Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 1

BASES ECOLÓGICAS Y TECNOLÓGICAS PARA EL MANEJO DE PASTIZALES

Proyecto FPTA-175, «Descripción de la heterogeneidad florística y seguimiento de la productividad primaria y secundaria del campo natural»

Editores: A. Altesor* W. Ayala** J. M. Paruelo***

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* Profesora Adjunta de la Facultad de Ciencias, UDELAR e investigadora SIN. ** Ing. Agr., Ph.D., Director Regional INIA Treinta y Tres. *** Profesor de la Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires e investigador CONICET. 2 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

Título: BASES ECOLÓGICAS Y TECNOLÓGICAS PARA EL MANEJO DE PASTIZALES

Editores: A. Altesor W. Ayala J.M. Paruelo

Serie: FPTA N° 26

© 2011, INIA

ISBN: 978-9974-38-308-1

Editado por la Unidad de Comunicación y Transferencia de Tecnología del INIA

Andes 1365, Piso 12. Montevideo - http://www.inia.org.uy

Quedan reservados todos los derechos de la presente edición. Esta publicación no se podrá reproducir total o parcialmente sin expreso consentimiento del INIA. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 3

Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria

Integración de la Junta Directiva

Ing. Agr., MSc. Enzo Benech - Presidente Ing. Agr., Dr. Mario García - Vicepresidente

Dr. Pablo Zerbino Dr. Alvaro Bentancur

Ing. Agr., MSc. Rodolfo M. Irigoyen Ing. Agr. Mario Costa 4 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 5 FONDO DE PROMOCIÓN DE TECNOLOGÍA AGROPECUARIA

El Fondo de Promoción de Tecnología Agropecuaria (FPTA) fue instituido por el artículo 18º de la ley 16.065 (ley de creación del INIA), con el destino de financiar proyectos especiales de investigación tecnológica relativos al sector agropecuario del Uruguay, no previstos en los planes del Instituto. El FPTA se integra con la afectación preceptiva del 10% de los recursos del INIA provenientes del financiamiento básico (adicional del 4o/oo del Impuesto a la Enaje- nación de Bienes Agropecuarios y contrapartida del Estado), con aportes voluntarios que efectúen los productores u otras instituciones, y con los fondos provenientes de financiamiento externo con tal fin. EL FPTA es un instrumento para financiar la ejecución de proyectos de investiga- ción en forma conjunta entre INIA y otras organizaciones nacionales o internacionales, y una herramienta para coordinar las políticas tecnológicas nacionales para el agro. Los proyectos a ser financiados por el FPTA pueden surgir de propuestas presentadas por: a) los productores agropecuarios, beneficiarios finales de la investigación, o por sus instituciones. b) por instituciones nacionales o internacionales ejecutoras de la investigación, de acuerdo a temas definidos por sí o en acuerdo con INIA. c) por consultoras privadas, organizaciones no gubernamentales o cualquier otro organismo con capacidad para ejecutar la investigación propuesta. En todos los casos, la Junta Directiva del INIA decide la aplicación de recursos del FPTA para financiar proyectos, de acuerdo a su potencial contribución al desarrollo del sector agropecuario nacional y del acervo científico y tecnológico relativo a la investigación agropecuaria. El INIA a través de su Junta Directiva y de sus técnicos especializados en las diferentes áreas de investigación, asesora y facilita la presentación de proyectos a los potenciales interesados. Las políticas y procedimientos para la presentación de proyectos son fijados periódicamente y hechos públicos a través de una amplia gama de medios de comunicación. El FPTA es un instrumento para profundizar las vinculaciones tecnológicas con instituciones públicas y privadas, a los efectos de llevar a cabo proyectos conjuntos. De esta manera, se busca potenciar el uso de capacidades técnicas y de infraestruc- tura instalada, lo que resulta en un mejor aprovechamiento de los recursos nacionales para resolver problemas tecnológicos del sector agropecuario. El Fondo de Promoción de Tecnología Agropecuaria contribuye de esta manera a la consolidación de un sistema integrado de investigación agropecuaria para el Uruguay. A través del Fondo de Promoción de Tecnología Agropecuaria (FPTA), INIA ha financiado numerosos proyectos de investigación agropecuaria a distintas institucio- nes nacionales e internacionales. Muchos de estos proyectos han producido resulta- dos que se integran a las recomendaciones tecnológicas que realiza la institución por sus medios habituales. En esta serie de publicaciones, se han seleccionado los proyectos cuyos resulta- dos se considera contribuyen al desarrollo del sector agropecuario nacional. Su relevancia, el potencial impacto de sus conclusiones y recomendaciones, y su aporte al conocimiento científico y tecnológico nacional e internacional, hacen necesaria la amplia difusión de estos resultados, objetivo al cual se pretende contribuir con esta publicación. 6 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 7 PRÓLOGO

Si bien la historia y cultura de la sociedad uruguaya tiene sus bases en el campo natural, paradójicamente su importancia es subvalorada y sus características son desconocidas por la mayor parte de la población. Tradicionalmente se han descrito las características de nuestra vegetación por la negativa, «el Uruguay es un país sin árboles». En las descripciones de la flora sólo se resaltan los elementos arbóreos, incluso aquellos exóticos. Basta observar las imágenes asociadas al «Uruguay Natural» para darnos cuenta que los pastizales son un tipo de vegetación «invisible» desde el punto de vista estético o recreativo y con frecuencia también desde el punto de vista productivo. En el mundo es cada vez más común la alimentación del ganado a través del reemplazo de la vegetación natural o del uso de concentrados en «feedlots». Estos últimos son casos extremos de simplificación del sistema productivo y se enmarcan en una visión de intervención del tipo «comando-control» por parte de quienes manejan los recursos. La mayor parte de estas estrategias de intervención están asociadas a tecnologías apropiables y, consecuentemente de fácil comercialización en el mercado en forma de paquetes tecnológicos. Estas tecnologías empiezan a ser cuestionadas por su baja eficiencia energética, su dependencia de insumos y sus consecuencias ambientales y sociales. Una visión distinta del manejo de los sistemas productivos considera el aprovechamiento del potencial de los sistemas naturales en términos de su productividad como de su resiliencia. Manejar los pastizales naturales, plantea serios desafíos ya que implica tratar con sistemas más complejos, es decir más heterogéneos, con más componentes e interacciones. Las tecnologías para el manejo de sistemas complejos se apoyan mucho más en procesos que en insumos, lo cual las hace poco susceptibles de apropiación por parte del sector privado. Esto hace que el desarrollo de este tipo de tecnología sea una responsabilidad, fundamentalmente, del sector público. Uruguay reúne excelentes condiciones para destacarse como productor natural, por lo que el desarrollo de tecnologías que compatibilicen la producción con la conservación del campo natural debería ser una prioridad. Este objetivo es inalcanzable sin un sólido conocimiento de, por un lado, la heterogeneidad florística de los pastizales naturales y, por otro, de la estructura y el funcionamiento de estos ecosistemas. El bioma pastizal cubre más del 70% del Uruguay y forma parte de las praderas templadas de América del Sur que se extienden en el este de y sur de Brasil, constituyendo una de las áreas más extendidas de pastizales naturales en el mundo. Cuando se formuló el Proyecto FPTA 175 diagnosticamos que el conocimiento de la heterogeneidad del campo natural (CN), la formación vegetal dominante del Uruguay, es escaso y fragmentario. Señalamos la ausencia de estimaciones objetivas de la heterogeneidad espacio-temporal de la tasa de producción de forraje como uno de los factores que compromete la eficiencia de los sistemas ganaderos y que puede provocar el deterioro de los sistemas pastoriles extensivos. Por otro lado, identificamos vacíos en el conocimiento de aspectos clave de la estructura y el funcionamiento de los pastizales. En este libro se sintetiza gran parte de la información generada en el marco del proyecto FPTA175 y en investigaciones previas del equipo investigador. Este trabajo constituye un aporte al conocimiento del bioma de nuestro país en cuanto a las bases ecológicas de su estructura y funcionamiento, así como en cuanto a las tecnologías apropiadas para el diseño de manejos adaptativos de sistemas ganaderos basados en el uso de pastizales naturales. El Flujo de Energía en el ecosistema (Figura 1), ha sido un marco conceptual particularmente útil en el estudio de los agroecosistemas. Este esquema identifica una serie de compartimientos (niveles tróficos) y flujos que los conectan. Entender un ecosistema implica caracterizar la estructura de los compartimientos. Manejar un 8 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

Figura 1. Diagrama de flujo de energía en un ecosistema. Las cajas representan los compartimentos de los niveles tróficos. Las flechas indican los flujos (PPB= Productividad Primaria Bruta, PPN= Productividad Primaria Neta, PS= Productividad Secundaria).

ecosistema consiste en definir las estrategias de intervención para maximizar uno o más de esos flujos. Por ejemplo, en un sistema ganadero un objetivo es maximizar en el largo plazo la magnitud del flujo de productividad secundaria. Los capítulos de este libro se centran en algunos de estos compartimentos (aspectos estructurales) y de flujos (aspectos funcionales) incorporando a su vez la dimensión humana. Los aspectos estructurales incluyen la composición específica y de tipos funcio- nales, sus abundancias relativas y la delimitación de comunidades vegetales. Se describe y analiza con detalle el compartimento base del sistema, los autótrofos o productores primarios, y los efectos que tiene el pastoreo sobre el mismo. En el capítulo I Lezama et al., describen la heterogeneidad de los pastizales de Uruguay. Se definieron 13 unidades de vegetación sobre bases objetivas (análisis fitosociológico a partir de la realización de 313 censos de vegetación) y se determina- ron las especies indicadoras de cada unidad para las cuatro regiones geomorfológicas con mayor porcentaje de campo natural: la Cuesta basáltica, la Cuenca sedimentaria del noreste, las Sierras del este y la Región centro-sur. En la región de la Cuesta Basáltica se determinaron tres unidades de vegetación, en la región Centro-Sur se delimitaron también tres unidades, dos unidades en la Cuenca sedimentaria del noreste y cinco en las Sierras del este. También se analizaron las relaciones entre la heterogeneidad florística y algunas variables ambientales (geomorfológicas y edafoló- gicas). Las unidades de vegetación definidas en el capítulo I fueron cartografiada a partir de las clasificaciones supervisadas de imágenes satelitales de alta resolución espacial (Landsat TM, 30 x 30 m), utilizando como polígonos de entrenamiento los censos de vegetación realizados. En el capítulo II Baeza et al., detallan la metodología utilizada y se describe el patrón espacial de la heterogeneidad florística de las cuatro regiones geomorfológicas arriba mencionadas. Perelman y León (Capítulo III) describen las herramientas metodológicas para la delimitación y caracterización de las comunidades de pastizal. También ilustran cómo la caracterización de las comunidades de pastizal ha resultado una excelente herramienta para interpretar fenómenos tan distintos como el envejecimiento de las pasturas implantadas, la homogeneización del paisaje, la invasión de los pastizales por especies exóticas, así como para esclarecer la confusión entre «desertización» y «aridez». Las evidencias acerca de los efectos del pastoreo con ganado doméstico sobre la estructura de la vegetación fueron sintetizadas por Rodríguez y Cayssials en el capítulo IV. En este capítulo se resumen resultados previos y generados en el marco del proyecto FPTA 175 acerca de los cambios en la arquitectura y en la composición de especies de la vegetación, así como en los atributos individuales de las especies en respuesta al pastoreo. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 9 Los herbívoros también pueden afectar la acumulación de materia orgánica del suelo (MOS) a través de una variedad de mecanismos simultáneos, que muchas veces difieren en el corto y en el largo plazo. Piñeiro (Capítulo V) presenta una síntesis de la información obtenida por el autor y colaboradores en el marco del Proyecto FPTA 175 y de otros proyectos previos, acerca de los efectos del pastoreo sobre los ciclos biogeoquímicos del C y N en los pastizales del Río de la Plata. La condición del recurso suelo es vital para el balance global y el funcionamiento de los ecosistemas y se caracteriza por no ser un recurso renovable a escala humana. Los procesos que en él ocurren son mediados por la biota que lo habita, ésta a su vez está determinada por el tipo de vegetación, tipo de suelo y clima. En el capítulo VI Zerbino expone los resultados acerca del compartimento de la fauna del suelo (detritívoros y descomponedores del esquema). Se analizó la relación entre las unidades de vegetación y la macrofauna del suelo y se constató que la composición de la cobertura vegetal es un determinante clave de las comunidades de la macrofauna del suelo. A su vez, la biota del suelo ejerce un papel fundamental sobre características estructurales de la vegetación (riqueza de especies y composición). Los aspectos funcionales se refieren al intercambio de materia y energía dentro de un ecosistema. La productividad primaria neta aérea (PPNA) es una variable clave de los ecosistemas en general y de los sistemas ganaderos pastoriles en particular. En ecosistemas pastoriles extensivos, la PPNA constituye la tasa de generación de alimento para el ganado y por lo tanto se relaciona con la carga animal En el marco de un proyecto previo (FONTAGRO IICA-BID FTG/RF- 01-03-RG «Caracterización regional de los recursos forrajeros en los Pastizales del Río de la Plata y la Patagonia: desarrollo de sistemas de evaluación y pronóstico de las productividad primaria») algunos investigadores de este equipo han desarrollado un sistema de estimación de la productividad forrajera en tiempo real y a escala de potrero o unidad de manejo. El desafío asumido en el Proyecto FPTA 175 fue implementar un sistema piloto de seguimiento forrajero basado en esta tecnología para Uruguay. Oesterheld et al., (Capítulo VII) discuten críticamente dos aproximaciones básicas para estimar la PPNA, la primera, a través de cosechas de biomasa y la segunda, a través de información obtenida de sensores remotos. Desarrollan los conceptos básicos que fundamentan las distintas estimaciones de la PPNA y en particular la tecnología de seguimiento de la PPNA mediante la teledetección. Oyarzábal et al. (Capítulo VIII) profundizan en los fundamentos y aproximaciones metodológicas para estimar uno de los parámetros del modelo biofísico de estimación de la PPNA a través de información satelital, la Eficiencia en el Uso de la Radiación (EUR). En el Capítulo IX Paruelo et al., detallan el funcionamiento del sistema de seguimiento forrajero y analizan sus aplicaciones. Para ello desarrollan la implementación del sistema piloto para Uruguay y las aplicaciones de la información obtenida a través del sistema de seguimiento forrajero. Éstas son fundamentalmente la capacidad de realizar el análisis del sistema ganadero, del balance y presupuesto forrajero, de brindar información para la toma de decisiones de corto plazo sobre ocupación de potreros y evaluar el impacto de variables ambientales y de manejo sobre la productividad forrajera y la provisión de servicios ecosistémicos. Un caso particular de aplicación es desarrollado por Soca et al., en el Capítulo X. El sistema de seguimiento forrajero genera un gran volumen de información básica para el manejo racional, en base a datos objetivos, de sistemas de producción ganaderos. La cuantificación rutinaria, con paso mensual, de la producción de forraje de cada potrero de cada establecimiento tiene aplicación práctica directa. Permite evaluar el impacto que tienen ciertas prácticas de manejo de la relación planta- animal, sobre la producción de forraje y variables que definen el estado del sistema de producción animal (estado corporal y peso vivo). Otros tres capítulos vinculan los aspectos de la estructura de la vegetación con sus atributos funcionales. Baeza et al. (Capítulo XI) analizan el funcionamiento de los pastizales uruguayos mediante el análisis de series temporales de imágenes de satélite, tanto de áreas piloto correspondientes a las diferentes unidades geomorfoló- gicas del Uruguay, como también de las unidades de pastizal definidas para la Cuesta 10 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales basáltica. Esta información puede utilizarse para la definición y monitoreo de áreas protegidas y para el manejo de sistemas productivos. Este proyecto ha generado conocimiento acerca del potencial de crecimiento de las especies nativas. Usualmente los mejoramientos se practican con especies introdu- cidas que no siempre tienen éxito e ignoramos sus impactos sobre la biodiversidad. Esto limita la promoción de especies nativas con valor agronómico y su domesticación para ser introducidas en ambientes degradados y así promover una productividad alta y la conservación de la biodiversidad. Un aspecto explorado en el proyecto fueron los mecanismos a través de los cuales el pastoreo modifica la PPNA de los pastizales usando ensayos en invernáculo en donde se cuantificaron las Tasas de Crecimiento Relativas (TCRs) y un conjunto de atributos morfofisiológicos asociados, en especies de gramíneas nativas de importancia forrajera. En el capítulo XII Leoni y Altesor sintetizan parte de los resultados obtenidos en estos ensayos y se evidencia que los atributos individuales de las especies pueden explicar los patrones de productividad observados a otros niveles jerárquicos, como el nivel ecosistémico. Otros aportes en relación a los mecanismos que explican la productividad de la vegetación, se presentan en el capítulo de Pezzani et al., (Capítulo XIII). Allí se aborda un tema particularmente relevante en nuestros pastizales, el análisis del efecto de la presencia de arbustos (Eupatorium buniifolium) sobre las ganancias de carbono del estrato herbáceo. La mayor parte de los esfuerzos hasta ahora han sido dedicados a técnicas de erradicación y control de las chircas, sin embargo poco se ha documen- tado acerca de sus efectos sobre la productividad del pastizal. El sistema de producción tradicional de las zonas de estudio se basa principalmen- te en pastoreo del campo natural de forma extensiva. La ganadería uruguaya no ha avanzado en cuanto a su desarrollo a tasas acordes con las tecnologías disponibles. La degradación del campo natural en conjunto con otras variables macro-económicas ha reducido sustancialmente la rentabilidad de estas empresas, produciéndose a su vez una acumulación de tierra en grandes establecimientos y un vaciamiento de la campaña, como lo demuestran varias investigaciones y los censos nacionales de población. En el capítulo XIV Ayala discute estos aspectos y subraya la importancia de incorporar tecnologías innovadoras y de profundizar en la investigación del campo natural. Pereira et al. (Capítulo XV) centran su trabajo en el análisis del funcionamiento de las empresas ganaderas y destacan la importancia del conocimiento local así como la incorporación de nuevas tecnologías para lograr el manejo adaptativo. Éste consiste en la integración del diseño, implementación, monitoreo y adaptación de una estrate- gia basada en la investigación y el conocimiento local para lograr un manejo sustentable de los recursos forrajeros. En el capítulo XVI, Altesor expone un marco conceptual de investigación relativamente reciente que se ha difundido gracias a que establece un vínculo explícito entre el bienestar humano y el adecuado funcionamiento de los ecosistemas. Allí se sintetizan algunos resultados básicos de la investigación ecológica realizada en el marco del Proyecto FPTA 175 y de trabajos anteriores, que atañen al vínculo entre las propiedades ecosistémicas y los servicios brindados por los pastizales naturales a la sociedad. Como en todo proyecto de investigación original quedan más preguntas que respuestas y el curso de los trabajos se modifica según la dialéctica que plantean los resultados que se van obteniendo y los aportes externos. Esto dio lugar a que algunos objetivos ganaran más importancia que otros. Un aspecto central en la dinámica de un proyecto de investigación está asociado a la participación de estudiantes. Su incorporación al proyecto no sólo lo potencia y fortalece sino que lo cuestiona y ayuda a reencauzarlo. En el marco de este proyecto se desarrolló el trabajo experimental de una tesis de Doctorado, tres de Maestría y cinco tesis de grado. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 11 AGRADECIMIENTOS

Agradecemos a los dueños, Guillermo y Mabel Macció y a Lucero, el encargado del Establecimiento «El Relincho» por su hospitalidad y apoyo que hicieron posible la realización de los experimentos de campo. A la Estación experimental de INIA Treinta y Tres donde realizamos los talleres de difusión de este Proyecto. Al Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección de la Facultad de Agronomía de la UBA que nos apoyaron en el procesamiento de las imágenes, especialmente a María Dolores Arocena por su capacidad de tornar simple cualquier dificultad y a Marcos Texeira por su apoyo en el análisis de datos. Al equipo de trabajo del grupo Ecología de Pastizales del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias, a Beatriz Costa quien colaboró en el trabajo de campo y en la labor editorial, a los estudiantes que realizaron sus tesis de Maestría y/o Licenciatura en el marco de este Proyecto y que además colaboraron solidariamente con el trabajo de campo y de gabinete del resto del equipo: Ana Laura Mello, Luis López, Gastón Fernández, Gerardo Parodi, Andrés Rossado y Anaclara Guido, quien además colaboró generosamente en el trabajo editorial de este libro. También queremos expresar nuestro agradecimiento a las otras instituciones nacionales (Plan Agropecuario, SUL, Facultad de Agronomía) que también formaron parte de este proyecto y harán suyo este material para su difusión entre técnicos y estudiantes. En particular agradecemos al Ing. Agr. Daniel Formoso y al Ing. Agr. Italo Malaquin por sus aportes, opiniones y críticas durante la realización del proyecto. Al Prof. Daniel Panario por compartir con nosotros su conocimiento y experiencia de campo.

Alice Altesor y José Paruelo 12 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 13

CONTENIDO

Pág.

Capítulo I. DESCRIPCIÓN DE LA HETEROGENEIDAD FLORÍSTICA DE LAS PRINCIPALES REGIONES GEOMORFOLÓGICAS DE URUGUAY ...... 15 Lezama, F.; Altesor, A.; Pereira, M. y Paruelo, J.M.

Capítulo II. CARTOGRAFÍA DE LOS PASTIZALES NATURALES EN LAS REGIONES GEOMORFÓLOGICAS DE URUGUAY PREDOMINANTEMENTE GANADERAS ...... 33 Baeza, S.; Gallego, F.; Lezama, F.; Altesor, A. y Paruelo J.M.

Capítulo III. CARACTERIZACIÓN DE LAS COMUNIDADES VEGETALES Y SU IMPORTANCIA EN SISTEMAS GANADEROS EXTENSIVOS ...... 55 Perelman S. B. y León R. J. C.

Capítulo IV. CAMBIOS ESTRUCTURALES EN LOS PASTIZALES ASOCIADOS A LA GANADERÍA...... 69 Rodríguez, C. y Cayssials, V.

Capítulo V. IMPACTOS DE LA GANADERIA SOBRE LA DINAMICA DEL C Y N EN LOS PASTIZALES DEL RÍO DE LA PLATA ...... 79 Piñeiro, G.

Capítulo VI. LA MACROFAUNA DEL SUELO Y SU RELACIÓN CON LA HETEROGENEIDAD FLORÍSTICA...... 97 Zerbino, M.S.

Capítulo VII. ESTIMACIÓN DE LA PRODUCTIVIDAD PRIMARIA NETA AÉREA A PARTIR DE DIFERENCIAS DE BIOMASA Y DE INTEGRACIÓN DE LA RADIACIÓN ABSORBIDA ...... 113 Oesterheld, M.; Paruelo, J. M. y Oyarzabal, M.

Capítulo VIII. ¿CÓMO ESTIMAR LA EFICIENCIA EN EL USO DE LA RADIACIÓN MEDIANTE SENSORES REMOTOS Y COSECHAS DE BIOMASA?...... 121 Oyarzabal M.; Oesterheld, M. y Grigera, G. 14 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Pág.

Capítulo IX. EL SEGUIMIENTO DE LOS RECURSOS FORRAJEROS MEDIANTE SENSORES REMOTOS: BASES Y APLICACIONES ...... 135 Paruelo, J.M.; Oyarzabal, M. y Oesterheld, M.

Capítulo X. VARIABILIDAD ESPACIAL Y TEMPORAL DE LA PRODUCCIÓN PRIMARIA NETA AEREA COMO DETERMINANTE DE LA PRODUCCIÓN GANADERA: EXPERIENCIAS LOCALES ...... 147 Soca, P.; Do Carmo, M.; Urchipia, A. y Claramunt, M.

Capítulo XI. CARACTERIZACIÓN FUNCIONAL EN PASTIZALES Y SUS APLICACIONES EN URUGUAY...... 163 Baeza, S.; Paruelo, J.M. y Lezama, F.

Capítulo XII. LOS PATRONES Y PROCESOS ECOLÓGICOS SE RELACIONAN A DIFERENTES NIVELES: ATRIBUTOS INDIVIDUALES DE LAS ESPECIES EXPLICAN PATRONES DE PRODUCTIVIDAD DEL ECOSISTEMA ...... 183 Leoni, E. y Altesor, A.

Capítulo XIII. EFECTO DE LOS ARBUSTOS SOBRE EL ESTRATO HERBÁCEO DE PASTIZALES ...... 195 Pezzani, F.; Baeza, S. y Paruelo, J.M.

Capítulo XIV. LOS DESAFÍOS TECNOLÓGICOS DE LA GANADERÍA EN LOS PASTIZALES DEL RÍO DE LA PLATA ...... 209 Ayala, W.

Capítulo XV. LOS DESAFÍOS DE LA ADOPCIÓN DE TECNOLOGÍA EN SISTEMAS DE PRODUCCIÓN GANADERA EXTENSIVA ...... 215 Pereira Machín, M.; Morales Grosskopf, H. y Bartaburu Mazzarino, D.

Capítulo XVI. SERVICIOS ECOSISTÉMICOS DE LOS PASTIZALES NATURALES ...... 221 Altesor, A. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 15 Lezama, F.1,2; Altesor, CAPÍTULO I. A.3; Pereira, M.4, y Paruelo, J.3,5 Descripción de la heterogeneidad florística 1Estación Experimental INIA Treinta en los pastizales Tres. [email protected] 2Unidad de Sistemas ambientales, naturales de las Facultad de Agronomía, UDELAR. 3Grupo Ecología de Pastizales (GEP). principales regiones Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales, Facultad de Ciencias, geomorfológicas UDELAR. 4Técnico regional litoral norte. Instituto de Uruguay Plan Agropecuario. 5Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección, IFEVA, Facultad de Proyecto FPTA 175 Agronomía, Universidad de Buenos Aires, CONICET. Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010

RESUMEN

En este trabajo se describe la heterogeneidad florística de los pastizales naturales de una importante porción del territorio uruguayo. Las caracterizacio- nes de la vegetación corresponden a cuatro regiones geomorfológicas eminen- temente ganaderas: Cuesta Basáltica, Región Centro-Sur, Sierras del Este y Cuenca Sedimentaria del Noreste. Para cada región se identificaron unidades de vegetación, ensamblajes de especies asociadas a diferentes posiciones macro topográficas y con fisonomías distintivas, y para cada unidad un conjunto de especies indicadoras. Dentro de cada región, la variación florística estuvo fuertemente asociada a la variación macro topográfica y edáfica que ocurre a escala de paisaje. Los resultados obtenidos apoyan las regionalizaciones previas realizadas a partir de criterios básicamente edafológicos y productivos. Estas descripciones proporcionan información a la escala de unidad de manejo y representan un insumo para manejar de un modo objetivo y racional los sistemas de producción ganaderos.

INTRODUCCIÓN A escalas locales, con alta resolu- ción espacial, los pastizales naturales El territorio uruguayo está comprendi- del Uruguay exhiben una alta diversidad. do en su totalidad en la región de los Varios trabajos reportan para pequeñas pastizales del Río de la Plata, una de las áreas riquezas elevadas del orden de las zonas de pastizales determinados cli- decenas de especies en 1 m2 (Rosengurtt máticamente más extensas del mundo 1943, Altesor, et al., 1999, Texeira y (Figura 1). Dentro de la región ocurre una Altesor 2009). A estas escalas la hetero- fuerte variación en el clima a la cual se geneidad ha sido relacionada fundamen- asocian importantes cambios fisonómi- talmente a la micro heterogeneidad am- cos y/o florísticos. En la subdivisión de la biental, las interacciones entre espe- región el Uruguay está abarcado por las cies, las formas de vida y las estrategias subzonas de los Campos del Sur y Cam- de colonización espacial (Rosengurtt pos del Norte, caracterizadas por la ele- 1943, Altesor et al., 1999). vada importancia relativa de gramíneas A escala nacional, las regiones C4 y especies leñosas (León et al., 1992). geomorfológicas y geológicas han sido 16 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

Figura 1. Pastizales del Río de la Plata y sus subregiones: A. Pampa Ondulada, B. Pampa Interior, C. Pampa Austral, D. Pampa Inundable, E. Pampa Mesopotámica, F. Campos del Sur, G. Campos del Norte. Tomado de León (1992). identificadas como grandes unidades de deras extensivas: la Cuesta Basáltica, la vegetación (Rosengurtt, 1944) (Chebataroff, Región Centro Sur, la Región Sierras del 1969). No obstante, las descripciones de los Este y la Cuenca Sedimentaria del No- pastizales a esta escala son escasas, reste. Distintas propuestas de regionali- fragmentarias y mayormente carentes de zación concuerdan en alto grado en las respaldos documentados (Termezana, delimitaciones de estas regiones e iden- 1978, Más, 1978, Millot et al., 1988). tifican diferencias entre ellas desde el Además de la importancia de la com- punto de vista del uso del suelo (Terme- prensión de los patrones de vegetación y zana, 1978, Más, 1978, Millot et al., sus controles a escala regional desde el 1987), los tipos de suelos dominantes punto de vista teórico, disponer de des- (Altamirano et al., 1976), la geología (Bos- cripciones con este nivel de definición es si y Navarro 1988) y el funcionamiento especialmente relevante por sus impli- ecosistémico (Baeza et al., 2006). En cancias aplicadas. Estas descripciones este trabajo seguimos la propuesta de proporcionan información a la escala de zonificación geomorfológica y las deno- unidad de manejo y son un requisito minaciones de las regiones de Panario indispensable para la toma de decisio- (1988). El trabajo conforma una síntesis nes de un modo objetivo y racional en los de información obtenida por el grupo de sistemas de producción ganaderos trabajo durante los últimos cinco años y (Paruelo et al., 2004). la generada en el marco del Proyecto FPTA-175. Un objetivo particular del pre- En este trabajo se describe la hetero- sente trabajo es poner a disposición de geneidad de los pastizales naturales en técnicos descripciones detalladas de la cuanto a sus características fisonómi- heterogeneidad de los pastizales natura- cas, composición de especies y contro- les en forma accesible para su utilización les ambientales de cuatro regiones a campo. geomorfológicas eminentemente gana- Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 17

Caja 1. Acerca del término «comunidad»: El término comunidad en ecología vegetal se emplea usualmente en un sentido operativo para denominar un conjunto de plantas coexistentes en un área, pero también reciben el nombre de comunidad vegetal los tipos abstractos que resultan de la clasificación de la vegetación. Según esta acepción, utilizada especialmente en fitosociología, las comunidades son combinaciones de especies que coinciden en su ocurrencia en ambientes semejantes. Heterogeneidad florística: Variación en la composición de especies de un punto a otro en el espacio. Stands: Parches de vegetación tratados como unidades con fines descriptivos, reúnen el requisito de homogeneidad estructural y ambiental.

MÉTODOS aún importantes áreas de pastizales na- turales dedicadas a la ganadería extensi- Área de estudio va. Los porcentajes mayores de campo natural de la región se encuentran en su Este trabajo abarcó áreas de releva- sector noreste, en el entorno del 90%, y miento comprendidas en cuatro regiones los menores en el sector suroeste, en el geomorfológicas diferentes: Cuesta Ba- entorno del 50% (MGAP, 2000) sáltica, Región Centro-Sur, Sierras del La región de Sierras del Este e Isla Este y Cuenca Sedimentaria del Noreste Cristalina de Rivera, conforma un conjun- (Panario, 1988). La región de la Cuesta to de elevaciones con una dirección SW- Basáltica abarca aproximadamente el NE, y representa la región con mayor 21% del territorio nacional (3,5 millones energía de relieve del territorio uruguayo. de hectáreas), y contiene suelos forma- Comprende una amplia variedad de ma- dos predominantemente a partir de mate- teriales geológicos (Ectinitas, Migmati- riales de la Formación Arapey (Bossi y tas, granitos, basaltos, entre otros). Asi- Navarro, 1988). De acuerdo a criterios mismo comprende una gran diversidad edafológicos y productivos se distinguen de tipos de suelos, predominando los dos subregiones: Basalto superficial y superficiales y muy superficiales con alto Basalto profundo (Millot et al., 1987). La contenido de gravilla y pedregosos. Esta primera subregión presenta relieve de región, con una superficie aproximada de colinas y lomadas, en tanto que la 2,5 millones de hectáreas, corresponde segunda contiene además serranías y al 14,4% del territorio nacional (Panario, quebradas. Los pastizales naturales 1988). Los pastizales y pastizales ar- constituyen el tipo de vegetación domi- bustivos naturales son las formaciones nante ocupando entre el 80 y el 95% de vegetales dominantes en la región (aproxi- la superficie. En base a éstos se desarro- madamente un 90%) (Ferreira, 2001), lla la ganadería extensiva de bovinos y aunque localmente pueden adquirir im- ovinos como la actividad principal de la portancia en términos de superficie ar- región (MGAP, 2000). bustales y bosques. La ganadería exten- La región Centro-Sur del Uruguay, con siva de bovinos y ovinos es la actividad una superficie aproximada de 2,25 millo- preponderante en la región, con cifras de nes de hectáreas, se caracteriza por dotaciones entre las más altas del país presentar un relieve ondulado con predo- (Ferreira, 2001). minancia de lomas irregulares de formas La Cuenca Sedimentaria del Noreste redondeadas, y por comprender suelos comprende aproximadamente 2,5 millo- superficiales y profundos sobre basa- nes de hectáreas, lo que representa alre- mento cristalino y sedimentos cuaterna- dedor del 14,5% de la superficie del país. rios (Panario, 1988, Millot et al.,1987). Si En la región está representada una am- bien la región presenta un alto porcentaje plia variedad de materiales geológicos y de suelos con aptitud agrícola, posee suelos asociados, desde suelos areno- 18 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales sos originados a partir de las Formacio- áreas con alto grado de perturbación (por nes Tacuarembó o San Gregorio - Tres ejemplo los dormideros de ovejas) y cam- Islas hasta suelos arcillosos desarrolla- pos con siembras en cobertura. dos sobre Formación Yaguarí. Desde el Los relevamientos se llevaron a cabo punto de vista del relieve está compuesta entre los años 2001 y 2009, durante los principalmente por lomadas fuertes y meses de noviembre y diciembre, perío- colinas con suelos profundos. Los pasti- do del año en el cual la mayoría de las zales naturales ocupan aproximadamen- especies presentan estructuras repro- te el 85% de la superficie de la región ductivas que permiten su identificación. (Ferreira, 2001). El uso predominante actualmente es la ganadería extensiva, aunque existe una tendencia creciente Análisis de datos en la importancia de la agricultura y la forestación. Los datos florísticos se reunieron en matrices de especies x censos para cada región, las cuales fueron analizadas me- Obtención de los datos diante procedimientos de análisis multi- variados de clasificación y ordenación. Los relevamientos se orientaron sobre Las unidades de vegetación se identifica- la base de las cartas de suelos escala ron mediante la combinación de análisis de 1:1.000.000 y 1:50.000 del MGAP (Alta- clasificación jerárquico y análisis de espe- mirano et al., 1976), contemplando abar- cies indicadoras. Los análisis de clasifica- car las unidades de suelo más represen- ción se realizaron empleando el método de tativas de cada región en términos de Ward como algoritmo de fusión y el índice de superficie. Jaccard como medida de distancia (McCune El muestreo de vegetación se realizó y Mefford, 1999). de acuerdo al método relevé (Mueller - Se utilizó Análisis de Escalamiento Dombois y Ellenberg, 1974). Se selec- Multidimensional No-métrico (NMDS) cionaron preferencialmente stands de ma- para detectar los ejes principales de va- nera de abarcar todo el rango de variación riación florística de la matriz con la tota- fisionómica percibido en los trayectos lidad de los censos. La matriz de distan- recorridos. Se localizaron cuadrados de cias utilizada en el NMDS se construyó 2 25-100 m en áreas centrales de los mediante la medida de distancia de Jac- stands seleccionados y se registraron card. Para este análisis fue seleccionado todas las especies presentes en los mis- el modo autopilot (Pcord4), como procedi- mos. A cada especie se le asignó un miento de corridas múltiples, elección de valor de cobertura –abundancia siguien- mejor solución para cada dimensionalidad do la escala de Braun-Blanquet (1950). y test de significancia (McCune y Mefford, La lista de especies fue completada con 1999). Los centroides de las unidades de el registro de nuevas especies encontra- pastizal de las distintas regiones fueron das en una amplia recorrida del stand. representados en el diagrama de ordena- A su vez se describió macro y mi- ción permitiendo interpretar si las fuentes crotopográficamente cada stand, regis- de variación principales eran de escala trando la exposición y la pendiente máxi- local o regional. Los análisis estadísticos ma. La rocosidad, pedregosidad, cober- fueron llevados a cabo con el software PC- tura vegetal y porcentaje de suelo desnu- ORD.4 (McCune y Mefford, 1999). do fueron variables estimadas visualmen- Previamente a los análisis multivaria- te. El censo incluyó además una aprecia- dos fueron removidas de las matrices ción de la fisonomía del stand, general- florísticas las especies con una constan- mente determinado por las especies do- cia menor al 5% con el propósito de minantes, una estimación del tamaño del reducir el ruido (Gauch, 1982). Asimis- mismo, y su georeferenciación mediante mo, debido a que las técnicas multivaria- un dispositivo de geoposicionamiento das son afectadas fuertemente por la satelital. presencia de «outliers», previamente al La totalidad de los censos se realiza- empleo de éstas se realizó un análisis ron en campos sometidos a pastoreo de para su detección. Se consideraron herbívoros domésticos y fueron evitadas «outliers» aquellas especies o censos Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 19 cuyos promedios de distancia se aparta- El análisis de los censos permitió ron más de dos desviaciones estándar de reconocer tres unidades principales de la media de los promedios de distancia pastizales distribuidas a lo largo de un (McCune y Mefford, 1999). gradiente determinado por la profundidad Las especies registradas se asigna- del suelo, la textura, la pendiente y la ron a distintas categorías de tipos funcio- forma de la pendiente (detalles en Leza- nales de plantas (TFP) para facilitar la ma et al., 2006). Las unidades principa- interpretación de los patrones florísticos les fueron cartografiadas y caracteriza- detectados. Los TFP utilizados fueron: das funcionalmente a través del uso de graminoides, gramíneas estivales, gramí- sensores remotos (Baeza et al., 2009, neas invernales, hierbas y arbustos. Baeza et al., 2011 este número). Las unidades de pastizales identifica- La Unidad B- I presenta a Piptochae- das fueron caracterizadas en términos tium montevidense, Richardia humistra- de su composición de tipos funcionales ta y Baccharis coridifolia como las espe- de plantas, especies indicadoras, espe- cies con mayor valor indicador (Cuadro cies dominantes, fisonomía y su relación 1). La cobertura vegetal de esta unidad con características del suelo y la geomor- se compone fundamentalmente de fología. Baccharis coridifolia y Piptochaetium montevidense. Se ubica preferentemen- Se recabó información acerca de la te sobre laderas de colinas y lomadas distribución de las especies registradas fuertes así como laderas escarpadas de por consulta bibliográfica (Rosengurtt et. sierras y áreas altas convexas de colinas al.,1970, Izaguirre y Beyhaut, 1998) y y sierras. Está asociada a suelos super- herbarios (MVFA) y se examinó la contri- ficiales caracterizados por presentar una bución de especies de distribución res- profundidad en el entorno de los 30 cm, y tringida a los listados de las distintas exhibir con frecuencia pedregosidad y regiones. rocosidad en superficie. Las gramíneas estivales son el com- RESULTADOS ponente funcional principal de estos pas- tizales, seguido por gramíneas inverna- Cuesta Basáltica les y hierbas (Figura 2). La fisonomía predominante es de un mosaico de par- Se realizaron 80 censos distribuidos ches de dos alturas, un estrato bajo de 5- a través de las zonas de Basalto Super- 10 cm constituido por gramíneas bajas y ficial y Profundo, abarcando las unidades hierbas y un estrato de 30 cm de gramí- cartográficas de suelo Cuchilla de Hae- neas erectas y arbustos bajos. do- Paso de los Toros, Queguay Chico, La Unidad B-II presenta a Hordeum Itapebí – Tres Árboles y Curtina. pusillum, Selaginella sellowii y Portulaca Las especies más frecuentes en el papulosa como las principales especies conjunto de relevamientos fueron Dichon- indicadoras (Cuadro 1), y la cobertura dra serícea, Plantago myosurus, Vulpia está dominada por Selaginella sellowii y australis, Briza subaristata y Sisyrin- Microchloa indica. Está asociada a sitios chium sp. La familia más numerosa fue planos de exportación de materiales en Poaceae con 78 especies, seguida de posiciones altas y medias del paisaje, con 44 especies. Los géneros con altos porcentajes de pedregosidad y más representados en número de espe- rocosidad en superficie (Figura 3). La cies fueron: Stipa (8), Paspalum (7), Aris- fisonomía consiste en un solo estrato tida (7), Conyza (5) y Piptochaetium (5). herbáceo distribuido como un mosaico intrincado de parches y afloramientos Las especies exclusivas de la región rocosos. Desde el punto de vista funcio- registradas en los relevamientos fueron nal está dominada por S. sellowii y gramí- Tridens hackelii, Stipa longicoronata por neas estivales (Figura 2). Stipa leptocoronata. Ditaxis acaulis, Di- taxis rhizantha, Lippia coarctata y Guille- La unidad B-III está indicada princi- minea elongata. Todas ellas encontradas palmente por Paspalum dilatatum, con baja frecuencia y abundancia. Panicum hians y Coelorhachis selloana (Cuadro 1), y las especies con mayores 20 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Cuadro 1. Tablas de dos vías representando los valores indicadores de las especies para las unidades de pastizal de la Cuesta Basáltica. Se indican los cinco taxa con mayores valores indicadores para cada unidad.

B - I B - II B - III Piptochaetium montevidense 92 4 Richardia humistrata 88 2 Baccharis coridifolia 81 8 Botriochloa laguroides 81 1 Wahlenbergia linarioides 80 3

Hordeum pusillum 89 5 Selaginella sellowii 12 85 Portulaca papulosa 83 Euphorbia af. pampeana 82 Bulbostylis sp. 11 79

Paspalum dilatatum 95 Panicum hians 2 92 Coelorhachis selloana 2 92 Scutellaria racemosa 80 Mecardonia montevidensis 3 79

B-I B-II

0,6 0,7 0,5 0,6 % %0,5 0,4 a ra0,4 u0,3 u r0,3 e e b0,2 b o o0,2 Cobertura (%)

C0,1 Cobertura (%) C0,1 0 0 A GE GI GOI H Ss Arb GE GI GOI H Ss TFP TFP

B - III

0,6 0,5 % 0,4 ra u0,3 r e b0,2 o Cobertura (%) C0,1 0 A GE GI GOI H Ss TFP

Figura 2. Cobertura relativa de los Tipos Funcionales de Plantas (promedio, ± E.E.) correspondiente a las distintas unidades de pastizal de la Cuesta Basáltica. A= Arbustos, GE= Gramíneas Estivales, GI= Gramíneas Invernales, Goi= Graminoides, H= Hierbas, Ss= S. sellowii. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 21 valores de cobertura en esta unidad son Panicum hians y Axonopus affinis. Se ubica preferentemente sobre laderas plano cóncavas con pendientes meno- res, y en valles y en interfluvios tabula- res. Está asociada a suelos de profundi- dad media y alta (mayores a 50 cm), correspondientes las categorías de sue- los asociados y accesorios de las unida- des CH- PT y QCh. Los tipos funcionales de plantas son, en orden de importancia: gramíneas estivales, gramíneas inverna- les y graminoides (Figura 2). Fisonómi- camente la unidad B-III consiste en un pastizal con dos estratos: un césped de graminoides y gramíneas postradas y un estrato de 30 cm de gramíneas erectas. Figura 3. Paisaje de colinas basálticas con stand de Unidad B – II en primer plano. Cuchilla del Fuego, Paysandú. La cartografía de una amplia porción de la región, abarcando las subzonas de basalto profundo y superficial, asignó un presenta como especies más importan- 91% de la superficie a pastizales natura- tes en términos de cobertura a Paspa- les. En cuanto a la importancia relativa lum notatum y Axonopus affinis. La fiso- en términos de superficie de cada unidad nomía está caracterizada por un estrato de pastizal, la unidad BIII correspondió al de 30 cm de altura dominado por subar- 55,7% del área mapeada y las unidades bustos y un estrato bajo de 5 cm. domi- BI y BII en conjunto al 35,8% (ver Baeza nado por gramíneas postradas. Forma et al., 2011 este número). pastizales de alta cobertura vegetal, y desde el punto de vista funcional presen- tan un claro predominio de gramíneas Región Centro-Sur estivales (Figura 4). Se desarrolla en distintas posiciones topográficas; lade- Se realizaron 54 censos distribuidos ras, áreas altas convexas, de pendiente por las unidades de suelo San Gabriel – leve a moderada. Se encuentra distribui- Guaycurú, La Carolina y Sierra de Maho- da por las tres unidades de suelo releva- ma. De un total de 285 especies registra- das. La cartografía ubicó a este tipo de das en los relevamientos el 32% corres- pastizales como segundo más importan- ponde a la familia Poaceae y el 20% a la te en superficie en la región con un 22,5% familia Asteraceae. Las especies con (Gallego et al., 2008). mayor ocurrencia en el conjunto de cen- La Unidad CS-II, está indicada por sos son: Paspalum notatum, Alophia Aristida venustula, Piptochaetium mon- lahue, Bothriochloa laguroides, Dichon- tevidense y Evolvolus sericeus (Cuadro dra sericea y Briza minor. Los géneros 2). Las especies de mayor importancia más importantes en número de especies en términos de cobertura son Paspalum son Stipa (7), Aristida (6), Baccharis (6), notatum y Piptochaetium montevidense. Paspalum (6). En los relevamientos no Está asociada a domos y laderas con se registró ninguna especie exclusiva de presencia de pedregosidad y/o rocosi- la región. dad en superficie y pendientes modera- A partir del análisis numérico de los das y altas. Presenta generalmente un censos se identificaron tres unidades de solo estrato herbáceo abierto de 5 cm de pastizales con características fisonómi- altura, constituido fundamentalmente por cas distintivas que sirvieron como base gramíneas estivales (Figura 4). Se regis- para la cartografía de coberturas del sue- tra ocupando superficies reducidas en lo de una porción importante de la región las unidades de suelo de San Gabriel - (Gallego, et al., 2008). Guaycurú y Sierra de Mahoma. Aproxi- La Unidad CS-I, está indicada por madamente el 7% del área cartografiada Coelorhachis selloana, Eryngium nudi- correspondió a esta unidad (Gallego et caule y Apium leptophyllum (Cuadro 2), y al., 2008). 22 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Cuadro 2. Tablas de dos vías representando los valores indicadores de las especies para las unidades de pastizal de la Región Centro Sur. Se indican los cinco taxa con mayores valores indicadores para cada unidad.

CS - I CS - II CS - III Coelorachis selloana 82 1 10 Eryngium nudicaule 82 2 5 Apium leptophyllum 69 2 8 Paspalum notatum 63 20 16 Bothriochloa laguroides 59 17 10

Aristida venustula 4 92 Piptochaetium montevidense 10 83 2 Evolvulus sericeus 4 80 1 Schizachyrium spicatum 4 79 Helianthemum brasiliense 3 77

Lolium multiflorum 2 91 Stipa charruana 19 74 Cynodon dactylon 2 66 Paspalum dilatatum 18 58 Piptochaetium bicolor 3 57

CS-I CS-II

70 60 60 50 ) 50 (% %40 40 ra ra u u30 rt 30 r e e b b20 20 o

o Cobertura (%) C C Cobertura (%) 10 10 0 0 A GE GI GOIDE H A GE GI GOIDE H TFP TFP CS-III

60 50 ) (%40 ra u30 rt e b20 o

Cobertura (%) C 10 0 A GE GI GOIDE H TFP Figura 4. Cobertura relativa de los Tipos Funcionales de Plantas (promedio, ± E.E.) correspondiente a las distintas unidades de pastizal de la Región Centro Sur. A= Arbustos, GE= Gramíneas Estivales, GI= Gramíneas Invernales,Goi= Graminoides, H= Hierbas. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 23 La Unidad CS-III, indicada por Lolium multiflorum, Stipa charruana y Cynodon dactylon (Cuadro 2), y presenta a Stipa charruana y Paspalum dilatatum como las especies más importantes en cuanto a su contribución en cobertura. En la mayoría de los casos presenta un estrato de 30 cm de altura dominado por gramí- neas erectas y un estrato bajo de 5 cm dominado por gramíneas postradas. Re- presenta pastizales con alta cobertura vegetal y predominio neto de gramíneas invernales (Figura 4). Forma stands ex- tensos sobre planicies altas y laderas altas con pendiente leve a moderada de las unidades de suelos San Gabriel- Guaycurú y La Carolina (Figura 5). Re- presenta la unidad de pastizales domi- nante en la región, correspondiéndole alrededor del 37%, del área mapeada Figura 5. Colinas de la Región Centro – Sur, stand de Unidad CS- (Gallego et al., 2008). III dominado por Stipa charruana y Paspalum quadrifarium. Proximidades de Pintado, Florida. Sierras del Este (Cuadro 3). Las especies que presentan Se realizaron relevamientos abarcan- mayores valores de cobertura son Botrio- do las principales unidades de suelo de chloa laguroides, Piptochaetium monte- la región: Sierra de Polanco, Cerro Cha- vidense y Richardia humistrata. Ocupa to, Sierra de Aiguá, Santa Clara y José preferentemente áreas convexas altas y Pedro Varela. Se registraron aproxima- laderas suaves de colinas y lomadas. damente 350 especies, siendo las fami- Corresponde a suelos medios y profun- lias más numerosas Poaceae y Astera- dos, sobre las diferentes unidades de ceae, con 114 y 61 especies respectiva- suelo abarcadas en el estudio, y es do- mente. Las especies más frecuentes en minante en la unidad José Pedro Varela. el conjunto de censos son Piptochae- Presenta alta cobertura vegetal del sue- tium montevidense, Richardia humistra- lo, y no presenta pedregosidad ni rocosi- ta, Chevreulia sarmentosa, Dichondra se- dad en la superficie. La fisonomía está rícea y Paspalum notatum. Los géneros caracterizada por presentar dos estra- más representados en número de espe- tos, uno de 30 cm de subarbustos y cies son Aristida (11), Stipa (11) y Bac- gramíneas erectas, y otro de 5 cm de charis (8). Algunas de las especies re- gramíneas postradas y hierbas. En cuanto gistradas listan como exclusivas de la a la composición por tipos funcionales, región Eupatorium serratum, Baccharis alrededor del 35% de la cobertura la com- af. crispa, Plantago commersoniana, ponen gramíneas estivales y alrededor del Aristida af. flaccida, Erianthecium bul- 25% hierbas (Figura 6). bosum, Galium ostenianum. La mayoría de estas especies son raras, excepto La unidad S-II está indicada principal- Eupatorium serratum que en el área de mente por Agenium villosum, Axonopus relevamiento de Puntas del Parao apare- argentinus y Stylosanthes monteviden- ce en forma abundante. sis (Cuadro 3). Las especies de mayor importancia en cobertura son Piptochae- El análisis numérico de 108 censos tium montevidense y Richardia humistra- fitosociológicos permitió identificar 5 uni- ta. Conforma un pastizal abierto (con dades principales de vegetación y 8 co- alrededor del 70% del suelo con cobertu- munidades. ra vegetal), generalmente con un estrato La Unidad S-I, está indicada primaria- de 30 cm de subarbustivas y un estrato mente por Piptochaetium stipoides, Bo- bajo de 5 cm. Se ubica sobre laderas triochloa laguroides y Gaudinia fragilis convexas de pendiente moderada a alta, 24 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Cuadro 3. Tablas de dos vías representando los valores indicadores de las especies para las unidades de pastizal de la Región de Sierras. Se indican los cinco taxa con mayores valores indicadores para cada unidad.

S - I S - II S - III S - IV S - V Piptochaetium stipoides 64 9 Botriochloa laguroides 61 2 6 2 12 Gaudinia fragilis 47 2 1 14 Eryngium horridum 45 3 1 10 15 Stipa neesiana 43 32

Agenium villosum 72 1 Axonopus argentinus 4 56 5 Stylosanthes montevidensis 1 55 2 1 Stenachaenium campestre 5 48 2 Aristida venustula 7 47 21

Paspalum pumilum 1 96 Eleocharis viridans 77 Gratiola peruviana 75 Hypochaeris microcephala 3 74 Axonopus affinis 16 69 9

Stipa filifolia 1 74 Eragrostis neesi 2 1 60 Evolvolus sericeus 18 7 58 4 Galactia marginalis 4 23 58 1 Aira elegans 2 5 57 1

Baccharis articulata 86 Baccharis ochracea 1 3 4 79 Setaria vaginata 3 1 2 49 Stipa pauciciliata 19 2 44 Baccharis trimera 23 1 3 5 43

en posiciones variables en el paisaje, y (Cuadro 3), y las especies de mayor presenta habitualmente pedregosidad importancia en cuanto a su cobertura son y/o rocosidad en superficie. Se encuen- Axonopus affinis y Paspalum pumilum. tra representada sobre diversas unida- Ocupa ladera medias y bajas cóncavas des de suelo y materiales geológicos. asociadas a pequeños cursos de agua, Desde el punto de vista funcional la con pendiente entre plana y moderada. cobertura vegetal está dominada por gra- Los stands de esta unidad son de super- míneas estivales, hierbas y gramíneas ficie reducida, accesorios en el paisaje. invernales en proporciones semejantes Presenta alta cobertura vegetal, cercana al (Figura 6). 100%. Presenta una fisonomía de dos La Unidad S-III está indicada princi- estratos, uno de pastos altos de 50-80 cm palmente por Paspalum pumilum, y otro de 5 cm de gramíneas postradas y Eleocharis viridians y Gratiola peruviana ciperáceas. El tipo funcional de gramí- Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 25

S-I

45 40 35 30 25 20 15

Cobertura (%) 10 5 0 A GE GI GOI H TFP S-II

35 30 25 20 15

Cobertura (%) 10 5 0 A GE GI GOI H TFP 80 70 60 50 40 30 20

Cobertura (%) 10 0 A GE GI GOI H TFP

S-IV

35 30 25 20 15 10 Cobertura (%) 5 0 A GE GI GOI H TFP

S-V

50 45 40 35 30 25 20 15 10 Cobertura (%) 5 0 A GE GI GOI H TFP

Figura 6. Cobertura relativa de los Tipos Funcionales de Plantas (promedio, ± E.E.) correspondiente a las distintas unidades de pastizal de la Región de Sierras. A= Arbustos, GE= Gramíneas Estivales, GI= Gramíneas Invernales, Goi= Graminoides, H= Hierbas. 26 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales neas estivales alcanza alrededor del 70% de Aiguá. Se encontró circunscrita a un de cobertura promedio en esta unidad área de relevamientos en el noreste de (Figura 6). Treinta y Tres. La fisonomía es de un La Unidad S-IV está indicada por Sti- pastizal-arbustivo con dos a tres estra- pa filifolia, Eragrostis neesi y Evolvolus tos y una cobertura del suelo media – sericeus (Cuadro 3), y las especies de alta. La altura del estrato arbustivo varía mayor importancia son Piptochaetium entre 30 y 100 cm, y el estrato herbáceo montevidense y Richardia humistrata. es bajo y compuesto por gramíneas y Se ubica sobre suelos superficiales de hierbas (Figura 6). laderas con pendiente variable (leve- alta) La cartografía de una vasta zona de la y siempre asociada con pedregosidad y región le asignó a los pastizales natura- rocosidad en superficie. Se encuentra les una superficie en el entorno del 90%, distribuida sobre diversos sustratos geo- correspondiéndole un 48,5% a la unidad lógicos, excepto rocas metamórficas y S- I y un 39,1% a las unidades S- II y S- areniscas metamorfizadas. Fisonómica- IV ( Baeza et al., 2011 este número). Las mente está caracterizada por formar un unidades S – III y S – V no fueron consi- pastizal abierto, con una cobertura del deradas para el mapeo por ocupar super- suelo baja en el entorno del 70%, gene- ficies pequeñas en relación a la escala ralmente con un estrato de 30 cm de de la cartografía. subarbustivas y/o gramíneas cespitosas y un estrato bajo de 5 cm de gramíneas Cuenca Sedimentaria del y hierbas de pequeño porte (Figura 7). Las gramíneas estivales son el compo- Noreste nente dominante de la cobertura vegetal, seguidas por hierbas y gramíneas inver- Se realizaron 70 censos distribuidos nales (Figura 6). a través de toda la región, concentrándo- se los relevamientos principalmente en La Unidad S-V está indicada principal- las unidades de suelo Aparicio Saravia, mente por Baccharis articulata, Baccha- Blanquillo y Manuel Oribe. Las especies ris ochracea y Setaria vaginata (Cuadro más frecuentes fueron Paspalum nota- 3). Las especies de mayor contribución a tum, Coelorhachis selloana, Piptochae- la cobertura del suelo en esta unidad son tium montevidense, Chevreulia sarmen- Baccharis ochraceae y Piptochaetium tosa y Dichondra sericea y los géneros montevidense. Ocupa áreas altas con- más representados en número de espe- vexas y laderas medias y altas de pen- cies fueron Paspalum (7), Stipa (6) y dientes mayormente moderadas. Forma Aristida (6). stands extensos, dominantes en suelos medios y profundos de la unidad Sierra La clasificación jerárquica permitió reconocer una estructura de dos unida- des principales de pastizal y cinco co- munidades. La unidad CSNE – I presenta a Aristi- da venustula, Aira elegans y Helianthe- mum brasiliense como las especies más características (Cuadro 4). Se destacan por su importancia en cobertura en esta unidad Richardia humistrata, Piptochae- tium montevidense y Paspalum notatum. Se ubica generalmente en laderas altas convexas y domos, con presencia en muchos casos de pedregosidad y rocosi- dad en la superficie. La fisonomía está caracterizada por presentar cobertura del suelo media-baja y la presencia de dos estratos, uno de 30 cm de subarbustos y gramíneas erectas, y otro de 5 cm de Figura 7. Stand de Unidad S – IV dominado por Aristida filifolia gramíneas postradas y hierbas. Ocurre en los Cerros Aguirre, Rocha. casi exclusivamente asociada a suelos Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 27

Cuadro 4. Tablas de dos vías representando los valores indicadores de las especies para las unidades de pastizal de la Cuenca Sedimentaria del Noreste. Se indican los cinco taxa con mayores valores indicadores para cada unidad.

CSNE - I CSNE - II Aristida venustula 78 3 Aira elegans 74 5 Helianthemum brasiliense 69 Eragrostis neesi 64 21 Galactia marginalis 62 11

Paspalum dilatatum 81 Panicum hians 8 68 Axonopus affinis 22 55 Coelorachis selloana 41 53 Trifolium polymorphum 4 53

formados sobre sustratos geológicos CSNE-I devónicos y pérmicos de texturas grue- sas. Ubicados en la porción sur de la región. El TFP dominante es el de las 45 40 gramíneas estivales seguidas por hierbas 35 ) y gramíneas invernales en proporciones %30 semejantes (Figura 8). ( ra25 u20 La unidad CSNE II está indicada pri- rt e15 mordialmente por Paspalum dilatatum, Cobertura (%) b o10 Panicum hians y Axonopus affinis (Cua- C 5 dro 4). Las especies más importantes 0 desde el punto de vista de su cobertura A GE GI GOI H son Paspalum notatum, Axonopus affinis TFP y Erianthus angustifolius. Es dominante en las unidades de suelo profundos de la región, donde se encuentra ocupando varias posiciones macrotopográficas. La CSNE-II fisonomía corresponde a la de un pastizal denso con un estrato graminoso bajo y 70 otro subarbustivo de 30 cm de altura 60 (Figura 9). Respecto a la composición de 50 % TFP, es clara la dominancia de gramí- a40 neas estivales con una cobertura prome- u30 dio cercana al 60%. Le siguen en orden b20 o de importancia las hierbas y las gramí- Cobertura (%) C neas invernales (Figura 8). 10 0 La cartografía de la región asignó A GE GI GOI H aproximadamente un 70% de la superfi- cie a la categoría de pastizales natura- TFP les. El 94,3% de éstos fue clasificado Figura 8. Cobertura relativa de los Tipos Funcionales de Plantas como unidad CSNE – II (un 66,2% de la (promedio, ± E.E.) correspondiente a las distintas superficie total) y solamente un 5,7 % a unidades de pastizal de la Cuenca Sedimentaria del la unidad CSNE – I (ver Baeza et al., 2011 Noreste. A= Arbustos, GE= Gramíneas Estivales, este número). GI= Gramíneas Invernales, Goi= Graminoides, H= Hierbas. 28 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Cuesta basáltica, II de la Cuenca Sedi- mentaria del Noreste, la unidad I y III de la región Centro-Sur y la unidad III de Sierras. Las especies con mayor peso en este eje son Lucilia acutifolia, Schiza- chyrium imberbe, Stipa filifolia y Aristida filifolia en el extremo positivo, y Kyllinga odorata, Nothoscordum sp., Eryngium echinatum y Gratiola peruviana en el extremo negativo. En la Figura 10b se grafica el eje 1 vs el eje 2, tercer eje en importancia que explica el 20% de la varianza. El eje 2 separa los censos de las regiones Cues- ta basáltica y Centro-Sur en el extremo negativo, de las unidades correspondien- tes a las regiones de Sierras del Este y Cuenca Sedimentaria del Noreste en el Figura 9. Stand de CSNE- II dominado por Andropogon lateralis extremo positivo. y Baccharis trImera, Tacuarembó.

Gradientes florísticos DISCUSIÓN

Los primeros tres ejes resultantes del La aproximación fitosociológica adop- NMDS de la matriz de especies por cen- tada en este trabajo permitió describir la sos explicaron el 78% de la varianza de variación florística de los pastizales na- los datos. La Figura 10a muestra el plano turales de una importante porción del de ordenación del eje 1 y 3 que explican territorio nacional, identificando grandes el 30 y el 28% de la varianza respectiva- unidades de pastizal para distintas regio- mente. El eje 1 separa claramente a los nes geomorfológicas. Es posible apre- pastizales de suelos medios y profundos ciar en las cuatro regiones la discrimina- de los pastizales de suelos superficia- ción entre unidades de acuerdo a la pro- les. Se intercalan a lo largo del eje 1 las fundidad del suelo, de modo que gran unidades de vegetación de las diferentes parte de la variación florística dentro de regiones, ubicándose en el extremo de- cada región está asociada a la variación recho las unidades B-II y B-I de la Cuesta macrotopográfica y edáfica que ocurre a basáltica y en el extremo izquierdo las escala de paisaje. A su vez, consideran- unidades S-III y CSIII de las regiones do las especies indicadoras, si bien no Sierras del Este y Centro-Sur respectiva- hay una correspondencia completa, exis- mente. Las especies que presentaron te cierta similitud entre las unidades valores mayores en el eje 1 están asocia- correspondientes a los suelos medios - das a condiciones xéricas (Microchloa profundos y las correspondientes a sue- indica, Chloris grandiflora y Sellaginella los superficiales de las distintas regio- sellowii), en tanto que las especies ubi- nes. Esto es especialmente visible entre cadas en el extremo negativo del eje las unidades de suelos profundos de la están asociadas a condiciones meso - Cuesta Basáltica y de la Cuenca Sedi- hidrofíticas (Paspalum pumilum, Borreria mentaria del Noreste, donde las unida- dasycephala, Stenotaphrum secundatum des presentan en común a varias espe- y Phyla canescens). El eje 3 separa los cies con alto valor indicador (P. dilatatum censos correspondientes a las unidades C. selloana, P. hians). Algo similar suce- I, II, IV y V de la región de las Sierras del de con las unidades I y III de la región Este, las unidad II de la región Centro- Centro Sur, sin embargo la afinidad de Sur, la unidad I de la Cuenca Sedimen- estas unidades con la unidad S-I, corres- taria del Noreste y la unidad I de la pondiente a suelos medios y profundos Cuesta basáltica de los censos corres- de sierras, es menos clara. Esta última pondientes a las unidades II y III de la comparte con las otras unidades espe- Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 29

EJE3(28%) 1,2 a SII 1 SIV SV 0,8 0,6 CS II 0,4 SI 0,2 CSNEI BI EJE 1 (30%) 0 1,5 - - - 1 0,5-0,2 0 0,5 1 1,5 2 CS I S III CSIII -0,4 CSNE II

-0,6 B III BII -0,8

EJE 2(20%) b 0,8 S III 0,6 CSNE II CSNEI 0,4 SV SII 0,2 SIV EJE 1 (30%) SI 0 -1,5 -1 -0,5 0 0,5 1 1,5 2 -0,2 CSII CS I -0,4

CS III - 0,6 BI B III -0,8 BII -1 Figura 10 a y b. Diagramas de los principales ejes del Análisis de Escalamiento Multidimensional No- Métrico de la matriz de especies x censos correspondientes a las 4 regiones geomorfológicas. Los puntos corresponden a los centroides (valores promedio de las coordenadas de los censos correspondientes a cada unidad de vegetación), donde B-1, B-II y B-III corresponden a la Cuesta basáltica, S-I a S-V a la región de las Sierras del Este, CS-I a CS-III a la región Centro-Sur y CSNE-I y II a la Cuenca Sedimentaria del Noreste (Eje 1= 30 % de la varianza; Eje 2= 20,1% de la varianza; Eje 3= 28% de la varianza). a- Ejes 1 y 3, b- Ejes 1 y 2. La ordenación realizada con la totali- cies secundarias en importancia en cuan- dad de los censos, y la representación to a su valor indicador, como por ejemplo, de las Unidades de pastizal en el plano B. laguroides y P. stipoides con CS-I y permite explorar la importancia relativa B-III respectivamente. La corresponden- de distintos controles que operan a esca- cia parcial a nivel de conjuntos de espe- la de paisaje o a escala regional. Los ejes cies indicadoras es similar entre las uni- que explican la mayor proporción de la dades relacionadas a los suelos superfi- varianza (ejes 1 y 3) están relacionados ciales. a gradientes de disponibilidad de agua y 30 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales régimen de drenaje, factores que operan invernales, salvo en CS-III en la que el a escala de paisaje. El eje 1 está clara- elevado porcentaje de gramíneas inverna- mente asociado a la profundidad del sue- les es explicado por Stipa charruana. Des- lo y representa la disponibilidad de agua. de el punto de vista forrajero además de ser El eje 3 está asociado a la concavidad del escaso el aporte de invernales, cabe resal- terreno, esto podría indicar drenaje defi- tar que las especies invernales más impor- ciente y eventuales períodos de anega- tantes, Piptochaetium montevidense y Sti- miento. El tercer eje en importancia (eje pa charruana, son consideradas de bajo 2) define un gradiente florístico que tiene valor forrajero (Rosengurtt 1979). un componente geográfico importante. Realizar comparaciones con las des- Su interpretación en términos de contro- cripciones previas disponibles realiza- les ambientales debería explorarse cuan- das a escala regional está limitado fuer- titativamente con mayor detalle. temente por incompatibilidades de índole Al examinar la identidad de las espe- metodológica. Rosengurtt (1944) plantea cies dominantes de las distintas unida- una regionalización preliminar del Uru- des, si bien se observan patrones de guay considerando las especies domi- correspondencias en algunos casos nantes y algunas especies de distribu- (como por ejemplo entre las unidades ción restringida, caracterizando particu- B-III, CS-I y CSNE-II), en la mayoría de larmente a la región Centro-Sur. En este los casos se puede observar que estas trabajo resalta como característica de especies ocurren en un amplio rango de esta zona la importancia de Stipa cha- hábitat. Sobresale en este sentido el rruana y lo relaciona con procesos de carácter de especie dominante de degradación acentuados especialmente Richardia humistrata a lo largo de las en esta zona. Sobre la Región Basáltica diferentes unidades de pastizales de Sie- aporta pocos datos y no hace ninguna rras, o la importancia de Paspalum mención a la región de Sierras. Millot et notatum en las tres unidades de la región al. (1987) presentan descripciones de las Centro- Sur. También se puede constatar principales regiones ganaderas del Uru- a nivel de especies dominantes, que aun- guay, incluyendo la Cuesta Basáltica, la que se trate de especies de amplia distri- región Centro-Sur, la Cuenca Sedimenta- bución geográfica, algunas adquieren ria del Noreste y algunas unidades de especial importancia en ciertas regiones. suelo comprendidas dentro de las Sierras. Ejemplos de esto son los porcentajes ele- Las descripciones se enfocan exclusiva- vados de cobertura de Stipa charruana en mente en las especies dominantes, y en la región Centro-Sur, o de Piptochaetium los grupos de importancia agronómica (gra- montevidense en las unidades de Sierras. míneas, leguminosas y malezas). Por otro lado, cabe indicar que la importan- Disponer de una caracterización de cia de las floras locales en la diferenciación los pastizales naturales del Uruguay ba- de las unidades regionales es poco rele- sada en un protocolo objetivo y repetible vante, siendo las especies exclusivas constituye un aporte fundamental para escasas y poco abundantes. evaluar el potencial productivo y diseñar En otro plano, los resultados permiten estrategias de manejo del principal re- identificar unidades claramente exclusi- curso forrajero del país. En este sentido vas de una región en particular, como es la cartografía de las unidades de pastizal el caso de B-II para la región Basáltica, ya ha permitido analizar el funcionamien- y S-III, S- IV y S-V para la región de to de los pastizales de la Cuesta Basál- Sierras. Otro aspecto que emerge de los tica mediante el análisis de series tem- resultados de este trabajo es que la porales de imágenes de satélite (Baeza región de Sierras aparece como la más et al., 2010). Por otro lado, el conoci- heterogénea en cuanto a tipos de pasti- miento de la heterogeneidad de los pas- zales que alberga. Lo cual no es sorpren- tizales provee una herramienta que per- dente teniendo en cuenta la heterogenei- mitirá interpretar y contextualizar fenó- dad geomorfológica y geológica de la menos ecológicos tan diversos como la región de sierras. invasión de especies exóticas y la selec- En términos generales, en todas las ción de dieta de grandes herbívoros a unidades son predominantes las gramí- escala de paisaje (ver Perelman y León neas estivales por sobre las gramíneas 2011 este número). Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 31 AGRADECIMIENTOS BRAUN-BLANQUET, J. 1950. Sociología Vegetal. ACME. Buenos Aires. Agradecemos a los compañeros del CHEBATAROFF, J. 1969. Relieve y costas. grupo Ecología de Pastizales de la Fa- Nuestra Tierra, Montevideo. cultad de Ciencias por su colaboración FERREIRA, G. 2001. Caracterización de los en el trabajo de campo. Al Lic. Eduardo Sistemas de Producción Ganadera de Marchesi y al Dr. Mauricio Bonifacino por Basalto, Sierras del Este, Cristalino su colaboración en la determinación de del Centro y Este, Areniscas y plantas. A los Ings. Agrs. Daniel Formo- Brunosoles del Noreste. pp. 149-160 so y Daniel Panario por las sugerencias en Risso, D. y Berretta, E. editores. que ayudaron a guiar este trabajo. El Tecnologías forrajeras para sistemas trabajo fue parcialmente financiado por ganaderos de Uruguay. Boletín de un subsidio proveniente del Inter-American Divulgación Nº 76. INIA Tacuarembó. Institute for Global Change Research Editora INIA, Montevideo, Uruguay. (IAI) CRN-2031 el cual recibe el apoyo de GALLEGO, F.; BAEZA, S.; LEZAMA, F.; J.M. la US National Science Foundation (Grant PARUELO, J.M.; ALTESOR, A. 2008. GEO-0452325), PEDECIBA y CSIC. Cartografía de comunidades de pasti- zal de la Región Centro-Sur (Cristali- no). Reunión de Grupo Campos. Mi- BIBLIOGRAFÍA nas, Uruguay ALTAMIRANO, A.; DA SILVA, H.; DURÁN, A. GAUCH, H. G. Jr. 1982. Multivariate Analysis ECHEVERRÍA, A.; PANARIO, D.; in Community Ecology. Cambridge PUENTES. R. 1976. Clasificación de Univ. Press, New York. Suelos. Dirección de Suelos y IZAGUIRRE, P.; BEYHAUT, R. 1998. Las Fertilizantes. Ministerio de Agricultura leguminosas en Uruguay y regiones y Pesca. Tomo I. Montevideo. vecinas. Parte 1y 2. Montevideo. ALTESOR, A.; PEZZANI, F.; GRUN, S.; LEÓN, R.J.C. 1992. Río de la Plata grasslands. RODRÍGUEZ, C. 1999. Relationship Regional sub-divisions. Páginas 376- between spatial strategies and life- 407 en RT Coupland editores. history attributes in a Uruguayan Ecosystems of the World 8A: Natural grassland: a functional approach. grasslands. Elsevier. Amsterdam. Journal of Vegetation Science 10: LEZAMA, F. 2005. Las comunidades 457-462. herbáceas de un área de pastizales BAEZA , S.; PARUELO, J.M.; ALTESOR, A. naturales de la región basáltica, Tesis 2006. Caracterización funcional de la de Maestría, PEDECIBA. Universidad vegetación del Uruguay mediante el de la República - Facultad de Ciencias, uso de sensores remotos. Interciencia Uruguay. 31: 382-388. LEZAMA, F.; ALTESOR, A.; LEÓN, R.J.; J.M. BAEZA, S., LEZAMA, F.; PIÑEIRO, G.; PARUELO, J.M. 2006. Heterogeneidad ALTESOR, A; PARUELO, J.M. 2010. de la vegetación en pastizales Spatial variability of aboveground net naturales de la región basáltica de primary production in Uruguayan Uruguay. Ecología Austral 16: 167–182. Grasslands: A remote sensing MÁS, C. 1978. Región Este. 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Agropecuario 2000. Dirección de Cen- ROSENGURTT, B. 1943. Estudios sobre sos y Encuestas. Montevideo. praderas naturales del Uruguay. 3ª MUELLER-DOMBOIS, D.; ELLENBERG, Contribución. Ed. Barreiro y Ramos, H.1974. Aims and methods of Montevideo, Uruguay. 281 p. vegetation ecology. Wiley & Sons, New ROSENGURTT, B. 1944. Las formaciones York. campestres y herbáceas del Uruguay. PANARIO, D. 1988. Geomorfología del Cuarta Contribución, Agros Nº134. Uruguay. Facultad de Humanidades y Montevideo. Ciencias, Universidad de la República. ROSENGURTT, B.; ARRILLAGA, B.R.; Montevideo, Uruguay. IZAGUIRRE, P. 1970. Gramíneas PARUELO J. M.; GOLLUSCIO, R.A.; Uruguayas. Montevideo. GUERSCHMAN, J.P.; CESA, A.; JOUVE, TERMEZANA, A. 1978. Región Basáltica. En: V.V.; GARBULSKY, M.F. 2004. Regional Pasturas IV; CIAAB – MGAP. Montevideo, scale relationships between ecosystem Uruguay. structure and functioning: the case of the TEXEIRA, M.; ALTESOR, A. 2009. Small- Patagonian steppes. Global Ecology and scale spatial dynamics of vegetation in Biogeography 13: 385-395. a grazed Uruguayan grassland. Austral Ecology 34: 386-394. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 33 Baeza, S.1; Gallego, F2.; CAPÍTULO II. Lezama, F.1,3; Altesor, A.2 y Paruelo J.2,4 Cartografía de los pastizales naturales en 1Unidad de Sistemas ambientales, las regiones Facultad de Agronomía,UDELAR. [email protected] geomorfólogicas 2Grupo Ecología de Pastizales (GEP), Instituto de Ecología y de Uruguay Ciencias Ambientales, Facultad de Ciencias, UDELAR. predominantemente 3INIA, Estación Experimental Treinta Tres. ganaderas 4Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección, IFEVA, Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires. Proyecto FPTA 175 Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010

RESUMEN

En este trabajo describimos la variación espacial de los pastizales naturales de las 4 regiones geomorfológicas de Uruguay predominantemente ganaderas, a partir de clasificaciones supervisadas de imágenes de satélite y censos de vegetación realizados a campo. Realizamos entre 54 y 110 censos de vegeta- ción en cada unidad geomorfológica. Los censos fueron georreferenciados y utilizados para clasificar imágenes Landsat TM de dos fechas distintas (prima- vera-verano) aprovechando diferencias fenológicas en la vegetación. En total se cartografiaron aproximadamente 8.000.000 ha, un 46% del territorio nacional. El 81,6% de la superficie cartografiada correspondió a pastizales naturales (6.6 millones de ha). La cobertura de pastizales naturales fue mínima (69,3%) en la Cuenca Sedimentaria del Noreste y máxima (91,5%) en la Cuesta Basáltica. Los mapas generados discriminan entre dos unidades de pastizal en todas las regiones analizadas. Estas diferentes unidades mostraron una asociación a escala regional con las características de los suelos, fundamentalmente con el agua potencialmente disponible en los mismos. Las cartografías generadas presentaron un acierto global de entre 95,3 y 99,4%. Este trabajo constituye un valioso aporte ya que además de llenar un vacío de conocimiento acerca de los pastizales naturales de la región, complementa la información disponible para un correcto manejo y conservación de nuestros recursos naturales.

