Tesis Juan Ignacio Alonso
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�-· · Universidad •u ;:; .u....:. d ::.·:. ,.-::.·. e Ale alaf COMISIÓN DE ESTUDIOS OFICIALES DE POSGRADO Y DOCTORADO ACTA DE EVALUACIÓN DE LA TESIS DOCTORAL Año académico 2016/17 DOCTORANDO: ALONSO CAMPOS, JUAN IGNACIO PROGRAMA DE DOCTORADO: D340 DOCTORADO EN LENGUA ESPAÑOLA Y LITERATURA DEPARTAMENTO DE: FILOLOGÍA, COMUNICACIÓN Y DOCUMENTACIÓN TITULACIÓN DE DOCTOR EN: DOCTOR/A POR LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ En el día de hoy 26/09/17, reunido el tribunal de evaluación nombrado por la Comisión de Estudios Oficiales de Posgrado y Doctorado de la Universidad y constituido por los miembros que suscriben la presente Acta, el aspirante defendió su Tesis Doctoral, elaborada bajo la dirección de JUAN ANTONIO JUARISTI LINACERO. o Sobre el siguiente tema: CARLOSBARRAL, LA EDICIÓN EN LA ESPAÑA FRANQUISTA < o z Finalizada la defensa y discusión de la tesis, el tribunal acordó otorgar la CALIFICACIÓN GLOBAL1 de (no apto, < :::; ::, aprobado, notable y sobresaliente): :,: S... :\.,e_; S fil.k� :;-,,JT �- < .J U.l o o Alcalá de Henares, ..�.(? ..... de .S.i.l'}i:t.!.l!t..�de ...�.\ '} z o :::; "' f- <c. .J < EL PRESIDENTE EL VOCAL u .J < U.l o o < o "'- . "' Fdo.: ..\�� .�.. .f. .. �)�.. Fdo.: .?...:,¿J?..&..t::.2.:::. .f..?./J.f2 é. Q_ U.l > 1),, ,,\.\'tu .\ z- ::, Con fecha_ 4 ___de .�iliJyYU.___ delüBJa Comisión Delegadade la Comisión de Estudios Oficialesde Posgrado, a la vista de los votos emitidos de manera anónima por el tribunal que ha juzgado la tesis, resuelve: FIRMA DEL ALUMNO, D Conceder la Mención de "Cum Laude" � No conceder la Mención de "Cum Laude" La Secretariade la Comisión Delegada Fdo.. ��............................................. 1 La calificación podrá ser "no apto" "aprobado" "notable" y "sobresaliente". El tribunal podrá otorgar la mención de "cum laude" si la calificaciónglobal es de sobresaliente y se emite en tal sentido el voto secreto positivo por unanimidad. Programa de doctorado de Lengua Española y Literatura Carlos Barral La edición en la España franquista Tesis Doctoral presentada por: Juan Ignacio Alonso Campos Director: Prof. Dr. Jon Juaristi Linacero Alcalá de Henares, 15 de marzo de 2017. 1 2 3 ÍNDICE PRÓLOGO 1. Objeto del presente trabajo 7 2. Metodología y fuentes 11 PRIMERA PARTE. CARLOS BARRAL, ESTUDIANTE, AGENTE CULTURAL Y ESCRITOR. VIDA PÚBLICA Y VIDA PRIVADA. 1. Primeros años 20 2. La cuestión del lenguaje 27 3. El grupo de Barcelona 28 4. Carlos Barral, poeta 43 5. Carlos Barral, memorialista y narrador 56 6. Barral a los ojos de sus contemporáneos 66 7. La gauche divine 81 8. «Don de la ebriedad» 85 9. Calafell y el mar 91 10. Cirlot, Barral y las espadas 95 11. La política 96 12. El gran seductor 99 SEGUNDA PARTE. CARLOS BARRAL, EDITOR 1. Seix Barral desde su fundación hasta principios de los años cincuenta 105 2. Principales colaboradores de Carlos Barral 112 3. Panorama de la narrativa del periodo en España 121 4. El movimiento literario del Realismo Social 125 5. Premios literarios 130 6. El premio Biblioteca Breve 133 4 7. Las colecciones Biblioteca Breve, Biblioteca Formentor y Nueva Narrativa Hispánica 142 8. Prix International de Littérature, Premio Internacional de los Editores y Premio Formentor 146 9. Carlos Barral y el boom de la narrativa latinoamericana 161 TERCERA PARTE. CARLOS BARRAL Y LA CENSURA 1. El incidente Tormenta de verano 171 2. El servicio de censura a través del testimonio de Carlos Barral y otros editores y escritores 179 3. El servicio de censura. Criterios censores 184 4. El servicio de censura. Procedimientos e identidad de los censores 192 5. El servicio de censura. Los informes de lectura 197 6. La censura después de la Ley de Prensa de 1966 199 7. La censura empresarial de los editores y la autocensura de los autores 206 8. Algunos ejemplos de expedientes de censura de las novelas más significativas de Seix Barral en el periodo 209 CUARTA PARTE. ETAPA FINAL 1. Barral Editores 235 2. Bibliotheca del Fenice 251 3. Carlos Barral, senador 253 4. Memorabilia 255 QUINTA PARTE. EL OFICIO DE EDITOR 1. El oficio de editor 260 2. Epílogo 286 CONCLUSIONES 289 BREVE APÉNDICE DOCUMENTAL 297 BIBLIOGRAFÍA 309 5 PRÓLOGO 6 1. Objeto del presente trabajo La actividad del sector empresarial editorial –formado esencialmente por compañías industriales y comerciales– ejerce una influencia fundamental en el ambiente y el desarrollo cultural e intelectual de un país. Lo hace en la actualidad y en mucha mayor medida lo hacía en los años cincuenta, sesenta y setenta del siglo pasado, cuando no existía una oferta de entretenimiento audiovisual tan poderosa e influyente como la de nuestro tiempo. La edición, publicación y distribución comercial de los libros, aun siendo como es una actividad económica no muy distinta a la de la producción y comercialización de cualquier otro bien de consumo con menor interés intelectual –o carente absolutamente del mismo–, desempeña un papel crucial en la vida cultural y constituye el vehículo fundamental para la transmisión del pensamiento científico