“LA ESTRATEGIA GANADORA” Estudio de Caso sobre las Campañas durante las Elecciones Presidenciales de 2002

GABRIELA SÁENZ LAVERDE

Monografía de grado para optar al título de Politóloga

Directora: Elisabeth Ungar Bleier Lectora: Lariza Pizano Rojas

Universidad de Los Andes Facultad de Ciencias Sociales Departamento de Ciencia Política Bogotá D.C. 2004

AGRADECIMIENTOS

El desarrollo de este trabajo de grado no habría sido posible sin el apoyo y la dirección de

Elisabeth Ungar, y la asesoría acertada y constante de Lariza Pizano.

Igualmente, debo agradecer a Miguel García por su enorme aporte a esta investigación, no sólo con las fuentes de información sino con los consejos que nunca dejaron de servirme de inspiración.

En tercer lugar, debo agradecer a Morelca Giraldo por su apoyo logístico, y a mis amigas

Chiqui y Ale, quienes sirvieron de soporte emocional durante los momentos más difíciles de la elaboración de este documento, al igual que mis compañeros del equipo de Congreso

Visible.

Por último, pero no por eso menos importante, debo agradecer a mis padres, Mauricio y Maria

Clara, y a mis abuelas, Graciela y María Luisa, pues sin ellos este trabajo no habría sido posible.

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TABLA DE CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN...... 4

2. MARCO TEÓRICO...... 6

3. BREVE CONTEXTUALIZACIÓN DE LAS ELECCIONES DE 2002...... 19

4. ÁLVARO URIBE VÉLEZ: EL GANADOR...... 22 4.1. Trayectoria Política...... 22

4.1 La Campaña Presidencial ...... 24

4.2. Publicidad ...... 29

5. HORACIO SERPA URIBE: LA VIEJA POLÍTICA...... 33 5.1. Trayectoria Política...... 33

5.2. La Campaña Presidencial ...... 34

6. LUIS EDUARDO GARZÓN: LA NOVEDAD...... 41 6.1. Trayectoria Política y Campaña...... 41

6.2. Publicidad ...... 45

7. NOEMÍ SANÍN: EL DESCENSO...... 47 7.1. Trayectoria Política...... 47

7.2. La Campaña Presidencial de 2002 ...... 48

8. CONCLUSIONES...... 54

9. BIBLIOGRAFÍA...... 56

ANEXO 1...... 58

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1. INTRODUCCIÓN

Las elecciones de 2002 marcaron un hito en , no sólo debido a la coyuntura en la cual tuvieron lugar, sino porque fue la primera vez desde que se escribió la Constitución

Política de 1991, que un candidato presidencial alcanzó la Presidencia de la República en la primera vuelta electoral.

El propósito de este trabajo es hacer una descripción de las campañas de los candidatos que obtuvieron mayores votaciones (Álvaro Uribe Vélez, Horacio Serpa, Luis Eduardo Garzón, y Noemí Sanín), desde la mirada de los medios de comunicación, más exactamente de los periódicos, nacional y regionales, y las encuestas pre y post electorales que llevó a cabo la firma Napoleón Franco & Cía., en conjunto con el periódico El Tiempo, RCN Radio y

Televisión, la revista Semana, (las encuestas pre electorales) y la Universidad de Los Andes

(el estudio post electoral).

A través del trabajo se podrá ver la estrategia de cada uno de los candidatos, cómo cada uno de ellos interpretó lo que la población esperaba de su futuro líder, y cómo llevó a cabo la campaña según dicha interpretación. El resultado de esto, es ver cómo lo que el candidato proyectaba, según lo que interpretaba de las necesidades de la ciudadanía, era recibido efectivamente por lo electores, o no.

El trabajo, entonces, está ordenado de la siguiente forma.

En primer lugar, el marco teórico, se enfoca en teorías electorales, es decir, teorías acerca de cómo se forma el voto en el elector.

También se hablará de las estrategias de campaña (marketing político), y la situación de las campañas electorales en Colombia, desde la financiación hasta la importancia de las encuestas y la representación partidista.

Posteriormente, el primer capítulo hace una breve introducción a las elecciones de 2002,

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reseñando especialmente la coyuntura en la que éstas se desarrollaron, con el fin de contextualizar al lector con las particularidades del caso.

Los cuatro siguientes capítulos hacen un estudio de las campañas de los cuatro principales candidatos, buscando específicamente describir el punto exacto que los distinguía de los demás. Así, se diferencian dos candidatos por su novedad en las campañas presidenciales, y dos por ser ya veteranos en las contiendas. Igualmente, cada uno de ellos tenía un rasgo individual, y cada capítulo se dedicará a hablar al respecto.

Por último, las conclusiones recogerán lo que se enunció en los capítulos.

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2. MARCO TEÓRICO

El principal concepto a tratar es el de Marketing Político, que se entiende como el proceso “por medio del cual se hacen coincidir los productos con los mercados”1, en la política, esto significa la creación de una imagen y una estrategia acorde con las demandas de la población votante. Las estrategias a seguir han sido objeto de varios estudios, cuyos resultados han sido modelos de predicción de los resultados electorales, y mas exactamente de cómo se dan los procesos de formación de impresiones que eventualmente llevarán a un voto.

El modelo de creación de voto con que se identifiquen mejor los políticos y sus asesores, será entonces el que defina la estrategia a seguir.

La literatura sobre el marketing político gira alrededor de dos corrientes: Las teorías y los modelos de posicionamiento, por un lado, y los estudios que se hacen sobre cómo debe diseñarse una campaña, elaborados ya sea por los publicistas de las campañas, o por los asesores de los políticos, por el otro.

La primera, se refiere a las motivos de elección de los votantes, es decir, qué lleva a que se haga una elección por un determinado candidato. En esta rama están todos los estudios que proponen modelos de predicción del voto, de los cuales se destacan tres, que serán las guías de investigación de este proyecto: En primer lugar, el modelo “en línea” (on-line)2, tiene que ver con la sofisticación de cada votante, es decir, con el grado de información e interés que

éste tenga en la política y en las elecciones. Los autores comprueban que el proceso mental del votante sigue una línea a medida que va acumulando información, por lo que el sujeto no necesita recurrir a la memoria. La hipótesis de los autores en este caso, es que el votante va en

1 Cundiff, F, Still, Giovani M. “Fundamentos de Mercadeo Moderno”. México, Ed. Diana, 1980, p. 8, Citados por Salazar, Carlos en Marketing Político. Bogotá, 365 Días Editores, p. 26. 2 Lodge, Milton, McGraw, Kathleen, Stroh, Patrick. “On Line Processing in Candidate Evaluation: The Effects of Issue Order, Issue Importance, and Sophistication” en Political Behavior, Vol. 12, Issue 1, Cognition and

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busca de la información, con la clara intención de formarse una impresión que se traduzca en un voto, en vez de recibirla de manera pasiva. De los votantes que reciben la información, se ocupa el segundo modelo, que es el “basado en la memoria” (memory based)3.

Los votantes no educados o menos sofisticados, no sólo recurren a la memoria para formar una impresión, sino que siguen menos de cerca las contiendas, es decir, que sus votos tienden a ser más emotivos que objetivos, por lo que son las características personales del candidato, y las reacciones a temas personales del mismo, las que definen su elección. Al mismo tiempo, para estos votantes, tiene gran importancia el orden en que la información fue proporcionada.

Para el votante no educado, además, tienen mayor incidencia los resultados de las encuestas, como lo demuestra Diana Mutz4. Este votante es susceptible a una cierta “presión de grupo”, en lo referente a la percepción general de quien será el ganador, especialmente debido al estilo de cubrimiento “horse – race”, en el que los medios están constantemente anunciando quién va a la cabeza de la contienda.

Por otra parte, Holbrook et. al.5, sostienen que las impresiones se forman en la medida en que los votantes hacen una suma de consideraciones favorables, y una resta de condiciones desfavorables, en las que entran a jugar todos los temas que los votantes tienen en cuenta, desde posiciones frente a asuntos políticos, hasta las respuestas emocionales que éstos evocan.

Por otra parte, los autores demuestran que en el proceso de recolección de información existen unos rendimientos marginales decrecientes, es decir, que después de un cierto tiempo, la sobre-exposición a la información se puede traducir en una disminución del nivel de

Political Action (Mar. 1990) Págs. 41 – 58. Disponible en www.jstor.org 3 Kelley, Stanley, y Mirer, Thad. “The Simple Act of Voting” en American Political Science Review No. 61, Pp 572 – 591. Citado en Ibid., pág. 41. 4 Mutz, Diana C. “Effects of Horse- Race Coverage on Campaign Coffers: Campaign Information and the Dynamics of Candidate Evaluation” En The American Political Science Review”, Vol. 89, Núm 2 (Jun. 1993) Disponible en www.jstor.org 5 Holbrook, Alyson, Krosnik, Jon A., Visser, Penny S., Gardner, Wendy L., Cacioppo, John T. “Attitudes Toward Presidential candidates and political parties: Initial optimism, Inertial first impressions, and a focus on flaws”, en American Journal of Political Science, Vol. 45, Issue 4 (Oct. 2001), Págs. 930 – 950. Disponible en

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positividad de las respuestas recibidas en un momento dado, al mismo tiempo que la información negativa causa mayor impacto que la positiva, pero, como el orden temporal en que la información sea recibida tiene también importancia, el efecto de la información negativa puede ser contrarrestado por la emisión de nueva información positiva.

Estos modelos demuestran que el marketing no solo tiene un efecto sobre el votante, sino que además es fundamental para generar respuestas en los votantes.

El tercer modelo se refiere a las características (sociales, económicas, personales, políticas, etc.) del electorado, del candidato, y del entorno en el que se lleva a cabo la elección. En este modelo la incidencia del marketing es relativa a la posición que se tome, debido a que los autores toman posiciones divergentes. Mientras para Thomas Holbrook la estrategia de campaña debe depender de las condiciones nacionales6; para MacDonald et. al.7, la formación de las impresiones respecto de los candidatos se lleva a cabo mediante criterios de evaluación distintos para cada uno de ellos, es decir, que a unos candidatos se juzga por su posición ideológica, mientras a otro por sus filiaciones partidistas, y a otro por su imagen. Esto hace que el posicionamiento de cada candidato sea importante, en la medida en que el electorado no siempre toma decisiones basado en criterios racionales. De seguirse siempre un modelo de elección racional, el electorado debería utilizar los mismos criterios de evaluación para formarse una opinión gracias a la comparación de los candidatos.

La segunda línea de estudios se dedica al “deber ser” del mercadeo político, es decir, a la estrategia que debe seguir el diseño de la campaña, según la formación de impresiones que los encargados de diseñar la campaña consideren más adecuada, de acuerdo con los modelos enunciados anteriormente.

www.jstor.org. 6 Holbrook, Thomas. “Campaigns, National Conditions and U. S. Presidential Elections” En American Journal of Political Science, Vol. 38, Núm 4 (Nov. 1994), pp. 973 – 998. Disponible en www.jstor.org 7 Op. Cit.

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La primera de éstas se refiere al gasto negativo de la campaña, que consiste en el diseño de una estrategia destinada exclusivamente a demeritar al principal contendor, logrando que sus votantes cambien el voto, decidiéndose por el candidato que ha hecho las acusaciones, afianzando los votos de quienes ya estaban a favor del acusante, y definiendo el voto de los indecisos. Este tipo de estrategia se utiliza más cuando el candidato se encuentra en desventaja frente a su principal contendor, y menos cuando el candidato lleva una considerable ventaja sobre el mismo8. Ahora, la pregunta es por qué no se lleva a cabo una estrategia para favorecer al candidato, aumentando los atributos personales del mismo. En el estudio realizado por Theilmann y White en el artículo “Campaign Tactics and the Decision to

Attack”, se encuestó a 246 consultores políticos, y la mayoría de éstos aseguró que la estrategia en esos casos es la de atacar al oponente, pues tiene mayores efectos en un espacio de tiempo menor al que se requeriría de emplearse una estrategia de campaña “positiva”, resaltando los atributos del candidato en cuestión.

