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TÉCNICAS DE MUESTREO EN LA PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA: LA ANALES EXPERIENCIA DEL AGER SALMANTICENSIS DE ARQUEOLOGÍA (, ESPAÑA). CORDOBESA ARCHAEOLOGICAL SURVEY AND SAMPLING: THE númERO 27 (2016) EXPERIENCE IN THE AGER SALMANTICENSIS (SALAMANCA, ) ENRIQUE ARIÑO GIL M.ª DE LOS REYES DE SOTO GARCÍA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA UNIVERSIDAD DE SALAMANCA ✉✉: [email protected] ✉✉: [email protected]

Fecha de recepción✉: 28 / 03 / 2016 / Fecha de aceptación✉: 19 / 10 / 2016

RESUMEN La prospección arqueológica se ha revelado como una técnica fun- damental para la obtención de datos en los estudios científicos a la vez que se ha convertido en una herramienta usada por las distintas adminis- traciones al servicio del registro y protección del patrimonio arqueológi- co. La metodología de la prospección ha experimentado un considerable desarrollo técnico en los últimos años, si bien la aceptación de las nue- vas estrategias en la práctica arqueológica ha sido desigual. En el trabajo que presentamos, partiendo de la experiencia de nuestro equipo en la in- vestigación desarrollada en el ager Salmanticensis (Salamanca, España), se argumenta acerca de cómo los resultados obtenidos en los trabajos de prospección arqueológica están altamente condicionados por los criterios que se apliquen en el diseño previo a los trabajos y las técnicas elegidas para llevar a cabo el muestreo de los restos en superficie. Palabras clave: prospección arqueológica, técnicas de muestreo, In- ventarios Arqueológicos, Salamanca, España.

ABSTRACT The archaeological survey has been tested as a basic tool in order to obtain scientific data. Besides, this method has been used by different administrations in the service of registration and protection of archaeolo- gical heritage. The archaeological survey has experienced a considerable technical development in recent years. However, the acceptance of the new strategies recently developed in archaeological survey has been une- ven. This article, based in the experience obtained our research team in the ager Salmanticensis (Salamanca, Spain), deals with how the results of the survey are highly conditioned by the criteria applied in the previous design work and the techniques used to perform sampling surface. Keywords: archaeological survey, sampling, archaeological registers, Salamanca, Spain.

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1. INTRODUCCIÓN: MARCO geográficas. En la práctica esto significa que el registro de los materiales superficiales se TEÓRICO hace teniendo como modelo de referencia el Al desarrollar la ley de Patrimonio Histórico concepto de yacimiento tal como se definía Español de 1985 actualmente vigente, las en las tradicionales cartas arqueológicas, en- administraciones autonómicas hicieron de tendiendo como tal un enclave que, a juzgar la prospección un instrumento preferente al por lo que aflora en superficie, es susceptible servicio de la protección del patrimonio ar- de albergar restos arqueológicos enterrados, queológico, iniciando la elaboración de catá- bien definido en sus coordenadas espaciales logos o inventarios en los que se registraban y separado de otros yacimientos por un vacío aquellos restos susceptibles de ser protegi- de restos. En la catalogación de un sitio pre- dos (en nuestro ámbito geográfico mediante domina la observación (de restos arquitectó- la Ley 12/2002 de 11 de julio de Patrimonio nicos visibles, de materiales significativos...) Cultural de Castilla y León). Desde entonces, sobre el muestreo y la cuantificación del ma- estos inventarios han estado coordinados y terial cerámico. Los datos así obtenidos, en supervisados por los arqueólogos territoria- general poco normalizados, se registran en les de las distintas administraciones, si bien una ficha individual en la que la adscripción el trabajo de campo ha sido habitualmente cultural y la cronología del yacimiento suelen realizado por arqueólogos profesionales que, ser en gran medida intuitivas y dependen de formados en las aulas universitarias, han en- la experiencia del equipo prospector, el cual contrado en estos trabajos promovidos por la suele utilizar para ello un criterio poco defini- administración uno de sus nichos de trabajo. do que resulta de la observación del material superficial, de la valoración que se hace de En la práctica, han sido las propias adminis- las posibles estructuras arquitectónicas (en traciones las que han formulado las normas los casos en que éstas existen), de la biblio- relativas a cómo se deben realizar las pros- grafía preexistente y de las informaciones pecciones arqueológicas y la forma en que orales proporcionadas por las comunidades deben registrarse los resultados, lo que ha humanas del entorno. generado un cierto grado de confusión entre lo que son criterios administrativos y lo que Con estas premisas no es extraño que son criterios científicos a la hora de diseñar las prospecciones realizadas para elaborar las prospecciones (Fernández Posse y Álvaro, los inventarios recurran casi exclusivamente 1993, 69). En el ejemplo que analizamos, a la técnica de la prospección extensiva, se- Castilla y León, el Inventario Arqueológico fue gún un modelo en que únicamente se visitan comenzado en los años 80 del siglo XX y des- aquellas zonas que tienen un especial poten- de entonces todos los yacimientos se regis- cial arqueológico, valorando para ello los da- tran en una base de datos única que, aunque tos que aporta la bibliografía u otras fuentes ha ido evolucionando desde su origen, man- de información de diverso tipo. Esto es así a tiene como unidad de registro el yacimiento, pesar de que las prospecciones intensivas de el cual queda definido como un enclave ais- cobertura total, desarrolladas desde los años lado y diferenciado de su entorno, identifi- 80 del siglo XX tomando como base el mode- cándolo sobre el espacio por sus coordenadas lo experimentado por el equipo dirigido por