INTRODUCCIÓN los recursos naturales, planificar desa- rrollos agropecuarios y/o medidas desti- La vegetación es el soporte para, prác- nadas a la conservación (Hansen et ticamente, todo el resto de la vida del al.,2000, IPCC, 2000, McGuire et al., planeta; nos provee de alimentos, fibras, 2001). Esta caracterización de la vegeta- combustible, etc. La caracterización de ción, puede realizarse en base a compo- la heterogeneidad de la vegetación (la nentes estructurales o en base a su fun- descripción de sus atributos estructura- cionamiento. Las aproximaciones estruc- les y funcionales en el espacio y en el turales se centran en la descripción de tiempo) es un paso ineludible en la defi- comunidades a partir de las especies que nición de prácticas de uso y manejo de las componen, o a la caracterización de 34 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales grandes extensiones de territorio a partir En los últimos años los sensores a de la fisonomía de la vegetación o la bordo de satélites se han convertido en la presencia de especies dominantes herramienta ideal para caracterizar el (Terradas, 2001). Por otro lado, las aproxi- uso/cobertura del suelo sobre grandes maciones funcionales van desde la iden- extensiones de territorio (Townshend et tificación y abundancia relativa de tipos al., 1991), desde mapas locales con gran funcionales de plantas (Lavorel et al., nivel de detalle (Clark et al., 2004) hasta 1997, Gitay y Noble, 1997), a la caracte- mapas globales de menor resolución es- rización del funcionamiento ecosistémi- pacial (DeFries et al., 1998). La cobertura co (i.e.: Intercambio de materia y energía sinóptica, espacialmente continua y a en los ecosistemas) (Paruelo et al., 2001, intervalos regulares de tiempo, que las Guershman et al., 2003a, Baeza et al., imágenes de satélite obtienen de la su- 2006). perficie terrestre es la base de su amplia utilización para la cartografía del uso y La distribución espacial de la vegeta- cobertura del suelo (Myneni et al., 1997). ción es otro componente de su heteroge- La capacidad de discriminar entre dife- neidad y puede definirse como la varia- rentes coberturas del suelo a partir de ción en la composición de especies den- imágenes tomadas por satélite viene dada tro de un área determinada, representan- por la respuesta diferencial de los dife- do el componente geográfico en la diver- rentes materiales en diferentes porcio- sidad de especies vegetales (Chaneton, nes del espectro electromagnético 2005). La distribución geográfica de la (Curran, 1985). En conjunto, la fitosocio- vegetación sobre la superficie de la tierra logía y la teledetección brindan la posibi- tiene un rol central en muchos procesos lidad de describir la distribución espacial ecosistémicos. La cobertura del suelo y de las comunidades vegetales; la fitoso- su uso (las modificaciones que los huma- ciología, reconociendo áreas homogé- nos hacemos de la cobertura original) neas en base a la composición de espe- son los principales controles en el espa- cies; la teledetección reconociendo áreas cio y en el tiempo del ciclado e intercam- homogéneas en base al comportamiento bio de carbono, energía y agua, dentro y espectral mediante información espacial- entre los diferentes sistemas de la Tierra mente continua. (Townshend et al., 1992). El uso/cobertu- ra del suelo regula también, muchos de El territorio uruguayo se encuentra los servicios que los ecosistemas pro- completamente incluido dentro de la re- veen a los humanos: purificación del aire gión biogeográfica conocida como Pasti- y del agua, regulación del clima y los zales del Río de la Plata, una de las flujos hidrológicos, regeneración de la regiones de pastizales más extensas del fertilidad de los suelos, producción y mundo (Soriano, 1991). Las descripcio- mantenimiento de la biodiversidad, etc nes espacialmente explícitas de la co- (Daily et al., 1997). Finalmente, el cam- bertura y uso del suelo en los pastizales bio en el uso del suelo ha sido identifica- del Río de la Plata son relativamente do como uno de los principales controles escasas (Guershman et al., 2003b, Bal- del fenómeno conocido como cambio di, 2006, Baldi y Paruelo, 2008). Estos climático global (Foley et al., 2005). Por trabajos generalmente agrupan bajo una otro lado, la cuantificación de la cobertura/ única clase de «pastizal» a comunida- uso del suelo tiene una gran relevancia des vegetales heterogéneas desde el estratégica. Dado que la superficie agríco- punto de vista florístico y/o fisonómico, la es el principal control de los volúmenes limitándose a separar únicamente el producidos en años climáticamente nor- uso/cobertura de la tierra en grandes males, numerosos actores políticos, eco- categorías (cultivos de invierno y verano, nómicos y sociales requieren de esa infor- forestación, pastizales, etc.). mación para planificar acciones, reducir la Los antecedentes en Uruguay sobre incertidumbre y/o mejorar la asignación de caracterizaciones de uso/cobertura del recursos (Paruelo et al., 2004). A pesar de suelo son aún más escasos. Existen su importancia ecológica y económica las clasificaciones que separan grandes ti- caracterizaciones del uso/cobertura del pos de vegetación definidos a partir de su suelo distan mucho de ser completas, fisonomía (monte ribereño, monte serra- fundamentalmente en Uruguay. no, monte de parque, praderas, etc.) Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 35 (Carrere, 1990), la presencia de ciertas 3) Analizar el tipo y grado de avance especies dominantes (Rosengurtt, 1944, de la frontera agrícola sobre los Soriano 1991); el tipo de suelo o el sus- pastizales naturales de las diferen- trato geológico (Millot, 1987, Sganga, tes regiones analizadas. 1994). Estos trabajos no tienen un proto- colo de observación documentado y/o identifican fundamentalmente la vegeta- MATERIALES Y MÉTODOS ción potencial. El objetivo general de este trabajo fue Área de estudio cartografiar el uso y cobertura del suelo de las diferentes regiones geomorfológi- El área de estudio considerada en cas de Uruguay predominantemente ga- este trabajo abarca las regiones de Uru- naderas, con especial énfasis en la dis- guay predominantemente ganaderas, o tribución de las diferentes unidades de sea aquellas que mayoritariamente esta- pastizal natural. Sus objetivos específi- ban cubiertas por pastizales naturales cos fueron: en el ultimo censo agropecuario (Figura 1a). De acuerdo a Millot et al. (1987) 1) Cartografiar el uso/cobertura del estas regiones son: Cuesta Basáltica, suelo en las regiones geomorfológi- Cuenca Sedimentaria del Noreste, Re- cas del Cuesta Basáltica, Región gión Centro-Sur (Cristalino) y Sierras del Centro-Sur (Cristalino), Sierras del Este. La división entre regiones siguió el Este y Cuenca Sedimentaria del criterio geomorfológico y la delimitación Noreste. espacial propuesta por Panario (1987) 2) Analizar la distribución espacial de (Figura 1b). En conjunto, estas regio- las principales unidades de vegeta- nes, ocupan una superficie aproximada ción de los pastizales naturales en de 11.7 millones de hectáreas, corres- cada unidad geomorfológica. pondientes a más del 66,3% del territorio

kilómetros kilómetros Fosa Tectónica Colinas y Lomas del Santa Lucía de Este 0-30 50-60 70-80 Región Centro-Sur Cuenca Sedimentaria 30-40 Retroceso del del Litoral Oeste 60-70 80-100 frente de Cuesta Cuenca Sedimentaria 40-50 Sierras del Este del Noreste e Isla Cristalina Cuenca Sedimentaria de Rivera del Suroeste Sistema de Pla- Cuesta Basáltica nicies y Fosa de la L. Merím Figura 1. a) Porcentaje de pastizales naturales por unidad censal; Elaboración propia a partir de datos del censo general agropecuario del año 2000 (MGAP, DIEA 2000). b) Regiones geomorfólogicas del Uruguay según lo propuesto por Panario (1987). 36 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales nacional. Más adelante se detallan las gidas radiométrica y atmosféricamente principales características de las regio- para lograr que la información espectral nes cartografiadas. sea comparable en tiempo y espacio La heterogeneidad de la vegetación (Chuvieco, 2002) La corrección radiomé- herbácea de la zona de estudio ha sido trica se realizó a partir de la información descrita por Lezama et al. (2010 este provista en las imágenes y la corrección volumen) utilizando el método fitosocio- atmosférica se realizo separando el efec- lógico a partir de 313 censos de vegeta- to producido por la dispersión Rayleigh ción distribuidos en las diferentes regio- de acuerdo a lo propuesto por Chander y nes analizadas. En ese trabajo, Lezama Markham (2003) y Chander et al. (2007). et al., identifican, dependiendo de la re- Las imágenes se recortaron de manera gión considerada, entre 2 y 5 unidades de caracterizar exclusivamente a las re- de pastizales naturales. Una descripción giones geomorfológicas consideradas en competa del método fitosociológico y las el estudio. Se realizaron compuestos unidades de vegetación discriminadas multitemporales (superposición de las puede verse en dicho capítulo. imágenes de las diferentes fechas en una misma escena) y mosaicos (ensamblaje de distintas imágenes que cubren, al Procesamiento y clasificación de menos, parte del mismo territorio) para las imágenes cada región geomorfológica. Para cada región cartografiada se contó entonces Para analizar la distribución espacial con una imagen multitemporal de 12 ban- de la cobertura/uso del suelo se realiza- das (6 bandas reflectivas por cada fecha; ron clasificaciones supervisadas de imá- todas las bandas del sensor menos la genes Landsat TM, cartografiando de térmica), que cubría toda el área de inte- manera independiente cada una de las rés. El procesamiento digital de las imá- regiones analizadas. En total se utiliza- genes se llevó a cabo mediante el progra- ron 8 escenas Landsat y dos fechas por ma ENVI 4.6-IDL 7.0. escena (primavera y verano, en total 16 El primer paso para llevar a cabo una imágenes), de forma de captar momen- clasificación supervisada es el desarrollo tos contrastantes en la fenología de la de un esquema conceptual de clasifica- vegetación. Estas imágenes tienen una ción. Éste se define como el conjunto de resolución espacial de 30 x 30 m y están clases o categorías de interés para ser conformadas por siete bandas, cada una identificadas y discriminadas (Curran, de ellas registra la intensidad de la ener- 1985). Por ello se definieron categorías gía reflejada y/o emitida por los objetos que corresponden a las unidades de pas- de la superficie en diferentes porciones tizales naturales definidas en el análisis del espectro electromagnético. fitosociológico, además de un conjunto Las imágenes fueron corregidas de coberturas/usos del suelo que permi- geométricamente utilizando 30 o más tieran caracterizar el resto de la hetero- puntos de control terrestres homogénea- geneidad de las áreas, (ej.: monte nativo, mente distribuidos en el área de estudio forestación, cultivos de invierno y verano, y con un error asociado de 0,5 píxeles. El agua, etc.). Para cada una de las clases método del re-muestreo utilizado fue el definidas se digitalizaron polígonos de del vecino más cercano (nearest neigh- entrenamiento para realizar las clasifica- bor) de forma de no alterar la información ciones y polígonos de control para eva- espectral. Para cada escena una de las luarlas con datos independientes. En el imágenes fue georeferenciada en la pro- caso de las categorías de pastizal, los yección más usada en Uruguay (Yacaré: polígonos de entrenamiento y control Transverse Mercator; Elipsoide; Hayford, corresponden a los «stands» de vegeta- internacional 1924; Datum, Yacaré) y la ción relevados durante los censos realiza- otra corregistrada a la primera, de forma dos a campo, cuya posición en el espacio de compatibilizar la información espec- se registró mediante GPS. Los polígonos tral con el resto de la información digital de entrenamiento y control de las restan- disponible en el país (Carta de suelos, tes categorías de cobertura/uso del suelo geomorfología, datos del censo agrope- se generaron mediante fotointerpretación cuario, etc.). Las imágenes fueron corre- de las imágenes. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 37 En todas las regiones analizadas se lado dividiendo el número de elementos utilizó la información espectral de 12 (píxeles) correctamente clasificados (dia- bandas reflectivas (6 bandas en cada gonal de la matriz) entre el número total fecha) de todos los píxeles incluidos en de píxeles incluidos en el proceso de los polígonos de entrenamiento y máxi- evaluación. El coeficiente Kappa mide la ma verosimilitud como regla de decisión diferencia entre la clasificación realizada para clasificar todos los píxeles del área y la esperada simplemente por azar. Un de estudio (Lillesand y Kiefer, 1994). El valor de Kappa igual a 1 indica un acuer- método de máxima verosimilitud utiliza do pleno entre la realidad y el mapa, el vector de medias y la matriz de co- mientras un valor cercano a 0 sugiere que varianza de los píxeles de las áreas de el acuerdo observado es puramente debi- entrenamiento de cada clase para asig- do al azar. Finalmente, se debe tener en nar los píxeles de la imagen a cada una de cuenta que el acierto global puede ocul- las clases definidas en función de su pro- tar importantes diferencias entre catego- babilidad de pertenencia. Cada píxel de la rías, que esconden niveles de exactitud imagen es asignado a la clase más proba- muy diversos. Por ello, se analizan las ble a partir de un umbral definido por el celdas marginales de la matriz calculan- usuario, en este caso del 90%. Este algo- do dos tipos diferentes de precisión; la ritmo de clasificación es el más utilizado del productor y la del usuario. La preci- en teledetección, por su robustez y por sión del productor se calculó dividiendo ajustarse con rigor a la disposición original el número total de píxeles correctamente de los datos (Chuvieco, 2002). clasificados de una categoría entre el A cada una de las clasificaciones número total de píxeles de esa categoría resultantes se le aplicó un filtro modal derivados de los datos de referencia (co- móvil de 3 x 3 píxeles. Este tipo de filtro lumnas de la matriz). La precisión del es comúnmente utilizado para suavizar usuario se calculó dividiendo el número la apariencia de «sal y pimienta» que total de píxeles correctamente clasifica- aparece en las clasificaciones. El fenó- dos de una categoría entre el número total meno se observa frecuentemente en cla- de píxeles que fueron clasificados dentro sificaciones digitales cuando existe una de esa categoría (filas de la matriz). excesiva fragmentación. Suele ocurrir que píxeles de una cierta categoría se en- Análisis de la distribución cuentran salpicados por píxeles asigna- espacial de las diferentes dos a otras categorías, perdiéndose su coberturas/usos del suelo unidad geográfica y dificultando la inter- pretación y posterior representación car- tográfica. El pre-procesamiento de las Para analizar la distribución espa- imágenes y las clasificaciones supervi- cial de las diferentes clases de uso/ sadas se llevó a cabo mediante los pro- cobertura del suelo y sus potenciales gramas ENVI 4.6-IDL 7.0 y ERDAS Ima- controles ambientales, fundamentalmen- gine 8.7. te las clases correspondientes a pasti- zales naturales, comparamos las dife- rentes cartografías generadas con dos Evaluación de las bases de datos en formato vectorial: La clasificaciones carta reconocimiento de suelos del Uru- guay (Altamirano et al., 1976) y el Agua Todas las clasificaciones fueron Potencialmente Disponible Neta (APDN) evaluadas mediante la construcción y de los diferentes grupos CONEAT (Molfino, análisis de una matriz de contingencia 2009). Los grupos CONEAT separan áreas entre el resultado de la clasificación (fi- homogéneas en función de su capacidad las) y la información de los píxeles co- productiva en términos de lana y carne rrespondientes a los polígonos de control bovina y ovina en pie (MGAP/DGRNR/ digitalizados (información de referencia o CONEAT, 1979). El trabajo de Molfino «verdad de campo», representada en las (2009) calcula el APDN en los diferentes columnas) (Congalton, 1991). Esto per- grupos CONEAT a partir de la granulome- mitió calcular el acierto global, el coefi- tría del suelo, la profundidad de los dife- ciente Kappa y la precisión del productor rentes horizontes y el contenido de ma- y del usuario. El acierto global fue calcu- teria orgánica de los perfiles de suelos 38 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales representativos de cada grupo CONEAT; sierras, seguido de una zona de colinas teniendo en cuenta además, la rocosi- y lomadas (Millot et al., 1987). dad, pedregosidad, relieve, grado de ero- Para la clasificación supervisada de sión y alcalinidad de las diferentes unida- esta región se utilizaron 2 escenas Lands- des cartográficas de los grupos CONEAT. at (224-81 y 224-82) y dos fechas por Los cálculos de agua disponible realiza- cada una (25/09/09 y 13/02/09), discrimi- dos por Molfino (2009) fueron asignados nando 9 coberturas/usos del suelo dife- a cada una de las unidades cartográficas rentes: 2 unidades de pastizales natura- CONEAT en formato vectorial. Mediante les: Pastizales de Basalto 1 (P. Bas1) y la superposición de las cartografías ge- Pastizales de Basalto 2 (P. Bas2); Mon- neradas en este trabajo con la informa- te nativo; Cultivos de invierno y verano; ción vectorial arriba descripta se obtuvo Doble cultivo (un cultivo de invierno y otro la cantidad de superficie de cada cober- de verano en la misma estación de creci- tura / uso del suelo asociada a cada tipo miento); Suelo desnudo en ambas fe- de suelo y la asociación de las diferentes chas de adquisición de las imágenes; clases cartografiadas a un gradiente de Forestación y Agua. P. Bas1, compren- disponibilidad de agua de las unidades B-I y B-II del trabajo de Finalmente evaluamos y comparamos Lezama et al. (2010 este volumen) y está el grado de modificación antrópica me- conformada por pastizales abiertos (con diante acciones agropecuarias intensi- baja cobertura vegetal) sobre suelos su- vas (agricultura y forestación) entre las perficiales y estepas de litófitas sobre diferentes regiones geomorfólogicas ana- afloramientos rocosos. P. Bas2 corres- lizadas. Se analizaron las clasificacio- ponde a la unidad B-III de Lezama et al., nes resultantes cuantificando el porcen- (2010 este volumen) y está conformada taje del área de estudio ocupada por por pastizales densos (con alta cobertu- forestación y agricultura (esta clase in- ra vegetal) sobre suelos medios y profun- cluye: cultivos de invierno y verano, ci- dos. Se digitalizaron 39 polígonos de clos de doble cultivo, suelo desnudo en entrenamiento y 21 de control para las ambas estaciones y praderas implanta- unidades de pastizal, a partir de los das). Las operaciones SIG fueron reali- censos de vegetación georreferenciados. zadas con los programas ArcMap-Arc- Aquellos censos en los que el tamaño Gis 8.3 y Arc View 3.2. del stand era menor a media hectárea A continuación se detallan las carac- no fueron considerados como insumo terísticas, materiales y métodos de cada para la clasificación. Para el resto de región analizada. Descripciones más de- las coberturas/usos del suelo conside- talladas a las provistas en este capítulo rados se digitalizaron, mediante foto- sobre la definición y características de interpretación de las imágenes, 140 los pastizales naturales de cada región polígonos de entrenamiento y 98 de pueden verse en Lezama et al. (2011 este control. número). Cuenca Sedimentaria del Cuesta Basáltica Noreste

La región del Basalto ó Cuesta Basál- La zona de estudio se encuentra al tica se encuentra en la mitad norte de Noreste de Uruguay, ocupando una su- Uruguay en su porción central, entre los perficie aproximada de 2.52 millones de 31º 35‘ y 32º 12‘ de latitud sur y los 56º ha (14,3 % de la superficie del país). Se 12‘-57º 20‘ de longitud oeste. Ocupa una extiende en gran parte por los departa- superficie aproximada de 4.39 millones mentos de Durazno, Tacuarembó, Rivera de ha (21% de la superficie del país). Se y Cerro Largo. Los suelos dominantes extiende en gran parte por los departa- son praderas arenosas (luvisoles y acri- mentos de Artigas, Salto y Paysandú, soles) de 50-60 cm de espesor, de color este de Rió Negro, norte de Durazno y pardo amarillento o grisáceo. Los suelos suroeste de Tacuarembó. Se caracteriza más profundos se encuentran en lomas y por presentar un relieve que desciende laderas altas, apareciendo suelos super- de la Cuchilla de Haedo hasta las proximi- ficiales donde el relieve es más fuerte dades del Río Uruguay, con un paisaje de (Millot et al., 1987). Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 39 Para la clasificación supervisada se (29/09/07 y 04/02/08), discriminando 9 utilizaron 2 escenas Landsat (223-82 y coberturas/usos del suelo diferentes: 2 223-83) y dos fechas por cada una unidades de pastizales naturales: Pasti- (18/11/08 y 21/01/09), discriminando zales de Sierras 1 (P. Sie1) y Pastizales 8 coberturas/usos del suelo diferentes: de Sierras 2 (P. Sie2); Monte nativo; 2 unidades de pastizales naturales: Pas- Cultivos de invierno y verano; Doble cul- tizales de la Cuenca Sedimentaria del tivo; Afloramientos rocosos; Forestación Noreste 1 (P. SedNE1) y Pastizales de la y Agua. P. Sie1, comprende las unida- Cuenca Sedimentaria del Noreste 2 (P. des S-II y S-IV del trabajo Lezama et al. SedNE2); Monte nativo; Cultivos de vera- (2010 este volumen) y está conformada no; Praderas implantadas; Suelo desnu- por pastizales abiertos sobre suelos su- do en ambas fechas de adquisición de perficiales. P. Sie2, comprende las uni- las imágenes; Forestación y Agua. P. dades S-I y S-V del trabajo Lezama et al. SedNE1 corresponde a la unidad CSNE- (2010 este volumen) y está conformada I de Lezama et al. (2010 este volumen) y por pastizales densos sobre suelos me- está conformada por pastizales abiertos dios y profundos. sobre suelos superficiales. P. SedNE2 Se digitalizaron 56 polígonos de en- corresponde a la unidad CSNE-II de Le- trenamiento y 19 de control para las zama et al. (2010 este volumen) y está unidades de pastizal a partir de los cen- conformada por pastizales densos sobre sos georreferenciados. Para el resto de suelos medios y profundos. Se digitali- las coberturas/usos del suelo considera- zaron 44 polígonos de entrenamiento y dos se digitalizaron, mediante fotointer- 18 de control para las unidades de pasti- pretación de las imágenes, 153 polígo- zal a partir de los censos georreferencia- nos de entrenamiento y 120 de control. dos. Para el resto de las coberturas/usos del suelo considerados se digitalizaron, mediante fotointerpretación de las imá- Región Centro-Sur genes, 126 polígonos de entrenamiento y 83 de control. La Región Centro-Sur (Cristalino) se encuentra en la mitad sur de Uruguay Sierras del Este entre los 33º 00´ - 34º 36´ de latitud Sur y los 55º 28´-58º 05´ de longitud oeste, La región Sierras del Este se encuen- ocupando una superficie aproximada de tra al Este de Uruguay, entre los 32º 04´- 2.25 millones de hectáreas (12,8% de la 34º 54´ de latitud Sur y los 53º 43´- 55º superficie del país). Se extiende en gran 36´ de longitud oeste, ocupando una su- parte por los departamentos de Florida y perficie aproximada de 2.52 millones de Flores, sur de Durazno, noreste de Colo- ha (14,3% de la superficie del país). Se nia y algunas áreas de Soriano, San José extiende en gran parte por los departa- y Cerro Largo. Se caracteriza por presen- mentos de Treinta y Tres, Lavalleja, Mal- tar un relieve ondulado con predominan- donado, Cerro Largo, noreste de Florida, cia de lomas irregulares de formas redon- centro sur de Rocha y este de Durazno. deadas, y por comprender suelos super- Se caracteriza por presentar una gran ficiales y profundos sobre basamento heterogeneidad en cuanto al relieve, aflo- cristalino y sedimentos cuaternarios ramientos rocosos, pendiente y profundi- (Millot et al.,1987). dad. Visiblemente se pueden distinguir Para la clasificación supervisada se dos zonas; una con sierras rocosas, utilizaron 2 escenas Landsat (224-83 y relieve fuerte, afloramientos rocosos muy 224-84) y dos fechas por cada una (30/ variables y predominancia de suelos su- 11/04 y 17/01/05), discriminando 8 co- perficiales a muy superficiales y otra con berturas/usos del suelo diferentes: 2 uni- sierras no rocosas, pendientes menores, dades de pastizales naturales: Pastiza- afloramientos rocosos con un área me- les de Cristalino 1 (P. Cris1) y Pastizales nor al cinco por ciento y suelos de bajo de Cristalino 2 (P. Cris2); Monte nativo; espesor. (Millot et al., 1987). Cultivos de invierno y verano; Suelo des- Para la clasificación supervisada se nudo en ambas fechas de adquisición de utilizaron 2 escenas Landsat (Path: 223- las imágenes; Forestación y Agua. A 83 y 223-84) y dos fechas por cada una diferencia de las regiones anteriores, las 40 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales unidades de pastizal del Cristalino no territorio nacional). El 81,6% de la super- tienen una correspondencia con las pre- ficie cartografiada correspondió a pasti- sentadas por Lezama et al. (2010 este zales naturales (6.6 millones de ha). El volumen). Debido a problemas para la resto de la superficie estuvo ocupada por discriminación espectral de las clases agricultura y forestación en un 15,8% y de pastizal, en esta región se opto por monte nativo 1,3%; el resto de las cate- realizar una clasificación fitosociológica gorías definidas son marginales en el que además de la presencia - ausencia paisaje y ocupan proporciones muy ba- de especies tuviera en cuenta la abun- jas del área cartografiada (Figura 2). De- dancia relativa de cada una de ellas. Las pendiendo de la región analizada los unidades de pastizal de cristalino son pastizales naturales representan entre entonces, definidas ad hoc para la reali- un 69,3 y 91,4% de la superficie relevada. zación de la cartografía; por este motivo Las cartografías generadas presentaron son definidas aquí con más detalle. un acierto global de entre 95,3 y 99,4%, y el coeficiente Kappa varió entre 0,94 y La unidad P. Cris1 tiene como espe- 0,99. A continuación se detallan los re- cies indicadoras a Eragrostis neesi, sultados para cada una de las regiones Piptochaetium montevidense, Aristida analizadas. murina, Chevreulia sarmentosa, Paspa- lum notatum, Andropogon ternatus y Aristida venustula. Esta unidad presenta Cuesta basáltica alta variación fisonómica, desde stands con un sólo estrato herbáceo de 5 cm El mapa de vegetación para la Cuesta hasta stands con dos estratos, uno alto Basáltica muestra que, de las aproxima- de 30 cm de altura dominado por subar- damente 2,8 millones de hectáreas ana- bustos y otro bajo de 5 cm dominado por lizadas, el 91,41% correspondió a pasti- gramíneas postradas. Ocupa preferente- zales naturales. Las unidades de pasti- mente áreas convexas y laderas de pen- zal, P. Bas1 y P. Bas2 ocuparon respec- diente leve a pronunciada y presenta una tivamente 35,8 y 55,6% del área clasifi- cobertura vegetal del suelo media alta cada. La agricultura representó el 5,1% (moda 80, mínima 50 y máxima 100). del territorio de esta región (cultivos de invierno 1,1%, cultivos de verano 2,6%, La unidad P. Cris2 tiene como espe- suelo desnudo en ambas fechas de ad- cies indicadoras a Lolium multiflorum, quisición de las imágenes 0,8% y Doble Stipa charruana y Paspalum dilatatum. cultivo 0,6%); la forestación el 1,4%, La fisonomía representativa corresponde monte nativo 1,89% y los cuerpos de a un estrato de 30 cm de altura dominado agua, el 0,1% (Figura 3). por gramíneas erectas y un estrato bajo de 5 cm dominado por gramíneas postra- La evaluación de la clasificación mos- das. La cobertura vegetal del suelo es tró buenos resultados, la exactitud glo- alta (moda 90, mínima 80 y máxima 100) bal fue de 99.4% y el coeficiente Kappa y ocupa preferentemente superficies pla- fue de 0.9932. La matriz de contingencia nas altas del paisaje y laderas de pen- para esta región se muestra en el cuadro diente moderada. 1. En cuanto a la precisión del productor y usuario, todas las clases presentaron Se digitalizaron 31 polígonos de en- niveles de aciertos similares y muy altos, trenamiento y 27 de control para las lo que muestra un gran acierto entre la unidades de pastizal a partir de los cen- realidad y la clasificación realizada (Cua- sos georreferenciados. Para el resto de dro 2). las coberturas/usos del suelo considera- dos se digitalizaron, mediante fotointer- pretación de las imágenes, 65 polígonos Cuenca Sedimentaria del de entrenamiento y 39 de control. Noreste

El mapa de vegetación para la Cuenca RESULTADOS Sedimentaria del Noreste, muestra que Las cartografías generadas describen de las aproximadamente 2.1 millones de el uso/cobertura del suelo de, aproxima- hectáreas analizadas, el 69,3% corres- damente, 8 millones de ha (46% del pondió a pastizales naturales. Las unida- Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 41

Figura 2. Mapa de cobertura/uso del suelo para las Figura 3. Mapa de cobertura/uso del suelo para la cuatro regiones relevadas. Pastizal I y II región Cuesta Basáltica y su ubicación en refiere a las diferentes unidades de pasti- el territorio uruguayo. P. Bas1: Pastizal de zales naturales y representan unidades Basalto 1; P. Bas2: Pastizal de Basalto 2; distintas en las diferentes regiones. C ver: C ver: Cultivo de verano; C inv: Cultivo de Cultivo de verano; C inv: Cultivo de invierno; invierno; D. Cultivo: Doble cultivo; S. D. Cultivo: Doble cultivo; P. Implantadas: Desnudo: Suelo desnudo en ambas Praderas implantadas; S. Desnudo: Suelo fechas de adquisición de las imágenes; desnudo en ambas fechas de adquisición Monte: Monte nativo. de las imágenes; Monte: Monte nativo; Roca: Afloramientos rocosos.

Cuadro 1. Matriz de contingencia de la clasificación supervisada correspondiente a la unidad geomorfológica del Basalto. Los valores indicados en la diagonal de la matriz corresponden al porcentaje de píxeles clasificados correctamente. Los valores marginales a la diagonal corresponden a los píxeles erróneamente clasificados. P. Bas1: Pastizal de Basalto I; P. Bas2: Pastizal de Basalto II; C inv: Cultivo de invierno; C ver: Cultivo de verano; Dc: Doble cultivo; Sd: Suelo desnudo en ambas fechas de adquisición de las imágenes; Forest: Forestación; Monte: Monte nativo. Verdad Terrestre Clases P. Bas1 P. Bas2 C. inv C. ver Dc Sd Forest Monte Agua P. Bas1 100 2,4 0 0 0 1,8 0 0 0 P. Bas2 0 97,6 0,9 0 0 0 0 0 0 C. inv 0 0 99,1 0 0 0 0 0 0 C. ver 0 0 0 100 0 0 0 0 0 Dc 0 0 0 0 98,9 0 0 0 0 Sd 0 0 0 0 0 98,2 0 0 0

Clasificación Clasificación Forest 0 0 0 0 1,1 0 100 0 0 Monte 0 0 0 0 0 0 0 100 0 Agua 0 0 0 0 0 0 0 0 100

42 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Cuadro 2. Precisión del productor (P Prod) des de pastizal, P. SedNE1 y P. Sed- y del usuario (P. Usu), expresados NE2, ocuparon respectivamente un 66,2 en porcentajes para la cartografía y 3,1% respectivamente. La agricultura de Basalto. Las abreviaturas de representó el 21,5% del territorio (culti- las clases cartografiadas son las vos de verano 1,8%, pasturas implanta- mismas que en el cuadro 1. das 16% y suelo desnudo en ambas Clase P. Prod. P. Usu. fechas de adquisición de las imágenes 3,7%); la forestación el 7,4%; el monte P. Bas1 100 90,4 nativo, 1,2% y el 0,5 % por cuerpos de P. Bas2 97,6 96,1 agua (Figura 4). C. inv 99,1 100 La evaluación de la clasificación mos- C. ver 100 100 tró buenos resultados, la exactitud global Dc 98,9 100 fue de 99,3% y el coeficiente Kappa fue Sd 98,2 100 de 0,9909. La matriz de contingencia Forest 100 99,5 para esta región se muestra en el cuadro Monte 100 100 3. En cuanto a la precisión del productor y usuario, todas las clases presentaron Agua 100 100 niveles de acierto buenos a muy buenos (Cuadro 4).

Figura 4. Mapa de cobertura/uso del suelo para la región Cuenca Sedimentaria del Noreste y su ubicación en el territorio uruguayo. P. SedNE1: Pastizales de la Cuenca Sedimentaria del Noreste 1; P. SedNE2: Pastizales de la Cuenca Sedimentaria del Noreste 2; C ver: Cultivo de verano; P. Implantadas: Pasturas implantadas; S. Desnudo: Suelo desnudo; Monte: Monte nativo. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 43 Cuadro 3. Matriz de contingencia de la clasificación supervisada correspondiente a la unidad geomorfológica Cuenca Sedimentaria del Noreste. Los valores indicados en la diagonal de la matriz corresponden al porcentaje de píxeles clasificados correctamente. Los valores marginales a la diagonal corresponden a los píxeles erróneamente clasificados. P. SedNE1: Pastizales de la Cuenca Sedimentaria del Noreste 1; P. SedNE 2: Pastizales de la Cuenca Sedimentaria del Noreste 2; C ver: Cultivo de verano; P. Imp: Pasturas implantadas; Sd: Suelo desnudo en ambas fechas de adquisición de las imágenes; Forest: Forestación; Monte: Monte nativo.

Verdad Terrestre Clases P. SedNE1 P. SedNE2 C. ver P. Imp Sd Forest Monte Agua P. SedNE1 92,3 18,2 0 0 0 0 0 0 P. SedNE2 7,7 70,4 0 0 0 0 0 0 C. ver 0 0 100 0 0 0 0 0 P. Imp 0 0 0 100 0 0 0 0 Sd 0 11,4 0 0 100 0 0 0 Forest 0 0 0 0 0 100 0 0 Clasificación Clasificación Monte 0 0 0 0 0 0 100 0 Agua 0 0 0 0 0 0 0 100

Cuadro 4. Precisión del productor (P. Prod) y del usuario (P. Usu), expresados en porcentajes, para la cartografía de la Cuenca Sedimentaria Noreste. Las abreviaturas de las clases cartografiadas son las mismas que en el cuadro 3.

Clase P. Prod. P. Usu.

P. SedNE1 92,31 88,24

P. SedNE2 70,45 86,11 C. ver 100 100 P. imp 100 100 Sd 100 97,33 Forest 100 100 Monte 100 100 Agua 100 100

Sierras del Este

El mapa de vegetación para la unidad te nativo, 2,7%; afloramientos rocosos, Sierras del Este, muestra que, de las 1.8% y el 0.04% por cuerpos de agua aproximadamente 1.8 millones de hec- (Figura 5). táreas analizadas, el 87,6% correspon- La evaluación de la clasificación mos- dió a pastizales naturales. Las unida- tró una exactitud global de 97,2% y el des de pastizal, P. Sie1 y P. Sie2 coeficiente Kappa fue de 0,9652. La ma- ocuparon el 39,06 y el 48,54% respec- triz de contingencia para esta región se tivamente. La agricultura represento el muestra en el cuadro 5. La precisión del 1,2% del territorio (cultivos de invierno productor y usuario para todas las cate- 0,1%, cultivos de verano 0,1%, y doble gorías consideradas fueron muy altas y cultivo 1%); la forestación el 6,6%; mon- similares (Cuadro 6). 44 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Cuadro 5. Matriz de contingencia de la clasificación supervisada correspondiente a la unidad geomorfológica de Sierras del Este. Los valores indicados en la diagonal de la matriz corresponden al porcentaje de píxeles clasificados correctamente. Los valores marginales a la diagonal corresponden a los píxeles erróneamente clasificados. P. Sie1: Pastizales de Sierras 1; P. Sie2: Pastizales de Sierras 2; C inv: Cultivo de invierno; C ver: Cultivo de verano; Dc: Doble cultivos; Forest: Forestación; Monte: Monte nativo; Roca: Afloramientos rocosos.

Verdad Terrestre Clases P. Sie1 P. Sie2 C. inv C. ver Dc Forest Monte Roca Agua P. Sie 1 88,03 4,21 0,76 0,19 0 0 0,15 0 0 P. Sie2 7,69 91,57 0,85 0 0 0 0 0 0 C. inv 0 0 94,6 0 0 0 0 0 0 C. ver 0 0,38 0 99,22 0 0 0 0 0 Dc 0 3,83 3,79 0,58 100 0 0 0 0 Forest 0 0 0 0 0 99,88 0,3 0 0

Clasificación Clasificación Monte 0 0 0 0 0 0 99,55 0 0 Roca 4,27 0 0 0 0 0 0 100 0 Agua 0 0 0 0 0 0 0 0 93,55

Cuadro 6. Precisión del productor (P.Prod) y del usuario (P. Usu), expresados en porcentajes para la cartografía del Sierras del Este. Las abreviaturas de las clases cartografiadas son las mismas que en el cuadro 5.

Clase P. Prod. P. Usu

P. Sie1 88,03 83,06

P. Sie2 91,57 93 C. inv 94,6 100 C. ver 99,22 99,8 Dc 100 77,16 Forest 99,88 99,76 Monte 99,55 100 Roca 100 87,5 Agua 93,55 100

Región Centro-Sur

El mapa de vegetación para la Región Centro-Sur (Cristalino), muestra que, de las aproximadamente 1,3 millón de hec- táreas analizadas, el 72,1% del área Figura 5. Mapa de cobertura/uso del suelo para la región correspondió a pastizales naturales. Las Sierras del Este y su ubicación en el territorio unidades de pastizal, P. Cris1 y P. Cris2, uruguayo. P. Sie1: Pastizal de Sierras 1; P. Sie2: ocuparon el 29,0 y el 43,1% respectiva- Pastizal de Sierras 2; C ver: Cultivo de verano; C mente. La agricultura representó el 22,2% inv: Cultivo de invierno; D. Cultivo: Doble cultivo; del territorio (cultivos de invierno 11,2%, Monte: Monte nativo; Roca: Afloramientos rocosos. cultivos de verano 2,6% y suelo desnudo en ambas estaciones 8,4%); la foresta- Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 45 ción el 3.4%; monte nativo, 2% y el 0.15% por cuerpos de agua (Figura 6). La evaluación de la clasificación mos- tró resultados satisfactorios, la exacti- tud global fue de 95,3% y el coeficiente Kappa fue de 0,9422. La matriz de con- tingencia para esta región se muestra en el cuadro 7. La precisión del productor y usuario para todas las categorías consi- deradas fueron altas y similares, lo que muestra un buen acierto entre la realidad y la clasificación realizada (Cuadro 8).

Cuadro 8. Precisión del productor (P. Prod) y del usuario (P. Usu) expresados en porcentajes para la cartografía del Cristalino. Las abreviaturas de las clases cartografiadas son las mismas que en el cuadro 7.

Clase P. Prod P. Usu

P. Cris1 74,94 86,79

P. Cris 2 77,14 68,64

C. inv 100 98,4

C. ver 100 100 Figura 6. Mapa de cobertura/uso del suelo para la región Centro- Sur (Cristalino) y su ubicación en el territorio uruguayo. Sd 99,64 100 P. Cris1: Pastizales de Cristalino 1; P. Cris2: Pastizales Forest 88,24 100 de Cristalino 2; C ver: Cultivo de verano; C inv: Cultivo de invierno; S. Desnudo: Suelo desnudo; Monte: Monte Monte 99,72 95,22 nativo. Agua 100 100

Cuadro 7. Matriz de contingencia de la clasificación supervisada correspondiente a la Región Centro-Sur (Cristalino). Los valores indicados en la diagonal de la matriz corresponden al porcentaje de píxeles clasificados correctamente. Los valores marginales a la diagonal corresponden a los píxeles erróneamente clasificados. P. Cris1: Pastizales de Cristalino 1; P. Cris2: Pastizales de Cristalino 2; C inv: Cultivo de invierno; C ver: Cultivo de verano; Sd: Suelo desnudo en ambas fechas de adquisición de las imágenes; Forest: Forestación; Monte: Monte nativo. Verdad Terrestre Clases P. Cris1 P. Cris2 C. inv C. ver Sd Forest Monte Agua P. Cris1 74,94 16,19 0 0 0 0 0 0 P. Cris 2 24,83 77,14 0 0 0 0 0 0 C. inv 0 6,67 100 0 0 0 0 0 C. ver 0 0 0 100 0 0 0 0 Sd 0 0 0 0 99,64 0 0 0

Clasificación Clasificación Forest 0 0 0 0 0 88,24 0 0 Monte 0 0 0 0 0 11,76 99,72 0 Agua 0 0 0 0 0 0 0 100

46 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales El análisis de la relación entre las medida que aumenta el APDN de los cartografías generadas y las unidades de suelos. En el caso de las regiones suelo mostró que, en la región geomorfó- geomorfológicas Cuesta Basáltica y Sie- gica Cuesta Basáltica, los pastizales P. rras del Este, esta tendencia se inte- Bas1 fueron los dominantes en las unida- rrumpe en las categorías con mucha des de suelo Masoller y Cuchilla de Hae- agua potencialmente disponible (APDN do-Paso de los Toros, mientras que los alta y muy alta) (Figura 8). pastizales P. Bas2 dominaron en el resto de las unidades de suelo de esta región. En el Basalto, la agricultura y la foresta- DISCUSIÓN ción fueron dominantes solamente en la unidad de suelo Chapicuy (conformada El este trabajo presentamos la prime- por suelos originados a partir de depósi- ra descripción espacialmente explícita, tos sedimentarios y por lo tanto contras- con un protocolo de realización docu- tantes con los suelos dominantes de la mentado, sobre el uso/cobertura del sue- región), mientras que el monte nativo lo lo de una importante porción del Uru- fue en la unidad de suelo Arapey (Figura guay. Las cartografías generadas descri- 7a). En la región de la Cuenca Sedimen- ben aproximadamente el 46 % del territo- taria del Noreste, los pastizales P. Sed- rio nacional y el 70% de las regiones NE2 dominaron en todas las unidades de geomorfológicas predominantemente suelo y los pastizales P. SedNE 1 alcan- ganaderas (Figura 2). El trabajo presta zaron su mayor cobertura en la unidad de especial atención a las diferentes unida- suelo Capilla de Farruco. En esta región, des de pastizales naturales, principal la agricultura alcanzó su máxima cober- sustento de la ganadería extensiva, uno tura en la unidad de suelo El Palmito, la de los pilares de la economía nacional. forestación en la unidad de suelo Rivera En este sentido cubre un gran vacío de y el monte nativo en la unidad Río Tacua- información en un país en el cual los rembó (Figura 7b). En la región de Sie- pastizales naturales son la cobertura del rras del Este, los pastizales P. Sie1 suelo mayoritaria, generando información dominaron en las unidades de suelo Va- sobre la ubicación en el espacio de las lle Fuentes, Carapé, Valle Aiguá, Sierra diferentes unidades de pastizal a partir de Ánimas, Sierra de Aiguá y Santa de una descripción florística de las mis- Clara; mientras que P. Sie2 dominó en el mas. Reportamos también, el grado de resto de las unidades. La agricultura avance de la frontera agrícola sobre los alcanzó su máxima cobertura en la uni- pastizales uruguayos, identificando el dad Valle Fuentes, mientras que la fores- lugar y los principales tipos de usos agra- tación y el monte nativo lo hicieron en la rios intensivos de las regiones analizadas. unidad Sierra de Ánimas (Figura 7c). En Los trabajos en la región que descri- la región Centro-Sur (Cristalino), los pas- ben el uso/cobertura del suelo suelen tizales P. Cris1 dominaron en todas las agrupar a los pastizales naturales en una unidades de suelo y los pastizales P. única clase (ver por ejemplo: Baldi y Cris 2 alcanzaron su máxima cobertura Paruelo, 2008, Guershman et al., 2003b), en la unidad San Gabriel-Guaycurú. En el juntando unidades de vegetación bastan- cristalino, la agricultura tuvo su máxima te heterogéneas. El trabajo aquí presen- cobertura en la unidad La Carolina mien- tado discrimina entre diferentes unida- tras que la forestación y el monte nativo des de pastizal dentro de cada una de las la tuvieron en San Gabriel-Guaycurú regiones analizadas. Estas diferentes (Figura 7d). unidades de pastizal están definidas en El análisis de la relación entre la función de su composición de especies a cobertura de las clases cartografiadas y partir del método fitosociológico (ver el agua potencialmente disponible neta Lezama et al., 2011 este número). (APDN) en los diferentes grupos CO- La unión de datos fitosociológicos NEAT mostró una asociación muy clara. con la información espectral provista por En todas las regiones geomorfólogicas las imágenes Landsat TM, se mostró analizadas, la proporción de pastizales como una combinación muy adecuada y del tipo 1 (pastizales abiertos ó con de alta precisión para una descripción menor cobertura del suelo) disminuye a exhaustiva de la cobertura/uso del suelo Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 47

90 a) Basalto 80 70 60 50 P. Bas1 40 P. Bas2 30 Cobertua (%) Agricultura 20 Forest 10 Monte 0

Rivera Curtina Cuaro Arapey Masoller Chapicuy Paso Palmar Queguay Chico Itapebi - Tres A Cuchilla de Haed 90 b) Sed_NE 80 70 60 50 40 P. SedNE1 P. SedNE2 30 Cobertura (%) Agricultura 20 Forestación 10 Monte 0

Rivera Palleros Zapallar Blanquillo San Jorge Tres Islas El Palmito Las Toscas Tacuarembo Lechiguana Tres Cerros Manuel Oribe Fraile Muerto Paso Coelho Tres Puentes Arroyo BlancoLos Mimbres Capilla de Farru Arroyo Hospital Pueblo El Barro Cuchilla Corrale Aparicio Saravia Rincon de la Urb Cuchilla Caragua Rio Tacuarembo Cuchilla Santa A Cuchilla Manguer Rincon de Zamora

90 c) Sierras 80 70 60 50 P. Sie1 40 P. Sie2 30 Agricultura Cobertura (%) 20 Forestación 10 Monte 0

Carape Zapican Valle Aigua Santa Clara Cerro Chato Valle Fuentes Sierra de Aigua Sierra de Animas Sierra de Polanc San Gabriel -Jose Gu Pedro Varel 90 d) Cristalino 80 70 60 50 P. Cris1 40 P. Cris2

Cobertura (%) 30 Agricultura 20 Forestación 10 Monte 0

La Carolina Sierra Mahoma

San Gabriel - Guaycuru Unidad de Suelo

Figura 7. Porcentaje de las diferentes clases cartografiadas en las diferentes unidades de suelo comprendidas en cada región geomorfológica. P. Bas1 y P. Bas2. Pastizales de la Cuesta Basáltica 1 y 2; P. SedNE1 y P. Sed NE2: Pastizales de la Cuenca Sedimentaria del Noreste 1 y 2; P. Sie1 y P. Sie2: Pastizales de las Sierras del Este 1 y 2; P. Cris1 y P. Cris2: Pastizales de la Región Centro-Sur (Cristalino) 1 y 2. 48 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

70 a) Basalto 60 50 40 P. Bas1 30 P. Bas2 20 Agricultura % Cobertura 10 Forest Monte 0 70 b) SedNE 60 50 40 P. SedNE1 30 P. SedNE2 Agricultura

Cobertura (%) 20 10 Forest Monte 0 70 c) Sierras 60 50 40 P. Sie1 30 P. Sie2 20 Agricultura Cobertura (%) 10 Forest Monte 0 70 d) Cristalino 60 50 40 P.Cris1 30 P. Cris2 Agricultura

Cobertura (%) 20 10 Forest Monte 0 Ext. Baja Baja Media Mod. Alta Alta Muy Alta

Figura 8. Porcentaje de cobertura de las diferentes clases cartografiadas para las distintas categorías de agua potencialmente disponible (APDN) de las unidades cartográficas CONEAT en las regiones geomorfológicas analizadas. P. Bas1 y P. Bas2. Pastizales de la Cuesta Basáltica 1 y 2; P. SedNE1 y P. Sed NE2: Pastizales de la Cuenca Sedimentaria del Noreste 1 y 2; P. Sie1 y P. Sie2: Pastizales de las Sierras del Este 1 y 2; P. Cris1 y P. Cris2: Pastizales de la Región Centro-Sur (Cristalino) 1 y 2. sobre grandes extensiones de territorio. La combinación de fitosociología con La exactitud global de las diferentes car- técnicas de teledetección ha sido esca- tografías realizadas varió entre 95,3 y samente usada. En Argentina, Zak y 99,4%, un resultado excelente que per- Cabido (2002) caracterizaron y cartogra- mite discriminar con claridad los princi- fiaron la vegetación del Chaco utilizando pales usos del suelo en Uruguay. La censos fitosociológicos e imágenes exactitud en la discriminación de las Landsat; sin embargo, hay pocos traba- diferentes unidades de pastizal varió en- jos en la bibliografía que intenten carto- tre 70 y 100% dependiendo de la región grafiar, como en este caso, diferentes y la unidad de pastizal considerada, pre- tipos de vegetación en zonas con fisono- sentando un valor promedio de 86,5%. mía homogénea. En Uruguay, Baeza et Estos resultados no son tan buenos como al. (2010), en el marco de este mismo los de la exactitud global pero continúan proyecto, utilizaron la misma aproxima- siendo muy buenos si tenemos en cuen- ción para cartografiar las unidades de ta la relativa homogeneidad fisonómica vegetación del Basalto Superficial. En de los pastizales naturales. este capítulo extendemos ese análisis a Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 49 todas las unidades geomorfológicas de discriminar entre diferentes comunidades Uruguay con predominancia de pastiza- de vegetación con fisonomía homogénea les naturales. como humedales (Schmidt y Skidmore, Las cartografías generadas discrimi- 2003) o pastizales (Lewis, 1994). nan, en cada región, entre 2 grandes El análisis de la relación entre las unidades de pastizal. Florísticamente, unidades de suelo y las unidades de en cada región se discriminaron entre 3 y vegetación muestra, prácticamente en 5 unidades diferentes (ver Lezama et al., todas las unidades geomorfológicas, la en este volumen). La reducción a dos relación que existe entre el tipo de sus- unidades por región responde a limitacio- trato y la vegetación que soporta. En nes en la resolución espacial y/o espec- términos generales, las unidades mas tral de las imágenes utilizadas. En algu- xerófitas y/o con menor cobertura del nos casos las unidades de vegetación suelo cobran mayor importancia en las forman stands muy pequeños, margina- unidades de suelo a escala 1:1000000 les en el paisaje, cuya discriminación es con predominancia de suelos superficia- dificultosa con un píxel de 30 x 30 m les (Figura 7). Esto es particularmente como el de las imágenes Landsat y/o claro en el caso del Basalto y las Sierras cuando se realizan cartografías que cu- del Este. En la Cuesta basáltica la uni- bren áreas tan extensas. Este es el caso dad P. Bas1 es dominante en las unida- por ejemplo de la unidad II del Basalto o des de suelo Masoller y Cuchilla de la unidad III en la región de Sierras del Haedo – Paso de los Toros, perdiendo la Este (B-II y S-III en Lezama et al., 2010 dominancia y disminuyendo su impor- este volumen). En otros casos, la simili- tancia relativa en unidades con dominan- tud en la fisonomía, fenología y cobertura cia de suelos medios y profundos (Figura del suelo entre diferentes unidades de 7a). En el caso de Sierras del Este, la pastizales naturales no permitió su dis- unidad P. Sie1, es dominante en las criminación espectral. Un ejemplo de unidades de suelo Valle Fuentes, Cara- está situación es lo ocurrido con las pé, Valle Aiguá, Sierra de las Ánimas, unidades S-II y S-IV y las unidades S-I y Sierra de Aiguá y Santa Clara. Estas S-V de la región Sierras del Este. A la unidades poseen generalmente dominan- hora de cartografiar, se optó entonces cia de suelos superficiales o moderada- por definir las unidades de pastizal en un mente profundos. La unidad de sierras nivel superior del dendrograma (con me- P. Sie2, pasa a ser dominante en aque- nor similaridad), agrupando los censos llas unidades de suelo cubiertas mayori- en 2 grupos más grandes. Estas unida- tariamente por suelos medios y profun- des de vegetación cartografiadas tam- dos (Figura 7b). En el caso de la Cuenca bién están definidas florísticamente y Sedimentaria del Noreste, la unidad P. simplemente agrupan las unidades defi- SedNE1, solo es relativamente importan- nidas por Lezama et al. (2011 este núme- te (30 % de cobertura) en la unidad de ro) en grupos un poco más generales. suelo Capilla de Farruco, la única unidad Cartografías que intenten discriminar en- de la Cuenca Sedimentaria del Noreste tre las diferentes comunidades de pasti- con predominancia de suelos superficia- zal definidas por Lezama et al. (2010 este les. (Figura 7c). En el caso de la región volumen) deberían utilizar imágenes de Centro Sur (Cristalino), no se encontró satélites con mayor resolución espacial una asociación marcada entre la vegeta- como las provistas por el satélite Ikonos ción y las unidades de suelo (Figura 7d). (resolución espacial pancromática: 1 x 1 Esto puede deberse a el gran tamaño de m) o el satelite QuicBird (resolución es- las unidades de suelo de esa parte del pacial pancromática: 60 x 60 cm). Otra país y/o a una peor definición de los posibilidad es utilizar imágenes con ma- grupos florísticos definidos fitosociológi- yor resolución espectral como el caso camente. Además, según lo reportado del sensor Hyperion (220 bandas espec- en el último censo agropecuario (MGAP, trales contiguas, resolución espacial DIEA 2000), la práctica de mejoramien- 30 m). Los sensores hiperespectrales, que tos extensivos sobre pastizales natura- registran la radiación reflejada en porcio- les es bastante común en esta región, lo nes estrechas y continuas del espectro que podría contribuir a enmascarar la electromagnético, han sido utilizados para asociación entre vegetación y suelos. Es 50 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales importante destacar que las diferencias ca Sedimentaria del Noreste (7.4%), se- en la escala de análisis de la carta de guida por la región Sierras del Este suelos 1:1000000 y los mapas resultan- (6,6 %). Aún dentro de estas regiones la tes de nuestro trabajo, no permiten ana- distribución espacial de la forestación no lizar estrictamente la relación entre los resultó homogénea. En la Cuenca Sedi- suelos y la vegetación cartografiada, por mentaria del Noreste, la forestación se lo que este análisis solamente muestra presenta concentrada mayormente en la grandes tendencias en dicha asociación. zona noroeste de la unidad geomorfológi- Los patrones de asociación entre la ca, constituyendo uno de los polos fo- vegetación y las características del sue- restales más importantes del país (Figu- lo son más claros cuando analizamos la ra 4). La superficie forestada supera el relación entre el agua potencialmente 25% de la superficie en las unidades de neta (APDN) en los grupos CONEAT y la suelo Tacuarembó, Cuchilla Corrales y cobertura de cada una de las clases Tres Cerros, y alcanza casi el 40% en la cartografiadas. Para todas las unidades unidad de suelo Rivera (Figura 7). En la geomorfológicas cartografiadas, la pro- región de Sierras del Este la forestación porción de las unidades de pastizal más se concentra mayoritariamente en la mi- xerófitas o con menor cobertura del suelo tad sur de la unidad geomorfológica; en el (Pastizales 1 en todos los casos), dismi- centro sur de Lavalleja y el norte de nuye a medida que aumenta el agua Maldonado (Figura 5). La superficie fo- disponible (Figura 8). En algunas unida- restada alcanzó al 28% en la unidad de des analizadas (Por ej. Basalto y Sie- suelos Sierra de Animas (Figura 7). Se- rras) esta tendencia se interrumpe en la guramente, el desarrollo forestal en la categoría suelos con APDN muy alta (y Cuenca Sedimentaria del Noreste y en APDN alta en el caso del Basalto). Esto Sierras del Este, sea aún mayor a lo puede deberse a que las condiciones de reportado en este trabajo. Algunos casos anegamiento en algún momento del año de forestaciones recién implantadas que impidan el desarrollo de comunidades de no se lograron captar con la clasificación, pastizal con alta cobertura vegetal. Esta fueron detectados en el proceso de carto- mayor claridad en la asociación entre la grafía de ambas regiones. Estas situacio- vegetación y el APDN seguramente res- nes generalmente quedaron confundidas ponda a una mejor resolución espacial con cultivos o suelo desnudo, dependiendo del producto cartográfico y al hecho de de la edad y el momento de implantación relacionar la vegetación con una variable de las nuevas parcelas forestales. crítica como el agua disponible en los La agricultura intensiva (cultivos de suelos. El tamaño promedio de las unida- invierno y verano, pasturas implantadas) des cartográficas de las dos variables ocupó el 15,8 % del territorio analizado y utilizadas para analizar la distribución de fue máxima en la región Centro-Sur pastizales, ejemplifica las diferencias en (22,2%) y la Cuenca Sedimentaria del la resolución espacial; mientras que en Noreste (21,5%). Seguramente el avan- la Carta de Suelos 1:1000000 , el tamaño ce de la frontera agrícola sea aún mayor promedio de las unidades cartográficas que lo reportado en la región Centro-Sur. es de 54.000 ha, en la cartografía Un uso del suelo muy frecuente en esta CONEAT es de 520 ha. zona del país son las pasturas implanta- A pesar del avance en la frontera das; según el último censo agropecuario, agropecuaria, los pastizales naturales las unidades censales que abarca la continúan siendo la cobertura del suelo zona de estudio poseen en promedio un dominante en las regiones analizadas. El 13,5% de pasturas implantadas (MGAP, porcentaje de pastizales naturales osci- DIEA, 2000). El no haber definido esa ló entre un 69,3% en la Cuenca sedimen- categoría en la clasificación de esta re- taria del Noreste y casi un 91,5% en la gión seguramente produjo una sobreesti- Cuesta basáltica, cubriendo en total el mación de la cobertura de los pastizales 81,7% del área cartografiada. Los gran- naturales, dado que las pasturas im- des cambios en el uso del suelo respon- plantadas pueden presentar en algunos den a procesos diferentes en las distin- momentos del año respuestas espectrales tas regiones analizadas. La forestación similares a la de los pastizales (fundamen- presenta su mayor desarrollo en la Cuen- talmente los más productivos). La ausen- Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 51 cia de áreas protegidas en esta región del de ese proceso puede verse el capítulo país, directamente enfocadas a la conser- sobre caracterización funcional que for- vación de pastizales pone en riesgo la ma parte del presente volumen (Baeza et conservación de estos ecosistemas. al., 2011 este número). Dado que la El abanico de posibilidades genera- PPNA es el principal control de la carga das a partir de la información provista por de ganado en sistemas de ganadería este proyecto es muy amplio. En primer extensiva (Oesterheld et al., 1998), reali- lugar, la metodología desarrollada abre zar estimaciones de la PPNA asociadas a las puertas para una evaluación formal las diferentes unidades de pastizales natu- del cambio en el uso del suelo en nuestro rales permitiría evaluar la disponibilidad de país y los impactos que genera. Clasifi- forraje a nivel de potrero en establecimien- caciones sucesivas a lo largo del tiempo, tos agropecuarios, definiendo y mejorando como las presentadas en este trabajo, el manejo de la carga ganadera. permitirán evaluar con facilidad el grado y Toda la información generada en este las tendencias de los principales cam- trabajo, así como las posibilidades que bios en el uso del suelo. Esta informa- brinda, permitirá optimizar el manejo y ción es extremadamente importante si conservación de los pastizales naturales tenemos en cuenta que la cobertura/uso de Uruguay, la principal cobertura del del suelo es el principal control en el suelo en nuestro país. espacio y en el tiempo del flujo de energía y el ciclado de carbono y agua en los ecosistemas terrestres (Townshend et AGRADECIMIENTOS al., 1992); regula también muchos de los servicios que los humanos obtenemos Este trabajo fue parcialmente finan- de los ecosistemas como al purificación ciado por un subsidio proveniente del del aire y del agua, la regulación del Inter-American Institute for Global Chan- clima y los flujos hidrológicos o la rege- ge Research (IAI) CRN-2031 el cual reci- neración de la fertilidad de los suelos be el apoyo de la US National Science (Daily et al.,1997); y es uno de los princi- Foundation (Grant GEO-0452325). pales controles del fenómeno conocido como cambio global (Foley et al., 2005). 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(PPNA) (por una explicación detallada de BAEZA, S.; PARUELO, J.M.; ALTESOR, A. la metodología para estimar la PPNA a 2006. Caracterización Funcional de la partir de imágenes de satélite ver Paruelo Vegetación de Uruguay Mediante el Uso et al., 2010 y/o Oyarzabal et al., 2010 en de Sensores Remotos. Interciencia 31: este volumen). Utilizando ambas aproxi- 382-388. maciones, la cartografía de pastizales a BAEZA, S.; PARUELO, J.M.; LEZAMA, F.; partir de datos fitosociológicos e imáge- ALTESOR, A. 2011. Caracterización nes Landsat y estimando la PPNA a funcional en pastizales y sus partir de imágenes MODIS, Baeza et al. aplicaciones en Uruguay. En: Altesor, A., (2010) determinaron la variación espacial W. Ayala y J.M. Paruelo editores. Bases y temporal de la PPNA en pastizales ecológicas y tecnológicas para el manejo naturales del Basalto superficial. Parte de pastizales. Serie FPTA N° 26, INIA. 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Buenos Aires- CONICET. su importancia en Av. San Martín 4453- Buenos Aires,Argentina. sistemas ganaderos [email protected] extensivos

Proyecto FPTA 175 Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010

RESUMEN

Los sitios de pastizal que comparten el mismo tipo de comunidad vegetal coinciden en los momentos de máxima producción de biomasa, en los de máxima caída de semillas de algunos de sus componentes o los de máximo crecimiento de sus sistemas radicales, que asegurarán su supervivencia frente a eventos de sequía. Todos esos aspectos son de enorme importancia para diagramar un manejo sustentable del pastizal, que debería apoyarse en el conocimiento de la heterogeneidad de la vegetación para poder comprender luego las singularidades de funcionamiento de cada una de las comunidades. En este capítulo se aborda este problema, se describen algunas herramientas metodológicas para la delimitación y caracterización de comunidades de pastizal, se presentan algunos estudios de descripción de la heterogeneidad que realizaron diversos investigadores en los pastizales del Río de la Plata y se relatan brevemente situaciones ya documentadas de aplicación de este conocimiento al manejo forrajero. Finalmente se presentan algunos ejemplos que ilustran cómo la caracterización de las comunidades de pastizal también ha resultado una herramienta fundamental para interpretar fenómenos tan distintos como el «envejecimiento de las pasturas implantadas» o la «homogeneización del paisaje», la «invasión de los pastizales por especies exóticas» así como para esclarecer la confusión entre «desertización» y «aridez».

HETEROGENEIDAD DE LA factores abióticos tales como las carac- VEGETACIÓN Y EL AMBIENTE terísticas del clima y del suelo, como también al manejo agropecuario (Urban et EN LOS PASTIZALES al., 1987, Batista et al., 2005, Auerbach y Shmida, 1987, Adler et al., 2001). Estos Los pastizales naturales y semi-natu- factores afectan de manera diferencial al rales muestran diferencias entre sitios crecimiento de las plantas de distintas en la presencia y ausencia o en la abun- especies, a veces comprometiendo la dancia relativa de las especies que los supervivencia de la especie en ese am- componen. Esta heterogeneidad en la biente. Como consecuencia, en una am- composición florística no es azarosa sino plia recorrida por una extensa región de que resulta de la respuesta de las pobla- pastizales se pueden encontrar distintas ciones vegetales a la variación espacial combinaciones de especies en sitios que de los factores ambientales, ya sea a los pueden tener entre sí diferencias poco factores bióticos, ej.: presencia de herbí- evidentes en su topografía, sus tipos de voros u otras especies de plantas, a los 56 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales suelos o su historia de uso agropecuario, utilizados indistintamente sin diferenciar pero además, el observador atento nota- entre ellos los momentos más adecua- rá que determinadas combinaciones de dos para variar la carga animal. especies vuelven a repetirse en otros Estas prácticas resultan contradicto- puntos del paisaje donde es muy proba- rias con el discurso predominante en las ble que se repitan las mismas caracterís- reuniones de asesores de ganaderos, ticas de aquellos factores subyacentes, donde no es raro escuchar elogiosos aunque éstos resultan menos visibles. comentarios referidos a las ventajas de Los grupos de especies que coinciden en manejar el rodeo teniendo en cuenta la estar presentes en ambientes semejan- heterogeneidad de la vegetación natural tes y también coinciden en excluirse con (Fernández Greco et al., 1995, Fernádez otros conjuntos de especies, permiten Grecco, 1999; Deregibus et al., 1995, identificar tipos de comunidades vegeta- Agnusdei et al., 1997). Aparentemente, les con respuesta semejante a una parti- la ciencia forrajera ya no apuesta tan cular combinación de los factores del fuertemente al reemplazo de los pastiza- ambiente, incluyendo muy especialmen- les por pasturas coasociadas ni a la te al manejo pastoril como factor ambien- consiguiente extrapolación de modelos tal que modifica a la vegetación (Milchu- de producción importados casi intactos nas et al., 1998, Chaneton et al., 2002). como paquete tecnológico completo des- Los sitios de pastizal que comparten el de otros continentes. A pesar de ello, sin mismo tipo de comunidad vegetal pre- dudas es bastante más complicado re- sentan la misma dinámica de producción conocer la heterogeneidad del recurso de biomasa entre estaciones y también natural y aprender a manejarlo para maxi- coinciden en sus momentos de mayor mizar la productividad y sustentabilidad vulnerabilidad a la remoción de biomasa de cada una de sus comunidades vegeta- y al pisoteo, entre otras similitudes. les aún estando convencidos de las ven- Cada tipo de comunidad de pastizal tajas asociadas. En consecuencia, ex- posee, según las especies que lo com- celentes intenciones de manejar racio- ponen, características estructurales que nalmente la heterogeneidad no siempre la hacen singular en su funcionamiento. se concretan exitosamente en el accio- Por tal razón, para ser manejada conve- nar cotidiano. nientemente esa singularidad debe ser respetada. Si se desea obtener mejor En algunas regiones no es tan difícil rendimiento de un aparato cualquiera o si identificar la heterogeneidad ambiental, se pretende repararlo cuando no marcha los encargados de campo o los peones convenientemente o manejarlo bien para con experiencia son hábiles observado- que no se deteriore, no se duda en pre- res y pueden reconocerlos en su estable- guntar cuál es su marca, su modelo, su cimiento o en determinados potreros. fabricante. De igual forma se debe actuar Ese conocimiento generalmente se basa cuando se pretende lo mismo de un más en la topografía y otras característi- pastizal, en el que la heterogeneidad cas físicas generales que en las espe- espacial y temporal debe ser comprendi- cies vegetales que componen el pastizal. da y aprovechada manejando por separa- Estas características son, por ejemplo, do y de manera diferencial a cada una de la frecuencia de las inundaciones, la las áreas cubiertas por distintos tipos de duración de las mismas, los efectos de la comunidades vegetales. Para evitar por sequía resquebrajando el suelo, el aflora- ejemplo, que las comunidades que con- miento de rocas o de tosca. En cuanto a tienen mayor biomasa de pastos de me- la heterogeneidad exclusiva de la vegeta- nor calidad resulten subpastoreadas y que ción, las características que resultan las de mayor calidad se vean deterioradas más visibles para la gente de campo son por sobrepastoreo en el mismo lote o para las relacionadas con la presencia de programar descansos en los períodos ne- árboles esparcidos, la de arbustos aisla- cesarios para favorecer el rebrote y/o dis- dos o agrupados, la de vegetación domi- persión de semillas de las especies de nada por matas cespitosas (tipo pajonal) mayor valor forrajero. Sin embargo, es aún altas o bajas o la ausencia total de éstas bastante frecuente que en sistemas de y la presencia continuada de un tapiz ganadería extensiva estos recursos sean herbáceo de poca altura (tipo césped Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 57 implantado). Estas diferencias fisonómi- aspectos son de enorme importancia para cas de la vegetación, basadas en aspec- diagramar un manejo sustentable (de tos estructurales tales como cobertura, productividad sostenida en el tiempo) del tipos de matas, formas de vida, altura y pastizal. Por tal razón, los descansos, las estratificación, a veces incluyen la iden- distintas cargas ganaderas, la calidad de tidad de la especie dominante (estepa los animales asignados a cada una de graminosa de coirón dulce Festuca pa- ellas, deberían tenerlas en cuenta. llescens en Patagonia, pastizal de paja colorada o césped de pasto horqueta en la Mesopotamia o pajonal de paja de DELIMITACIÓN DE TIPOS DE techar Paspalum quadrifarium en la Pam- COMUNIDADES VEGETALES pa Deprimida o maciega de Stipa charruana en Uruguay). Sin embargo, en En muchos países existen metodolo- la mayoría de los sistemas pasturiles gías acuñadas y de uso común para resulta especialmente importante, para definir las comunidades que se pueden reconocer y utilizar adecuadamente la reconocer dentro de una determinada heterogeneidad del recurso, no sólo dife- formación fisonómica (bosque, matorral renciar entre fisonomías o especies do- o pastizal). Los estudios para caracteri- minantes, sino que es necesario profun- zar comunidades generalmente cumplen dizar hasta el reconocimiento amplio de con las siguientes etapas: sus componentes florísticos para identi- a. Un análisis de la fotocobertura aérea o ficar las distintas comunidades que co- de imágenes espectrales de la escala rresponden a una misma unidad fisonó- adecuada para estudiar la heteroge- mica. neidad fisiográfica o de paisaje del Esto se debe al hecho comentado de territorio en cuestión, actividad que que los cientos de especies vegetales permite delimitar unidades fisiográfi- que componen la flora característica de cas para conducir en ellas un trabajo una región claramente no se distribuyen de muestreo exhaustivo y eficiente. al azar en ella y diferentes tipos de b. Determinación del área mínima para comunidades con sus particulares elen- aplicar en la realización de los censos cos de especies, aún cuando presentan de vegetación. Esto tiene como objeti- idéntica fisonomía en ciertos momentos vo identificar el tamaño adecuado de del año, aparecen asociadas a distintas parcela para relevar una superficie su- características ecológicas, físicas o de ficientemente amplia de manera que historia de manejo. Estos tipos de comu- incluya la totalidad o una proporción nidades que se repiten, asociadas a de- muy alta del número total de especies terminadas características ambientales que interactúan en esa comunidad. que no siempre resultan evidentes, son las que se requiere poder identificar para c. Colección de los datos de vegetación. manejarlas adecuadamente. Algunas de En cada una de las unidades fisiográ- ellas, por ejemplo, poseen más especies ficas determinadas previamente se que vegetan en invierno y florecen en delimitan áreas piloto representativas primavera. En otras predominan espe- donde se efectúa el relevamiento de cies estivales que florecen en verano campo. Este trabajo consiste en reali- tardío. Esos comportamientos diferen- zar censos de vegetación en todas las ciales de cada comunidad, denominados diferentes áreas más o menos homo- aspectos fenológicos, no deberían ser géneas estructural y florísticamente soslayados por quien las maneja. Ellos (denominadas generalmente «stands») son los que caracterizan los momentos presentes dentro de esas áreas piloto. de máxima producción de biomasa de La realización de un censo consiste cada uno de los tipos de comunidad de en la confección de una lista de espe- pastizal, o los de máxima caída de semi- cies presentes en un área que previa- llas, que permiten la reimplantación de mente se determinó como área míni- algunos de sus componentes, o los de ma, demarcada dentro de un stand máximo crecimiento de sus sistemas homogéneo; la caracterización de cada radicales, que aseguran su supervivencia especie con alguna medida o estima- frente a eventos de sequía. Todos esos ción de abundancia-cobertura y el regis- 58 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales tro de otros datos que permitan reubicar de las especies en cuestión. Estas el lugar del censo (coordenadas espa- medidas permiten clasificar sitios (cen- ciales) y que lo caractericen ecológica- sos) en grupos que representan a los mente (pendiente, altura relativa, expo- tipos de comunidades y a las especies sición, relaciones de vecindad, caracte- en conjuntos que representan los gru- rísticas evidentes del suelo). pos de especies diferenciales (Digby y d. Comparación y análisis de la informa- Kempton, 1987, Perelman et al., 2005). ción: tratamiento de los datos, a fin de En la Figura 1 se puede observar el evaluar similitudes y disimilitudes en- resultado de la clasificación jerárquica tre el material de censos disponible. de sitios (columnas de la tabla) en Identificación de grupos de especies comunidades y la clasificación de es- indicadoras y de conjuntos de censos pecies (filas de la tabla) en grupos semejantes. Para ello se calculan ín- florísticos. Los dendrogramas asocia- dices de similitud entre todos los pa- dos permiten comprender el grado de res de sitios, sobre la base de la parentesco entre los grupos. proporción de especies compartidas A través de los grupos florísticos que en relación al total de especies que las caracterizan se describen los tipos contienen. Asimismo se calculan me- de comunidades encontradas. El Cuadro didas de asociación entre todos los 1 es una Tabla Fitosociológica que mues- pares de especies considerando la tra la composición florística de algunas cantidad de ocurrencias conjuntas en de las comunidades definidas para la los mismos sitios relativa a la amplitud Pampa Deprimida. Los valores de cons- tancia en el cuerpo de la tabla indican el

0 porcentaje de sitios relevados de cada comunidad en que se encontró la espe- cie en cuestión. La comunidad 2 es una de las Praderas de Mesofitas, las 4 y 5

25 corresponden a las Praderas Húmedas de Mesofitas, las 6 y 7 a las Praderas de Hidrofitas y las 8 y 9 a Estepas de

50 Halofitas. Nótese que para reconocer a campo a la Pradera de Mesofitas no es suficiente constatar que Paspalum dila-

75 tatum o Adesmia bicolor, dos forrajeras valiosas, están presentes en el 92% y el Matrix Coding 54% de los sitios, ya que tanto estas Presence Absence como las otras especies del Grupo IX 100 también están presentes en las comuni-

C7 C32 C48 C56 C8 C5 C6 C72 C53 C15 C30 C4 C26 C34 Information Remaining (%) dades 4, 5 y 6. En cambio, este recono- 0 25 50 75 100 cimiento se completa si se suma la pre- ADESBIC BERRGNA sencia de varias de las especies de los PIPTMON STIPTRI grupos II y III. De la observación de la ASCLMEL LEPISPI GAMOSPI tabla también se desprende que los gru- BOTHLAG MELIBRA pos florísticos resultan siempre mejores PIPTBIC DISTSCO indicadores del ambiente que las espe- PAROBRA DISTSPI cies tomadas individualmente, ya que STENTRI TURNPIN todas tienen constancias menores a AGRJURG ERYNEBR GRATPER 100%, es decir que todas ellas pueden LEERHEX ALTPHYL estar ausentes en algunos sitios de la ERYNECH MENTPUL comunidad y ser reemplazadas por otras BROMMOL BROMUNI especies del grupo. CYPEREF LOLMULT PHYLCAN e. Eventualmente el trazado de mapas de CARDACC PHYSVIS STIPNEE comunidades o de complejos de co- JUNCBAL LUDWPEP munidades que permitan evaluar la superficie que ocupan en la región, Figura 1. Clasificación jerárquica de especies (filas) y sitios señalar sus relaciones de vecindad y (columnas) de pastizal. Tabla reducida con fines didácticos. comparar su ubicación con unidades Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 59 Cuadro 1. Tabla Fitosociológica de constancia de las especies de los grupos florísticos en algunas comunidades de la Pampa Deprimida. Los puntos corresponden a valores de constancia < 10%. (Adaptado de Perelman et al. 2001, se conservó la denominación de los grupos florísticos y las comunidades vegetales de aquella publicación, donde se puede ver la tabla completa).