Cada estrategia-modelo será estudiada en la medida en que se espere ver cuál de estas siguieron los candidatos a estudiar.

Es importante también ver lo que ocurre en el caso colombiano. Ángel Becassino analiza la publicidad y el marketing político desde las condiciones nacionales, reuniendo la historia y el desarrollo del marketing político en el país, la forma como éste se hace actualmente en el país9.

Lo que hace destacable el trabajo de Becassino es la perspectiva “desde adentro” que ofrece

8 Skaperdas, Stergios, y Grofman, Bernard. “Modelling Negative Campaigning” en American Political Science Review No. 89, 1995 Págs. 49 – 61. Citados por Theilman, John y White, Allen en “Campaign Tactics and the decision to attack”, The Journal of Politics, Vol. 60, Issue 4. (Nov. 1998) Pág. 1050. 9 BECASSINO, Ángel. “El Precio del Poder: Cómo se vende la imagen de un político”. Ed. Aguilar, Bogotá,

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del diseño de estrategias de campaña, pues los demás trabajos han sido hechos por quienes estudian las estrategias, mas no por quienes las diseñan. Becassino hace entrevistas a sus colegas, muchos de los cuales han participado en campañas exitosas, como Germán Medina, quien diseñó la primera campaña de Noemí Sanín a la Presidencia de la República en 1998, y en la cual obtuvo casi tres millones de votos10.

El trabajo de Becassino es fundamental para este trabajo, pues proporciona claramente los lineamientos para el análisis de las estrategias de marketing de las campañas presidenciales, en la medida en que tiene contacto con quienes las diseñaron y conoce de manera empírica las necesidades y las respuestas de los votantes (esto sin dejar de lado la importancia de analizar también las encuestas).

Según este autor, los publicistas colombianos que se han dedicado a la creación de estrategias de campaña tienden a estar de acuerdo en la importancia de una disciplina de trabajo y sacrificio por parte del político en cuestión.

Además, Ángel Becassino y Carlos Duque coinciden en que la ideología se ha perdido paulatinamente en las campañas, en gran parte debido a la exaltación de la imagen que se ha hecho desde el nacimiento del marketing político.11

Al mismo tiempo, ambos afirman que es el riesgo lo que hace ganadora una campaña, en la medida en que rompe con los esquemas, y crea nuevos paradigmas en comunicación. Es decir, que es quien se arriesga con nuevas ideas quien resulta ganador, y como se demuestra que la nueva estrategia funciona, se convierte en la tendencia imperante en las siguientes campañas.

Por otra parte, recalcan la importancia del “olfato” del candidato frente a la coyuntura y las necesidades del país, pues éste hace más fácil el diseño de la campaña ganadora.

2003 10Ibíd. Pág. 193 – 194. 11 Becassino, Ángel, y Duque, Carlos. “El Gatillo de la Política es la Coyuntura” en La Revista de El Espectador, Domingo 31 de 2003, No. 163, Pág. 7.

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Esto lo dicen refiriéndose especialmente al caso de Álvaro Uribe, quien capturó la sensación de “ocho años sin sentir al gobierno”12, y logró lo que afirma Carlos Duque: “...Cuando el tipo coincide con el estado de inercia y de expectativa de la gente que esta defraudada de todo, todos se enamoran”13.

Respecto a la formación de opinión en Colombia, los dos publicistas hablan cómo los votantes influyen sobre los medios creando a veces falsas expectativas a partir de datos equivocados, es decir, “calentando” la intención de voto en las encuestas, como ocurrió en el caso de Luis

Eduardo Garzón, quien contaba con una intención de voto de alrededor del 13%, para resultar con una votación del 7%, lo que desemboca en una discusión acerca del poder de las encuestas, que no necesariamente reflejan la realidad del electorado, y sin embargo tienen el poder de eliminar candidaturas como la de Menem en Argentina .

Posteriormente se refieren al futuro del marketing político, pues la campaña de Álvaro Uribe, que fue principalmente mediática, abrió el camino de una nueva forma de hacer campañas, dejando un poco de lado la pasión y la emoción, que son lo que el candidato está buscando despertar en su electorado, terminando Becassino afirmando que volver a la plaza publica

“sería una verdadera y muy efectiva prueba de amor”14.

El publicista Germán Medina, por su parte, hace una enumeración de reglas que se deben seguir en el momento de hacer una campaña.

Empieza con la importancia de la creación de una imagen positiva para posicionar al candidato, siguiendo con la importancia de la unidad de campaña, lo que implica un consenso entre asesores, la capacidad de síntesis que debe existir para hacer llegar una idea y que esta

12 Ibíd. 13 Ibíd.

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resuene en la cabeza del elector, y coincide con Duque y Becassino en la importancia de tener una estrategia innovadora, que cautive al electorado frente a las practicas comprobadas pero gastadas de sus contendientes.

Medina continúa hablando de la importancia de los eventos de campaña como una oportunidad de acercarse directamente a los votantes potenciales, al mismo tiempo que genera emotividad, y por lo mismo una cierta identificación del votante con el candidato. De la misma forma, señala las herramientas que puede generar una campaña para conseguirlo: La música, Internet, la publicidad callejera, son el medio principal para generar recordación inmediata hacia el candidato, porque cubren todo el espectro social, no sólo en términos económicos, sino cronológicos, es decir, los candidatos también logran generar simpatías en niños, cuyos padres se verán reflejados en el candidato X, y su condición de padre o madre, hombres o mujeres de familia, con sistemas de valores similares.

Por último, Medina habla de la publicidad negativa como arma de doble filo, pues hace daño a quien la usa, y a quien la recibe, y sin embargo es permitida en el juego electoral, pues “tratar de hacer ver el error del contrincante parece ser una estrategia publicitaria y política de alta efectividad, que ha dado buenos resultados cuando ha sido usada”.15

Por otra parte, es importante hablar de otros temas de interés en las campañas, como la representación partidista, la financiación de campañas, y la relación medios-campañas que existe en Colombia.

Después del escándalo que rodeó al período presidencial de , por el llamado

Proceso 8000, en el que dineros del narcotráfico al parecer entraron en la campaña Samper

Presidente, quien efectivamente resultó elegido en 1994, la financiación de las campañas se ha

14 Op. Cit. Pag. 9. 15 Intervención de Germán Medina en conferencia sobre publicidad llevada a cabo entre el 2 y el 5 de Mayo de 2002 en la Universidad Jorge Tadeo Lozano, en Bogota. Disponible en www.geocities.com/cparra07/INTRODUCCIO1.doc

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convertido en un tema delicado y controvertido.

La legislación al respecto en Colombia, que se ocupa de ello en la ley 130 de 1994, el Estatuto

Básico de los Partidos y los Movimientos Políticos, ordena un sistema mixto, es decir, que las campañas (de partidos, movimientos políticos, movimientos sociales, y grupos significativos de ciudadanos) tengan al mismo tiempo financiación privada y estatal. Al mismo tiempo, todos los actores que participan en la contienda deben presentar un informe de rendición de cuentas, donde deben incluir a todos los contribuyentes de sus campañas. La financiación estatal, además, se materializa en reposiciones según el numero de votos. En lo referente a las elecciones de alcalde, gobernador y presidente (unipersonales), la reposición sólo ocurre cuando el candidato ha obtenido “por lo menos 5% del total de los votos validos obtenidos”16.

Actualmente, las campañas tienen un límite, fijado por el Consejo Nacional Electoral, pero no tienen un límite para los montos de las donaciones privadas, lo que puede llevar a que un solo donante se encargue de la campaña, comprometiendo la objetividad de la misma.

El debate entonces se centra en la viabilidad de la financiación absolutamente estatal de las campañas, pero a esta propuesta se han hecho muchas objeciones, pues la prohibición de la entrada privada de fondos puede llevar a que se haga de manera ilegal, acudiendo a contribuyentes oscuros, además que desconectaría a los partidos de la sociedad, pues se convertirían en apéndices del Gobierno17.

Para Carlos Ariel Sánchez, “la financiación de las campañas cambia según el tipo de Estado existente”18 en el país, lo que significa que en un estado liberal, la financiación es privada, mientras que en un estado totalitario es estatal, pues los partidos son agentes del Estado.

La financiación mixta surge entonces de la idea de que los partidos son parte tanto de la

16De la Calle, Humberto. “Financiación de Partidos y Campañas Políticas” En Revista de Derecho Publico, Numero 9, Septiembre de 1998. Pág.7 . 17 Ibíd., Pág. 15. 18 Sánchez, Carlos Ariel, “La Financiación de los Partidos Políticos y las Campañas Electorales, Ibíd., Pág.55.

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sociedad como del Estado.

Por otra parte, según Andrea Saldarriaga19, el nexo entre el poder económico y el político es innegable, y por lo tanto, la dependencia de los candidatos frente a quienes están en poder de financiar sus campañas siempre plantea interrogantes acerca de cómo mantener separadas la esfera política y la económica, y especialmente, cómo evitar que la primera predomine sobre la segunda, sin ir en detrimento de los principios democráticos de participación y representación. Por esto, dice Saldarriaga, deben establecerse limites a las contribuciones y al gasto de las campañas, pero los intentos al respecto han sido infructuosos, por las razones antes mencionadas. Sin embargo, propone reducciones de gastos en publicidad gracias al acceso gratuito a los medios de comunicación. Esto no solo reduciría los gastos de las campañas, sino que permitiría igualdad en el acceso a la atención por parte de contendores desconocidos.

Esto, entonces, haría más democrático el proceso electoral.

Igualmente importante es hablar de la representación partidista en el país.

El escándalo que sacudió a la administración Samper (1994 – 1998), en el que al parecer entraron dineros del narcotráfico a su campaña, ha suscitado grandes debates, no sólo alrededor de la financiación de las campañas, sino de la corrupción, y el desencanto que se siente frente a la política nacional. Para Eduardo Pizarro20, Colombia se acerca cada vez mas a la atomización de los partidos que ocurre en Brasil. Esto se refleja en que las campañas han terminado convirtiéndose en empresas individuales, en ausencia de las listas de partido, y en el aumento “escandaloso” de los costos de campaña.

Es por esto que el tercer concepto importante para el caso colombiano es el de

19 Saldarriaga, Andrea. “Tres Temas Constantes en el Debate de la Financiación Electoral y su Relación con la Calidad del Dialogo Político”. En Ibíd. Págs. 187 – 195.

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representación partidista, que tiene incidencia en la investigación, debido a que, de los cuatro principales candidatos, sólo uno, Horacio Serpa, hacía parte explícita de uno de los partidos tradicionales, demostrando que el interés de los votantes colombianos por la participación política esta desligado a la actividad de los partidos que han marcado la historia política colombiana.

Al respecto, Francisco Gutiérrez21 escribe acerca de la importancia de la identificación de los candidatos respecto de su filiación partidista. Los candidatos a cargos públicos en Colombia saltan de un apoyo partidista a otro, haciendo parte de movimientos que, por su misma movilidad, no parecen tener permanencia en el tiempo.

La pregunta fundamental de Gutiérrez es cómo los candidatos logran captar votos en un sistema bipartidista, donde los dos partidos que lo conforman han perdido legitimidad. Ahora, la clasificación de los candidatos se debe hacer caso por caso, o existe algún sistema de clasificación adecuado situar a todos los candidatos?