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Bintliff y Snodgrass en Beocia (BINTLIFF, mitido solucionar muchos de los problemas 1992 y 2012; BINTLIFF y SNODGRASS, que acompañaban a esta técnica de prospec- 1985, 1988 y 1992; BINTLIFF et al., ción y que la hacían especialmente trabajosa 2007), han puesto de manifiesto que el con- y costosa en tiempo (BEVAN y CONNOLLY, cepto de yacimiento, como enclave aislado y 2002; MAYORAL et al., 2009; VERMEULEN con contorno bien definido, no responde a la et al., 2012), siendo por otra parte habitual realidad. En los paisajes más humanizados, utilizar las cuadrículas de prospección como los propios de nuestro ámbito de actuación, base para las prospecciones geofísicas (VER- lo que se detecta, frente a esta imagen tradi- MEULEN y VERHOEVEN, 2006; BINTLIFF y cional del yacimiento, son zonas de máxima SLAPSAK, 2010). En los últimos años, al- concentración de restos (yacimiento, si así gunas prospecciones intensivas de cobertura se quiere definir) separadas por zonas con total se han dirigido de manera preferente al densidades de material superficial más baja registro del material off site, yendo más allá (halo), así como abundante material disperso de su consideración como el “ruido de fon- que normalmente se denomina bajo el térmi- do” que acompaña a toda prospección inten- no de material off site. siva. De hecho se considera hoy que el mate- rial off site aporta indicios sobre los procesos Aunque la prospección intensiva de co- de ocupación del suelo que pueden leerse al bertura total no es la única técnica de pros- margen de la presencia o no de asentamien- pección posible, suele considerarse que ésta tos en el espacio objeto de análisis (GARCÍA es la más idónea para determinar la exacta SÁNCHEZ, 2013; GARCÍA SÁNCHEZ y CIS- naturaleza de la ocupación en un espacio ar- NEROS, 2013). queológico, haciendo objeto de su estudio no solo el material que se adscribe a un yaci- Por otra parte, como consecuencia del miento stricto sensu, sino también el material refinamiento que han experimentado las off site, el cual reviste también gran impor- técnicas de prospección en las últimas dé- tancia en las lecturas de ocupación del sue- cadas, se sabe que la visibilidad superficial lo, habiendo dado lugar a intensos debates en el momento de la prospección es deter- sobre la forma en que debe ser interpretado minante y condiciona la lectura y el registro (FOLEY, 1981; WILKINSON, 1982 y 1989; de los datos, afectando a su interpretación ALCOCK et al., 1994; FENTRESS, 2000; final. En la prospección de Beocia, Bintliff VERMEULEN y MLEKUZ, 2012). En los y Snodgrass idearon una escala que iba del años más recientes esta técnica de estudio 1 (la vegetación cubre el 90% del suelo), se ha aplicado en distintas regiones europeas al 10 (que significa que el suelo está libre y del Mediterráneo con bastante éxito (HA- de vegetación) y la utilizaron para rectificar SELGROVE et al., 1985; FERDIÈRE y ZADO- los datos aportados por las prospecciones de RA-RIO, 1986; ARTHUR, 1991; BARKER y campo (BINTLIFF y SNODGRASS, 1985). LLOYD, 1991), al mismo tiempo que se han No obstante, nunca (ni en esta prospección incorporado a la generación y gestión de los ni en otras que han seguido su modelo) se datos arqueológicos los nuevos avances tec- ha llevado a cabo una experimentación que nológicos (SIG, GPS, imágenes de satélite, permita valorar la fiabilidad de lo que no es cartografía digital...), técnicas que han per- sino una estimación. Autores como Terrenato

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(2000, 69) han propuesto que, en condicio- tanto en lo que respecta al número de ya- nes de visibilidad desfavorable, los resulta- cimientos detectados como a su cronología. dos pueden verse dramáticamente afectados En tercer y último lugar nos proponemos de- y que, en condiciones extremas, el número mostrar que la calidad y el valor de los datos de yacimientos detectados puede llegar a ser de campo están altamente mediatizados por hasta diez veces inferior al real, por lo que la calidad de la técnica de prospección, la es fundamental que el diseño de la prospec- cual, en consecuencia, debe definir metodo- ción tenga en cuenta esta contingencia. Este lógicamente sus estrategias antes del trabajo autor considera que los Sistemas de Infor- de campo, siendo especialmente importante mación Geográfica pueden ser la herramienta establecer la metodología del muestreo. En adecuada para corregir los datos del registro definitiva, nuestro propósito no es el de pre- superficial, si bien el problema de definir la sentar una evolución histórico arqueológica visibilidad sigue pendiente de resolución, ya del poblamiento en nuestra área de estudio, que la valoración de la misma se basa en la sino analizar en qué medida las clasificacio- subjetividad y la experiencia del arqueólogo nes culturales y cronológicas que se asig- que lleva a cabo el trabajo. nan a los asentamientos son dependientes Definido el marco de estudio y la pro- de la muestra de superficie a partir de unos blemática que plantea, estamos en condi- ejemplos escogidos. El espacio elegido como ciones de presentar los objetivos del trabajo laboratorio para este estudio es el ager Sal- que ahora abordamos. En primer lugar nos manticensis1, el área donde nuestro equipo proponemos analizar, a partir de un mues- viene desarrollando, desde principios de los treo específico y sobre un espacio concreto, años 90 del siglo pasado, una investigación hasta qué punto el modelo de prospección basada en la prospección arqueológica su- extensiva, habitual en la confección de los perficial y en la que hemos combinado téc- inventarios arqueológicos que promueven las nicas diferentes, las cuales permiten análisis distintas administraciones españolas, genera comparativos basados en la experimentación. un conocimiento válido, tanto para la protec- ción del patrimonio arqueológico como para la creación de un corpus de datos científicos susceptibles de ser utilizados por el investi- 2. PROSPECCIONES gador. En segundo lugar, partiendo de un test ARQUEOLÓGICAS EN EL experimental, nos proponemos valorar cómo AGER SALMANTICENSIS afecta la visibilidad superficial al registro de datos y cómo los problemas de visibilidad su- La investigación sobre las estructuras del po- perficial repercuten en la interpretación final, blamiento rural del periodo comprendido en- tre la II Edad del Hierro y el periodo altome- 1 | El término ager Salmanticensis es aplicable, en dieval en el territorio salmanticense se inició sentido estricto, a las época romana y suevo-visigoda. En el en el año 1992. La primera fase del trabajo uso que le damos aquí ampliamos este marco cronológico al (1992-1996) consistió en una prospección periodo prerromano (II Edad del Hierro) y altomedieval, en los que Salamanca es el centro urbano de referencia de la intensiva de cobertura total en un espacio región de estudio. central de la comarca de La Armuña (ARIÑO