Grupos Tipo de Comunidad 245 6789 Flor ís tic os Número de censos 74 102 82 90 47 67 59 II Diodia dasycephala 31 . . . Sida rhombifolia 43 . . . . Aster montevidensis 43 . . . . . Solidago chilensis 11 . . . . Echium plantagineum 34 . . . . III Eryngium elegans 30 . . . . Carduus microcephalus 27 . . . Facelis retusa 16 . . . Soliva pterosperma 16 . . . . Silybum marianum 15 . . Cyperus eragrostis 12 . . . . Chrysanthemum leucanthemum 12 . . . IV Bromus unioloides 43 . . . . Eleusine tristachya 24 . . . . 12 VI Cynara cardunculus 26 14 . . . Ammi majus 30 15 . . . Centaurea calcitrapa 62 28 . . . Piptochaetium stipoides . 16 . . . Carthamus lanatus 54 28 . . . Margyricarpus pinnatus 54 28 . . . Conyza chilensis 11 19 . . . Convolvulus hermanniae 58 19 . . . Chevreulia sarmentosa 35 23 . . . Eragrostis lugens 26 23 . . . . Oxypetalum solanoides 38 11 . Physalis viscosa 50 17 . . Melica brasiliana 61 24 . Briza subaristata 38 12 . . VII Stipa trichotoma 39 19 . . . Hybanthus parviflorus 30 19 . . Micropsis spathulata 16 18 . . . . Trifolium dubium 14 14 . . . . VIII Carduus acanthoides 76 34 13 . . . Piptochaetium bicolor 76 55 23 . . Piptochaetium montevidense 43 45 17 . . Asclepias mellodora . 30 34 . . . . Hypochoeris radicata 69 28 16 . . . Silene gallica 64 35 20 . . Verbena montevidensis 30 21 17 . Juncus capillaceus 22 17 12 . . . Cuphea glutinosa 30 23 11 Oxalis sp 43 20 15 . . . Glandularia dissecta 39 27 18 . . IX Paspalum dilatatum 92 64 60 20 . . . Vulpia sp 72 62 61 19 . . . Cyperus reflexus 55 19 13 27 . . 22 Adesmia bicolor 54 54 50 11 . . . Danthonia montevidensis . 36 38 18 . . . Stipa formicarum . 11 42 . . 60 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

Continuación Grupos Tipo de Comunidad --> 245 6789 Flor ís tic os Número de censos --> 74 102 82 90 47 67 59 X Solanum glaucophyllum . . 11 41 72 . Pamphalea bupleurifolia 11 24 47 26 . . Alternanthera philoxeroides . 17 50 79 . Paspalidium paludivagum . . 11 41 40 . Leersia hexandra . . 13 31 60 . . Agrostis jurgensii . 17 29 15 . . Eleocharis viridans . 15 . 21 . XI Eleocharis macrostachya . . 18 . Gratiola peruviana . 21 21 . Agrostis avenacea 18 11 . Echinochloa helodes . . 11 40 . . Marsilea concinna . . 16 28 . XII Glyceria multiflora . 53 Ludwigia peploides . . 51 Polygonum punctatum . 36 Echinodorus grandiflorus 19 Lilaeopsis sp . 17 Scirpus californicus . 17 Paspalum lividum . . 17 Luziola peruviana . 15 XIII Stipa papposa 81 64 44 . 55 46 Stipa neesiana 87 53 33 . 21 20 Bothriochloa laguroides 81 70 56 . 12 14 XIV Eleocharis haumaniana . 20 21 19 . Panicum gouinii . . 20 42 26 . XV Hydrocotyle sp . . . 28 28 18 . Polypogon monspeliensis . . . 19 32 16 . Apium sellowianum . . . 11 13 21 . XVI Lepidium bonariense 11 . . . 18 Parapholis incurva . . . 16 . XVII Monerma cylindrica . . . 40 29 Hordeum stenostachys . 11 . . 13 92 Nostoc sp . . . . 17 34 70 Lepidium parodii . 28 31 Sporobolus pyramidatus . . 28 80 Puccinellia glaucescens 18 20 XVIII Pappophorum mucronulatum 20 Acicarpha procumbens . . 44 Chloris berroi . . 37 Petunia parviflora . . 25 Spergula villosa . . . 20 Senecio pinnatus 22 Diplachne uninervia . . . . 41 XXII Lolium multiflorum 69 79 88 74 21 72 49 Phyla canescens 69 74 96 83 49 42 29 Aster squamatus 12 35 54 77 51 39 29 Eryngium echinatum 30 68 74 78 15 31 41 Spilanthes stolonifera 42 72 72 67 17 25 41 Centaurium pulchellum 64 69 78 39 . 82 24 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 61 de mapas topográficos, edáficos y/o fuego, etc., sólo ocurrirá luego de condu- de uso de la tierra, existentes. cir observaciones periódicas diagrama- f. Muy frecuentemente, se conduce un das, instalar clausuras temporarias, en- paso posterior a la identificación de sayos de uso, experimentos a campo o las comunidades, para evaluar los fac- con porciones del pastizal (microcos- tores determinantes de la heteroge- mos) trasladados a invernáculo o a cam- neidad descripta. Por ejemplo, en la pos de experimentación. Se trata de es- Pampa Deprimida se estudiaron las tudios de funcionamiento de las comuni- relaciones de las comunidades con el dades vegetales y de su respuesta a tipo de suelo, el perfil edáfico y la prácticas particulares de manejo que re- ubicación de los horizontes salinos quieren concentrar el trabajo de investi- (Batista y León 1992, Batista et al., gación continuada, a veces costosa en 2005). En el mismo ambiente se inves- esfuerzo y dinero, en un stand particular. tigaron los factores determinantes de Sin dudas el trabajo de caracterización la heterogeneidad en distintas esca- previo es indispensable para decidir dón- las (Perelman et al., 2001) y se obser- de instalar esos experimentos y hacia vó, entre otros resultados, que el re- dónde será luego lícito extrapolar la apli- cación de sus resultados. emplazo de pastos C3 (primavero-esti-

vales) por pastos C4 (estivo otoñales) responde más fuertemente al gradien- ALGUNOS EJEMPLOS DE te de pH en los suelos (escala de paisaje) que al gradiente de latitud CARACTERIZACIÓN DE (escala regional). COMUNIDADES DE PASTIZAL

El principal resultado de un estudio de En los pastizales del Río de la Plata este tipo (que normalmente podría finali- existen descripciones de la heterogenei- zar en el ítem d explicado anteriormente) dad de sus comunidades desde hace es la tabla fitosociológica, que muestra varias décadas. Los de la Región platen- cuáles son las comunidades diferentes, se (Cabrera, 1945, 1950) los de la Pampa cuántas son y cuáles son las especies Deprimida (León et al., 1979, Burkart et que permiten reconocerlas a campo. al., 1989, 1998, Batista et al., 1988, León Eventualmente la existencia de un mapa 1992) y los de los campos correntinos de complejos de comunidades puede (Carnevali, 1994, Martinez Croveto, 1965). proveer información acerca de su impor- El conocimiento de la heterogeneidad tancia relativa en términos de la exten- florística adquirido en varias áreas repre- sión que ocupan en el espacio. Por otra sentativas de la Pampa Deprimida, per- parte, el estudio de los factores asocia- mitió unificar las unidades fitosociológi- dos a la heterogeneidad nos permite acer- cas definidas en una categorización en carnos a la comprensión de sus principa- «tipos de vegetación» que demostró ser les determinantes. Pero en rigor de ver- válida para la región entera, que abarca dad, estos estudios no nos dan de mane- aproximadamente 90.000 km2 (Perelman ra directa pautas para la incorporación de et al., 2001). También permitió interpre- tecnología que permita lograr una optimi- tar el significado de la dominancia de una zación del uso del recurso forrajero, ni especie cespitosa nativa, Paspalum qua- ningún otro tipo de recomendación para drifarium, que planteaba problemas en su manejo. Solo nos ayudan a diferenciar su cartografía desde la descripción de aquello que debe recibir tratamiento dife- Vervoorst (Vervoorst 1967, Perelman et rente, pero no nos dicen cuáles serían al., 2003). Además existen descripcio- las prácticas más adecuadas a cada una nes fitosociológicas que relacionan la de las comunidades y ni siquiera nos heterogeneidad del pastizal con el uso informan cuáles de ellas son las más pastoril en la región occidental de la productivas. El conocimiento del com- Pampa Interior (León y Marangón, 1980, portamiento fenológico de cada tipo de León y Anderson, 1983, Anderson, 1968, comunidad, de su productividad estacio- 1979, Anderson et al., 1970) y en otras nal, del repoblamiento de sus especies formaciones semiáridas del centro de forrajeras o de aquellas consideradas Argentina (Cano y Movia, 1967, Cano, malezas, de su respuesta a eventos ta- 1970). les como inundaciones, sobrepastoreo, 62 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales En la región de los campos existieron vegetal en su conjunto la que debería ser investigaciones tempranas con énfasis manejada diferencialmente y no las es- en la identificación de especies impor- pecies de manera aislada. Desconocen tantes del pastizal (Rosengurtt, 1943, una cantidad de especies forrajeras que Arechavaleta, 1901, Barreto y Kappel, también son consumidas por el ganado 1967, Carnevali, 1994, Martinez Croveto, (Danthonia montevidensis, Eleocharis sp., 1965, Van der Sluijs, 1971, INTA 1988). Panicum gowinii, Panicum sabulorum, Le siguieron descripciones de comunida- Stipa tricotoma, Briza subaristata, Melica des relacionadas con características brasiliana, entre otras) y tampoco hacen ambientales, y más recientemente fue- referencia a otras especies que no tienen ron definidas las comunidades de los valor forrajero pero son indicadoras de las campos del sur de Misiones (Fontana diferentes comunidades (como Diodia 1996). En Uruguay el primer trabajo de dasycephala, Sida rhombifolia, Verbena este tipo fue realizado en la Cuesta ba- peruviana, Glyceria multiflora, entre otras, sáltica (Lezama et al., 2006) y en el ver Cuadro 1). En consecuencia, permiti- marco del Proyecto FPTA 175 se ha rían reconocerlas y adecuar el manejo a realizado la descripción de la heteroge- su particular época de mayor productivi- neidad florísticia de cuatro regiones dad, de espigazón y semillazón o de geomorfológicas (Lezama et al., 2010 reclutamiento de nuevos individuos de este volumen). La información que pro- las especies de interés. veen estos estudios sin duda puede cons- tituir un valioso auxiliar en el diseño de sistemas ganaderos y en la evaluación y UTILIZACIÓN DEL selección de sitios para la conservación. CONOCIMIENTO DE LA Es decir que para los pastizales del HETEROGENEIDAD EN EL Río de la Plata hay descripciones de la MANEJO PASTURIL vegetación que incluyen esta caracteri- zación de comunidades. Sin embargo, La utilización de material de caracte- por razones bastante incomprensibles, rización similar al anteriormente citado, los asesores pocas veces recurren a permitiría un avance significativo en el ellas. Por ejemplo para los pastizales de diseño de manejos más adaptados a la Pampa Deprimida, en el «Manual para cada porción del pastizal donde se prac- productores ganaderos de la Cuenca del tican tanto la cría como el engorde de Salado» (Coria et al., 2005, Ediciones ganado. Como se ha dicho, también para INTA) no se toman en cuenta los estu- llevar adelante ensayos de productividad dios publicados para la zona referidos a de pastizales, ya sea de respuesta a la la heterogeneidad y/o al funcionamiento fertilización, al agregado de especies, a de los pastizales. Los autores del ma- las distintas cargas y al pastoreo por nual destacan que entre el 50% y el 80% diferentes especies de herbívoros do- de la superficie ganadera de la Depresión mésticos, es imprescindible tener a los del Salado está ocupada por campos tipos de comunidades bien caracteriza- naturales y solo el resto con pasturas das, de manera de hacer los estudios implantadas o verdeos. Además aclaran comparativos y especialmente de hacer que el campo natural es el principal re- posible la extrapolación de los resulta- curso de la actividad ganadera y que dos experimentales de funcionamiento y presenta gran diversidad de especies. de manejo del pastizal. Luego centran el manejo de los pastiza- Para que los asesores agropecuarios les en «la técnica del descanso» basada puedan luego aprovechar estos conoci- en una docena de especies y tres posi- mientos, en pos de alcanzar un manejo ciones topográficas (Loma, Media Loma sustentable del recurso pastizal, debe- y Bajo) lo que constituye una ultra-sim- rían distinguir a campo los tipos de co- plificación de la heterogeneidad estudia- munidades a partir de la interpretación de da. Sólo citan una docena de especies las tablas fitosociológicas de la región y forrajeras nativas que se deben descan- del conocimiento de la flora. El reconoci- sar en distintos momentos, sin referen- miento botánico de las especies de pas- cia a las comunidades en las que se tizal no es común en un dueño de campo, encuentran, siendo que es la comunidad tampoco en la mayoría de los biólogos o Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 63 agrónomos, pero debería serlo en aque- manejo fue el uso de pastoreos con altas llos que pretendan asesorar el manejo de cargas instantáneas. Esto permitió que un establecimiento ganadero. Ya que el la proporción del año durante la cual los ganado es capaz de diferenciar gran par- potreros estaban, en promedio, en des- te de las especies de los pastizales en canso pasara del 23% bajo el manejo los que pastorea: las más palatables, las tradicional, al 74%. La planificación del más nutritivas, las tóxicas y aún de utili- pastoreo buscó por otra parte aprovechar zar habilidades cognitivas tales como la de la manera más eficiente la heteroge- memoria espacial para regresar en bus- neidad espacial y temporal de la oferta ca de las mismas matas de especies forrajera. La experiencia, llevada a esca- palatables (Bailey et al., 1996), no caben la de producción durante 3 años, aumen- dudas que no puede ignorarlas quien tó significativamente la disponibilidad de está encargado de manejar el ganado. forraje y el vigor de las principales gramí- Quien decide en qué lugares se debe neas forrajeras. La producción de lana concentrar el rodeo o parte de él en algún resultó en los tres años analizados 14% determinado momento del año debe es- superior al promedio del trienio anterior. tar capacitado para reconocer los tipos El aumento en la producción se debió de comunidades que conforman el pasti- tanto a un aumento de la carga como a un zal. Desde los cursos de botánica en las incremento de la producción individual. carreras de agronomía se debe promover El comportamiento creciente de la pro- el reconocimiento de especies de los ducción contrastó con la caída observa- pastizales naturales de la región, ya que da en una sección contigua de la estan- luego este conocimiento se constituye cia, sometida al manejo tradicional en importante herramienta que permite al (Paruelo et al., 1992). agrónomo identificar los tipos de comuni- Las comunidades de pastizal de la dades para manejar de manera eficiente Pampa Deprimida, que se describen en la actividad pecuaria. Las fotografías aé- su composición en el Cuadro 1 (donde la reas y las imágenes satelitales también comunidad 2 es una de las Praderas de son herramientas valiosas para conocer Mesofitas, las 4 y 5 corresponden a las la superficie de potreros irregulares y Praderas Húmedas de Mesofitas, las 6 y ayudar a determinar y separar las comu- 7 a las Praderas de Hidrofitas y las 8 y 9 nidades vegetales presentes por sus di- a Estepas de Halofitas), presentan dife- ferentes momentos de máxima producti- rencias funcionales que resultan impor- vidad a lo largo del año. tantes en la planificación para optimizar En los pastizales y las estepas arbus- su aprovechamiento ganadero. Por ejem- tivo-herbáceas de la Patagonia, los tra- plo, en la pradera húmeda de mesofitas bajos de caracterización de comunida- coexisten pastos cespitosos tanto inver- des y el análisis de sus relaciones con nales como estivales, en cambio en la los factores climáticos y de uso pecuario pradera de hidrófitas y en la estepa de (Golluscio et al., 1982, León y Facelli, halofitas predominan los pastos rizoma- 1981, León y Aguiar, 1985, Perelman et tosos estivales. Por lo tanto, la oferta de al., 1997), permitieron establecer nor- forraje invernal es aportada casi exclusi- mas de manejo que están demostrando vamente por la pradera húmeda de meso- ser más favorables para la producción fitas, en tanto que las tres comunidades ovina que aquellas empíricas que se uti- contribuyen, en distinta medida, a la lizaban teniendo en cuenta sólo las tradi- producción forrajera en primavera, verano cionales pautas de veranada e invernada y otoño. En consecuencia, la principal y de minimizar el movimiento de los limitante para la producción ganadera es rodeos con utilización de potreros exten- el déficit forrajero invernal, que impone un sos (Golluscio et al., 1998; 1999; Parue- techo a la carga animal que pueden sos- lo, et al., 1992: premio Sociedad Rural tener los establecimientos de la región Argentina). Un profundo replanteo del (Deregibus et al., 1995). Diversos estu- manejo del pastoreo permitió, en un área dios demostraron que la implementación de 60.000 ha del NW de Chubut, revertir, de una metodología de pastoreo rotativo, simultáneamente, los procesos de dete- basada en el reconocimiento de las co- rioro de la vegetación y de caída de la munidades vegetales y en conceptos producción. La base instrumental del ecológicos, permite incrementar la pro- 64 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales ductividad forrajera invernal y la carga turas de Agropiro (Taboada et al., 1998). ganadera, como así también mejora la Se observó un envejecimiento muy dife- condición de las comunidades degrada- rente de las pasturas según a qué comu- das por el pastoreo continuo (Jacobo et nidad vegetal hubieran reemplazado. al., 2000; Jacobo et al., 2006). De este Estos resultados también alertan acerca conocimiento se desprende que para de la necesidad de distinguir entre dife- aprovechar estratégicamente la oferta rentes comunidades de pastizal al mo- forrajera del pastizal es necesario orde- mento de decidir si conviene reemplazar- nar el rodeo de manera de acoplar sus las por pasturas cultivadas. requerimientos nutricionales con el pa- Respecto a la homogeneización del trón estacional de producción de las dis- paisaje provocada por el uso antrópico, tintas comunidades vegetales. en estudios de comparación de antiguas pasturas y pastizales no roturados, se OTRAS APLICACIONES DEL observó que la heterogeneidad de la ve- getación asociada a sutiles gradientes CONOCIMIENTO DE LA topográficos-edáficos se borró en los po- HETEROGENEIDAD treros donde el pastizal fue reemplazado por pasturas y no se recuperó durante el La caracterización de las comunida- transcurso de la sucesión (Ghersa et al., des de pastizal también ha resultado una 2007). En ambientes pastoreados y clau- herramienta fundamental para interpretar surados al pastoreo de grandes herbívo- fenómenos tan distintos como el «enve- ros correspondientes a praderas húmedas jecimiento de las pasturas implantadas» de mesofitas y praderas de hidrofitas (Cha- (Oesterheld y León, 1987, 1993; Taboa- neton et al., 2002) también se observó, da et al., 1998) o la «homogeneización aunque en menor magnitud, el aumento de del paisaje» (Chaneton et al., 2002, la similitud en composición de especies Ghersa et al., 2007). Además, es im- entre ambientes cuando el pastizal es portante para identificar los factores que pastoreado. El reconocimiento de las co- favorecen la invasión de los pastizales munidades asociadas a los distintos am- naturales por especies exóticas bientes permite explorar cómo distintos (Perelman et al., 2007), así como para grados de intervención por la actividad esclarecer la confusión entre desertiza- pecuaria contribuyen de manera creciente ción y aridez (Paruelo, 2005), conceptos a la homogeneización del paisaje. fundamentales en la ganadería de las re- giones semiáridas. Algunos de estos ejem- El uso combinado de distintos mode- plos se relatan brevemente a continuación. los conceptuales y herramientas permi- tió arribar a una estimación de la magni- El envejecimiento de las pasturas se tud de la desertificación en uno de los pudo estudiar como un proceso sucesio- distritos fitogeográficos patagónicos (Pa- nal (Oesterheld y León, 1987, 1993) a ruelo 2005). Ya que no era posible contar pesar de no contar con un registro se- con un seguimiento de la trayectoria de cuencial de los reemplazos de especies cambio de las variables ecosistémicas a que ocurrieron desde el momento de la lo largo del último siglo, se basó en una implantación. Esto fue así porque el co- serie de hipótesis y supuestos y en el nocimiento de la comunidad permitió conocimiento previo de la heterogenei- sustituir los cambios ocurridos en el tiem- dad de la vegetación en relación con sus po por aquéllos observados en el espa- principales controles ambientales y an- cio, con la confianza de estar observando trópicos (Golluscio et al., 1982, León y el mismo tipo de ambiente. Esta confian- Facelli 1981, León y Aguiar, 1985, za surgió de contar con el mapa de Perelman et al., 1997). En este caso, el comunidades existente y del reconoci- mismo conocimiento de la heterogenei- miento de la comunidad nativa presente dad (notar que estos mismos trabajos alambrado por medio. El proceso de en- fueron ya citados en referencia a las vejecimiento de pasturas se estudió tam- aplicaciones para el uso pasturil) tam- bién en la Depresión de Laprida en un bién sirvió como base para diferenciar caso de reemplazo de distintas comuni- entre aridez y desertificación, dado que dades de pastizal natural de suelos halo- la aridez hace referencia a una condición mórficos (estepas de halofitas) por pas- ambiental determinada climáticamente, Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 65 mientras la desertificación corresponde 2007). La mayor parte de las especies a un proceso de cambio direccional con exóticas que invaden estos pastizales una clara dimensión temporal y depen- corresponden a plantas anuales de creci- diente de la actividad humana. miento invernal, por lo cual no se espera En relación con las invasiones biológi- que sus individuos adultos resulten des- cas, se conoce que las diferentes comu- plazados por la competencia de los pas- nidades podrían presentar distinto grado tos de verano. Sin embargo, hacia el final de vulnerabilidad a la invasión y es impor- del verano, la gran biomasa producida por tante poder identificar los factores que la los pastos de verano interfiere con la germi- determinan. En la Pampa Deprimida, se nación e instalación de las especies exó- observó que en algunas comunidades la ticas invernales y anuales (Figura 2). resistencia la generan los factores abió- El papel de los pastos nativos de ticos, como la inundación en las prade- verano confiriendo al pastizal resistencia ras de hidrofitas y el halomorfismo en las a la invasión por especies exóticas, tam- estepas de halofitas, ya que existen po- bién se observó en un conjunto de sitios cas especies adaptadas a condiciones de praderas de mesofitas que fueron in- tan extremas entre el pool de especies ventariados en dos oportunidades con un exóticas que arribaron a la región. En intervalo de 35 años entre ellas (Burkart consecuencia, se observa que la riqueza et al., 2004). En esos sitios se advierte de especies exóticas disminuye con el que aquellos que contaban con mayor grado de estrés del ambiente edáfico: cobertura de especies de pastos nativos mayor conductividad eléctrica o menor de verano al momento del primer inventa- profundidad del horizonte superficial. En rio tuvieron menor cobertura de especies cambio, en los ambientes de condicio- exóticas al finalizar el período estudiado nes abióticas más benignas como la (Figura 3). Si bien una importante porción pradera húmeda de mesofitas, una co- (76%) de la variabilidad en el grado de munidad que ocupa grandes extensiones invasión por exóticas queda en este caso en la región, se encontró resistencia sin explicar, conviene recordar que se biótica a la invasión generada por un trata de sitios que pueden diferir fuerte- grupo de especies nativas, los pastos mente en su historia de uso y en la perennes de verano (Perelman et al., consecuente oportunidad de ingreso de

pastos nativos de verano 70 exóticas invernales pastos nativos de invierno y = -0,33x + 43,23 0,35 Germinación de exóticas anuales 60 R2 = 0,24

0,3 50

0,25 40 0,2 30 0,15

Cobertura 0,1 20

0,05 10 cobertura exóticas 2003 0 -16 -6 4 14 24 34 44 54 0 Verano Otoño Invierno 0 20 40 60 80 100

cobertura GPNC 1968

Figura 2. La importante cobertura de pastos nativos Figura 3. En sitios de pastizales mesofíticos en el estivales (línea llena gruesa) al final del verano norte de la Pampa Deprimida la cobertura y comienzo del otoño interfiere con la instalación de especies exóticas en 2003 presenta de las plantas exóticas anuales invernales asociación negativa con la cobertura de (línea punteada) confiriendo al pastizal gramíneas perennes nativas de estación resistencia a la invasión por especies exóticas. cálida (GPNC) registrada en los mismos Los pastos nativos invernales (línea sitios en 1968. discontinua) comienzan su crecimiento poco más tarde. 66 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales propágulos, ya que corresponden a la BAILEY, D. W.; GROSS, J. E.; LACA, E. A. ; comunidad de suelos mas profundos y RITTEMHOUSE, L. R. ; COUGHENOUR, mejor drenados de la región. Estos re- M. B.; SWIFT, D. M. 1996. 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Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 69 Rodríguez, C.1; CAPÍTULO IV. 1 Cayssials, V. Cambios estructurales en los pastizales 1Grupo Ecología de Pastizales (GEP), Instituto de Ecología y asociados a la Ciencias Ambientales, Facultad de Ciencias, UDELAR ganadería [email protected]; [email protected] Proyecto FPTA 175 Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010

RESUMEN

El pastoreo por ganado doméstico modifica los componentes de la estructura de los pastizales naturales. En los sistemas pastoreados, la vegetación se concentra entre los 0-10 cm de altura y está compuesta principalmente por gramíneas y hierbas postradas. En los sistemas en donde se ha excluido al ganado, la vegetación básicamente está conformada por gramíneas erectas y se concentra entre los 10-50 cm de altura. En algunos casos, la altura de estas exclusiones puede superar los 50 cm debido a la presencia de arbustos. Asimismo, en estos sistemas, se acumula una mayor proporción de biomasa seca. A nivel de composición de especies, el pastoreo aumenta la riqueza y la diversidad, promoviendo un importante recambio florístico. Las gramíneas que son dominantes bajo pastoreo poseen un hábito de crecimiento postrado y se expanden a través de rizomas largos o estolones. Además sus hojas son cortas

y anchas y utilizan la vía metabólica C4. Por el contrario, en las exclusiones, predominan las gramíneas erectas con largas hojas y metabolismo fotosintético

C3. Si bien estos atributos pueden haberse originado por presiones selectivas no relacionadas con la herbivoría, es innegable que el pastoreo ha perpetuado estas características que repercuten en la estructura de comunidad.

¿QUÉ ENTENDEMOS POR naturales del Río de la Plata, haciendo ESTRUCTURA DE UNA énfasis en los cambios observados en los pastizales uruguayos. Para ello, nos COMUNIDAD VEGETAL? basaremos principalmente en aquellos trabajos donde se analizaron conjunta- La estructura de una comunidad vege- mente sistemas pastoreados con siste- tal comprende la composición de espe- mas clausurados al ganado (pares clasu- cies de la comunidad y su configuración ra/pastoreo). espacial. La estructura puede ser carac- terizada por una lista de especies o gru- pos de especies, así como por la descrip- CAMBIOS EN LA ción de la distribución vertical y horizon- ARQUITECTURA DE LA tal de las hojas (Sala et al., 1986). En los pastizales naturales, el pastoreo por ga- VEGETACIÓN nado doméstico modifica alguno o todos Probablemente la diferencia más cons- los componentes de la estructura de la picua que puede observarse cuando se comunidad vegetal. En este capítulo, ana- compara un pastizal pastoreado con otro lizaremos los principales cambios gene- que está excluido a la ganadería, sea el rados por la ganadería en los pastizales aspecto de la vegetación, que se expresa 70 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales en la distribución espacial de las hojas. men). La vegetación circundante puede En un estudio realizado en la localidad de ejercer efectos directos e indirectos si- Ecilda Paullier (Departamento de San multáneos, los cuales pueden modificar José) Altesor et al. (2006) analizaron las el signo (positivo o negativo) y la intensi- diferencias de distribución vertical de las dad de una interacción entre dos espe- hojas en 7 parcelas pareadas, donde cies (Bruno et al., 2003). Por ejemplo, la cada par consistía de una parcela pasto- presencia de un arbusto puede disminuir reada y otra adyacente, excluida al pas- el nivel de luz disponible para una plántu- toreo. Estos autores encontraron que en la establecida en su base (un efecto las parcelas pastoreadas se pueden dis- negativo), pero el mismo sombreado pue- tinguir dos estratos: uno de ellos, entre de a la vez proteger a la plántula de la 0-10 cm de altura, compuesto principal- desecación (efecto positivo). mente por gramíneas y hierbas postra- Otra diferencia importante que es po- das, y otro entre 10-50 cm conformado sible observar entre parcelas pastorea- por gramíneas erectas y pequeños ar- das y excluidas al ganado tiene relación bustos. En este estrato, la vegetación con la acumulación de biomasa seca, difícilmente alcanza los 50 cm. En las tanto de hojas secas en pie (aún adheri- parcelas excluidas al ganado, los auto- das a la planta) como de mantillo (hojas res distinguieron un tercer estrato, por desprendidas de la planta y parcialmente encima de los 50 cm de altura, compues- descompuestas). En ausencia de pasto- to principalmente por arbustos. reo, la biomasa seca en pie se acumula, El porcentaje de cobertura vegetal de ya que las gramíneas en general no po- los diferentes estratos difiere entre los seen mecanismos de abscisión de las tratamientos: mientras que en las parce- hojas. Las hojas muertas permanecen las pastoreadas la cobertura está con- adheridas a la planta por largos períodos centrada entre los 0-10 cm de altura, en de tiempo hasta que finalmente caen y las parcelas no pastoreadas la mayor pasan a formar parte del mantillo. En la proporción de las hojas se encuentra misma zona de Ecilda Paullier, Altesor et entre los 10-50 cm (Figura 1). al., (2005) encontraron que la proporción La presencia de arbustos en las par- de biomasa seca en pie (relativa al total celas excluidas al ganado es una carac- de biomasa) acumulada en una parcela terística de nuestros pastizales que no clausurada al ganado casi duplica la de puede generalizarse para otras regiones. la parcela pastoreada (Figura 2). Estos El efecto de estos arbustos sobre las valores nos muestran que en ausencia de especies herbáceas que crecen a su pastoreo, casi el 50% de la biomasa en alrededor es al momento un tema bajo pie corresponde a hojas senescentes o estudio (Pezzani et al., 2010, este volu- muertas, mientras que esta proporción disminuye a 25% bajo pastoreo.

>50 Pastoreo Clausura 60

50 10-50 40

30

Altura (cm) 20 0-10 10

0

Biomasa seca en pie (%) 0 20406080100 Pastoreo Clausura

Cobertura (%)

Figura 1. Distribución vertical de las hojas (0-10, 10-50, >50 Figura 2. Porcentaje de biomasa seca en pie (relativa cm), expresada como porcentaje de cobertura, al total de biomasa) en dos parcelas en parcelas sometidas a pastoreo y parcelas adyacentes, una sometida a pastoreo clausuradas al ganado. Datos de Altesor et al. continuo y otra clausurada al ganado (2006). durante 9 años. Datos de Altesor et al. (2005). Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 71 La acumulación de biomasa seca re- ción de «claros» y/o «parches» que son duce la productividad de las plantas a factibles de colonizar por especies su- través de cambios en la disponibilidad de bordinadas competitivamente en situa- luz y del ciclado de nutrientes. Sin em- ciones de clausura, pero que pueden bargo, este efecto negativo para las plan- germinar y establecerse exitosamente tas puede ser contrarrestado bajo condi- cuando son abiertos estos claros. En el ciones de pastoreo. Mingo y Oesterheld Cuadro 1 se observan los valores obteni- (2009) encontraron que el ganado do- dos de estos descriptores de la comuni- méstico evita el consumo de plantas de dad en pastizales uruguayos. Paspalum dilatatum con altas proporcio- nes de biomasa seca. Por lo tanto, en Cuadro 1. Riqueza y diversidad de especies (índice de esta especie, la retención de hojas muer- Shannon, H´), en pastizales uruguayos, bajo tas constituye una ventaja para su creci- tratamientos de pastoreo y de clausura al ganado. miento en presencia de herbívoros. Si Pastoreo Clausura Fuente bien es difícil comprobar que la retención Riqueza 36 21 Panario y May 1994 de hojas sea un atributo que haya sido 50 ± 5.66 34.5± 2.12 Altesor et al., 2005 seleccionado como consecuencia de la presión por pastoreo, en las condiciones 53.14 ± 4.07 37.1 ± 3.43 Altesor et al., 2006 actuales constituye un mecanismo de Diversidad 3.59 ± 0.16 3.03 ± 0.05 Altesor et al., 2005 defensa contra los herbívoros. En relación al mantillo, fue observado que el porcentaje de cobertura es tres ¿Son las mismas especies las que veces superior en condiciones de clausu- caracterizan a los tratamientos de pasto- ra (8.9%) comparado con el tratamiento reo y de clausura? La respuesta definitiva de pastoreo (3.1%) (Altesor et al., 2006). es no. El pastoreo promueve cambios Formoso (1987) y Panario y May (1994), florísticos que generalmente resultan en en diferentes localidades de la región la pérdida de las especies palatables en basáltica del Departamento de Paysan- favor de las no palatables. A partir de un dú, también observaron que la frecuencia estudio de composición florística luego de restos secos se duplicaba o cuadru- de 55 años de pastoreo ininterrumpido en plicaba (dependiendo del tipo de suelo) el establecimiento Palleros, Cerro Largo, en parcelas excluidas al pastoreo. La Altesor et al. (1998) encontraron una presencia de mantillo afecta la tempera- disminución notable de la calidad forraje- tura y humedad del suelo, así como la luz ra de las parcelas analizadas. En 1935 el que llega a su superficie. Estos efectos 79% de las especies registradas perte- pueden producir cambios importantes en necían a la familia de las gramíneas la comunidad tanto a nivel estructural (Poaceae), mientras que en 1990 éstas (composición, riqueza, diversidad, inte- alcanzaban sólo el 48% (Gallinal et al., racciones) como a nivel funcional (cicla- 1938, Altesor et al., 1998). do de carbono y nutrientes) (Facelli y En el mismo establecimiento de Pa- Pickett, 1991). lleros, en un seguimiento de 5 parcelas durante 9 años a partir de la clausura a la herbivoría, Rodríguez et al. (2003) obser- CAMBIOS EN LA varon que los cambios más importantes COMPOSICIÓN Y GRUPOS DE en composición de especies ocurrieron ESPECIES en el grupo de graminoides (gramíneas, ciperáceas y juncáceas). El reemplazo Un resultado consistente que ha sido de especies ocurrió principalmente en observado en diferentes trabajos de la los 2 ó 3 primeros años de la sucesión región u otras zonas del mundo, es el (Figura 3). aumento de la riqueza y diversidad de De acuerdo a su comportamiento su- especies en los sistemas pastoreados. cesional las gramíneas se clasificaron Tal aumento puede ser explicado por el en tres grupos: efecto que el ganado provoca a través del consumo diferencial, el pisoteo y la de- 1. Gramíneas características de pasto- posición de heces y orina. Estas activi- reo: Este grupo estuvo formado por dades del ganado promueven la forma- especies de crecimiento postrado 72 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Formoso (1987), las especies carac- 1,00 terísticas de las clausuras fueron r = - 0,793 0,80 Coelorachis selloana, Paspalum P = 0,001 plicatulum y Panicum milioides, mien- 0,60 tras que en el estudio de Panario y May (1994) la exclusión del pastoreo 0,40 favoreció a Stipa nessiana y Coelora- Distancia chis selloana. 0,20 Las hierbas no mostraron, en general, 0,00 90 - 92 92 - 94 94 - 96 96 - 98 tendencias sucesionales claras. Ellas

Años conforman un grupo de especies intersti- ciales menos abundante y también me- Figura 3. Distancias de Bray-Curtis entre sucesivos períodos de nos predecible en cuanto a su comporta- muestreo (1990-1992 hasta 1996-1998) en 5 parcelas miento sucesional. Sin embargo pueden donde se excluyó al ganado a partir de 1990. Cada ser buenas descriptoras de las diferen- punto representa una parcela. Las mayores distancias cias espaciales relacionadas con facto- se observan en el período 1990-1992. Esto significa res ambientales, tales como profundi- que el mayor cambio florístico de las comunidades dad, tipo de suelo, contenido de hume- ocurrió en este intervalo de tiempo. Datos para graminoides, tomados de Rodríguez et al. (2003). dad, etc. En relación a las hierbas, es interesante mencionar una diferencia importante que se ha observado entre los como Paspalum notatum y Axonopus pastizales de la Pampa argentina y los affinis, y erecto como Botriochloa la- pastizales uruguayos. Mientras que en la guroides y Sporobolus platensis. En Pampa el pastoreo favorece la coloniza- promedio este conjunto de especies ción de numerosas hierbas invernales representaba más del 30% de la fre- exóticas (Facelli, 1988, Rusch y Oester- cuencia de especies en las parcelas held, 1997), en los pastizales uruguayos pastoreadas, y desapareció comple- las hierbas invernales son preponderan- tamente después de tres años de clau- temente nativas. A modo de ejemplo, sura. De igual forma, Formoso (1987) Chaneton et al. (2002) registraron entre y Panario y May (1994) encontraron 23-27% de especies exóticas (en su que P. notatum y A. affinis eran espe- mayoría dicotiledóneas anuales) en di- cies dominantes en parcelas someti- versos censos realizados en la Pampa. das a pastoreo, y desaparecían o dis- Estos valores resultan sensiblemente minuían drásticamente su cobertura mayores que la proporción de especies en condiciones de exclusión. exóticas encontrada por Altesor et al. (2006) en pastizales de San José (3.9%) 2. Gramíneas sucesionalmente interme- o Lezama et al. (2006) en la región basál- dias: Reemplazan a las anteriores, e tica (4.3%). La escasa presencia de es- incluyen especies como Paspalum pli- pecies exóticas en los pastizales uru- catulum, Chascolitrum subaristata, guayos no sería atribuible a la falta de Panicum millioides, Tridens brasilien- propágulos: Haretche y Rodriguez (2004), sis y Danthonia cirrata. Este grupo de en las mismas parcelas analizados por especies aumentó su frecuencia en Altesor et al. (2005), encontraron que el los primeros años de exclusión y poste- banco de semillas está compuesto por riormente disminuyó dando paso a las un número importante de especies exóti- gramíneas características de clausura. cas. Otra hipótesis que podría explicar 3. Gramíneas características de clausu- esta diferencia entre los pastizales pam- ra: Este grupo comprendió a especies peanos y uruguayos está vinculada con como Coelorachis selloana, Stipa nes- la resistencia biótica de las especies siana, Piptochaetium stipoides, residentes. En algunas regiones de la Bromus auleticus, Melica rigida y Pampa, Perelman et al. (2007) observa- Piptochaetium bicolor, todas ellas de ron que la riqueza de especies exóticas hábito erecto. Estas especies, en un está negativamente relacionada con el período de tres a cuatro años, se aumento en la riqueza de gramíneas es- volvieron dominantes en todas las par- tivales. Tal vez en los pastizales urugua- celas analizadas. En el estudio de yos estudiados, donde la importancia de Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 73 las gramíneas estivales es mayor que en la Pampa, el éxito de colonización por 250 parte de especies exóticas se vea desfa- Clausura vorecido (Altesor et al., 2006, Lezama et 200 Pastoreo al., 2006). Una aproximación alternativa a la des- cripción florística tradicional y que está 150 siendo muy utilizada en los últimos años en los estudios de impacto de las pertur- baciones provocadas por el hombre, es el 100 agrupamiento de las especies en Tipos

oetr (%) Cobertura Funcionales de Plantas (TFP) (Lavorel et al., 1997, McIntiyre y Lavorel 2001). En 50 las praderas templadas se han definido cinco tipos funcionales de plantas: gra- 0 míneas invernales, gramíneas estivales, arbustos, hierbas y suculentas (Paruelo Arb . GE GI C y J Hierb . y Lauenroth, 1996). Siguiendo una aproxi- mación por tipos funcionales, Altesor et al. (2006) registraron un aumento en la Figura 4. Cobertura (%) de los Tipos Funcionales de Plantas (TFP) cobertura de arbustos y una disminución en parcelas pastoreadas y clausuradas al ganado. de las gramíneas estivales y de las hier- Arb.=Arbustos; GE =Gramíneas estivales; GI = Gramíneas bas bajo condiciones de clausura al ga- invernales;C y J= Ciperáceas y juncáceas, Hierb.= nado (Figura 4). Hierbas. Los datos corresponden a la media (± E.E.) de 7 parcelas. La cobertura en ciertos grupos supera el 100% debido a que están considerados tres estratos. CAMBIOS EN LOS Datos de Altesor et al. (2006). ATRIBUTOS DE LAS ESPECIES postrado (Millot et al., 1987). Por el con- Es esperable que las plantas que son trario, la altura de las plantas mayor a 30 exitosas bajo condiciones de pastoreo cm fue el atributo que más rápidamente presenten características o atributos de aumentó su frecuencia a partir de la historia de vida que les permitan reducir exclusión (Figura 6). el impacto de la herbivoría. Estas carac- Otra diferencia importante en los atri- terísticas pueden clasificarse como me- butos que fue observada en este estudio canismos de evasión, defensa o toleran- es la forma de las hojas: el pastoreo cia (Figura 5). favorece especies con hojas cortas y El atributo más fuertemente asociado anchas mientras que las especies carac- a la respuesta al pastoreo es la forma de terísticas de las clausuras poseen hojas crecimiento de las plantas. Las plantas más largas y finas (Figura 6). Tanto la con una forma de crecimiento postrado u altura de las plantas como la forma de las horizontal, o con pequeños tallos erec- hojas son características que se relacio- tos, son características de zonas pasto- nan con los principales factores que es- readas. En el otro extremo, las plantas tán estructurando a las comunidades bajo que crecen erectas y elevan sus hojas los diferentes tratamientos. Bajo condi- rápidamente después de su germinación ciones de pastoreo, el hábito de creci- o rebrote, son características de las par- miento postrado o la baja estatura cons- celas clausuradas al ganado. Rodríguez tituye un mecanismo eficiente para eva- et al. (2003) encontraron que la frecuen- dir la herbivoría. Una vez que las comuni- cia del hábito de crecimiento postrado dades son liberadas de la presión de y/o arrosetado disminuye a partir de la herbivoría, las plantas altas y erectas, exclusión de la ganadería. Este cambio que se encontraban relegadas bajo pas- se dio conjuntamente con la disminución toreo, comienzan a establecerse. Como en la presencia de rizomas largos y esto- consecuencia, comienza a operar la com- lones, que es una característica estre- petencia por luz y probablemente susti- chamente vinculada con el crecimiento tuya a la herbivoría como uno de los 74 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

MECANISMOS QUE REDUCEN EL IMPACTO DE LA HERBIVORÍA

ESCAPE DEFENSA TOLERANCIA

Atributos que reducen la Directa: Indirecta: Atributos que reducen los probabilidad que una Atributos que reducen la Atributos que reducen la impactos negativos de la planta sea encontrada calidad de la planta como calidad de la planta como herbivoría sobre la por los herbívoros (ej. alimento (ej. metabolitos refugio, aumentando la adecuación de la planta dispersión, tamaño, secundarios, pelos, eficiencia de búsqueda y (ej. crecimiento compen- fenología de hojas y espinas) ataque por parte de satorio, aumento de foto- germinación) depredadores y parásitos síntesis, activación de (ej. compuestos volátiles, meristemas, redistribución arquitectura, recompensa de recursos) alimenticia)

Tomado de Boege & Marquis (2005)

Figura 5. Principales mecanismos que se expresan en las plantas para reducir el impacto de la herbivoría. El impacto puede ser reducido: a) escapando de los ataques de los herbívoros, b) a través de atributos defensivos que disminuyan su calidad como alimento (defensas directas) o mediante la interacción con un tercer nivel trófico (defensas indirectas) y c) una vez que el daño ya ocurrió, se pueden expresar mecanismos de tolerancia que mantengan la adecuación de la planta.

ALTURA LARGO/ANCHO HOJA >30 cm 100 >50 cm 100

75 50 Frecuencia Frecuencia

0 50 90 92 94 96 98 90 92 94 96 98

RIZOMAS O ESTOLONES METABOLISMO 20 FOTOSINTÉTICO

50 Metabolismo C3C3

10 25 Frecuencia Frecuencia 0 0 90 92 94 96 98 90 92 94 96 98

Figura 6. Relación entre la frecuencia de diferentes atributos de gramíneas y el tiempo, a partir de la exclusión del ganado en 5 parcelas de Cerro Largo. La escala del eje de las ordenadas cambia en las diferentes gráficas. Datos de Rodríguez et al. (2003). Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 75 principales factores estructuradores de EPÍLOGO: LA HISTORIA la comunidad. Por lo tanto, bajo condi- COMPARTIDA ENTRE LOS ciones de exclusión, una mayor altura y hojas más largas son atributos que con- PASTIZALES Y SUS fieren a las especies ventajas competiti- HERBÍVOROS vas para la captación de luz y son los que se expresan más claramente asociados La familia Poaceae es un grupo am- a estas condiciones. pliamente diversificado, con aproximada- mente 10.000 especies clasificadas en Finalmente, también ha sido observa- 800 géneros (Clayton et al., 2002, Wat- do que bajo condiciones de pastoreo la son y Dallwitz 1992). Pueden encontrar- comunidad se torna más estival (Panario se gramíneas en casi todos los tipos de y May, 1994; Rodríguez et al., 2003, hábitats y alrededor de un cuarto de la Altesor et al., 2005, 2006) (Figura 6). superficie terrestre mundial tiene pasti- Bajo estas condiciones, las gramíneas zales como vegetación natural potencial postradas dominantes utilizan la vía foto- (Shantz, 1954). De acuerdo al registro sintética C , reemplazando a gramíneas 4 fósil, el origen de la familia se ubica en el erectas invernales C , comunes bajo clau- 3 Paleoceno (~ 60-55 Ma). Originalmente, sura al ganado. El metabolismo C repre- 4 las gramíneas eran plantas que crecían senta una serie de modificaciones anató- bajo la sombra de bosques o de sus micas y bioquímicas de la vía C , concen- 3 márgenes, hábitat que actualmente man- trando el CO alrededor de la enzima 2 tienen los grupos basales de la familia y Rubisco. En consecuencia, se elimina los bambúes. Allí persistieron por varios virtualmente la fotorrespiración, la cual millones de años sin diversificar dema- constituye una seria limitación para las siado hasta que adquirieron una mayor plantas que crecen a altas temperaturas tolerancia a la sequía y la capacidad de y a bajas concentraciones de CO . Ade- 2 crecer y prosperar en hábitats abiertos más, el aumento de la concentración secos (Kellogg, 2001). En América del interna de CO permite una baja conduc- 2 Sur la expansión de los ecosistemas tancia estomática, lo cual constituye un dominados por gramíneas se habría ini- fuerte beneficio en áreas propensas a la ciado al final del Oligoceno temprano sequía (Sage, 2004; Edwards y Still, (~30 Ma), unos 15 Ma antes que en 2008). En pastizales pastoreados, la baja América del Norte (Jacobs et al., 1999, altura del tapiz, la disminución de la MacFadden 2000). biomasa seca y la presencia de suelo desnudo expuesto son algunas caracte- rísticas que promueven el incremento de la intensidad luminosa y de la temperatu- ra de las hojas (Heckathorn et al., 1999). A nivel del suelo, aumentan las oscilacio- nes de temperatura y disminuye la hume- dad. Por ejemplo, Altesor et al. (2006) encontraron que en las parcelas pasto- readas, el contenido de agua del suelo entre los 5-10 cm de profundidad dismi- nuía cerca de un 10%. Estas condicio- nes conferirían ventajas competitivas a las gramíneas que utilizan la vía fotosin- tética C4, tornándolas dominantes en sis- temas pastoreados. En resumen, podemos afirmar que el pastoreo por ganado doméstico altera de forma significativa varios componentes de la estructura de las comunidades de pastizales naturales. En la Figura 7 se Figura 7. Principales cambios generados por el ganado sintetizan los principales cambios que doméstico en la estructura de las comunidades de fueron expuestos a lo largo de este capí- pastizales uruguayos. Izquierda: Clausura; Derecha: tulo. Pastoreo. 76 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Junto a la expansión de los pastiza- Esta extinción ha sido atribuida a diferen- les, se diversificaron los mamíferos adap- tes factores (actividades de caza por tados al pastoreo (consumidores que se humanos, cambios climático-ambienta- alimentan predominantemente de gramí- les, o una combinación de ambos) neas o pequeñas hierbas asociadas al (MacFadden, 1997, Ortiz Jaureguizar y bioma de pastizal). En general, estos Cladera, 2006). En la región del Río de la herbívoros presentan dientes de coronas Plata, el pastoreo por grandes mamíferos altas (hipsodontia) y crecimiento conti- fue reestablecido con la introducción de nuo (hipselodontia), lo que les permite la ganadería por los españoles al princi- alimentarse de pastos impregnados en pio del siglo XVII. fitolitos de sílice altamente abrasivos En consecuencia, los pastizales sud- (MacFadden, 1997, 2000). Estas carac- americanos han estado sometidos a dife- terísticas de las gramíneas y sus herbí- rentes intensidades de pastoreo a lo voros han sido vinculadas a un proceso largo del tiempo evolutivo. Por esta ra- de coevolución (McNaughton y Tarrants zón, es muy difícil discernir si los atribu- 1983, MacFadden 1997). Inicialmente la tos de las plantas que confieren ventajas composición de la dieta fue exclusiva- bajo pastoreo son el resultado de presio- mente de plantas C , pero a partir de la 3 nes selectivas del tiempo reciente o más expansión de gramíneas C durante el 4 antiguo. Inclusive, ha sido postulado que Mioceno tardío y el Plioceno (8-4 Ma) ciertos mecanismos que reducen el im- algunos herbívoros de América del Sur pacto de la herbivoría pueden haberse incorporaron plantas C en su dieta 4 originado como respuesta de las plantas (Cerling et al., 1993, Ortiz Jaureguizar y a otras condiciones, como la aridez Cladera, 2006). El cambio en la compo- (Coughenour, 1985). Los atributos que sición de especies posiblemente afectó permiten evadir o tolerar la sequía tam- la diversidad de herbívoros ya que las bién proporcionan beneficios en condi- gramíneas C en general son más nutriti- 3 ciones de pastoreo (ej.: meristemas ba- vas que las C (Wilson y Hattersley, 4 sales, porte pequeño, reservas subterra- 1989, Barbehenn et al., 2004). Algunos neas, crecimiento rápido). De todas ma- autores (e.g. Jacobs et al., 1999, neras, aunque estos atributos hayan MacFadden 2000) han sugerido que la surgido por presiones selectivas diferen- disminución en la diversidad de ungula- tes a la herbivoría, es innegable que el dos del final del Mioceno podría estar pastoreo ha perpetuado ciertas caracte- asociada a la dispersión de gramíneas rísticas de las especies que repercuten «menos nutritivas». en la estructura de las comunidades de Los grandes herbívoros fueron un pastizales. componente dominante de la fauna sudame- ricana desde el Mioceno medio hasta el Pleistoceno (Ortiz Jaureguizar y Cladera, BIBLIOGRAFÍA 2006). Durante el Pleistoceno se produjo un pico de intercambio de la biota america- ALTESOR, A.; DILANDRO, E.; MAY,H.; EZCURRA,Y E. 1998. Long –term species na, conocido como el «Gran Intercambio changes in a Uruguayan grassland. Americano» (~1 Ma), luego que América Journal of Vegetation Science 9:173-180. del Sur quedara conectada con América del Norte por el Istmo de Panamá. El ALTESOR, A.; OESTERHELD, M.; LEONI, E.; efecto de este intercambio fue asimétri- LEZAMA, F.; RODRÍGUEZ, C. 2005. co y provocó una caída en la diversidad Effect of grazing on community structure de ungulados de América del Sur (los and productivity of a Uruguayan grassland. Plant Ecology 179:83-91. inmigrantes aparentemente afectaron los herbívoros sudamericanos nativos, pero ALTESOR, A.; PIÑEIRO, G.; LEZAMA,F.; no al revés). Al final del Pleistoceno - JACKSON, R. B. ; SARASOLA, M.; principio del Holoceno (~10 mil años) la PARUELO, J.M. 2006. Ecosystem extendida historia evolutiva compartida changes associated with grazing in entre gramíneas y grandes herbívoros se subhumid South American grasslands. vio prácticamente interrumpida debido a Journal of Vegetation Science 17: 323-332. la casi completa extinción de grandes mamíferos (masa corporal > 200 kg). Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 77 BARBEHENN, R. V.; CHENW, Z.; KAROWEZ, HARETCHE, F.; RODRÍGUEZ, C. 2006. Banco

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1Facultad de Agronomía, ganadería sobre la Universidad de Buenos Aires. IFEVA/CONICET. dinámica del C y N en [email protected] los pastizales del Río de la Plata Proyecto FPTA 175 Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010

RESUMEN

Este trabajo pretende hacer una síntesis de los efectos del pastoreo sobre el ciclo del C y N en los Pastizales del Río de la Plata, los cuales han sido pastoreados por herbívoros domésticos por más de 400 años. Los herbívoros pueden afectar la acumulación de materia orgánica del suelo (MOS) a través de una variedad de mecanismos simultáneos, que muchas veces difieren en el corto y en el largo plazo. Los modelos de simulación y las evidencias experimentales señalan que el pastoreo ha cambiado la composición de especies en la región y disminuido los contenidos de MOS en muchos sitios, pero no en todos. Los mecanismos por los cuales el pastoreo ha afectado la MOS son principalmente a través de la disponibilidad de N y de la producción de raíces. A partir de un esquema integrador de los posibles mecanismos por los cuales el pastoreo afecta la acumulación de MOS, se sugiere realizar medidas de manejo que afecten el mecanismo principal actuante en cada situación particular. La reducción de las pérdidas de N surge como la mejor alternativa para aumentar la MOS y mantener otros servicios ecosistémicos.

INTRODUCCIÓN cia de que la ganadería no produce modi- ficaciones sustanciales en los ecosiste- Los Pastizales del Río de la Plata han mas de pastizales de la cuenca de Río de sido pastoreados por herbívoros domés- la Plata. No obstante, son numerosos los ticos desde principios del siglo XVII (So- trabajos científicos internacionales que riano 1992). Actualmente alrededor de la señalan que el contenido de carbono mitad del área de estos pastizales (cer- orgánico del suelo (COS) y la producción ca de 50 millones de ha) se encuentra primaria neta (PPN), dos atributos impor- bajo condiciones de pastoreo por lanares tantes del ciclo del C y del flujo de la y vacunos. Sin embargo, sus impactos energía en los pastizales, pueden ser ambientales son poco conocidos, proba- alterados por el pastoreo (Frank y McN- blemente debido a la escasez de docu- aughton, 1993, Milchunas y Lauenroth, mentación ecológica de las situaciones 1993, McNaughton et al., 1998, Oester- que la antecedieron o de relictos actua- held et al., 1999, Schuman et al., 1999, les no afectados por el pastoreo que Quadros y Pillar, 2001, Semmartin y puedan ayudar a inferirlas. La relativa- Oesterheld 2001, Conant et al., 2003, mente leve impronta del pastoreo en los Henderson et al., 2004, Cui et al., 2005). ecosistemas (mucho menor que la ob- Por otra parte, diversos autores mues- servable en la transformación de un bos- tran que existe una estrecha vinculación que en tierras de cultivo) y la larga histo- entre el ciclo del C y el del N, principal- ria (> de 400 años) que tiene en la región, mente en la acumulación de estos ele- han probablemente favorecido la creen- mentos en la materia orgánica del suelo 80 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales (MOS) en climas templados a subtropi- ta las salidas de N; (3) los aumentos en cales como los de los Pastizales del Río la volatilización y lixiviación de N (Frank de la Plata (Drinkwater et al., 1998, Neff y Evans, 1997); (4) el consumo de C y la et al., 2002, Conant et al., 2005). Por lo respiración por los herbívoros, que dismi- tanto, los impactos del pastoreo sobre la nuye las entradas de C al suelo; (5) la materia orgánica del suelo deben ser compactación del suelo por pisoteo abordados considerando ambos elemen- (Henderson et al., 2004), con efectos tos en conjunto (Conant et al., 2005). variables en las entradas y salidas de C; Existe controversia acerca de la mag- (6) el aumento en la erosión del suelo, nitud y sentido de los efectos del pasto- que acelera las pérdidas de C y N (Neff et reo sobre el ciclo del C y N en los al., 2005), (7) los cambios en la asigna- ecosistemas (Milchunas y Lauenroth, ción de C y N a raíces (Pucheta et al., 1993). Desde el punto de vista biogeoquí- 2004), que aumentan o disminuyen las mico, el pastoreo provocaría diversas al- entradas de C y N al suelo; (8) los cam- teraciones, pero las más importantes bios en la calidad de la broza (Allard et ocurrirían en las entradas de C al ecosis- al., 2003), que influyen en la descompo- tema (la PPN) y/o en las salidas de N. La sición y las salidas de C; (9) los cambios modificación de ambos flujos modificará en la fijación de N (Allard et al., 2003) que los niveles de materia orgánica del suelo influyen en las entradas de N; (10) los (Burke et al., 1997, Frank et al., 2004). cambios en la productividad primaria oca- Diversos trabajos han estudiado los efec- sionados por la remoción de biomasa tos del pastoreo sobre estas variables. muerta y verde (Oesterheld et al., 1999), Sin embargo, no existe un claro consen- que alteran las entradas de C y (11) la so de sus efectos. Para el caso del destrucción física del material muerto en impacto del pastoreo sobre la PPN se pie por el tráfico animal (Schuman et al., han realizado importantes esfuerzos por 1999) que puede aumentar la PPN y describir patrones generales (Milchunas favorecer la descomposición. Los cam- y Lauenroth, 1993, Oesterheld et al., bios en la composición de especies indu- 1999). Pocos son, en cambio, los traba- cidos por la herbivoría pueden activar jos de síntesis acerca de los efectos del algunos de estos mecanismos biogeoquí- pastoreo sobre la materia orgánica del micos mencionados. Por ejemplo, las suelo, probablemente por lo variado de variaciones en la calidad de la broza, la las respuestas encontradas, muchas cantidad de C y N que es alojado en las veces en sitios muy cercanos (Derner et raíces o la abundancia de leguminosas al., 2006). Una mirada biogeoquímica a que fijen nitrógeno en el tapiz vegetal este problema podría reconciliar los re- (Allard et al., 2003, Loiseau et al., 2005). sultados obtenidos por diferentes auto- Dependiendo de la magnitud y el signo de res e intentar establecer patrones gene- los cambios provocados en las entradas rales de respuesta. y en las salidas de C y N del suelo, el pastoreo tendrá consecuencias positi- La materia orgánica del suelo consti- vas o negativas sobre la MOS. tuye la principal fuente de fertilidad edá- fica y determina fuertemente las caracte- Pocos estudios se han enfocado al rísticas físicas del suelo. Los herbívoros entendimiento de los efectos que provo- pueden afectar la acumulación de MOS a ca el pastoreo con animales domésticos través de una variedad de mecanismos (a altas cargas) sobre la materia orgáni- simultáneos. La mayoría de estos meca- ca del suelo en los Pastizales del Río de nismos involucran cambios en la canti- la Plata. Estudios pioneros realizados en dad de C y N (los dos elementos más la subregión de la Pampa Deprimida (sue- importantes que componen la materia los inundables), muestran pequeñas va- orgánica) que entra o sale del suelo riaciones en la materia orgánica del sue- (Schlesinger, 1991, Baisden et al., 2002). lo por efecto de la exclusión del pastoreo Estos mecanismos pueden ser, entre (generalmente no significativos) (Lavado otros: (1) la redistribución de N en el y Taboada, 1985, Lavado et al., 1995, ecosistema (Augustine, 2003), que ge- Chaneton y Lavado, 1996). Sin embargo, neralmente aumenta las pérdidas de N; un trabajo realizado en la subregión de (2) la exportación de N en la biomasa de los Campos del Norte, en Brasil, evalúa plantas y animales, que también aumen- distintas cargas animales sobre campo Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 81 Figura 1. Posibles efectos de la intensidad del pastoreo sobre la materia orgánica del suelo. La línea punteada supone aumentos de materia orgánica del suelo (MOS) a pastoreos moderados mientras que la MOS línea llena supone siempre pérdidas de MOS bajo pastoreo.

natural y reporta importantes disminu- Clausura o situación Pastoreo Sobrepastoreo ciones de la materia orgánica a altas sin pastoreo moderado cargas animales (Bertol et al., 1998). En la subregión de los Campos uruguayos C en el ecosistema (Piñeiro et al., 2006b) no existen trabajos que analicen la in- (Figuras 2 y 3). En promedio para los 11 fluencia de los herbívoros domésticos en sitios evaluados a lo largo de la región las reservas de materia orgánica. Si bien (Figura 2), los contenidos de COS se está bastante aceptado que cargas muy redujeron en un 22% o 21,5 toneladas de altas de herbívoros, que provocan sobre- C ha-1 (10,5 a 35 toneladas de C ha-1, pastoreo y degradación, disminuyen la desde los sitios menos productivos a los materia orgánica del suelo, aún no está más productivos). Estas pérdidas son claro si pastoreos moderados podrían similares en magnitud a las encontradas aumentar la materia orgánica del suelo o por otros autores luego de algunas déca- disminuirla (Figura 1). Este capítulo tiene das de agricultura. El pastoreo por herbí- como objetivo presentar una síntesis de voros domésticos también disminuyó la la información obtenida por el autor y productividad primaria neta en la región colaboradores durante los últimos cinco en un 24% en promedio (Figura 3). Las años (Proyecto FPTA 175 y otros), acer- reducciones en la productividad primaria ca de los efectos del pastoreo sobre los neta y en los contenidos de COS fueron ciclos biogeoquímicos del C y N en los consecuencia de las mayores pérdidas pastizales del Río de la Plata, con especial de N ocasionadas por el pastoreo. énfasis en los efectos sobre los contenidos de materia orgánica del suelo.

EFECTOS DE LA INTRODUCCIÓN DE LA GANADERÍA SOBRE EL CICLO DEL C Y N EN LA REGIÓN

Los efectos de la introducción del ganado en la región, hace más de 400 años, son difíciles de evaluar, pero pue- den estudiarse mediante modelos de si- mulación o con herramientas de paleoeco- logía. Las evidencias generadas con modelos de simulación sugieren cam- bios importantes en la materia orgánica del suelo como resultado de la introduc- ción del ganado (Piñeiro et al., 2006b). Figura 2. Mapa de los pastizales del Río de la Plata y sus Utilizando una versión del modelo subregiones: la pampa ondulada (A), la pampa interior CENTURY (Parton et al., 1987), calibra- (B) con dos subdivisiones, la pampa austral (C), la do y evaluado para la región, se observó pampa deprimida (D), la pampa mesopotamica (E), los campos del sur (F) y los campos del norte (G). Los que luego de 370 años de pastoreo, el triángulos muestran los sitios de estudio simulados ganado redujo los flujos y las reservas de con CENTURY. Tomado de (Piñeiro et al. 2006b). 82 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales para la región entera suma- ron un total de 61,7 Tg de N. Respiración total de C: Emisiones total es de N: 889 → 679 0.718 →1.08 Las simulaciones con el modelo mostraron que las Nitrógeno Carbono consecuencias en el media- no plazo (1 a 20 años) de la Resp. herbívoros : Resp. del suelo: introducción del ganado a 5.2 → 107.2 884 → 571 altas cargas difirieron signi- Entradas N: ficativamente de los efectos 0.718 NPP: Emisiones de N del de largo plazo descriptos (sin cambio) → 889 670 suelo: anteriormente. Las simula- 0.41 → 0.21 Emisiones de N ciones de mediano plazo del herbívoros: 0.041 → 0.741 pastoreo doméstico sugirie- Emisiones de N de la vegetación: ron aumentos en los retor- Consumo: 0.24 → 0.11 7.4 → 158.4 nos de N al suelo vía orina y 0.20 → 3.51 heces del orden de los 40,2 kg ha-1 mes-1 (2564%). Estos mayores incrementos sobre- compensaron las mayores emi- Descomposición: Excreción: siones de N vía volatilización y 882 → 511 2.20 → 50.2 lavado, que fueron del orden de 19.6 → 9.7 0.16 → 2.81 9,2 kg ha-1.mes-1 (127%), pro-

Entradas totales moviendo un aumento momen- al suelo: Absorción por las plantas: Mineralización bruta de N: Lixiviación táneo del N inorgánico del sue- → → 41.2 → 25.2 884 562 20.1 13.36 Suelo -1 19.8 → 12.5 lo de 11,8 kg ha (51%), pro- medio para todos los sitios. En el modelo, los sitios menos productivos (H. As- Figura 3. Flujos de carbono y nitrógeno en el ecosistema antes y después de 370 casubi, Dolores, Tacuarem- años de pastoreo por herbívoros domésticos (g.m-2.año-1). Los valores son el promedio de los 11 sitios estudiados. Los números representan bó, Tres Arroyos, Pigüé y los valores de los flujos antes de la introducción del ganado (a la Colonia, Figura 4) respon- izquierda de la flechas) y después de la introducción (valores a la dieron a la mayor disponi- derecha de la flechas). Los valores en cursiva representan los flujos bilidad de N inorgánico, au- de N y los normales los flujos de carbono. Tomado de (Piñeiro et al., mentando la absorción de N 2006b). por las plantas y la PPN, así como las reservas de COS y NOS en las fracciones lábiles del suelo durante los primeros años después de la Cuatro siglos de pastoreo con herbí- introducción del ganado (Figura 4b). En voros domésticos cambiaron el ciclo del contraste, en los sitios más productivos N en los pastizales del Río de la Plata, (Canelones, Pergamino, Treinta y Tres, aumentando las salidas de N del ecosis- Salto, y Pehuajo) estos atributos de los tema (67%), lo cual disminuyó el conte- ecosistemas permanecieron inalterados nido de N del suelo (en 19% o 970 kg de o disminuyeron ligeramente (Figura 4a). N ha-1) y el reciclaje de N en el ecosiste- ma, incrementando la apertura del ciclo Los análisis con el modelo CENTURY del N (64%) (Figura 3). Las reducciones también sugieren que el régimen de fue- en los contenidos de nitrógeno ocurrie- go interactúa con el régimen de pastoreo ron principalmente como consecuencia determinando en el largo plazo el funcio- de la volatilización y lixiviación de N namiento y la estructura del ecosistema. desde los parches de orina y heces. Las En este sentido, los resultados sugieren emisiones de N del ganado probable- que la acumulación de C en el suelo de mente alteraron las deposiciones de N en los pastizales del Río de la Plata está la región y las formas de N reactivo en la principalmente determinada por estos dos atmósfera, como se discute en detalle en disturbios, a través de su restricción en la sección final de este articulo. Las la disponibilidad de N. La historia evolu- reducciones en el contenido de nitrógeno tiva del pastoreo y los regímenes de orgánico del suelo (NOS) extrapoladas fuego históricos, parecen ser los facto- Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 83

a) TiempoTime (years) (años) -5 0 5 10 15 20 80% Luego de 370 Canelones años 60% Introducción de los Herbívoros

40%

20%

0% Relative change (%) Cambio relativo (%)

-20%

-40% TiempoTime (years) (años) b) -5 0 5 10 15 20 80% Luego de 370 H. Ascasubi años 60%

Introducción de 40% los Herbívoros

20%

0% Relative change (%) Cambio relativo (%) -20% NAbsorción uptake de N Veg. NPPPPN GrossMineralización mineralization bruta de N ActiveCOS en SOC F. activa -40% SlowCOS en SOC F. lenta SoilN inorgánico inorganic del N suelo

Figura 4. Variaciones en el mediano plazo de atributos clave de los ecosistemas, luego de la introducción de los herbívoros, en dos sitios contrastantes del gradiente ambiental analizado. Los herbívoros domésticos fueron introducidos a altas cargas en el año 0. Las trayectorias observadas para Canelones (a) fueron similares a las de los sitios con suelos de mayor fertilidad (Pergamino, Treinta y Tres, Salto, y Pehuajo), mientras que las trayectorias de H.Ascasubi (b) representan a aquellas observadas en los sitios de menor fertilidad (Dolores, Tacuarembo, Tres Arroyos, Pigue y Colonia).Tomado de (Piñeiro et al., 2006b). res más importantes en determinar los ren que la ganadería podría haber altera- efectos de los herbívoros domésticos en do la composición de especies en los los ecosistemas, principalmente a través pastizales del Río de la Plata. Ambas de su efecto en las reservas de C y N del aproximaciones, sugieren que el pasto- suelo. Los cambios en las especies ve- reo habría aumentando la proporción de getales provocados por el pastoreo do- gramíneas C4 y disminuido la proporción mestico y la alteraciones en el régimen de gramíneas C3 y arbustos (Del puerto et de incendios determinarán en parte los al., 2009) (Figura 5). Los contenidos de efectos netos de los herbívoros sobre la fitolítos en el suelo muestran que la abun- materia orgánica del suelo. Por esto, es dancia relativa de especies C3 se mantie- importante determinar posibles cambios ne relativamente constante debajo de los en las especies o en el régimen de incen- 40 cm de profundidad, pero que disminu- dios luego de la introducción del ganado ye desde los 40 cm hacia la superficie del por los europeos. suelo (Figura 5). En las áreas clausura- Las evidencias paleoecológicas ge- das, los fitolítos derivados de especies C aumentan su abundancia relativa en neradas a partir de la distribución vertical 3 de fitolitos en el suelo y de los cambios los primeros centímetros del suelo como isotópicos de 13C en profundidad, sugie- resultado de los aumentos en la abun- 84 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

Abundancia Relativa de especies Abundancia Relativa de especies C (%) en zonas clausuradas 3 C3 (%) en zonas pastoreadas 0 20 40 60 80 100 0 20 40 60 80 100 0 0

10 10

20 20

30 30

40 40

50 50

Profundidad (cm) 60

Profundidad (cm) 60

70 70

80 80

90 90 Glencoe SUL-A Los Zorros Pal-A

Figura 5. Panel a). Abundancias relativas de especies C3 en áreas contiguas clausuradas y pastorea- das (Glencoe, SUL, El palmar y El relincho-Los zorros), estimadas mediante los contenidos de fitolitos en distintas profundidades del sue- lo. Panel b) partículas biosilíceas (fitolitos) y orgánicas observadas en las muestras de suelos analizadas. Cada forma se asocia a distintas especies de plantas (tomado de Del puerto et al., 2009).

dancia de especies C3 observados a campo (Altesor et al., 2006). Si bien no se han podido datar hasta el momento los fitolítos, es posible que la introduc- ción del ganado haya provocado los cam- bios en los contenidos de fitolítos de los 40 cm hacia arriba. Estos resultados sugieren que el pastoreo disminuye la

abundancia de especies C3, lo cual con- cuerda con una mayor limitación de N en obtenidos con modelos de simulación el ecosistema luego de la introducción para suelos zonales, pero muestran efec- del ganado y posiblemente con una dis- tos distintos de la ganadería sobre sue- minución en la frecuencia de incendios. los azonales (Piñeiro et al., 2009). En un análisis de 16 sitios clausurados al pas- toreo entre 5 y 30 años, se encontró que EFECTOS DE MEDIANO la exclusión del ganado promovió un au- PLAZO DE LOS HERBÍVOROS mento de los contenidos de MOS en los DOMÉSTICOS SOBRE EL suelos profundos y bien drenados, pero una disminución en los contenidos de CICLO DEL C Y N MOS en los suelos superficiales y en los inundables (Figura 6, Cuadro 1). A pesar Resultados experimentales en de esto, en todos los tipos de suelos la región ocurrieron cambios similares en la cali- dad de la materia orgánica: una disminu- Análisis de áreas clausuradas al pas- ción en la relación C/N de las fracciones toreo sugieren resultados similares a los lábiles de la materia orgánica bajo clau- Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 85

COS (mg.cm-3) COS (mg.cm-3) COS (mg.cm-3) 0 10203040 0 10203040 0 10203040 0 0 0 10 10 10 20 20 20 30 30 30 40 40 40 50 50 50

60 60 MAOM Clausura 60 70 70 MAOM Pastoreo 70 Profundidad (cm) (cm) Profundidad 80 80 POM 53 Clausura 80 90 90 POM 53 Pastoreo 90 100 100 100

NOS (mg.cm-3) NOS (mg.cm-3) NOS (mg.cm-3)

0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 0,0 1,0 2,0 3,0 4,0 0 0 0

10 10 10

20 20 20

30 30 30

40 40 40

50 50 50

60 60 60

70 70 70

Profundidad (cm) (cm) Profundidad 80 80 80

90 90 90

100 100 100

C/N C/N C/N 0 102030 0 102030 010203 0 0 0 10 10 10 20 20 20 30 30 30 40 40 40 50 50 50 60 60 60 70 70 70 Profundidad (cm) (cm) Profundidad

80 (cm) Profundidad Profundidad (cm) (cm) Profundidad 80 80 90 90 90 100 100 100

Figura 6. Variaciones en profundidad del contenido de C y N orgánico y de la relación C/N en diferentes fracciones de la materia orgánica del suelo bajo pastoreo y clausura, para distintos tipos de suelos (profundos n=8, superficiales n=4 e inundables n=3). Las mediciones corresponden a los siguientes intervalos 0-5, 5-10, 10-30, 30-50, 50-70 y 70-100 cm. MAOM es la materia orgánica asociada a los minerales, POM 53 es la materia orgánica particulada separada utilizando un tamiz de 53 μm y POM 500 es la materia orgánica particulada separada utilizando un tamiz de 500 μm. El C en los sitios clausurados corresponde a una masa de suelo equivalente a la registrada en los sitios pastoreados COS es carbono orgánico del suelo y NOS es nitrógeno orgánico del suelo, (tomado de Piñeiro et al., 2009). 86 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Cuadro 1. Contenidos de carbono (COS) y nitrógeno orgánico del suelo (NOS) promedio en las zonas pastoreadas y clausuradas sobre distintos tipos de suelos (0-30 cm de profundidad)*. Suelos Suelos Suelos de Loma Superficiales Bajos COS clausura (t ha-1) 102 109 60 COS pastoreo (t ha-1) 94 118 69 Diferencia (t ha-1) 8.6 -7.7 -8.9 Diferencia % 10% -15% -13% Tasa de cambio (kg ha-1 año-1) 624 -1192 -800 NOS clausura (t ha-1) 9.0 9.6 6.4 NOS pastoreo (t ha-1) 8.1 10.0 7.3 Diferencia (t ha-1) 0.96 -0.47 -0.93 Diferencia % 13% -13% -13% Tasa de cambio (kgha-1 año-1) 66 -64 -89 C/N del suelo clausura 11.3 11.2 9.4 C/N del suelo pastoreo 11.6 11.5 9.5 *Las diferencias entre regimenes de pastoreo para distintos suelos fueron todas significativas (p<0.01), tanto para el Carbono orgánico del suelo (COS) como para el Nitrógeno orgánico del suelo (NOS). Las diferencias en la relación C:N entre distintos tipos de suelo no fueron significativas.