y el conocimiento, y para poner a disposición del público las creaciones artísticas de la literatura. Por esta razón su función cultural y social es determinante en cualquier tiempo y en cualquier ámbito, y lo era mucho más en épocas pretéritas, anteriores a la eclosión de las nuevas tecnologías de la comunicación y su desarrollo vertiginoso. El ámbito de estudio de la presente tesis doctoral es el de la edición de libros en la España franquista, con un campo acotado en torno a la figura de Carlos Barral y sus editoriales, Seix Barral y Barral Editores, que consideramos paradigmáticas de su tiempo. Lo fueron por muchas razones que vamos a enumerar sucintamente. La Seix Barral renovada por Carlos Barral comenzó a operar en un país que llevaba casi década y media sumido en una vida cultural mortecina a causa del estallido y desarrollo de la guerra civil y del sistema político implantado en el país después de la misma, que había supuesto el exilio o la depuración de buena parte de los intelectuales más eminentes, había otorgado una preeminencia determinante a la iglesia católica, siempre suspicaz cuando no beligerante frente a las creaciones intelectuales y artísticas de vanguardia, e implantado un régimen de control severo hacia cualquier actividad sospechosa de contrariar los principios rígidos y en buena medida retrógrados del sistema, sobre todo en los campos de la ideología política y la moral pública. A ello había de sumarse el 7 aislamiento internacional del régimen, en los tiempos de la autarquía y los posteriores, con graves efectos políticos y económicos, pero también culturales: un país impermeabilizado frente a las influencias externas y, al tiempo, contemplado con desdén y desconfianza desde el exterior. Seix Barral rompió esa degradada inercia enfocando su actividad en cinco campos de vital importancia: la publicación en español de las nuevas literaturas que se estaban produciendo en Europa, sobre todo en Francia, Italia y Alemania; el apoyo a una renovación de la poesía española que favoreció la consolidación de la llamada generación de los Cincuenta; la promoción de la novelística española del Realismo Social; la apertura hacia el exterior mediante alianzas con los principales editores internacionales, como Gallimard e Einaudi, cristalizada en los encuentros de Formentor y la creación de premios editoriales conjuntos; y, por último, la promoción y potenciación del llamado boom de la narrativa latinoamericana, cuyo epicentro se situó en Barcelona en buena medida gracias a la iniciativa de Barral y sus colaboradores. Este programa editorial poseía además ciertas connotaciones políticas, puesto que parte de sus objetivos, como han declarado explícitamente sus protagonistas, consistían en agitar la conciencia crítica de los lectores, ofreciéndoles una visión de la realidad social, política y cultural del mundo distinta de la oficial. Como no podía ser de otra forma, en este estudio tendrá un papel relevante el servicio de censura, dependiente del Ministerio de Información. La censura en la España franquista parte de la Ley de Prensa de 1938, implantada en el bando “nacional” durante la guerra, que posteriormente se fue perfilando y modificando a través de órdenes y reglamentaciones ministeriales, primero del Ministerio de Prensa y Propaganda y más tarde del de Información, hasta 1966, año en que se aprueba la nueva Ley de Prensa promovida por el entonces ministro de Información y Turismo Manuel Fraga Iribarne. En virtud de las mismas todas las publicaciones que se editaban en España estaban obligadas a pasar el control de la censura, de forma que la aprobación otorgada por el Ministerio era el requisito previo a su puesta en circulación. La censura tenía la función de evitar la difusión de todos aquellos escritos que se consideraban contrarios a los principios políticos, ideológicos y morales del régimen, con unos criterios muy restrictivos, lo que manifiestamente suponía una grave rémora para la actividad editorial. La entrada en vigor de la Ley de 1966 que, en esencia, eliminaba la censura previa y establecía mecanismos de represión a posteriori, no supuso una mejora sensible 8 en esta situación, ya que entre las medidas que arbitraba se contemplaban el secuestro y retirada de aquellas publicaciones que no cumplieran los requisitos “admisibles” para el Servicio, y generaba un nuevo y más severo contratiempo para las compañías editoriales, que podían ver como la inversión económica empeñada en una publicación pasaba directamente a la columna de pérdidas de su balance, al no poder ser distribuidos y comercializados los ejemplares fabricados, lo que provocaba un incremento manifiesto de la “autocensura” de los propios empresarios. Una forma de censura que, a la postre, podía ser mucho más efectiva que la existente en el pasado. Seix Barral, en su condición de editorial pionera en un nuevo concepto a la hora de crear su catálogo, progresista y abierta a las corrientes internacionales, sufrió severamente la acción de la censura, y su promotor Carlos Barral se convirtió bien pronto en un personaje “sospechoso” e incómodo.