AAC 27 (2016), 35-58 ISSN: 1130-9741 TÉCNICAS DE MUESTREO EN LA PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA...–––––––––––––––––––––––––––––––––––––39­ y RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ, 1997; ARIÑO los años 2008 y 2012 los trabajos de pros- et al., 2002; ARIÑO et al., 2012). Posterior- pección se dirigieron de nuevo a la comarca mente, entre el año 1996 y el 2002, se rea- de La Armuña, seleccionando para ello un to- lizaron prospecciones de tipo extensivo en el tal de diez yacimientos en los que ya se había entorno de la ciudad de Salamanca y en el intervenido previamente. Uno de los objeti- valle del río Alagón, en la zona meridional vos de esta prospección ha sido el de definir de la provincia de Salamanca (ARIÑO et al., con más precisión la secuencia de ocupación 2004-2005; ARIÑO, 2006). Esta segunda del periodo altomedieval (siglos V-VIII) gra- fase de la prospección tenía como objetivo cias al estudio de los contextos cerámicos realizar un análisis comparativo entre los estratificados que se había realizado en otros datos obtenidos en la prospección intensiva yacimientos de la provincia. La prospección de La Armuña con los de otros yacimientos superficial de estos enclaves se combinó con de la provincia, descritos por la bibliografía prospecciones geofísicas y con los datos so- precedente y recogidos en el Inventario Ar- bre las estructuras enterradas que en algunos queológico de la Provincia de Salamanca. La de ellos habían aportado las fotografías aé- siguiente fase, desarrollada a partir del año reas (ARIÑO et al., 2015). Por último, entre 2001, estuvo dedicada al estudio del mate- los años 2010 y 2012 se ha realizado una rial cerámico procedente de las excavaciones campaña de prospección en el valle del río de un conjunto de seis yacimientos de la pro- Almar, una comarca de gran extensión que vincia de Salamanca, los cuales presentaban se reparte entre las provincias de Salamanca un buen registro estratigráfico que cubría el y Ávila. En este espacio de trabajo, aunque periodo comprendido entre finales del siglo básicamente se ha utilizado una técnica de IV y principios del siglo VIII (DAHÍ, 2012; prospección extensiva, con el fin de mejorar ARIÑO y DAHÍ, 2012). El estudio del mate- los datos del registro se planificaron técnicas rial cerámico en la secuencia estratigráfica de muestreo superficial Fig.( 1). fue la base que permitió definir cronologías precisas para las producciones cerámicas, con especial incidencia en aquellas corres- 2.1. PROSPECCIÓN INTENSIVA Y pondientes a la secuencia altomedieval (si- MUESTREOS SUPERFICIALES glos V-VIII). Durante este periodo los trabajos EN LA COMARCA DE LA de prospección se dirigieron hacia un impor- ARMUÑA tante conjunto de yacimientos del valle me- dio del Tormes, en el entorno del embalse de La prospección intensiva de cobertura total Santa Teresa, (ARIÑO, 2011), los cuales ha- realizada entre los años 1992 y 1996 en la bían sido objeto de estudios anteriores. Estos comarca de La Armuña se llevó a cabo so- estudios habían permitido detectar materia- bre un espacio reducido (de unos 5,5 por les cerámicos y estructuras arquitectónicas 4,5 km.) e incluyó, además de la prospec- que apuntaban a la existencia de complejos ción superficial mediante las técnicas habi- religiosos datados en el periodo suevo o visi- tuales, la prospección aérea, el examen de godo (CERRILLO, 1976 y 1977; FABIÁN et la documentación medieval referente al es- al., 1986a y 1986b; STORCH, 1998). Entre pacio analizado y un sondeo polínico en el

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Fig. 1. Trabajos arqueológicos realizados en el ager Salmanticensis. 1: Prospección intensiva de La Armuña. 2: Prospección extensiva del ager Salmanticensis. 3: Prospección extensiva del valle del río Alagón. 4: Prospección extensiva del valle medio del Tormes (embalse de Santa Teresa). 5: Prospección extensiva del valle del río Almar. humedal de Prado de Abajo (Monterrubio de la comarca de La Armuña resultó muy se- la Armuña). A efectos del análisis que ahora mejante a la que se detecta en los paisajes nos ocupa, lo más destacable es que, mien- mediterráneos antropizados cuando se aplica tras que el Inventario Arqueológico tenía re- la prospección intensiva. Los datos obtenidos gistrados únicamente tres yacimientos en el en la prospección de La Armuña permitieron espacio de estudio (uno de ellos con localiza- definir la existencia de un poblamiento ca- ción errónea), la prospección intensiva reveló racterizado por la ausencia de hábitat prerro- la existencia de un total de 21 yacimientos. mano, documentándose la aparición de las Igualmente se detectaron otros seis puntos villas romanas a partir de época flavia. Sin de concentración de material de rango se- embargo la fase mejor representada fue la cundario (su clasificación como yacimientos correspondiente al periodo altomedieval (si- stricto sensu es dudosa), así como abundan- glos V-VIII). Los asentamientos de este perio- te material off site. En definitiva, la imagen do se localizaban tanto sobre el solar de las de la ocupación del suelo que se obtuvo en villas de la fase precedente como en lugares

AAC 27 (2016), 35-58 ISSN: 1130-9741 TÉCNICAS DE MUESTREO EN LA PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA...–––––––––––––––––––––––––––––––––––––41­ libres de ocupación previa, colonizando es- extensiva. Por otro, buscábamos obtener de- pacios despoblados hasta entonces (ARIÑO finiciones más precisas de las secuencias de y RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ, 1997; ARIÑO ocupación de estos yacimientos, utilizando et al., 2002, ARIÑO, 2006, ARIÑO et al., los datos aportados por la estratigrafía sobre 2012) (Fig. 2). el material cerámico del periodo correspon- diente a los siglos V al VIII. Recientemente, entre los años 2008 y 2012, se ha practicado un muestreo superfi- La selección de los yacimientos a mues- cial en diez yacimientos de la comarca de La trear no fue aleatoria, sino que se basó en su Armuña que ya habían sido objeto de pros- representatividad, valorando especialmente pección al inicio de la investigación (Fig. 3). que estuvieran presentes todas las secuen- El objetivo de esta nueva campaña era doble. cias que habitualmente se habían detectado Por un lado aspirábamos a establecer estra- en prospecciones previas. Cuatro de los yaci- tegias que permitieran mejorar la técnica de mientos (Los Villares de , La Mina, muestreo, aplicables incluso en el caso de Aldealama y San Pelayo) estaban cataloga- que se optara por un modelo de prospección dos como villas romanas con pervivencia en