Gutiérrez propone una matriz donde utiliza criterios como la cantidad de tiempo que lleva el candidato en carrera política, el uso de etiquetas bipartidistas, la pertenencia a órganos directivos de los partidos, el apoyo público de los mismos, la participación en elecciones como bipartidista, el género, el nivel educativo, y el apoyo de candidatos intermedios que sean miembros de los partidos tradicionales.

Esta matriz dio los resultados esperados para Gutiérrez, es decir, clasificó de manera efectiva a los candidatos para la alcaldía de Bogotá de 2000, quienes fueron el objeto de su investigación.

El siguiente concepto importante de abordar es el de las encuestas de opinión en

20 Pizarro Leongomez, Eduardo. “El Financiamiento de las Campañas Electorales en Colombia”. Ibíd. Pág. 40. 21 Gutiérrez Sanín, Francisco. “Agregando votos en un sistema altamente desinstitucionalizado”. En Archivos

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materia electoral, pues éstas determinan el punto de partida de las campañas, en la medida en que dan pistas sobre lo que quiere y necesita la población, y por lo tanto lo que debe ser el foco de la campaña, en primer lugar, y en segundo lugar, porque muestran qué tanto el mensaje de la campaña es efectivo, y está llegando a la población.

Al respecto, Rodrigo Losada opina que las encuestas electorales son un gran aporte a la democracia colombiana, pues “permite auscultar las preferencias y opiniones del electorado para orientar las decisiones públicas, o las propuestas de los candidatos”22.

Además, dice Losada, la encuesta es un registro de lo que dice la población, lo que no implica una manipulación de la información, que se da cuando ésta es divulgada, pero no cuando es en sí recolectada. Losada además está en desacuerdo con la creencia de que las encuestas sirven para confirmar el voto de los indecisos, pues éstos son en últimas personas desinteresadas en el proceso, y por lo mismo, no buscan en las encuestas respuestas acerca de por quién votar.

Concluye con una reflexión sobre la utilidad de las encuestas, que, dice Losada, son tan efectivas que eventualmente reemplazarán a otros mecanismos de consulta ciudadana como el plebiscito o el referendo.

Por su parte, Carlos Lemoine ve a las encuestas como herramientas al servicio de los actores de los procesos electorales “para conocerse mejor, a conocer a los que les rodean, y a identificar las circunstancias”23.

Por último, es importante hablar del cubrimiento que los medios de comunicación hacen a las campañas electorales.

Al respecto, Alejandro Santos y María Teresa Ronderos hablan de la “individualización de la

de Economía, No. 157, Octubre de 2001. 22 Losada, Rodrigo. “Las Encuestas de Opinión y la Democracia Colombiana”, En Memorias del Primer Foro sobre Encuestas de Opinión de Carácter Electoral”, Bogotá, Agosto de 1993, Pág. 154. 23 Lemoine, Carlos. “Algunas Observaciones Sobre la Forma como las Encuestas Afectan el Proceso Electoral”,

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política”, alejándose de las formas anteriores de toma de decisiones, basadas en las directrices de los partidos o de los grupos sociales a los que se pertenece24. Esta individualización, pertinente no sólo a los candidatos sino también a los electores, cambia las escalas de valores que se tienen en cuenta en el momento de hacer una elección. Esto entonces crea una fragmentación en el electorado, por lo que el voto se convierte en algo difícil de predecir.

Igualmente, hablan de la complejización del voto. Esto consiste en que la identificación con un partido determinado ya no es tan importante para el votante, y en cómo la multiplicidad de elecciones que deben hacerse exige que el votante sea más informado.

Sobre el papel de los medios, Santos y Ronderos afirman que la incidencia de éstos en la formación del voto no consiste, como suele creerse, en la creación de candidatos, sino en influir sobre la agenda pública, reforzando los temas que se consideren importantes.

Por otra parte, al influir la prensa sobre la agenda electoral, hace que prevalezca una forma de ver las cosas sobre otra, reforzando los pensamientos colectivos, lo que a su vez hace que las

“voces minoritarias guarden silencio por miedo al aislamiento que la sociedad impone a quienes no están de acuerdo con el consenso mayoritario” 25. Es lo que la filósofa alemana

Elizabeth Noelle-Neumann llama la “espiral del silencio”26

Igualmente, Martín Gómez habla de cómo los medios han convertido a las contiendas electorales en espectáculos, centrándose más en aspectos propios de la campaña que en los temas propuestos por el candidato, por lo que las campañas mismas se centran en estos temas.

“Las posibilidades que para el uso de imágenes han abierto los medios de comunicación, han

en Ibíd. Pág. 159. 24 Santos, Alejandro, y Ronderos, María Teresa. “¿Pueden los Medios Fabricar Candidatos?” en “Poder & Medio”, Varios Autores, Bogotá, Aguilar, 2004. Pág. 251. 25 Ibid. Pág. 257 26 Noelle Neumann, Elizabeth. “La Espiral del Silencio”. Paidós, Barcelona, 1995. Citado en Ibid. Pág. 257.

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llevado a políticos a invertir grandes sumas de dinero en equipos asesores de imagen”27, por lo que se publica en los medios de comunicación es el resultado del trabajo de esos equipos, omitiendo aspectos desfavorables. Así mismo, Gómez dice que los medios resaltan a unos candidatos sobre otros, contribuyendo “de forma significativa a la construcción de una percepción de la realidad de la que luego dependerá la decisión de votar o no”28. Siguiendo esta línea de pensamiento, el político debe hacer cuantas apariciones públicas le sea posible, con el fin de captar la atención de los medios, apelando a todos los grupos sociales y políticos existentes.

Los anteriores conceptos serán las guías de trabajo, herramientas para llevar a cabo la descripción de la campaña de cada uno de los candidatos, sus estrategias , y la incidencia que los mismos tienen sobre éstas.

27 Gómez, Martín. “El Cubrimiento del Periódico El Tiempo a la Campaña para la Alcaldía de Bogotá del Año 2000”. Tesis para optar al Título de Politólogo, Uniandes, Agosto de 2001. Pág. 33. 28 Ibíd. Pág. 35.

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3. BREVE CONTEXTUALIZACIÓN DE LAS ELECCIONES DE 2002

Las elecciones de 2002 tienen unas características muy particulares frente a la historia de las elecciones en Colombia.

Con el final del proceso de paz con las Farc, en febrero de ese año, las preferencias y las tendencias electorales de los colombianos tuvieron un giro histórico, como se verá más adelante, pues la coyuntura jugó un papel clave en la creación de la intención de voto.

Igualmente, como lo resalta Gabriel Murillo29, la situación de orden público fue el marco en el que ocurrieron las elecciones, y por eso no sobra reseñarlo.

El período de gobierno del Presidente Pastrana empezó con éste hablando de un diálogo con la guerrilla, propuesta que fue recibida con entusiasmo por la población. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, el proceso arrojaba menos y menos resultados, por lo que rápidamente el entusiasmo inicial se tornó en descontento generalizado.

Los hechos que tuvieron lugar durante el Gobierno del Presidente Pastrana demostraron que, si bien el Gobierno tenía intenciones de paz, este no era el caso de las Farc. Esto se agudizó a medida que avanzaban las campañas presidenciales. Así, no sólo los asesinatos, secuestros, y hostigamientos aumentaron durante el proceso de paz, sino que después de este, las amenazas al proceso electoral se hicieron cada vez más fuertes: “La coyuntura electoral estuvo enmarcada por la creciente zozobra frente al proceso democrático, en especial ante la incertidumbre acerca de la reacción que podrían tener las Farc por el cierre de las negociaciones de paz, y por el ascenso de su mayor contradictor: Álvaro Uribe.”30

Las acciones de este grupo incluyeron el secuestro de la candidata Ingrid Betancourt, quien

29 Murillo, Gabriel y Fernández Andrea Paola. “Elecciones Presidenciales 2002: Un Desafío a la Seguridad”. En García, Masías y Hoskin (Comp.) “Colombia 2002: Elecciones, Comportamiento Electoral y Democracia”. Uniandes, Ceso, Fundación Konrad Adenauer, Registraduría Nacional del Estado Civil, Departamento Nacional de Planeación. Bogotá, 2003.

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era conocida internacionalmente como una dura crítica al gobierno nacional y al proceso de paz, junto con su fórmula para la vicepresidencia, la abogada Clara Rojas; de doce diputados de la Asamblea del Valle del Cauca, y del Gobernador de Antioquia.

Esto hacía que la opción del diálogo se viera cada vez más lejana, y hacía prestar especial atención a lo que los candidatos presidenciales tuvieran que decir al respecto. Para Murillo y

Fernández, “es así como se evidencia dentro de la opinión pública un reclamo por una posición más consistente hacia los grupos armados...”31

En el momento en que se iniciaron las campañas, los dos principales candidatos, Noemí

Sanín y Horacio Serpa, empezaron a ver cómo surgían nuevos competidores con discursos distintos a los que estos dos veteranos en campañas presidenciales proponían.

Los importantes, fueron Álvaro Uribe Vélez, y Luis Eduardo Garzón.

Igualmente, el fin del proceso de paz implicó la necesidad de redefinir la estrategia de los candidatos frente al mismo, pues es en ese momento en el que ocurre lo que Francisco

Gutiérrez llama la radicalización de la población. Es decir, que, independientemente de las variaciones de tipo regional, o frente al tema de la paz, la coyuntura existente en el momento de las campañas fue lo que radicalizó el voto.

Por esto mismo, Gutiérrez afirma que cuando el replanteamiento de las posiciones se hizo imperante, algunos de los candidatos que planteaban posiciones moderadas en el tema de la paz, también trataron de girar hacia la derecha, haciendo mella en sus caudales electorales, en lugar de aumentarlos32.

Igualmente, la característica “atrapatodo” de la tendencia uribista, rompió barreras de clase, lo que hizo claro que no era la clase social la que determinaría el voto en estas elecciones.

30 Ibid. Pág. 5. 31 Ibid. Pág. 8. 32 Gutiérrez, Francisco. “La Radicalización del voto en Colombia” en Colombia 2002: Elecciones, Comportamiento Electoral y Democracia. Uniandes, Ceso, Fundación Konrad Adenauer, Registraduría

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De otra parte, para Maria Teresa Ronderos y Alejandro Santos, las campañas de 2002 tuvieron características muy particulares en cuanto a su relación con los medios de comunicación, pues, como ya se dijo, el rompimiento del proceso de paz marcó la dirección que las campañas tomarían, y, además, “los medios reforzaron la idea de que se había cedido mucho, de que el gobierno había hecho demasiadas concesiones a la guerrilla, y de que ésta se había aprovechado de ese gobierno timorato para hacerse fuerte y arremeter contra la sociedad”.33

Así, entonces, es como surge, para los autores, la figura de Álvaro Uribe Vélez. Cuando los medios de comunicación colombianos reforzaron la idea del tipo de líder que la coyuntura exigía, el discurso de Uribe se amoldaba a esta idea.

Nacional del Estado Civil, Departamento Nacional de Planeación. Bogotá, 2003 PP. 87 - 109. 33 Ronderos, Maria Teresa, y Santos, Alejandro. “¿Pueden los Medios Fabricar Candidatos? El Poder Electoral de la Prensa es más limitado de lo que la gente cree”. En Varios Autores, “Poder & Medio”, Editorial Aguilar, Publicaciones Semana, Bogotá, 2004. Pág. 257.

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4. ÁLVARO URIBE VÉLEZ: EL GANADOR

El presente capítulo se dedicará describir la campaña del disidente liberal Álvaro Uribe

Vélez, quien llegó a la Presidencia de la República con el 53% de los votos en la primera vuelta de las elecciones.

Esta descripción se hará desde las encuestas y el seguimiento de prensa que se hizo de las campañas.