Las diferencias en los contenidos de COS y NOS entre los tratamientos pas- toreados y clausurados, estuvieron fuer- temente asociadas a lo largo de todo el gradiente, a pesar de las diferencias en la profundidad del suelo y del régimen de inundación (r2=0.90, p <0.001, n=15) (Fi- gura 7). La ordenada al origen de la regresión presentada en la Figura 7 no fue significativamente diferente de 0 (p <0.26) y la pendiente de la regresión sugiere que por cada g de N ganado o perdido se ganaron o perdieron 10,5 g de C. Se encontraron asociaciones simila- res en todas las fracciones del suelo (POM 500, r2=0.71, p <0,001, n=15; POM 53, r2=0,84, p <0,001, n=15; MAOM, Figura 7. Relación entre los cambios ocurridos en el r2=0,89, p <0,001, n=15), sugiriendo una contenido de C y N orgánico del suelo luego de estrecha relación entre los cambios ocu- la exclusión del pastoreo. Los círculos agrupan rridos en el COS y en el NOS. sitios con un mismo tipo de suelo Tomado de Piñeiro et al., 2009. La exclusión del pastoreo disminuyó significativamente la biomasa subterrá- sura, pero en la fracción recalcitrante nea (raíces y otros órganos subterrá- esta relación permaneció constante (Fi- neos) en los pastizales del Río de la gura 6). Estos cambios en la calidad de Plata (PRP). La reducción total del con- la materia orgánica del suelo probable- tenido de C en los órganos subterráneos mente se explican por la disminución de para los primeros 30 centímetros del la relación C/N en la biomasa subterrá- perfil fue en promedio -1.925 kg ha-1 (-41%), nea bajo clausura (Figura 8) producida representando una pérdida de -128 kg ha-1 por los cambios en la composición de año-1 con respecto a los sitios pastoreados. especies (Altesor et al., 2006). En el Se encontró una reducción más pequeña mismo sentido, la exclusión del pastoreo pero significativa, de -28 kg ha-1 (-31%), en el provocó una disminución de la biomasa contenido de N orgánico de los órganos subterránea en todos los sitios a pesar subterráneos, después de la exclusión de de encontrarse sobre distintos tipos de los herbívoros (en los primeros 30 cm de suelos. suelo y en promedio para todos los sitios). Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 87

C content in belowground Contenidos de C en los N content in belowground -3 Contenidos de N en los organs (g.cm ) -3 órganos subterráneos (g.cm ) organs (g.cm-3) -3 a) b) órganos subterráneos (g.cm ) 0.000 0.002 0.004 0.006 0.008 0.00000 0.00005 0.00010 0.00015 0 0 *** *** 5 5 ns ns 10 )

10 ) -1 5000 -1 100 ) ) -1 4000 -1 80 Depth (cm) 15 *** 15 ***

3000 Depth (cm) 60 Profundidad (cm)

2000 Profundidad (cm) 20 ns 40 1000 20 ns 20 C en órganos organs (kg.ha organs (kg.ha N en órganos C in belowground N in belowground 0 0 subterráneos (kg.ha 25 subterráneos (kg.ha PastoreoGrazed Ungrazed Clausura 25 PastoreoGrazed Ungrazed Clausura

C/NC/N of de belowground los órganos c) subterráneosorgans Figura 8. Contenido de C y N y la relación C/N en la biomasa subterránea bajo pastoreo y clausura, 020406080 a distintas profundidades y en promedio para 0 todos los sitios (n=15). El contenido está ** expresado en g de C o N por cm-3 de suelo. Los 5 ns gráficos pequeños muestran el contenido total de C y N en la biomasa subterránea para los 10 primeros 30 cm del suelo (Tomado de Piñeiro et al., 2009).

Depth (cm) 15 Profundidad (cm) ** 20 ClausuraUngrazed PastoreoGrazed 25

Esta reducción menor en el contenido de MOS entre los tratamientos pastorea- de N, con respecto al contenido de C en dos y no pastoreados resultaron del balan- los órganos subterráneos luego de la ce entre los cambios en la partición de C y exclusión del pastoreo, se debió a un N en las raíces y de la capacidad del suelo aumento en la concentración de N en los de acumular la mayor disponibilidad de N órganos subterráneos. La concentración ocasionada por la suspensión de las pérdi- de N en dichos órganos aumentó de 0,89 das de N desde los parches de orina y a 1,19% en el estrato más superficial de heces. En este sentido, se postula que en suelo (0-5 cm), de 0,72 a 0,81% en el los suelos profundos y bien drenados, los estrato de 5-10 cm y de 0.60 a 0.78% en aumentos de MOS en la clausura se debie- el correspondiente al intervalo de 10- ron a una eficiente captura de la mayor 30 cm de profundidad del suelo. Las disponibilidad de N, que contrarrestó las diferencias en la concentración de N de pérdidas de N ocasionadas por la disminu- los órganos subterráneos sólo fueron sig- ción en la biomasa de raíces. nificativas en los intervalos de 0-5 cm y La disminución en el contenido de MOS 10-30 cm (p <0.03, n=15). La concentra- en los suelos superficiales, probablemente ción del C en la biomasa subterránea se debió a que en estos suelos no se pudo permaneció constante en ambos trata- capitalizar en los horizontes profundos la mientos y por esto la relación C/N fue mayor disponibilidad de N y entonces las mayor bajo pastoreo (Figura 8). reducciones en la biomasa subterránea Estos experimentos señalan que las ocasionaron pérdidas de MOS. Finalmen- consecuencias del pastoreo sobre el con- te, la disminución del contenido de MOS tenido y la calidad de la MOS, dependen en los suelos inundables, probablemente principalmente del tipo de suelo y la se debió al régimen de inundación que vegetación. Los cambios en el contenido interactuó con el pastoreo, impidiendo la 88 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

La vía de la productividad

PA ± ≠ ± Otros PPN nutrientes suelo +? Composición + Deposición Fijación especies - atm Biológica + Legum. PPNA PPNS - Consumo PA Entradas Entradas ± Carbono org. estable C/N Nitrógeno suelo org. suelo + Salidas Salidas Compactación ± Reciclaje + Δ Humedad Suelo PA

- Δ Temp Respiración en la suelo Perdidas Lavado Broza descomposición gaseosas (y lavado de COD y erosión)

La vía de la descomposición La vía del Nitrógeno

Figura 9. Esquema de los posibles efectos del pastoreo sobre el carbono orgánico del suelo mediante diferentes vías. Se separaron tres vías principales: la vía del nitrógeno, la vía de la productividad y la vía de la descomposición. PA es pastoreo; PPN es la productividad primaria neta; PPNA es la productividad primaria neta aérea; PPNS es la productividad primaria neta subterránea y COD es carbono orgánico disuelto. Las flechas señalan influencias negativas, positivas o ambas según la evidencia disponible. Tomado de (Piñeiro et al., 2010). formación de MOS a partir de la mayor Diversos autores han mostrado cómo disponibilidad de N en las áreas clausura- el pastoreo puede afectar al COS a través das. de cambios en la productividad primaria o la proporción de ésta que efectivamente Síntesis de los efectos del ingresa al suelo (la vía de la productividad en la Figura 9). Normalmente una porción pastoreo sobre el COS importante de la productividad primaria neta aérea (PPNA) es consumida por los Los distintos mecanismos por los herbívoros, disminuyendo la cantidad de cuales el pastoreo puede afectar los con- C que efectivamente ingresa al suelo tenidos de COS (y el ciclo del C y N en (Figura 9). El pastoreo puede además general) se pueden agrupar en tres vías disminuir la PPNA debido a la remoción principales. Piñeiro et al., 2010 realiza- de biomasa verde y la consecuente dis- ron una revisión global de los efectos del minución en el área foliar y la intercep- pastoreo sobre la acumulación de COS y ción de radiación. En contraposición, los NOS, y concluyeron que existen tres vías herbívoros también pueden incremen- principales por las cuales el pastoreo tar la PPNA al remover tejidos viejos afecta la MOS: la vía del nitrógeno, la vía que poseen menor eficiencia fotosinté- de la productividad y la vía de la descom- tica o biomasa seca que disminuye la posición (Figura 9). El pastoreo puede intercepción de radiación por las hojas alterar los contenidos de COS por las verdes (McNaughton, 1983, Knapp y tres vías simultáneamente o alguna de Seastedt, 1986). El efecto neto del ellas y en consecuencia puede generar pastoreo dependerá del balance entre respuestas diferentes en distintos eco- estos mecanismos. sistemas del planeta. El esquema de la Figura 9 puede ser utilizado para evaluar El pastoreo también puede afectar la y organizar los efectos del pastoreo en partición de C a órganos subterráneos y un sitio en particular. por lo tanto alterar la proporción de la PPN que ingresa al suelo. La PPNS Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 89 ingresa directamente al suelo y por lo (Heckathorn y Delucia, 1996, Derner et tanto contribuye a la formación de COS al., 2006, Piñeiro et al., 2009). Los herbí- en mayor proporción que la PPNA voros pueden también disminuir las en- (Johnson y Matchett, 2001). Los efectos tradas de N al disminuir la abundancia de del pastoreo sobre la PPNA son varia- leguminosas y pueden favorecer las re- bles, pero principalmente negativos (Oes- deposiciones de N de las lluvias al au- terheld et al., 1999), mientras que los mentar la volatilización desde los par- efectos del pastoreo sobre la PPNS son ches de orina (Figura 9), como se discu- en general positivos (McNaughton et al., tirá en detalle más adelante. 1998, Pucheta et al., 2004, Derner et al., El pastoreo puede acelerar la tasa de 2006). Es por esto que el pastoreo podría ciclado de N, pero también disminuir la aumentar la formación de COS al aumen- cantidad de N en el ecosistema, afectan- tar la PPNS. do el ciclo del carbono (Figura 9). Los El pastoreo también puede alterar la herbívoros aceleran los retornos de N al PPN al producir cambios en la composi- suelo, ya que devuelven rápidamente al ción de especies de la comunidad vege- suelo el N consumido en forma inorgáni- tal (Figura 9). Los mecanismos por los ca. Los herbívoros podrían aumentar la cuales el pastoreo podría afectar la com- productividad de la vegetación, como ha posición de especies son muchos pero sido observado en algunas regiones, de- se pueden separar en mecanismos di- bido a que generalmente el N limita la rectos (debidos a la selección de los productividad y por lo tanto la devolución herbívoros, pisoteo, destrucción física, rápida de N por parte de lo herbívoros en etc.) o indirectos (cambios en la disponi- formas rápidamente asimilables por las bilidad de nutrientes, en la temperatura plantas podría aumentar la velocidad de del suelo, disponibilidad de agua, luz, ciclado de este elemento y favorecer la etc.)(Semmartin y Oesterheld 2001, productividad (Frank y Evans 1997, Mc- Bakker et al., 2003). Los efectos,a su Naughton et al., 1997, Holdo et al., 2007, vez, dependen de la historia evolutiva de Semmartin et al., 2007). Algunos auto- los herbívoros en el sitio de estudio (Mil- res sugieren que el pastoreo puede ace- chunas y Lauenroth 1993, Cingolani et lerar el ciclo del N en sistemas de alta al., 2005). Llamativamente, en Uruguay fertilidad, pero disminuir su velocidad de casi no existen trabajos que evalúen la ciclado en sistemas de baja fertilidad debi- dinámica de las poblaciones vegetales do a una disminución en el NOS (Frank y del pastizal natural y el efecto del pasto- McNaughton 1993, McNaughton et al., reo sobre su demografía. Información de 1997, Augustine y McNaughton, 2006). De este tipo constituiría la base fundamental todas formas, un ciclado mas rápido de N desde la cual se podrían construir estra- o disminuciones en la cantidad de NOS, tegias de manejo del pastoreo de los podrían explicar los aumentos en la rela- pastizales naturales. ción C/N observados en el suelo luego Los cambios en la acumulación de del pastoreo (Piñeiro et al., 2010). COS en general son afectados por la Finalmente, el pastoreo puede reducir disponibilidad de N, que también afecta los contenidos de COS al aumentar la la PPN y la descomposición (Figura 9). descomposición (la vía de la descompo- Los herbívoros pueden alterar las reser- sición - Figura 9) mediante cambios en vas de COS mediante aumentos o dismi- las condiciones micrometeorológicas nuciones en las entradas o salidas de N, (temperatura y humedad del suelo). Las ya que la relación C/N de la materia reducciones en la cantidad de broza o orgánica es relativamente estable, prin- material vegetal muerto sobre el suelo cipalmente en las fracciones mas recal- ocasionadas por los herbívoros (Savado- citrantes del suelo (Piñeiro et al., 2006a). go et al., 2007) aumentan la temperatura Los herbívoros pueden aumentar las pér- del suelo, la amplitud térmica y la evapo- didas de nitrógeno mediante las deposi- ración, favoreciendo la descomposición ciones concentradas de heces y orina (Bremer et al., 1998, Burke et al., 1998). (Whitehead y Raistrick 1993), pero pue- Mediciones de la temperatura del suelo den aumentar la retención de N en el realizadas por el autor durante el verano ecosistema y favorecer la absorción de N en pastizales naturales del departamen- al aumentar la producción de raíces to de San José, revelaron diferencias de 90 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Cuadro 2. Estimaciones de las emisiones de N (volatilización) desde los parches de orina y heces para los pastizales del Río de la Plata (tomado de Piñeiro et al., 2010).

Productividad kg/ha.año (Sala 1981) 5000

% consumo (Oesterheld 1992) 58

Consumo de forrage Kg/ha.año 2900 Carbono Consumido Kg /ha.año 1450

C/N de forraje consumido 14

N consumido Kg /ha.año 104 % de N consumido que retorna al suelo Whitehead et al. 1993 80 Emisiones de N Kg /ha.año 20.7

5.0 to 42.9 kg/ha.año

Figura 10. Ciclo del N en los ecosistemas pastoreados mostrando los flujos y compartimentos considerados comúnmente y nuevos flujos y compartimentos sugeridos para mejorar nuestra compresión del ciclo del N. Los flujos nuevos se muestran con líneas punteadas. El nuevo compartimento es el nitrógeno reactivo en la atmósfera. El tamaño de los flujos y cajas es proporcional a la magnitud de los mismos. Los números señalan los nombres de los flujos, (1) volatilización de N desde los parches de orina y heces, (2) emisiones de N reactivo desde suelo, (3) redeposición, (4) fijación biológica de N, (5) exportación a sistemas adyacentes, (6) emisiones de

N2O, (7) conversión de N2 en N reactivo por descargas eléctricas, (8) lixiviación, (9) reciclado a través de la biota del suelo, la vegetación o los herbívoros (Piñeiro et al., 2006b). Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 91 10° C entre situaciones pastoreadas y yacentes (Figura 10, Flujo 5), como zo- clausuradas a la herbivoría por ganado nas agrícolas, áreas protegidas, lagunas doméstico. También los aumentos en la u océanos. A su vez, los resultados compactación del suelo provocados por obtenidos con los modelos de simula- el pisoteo podrían reducir la cantidad de ción (Piñeiro et al., 2006b) muestran que agua infiltrada al suelo y aumentar las la emisión de N reactivo desde el suelo variaciones en la humedad del suelo, disminuye con el pastoreo (Figura 10, potencialmente aumentando la descom- Flujo 2) y principalmente la emisión de posición de la materia orgánica del suelo N2O (Fig. 10, Flujo 6), el cual reacciona (Abdel-Magid et al., 1987, Savadogo et en la estratósfera con el ozono. A su vez, al., 2007) (Figura 9). el N puede ingresar al ecosistema desde

el reservorio estable de N2, a través de la fijación biológica de N (Figura 10, Flujo CAMBIOS EN EL CICLO DEL N 4) o vía descargas eléctricas (Figura 10, Y DEL N REACTIVO EN LA Flujo 7). El N también recircula en el ATMÓSFERA ecosistema (Figura 10, Flujo 9), ya sea a través de la biota del suelo, la vegeta- Los estudios mencionados anterior- ción o los herbívoros y puede ser lixiviado mente sugieren que la ganadería podría (Fig. 10, Flujo 8). Este esquema muestra estar aumentando las emisiones de N la importancia de considerar al N reactivo reactivo a la atmósfera, lo cual ha sido para entender los efectos del pastoreo corroborado por las altas tasas de depo- sobre la acumulación de materia orgáni- sición de amonio observadas en medicio- ca del suelo en la región y hace suponer nes de agua de lluvia en la región (Piñeiro que las re-deposiciones de N podrían en et al., 2007). Las formas reactivas de N (o parte atenuar las mayores pérdidas de N N reactivo) son aquellas formas químicas ocasionadas por el pastoreo. Sin embar- de N que no son estables en la atmósfera go, la mayor apertura del ciclo del N, y que generalmente reaccionan con otros ocasionada por los herbívoros domésti- gases o son rápidamente redepositados cos, vuelve a los ecosistemas más de- en sitios cercanos (Galloway y Cowling, pendientes de la circulación atmosférica 2002). Ejemplos de estas formas reacti- de N y menos de la recirculación interna y por lo tanto puede provocar pérdidas de vas de N son el NH4, NOX y el N2O. Debido a las altas cargas ganaderas de la región, N en la materia orgánica del suelo. Estos los herbívoros domésticos podrían estar análisis sugieren que sería necesario provocando altas emisiones de N desde realizar mediciones en la región de las los parches de orina y heces, en forma de deposiciones de NH4 y NOx, así como también estudios sobre la emisión de NH4, aumentando la cantidad de N reac- tivo en la atmósfera. Las altas tasas de gases traza (N2O y NOx) en situaciones acumulación de N obtenidas en las clau- pastoreadas y clausuradas. suras de suelos profundos sugieren una alta deposición de N en la región (supe- rior a los 20 kg de N ha-1 año-1). Cálculos IMPLICANCIAS DE MANEJO muy sencillos muestran que la cantidad Las evidencias disponibles surgieren de N reactivo emitido por los herbívoros a que el N es una limitante importante para la atmósfera es similar a la cantidad el almacenaje de carbono en la materia acumulada en las clausuras de los sue- orgánica del suelo, especialmente bajo los profundos (Cuadro 2) (Piñeiro et al., pastoreo. La generación de una mayor 2010). Un análisis de sensibilidad de los cantidad de raíces, estimulada por el supuestos utilizados en este cálculo per- pastoreo, podría disminuir las salidas de mite estimar que las emisiones de N varían N y aumentar la captura de N y C en el entre 5 y 43 kg de N ha-1 año-1. suelo. Estrategias de manejo que maxi- Las mayores emisiones de N desde micen la formación de raíces, indirecta- los parches de orina y heces pueden ser mente ayudarán a conservar el N dentro redepositadas localmente, ya que la vida del ecosistema y favorecer la acumula- media del NH4 en la atmósfera es corta ción de materia orgánica. Sin embargo,

(Figura 10). Sin embargo, el NH4 también poco se sabe en la región sobre el impac- puede ser redepositado en regiones ad- to de distintas frecuencias o intensida- 92 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales des de pastoreo sobre la producción de bién a una menor calidad del forraje y raíces. El aumento de las entradas de N accesibilidad del mismo. es otra opción para aumentar el N dispo- El esquema presentado sobre los efec- nible para la formación de MOS, princi- tos del pastoreo sobre la MOS puede ser palmente aumentando la fijación biológi- usado para organizar, analizar o com- ca del N o la fertilización inorgánica. Si prender los complejos efectos del pasto- embargo, hay que ser cuidadosos con reo sobre la acumulación de MOS. Un respecto a los posibles efectos no de- aumento en la MOS y por consiguiente seados de estas prácticas, como ser las en la fertilidad de suelo genera situacio- alteraciones en la biodiversidad o com- nes beneficiosas en términos de la pro- posición de especies, la volatilización de ductividad de los establecimientos gana- N O (gas de efecto invernadero) o NH y el 2 4 deros, pero también ayudando a las ini- lixiviado de NO que contamina el agua 3 ciativas globales para la reducción de los subterránea. gases de efecto invernadero. Mediciones Identificar la vía por la cual el pastoreo de las transferencias de N reactivo dentro puede estar alterando el COS en cada de una región, así como la dinámica sitio es un paso importante para diseñar poblacional y la interacción entre espe- prácticas de manejo localmente adapta- cies vegetales con el pastoreo están das para aumentar el almacenaje de COS. faltando en la región. La fijación asimbió- Por ejemplo, el cambio en la composi- tica de N tampoco ha sido cuantificada ción de las especies resultante del pas- aún en estos pastizales y desconoce- toreo, puede ser un factor determinante mos su aporte al ciclo del N y la acumu- de los cambios en el COS en una región, lación de COS. Muchos de estos vacíos debido a que la «vía de la productividad» de conocimiento podrían abordarse ge- y la «vía del nitrógeno» son ambas afec- nerando experimentos de largo plazo del tadas por cambios en la composición de pastoreo (como existen en otras regio- especies. Se ha demostrado que el pas- nes del mundo). Estos experimentos pro- toreo intenso puede aumentar la presen- porcionarían información crucial para el cia de hierbas, principalmente en la re- diseño de prácticas de manejo locales gión de las pampas, las cuales tienen dirigidas a conservar el N a nivel del baja PPN y podrían disminuir las entra- paisaje y favorecer la acumulación de das de C al suelo. En otras situaciones, MOS bajo condiciones de pastoreo. la remoción de material senescente y hojas viejas por parte de los herbívoros, podría aumentar la PPN y por ende las AGRADECIMIENTOS entradas de C al suelo. Los productores Se agradecer especialmente al grupo y técnicos deberían, para cada situación Ecología de Pastizales de la Facultad de en particular, analizar los posibles meca- Ciencias y a los integrantes de Laborato- nismos por los cuales el pastoreo podría rio de análisis regional y teledetección estar afectando la MOS y la fertilidad, (LART) de la Facultad de Agronomía de la utilizando las evidencias científicas dis- UBA, por su colaboración en muchos de ponibles para la región y sus observacio- los experimentos e ideas sintetizadas en nes empíricas. Por ejemplo, sistemas de este capítulo. Este trabajo fue parcial- manejo con periodos de descanso esta- mente financiado por un subsidio prove- cional y anual pueden contribuir a dismi- niente del Inter-American Institute for nuir el impacto negativo del pastoreo Global Change Research (IAI) CRN-2031 sobre la composición de especies que el cual recibe el apoyo de la US National conduce a disminuciones del COS, así Science Foundation (Grant GEO- como de la productividad primaria y tam- 0452325. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 93 BIBLIOGRAFÍA BURKE, I. C.; LAUENROTH, W. K.; MILCHUNAS, D.1997. Biogeochemistry ABDEL-MAGID, A. H.; SCHUMAN, G. E.; of managed grasslands in Central North HART, R. H. 1987. Soil bulk density and America. Pages 85-102 en E. A. Paul, water infiltration as affected by grazing K. Paustian, E. T. Elliott, y C. V. Cole, systems. Journal of Range Management editores. Soil Organic Matter in 40:307-309. Temperate Agroecosystems. CRC Press, Boca raton. ALTESOR, A. 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1INIA La Estanzuela. suelo y su relación con [email protected] la heterogeneidad florística

Proyecto FPTA 175 Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010

RESUMEN

Los subsistemas que componen los ecosistemas terrestres, sobre y debajo de la superficie, son dependientes entre sí. Las plantas proporcionan el carbono y los recursos para los organismos que intervienen en la descomposición y para aquellos asociados a las raíces. Por su parte, la biota del suelo, que directa o indirectamente interviene en procesos del suelo como la descomposición de la materia orgánica, la mineralización y disponibilidad de nutrientes, y en la estructura del suelo, afecta la composición de las comunidades vegetales. La trama trófica del suelo está organizada en diferentes niveles de acuerdo al tamaño de los individuos y se basa fundamentalmente en las relaciones entre los microorganismos y los invertebrados. Los de mayor tamaño, macrofauna del suelo, que a través de sus actividades físicas y metabólicas tienen efectos en la estructura y fertilidad del suelo, están determinadas por la diversidad y composición de la vegetación y por el manejo que se realiza. En este capítulo se presenta información acerca de la macrofauna del suelo y sus interacciones con la vegetación, profundizando en los resultados obtenidos en los relevamien- tos realizados en las unidades de vegetación de las regiones centro norte (basalto) y centro sur (cristalino) del país.

INTRODUCCIÓN Los servicios ecosistémicos que brin- da el suelo a escala de parcela y de Los ecosistemas terrestres están com- paisaje son resultantes del amplio rango puestos por dos subsistemas, sobre y de procesos en los que interviene la biota debajo de la superficie, que interactúan del suelo. Los diversos organismos (bac- entre sí y dependen uno del otro. Las terias, hongos, plantas, animales) edáfi- plantas proporcionan el carbono y los cos regulan colectivamente el ciclo de recursos para los organismos que inter- nutrientes y flujo de carbono, modifican vienen en la descomposición y para aque- la estructura física del suelo y actúan llos asociados a las raíces. Por su parte, sobre el régimen del agua y la erosión, los individuos que intervienen en la des- por lo que la presencia de comunidades composición de la materia orgánica y en diversas asegura el mantenimiento de la mineralización de nutrientes, regulan suelos productivos (Lavelle et al., 2006). indirectamente el crecimiento de las plan- La trama trófica del suelo está organi- tas, determinando la composición de las zada en diferentes niveles de acuerdo al comunidades vegetales. Los herbívoros tamaño de los individuos y se basa funda- de raíces y sus depredadores directa o mentalmente en las relaciones entre los indirectamente afectan el desarrollo de microorganismos y los invertebrados. La las plantas así como la cantidad y calidad microflora (bacterias, hongos y algas) de los recursos que ingresan al suelo ocupa el primer nivel y es el principal (Wardle et al., 2004, Van der Putten 2005). agente de la actividad bioquímica; está 98 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales involucrada directa o indirectamente en tados obtenidos en el marco del Proyec- los procesos biológicos, físicos y quími- to FPTA-175 en los relevamientos reali- cos (Sparling 1997). La fauna del suelo zados en las unidades de vegetación de comprende una gran variedad de organis- las regiones centro norte (basalto) y cen- mos con tamaños y estrategias adapta- tro sur (cristalino) del país. tivas muy diferentes, especialmente en cuanto a la movilidad y modo de alimen- tación, lo que determina la manera en la MACROFAUNA DEL SUELO que intervienen en los procesos del Este grupo está constituido por los suelo (Cole et al., 2006; Linden et al., invertebrados de mayor tamaño, que son 1994). Las importantes diferencias en el visibles al ojo humano (Linden et al., tamaño corporal sugieren que sus efec- 1994). Los organismos que lo integran tos ocurren en distintas escalas espa- pertenecen a distintos Fila, Clases y ciales y temporales. Órdenes (Cuadro 1) y se caracterizan De acuerdo al tamaño del cuerpo la porque operan en escalas de tiempo y fauna edáfica se divide en tres grupos. La espacio más amplias que los grupos de microfauna, con un ancho del cuerpo menor tamaño (microfauna y mesofau- menor a 0,1 mm, compuesta por nemáto- na). La mayoría tiene ciclo biológico lar- dos y protozoarios; la mesofauna que go (un año o más), baja tasa reproducti- tiene un ancho del cuerpo con un rango va, movimientos lentos y poca capacidad de 0,1 a 2 mm e incluye microartrópodos de dispersión. Desde el punto de vista de como ácaros y colémbolos y la macro- la alimentación incluye individuos que fauna integrada por animales con un an- son herbívoros, detritívoros y depredado- cho de cuerpo mayor a 2 mm. Este res. Aquellos organismos que participan último grupo se destaca porque a través en los dos subsistemas (sobre y debajo de sus actividades físicas y metabólicas de la superficie) que componen el eco- intervienen en cinco procesos ecosisté- sistema terrestre, son los responsables micos fundamentales: ciclos de la ener- de la conexión entre las cadenas alimen- gía, de nutrientes e hidrológico y en los tarias de la parte aérea y del suelo procesos de sucesión de la vegetación y (Coleman et al., 2004). de regulación biótica (Linden et al., 1994), A través de sus actividades físicas favoreciendo la resiliencia y resistencia (mezcla del mantillo con el suelo, cons- de suelo (Lavelle et al., 2006). trucción de estructuras y galerías, agre- En este capítulo se presenta informa- gación del suelo) y metabólicas (utiliza- ción existente en relación a la macrofau- ción de fuentes orgánicas disponibles, na del suelo y sus interacciones con la desarrollo de relaciones mutualistas y vegetación, profundizando en los resul- antagonistas) participan en procesos que

Cuadro 1. Clasificación taxonómica de los organismos integrantes de la macrofauna del suelo. Filo Clase Sub-Clase Orden

Annelida Clitellata - Oligochaeta

Arachnida - Araneae - Coleoptera Insecta Dictyoptera Diptera Arthropoda Hemiptera Hymenoptera Homoptera Isoptera Orthoptera Crustacea - Isopoda Myriapoda Chilopoda Diplopoda Nematoda Adenophorea - Mermithida Mollusca Gastropoda -

Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 99 brindan servicios ecosistémicos (Curry, GRUPOS FUNCIONALES DE 1987b, Curry y Good, 1992; Linden et al., LA MACROFAUNA Y SUS 1994, Lavelle et al., 2006). Al fragmentar las partículas, producir pelotas fecales y EFECTOS estimular la actividad microbiana inter- Para reducir la complejidad de la tra- vienen en los ciclos de la materia orgáni- ma trófica del suelo se han propuesto ca y de los nutrientes. Con la redistribu- distintas clasificaciones de grupos fun- ción de la materia orgánica y de los cionales (FAO, 2001). Una de ellas, qui- microorganismos, la mezcla de suelo zás la más útil, es la que divide a la con partículas orgánicas y la producción macrofauna del suelo de acuerdo al com- de pelotas fecales causan mejoras en la portamiento alimenticio. Los herbívoros agregación. También modifican la aerea- se alimentan de las partes vivas de las ción e infiltración y la textura del suelo, a plantas, los depredadores de animales través de la construcción de galerías y al vivos y los detritívoros de la materia orgá- traer a la superficie y mezclar suelo de nica no viva de origen animal y vegetal, de las capas inferiores del perfil (Lavelle y los microorganismos asociados, de he- Spain, 2001). Por medio del cavado tie- ces de vertebrados e invertebrados, así nen la capacidad de crear sus propios como también de compuestos producto espacios y de ejercer grandes efectos en del metabolismo de otros organismos la estructura del suelo (Coleman et al., (FAO, 2001; Moore et al., 2004). 2004). También intervienen directa o indi- rectamente, de manera positiva o negati- Las interacciones bióticas entre es- va, en el proceso de producción primaria. tos grupos funcionales intervienen en la El ramoneo de micorrizas y patógenos, regulación de los procesos ecosistémi- la dispersión de microorganismos esti- cos fundamentales (Figura 1). Como con- muladores del crecimiento y de antago- secuencia de la herbivoría realizada por nistas de patógenos de plantas, así como invertebrados se afecta la cantidad y los efectos en la estructura física del calidad de recursos que ingresan al sue- suelo, son ejemplos de cómo sus activi- lo y por lo tanto a los individuos detritívo- dades inciden indirectamente en este ros y depredadores (Wardle y Bardgett proceso. Otros efectos más directos, 2004). A su vez la calidad y cantidad de que afectan los procesos sucesionales de vegetación, son la dispersión de semi- llas y el daño de raíces debido a herbivo- ría (Scheu, 2001). A través de distintas interacciones participa de los procesos de regulación biótica, directamente al realizar el control de invertebrados e indirectamente al alimentarse de la mi- croflora que estimula el desarrollo de los microorganismos supresivos de enfer- medades (Lavelle y Spain, 2001). Es el grupo que tiene mayor influencia en los microartrópodos que componen la tra- ma trófica del suelo (Coleman et al., 2004). Por lo tanto, la diversidad de la macrofauna del suelo e intensidad de su actividad tiene efectos en la distri- bución del agua en el perfil, el nivel de erosión, el crecimiento de las plantas y la emisión de gases a la atmósfera (Ruiz y Lavelle, 2008). Figura 1. Relaciones entre los diferentes grupos funcionales de la macrofauna del suelo. 100 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales los detritos que ingresan al sistema tie- El Orden Hymenoptera tiene una am- nen gran importancia en la evolución y plia distribución latitudinal y ocurre en mantenimiento de la diversidad de los los ecosistemas más extremos. Los in- detritívoros, lo que afecta los ciclos de tegrantes de la Familia Formicidae son nutrientes y en consecuencia a los pro- insectos sociales, con castas definidas, ductores primarios y a los consumidores los cuales tienden a ser más abundantes (herbívoros y depredadores) (Moore et en bosques abiertos y secos y en pasti- al., 2004). Por otra parte, los depredado- zales (Stradling, 1978 citado por Curry, res pueden ejercer importantes efectos 1987a). Las hormigas cortadoras (Atta y en la producción primaria neta y en la Acromyrmex) son reconocidas por su descomposición lo cual a su vez tienen capacidad defoliadora y consideradas los implicancias a nivel de las comunidades herbívoros más importantes de América y de los ecosistemas (Masters, 2004, del Sur (Hölldobler y Wilson, 1990, Farji Wardle y Bardgett, 2004). Cuando la Brener, 1992). El tamaño de las colonias complejidad de las mismas es grande, es variable, desde unas pocas docenas es muy probable que los efectos indirec- en las especies más primitivas a varios tos en la regulación de las funciones de millones. Sus actividades como consu- los ecosistemas sean muy importantes midores primarios tienen importantes con- (Price, 1988). secuencias en las comunidades vegeta- les. Además los géneros Acromyrmex y Efectos de los herbívoros Atta, modifican la estructura física, textura y propiedades químicas del suelo, a través de la construcción de de sistemas de Entre el 50 y 90% de la producción galerías y cámaras, lo cual tiene efectos primaria neta corresponde a las partes en la porosidad del suelo, aereación, subterráneas de las plantas y una alta infiltración y drenaje, y movimientos ver- proporción de la misma es consumida ticales de suelo (Farji Brener, 1992). El por los invertebrados herbívoros que ha- volumen de suelo movilizado por una bitan el suelo, que en su mayoría son colonia puede ser muy importante (Farji insectos (Masters, 2004). Este grupo Brener, 1992); Bucher y Zuccardi (1967) está integrado por insectos de los órde- estimaron que las hormigas pueden re- nes Coleoptera (Familias Chrysomelidae, mover una tonelada de suelo por hectá- Curculionidae, Elateridae y Scarabaei- rea y por año. Estas modificaciones en la dae), Hemiptera, Homoptera, Hymenop- disponiblidad de recursos provocadas por tera y Orthoptera e individuos pertene- la construcción de los nidos tienen efec- cientes a la clase Gastropoda. De todos tos a nivel de la estructura de la vegeta- ellos los más representados en Uruguay ción, etapas sucesionales y dinámica son: Coleoptera e Hymenoptera (hormi- del paisaje (Farji Brener, 1992). gas cortadoras) (Zerbino, 2005, Zerbino et al., 2008 a). El efecto de los herbívoros de raíces en las plantas puede ser negativo, nulo o Las especies fitófagas del Orden Co- estimulador de la biomasa aérea en to- leoptera pertenecen a las Familias das las escalas (individuo, población, Elateridae, Melolonthidae (Scarabaeoi- comunidad) y depende del nivel de herbi- dea), Curculionidae y Chrysomelidae. voría, de las especies vegetales y de las Algunos viven en la superficie y con vege- interacciones con otros grupos. Con la tación baja, mientras otros son verdade- pérdida de raíces se afecta el desarrollo ros cavadores durante toda o parte de su de las plantas, disminuye la absorción ciclo de vida (Curry, 1987a). La abundan- de nutrientes y de agua y se reduce la cia de estos insectos es muy variable de cantidad de tejidos de reserva. El daño un ambiente a otro y de un ciclo anual al de raíces altera las relaciones fuente- siguiente. Algunos autores reportan que fosa dentro de la planta, el crecimiento el conjunto de estas familias en regiones compensatorio que ocurre en ellas es a templadas pueden alcanzar valores de expensas del desarrollo de nuevos bro- varios cientos de individuos por metro tes (Mortimer et al., 1999 citados por cuadrado (Curry, 1969, Edwards y Lofty, Poveda et al., 2007). Como resultado de 1978, Persson y Lohm, 1977 citados por la herbivoría radicular se pueden producir Curry, 1987a). cambios en la fenología de las plantas y Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 101 en la composición de las comunidades da, Isopoda, e insectos pertenecientes a vegetales a través de una reducción se- los Órdenes Coleoptera, Dictyoptera, lectiva del crecimiento o muerte de espe- Diptera e Isoptera. En nuestro país los cies e indirectamente por cambio en la más abundantes son Oligochaeta e competencia interespecífica (Van der Isoptera (Zerbino 2005, Zerbino et al., Putten, 2005). Los efectos de la herbivo- 2008 a). ría de raíces dependen de la intensidad, Los integrantes del Orden Oligochae- los niveles bajos dan como resultado ta participan de la descomposición de la sistemas radiculares más eficientes, lo materia orgánica (fragmentan, cavan y que beneficia a las plantas hospederas mezclan residuos de plantas) y sus acti- (Curry, 1987, Masters, 2004). Cuando vidades tienen efectos en la estructura los daños del sistema radicular son im- del suelo (agregación y formación de portantes, el desarrollo de las plantas es poros) (Coleman et al., 2004). Consumen afectado de manera negativa llegando a por día una cantidad de alimento equiva- causar su muerte. El resultado de inten- lente al peso de su cuerpo. La digestión sidades de herbivoría moderadas va a es mediada por una mezcla de enzimas depender de la disponibilidad de nutrien- producidas en la pared del tracto digesti- tes, del agua en el suelo y de la compe- vo y por la microflora del suelo que ingie- tencia entre plantas (Masters, 2004). ren (Lavelle y Spain, 2001). La abundan- También como resultado de la herbivoría cia relativa y la composición de la comu- de raíces se producen cambios en las nidades depende del suelo, del clima, la comunidades de los detritívoros y sus topografía, la vegetación, la historia del depredadores, como consecuencia de uso del suelo y especialmente de las los cambios cuanti y cualitativos que se invasiones de especies exóticas, dado producen en la vegetación, que serán los que generalmente las especies nativas futuros residuos que ingresan al suelo son desplazadas por las introducidas (Masters, 2004, Wardle y Bardgett, 2004). (Coleman et al., 2004). En un sitio nor- La presencia de herbívoros de raíces malmente son encontradas menos de puede tener efectos positivos en la pro- media docena de especies. En las zonas ducción primaria cuando se producen templadas, en otoño y primavera se re- incrementos en la actividad microbiana gistran picos de abundancia y actividad, del suelo, que redundan en un aumento de lo que refleja las condiciones favorables la tasa de descomposición y mineraliza- de temperatura, humedad y suministro ción de nutrientes y como resultado hay de alimento (Curry, 1987a). una mayor disponibilidad de carbono y nitrógeno para las plantas (Masters, 2004). El Orden Isoptera es uno de los inte- grantes más importantes de la fauna del Por lo tanto, al considerar la respues- suelo. Predominan en las zonas tropica- ta de las plantas hay que tener en cuenta les y subtropicales y son escasos o las interacciones con otros grupos, por están ausentes en altas latitudes (Curry, ejemplo las plantas responden de dife- 1987a). Son insectos sociales con un rente manera a la herbivoría radicular. En sistema de castas bien desarrollado. Las presencia de descomponedores la bio- colonias varían desde unos pocos cien- masa total de las plantas se mantiene, tos a varios millones de individuos. Los en ausencia de este grupo disminuye nidos son construidos con suelo, mate- considerablemente (Poveda et al., 2007). rial vegetal, excreciones y saliva; pueden ser enteramente subterráneos o cons- Efecto de los detritívoros truir montículos. Requieren un alimento rico en polímeros como la lignina, celulo- Los organismos que pertenecen a este sa y hemicelulosa. Tienen relaciones de grupo funcional están involucrados en la mutualismo sofisticadas con la microflo- descomposición de los residuos. Como ra que permiten la descomposición de la resultado de su actividad a menudo se celulosa. Construyen galerías en el sue- incrementa el crecimiento de las plantas lo y transportan grandes cantidades de y su contenido de nitrógeno (Wardle et material orgánico desde la superficie a al., 2004). Está integrado por un amplio sus cámaras; ambas actividades contri- rango de grupos taxonómicos, entre los buyen significativamente en el ciclo de que se encuentran: Oligochaeta, Diplopo- nutrientes. Durante la descomposición 102 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales de sus alimentos producen metano dores generalistas, son los grupos taxo- (Lavelle y Spain, 2001). nómicos predominantes en nuestro país En general los organismos que se (Zerbino 2005, Zerbino et al., 2008 a ). alimentan de residuos, con excepción de Los integrantes del Orden Araneae Isoptera, tienen poca capacidad para pro- pueden representar la mitad de los de- ducir cambios químicos en los residuos, predadores de un agroecosistema. La por lo que para obtener la energía practi- mayoría de las especies habitan entre can la coprofagía. En las pelotas fecales los residuos, algunas viven en el suelo se desarrolla importante actividad micro- (Coleman et al., 2004). La importante biana que es la que produce las transfor- abundancia de arañas durante el invierno maciones químicas (Lavelle y Spain, y primavera en ambientes perennes, su- 2001). El mayor efecto es el cambio giere que estos hábitats son adecuados físico por la disminución del tamaño de la para que se produzca la hibernación. La partícula. estructura y composición del paisaje cir- Los efectos de las interacciones indi- cundante afecta la composición de las rectas mediadas por el subsistema de la comunidades (Öberg, 2007). Algunos au- descomposición son tan importantes tores consideran que este grupo es tan como las interacciones directas causa- eficiente, que los cambios en la densidad das por los herbívoros de raíces, llevando afectan a las poblaciones de organismos en algunos casos a una misma respues- considerados plaga (Rypstra et al., 1999), ta en el sistema sobre la superficie del sin embargo otros consideran que su suelo (Poveda et al., 2007, Wardle, 2006). efectividad es escasa como consecuen- cia de su lenta reproducción y fuertes La comunidad de detritívoros afecta adaptaciones territoriales que determi- directamente la tasa de descomposición nan bajas densidades aún cuando hay de la materia orgánica y de la mineraliza- abundancia de presas (Coleman et al., ción y disponibilidad de nutrientes y como 2004). Las principales presas son insec- resultado de ello se producen cambios tos y otros artrópodos pequeños (Ben- en la composición química de las plan- tancourt y Scatoni, 2001) que habitan los tas, la fenología, la composición de las residuos y el suelo (Coleman et al., 2004). comunidades vegetales y de los consu- midores primarios y secundarios (herbí- Los integrantes de la familia Carabi- voros y depredadores) (Moore et al., 2004, dae, cuyas larvas habitan en el suelo, se Poveda et al., 2007). alimentan de Collembola, Diptera, Coleoptera, Homoptera (Aphididade), Cada mecanismo por el cual los detri- Oligochaeta y otras presas (Mitchell, tívoros pueden afectar el crecimiento y la 1963, citado por Curry, 1987a). La com- estructura de la comunidad de las plan- posición de las comunidades de estos tas modifica la actividad de los restantes insectos están estrechamente relacio- grupos funcionales y en consecuencia la nadas a la estructura del paisaje por lo estructura de toda la comunidad presen- que pueden ser útiles en la evaluación de te sobre y debajo de la superficie. los cambios producidos a este nivel (Millán de la Peña et al., 2003). Efecto de los depredadores Los depredadores generalistas son generalistas fundamentales en los ecosistemas te- rrestres (Scheu, 2001). Este grupo fun- La depredación de los organismos cional, a través de sus interacciones con que habitan en el suelo, es considerada los herbívoros y detritívoros, pueden te- como un importante controlador de la ner efectos importantes en la producción estructura de la trama trofica (Bardgett, primaria neta y en la descomposición 2002). Este grupo funcional está integra- (Masters, 2004, Wardle y Bardgett, 2004). do por Araneae, Chilopoda, Nematoda Para que este grupo funcional esté pre- Mermithidae y los insectos que pertene- sente en altas densidades es necesario cen a los ordenes Coleoptera (Familias lograr una comunidad detritívora produc- Carabidae y Staphylinidae) y Hemiptera. tiva que les proporcione alimento adicio- Araneae y Carabidae que son depreda- nal cuando los herbívoros son escasos. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 103 Con la presencia de depredadores tapiz está constituido por proporciones disminuye el daño de los herbívoros folia- semejantes de gramíneas invernales y res, lo que afecta la comunidad de plan- estivales, mientras que en otros predo- tas y esto tiene efecto de cascada en la minan estas últimas. La unidad de este- abundancia de todos los organismos que pas de litófilas (Unidad BI) estuvo aso- componen la trama trófica del suelo ciada a sitios planos de exportación de (Wardle, 2006). materiales en posiciones altas y medias del paisaje. Esta unidad presenta un predominio claro de la cobertura de gra- RELACIÓN ENTRE LA míneas estivales sobre la cobertura de MACROFAUNA DEL SUELO, gramíneas invernales. Los pastizales de LA VEGETACIÓN Y LAS meso-hidrófitas (Unidad BIII) se ubicaron preferentemente en laderas plano cónca- CARACTERÍSTICAS vas, en pendientes menores, en valles y AMBIENTALES: ANÁLISIS en interfluvios tabulares. En algunos ca- PARA LAS REGIONES DE LA sos las coberturas relativas de gramí- CUESTA BASÁLTICA Y neas invernales y estivales son semejan- tes y en otros predominan las estivales. CENTRO-SUR (CRISTALINO) DE URUGUAY En la Región Centro-sur las unidades de vegetación identificadas tienen carac- La identificación y descripción de los terísticas fisonómicas que las diferen- patrones espaciales de vegetación, aso- cian (Lezama et al., 2008, Lezama et al., ciados a las condiciones físicas, quími- 2010, este volumen). Las unidades CSI y cas y biológicas del suelo es un paso CSII presentan un claro predominio de la ineludible para evaluar su potencial pro- cobertura de gramíneas estivales, en tan- ductivo y diseñar estrategias de manejo to que la CSIII tiene mayor cobertura de de sistemas de producción sustentables. gramíneas invernales. Las hierbas pre- El conocimiento de la macrofauna del sue- sentan mayor importancia en la Unidad lo puede esclarecer procesos claves deter- CSII. La unidad CSIII se caracteriza por minantes de la producción primaria, del registrar valores muy altos de especies almacenamiento de carbono y los ciclos exóticas. de nutrientes (Zerbino et al., 2008 b). En la primavera de los años 2007 y El objetivo de este trabajo fue explorar 2008 fue realizado el relevamiento de la las relaciones entre las unidades de ve- macrofauna del suelo en las regiones getación descriptas en el marco del Pro- centro-norte y centro-sur respectivamen- yecto FPTA175 en las regiones de la te. En ambos casos fueron muestreados Cuesta basáltica y Región Centro-sur y 22 sitios, según el detalle presentado en las comunidades de la macrofauna que lo el Cuadro 2. habitan. En la región de la Cuesta basál- tica, las unidades principales de vegeta- Cuadro 2. Número de sitios muestreados en las unidades de ción reconocidas fueron los pastizales vegetación de las regiones Cuesta basáltica y de meso-xerófitas (PMX, Unidad BII en Centro-sur. Las unidades de vegetación BI, BII y Lezama et al., 2010, este volumen), las BIII y CSI, CSII y CSIII se describen en Lezama et al., 2011, este número). estepas de litofitas (EL, Unidad BI en Lezama et al.,2010, este volumen) y pas- Cuesta basáltica Centro-sur tizales de meso-hidrófitas (PMH, Unidad Nomenclatura N° de sitios Nomenclatura N° de sitios BIII en Lezama et al., 2010, este volu- PMX (BII) 11 CSI 8 men), que están asociadas a diferentes EL (BI) 3 CSII 7 posiciones macrotopográficas y cada una PMH (BIII) 8 CSIII 7 presenta características fisonómicas dis- tintivas (Lezama et al., 2006). Los pasti- zales de meso-xerófitas (Unidad BII) son La unidad básica de muestreo fue un los más extendidos y se ubican preferen- pozo de 25 cm de lado por 20 cm de temente en laderas de colinas y lomadas profundidad. En cada sitio se extrajeron fuertes, así como en laderas escarpadas ocho muestras distribuidas cada cinco de sierras y áreas altas convexas de metros a lo largo de dos transectas para- colinas y sierras. En algunos casos, el lelas separadas por 20 metros. Los ma- 104 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales croinvertebrados colectados fueron agru- al., 1997) incluido en el paquete R2.8.1 pados en taxones, que según el caso y (R Development Core Team, 2008). de acuerdo a su abundancia correspon- den a nivel de Clase, Sub-Clase, Orden y Familia. Con los datos obtenidos fueron RESULTADOS calculados los siguientes descriptores comunitarios: la riqueza (nº total de mor- Cuesta Basáltica foespecies), el índice de diversidad de Shannon-Wiener y la equitatividad. En esta región, los taxones más repre- sentados fueron: Isoptera, Oligochaeta, Los individuos colectados fueron agru- Coleoptera e Hymenoptera. En cada pados en herbívoros, detritívoros y depre- unidad de vegetación tuvieron diferente dadores de acuerdo a sus preferencias importancia relativa. En PMX (Unidad BII) alimenticias. Para cada unidad de vege- Isoptera representó el 54% de los indivi- tación, fue estimada la densidad (indivi- duos colectados, Coleoptera el 27%, 2 duos/m ) total, de los distintos grupos Oligochaeta el 6 % e Hymenoptera el funcionales y de los taxones que compo- 7%. En PMH (Unidad BIII) el grupo más nen cada uno de ellos. Esta variable abundante fue Oligochaeta (56% del total presentó una importante asociación en- de individuos), le siguieron Isoptera y tre las medias y varianza de los trata- Coleoptera (19% y 14%, respectivamen- mientos, por lo que se utilizaron los te) e Hymenoptera (5%). Finalmente en modelos lineales generalizados con dis- EL (Unidad BI) Oligochaeta acumuló el tribución Poisson o binomial negativa y 59%, Coleoptera 36% e Hymenoptera función logarítmica (Proc Genmod, SAS 1% y no fueron colectados Isoptera. Inst., 2009) para su análisis estadístico. A los efectos de realizar la ordenación de Respecto a los descriptores comuni- las unidades de vegetación de cada re- tarios, en la Figura 2 se aprecia que en gión, con la matriz de densidad de los PMX (Unidad BII), se colectó la mayor grupos taxonómicos se realizó un análi- cantidad de morfoespecies, mientras que sis de correspondencias (AC). Las uni- en los PMH (Unidad BIII) las comunida- dades taxonómicas que estuvieron poco des fueron las menos diversas y equita- representadas (menos del 1% de la den- tivas. EL (Unidad BI) fue la unidad de sidad) no fueron consideradas. El soft- vegetación que presentó mayor variabili- ware utilizado fue ADE-4 (Thioulouse et dad de los datos (Figura 2). Los resultados de los análisis del estadístico de máxima verosimilitud para la densidad indican que hubo diferencias entre unidades de vegetación para el total de individuos y de los grupos funcio- nales (Figura 3). En las tres unidades de vegetación, los grupos funcionales menos y más abundantes fueron los depredadores y los detritívoros, respectivamente. La uni- dad EL (BI), que registró la menor densi- dad total (110 ind/m2) fue diferente de PMX (BII) y PMH (BIII) (330 y 320 ind/m2), las cuales fueron similares entre sí. Figura 2. Diversidad, equitatividad (eje izquierdo) y riqueza A pesar de que PMX (BII) y PMH (BIII), (eje derecho) de las distintas unidades de vegetación fueron semejantes para la densidad de de la región centro norte. (Pastizales de Meso- detritívoros, estas unidades de vegeta- xerófitas- PMX(Unidad BII); Pastizales de Meso- ción tuvieron diferencias en el taxón que hidrófitas-PMH (Unidad BIII) y. Estepas de Litófitas- predominó: Isoptera en PMX (BII) y Oligo- EL) (Unidad BI) (media±ES). (Unidades de chaeta en PMH (BIII) (Cuadro 3). vegetación BI, BII y BIII de Lezama et al., 2010, este volumen). En las tres unidades de vegetación fueron colectados Oligochaeta nativos, que pertenecen a las Familias Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 105

2 Figura 3. Densidad (individuos/m ) ind/m 2 de los distintos grupos 500 funcionales y total para las distintas unidades de vegetación de la región 400 Cuesta basáltica. (Pasti- zales de Meso-xerófitas- 300 PMX (Unidad BII); Pasti- PMX zales de Meso-hidrófitas- PMH PMH (Unidad BIII) y 200 EL Estepas de Litófitas- EL(Unidad BI))(Media

±ES). (Unidades de vege- 100 tación BI, BII y BIII de Lezama et al., 2010, este volumen). 0 Depredadores Herbívoros Detritívoros Total

Cuadro 3. Densidad (ind/m2) de los taxones en los que hubo efecto de las diferentes unidades de vegetación del basalto. Unidades de vegetación Grupo funcional Taxón PMX (Unidad BII) EL (Unidad BI) PMH (Unidad BIII) Detritívoros Isoptera 180 a* 0 c 60 b Oligochaeta 19 b 50 ab 180 a Herbívoros Chrysomelidae 30 a 15 b 19 b Curculionidae 39 a 16 b 16 b Hymenoptera 23 a 1 b 16 a Depredadores Carabidae 10 a 3 b 5 b *Valores seguidos por la misma letra no son significativamente diferentes P= 0,05 para los contrastes de las medias de las unidades de vegetación basado en estadístico de máxima verosimilitud. (Unidades de vegetación BI, BII y BIII de Lezama et al., 2011, este número).

Ocnerodrilidae, Acantodrilidae y Glos- Para el grupo funcional depredadores soscolecidae. La importancia relativa de las diferencias entre unidades de vegeta- cada una de ellas fue diferente en las tres ción fueron menos marcadas, sólo PMX unidades. En PMX (BII) las familias Glo- (BII) (32 ind/m2), fue diferente de EL (BI) ssoscolecidade y Ocnerodrilidae estu- (18 ind/m2); PMH (BIII) (24 ind/m2) tuvo vieron presentes en igual proporción mien- una posición intermedia. En este grupo tras que en PMH (BIII) y EL (BI) predomi- funcional, hubo diferencias para la abun- nó Ocnerodrilidae. Ambas unidades se dancia de Carabidae (Cuadro 3). distinguieron entre sí porque la segunda El análisis discriminante fue significa- familia en importancia fueron Glossosco- tivo al 5% de probabilidad. Prácticamen- lecidae y Acantodrilidae en PMH (BIII) y te, no hubo una superposición entre cen- EL (BI), respectivamente. sos de las distintas unidades de vegeta- Los herbívoros fueron significativamen- ción. Los dos primeros ejes del análisis te más abundantes en PMX (BII) (200 ind/ de correspondencia para la matriz de m2) que en PMH (BIII) (116 ind/m2) y EL densidad explicaron el 62% de la varia- (BI) (76 ind/m2), las que fueron similares. ción de los datos (Figura 4). Los taxa responsables de estos resulta- El primer eje de ordenación separó a dos fueron las familias Chrysomelidae y PMX (BII) de PMH (BIII) y EL (BI), los Curculionidae del Orden Coleoptera (Cua- taxones responsables de la ordenación dro 3). Los valores más altos de densidad fueron Isoptera y Oligochaeta. El segun- de Hymenoptera se registraron en PMX do eje de ordenación separó a PMX (BII) (BII) y PMH (BIII) que fueron diferentes y EL (BI) de PMH (BIII); los grupos de EL (BI). 106 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

d = 0.2 Figura 4.Ordenación de acuerdo al Análisis de 20% Correspondencia de las unidades de vegetación definidas en la Región de la Scarabaeidae Cuesta basáltica de Uruguay (Pastizales de Meso-xerófitas-PMX (BII); Pastizales de Meso- hidrófitas-PMH (BIII) y.Estepas de Litófitas- EL (BI)) y proyección de los vectores de la densidad de la macrofauna edáfica en el Curculionidade EL Carabidae Araneae plano factorial. (Unidades de vegetación BI, Diptera PMX BII y BIII de Lezama et al., 2010, este volumen). Chrysomelidae

42% individuos colectados en CSI, CSII y CSIII, PMH respectivamente. Hubo diferencias entre las distintas unidades de vegetación en Isoptera Oligochaeta el segundo grupo taxonómico más abun- Hymenoptera dante. Mientras que en la unidad CSI fue Hymenoptera (34%), en las unidades CSII y CSIII fue Isoptera (27% y 31%, respectivamente). El taxón Oligochaeta fue poco abundante, con un valor máximo taxonómicos responsables fueron y mínimo de 9% en la unidad CSI y 2% en Hymenoptera y Scarabaeidae. la CSII. En esta región fueron colectados El análisis de IndVal determinó gru- individuos pertenecientes a la familia pos taxonómicos o especies asociados Lumbricidae, que es exótica. a las distintas unidades de vegetación. Los descriptores comunitarios (Figu- Mientras que PMX (BII) estuvo indicado ra 5) para las tres unidades de vegetación por las larvas de Coleoptera, particular- fueron semejantes. Sólo existieron dife- mente de Curculionidae y por los adultos rencias para el número de morfoespecies de Coleoptera (herbívoros); PMH (BIII) lo colectadas, el valor obtenido para la uni- estuvo por una especie de Oligochaeta dad de vegetación CSIII fue estadística- Eukerria stagnalis (detritívoro) y EL (BI) por mente mayor que los obtenidos para las una especie de Araneae (depredador). unidades CSI y CSII. El conjunto de resultados obtenidos En esta región los grupos funcionales indican que las tres unidades de vegeta- más y menos abundantes, fueron herbí- ción presentaron diferencias importantes voros y depredadores respectivamente. en la composición de las comunidades Hubo diferencias estadísticamente signi- de la macrofauna del suelo. ficativas (Figura 6) entre las unidades de vegetación, en la densidad del total de Región Centro-sur individuos colectados y de los grupos funcionales depredadores y detritívoros. En esta región, el taxón más repre- Para el total de individuos, las unidades sentado fue Coleoptera, que representó CSII y CSIII con 170 y 360 ind/m2, respec- el 45%, el 51% y el 55% del total de tivamente fueron diferentes.

Figura 5. Diversidad, equitatividad (eje izquierdo) y riqueza (eje derecho) de las distintas unidades de vegetación de la región centro sur (donde I, II y III corresponden a CSI, CSII y CSIII respectivamente). Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 107

2 2 Figura 6. Densidad (individuos/m ) de 500 ind/m los distintos grupos funcio- nales y total para las unida- 450 des de vegetación de la 400 Región Centro sur (donde I, II 350 y III corresponden a las Uni-

dades de vegetación CSI, CSII 300 I y CSIII respectivamente) (Me- 250 II dia ± ES). 200 III

150

100

50

0 Depredadores Herbívoros Detritivoros Total

Cuadro 4. Densidad (ind/m2) de los taxones en los que hubo efecto de las diferentes unidades de vegetación del cristalino. Grupo funcional Taxón Unidades de vegetación CSI CSII CSIII

Detritívoros Oligochaeta 20 a* 4 b 20 a

Herbívoros Chrysomelidae 14 b 40 ab 100 a Curculionidae 54 a 20 b 51 a Elateridae 1 b 5 a 2 ab Hymenoptera 78 a 10 b 7 b *Valores seguidos por la misma letra no son significativamente diferentes P= 0,05 para los contrastes de las medias de las unidades de vegetación basado en estadístico de máxima verosimilitud. A pesar de que las unidades de vege- unidades CSI y CSIII se obtuvo el valor más tación fueron semejantes para la densi- alto y en la CSII el más bajo (Cuadro 4). dad del grupo funcional herbívoros, el La mayor densidad del grupo funcio- análisis de máxima verosimilitud detectó nal depredadores se registró en la unidad diferencias para los taxa Chrysomeli- CSIII (30 ind/m2), la cual fue diferente de dae, Curculionidae, Elateridae e Hyme- la CSI y CSII con un promedio de 12 noptera. El taxón Hymenoptera fue signi- ind/m2. No hubo efecto de las unidades ficativamente más abundante en la uni- de vegetación para los taxones que com- dad CSI respecto a las CSII y CSIII ponen este grupo funcional. (Cuadro 4). En esta región se registró una super- Para el grupo funcional detritívoros, posición importante de los censos que las unidades CSI y CSIII fueron diferen- pertenecen a las distintas unidades de tes, con la menor y mayor densidad (40 vegetación. Como resultado, el análisis y 150 ind/m2 respectivamente). Estas discriminante no fue significativo, lo que diferencias están dadas por la mayor indica que hubo mucha variabilidad. abundancia de Isoptera. Sin embargo el análisis de máxima verosimilitud no de- Los dos primeros ejes del análisis de tectó diferencias entre unidades de vege- correspondencia explicaron el 51% de la tación para este taxón, debido probable- variación de los datos (Figura 7). El pri- mente a la variabilidad de los datos. mer eje del ordenamiento separó a la Dentro de este grupo funcional, hubo unidad CSI de la CSII y CSIII, los taxones efecto de la unidades de vegetación para responsables de esta ordenación fueron la abundancia de Oligochaeta, en las Isoptera, y Oligochaeta. El segundo eje, 108 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

Figura 7. Ordenación de acuerdo al Análisis de 24% d = 0.2 Scarabaeidae Correspondencia de las unidades de vegetación I, II y III (CSI, CSII y CSIII Diptera Carabidae respectivamente) de la Región Centro- Elateridae Chrysomelidae Sur y proyección de los vectores de la III densidad de la macrofauna edáfica en el Oligochaeta Isoptera plano factorial. II Curculionidae I 27% Araneae PMH (BIII), que se desarrollan en suelos que tienen mayor contenido de arcilla y en términos de cobertura vegetal predo- minan las graminoides (Lezama et al., 2006), se registró la mayor abundancia de Oligochaeta, particularmente de la familia Ocnerodrilidae. La EL (BI) fue la unidad de vegetación que alojó la menor Hymenoptera cantidad de individuos de todos los gru- pos funcionales. Esta unidad está aso- ciada a sitios planos de exportación de materiales en posiciones altas y medias separó las unidades CSI y CSII de la del paisaje, presenta un predominio claro CSIII. Los grupos taxonómicos respon- de la cobertura de gramíneas estivales sables de esta ordenación fueron Hyme- sobre la cobertura de gramíneas inverna- noptera y Scarabaeidae. les (Lezama et al., 2006). Los resultados analizados permiten Distinta fue la situación para la Región establecer, que estas unidades de vege- Centro-sur, donde las unidades de vege- tación no presentaron diferencias impor- tación fueron más homogéneas tanto para tantes en la composición de las comuni- los descriptores comunitarios como para dades de la macrofauna del suelo. la densidad total y de los grupos funcio- nales. No fueron encontrados grupos taxo- nómicos o especies asociadas a alguna Discusión de las unidades de vegetación. En esta región, la unidad de vegetación CSIII, que Al comparar entre sí los resultados fue la que registró la mayor densidad obtenidos en ambas regiones, se obser- total, de los grupos funcionales detritívo- van importantes diferencias. Esto refleja ros y depredadores y los taxa Chrysome- que las comunidades de la macrofauna lidae y Curculionidae (herbívoros), se del suelo responden al clima, tipo de caracteriza por presentar el mayor por- suelo, vegetación y manejo, tal como fue centaje de cobertura de gramíneas inver- señalado por Lavelle y Spain (2001). nales y de especies exóticas (Lezama et En la región de la Cuesta basáltica las al., 2008, Lezama et al., 2010 este núme- unidades de vegetación presentaron im- ro). Por su parte la unidad CSI que tiene portantes diferencias entre sí en la com- un porcentaje de cobertura de gramíneas posición de las comunidades de la ma- estivales significativamente mayor que crofauna del suelo. Hubo diferencias en las unidades CSII y CSIII (Lezama et al., los descriptores comunitarios, y en la 2008, Lezama et al., 2011 este número), densidad total, de los grupos funcionales se distinguió por la mayor abundancia de y en algunos taxones que componen a Hymenoptera. La unidad de vegetación los mismos. Los PMX (BII) que se distin- CSII, que está asociada a la presencia de guieron por la mayor densidad de Isopte- pedregosidad y/o rocosidad en la super- ra y del grupo funcional herbívoros, se ficie del suelo con un solo estrato herbá- caracterizan por tener suelos con mayor ceo abierto y donde las hierbas presen- pendiente, contenido de arena y gramí- tan mayor importancia en términos de neas en términos de cobertura vegetal cobertura, tuvo una posición intermedia. (Lezama et al., 2006, Lezama et al., Existen varias explicaciones posibles de 2011, este número). Por su parte en los estos resultados, las cuales no son ex- Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 109 cluyentes entre sí. En primer lugar, que crecimiento de las plantas, causando las unidades de vegetación de esta re- generalmente su muerte. Los efectos gión son semejantes. El número reduci- que pueden causar niveles moderados do de especies vegetales indicadoras, de herbivoría de raíces son variables; determinadas por Lezama et al. (2008, pueden ser negativos, positivos o no afec- 2010) así lo indicaría. Otra explicación es tar el crecimiento de las plantas y van a que el déficit hídrico registrado en esta estar determinados por el contenido de región durante un período prolongado de nutrientes y de agua en el suelo y la tiempo previo al muestreo, haya afectado competencia entre plantas (Masters, negativamente a la macrofauna del suelo 2004). como resultado de la menor biomasa En la región de la Cuesta basáltica las vegetal. La disponibilidad de recursos especies de Oligochaeta colectadas fue- (vegetación) afecta directamente a la di- ron nativas, mientras que en la región versidad y densidad de la macrofauna Centro-Sur se encontraron especies exó- del suelo (Laossi et al., 2008). Por otra ticas, lo que indica que en esta región parte, la menor biomasa áerea produce hubo un mayor grado de intervención variaciones en las condiciones microcli- antrópica. máticas (temperatura y humedad) (Mathieu et al., 2009). La temperatura del Los resultados obtenidos en estos cuerpo de la macrofauna del suelo varía relevamientos, confirmaron que los de- con las condiciones externas y el rango terminantes más importantes de la com- tolerado por muchas especies es bas- posición de las comunidades de la ma- tante estrecho. A esto se suma que el crofauna del suelo en grandes escalas contenido de agua debe ser mantenido espaciales son el clima, tipo de suelo, la dentro de límites bastante ajustados (Ma- vegetación y la estructura del paisaje y thieu et al., 2009). que a nivel local son la disponibilidad de recursos (vegetación) y las condiciones Estos resultados apoyan lo estableci- microclimáticas (Beare et al., 1995; cita- do por Curry (1987a), en el sentido que dos por Correia, 2002; Mathieu et al., los invertebrados del suelo en pastizales 2009). están limitados principalmente por la cali- dad de los recursos y por los cambios en la temperatura y humedad del ambiente. BIBLIOGRAFÍA En las dos regiones predominaron distintos grupos funcionales. Mientras BARDGETT, R.D. 2002. Causes and consequences of biological diversity que en la Cuesta basáltica fueron más in soil. Zoology 105: 367-374. abundantes los detritívoros, en la región Centro-Sur fueron los herbívoros. Según BENTANCOURT, C.M.; SCATONI, I.B. 2001. Poveda et al. (2007), estas diferencias en Enemigos Naturales: Manual ilustrado el predominio de grupos funcionales en para la agricultura y forestación. Ed. general producen la misma respuesta Agropecuaria Hemisferio Sur. Facultad sobre el subsistema aéreo. de Agronomía. PREDEG. GTZ. Montevideo. El importante predominio del grupo BUCHER, E. H.; ZUCCARDI, R. B. 1967. funcional herbívoros podría ser la causa Significación de los hormigueros de de los bajos registros de densidad de Atta vollenweideri Forel, como detritívoros, dado que estarían consu- alteradores del suelo en la provincia miendo material vegetal que de otra ma- de Tucumán. Ecology 23: 83-95. nera podría estar disponible para este último grupo funcional. COLE, L.; BRADFORD, M.A.; SHAWP, J. A.; BRADGETTT, R. D. 2006. The En cuanto al impacto que puede tener abundance, richness and functional la presencia de los herbívoros de raíces, role of soil meso and macrofauna in se ha determinado que bajos niveles po- temperate grassland-A case study. blacionales dan como resultado un siste- Applied Soil Ecology 33: 186-198. ma radicular más eficiente que beneficia COLEMAN, D.C.; CROSSLEY, D.A.; HENDRIX, a las plantas hospederas (Curry 1987a; P.F. 2004. Fundamentals of soil Masters, 2004). Por el contrario, cuando ecology. Elsevier. Academic Press. 2nd son altos tienen impactos negativos en el Edition. 110 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales CORREIA, M.E.F. 2002. Relações entre a LEZAMA, F.; ALTESOR, A.; LEÓN, R.; diversidade da fauna do solo e os PARUELO, J.M. 2006. Heterogeneidad processos de decomposição e seus de la vegetacion en pastizales reflexos sobre a estabilidade dos naturales de la región basáltica de ecossistemas. Rio de Janeiro, Uruguay. Ecología Austral 16:167-182. 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ISBN978-9974-38-260-2. 112 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 113 Oesterheld, M.1; CAPÍTULO VII. Paruelo1,2, J. M.; Oyarzabal, M.1 Estimación de la productividad primaria 1IFEVA, Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires/ neta aérea a partir de Conicet. Av. San Martín 4453, 1417 Buenos Aires, Argentina. diferencias de biomasa 2Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales, Facultad de y de integración de la Ciencias, UDELAR. radiación absorbida Proyecto FPTA 175 Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010

RESUMEN Usualmente se estima la productividad primaria neta aérea de pasturas y pastizales mediante cálculos que involucran diferencias de biomasa entre dos momentos. Esta aproximación enfrenta algunas dificultades. Unas, derivadas del supuesto de que entre ambos momentos no se pierde biomasa, requieren que se excluya a los herbívoros y se deba separar la biomasa en compartimien- tos (especies, material seco en pie, broza) para capturar la senescencia y la caída, aunque nunca se captura lo que se pierde por descomposición. Otras dificultades, derivadas de la necesidad de muestrear y de la dificultad de obtener y procesar muestras de biomasa, derivan frecuentemente en grandes errores o imprecisiones respecto de la verdadera productividad del área de interés. Una segunda aproximación para estimar la productividad primaria neta aérea consiste en estimar la radiación absorbida por la pastura o el pastizal y traducirla en valores de productividad a partir de la eficiencia en el uso de la radiación. Esta aproximación sortea las dificultades de la primera, pero enfrenta limitaciones de resolución espacial y la necesidad de conocer la eficiencia en el uso de la radiación. Como puede aprovechar la enormidad de datos provistos por sensores remotos, esta aproximación puede brindar una cantidad de datos de productividad primaria neta aérea con una cobertura espacial y temporal nunca antes vista.