Fig. 2. Mapa de la zona de la prospección intensiva de La Armuña con la localización de los yacimientos de épocas romana y visigoda. A: Villa de Aldealhama (9) con sus dependencias subordinadas: Aldealhama S (10), Las Encerradas (15) y Las Canteras (16); B: Villa de Prado de Abajo (19) con sus dependencias subordinadas: Pedraza (17) y Los Melgares (18); C: Asentamiento de La Recorva (2) con sus dependencias subordinadas: Mozodiel N-1 (3) y Mozodiel E-1 (7). El resto de los yacimientos son de nueva creación en época visigoda.

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Fig. 3. Mapa con la localización de los diez yacimientos muestreados en La Armuña. 1: Los Villares (). 2: Los Villares (Forfoleda). 3: Torreperales 1 (). 4: Torreperales 2 (Negrilla de Palencia). 5: Raya Espino (Negrilla de Palencia/ Tardáguila). 6: La Mina (Pedroso de la Armuña). 7: Aldealama (La Vellés). 8: San Pelayo (). 9: Casas Viejas (). 10: Castillo de Ribas (). el periodo suevo y visigodo. Otros tres yaci- (PÉREZ DE URBEL, 1952, 327; MÍNGUEZ, mientos (Torreperales 1, Raya Espino y Los 1997✉: 28; MARTÍN VISO 2009, 115-17) Villares de Torresmenudas) fueron seleccio- (Tabla 1). nados por ser representativos de la secuencia Para este muestreo se planificó una es- del periodo suevo y visigodo (siglos V-VIII) trategia de prospección que no habíamos uti- si bien Torreperales 1 presentaba además una fase de ocupación que podía remontar lizado en trabajos anteriores, consistente en al periodo altoimperial. Los tres yacimientos diseñar una red con cuadrículas de 10m. de restantes (Casas Viejas, El Castillo de Ribas lado en la zona central del yacimiento, ha- y Torreperales 2) proporcionaban un contexto ciendo de cada cuadro la unidad de registro, cerámico, así como restos constructivos, que siendo cada uno de los cuadros prospectado permitían proponer para ellos la existencia por un equipo de cinco personas. En siete de una secuencia de ocupación en el perio- de los diez yacimientos muestreados se con- do post-visigodo, sin que pudiera descartarse taba con información sobre la presencia de una ocupación en el periodo precedente. En estructuras enterradas, en cinco de ellos el caso concreto de El Castillo de Ribas el gracias a la prospección aérea y geofísica y Chronicon de Sampirus consignaba la exis- en otros dos más gracias a que todavía se tencia de un castillo al menos en el año 939 conservaban estructuras arquitectónicas visi-

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Topónimo (y término Superficie Fotografía aérea Prospección Nº Estructuras visibles municipal) muestreada oblicua geofísica Los Villares Fosas, cabañas, 1 2.700 m2 Sin datos No (Torresmenudas) parcelario agrícola Villa Villa 2 Los Villares (Forfoleda) 4.800 m2 No romana romana Torreperales 1 (Negrilla 3 4.800 m2 Sin datos Sin datos No de Palencia) Torreperales 2 Torre, muros de 4 3.600 m2 Sin datos Sin datos (Negrilla de Palencia) piedra Raya Espino 5 (Tardáguila / Negrilla de 3.600 m2 Sin datos Sin datos No Palencia) La Mina (Pedroso de la Villa Muros de piedra, 6 7.200 m2 Villa romana Armuña) romana cisterna Villa 7 Aldealama (La Vellés) 3.600 m2 Villa romana No romana 8 San Pelayo (Aldealengua) 2.100 m2 Sin datos Sin datos No 9 Casas Viejas (Pelabravo) 2.400m2 Sin datos Sin datos Torre Castillo de Ribas 10 3.600 m2 Sin datos Sin datos No (Cabrerizos)

Tabla 1. Yacimientos estudiados en La Armuña: superficie muestreada, métodos de prospección y datos de estructuras arquitectónicas. bles, lo que permitió diseñar la prospección diendo de las técnicas que se apliquen en en lo que se estimó como parte central del el registro. yacimiento. En los otros tres casos, el espa- Una primera conclusión que se deriva cio a prospectar se estableció usando como del muestreo llevado a cabo en estos diez único criterio la zona en la que se apreciaban yacimientos es que, al menos en algún caso, densidades más altas de material superficial. existe una estrecha relación entre la disper- Como ha sido norma en todas las prospeccio- sión superficial de los materiales y las estruc- nes del ager Salmanticensis se recogió todo turas enterradas, documentadas mediante la el material visible en superficie para ser ana- prospección geofísica o la fotografía aérea. lizado después en el laboratorio. Así ocurre especialmente en Los Villares de Las conclusiones que pueden extraerse Forfoleda, donde los valores más altos de de este muestreo son varias y tienen impli- terra sigillata hispánica se aprecian en el caciones relevantes no solo en relación con sector NE, (cuadros F1-3, G1-2 y H1-2), un la lectura e interpretación científica de los espacio con estructuras enterradas que tam- yacimientos estudiados, sino también en lo bién muestra altos valores de terra sigillata que se refiere a valorar de qué forma la infor- hispánica tardía, cerámica común y cerámica mación que se obtiene en una prospección común de cocina. En cambio, en el sector oc- arqueológica cambia notablemente depen- cidental, donde también se detectan estruc-

