La Federacion Sindical Mundial 1945-1985
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2 LA FEDERACION SINDICAL MUNDIAL 1945-1985 PUBLICADO POR LA FSM EN COOPERACION CON «PRACE» EDITORIAL DE LOS SINDICATOS CHECOSLOVACOS, PRAGA / OCTUBRE DE 1985 J El Secretariado de la Federación Sindical Mundial dedica la presente edición al 40° Aniversario de la fundación de la organización. Participaron en el trabajo de investigación: Evien Erban (Checoslovaquia, fundador de la FSM), Mahendra Sen (India, ex-Secretario de l.a FSM), Luis C. Turians• ky (U ruguay,consejero político del Secr tariado) y Emilio Pereira (Es• paña, Jete del Centro de Documentación). Las fuentes utilizadas figuran en .un nota bibliográfica anexa. Redactor: Luis C. Turiansky. Editado en español, francés e inglés. Autorizada la reproducci6n y traducción a otros idiomas, citando esta edi• ción. FEDERACION SINDICAL MUNDIAL Sede central: Vinohradská 10, 12 147 Praga, Checoslovaquia. Teléfono: (422) 243741, 242841 Dirección telegráfica,:· FESYMOND (Praga) Telex: 121525 WFTU C. 4 Al lector: Las páginas que siguen no pretenden ser miento sindical en general. Son apenas una modesta contri• bución a las celebraciones del 40º Aniversario de la nda., ción de la central mundial. A lo sumo, ojalá su lect11ra_ esti• mule el trabajo de investigación de los historiadores·; llen<:ln• do así una sensibl. e laguna en la historiografía de · las luéhas sociales de nuestro tiempo. En forma condensada y simple, hemos querido ple.sentar los orígenes y la evolución de una organización qu ;desde hace 40 años, no ha cesado de servir a los interes,es de los trabajadores de todo el mundo, a su unidad y a. su solidari• dad internacional por encima de sus diferentes opciones po• , líticas, filosófocas o religiosas e independienteménfe de su ·' raza, color o nacionalidad y defsistenia social o del grado de desarrollo económico de ris países respectivos. De modo que sea fuente de inspiración para.las nuevas generaciones de sindicalistas. _,...,. .;· 5 Corresponde no.obstante hacer dos aclaraciones previas: En primer lugar, se trata de un trabajo realizado por gente de hoy; con una visión de los problemas tratados que corres• ponde a 'las necesidades actuales del movimiento sindical; éste ha registrado una notable evolución desde lo:; aconteci• mientos descritos al principio y se caracteriza hoy por una gran riqueza y diversidad de situaciones, difícilmente refle• jables en un trabajo de estas reducidas dimensiones. En segundo lugar, se ha basado1 en el estudio de los. docu• mentos disponibles sobre todo en el Archivo de la FSM, complementado con la consulta de algunos trabajos de otros autores sobre la materia (Véase al respecto la nota bibliográ• · fica al final del libro). En esto se manifiestan, sin embargo al- gunas arencias inevitables. Los 40 años de la FSM, por supuesto, no están exentos de errores, como toda obra humana; pero son un testimonio de abnegación por la causa de los trabajadores, honestidad, sa• · crificio y fidelidad a los nobles principios unitarios que le dieron origen.- En nuestro trabajo, hemos querido .reflejar esas mismas cualidades.Esperamos que el lector sepa comprender las omisiones cometidas. La redacción 6 I Las raíces Desde que la clase\ o brera nació junto con· las relaciones capitalistas de producción, es su tendencia na• tural la de unirse con el fin de defenderse colectivamente de la injusticia social. La aspiración asociativa de· los trabajadores se pone de manifiesto incluso antes de llegar a comprender los mecanis• mos de la explotación y establecer un claro programa de emancipació : es inspirada por su comunidad de interes_es; por ello también las clases explotadoras no han escatimado esfuerzos en el curso de la historia para sembrar la división en las filas de los trabajadores, una vez que no pudieron im• pedir el surgimiento y el desarrollo de la' s organizaciones que genéricamente denominamos «movimiert(o obrero». Ocupan en él un lugar destacado los sindicatos -organi• zaciones de trabajadores a quienes une el lugar de trabajo, la profesión o la rama industrial, c.on el cometido de promover los intereses inmediatos y de largo alcance de todos los tra• bajadores sin distinción de, su respectivo campo específico 7 de acción y que luego se organizan a nivel nacional, regional o internacional. La c1"1ción de la FSM.en 1945, la más amplia unidad sin• dical a escala mundial hasta ahora realizada no es un fenó• meno casual: es el resµltado, la culminación de más de un si• glo de esfuerzos organizativos, de lucp.a_s y de experiencias unitarias de los trabajadores de las más variadas tendencias. Es el triunfo de las ideas de paz y progreso social, de solida• ridad internacional de clase por enciI1.1a de fronteras nacio- nales v barreras ideológicas. · ·· La FSM, hoy, se reclama de ese legado histórico, que se sintetiza en su fundación. Las raíces que la nutren son 1a pro• pia clase obrera; LOS ORIGENES Puede considerarse a Inglaterra, país donde dio inicio la revolución industrial del siglo XVIII; como la cuna del mo- vimient, o· sindical. Es allí donde