INTRODUCCIÓN En ecosistemas pastoriles extensivos, la PPNA constituye la tasa de genera- La productividad primaria neta aé- ción de alimento para el ganado y por lo rea (PPNA) es una variable clave de tanto se relaciona con la carga animal los ecosistemas en general y de los (Oesterheld et al., 1992, 1998). sistemas ganaderos pastoriles en La PPNA es sumamente variable en el particular. Representa la tasa de crea- espacio y en el tiempo a distintas esca- ción de nueva biomasa vegetal aérea las. En el espacio, varía fuertemente a lo por unidad de área y tiempo y, por lo largo de gradientes regionales, funda- tanto, es una medida directa de la mentalmente de precipitación (Lauenroth, generación de energía disponible para 1979, Sala et al., 1988). A escala de los herbívoros. No sorprende enton- paisaje y local, varía también considera- ces que se haya observado que es blemente en relación con gradientes to- una variable integradora de numero- pográficos, edáficos, o de disturbio sos aspectos del funcionamiento eco- (Oesterheld et al., 1999, Aragon y sistémico (McNaughton et al., 1989). Oesterheld, 2008). En el tiempo, la varia- 114 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales ción interanual de la PPNA de pastizales sicas para estimar la PPNA, la primera y sabanas es considerable y genera una clásica, la segunda más reciente. De de las mayores incertidumbres del ma- esta manera se tratará de dejar en claro nejo de estos recursos para la explota- los fundamentos sobre los que se basan ción ganadera (Lauenroth y Sala, 1992). las distintas estimaciones de PPNA y A una escala más detallada, las variacio- los elementos básicos de la tecnología nes estacionales dentro de un año son de de seguimiento de la PPNA mediante enorme magnitud y también condicionan sensores remotos que luego se presenta fuertemente el manejo. Por ejemplo, en en detalle en otros capítulos (Paruelo et pastizales de la Pampa Deprimida, las al., 2010, este volumen, Oyarzabal, 2010 variaciones entre el pico de primavera y el este volumen). En primer lugar, presen- mínimo de invierno pueden ser de más de taremos los fundamentos de la aproxi- un orden de magnitud. mación basada en las cosechas sucesi- Dada la importancia de la PPNA en vas de biomasa. Luego mostraremos los los ecosistemas ganaderos y la magni- fundamentos de la aproximación basada tud de su variación resulta paradójico que en la radiación absorbida por la vegeta- se conozca tan poco la PPNA de los ción. recursos forrajeros, algo que deriva prin- cipalmente de la dificultad de estimarla. APROXIMACIÓN BASADA EN La mayoría de los productores ganade- ros extensivos desconocen los valores LAS COSECHAS SUCESIVAS promedio y rangos de variación de la DE BIOMASA PPNA de sus recursos forrajeros. Algu- nos llevan un buen registro de la produc- Para comprender la lógica de la aproxi- ción ganadera e infieren la PPNA a partir mación basada en cosechas sucesivas de ella. Sin embargo, esto los deja sin la de biomasa conviene tener presente los posibilidad de diagnosticar problemas distintos pasos que sigue la formación y específicos de la PPNA o del consumo o transformación de la biomasa aérea (Fi- de la eficiencia de transformación de gura 1). consumo en producción secundaria, ya Como se indicó anteriormente, la que engloba toda la secuencia de pasos PPNA es la tasa de generación de nueva que van desde la PPNA hasta la produc- biomasa. Sin embargo, esa biomasa pue- ción de carne. Esta falta de información de seguir varios caminos. Puede ser con- sobre la PPNA resulta muy probable- sumida por el ganado, puede senescer y mente de la dificultad de estimarla y de la pasar a constituir tejido muerto en pie y baja precisión de las pocas estimacio- este puede a su vez caer y convertirse en nes disponibles. broza. Ésta, finalmente es descompues-

El objetivo de este capítulo es presen- ta y liberada como CO2 o incorporada a la tar críticamente dos aproximaciones bá- materia orgánica del suelo.

Productividad Consumo Forraje

Senescencia

Material Caída Descomposición muerto Broza

Figura 1. Esquema de flujos y compartimientos relacionados con la generación y transformación de biomasa en un pastizal o pastura. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 115 Mediante cosechas sucesivas de bio- de un pastizal varía entre años en un masa se intenta capturar la magnitud de rango de 200 a 400 g.m-2.año-1 o de 350 a la productividad, tarea que se complica 1000 g m-2 año-1 según el método de en determinadas circunstancias. Cuan- cálculo utilizado (Scurlock et al., 2002). do las salidas de la «caja» de la biomasa El desafío de muestreo que represen- verde están cerradas, la diferencia de tan las estimaciones de PPNA mediante esa biomasa entre dos fechas sucesivas diferencias de biomasa es muy grande y representa apropiadamente la PPNA. crece en la medida que se intenta captu- Esto sucedería, por ejemplo, en una si- rar los flujos de la Figura 1. Dado que la tuación en la que se excluyera el consu- PPNA es una variable combinada de mo y se considerara solo un tiempo breve otras variables (como mínimo las bioma- de rebrote después de una defoliación sas de las dos fechas necesarias para su muy intensa. Durante ese período, solo estimación), su varianza es la suma de habrá ingreso de nuevo material por foto- las varianzas de la biomasa en cada síntesis y, eventualmente podría haber fecha. Si a su vez se incluyen en el senescencia. La cosecha en la segunda cálculo más compartimientos de bioma- fecha de toda la biomasa verde y seca en sa, se suman más varianzas. Además, pie representaría la PPNA. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la varianza de estas condiciones no siempre se cum- la biomasa en pastizales y pasturas bajo plen o, en su defecto, cumplirlas altera pastoreo es elevada a la escala de las tanto el sistema bajo estudio que la parcelas que suelen usarse para cose- estimación de PPNA resultante puede char biomasa (por lo general por debajo no representar la realidad. Tanto la defo- del metro cuadrado). Por lo tanto, para liación a ras del suelo para generar la alcanzar una estimación de la biomasa situación inicial como la exclusión del promedio con una precisión aceptable pastoreo para evitar el consumo pueden hace falta tomar un número de muestras afectar marcadamente la PPNA. Cuando tan alto que frecuentemente es impracti- se intenta estimar la PPNA con mayor cable. realismo mediante cosechas sucesivas, es inevitable excluir al pastoreo y estimar A modo de resumen, la lógica y las separadamente la biomasa verde por es- dificultades de la aproximación basada pecie, el tejido seco en pie y la broza en las cosechas sucesivas de biomasa para intentar capturar algunos de los puede ilustrarse mediante una analogía flujos de la Figura 1. Aún tomando estos con la estimación del caudal del agua recaudos, se tropieza con problemas: la que ingresa a un tanque del cual una vaca necesidad de cuantificar distintos com- puede tomar agua libremente (Figura 2). partimientos más pequeños demanda un En esta analogía, el caudal corres- gran esfuerzo de muestreo y por lo gene- ponde a la PPNA y el volumen de agua ral siempre hay una salida de material presente en cada momento corresponde que no es considerada (la caída o la a la biomasa. En un tanque sin pérdidas, descomposición en la mayoría de los se puede estimar el caudal a partir de la casos). medición del nivel del agua en dos mo- Según las condiciones que se logren mentos diferentes. Los problemas pro- en relación con los flujos de la Figura 1 o vienen fundamentalmente de tres fuen- de los supuestos sobre su magnitud de tes. Por un lado, el tanque pierde (senes- los que se parta, existen diversas formas cencia, caída, etc.). Por lo tanto, se debe de cálculo de la PPNA que pueden llevar tratar de medir los cambios de volumen a estimaciones dramáticamente diver- en otros tanques a los que cae el agua sas aún a partir de los mismos datos perdida, pero generalmente siempre hay (Scurlock et al., 2002). Según se consi- un último tanque que pierde. En segundo dere que la PPNA se base en solo un pico lugar, para evitar la pérdida por consumo de biomasa verde o se intente incluir hay que sacar a la vaca, con lo cual no se otros flujos, como la senescencia, o la puede cumplir con el objetivo de medir el caída, las estimaciones, resultan tan dis- caudal con la vaca presente y se pierde cordantes que pueden llevar a conclusio- realismo. En tercer lugar, para incluir el nes dispares. Por ejemplo, un mismo problema del muestreo, se debe consi- conjunto de datos muestra que la PPNA derar que es muy difícil medir con cierta 116 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

Productividad

Tanque 1 (o Forraje) Biomasa t1 Consumo Biomasa t0

Senescencia

Tanque 2 Tanque 3 (o M. muerto) (o Broza) Caída Descomposición

Figura 2. Analogía entre el esquema de la figura 1 y el problema de determinar el caudal de ingreso de agua a un tanque mediante mediciones sucesivas del nivel. precisión el volumen de agua en los tan- APROXIMACIÓN BASADA EN ques, para lo cual se puede imaginar que LA INTEGRACIÓN TEMPORAL los tanques están en agitación continua y sólo se dispone de unos pocos instan- DE LA RADIACIÓN tes para hacer lecturas repetidas del ABSORBIDA nivel. Para comprender la lógica de la aproxi- Como consecuencia, se dispone de mación basada en la radiación absorbida muy escasas estimaciones de PPNA se debe comprender el modelo de distribuidas en tiempo y espacio en pas- Monteith (1972) (Figura 3). tizales y pasturas y tales estimaciones suelen ser bastante imprecisas.

R.Reflejada y R. transmitida

R.incidente PPNA Consumo Forraje

R.absorbida Respiración y calor

Figura 3. Esquema del flujo de energía en un pastizal o pastura. Los satélites aportan datos relacionados con la absorción de energía solar por parte de las plantas. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 117 El modelo propone que la PPNA es el ción de la radiación incidente absorbida resultado del triple producto entre la ra- por la vegetación. El tercer problema a diación fotosintéticamente activa inciden- resolver es conocer la eficiencia en el uso te (RFA), la fracción de ésta que es de la radiación. Esta es la parte más absorbida por la vegetación (fRFA) y el difícil. La eficiencia varía entre especies coeficiente de conversión de energía en de acuerdo al mecanismo fotosintético biomasa aérea, llamado eficiencia en el (C3-C4), o a las relaciones entre fotosínte- uso de la radiación (EUR). Es decir, la sis y respiración dadas por la forma de vegetación fija nueva biomasa (PPNA) en vida, asignación tallo/raíz, etc., o de la medida que absorbe radiación solar acuerdo a condiciones ambientales, fotosintéticamente activa y la convierte como la disponibilidad de agua o nutrien- en biomasa. Para el caso de la PPNA, se tes o la temperatura. Su valor para cada debe tener en cuenta que la EUR es la caso particular puede estimarse de la conversión de energía absorbida en bio- literatura o mediante calibraciones (ver masa aérea, lo cual incluye aspectos de Oyarzabal et al., 2011 este número). la asignación de recursos entre parte Afortunadamente, esta componente más aérea y subterránea. Conceptualmente, difícil de resolver del modelo es la que la PPNA del modelo de Monteith es menos varía espacial y temporalmente a exactamente igual a la PPNA del modelo las escalas en que suelen ser relevantes de la Figura 1. La diferencia es solo la para estimar la PPNA de pasturas y metodología para llegar a ella. pastizales (Chapin et al., 2002). Estimar la PPNA a partir de esta A modo de resumen, la lógica y las aproximación implica resolver tres pro- dificultades de la aproximación basada blemas. El primero es conocer la radia- en la absorción de radiación puede ilus- ción incidente. Esto es relativamente trarse mediante la misma analogía de la sencillo, pues existen datos promedio de estimación del caudal del agua que in- un buen número de localidades y la varia- gresa a un tanque del cual una vaca ción interanual de tales promedios a la puede tomar agua libremente (Figura 4). escala mensual es muy baja. Por lo tanto, conocer la radiación incidente de un mes deter- minado se soluciona bastan- te fácilmente asignándole la radiación promedio de ese Productividad mes. Si se buscara más pre- cisión, existen modelos que pueden estimarla sobre la Tanque 1 base de la temperatura, hu- (o Forraje) medad y precipitación Biomasa tn (Thornton y Running, 1999). Consumo El segundo problema a re- solver es conocer la fracción de la radiación fotosintética- mente activa incidente que Senescencia es absorbida por la vegeta- ción verde. Afortunadamen- te, esto es lo que los senso- Tanque 2 Tanque 3 res remotos pueden estimar (o M. muerto) (o Broza) con precisión (ver detalle en Piñeiro et al., 2006). Aque- Caída Descomposición llos que registran separada- mente la reflectancia en las bandas del rojo y del infrarro- jo, el más difundido es el Figura 4. Analogía entre el esquema de la figura 1 y el problema de índice verde normalizado, determinar el caudal de ingreso de agua a un tanque mediante pueden detectar mediante mediciones continuadas de la absorción de energía solar por sencillos cálculos la propor- parte de las plantas. 118 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Aquí ya no interesan los niveles de son una estimación de la radiación ab- agua en el tanque (biomasa) sino que la sorbida por la vegetación (en Megajo- aplicación del modelo de Monteith es ules/ha, por ejemplo), puede ser una semejante a colocar un caudalímetro di- salida más que aceptable, ya que toda rectamente en la boca de entrada de comparación o análisis de los patrones agua. La vaca puede tomar agua libre- de radiación absorbida equivaldrán a com- mente ya que la PPNA fue medida «an- paraciones o análisis de PPNA aunque tes» de que pueda ser consumida. Por no se conozca su valor en gramos. Si supuesto que el consumo puede afectar bien esta estrategia requiere un cambio a la PPNA, pero esto es justamente lo fuerte de mentalidad, su potencial es que se intenta hacer: estimar la PPNA inmenso ya que por un lado, es muy con la vaca allí. Como los sensores re- razonable suponer que ciertas situacio- motos cubren dentro de un píxel toda el nes tengan la misma eficiencia y, por área, no hay problemas de muestreo de la otro lado, es sumamente sencillo esti- fRFA, como sí los había en el caso de la mar la radiación absorbida por la vegeta- medición del nivel del agua. ¿Cuáles son ción de cualquier lugar del planeta. La las dificultades de esta aproximación? Son segunda estrategia para lidiar con esta básicamente dos y serán desarrolladas en dificultad es estimar la eficiencia tal como sendos párrafos a continuación. se desarrolla en el capítulo de Oyarzabal La primera dificultad es que el «cau- et al., (2011, este número). dalímetro» tiene una resolución máxima predeterminada por el sensor utilizado CONCLUSIONES para estimar la fRFA. Cada píxel integra la fRFA del área que cubre y por lo tanto La PPNA puede ser estimada a partir no se puede diferenciar lo que sucede de cambios de biomasa o a partir de la dentro de un píxel. Esto puede ser un radiación absorbida. Esta segunda aproxi- inconveniente, por ejemplo, cuando se mación permite seguir la PPNA median- intenta conocer la PPNA de pequeñas te satélites con una amplia cobertura de unidades de manejo y se utilizan senso- espacio y tiempo. res de moderada resolución, como sería el caso de parcelas de tambo analizadas con el sensor MODIS, cuya máxima re- BIBLIOGRAFÍA solución es 5,6 ha. Muy difícilmente un píxel MODIS coincidirá enteramente con ARAGON, R.; OESTERHELD, M. 2008. Linking una unidad de manejo tan pequeña. En vegetation heterogeneity and functional definitiva, las estimaciones de PPNA attributes of temperate grasslands mediante esta aproximación estarán siem- through remote sensing. Applied pre limitadas por la resolución del sensor Vegetation Science 11:115-128. usado para estimar la fRFA. CHAPIN, F. S.; MATSON, P. A.; MOONEY, H. La segunda dificultad es la estima- A. 2002. Principles of terrestrial ecosystem ecology. Springer, New York. ción de la eficiencia en el uso de la radiación. Existen dos estrategias bási- LAUENROTH, W. 1979. Grassland primary cas para lidiar con esta dificultad. La production: North American grasslands primera es renunciar a contar con esti- in perspective. Páginas 3-24 en N. maciones de la eficiencia, pero tener French, editor. Perspectives in elementos para suponer que las situacio- grassland ecology. Springer-Verlag, nes que se quiere evaluar o comparar New York. poseen la misma eficiencia. Por ejemplo, LAUENROTH, W. K.; SALA, O. E. 1992. pasturas o pastizales de semejante com- Long-Term Forage Production of North posición en ambientes similares tendrán American Shortgrass Steppe. muy probablemente similares eficiencias. Ecological Applications 2:397-403. Las eventuales diferencias seguramente MCNAUGHTON, S. J.; OESTERHELD, M.; sean mucho menores que otras fuentes FRANK, D.A.; WILLIAMS, K. J. 1989. de error. En esas circunstancias, contar Ecosystem-level patterns of primary con los dos primeros elementos del mo- productivity and herbivory in terrestrial delo de Monteith, la radiación incidente y habitats. Nature 341:142-144. la fracción absorbida, que en conjunto Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 119

MONTEITH, J. 1972. Solar radiation and PARUELO, J.M.; OYARZABAL, M.; productivity in tropical ecosystems. OESTERHELD, M. 2011. El Journal of Applied Ecology 9:747–766. Seguimiento de los recursos forrajeros mediante sensores remotos: bases y OESTERHELD, M.; SALA, O. E.; aplicaciones. En Altesor, A., W. Ayala y MCNAUGHTON, S. J. 1992. Effect of J.M. Paruelo editores. Bases Animal Husbandry on Herbivore- ecológicas y tecnológicas para el Carrying Capacity at a Regional Scale. manejo de pastizales. Serie FPTA, Nature 356:234-236. N° 26, INIA. OESTERHELD, M.; DI BELLA, C.; HERDILES, PIÑEIRO, G.; OESTERHELD, M.; PARUELO, K. 1998. Relation between NOAA- J.M. 2006. Seasonal variation in AVHRR satellite data and stocking rate aboveground production and radiation- of rangelands. Ecological applications use efficiency of temperate rangelands 8:207-212. estimated through remote sensing. OESTERHELD, M.; LORETI, J.; SEMMARTIN, Ecosystems 9:357-373. M.; PARUELO, J. M. 1999. Grazing, fire, SALA, O. E.; PARTON, W. J. ; JOYCE, L. A. and climate effects on primary LAUENROTH, W. K. 1988. Primary productivity of grasslands and savannas. production of the central grassland Páginas 287-306 en L. Walker, editor. region of the United States. Ecology Ecosystems of disturbed ground. 69:40-45. Elsevier, Amsterdam. SCURLOCK, J. M. O.; JOHNSON, K.; OLSON, OYARZABAL M.; OESTERHELD, M.; R. J. 2002. Estimating net primary GRIGERA, G. 2011. ¿Cómo estimar la productivity from grassland biomass eficiencia en el uso de la radiación dynamics measurements. Global mediante sensores remotos y Change Biology 8:736-753. cosechas de biomasa? Un ejemplo local. En Altesor, A., W. Ayala y J.M. THORNTON, P. E.; RUNNING, S. W. 1999. An Paruelo editores. Bases ecológicas y improved algorithm for estimating tecnológicas para el manejo de incident daily solar radiation from pastizales. Serie FPTA N° 26, INIA. measurements of temperature, humidity, and precipitation. Agricultural and Forest Meteorology 93: 211-228. 120 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 121 Oyarzabal, M.1; CAPÍTULO VIII. Oesterheld, M.1; Grigera, G.2 ¿Cómo estimar la eficiencia en el uso de 1Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección – LART, IFEVA, la radiación mediante Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires/CONICET. Av. San sensores remotos y Martín 4453, C1417DSE Buenos Aires, Argentina. cosechas de biomasa? [email protected] 2AgIdea SA, Santiago del Estero 67, Proyecto FPTA 175 B2702FVA, Pergamino, Argentina. Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010

RESUMEN La eficiencia en el uso de la radiación (EUR) es, como toda eficiencia, una relación entre cantidad de producto e insumo. La EUR representa la eficiencia de conversión de energía en biomasa, una medida de la cantidad neta (tiene en cuenta la respiración) de carbohidratos sintetizados o tejidos generados (pro- ducto) por unidad de energía solar absorbida (insumo). Este capítulo tiene como misión central mejorar la capacidad de quienes manejan la vegetación de los agroecosistemas para comprender, estimar y utilizar la EUR. Adicionalmente se presentan los resultados de estimaciones de EUR realizadas en el marco del proyecto FPTA 175 para pastizales naturales de la región Cuesta basáltica. Específicamente, se presenta el paso a paso de una estimación de la EUR de recursos forrajeros. Primero, se muestra una estimación de productividad primaria neta aérea (producto) a partir de cosechas de biomasa aérea. Luego, se detalla cómo estimar la radiación solar absorbida por las pasturas (insumo), en los sitios y períodos coincidentes con las cosechas, a partir de una estación meteorológica y un sensor a bordo de un satélite. Luego se calculó la EUR. Por último, se utilizó la EUR para estimar la productividad de pasturas similares en la región usando información provista por sensores remotos en potreros que no participaron en la calibración.

INTRODUCCIÓN área foliar y biomasa de cada planta como del número de plantas. La EUR Las plantas interceptan y absorben tiene un máximo comparable con el ren- parte de la radiación solar que incide dimiento fotosintético a nivel de hoja en sobre ellas. A partir de la energía absor- condiciones óptimas. En condiciones de bida, mediante la fotosíntesis sintetizan campo, restricciones térmicas, hídricas carbohidratos que utilizan para el creci- y nutricionales disminuyen el valor máxi- miento. La eficiencia en el uso de la mo de EUR (Field et al., 1995, Gamon, radiación (EUR) es, como toda eficien- 1995, Nouvellon et al., 2000). En algunas cia, una relación entre cantidad de pro- situaciones resulta difícil medir la ener- ducto e insumo. La EUR representa la gía absorbida y la EUR suele calcularse eficiencia de conversión de energía en también por unidad de radiación solar biomasa, una medida de la cantidad neta interceptada (por ejemplo, (Trapani et al., (tiene en cuenta la respiración) de carbo- 1992), que no contempla la pérdida de hidratos sintetizados o tejidos generados radiación reflejada (albedo) ni la absor- (producto) por unidad de energía solar ción por el suelo de la radiación reflejada absorbida (insumo). Por lo tanto, la EUR (Russell et al., 1989). Tanto la radiación es relativamente independiente tanto del interceptada como la absorbida pueden 122 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales estimarse a partir de sensores remotos tal es proporcional a la cantidad total de (Pearcy, 1989, Sellers et al., 1992). radiación fotosinteticamente activa inci- Este capítulo tiene como misión cen- dente (RFA), a la fracción de esa radia- tral mejorar la capacidad de quienes ción que es absorbida por los tejidos manejan la vegetación de los agroecosis- verdes (fRFAA) y a la eficiencia de con- temas para comprender, estimar y utili- versión (EUR) (Monteith, 1972): zar la EUR. Específicamente, muestra el PPNA(g m-2 año-1) = RFA(MJ m-2 año-1) paso a paso de una estimación local de x fRFAA x EUR(g MJ-1) EUR a partir de un conjunto de datos de la literatura que sirve como ejemplo (Ecuación 1) (Grigera et al., 2007b). Primero, se mues- La posibilidad de usar información tra una estimación de productividad pri- suministrada por sensores remotos para maria neta aérea (producto) a partir de estimar un factor clave del modelo cosechas de biomasa aérea de pastu- (fRFAA) hace que la estimación de la ras. Luego, se detalla cómo estimar la productividad sea no solo conceptual- radiación solar absorbida por las pastu- mente sólida sino también operativamen- ras (insumo), en los sitios y períodos te posible, desde la escala de potrero coincidentes con las cosechas, a partir hasta el paisaje, la región o el planeta de una estación meteorológica y un sen- (Paruelo et al., 1997, Paruelo et al., sor a bordo de un satélite. Por último, se 2000, Running et al., 2000, Piñeiro et al., calcula la EUR. Adicionalmente se pre- 2006, Grigera et al., 2007a, Paruelo 2008). sentan los resultados de estimaciones La EUR, el otro factor clave del modelo, de EUR realizadas en el marco del pro- puede ser estimada usando distintas yecto FPTA 175 para pastizales natura- aproximaciones. Puede estimarse a par- les del área de basalto (ver Caja 1). tir de un despeje algebraico en la ecua- Cuantificar la EUR permite conocer ción propuesta por Monteith (1972; Ecua- cómo varía. La EUR varía entre tipos de ción 1). Para ello es necesario contar con vegetación, entre años y entre estacio- estimaciones independientes de la pro- nes. Muestra una importante variación ductividad y la radiación absorbida. La entre biomas, desde 0.27 g MJ-1 para EUR también puede ser estimada a partir desiertos a 0.71 g MJ-1 para selvas tropi- de modelos con base en variables am- cales (Ruimy et al., 1994, Field et al., bientales o de índices espectrales como 1995). Entre años, las variaciones de el Índice de Reflectancia Fotoquímico, o EUR de pastizales semiáridos van desde puede ser tomada de estimaciones de la 0.27 a 0.35 g MJ-1 (Nouvellon et al., 2000). literatura (Turner et al., 2003, Bradford et Dentro de un año la variabilidad es ma- al., 2005, Piñeiro et al., 2006, Grigera et yor, la EUR de pastizales húmedos varía al., 2007b, Garbulsky et al., 2008). entre estaciones desde 0.2 a 1.2 g MJ-1 (Piñeiro et al., 2006). Parte de estas Estimación de la EUR de variaciones estacionales estuvieron aso- recursos forrajeros ciadas positivamente con la precipita- ción y negativamente con la temperatura A continuación se desarrolla un ejem- del aire (Piñeiro et al., 2006). La EUR plo de estimación de la EUR de pasturas también varía entre tipos de recurso forra- a partir de la primera aproximación, el jero, por ejemplo las pasturas cultivadas despeje de la Ecuación 1. Se utilizó en las lomas dominadas por alfalfa tienen información provista por sensores remo- mayor EUR que las de agropiro implanta- tos y estaciones meteorológicas (que das en los bajos (Grigera et al., 2007b). estiman fRFAA y RFA, Ecuación 1 y Conocer todas estas fuentes de varia- Figura 1) y cosechas de biomasa (para ción de la EUR permite estimar con ma- estimar de manera independiente la yor precisión la productividad utilizando PPNA). Una vez estimada la EUR, y información satelital (ver Paruelo et al., entonces calibrado el modelo (Ecuación en este volumen). Desde hace algunos 1), se la utilizó para estimar la producti- años, un robusto modelo ecofisiológico vidad forrajera usando información pro- establece que la productividad primaria vista por sensores remotos en potreros neta aérea (PPNA) de una cubierta vege- que no participaron en la calibración (ver Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 123

Radiación incidente (RFA) Modelo empírico

Indice de Fracción Radiación PPNA Vegetación absorbida absorbida RFAA (IVN) (fRFAA ) (RFAA) Eficiencia ó (EUR) Productividad Biomasa primaria PPNA aérea EUR = (PPNA) RFAA

Figura 1. Esquema de estimación de la EUR. A partir del Índice de Vegetación Normalizado (IVN) y de un modelo empírico (ver texto) se calcula la Fracción de la radiación fotosinteticamente activa que es absorbida (fRFAA) en los sitios y períodos coincidentes con las cosechas de biomasa aérea. El producto entre la Fracción absorbida y la Radiación incidente (RFA) estima la Radiación fotosinteticamente activa que es absorbida (RFAA). Por otro lado, a partir de cosechas de Biomasa aérea se estima la Productividad primaria neta aérea (PPNA). Finalmente, la estimación de la EUR puede realizarse mediante un modelo de ajuste, por ejemplo lineal, entre la Productividad primaria y la Radiación absorbida, o mediante el cociente. En círculos se muestran las variables necesarias para la estimación de EUR, y en rectángulos las estimadas. también Paruelo et al., 2011 en este Trifolium pratense y Trifolium repens) número). El capítulo se basa fuertemente (ver más detalles en Grigera et al., 2007b). en dos trabajos publicados en revistas científicas, tanto porque sigue la meto- dología de uno como porque utiliza los Estimación de la productividad datos del otro (Piñeiro et al., 2006, Grige- de las pasturas ra et al., 2007b). Las estimaciones de productividad La estimación de la EUR se realizó en primaria neta aérea (o tasa de crecimien- pasturas cultivadas en la porción su- to, ver Oesterheld et al., 2011 en este doeste de la región pampeana, Argenti- volumen) fueron hechas entre octubre de na. El clima es templado subhúmedo. La 2000 y septiembre de 2003 en 4 potreros precipitación anual varía entre 800 a con pasturas de loma. Los agrónomos 900 mm, es más abundante en primavera que diseñaron y realizaron las cosechas y verano. Las sequías son relativamente de biomasa trataron de simular el siste- comunes en invierno pero también sue- ma de pastoreo intermitente al cual están len ocurrir en verano. La temperatura generalmente sometidas estas pastu- media mensual varía entre 7-9 °C en julio ras. Entonces, realizaron cosechas de la a 21-22 °C en enero. El tipo de suelo biomasa aérea acumulada durante un dominante es el Molisol, en muchas áreas período de rebrote de aproximadamente con limitaciones para el crecimiento de 2 meses. En cada uno de los 4 potreros cultivos como la presencia de tosca (car- se usaron 8 jaulas cuadradas de 1 m de bonato de calcio), alcalinidad e inunda- lado (réplicas) que evitaron el pastoreo. ciones frecuentes. La heterogeneidad a Al inicio de cada período de rebrote la nivel de paisaje consiste en un mosaico vegetación fue cortada a una altura de 4 de dos niveles topográficos sujetos a cm dentro de cada jaula, y al final de ese diferente régimen hídrico y salino, y con- período fue cortada a la misma altura. Se secuentemente a diferente uso de la tie- cosechó toda la biomasa aérea cortada y rra. Las pasturas en las que se estimó la se secó en estufa. La productividad fue EUR ocupan la posición topográfica más calculada como el incremento de bioma- alta, llamadas localmente como «pastu- sa total aérea durante el período. La ras de loma», típicamente compuestas productividad promedio fue de 145 g m-2 por gramíneas (Festuca arundinacea, período-1, con un mínimo de 45 y un Dactylis glomerata y Lolium multiflorum) máximo de 470 g m-2 período-1 (Figura 2). y leguminosas (Medicago sativa, 124 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Figura 2. Productividad primaria neta aérea promedio (PPNA) estimada a partir 500 de cosechas de biomasa aérea en 400

)

cuatro potreros con pasturas de loma -1

en el sudoeste bonaerense, 300

Argentina, desde octubre de 2000 período

-2

hasta septiembre de 2003. Los 200 valores se indican en la fecha media

del período de rebrote o intervalo (PPNA; g m 100

entre cosechas de biomasa. Las Productividad primaria neta aérea barras corresponden al error 0 estándar, en algunos casos ocultas

dic 2000

dic 2001

dic 2002

dic 2003

jun 2001

jun 2002 por los símbolos. jun 2003

Fecha media del período de rebrote

Estimación de la radiación observación de un mismo sitio práctica- absorbida en sitios y períodos mente diaria) con georeferenciación, co- coincidentes con las rrección atmosférica y detección de nu- bosidad notablemente mejoradas respec- estimaciones de productividad to de otros sensores. Estas característi- cas son requisitos básicos para poder Para cada sitio y período de rebrote se realizar una estimación de la EUR a la estimó también la radiación absorbida escala de unidad de manejo. En cada (RFAA, Figura 1). Se utilizó información potrero se seleccionaron el/los píxel/es provista por un sensor remoto (MODIS) y MODIS que cumplieran la doble condi- una estación meteorológica cercana (ver ción de quedar incluido/s completamen- más abajo). El sensor MODIS (Moderate te dentro del potrero y cubrir solo áreas Resolution Imaging Spectroradiometer), con pastura de loma, se excluyeron los a bordo de los satélites Terra y Aqua de montes, caminos y/o construcciones la NASA, es un instrumento que combina (Figura 3). alta resolución espacial y temporal (ta- maño de píxel <6 ha y frecuencia de Se utilizó el Índice de Vegetación Normalizado del proyecto MODIS (tam- bién conocido como Índice Verde, o Nor- malized Difference Vegetation Index, NDVI; Collection 5 of MOD13Q1, http:// lpdaac.usgs.gov/main.asp, Vegetation indices product). Este producto MODIS consiste en una imagen compuesta cada 16 días con cuatro resoluciones espacia- les. Se utilizó la más alta, con un tamaño de píxel de 250 m (<6ha). El producto incluye una medida de la calidad de cada dato, lo que permitió descartar aquellos de mala calidad y reemplazarlos por in- terpolación lineal entre las fechas conti- guas (1,5% de datos corregidos, solo una de las setenta imágenes utilizadas). El IVN está directamente relacionado con la absorción de radiación por las Figura 3. Ejemplo de croquis de un sector de un establecimiento plantas porque se basa en las propieda- en el sudoeste bonaerense, Argentina. El polígono des espectrales de la vegetación verde central más grande muestra uno de los potreros de absorber intensamente la radiación (93 ha) donde se realizaron las cosechas de biomasa visible que utiliza para la fotosíntesis aérea. Dentro de él, los cuatro rombos delimitan las (especialmente en la longitud de onda áreas que «mira» el satélite (píxeles de 5.3 ha) del rojo) y de reflejar la mayor parte de la seleccionadas para calcular la radiación absorbida radiación en la zona del infrarrojo cerca- (RFAA, ver Ecuación 1). no (Sellers, 1985). El IVN se calcula Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 125 según: IVN = (ρir-ρr)/(ρr+ρir), donde ρr y Por último, se promedió la fracción ρir son las reflectancias (proporción de la absorbida estimada en cada uno de los radiación incidente que es reflejada) de la potreros (Figura 6). Respecto al IVN, superficie en la longitud del rojo y el esta estimación de la fracción absorbida infrarrojo cercano, respectivamente. aumenta muy ligeramente el ajuste con 2 Para cada potrero se calculó un pro- la productividad (R =0.58, P<0.001, medio ponderado del Indice de Vegeta- n=18). Nótese que se mantienen algunos ción durante cada período de rebrote. Por desfases, por ejemplo entre febrero y ejemplo, para calcular el Índice de Vege- abril de 2001 (Figura 6). tación coincidente con el período entre el

11 de enero y el 14 marzo (uno de los 1.0 500 períodos de rebrote para el que se estimó aérea neta primaria Productividad

la productividad) se tomaron los 5 valores 0.8 400 m g (PPNA; de IVN correspondientes a las 5 imáge- nes con una cobertura de 16 días cada 0.6 300

-2 una. Cada uno de los 5 valores de IVN se período 0.4 ponderó por su coincidencia temporal 200

-1

) con el período detallado, luego se calculó 0.2 100 el promedio. A su vez, se promediaron

Índice de Vegetación Normalizado (IVN) los valores de IVN de los cuatro potreros. 0.0 0 El IVN promedio fue de 0.64, varió entre

dic 2000

dic 2001

dic 2002

dic 2003

jun 2001

jun 2002 un mínimo de 0.46 y un máximo de 0.80 jun 2003 (Figura 4). Si bien existió cierta sincronía Fecha media del período de rebrote entre las dinámicas del IVN y de la pro- ductividad (Figura 4), el IVN explicó solo Figura 4. Índice de Vegetación Normalizado (o «Índice Verde», el 55% de la variabilidad de la productivi- triángulos y línea llena) medido por el sensor MODIS dad (R2=0.55, P<0.001, n=18). en pasturas del sudoeste bonaerense (Argentina), desde octubre de 2000 a septiembre de 2003. Cada La fracción de la radiación fotosinteti- valor corresponde al promedio de cuatro pasturas camente activa que es absorbida en la fecha media del período de rebrote (según (fRFAA, ver Ecuación 1 y Figura 1) fue Figura 2). Las barras corresponden al error estándar, estimada para cada período de rebrote en algunos casos ocultas por los símbolos. La línea como una función no lineal del Índice de punteada reproduce la productividad mostrada en la Vegetación Normalizado (IVN). El mode- Figura 2. lo empírico fue propuesto por Potter et al. (1993). Grigera et al. (2007b) calibraron localmente el modelo, asignaron absor- 1.0 ción nula (fRFAA=0) a valores de IVN medidos en áreas sin cobertura verde 0.8 (suelo arado o rastrojo de cosecha) y absorción máxima (fRFAA=0.95) a valo- res de IVN de áreas con alta cobertura 0.6 (pasturas con índice de área foliar mayor a 3 y cultivos de trigo durante antesis). La 0.4 ecuación resultante fue (Figura 5):

Fracción de la radiación

que es absorbida (fRFAA) 0.2 fRFAA = min [SR/(SRmax – SRmin) – SRmin/

(SRmax – SRmin), 0.95] (Ecuación 2) 0.0 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 donde SR = (1 + IVN)/(1 – IVN), SRmax = Índice de Vegetación Normalizado (IVN)

11.62, y SRmin = 1.55 Figura 5. La línea muestra el modelo empírico para estimar la fracción de la radiación fotosinteticamente activa que es La función fue propuesta por Potter et absorbida (fRFAA) a partir del Índice de al., (1993) y ajustada con parámetros Vegetación Normalizado (IVN). locales por Grigera et al., (2007b) (Ecua- ción 2). 126 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Figura 1) se calculó como la sumatoria 1.0 500

rdciia rmrant aérea neta primaria Productividad de la solar total incidente diaria medida por la estación meteorológica multiplica-

0.8 400 m g (PPNA; da por 0.48 (McCree, 1972). La Radia-

0.6 300 ción incidente acumulada varió entre mí-

-2 -2 -1

período nimos de 200-300 MJ m período y -2 -1 0.4 200 máximos de 700-800 MJ m período

-1

) correspondientes al fin del otoño-inicio

Fracción de la radiación que es absorbida (fRFAA) 0.2 100 del invierno y al comienzo del verano, respectivamente (Figura 7). Las dinámi- 0.0 0 cas de la radiación incidente y la produc- tividad fueron ligeramente sincrónicas

dic 2000

dic 2001

dic 2002

dic 2003

jun 2001

jun 2002 jun 2003 (Figura 7), por lo que fue escasa la varia- Fecha media del período de rebrote bilidad de la productividad asociada a la 2 Figura 6. Fracción de la radiación fotosinteticamente activa radiación incidente (R =0.25, P=0.03, que es absorbida (fRFAA, triángulos y línea llena) n=18). En áreas relativamente planas estimada a partir del Índice de Vegetación como la de los pastizales del Río de la Normalizado y el modelo empírico (Figuras 3 y 4), Plata, la radiación solar acumulada du- desde octubre de 2000 a septiembre de 2003. Cada rante períodos medianos a largos (por valor corresponde al promedio de cuatro pasturas ejemplo un mes) depende principalmen- del sudoeste bonaerense, Argentina, en la fecha te del momento del año y la latitud. Por media del período de rebrote (según Figura 2). Las esta razón es que se pueden usar con barras corresponden al error estándar, en algunos razonable precisión datos de una esta- casos ocultas por los símbolos. La línea punteada ción meteorológica cercana no necesa- reproduce la productividad mostrada en la Figura 2. riamente ubicada en cada sitio de esti- mación de la EUR; distancias de hasta

) 900 500 300-400 km, incluso en sentido latitudi-

-1

rdciia rmrant aérea neta primaria Productividad nal, aseguran buena precisión para estos 750

período fines. 400 m g (PPNA;

-2 600 Por último, se estimó la Radiación 300 absorbida (RFAA, Figura 1 y Ecuación 1) 450 -2 período para cada potrero y período como el 200 300 producto entre la fracción absorbida (fR-

-1 ) FAA, Figura 6) y la radiación incidente 150 100 (RFA, Figura 7). Luego, se obtuvo el 0 Radiación incidente (RFA; MJ m 0 promedio de RFAA para los cuatro potre- ros. La radiación absorbida promedio fue -2 -1

dic 2000

dic 2001

dic 2002

dic 2003

jun 2001

jun 2002 jun 2003 de 190 MJ m período , la máxima de -2 -1 Fecha media del período de rebrote 590 MJ m período durante noviembre de 2001 y la mínima de 42 MJ m-2 período- Figura 7. Radiación solar fotosintéticamente activa incidente 1 durante junio de 2003 (Figura 8). Las (RFA, rombos y línea llena) medida en una estación dinámicas de la radiación absorbida y la meteorológica cercana al sitio donde se realizaron productividad fueron mucho más sincró- las cosechas de biomasa, en el sudoeste nicas que respecto al Índice de Vegeta- bonaerense, Argentina. Cada valor corresponde al ción, la fracción absorbida o la Radiación acumulado durante el período de rebrote, se indican incidente (Figuras 4, 6 y 7 respectiva- según la fecha media (según Figura 2). La línea mente). La Radiación absorbida explicó punteada reproduce la productividad mostrada en la Figura 2. muy significativamente la mayor parte de la variabilidad de la productividad (R2=0.87, La radiación solar total diaria inciden- P<0.0001, n=18). En cambio, Piñeiro et al. te se obtuvo de una estación meteoroló- (2006) muestran que el Índice de Vegeta- gica ubicada a 5 km del potrero más ción fue tan o mejor predictor de la produc- cercano y a 50 km del más lejano (37° 24’ tividad como lo fue la Radiación absorbida. 17.8’’’ Sur, 61° 26’ 27.4’’ Oeste, altitud Esto fue atribuido a una correlación signi- 200 m sobre el nivel del mar). La radia- ficativa entre el Índice de Vegetación y la ción fotosintéticamente activa para cada Radiación incidente (r=0.56, n=21; Piñeiro período de rebrote (RFA, Ecuación 1, et al., 2006), algo que no se observó en estas pasturas (r=0, n=18). Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 127

Figura 8. Radiación absorbida (RFAA, cua- 700 500

rdciia rmrant aérea neta primaria Productividad drados y línea llena) por pasturas 600

)

400 m g (PPNA;

del sudoeste bonaerense, Argen- -1 500 tina. Cada valor corresponde al 300

período 400

promedio de cuatro pasturas en la -2

-2 fecha media del período de rebro- 300 período 200 te (según Figura 2). Las barras

200 -1

Radiación absorbida

) corresponden al error estándar, (RFAA; MJ m 100 en algunos casos ocultas por los 100 0 símbolos. La línea punteada re- 0 produce la productividad mostra-

dic 2000

dic 2001

dic 2002

dic 2003

jun 2001

jun 2002 da en la Figura 2. jun 2003

Fecha media del período de rebrote

Estimación de la EUR de dad, sería más razonable usar una estima- pasturas ción de EUR que minimice el error de predicción, algo que el uso del promedio no La EUR se estimó de dos maneras garantiza (por ej. 0.82 g MJ-1, Figura 9). (Figura 1). La primera como el cociente El segundo modo de estimación de la entre la productividad y la radiación ab- EUR fue mediante un modelo de ajuste sorbida para cada fecha. De este modo, entre la productividad y la radiación ab- se tiene una estimación de EUR para sorbida (Figura 2). Se utilizó un modelo cada período para el que se cuente con de regresión lineal simple con la produc- estimaciones de radiación absorbida y tividad como variable predicha (eje «y») y productividad (Figura 1). La EUR varío la radiación absorbida como variable pre- entre un mínimo de 0.3 g MJ-1 en enero de dictora (eje «x») (Le Roux et al., 1997). Si 2001 a un máximo de 1.3 g MJ-1 en dos de la ordenada al origen del modelo lineal los tres julios analizados (2001 y 2003; resulta igual o no significativamente dis- Figura 9), valores muy similares al de tinta de cero, entonces la pendiente del otra estimación de EUR en pastizales de modelo es la EUR (Verón et al., 2005). La la región (Piñeiro et al., 2006). La EUR EUR así calculada sería parecida a la promedio fue de 0.82 g MJ-1 (Figura 9), calculada según el promedio de los co- algo menor a la EUR de 1.02 g MJ-1 cientes (Figura 9), con la ventaja de que estimada en una sabana dominada por la primera minimiza el error de predic- gramíneas con síndrome fotosintético C4 ción. En cambio, si la ordenada al origen (Le Roux et al., 1997). La ventaja de es positiva la pendiente es una subesti- calcular la EUR de este modo radica en mación de la EUR. Esto es porque el que permite conocer su variabilidad entre modelo predice productividad positiva con meses, estaciones y años. En cambio, radiación absorbida igual a cero (la EUR si el cálculo de EUR es para calibrar el tiende a infinito). Si la ordenada es nega- modelo de Monteith (1972) y hacer esti- tiva la pendiente sobreestima la EUR. En maciones independientes de productivi-

1.5

)

-1 Figura 9. Eficiencia en el uso de la radiación 1.0 de pasturas (EUR, Ecuación 1) calculada como el cociente entre 0.82

(EUR; g MJ la productividad y la radiación absorbida (Figura 1), desde 0.5

octubre de 2000 a septiembre de Eficiencia en el uso de la radiación 2003. Cada valor corresponde al promedio de cuatro pasturas en 0.0 la fecha media del período de

dic 2000

dic 2001

dic 2002

dic 2003

jun 2001

jun 2002 rebrote (según Figura 2). La línea jun 2003

punteada indica el promedio Fecha media del período de rebrote general (n=18). 128 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales este caso porque el modelo predice pro- no ser el más apropiado (ver Oesterheld ductividad igual a cero con radiación ab- et al., 2011 en este número). Las cose- sorbida positiva (la EUR tiende a menos chas de biomasa se realizan en unos infinito). En ambos casos, el error de pocos metros cuadrados que no están estimación de la EUR es mayor con siendo pastoreados. En cambio, los da- valores bajos de radiación absorbida que tos provistos por el satélite provienen de con valores altos (Verón et al., 2005). De un píxel de casi 6 ha bajo pastoreo. Esta todos modos, si el objetivo es calibrar el diferente escala de medición podría de- modelo de Monteith (1972) y estimar la terminar que la estimación de la EUR sea productividad a partir de RFAA y EUR errónea y el modelo calibrado tenga bajo (Ecuación 1), lo conveniente es resolver valor predictivo. Para este caso de las el modelo de ajuste y utilizarlo como tal, pasturas de loma, el error de predicción que en el caso de ajustes lineales será del modelo fue evaluado con datos inde- con una pendiente y ordenada al origen pendientes de productividad y resultó dadas. Como era de esperar a partir de la relativamente bajo (ver más abajo), pro- Ecuación 1, la productividad estuvo posi- bablemente porque las cosechas tuvie- tivamente asociada con la radiación ab- ron un aceptable número repeticiones y sorbida (Figura 10). La radiación absorbi- porque el crecimiento de la pastura den- da explicó el 87% de la variabilidad de la tro de las jaulas fue similar al del resto del productividad (R2=0.87, n=18). La pen- área bajo pastoreo cubierta por el píxel. diente del modelo fue igual a 0.7 g MJ-1 De todos modos, en condiciones de pas- (P<0.0001) y la ordenada al origen igual toreo continuo es imprescindible el uso a 22.3 g m-2 período-1 no significativamen- de jaulas para la estimación de producti- te distinta de cero (P=0.15). Por lo expli- vidad (ver Oesterheld et al., en este volu- cado antes, esta pendiente calculada es men). En potreros con pastoreo rotativo, la estimación de la EUR que minimiza el una alternativa metodológica que salve error de predicción de la productividad. La este problema es el de diseñar un plan de desventaja de calcular la EUR de este cortes que se acople al movimiento de modo es que se pierde el detalle de la los animales y prescinda del uso de variación intra e interanual (Figura 9). jaulas. Para esto habría que diseñar una El método de estimación de la EUR parcela de pastoreo que incluya al me- presentado plantea un desafío metodoló- nos un píxel MODIS de interés. Las cose- gico. Por un lado, el método de estima- chas de biomasa deberían hacerse des- ción de la productividad con jaulas puede pués que los animales abandonen la parcela y antes que vuelvan a entrar. La diferencia entre ambas disponibilidades

500 de biomasa será una estimación de la productividad durante el período entre pastoreos. Entonces, el desafío metodo- 400

) lógico a resolver es el de asumir cierto -1 error a costa de un trabajo de campo más 300 sencillo (uso de jaulas) o lograr mayor

período

-2 precisión y grado de realismo a costa de

200 un método más complejo (cosechas de biomasa según movimiento de animales

(PPNA; g m en parcelas de pastoreo). 100

Productividad primaria neta aérea La estimación de la EUR se puede realizar, con ciertos recaudos, a partir de 0 0 100 200 300 400 500 600 700 cosechas de biomasa hechas en el pa- Radiación absorbida (RFAA; MJ m-2 período-1) sado. El sensor MODIS cubre diariamen- te toda la superficie terrestre desde fe- Figura 10. Modelo de ajuste lineal entre la productividad y la brero de 2000 al presente, y las imáge- radiación absorbida para el cálculo de la EUR de nes están disponibles gratis en un sitio pasturas de loma del sudoeste bonaerense, de Internet (http://lpdaac.usgs.gov/ Argentina (Figura 8). Las barras corresponden al main.asp). Entonces, podría hacerse una error estándar, en algunos casos ocultas por los estimación de la EUR si se cuenta con un símbolos. PPNA = 0.7 RFAA + 22.3; n=18; R2=0.87; P<0.0001. conjunto de datos de cortes de biomasa Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 129 hechos durante estos años, si se conoce del funcionamiento de la vegetación que con relativa exactitud el sitio donde se alberga (Garbulsky y Paruelo 2004, Alca- realizaron los cortes, y si las áreas son raz et al., 2008, Oyarzabal et al., 2008, los suficientemente grandes (>15-20 ha) Altesor et al., 2009). como para elegir al menos un píxel Contar con estimaciones locales de MODIS. Si las cosechas no son propias, EUR permite calcular con razonable pre- en todo este proceso es de crucial impor- cisión la productividad de grandes áreas tancia contar con la ayuda del/los res- a partir de sensores remotos. Grigera et ponsable/s, sobre todo si se trata de al., (2007a) hicieron evaluaciones forma- datos inéditos, tanto para asegurar que les de la precisión del modelo calibrado se trata de biomasa correctamente seca- (Figura 10). Encontraron que los valores da en estufa como para descartar even- observados versus los predichos se aso- tuales datos erróneos y elegir el/los píxel/ ciaban positiva y significativamente, y es que mejor representen el recurso fo- que la predicción sobrestimaba solo en rrajero relevado. un 6% la productividad (R2=0.87, cuadra- do medio del error = 49 g m-2 60 días-1, Aplicaciones y perspectivas error promedio = 6%). Grigera et al., (2007a) también evaluaron mediante en- La EUR estimada según el modelo cuestas la información generada por el lineal (Figura 10) se utilizó para estimar modelo calibrado para 250.000 ha tota- la productividad en pasturas similares les. Los usuarios relativamente más fre- que no participaron de la calibración. Se cuentes y numerosos fueron asesores utilizó el Sistema de seguimiento forraje- profesionales. Ellos utilizan la informa- ro (ver Paruelo et al., en este volumen) ción de productividad al menos una vez que estimó la productividad desde febre- cada tres meses para realizar, controlar ro de 2000 hasta mediados de 2009, con y/o corregir el balance forrajero del ciclo detalle mensual y para cada uno de 89 productivo en curso, y también la utilizan potreros seleccionados en la región con con frecuencia anual para analizar los pasturas de loma (Figura 11). Nótese que resultados del ciclo productivo anterior. la estimación de la EUR se realizó con En cambio, el número de usuarios entre datos de 2000-2003 mientras que las productores ganaderos fue menor, en- estimaciones de productividad a partir contraron elevada complejidad, baja pre- del modelo calibrado abarcan todo el cisión y dificultades en utilizar informa- período para el que hasta este momento ción de productividad forrajera para tomar se dispone de imágenes MODIS (2000- decisiones (Grigera et al., 2007a). 2009). A partir de este tipo de información

(Figura 11), los usuarios la utilizan de 3000 acuerdo a sus objetivos y creatividad. Para sistemas ganaderos, habitualmen- 2500

te se utiliza la información como base ) para el balance forrajero, y los análisis -1 2000

mes

que de él se derivan se pueden dividir en -2 aquellos cuyo objetivo es tomar decisio- 1500 nes de manejo en tiempo real y en aque- 1000 llos que tratan de explicar resultados (PPNA; g m productivos de campañas anteriores (Gri- 500 gera et al., 2007a, Grigera et al., 2007b). Productividad primaria neta aérea Para sistemas de áreas protegidas, la 0 información puede utilizarse para con- 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 feccionar mapas de heterogeneidad es- Figura 11. Productividad primaria neta aérea estimada a partir pacial de la productividad, analizar ten- de la EUR calculada en este Capítulo y de datos dencias temporales en el funcionamiento provistos por una estación meteorológica y el sensor de la vegetación, aplicar sistemas de MODIS en 89 pasturas de loma del sudoeste alerta temprana de detección de cam- bonaerense (7.500 ha), desde febrero de 2000 hasta bios ecosistémicos y evaluar la idonei- agosto de 2009. Se indican valores mensuales dad de la protección del área en términos promedio. Las barras son el desvío estándar. 130 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales La estimación de la EUR plantea una niveles de estrés (por ejemplo (Nouvellon serie de desafíos de investigación aún et al., 2000, Piñeiro et al., 2006). Por lo sin resolver. Ante la falta de conocimien- tanto, predecir el efecto del estrés hídri- to más detallado, la EUR puede suponer- co o nutricional, por ejemplo, sobre la se constante en el modelo para calcular EUR permitiría avanzar hacia un modelo la productividad forrajera de ese recurso más mecanístico y posiblemente más en ese ambiente, tal como fue detallado preciso. También, conocer en mejor me- más arriba (Figura 10). Sin embargo, dida cómo la EUR está afectada por la existen variaciones intra e interanuales composición florística podría mejorar las de la EUR probablemente asociadas a estimaciones de productividad.

Caja 1. Estimaciones de Eficiencia en el Uso de la Radiación (EUR) en pastizales naturales de la región de Basalto

Oyarzabal, M.1; Vallejos, M.1; Pereira, M.2 ; Paruelo, J.M.1 Entre julio de 2007 y julio de 2009 se realizaron cosechas de biomasa en 4 lotes de campo natural ubicados en 3 sitios de la cuesta basáltica (Figura 12). Los sitios difieren tanto en términos de las comunidades dominantes como en las características edáficas. En términos generales los lugares de muestreo corresponden a áreas de suelos de basalto profundos (BP), medios (BM) y superficiales (BS). Las estimaciones de productividad primaria neta aérea (PPNA) y de radiación fotosinteticamente activa absorbida por los tejidos verdes (RFAA) se derivaron de manera análoga a la descripta en este Capítulo. La estimación de Eficiencia en el Uso de la Radiación (EUR) se realizó en este caso a partir del cálculo del cociente de PPNA y RFAA (Figura 1).

1 Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección – LART, IFEVA, Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Aires/CONICET. Av. San Martín 4453, C1417DSE Buenos Aires, Argentina. 2Instituto del Plan Agropecuario. Salto. Uruguay.

Figura 12. Ubicación de los sitios de muestreos en la región de la Cuesta Basaltica. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 131

0.7 6 a b 0.6 5 ) 0.5 -1 4 .dia 0.4 -2 3

fRFAA 0.3 BS BS BS 2 0.2 BS BP RFAA (MJ. m 0.1 1 BP BM BM 0 0

06 -Ju l- 09 06- J ul- 09

18-Dic-08

28-Abr-07 01-Jun-08

10 -Oct-0 6 14-Nov-07 18-Dic-08 01-Jun-08 22-Feb- 08 28-Mar- 09 28-Abr-07 28-Mar-09 18-Ene-07 06-Ago-07 09-Sep-08 10-Oct-06 14-Nov-07 22-Feb-08 09-Sep-08 18-Ene-07 06-Ago-07 Fecha media entre cortes Fecha media entre cortes 4.5 1.8 c 4 BS 1.6 BS d BS BS ) 3.5 1.4 -1 ) 3 BP -1 1.2 BP .dia

-2 BM BM 2.5 1 2 0.8 1.5 0.6 EUR (gMS.MJ

PPNA (g.m 1 0.4 0.5 0.2 0 0 06-Jul-09 06-Jul-09 18-Dic-08 18-Dic-08 28-Abr-07 01-Jun-08 10-Oct-06 14-Nov-07 10-Oct-06 28-Abr-07 14-Nov-07 01-Jun-08 28-Mar-09 18-Ene-07 06-Ago-07 22-Feb-08 09-Sep-08 28-Mar-09 22-Feb-08 18-Ene-07 06-Ago-07 09-Sep-08 Fechas medias entre cortes Fecha media entre cortes Figura 13. Dinámica estacional de la fracción de la radiación fotosinteticamnete activa absorbida por los tejidos verdes (fRFAA), cantidad total de radiación absorbida (RFAA), productividad primaria neta aérea (PPNA) y eficiencia en el uso de la radiación (EUR) para 4 lotes muestreados en la región de la Cuesta Basáltica correspondientes a suelos superficiales (BS), profundos (BP) y medios (BM).

La Figura 13 muestra la dinámica temporal de la fracción de radiación fotosinteticamente activa absorbida por la vegetación (fRFAA), la cantidad total de RFA absorbida (RFAA), la EUR y la PPNA. La fRFAA (Figura 13a) muestra una clara dinámica estacional con picos de máxima durante la primavera y picos secundarios en otoño. Si bien se observan diferencias entre sitios asociadas a la profundidad del suelo (particularmente para uno de los sitios y desde septiembre de 2008), los cambios en esta variable estuvieron altamente correlacionados. Los valores extremos de fRFAA alcanzaron a casi 60 % de la radiación incidente. La cantidad total de energía absorbida (RFAA, Figura 13b) presenta picos primaverales aún más marcados asociados no sólo a una mayor fracción de radiación absorbida sino a la mayor cantidad de energía incidente. En los valores de PPNA (Figura 13c) se reconoce la misma dinámica estacional de la fRFAA con picos muy marcados en primavera y otros de menor cuantía en otoño. Las diferencias en PPNA entre sitios parece asociarse a las diferencias en profundidad de los suelos, siendo la vegetación de los suelos superficiales menos productiva que la de los medios y profundos. Las diferencias entre sitios observadas en PPNA son evidentes también en EUR (Figura 13d). Los valores de EUR muestran un rango de variación similar a los observados para pasturas en la región (Figura 9) si bien las medias son menores (0.71 y 0.33 g MS.MJ-1para el sitio más productivo y menos productivo respectivamente, Figura 14). Los resultados preliminares presentados aquí muestran que las diferencias en PPNA entre sitios se asociarían más a cambios en EUR que en área foliar (o fRFAA). La importancia relativa de especies más xerofíticas y/o las respuestas fisiológicas de las plantas al estrés hídrico en suelos superficiales

(por ejemplo la reducción de la conductancia estomática y foliar) reducirían la difusión de CO2 y la fijación de C por unidad de área foliar reduciendo así la EUR. Un análisis preliminar muestra que los menores valores de EUR se asocian a los períodos de máximo estrés hídrico. Esto también se verifica en el ejemplo presentado en el texto, en donde los menores valores de EUR ocurrieron en verano 132 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

(Figura 9). Piñeiro et al. (2006) presentan un 0.8 modelo de variación estacional de EUR en función de la precipitación efectiva y la tempe- ratura mensual. La EUR aumenta con la dis-

) 0.6 ponibilidad hídrica y tiene una relación de tipo -1 óptimo con la temperatura. Si bien no conta- mos con los datos meteorológicos, la varia- 0.4 ción estacional de la EUR observada en este conjunto de datos resulta compatible con el modelo propuesto por Piñeiro et al. (2006). EUR (gMS.MJ 0.2

Figura 14. Valores promedio de Eficiencia en el Uso de la Radiación para los cuatro 0 BM BP BS BS sitios estudiados. Sitios

AGRADECIMIENTOS GAMON, J. A.; FIELD, C.B.; GOULDEN, M.L.; GRIFFIN, K.L.; HARTLEY, A.E.; JOEL, G.; María Vallejos colaboró en el manejo PEÑUELAS, J.; VALENTINI, R. 1995. del SIG, los datos provistos por MODIS y Relationships between NDVI, canopy la base de datos relacional. structure, and photosynthesis, in three Californian vegetation types. Ecological Applications 5:28-41. BIBLIOGRAFÍA GARBULSKY, M. F.; PARUELO, J. M. 2004. Remote sensing of protected areas to ALCARAZ, D.; BALDI, G.; DURANTE, P.; derive baseline vegetation functioning GARBULSKY, M. F. 2008. Análisis de la characteristics. Journal of Vegetation dinámica temporal del NDVI en áreas Science 15:711-720. protegidas: tres casos de estudio a distintas escalas espaciales, GARBULSKY, M. F.; PEÑUELAS, J.; temporales y de gestión. Ecosistemas OURCIVAL, J. M.; FILELLA, I. 2008. 17:108-117. Estimación de la eficiencia del uso de la radiación en bosques mediterráneos ALTESOR, A.; BAEZA, S.; BAGNATO, C.; a partir de datos MODIS. Uso del Índice PARUELO, J. M.; PEZZANI, F. 2009. de Reflectancia Fotoquímica (PRI). Caracterización y cartografía de los Ecosistemas 17:89-97. pastizales de la zona de planificación para el área protegida Laureles-Cañas. GRIGERA, G.; OESTERHELD, M.; DURANTE, In 6° Encuentro Nacional de Ecoturismo M.; PACÍN, F. 2007a. Evaluación y y Turismo Rural, V Congreso Nacional seguimiento de la productividad de Áreas Naturales Protegidas, TURAP, forrajera. Revista Argentina de Montevideo. Producción Animal 27:137-148. BRADFORD, J. B.; HICKE, J. A.; GRIGERA, G.; OESTERHELD, M.; PACÍN, F. LAUENROTH, W. K. 2005. The relative 2007b. Monitoring forage production with importance of light-use efficiency MODIS data for farmers’ decision making. modifications from environmental Agricultural Systems 94:637-648. conditions and cultivation for estimation LE ROUX, X.; GAUTHIER, H.; BEGUE, A.; of large-scale net primary productivity. SINOQUET, H. 1997. 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Oyarzabal, M.1; Oesterheld M.4 El seguimiento de los

1Laboratorio de Análisis Regional y recursos forrajeros Teledetección. IFEVA-Facultad de Agronomía, UBA y CONICET. Av. mediante sensores San Martín 4453. 1417 – Buenos Aires. ARGENTINA. remotos: bases y [email protected] 2Departamento de Métodos aplicaciones Cuantitativos y Sistemas de Información. Facultad de Proyecto FPTA 175 Agronomía – UBA. Av. San Martín 4453. 1417 – Buenos Aires. Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010 ARGENTINA. 3Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales, Facultad de Ciencias UDELAR. 4Cátedra de Ecología. Facultad de Agronomía – UBA. Av. San Martín 4453. 1417 – Buenos Aires. ARGENTINA, CONICET. RESUMEN El manejo de los recursos forrajeros es un elemento central en la generación de sistemas ganaderos sostenibles. La disponibilidad de información sobre la productividad primaria neta aérea (PPNA) en tiempo real y con una cobertura espacial completa permitiría mejorar sensiblemente la planificación del uso de los recursos y el monitoreo de la variabilidad espacial y temporal de la disponibilidad forrajera. En este capítulo, describimos un sistema de segui- miento de la productividad forrajera basado en sensores remotos y presentamos algunos ejemplos del uso de esta información como soporte de decisiones en sistemas ganaderos. El sistema se apoya en un sólido modelo conceptual que calcula la PPNA a partir de la radiación fotosintéticamente activa incidente, la fracción de esa radiación absorbida por los tejidos verdes (estimada a partir del Índice de vegetación Normalizado provisto por sensores a bordo de satélites) y la eficiencia en el uso de la radiación. El uso de los datos generados por el sistema permite aplicaciones tanto a nivel predial como regional y constituiría un insumo de particular importancia en el diseño de sistemas ganaderos sostenibles, en la preservación del nivel de provisión de Servicios Ecosistémicos en pastizales naturales, en la planificación regional y la implementación de manejos adaptativos.

INTRODUCCIÓN animal adecuada (Oesterheld et al., 1998); y por otro, para planificar y mane- Para un correcto manejo de los siste- jar los excesos y déficits de forraje. La mas ganaderos es necesario conocer la PPNA es a su vez una variable integrado- productividad forrajera. Esta productivi- ra del funcionamiento ecosistémico y dad en ocasiones se denomina tasa de determina el nivel de provisión de mu- crecimiento del forraje y está directamen- chos servicios ecosistémicos (Costanza te relacionada con la productividad prima- et al., 1998). A pesar de la importancia de ria neta aérea (PPNA). La información esta variable en la producción, hay muy sobre la productividad de una pastura, poca información disponible sobre su pastizal o cualquier otro tipo de vegeta- variación entre tipos de recursos, en el ción bajo uso ganadero es fundamental espacio o en el tiempo (ver Paruelo et al., para, por un lado, establecer la carga 2010). La falta de datos de PPNA se 136 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales debe, fundamentalmente, a la dificultad A su vez, la RFAA es el producto entre de estimarla a campo y de extrapolar las la radiación fotosintéticamente activa in- escasas estimaciones disponibles a cidente (medida en estación meteoroló- otras situaciones (ver Oesterheld et al., gica) y la fracción de ésta que es absor- 2011 este número). Los modelos de es- bida por las hojas verdes (fRFA), que timación de la PPNA basados en los depende de la cantidad y disposición datos aportados por los sensores remo- espacial del área foliar. La fRFA puede tos (Paruelo et al., 1997, Running et al., ser estimada con razonable precisión a 2000, Paruelo et al., 2000, Piñeiro et al., partir de la teledetección y esa relación 2006) permiten cubrir esta falta de infor- es el vínculo entre la productividad forra- mación al generar estimaciones espa- jera y los sensores remotos (Sellers et cialmente explícitas, con una cobertura al., 1992). El índice de vegetación norma- total del territorio y para períodos relativa- lizado (IVN) es el más común entre los mente extensos (varios años). índices que se calculan a partir de datos La estimación de la PPNA es un paso espectrales para el seguimiento de la crítico en el manejo de los recursos vegetación. Para algunos sensores es forrajeros. Sin embargo, para que esta posible calcular índices que incorporan información tenga un impacto en los sis- otras bandas y que permiten reducir los temas ganaderos esta información tiene efectos atmosféricos sobre la señal (por que, en primer lugar, estar disponible ejemplo el Indice de Vegetación Mejora- para técnicos y productores rápidamente do, IVM). El IVN o el IVM están directa- y, en segundo lugar, debe existir un mente relacionados con la fRFA. El IVN marco técnico para que esa información se calcula como: IVN = (ρir-ρr)/(ρr + ρir), pueda traducirse en decisiones de mane- donde ρr y ρir son las reflectancias (pro- jo. En este capítulo, describimos un sis- porción de la radiación incidente que es tema de seguimiento de la productividad reflejada) de la superficie en la longitud forrajera basado en sensores remotos y del rojo y el infrarrojo cercano, respecti- presentamos algunos ejemplos del uso vamente. El IVM incorpora una correc- de esta información como soporte de ción a partir de la banda correspondiente decisiones en sistemas ganaderos. al azul. La clorofila y otros pigmentos de la vegetación verde absorben intensa- mente la radiación visible (especialmen- FUNDAMENTOS DEL te en la longitud de onda del rojo), utili- SISTEMA DE SEGUIMIENTO zándola para la fotosíntesis. La estructu- ra interna de la hoja determina que la DE LA PRODUCTIVIDAD vegetación refleje la mayor parte de la FORRAJERA MEDIANTE radiación en la zona del infrarrojo cerca- SENSORES REMOTOS no (Paruelo, 2008). Esto determina que la vegetación fotosintetizante tenga valo- El sistema de seguimiento de la pro- res altos de IVN o IVM y el suelo ductividad primaria aérea del recurso fo- desnudo bajos valores. rrajero se basa en una modelo original- La Eficiencia en el Uso de la Radia- mente planteado por Monteith (1972). ción (EUR) describe cuánto de la radia- Este establece que la productividad pri- ción absorbida por los pigmentos es uti- maria neta aérea (PPNA), o sea la canti- lizada en la fijación de CO2. La EUR dad de materia seca acumulada en un puede ser estimada usando distintas periodo de tiempo y por unidad de super- aproximaciones. Por un lado puede ser -1 -1 ficie, kg ha mes ) está determinada por estimada a partir de índices espectrales la cantidad de radiación fotosintética- (el Índice de Reflectancia Fotoquímico) mente activa absorbida (RFAA) por los (ver Garbuslky et al., 2008). Por otro, tejidos verdes de las plantas y la eficien- puede estimarse a partir de despejar cia con que esa energía es transformada este factor en la ecuación propuesta por en materia seca aérea (EUR): Monteith (ecuación 1). Para ello es nece- PPNA (kg MS.mes-1.ha-1) = RFAA sario contar con estimaciones indepen- (MJ. mes-1.ha-1) . EUR (kg MS. MJ-1) dientes de la productividad forrajera y la (1) radiación absorbida. Este proceso de calibración del modelo de Monteith a Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 137 partir del cálculo de la EUR se describe relevamientos específicos, datos espec- en el capítulo de Oyarzabal et al. (2011, trales de otro tipo, etc.). El sistema este número). La EUR varía con el tipo de incorpora a su vez información de radia- recurso forrajero considerado y estacio- ción incidente (RFA), índices de vegeta- nalmente en función de la disponibilidad ción (IVN), coeficientes de eficiencia en de agua y de la temperatura (Piñeiro et el uso de la radiación (EUR, calibrados al., 2006). La EUR es mucho menos con cosechas de biomasa específica- variable que la RFAA para un recurso mente para los recursos de cada zona). forrajero determinado y, ante la falta de A partir de esta información, una serie de conocimiento más detallado, puede su- cálculos internos generan estimaciones ponerse constante en el modelo para de productividad o de radiación absorbi- calcular la productividad forrajera de ese da mensual (en los casos en que la EUR recurso en ese ambiente. Para algunos no ha sido caracterizada) para cada lote recursos se cuenta con modelos que cal- (Figura 1). Un software (Segf, Programa- culan estacionalmente la EUR a partir de dor, Víctor Suárez) específicamente de- variables ambientales (Piñeiro et al., 2006). sarrollado maneja y almacena la informa- Hasta hace unos pocos años, la tele- ción en una base de datos relacional y detección de la fRFA de forma continua tiene implementados los procedimientos en el tiempo y a nivel de lote estuvo de carga de datos y cálculo en rutinas limitada por la baja resolución espacial programadas. (píxeles muy grandes) de algunos senso- res (por ej. AVHRR/NOAA) o de la baja resolución espacial de otros (por ej. Coef Landsat). El sensor MODIS (Moderate Datos IV Calidad EUR Resolution Imaging Spectroradiometer), meteor. IV a bordo de los satélites Terra y Aqua de Input Uso la NASA, es un instrumento superador anual porque combina alta resolución espacial Pixel- y temporal (tamaño de píxel <6 ha y lote frecuencia de observación de un mismo sitio prácticamente diaria) con georefe- Uso renciación, correcciones atmosféricas y f RFA mensual detección de nubosidad notablemente mejoradas respecto de los sensores utili- Procesamiento zados anteriormente. Estas característi- cas son requisitos básicos para poder Algoritmo ppal realizar un seguimiento de los recursos forrajeros a la escala de unidad de manejo.