ISSN: 1130-9741 AAC 27 (2016), 35-58 44E������������������������������������������� ENRIQUE ARIÑO GIL / M.ª DE LOS REYES DE SOTO GARCÍA turas, la terra sigillata altoimperial presenta valores bajos, frente a unos valores altos de terra sigillata hispánica tardía, especialmen- te en los cuadros A5-6 y B1-2. Lo más llama- tivo es la relación que parece existir entre la ausencia de estructuras y los bajos valores de ambas producciones en la zona central del área prospectada (Fig. 4). En la villa romana de La Mina el área prospectada fue bastante inferior al espacio ocupado por las estructuras. Se prospectó la zona central de la edificación y en ella puede observarse que las diferencias no son muy significativas en cuanto al reparto del material. La terra sigillata hispánica es muy escasa y se localiza sobre todo en el sector SE (cuadros G12, H12, I12). La terra sigi- llata hispánica tardía (tanto la variante lisa como la fabricada a molde) está presente en toda el área prospectada, pero es mucho más abundante en la zona occidental. En el yaci- miento del La Mina los fragmentos de estuco se dispersan por toda el área prospectada, si bien las mayor concentración se aprecia en los cuadros C3, C4 y, sobre todo en C5 (37 fragmentos) y C6 (21 fragmentos), en una zona que coincide con lo que parecen cuatro habitaciones de igual tamaño dispuestas en el lado W del peristilo. La presencia de frag- mentos de estuco en D11-12 y F12 es más difícil de relacionar con estructuras y podría Fig. 4. deberse a procesos de dispersión del material Villa romana de Los Villares (Forfoleda). 4a: Resultados de la prospección con georradar. superficial por agentes desconocidos Fig.( 5). Profundidad de lectura entre 0,31 y 0,45m Sin embargo en otros casos la disper- bajo la superficie. 4b: Interpretación de las sión superficial del material parece respon- estructuras detectadas por fotografía aérea y georradar. 4c: Patrón de distribución de la der a otros fenómenos. En el yacimiento de cerámica: Tsh: terra sigillata hispánica (lisa y a Aldealama, por ejemplo, se aprecia que la molde), Tsht: terra sigillata hispánica tardía (lisa terra sigillata hispánica presenta un reparto y a molde), CCCb: Cerámica común de cocina bastante selectivo, situándose de forma ma- decorada con líneas bruñidas (los números yoritaria en el sector NW de la zona de pros- indican rangos en el número de fragmentos).

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Fig. 5. Villa romana de La Mina (Pedroso de la Armuña). 5a: Resultados de la prospección con georradar. Profundidad de lectura entre 0,53 y 0,62m bajo la superficie (13.37ns y 15.42ns). 5b: Patrón de distribución de la cerámica: Tsa: terra sigillata africana, Tsh: terra sigillata hispánica (lisa y a molde), Tsht: terra sigillata hispánica tardía (lisa y a molde), CCCb: Cerámica común de cocina decorada con líneas bruñidas (los números indican rangos en el número de fragmentos). pección (cuadros A1-3, B1-3 y C1-2), donde material en superficie. El reparto superficial también se aprecian los valores más altos de algunos indicadores cualitativos aporta de terra sigillata hispánica tardía (incluidos nueva información sobre los espacios de uso los dos únicos fragmentos a molde de esta de la villa. La dispersión de los fragmentos producción) y de cerámica común de cocina. de estuco pintado y de opus signinum es En los cuadros C1-3, E1-2 y F1-2 se pro- aleatoria, pero en cambio tres de los cuatro duce una concentración importante de terra ladrillos de hypocaustum recuperados se lo- sigillata hispánica tardía, pero en cambio no calizan en la zona NE, lo que podría ser indi- aparece la variante altoimperial y no destaca cativo de la localización de un espacio termal especialmente el pico de cerámica común de en esta zona (Fig. 6). cocina. La zona meridional, también con es- tructuras enterradas a juzgar por la fotografía El más llamativo de los casos estudiados aérea, presenta en cambio valores sorpren- en cuanto a la relación de los restos super- dentemente bajos de ambas producciones. ficiales con las estructuras del subsuelo es Lo más probable es que en Aldealama el el de Los Villares en Torresmenudas. En este reparto de la cerámica en la cuadrícula de asentamiento la fotografía aérea permitió de- prospección se deba a procesos postdeposi- tectar un conjunto de estructuras construc- cionales, quizá relacionados con arrastres de tivas de lo que podría ser probablemente un ladera, que han afectado a la visibilidad del poblado campesino (se detectan estructuras

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Fig. 6. Villa romana de Aldealama (La Vellés). 6a: Rectificación de la imagen aérea del 17 de Abril de 1997. 6b: Patrón de distribución de la cerámica: Tsh: terra sigillata hispánica (lisa y a molde), Tsht: terra sigillata hispánica tardía (lisa y a molde), CCCb: Cerámica común de cocina decorada con líneas bruñidas (los número indican rangos en el número de fragmentos). que podrían corresponder a fosas, recintos sueva y visigoda. Esta secuencia presenta y silos o campos de dolia). Sin embargo la contextos dominados por la cerámica común prospección reveló la presencia de sólo dos de cocina, los cuales, en su asociación con la producciones cerámicas (cerámica común tegula, constituyen un buen indicador para y cerámica común de cocina) y ambas con su datación. Sin embargo los materiales que unos valores muy bajos (37 fragmentos en permiten precisiones cronológicas dentro de total). Es destacable que, en cambio, en zo- este periodo marco (la cerámica de color gris nas periféricas del yacimiento, al este del o negro con superficies bruñidas, la cerá- arroyo que discurre junto al asentamiento, se mica común de cocina decorada con líneas observa una presencia significativa de mate- bruñidas o las imitaciones de la cerámica rial cerámico compatible con una secuencia de engobe rojo pompeyano) son mucho más fechable en el periodo suevo y visigodo. En escasos. En los yacimientos que presentan este caso lo más probable es que la escasa secuencias de ocupación en la fase suevo- presencia de cerámica en la zona en la que visigoda, la posibilidad de definir cronolo- se detectan las estructuras se deba a depó- gías precisas dentro del marco general que sitos sedimentarios de origen fluvial posterio- se extiende entre los inicios del siglo V y los inicios del siglo VIII, depende tanto de que res al periodo de ocupación humana (Fig. 7). la superficie prospectada sea de cierta am- Una segunda conclusión que se despren- plitud como de la visibilidad superficial, o lo de del muestreo realizado en los yacimientos que es lo mismo, de la cuantía de la mues- de La Armuña es la forma en que se ve afec- tra recuperada. El límite crítico lo marca por tada la lectura de las secuencias cronológi- ejemplo el yacimiento de San Pelayo, donde cas, siendo especialmente dramático el caso la cerámica común de cocina decorada con de los materiales correspondientes a la fase líneas bruñidas (que marca cronologías de