surgen, a fines del siglo XVIII y comienzos del XIX, las primeras asociaciones obre• ras. A diferencia de las corporaciones gremiales de la Edad Media, que reunían en su seno a todos los productores de un determinado oficio, ya sean propietarios o no de los medios de producción, el nuevo tipo.de organización corresponde al desarrollo de la producción industrial y se caracteriza por su , esencia de clase, reservándose exclusivamente a los obreros: asalariados. Como·es natural, los orígenes de este movimiento se cir• cunscriben pues a los países de desarrollo industrial de Eu• ropa y de América del Norte. Se trata al principio de las más diversas organizaciones para la ayuda mutua, sobre todo pa• ra la defensa de sus asociados en caso de enfermedad, acci• dente, pérdida del empleo, viudez, etc.; surgen también for• ma incipientes de cooperación económica, cooperativas de consumo o de producción. Pero la inescrupulosa explota• ción de que son objeto los trabajadores los conduce muy pronto a la lucha por sus reivindicaciones. El método más 8 frecuente es la huelga, forma de acción ya conocida en el pa• sado entre los artesanos no agremiados pero que se cón_vierte ahora en una poderosa arma en manos·de los tra• bajadores. La comprensión de los objetivos de la lúcha es el resultado de un largo y complicado proceso, que pasa primero por la ' reacción intuitiva de destruir máquinas y fábricas, símbolos de la apropiación capitalista de los medios de producción, hasta comprender que la causa de la miseria residía en las re• laciones sociales injustas y no "en el desarrollo de la técnica. Toma cuerpo entonces la necesidad de combinar la lucha reivindicativa por objetivos inmediatos con la acción política independiente de la clase·obrera, a través de diversos pro• gramas de reforma social. La diversidad de opciones políticas del movimiento obre• ro y la necesidad de combinar acertadamente en el movi• miento sindical las aspiraciones inmediatas y de largo al• cance de los trabaj_adores ac01,npañarán desde un principio la evolución de éste. También desde el punto de vista organizativo, el·movi.:. miento sindical es producto de una lenta evolución que sigue las tradiciones y las c9ndiciones específicas de cada país. De un modo general, sin embargo, se va pasando de la organiza• ción por oficios, típica de los gremios medievales y que per• dura cierto tiempo en el movimiento sindical, a la unidad in• terprofesional por lugar de trabajo, en consonancia con la· creciente socialización de la producción y la concentración capitalista en grandes empresas. Los trabajadores van com• prendiendo poco a poco que su fuerza reside en su unidad. De acciones aisladas, fácilmente reprimibles por el Está.• do, se pasa a la coordinación de las mismas a nivel de todo un sector industrial o de todo el país,desarrollándose la idea fundamental de la solidaridad. · Los primeros intentos de c·reación de organizaciones sin• dicales nacionales se re_gistran también en Inglaterra: en 1831 es la «National AssociatiQn for the Protection o{La• bour,>, en 1934, Robert Owen· funda la «Grand National 9 Consolidated Trades Union », pre de cesora de los sindicatos modernos Sin embargo, debe notarse que el desarrollo del sindicalis• mo no transcurrió en forma idílica. Por el contrario, los go• biernos burgueses de entonces lo resistieron ferozmente. En la propia Inglaterra, las actividades sindicales fueron ilegales hasta 1824 y los miembros de las «trade unions» eran pasibles de graves penas, en virtud de las «Combina• tion Acts» de 1799 y 1800..Conocido es el caso de los 6 «Mártires de Tolpuddle»; condenados en 1834 a siete años de destierro por·intentar organizar a los trabajadores-agríco• las. En realidad, los sindicatos sólo fueron reconocidos por la ley inglesa en 1875. En Francia, el derecho a organizarse en sindicatos recién fue conquistado en 1884, ya que ni siquiera la Revolución de 1789-92 trajo ningún progreso en la materia. En.Italia, la huelga f_ue un delito hasta 1889. En Alemania, sólo se per• mitía la sindicalización de los obreros industriales y con in- . numerables restricciones. En Estados Unidos, aunque for• malmente .legales, los. sindicatos eran objeto de persecu• ciones arbitrarias aúri a fines del siglo XIX, en virtud de la «Ley Sherman» de 1890, o «Ley Anti-Trusts». Los derechos sindicales, consagrados hoy en muchas le• gÍslaciones nacionales v en los convenios internacionales de la Organización Internacional delTrabajo, son, pues, el fruto cte la lucha, muchas veces heroica, de los trabajadores. Vanos fueron los intentos de la reacción por reprimir esa nueva fuerza social que surgía. El concepto original de soli• daridad obrera se extiende muy pronto por encima de fron• teras. En 1836, Wiiliam- Lovet, Secretario de la «Asociación Obrera de Londres», preguntaba, en su Mensaje a los Obre• ros de Bélgica: «Si los monarcas pueden unirse, ¿por qué entonces los que producen las riquezas no podrían constiiuir su propia San• ta A lianza? » Por entonces ·eran frecuentes los intentos de coordinar in- 10 ternacionalmente la_acción de los trabajadores.