Output Productividad forrajera mensual FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA DE SEGUIMIENTO FORRAJERO Figura 1. Diagrama de flujo de los principales procesos de cálculo del sistema de seguimiento de la El sistema de seguimiento (ver Grige- productividad forrajera. El algoritmo principal está basado en la lógica de la eficiencia en el uso de la ra et al., 2007a, 2007b) consta de un radiación (EUR). Algunas entradas son actualizadas sistema de información geográfica (SIG) mensualmente (ícono de varias capas) y otros con que incluye un archivo vectorial de los menor frecuencia (íconos de una sola capa), por contornos y las subdivisiones internas ejemplo el uso anual es actualizado anualmente y de los establecimientos o las áreas in- los coeficientes de EUR son actualizados solo si se cluidos en el análisis. A cada una de genera nueva información al respecto. IV, índice de esas subdivisiones (polígonos en un SIG) vegetación; Calidad IV, información de calidad de las se le puede asociar información acerca imágenes satelitales (presencia de aerosoles y/o del tipo de cobertura, manejo, índice nubosidad); f RFA, fracción de la radiación CONEAT, etc. Esta información puede fotosintéticamente activa incidente absorbida por la ser aportada por el productor o derivarse vegetación. Tomado de Grigera et al., 2007 con de otras fuentes (cartografía existente, modificaciones. 138 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Las estimaciones de productividad - Balance y presupuesto forrajero: a par- forrajera son generadas alrededor del día tir de la información de producción forra- 15 de cada mes, una vez incorporada la jera específica para el establecimiento y información meteorológica y satelital del un número de años, se construye el mes inmediatamente anterior. Los resul- balance y presupuesto forrajero de los tados son volcados a la base de datos y establecimientos. puestos a disposición de los usuarios de - Decisiones de corto plazo sobre ocupa- dos maneras. A nivel de establecimiento ción de lotes: a partir de la información y lote para los productores que contribu- de producción forrajera se determina el yen al proyecto (llamados usuarios re- tiempo de ocupación con el ganado para gistrados) y a nivel zonal para cualquier un determinado escenario de biomasa usuario (llamados usuarios genéricos). remanente a dejar. - Evaluación del impacto de variables ¿PARA QUÉ SE USA EL ambientales y de manejo sobre la pro- SEGUIMIENTO FORRAJERO? ductividad forrajera y la provisión de servicios ecosistémicos. La exploración de las posibilidades de seguimiento forrajero no es un ejercicio acotado al ámbito académico. Por el EL SISTEMA DE contrario, el desarrollo de aplicaciones y SEGUIMIENTO FORRAJERO su implementación requiere del concur- EN URUGUAY so de técnicos, asesores, extensionis- tas y productores. El trabajo conjunto de Características e los investigadores y de aquellos que tra- implementación bajan directamente ligados a la produc- ción, al manejo de los recursos naturales En el marco del proyecto FPTA y a la planificación es esencial ya que los 175 se comenzó con la implementación datos espectrales por si solos son insu- de una versión piloto de un programa de ficientes para un análisis en profundidad. seguimiento forrajero en Uruguay. La pri- La información aportada por el sistema mera etapa incluyó la recopilación de la debe complementarse con datos acerca información predial a fin de incorporarla de la demanda forrajera, del tipo de pro- al SIG. Para esta etapa se contó con la ducción, de distintos aspectos del mane- colaboración de investigadores de la jo y de la producción. Entre las aplica- EEMAC (Ing. P. Soca) y del Plan Agrope- ciones específicas que tendrían más po- cuario (Ing. M. Pereira). El proceso de tencial se destacan: incorporación de los predios incluyó la - El análisis de campaña ganadera: se digitalización de los límites del estable- incorpora la información de producción cimiento y de los potreros en Google forrajera, antes inexistente o muy indi- Earth y la generación de archivos vecto- recta, al análisis de los resultados pro- riales («nombre_establecimiento.kmz) ductivos de uno o más establecimientos para, luego de su transformación, ser ganaderos. incorporados al sistema (Figura 2). Para cada uno de los potreros se generó a su vez una base de datos que describe el uso del suelo (en este caso el tipo de recurso forrajero). Esta parte del proceso debería estar a cargo de un técnico ex-

Figura 2. Ejemplo de un croquis digital hecho sobre Google Earth de un establecimiento ganadero. Los rombos en dos de los potreros delimitan las áreas observadas por el sensor (píxeles de 5.3 ha) seleccionadas para el seguimiento forrajero. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 139

Figura 3. Mapa de Uruguay donde se indican las regiones geomor- fológicas y en negro los esta- blecimientos incorporados al Sistema Piloto de Seguimien- to Forrajero.

tensionista o asesor quien manda el ar- y «Píxeles impuros» indican el número chivo kmz a la Institución que maneja el de ellos elegidos en cada potrero. El sistema. Durante esta etapa se incluye- píxel es la mínima área, en este caso de ron en el sistema 23 establecimientos 5.3 ha, que «mira» el satélite; es «puro» distribuidos en 6 regiones del Uruguay cuando queda completamente incluido (Figura 3). Una vez completado el proce- dentro del potrero de interés (Cuadro 1), so de digitalización de establecimientos mientras que «impuro» es aquel que no se ubican los pixeles de las imágenes cumple esta condición. En el ejemplo, MODIS de IVN que se usarán en la carac- los datos del potrero Coronilla provienen terización. Esto permite identificar «pixe- de 6 píxeles puros y 2 impuros, un total les puros» o sea pixeles que representan de aproximadamente 42.4 ha (5.3 x 8) una única unidad de manejo (Figura 2). «miradas» por el satélite sobre un total Una vez completado este proceso la in- de 60 ha, lo que determina que el 70 % formación de los predios es incorporada del área del potrero es relevada por el al sistema de seguimiento, junto a los satélite. Siempre son preferibles los «pu- datos meteorológicos (radiación), de IVN ros» a los «impuros» aunque en muchos y calidad de las imágenes. El sistema calcula los distintos factores del modelo

de Monteith y genera una planilla de )

-1 datos que puede ser procesada en cual- 5000

.año quier planilla de cálculo (Cuadro 1). Las -1 primeras columnas de la planilla indican 4500 momento, ubicación y área (Año, Mes,

Región, Campo, Potrero, Superficie), en PPNA (kg.ha 4000 este caso desde marzo de 2000 a di- ciembre de 2009, para el campo «La 3500 Paz», ubicado en la región geomorfológi- ca Cuesta basáltica, con 6 potreros y 3000

una superficie total de 1087 ha. La co- Oro

Cristo

Casas

Frente

Laguna

Turbina

Tajamar

Piquetes

Chacra 1 lumna «Clase de Uso» indica el recurso Chacra 2

Mataburro forrajero presente en cada potrero mes a Sarandi Gde

Destacamento

mes (en el ejemplo, CN corresponde a Chacra agricultura campo natural, CNmej a campo natural Figura 4. Valores de Productividad Primaria Neta Aérea (PPNA) mejorado con la siembra de Lotus, y P a anual promedio (2001-2008) para los distintos pastura, nótese que la pastura del potre- potreros el establecimiento Valentín (Cuesta ro Coronilla en el 2000 no está presente Basáltica) estimados a partir del modelo de Monteith en 2009). Las columnas «Píxeles puros» (1972) en el sistema de seguimiento forrajero. 140 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales ) -1 día -1 8,3 9,0 7,9 8,2 8,6 8,3 diaria diaria (kg ha (kg Productividad Productividad ) -1 mes -1 439,3319,1 14,2 10,6 463,7 15,0 430,3 13,9 353,0 11,8 316,7 10,6 329,5 11,0 336,0 11,2 256,0 318,4 10,6 279,5 245,5 798,6 25,8 255,7 265,6 258,2 848,7 27,4 783,6 25,3 824,5 26,6 790,5 25,5 825,9 26,6 mensual mensual Productividad (kg ha (kg ) -1 mes -2 ……… 95,4 94,9 97,6 99,0 82,9 95,2 87,9 80,7 82,8 84,9 83,4 121,9 127,1 120,0 102,6 198,3 209,0 195,2 203,9 196,6 204,2 absorbida absorbida Radiación (MJ m ) -1 mes -2 246,1 104,3 356,6 11,5 246,1 153,0 246,1 246,1 153,0 153,0 153,0 153,0 123,2 153,0 123,2 123,2 340,9 123,2 123,2 123,2 340,9 340,9 340,9 340,9 340,9 incidente Radiación (MJ m (%) Fracción interceptada Indice de de Indice vegetación Píxeles Píxeles impuros puros Píxeles Píxeles Clase Clase de uso (ha) Superficie Superficie illa 60 P 6 2 0,382 42,4 illa 60 P 6 2 0,515 62,4 illa 60 P 6 2 0,543 67,3 illa 60 CN 6 2 0,483 58,2 Ejemplo de la hoja cálculo generada por el sistema Segf. Los registros (filas) cubren período marzo 2008 al presente. …… … … … … … … … … … … Año Mes Región Campo Potrero 2000 32000 Basalto 32000 La Paz Basalto 32000 La Paz Chilca Basalto Convento 3 La Paz Basalto Coron La Paz 289 281 4_b CNmej CN 226 35 42 CN 0 0 18 0,427 0,455 1 49,3 53,6 0,442 246,1 51,6 246,1 121,3 131,8 436,4 485,8 14,1 15,7 2000 3 Basalto La Paz 4_a 184 CN 19 1 0,423 48,8 2000 3 Basalto La Paz El Tigre 47 CN 1 4 0,429 49,5 2000 4 Basalto La Paz Chilca 281 CN 42 0 0,545 67,1 2000 4 Basalto La Paz Convento 289 CNmej 35 0 0,511 62,0 2000 4 Basalto La Paz Coron 2000 4 Basalto La Paz 4_b 226 CN 18 1 0,530 64,7 2000 4 Basalto La Paz 4_a 184 CN 19 1 0,513 62,3 2000 4 Basalto La Paz El Tigre 47 CN 1 4 0,522 63,8 2000 5 Basalto La Paz Chilca 281 CN 42 0 0,571 71,3 2000 5 Basalto La Paz Convento 289 CNmej 35 0 0,531 65,5 2000 5 Basalto La Paz Coron 2000 5 Basalto La Paz 4_b 226 CN 18 1 0,543 67,2 Cuadro 1. 2000 5 Basalto La Paz 4_a 184 CN 19 1 0,546 67,6 2009 122009 Basalto 12 La Paz Basalto La Paz Chilca Convento 289 281 CNmej CN 35 42 0 0 0,477 0,504 57,3 61,3 2000 5 Basalto La Paz El Tigre 47 CN 1 4 0,554 68,9 2009 12 Basalto La Paz Coron 2009 12 Basalto La Paz 4_b 226 CN 18 1 0,479 57,7 2009 12 Basalto La Paz 4_a 184 CN 19 1 0,494 59,9 2009 12 Basalto La Paz El Tigre 47 CN 1 4 0,494 59,8 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 141 casos la solución de compromiso es El uso de la información resignar calidad de información (elegir generada por el sistema de píxeles «impuros») antes que no contar seguimiento forrajero con ella (porque en el potrero resultan incluidos pocos o ningún píxel «puro», Obviamente la experiencia, nece- ver por ejemplo potrero El Tigre). La co- sidades y contextos (productivos, de lumna «Índice de vegetación» muestra el conservación, climáticos, de manejo, etc.) valor del índice provisto por el sensor determinarán las preguntas a formularle Modis (Enhanced Vegetation Index o Ín- a la base de datos generada por el siste- dice de Vegetación Mejorado, también ma de seguimiento forrajero. A nivel pre- conocido como Índice Verde). El sensor dial la información permite por un lado provee un dato por píxel y cada 16 días, una caracterización de las diferencias el sistema calcula el promedio para los entre potreros en términos de su PPNA píxeles elegidos dentro de cada potrero y promedio (Figura 4). En el caso del esta- presenta un único valor por potrero y por blecimiento representado en la figura, mes (Figura 1 y Cuadro 1). A partir de correspondiente a la región de la Cuesta este Índice de Vegetación y de un mode- Basáltica, la PPNA promedio anual de lo lineal se calcula la columna siguiente, sus potreros varía entre 3883 y la Fracción interceptada, una medida del 5092 kg ha-1 año-1. Algunos supuestos porcentaje o fracción de la radiación foto- generales permiten calcular la cantidad sinteticamente activa incidente que es de raciones para vacunos. Por ejemplo, absorbida por la vegetación. La «Radia- asumiendo un consumo promedio del ción Incidente» es la radiación fotosinté- 50% de la PPNA y una ingesta diaria de ticamente activa incidente acumulada 10 kg animal-1, en promedio el estableci- durante un mes y proviene de mediciones miento estaría generando más de 500,000 de una estación meteorológica cercana raciones al año. La producción no es al área de interés (nótese que para un constante por año y tener en cuenta la mes cualquiera el valor de radiación inci- variabilidad es un aspecto central de la dente es el mismo para todos los potre- planificación. El sistema de seguimiento ros, cambia entre meses). En áreas rela- provee los datos para cuantificar esa tivamente planas como las de los pasti- variabilidad y por lo tanto la magnitud de zales del Río de la Plata, la radiación déficits o superávits forrajeros si se ma- solar acumulada durante períodos me- neja una carga fija. Para el caso particu- dianos a largos (por ejemplo un mes) lar de ese establecimiento si se hubiera depende principalmente de la latitud y el fijado la carga animal a partir de las momento del año. Por esta razón es que producción promedio, durante los últi- se pueden usar con razonable precisión mos 8 años hubieran ocurrido déficits y datos de una estación meteorológica excesos del orden del 25% (Figura 5). cercana no necesariamente ubicada en cada campo; distancias de hasta 300- 400 km, incluso en sentido latitudinal, 30 aseguran buena precisión para estos fi- nes. La columna «Radiación absorbida» 20 corresponde a la radiación fotosintética- mente activa que es absorbida por la 10 vegetación, surge del producto entre las dos columnas anteriores (ecuación 1), 0 indica la cantidad de radiación solar que 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008

absorbieron las plantas, tanto forrajeras % respecto promedio como no forrajeras, para producir bioma- -10 sa, no indica cuánta biomasa están pro- duciendo. Finalmente, las últimas dos -20 columnas de productividad se calculan como el producto entre la radiación ab- -30 sorbida y la eficiencia en el uso de la radiación (ecuación 1). Esta planilla se Figura 5. Cambio en los valores de PPNA respecto al promedio actualiza mensualmente. 2001-2008 para el establecimiento Valentín (Cuesta Basáltica). 142 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales ductivo puede ser un o el pastizal natural de ese establecimiento de la Cuesta Basáltica en noviembre que en julio sino también el rango de valores esperables a partir de los registros históricos. Los valores máximos y mínimos desplega- dos en el gráfico corresponden a los extremos registrados en el período, no necesariamente en el mismo año. En líneas punteadas se presentan los años extremos durante el período. De la obser- vación de la variación estacional repre- sentada en la Figura 6 surgen algunos elementos importantes a la hora de pla- nificar el manejo del predio: - La productividad es, en promedio, máxima en noviembre pero los ma- yores valores se observan en enero. - Enero es el mes más variable, en Figura 6.Valores promedio, máximos y mínimos de términos absolutos y relativos. productividad primaria neta aérea (PPNA) para el - En términos absolutos y relativos, establecimiento Valentín (Cuesta Basáltica). Se septiembre muestra la menor varia- despliegan a su vez los valores observados en bilidad interanual. dos años extremos. Los datos de la variación estacional e La planificación forrajera predial en interanual permiten, haciendo algunos base a niveles de producción anual no es supuestos de consumo (ver más arriba) posible dada la variación estacional en la calcular la probabilidad de obtener una demanda y producción de forraje. Un determinada cantidad de raciones vacu- programa de seguimiento permite descri- nas diarias en distintos momentos del bir esa dinámica en términos promedio y año (Figura 7). Así para el predio en de su variación interanual (Figura 6). La cuestión la probabilidad de obtener hasta figura no sólo muestra cuánto más pro- 900 raciones diarias es 1 para los meses de setiembre y enero pero baja a 0.7 (7 de cada 10 años) en abril y a 0.1 en julio. La información generada por el siste- ma, al integrarse varios campos o gru- pos, puede ser analizada a escala regio- nal. En buena medida a escala regional pueden repetirse algunos de los estudios ejemplificados a nivel predial, incorpo- rando mucha más variabilidad espacial. La identificación de covariables tales como suelos, manejo, condiciones cli- máticas permite explorar los controles de la variación de la oferta forrajera regio- nalmente. Un análisis particularmente importante es el de los efectos de las contingencias climáticas, tales como las sequías. Por ejemplo, durante todo el año 2008 la productividad primaria neta aérea (PPNA) promedio de los potreros Figura 7. Probabilidad de obtener distinta cantidad de raciones vacunas por día para un establecimiento de la analizados fue inferior al promedio histó- Cuesta basáltica (Valentín, 2392 ha) durante rico en todas las regiones (Figura 8). En distintos meses del año. Para el cálculo de las varias regiones las consecuencias de la raciones se asume un consumo promedio del 50% sequía comenzaron a manifestarse du- de la PPNA y una ingesta diaria de 10 kg.animal-1. rante el año 2007 (Figura 8). Los datos Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 143

800 Sistema de Planicies - Campo Natural 800 Cuenca Sedimentaria Litoral- Campo Natural 800 Centro-Sur- Campo Natural

700 Promedio En00-Jn07 700 Promedio En00-Jn07 700 Promedio En00-Jn07 Jl07-Jn08 Jl07-Jn08 Jl07-Jn08 600 Jl08-Dc08 600 Jl08-Dc08 600 Jl08-Dc08

500 500 500

400 400 400

PPNA (Kg/ha.mes) 300 PPNA (Kg/ha.mes) 300

PPNA (Kg/ha.mes) 300

200 200 200

100 100 100

0 0 0 Jl Ag Se Oc Nv Dc En Fe Mz Ab My Jn Jl Ag Se Oc Nv Dc En Fe Mz Ab My Jn Jl Ag Se Oc Nv Dc En Fe Mz Ab My Jn Meses Meses Meses

Sierras del Este - Campo Natural Sierras del Este - Pasturas 800 1400 700 Promedio En00-Jn07 1200 Promedio En00-Jn07 Jl07-Jn08 Jl07-Jn08 600 Jl08-Dc08 1000 Jl08-Dc08 500 800 400 600

PPNA (Kg/ha.mes) 300

PPNA (Kg/ha.mes) 400 200 200 100 0 0 Jl Ag Se Oc Nv Dc En Fe Mz Ab My Jn Jl Ag Se Oc Nv Dc En Fe Mz Ab My Jn Meses Meses

Figura 8. Marcha anual de la Productividad Primaria Neta Aérea para lotes de campo natural correspondientes a distinta regiones geomorfológicas del Uruguay. Se consignan valores promedios y los correspondientes al año 2007 y parte de 2008 (años con sequía). El caso de las Sierras del Este se incluye también el comportamiento de pasturas implantadas (panel inferior derecho). aportados por el sistema permiten por un siderados en la Cuenca Sedimentaria lado identificar lo generalizado del pro- Litoral, el déficit alcanzó los 2100 kg/ha, blema (ocurrió en todas las regiones), las lo cual equivale a un 35% de reducción diferencias en magnitud (mayor en la respecto del promedio de productividad región Centro-Sur y en la Cuenca Sedi- acumulada para 18 meses (Figura 9). La mentaria Litoral) (Figura 8). situación, en promedio, es particular- La diferencia entre los valores obser- mente grave en los últimos meses de vados y los promedios acumulados mes 2008 debido a la acumulación de perío- a mes permite estimar el déficit. Para la dos deficitarios y a que los valores de mayoría de los establecimientos este PPNA mensuales fueron aún menores a déficit es continuación del registrado en los de 2007. Para esos establecimientos la segunda parte del año 2007. Como y considerando sólo el año 2008, la mag- consecuencia, se observa un déficit acu- nitud promedio del déficit fue de 38%. La mulado de producción de forraje, siempre situación es similarmente grave en esta- en referencia al promedio 2000-2007. Por blecimientos del Centro-Sur del país, en ejemplo, para los establecimientos con- las otras dos zonas el impacto de la

Figura 9. Déficit forrajero acumulado en términos absolutos (panel superior) y relativos (panel inferior) desde julio de 2007 a diciembre 2008 para distintas unidades geomorfológicas del Uruguay. 144 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales sequía es relativamente menor pero se BIBLIOGRAFÍA observan reducciones muy importantes (Figura 9). El disponer de datos desagre- ALTESOR, A. 2011. Servicios ecosistémicos gados por establecimientos y potreros de los pastizales naturales. En Altesor, (ver Figura 4) permite identificar la hete- A., W. Ayala y J.M. Paruelo, editores. rogeneidad espacial en el nivel de afecta- Bases ecológicas y tecnológicas para ción. Esto permite dirigir el apoyo estatal el manejo de pastizales. Serie FPTA en función de la magnitud del déficit de N° 26, INIA. cada productor. Eso implicaría incorpo- COSTANZA, R.; D‘ARGE, R.; DE GROOT, R.; rar al sistema a cada uno de los produc- FARBER, S.; GRASSO, M.; HANNON, B.; tores que solicitan apoyo a fin de evaluar LIMBURG, K.; NAEEM, S.; O’NEILL, la magnitud de la afectación. R.V.; PARUELO, J.; RASKIN, R.G.; SUTTON, P.; VAN DEN BELT, M. 1998. The value of ecosystem services: CONSIDERACIONES FINALES putting the issue in perspective. Ecological Economics 25:67-72. La ganadería extensiva es una de las GARBULSKY, M. F.; PEÑUELAS, J.; OURCIVAL, actividades agropecuarias más importan- J.M.; FILELLA, I. 2008. Estimación de la tes en Uruguay. Buena parte de ella se eficiencia del uso de la radiación en basa en el uso del campo natural como bosques mediterráneos a partir de datos principal fuente de forraje. Esta situación MODIS. Uso del Índice de Reflectancia plantea varios desafíos. Por un lado, uno Fotoquímica (PRI). Ecosistemas 17: de estos desafíos es aumentar la eficien- 89-97. cia y productividad de los sistemas gana- GRIGERA, G.; OESTERHELD, M.; DURANTE, deros. No solamente es importante incre- M.; PACÍN, F. 2007a. Evaluación y mentar los niveles de producción sino seguimiento de la productividad también lograr elevar los kg de carne forrajera. Revista Argentina de producidos por ton de forraje producido. Producción Animal 27:137-148. Eso implica trabajar en varios planos, GRIGERA, G.; OESTERHELD, M.; PACÍN, F. desde la sanidad y eficiencia reproducti- 2007b. Monitoring forage production va de los rodeos hasta el manejo de los with MODIS data for farmers’ decision recursos forrajeros. Para movernos a es- making. Agricultural Systems 94: quemas de «ganadería de precisión» la 637-648. información acerca de la dinámica de la MONTEITH, J.L. 1972. Solar radiation and producción de forraje es un insumo esen- productivity in tropical ecosystems. cial. Al desafío del aumento de la produc- Journal of Applied Ecology 9:747-66. ción ganadera se suma el de la preserva- ción del nivel de provisión de Servicios OESTERHELD, M.; DI BELLA, C. M.; Ecosistémicos, por ejemplo el secuestro KERDILES, H. 1998. Relation between NOAAAVHRR satellite data and de C, el mantenimiento de la biodiversi- stocking rate in grasslands. Ecological dad o el rendimiento hidrológico (Altesor Applications 8:206-212. 2011, este número). Enfrentar ambos de- safíos simultáneamente implica evitar los OESTERHELD, M.; PARUELO, J. M.; atajos que plantea la simplificación de OYARZABAL, M. 2011. Estimación de los sistemas y avanzar en el desarrollo la productividad primaria neta aérea a de esquemas de manejo de sistemas partir de diferencias de biomasa y de complejos como los pastizales natura- integración de la radiación absorbida. En Altesor, A., W. Ayala y J.M. Paruelo les. Los datos aportados por el sistema editores. Bases ecológicas y de seguimiento forrajero son una pieza tecnológicas para el manejo de clave en la medida que permiten la carac- pastizales. Serie FPTA N° 26, INIA. terización espacial y temporal de la pro- ductividad primaria de los pastizales. Pro- OYARZABAL M.; OESTERHELD, M.; veen a su vez la base de un sistema de GRIGERA, G. 2011. ¿Cómo estimar la monitoreo en tiempo real de los recursos eficiencia en el uso de la radiación mediante sensores remotos y forrajeros que posibilite un efectivo mane- cosechas de biomasa? Un ejemplo jo adaptativo de los sistemas pastoriles. local. En Altesor, A., W. Ayala y J.M. Paruelo editores. Bases ecológicas y Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 145 tecnológicas para el manejo de PIÑEIRO, G.; OESTERHELD, M.; PARUELO, pastizales. Serie FPTA N° 26, INIA. J.M. 2006. Seasonal variation in PARUELO, J.M.; EPSTEIN, H. E.; LAUENROTH, aboveground production and radiation W.K.; BURKE, I.C.1997. ANPP estimates use efficiency of temperate rangelands from NDVI for the Central Grassland estimated through remote sensing. Region of the US. Ecology 78:953-958. Ecosystems 9:357-373 PARUELO, J.M.; OESTERHELD, M.; DI BELLA, RUNNING, S.W.; THORNTON, P.E.; NEMANI, C.M.; ARZADUM, M.; LAFONTAINE, J.; R.R.; GLASSY, J.M. 2000. Global CAHUEPE, M.; REBELLA, C.M. 2000. A terrestrial gross and net primary calibration to estimate primary productivity from the Earth Observing production of subhumid rangelands from System. Páginas 44-57 en: Sala, O.E., remotely sensed data. Applied Jackson, R.B., Mooney, H.A. y Howarth, Vegetation Science 3:189-195. R.W. editores. Methods in ecosystem science. Springer-Verlag, New York. PARUELO, J.M. 2008. La caracterización funcional de ecosistemas mediante SELLERS, P. J.; BERRY, J. A.; COLLATZ, G. sensores remotos. Ecosistemas 17:3. J.;FIELD, C. B.; HALL, F. G. 1992. Canopy reflectance, photosynthesis, PARUELO, J.M.; PIÑEIRO, G.; BALDI, G.; and transpiration. III. A reanalysis BAEZA, S.; LEZAMA, F.; ALTESOR, A.; using improved leaf models and a new OESTERHELD, M. 2010. Carbon Stocks canopy integration scheme. Remote and Fluxes in Rangelands of the Río de Sensing of Environment. 42: 187-216. la Plata Basin. Rangeland Ecosystem Management 63:89-108. 146 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 147 Soca, P.1; CAPÍTULO X. Do Carmo, M.2; Urchipia, A.3 ; Variabilidad espacial y Claramunt, M.4 temporal de la

1 Ing. Agr. MSc., Profesor Agregado producción primaria Dpto. de Prod. Animal y Pasturas, EEMAC. Facultad de Agronomía. neta aérea como Universidad de la República. [email protected] determinante de la 2 Ing. Agr. Becario de Investigación ANII, Depto de Prod. Animal y producción ganadera: Pasturas; EEMAC. Universidad de la República. Postgrado de Facultad de experiencias locales Agronomía. 3 Ing. Agr. Asesor de Empresas Ganaderas. Proyecto FPTA 175 4 Ing. Agr. Profesor Asistente Dpto. de Salud en los Sistemas Pecuarios; Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010 EEMAC. Facultad de Veterinaria. Universidad de la República.

RESUMEN Los objetivos de este trabajo fueron: por un lado estudiar la variación temporal de la eficiencia de conversión de radiación en materia seca y por otro, emplear estimaciones de productividad primaria basada en cortes de forraje (PPC) y sensores remotos (PPS) para describir su variabilidad espacio-temporal. Con esta información cuantificar la capacidad de carga animal a partir de las variaciones asociadas con el año y el potrero en un sistema de cría vacuna. Se calculó la eficiencia de conversión a partir de la productividad primaria medida a través de cortes de forraje y la radiación absorbida calculada con datos meteorológicos y satelitales del mismo predio donde se hicieron los cortes. Se relacionó con el momento del año y el nivel de deterioro del pastizal. La productividad primaria se transformó en Energía Metabolizable Utilizable (EMU) en base a la composición química, utilización y estimación de los requerimien- tos de energía de vacunos. Se definió la capacidad de carga animal como: cantidad de energía metabolizable que debe consumir el par vaca-ternero para la obtención de un ternero por vaca por año y se expresó en vacas/ha. Se determinaron las fuentes de variación espacio- temporal que afectaron la PPS y PPC y se emplearon para a) cuantificar la capacidad de carga de sistemas de cría vacuna, b) discutir cómo mejorar la toma de decisiones en base al conocimiento del efecto potrero sobre la PPS y c) Proponer la utilización de la información satelital para el análisis de sistemas de cría vacuna bajo pastoreo de campo nativo.

INTRODUCCIÓN variabilidad de los factores abióticos y bióticos presentes en los ecosistemas En Uruguay, la cría vacuna basa su pastoriles, determina que la carga ani- producción y competitividad en la utiliza- mal óptima para la producción por unidad ción del campo natural (Soca et al., de superficie, varíe a diferentes escalas 2007). La carga animal, resulta la princi- de tiempo y espacio (Heitschmidt y pal variable de manejo que afecta el Taylor, 1993; Stafford Smith, 1996). La resultado físico y económico de la pro- investigación sobre ecología del pasto- ducción ganadera (Berreta et al., 2000; reo en campo natural ha priorizado la Formoso, 2005; Soca et al., 2007). La descripción de la producción primaria 148 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales neta aérea (PPNA) entre y dentro de sensores remotos ofrecen dos ventajas: años. Esto ha permitido aproximarse a abarcan grandes áreas y pueden repetir valores numéricos de la capacidad de las estimaciones en el tiempo sobre el carga ambientalmente sustentable y pro- mismo lugar con facilidad (Paruelo et al., ductiva (Beretta et al., 2000; Soca et al., 1997). El sistema de seguimiento de la 2007). Los experimentos no siempre han producción forrajera diseñado y puesto incluido el efecto animal. Cuando lo hi- en práctica por el Laboratorio de Análisis cieron, los tratamientos empleados de Regional y Teledetección (LART) de la carga animal no han permitido caracteri- UBA requiere: 1) ser perfeccionado y 2) zar la dinámica de la relación planta- ser extendido a distintos ambientes y animal (Olmos, 1992; Berretta et al., comunidades de campo natural para cuan- 2000; Formoso, 2005). El efecto de la tificar la variación espacio-temporal de la carga animal se expresa a través de PPNA. cambios en la oferta de forraje (kilogra- El objetivo general del presente traba- mos de materia seca/100 kilogramos de jo consistió en validar e implementar un Peso Vivo) a corto y largo plazo y a través sistema piloto de seguimiento de los de la performance y resultado físico del recursos forrajeros usando sensores re- animal. motos de manera de contribuir a mejorar La investigación nacional en cría va- la utilización de campo nativo por siste- cuna ha priorizado la obtención de rela- mas criadores de producción. ciones entre estado corporal al parto- Los objetivos específico fueron: a) re- inicio de entore y porcentaje de destete lacionar la PPNA estimada por el satélite (Soca y Orcasberro, 1992; Soca et al., y cortes de forraje de manera de contri- 2007). Sin embargo, son escasos los buir al ajuste de la metodología a las antecedentes que permiten relacionar condiciones locales b) relacionar los atri- oferta de forraje y/o atributos de la pastu- butos de la pastura con PPS y PPC c) ra con el estado corporal (Trujillo et al., cuantificar la heterogeneidad espacio- 1996; Soca et al., 2008). Recientemente temporal de la PPNA en un sistema de en Uruguay y durante mas de 20 años en cría ubicado en Cristalino d) estimar la el sur de Brasil (Nabinger, 2000) los capacidad de carga animal incorporando estudios de la oferta de forraje de campo ambos métodos de estimación de la nativo (10-12 %) y su modificación entre PPNA e) emplear las estimaciones de estaciones del año, permitirán «optimi- PPNA para discutir medidas de manejo zar» la capacidad de carga animal del estratégicas y tácticas en base a la sistema de cría. Esto confirma que a relación planta-animal que permitan utili- nivel predial, las decisiones sobre el ajuste zar la variabilidad espacio-temporal de- de la carga animal deberían integrar me- tectada. didas cuantitativas de la PPNA y la can- tidad de forraje total y/o verde en tiempo real. METODOLOGÍA

La dificultad logística y metodológica El trabajo se realizó en un predio asociada a la medición de la cantidad y sobre la unidad geomorfológica «Isla cris- crecimiento del forraje mediante cortes talina» de la región centro-sur (33º 27.3´ de biomasa (Sala y Austin, 2000), intro- S, 57º 39.5´ W), dedicado a la cría vacu- duce un problema adicional para contar na. Se eligieron tres potreros, (Santa con suficientes sitios y repeticiones que Beatriz, Casco 1 y Casco 2) representan- permitan determinar la variabilidad espa- tes de la variabilidad edáfica y botánica cio-temporal de la PPNA a nivel de potrero. del campo nativo del predio (Ing. Agr. Los sensores remotos estiman a tra- Alejandro Urchipia, com pers). En los vés del Índice Verde Normalizado (IVN) la potreros elegidos se determinó la PPNA cantidad de radiación reflejada por la por cortes de forraje (PPC) e imágenes superficie terrestre en las longitudes de satelitales (PPS). La productividad de onda roja e infrarroja. La información forraje por cortes se realizó en jaulas satelital que registra la reflectancia en georeferenciadas mediante la técnica de esas longitudes de onda puede integrar- jaulas móviles (Lynch, 1947) durante el se en un índice que muestra una estre- período noviembre 2006-enero 2008. Pre- cha asociación con la vegetación. Los vio al corte, se determinó la altura del Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 149 forraje (Soca et al., 2008). Las muestras La información se describió en base a de forraje cortado fueron secadas en promedios, desvíos standard y correla- estufa de aire forzado a 60 ºC hasta ciones simples entre variables (PROC alcanzar un peso constante. MEANS, SAS, 2001). La correlación sim- Se georeferenciaron los límites de ple entre variables de interés se estimó cada potrero en ArcView® y se procesó mediante el empleo de PROC CORR la información de IVN (satélite MODIS- (SAS 2001). TERRA) en el LART-UBA. De esta mane- Para el periodo noviembre 2006 - ene- ra, a partir del IVN se generaron estima- ro 2008, en cada píxel donde se ubicaron ciones mensuales de PPNA para el pe- las jaulas y cortes de forraje, se estudió ríodo 2000-2008. la relación entre PPS y PPC utilizando A partir de información satelital y un modelo de regresión simple meteorológica, se estimó la radiación PPC = b*PPS (PROC REG, SAS, 2001). absorbida como el producto entre la fRFA En base a un diseño al azar se estudió (fracción de la radiación fotosintética- el efecto del potrero, año, época del año mente absorbida) y la RFAi (radiación y sus interacciones sobre la PPS y PPC. solar incidente). La fRFA se calculó a Los promedios de mínimos cuadrados partir de datos provistos por el satélite fueron comparados mediante Tukey MODIS-Terra para cada uno de los píxe- (P<0.05) (PROC GLM, SAS, 2001). les que mejor coincidían en el espacio Para estimar la capacidad de carga con los sitios de cosecha de biomasa. (CC) se empleó: 1) el modelo PLAN G Este satélite tiene una resolución tempo- (Pereira y Soca, 1999) el cual basa los ral de 16 días y espacial de 5,3 ha con cálculos en las estimaciones de requeri- una exactitud de georeferenciación y mientos de energía metabolizable (EM) calidad de los datos que resultaron muy de NRC (Davis et al., 1994), 2) la PPNA adecuadas para el objetivo del trabajo registrada en base a PPS y PPC de este (Reeves et al., 2006). Se empleó el «EVI» trabajo y 3) la composición química de la ó Índice Verde Mejorado que provee el pastura (Mieres et al., 2004). satélite y calculamos la fRFA a partir de una función lineal (Huete et al., 2002): La CC se calculó en base a la capaci- fRFA = 1,4894 * EVI -0,1419, parametri- dad de cubrir los requerimientos de una zada localmente con valores de reflec- vaca con la PPNA del campo: tancia con máxima y mínima cobertura CC = EMU / Req. EM del suelo (Potter et al., 1993). El otro Donde EMU es la energía metaboliza- componente de la ecuación, la RFAi o ble utilizable y para su cálculo se asumió radiación solar incidente, fue obtenido de que 1 kg de forraje contiene 4,4 Mcal de la EEA INTA Paso de los Libres, Argen- energía bruta (EB) según la siguiente tina. Por último, se calculó la Eficiencia fórmula: en el Uso de la Radiación para cada período de corte y sitio, como el cociente EMU = (PPNA (4,4*Dig*0.82))* UT entre la productividad y la radiación ab- La digestibilidad de materia orgánica sorbida. (Dig) resultó 0.55, 0.58, 0.62 y 0.46 para A partir de la Radiación Fotosintética- otoño, invierno, primavera y verano res- mente Activa Absorbida (RFAabs) se pectivamente (Mieres et al., 2004). La estimó la productividad primaria (PPS) PPNA utilizada por el animal (UT) resultó de cada píxel en base al modelo de 60, 75 y 65% para otoño-invierno, prima- regresión generado en el LART-IFEVA. vera y verano respectivamente (Soca et al., 2007). Y= PPS (gMS/m2/día) = (0,265-0.46) * RFAabs. (MJ/m2/día) + 0,43 Dentro de la ecuación de Capacidad (r2 = 0,45, p < 0,0001) de Carga (CC), está el parámetro Req. EM que es el requerimiento de energia Para el cálculo de la productividad se metabolizable del par vaca-ternero y re- utilizó un factor de 0.46 o 0.265 para sulta de la ecuación: pastizales altos y bajos respectivamente en la fórmula de cálculo (desvío estándar Req. EM = Mant. + Gest. + Lact. + Cos. de 0.2). + Cons.t. 150 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Donde, (Mant) es la energía metaboli- una variación similar y sincrónica a la zable de mantenimiento, (Gest.) la de productividad con los máximos valores gestación y (Lact.) la de lactación para durante el mes de diciembre y los míni- vacas de cría que mantuvieron el peso mos durante junio (Figura 1), y mostró vivo de 380 kilogramos constante durante una variabilidad entre los pastizales que, todo el año (Peso) según NRC (Davis et en general, fue menor a la variación espa- al., 1994). Se estimó el costo de cosecha cial de la productividad (Figura 1). (Cos.) con Egraze (Standing Committee Estos patrones unimodales de varia- on Agriculture, 1990) para una cantidad ción intraanual, tanto de la productividad de forraje (Disp.) de 1500 kilogramos de como de la radiación absorbida (Figura materia seca/ha que al igual que la con- 1), son similares a los que mostraron centración de EM (idem EMU) no se otros pastizales rioplatenses templados modificó durante todo el trabajo. (Altesor et al., 2005; Oesterheld y León Se calculó el consumo de forraje del 1987; Semmartin et al., 2007). ternero (Cons.t.) con un peso al nacer De los 29 cálculos de productividad, 5 (Peso N) y al destete a los siete meses resultaron con valores igual a cero o de 30 y 146 kilogramos respectivamente negativos. Todos ellos en pastizales de (Peso D.). cobertura media o baja, 4 durante otoño Se comparó la CC basada en la PPNA o invierno y 1 durante la primavera. Los estimada por satélite (CCS) y por cortes valores más altos de productividad fueron (CCC), período 2006-08. Para el período en pastizales de cobertura alta (en 5 de 2000-2008 se estimó el efecto de la hete- las 8 fechas con valores mayores a cero), rogeneidad espacio-temporal (estación- y en los pastizales de baja o media año-potrero) sobre la CC estimada por cobertura (6 de las 8 fechas) se registra- PPS. Para todos los cálculos se asumió ron los valores más bajos de productivi- un stock animal integrado solamente por dad. Tanto los factores inherentes al vacas de cría. cálculo de productividad primaria a cam- po como los aspectos asociados a la escala de observación contribuyen a que RESULTADOS Y DISCUSIÓN la dispersión asociada a un modelo de calibración sea elevada (Figura 2). Con el Evolución de la radiación objetivo de minimizar la influencia de absorbida, productividad y estas fuentes de dispersión se agruparon eficiencia de uso de la radiación todos los valores de productividad en 4 clases. Con esta agrupación, la relación La productividad fue máxima desde lineal entre radiación y productividad re- fines de noviembre hasta enero, y mínima sultó muy estrecha (Figura 2). entre fines de marzo y agosto (Figura 1). Los ajustes lineales según el nivel de La radiación absorbida promedio mostró cobertura fueron significativos solo para el pastizal de cobertura alta (R2=0.65, n=9, Product.=0.7

aicó bobd (MJ/m absorbida Radiación * Rad – 0.7) y cobertura me- 6 6 dia (R2=0.60, n=7, Pro- 5 5 duct.=0.5 * Rad – 0.8). Un

d) Rad. absorbida 2 4 4 factor adicional que contribu- Productividad ye a la dispersión de los da- 3 3 tos presentados en la figura 2 2 2, es la variación en la Efi-

2

1 1 d) ciencia en el Uso de la Radia-

Productividad (g/m 0 0 ción (EUR) que es el cocien- 9-11-0615-12 17-1-07 18-2 31-3 12-5 28-6 23-8 14-10 22-11-07 te entre la productividad y la Fecha media del período entre cortes radiación absorbida en el tiempo y el espacio. Buscar Figura 1. Dinámica de la radiación absorbida calculada a partir de información ajustar un modelo lineal a satelital y meteorológica, y de la productividad medida con cortes. todos los datos supone que Se indican valores promedio para los tres pastizales a lo largo de la pendiente de la relación un año, las barras son el desvío estándar. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 151 (que representaría a la EUR) es una 4 constante, una simplificación atractiva Cobertura alta pero que no se sustenta en evidencias Cobertura media (Piñeiro et al., 2006). La eficiencia varió a 3 Cobertura baja lo largo del tiempo y entre tipos de cober-

d) tura: fue máxima durante la primavera y 2 verano y mínima durante el invierno; en 2 promedio fue mayor para las áreas con alta cobertura que para las de cobertura media y baja (0.46, 0.26 y 0.27 gMS/MJ, 1 respectivamente) (Figura 3).

Estos valores promedio son similares Productividad (g/m 0 a otros disponibles en la literatura para pastizales (Field et al., 1995; Paruelo et 0 1 2 3 4 5 6 al., 1997; Ruimy et al., 1994), y muestran Radiación absorbida (MJ/m2d) una variación intraanual contrastante a la de un pastizal homólogo de la Pampa Figura 2. Relación entre la productividad estimada con cortes Deprimida bonaerense, con máximos en de biomasa en tres pastizales con diferente grado invierno y mínimos en verano (Piñeiro et de cobertura, y la radiación absorbida calculada a al., 2006). Entonces, para los pastizales partir de información satelital y meteorológica (en de alta cobertura, proponemos calcular gris; R2=0.35, n=24, Product.=0.4 * Rad – 0.3). En la productividad multiplicando por 0.46 a negro, agrupados en 4 clases de productividad, 2 la radiación absorbida, mientras que para R =0.94, n=4, Product.=1.5 * Rad – 4.5). los pastizales de cobertura baja y media el coeficiente a usar es 0.265 (en ambos La altura presentó correlación positiva casos, el desvío estándar es de 0.2). (r=0.7; P<0.001) con la cantidad de forra- je. En campo natural una alta proporción Relaciones entre atributos de la del forraje se concentró en alturas inferio- pastura, PPS y PPC durante res a 4 cm. Esto coincide con los expe- 2006-2008 rimentos que caracterizan la relación plan- ta-animal con vacunos en Uruguay (Truji- En el Cuadro 1 se presenta el efecto llo et al., 1996; Soca et al., 1998). Los de la estación del año sobre la cantidad valores de altura y su concentración re- y altura de forraje registrada en las jaulas flejan elevada intensidad de pastoreo y y las estimaciones de PPS y PPC. se alejan de lo recomendado «optimo» para el manejo de vacas de cría en campo La estación del año afectó la canti- natural (Soca y Orscaberro, 1992). La dad, altura de forraje (p<0.001) y la PPC intensidad de pastoreo a la cual son (p<0.005). La PPS resultó afectada por sometidas las pasturas naturales de Uru- la interacción estación del año * potrero guay contribuye a explicar la magnitud (P<0.001). de la altura, que si bien se incrementó

Cobertura alta Cobertura media 0.8 Cobertura baja

0.6 0.8 0.6 0.4 0.4

0.2 0.2 0.0 Baja Media Alta 0.0 9-11-0615-12 17-1-0718-2 31-3 12-5 28-6 23-8 14-1022-11-07

Efic. en el uso de la rad. (gMS/MJ) Fecha media del período entre cortes

Figura 3. Dinámica intraanual de la Eficiencia en el Uso de la Radiación de tres pastizales con diferente grado de cobertura. El gráfico de columnas muestra el valor promedio de la Eficiencia para cada pastizal (las barras son el desvío estándar). 152 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Cuadro 1. Efecto de la estación del año sobre atributos de la pastura y productividad primaria estimada por cortes (PPC) y satélite (PPS) para el período 2006-2008 (Promedio de mínimos cuadrados y error estándar). Dentro de las filas, los valores seguidos de diferente letra, son significativamente difierentes ( P<0.001). La cantidad y altura de forraje fueron estimadas a partir de cortes de forraje en jaulas de exclusión. Otoño Invierno Primavera Verano Cantidad de Forraje (kgMS/ha) 1750±360a 1360±580b 1440±320b 1900±360c Altura (cm) 2.7±0.5a 1.7±0.5b 2±0.8a 3±0.5a PPC (kgMS/ha/día) 5.25±1.03a 0.25±1.2b 9.4±1.03c 11.9±1.05c PPS (kgMS/ha/día) 12.5±1.17a 6.14±1 b 13.4±1.07c 14.5±1.01c

Cuadro 2. Correlaciones entre variables de interés en los sitios de calibración en el período 2006- 2008. *P<0,01, Ns: No significativo. PPC: productividad primaria estimada por cortes; PPS: productividad primaria estimada por imágenes satelitales; ALT= Altura inicial de la vegetación en los cuadros de corte; MSF= Cantidad de forraje en los cuadros de corte; IVN: índice verde normalizado. PPC PPS MSF ALT IVN (kgMS/ha/día) (kgMS/ha/día) (kgMS/ha) (cm) PPC 1* 0.28* 0.37* 0.43* Ns PPS 0.28* 1 Ns Ns Ns MSF (kgMS/ha) 0.37* Ns 1 0.7* 0.33* ALT (cm) 0.44* Ns 0.7* 1 Ns IVN Ns Ns 0.33* Ns 1

hacia primavera en promedio no registró cativa (P<0.01) (PPC = -.43 + 2.00*PPS valores cercanos a las recomendaciones r2= 0.61 n= 8). (Soca y Orcasberro, 1992). A excepción de ALT-MSF, las asocia- Variabilidad espacio temporal de ciones entre variables presentaron valo- PPS y PPC durante el período res de correlación medios a bajos. Se 2006-2008 encontró una asociación positiva entre cantidad, altura de forraje y PPC. La El mes y la estación del año afectaron altura se asoció de forma curvilínea con significativamente la PPC. La PPS resul- la PPC (PPC = -11.7+ 9.07*ALT - tó afectada por la interacción potrero 0.7*ALT2; r2=0.45 P<0.00.1 n = 77). El *estación o mes del año. En la Figura 4 modelo coincide con lo reportado por se presenta la evolución de PPS y PPC Parsons y Chapman (2000) bajo pasto- durante el período 2006-2008. reo, con una altura «óptima», donde se maximizó el crecimiento del forraje. Los El patrón estacional de producción re- registros de los cortes de forraje presen- sultó similar entre ambas formas de esti- tan escasos valores de altura cercanos mación no obstante la magnitud de la al «óptimo»de dicha función (6 cm) (Cua- PPNA total resultó superior cuando se dro1). Esto permite señalar que será empleó el método por satélite (P<0.05) posible incrementar la PPNA mediante (PPS= 4970 vs. PPC= 3700 kg medidas de manejo que mejoren la altura MS/ha/año). Dicha diferencia se explicó del tapiz (Soca et al., 2008). por la superioridad de PPS durante los meses de verano, otoño, invierno (Figura El incremento del IVN se asoció con 4). Durante la primavera las estimaciones mayor cantidad de forraje presente. Se resultaron similares. Similar tendencia se encontró una asociación significativa en- encontró cuando se comparó la estima- tre PPS y PPC que se vio afectada según ción de PPS para el período 2000-2007 del el potrero. Solamente para el potrero presente trabajo y la reportada por Formo- «Casco 2», la asociación resultó signifi- so (2005) para la región de Cristalino. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 153

Figura 4. Dinámica mensual de la Pro- 20 ductividad primaria neta aé- rea estimada por cortes (PPC) y por imágenes sateli- 15 tales (PPS) promedio duran- te el período 2006-2008 (pro- 10 medios de mínimos cuadra- PPC PPS dos y error estándar de la 5 estimación).

PPNA (kgMS/ha/día) 0 123456789101112 -5 Meses del Año

La PPC resultó inferior a las estima- oferta de forraje cercanos al 10-12% ciones realizadas por PPS (PPS = kgMS/100 kg PV/día (Nabinger, 2000;

4195 > PPC Formoso = 3665 kg MS/ha/año). Soca et al., 2008) en la mayoría de los Para esta comparación la estimación de años será posible el diferimiento de forra- la PPS sobreestimaría la producción de je en pie. Con los niveles de intensidad y forraje en otoño e invierno. altura del pasto con los cuales se maneja El control estacional resultaría expli- actualmente el campo nativo (Cuadro 2) cado por la composición botánica y pará- resultan escasas las posibilidades de metros climáticos. Este modelo, ha sido diferimiento de forraje. No obstante, las reportado para el campo natural en el experiencias de validación de tecnología Cristalino de Uruguay (Formoso, 2005). sobre reasignación de forraje a la cría No obstante, son escasos los intentos donde sólo se consideró la evolución de de vincular la distribución espacio-tem- condición corporal y se trabajó con la poral de la PPNA con el «funcionamien- intensidad de pastoreo que opera en los to» del sistema de cría vacuna (Soca y sistemas reales, mostró un importante Orcasberro, 1992; Soca et al., 2007). impacto en el resultado económico de la cría vacuna (Soca et al., 2003). Utilidad de la estimación de la Las estimaciones de PPS durante el período 2006-2008 en los sitios donde se PPNA en un sistema de cría realizaron los cortes de forraje resultó vacuna bajo pastoreo de campo afectada por la interacción estación del nativo año y potrero (P<0.001) (Figura 5). Di- chos resultados confirman que la hetero- Con excepción de los meses setiem- geneidad natural de la PPNA de los sis- bre, octubre y noviembre, las estimacio- temas de cría vacuna sobre campo natu- nes de PPS resultaron superiores a las ral presentó importantes variaciones en de PPC (Figura 4). Durante el periodo de escala temporal (estaciones o meses) y. mayo a agosto la PPC resultó nula y la espacial (potreros o sitios dentro de un PPS registró los valores más bajos (Fi- potrero). gura 4). El sistema criador debe «operar» A través del empleo del satélite pode- con diferimiento de forraje en pie y reser- mos caracterizar la heterogeneidad es- vas corporales (condición corporal) en el pacial y temporal pudiendo incluir ambas animal, desde el fin de verano-otoño al fin dimensiones en el manejo de las pastu- de invierno. El número de meses y la ras. Esto podría constituir una herramienta magnitud del déficit de energía para una adicional para el ajuste global y estacional vaca de cría pueden variar con la carga de la oferta de forraje propuesto por la animal, el año y la ubicación temporal del investigación en pastoreo de campo nativo entore y destete definitivo. No obstante, (Nabinger 2000, Soca et al., 2008). las posibilidades de diferir forraje de una estación a otra se asoció con la intensi- Con carga animal fija sin considerar la dad del pastoreo y la distribución espa- heterogeneidad espacial en la toma de cial del mismo. Si la intensidad de pasto- decisiones, la distribución espacial del reo promedio se ubica en niveles de pastoreo puede resultar en una mala 154 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales De ser detectada la variabilidad espa- cial entre potreros mediante el empleo de la información satelital, sería una impor- tante contribución al manejo espacial y temporal de la carga animal. Si esta variabilidad en el recurso forrajero co- existe, los potreros con menor producti- vidad estival por degradación o sensibili- dad a la sequía o ambos, podría diferirse su uso desde primavera hacia verano o desde verano a otoño. A su vez se puede hacer un manejo temporal porque es posible ubicar eventos fisiológicamente importantes del rodeo de cría, como ser la época y duración de entore, el flushing posparto o el destete definitivo (Soca et al., 2007). En el Uruguay, no se dispone de Figura 5. Dinámica anual de la Productividad primaria neta información sobre sistemas que emplean aérea estimada por imágenes satelitales (PPS) la información de satélite para planificar en los diferentes potreros (promedios de mínimos el uso de forraje predial, no obstante es cuadrados y error standard de la estimación). posible plantear que el ajuste de la oferta de forraje total o estacional y/o la planifi- utilización del recurso por sobre o sub cación de la distribución de eventos fisio- pastoreo con la consecuente reducción lógicos relevantes para el manejo del de la PPNA y deterioro del pastizal (Ar- rodeo, encontrarán en la información sa- cher y Smeins 1993). La información telital, una base de trabajo que brinda satelital constituye una buena herramien- información fundamental para la toma de ta para la corrección de la distribución decisiones prediales. Esta información espacial del pastoreo. es de bajo costo económico y su impacto La superioridad de Casco 2 en la PPS se traslada directamente al ingreso neto anual (p<0,0001) resultó explicada por la predial. productividad durante primavera, verano El modelo de PPS durante el mes de y otoño. Esto podría asociarse con cam- marzo en el potrero Casco 2, constituye bios en el tipo de suelo, la composición un gran «seguro» frente a la posibilidad botánica y una mejor condición de la de diferir forraje de otoño a invierno, don- pastura del potrero Casco 2. La condi- de la PPNA con independencia del méto- ción de la pastura representada por su do de estimación empleado (Figuras 4 y grado de cobertura, explicó la eficiencia 5) presentó los inferiores registros. del uso de la radiación y la PPC o PPS (Figura 3). El destete definitivo en Febrero se podría realizar en los potreros SB y Cas- A partir del mes de septiembre y co1, mientras que una vez realizado el durante el verano, la PPS del potrero diagnostico de gestación temprano y cla- Casco 2 fue casi un 50 % superior a la sificadas las vacas por estado corporal PPS de los otros dos potreros (Casco 1 (Soca y Orscaberro, 1992), se podría y SB). La historia anterior de pastoreo destinar a potreros como Casco 2 las podría contribuir a explicar la inferior, vacas en menor condición corporal con el pero no significativa diferencia de produc- objetivo de mejorar el estado desde fin de tividad de primavera-verano entre SB y verano-otoño. De esa manera la identifi- Casco 1. Contar con potreros como Cas- cación y cuantificación de la heteroge- co 2 contribuye a balancear el desequili- neidad espacio-temporal de la PPNA brio que en los sistemas de producción constituye una importante guía para im- de cría sobre Cristalino superficial y/o en plementar las Propuesta de Manejo de la campos degradados, genera el déficit Cría Vacuna en pastoreo de campo natu- hídrico de fin de primavera- inicio de ral (Soca y Orcasberro 1992). verano. Dicho déficit se agrava en años con primavera seca. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 155 Variabilidad espacio temporal de la PPS varió según las las estaciones del la estimación de PPS durante año (Figura 7). 2000-2007 La PPS de otoño e invierno no presen- tó diferencias entre los años. Las diferen- La evolución de la PPS durante el cias entre años de la PPS fueron más período 2000-2007 resultó afectado por notorias en el periodo primavera-verano el Año (P<0.0001), Potrero (P<0.0017), (Figura 7). estación del año (P<0.000) e interacción No se encontró relación entre el por- Año*Estación (P<0.0001). centaje de preñez del rodeo entorado en La PPS promedio resultó de 10,5 ± primavera y la PPS estimada. La adop- 2,38 kgMS.ha-1.día-1 con marcadas dife- ción de prácticas tecnológicas como el rencias entre años extremos (12 kg destete precoz estructural explicaría di- MS.ha-1.día-1 en el año 2000 a 9 kg cha falta de relación. No obstante, la MS.ha-1.día-1 en el año 2005). Durante el producción de carne por unidad de super- período 2000-2005 se encontró una caída ficie del predio no se modificó entre años sostenida de PPS (Figura 6). Asimismo «buenos» y presentó una estrecha rela- ción con la precipitación anual y la ocu- rrida durante el verano (Figura 8).

14 13

12 11

10

PPS (kgMS/ha/día) 9

8 7 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 Años Figura 6. Dinámica anual de la Productividad primaria neta aérea estimada por imágenes satelitales (PPS) en kg MS ha-1 día-1 durante el período 2000- 2007 (promedios de mínimos cuadrados y error estándar de la estimación).

25

2000 20 2001 2002 2003 15 2004 2005

PPS kg MS/ha/día 10 2006 2007

5 Otoño Invierno Primavera Verano

Figura 7. Dinámica estacional de la Productividad Primaria Neta Aérea estimada por imágenes satelitales (PPS) en los diferentes años de estudio (promedios de mínimos cuadrados). 156 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales económico «se define «en el 70 por cien- to del área de campo nativo y que los 140 y = 0,0445x + 58,198 procesos de «intensificación» de la ga- 2 nadería deben de enfocarse desde la 130 R = 0,8126 determinación de la PPNA y capacidad 120 de carga del campo nativo. 110 En los sistemas de cría vacuna, du- rante el verano transcurre el entore y gran 100 parte de la lactancia. La variabilidad en la 90 pastura se traslada directamente al por-

superficie (kg/ha) centaje de preñez, fluctuaciones del peso 80 al destete e ingreso económico del siste- 70 ma de cría (Soca et al., 2007). Es impor- tante por lo tanto tomar decisiones que

Producción de carne por unidad de 60 «amortiguen» dicha variabilidad. El flus- 0 500 1000 1500 2000 hing y destete temporario constituyen herramientas que permiten «amortiguar» Lluvia Total (mm/año) dichos efectos (Soca et al., 2008). No obstante, el control de la oferta de forraje Figura 8. Relación entre precipitación y producción de carne y cuantificación de la PPNA de los dife- por unidad de superficie durante el período 2004- rentes potreros, potenciará la aplicación 2008. de medidas tácticas al rodeo (Soca et al., 2008). Estrategias de manejo en base al año «promedio» no serán las más eficientes para los años extremos. Por lo 17 y = 0,0218x + 7,3854 tanto contar con herramientas como la información satelital para detectar potre- R 2 = 0,7151 15 ros más productivos en el verano (ej. Casco 2), monitorear la PPNA y el em- 13 pleo del estado corporal permitirían cuan- 11 tificar las variables de estado del sistema y tomar decisiones precisas que estabi- 9 licen el resultado productivo con bajo costo (Soca y Orcasberro 1992; Soca et 7 al., 2007).

PPS verano (kg/ha/día) 5 0 200 400 Capacidad de carga del sistema de cría basada en estimaciones Precipitación durante Enero y Febrero de la Productividad Primaria (mm) Neta Aérea (PPNA) por satélite Figura 9. Relación entre la precipitación durante enero y (PPS) y cortes de forraje (PPC) febrero y la Productividad primaria neta aérea estimada por imágenes satelitales (PPS). En el Cuadro 3 se presentan diversas estimaciones de la capacidad de carga En base a la serie de datos aportada (CC) estimadas en base a PPC, PPS y la por el LART de la UBA, la PPS de verano bibliografía existente correspondiente a presentó relación lineal con la precipita- la región del Cristalino (Formoso 2005). ción ocurrida en el verano (Figura 9). La CC estimada mediante PPC de Aún en sistemas que cuentan con el ambos trabajos podría denominarse «car- 30 por ciento del área total mejorada, la ga animal segura». En un sistema de variabilidad climática incidió sobre los cría vacuna con importante variabilidad niveles de producción de carne por hec- en la producción de forraje dentro y entre tárea global. Esto confirma que la pro- años, sin aplicación de medidas de ma- ductividad global y por ende el resultado nejo de la relación planta-animal, un sis- Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 157 Cuadro 3. Capacidad de carga anual estimada según la productividad calculada por información de satélites (PPS) y por cortes de biomasa (PPC). Los valores representan promedios y error standard de la estimación. Fuente de información CC (Vacas/ha)

PPC Formoso (2005) 0,87±0.1 PPS 2000-2008 1±0.2 PPC 2006-2008 0,56±1.2 PPS 2006-2008 0,84±0.09 tema de cría sobre Cristalino no debería Balance de energía de la cría superar la carga animal de 0.6 vacas por vacuna en pastoreo de campo hectárea. Dicha información resultó si- nativo con cambios en la PPS y milar que la simulación realizada para comparar la capacidad de carga animal y la carga animal preñez elaborada en base a la produc- ción de forraje de Cristalino y DICOSE En la Figura 10 se presenta el balance (Soca et al., 2007). de EM para la combinación de dos años contrastantes (PPS alta 2001 y baja 2005, En este trabajo se encontró una rela- p<0,001) y las necesidades de energía ción estadísticamente significativa (r=0.7; para 0.6, 0.8, 1 y 1.2 vacas/ha de un P<0.001) entre capacidad de carga y rodeo con parición de septiembre. porcentaje de destete con dos años de diferencia. Un sistema que no instrumen- En años buenos y malos 0.6 vacas por ta medidas de «control»del pasto y esta- hectárea siempre presentaron un balan- do corporal del animal, se comporta como ce de energía positivo. En el año 2001 un sistema de animales silvestres. En (Figura 10 a) 0,8 y 1 vaca/ha presentó un años buenos los animales mejoran el balance de energía negativo durante 4 porcentaje de preñez y destete mientras meses del año. Esto resultó similar a la que en años malos copian la variabilidad propuesta de manejo del campo nativo climática. Cuando un productor criador lo con vacas de cría (Soca y Orcasberro registra en el ingreso económico, el su- 1992) donde dichas pérdidas son amorti- ceso ya ocurrió y el costo económico- guadas por el destete en marzo y la financiero resultó muy elevado. Esto con- recuperación de estado corporal que ocu- firma la necesidad de contar con estima- rre en otoño. En 2005 (Figura 10, b) a 0.8 ciones de la PPNA en tiempo real y la vaca/ha solamente en 3 meses del año elaboración de protocolos que integren la se registraría un balance positivo y 1 variación espacio.-temporal de la PPNA. vaca/ha ningún mes con balance cero o positivo. Por tanto, 0.6 sería la CC «segu- La Capacidad de carga estimada se- ra» tanto en años buenos como malos. gún los datos de productividad obtenidos Con cargas de 0.8 y 1 se deberían de de satélite (PPS) y los obtenidos por proponer ajustes estratégicos (control Formoso (2005), resultó un 20 por ciento de condición corporal y oferta de forraje) superior a la estimada en base a la PPNA y tácticos (destete temporario y flushing) estimada por cortes (PPC) en este trabajo. para que el balance sea positivo. No Dentro de año y potrero la CC resultó obstante en «años malos» de mantener variable entre estaciones del año lo cual la carga animal deberíamos de incorporar fundamenta una vez más la necesidad de la suplementación para controlar la in- emplear la PPS para planificar la utiliza- tensidad de pastoreo. No se debería uti- ción temporal y espacial del campo nati- lizar la estimación de CC promedio, pues vo. El empleo de la información satelital la variabilidad climática es alta incluso para monitoreo de cantidad, crecimiento en un período de 8 años. La CC estimada y evolución de la condición corporal haría por las imágenes satelitales para el pe- los sistemas sencillos en el manejo pero ríodo 2000-2007 fue de 0.98 vacas/ha precisos en la toma de decisiones. (Cuadro 6). Sin embargo 0.98 vacas/ha 158 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

500

400 0,6 v/ha 300 0,8 v/ha 200

100 1 v/ha 0 345678910111212 -100 1,2 v/ha

Balance de Mcal EM/ha -200 -300 a

200

0,6 v/ha 100

0,8 v/ha 0 345678910111212 1 v/ha -100

Balance de Mcal EM/ha -200 1,2 v/ha

b -300

Figura 10. Balance mensual de la energía metabolizable (EM) para 0.6, 0.8, 1 y 1.2 vacas/ha. a) para el año 2001 y b) para el año 2005.

en 2005 resultó en déficit de energía Esto explicaría el pobre desempeño durante todo el año. La variabilidad en la reproductivo y económico de la cría «tra- producción de forraje, consecuencia de dicional» del Uruguay y la necesidad de la variabilidad climática, determina que incluir en la planificación del uso del menor carga animal resulten en una ma- forraje, las medidas tácticas y estratégi- yor y más estable producción e ingreso cas de manejo de la cría vacuna en económico (Parsch y Torell, 1989). De- campo natural (Soca et al., 2008). La bería incluirse la variabilidad en la pro- variabilidad en la producción de forraje ducción de forraje en la toma de decisio- en primavera-verano torna necesario el nes respecto de la carga animal del uso de tácticas de manejo como el Flus- predio (Stafford Smith, 1996). hing y el destete temporario, elección del biotipo de vaca, oferta de forraje, Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 159 empleo del estado corporal y la altura de c) de acuerdo a los resultados obteni- la pastura para predecir el comporta- dos, el potrero Casco 2 podría (en miento reproductivo y productivo del ro- veranos con precipitaciones nor- deo de cría (Soca y Orcasberro 1992; males) ser definido como un potre- Soca et al., 2007). ro de entore y que aporte forraje diferido desde el verano al otoño. Esto permitiría diferir forraje y des- CONCLUSIONES tetar temprano (febrero) a los terne- ros. Mientras que Casco 1 sería un El uso de estimaciones satelitales de muy buen potrero para ubicar el la PPNA para conocer la distribución último tercio de gestación y co- temporal de la producción de forraje en mienzo de la lactancia (heteroge- diferentes potreros de un establecimien- neidad espacio-temporal). to, resulta un aspecto fundamental para la planificación de la cría vacuna en cam- d) en el potrero SB se justificarían po nativo. No obstante se requiere mayor medidas de manejo (reducción car- calibración de los coeficientes de esti- ga animal, supresión del pastoreo mación de la PPNA y su empleo conjun- por períodos cortos del año (prima- tamente con modelos de predicción de la vera donde existen especies inver- cantidad de forraje presente en el siste- nales) de manera de comenzar con ma. la recuperación del recurso SB Cuantificar la variabilidad espacial de e) la variabilidad intraanual (entre es- la PPNA puede dar bases para mejorar la taciones), supera las encontradas distribución de las cargas de pastoreo a entre años. Se torna necesario escala de predio. Esto permitiría junto mejorar los modelos actuales con con el ajuste de la intensidad de pastoreo la información climática. global, la aplicación de medidas de ma- f) el concepto empírico de degrada- nejo del rodeo, la identificación de potre- ción (cobertura) se asoció positiva- ros o zonas con cambios en la producti- mente con los niveles de eficiencia vidad primaria que definen «potreros» de de uso de la radiación y PPS. Esto entore, parición, destete, etc. De esa vuelve necesario protocolizar la es- manera permitirá mejorar el control de la timación de la condición de pasti- variabilidad espacial de la PPNA lo que zal nativo utilizado por vacunos a tiene un alto valor táctico y estratégico pastoreo. frente a escenarios de alta variabilidad g) los atributos de la pastura indica- climática. Es posible plantear la hipóte- rían la necesidad de controlar la sis de que el empleo del satélite para intensidad de pastoreo identificar la variabilidad espacial en la producción de forraje, permitiría mejorar h) el empleo de imágenes de satélite la utilización del forraje y así el resultado para estimar la variabilidad tempo- físico-económico del sistema de cría sin ral y espacial de la PPNA conjunta- modificar los costos de producción. mente con medidas de manejo como ajuste de la intensidad de La estrategia de manejo de la PPNA pastoreo, empleo de la condición se basa en medidas que: corporal en vacas y el diferimiento a) permitan administrar o «diferir» la de campo, permitirá mejorar el re- Productividad Primaria Neta Aérea sultado físico, a través de cambios (PPNA) de primavera y verano (he- en la producción por animal y uni- terogeneidad temporal). dad de superficie, y económico del b) integren diversos recursos edáfi- sistema. Dichas mejoras constitu- cos y con historia anterior de ma- yen un paso ineludible para la im- nejo de manera de atenuar la varia- plementación de sistemas ganade- bilidad intraanual en dichas comu- ros de precisión y la caracteriza- nidades nativas (heterogeneidad ción y valoración del pastizal nativo espacial). como herramienta de secuestro de carbono. 160 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales BIBLIOGRAFÍA LYNCH, P. B. 1947. Methods of measuring the production from grasslands. A ARCHER, S.; SMEINS, J. 1993. Ecosystem- review of techniques employed by the Level processes. En: Heitschmidt, R. Field Division. Department of K., Stuth, J. W. Timber editores. Grazing agriculture. New Zealand Journal management: an ecological perspective. Science Technology. Sect. A. 28: Portland. 385-405. ALTESOR, A.; PIÑEIRO, G.; LEZAMA, F.; MIERES, J. M.; ASSANDRI, L.; CÚNEO, M. RODRÍGUEZ, C.; LEONI, E.; BAEZA, S.; 2004. Tablas de valor nutritivo de PARUELO,J.M. 2005. 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ISBN 978; 9974- 38.258-9 PP 231-233. 162 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 163 Baeza, S.1; CAPÍTULO XI. Paruelo, J.M.2,3; Lezama, F. 1,4 Caracterización funcional en pastizales

1Unidad de Sistemas ambientales, y sus aplicaciones en Facultad de Agronomía,UDELAR. [email protected] uruguay 2Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección, IFEVA, Facultad de Agronomía, Universidad de Buenos Proyecto FPTA 175 Aires CONICET. Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010 3Grupo de Ecología de Pastizales (GEP), Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales, Facultad de Ciencias, UDELAR. 4INIA, Estación Experimental Treinta Tres.

RESUMEN El funcionamiento de la vegetación (ej. intercambio de materia y energía) complementa y mejora las descripciones estructurales de los ecosistemas. Varios de los procesos del funcionamiento de los ecosistemas pueden ser analizados mediante el uso de imágenes de satélite. En este capítulo analiza- mos el funcionamiento de los pastizales uruguayos utilizando el análisis de series temporales de imágenes de satélite a partir de dos ejemplos. En primer lugar, describimos el funcionamiento de los pastizales naturales de las diferen- tes unidades geomorfológicas del Uruguay a diferentes escalas espaciales y mostramos cómo esta información puede utilizarse para la definición y monito- reo de áreas protegidas. En segundo lugar, describimos en forma detallada el funcionamiento de pastizales naturales de una de las áreas de pastizales naturales más extensa del Uruguay (Basalto superficial) y mostramos cómo se puede utilizar esta información para el manejo de sistemas productivos.

INTRODUCCIÓN les de los ecosistemas (por ej.: produc- tividad primaria neta, evapotranspiración, El funcionamiento de la vegetación, ciclado de nutrientes) permiten realizar es decir, como ésta intercambia materia- valoraciones cualitativas y cuantitativas les y energía con el entorno que la rodea, de algunos servicios ecosistémicos es un atributo clave de los ecosistemas. (Costanza et al., 1997, Altesor, 2010 Los humanos obtenemos beneficios (ali- este volumen). Por otro lado, suelen res- mento, fibra, madera, control climático, ponder más rápido que los atributos es- protección contra deslizamientos o de- tructurales (composición de especies, rrumbes, regulación de inundaciones, riqueza, tipos funcionales de plantas, agua para beber, etc.) que derivan directa etc.) a los cambios en las condiciones o indirectamente del funcionamiento de ambientales (Myneni, 1997), debido a la los ecosistemas (Daily, 1997) y más inercia en la respuesta de los atributos específicamente, del funcionamiento de estructurales (Pennington 1986, Milchu- la vegetación. Además de estas cualida- nas y Lauenroth, 1995). Esta cualidad des directamente involucradas con el representa una ventaja en el diseño de mantenimiento de la vida en el planeta, el monitoreos ambientales y en la toma de funcionamiento de la vegetación comple- decisiones para el manejo. Por otra par- menta y mejora las caracterizaciones te, varios de los atributos funcionales estructurales de los ecosistemas (Valen- pueden ser evaluados directamente usan- tini et al., 1999). Los atributos funciona- do técnicas de teledetección (Paruelo et 164 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales al., 2001, Baeza et al., 2006, Alcaráz et El IVN muestra una relación estrecha, al., 2006). positiva y lineal con la fracción de la En los últimos años, la puesta en radiación fotosintéticamente activa ab- órbita de satélites con sensores capaces sorbida por la vegetación verde y por de obtener información sobre la superfi- tanto con la productividad (Gallo et al., cie terrestre, ha generado una enorme 1985, Sellers et al., 1992, Dye y Goward cantidad de datos utilizados en el estu- 1993, Di Bella et al., 2004). El modelo de dio de la Tierra. La teledetección y los Monteith (1972,1977) brinda la base teó- sistemas de información geográfica (SIG) rica para estimar la productividad prima- aparecen como herramientas importantí- ria a partir de la cantidad de radiación simas para el estudio de la vegetación. fotosintéticamente activa absorbida por La teledetección provee una fuente per- la vegetación. manente y sistemática de datos sobre el PPN=ε*[ ƒ RFAA] [1] estado y distribución de la vegetación y los sistemas de información geográfica, donde: PPN es la productividad primaria constituyen una potente herramienta de neta (kg de materia seca * área-1 * tiempo-1); análisis e integración de información es- RFAA es la radiación fotosintéticamente pacialmente explícita. La capacidad de activa absorbida por la vegetación (MJ * discriminar entre diferentes coberturas área-1 * tiempo-1) y ε es la eficiencia de del suelo a partir de imágenes tomadas conversión de energía en biomasa (kg de por satélite viene dada por la respuesta materia seca * MJ-1). RFAA puede a su diferencial de los diferentes materiales vez ser descompuesta en dos factores en diferentes porciones del espectro elec- (ecuación 2): la cantidad de radiación tromagnético (Curran, 1985). El uso de fotosinteticamente activa incidente (RFA) series temporales de imágenes de saté- y la fracción de esa radiación intercepta- lite permite obtener información sobre la da por la vegetación (fRFA). RFA es fenología de la vegetación bajo estudio y conocida a través de su medición en consecuentemente sobre su funciona- estaciones meteorológicas, y fRFA, pue- miento (Sellers et al., 1997, Myneni et de ser estimada a partir del IVN (Potter et al., 2002). La información recogida por al., 1993, Ruimy et al., 1994). sensores a bordo de satélites ha sido utilizada para caracterizar diferentes as- PPN = ε * [+ ƒRFA * fRFA] [2] pectos del funcionamiento de la vegeta- ción como la evapotranspiración (Di Be- La relación positiva entre IVN y Pro- lla et al., 2000), el balance de energía ductividad Primaria Neta Aérea (PPNA) (Nemani y Runing, 1997) o la productivi- ha sido demostrada por varios autores en dad primaria (Prince 1991). La cantidad diferentes ecosistemas y regiones geo- de radiación reflejada en las longitudes gráficas (Tucker et al., 1985, Box et al., de onda correspondientes al rojo (R) y al 1989, Prince, 1991, Paruelo et al., 1997, infrarrojo cercano (IR) muestra una estre- Paruelo et al., 2000, Piñeiro et al., 2006a). cha relación con la actividad fotosintética Las evidencias empíricas y teóricas de la de una superficie. Esto se debe a que los estrecha relación entre los datos espec- tejidos fotosintéticamente activos absor- trales y el funcionamiento de la vegeta- ben una proporción alta de la radiación ción es el motivo de la elección de este incidente en la banda del rojo (debido a tipo de aproximación para analizar el que utiliza esa energía para la fotosínte- funcionamiento de los pastizales en Uru- sis) y reflejan una gran proporción de la guay. radiación en la banda del infrarrojo (debi- El objetivo de este capítulo fue mos- do a la estructura de los tejidos fotosin- trar diferentes aproximaciones metodo- téticos) (Guyot, 1990). Esta reflexión lógicas para describir el funcionamiento diferencial en las bandas del rojo y el de los pastizales del Uruguay, en térmi- infrarrojo cercano permite la construc- nos de la dinámica de la intercepción de ción de índices espectrales relacionados radiación y la productividad primaria, a con el funcionamiento de la vegetación. partir de sensores remotos. En los apar- Uno de los más usados es el Índice de tados siguientes se describen dos ejem- Vegetación Normalizado (IVN): plos con diferentes objetivos, y realiza- IVN = (IR-R) / (IR+R) dos a diferentes escalas espaciales. El Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 165 primero es una descripción del funciona- Métodos miento de pastizales naturales de dife- rentes regiones geomorfológicas del país Para analizar la información sobre el y de la potencial utilidad de esta informa- funcionamiento en todos los casos se ción para la definición y monitoreo de utilizaron series temporales de imáge- áreas protegidas. En el segundo ejemplo nes EVI (Enhanced Vegetation Index) del mostramos cómo caracterizar el funcio- sensor MODIS (Moderate Resolution Ima- namiento de diferentes comunidades de ging Spectroradiometer) a bordo del sa- pastizales naturales a partir de un mapa télite TERRA. El EVI es un índice espec- detallado de la vegetación y como pode- tral similar en su concepción al IVN ya mos usar esa información para el manejo descrito, pero que incorpora en su cóm- de sistemas productivos. puto a la banda del azul. Esto permite mejorar la calidad de las imágenes, evi- tando la saturación del índice a altos CARACTERIZACIÓN niveles de área foliar y reduciendo el FUNCIONAL DE PASTIZALES efecto de la señal producida por el suelo EN DISTINTAS UNIDADES (Huete et al., 2002). Como en el caso del GEOMORFOLÓGICAS Y SU IVN muestra una relación linear y positiva con la fracción de radiación fotosintética- USO CON OBJETIVOS DE mente activa absorbida por el dosel y por CONSERVACIÓN ende con la productividad primaria. El MODIS Land Science Team (http:// En esta sección realizamos una des- modisland.gsfc.nasa.gov/) produce una cripción preliminar del funcionamiento de imagen de EVI cada 16 días con una los pastizales de las distintas unidades resolución espacial de 250 x 250 m, de geomorfológicas del Uruguay trabajando distribución gratuita para la investiga- a dos escalas espaciales. Por un lado ción. Utilizamos la serie temporal EVI- describimos el funcionamiento de las MODIS para el periodo 2000-2006 y la unidades censales del censo general resumimos en un «año promedio» com- agropecuario cuya cobertura de pastiza- puesto por 23 imágenes a intervalos de les naturales era, al momento de realiza- 16 días. El funcionamiento de los pasti- ción del censo (año 2000), ampliamente zales fue comparado en términos de todo mayoritaria en la unidad censal. Por otro el año promedio y en términos de tres lado describimos el funcionamiento de descriptores sintéticos de las curvas es- pastizales naturales y seminaturales a tacionales del EVI: la integral anual (EVI- nivel de celdas de 250 x 250 m (el tamaño I), un estimador de la productividad pri- de un píxel MODIS, ver mas adelante) maria; el rango relativo (RREL) y la fecha para una serie de áreas piloto distribui- del máximo (FMAX), estimadores de la das por aquellas zonas del país en que estacionalidad en las ganancias de car- había cartografías disponibles. Finalmen- bono (Figura 1). Estas características te, se discute la utilidad de esta informa- resumen importantes atributos del fun- ción para la toma decisiones por parte cionamiento ecosistémico (Nemani y del Sistema Nacional de Áreas Protegi- Running 1997, Paruelo et al., 1998) y das (SNAP) en desarrollo en Uruguay. explican la mayoría de la variabilidad Se evaluó en qué medida las áreas temporal de los índices de vegetación en incorporadas al SNAP y aquellas en vías áreas templadas (Paruelo et al., 1993, de incorporación abarcan la heterogenei- Paruelo y Lauenroth 1995). dad representada en el espacio funcional Para el análisis a nivel de unidad definido por las áreas piloto de pastizales censal se seleccionaron aquellas unida- naturales de nuestro país. Este trabajo des cuya superficie de campo natural, se realizó en el marco del acuerdo de según el censo agropecuario del 2000 colaboración entre el Proyecto «Fortale- (MGAP-DIEA 2000), superaba el 90 %. cimiento de Capacidades para la Imple- Estas unidades censales caen dentro de mentación del Sistema Nacional de Áreas cuatro unidades geomorfológicas según Protegidas de Uruguay» (DINAMA/MVO- la división propuesta por Panario (1987): TMA - PNUD/GEF, URU/05/001) y la Cuesta basáltica, Cuenca Sedimentaria Facultad de Ciencias. del NE, Sistema de planicies y fosa de la Laguna Merin y Sierras del Este (Figura 2). 166 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

EVI

Figura 1. Curva idealizada de la dinámica temporal del EVI (Enhanced Vegetation Index) identificando los descriptores sintéticos utilizados. EVI-I: integral anual del EVI; FMAX: Fecha del máximo valor de EVI; RREL: Rango relativo del EVI (diferencia entre el valor máximo y el mínimo dividido la integral anual).