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Fig. 7. Asentamiento campesino de Los Villares (Torresmenudas (La Vellés). 7a: Rectificación de la imagen aérea del 24 de Mayo de 2003 (autor: F. Didierjean). 7b: Patrón de distribución de la cerámica: CC: cerámica común, CCC: cerámica común de cocina (cada símbolo equivale a un fragmento). la segunda mitad del siglo VI o posteriores) 2.2. PROSPECCIÓN EXTENSIVA Y está ausente y donde la cerámica de color MUESTREOS SUPERFICIALES gris o negro con superficies bruñidas (que EN EL VALLE DEL RÍO ALMAR marca cronologías de principios del siglo V en adelante) está representada por un único La prospección del valle del río Almar se rea- ejemplar. En San Pelayo la prospección se lizó entre los años 2010 y 2012, a la vez practicó sobre dos espacios con diferente vi- que se estaba actuando en el muestreo de La sibilidad, no apreciable sobre el campo en el Armuña. Dado que el espacio a analizar era momento del muestreo, sino deducible de las de gran extensión (1.112km.2) en este caso altas diferencias de los valores numéricos en se optó por una prospección de tipo extensi- cuadrículas contiguas y que es difícilmente vo, interviniendo en todos los enclaves que explicable por otras razones. Para la valora- aparecían recogidos en el Inventario Arqueo- ción de cómo la estrategia de prospección lógico de las provincias de Salamanca y Ávila afecta a la detección de las secuencias, en con cronología comprendida entre la II Edad este caso especialmente de la correspondien- del Hierro y la Alta Edad Media, si bien se te al periodo suevo y visigodo, debe tenerse incluyeron también, por razones metodológi- en cuenta que, por razones exclusivamente cas, todos los puntos catalogados como de técnicas, en San Pelayo la superficie mues- cronología indeterminada, dado que podrían treada fue de 2.100m2, la menor de todos contener materiales pertenecientes a las se- los ejemplos elegidos (ARIÑO et al., 2015). cuencias objeto de estudio y que la carencia

ISSN: 1130-9741 AAC 27 (2016), 35-58 48E������������������������������������������� ENRIQUE ARIÑO GIL / M.ª DE LOS REYES DE SOTO GARCÍA de clasificación cultural precisa se debiera momentos del ciclo agrícola, procediéndose exclusivamente a problemas de visibilidad a la realización de un muestreo superficial superficial. El mejor conocimiento que para cuando el campo estaba accesible. entonces se tenía del material cerámico ca- El muestreo practicado sobre los yaci- racterístico del periodo comprendido entre mientos del valle del río Almar aporta im- los siglos V y VIII, permitía albergar la espe- portantes conclusiones acerca de la validez ranza de que este material, dada su escasa de los datos de los Inventarios Arqueológicos presencia y visibilidad, hubiera pasado desa- con los que hemos trabajado, pero también, percibo a los equipos que nos habían prece- en nuestra opinión, sobre las prospecciones dido y que una nueva prospección en estos extensivas de tipo tradicional en general. enclaves permitiera su reclasificación dentro De un total de 108 sitios analizados, 18 no de una secuencia cultural precisa. aportaron ningún tipo de material superficial En la prospección del valle del río Almar significativo en el momento de la visita. No se visitaron 108 puntos que habían sido ca- es posible determinar en todos los casos si talogados como yacimientos por las prospec- este fenómeno es consecuencia de un pro- ciones precedentes. Aunque, como se ha di- blema de visibilidad superficial o se debe a cho, se recurrió a una técnica de prospección que las prospecciones precedentes han gene- de tipo extensivo, ésta fue mejorada median- rado un “falso yacimiento” a partir de indi- te el recurso a dos estrategias. La primera cios que no se basan tanto en el registro del de ellas consistió en aplicar una técnica de material en superficie como en otros indicios, muestreo, diseñando para ello un transect en como por ejemplo los datos aportados por la la zona central de cada uno de los yacimien- bibliografía precedente, la información oral tos objeto de estudio, definiendo la zona cen- o la lectura de determinados elementos del tral tras un examen previo de toda la zona en paisaje como estructuras. Otros doce sitios, la que se apreciaban restos en la superficie catalogados como yacimientos en el Inven- del campo. El transect se diseñó siempre con tario Arqueológico provincial, fueron consi- una longitud de 50m y una anchura de unos derados a partir del muestreo como material dos metros, la que cubre la visual de un pros- off site. Cinco más corresponden a materia- pector único. En cada uno de estos transects les arqueológicos en posición secundaria, se procedió a la recogida sistemática de to- desplazados de su localización original. Fi- dos y cada uno de los fragmentos cerámicos, nalmente un número bastante elevado de a la vez que se contabilizaba todo el material enclaves arqueológicos (un total de 21) se constructivo detectado, obteniendo así una mantuvieron en el grupo de yacimientos de muestra en cada yacimiento que favoreciera cronología indeterminada, sin que la técnica los análisis comparativos entre ellos. Por otro de muestreo diseñada permitiese adscribir- lado, y con el fin de valorar de qué manera los a una secuencia cultural más precisa. No afectaba la visibilidad superficial a la toma obstante, en algún caso, como por ejemplo de datos (y por tanto también a la interpreta- en el de Árboles de San Miguel () el ción de los mismos) se llevó a cabo una expe- muestreo superficial permitió redefinir su cro- rimentación en diez yacimientos selecciona- nología la cual, como se había supuesto, re- dos, los cuales fueron visitados en distintos sultó corresponder a la secuencia del periodo