En la primera parte del capítulo, se hablará de la trayectoria política de Uribe, con la intención de presentar al entonces candidato al lector, de tal forma que éste sepa quién es

Álvaro Uribe, o mejor, quién era antes de empezar a competir por la Presidencia de la

República.

Posteriormente, se hará un relato de la campaña, relacionando los momentos más importantes de la misma con los cambios en las encuestas electorales, mirando cómo su popularidad aumentaba según los cambios en la coyuntura, y los sucesos de la misma. De esta forma, se hablará de los enfrentamientos que Uribe tuvo con los candidatos Horacio

Serpa y Noemí Sanín; de su fórmula vicepresidencial, Francisco Santos, del atentado en

Barranquilla, y de su posición sobre el conflicto armado, pues éste fue el tema clave de su campaña, al reflejar los deseos más básicos de la población.

4.1. Trayectoria Política

Uribe empezó su trayectoria política en 1977, cuando lo nombraron jefe de las Empresas

Públicas de Medellín. En 1980 fue nombrado director de Aeronáutica Civil por el Presidente con la misión de terminar los aeropuertos José María Córdova en Medellín, Ernesto

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Cortissoz en Barranquilla, y el Puente Aéreo en Bogotá34.

Posteriormente fue nombrado alcalde de Medellín por el Presidente Belisario Betancourt en

1982, pues lo encontró “el más recomendado por liberales, conservadores, y gremios económicos antioqueños“35.

Siempre vinculado con el Partido Liberal. En 1984 llegó al Concejo de Medellín, con el apoyo de Bernardo Guerra, de quien posteriormente se separó, armando su propia lista para el

Concejo en 1986 acompañado de William Vélez Mesa. También fue Senador, antes y después de la Asamblea Nacional Constituyente 36. En su paso por el Senado de la República, impulsó la ley 100 de 1993, que promovía una reforma al sistema de seguridad social 37.

En 1995 llegó a la Gobernación de Antioquia, donde una de sus políticas principales fue promover las Convivir, un programa que funcionó durante su gestión en la misma, diseñado para involucrar de manera directa a la población civil en labores de vigilancia y seguridad del ejército. Eran en grupos que recibían entrenamiento especial y tenían un carácter remunerado, además de estar autorizados para utilizar armamento del Ejército, bajo control del Ministerio de Defensa y la Superintendencia de Vigilancia y Seguridad Privada.38 Estos grupos se expandieron por todo el país, y desarrollaron nexos con la delincuencia común y los grupos paramilitares, por lo que fueron eliminadas en 1998.39

Otras gestiones que llevó a cabo en su paso por la Gobernación de Antioquia fueron la creación de 102 mil nuevos cupos escolares, y el ingreso de 200 mil nuevas personas al

34 El Colombiano, Medellín, 24 de abril de 2002, 9 -a. 35 Ibid. 36 Cuando se convocó la Asamblea Nacional Constituyente, en 1990, el Congreso se cerró. Previo a la Constitución de 1991, los senadores eran elegidos en circunscripción regional. Cuando los senadores empezaron a ser elegidos por circunscripción nacional, Uribe obtuvo una curul con 65000 votos a su favor. 37 Álvaro Uribe Vélez. En http://www.colombialink.com/np_alvarouribevelez.html 38 “CONVIVIR” en Medios para la paz, disponible en http://www.mediosparalapaz.org/index.php?idcategoria=395 39 Romero Vidal, Mauricio. “La Política en la Paz y la Violencia”. En Análisis Político No. 45, enero - abril de 2002, pág. 72.

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sistema de seguridad social.40

4.1 La Campaña Presidencial

En 1999, cuando se empezó a hablar de la contienda por la Presidencia de la República,

Álvaro Uribe Vélez vivía en Inglaterra, donde se encontraba realizando estudios de doctorado en la Universidad de Oxford. En ese momento, Uribe estaba pasando por un momento de desencantamiento con las directrices del Partido Liberal, del cual había sido miembro durante toda su carrera política, debido a que consideraba que al interior del Partido, existían los mismos problemas de corrupción que en el Estado colombiano. Así, cuando se planteó la posibilidad de entrar a la carrera por la Presidencia, tomó la decisión de hacerlo por fuera del liberalismo, y apelar a todos los partidos, para hacer una campaña de unidad de los mismos 41.

Posteriormente, a su regreso a Colombia en el mismo año, acogió el reto de hacerse conocer de la población, por lo que empezó una campaña poco publicitada en los medios nacionales, pero activa en la provincia 42.

De esta campaña salieron los 30 talleres democráticos, que se convirtieron en un fuerte estandarte de la campaña del ex gobernador de Antioquia. Estos talleres consistieron en la interacción con las comunidades buscando diseñar la Colombia que los colombianos querían ver para el año 2010. De ellos resultó el diseño del grueso de su campaña nacional, y la redacción de los 100 puntos de su Manifiesto Democrático. El conocimiento del candidato por parte de la población pasó entonces de ser un 61% en septiembre de 200143, a un 82% en enero de 200244.

40 Álvaro Uribe Vélez. En http://www.colombialink.com/np_alvarouribevelez.html 41 Jaime Bermúdez, asesor de comunicaciones de Álvaro Uribe Vélez, en entrevista realizada el 11 de marzo de 2004. 42 Ibíd. 43 Encuesta de intención de voto “La Gran Encuesta“. Napoleón Franco &Cía Ltda, El Tiempo, RCN Radio, RCN Televisión, y Semana. Primera entrega, septiembre de 2001. 44 Segunda entrega de “La Gran Encuesta”, enero de 2002.

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Gráfico 4.1.Evolución del reconocimiento de Uribe por parte de los electores.

Conocimiento Alvaro Uribe Vélez 120% 100% 80%

60% Serie1 40% 20% 0% Conoce Conoce Conoce Conoce Conoce Sept. 01 Ene. 02 Feb. 02 Abr. 02 Mayo 16/02

Evolución del conocimiento de Álvaro Uribe Vélez. Datos tomados de la quinta entrega de La Gran Encuesta, Mayo 16 de 2002.

El candidato entonces empezaba a perfilarse como una opción viable ante Horacio Serpa y

Noemí Sanín, quienes lideraban las primeras encuestas, y tenían experiencia previa en campañas presidenciales.

Posteriormente, el candidato tuvo enfrentamientos con estos dos candidatos. El más sonado de estos, fue el que protagonizó con Horacio Serpa, que será narrado a continuación.

En primer lugar, las propuestas de Uribe de seguridad democrática, fueron blanco de los ataques de Serpa, quien la consideraba una salida fácil al conflicto 45. Al mismo tiempo, consideraba una mentira su proyecto de reforma política, pues al tiempo que Uribe hablaba de cerrar el Congreso, hacía campaña de la mano de aspirantes a esta corporación, lo que lo hacía, ante sus ojos, inconsistente.46

Uribe respondió a esto con una referencia a su trayectoria, y a la transparencia de la misma:

“¿Alguna vez le he mentido al país? Ahí está mi paso por la administración pública, el sector privado y el Congreso” y aseguró que su apoyo a los aspirantes al Congreso iba en busca de

45 El Espectador, 3 de febrero de 2002. Pág. A 6.

25

apoyo para su proyecto de referendo47.

Por otra parte, la coalición que se armó en torno a Uribe, incluía a miembros de los partidos

Liberal y Conservador, y también a miembros del Gobierno Pastrana, lo que llevó a Serpa a tildar de “pastranizada” la campaña uribista48.

Al mismo tiempo, durante la campaña electoral, Serpa sostuvo que las autodefensas favorecían la candidatura de Uribe 49, recordando constantemente la experiencia de las

Convivir, a lo que Uribe respondió diciendo que estos grupos fueron reglamentados durante la gestión de Serpa como ministro del Interior, luego éste también incidió en la creación de las mismas.50

A pesar de las acusaciones de Serpa, Uribe no se vio afectado, pues en febrero de 2002, la intención de voto por el candidato fue de 59,5%, un porcentaje altísimo, que lo pondría inmediatamente en la Presidencia con un amplio margen 51.

Igualmente, aparte de la intención de voto por el candidato, el 63,5% de la población pensaba que era quien iba a ganar las elecciones, independientemente de la intención de voto individual.52

Sin embargo, la asociación que se hacía de Uribe con los paramilitares, debido a las Convivir, le acarreó acusaciones, hechas por el mismo Serpa, de ser el candidato de estos grupos. 53

En medio de estas acusaciones tuvo lugar un atentado del que Uribe fue víctima en

46 El Tiempo, 25 de febrero de 2002. Pág. 1 - 10. 47 El Tiempo, 25 de febrero de 2002. Pág. 10-1. El Referendo impulsado por el Presidente Uribe consistía en 14 puntos que buscaban poner fin a la corrupción y la politiquería del país. Para lograr la aprobación de un referendo, éste debe der primero un Acto Legislativo aprobado por el Congreso de la República en dos vueltas, es decir, que debe tener dos debates en las plenarias de las dos cámaras de la Corporación. 48 El Heraldo, 14 de marzo de 2002. Pág. 3B. 49 El Colombiano, 4 de Abril de 2002. Pág. 8A 50 El Colombiano, 6 de abril de 2002. Pág. 8A 51 Tercera entrega de La Gran Encuesta, febrero de 2002. 52 Este dato surge de cruzar la pregunta “quién cree usted que será el próximo presidente de Colombia”, con “por quién votaría en primera vuelta”, en la cuarta entrega de La Gran Encuesta. Los datos se podrán ver en un anexo. 53 Serpa nunca hizo declaraciones abiertas sobre la influencia directa de los grupos paramilitares en la campaña de Uribe. Sin embargo, las insinuaciones sobre ésta fueron constantes. El Heraldo, 18 de marzo de 2002. Pág. 9 C.

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Barranquilla en marzo de 2002. Después de este hecho, el candidato puso fin a sus presentaciones en plaza pública. Aquí, entonces, es cuando su publicidad empezó a jugar un papel más importante, pues la interacción del candidato con el público se basó en ésta, y en teleconferencias, es decir que no hubo más contacto directo del electorado con el candidato.

Con Noemí Sanín también tuvo enfrentamientos debido a que Uribe acusó a la candidata de utilizar información para hacer campaña publicitaria en su contra. Esto, debido a que en una emisión de Noticias Uno, informativo dirigido por Daniel Coronell, periodista cercano a la candidata, se le acusó de favorecer a su padre, durante el tiempo que fue director de Aerocivil, otorgándole a un helicóptero de la familia del entonces candidato matrícula de operación. Este helicóptero fue luego incautado en el complejo cocainero de Tranquilandia 54. Cuando se refirió a estas acusaciones, dijo: “Una cosa es la prensa libre y otra la prensa al servicio de testaferratos y negociados y por ello, es necesario que la Comisión Nacional de Televisión informe quiénes son los dueños reales y los dueños aparentes de ese noticiero”55. Hablaba aquí de la sociedad existente entre Coronell y César Villegas, quien fue condenado durante el proceso 8.000, y asesinado en marzo de 2002, cuando formaron el noticiero NTC 56. Coronell se defendió de estas acusaciones, diciendo que Villegas había incumplido los términos de la sociedad, por lo que Coronell le había comprado sus acciones 57.

