemológica a través de la cual parece posible analizar la imbricación de los saberes en pugna por alcanzar un espacio de visibilidad y de legitimidad en el campo cultural. Las últimas décadas del siglo diecinueve se han consolidado, a su vez, como clave de lectura privilegiada para el análisis de las prácticas simbólicas en períodos de transición cultural. El énfasis puesto en la observación del fin del siglo veinte renovó el interés de la crítica por el último fin de siglo, y potenció además los estudios sobre la impronta científica en el imaginario social y cultural de la Nos referimos, entre otros hechos, a la fundación, en 1985, de la Society for Literature and Science; la organización anual de paneles de discusión sobre el tema en la Convention of Modern Language Association of America; los resultados de la Conferencia Internacional "Literature & Science as Modes of Expression" realizada, entre el 8 y el 11 de octubre de 1987, en el Worcester Polytechnic Institute; la más reciente creación del Ometeca Institute, organización dirigida por Rafiel Catalá y dedicada al estudio de las relaciones entre la ciencia y las humanidades; y a los volúmenes de la serie "Science & Literature" que, desde 1987, edita George Levine en la University of Wisconsin Press. Introducción 3 época. Una de las vertientes críticas más productivas abordó, en este marco, el inmenso repositorio legado por los viajeros naturalistas, mientras otra indagó las patologías étnicas, orgánicas, delictivas y sexuales que, desde el pensamiento médico y legal, nutrieron las narraciones finiseculares 2. Ambas pusieron de relieve la excepcional contribución del cientificismo y del biologismo darwiniano a la entronización del saber científico como criterio de razón dominante, en el campo intelectual europeo, y también, en los grupos letrados que comenzaban a nuclearse en el ámbito rioplatense. En la ciudad de Buenos Aires, específicamente, el acelerado proceso de urbanización que desbordó las previsiones sanitarias e higiénicas, la secularización creciente de la sociedad, y la configuración de un espacio intelectual en el que los médicos eran mayoría, consolidaron la alianza entre ciencia y literatura como uno de los núcleos medulares en la formación del imaginario nacional de fines del siglo pasado. En este sentido,- Ricaurte Soler ya había subrayado, en 1959, la particular orientación cientificista del positivismo argentino y su proyección, a un mismo tiempo, al dominio de "las ciencias naturales" y, más allá de ellas, a la actividad misma de la cultura y del arte: El positivismo, en Argentina, constituyó una etapa cultural cuyas proyecciones se hicieron sentir en todos los dominios del espíritu. Las ciencias naturales y las ciencias culturales, la misma actividad artística, sufrieron la influencia del positivismo y del cientificismo. Caracteriza precisamente el fin del siglo XIX, así como los comienzos del XX, la influencia considerable que tuvo sobre la pedagogía, la ética, la sociología, la historiografia —aun sobre el arte y las ciencias naturales— el 2 la primera línea crítica, aunque no concerniente sólo al fin de siglo, se inscriben, entre otros, los trabajos de González Echevarría (1990), Pratt (1992) y Prieto (1996). En la segunda, los estudios de Haynes (1994), Rothfield (1992), Salessi (1995) y Vrettos (1995). Introducción 4 positivismo filosófico, particularmente en su orientación cientflcista3 . ( Soler [1959] 1979: 13) La aparición de Dos partidos en lucha de Eduardo Ladislao Holmberg, en 1875, y la publicación del último volumen de Libro Extraño de Francisco Antonio Sicardi, en 1902, enmarcan un período en el que la excepcional difusión alcanzada por estas ideas cientificistas delinean un ámbito propicio para el análisis de la representación ficcional de los saberes científicos y pseudocientíficos en la literatura de la época. Desde los primeros comentarios publicados en la prensa hasta las perspectivas producidas en los últimos años, la crítica ha señalado en este período la "relación armónica y convergente de temas y valores que se establece entre el ensayo «científico» y la ficción narrativa" (Vezzetti 1989: 551). Nosotros hemos observado además que, tras la publicación de varias obras del período —Dos partidos en lucha (1875) y Nelly (1896) de Holmberg, Irresponsable (1889) de Manuel Teófilo Podestá, Las multitudes argentinas (1899) de José María Ramos Mejía y Libro Extraño (1895-1902) de Sicardi, entre otras—, se producía una discusión, difundida en los periódicos de mayor tirada en la época, sobre las ideas científicas ficcionalizadas en cada una de las obras. Si bien algunos de estos comentarios críticos abordaban aspectos del estilo literario, la mayoría de ellos centraban su argumentación en el análisis de las tesis cientfficas o en la discusión de las disciplinas emergentes que permitían explicar la personalidad y/o la conducta de los personajes. En la cita hemos destacado las opiniones relacionadas con nuestras hipótesis. Introducçión 5 La obra de Eduardo L. Holmberg es un claro exponente de lo que postulamos. La publicación de Dos partidos en lucha promovió la polémica discusión sobre el darwinismo que, con el protagonismo de figuras como Domingo F. Sarmiento, Florentino Ameghino y Germán Burmeister,