Paruelo (2008) con imágenes Landsat (resolución espacial 30x30 m) compren- didas en el período 2002-2004. A partir de estas clasificaciones seleccionamos 581 áreas piloto de pastizales naturales y se- minaturales distribuidas por las diferentes unidades geomorfológicas (Figura 3). Finalmente, utilizamos la información sobre el funcionamiento de las áreas piloto de pastizales naturales y semina- turales para evaluar en qué medida las áreas candidatas para la conformación del Sistema Nacional de Áreas Protegi- das (SNAP) eran representativas del fun- cionamiento ecosistémico de los pasti- zales (la cobertura del suelo mayoritaria en Uruguay). Para esto extrajimos los mismos atributos de las curvas tempora- les de EVI (EVI-I, FMAX y RREL), esta vez para las zonas a incluir en el SNAP, y los comparamos con el espacio funcio- nal definido por las 581 áreas piloto de pastizales naturales y seminaturales.

Figura 2. Porcentaje de pastizales naturales por sección Resultados y discusión censal. Elaboración propia a partir de datos del Censo General Agropecuario (MGAP-DIEA 2000). El funcionamiento de los pastizales naturales de las cuatro unidades geomor- Para limitar el análisis exclusivamen- fológicas analizadas a nivel de las unida- te a los pastizales utilizamos cartogra- des censales del censo agropecuario fue fías previamente realizadas que abarcan claramente distinto en su dinámica anual porciones de la mayoría de las unidades (Figura 4). Los pastizales de la Cuesta geomorfológicas de Uruguay. Estas car- basáltica (CB) son los menos producti- tografías fueron generadas por Baldi y vos (menor integral anual de EVI), con Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 167 valores inferiores a los otros tres a lo largo de todo el año. Esto se explica por la gran proporción de suelos superficia- les presentes en esta unidad geomorfoló- gica, que imponen fuertes restricciones al crecimiento vegetal. Los pastizales de la CB presentan una dinámica bimodal con un pico de producción en primavera (octubre-noviembre) y otro menos pro- nunciado a comienzos del otoño. Estos dos picos de crecimiento pueden expli- carse por la abundancia relativa de espe- cies C3 y C4 (Lezama et al 2006, Baeza et al., 2010). Los pastizales del Sistema de planicies y fosa de la Laguna Merin (SPFLM) son los más productivos (ma- yor EVI-) y en general presentan los valores más altos de EVI a lo largo de todo el año. La ausencia de un descenso estival en los valores de EVI (fecha en que esta unidad presenta los valores máximos de EVI) probablemente se deba a la falta de restricciones hídricas debi- das a la posición topográfica y a la pre- sencia de bañados. Los pastizales co- rrespondientes a la Cuenca Sedimenta- Figura 3. Distribución de las Áreas piloto de pastizales naturales y seminaturales en las diferentes unidades ria del NE (CSNE) y las Sierras del Este geomorfólogicas. Los recuadros de las escenas (SE) presentan una dinámica unimodal Landsat corresponden a las cartografías realizadas en su productividad cuyos máximos valo- por Baldi y Paruelo (2008). res de EVI se ubican en primavera; evi- denciando un componente C3 importante y/o restricciones hídricas estivales. Los atributos derivados de las curvas de dinámica estacional, EVI-I, RREL y FMAX (Figura 5 a, b y c respectivamen- te), nos permiten diferenciar los distintos tipos de pastizal. Los pastizales del SPFLM y la CSNE son los de mayor variación intraanual, esto probablemente refleje además de las condiciones am- bientales, la proporción relativa de gramí- neas C3 y C4 con muy baja cobertura de gramíneas invernales. Los pastizales del SPFLM tienen la fecha de máximo valor de EVI (FMAX) muchos días después en la estación de crecimiento que los pasti- zales de las otras regiones (fines de diciembre), probablemente debido a me- Figura 4. Dinámica anual del EVI para secciones censales con nores restricciones hídricas. Hay que más de 90% de pastizales naturales correspondientes tener en cuenta que el análisis a este a 4 áreas geomorfológicas: Cuesta basáltica (CB), nivel resume el comportamiento prome- Sistema de planicies y fosa de la Laguna Merin dio de lo que ocurre en toda la unidad (SPFLM), Cuenca Sedimentaria del NE (CSNE) y Sierras del Este (SE). censal, incluyendo (aunque en baja pro- porción), otros tipos de uso/cobertura del suelo además de campo natural. 168 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

Figura 5. Atributos derivados de las curvas de dinámica estacional del EVI: integral anual del EVI (a), Rango Relativo (b) y la fecha del máximo (c) correspondiente a secciones censales con más de 90% de pastizales naturales en 4 áreas geomorfológicos. Ver códigos en Figura 4. (*) El primer día juliano se definió el 1º de julio y el último el 30 de junio.

A continuación se presentan los re- del verano lo cual podría indicar limitacio- sultados del análisis correspondiente a nes hídricas. cada una de las Unidades Geomorfológi- Los pastizales correspondientes a la cas (UG) a partir de áreas piloto de Cuenca Sedimentaria del Litoral oeste, pastizales naturales y seminaturales (AP) Región Centro-sur y Cuenca Sedimenta- (Figura 3). Los pastizales difirieron en ria del Suroeste presentaron una dinámi- cuanto a su dinámica estacional entre ca bimodal, con valores máximos en UG. Al igual que el análisis a nivel de primavera y finales del verano (Figura 6b). unidad censal, los pastizales de la Cues- Es importante señalar que el parecido de ta basáltica presentaron los valores más los pastizales de la Región Centro sur bajos de productividad (EVI), con el máxi- con ambas cuencas sedimentarias pue- mo más temprano (entre octubre y no- de ser artefacto de la elección de las AP. viembre) y presentaron un segundo pico Podría esperarse que los pastizales ubi- menos pronunciado en el otoño (Figura cados sobre suelos superficiales del ba- 6a). Las AP de pastizales correspon- samento cristalino tuvieran un comporta- dientes a la Cuenca Sedimentaria del miento fenológico diferente a aquellos Noreste y a las Colinas y Lomas del Este ubicados sobre suelos profundos de las presentaron altos valores en las ganan- cuencas sedimentarias. En este sentido cias de carbono, con el máximo a finales el análisis estructural y funcional de la de la primavera (noviembre-diciembre) y región Centro-Sur se encuentra en proce- un segundo pico, menos pronunciado, en so, por lo que esperamos aclarar este enero-febrero (Figura 6a). Estas dos re- tipo de interrogantes. Fenológicamente giones poseen sin embargo firmas feno- los pastizales de la Cuenca Sedimenta- lógicas claramente distinguibles, la Cuen- ria del Suroeste se distinguen por pre- ca Sedimentaria del Noreste presenta sentar la mayor variación intranual, indi- mayor variación intraanual (Figura 7c), cando una marcada estacionalidad (Fi- con valores muy bajos del EVI a finales gura 7c). Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 169

Figura 6. Dinámica estacional del EVI en el período 2000-2006 para las áreas piloto de pastizales naturales y seminaturales correspondientes a las diferentes Unidades Geomorfológicas. a) CLE: Colinas y lomadas del Este; CB: Cuesta Basáltica; CSNE: Cuenca Sedimentaria del Noreste. b) CSSO: Cuenca sedimentaria del Sur-Oeste; CLSO: Cuenca sedimentaria del Litoral Oeste; RCS: Región Centro-Sur. c) SE: Sierras del Este e Isla Cristalina de Rivera; SPFLM: Sistema de planicies y fosa de la Laguna Merin.

La región correspondiente al Sistema Las áreas piloto correspondientes a de Planicies y Fosa de la Laguna Merim tres unidades geomorfológicas (CLE, también se distingue claramente por su CSNE y SPFLM) presentaron la moda de fenología presentando el pico productivo la fecha del máximo valor de EVI (FMAX) a finales del verano, lo cual la diferencia los primeros días de noviembre, mientras muy claramente de las otras regiones que el resto lo hizo 20 días antes (Figura (Figura 6c). Como decíamos en el análi- 7b). Los pastizales de la CSSO presentan sis a nivel de unidad censal, la ausencia la mayor variación intraanual con los valo- de restricciones hídricas importantes en res más altos del rango relativo (Figura 7c). el verano podría explicar este patrón. Finalmente, las AP de pastizales de las Sierras del Este e Isla de Rivera mues- tran una curva bimodal con un primer pico El uso de la información sobre productivo en noviembre y un segundo, el funcionamiento para la menos pronunciado, en el otoño, tam- definición y gestión de espacios bién en este caso se observan descen- protegidos sos en las ganancias de carbono a fina- les del verano (Figura 6c). El estrés hídri- El análisis del funcionamiento de la co acumulado de todo el período estival red de áreas protegidas propuestas para podría estar explicando esta caída. Los su ingreso al SNAP permitió encontrar valores mayores en el estimador de la tanto áreas con funcionamiento «común» productividad primaria (EVI-I) para el pe- como con funcionamiento «singular», ríodo 2000-2006 los presentaron los pas- cuando se compararon con el funciona- tizales correspondientes a SE y CLE, los miento de las áreas piloto de pastizal, la más bajos corresponden a la Cuesta cobertura del suelo dominante en Uru- basáltica y CSSO (Figura 7a). guay. Se observa que 3 de las áreas se 170 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

Figura 7. Atributos funcionales de los derivados de las curvas estacionales de EVI-MODIS, para el período 2000-2006, de las áreas piloto de pastizales naturales y seminaturales correspondientes a las diferentes Unidades Geomorfológicas. (Ver códigos en Figura 6) (a): integral anual del EVI, (b): fecha del máximo valor de EVI, (c): Rango Relativo del EVI. FMAX esta expresado en días julianos, definiendo el primer día juliano el 1º de julio y el último el 30 de junio.

superponen con el núcleo más denso de probablemente por ser zonas inundables. AP de pastizal (Figura 8). Estas corres- Cerro Verde presenta los valores más ponden a la laguna de Rocha, Lunarejo y bajos de intercepción de radiación y de Chamangá. La Quebrada de los Cuervos variabilidad interanual, esto se explica ocupa una posición marginal dentro de porque gran parte del área está cubierta ese núcleo. Las otras tres unidades se por arenales y puede haber «contamina- separan claramente del resto de las AP ción» de la firma espectral por señales de de pastizal en el espacio definido por los agua. Es importante considerar que las atributos funcionales considerados. Es- áreas fueron tomadas como una unidad teros de Farrapos y Santa Lucía con aún cuando dentro de ellas coexisten valores bajos de EVI y alto rango relativo, tipos de cobertura bien distintos.Por ejem- plo en la Quebrada de los Cuervos existe, además del monte de quebrada y arbustales, una zona de pastizales clausurados a la herbi- voría por ganado domés- tico por más de una década, así como lade- ras altamente pedrego- sas y suelo desnudo que ocupan una gran pro- porción del área. Figura 8.Ubicación de El análisis identifica las áreas protegidas en espacios protegidos con el espacio de los características funcio- atributos funcionales nales «comunes» alta- del las áreas piloto de mente representadas en pastizales naturales y el espacio funcional de- seminaturales finido por las áreas pilo- correspondientes a to de pastizal, come es todas las unidades el caso de Laguna de geomorfológicas Rocha, Lunarejo y Cha- (puntos grises). a) mangá. Se identificaron Integral anual del EVI vs Rango relativo, b) también espacios pro- integral anual del EVI vs tegidos con caracterís- Fecha del máximo. ticas funcionales «sin- gulares», como Esteros Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 171 de Farrapos, Santa Lucía y Cerro Verde. el área, limitado a la porción del territorio Estas áreas singulares cobran especial para la cual existían censos de vegeta- valor para su conservación ya que pue- ción. Estas unidades de suelo represen- den ser ecosistemas irremplazables (Ca- tan en conjunto la mayor parte de la bello et al., 2008). Finalmente el análisis subregión del basalto superficial (aproxi- permite identificar «huecos» en el funcio- madamente 1.5 millones de hectáreas). namiento de la red de áreas protegidas a Los suelos dominantes en el área de instaurar. Por ejemplo, no están repre- estudio son Hapludoles y Udorthents sentados dentro de las áreas candida- asociados a afloramientos rocosos (Alta- tas, pastizales con altos valores de EVI- mirano et al., 1976). En cuanto al clima, I (alta productividad). Este tipo de pasti- la región posee una temperatura media zales podrían estar amenazados por el anual de aproximadamente 18 ºC y una avance de la frontera agrícola sobre sue- precipitación media anual de alrededor los antiguamente dedicados a la ganade- de 1.300 mm (Dirección Nacional de ría extensiva. En los últimos años la Meteorología, 2009). expansión de los cultivos agrícolas, fun- La heterogeneidad de la vegetación damentalmente soja, y la forestación para herbácea de la zona ha sido descrita pasta de celulosa está relegando estos recientemente utilizando el método fito- pastizales a posiciones marginales en el sociológico a partir de 45 censos de paisaje (Paruelo et al., 2006, Baldi y vegetación distribuidos en la zona de Paruelo 2008). estudio (Lezama, 2006). Este trabajo identificó seis comunidades agrupadas FUNCIONAMIENTO DE LAS en tres unidades principales de vegeta- ción que se distribuyeron a lo largo de un COMUNIDADES DE PASTIZAL eje principal de variación florística rela- NATURAL EN EL BASALTO cionado con un gradiente de disponibili- SUPERFICIAL dad de agua. Las unidades principales fueron denominadas pastizales meso- En este apartado se presenta una xerofitos (A), estepas de litófitas (B) y caracterización funcional de pastizales pastizales meso-hidrofíticos (C) (BI,BII y realizada con la misma aproximación BIII en Lezama et al., 2010 este volu- que en el apartado anterior, pero en este men). Baeza et al. (2010), cartografiaron caso partimos de una descripción deta- estas unidades de vegetación, utilizando llada del uso/cobertura del suelo de una la información de los censos de vegeta- de las regiones de pastizales naturales ción e imágenes Landsat TM (resolución más extensa del Uruguay. La caracteri- espacial 30 x 30 m) (Figura 9); analizan- zación funcional de estos pastizales tuvo do el funcionamiento de los pastizales en como paso previo la cartografía de las términos de la fracción de radiación foto- unidades de pastizal del basalto superfi- sintéticamente activa interceptada por la cial a partir de muestreos de campo, vegetación (fRFA) y la productividad pri- análisis fitosociológico y clasificación maria neta aérea (PPNA). En este traba- supervisada de imágenes de satélite de jo reportamos exclusivamente la carac- alta resolución espacial. terización funcional y su potencial uso para el manejo de sistemas productivos. Métodos Mas detalles sobre el proceso cartográ- fico pueden verse en Baeza et al. (2010). La zona de estudio se encuentra en la El funcionamiento de cada clase de mitad norte de Uruguay en su porción vegetación resultante de la clasificación central, ubicada sobre la unidad geomor- supervisada de las imágenes Landsat fue fológica «Cuesta Basáltica» (Panario analizado en base al IVN de las imáge- 1987), entre los 31º 35` y 32º 12` de nes MODIS. Para esto superpusimos latitud sur y los 56º 12` – 57º 20` de una grilla vectorial de 250 x 250 m, cons- longitud oeste. El estudio se centró sola- truida a partir de la serie de datos de IVN mente sobre las unidades de suelo su- MODIS, donde cada celda coincide exac- perficial «Cuchilla de Haedo - Paso de los tamente con la posición espacial de un Toros» y «Queguay Chico» debido al alto píxel de las imágenes de la serie IVN- porcentaje de campo natural presente en MODIS (Figura 10). Para cada celda de la 172 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

Figura 9. Mapa de uso/cobertura del suelo en el basalto suprficial generado a partir de la clasificación supervisada de 2 imágenes Landsat TM (primavera y verano). Unidad A: pastizales meso- xerofíticos; Unidad B: estepas de litófitas; Unidad C: pastizales meso-hidrofíticos; C. Inv.: cultivos de invierno; C. Ver.: cultivos de verano; S. des.: suelo desnudo en ambas fechas de adquisición de la imágenes.

Figura 10. Método para la extracción de información funcional de las diferentes clases de pastizal. Izquierda: una porción de la clasificación supervisada de imágenes Landsat TM. Derecha: la misma porción del territorio en una imagen de IVN- MODIS. La cuadricula en rojo es una grilla vectorial construida a partir de los píxeles de las imágenes MODIS. Para cada celda de la grilla se extrajo la clase mayoritaria y la proporción de la celda que ocupaba. Todas aquellas celdas con más del 75% ocupado por una de las clases de pastizal fue considerada para el análisis funcional.

grilla se identificó la clase mayoritaria días durante el periodo 2000-2004, cons- (moda) y la proporción de dicha clase truyéndose así una serie de datos de dentro de la celda. Todas aquellas cel- IVN-MODIS asociada a cada celda. das cuya proporción superó el 0,75 fue- Los valores de IVN fueron transforma- ron consideradas para caracterizar fun- dos a fracción de Radiación Fotosintéti- cionalmente las clases generadas. Para camente Activa interceptada por la vege- cada celda se obtuvieron los valores de tación verde (fPAR). fPAR expresa que IVN de 112 imágenes a intervalos de 16 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 173 porcentaje del total de radiación fotosin- donde: pEf es la precipitación efectiva téticamente activa incidente esta cap- acumulada en el periodo de tiempo con- tando determinado tipo de vegetación, siderado y tmax la temperatura máxima permitiendo comparaciones mas claras promedio para el mismo periodo. La pre- e intuitivas entre las diferentes clases. cipitación efectiva es la cantidad de agua La transformación se realizo mediante efectivamente disponible para las plan- interpolación lineal (Ruimy et al., 1994). tas y es calculada como el balance diario El máximo de NDVI se fijó como el 98 de agua a partir de la precipitación, la percentil de la serie temporal evapotranspiración potencial y la capaci- (IVN = 0,83), estableciéndose como el dad de almacenamiento de agua (Piñeiro 95 % de FPAR interceptada (asumiendo et al., 2006b). Los datos climáticos para saturación a valores de área foliar mayo- calcular pEf se obtuvieron de la estación res). El mínimo de IVN se fijó como el meteorológica de INIA Salto (http:// 5 percentil de las áreas de suelo desnudo www.inia.org.uy/disciplinas/agroclima/ (IVN= 0,215), estableciéndose como banco_met). La ecuación 5 fue calibrada FPAR = 0. La ecuación obtenida fue: específicamente con datos locales in- cluidos en el área de estudio (Piñeiro et fRFA=MIN((-0,3321+1,5445*IVN);0,95) al., 2004). Se calcularon valores de PPNA para cada clase de pastizal a intervalos [3] de 16 días para todo el período Las estimaciones de Productividad 2000-2004. La PPNA promedio anual para Primaria Neta Aérea (PPNA) se realiza- cada clase de pastizal se calculó prome- ron a partir de datos de fRFA derivados diando los valores de los 23 intervalos de del sensor MODIS y datos climáticos de tiempo MODIS para los 5 años de la serie dos estaciones meteorológicas cerca- de datos y multiplicándolo por la dura- nas, utilizando una modificación del mode- ción en días del intervalo (en general 16 lo de Monteith (1972) (ecuaciones 1 y 2): días).

PPNA = RFA * fRFA * εa [4] Los valores mensuales de fRFA y PPNA de los 5 años de la serie de datos donde: PPNA (g de materia seca m-2 fueron promediados y comparados usan- día-1) se calculó a partir de valores de do ANOVA de medidas repetidas, donde radiación fotosintéticamente activa inci- la unidad de vegetación fue la variable dente (RFA) (MJ m-2 día-1), la fracción de dependiente y los meses del «año pro- esa radiación interceptada por la vegeta- medio», el factor repetido en el tiempo. ción verde (fRFA) y la eficiencia de con- Para evaluar si existían diferencias signi- versión de energía en biomasa aérea (εa) ficativas entre los diferentes pares de (gMS MJ-1). Los valores de RFA se obtu- clases utilizamos la prueba «post hoc» vieron del proyecto Biome BGC (http:// Tukey HSD (Zar, 1996). La dispersión www.ntsg.umt.edu/cgi-bin/ espacial y temporal de los datos, tanto show_good_ncdc_stations.pl) y corres- de fRFA como de PPNA, fue evaluada ponden a la estación meteorológica de mediante el cálculo de los coeficientes Salto (Lat. 31º 24’ S, Long. 57º 58’ W). de variación. Por un lado se calculó el Se calcularon valores promedio de RFA a coeficiente de variación espacial, este partir de valores diarios para los interva- representa cuán variable fue cada clase los de 16 días correspondientes a las de pastizal en el espacio, en cada uno de fechas de los compuestos de IVN los intervalos de tiempo de los compues- MODIS. tos IVN MODIS. Por otro lado se calculó Para estimar la eficiencia en el uso de el coeficiente de variación temporal de la radiación, utilizamos la aproximación cada intervalo de IVN- MODIS, esto es, presentada por Piñeiro et al. (2006a) y cuán variable fue cada píxel de cada Piñeiro et al. (2004), calculando los valo- clase de pastizal a lo largo de los 5 años de la serie de datos. res estacionales de εa a partir de una relación empírica con variables climáti- cas: εa = 0,36206 + pEf * 0,00214 + tmax * - 0,01141 [5] 174 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Resultados y discusión ción de radiación fotosintéticamente activa interceptada por la vegetación A pesar de la relativa homogeneidad (fRFA), con una moda primaveral clara- fisonómica, las imágenes MODIS permi- mente definida (valores máximos en oc- tieron una caracterización funcional cla- tubre), un descenso a fines de la prima- ra de las tres unidades de pastizal carto- vera - principios del verano y un aumento grafiadas identificando diferencias en las gradual a lo largo del verano con máxi- ganancias de carbono de estos pastiza- mos en el otoño (Figura 11j). Salvo algu- les. La superposición de la rejilla vecto- nas variaciones, este patrón fue evidente rial construida a partir de las imágenes a lo largo de los 5 años analizados (Figu- MODIS con el mapa construido a partir ra 11i). El mayor valor de fRFA ocurrió en de la clasificación de imágenes Landast, marzo del 2003, en los pastizales meso- dio como resultado la extracción de aproxi- hidrofíticos (Unidad C), cuando la vegeta- madamente 34.000 celdas «puras» (o ción absorbió el 85 % de la radiación sea, con más del 75 % de los píxeles fotosintéticamente activa disponible Landsat pertenecientes a una misma cla- (fRFA = 0,848). La absorción de radia- se dentro de cada celda) (Figura 10). Las ción menor, 39 %, ocurrió en marzo del diferentes clases de pastizal presenta- 2004 en la comunidad de litófitas (Unidad ron diferencias significativas en la frac- B) (fRFA = 0,394). Los pastizales meso- ción de radiación fotosintéticamente hidrofiticos presentaron los valores de activa interceptada por la vegetación fRFA más altos, claramente separada de (fRFA) y la Productividad Primaria Neta las otras dos unidades. En las otras dos Aérea (PPNA) (F=147 y F=151, respec- unidades los valores de fRFA fueron ma- tivamente; gl=2, P<0,001) en todos los yores para los pastizales meso-xerofíti- meses del año promedio (F=682 y cos (unidad A) desde octubre hasta mar- F=19924, respectivamente; gl=11, zo y menores el resto del año. Los valo- P<0,001), aunque la magnitud de estas res máximos de fRFA para todas las diferencias cambió a lo largo del tiempo clases ocurrieron en otoño (mayo) y los (Interacción Tiempo X Unidad; F=54 y valores mínimos ocurrieron en verano F=103, respectivamente, gl=22, (Diciembre) para las clases xerófitas (Uni- P<0,001). El test de Tukey HSD mostró dades A y B) y en invierno para los diferencias significativas entre los pasti- pastizales meso-hidrofíticos (Unidad C) zales Meso-hidrofíticos (BIII) y las otras (Figura 11j, i). dos clases (BI y BII), salvo en los meses En cuanto a las estimaciones de la de invierno en el caso de fRFA, y en PPNA, todas las clases de pastizal mos- otoño-invierno en la PPNA (Cuadro 1), traron nuevamente una distribución bi- cuando la luz y la temperatura restringen modal aunque con la moda estival mucho la producción de forraje en todas las menor que en la curvas de fRFA y despla- clases de pastizal. zada hacia mediados del verano (Figura Todas las coberturas de pastizal ana- 11l). Las unidades presentaron una moda lizadas mostraron un comportamiento mayor en primavera (valores máximos en bimodal en la dinámica anual de la frac- noviembre) y una segunda moda mucho

Cuadro 1. Valores promedio (en base mensual) de la fracción de Radiación Fotosintéticamente Activa absorbida por la vegetación verde (fRFA) y la Productividad Primaria Neta Aérea (PPNA) para las diferentes clases de pastizales naturales. Las letras diferentes significan diferencias significativas entre las clases (Test de Tukey HSD, p<0,01). A: pastizales meso-xerofíticos; B: estepas de litófitas; C: pastizales meso-hidrofíticos. Jul. Ago. Sep. Oct. Nov. Dic. Ene. Feb. Mar. Abr. May. Jun. fRFA A 0.57 a 0.57 a 0.62 a 0.66 a 0.63 a 0.57 a 0.60 a 0.62 a 0.64 a 0.67 a 079 a 0.64 a B 0.61 a 0.62 a 0.65 a,b 0.66 a 0.63 a 0.55 a 0.57 a 0.61 a 0.65 a,b 0.69 a,b 0.72 a,b 0.68 a C 0.61 a 0.62 a 0.68 b 0.73 b 0.71 b 0.66 b 0.67 b 0.69 b 0.70 b 0.72 b 0.74 b 0.69 a PPNA (kg MS·m-2·día-1) A 6.11 a 7.30 a 11.10 a 14.80 a 15.90 a 13.78 a 10.29 a 10.04 a 9.30 a 7.51 a 5.79 a 4.92 a B 6.47 a 7.71 a 11.44 a,b 14.59 a 15.63 a 13.24 a 9.81 a 9.88 a 9.33 a 7.57 a 5.93 a 5.14 a C 6.42 a 7.67 a 11.92 b 16.13 b 17.68 b 15.88 b 11.49 b 11.04 b 10.05 a 7.94 a 6.10 a 5.20 a Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 175

Figura 11. Variación temporal de las variables analizadas a lo largo de 5 años (paneles de la izquierda) y su comportamiento anual promedio (paneles de la derecha). Los paneles de la izquierda están integrados o promediados a intervalos de 16 días, salvo εa (valores mensuales), y los paneles de la derecha a intervalos mensuales. a) Tmax: temperatura máxima, promedio para cada intervalo; c) pEF: precipitación efectiva acumulada en cada intervalo; e) εa: eficiencia de conversión de energía en biomasa aérea, calculada a partir de Tmax y pEF; g) RFA: Radiación Fotosintéticamente Activa incidente, promedio para cada intervalo; i) fRFA: fracción de Radiación Fotosintéticamente Activa absorbida por la vegetación verde, promedio para cada intervalo y cada clase de pastizal; k) PPNA: Productividad Primaria Neta Aérea. Promedio para cada intervalo y clases de pastizal; (b, d, f, h, j, y l): promedio de 5 años en base mensual para cada variable A: pastizales meso- xerofíticos; B: estepas de litófitas; C: pastizales meso-hidrofíticos. 176 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales menor en verano (valores máximos en pastizales xéricos presentan valores febrero). Esta tendencia queda algo en- menores de εa que los pastizales mas mascarada al graficar los valores prome- húmedos. El modelo utilizado para cal- dio, pero es claramente visible en el cular εa fue generado para pastizales gráfico de toda la serie de datos (Figura mésicos y quizás esté sobreestimando 11k). La diferencia entre los picos de la eficiencia en el uso de la radiación de primavera y verano es mayor en PPNA las estepas de litófitas. Adicionalmente, que en fRFA y el segundo pico de PPNA debido al tamaño pequeño de los par- está desplazado hacia mediados del ve- ches de esta unidad, no se puede des- rano con respecto al de fRFA. Los mayo- cartar la «contaminación» de los píxeles res valores de PPNA ocurrieron en no- MODIS con la señal producida por otras viembre para todas las clases de pasti- unidad mas productivas zal; con valores en torno a 15, 5 kg* La distribución bimodal en el compor- -1 -1 ha *día para los pastizales meso-xero- tamiento anual de FPAR (y PPNA) de las fitos y la comunidad de litófitas, y valores unidades de pastizal puede explicarse -1 -1 de aproximadamente 18 kg*ha *día para por la abundancia relativa de especies los pastizales meso-hidrofíticos. La PPNA C3 y C4 en las comunidades analizadas. fue mínima en junio para todas las cla- La moda primaveral puede tener una im- -1 ses, con valores en torno a los 5 kg ha portante contribución de especies C (in- -1 3 día (Figura 11l). En base anual, la clase vernales) tal como fue encontrado en más productiva fueron los pastizales otros pastizales en Uruguay (Altesor et meso-hidrofíticos, con un promedio de al., 2005). La segunda moda de fRFA en -1 -1 aproximadamente 3800 kg* ha *año . Las verano-otoño puede estar relacionada con otras dos unidades presentaron valo- la abundancia relativa de especies C4 res similares (alrededor de 3400 kg* (Lezama et al., 2006), con un claro pico -1 -1 ha *año ), siendo los pastizales meso- estival en su comportamiento fotosintéti- xerofíticos un poco más productivos de co (Epstein et al., 1997). En un trabajo octubre a marzo y menores el resto del realizado con 20 años de imágenes NOAA/ año (Figura 11k). AVHRR (resolución espacial, 8x8 km) Los valores mayores de PPNA (y Baeza et al. (2006) también encontraron fRFA) de los pastizales meso-hidrofíti- el mismo pico en los valores de IVN cos pueden ser explicados por las carac- correspondiente al verano-otoño en esta terísticas de la vegetación y del suelo zona del país. sobre el que crece, como la mayor cober- Nuestros resultados muestran dife- tura vegetal de esta unidad y su ocurren- rencias importantes en la estacionalidad cia sobre suelos con mayor capacidad entre fRFA y PPNA. El pico de producti- de almacenamiento de agua (Lezama et vidad de todas las clases de pastizal al., 2006). Las estepas de litófitas pare- está concentrado en primavera tardía- cen ser un caso particular de pastizales verano cuando la radiación incidente meso-xerofíticos en términos de sus ga- (RFA) es máxima (Fig11g-l). Durante el nancias de carbono, presentando valores verano, el descenso pronunciado de la de fRFA mayores a los esperados dada PPNA está asociado no sólo a una me- su baja cobertura vegetal. Esta unidad nor fRFA (probablemente asociada a una está dominada por Sellaginella selowii, menor área foliar debido a la senescen- una especie bien adaptada a los ambien- cia causada por estrés hídrico), sino tes xéricos. Estudios realizados en pas- también a una menor eficiencia en el uso tizales de Canadá con otra especie de de la radiación (εa). Los valores de εa son Sellaginella (Sellaginella densa) eviden- menores en los meses de verano debido cian que esta especie puede mostrar a la interacción entre temperaturas muy valores similares de IVN (y por tanto de altas y escasa precipitación efectiva (Fi- fRFA) a otras especies de gramíneas y gura 11a,c,e). hierbas (Hall-Beyer y Gwyn 1996). Por otro lado, los doseles dominados por Las curvas de PPNA generadas con Sellaginella pueden tener eficiencias en información satelital en base al modelo el uso de la radiación (εa) diferentes a los de Monteith dieron resultados compara- de otros tipos funcionales de plantas. bles con aquellos generados a partir de Paruelo et al. (1997) muestran que los datos de campo basados en cortes de Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 177 biomasa (Berreta y Bemhaja, 1998). Este estudio realizado en suelos de basalto a lo largo de 14 años (1980-1994) también muestra un pico de productividad en la primavera tardía-verano y una mayor va- riabilidad durante los meses de verano. El promedio anual de producción de fo- rraje entre los diferentes tipos de suelo analizados en el trabajo de Berreta y Bemhaja (1998) fue de 3744 kg ha-1 año-1, una cantidad similar a la encontra- da en nuestro trabajo, aunque la falta de superposición de los periodos de tiempo analizados impide una comparación for- mal. La variación en el espacio (entre píxe- Figura 12. Variabilidad espacial (entre píxeles) de la Productividad les) de las tres variables funcionales Primaria Neta Aérea (PPNA) mensual, expresada analizadas (fRFA, RFAA y PPNA) fue la como el coeficiente de variación (CV_E). Se presentan misma y sólo se presentan los resulta- los valores promedio de los 5 años analizados. A: dos para la PPNA. Las tres unidades de pastizales meso-xerofíticos; B: estepas de litófitas; C: pastizal mostraron el mismo comporta- pastizales meso-hidrofíticos. miento anual en el coeficiente de varia- ción espacial, presentando valores máxi- dos de agua de los suelos extremada- mos en enero y mínimos en mayo (Figura mente superficiales sobre los que crece 12). La mayor variabilidad espacial ocu- esta unidad; y, a la gran capacidad de rrió en los pastizales meso-hidrofíticos y respuesta a los pulsos de agua de la la menor en las estepas de litófitas, actividad fotosintética de Selaginella, la aunque la magnitud de estas diferencias especie dominante en esta unidad (Hall- varió a lo largo del año, siendo máximas Beyer y Gwyn 1996). durante el verano (Figura 12). Estas dife- La variación temporal (coeficiente de rencias en la variabilidad espacial de variación entre años) en la fRFA, RFAA y fRFA y PPNA entre las unidades de PPNA de las unidades de pastizal pre- vegetación puede ser explicada por las sentó una estacionalidad similar, con un diferencias florísticas y ambientales (to- aumento muy claro de la variación en los pográficas y edáficas) entre las diferen- meses de verano, aunque la magnitud de tes unidades. La unidad con la mayor la variación fue diferentes entre las distin- variabilidad espacial (pastizales meso- tas variables (Figura 13). La variabilidad xerofíticos), presenta también la mayor temporal en la PPNA fue mayor que la de variabilidad florística (Lezama et al., fRFA y el pico de variación estival fue 2006). Además, la profundidad del suelo más extendido (Figura 13). A partir del en esta unidad, uno de los principales modelo de Monteith se pudieron identifi- controles sobre la cantidad de agua dis- car tres fuentes de variación temporal y ponible, varió entre los 10 y los 60 cm espacial de la PPNA: la radiación inci- (Lezama et al., 2005). La capacidad de dente, la fracción de la radiación que es almacenamiento de agua de los suelos interceptada por las hojas verdes y la ha sido identificada como uno de los eficiencia de conversión de la radiación principales controles de la PPNA en pas- en biomasa. La Figura 13 muestra como tizales sub-húmedos (Sala et al., 1988). estas tres variables poseen una varia- Los parches de esta unidad de pastizal ción temporal diferente. La variabilidad podrían estar experimentando grandes de la radiación interceptada (fRFA) es diferencias en la cantidad de agua dispo- amplificada cuando la eficiencia en el nible, lo que determinaría la variabilidad uso de la radiación (εa) y la radiación de la fRFA y la PPNA encontrada. La incidente (RFA) son utilizadas para el gran variación espacial de fRFA (y PPNA) cálculo de la PPNA. La variabilidad tem- encontrada durante el verano en las este- poral de la PPNA fue prácticamente el pas de litófitas puede estar relacionada doble que la de fRFA. εa fue particular- con los cambios rápidos en los conteni- mente variable en los meses de verano 178 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales debido a las grandes variaciones en la precipitación efectiva (Figura 11c). La variación temporal de la PPNA fue máxi- ma durante el verano y el otoño temprano debido a los efectos combinados de la gran variabilidad de εa en enero febrero y marzo, y la interacción entre las variacio- nes de RFA y fRFA en abril (Figura 13).

Implicancias para el manejo

Los resultados presentados en este apartado tienen implicancias directas en el manejo del pastoreo, fundamentalmente en la ganadería extensiva. La productivi- dad primaria neta aérea (PPNA) es el determinante principal de las cargas de ganado en la ganadería extensiva (Oes- terheld et al., 1998) y, hasta la fecha, solo unos pocos trabajos han reportado datos de PPNA en esta región (Bemhaja 1996, Berreta y Bemhaja, 1998). Las estimaciones presentadas por Baeza et al. (2010) y utilizadas como ejemplo en este capítulo son la base para determinar y analizar la disponibilidad de forraje a nivel de potreros de un establecimiento agropecuario, sobre grandes extensio- nes de territorio. En pastizales de la Patagonia dedicados a la ganadería ex- tensiva, Golluscio et al. (1998) calcularon cargas de ganado a partir de estimacio- nes satelitales de la PPNA e índices de cosecha empíricos que dan cuenta de la fracción de la PPNA que puede ser con- sumida por los herbívoros domésticos (Oesterheld et al., 1992). Los datos pre- sentados en este trabajo no sólo proveen valores promedio de PPNA para definir las cargas de ganado, sino que también identifican el rango de su variación espa- cial. Si tomamos como ejemplo el caso de los pastizales meso-xerofíticos, es- tos presentan una PPNA promedio de 3.447 kg ha-1año-1 con un rango de varia- ción de 2.750 kg ha-1año-1. Suponiendo un Figura 13. Variabilidad temporal (entre años), en base mensual, índice de cosecha de forraje del 36,3 % de las variables consideradas expresada como el (Oesterheld et al., 1992, Golluscio et al., coeficiente de variación (CV T). RFA: Radiación 1998) el forraje disponible para los herbí- Fotosintéticamente Activa incidente; fRFA: fracción voros va tener una probabilidad del 90 % de Radiación Fotosintéticamente Activa absorbida de estar entre 253 y 2250 kg ha-1año-1. por la vegetación verde. RFAA: Radiación Asumiendo que el consumo promedio de Fotosintéticamente Activa Absorbida por la una oveja está en torno a los 365 kg ha-1 vegetación verde; a: eficiencia de conversión de ε año-1, la carga de ganado estimada varia- energía en biomasa aérea; PPNA: Productividad rá entre 0,7 y 6,2 ovejas por hectárea. Primaria Neta Aérea. A: pastizales meso-xerofíticos; Esta gran variabilidad espacial da cuenta B: estepas de litófitas; C: pastizales meso- hidrofíticos. del problema que enfrentamos cuando Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 179 los datos puntuales son extrapolados a el manejo del recurso y su conservación. grandes áreas y el riesgo que conlleva El uso de las imágenes de satélite nos usar definiciones generales sobre las permite discriminar entre diferentes tipos cargas de ganado en áreas extensas. de pastizales cubriendo de forma ex- Los resultados aquí presentados mues- haustiva grandes porciones de territorio tran la ventaja de utilizar métodos espa- evitando extrapolaciones riesgosas. Por cialmente explícitos y exhaustivos para otro lado las descripciones funcionales evaluar la capacidad de carga de los presentadas son de bajo costo y pueden sistemas pastoriles. realizarse con alta frecuencia permitien- do el monitoreo, tanto con fines de con- Tan importante como la caracteriza- servación, como para el manejo de siste- ción de la variabilidad espacial en la mas productivos. PPNA es la descripción de los cambios estacionales e interanuales en las tasas de acumulación de biomasa. Los valores BIBLIOGRAFÍA mensuales de PPNA y la estimación de su variabilidad temporal son 2 compo- ALCARÁZ, D.; PARUELO, J.; CABELLO, J. nentes críticos en la información necesa- 2006. Identification of current ria para desarrollar presupuestos forraje- ecosystems and functional types in the ros y cuantificar los riesgos y la eficien- Iberian Peninsula. Global Ecology and cia de los sistemas de producción gana- Biogeography 15: 200-212. dera (Grigera et al., 2007). Por ejemplo, ALTAMIRANO, A.; DA SILVA, H.; DURÁN, A.; nuestros resultados resaltan el contras- ECHEVERRÍA, A.; PANARIO, D.; te de la variabilidad interanual de la PPNA PUENTES, R. 1976. Carta de ente el verano y la primavera. El verano no reconocimiento de suelos del Uruguay. sólo presenta una PPNA menor (Figura Tomo III, Clasificación de Suelos. 11k, l) sino también muestra una gran Dirección de Suelos y Fertilizantes. variabilidad interanual (Figura 13). Estos Ministerio de Agricultura y Pesca. dos datos sobre la disponibilidad de fo- Montevideo, UY. rraje proveen una herramienta muy útil ALTESOR, A.; OESTERHELD, M.; LEONI, E.; para manejar sistemas de producción de LEZAMA, F.; RODRÍGUEZ, C. 2005. ganado. Effect of grazing on community structure Como las estimaciones de PPNA a la and productivity of a Uruguayan escala de un píxel MODIS están asocia- grassland. Plant Ecology. 179: 83-91. das a una descripción florística, es posi- BAEZA, S.; LEZAMA, F.; PIÑEIRO, G.; ble generar estimaciones de la calidad ALTESOR, A.; PARUELO, J.M. 2010. de forraje en base a las preferencias de Spatial variability of aboveground net los herbívoros por las especies dominan- primary production in Uruguayan tes de la comunidad. La inercia (autoco- Grasslands: A remote sensing rrelación temporal) de los datos de PPNA approach. Applied Vegetation Science, (Wiegand et al., 2004) nos permiten defi- 13: 72–85. nir un rango de valores esperados de BAEZA, S.; PARUELO, J.M.; ALTESOR, A. producción de forraje al menos con un 2006. Caracterización Funcional de la mes de anticipación. Esta información y Vegetación de Uruguay Mediante el la generación de algoritmos capaces de Uso de Sensores Remotos. modelar la influencia de diferentes esce- Interciencia 31: 382-388. narios de disponibilidad de agua, son la BALDI, G.; PARUELO, J.M. 2008. Land-use base para el desarrollo de «sistemas de and land cover dynamics in South alarma» de la disponibilidad de forraje. American temperate grasslands. Ecology and Society 13(2): 6. [online] URL: CONCLUSIONES http://www.ecologyandsociety.org/vol13/ iss2/art6/ En este capítulo hemos ejemplificado el empleo de imágenes de satélite para la BEMHAJA, M. 1996. Producción de caracterización funcional de los pastiza- pasturas en Basalto. INIA Serie les de forma espacialmente explicita, así Técnica 80: 231-240. como la utilidad de esta información para 180 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales BERRETA, E.J.; BEMHAJA, M. 1998. Pro- the U.S. Great Plains. Ecology 82: ducción estacional de comunidades 722-731. naturales sobre suelos de Basalto en GALLO, K.P.; DAUGHTRY, C.S.T.; BAUER, la Unidad Queguay Chico. INIA, Serie M.E.1985. Spectral estimation of Técnica 102: 11-20. absorbed photosynthecally active BOX, E.O.; HOLBES, B.N.; KALB, V. 1989. radiation in corn canopies. 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Proyecto FPTA 175 Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010

RESUMEN La relación que existe entre las características estructurales y funcionales de los ecosistemas es un aspecto de la ecología que viene siendo muy estudiado. Hemos reportado que los cambios en la composición de especies provocados por la ganadería en las comunidades de pastizales, tienen efectos en la estructura así como en el funcionamiento de las mismas. Proyectar las características de los niveles jerárquicos y escalas inferiores hacia los niveles y escalas superiores («scale-up»), es un asunto que ha merecido atención en la literatura ecológica de los últimos años. En este capítulo se discuten los resultados de dos trabajos anteriores: uno llevado a cabo en el campo donde fue calculada la productividad primaria neta aérea (PPNA) en dos comunidades de pastizales y otro realizado en invernáculo donde se midieron las Tasas de Crecimiento Relativo (TCR) y varios atributos más de siete especies de gramí- neas crecientes y decrecientes frente al pastoreo. En el invernáculo los efectos acumulativos de los atributos que provocaron una disminución de las TCRs, parecerían ser los mismos a aquellos que limitan la PPNA en la exclusión. Concluimos pues, que los valores observados de TCR comparados con los valores de PPNA registrados sustentan la hipótesis de que los procesos a niveles y escalas menores, podrían estar explicando los procesos que se dan al nivel de ecosistema.

INTRODUCCIÓN relevancia en los procesos que se dan a escalas mayores. Entender y predecir Relacionar la información a través cómo los cambios en la composición de de las escalas temporales y espacia- especies afectan a los procesos ecosis- les así como a través de los niveles de témicos, es de suma importancia ya que organización es una parte esencial en la relación entre las características es- el entendimiento de la ecología, pues- tructurales, como la diversidad de espe- to que existen vínculos jerárquicos cies y las funcionales, como la producti- entre los niveles (Wu y Li 2006). Las vidad primaria, es uno de los aspectos diferencias fisiológicas que existen más polémicos en ecología (Sala et al., entre las especies, tienen consecuen- 1996 y Loreau et al., 2001). A la proyec- cias directas en los procesos ecosis- ción de información a través de escalas témicos (Lambers 2008 y Chapin et temporales y espaciales o niveles jerár- al., 1997), o sea que los atributos quicos de organización se le conoce en individuales de las especies que com- ecología con el término de «scaling». ponen una comunidad tienen suma Dependiendo de la dirección que tome 184 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales esa proyección de la información, pode- miento postrado presente en las espe- mos distinguir entre: (i) proyección hacia cies dominantes de un sistema pasto- arriba («scaling up»), si partimos de es- reado, va a determinar una comunidad calas menores o niveles de organización con una acumulación de biomasa al ras inferiores y proyectamos la información del suelo, y mayor tolerancia al pastoreo. hacia niveles y escalas superiores o (ii) Por otro lado, la proporción de especies proyección hacia abajo si el sentido en con metabolismo fotosintético C3 y C4, va que se proyecta la información es el a determinar la fenología de la productivi- inverso («scaling down») (Wu y Li, 2006). dad primaria en las diferentes estaciones La relación que existe entre niveles de a lo largo del año. Asimismo la relación organización, puede manifestarse inclu- C: N de los tejidos de las especies más sive entre niveles no adyacentes y ha abundantes, va a determinar la velocidad sido planteada por numerosos autores del ciclado de nutrientes y a su vez la (Lavorel y Garnier 2002, Garnier et al., calidad de la materia orgánica que queda 2004, McGill et al., 2006 y Westoby y en el suelo. Wright 2006). Grime (1998) propuso que Un importante resultado que obtuvie- las propiedades de los ecosistemas son ron Vile et al. (2006) es que datos de determinadas en gran medida por los atributos individuales de las especies atributos y la diversidad funcional de las pueden ser utilizados en combinación especies dominantes de la comunidad con la descripción de la comunidad en el (Chapin et al., 2000, Eviner y Chapin campo para evaluar propiedades de los 2003 y Naeem y Wright 2003). Los efec- ecosistemas, como ser la productividad. tos inmediatos de los atributos específi- Por su lado, Wardle et al. (1998) cos en el funcionamiento de los ecosis- encontraron evidencias de la existencia temas fueron relacionados con las abun- de fuertes vínculos entre los atributos dancias relativas de dichas especies en ecofisiológicos de las plantas y las ca- la comunidad. Los procesos ecosistémi- racterísticas de los ecosistemas asi como cos son por lo tanto una función de los también con sus procesos. atributos agregados de las especies de la comunidad (Vile et al., 2006). Los atributos de las especies que son Cambios en la Productividad más probables de afectar los procesos Primaria Neta Aérea provocados ecosistémicos según Chapin et al. (1997) por el ganado en las son aquellos que (i) modifican la disponi- comunidades de pastizales bilidad, captura y uso de los recursos, (ii) afectan las relaciones tróficas dentro de La productividad primaria neta (PPN) la comunidad e (iii) influyen en la frecuen- es el incremento absoluto de la biomasa cia, severidad y duración de los distur- vegetal por unidad de tiempo. Esto es de bios. sumo interés, puesto que ésta es la La identidad funcional de una especie energía capturada por medio de la foto- está determinada por el conjunto de atri- síntesis que queda disponible para los butos fisiológicos y morfológicos que otros niveles tróficos (McNaughton et al., posee. En este sentido, la abundancia 1989 y Oesterheld, 1992). Estructural- relativa de las especies dentro de una mente el pastoreo modifica la estructura comunidad, refleja la magnitud con que vertical del pastizal, la composición y los atributos están representados en ella riqueza de especies así como los atribu- (Vile et al., 2006). Por lo tanto el conjunto tos de las plantas (Noy-Meir et al., 1989, de atributos ponderados por la abundan- McIntyre y Lavorel 2001 y Rodríguez et cia de las especies que los poseen van al., 2003). Asimismo está reportado en la a determinar en última instancia la es- bibliografía que funcionalmente el pasto- tructura y el funcionamiento del ecosis- reo altera el flujo de energía y el ciclado tema y serán los que establezcan la de nutrientes (Schlesinger et al., 1990, magnitud de los procesos ecosistémi- Aguiar et al., 1996 y Hobbs et al., 1996). cos (Chapin, 2003). Por ejemplo, un atri- Diferentes especies de plantas crecien- buto morfológico como el hábito de creci- do en un mismo sitio pueden diferir gran- Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 185 demente en su PPN. En este sentido, da adyacente. En el área pastoreada cambios en la composición de especies dominada por especies crecientes, se de una comunidad pueden provocar cam- registraron valores de PPNA 51% mayo- bios en el funcionamiento de todo el res que en parcelas excluidas. Sin em- ecosistema. Diferencias en la PPN resul- bargo cuando en la exclusión se simuló tarían, por un lado, de las variaciones de el pastoreo realizando un corte de la un amplio rango de especies y sus atribu- biomasa aérea dejando en pie el equiva- tos, entre los que se incluyen las tasas lente en gramos a la biomasa del sistema de crecimiento relativas (TCR), la asigna- pastoreado, la PPNA en este tratamiento ción y eficiencia en el uso de los recur- con especies decrecientes, fue 29% más sos, la fenología, y los atributos relacio- alta que bajo pastoreo contínuo, y signi- nados con la manera en que se adquieren ficó un 183% de incremento con relación los recursos (desarrollo aéreo y subterrá- a la clausura original. De estos resulta- neo y simbiosis con microorganismos). dos se desprende que las especies de- Por otro lado, también están involucra- crecientes, que ven favorecidas sus abun- das las condiciones ambientales que afec- dancias en ausencia de pastoreo y por lo tan el crecimiento de las plantas (ej.: tanto se expresan en las comunidades temperatura, humedad, luz y nutrientes) de clausura, podrían ser potencialmente (Eviner y Chapin, 2003). El funciona- más productivas que aquellas que sopor- miento ecosistémico está por lo tanto tan el pastoreo continuo (especies cre- determinado por la composición de espe- cientes). cies y sus atributos, que pueden cam- biar sus respuestas frente a cambios en Atributos individuales de las el ambiente. especies que se relacionan con En nuestros pastizales naturales la la Productividad Primaria Neta perturbación provocada por el pastoreo promueve cambios florísticos a nivel de Aérea comunidad que generalmente resultan en la sustitución de especies (Altesor et Un atributo cuantitativo que difiere al., 1998, Altesor et al., 2005 y Rodríguez entre especies y representa el incremen- et al., 2003). En las comunidades con to de la biomasa de la planta por unidad pastoreo permanente, aumentan su fre- de masa existente en un periodo de cuencia las especies que poseen hábito tiempo es la Tasa de Crecimiento Relati- de crecimiento postrado, que concentran va (TCR) (Grime y Hunt 1975, Poorter su biomasa al ras del suelo y exploran el 1989 y Poorter y Remkes 1990) (caja 1). espacio horizontalmente (especies cre- Desde el trabajo pionero de Grime y Hunt cientes). Por otro lado, bajo condiciones (1975), la TCR ha sido considerada como de exclusión del ganado doméstico, las un atributo clave para explicar la distribu- gramíneas que predominan son de creci- ción de las especies a lo largo de los miento erecto y con hojas con una rela- gradientes ambientales. Posteriormen- ción largo/ancho grande. Son especies te, Lavorel y Garnier (2002) analizando que se ven perjudicadas con el pastoreo las respuestas de las plantas a factores disminuyendo su frecuencia y abundan- ambientales, propusieron que la TCR es cia (especies decrecientes) (ver Rodrí- uno de los atributos principales con un rol guez y Cayssials, 2011 en este número). funcional directo en los ecosistemas. En este sentido, Lambers (2008) afirma que Resultados de un estudio de producti- los principales atributos que gobiernan la vidad primaria neta aérea (PPNA) reali- PPN son la biomasa y la TCR. zado por Altesor et al. (2005), revelaron que en un área excluida de ganado por Las tasas de crecimiento de las espe- más de 11 años, los valores de PPNA cies son una consecuencia de la expre- fueron significativamente diferentes de la sión de ciertos atributos subyacentes productividad de la comunidad pastorea- (Poorter, 1989). Las diferencias en las 186 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

Caja 1. TASA DE CRECIMIENTO RELATIVO Y ANÁLISIS DE CRECIMIENTO

La Tasa de Crecimiento Relativo (TCR) es el incremento instantáneo en peso seco de la planta, por unidad de biomasa existente y por unidad de tiempo (mg.g-1.d-1). Representa en un instante de tiempo conocido, cuánto fue el incremento del peso seco de la planta, con relación al peso seco ya existente.

TCR = 1/ W. dW/dt W= peso seco dW = cambios instantáneos de W dt = incrementos instantáneos de tiempo

Calculado de esta manera el crecimiento de una planta sería exponencial, siguiendo la fórmula en que:

W2 = W1.e(TCR * Δt) W1 y W2= peso seco de las plantas en el tiempo t1 y t2

Si el crecimiento fuera realmente exponencial, la TCR sería constante. Esto es realmente así durante periodos cortos de tiempo en que todas las células de la planta están involucradas en el crecimiento y división (TCR máx). Pero una vez que se da la especialización de las células y órganos, la proporción de planta involucrada en el crecimiento decae. Hay acumulación de tejidos de reserva y/o sostén que provocan la disminución de la TCR puesto que estos tejidos no van a producir nueva biomasa. En la práctica, la TCR puede ser medida mediante comparaciones del peso total de las plantas en dos o más cosechas secuenciales. En periodos de tiempo discretos, (no instantáneos) la TCR media es:

TCR = ∫ 1/ W. dW/dt = ln W2 – ln W1 t2 - t1 Cuando son realizadas varias cosechas, es posible seguir la trayectoria de la TCR a lo largo del tiempo, e identificar cambios en dicha tasa a medida que las plantas van creciendo. La TCR se calcula ajustando una recta a la función del ln del peso seco de las plantas vs el tiempo. La pendiente de esa recta es la tasa de crecimiento de dicha especie para ese periodo de tiempo. Adaptado y modificado de Poorter (2002) y Fitter y Hay (2002).

TCRs, ya sea entre o dentro de las espe- miento de los ecosistemas, es que Leoni cies, se deben principalmente a cambios et al. (2009) pusieron a prueba la siguien- en alguno o varios de estos atributos, que te hipótesis: las diferencias en PPNA en última instancia son los que determi- entre las comunidades (pastoreada y nan los cambios en las TCRs. Ejemplos excluida), están asociadas a las diferen- de dichos atributos son, entre otros, la cias en las Tasas de Crecimiento Relati- tasa de elongación foliar, la tasa de ma- vas (TCRs) de las especies crecientes y collaje, la tasa de senescencia, la pro- decrecientes que dominan respectiva- porción de hojas verdes y secas y el área mente cada una de ellas. En el trabajo de foliar específica. Leoni et al. (2009) fueron evaluadas por Con los antecedentes de PPNA de un lado las TCRs y varios atributos rela- Altesor et al. (2005), y puesto que la TCR cionados (Cuadro 1) de 3 especies cre- de las especies es un atributo que se cientes (de sitios pastoreados) y 4 espe- relaciona directamente con el funciona- cies decrecientes (de sitios clausura- Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 187 Cuadro 1. Códigos, unidades y descripción de los atributos analizados. Atributo Código Unidades Descripción Tasa de senescencia TS (g.g-1.d-1) Incremento de la biomasa de hojas senescentes, relativo a la biomasa de hojas verdes por unidad de tiempo

Tasa de producción de THV (g.g-1.d-1) Incremento de biomasa de hojas verdes, hojas verdes relativo a la biomasa total por unidad de tiempo Tasa de macollaje TM (mac.g-1.d-1) Incremento del número de macollos relativo a la biomasa total por unidad de tiempo

Tasa de elongación foliar TEF (cm.d-1) Incremento de la longitud de las hojas por unidad de tiempo

Área foliar específica AFE (m2.kg-1) Área foliar por peso de la hoja Biomasa total BT (g) Biomasa del total de la planta Proporción de hojas verdes HV/BT (g.g-1) Biomasa de las hojas verdes sobre biomasa total

Proporción de raíces R/BT (g.g-1) Biomasa de raíces sobre biomasa total Proporción de estolones E/BT (g.g-1) Biomasa de estolones sobre biomasa total Proporción de hojas secas HS/BT (g.g-1) Biomasa de hojas secas sobre biomasa total

Proporción de biomasa inf/BT (g.g-1) Biomasa de inflorescencias sobre biomasa reproductiva total

Nº total de hojas HsV Nº de hojas Número de hojas dos). Por otro lado, fueron estudiadas las ción»). En este último se removió ma- trayectorias temporales del conjunto de nualmente la biomasa en pie hasta dejar las TCRs de las especies crecientes y el equivalente en gramos a la biomasa decrecientes. del área pastoreada. (Por más detalles El estudio de PPNA realizado por ver Altesor et al., 2005). En esas mismas Altesor et al. (2005) fue llevado a cabo en dos áreas adyacentes, se colectaron los un área de pradera natural en el esta- individuos para los análisis de crecimien- blecimiento «El Relincho», en San José. to realizados por Leoni et al. (2009). Las En dos áreas contiguas, una pastoreada especies crecientes, que aumentan su y la otra donde se excluyó el ganado frecuencia y abundancia en presencia de doméstico por más de 11 años se reali- pastoreo, fueron colectadas en el área zaron los cortes de biomasa de los dife- pastoreada. Todas ellas fueron especies rentes tratamientos que llamamos «pas- perennes con metabolismo fotosintético toreado», «clausura» y «simulación» de C4 (Stenotaphrum secundatum, Axono- pastoreo dentro de la clausura. Estacio- pus affinis y Paspalum notatum). Las nalmente se realizaron cosechas de bio- especies decrecientes, las que disminu- masa aérea en cuadrados de área cono- yen sus frecuencias y abundancias en cida en la comunidad pastoreada (trata- presencia de pastoreo, fueron colecta- miento «pastoreo»), dentro de la clausu- das en el área adyacente clausurada a la ra intacta (tratamiento «clausura») y tam- herbivoría por ganado. De las cuatro es- bién dentro de la clausura pero con simu- pecies colectadas, dos de ellas son C3 lación de pastoreo (tratamiento «simula- (Stipa neesiana y Bromas auleticus) y 188 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

-2 -1 dos C4 (Paspalum plicatulum y Coelora- reo dentro de la exclusión (777 g m año ) chis selloana). La selección de especies con dominancia de especies decrecien- fue basada en estudios previos del efecto tes. Valores intermedios de PPNA fueron del pastoreo sobre la abundancia y com- registrados en el tratamiento pastoreado posición de especies en pares pastorea- (602 g m-2 año-1) y los menores valores en dos y clausurados (Rodríguez et al., 2003 la clausura intacta (398 g m-2 año-1). En y Altesor et al., 2006). otras palabras, la PPNA del área pasto- Las especies colectadas fueron lleva- reada fue 51,3% mayor que en la clausu- das al invernáculo donde se llevó a cabo ra y a su vez en la simulación del pasto- el experimento de crecimiento bajo con- reo, la PPNA fue 29% más alta que en el diciones controladas. Asimismo fueron pastoreo. La máxima diferencia de pro- realizadas las mediciones y cálculos de ductividad fue entre los tratamientos clau- los diferentes atributos descritos en el sura y simulación dentro de la misma Cuadro 1 (ver detalles en Leoni et al., comunidad (Cuadro 2). 2009). La TCR de las especies decrecientes fue mayor que la TCR de las crecientes Análisis estadísticos en la primera fecha, cuando solamente tres cosechas fueron tomadas en cuen- ta, aunque la diferencia no fue significa- Las diferencias en productividad entre tiva (t=-1.09, df=5, P=0.3). En la segunda los tratamientos (Pastoreo, Clausura y fecha cuando el cálculo se realizó con Simulación) en cada estación fueron ana- las seis cosechas observamos lo opues- lizadas usando ANOVAs. to, la TCR de las crecientes fue mayor Las comparaciones entre las TCRs de que el de las decrecientes (t=53.4, df=5, las especies crecientes y decrecientes P=0.02) (Figura 1 y Cuadro 3). se realizaron con t-test. Para el estudio En lo que se refiere a las trayectorias de las trayectorias temporales de las en el tiempo de las TCRs, para las espe- TCRs se ajustaron modelos de regresio- cies crecientes el modelo lineal fue el nes lineares (y=a+bx) y potenciales mejor descriptor de la relación entre el ln y=axb) a las relaciones del tiempo versus de la biomasa y el tiempo, indicando que el logaritmo natural de los pesos secos la TCR permanece constante a lo largo de las plantas. del tiempo (Figura 1 recuadro). La fun- Para analizar si los atributos de las ción potencial fue la que mejor describió especies se ordenaban de acuerdo con la relación entre el ln de la biomasa vs el el régimen de pastoreo, realizamos dos tiempo para la mayoría de las especies Análisis de componentes principales decrecientes (Figura 1 recuadro). Las (ACP), uno usando los datos de las tres especies decrecientes por lo tanto pre- primeras cosechas, y el otro con datos sentaron una disminución de sus TCRs de las seis cosechas. con el transcurso del tiempo. Las TCRs Se utilizaron los programas PCOrd de las especies decrecientes mostraron (McCune y Mefford, 1999) y Statistica una marcada caída a lo largo del tiempo (1999). cruzando el valor de TCR de las especies crecientes luego de aproximadamente 2 semanas (recuadro de la Figura 1). RESULTADOS El primer ACP de las especies por la matriz de los atributos medidos en la La productividad fue máxima en el tercera cosecha, mostró que los dos tratamiento en que fue simulado el pasto- primeros componentes, explicaron el

Cuadro 2. Valores de productividad primaria neta aérea (PPNA) en los diferentes tratamientos (Altesor et al., 2005). Tratamiento Tratamiento Tratamiento “clausura” “pastoreo” “simulación”

PPNA(g m-2 d-1) 398 602 777 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 189

Figura 1.Tasa de Crecimiento Relativo (TCR) 60 para especies crecientes ( ) y IncreasersCrecientes 60 )

-1

decrecientes( ) calculadas en base a DecreasersDecrecientes d

-1 las biomasas totales de las plantas a 40 de la 3ª y 6ª cosecha. Las barras corresponden al error estandar. Letras 50

diferentes indican diferencias TCR (mg g 20 estadísticas. El recuadro muestra las a trayectorias temporales de las TCRs ) 40

-1 0

de las especies crecientes y d 0 1020304050

decrecientes (tomado de Leoni et al., -1 Tiempo (días) 2009). 30 a

TCR (mg g 20 b

10

0 3ª cosecha 6ª cosecha

Cuadro 3. Tasa de Crecimiento Relativo (TCR) de las especies crecientes y decrecientes en la 3ª y 6ª semana de experimento (Leoni et al., 2009). Código de especie TCR (mg.g-1.d-1) TCR (mg.g-1.d-1) 3 cosechas 6 cosechas Especies crecientes Paspalum notatum P.no 51,56 23,47 Axonopus affinis A.af 32,11 29,59 Stenotaphrum secundatum S.se 31,63 32,09 promedio de TCR 38,43 28,38 Especies decrecientes Stipa neesiana S.ne 42,11 3,93 Bromus auleticus B.au 36,27 15,21 Coelorachis selloana C.se 60,93 20,36 Paspalum plicatulum P.pl 51,10 9,84 promedio de TCR 47,60 12,33

78,9% de la varianza. El primer eje (expli- valores opuestos en el eje 1, estuvieron có el 54,4% de la varianza) separó a las asociadas con altos valores de biomasa especies crecientes de las decrecien- seca (HS/BT), tasa de elongación foliar tes. Las especies crecientes (P. nota- (TEF), proporción de biomasa reproduc- tum, A. affinis y S. secundatum) con tiva (inf/BT), tasa de senescencia (TS) y valores negativos en el eje 1, estuvieron biomasa total (BT). asociadas con valores altos de tasa de El segundo ACP basado en los atribu- macollaje (TM), número total de hojas tos registrados en la sexta cosecha mos- (HsV), área foliar específica (AFE), pro- tró un patrón similar. Los primeros dos porción de hojas verdes (HV/BT) y tasa ejes explicaron el 81,8% de la varianza y de producción de hojas (THV). Las espe- el primer eje que explicó el 57,0% de la cies decrecientes (C. selloana, P. plica- varianza también separó las especies tulum, B. auleticus y S. neesiana) con crecientes de las decrecientes que fue- 190 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

0,3 0,70 0,60 0,2

)

)

-1

0,50 -1 0,2

.d

g.g -1 0,40 0,30 0,1

0,20 HS /BT ( TM (nº.g 0,1 0,10 0,00 0,0 crecientes decrecientes crecientes decrecientes 250 1,2

1,0 200

)

-1 0,8 150 0,6 100

HsV (nº) 0,4

TEF (cm.d

50 0,2

0 0,0 crecientes decrecientes crecientes decrecientes 40,0 0,20 35,0 0,15

) 30,0

)

-1

25,0 -1

.kg

2 20,0 0,10 15,0

Inf/BT (g.g AFE (m 10,0 0,05 5,0 0,0 0,00 crecientes decrecientes crecientes decrecientes 0,06 0,4 0,05