Al mismo tiempo, Uribe, acusó a la candidata de hablar con el presidente del Banco

Interamericano de Desarrollo, y de decirle que si ganaba Uribe, sería igual a que ganara

Carlos Castaño. La candidata negó enfáticamente dicha conversación,58 y negó que existiera un plan para hacer publicidad en contra de Uribe, anunciando que estaba dispuesta a renunciar

54 El Tiempo, 24 de abril de 2002. Pág. 1 – 9. 55 El Colombiano, 24 de abril de 2002. Pág. 3A 56 El Tiempo, 24 de abril de 2002. Pág. 1 – 7. 57 El Colombiano, 24 de abril de 2002. Pág. 3 A

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si esto se demostraba.59

Esta discusión tampoco influyó en la intención de voto por Uribe, pues en las mediciones posteriores al 24 de abril, fecha en la que salieron publicadas estas polémicas, el 49,2% de la población seguía pensando que Uribe sería el próximo Presidente de la República, a pesar de la intención de voto individual 60.

Sin embargo, este porcentaje disminuyó en comparación con los primeros datos. Si se tiene en cuenta que en febrero de 2002 La Gran Encuesta otorgó a Uribe Vélez el 59% de la intención de voto, y posteriormente el candidato obtuvo el 47.66% 61, sin una razón aparente que sea sustentada por los datos consignados en la misma encuesta, se puede inferir que el error, o el cambio en las cifras, surge de la muestra encuestada, antes que reflejar eventos claros de la campaña que pueden hacer disminuir la intención de voto en 11.34 puntos.

Como fórmula para la vicepresidencia, Uribe eligió a Francisco Santos, periodista bogotano, miembro de la familia dueña del diario El Tiempo, único periódico nacional en Colombia.

Santos estuvo secuestrado en 1990 durante ocho meses por el narcotraficante Pablo Escobar, por lo que conocía muy de cerca la realidad del conflicto interno colombiano, y fundó País

Libre, una organización dedicada a brindar apoyo a las víctimas del secuestro y a sus familias.62

Santos era un reconocido periodista a nivel nacional, y, en palabras de Uribe, “ha tenido toda la firmeza contra la violencia, ha sido un hombre de autoridad y de diálogo, en el momento que las circunstancias del país han demandado que se ejerza autoridad, él ha sido el primero en reclamarla. En el momento que se ha visto la posibilidad del diálogo, él ha sido el primero

58 Vanguardia Liberal, 24 de Abril de 2002. Pág. A-2. 59 El Colombiano, 24 de abril de 2002. Pág. 8A 60Este dato surge de cruzar la pregunta “quién cree usted que será el próximo presidente de Colombia”, con “por quién votaría en primera vuelta”, en los datos de la quinta entrega de La Gran Encuesta, en mayo de 2002.. Los datos se podrán ver en el anexo 1. 61 Cuarta entrega de La Gran Encuesta, abril de 2002. 62 “Vicepresidente de la República de Colombia: Francisco Santos Calderón.” Disponible en

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en apoyarlo”.63

Uribe acá se refirió a la identificación con su política de seguridad, tal vez la más polémica de sus propuestas, pues cuando estaba vigente el proceso de paz que adelantaba el Presidente

Andrés Pastrana, Uribe se mostró siempre crítico, al considerar que se hacían demasiadas concesiones a la guerrilla. Cuando éste llegó a su fin, en febrero de 2002, las tesis de autoridad al respecto empezaron a calar en la población. Apelaba por un cese total de hostilidades 64 como condición para llevar a cabo diálogos efectivos de paz. Posteriormente propuso otorgar facultades extraordinarias de policía judicial, permitiendo a la fuerza pública la detención preventiva.65 De esta forma, Uribe mostraba que aunque estaba abierto al diálogo,

éste no sería posible si se hacía, como venía haciéndose, en medio del conflicto. Y que si los actores armados no estaban dispuestos a ceder, estaba dispuesto a preparar al Estado para enfrentarse a éstos. Esta posición fue interpretada como un regreso a las Convivir, lo que generó prevenciones a ciertos sectores de la sociedad. Sin embargo, fueron estas tesis lo que le valió la elección, pues para más del 80% de la población, el principal problema de Colombia era la violencia, al tiempo que consideraba que el Presidente Andrés Pastrana había fracasado en solucionar este problema, como había prometido al iniciar su mandato.66 En otras palabras, los planteamientos de autoridad del candidato coincidieron con una coyuntura de lo que

Carlos Duque llamó “ocho años sin sentir al gobierno”67.

4.2. Publicidad

La publicidad de Uribe contó con un elemento clave, que hizo de su campaña más accesible

www.presidencia.gov.co/vice. 63Discurso de nombramiento de Francisco Santos Calderón como fórmula vicepresidencial. Disponible en http://www.alvarouribevelez.com.co/comunicados/com_marz20-28-2002.htm#uribe 64El País, 18 de enero de 2002. Pág. A - 5. 65Vanguardia Liberal, 27 de enero de 2002. Pág. 12 A. 66Quinta entrega de La Gran Encuesta, mayo de 2002. 67Becassino, Ángel, y Duque, Carlos. “El Gatillo de la Política es la coyuntura”. En La Revista de El Espectador,

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a la población. Los afiches que circularon en casi todos los periódicos del país, contaron con un nivel de recordación del 77% en abril de 2002.68 Estos afiches llevaban la imagen, el logotipo y el lema de Uribe en un lado, y los 100 puntos del Manifiesto Democrático en el lado opuesto.

Igualmente, sus comerciales de televisión contaban con un 91% de recordación,69 lo que hizo que en el estudio post electoral encargado por la Universidad de Los Andes, y llevado a cabo por la firma Napoleón Franco & Cía. Ltda., el 47.16% de los encuestados recordara correctamente el lema de su campaña.70 Según Francisco Gutiérrez, Uribe interpretó bien los sentimientos de los electores, al prometer simultáneamente Mano Dura y Corazón Grande, combinando moderación y firmeza, que le garantizó el éxito71.

Igualmente, Uribe se proyectaba a sí mismo como una persona, recta, de carácter fuerte, y apegado a los valores tradicionales 72. Estas características fueron percibidas así por la población, quien lo calificó como el más preparado, y el mejor líder para asumir la

Presidencia de la República en las encuestas de intención de voto 73. Igualmente, su proyección de tranquilidad y serenidad lo favorecieron en el momento de inspirar esa confianza a la población.74

Las tablas 1.2. Y 1.3, Muestran las asociaciones principales que el electorado hacía al pensar en Uribe. Resalta el alto porcentaje que lo relacionaba con la autoridad, al igual que la alta calificación que recibió en todas las cualidades con las que se pedía relacionarlo75.

Domingo 31 de agosto de 2003, No. 163, pág. 7. 68 Cuarta entrega de La Gran Encuesta, abril de 2002. 69 Ibíd. 70 Informe Preliminar de Resultados, Estudio Post -Electoral Napoleón Franco & Cía “Motivadores del voto en Colombia”. Observatorio Político y Electoral, Departamento Nacional de Planeación, Universidad de Los Andes, Napoleón Franco & Cía S.A. 71 Gutiérrez, Op.Cit. Pág. 93. 72 El Colombiano, 24 de abril de 2002. Pág. 9 A. 73 Quinta entrega de La Gran Encuesta, mayo de 2002. 74 Luis Alfonso Tejada, El Tiempo, 17 de mayo de 2002. Pág. 2 - 7. 75 Las cualidades se midieron en una escala de 1 a 5, donde 1 era total desacuerdo, y 5 total acuerdo. Uribe

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Tabla 4.1. Con qué se asocia a Uribe

Con qué se asocia a Uribe

60% 50% 40% 30% Asociación 20% 10% 0%

o ad cial eral So dencia Iguald n Ningun Autoridad o Lib

Indepe Partid

Compromiso

Tabla 4.2. Cualidades de Uribe

Cualidades de Uribe

3,8

3,7

3,6 3,5 Cualidades 3,4

3,3

3,2

3,1 Honestidad Preparación Liderazgo Lograr la Paz

Tabla 1.3. Cualidades de Álvaro Uribe Vélez. Datos tomados de Estudio Post Electoral Napoleón Franco & Cía Ltda.

Por último, el gasto en publicidad está directamente relacionado con la financiación que

Uribe recibió para su campaña. Esta financiación se hizo de la siguiente forma:

obtuvo la mayor calificación entre los cuatro primeros candidatos.

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Cuadro 4.1. Financiación de Álvaro Uribe Vélez Bavaria S.A. $100.000.000 Malterías de Colombia $100.000.000 Cervunión $100.000.000 Fundación Renacimiento $300.000.000

Empresas Sindicato Antioqueño $300.000.000 Carvajal S.A. $80.000.000 Fuente: El Tiempo, 24 de mayo de 2002. Pág. 1 - 8.

Como se verá más adelante, la de Uribe Vélez fue la financiación más alta de las que recibieron los candidatos a la Presidencia de la República en 2002.

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5. HORACIO SERPA URIBE: LA VIEJA POLÍTICA

El presente capítulo se centrará en la campaña del candidato del Partido Liberal, Horacio

Serpa, quien obtuvo el segundo lugar en las elecciones de 2002. La campaña de ese año fue la segunda para el santandereano, quien era quizá la figura mejor conocida por la población en el inicio de la pasada contienda electoral76, debido a su trayectoria política, que incluyó una gran participación en el proceso 8.000, del que se hablará más adelante.

La primera parte del capítulo se centrará en la trayectoria política de Serpa, para dar al lector una idea de quién era el candidato del oficialismo liberal para las elecciones de 2002.

En la segunda parte del capítulo se hablará de la campaña en sí, replicando la metodología del capítulo anterior, es decir, cruzando los datos de las encuestas, con los momentos importantes de la campaña, tomados del seguimiento de prensa.

Por último, se hablará de su publicidad, y se buscará alguna relación entre ésta y los cambios de intención de voto de los ciudadanos.

5.1. Trayectoria Política

Horacio Serpa nació en en 1943, pero su vida pública empezó en

Barrancabermeja, de donde fue nombrado alcalde en 1970.

Entre 1970 y 1976 fue Juez Promiscuo Municipal de Tona; Juez Penal Municipal de San

Vicente de Chucurí; Juez Civil Municipal de ; Investigador Criminal de

Santander, y Juez Superior de Barrancabermeja 77. Fundó el Fila (Frente de Izquierda Liberal

Auténtico) en 1977.

76 En Septiembre de 2001, Serpa tenía un reconocimiento de 95%, frente al 89% de Noemí Sanín, y el 61% de Álvaro Uribe Vélez. Quinta entrega de La Gran Encuesta, Mayo de 2002. 77 Tomado de http://www.terra.com.co/elecciones_2002/candidatos_presidencia/horacio_serpa/hoja_de_vida/

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También ocupó los cargos de juez, alcalde, congresista, Procurador, Ministro de Gobierno,

Comisionado de Paz y copresidente de la Asamblea Nacional Constituyente, donde se redactó la actual Constitución Política de Colombia.

Más recientemente, había sido ministro del Interior durante el gobierno de Ernesto Samper, donde fue una pieza clave en el escándalo del Proceso 8.000, según el cual la campaña de

Samper habría sido financiada en parte por el Cartel de Cali.

Después de las elecciones de 1998, cuando perdió en segunda vuelta frente a Andrés

Pastrana, Serpa se convirtió en jefe de la oposición, asumiendo la dirección del Partido

Liberal. El candidato estuvo entonces involucrado en el proceso de paz, criticando siempre la negociación en medio del conflicto.

5.2. La Campaña Presidencial

Si las elecciones hubieran ocurrido a finales de 2001, Horacio Serpa habría obtenido el 41% de los votos, por encima de todos los demás candidatos. Sin embargo, en mayo de 2002, cuando llegó la hora de la verdad, Álvaro Uribe Vélez llegó a la Presidencia de la República, y Serpa quedó en segundo lugar, con el 31% de los votos en el país.