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Fig. 8. Mapa valle del río Almar. 8a. Puntos catalogados en el Inventario Arqueológico. 8b. Enclaves clasificados como yacimientos tras la prospección extensiva de los años 2010-2012. suevo o visigodo. En suma, de los 108 sitios sitios que habían proporcionado un número prospectados, solo un total de 73 podrían ser significativo de fragmentos cerámicos. Con considerados yacimientos en sentido estricto ello nos proponíamos eliminar del test expe- y de ellos 21 son en la práctica inutilizables, rimental enclaves con un registro superficial ya que presentan un material superficial de compuesto solo por unos pocos fragmentos cronología no definida, si bien es posible que cerámicos. En la selección de estos yaci- buena parte de ellos correspondan a despo- mientos para la experimentación también se blados medievales o de principios de la Edad valoró el que algunos de ellos hubieran sido Moderna (Fig. 8). objeto de excavaciones arqueológicas, lo cual Para valorar en qué grado podía estar permitía comparar la información del registro afectando el factor visibilidad al muestreo, superficial con aquella obtenida en el registro se diseñó una experimentación sobre un total estratificado. En la muestra se incluyó inten- de diez yacimientos del valle del río Almar. cionadamente un yacimiento (El Ejido, en Cada uno de los yacimientos fue objeto de Bóveda del río Almar) del grupo catalogado cuatro visitas, coincidiendo con las distintas como de cronología indeterminada (Tablas 2 estaciones y por lo tanto con distintas épocas y 3). del ciclo agrícola (Fig. 9 y Tabla 2). La visibilidad que consta en las Tablas 2 La selección de estos diez enclaves se y 3 debe considerarse una estimación, según basó en la muestra de materiales obtenida suele ser habitual. Es decir, se basa en una en la prospección del año 2010, optando por valoración subjetiva por parte del prospector

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Fig. 9. Mapa del valle del río Almar con la localización de los yacimientos sometidos al test de visibilidad. 1: Vega de Santa Bárbara. 2: El Ejido. 3: El Plantío. 4: Los Hornos. 5: La Cuesta de Santa Ana. 6: . 7: La Serna. 8: El Fresnillo. 9: La Mina. 10: Los Calizos.

Fragmentos Fragmentos Yacimiento Fecha Prospección Visibilidad estimada cerámicos constructivos Vega de Santa Bárbara 16/01/2010 Media 264 327 El Ejido 22/02/2010 Buena 89 90 El Plantío 22/02/2010 Buena 75 188 Los Hornos 22/03/2010 Media 82 229 La Cuesta de Santa Ana 08/01/2010 Buena 57 83 La Serna 08/01/2010 Media 28 270 Salmoral 30/03/2010 Buena 194 230 El Fresnillo 03/02/2010 Media 89 70 La Mina 11/02/2010 Media 20 61 Los Calizos 11/02/2010 Buena 236 118

Tabla 2. Yacimientos analizados en el test de visibilidad y cuantificación cerámica y de materiales constructivos de las prospecciones de 2010.

AAC 27 (2016), 35-58 ISSN: 1130-9741 TÉCNICAS DE MUESTREO EN LA PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA...–––––––––––––––––––––––––––––––––––––51­ en el momento de la visita, valoración basada Fresnillo, El Ejido, La Cuesta de Santa Ana, únicamente en su propia experiencia y en el La Serna y La Mina). Sin embargo en los grado en el que la superficie está ocupada tres restantes se observa que la variación de por la cubierta vegetal. La experimentación la muestra obtenida en campañas distintas demuestra que no existe correlación entre la afecta a la detección de determinadas se- estimación y el número de fragmentos ob- cuencias. El yacimiento de Los Hornos ni si- servados o, al menos, que esta relación es quiera hubiera sido detectado. En la Vega de poco consistente. Pese a haberse establecido Santa Bárbara y Los Calizos la ausencia de solo cuatro grados de visibilidad, se observa la terra sigillata hispánica en alguno de los que, la visibilidad estimada como de cate- muestreos –en condiciones a priori estima- goría media, proporciona sumas muy varia- das como medias– hubieran hecho invisible bles, y en ocasiones equiparables a las que la secuencia de ocupación en el periodo al- se obtienen con una visibilidad calificada toimperial. Empero, la valoración del contex- como buena. Son destacables por ejemplo to en su totalidad podría paliar este déficit, ya los casos de El Plantío, La Cuesta de Santa que otras producciones como la terra sigillata Ana, El Fresnillo y Los Calizos (véase Tabla brillante, la cerámica pintada o la cerámica 3). Especialmente en uno de los yacimientos de paredes finas, junto con laterra sigillata del test experimental, Los Hornos, las varia- no identificable se verían revalorizadas como ciones son extremas. Durante la prospección marcador (Tabla 4). de 2010, con una visibilidad estimada como media, se recogieron 82 fragmentos cerámi- cos, en cambio en la experimentación, con 3. CONCLUSIONES visibilidades con estimación semejante, ape- nas se aprecia la existencia de material en La prospección intensiva realizada en La superficie. Algo similar se pudo documentar Armuña permite concluir que el número en Vega de Santa Bárbara✉: en la prospección de yacimientos registrados en el Inventario realizada en 2010 se recogieron 264 frag- Arqueológico subestima gravemente la rea- mentos cerámicos, y en la experimentación lidad. En el espacio acotado para la pros- de 2012 únicamente 21, a pesar de que en pección se habían localizado correctamente ambos casos la visibilidad estimada fue la dos yacimientos, número que aumentó has- misma. ta 21 tras la prospección intensiva. Por otro Es importante también destacar que lado, el análisis realizado en el valle del río la clasificación cultural del yacimiento se Almar permite asegurar que la prospección ve afectada en función de la cuantía de la extensiva tradicional lleva a clasificar como muestra recuperada. De los diez yacimientos yacimiento lugares que, tras una estrategia prospectados en el test experimental, a siete de prospección mejorada, son reclasificados de ellos se les habrían asignado las mismas como material off site. En el valle del Almar clasificaciones culturales, siempre y cuando el 11% de los enclaves que el Inventario Ar- la prospección se realizara en unas condi- queológico tenía catalogados como yacimien- ciones de visibilidad buena o media (como tos corresponden en realidad a la categoría fue en los casos de El Plantío, Salmoral, El de material off site. Otro 5% corresponde a