Sin embargo, obtuvo una votación alta en los comicios del 26 de mayo de 2002, por lo que, si bien sus propuestas no llegaron a calar en todo el electorado, un gran porcentaje de quienes votaron por él, lo hizo “porque le gustaban sus propuestas”78. Dichas propuestas fueron, principalmente, detener las políticas neoliberales que se llevaban a cabo en el país, impulsando de esta forma la economía nacional, manteniéndose en la posición

78 Según el estudio de Napoleón Franco & Cía. Ltda, y la Universidad de Los Andes, el 73% de los votantes de Serpa lo hicieron porque le gustaban sus propuestas, y el 45% lo eligió porque era el candidato de su partido. Si bien hay más datos al respecto, estos dos son los más significativos, pues diferencian entre los votantes sofisticados de Serpa, y su caudal tradicional.

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socialdemócrata del Partido Liberal, en cuanto buscaban la equidad social, el acceso general a los recursos, y la mejora de las condiciones de vida de la población79. Esta posición, contrario a lo que ocurrió con la propuesta de Serpa frente al conflicto armado, nunca se moderó, y fue la directriz del candidato liberal a través de la contienda.

Por otra parte, la posición de Serpa sobre el tema más importante durante las campañas, es decir, la solución al problema de orden público y violencia reinante en el país, apelaba a la reconciliación, sin dejar de lado la posibilidad de una salida militar, si el diálogo se perdía como opción. Así, si bien en un principio se pronunció a favor de la paz: “Soy amigo de la paz y defenderé hasta el final una solución política para el conflicto... Los convoco a darle un aire nuevo y un argumento sólido a la solución negociada, a actuar con serenidad y a reconquistar la vocación democrática que siempre nos ha caracterizado y ha sido ejemplo para todo el continente”80, posteriormente habló de la necesidad de “derrotar militarmente a la guerrilla, los paramilitares y la delincuencia común”,81 para evitar episodios como el de la masacre de Bojayá82.

Esta ambigüedad también se dejó ver en las declaraciones que hizo en la etapa temprana de las campañas, que coincidió con la crisis del proceso de paz, en enero de 2002: “Estamos mamados de los abusos de la guerrilla y de la debilidad del gobierno, en el actual proceso de paz. Contrario a lo que está ocurriendo, la actual prórroga debe llevar a resultados concretos para los ciudadanos: no más ataques a la población civil, no más secuestros, no más daños materiales. El destino del país no puede ser la guerra total. La guerra que necesitamos librar

79 El Tiempo, 14 de marzo de 2002. Pág. 1-9; El Colombiano, 12 de abril de 2002, pág. 5D; El Tiempo, 28 de abril de 2002, pág. 1-9; El Tiempo, 29 de abril de 2002, pág. 1-10; El Colombiano, 11 de mayo de 2002, pág. 8- A. 80 Vanguardia Liberal, 17 de febrero de 2002. Pág. 15 - A. 81 El Tiempo, 19 de mayo de 2002. Pág. 1 - 15. 82 La masacre del municipio de Bojayá, en el departamento de Chocó, fue el resultado de un enfrentamiento entre guerrilleros de las farc y paramilitares. 119 personas, entre ellos 45 niños, murieron cuando una pipeta de gas explotó en la iglesia del pueblo donde cerca de 300 personas se habían refugiado. El Tiempo, 5 de mayo de 2002. Pág. 1 - 15.

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los colombianos es contra el desempleo, contra las desigualdades sociales, contra los privilegios y contra la pobreza. Vamos a hacer la reforma que necesita Colombia para vivir mejor no porque lo exijan las minorías armadas, sino porque así lo reclaman las mayorías democráticas del país. Me solidarizo con las fuerzas armadas y de policía de Colombia a quienes debemos apoyar todos los colombianos en su obligación de derrotar a los violentos”.83

En esta declaración se puede ver cómo Serpa, aunque estaba en contra de la “guerra frontal”, apelando al diálogo, tampoco manifestó una estrategia de diálogo concreta, pues hizo un llamado a las fuerzas armadas, manifestándoles su apoyo.

De esta forma, mantuvo una posición moderada, sin radicalizarse, contrario a lo que ocurría con la población 84.

Tabla 5. 1. Características principales de Horacio Serpa.

A Serpa

30% 25% 20% 15% A Serpa 10% 5% 0%

ad aldad encia iberal Social inguno Igu nd N Autorid so o L

Indepe Partid

Compromi

Tabla 2.1. Datos tomados de Estudio Post Electoral, Napoleón Franco & Cía. Ltda.

Por otra parte, como ya se señaló, Serpa tuvo duros enfrentamientos con el candidato disidente liberal, Álvaro Uribe Vélez.

83 El Heraldo, 24 de enero de 2002. Pág. 4B.

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En primer lugar, Serpa criticó la posición “guerrerista” de Uribe, defendiendo, como ya se dijo, la salida negociada al conflicto. En repetidas ocasiones, Serpa habló del “desangre” al que seria sometido el país en caso de ocurrir una guerra total, e incluso llegó a tomar un tono burlón al respecto: “Es en esos momentos cuando surgen los Mesías con soluciones fantásticas, perfectas, el superhéroe que vende la ilusión de ser capaz de solucionarlo todo".

Y, refiriéndose a un héroe de su infancia, dijo: "Cuando uno oía 'Sandokán al ataque', sabía que había llegado el fin de los malos y los perversos... Sandokán es un producto perfecto de los asesores de imagen. Si estuviera vivo le ofrecería la vicepresidencia”85. Al mismo tiempo, llamó a la propuesta de Uribe una “guerra financiada por los ricos”, con lo que apeló además a sus raíces humildes, mostrándose como un miembro mas del pueblo.

Posteriormente, las acusaciones a Uribe tomaron un tono más oscuro, cuando empezó a hablar de la presencia de miembros de organizaciones paramilitares en su campaña: “No he hecho acusaciones en contra de Uribe, pero es evidente que el paramilitarismo hace presión armada a favor de esa candidatura presidencial. Los grupos armados están haciendo proselitismo armado a favor de la campaña de Álvaro Uribe”86. El disidente liberal respondió a estas acusaciones diciendo que si había alguna duda sobre su rectitud, el candidato liberal era libre de presentar una denuncia formal ante las autoridades.

En cuanto a su candidato a la Vicepresidencia de la República, el candidato liberal, anunció públicamente el primero de abril de 2002 que su compañero de fórmula para la vicepresidencia sería el ex magistrado de la Corte Constitucional, José Gregorio Hernández.

Hernández era conservador, lo que mostró el interés de Serpa por generar un acercamiento entre los dos partidos tradicionales colombianos. Este intento, sin embargo, no generó mayores reacciones en la población, como se demuestra en su intención de voto. En la cuarta

84 Gutiérrez, Op. Cit. 85 El Tiempo, 2 de marzo de 2002, 1-11.

37

entrega de La Gran Encuesta, el 2.84% de los votantes de Serpa afirmó que el candidato a vicepresidente motivaba su intención de voto.

La gráfica 2.1 muestra cómo la intención de voto por Serpa cambió después del anuncio después del anuncio de su vicepresidente. Lo importante en este caso es cómo la intención de voto por Serpa tuvo un repunte en abril, para luego volver a descender en mayo.

Gráfico 5.1. Evolución Intención de Voto - Horacio Serpa

Serpa/ Hernández

45,00% 40,00% 35,00% 30,00% 25,00% Serpa/ Hernández 20,00% 15,00% 10,00% 5,00% 0,00% Sept. Ene. 02 Feb.02 Abr. 02 Mayo 01 16/02

Datos tomados de la Quinta entrega de La Gran Encuesta.

Su caudal, sin embargo, se mantuvo en regiones de tradición liberal, como la Costa

Atlántica87.

Prueba de esto es que en abril de 2002, a un mes de las elecciones, la fórmula Serpa-

Hernández contaba con el 44.7% de la intención de voto en la región Atlántica, por encima de los demás candidatos88.

86 El Colombiano, 6 de abril de 2002, A 8. 87“El perfecto funcionamiento de la maquinaria liberal oficialista en la Costa Atlántica se demuestra en los resultados de las votaciones, donde a pesar del mayoritario respaldo de los parlamentarios de esas regiones a Uribe Vélez, el candidato Serpa triunfó”. Ungar, Elisabeth, “Maquinarias Políticas y Elecciones Presidenciales”. Disponible en http://cvisible.uniandes.edu.co/quienes/documentos/maquinariasPoliticas.doc 88 Cuarta Entrega de La Gran Encuesta, Abril de 2002.

38

En el resto del país, no obstante el avance de la intención de voto a favor de Uribe Vélez,

Serpa siguió manteniendo su popularidad, debido al ya mencionado factor partidista. Si bien

éste no fue el único factor decisivo en la intención de voto por el candidato liberal, éste resultó ser el factor de mayor peso para quienes votaron a favor del candidato liberal 89.

El desarrollo de la campaña dejó ver cómo el candidato del oficialismo liberal mostraba una cierta vaguedad en sus planteamientos, por lo que su mensaje no llegó efectivamente a la población.

Igualmente ocurrió con su publicidad. La recordación que tuvo su lema de campaña en la población fue del 22,4%, y sin embargo, la población consideró importante y atractiva su publicidad, como se muestra en la tabla 2 .2.

Tabla 5.2. Percepciones de toda la población de la publicidad de Horacio Serpa

Publicidad de Horacio Serpa

4,5

4,4

4,3

4,2 Serie1 4,1

4

3,9

3,8 Persuasiva Importante Contra otros Atractiva

Datos tomados de Estudio Post Electoral Napoleón Franco & Cía. Ltda.

Directamente relacionado con el tema de la publicidad, está el tema de la financiación de las campañas. La financiación de Serpa se hizo de la siguiente forma:

89 Estudio Post Electoral, Napoleón Franco & Cía. Ltda.

39

Cuadro 5.1. Financiación de Horacio Serpa Siarco S.A. $300.000.000 Cementos Diamante $230.000.000 Bavaria S.A. $100.000.000 Cervecería Águila S.A. $100.000.000 Cervecería Leona $100.000.000 Malterías de Colombia S.A. $100.000.000 Carvajal S.A. $60.000.000 Carullas y Cía. S.A. $50.000.000 Colsanitas S.A. $50.000.000 Nacional de Chocolates $50.000.000 Fluvial Colombiana $50.000.000 Corfivalle S.A. $40.000.000 Fuente: El Tiempo, 24 de mayo de 2002. Pág. 1 - 8.

Además, recibió 2.207 millones de pesos en especie, que se tradujeron en equipos y publicidad.

40

6. LUIS EDUARDO GARZÓN: LA NOVEDAD

El primer candidato de izquierda en alcanzar una votación alta (la tercera en el país), es el tema de este capítulo, que se centrará en ver cómo un país tradicionalmente de centro, permitió la llegada de un candidato no sólo de izquierda, sino ajeno a las prácticas proselitistas tradicionales del país. Garzón fue el único de los cuatro principales candidatos que podía considerarse desconocido en la esfera política del país.

6.1. Trayectoria Política y Campaña

Para las elecciones de 2002, Luis Eduardo Garzón no contaba con una carrera política en cargos de elección popular. Sin embargo, tenía una amplia trayectoria como líder sindical, habiendo sido presidente del sindicato de Ecopetrol y líder de la Unión Sindical Obrera,

USO. Aunque estuvo un tiempo en el Partido Comunista, lo dejó para buscar una vía democrática de entrar a la política nacional 90. De ahí pasó a unirse al movimiento de izquierda Frente Social y Político, que luego se convertiría en el Polo Democrático 91.

De origen particularmente humilde, Lucho es hijo de madre soltera, quien se ganaba la vida como empleada domestica en Bogotá. Este origen no sólo dio pie a los acercamientos de

Garzón a la izquierda y a los sindicatos, sino que también le dio las características de austeridad y perseverancia que se vieron durante su campaña presidencial en 2002. Cómo se manifestaron estas características, se verá más adelante.

Cuando comenzaron las campañas, Garzón tenía un reconocimiento del 27% de la población92.

90 El Tiempo, 14 de mayo de 2002. Pág. 1- 3. 91 El Tiempo, 2 de abril de 2002. Pág. 1 - 3. 92 Primera Entrega de La Gran Encuesta, septiembre de 2001.

41

Para enero de 2002, el 48% lo conocía93, y al finalizar las campañas, el candidato del Polo

Democrático era conocido para el 70% de la población94.

Gráfico 6.1. Evolución del Reconocimiento de Luis Eduardo Garzón

Luis Eduardo Garzón

90% 80% 70% 60% 50% Serie1 40% 30% 20% 10% 0% Conoce Conoce Conoce Conoce Conoce Conoce Conoce Sept. 01 Ene. 02 Feb. 02 Abr. 02 May o May o May o 16/02 24/02 25/02

Datos tomados de la séptima entrega de La Gran Encuesta.

A pesar de su amplio conocimiento, la gran mayoría no podía hacer ninguna asociación característica del candidato, ni identificar correctamente su lema de campaña:

“Reconciliémonos”95. Esto se puede explicar en la medida en que, si bien el conocimiento de

Garzón aumentó entre septiembre de 2001 y mayo de 2002, éste no llegó a ser comparativamente igual al de los dos candidatos que obtuvieron votaciones mayores, es decir, Álvaro Uribe Vélez y Horacio Serpa.

Por otra parte, sus propuestas jugaron un rol muy importante en la definición de intención de voto a su favor. En primer lugar, proponía un gobierno de reconciliación, manteniendo la idea de la negociación pacífica con los insurgentes, proponiendo un “cese al fuego bilateral y

93 Segunda Entrega de La Gran Encuesta, enero de 2002. 94 Séptima Entrega de La Gran Encuesta, 25 de mayo de 2002. 95 En el estudio post electoral de Napoleón Franco y la Universidad de Los Andes, el 44% de los encuestados contestó “ninguno” a la pregunta “¿Con cual o cuales de los siguientes aspectos identificó a los candidatos presidenciales?” Siendo las respuestas posibles autoridad, compromiso social, independencia, moderación, igualdad, Partido Liberal, y ninguno. La segunda asociación correcta, fue la opción Reconciliación, en un 24%.A la pregunta ¿Podría identificar el eslogan de cada uno de los siguientes candidatos?” el 55.23%

42

escalonado”96, y apoyando los diálogos regionales de paz, para disminuir la intensidad del conflicto, después del rompimiento del proceso de paz que llevaba a cabo el Gobierno del

Presidente Pastrana con las Farc.

Sus propuestas sociales iban encaminadas hacia la reconstrucción del país, al igual que

Horacio Serpa, desde adentro, creando las condiciones sociales posibles para que no existieran bases que justificaran el conflicto armado: “Al país le sale más económica la paz que la guerra, y sobre la base de unas negociaciones en las que las dos partes cedan y se logre la paz, ya no se necesitarán recursos para financiar un mayor gasto militar, sino para invertirlos en lo social”.97

De esta forma, basaba sus propuestas para la recuperación del monopolio legítimo de la fuerza por parte del Estado, en fortalecer la legitimidad del mismo como proveedor de la seguridad social de la población.

A diferencia de los candidatos anteriormente estudiados, se mantuvo alejado de las polémicas entre candidatos, lo que le valió un aumento en su favorabilidad. Al respecto de las peleas entre los candidatos Uribe, Serpa y Sanín, dijo: “Mi política es sólo acusar cuando se tengan pruebas. Me parece que el palo no está para cucharas en Colombia y no voy a generar más tensión en el ambiente. No me consta nada de lo que se ha dicho. Me impresiona que con tanto problema que hay en Colombia nosotros estemos dando un debate de adjetivos.” 98

Sin embargo, no dejó de referirse a sus contendores como representantes de la vieja política, y a sí mismo como la nueva alternativa en la toma de decisiones. “Conviene impulsar una candidatura que no vaya al garete de las fuerzas que ejercen o manipulan el conflicto

respondió no sabe/no responde, mientras el 23,69% lo identificó correctamente. 96 El Colombiano, 16 de febrero de 2002. Pág. 3 - A. 97 Vanguardia Liberal, 14 de mayo de 2002. Pág. 2 - A. 98 El Tiempo, 26 de Abril de 2002, 1-6.

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armado, ni de aquellas que tienen compromisos con los sistemas de dominación prevalecientes en el país y que colocan sus intereses particulares por encima de las mayorías”, dijo un grupo de intelectuales cuando adhirió a su campaña.99

Ahora, con una imagen favorable del 44% en mayo, como es que únicamente alcanzó una votación del 6% de la votación nacional?

En primer lugar, debido a que los dos principales contendores tenían un enorme caudal político, lo que restaba votos a un “newcomer” como lo era Garzón.

Por otra parte, los votantes de Garzón eran primordialmente urbanos y de clase media, lo que significaría una cierta educación del electorado, frente a los votantes rurales y de clases bajas, que respondían más a factores emotivos 100. Esto significa que la propuesta de Garzón llegaba a un sector más reducido de la población, y por lo mismo, no tuvo el impacto necesario para hacer contrapeso a los otros candidatos.

Igualmente, tanto la fórmula para la vicepresidencia, como las adhesiones que recibió la campaña del Polo Democrático provinieron de sectores de centro izquierda y de izquierda, tendencias que históricamente no han tenido una acogida masiva en la población.

Vera Grabe, su vicepresidente, había sido miembro del grupo insurgente M - 19. Cuando

éste se desmovilizó, Grabe fue senadora por este movimiento.

Las adhesiones de FECODE, varios intelectuales colombianos, además de la presencia de las centrales obreras CUT (Central Unitaria de Trabajadores), CTC (Confederación de

Trabajadores de Colombia), y Confederación General de Trabajadores Democráticas

(CGTD), la primera de las cuales había sido presidida por Garzón durante varios años, lo convirtieron en un actor importante para hacerle frente al candidato del Partido Liberal,

99 El Tiempo, 24 de Mayo de 2002, 1-8. 100 La mayor intención de voto fue entre la población de 26 a 35 años ( 9.5%) , en Bogotá, (9.3) y de clase media (6.8%). Quinta entrega de La Gran Encuesta, mayo de 2002. Igualmente, la mayor votación que obtuvo el candidato fue en Bogotá, lo que demuestra que el voto por garzón era un voto principalmente urbano.

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Horacio Serpa, considerado de centro izquierda.

Sin embargo, Garzón “carecía de los electores naturales de un partido de izquierda”, por lo que “no penetró profundamente en ningún sector social y más bien fue una alternativa para los electores independientes que, por razones difusas, no querían votar por los candidatos principales”101

6.2. Publicidad

El gasto de Garzón en publicidad se centró en los comerciales de televisión, en los cuales el candidato exponía sus propuestas de una forma concisa y proyectando una espontaneidad que lo favorecía ante los televidentes102. El nivel de recordación de esta publicidad, no fue muy alto, pues no hubo inversión en prensa, y su publicidad callejera era muy poca.

Su gasto en publicidad 382'810.000 pesos103. La financiación para estos comerciales la recibió de la Fundación Poder Vivir, la Cervecería Unión, y empresas asociadas con los grupos Bavaria, Colpatria, Corona, y el Sindicato Antioqueño104.

En el siguiente cuadro se puede ver cómo fue su financiación:

Cuadro 6.1. Financiación de Luis Eduardo Garzón Fundación Poder Vivir 20.000.000 Conavi 6.000.000 Corfinsura 10.000.000 Promigas 20.000.000 Compañía Nacional de Chocolates 8.000.000 Cervecería Unión 100.000.000 Andrés Echavarría 5.000.000 Industrias Alimenticias Noel 10.000.000 Constructora Colpatria 20.000.000 Cementos Argos 15.000.000

101 Gutiérrez , Op. Cit. Pág. 97. 102 El Tiempo, 17 de mayo de 2002. Pág. 2 - 7. 103 Vanguardia Liberal, 22 de mayo de 2002. Pág. 2 - A. 104 El Tiempo, 23 de mayo de 2002. Pág. 1 - 7.

45

Fundación Bancolombia 8.000.000

Fuente: El Tiempo, 23 de mayo de 2002. Pág. 1 - 7.

El mérito de esta campaña está entonces en haber obtenido una alta votación con poca publicidad y reducida financiación, pues los tres principales contrincantes de Garzón, recibieron contribuciones considerablemente mayores.

46

7. NOEMÍ SANÍN: EL DESCENSO

La cuarta votación más alta en el país la obtuvo Noemí Sanín Posada. Por esto, el presente capítulo se dedicará a la campaña de esta candidata, quien llama la atención por su rápido descenso en las encuestas, el cual se vio reflejado posteriormente en la elección. Lo interesante de esta campaña, es la gran aceptación que la candidata tenía al principio de la contienda.

7.1. Trayectoria Política

La trayectoria en el sector público de Noemí Sanín empezó en 1986, cuando fue nombrada

Ministra de Comunicaciones por el entonces presidente . Durante su gestión al frente de esta cartera, logró que se expidiera la “Ley 42 de 1985, que reglamentó la creación de los canales regionales, la aprobación de la televisión por cable y sentó las bases de la modernización de Telecom, Caprecom y Audiovisuales.”105

Como Ministra de Comunicaciones, además, se destacó particularmente su manejo de los medios durante la toma del Palacio de Justicia106, cuando impidió el acceso del grupo M - 19 a la televisión nacional.

Posteriormente, durante el Gobierno de César Gaviria, fue embajadora en Venezuela, y

Ministra de Relaciones Exteriores, donde sobresalió su actividad al conseguirle a Gaviria los votos necesarios para convertirlo en Secretario General de la OEA. 107

105 Hoja de Vida de Noemí Sanín, disponible en http://www.terra.com.co/elecciones_2002/candidatos_presidencia/noemi_sanin/hoja_de_vida/ 106 El 6 de noviembre de 1985, guerrilleros del grupo (hoy desmovilizado) M-19, asaltaron el Palacio de Justicia, donde tuvo lugar un enfrentamiento entre este grupo y el Ejército Nacional, causando la muerte a 11 magistrados de la Corte Suprema y 65 funcionarios y visitantes 107“La Trayectoria de Noemí Sanín como abogada, empresaria, ministra y diplomática” En

47

En 1994, durante el Gobierno de Ernesto Samper, Noemí fue embajadora ente el Reino Unido, y desató una polémica al renunciar a esta embajada durante el Proceso 8.000, cuando el Fiscal

General de la Nación acusó formalmente al Presidente Samper ante la Cámara de

Representantes.

Fue entonces cuando tomó la decisión de lanzarse a la campaña por la Presidencia de la

República en 1998, con la bandera del movimiento Sí Colombia.

En esa campaña se enfrentó con Horacio Serpa y con Andrés Pastrana, obteniendo el tercer lugar en los comicios, con el 26,84% de la votación en la primera vuelta de las elecciones.108

7.2. La Campaña Presidencial de 2002

Cuando empezó la contienda, en enero de 2002, Sanín tenía la aceptación del 59% de la población109. La intención de voto a su favor, era del 16.9%, situándola en el tercer lugar, después de Álvaro Uribe y Horacio Serpa.

La presencia de Uribe en esta nueva contienda tomó por sorpresa a Noemí, quien no supo enfrentarse al reto que suponía proponer una estrategia de país mas viable que las que proponían sus contendores.