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Fragmentos Fragmentos Yacimiento Estación Visibilidad estimada cerámicos constructivos Invierno Nula - - Primavera Media 21 87 Vega de Santa Bárbara Verano Nula - - Otoño Nula - - Invierno Buena 60 45 Primavera Nula - - El Ejido Verano Media 4 3 Otoño Buena 26 19 Invierno Buena 19 79 Primavera Nula - - El Plantío Verano Media 26 64 Otoño Buena 42 87 Invierno Buena 3 24 Primavera Nula - - Los Hornos Verano Media - - Otoño Media 1 35 Invierno Buena 100 229 Primavera Nula - - La Cuesta de Santa Ana Verano Media 45 58 Otoño Media 71 129 Invierno Nula - - Primavera Media 51 116 La Serna Verano Nula - - Otoño Nula - - Invierno Nula - - Primavera Media 44 230 Salmoral Verano Nula - - Otoño Nula - - Invierno Buena 61 132 Primavera Media 60 212 El Fresnillo Verano Media 27 89 Otoño Buena 91 144 Invierno Buena 12 20 Primavera Nula - - La Mina Verano Media 23 27 Otoño Buena 48 17 Invierno Media 139 95 Primavera Media 31 15 Los Calizos Verano Media 20 15 Otoño Buena 195 48

Tabla 3. Cuantificación de fragmentos cerámicos y constructivos en el test de visibilidad realizado sobre diez yacimientos del valle del río Almar.

AAC 27 (2016), 35-58 ISSN: 1130-9741 TÉCNICAS DE MUESTREO EN LA PROSPECCIÓN ARQUEOLÓGICA...–––––––––––––––––––––––––––––––––––––53­ CC Tsa Tsh CCC CGN Loza Ts no Ts pintada Fecha de Cerámica Cerámica engobada Tsh tardía Tsh Yacimiento Ts brillante Ts prospección identificable C. de engobe Tsh avanzada Tsh Paredes finas rojo pompeyano Primera Vega de prospección 8 - 29 - 2 10 185 28 1 - - - - 8 Santa (2010) Bárbara Primavera - - - - - 1 10 4 - - - - - 6 2012 Primera prospección 5 2 7 - - - 51 14 - 1 - - 1 - Los Hornos (2010) Invierno ------1 2 ------2012 Otoño 2012 ------1 ------Primera prospección 6 - 17 - 1 - 175 28 7 - 2 - - - (2010) Invierno 2 - 8 - - 1 114 10 2 - - - 2 - Los Calizos 2012

Primavera - - 1 - - - 23 7 ------2012 Verano - - 2 - - - 16 2 ------2012 Otoño 2012 - - 9 - - 1 166 17 1 - - - - -

Tabla 4. Cuantificación de fragmentos según sus familias cerámicas de Vega de Santa Bárbara (), Los Hornos () y Los Calizos () materiales fuera de contexto y un significati- vo 17% quedó excluido del estudio por ser inaccesibles en el momento del estudio o presentar una visibilidad inadecuada para la observación (Fig. 10). Los muestreos, sean basados en tran- sect de 50m de longitud o en cuadrículas de 10m de lado, se revelan indispensables para abordar el problema de la clasificación cul- tural del asentamiento. La cuantificación del material cerámico, y su exacta localización en el parcelario en unidades de registro de Fig. 10. Representación gráfica y porcentajes idéntico tamaño, son elementos imprescindi- de la clasificación de los puntos de visita del bles para llevar a cabo análisis comparativos. valle del río Almar tras la prospección.

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Aunque en general las técnicas de muestreo Finalmente hay que concluir que la visi- permiten establecer conclusiones sobre la bilidad, tal como era previsible, afecta al nú- secuencia de ocupación, hay que advertir mero de fragmentos recuperados y por tanto que el periodo comprendido entre mediados al perfil del contexto superficial, el cual es la del siglo V y principios del VIII presenta pro- base sobre la que se sustenta la adscripción blemas de identificación. Su detección está cultural del yacimiento. En nuestros trabajos condicionada por la recuperación en el regis- hemos aplicado experimentalmente los crite- tro de las producciones más características rios de valoración de visibilidad en la forma de este periodo, la cerámica de color gris o en que se hace en los trabajos que nos han negro con superficies bruñidas y la cerámica precedido, es decir, procediendo a una es- común de cocina con líneas bruñidas, pro- timación subjetiva basada en la observación ducciones que aparecen siempre en muy es- de la cubierta vegetal en el momento de la casa cantidad. En gran medida la detección visita. No obstante, la experimentación reali- de la secuencia sueva-visigoda está más su- zada en el valle del río Almar demuestra que jeta al azar de la recuperación de algún frag- no existe una forma de tratar objetivamente mento de estas cerámicas que a las condicio- esta variable. Por ello se juzga preferible re- nes de visibilidad del campo. Como ejemplo nunciar a una corrección en la cuantificación significativo baste reseñar que en Los Villares de fragmentos cerámicos multiplicando su (Forfoleda) únicamente se recuperaron cinco número por una valoración numérica otorga- fragmentos de cerámica de color gris o negro da a la visibilidad, tal como es tradición en con superficies bruñidas en una muestra to- buena parte de prospecciones, siendo pre- tal compuesta por 1.796 fragmentos. En To- ferible basar los análisis comparativos entre rreperales 1 (Negrilla de Palencia) solo se ob- yacimientos en los datos brutos. tuvo un ejemplar de esta producción entre un total de 1.103. En Los Calizos (Santiago de la Puebla) solo dos fragmentos y únicamente AGRADECIMIENTOS en el transect que se realizó durante la ex- perimentación de invierno. No obstante, tal Este trabajo se ha realizado dentro del pro- y como se ha revelado en otros yacimientos yecto de investigación Poblamiento y cultu- meseteños, hay que remarcar que un elevado ra material entre la Antigüedad Tardía y la número de fragmentos de cerámica común Alta Edad Media en el valle medio del Duero de cocina en el registro puede considerarse (HAR2008-00096/HIST), financiado por el un indicador indirecto de una ocupación del Ministerio de Ciencia e Innovación. Agrade- asentamiento en el periodo suevo-visigodo, cer así mismo a la Junta de Castilla y León y ya que esta producción es la dominante en al Fondo Social Europeo la ayuda predoctoral esta fase. recibida por uno de los firmantes.

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