Esto se vio reflejado tanto en sus propuestas, como en la intención de voto por la candidata, que descendió vertiginosamente durante la contienda electoral.

http://semana.terra.com.co/imagesSemana/documentos/perfil.doc. 108 “Colombia: Elecciones presidenciales de 1998.” Disponible en http://www.georgetown.edu/pdba/Elecdata/Col/pres98_1.html 109 Primera Entrega de La Gran Encuesta, enero 2002.

48

Gráfico 7.1.Evolución de la Intención de Voto - Noemí Sanín

18,00% 16,00% 14,00% 12,00% 10,00% Serie1 8,00% 6,00% 4,00% 2,00% 0,00% Sept. Ene. Feb.02 Abr. 02 Mayo Mayo Mayo 01 02 16/02 24/02 25/02

Datos tomados de la Séptima Entrega de La Gran Encuesta, mayo de 2002.

Se puede ver cómo en febrero de 2002 fue cuando la intención de voto por la candidata se precipitó, del 16.9% en enero, al 5.1 % en el mes siguiente.

Esto lo explicó su propia campaña como una falla en las comunicaciones, pues la propuesta central de su campaña, es decir, la generación de empleo, no llegó efectivamente a la población. 110

Cabe entonces resaltar que de los encuestados, en enero de 2002, quienes la eligieron como candidata, el 71% lo hizo basándose en sus características personales, y de este porcentaje, el

30% la eligió por ser mujer. Esta característica, entonces, era lo que resaltaba primordialmente de la candidata. Igualmente, durante su campaña, al respeto de su imagen, se dijo: “Su atractivo y su feminidad son su mayor fortaleza al momento de enfrentar a los medios”.111

Su imagen femenina, entonces, fue la principal característica que esta candidata proyectó, lo que se evidencia en los datos posteriores a las elecciones.112 En este caso, la candidata fue

110 El Espectador, 12 de mayo de 2002. Pág. 3A 111 El Colombiano, 25 de mayo de 2002. Pág. 2D 112 Desafortunadamente, en las entregas posteriores de La Gran Encuesta, y en el Estudio Post Electoral de Napoleón Franco & Cía., no existen datos comparativos sobre la percepción de las características personales en cuanto a ser mujer. Sin embargo, como ser verá durante el capítulo, Sanín sí apeló a esta condición

49

identificada mayoritariamente con la opción “ninguno”. El hecho de apelar constantemente a su condición de mujer como principal característica frente al dominio masculino de la política nacional, le restó atención a sus propuestas de gobierno. Incluso en sus declaraciones de campaña, la candidata hacía uso de este argumento como principal virtud para ser elegida:

“Los hombres fracasaron. Miremos los resultados de los gobiernos de los hombres: más violencia, más corrupción, más desempleo, y más miseria. Lo único distinto que queda es el gobierno de la mujer”. “La mujer colombiana es discreta, casi ninguna es protagónica, son como hormiguitas, no son como elefantes. Son honestas y buenas administradoras.” 113

Tabla 7.1. Identificación de Noemí Sanín con características.

A Sanín

40% 35% 30% 25% 20% A Sanín 15% 10% 5% 0%

d l era Social dencia Igualdad Ninguno Autorida iso pen Inde Partido Lib

Comprom

Datos tomados del estudio post electoral del Napoleón Franco & Cía., y Universidad de Los Andes.

Por otra parte, se enfrascó en una discusión constante con el candidato Álvaro Uribe Vélez, que le restó credibilidad frente al electorado, pues quiso hacer uso de la publicidad negativa, cuando estaba tan atrás en las encuestas, que no logro subir en las encuestas, y en cambio si perdió puntos frente a la población.114

Sus propuestas, por otra parte, no eran particularmente novedosas, lo que muchos

constantemente en sus declaraciones. 113 El Colombiano, 18 de mayo de 2002, A 6.

50

atribuyeron a la ausencia de la candidata durante los tres años previos a las campañas electorales. 115

De los temas centrales de su campaña, vale resaltar dos: El empleo, y la consecución de la paz.

El primero, eje de los planteamientos de la candidata, consistía en la duplicación de “la inversión privada, las exportaciones menores, y el número de empresas, lo que crearía 2.6 millones de empresas en los próximos 4 años. Esto significa que en la agricultura se crearían más de 500.000 empleos, en la industria más de 600.000, en la construcción más de 500.000, en el turismo más de 300.000, y en los servicios modernos 300.000”.116

En el tema del conflicto armado, por su parte, habló al mismo tiempo de la necesidad de un estatuto antiterrorista y una salida negociada al conflicto: “Voy a buscar activamente una solución política al conflicto. La solución negociada sólo se logra con un Estado legítimo y fuerte. (...) Hay que fortalecer la justicia y crear un estatuto antiterrorista para que el Estado pueda prevenir, combatir y sancionar a los violentos. (...) Modernizar y fortalecer la fuerza pública para garantizar que su crecimiento y capacidad sean iguales o mayores a la de los armados. (..) Vinculación de 20.000 soldados profesionales por año, debidamente equipados.

(...) Mi compromiso, en cualquier caso, es entregarle a mi sucesor en la Presidencia un país en paz”.117

En muchos casos se contradijo, lo que impedía que sus planteamientos se tomaran seriamente, dejando muchas preguntas sobre el desplome de la candidata, no sólo en las encuestas, sino también el desplome de la imagen modelo que había logrado en la campaña de 1998.

114 En el capítulo dedicado a Álvaro Uribe Vélez está reseñada dicha disputa. 115 El Espectador, 12 de mayo de 2002. Pág. 15A 116 Vanguardia Liberal, 5 de mayo de 2002. Pág. 12A 117 El Colombiano, 29 de abril de 2002, 8 A.

51

Al respecto, hubo voces que hablaron de un “libreto aprendido” por parte de la candidata, que, si bien contaba con el mejor equipo asesor, no reflejó autenticidad en sus declaraciones.118 Y falló en la unificación de su lenguaje, pues, al exponer sus propuestas en términos diferentes según los escenarios en los que se presentaba, los electores no las recibieron claramente.119

Parte fundamental de este “equipo estrella”, fue Fabio Villegas, fórmula de campaña de

Noemí para la vicepresidencia.

Villegas tenía una amplia trayectoria en el sector público, habiendo sido ministro, gobernador, congresista, secretario general de la Presidencia y embajador ante la OEA.120

Sin embargo, cuando se anunció su candidatura a la vicepresidencia, únicamente el 26%121 de la población lo conocía, y, por lo mismo, no tuvo mayor impacto en la intención de voto a favor de la candidata Sanín.

Esto en conjunto hizo que Sanín, quien tuvo un desempeño considerablemente bueno en las elecciones de 1998, cayera a un muy lejano cuarto lugar en 2002, frente a los dos principales contrincantes, a pesar de su cercanía en las encuestas al principio de las campañas.

Por otra parte, su publicidad tampoco tuvo mayor impacto en la población, lo que se demuestra con la poca recordación (18.12%) que tuvo su lema de campaña “Victoria

Total”122.

118 En el mencionado artículo de El Espectador, una fuente anónima de la campaña de Álvaro Uribe Vélez, dice: “Lo que Noemí decía y las propuestas que ella exponía no eran de ella y el país se dio cuenta de eso, especialmente por las apariciones en televisión”. 119 Op. Cit. 120 Vanguardia Liberal, 31 de marzo de 2002. Pág. 2A 121 Cuarta entrega de La Gran Encuesta, abril de 2002. 122 Estudio Post electoral Napoleón Franco & Cía. Ltda.

52

Su financiación se hizo de la siguiente forma:

Cuadro 7.1. Financiación de Noemí Sanín

Bavaria S.A. 100.000.000 Carvajal S.A. 60.000.000 Cementos Diamante 230.000.000 Cervecería Águila 110.000.000 Cervecería Leona 115.000.000 Cervecería Unión 130.000.000 Corporación Sí Colombia 339.820.000 Fundación Renacimiento 100.000.000 Manuelita S.A. 60.000.000 Servigenerales S.A. 130.000.000

Fuente: El Tiempo, 23 de mayo de 2002. Pág. 1 - 7.

La financiación que recibió Sanín fue mucho mayor a la que recibió Garzón, y sin embargo el candidato del Polo Democrático obtuvo una votación ligeramente mayor en las elecciones.

53

8. CONCLUSIONES

Se encontró una relación entre el reconocimiento del candidato y la financiación que éste recibía. Así, Luis Eduardo Garzón, al ser menos conocido, obtuvo una menor financiación, al tiempo Noemí Sanín obtenía una financiación mayor. A pesar de esto, Garzón obtuvo una mayor cantidad de votos frente a Sanín, lo que lleva a concluir que la financiación no garantiza el éxito de la campaña, a menos que exista una estrategia que se adecúe a las expectativas de la población.

Por el contrario, la campaña de Álvaro Uribe Vélez contó no sólo con la financiación y el cubrimiento necesarios para llegar a la Presidencia, sino que su popularidad y las asociaciones que se hicieron de él calaban con las expectativas que tenían los votantes de lo que debía ser el presidente de la República.

Igualmente, la publicidad negativa de la que se habló en el marco teórico, que consiste en atacar al oponente con acusaciones, no tuvo mayor acogida en la población, lo que se vio reflejado en la poca incidencia que las disputas entre los candidatos Serpa, Uribe y Sanín protagonizaron.

En contraste con la claridad de los planteamientos de Uribe, se pudo ver cómo el candidato del oficialismo liberal tenía una cierta vaguedad en sus planteamientos, por lo que su mensaje no llegó efectivamente a la población. De igual forma ocurrió con Noemí Sanín, pero no así con Luis Eduardo Garzón, pues, si bien el candidato no registra una identificación clara de sus planteamientos frente al electorado, también es cierto que la financiación de su campaña fue considerablemente menor a la de las otras tres, y, por consiguiente, la capacidad de gasto en publicidad y equipo no es la misma que tuvieron los candidatos Uribe, Serpa y Sanín.

54

Por otra parte, la tradición electoral colombiana no favorece las candidaturas de izquierda, y estas elecciones fueron particularmente adversas a esta tendencia, debido a la ya mencionada radicalización de la población que nombra Francisco Gutiérrez.

Por otra parte, se puede concluir que el suprapartidismo al que apeló Uribe Vélez fue otra de las piezas clave en su diseño estratégico, pues apelar por la unidad nacional no sólo demostraba que el candidato estaba por fuera de las prácticas tradicionales del bipartidismo, sino que manifestaba una voluntad de reconciliación histórica entre dos fuerzas tradicionalmente en conflicto.

55

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2004.

57

ANEXO 1

Incidencia de eventos en la intención de voto de todos los electores.

Fuente: Cuarta Entrega de La Gran Encuesta, Abril de 2002.

Ratificar Camb. Indecisos Decide Otra Ns/Nr Total votantes en cand. de cand. escojen abstenerse

Publicidad política 82% 4% 9% 0% 0% 5%

Secuestro Asamblea 78% 3% 6% 4% 5% 3%

Atentado Uribe 77% 4% 6% 2% 0% 10%

Los Vicepresidentes 74% 12% 4% 5% 1% 4%

Atentados en ciudades 72% 8% 10% 1% 0% 9%

El debate 67% 8% 2% 1% 1% 20%

Declar. sobre FF.MM. 54% 16% 12% 0% 0% 18%

Secuestro Ingrid 53% 25% 8% 6% 4% 5%

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INDICE DE TABLAS, GRÁFICAS CUADROS

Gráfico 4.1 25

Tabla 4.1 31

Tabla 4.2 31

Cuadro 4.1 32

Tabla 5.1 36

Gráfico 5.1 38

Tabla 5.2 39

Cuadro 5.1 40

Gráfico 6.1 42

Cuadro 6.1 45

Gráfico 7.1 49

Tabla 7.1 50

Cuadro 7.1 53

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