) ) 0,3

-1 -1 0,04

.d

-1

g.g

( 0,2 0,03

0,02

TS (g.g HV/BT 0,1 0,01

0,0 0,00 crecientes decrecientes crecientes decrecientes 12,0 0,030 10,0 0,025

) -1 8,0

.d 0,020

-1 0,015 6,0

0,010 4,0

THV (g.g

THV (g.g

Biomasa total (g) 0,005 2,0

0,000 0,0 crecientes decrecientes crecientes decrecientes

Figura 2. Promedios de los atributos que se asociaron con las especies crecientes ( ) y decrecientes ( ) basado en los datos registrados en la 6ª cosecha. Ver códigos en el Cuadro 1. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 191 ron asociadas con los mismos atributos Jurado y Westoby, 1992 y Swanborough que en el primer ACP. y Westoby, 1996). Las especies crecien- tes no produjeron ninguna inflorescencia durante las 6 semanas que duró el expe- DISCUSIÓN rimento. Por lo tanto la asignación a la reproducción por la vía sexual fue nula, Los resultados del trabajo de Leoni et no comprometiendo recursos para estos al. (2009) mostraron que las especies fines, ni perjudicando la inversión en cre- decrecientes tuvieron mayor TCR que las cimiento. crecientes solamente por un periodo cor- to de tiempo, debido principalmente a la Los atributos asociados a las espe- caída en las TCRs de las especies decre- cies crecientes, como alta área foliar cientes con el transcurso del tiempo. Las específica (AFE), mayor número total de TCRs de las crecientes permanecieron hojas (HsV), así como mayor tasa de constantes durante todo el período. La producción de hojas (THV) y mayor tasa disminución de la TCR de las especies de macollaje (TM), permitieron la produc- decrecientes estaría explicada al menos ción constante de tejidos fotosintética- en parte por algunos atributos morfológi- mente activos. Asimismo, junto a la baja cos y funcionales que podrían estar afec- acumulación de tejidos senescentes, la tando el crecimiento. La acumulación de ausencia de estructuras reproductivas y la biomasa seca en las especies decre- menor biomasa, permitieron mantener in- cientes reduce la intercepción de la luz cambiada la TCR a lo largo del tiempo. por parte de las hojas verdes debido al Los atributos que presentan las espe- autosombreado (Poorter et al., 1988 y Di cies crecientes bajo pastoreo constitu- Bella et al., 2004). El hecho que las yen estrategias para maximizar la super- especies decrecientes tuvieron mayores ficie fotosintética de las plantas y perma- valores de biomasa total, o sea que eran necer a pesar del pisoteo y la defoliación plantas más grandes, significa mayores ((McNaughton, 1983, Briske, 1991 y Bris- costos de manutención de esta bioma- key Richards, 1995). sa, lo que podría provocar también una Los menores valores de PPNA se reducción en las TCRs de las mismas observaron en el área clausurada al ga- (Konings, 1989). En este mismo sentido, nado por más de diez años, dominada los altos valores de elongación foliar y por especies decrecientes con acumula- baja AFE de las especies erectas aso- ción de biomasa verde y seca. Fue en ciados con una mayor inversión en es- estas especies decrecientes que se ob- tructuras de soporte (Konings, 1989), servaron las menores TCRs luego de estarían comprometiendo la asignación transcurridas 6 semanas de experimento al crecimiento y producción. Esto se en el invernáculo. Las especies crecien- estaría dando en respuesta al ambiente tes que presentaron valores intermedios sombreado, limitado por luz del área clau- de TCR, son las típicas del área pasto- surada. En estas áreas, la arbustización reada, que a su vez fue el sitio donde se por chircas (Altesor et al., 2006) y el registraron los valores intermedios de autosombreado por acumulación de bio- PPNA. Por último, los mayores valores masa seca (Altesor et al., 2005), generan de TCR se registraron en las especies una marcada reducción en la disponibili- decrecientes al inicio del experimento dad de luz para los pastos a nivel del cuando las plantas se encontraban aún suelo, los cuales deben invertir en es- con tamaño pequeño y sin acumulación tructuras de soporte para ganar altura y de restos secos. Paralelamente, los ma- así llegar a captar este recurso. Otra yores valores de PPNA se presentaron característica observada en las especies en el tratamiento de simulación del pas- decrecientes que también podría estar toreo dentro de la clausura, dominada explicando la disminución de la tasa de por especies decrecientes y donde fue crecimiento, es la producción de estruc- removida la biomasa acumulada. turas reproductoras a partir de la segun- da semana del experimento. El compro- En el experimento llevado a cabo en el miso entre el gasto en reproducción y el invernáculo los efectos acumulativos de gasto en crecimiento, ha sido reportado los atributos que provocaron una dismi- en muchos estudios (Grime y Hunt, 1975, nución de las TCRs de las especies 192 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales decrecientes, parecerían ser los mismos South America. Journal of Vegetation a aquellos que limitan la PPNA en la Science 17: 323-332. exclusión. BRISKE, D.D. 1991. Developmental Morphology and Physiology of Grasses. páginas 85-108 En: R.K. Heitschmidt, y CONCLUSIONES J.W. Stuth editores. Grazing management: An ecological perspective. Podemos afirmar entonces que los Timber Press, Portland, Oregon. valores de TCR observados por Leoni et al. (2009) comparados con los valores de BRISKE, D.D.; RICHARDS, J.H. 1995. Plant PPNA registrados por Altesor et al., responses to defoliation: a physiological, morphological and demographic (2005), sustentan la hipótesis de que evaluation páginas 635-710. en: D.J. ciertos atributos individuales de las es- Bedunah y R.E. Sosebee editors. pecies explican patrones de productivi- Wildland plants: physiological ecology dad a nivel del ecosistema. and developmental morphology. Soc. for Por último, podemos afirmar que las Range Management Denver, CO. especies decrecientes frente al pasto- CHAPIN III, F.S. 2003. Effects of plant traits reo, son potencialmente más producti- on ecosystem and regional processes: vas que las especies crecientes. Esto a conceptual framework for predicting solo se mantiene por un corto periodo de the consequences of global change. tiempo antes que la acumulación de bio- Annals of Botany 91:455-463. masa detenga su crecimiento y provoque CHAPIN III, FS.; WALKER, B.H.; HOBBS, una disminución en la productividad del R.J.; HOOPER, D.U.; LAWTON , J.H.; sistema. Si además tenemos en cuenta SALA, O.E.; TILMAN, D. 1997. Biotic que las clausuras en pocos años pro- control over the functioning of mueven cambios en las especies domi- ecosystems. Science 277: 500-504 nantes de la comunidad con la conse- CHAPIN III, F.S.; ZAVALETA, E.S.; EVINER, cuente mejora en la calidad forrajera, V.T.; NAYLOR, R.L.; VITOUSEK, P.M.; X estos resultados también pueden ser de REYNOLDS, H.L.; HOOPER, D.U.; utilidad en el manejo de nuestros cam- LAVOREL, S.; SALA, O.E.; HOBBIE, S.E.; pos naturales. MACK, M.C.; DÍAZ, S. 2000. Consequences of changing biodiversity. Nature 405: 234-242. 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RESUMEN Los arbustos constituyen un componente muy abundante y conspicuo en los pastizales naturales de Uruguay, sin embargo es escaso el conocimiento que se tiene sobre su papel en el funcionamiento del ecosistema pastizal. Particu- larmente se destaca la presencia de la especie Eupatorium buniifolium, chirca, que llega a ocupar vastas áreas con altas densidades. La mayoría de los trabajos apuntan a su control basándose generalmente en supuestos que sostienen que la ocurrencia de chircas disminuye la productividad del sistema y del componen- te herbáceo en particular. En este trabajo cuantificamos, a escala regional y local, la intercepción y la absorción de radiación en áreas con y sin chircas, la partición de dicha radiación entre el estrato arbustivo y el herbáceo, así como la eficiencia en el uso de la radiación en presencia y ausencia de arbustos. El análisis regional se basó en datos de censos de vegetación (realizados en el marco del proyecto INIA-FPTA 175) e imágenes de alta resolución espacial de la Región Centro-Sur (Basamento Cristalino). Para el estudio local montamos un experimento en el cual desarbustizamos parcelas en un área de pastizales naturales también en la Región Centro-Sur. Encontramos que si bien a nivel regional los arbustales y los pastizales no difirieron ni en la cantidad de radiación que interceptaron ni en la que absorbieron, a nivel local las parcelas con arbustos interceptaron 33% más y absorbieron 38% más de la radiación fotosintéticamen- te activa. A su vez, pudimos cuantificar una marcada estacionalidad, con una mayor actividad de los arbustos en los meses de verano, lo que coincide con el ciclo anual de la especie. El estrato herbáceo presente bajo los arbustos intercepta y absorbe menos radiación debido a la presencia de las chircas, pero su eficiencia (evaluada a través de un estimador, Photochemical Reflectance Index) no resultó afectada, aunque se observó una pequeña ventaja comparada con la de los pastizales puros en los meses de mayor temperatura. Esto sugiere la posible existencia de efectos benéficos de los arbustos a través, por ejemplo, de la generación de condiciones microambientales más propicias para el crecimiento de especies herbáceas. El resultado neto de efectos de signo opuesto debido a la presencia/ausencia de arbustos debe ser investigado en detalle. 196 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales INTRODUCCIÓN (2006) documentaron un notorio incre- mento de la cobertura de arbustos en los Los pastizales naturales comprenden sitios no pastoreados respecto de sus aquellas regiones que se encuentran pares pastoreados. La arbustización re- cubiertas por vegetación herbácea natu- sultaría del mayor reclutamiento de plán- ral o seminatural, predominantemente tulas y renuevos de arbustos en ausen- gramíneas, con o sin plantas leñosas. cia de pastoreo, y de la ventaja de este Representan la vegetación potencial de tipo funcional en cuanto a intercepción una importante proporción de la superfi- de luz en situaciones en donde se acu- cie del planeta, aproximadamente un mula material senescente. 35%, y se distribuyen en todos los con- Las especies leñosas cambian las tinentes, exceptuando la Antártida (Sala condiciones ambientales en su entorno, et al., 1996). El área que ocupan a nivel tanto a nivel aéreo como subterráneo. El mundial puede variar entre 31 a 43% efecto neto de estos cambios ambienta- dependiendo si se incluyen o no la tundra les sobre la vegetación herbácea puede y los arbustales (shrublands) (Gibson, ser positivo, neutral o negativo (Scholes 2009). Es un bioma limitado por el agua y Archer, 1997, House et al., 2003). El y la temperatura, su rango de distribu- signo e intensidad de las interacciones ción se ubica entre 150 y 1200 mm/año cambia a lo largo de un gradiente am- de precipitación y temperaturas entre 0 y biental, siendo fundamentalmente positi- 25 ºC (Whittaker 1975). vos en comunidades sometidas a estrés En los pastizales la presencia de severo y predominando los resultados especies leñosas arbustivas (de hasta negativos en condiciones favorables de 2 m de altura) es común en sitios con mayor humedad (Bertness y Callaway, climas y suelos muy variados. La canti- 1994, Callaway, 1995, Pugnaire y Lu- dad de arbustos puede variar desde áreas que, 2001). en las cuales se observan individuos Entre los efectos positivos provoca- aislados en la matriz de pastizal, hasta dos por la presencia de leñosas, se ha sitios considerados verdaderos arbusta- mencionado la mejora de las condicio- les dada la alta densidad de especies nes edáficas (estructura y fertilidad del leñosas presentes (House et al., 2003). suelo) a través del aumento en la canti- El estudio de las interacciones entre las dad de nutrientes, incremento de la mi- especies herbáceas y los arbustos se ha neralización, aumento de la infiltración focalizado en aspectos relacionados con de agua y mejora en la distribución verti- la dinámica del agua, el fuego y el pasto- cal de la humedad a través del ascenso reo (Archer et al., 1995, Scholes y Ar- hidráulico («hydraulic lift») (Richards y cher, 1997, Pugnaire y Luque, 2001, Bri- Caldwell, 1987). También existe eviden- ggs et al., 2005). La mayor parte de los cia de que los arbustos pueden incre- estudios de las interacciones entre ar- mentar la productividad primaria del es- bustos y otros tipos funcionales y del trato herbáceo de forma directa o indirec- proceso de «arbustización» se ha reali- ta (Frischknecht, 1963, Barth y Klem- zado en sistemas áridos y semiáridos medson, 1978, Scifres et al., 1982, (Sala et al., 1989, Archer et al., 1995, Belsky et al., 1989, Weltzin y Coughe- Aguiar y Sala 1998, Briggs et al., 2005, nour, 1990). Los efectos directos se ejer- Sankaran et al., 2005, Simmons et al., cen por ejemplo a través del mejoramien- 2008). to de las condiciones hídricas de las La arbustización es un proceso impor- plantas sombreadas por su dosel tante en los pastizales naturales de Uru- (Belsky y Canham, 1994). Los indirectos guay. Algunos trabajos (Rosengurtt, operan favoreciendo el ciclado de nu- 1943, 1946, del Puerto, 1987, Millot et trientes a través de la formación de islas al., 1987) han propuesto que la ausencia de fertilidad (Garner y Steinberger 1989), de ganado promueve la arbustización por o generando microclimas apropiados un conjunto de especies, entre las que para especies C3 en áreas dominadas por se destacan: Eupatorium buniifolium, especies C4 (Heitschmidt et al., 1986). Baccharis dracunculifolia, Baccharis Otros trabajos han reportado que los spicata, Baccharis articulata, todas ellas arbustos reducen la presión de pastoreo nativas. Recientemente, Altesor et al. sobre las gramíneas ya que constituyen Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 197 un refugio para las especies más palata- de esos ambientes. Merentiel (2008) rea- bles y consumidas por el ganado dismi- lizó un estudio sobre la estructura pobla- nuyendo su consumo (Welsh y Beck, cional de E. buniifolium en pastizales 1976, Davis y Bonham, 1979, Jaksic y naturales en la región Centro-Sur. En- Fuentes, 1980). contró una mayor densidad y cobertura Si bien los arbustos facilitan el desa- de chircas en potreros en los que se rrollo de plantas bajo su dosel en ambien- excluyó el ganado, aproximadamente tes estresantes caracterizados por la 10 años antes, alcanzando valores de falta de agua o elevadas temperaturas, más de 30% de cobertura. en condiciones ambientales más favora- La presencia de chirca es un aspecto bles esta situación cambia y pueden característico de los pastizales urugua- ejercer efectos negativos sobre las gra- yos y su control es el manejo más fre- míneas (Pugnaire y Luque, 2001). La cuente. Una cantidad muy importante de competencia entre especies leñosas y recursos se destina a revertir las situa- herbáceas por luz, nutrientes y/o agua ciones de arbustización, y la mayoría de ha sido ampliamente documentada (Sala los trabajos sobre esta especie tienen et al., 1989, Callaway 1995, Callaway y como objetivo su control o erradicación Waker, 1997, Aguiar y Sala, 1998, Pug- (Aleman y Gómez, 1989; Bayce y Del naire y Luque, 2001, Schiffers y Tielbör- Puerto, 1989; Del Puerto, 1990; Formo- ger, 2006). En Israel se observó que los so, 1997, Burmester y Emicuri, 1999). arbustos reducen la radiación solar inci- Este manejo se basa en una serie de dente sobre el estrato herbáceo provo- supuestos que carecen de evidencia cando una disminución de la productivi- empírica documentada. Uno de ellos es dad primaria de las gramíneas (Holzapfel que la presencia de arbustos disminuye et al., 2006). la productividad del sistema y del com- En los pastizales del Uruguay el es- ponente herbáceo en particular. Un de- trato arbustivo está representado funda- terminante central de la productividad mentalmente por una Asteraceae, primaria es la absorción de radiación por Eupatorium buniifolium Hook. et. Arn. parte de los tejidos fotosintéticos (chirca), un arbusto perenne, de ciclo (Monteith, 1972). Los sensores remotos estival, de 0,8 a 1,5 m de alto. Su distri- permiten una fácil cuantificación de esta bución comprende el sur de Bolivia, Pa- variable, tanto a nivel de parcela como raguay, Uruguay y norte y centro de regionalmente. La productividad prima- Argentina (Cabrera, 1968). Presenta un ria o las ganancias de C resultarán del órgano subterráneo denominado xilopo- producto de la radiación absorbida por la dio (tubérculo leñoso y gemífero que po- eficiencia en el uso de la radiación, o sea see la capacidad de sobrevivir en condi- el coeficiente de conversión de energía ciones climáticas adversas Rizzini, electromagnética en energía química 1965). Este órgano le confiere una impor- (gC/MJ). Los sensores remotos pueden tante capacidad de rebrotar cuando se a su vez proveer una estimación de este corta o se quema la biomasa aérea coeficiente a partir del índice de reflec- (Bayce y del Puerto, 1989, Barrera y tancia fotoquímico (Gamon et al., 1992, Rivera, 1993). Peñuelas et al., 1995). Si bien no se conoce actualmente la En este trabajo evaluamos en qué superficie que ocupan los «chircales» en medida la presencia de chircas afecta la el país, del Puerto (1987) menciona que productividad de los ecosistemas pasto- pueden cubrir unas 400.000 ha. La den- riles y del estrato herbáceo en particular sidad y la cobertura es muy variable entre usando la fracción de la radiación absor- potreros, llegándose a estimar la exis- bida por tejidos verdes como un descrip- tencia de 11.500 individuos/ha en un tor de las ganancias de C del sistema. chircal virgen (Bayce y del Puerto, 1989). Los objetivos específicos fueron: Esta especie bajo determinadas condi- - Cuantificar, a escala regional y lo- ciones puede acumular una biomasa su- cal, las diferencias en la dinámica perior a los 3000 kg MS ha-1(datos no estacional de la absorción de ra- publicados), una cifra comparable a la diación entre áreas con y sin ar- productividad anual del estrato herbáceo bustos. 198 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales - Cuantificar la partición de la radia- La fRFA de los parches selecciona- ción absorbida entre el estrato ar- dos se calculó a partir del Indice de bustivo y el estrato herbáceo. Vegetación Normalizado derivado de imá- - Estimar la eficiencia en el uso de la genes de satélite del sensor MODIS (Mo- radiación en parcelas con y sin derate Resolution Imaging Spectroradio- arbustos. meter, resolución espacial 250 X 250 m). El IVN es un índice espectral construido Para satisfacer estos objetivos se rea- a partir de la reflectancia diferencial de lizó un análisis regional de comparación los tejidos vegetales en las longitudes de de sitios de pastizal y de arbustal en la onda correspondientes al rojo e infrarrojo Región Centro-Sur (experimento mensu- cercano. Este índice muestra una rela- rativo) y un experimento de manipula- ción estrecha, positiva y lineal con la ción de la vegetación, en el cual se fracción de la radiación fotosintéticamen- removió el componente arbustivo. te activa absorbida por la vegetación ver- de (RFAA) (Sellers et al., 1992) y por MATERIALES Y MÉTODOS tanto con la productividad primaria (Prince, 1991; Di Bella et al., 2004, Piñei- ro et al., 2006). Experimento mensurativo El MODIS Land Science Team (http:/ /modisland. gsfc.nasa.gov/) produce una Se evaluaron parches con y sin arbus- imagen de IVN cada 16 días con una tos en términos de la radiación fotosinté- resolución espacial de 250 x 250 m, de ticamente activa interceptada por la ve- distribución gratuita para la investiga- getación (fRFA) y la radiación fotosinté- ción. Este sensor representa un salto ticamente activa absorbida por la vegeta- cualitativo en la caracterización y detec- ción (RFAA). ción remota de los cambios en la super- ficie terrestre debido al importante es- Se seleccionaron parches de pasti- fuerzo que se ha dedicado a la corrección zales y arbustales usando censos de geométrica y radiométrica de la informa- vegetación realizados en el marco del ción recopilada (Huete et al., 2002). proyecto INIA-FPTA 175 durante los me- ses de primavera de los años 2006 y 2007 Cada imagen de IVN posee como en la Región Centro-Sur (Basamento Cris- producto asociado una imagen de cali- talino) e imágenes de alta resolución dad de los datos píxel a píxel, de esta espacial, utilizando como soporte el pro- forma para cada píxel de la imagen de grama Google Earth. Se seleccionaron IVN es posible conocer la información 10 polígonos de pastizales naturales y 10 sobre la construcción de ese valor, la polígonos de arbustales lo suficiente- calidad del dato generado en función del mente extensos como para incluir com- tipo de método y datos utilizados, la pletamente un píxel MODIS (Figura 1). cantidad de aerosoles en la atmósfera, la Los 10 polígonos de pastizal natural se presencia de nubes, etc. (Roy et al., seleccionaron a partir de información 2002). Cada imagen de IVN fue depurada georreferenciada mediante GPS en las a partir de su imagen de calidad asociada campañas de campo. Para la selección de forma de considerar en los análisis de los polígonos de arbustales se identi- solamente a los píxeles de calidad acep- ficó visualmente sobre Google Earth el table o superior. El análisis de las imáge- potrero arbustizado más cercano al polí- nes IVN-MODIS fue realizado en ENVI gono de pastizal natural seleccionado. 4.6.1 (ITT Visual Information Solutions, Los potreros con arbustos poseen una Boulder, CO. USA). fisonomía completamente distinta a los Para el cálculo de la fracción de radia- de pastizales sin arbustos (o con baja ción fotosintéticamente activa intercep- densidad de éstos) y son claramente tada por la vegetación (fRFA) se utiliza- distinguibles en las imágenes de alta ron imágenes de IVN del sensor MODIS resolución disponibles en Google Earth, correspondientes a todo el año 2006. generalmente Ikonos (resolución espa- cial: 1x1 m) o QuickBird (resolución es- La fRFA fue estimada a partir del IVN pacial 60x60cm.) mediante una interpolación no lineal pa- rametrizada localmente (Potter et al., Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 199

Figura 1. Ubicación de las áreas de pastizales y de arbustales incorporadas en el análisis regional, y de las estaciones agroclimáticas del INIA.

1993; Piñeiro et al., 2006). La ecuación utilizada fue: fRFA = 0.01 * e (5.3662*IVN) Para calcular RFAA se utilizaron da- tos climáticos correspondientes a tres estaciones agroclimáticas del INIA (La Estanzuela, Las Brujas y Treinta y Tres). Cada par de polígonos de arbustales- pastizales fue asociado a la estación meteorológica más cercana (Fig. 1). En todos los casos se calculó la RFA inci- dente a partir de los registros diarios de heliofania (horas de sol efectivas) según modelo de cálculos de la Cátedra de Climatología y Fenología Agrícolas, Fa- cultad de Agronomía, UBA. Los valores diarios fueron promediados en intervalos de 16 días que coinciden con los interva- los de la serie temporal de IVN-MODIS.

Experimento manipulativo En octubre de 2006 se instaló una estación meteorológica automática Da- Sitio de estudio vis, modelo Vantage Pro2, que entre otras variables permite la cuantificación de la El experimento de remoción de ar- radiación incidente en el sitio. bustos se realizó en el establecimiento El Relincho, ubicado en la localidad de Tratamiento de remoción de Ecilda Paullier, Departamento de San arbustos José, Uruguay (31º 54’ S, 58º 15’ O), en la región Centro-Sur. La precipitación Se realizó un experimento manipulati- promedio anual es de 1099 mm y la vo factorial de remoción del arbusto E. temperatura promedio anual de 17,4 ºC. buniifolium. En diciembre de 2005 se Los suelos predominantes son Molliso- seleccionó un área de 1.200 m2 de pasti- les. El establecimiento comprende zal natural que estaba bajo pastoreo y 500 ha en su mayoría de pastizales natu- que presentaba abundante presencia de rales dedicados a la ganadería extensi- chirca. A partir de ese momento se exclu- va; algunas áreas tienen antecedentes yó el ganado alambrando todo el perímetro. agrícolas de hace más de 30 años. El Se marcaron 66 parcelas de 4 x 4 m pastizal natural, con dominancia de es- (1 metro se destinó a caminos). Se realizó un relevamiento florístico de toda el área pecies nativas C4, está formado por tres estratos: un estrato bajo y denso de para conocer la situación inicial de la hierbas y gramíneas postradas, un se- comunidad a través de un censo de todas gundo estrato de gramíneas erectas y las especies presentes en cada parcela sufrútices (en donde el más abundante y se registró cual era la especie herbá- es Baccharis trimera -carqueja) y el ter- cea dominante en cada una de ellas. Se cero más alto, con arbustos, dominado registró también el porcentaje de suelo por Eupatorium buniifolium (chirca de desnudo en cada una, y el número de campo). vástagos de chirca presentes en ese 200 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales momento. Se realizó un análisis de simi- Indice Verde Normalizado (IVN) y el Pho- laridad (Bray Curtis) para escoger las tochemical Reflectance Index (PRI). Las 20 parcelas más homogéneas a las cua- mediciones de ambos índices se realiza- les se les aplicó el tratamiento. Para este ron para ambos estratos. A su vez se análisis los criterios utilizados fueron: cuantificó la intercepción fotosintética- densidad de chirca, especie herbácea mente activa del estrato arbustivo mi- dominante y porcentaje de suelo desnu- diendo con un radiómetro longitudinal do. El tratamiento aplicado en junio de que registra radiación entre 400 y 2006 consistió en el corte de toda la 700 nm. Las mediciones se realizaron biomasa aérea de E. buniifolim en por encima y por debajo del estrato ar- 10 parcelas, quedando las restantes bustivo registrándose radiación inciden- 10 como testigo (con chirca, Figura 2). te y reflejada (Figura 3). La radiación incidente se midió de manera continua en una estación meteorológica contigua al experimento.

Figura 2. Vista de una parcela en la que se removieron las chircas (adelante) y otra en la que se mantuvieron (atrás). Foto: G. Parodi, octubre Figura 3. Representación esquemática de 2009. los flujos de radiación medidos en las parcelas que presentaron Con el objetivo de mantener las parce- estrato arbustivo y herbáceo. RI: radiación incidente; RRa: las sin chirca se removió sistemática- radiación reflejada por el estrato mente la biomasa aérea de E. buniifo- arbustivo; RIh: radiación lium de las parcelas correspondientes. incidente en el estrato herbáceo También se realizaron cortes del estrato (= radiación transmitida); RRh: herbáceo con el fin de homogeneizar su radiación reflejada por el estrato altura en 8 cm dejando en pie la biomasa herbáceo. equivalente a la situación pastoreada. Este mantenimiento se realizó cada dos meses. Análisis de la información

Cuantificación de la intercepción de Se realizaron análisis de varianza de medidas repetidas con el programa Sta- radiación por parte del estrato tistica 6.0 para las variables fRFA y RFAA herbáceo analizadas a nivel regional. En el caso Entre enero 2007 y enero 2008, del experimento manipulativo se realiza- cada dos meses, se realizaron en cada ron análisis de varianza de medidas repe- parcela mediciones de reflectancia en tidas para las variables fRFA, RFAA y las bandas del rojo y el infrarrojo cercano PRI entre las parcelas con y sin chirca, usando un radiómetro de mano Skye que considerando toda la comunidad vegetal registra la radiación en las bandas co- de las parcelas y el estrato herbáceo rrespondientes a 500, 570, 900 y 970 nm. exclusivamente. A partir de esas mediciones se estimó el Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 201 RESULTADOS 0,5

Experimento mensurativo 0,4

No se encontraron diferencias signifi- 0,3 cativas entre los pastizales y los arbus- tales en la radiación fotosintéticamente fRFA 0,2 activa que es interceptada por la vegeta- ción (fRFA; F(1,18)=1.084; p=0.3114). El 0,1 promedio anual de radiación intercepta- da por los arbustales fue de 0.264 mien- 0 tras que para los pastizales fue de 0.248. Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic El factor tiempo fue significativo Mes

(F(22,396)=30.711; p<0.0001) así como tam- bién la interacción tratamiento x tiempo Figura 4. Radiación fotosintéticamente activa interceptada

(F(22,396)=1.631; p=0.0368). Esto indica que por la vegetación (fRFA) en sitios de pastizal (línea si bien la intercepción total de radiación punteada, n=10) y sitios de arbustal (línea entera, no fue significativamente diferente, sí va- n=10) en la región Centro-Sur en el año 2006. rió su dinámica estacional (Figura 4). La radiación fotosintéticamente acti- 6 va absorbida acumulada (RFAA) no mos- tró diferencias significativas entre pasti- 5

)

-1 zales y arbustales (F(1,18)=0.163; d 4 p=0.6907), pero si presentó diferencias 2 significativas en relación al factor tiempo 3

(F(22,396)=102.008, p>0.0001). La interac- ción tratamiento x tiempo para esta varia- 2

RFAA (MJ m ble no fue significativa (F(22,396)=1.176, 1 p=0.2649). Las diferencias estacionales en RFAA se reducen y se vuelven no 0 significativas en el tiempo. Sin embargo, Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic se observa una mayor radiación acumula- Mes da por los sitios con arbustos durante el verano: 307.8 vs 284.5 MJ/m2 el total acu- Figura 5. Radiación fotosintéticamente activa absorbida mulado en los meses de enero, febrero y acumulada por la vegetación (RFAA) en sitios de marzo 2006 para los sitios de arbustal y pastizal (línea punteada, n=10) y sitios de arbustal pastizal, respectivamente. Esta diferencia (línea entera, n=10) en la región Centro-Sur en el se invierte si se considera la radiación año 2006. absorbida en invierno: 129.8 y 143.2 MJ/m2 en los meses de junio, julio y agosto de 0,5 2006 para los sitios de arbustal y pastizal, respectivamente (Figura 5). 0,4

0,3

Experimento manipulativo fRFA 0,2

Las parcelas con arbustos intercepta- 0,1 ron y absorbieron más radiación que las 0 parcelas sin arbustos (F(1,18)= 49.897; 39083 39143 39265 39394 39460 p<0.0001 y F(1,18)= 786.067; p<0.0001, respectivamente). El factor tiempo fue Mes significativo en el análisis de ambas va- Figura 6. Radiación fotosintéticamente activa interceptada riables (F(4,72)=72.779; p<0.0001 y F(4,72)= 67.325; p<0.0001, respectivamente) así (fRFA) en parcelas con arbustos (línea entera, como la interacción tratamiento x tiempo n=10) y sin arbustos (línea punteada, n=10) en el experimento instalado en El Relincho, en el período (F =22.911; p<0.0001 y F =18.798; (4,72) (4,72) enero 2007 a enero 2008. p<0.0001) (Figuras 6 y 7). 202 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Cuando se analiza la radiación que 14 fue interceptada y absorbida solamente 12 por el estrato herbáceo se observa que

) en ambos casos en las parcelas sin -1 10 d

2 arbustos este componente del tapiz lo- 8 gra un mayor uso del recurso 6 (F(1,18)=20.183; p=0.0002 para fRFA y

4 F(1,18)=19.755; p=0.0003). El factor tiem- RFAA (MJ m RFAA (MJ po fue significativo (F =2.958; p=0.0254 2 (4,72) para fRFA y F(4,72)=10.252; p<0.0001 para 0 RFAA). La interacción tratamiento x tiem- 39083 39143 39265 39394 39460 po no fue significativa en ninguno de los Mes dos casos (F(4,72)=0.818; p=0.517 y F =1.262; p=0.293) (Figuras 8 y 9). Figura 7. Radiación fotosintéticamente activa absorbida (4,72) (RFAA) en parcelas con arbustos (línea entera, El PRI, un indicador de la eficiencia de n=10) y sin arbustos (línea punteada, n=10) en uso de la radiación, mostró que las par- el experimento instalado en El Relincho, en el celas sin arbustos son significativamen- período enero 2007 a enero 2008. te más eficientes (F(1,18)= 75.903; p<0.0001) que aquellas con arbustos 0,25 (Figura 10). Cuando se analizó la eficien- cia de uso de la radiación considerando 0,2 exclusivamente el estrato herbáceo pre- sente en las parcelas (Figura11) no se 0,15 observaron diferencias significativas en- tre parcelas con o sin presencia de ar- fRFA 0,1 bustos (F(1,18)= 0.8443; p=0.3703). El fac-

tor tiempo resultó significativo (F(4,72)= 0,05 4.6191; p=0.0022) mientras que la inte- racción tratamiento x tiempo no fue sig- 0 nificativa (F(4,72)= 0.2545; p=0.9060). 39083 39143 39265 39394 39460 Mes DISCUSIÓN Figura 8. Radiación fotosintéticamente activa interceptada (fRFA) por el estrato herbáceo en parcelas con Los análisis a nivel regional muestran arbustos (línea entera, n=10) y sin arbustos (línea que, en el año analizado, arbustales y punteada, n=10) en el experimento instalado en pastizales no difieren ni en la cantidad El Relincho, en el período enero 2007 a enero total de radiación absorbida ni en la frac- 2008. ción de la radiación incidente intercepta- da por los tejidos verdes. Sin embargo, 5 en el experimento manipulativo las áreas con arbustos interceptaron un 33% más 4

) (en promedio para todo el año 2007) de la -1

d radiación fotosintéticamente activa y ter- 2 3 minaron absorbiendo un 38% más de energía electromagnética que los sitios 2 de pastizal donde se removieron los ar-

RFAA (MJ m RFAA (MJ 1 bustos. Este resultado concuerda con los encontrados por Tournebize y Sino- 0 quet (1995) quienes analizaron un siste- 39083 39143 39265 39394 39460 ma mixto de Dichanthium aristatum (gra- Mes mínea, C4) y filas del arbusto Gliricidia sepium (leguminosa, C3). Estos autores Figura 9. Radiación fotosintéticamente activa absorbida (RFAA) señalan que la luz absorbida por los por el estrato herbáceo en parcelas con arbustos arbustos varió entre 51% y 66%, y en (línea entera, n=10) y sin arbustos (línea punteada, todos los casos la intercepción de luz n=10) en el experimento instalado en El Relincho, en fotosintéticamente activa fue mayor en el período enero 2007 a enero 2008. los sistemas mixtos: 15% y 30% más Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 203 que en los arbustales puros y los pasti- zales puros, respectivamente. Pero en 39083 39143 39265 39394 39460 todos los casos la eficiencia de absor- 0 ción de la radiación fue mayor en las mezclas que en los cultivos puros. -0,1 Considerando solamente el estrato herbáceo, en nuestro experimento en- -0,2 PRI PRI contramos que la radiación interceptada por este estrato (promedio para todo el -0,3 año) se redujo aproximadamente 30% debido a la presencia de las chircas, -0,4 mientras que la radiación absorbida (to- tal anual) es un 56% menor en el estrato Figura 10. Eficiencia de uso de la radiación estimada a partir herbáceo presente bajo el dosel de los del cálculo del PRI (Photochemical Reflectance arbustos en relación a los pastizales Index) en parcelas con arbustos (línea entera, puros. Este resultado es comparable con n=10) y sin arbustos (línea punteada, n=10) en el el reportado por Tournebize y Sinoquet experimento instalado en El Relincho, en el período (1995) quienes encontraron que la pre- enero 2007 a enero 2008. sencia de los arbustos disminuyó la ab- sorción de luz de la gramínea la cual absorbió entre 42 y 50% y 14 y 19% en 39083 39143 39265 39394 39460 cultivos puros y mixtos respectivamente. 0 Los arbustales y pastizales si difirie- ron en su dinámica estacional. Esta dife- -0,05 rencia resultó muy significativa en el experimento: las áreas con arbustos ab- -0,1

sorbieron un 44% más radiación en los PRI meses más cálidos (promedio de los registros de enero 2007 y enero 2008). -0,15 En el análisis regional la mayor absor- ción de los arbustos varia en 5% al pro- -0,2 mediar los registros de los meses de enero, febrero y diciembre 2006. Tanto en los pastizales como en los arbustales Figura 11. Eficiencia de uso de la radiación del estrato la marcada estacionalidad en la absor- herbáceo, estimada a partir del cálculo del PRI ción de radiación por parte de la vegeta- (Photochemical Reflectance Index) en parcelas ción es uno de los principales determi- con arbustos (línea entera, n=10) y sin arbustos nantes de la productividad primaria aé- (línea punteada, n=10) en el experimento instalado rea, ya que la intercepción de radiación en El Relincho, en el período enero 2007 a enero por el follaje influye tanto en la actividad 2008. fotosintética como en la pérdida de agua por transpiración. La eficiencia de utilización de la radia- arbustos. Esta diferencia es máxima en ción (estimada a partir del PRI) fue, en los meses de mayor temperatura. Una promedio para todo el año evaluado, 21% posible explicación de este comporta- menor en las parcelas con arbustos en miento podría referir a las condiciones relación a las que presentaron solamente microambientales más favorables propi- estrato herbáceo, indicando que el com- ciadas por los arbustos a través de un ponente arbustivo podría ser menos efi- efecto amortiguador de la temperatura y ciente que el componente herbáceo en la de la incidencia del viento bajo su cano- utilización de este recurso. Por otro lado, peo. En este sentido, Fernández (2007) si bien las diferencias no fueron significa- analizó el estado hídrico y el ambiente tivas al comparar el PRI del estrato her- abiótico de dos gramíneas (Paspalum báceo presente debajo de los arbustos notatum y Stipa neesiana) creciendo en con el de las parcelas sin arbustos, parches con y sin E. buniifolium. Encon- existió una diferencia promedio anual de tró que si bien la presencia del arbusto 9% mayor en el tapiz herbáceo bajo los puede mejorar el estado hídrico de las 204 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales gramíneas en los meses y horas de rencias ni en la composición de especies mayor demanda atmosférica de agua, ni en la producción de plantas herbáceas también se reduce la intercepción de luz luego de cinco años de aplicado el trata- en el estrato graminoso. El efecto neto miento. Sin embargo, los autores repor- de esta interacción cambiaría dependien- tan evidencias de que los arbustos pro- do de las condiciones ambientales. veen habitats apropiados para el mante- Además de las condiciones del am- nimiento de varias de las especies más biente físico que pueden estar siendo productivas de ese sistema. Este último modificadas por la presencia de los ar- aspecto puede ser de gran interés para bustos, es importante tener en cuenta el algunas de las gramíneas nativas de los papel de las interacciones interespecífi- pastizales en Uruguay, de alto valor forra- cas, como la competencia y la facilita- jero, y cuya frecuencia en el tapiz es ción, y su efecto sobre las especies afectada negativamente por el pastoreo. interactuantes. Estos mecanismos ocu- rren simultáneamente en las comunida- AGRADECIMIENTOS des vegetales y sus efectos varían en el tiempo debido a que el balance entre Este trabajo fue parcialmente finan- ambas cambia dependiendo en gran ciado por el Proyecto IAI-CRN 2031. medida de los estadios fenológicos de las especies interactuantes (Callaway y Walker, 1997). BIBLIOGRAFÍA Uno de los principales motivos que AGUIAR M.R.; SALA, O.E. 1998. 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1Instituto Nacional de tecnológicos de la Investigación Agropecuaria (INIA) [email protected] ganadería en los pastizales del Río de la Plata Proyecto FPTA 175 Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010

RESUMEN Los pastizales naturales de la región se encuentran amenazados por la creciente expansión de otros procesos productivos que compiten por el recurso suelo. En este sentido, es un desafío para la ganadería de la región alcanzar un retorno económico que la haga competitiva. El deterioro del recurso forrajero y del ambiente en el cual se desarrolla constituyen las principales amenazas a las que se enfrenta esta actividad productiva. Indudablemente es necesario el desarrollo de nuevas alternativas tecnológicas que contemplen no sólo aspec- tos productivos sino también del mercado, ambientales y sociales. La agenda 2010-2020 de investigación en pastizales debe plantearse resolver los proble- mas derivados de los nuevos escenarios originados por el cambio climático y la creciente demanda global de alimentos. Anticiparse a los cambios a través de propuestas innovadoras constituye el desafío principal para capitalizar el valor estratégico que presenta este ecosistema en el contexto regional y mundial.

INTRODUCCIÓN describir los fenómenos que están ocu- rriendo, planteando las amenazas y opor- Los pastizales del Río de la Plata tunidades a las que se enfrentan los integran una amplia región que compren- pastizales. de una de las áreas más importantes para el desarrollo de la ganadería y de la agricultura a nivel mundial, no sólo por el LOS CAMBIOS EN EL nivel productivo actual sino por el poten- AMBIENTE A ESCALA cial disponible para incrementar la pro- GLOBAL ducción agrícola y animal bajo un marco sustentable de producción. En ese esce- Están ocurriendo una serie de cam- nario, y frente a la demanda por alimen- bios a nivel global que inciden en la tos, la actividad ganadera tradicional sustentabilidad y el manejo más apropia- compite por recursos de diferente índole do de los ecosistemas pastoriles, los con procesos productivos emergentes a cuales se han intensificado en las últi- gran escala como la agricultura y la mas décadas. Es así que Thurow (2008) forestación. Por tanto, los pastizales na- cita al aumento de la población mundial, turales de la región se ven amenazados la producción de alimentos, el consumo en cuanto al área disponible e intensidad de agua, la degradación del suelo, la de uso debido al corrimiento y concentra- pérdida de área de pastizales, el aumen- ción que sufre la ganadería hacia las to en la concentración de dióxido de áreas marginales. Este artículo pretende carbono o la quema de combustibles 210 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales fósiles, como algunos de los procesos niveles de producción históricos en for- centrales. ma sostenida a escala comercial. Asi- mismo, se ha asistido a un cambio en la Otros elementos a ser tenidos en forma de organización, donde mayorita- cuenta en el análisis son las percepcio- riamente se desarrolla por parte de gran- nes sobre los usos que las áreas de des consorcios o «pools de siembra», lo pastizales tienen y tendrán en el futuro. cual si bien homogeniza los procesos de Es así que Rath y Peel (2005), mencio- producción agrícola ha fragmentado las nan el concepto de multifuncionalidad áreas de pastizales naturales. del recurso atendiendo simultáneamente a las oportunidades comerciales de pro- Este fenómeno de expansión agríco- ducción y a los intereses públicos que se la, basado en un modelo a gran escala de pueden generar a partir de áreas de pra- agricultura continua sin interferencia del dera o pastizal. Esta idea ha cobrado animal, se enfrenta a la interrogante acer- fuerza en la comunidad científica en los ca de ¿cuál es su viabilidad futura? Este últimos años, dando lugar a la premisa proceso es particularmente preocupante «Pasturas multifuncionales en un mundo debido a la incorporación de áreas margi- cambiante», centro de atención del XXI nales a la agricultura. Es así que se Grasslands Congress y VIII Rangeland discute actualmente la aptitud de algu- Congress llevados a cabo en China en el nos cultivos en cuanto al balance de año 2008. carbono en el suelo, así como la necesi- dad de implementar «cultivos de cobertu- El cambio climático augura modifica- ra o cultivos puente» como medidas con- ciones al escenario productivo actual servacionistas en un sentido amplio (pro- (Bidegain 2008, Travasso, 2008). Los tección, mejora de propiedades del sue- cambios en los niveles de precipitación, lo, adecuado barbecho, incorporación de temperatura, concentración de CO afec- 2, nitrógeno), medidas incentivadas por las tarán la actual distribución y productivi- políticas agropecuarias. dad de las especies. También es impor- tante pensar en las interacciones que ocurrirán en el ciclo de los nutrientes o la b) Sector forestal incidencia de malezas, plagas o enfer- medades. Al igual que lo ocurrido con la agricul- tura, la forestación ha tenido un creci- miento sostenido en la región (Díaz et al., LOS CAMBIOS EN LOS 2006). Este proceso ha estado basado ESCENARIOS PRODUCTIVOS en la aptitud de los suelos y las condicio- A ESCALA REGIONAL nes climáticas para la producción fores- tal, la abundancia de tierras con escasos fines alternativos, el desarrollo de políti- a) Sector agrícola cas de fomento y estímulo a nivel de los países de la región, así como la oportuni- La agricultura en la región ha experi- dad de contar con sumideros de carbono mentado un cambio trascendente en los y avalar los protocolos ambientales (WRM últimos 10-15 años con un incremento 1999). sustancial en las áreas de siembra por la Este proceso a gran escala provoca incorporación de nuevas regiones a las impactos de importancia tales como la ya tradicionalmente agrícolas. Este pro- fragmentación del paisaje y hábitats, ceso ha provocado una pérdida importan- cambios en la dinámica del agua subsu- te de áreas de pastizales naturales (Car- perficial y nutrientes, entre otros (Jobbá- valho et al., 2008). La actual agriculturi- gy et al., 2006). Todos estos aspectos zación se realiza en base a un modelo son de gran sensibilidad a nivel social. con alta incorporación de tecnología, que Actualmente, se ha comenzado a in- incluye, entre otras estrategias, la siem- cursionar en el desarrollo de sistemas bra directa, nuevas variedades, uso de agroforestales buscando realizar una pro- transgénicos y la agricultura de precisión ducción más eficiente de biomasa en el manejo de insumos (Pereda, 2005). (Budowski, 1981 citado por Gallo, 2008), Esto ha redundado en una mejora en los Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 211 diversificar alternativas productivas, es- productivo de los campos de la región. tablecer procesos asociativos que permi- Este sería un primer paso en el proceso tan combinar diversas producciones (es- de incorporación de tecnologías en el pecialmente ganadería y forestación), sector ganadero, con la posibilidad de siendo esto relevante en emprendimien- triplicar los niveles productivos actuales tos de escala individual. Estas combina- (60-70 kg/ha PV). ciones van, desde las plantaciones reali- zadas en un marco adaptado a tales fines donde es posible la intersiembra de es- ¿CUÁLES SON LAS pecies forrajeras, cultivos o el pastoreo AMENAZAS SOBRE LOS de las entrefilas, hasta aquellas planta- ECOSISTEMAS PASTORILES ciones donde únicamente se utilizan las áreas de desperdicio y cortafuegos, las DE LA REGIÓN? cuales representan en Uruguay aproxi- La reducción de las áreas de pastiza- madamente 30% del área forestada les naturales conlleva a una concentra- (Gallo, 2008). ción de la ganadería en áreas de menor potencial, bajo un planteo de intensifica- c) Sector ganadero ción sustentado por las perspectivas de mercado y precios. Por tanto, se avizora En este sector las proyecciones indi- un uso más intensivo que conduce al can un crecimiento en la demanda por sobrepastoreo y a la degradación. Los alimentos. A nivel mundial, se espera avances de la forestación y agricultura para el año 2020 un aumento en el con- generan la pérdida de pasturas natura- sumo de 72 millones de toneladas métri- les, perdiendo recursos genéticos, redu- cas (ttm) de carne y de 152 millones de ciendo la biodiversidad y modificando el ttm de leche en los países en desarrollo, hábitat y el paisaje. mientras que en los países desarrollados Frente a este escenario, las principa- se espera un incremento de 9 y 18 millo- les interrogantes a resolver son: nes de ttm de carne y leche respectiva- mente (Delgado, 2005). Para lograr aten- ¿Es posible mantener los niveles ac- der este nivel de demanda es necesaria tuales de productividad forrajera? una mejora en la eficiencia de los proce- ¿Cuál será la dependencia del pasto sos a nivel biológico y económico, de- de los actuales y futuros sistemas de manda que será cubierta principalmente producción en la región? por la producción con rumiantes en lugar ¿Qué roles están llamados a cumplir de monogástricos. Este aspecto es un los pastizales naturales de la región? nuevo elemento que suma a la presión sobre el recurso forrajero. Paralelamente, frente a este escena- ¿CUÁLES SON LOS rio positivo en cuanto a las señales para DESAFÍOS QUE ENFRENTA el negocio ganadero, aumenta la canti- LA PRODUCCIÓN GANADERA dad de tierras cultivadas, así como el desarrollo de programas de protección de A NIVEL REGIONAL? áreas que permitan conservar la biodiversi- En la última década, los progresos dad y favorezcan actividades alternativas tecnológicos incorporados en la agricul- como el turismo (Seré et al., 2008). tura han sido netamente superiores a los Por otra parte y simultáneamente con ocurridos en la ganadería, asociado al las señales del mercado, la pérdida anual desarrollo e incorporación de numerosas de ecosistemas de pastizales naturales es tecnologías de procesos (Pereda, 2005) de manifiesta magnitud (410.000 ha/año y a la escala de producción que la misma en el sur de Brasil (Nabinger y Sant’ Anna, maneja. Esto contrasta en gran medida 2007)) y como consecuencia la sobreex- con lo que ocurre en la ganadería, donde plotación de los recursos disponibles. la adaptación de las tecnologías en bue- Nabinger (2009) sugiere la necesidad de na forma es caso a caso y la escala de ajustar la carga al crecimiento del forraje, trabajo apropiada es diferente, lo que a los efectos de explotar el potencial resulta en un proceso mucho más lento. 212 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales La producción ganadera podría incre- cionados al bienestar animal, seguridad mentar los niveles de producción y la alimentaria, valor nutricional, salud hu- eficiencia por unidad de área, ya sea mana, entre otros. incorporando nuevas áreas pasibles de La incorporación de avances tecnoló- ser mejoradas en su oferta forrajera o, en gicos por parte de los países de la región forma complementaria, elevando el uso para el desarrollo de pastoreo de preci- de suplementos desarrollados por el cre- sión en áreas de pastizales naturales cimiento de la producción de granos. tendrá implicancias económicas, socia- En las áreas intervenidas por la agri- les y ambientales. El pastoreo de preci- cultura, la implementación de forma ge- sión, basado en el uso de las tecnologías neralizada de sistemas de rotación culti- del geo-posicionamiento satelital y de vo-pastura («ley farming») es un camino los sistemas de información geográfica, tecnológico demostrado por los trabajos permitirá interpretar los procesos de se- de experimentación (Díaz 2006, Montossi lección de dieta, modificar la distribución et al., 2008). Los sistemas de rotación del pastoreo mediante modificaciones posibilitarían: a) diversificar ingresos in- del hábitat o evaluar el uso de estímulos tegrando en tiempo y espacio la produc- sensoriales para modificar patrones de ción de carne y cultivos, b) diversificar distribución espacial (Cibils y Brizuela, actividades que permitan un uso de los 2009). A nivel comercial, será posible recursos humanos y de la maquinaria a lo incorporar tales aplicaciones en la bús- largo de todo el año, c) usar sinergias queda de un manejo más racional de los entre actividades, donde lo producido en recursos disponibles. unas pueda ser usado como insumo de otras (ej.: uso de granos en alimentación animal), o la posibilidad de aprovechar OPORTUNIDADES A FUTURO coyunturas favorables de precios (ej.: precio bajo de granos que puede ser La ganadería actual debe lograr que el utilizado en producción de carne), d) negocio resulte atractivo frente a lo que recuperar áreas degradadas en términos son las rentabilidades de otros rubros de la materia orgánica del suelo, de las que hoy compiten por el recurso suelo. propiedades físicas y de la dinámica de Por lo tanto, parece razonable suponer nutrientes, e) adecuar tamaño de predios que se debe transitar por un proceso de para desarrollar sistemas mixtos y f) mejora de gestión de los sistemas que desarrollar localmente tecnologías com- permita un salto cuantitativo y cualitativo petitivas que integren mayor nivel de co- (a: componente productivo). Para ello, se nocimiento y personal capacitado y radi- deben incorporar nuevas estrategias de cado en el medio. manejo que además de incrementar el producto lo valoricen por su calidad in- En el mismo sentido y visualizando trínseca y por la forma en que es produ- las sinergias que pueden ocurrir, el desa- cido (b: componente ambiental) diversifi- rrollo de sistemas silvopastoriles es una cando e incorporando nuevas alternati- alternativa que posibilita no sólo incorpo- vas a las disponibles (c: componente rar áreas de pastoreo, sino además, social). explotar el confort y el bienestar animal. Los tomadores de decisiones sobre el Es indudable la necesidad de siste- manejo de sistemas de pastizales debe- matizar los procesos productivos a los rán integrar en su estrategia táctica y efectos de asegurar en el mediano y operativa, aspectos del clima, del cono- largo plazo calidad, uniformidad de los cimiento detallado de los recursos dispo- productos y continuidad de provisión de nibles y de su evolución, en conjunción los mismos (Pereda, 2005, Montossi et con el manejo animal, los aspectos eco- al., 2008). Asimismo, la diferenciación y nómicos y del mercado. A la complejidad el agregado de valor permitirán alcanzar inherente de estos sistemas pastoriles, ventajas competitivas de la carne produ- debe incorporarse la fragilidad del am- cida en los mercados mundiales biente, la intensificación de su uso y una (Montossi et al., 2008). En el mismo mayor presión por la preservación de los sentido, cobran prioridad aspectos rela- recursos naturales. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 213 En la perspectiva de la próxima déca- mos afinadas, adecuado manejo del agua da, es importante adelantarse e incidir en e integración de prácticas, entre otros. el diseño de los nuevos escenarios, para La complejidad de los sistemas debe- ello se plantean algunas líneas de inves- rá atender simultáneamente procesos de tigación a desarrollar o continuar am- producción multifuncionales y especiali- pliando en el futuro (Cuadro 1). Estas zados. líneas de investigación contribuirán a la definición de nuevos documentos estra- La valoración de los recursos produc- tégicos que junto a los ya disponibles, tivos naturales debería basarse no sólo aportarán para la definición de políticas en los aspectos productivos sino tam- de estado (Agenda 2010-2020). bién en aquellos relacionados con la conservación del ambiente y de la biodi- Como perspectiva, la ganadería de la versidad. El comportamiento de plagas, región debería orientar su estrategia a malezas y enfermedades sufrirá altera- incrementar los niveles de precisión en la ciones debido al cambio climático, lo toma de decisiones. Esto posibilitará la cual determinará la necesidad de buscar estabilidad de los rendimientos, atacan- nuevas estrategias de control. En suma, do el problema desde diversos ángulos: la posibilidad de anticiparse a estos pro- adecuada cuantificación de eventos ex- cesos permitirá tener una actitud proac- tremos y mitigación de los mismos, es- tiva y no reactiva frente a los problemas. pecies adaptadas, tecnologías de insu-

Cuadro 1. Oportunidades de desarrollo de investigación en áreas que deben incorporar conocimiento para el diseño de nuevos sistemas productivos sobre pastizales.

Áreas de investigación Oportunidades

Sistemas para el soporte de decisiones ƒ Mapas de vegetación y zonificación de regiones

ƒ Sistemas de monitoreo de recursos forrajeros

ƒ Sistemas de alerta y mitigación del riesgo

Ecología de pastizales ƒ Indicadores de degradación

ƒ Restauración de ambientes degradados

Recursos genéticos ƒ Evaluación, ecofisiología y conservación de recursos

forrajeros nativos

Conservación ƒ Identificación de ambientes en riesgo

Malezas ƒ Control y manejo de especies invasoras/exóticas

Ganadería de precisión ƒ Trazabilidad

ƒ Manejo de los recursos suelo y forraje

ƒ Manejo del recurso animal

ƒ Comportamiento animal

Valorización de los recursos ƒ Servicios ecosistémicos

ƒ Mitigación del cambio climático

214 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales BIBLIOGRAFÍA Volume II. Organizing Committee of 2008 IGC/IRC Conference. BIDEGAIN, M. 2008. Proceso de cambio NABINGER, C.; SANT’ ANNA, D. M. 2007. climático y el desafío en la producción Campo nativo: sustentabilidad frente a de pasturas. Páginas 43-45 en Bioma las alternativas del Mercado. Páginas Campos: Innovando para mantener su 83-120 en II Simposio de Forrageiras sustentabilidad y competitividad. XXII e Produção Animal. Proceedings. Reunión del Grupo Técnico en Forrajeras del Cono Sur. ISBN978- NABINGER, C. 2009. Valorización de los 9974-38260-2. pastizales naturales en el sur de Brasil. Páginas 70-74 en V Congreso CARVALHO, PAULO C.; PARUELO, J.; Nacional, II Congreso del Mercosur y I AYALA, W. 2008. La intensificación Jornada técnica de productores sobre productiva en los pastizales del Río de Manejo de Pastizales. Actas – la Plata: tendencias y consecuencias Conferencias plenarias y resúmenes. ecosistémicas. Páginas 29-40 en XXII Reunión del Grupo Técnico en PEREDA, E. 2005. Los nuevos desafíos de Forrajeras del Cono Sur: Grupo la ganadería en el contexto actual. Campos. Página 18. La Nación, 14.05.05, Sección 5ª. El Campo. CIBILS, A.; BRIZUELA, M. 2009. Tecnologías disponibles para el desarrollo de RATH, M.; PEEL, S. 2005. Grassland in pastoreo de precisión en sistemas Ireland and the UK. Páginas 13-29 en extensivos de pastizal natural. Páginas D. A. McGilloway, editores. Grassland: a 81-89 en V Congreso Nacional, II global resource. Wageningen Academic Congreso del Mercosur y I Jornada Publishers. ISBN 907699891X. técnica de productores sobre Manejo SERÉ, C.; AYANTUNDE, A.; DUNCAN, A.; de Pastizales. Actas – Conferencias FREEMAN, A.; HERRERO, M.; plenarias y resúmenes. TARAWALI, S.; WRIGHT, I. 2008. DELGADO, C. L. 2005. Rising demand for Livestock production and poverty meat and milk in developing countries: alleviation – challenges and implications for grasslands-based opportunities in arid and semiarid livestock production. Páginas 29-39 en tropical rangeland based systems. D.A. McGilloway, editores. Grassland: a Páginas 19-26 en Organizing global resource. Wageningen Academic Committee of 2008 IGC/IRC Publishers. ISBN 907699891X. Conference, editores. Multifunctional Grasslands in a changing world. DÍAZ, R.; JAURENA, M.; AYALA, W. 2006. Impacto de la intensificación productiva THUROW, T. L. 2008. Sustainability and sobre el campo natural en Uruguay. optimization of rangeland uses: issues XXI Reuniao do Grupo Técnico em of perspective and scale. Páginas 11- Forrageiras do Cone Sul- Grupo 18 en Organizing Committee of 2008 Campos. Desafíos e Oportunidades IGC/IRC Conference. Multifunctional do Bioma Campos frente a expansao Grasslands in a changing world. . e intensificacao agrícola 1: 49-67. TRAVASSO, M. I. 2008. Cambio climático y GALLO, L. 2008. Sistemas silvopastoriles producción forrajera en el noreste en Uruguay. Páginas 117-121 en XXII argentino. Páginas 47-57 en Bioma Reunión del Grupo Técnico en Campos: Innovando para mantener su Forrajeras del Cono Sur: Grupo sustentabilidad y competitividad. XXII Campos. Reunión del Grupo Técnico en Forrajeras del Cono Sur. ISBN 978- JOBBÁGY, E. G.; NOSETTO, M.; PARUELO, 9974-38260-2. J.M.; PIÑEIRO, G. 2006. Las forestaciones rioplatenses y el agua. WRM, Movimiento mundial por los bosques Ciencia Hoy 16: 12-21. tropicales. 1999. El Banco Mundial promueve expansión de monocultivos MONTOSSI, F.; AYALA, W.; DÍAZ, R. 2008. forestales en Argentina. http:// The challenges of cropping and forestry www.wrm.org.uy/boletin/23/ intensification on grasslands livestock Argentina.html . Consulta 13/10/2009. production systems: the Uruguayan case. Páginas 5-13 en Multifunctional Grasslands in a changing world. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 215 Pereira Machín, M.1; CAPÍTULO XV. Morales Grosskopf, H.2; Bartaburu Mazzarino, D.3 Los desafíos de la adopción de tecnología

1Técnico Regional Litoral Norte. en sistemas de Instituto Plan Agropecuario. 2Director de Capacitación y extensión. producción ganadera Instituto Plan Agropecuario. 3Director Regional Litoral Norte. extensiva Instituto Plan Agropecuario. Proyecto FPTA 175 Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010

RESUMEN Es ampliamente aceptado que las acciones y propuestas de las instituciones han estado sustentadas en el paradigma de la transferencia de tecnología o modelo lineal de extensión, el cual muestra severas limitaciones. Se desconoce que la casi totalidad de los productores agropecuarios, más que empresarios que analizan decisiones económicas puras, son agentes insertos en un sistema más amplio donde la reproducción del capital es una función subsidiaria de otras derivadas de la gente que depende de ellas. Constituyen verdaderos desafíos de la adopción de tecnología el hecho de poder comprender el funcionamiento de las empresas ganaderas, rescatar y explicitar el conocimiento local, integrar el conocimiento con otras fuentes disponibles y poder instrumentar manejos adaptativos como forma de lograr un aprendizaje colectivo. En forma comple- mentaria la difusión y transferencia clásica de la información, cotidiana y «cara a cara» con el productor tiene que ser complementada con otros mecanismos donde la utilización de tecnologías de la información (TICs), tendría que jugar un rol de importancia así como el fortalecimiento de los sistemas de apoyo a la toma de decisiones (SATD), con los nuevos hallazgos de los proyectos en curso.

OBJETIVOS DEL CAPÍTULO superado por modelos posteriores (Ly- nam y Stafford-Smith 2003), las institu- ciones y el ambiente político-tecnológico INTRODUCCIÓN lo siguen reproduciendo. Se piensa en los productores como aquellos a quienes Actualmente es ampliamente acepta- hay que convencer de que la aplicación do que las acciones y propuestas de las de paquetes tecnológicos redundan en instituciones han estado sustentadas en mejoras en la eficiencia (generalmente el paradigma de la transferencia de tec- física: más kilos/ha), que indudablemen- nología o modelo lineal de extensión, el te luego significarán mejoras en su resul- cual muestra severas limitaciones. De tado económico (más dinero producido) acuerdo con este modelo, existe alguien (Morales 2009). que tiene el conocimiento y domina las La mayoría de los análisis se centran técnicas aplicables en los establecimien- en los indicadores de eficiencia como tos (investigador-técnico) y alguien que forma de medir las mejoras ocurridas en tiene problemas, hace las cosas mal y los sistemas. Se desconoce o se ignora carece de conocimientos (productor), al que la carrera productiva está acotada a que hay que «transferirle» la información. zonas de mejor potencial productivo y En el medio está el transferencista, cuyo que mayores niveles de producción no papel está limitado a conectar ambos garantizan mejoras en el resultado eco- extremos. Si bien este modelo ha sido nómico de las empresas. Además, estos 216 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales deben lidiar con un ambiente único (cli- Comprensión del mático, biológico), totalmente distinto a funcionamiento de las cualquier otro ambiente de producción empresas ganaderas económica. Pero sobre todo se descono- ce que la casi totalidad de los producto- Poder lograr un acercamiento a la res agropecuarios, más que empresarios comprensión de la unidad básica de pro- que analizan decisiones económicas pu- ducción: el sistema familia/producción ras, son agentes insertos en un sistema para evidenciar los objetivos de funciona- más amplio donde la reproducción del miento de la explotación, contextualiza- capital es una función subsidiaria de dos en las expectativas de la familia otras derivadas de la gente que depende ganadera. Sabido es que los mismos de ellas. Que las familias se vinculen con muchas veces trascienden los clásicos la tierra y que el predio sea su lugar de supuestos de maximización de ingresos residencia, afecta las orientaciones, las o aumentos de productividad, constitu- decisiones y el manejo productivo y fi- yendo un paso de gran importancia que nanciero, dándole un carácter distintivo y muchas veces no ha sido tenido en cuen- único que es imprescindible conocer y ta a la hora de ejecutar estrategias de considerar (Morales 2009). intervención. Para ello es necesario evi- Este fenómeno, denominado sintéti- denciar en forma clara cuáles son las camente unidad familia-explotación, exi- finalidades de la explotación, es decir ge que se involucre en el análisis y en para qué se hace lo que se hace, o los cualquier acción que pretenda promover intereses que tienen las personas que cambios en el sector que armonicen el viven en y de la explotación. Se podrían crecimiento sostenible de las empresas identificar así diferentes tipos de finalida- con el de la economía en su conjunto, la des, tales como: viabilidad económica consideración de las personas como ac- (búsqueda de ingresos), la vivibilidad (con- tores imprescindibles e ineludibles. És- dición de ser vivible), seguridad, la inde- tos últimos determinan diferencias en las pendencia de otras personas, la imagen trayectorias técnicas y empresariales de la explotación, la voluntad de tomar en más relevantes que las generadas por el cuenta el desarrollo del medio (rol social) ambiente físico y económico en el cual y la seguridad en la sucesión entre otras. están insertas (Morales 2009). Por otra parte, se hace necesario cono- Para el Plan Agropecuario, que desde cer también el «qué se hace» para poder su mandato legal, su misión y visión cumplir con los objetivos. Esto se descri- institucionales expresan la aspiración de be como las reglas estratégicas y cons- la sociedad de favorecer el desarrollo tituyen las líneas de conducción que personal, familiar y humano del produc- permiten actuar en el presente, en cohe- tor y a promover el desarrollo del sector, rencia con la percepción de futuros posi- esta orientación resulta ineludible. bles. Es imprescindible a su vez tener en cuenta además de las actividades pro- En este capítulo se pretende eviden- ductivas, aquellas otras actividades (ac- ciar las falencias de los modelos clási- tividades dispersas o actividades fuera cos de extensión haciendo énfasis en un del predio) que realizan las «familias nuevo concepto, el de unidad familia/ ganaderas». Desde el punto de vista de explotación. A su vez se quiere destacar la adopción de tecnología, ésta siempre aquellos desafíos de la adopción de tec- será posible en la medida que se inserte nología necesarios a resolver si se pre- adecuadamente y colabore en el cumpli- tenden instrumentar estrategias de inter- miento de los objetivos de vida de las vención más efectivas. personas que dependen del funciona- miento de la explotación (Dieguez 2009). ALGUNOS DESAFÍOS Los ganaderos y sus explotaciones están continuamente sometidos a facto- Las estrategias de intervención que res externos a ellos, que desafían a sus puedan permitir una mayor adopción de conductores a ajustar sus estrategias de tecnología por parte de los ganaderos forma de cumplir con sus finalidades. extensivos ineludiblemente tendrán que Dentro de esas estrategias, es esencial contemplar los siguientes aspectos: entender cómo el ganadero organiza el Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 217 trabajo (balance de trabajo), para focali- determina las acciones es que el éxito zarse en la cuestión del quién y el cuán- depende de mantener los costos totales do realizaría las posibles nuevas tareas, bajos. Se asocia a una actitud frente a a la hora de proponer un cambio tecnoló- innovaciones tecnológicas u organiza- gico (Dieguez 2009). Por otra parte, no cionales, e indica cuál será la actividad se puede desconocer que los ganaderos prioritaria del titular de la explotación. no toman decisiones de adopción tecno- b) Grupo centrado en los márge- lógica basados en criterios de optimiza- nes de la explotación. Se acepta que ción, sino más bien en el uso de reglas, algunos aumentos en los costos totales rutinas o convenciones aceptadas por pueden ser compatibles con mejoras en ellos y sus familias (Molina 2009). Tam- los resultados económicos. Está asocia- bién se debe considerar que el proceso do a una actitud de búsqueda de pro- sucesorio entre los titulares de las em- puestas tecnológicas que puedan mejo- presas y el resto de los miembros de la rar dicho resultado. familia, constituye una de las principales «pruebas de fuego» cuando de sustenta- c) Grupo que asocia su éxito a bilidad social se habla (Perrachón 2009). aprovechar las oportunidades comer- Asimismo, tener en cuenta que las ex- ciales. Existe un grupo de ganaderos plotaciones ganaderas medianas y so- que asocia el buen resultado de sus bretodo familiares, cambian mucho más explotaciones con la posibilidad de apro- de lo que se tiende a pensar, a veces, por vechar las oportunidades comerciales y, factores externos, como puede ser la por lo tanto, desarrollan estructuras pro- presión por el recurso tierra y en empre- ductivas y financieras con las que pue- sas grandes por la mano de obra, pero dan obtener beneficios de coyunturas de sobre todo debido a cambios sociales o relaciones de precios, etcétera. familiares que ocurren (de Souza 2009). El estudio de las estrategias y la Finalmente se debe considerar que tanto aplicación de tipologías de productores la ganadería a tiempo parcial como la permite situarse en un punto intermedio pluriactividad han formado parte de las entre dos grandes verdades que parecen estrategias de supervivencia adoptadas contradictorias: los ganaderos son todos por las familias para garantizar su repro- iguales y, al mismo tiempo, son todos ducción social (Malaquín 2009). distintos. La definición de tipologías per- mite distinguir entre la gama de situacio- Rescate del conocimiento local nes y estrategias prediales que se pue- den encontrar en la realidad ganadera, lo El Instituto Plan Agropecuario (IPA) que podría hacer más eficiente el trabajo reconoce además de las fuentes tradicio- de instituciones relacionadas al sector nales de conocimiento, a la gente que (Morales 2009). Por otro lado, existe diariamente trabaja vinculada a la pro- también un conocimiento con respecto al ducción animal como fuente de conoci- manejo de los recursos, todavía no del miento. Rescatar dicho conocimiento todo dilucidado que mediante el manejo permite entender el por qué de muchas de la carga total y ajustes por especie decisiones asumidas (Pereira et al., animal de carácter estacional, con pas- 2009). Para el caso de la ganadería ex- toreo continuo y manejos muy sencillos tensiva podemos identificar una fuente logran conciliar en algunos casos, una de conocimiento con respecto al manejo muy buena performance productiva y eco- empresarial que se traduce en la práctica nómica con una excelente conservación en estrategias empresariales asumidas del recurso campo natural. por los ganaderos en el largo plazo. Existen diferentes tipologías de pro- Integración del conocimiento ductores que para el basalto (área agroecológica de mayor superficie en el Existen múltiples fuentes de conoci- Uruguay) se pueden resumir de la si- miento que influyen en la toma de deci- guiente manera (Morales, 2009): siones en el manejo de los recursos. Ellos son el conocimiento local, del cual a) Grupo enfocado en costos tota- nos ocupamos en el punto anterior, el les. En este caso, la percepción que conocimiento profesional y el conoci- 218 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales miento científico. Comúnmente funcio- complejos (por ejemplo: ajuste de carga) nan en paralelo y existen pocos meca- ha fracasado en repetidas oportunida- nismos que permitan un intercambio en- des. Si bien es cierto que el aprendizaje tre ellos (Briske et al., 2008). Denodados no conduce necesariamente al manejo esfuerzos tendrán que ser realizados exitoso de los sistemas socioecológi- buscando dicho proceso mediante el cual cos, se destaca la importancia de inte- se rescate y explicite el conocimiento grar variadas disciplinas, de forma de local complementándolo con el científico construir buenos diagnósticos y lograr y profesional, lo cual constituye un buen capacidades de análisis que permitan el ejemplo de construcción de conocimien- monitoreo y aprendizaje, en lo que se to. Proyectos como el que nos convoca puede llamar ciencia aplicada (Ostrom et (FPTA 175) en este momento constitu- al., 2007). yen buenos ejemplos de ello. La existen- En el caso de Uruguay especialmen- cia de instituciones o agentes «fronteri- te, en un ambiente altamente variable zos», es decir que asuman compromisos desde el punto de vista climático (e.g.; tanto del lado de la investigación como sequías) y como ejemplo de manejo adap- de la acción son necesarios para poder tativo, se hace necesario desarrollar el desarrollar un sistema de conocimiento valor prospectivo del seguimiento forraje- que tendrá que tener una perspectiva de ro como sistema de alarma frente a fenó- largo plazo para poder percibir la aplica- menos adversos que permitan ajustes de ción de las ideas a la práctica (Cash et carga y estrategias de manejo que con- al., 2003). templen el bienestar animal. Además, el manejo adaptativo podría mitigar los im- Manejo adaptativo y aprendizaje pactos negativos en la trayectoria de las colectivo empresas familiares, muchas veces con- secuencia de una «lógica perversa» que El manejo adaptativo consiste en la pone en peligro a los sistemas más vul- integración del diseño, implementación, nerables (Bartaburu et al., 2009). monitoreo y adaptación de una estrate- gia para lograr un aprendizaje. A su vez, CONSIDERACIONES FINALES éste involucra observaciones sistemati- zadas y experimentos estructurados, que La comprensión del funcionamiento son integrados y evaluados para crear un de las empresas ganaderas, el rescate sistema de conocimiento (Lee 1999). del conocimiento local, la integración del Cuando dicho proceso se hace con la conocimiento y el manejo adaptativo para participación, involucramiento, reflexión el aprendizaje colectivo constituyen ver- e interacción de los usuarios del recurso daderos desafíos para la adopción de (en este caso, el campo natural), en un tecnología. Sin duda, la difusión y trans- contexto biofísico y sociocultural parti- ferencia clásica de la información coti- cular, se logra un proceso de aprendizaje diana y «cara a cara» con el productor social colectivo. Este tipo de acciones tiene que ser complementada con otros pueden lograr un mayor entendimiento mecanismos donde la utilización de tec- entre los participantes, así como la cons- nologías de la información (TICs) tendría trucción de la confianza interna y credibi- que jugar un rol de importancia así como lidad externa del equipo, el fortalecimien- el fortalecimiento de los sistemas de to de la comunidad y la colaboración en apoyo a la toma de decisiones (SATD) el aprendizaje social (Fernández Gimé- incorporando los nuevos hallazgos de los nez et al., 2008). proyectos de investigación. La aplicación de modelos simples y generales para la solución de problemas Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 219 BIBLIOGRAFÍA LEE, K. 1999. Appraising adaptive management. Conservation Ecology BRISKE, D.; BESTELMEYER, B.; FERNÁNDEZ 3:3. Consultado el 20 de octubre de GIMENEZ , M.; STAFFORD SMITH, M. 2009 en http://www.consecol.org/vol3/ 2008. 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1 Grupo Ecología de Pastizales de los pastizales (GEP), Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales, Facultad naturales de Ciencias,UDELAR. Proyecto FPTA 175 Período de Ejecución: Mar. 2007-Mar. 2010

RESUMEN El análisis de los servicios que proveen los ecosistemas a las sociedades humanas es un enfoque de investigación relativamente reciente que se ha difundido gracias a que establece un vínculo explícito entre el bienestar humano y el funcionamiento de los ecosistemas. El objetivo de este capítulo es sintetizar algunos resultados básicos de la investigación ecológica realizada en el marco del Proyecto FPTA 175 y de trabajos anteriores del equipo de investigación, que atañen al vínculo entre las propiedades ecosistémicas y los servicios brindados por los pastizales naturales a la sociedad.También se revisan algunas eviden- cias acerca de los efectos de los principales usos del suelo sobre la provisión de los servicios ecosistémicos de los pastizales de nuestro país. La cuantifi- cación de estos efectos permite establecer las «funciones de afectación» y visualizar los compromisos derivados de maximizar algunos beneficios, en general de apropiación privada, a expensas de la reducción de otros, en general de apropiación pública. La identificación de los servicios ecosistémicos que proveen los pastizales naturales y el desarrollo de técnicas para su monitoreo es imprescindible para la toma de decisiones acerca del uso del territorio.

INTRODUCCIÓN servicios ecosistémicos a nivel mundial, encontrándose que 15 de 24 SE investi- La idea de servicios ecosistémicos gados están declinando. En este informe (SE) ha tenido una creciente presencia se propuso una clasificación de los SE en la discusión de la problemática am- en cuatro grandes grupos (Figura 1). Se biental. Durante la última década se ha agruparon como servicios de provisión a incrementado el número de trabajos que los productos obtenidos de los ecosiste- discuten el concepto de SE en la bús- mas, como madera, agua potable, fibras, queda de definiciones claras y operativas etc. Los procesos ecosistémicos, como que favorezcan el diálogo entre discipli- la regulación climática, hídrica, la polini- nas biofísicas y sociales y la articulación zación, etc, se reunieron como servicios entre el sistema científico y los tomado- de regulación; los beneficios no materia- res de decisiones. Una de las primeras les como la recreación, educación, esté- definiciones fue la planteada por Daily tica, etc. fueron asociados como servi- (1997) para quien los SE son las condi- cios culturales. Finalmente, todos aque- ciones y procesos a través de los cuales llos procesos necesarios para la produc- los ecosistemas sostienen y satisfacen ción del resto como la productividad pri- la vida humana. Costanza et al. (1997) maria, formación de suelo y ciclado de hablan de los beneficios que las pobla- nutrientes fueron definidos como servi- ciones humanas obtienen directa o indi- cios de soporte. rectamente de las funciones ecosistémi- Boyd y Banzhaf (2007) postulan como cas. El Millennium Ecosystem Assess- SE sólo aquellos aspectos de los ecosis- ment (MEA 2003) involucró a más de temas que son utilizados ya sea activa o 1300 científicos, y allí se analizaron los 222 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

Figura 1. Servicios ecosistémicos de acuerdo a la clasificación propuesta en el Millennium Ecosystem Assessment (2003).

pasivamente en aras del bienestar hu- turales o de funcionamiento, que puedan mano. Una diferencia importante entre la brindar algún beneficio a la sociedad definición de Boyd y Banzhaf y las enun- humana. Este beneficio puede ser direc- ciadas con anterioridad es la distinción to y tangible como la producción de ali- entre los servicios ecosistémicos y los mentos o indirecto como el control del beneficios derivados de ellos. A partir de clima. La distinción entre utilización di- esta diferenciación Fisher et al. (2009) recta e indirecta, condujo a Fisher et al. definen como servicios todos aquellos (2009) a la clasificación de los SE en atributos ecosistémicos, ya sea estruc- finales e intermedios respectivamente (Figura 2).

Figura 2. Servicios ecosistémicos intermedios, finales y beneficios que proveen los pastizales naturales a la población humana (adaptación de Fisher et al., 2009). Las elipses indican que más de un SE intermedio interviene en la provisión de un SE final y que un SE final depende de varios SE intermedios. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 223 Interacciones entre propiedades cación estructural o funcional. La carac- ecosistémicas y servicios a la terización de la salud de un ecosistema sociedad está ligada a la evaluación del grado de alteración de la estructura y el funciona- miento en respuesta a las perturbacio- Cuando nos referimos a las propieda- nes (Paruelo, 2011 Figura 3). La cuanti- des ecosistémicas hablamos de la «es- ficación de dichas alteraciones frente a tructura» y del «funcionamiento» del eco- disturbios requiere de marcos concep- sistema. La estructura incluye todos sus tuales y metodologías para cuantificar componentes, tanto bióticos (plantas y los procesos biofísicos y así definir las animales), como abióticos (atmósfera, «funciones de producción» de servicios agua, sedimentos, suelo). La estructura ecosistémicos (Daily et al., 2000, 2009) provee la plataforma para que ocurran las y aquellas de «afectación» en la provi- funciones o procesos tales como el flujo sión de los servicios por el cambio en el de energía, los ciclos de los materiales uso del suelo (Paruelo, 2011) (Figura 3). (por ej.: agua, carbono, nitrógeno, fósfo- Las funciones de producción describen ro, etc.) o las interacciones entre espe- cuantitativamente las relaciones causa- cies (por ej. polinización). Se requiere de les entre atributos estructurales y/o de una estructura mínima para que el eco- funcionamiento del ecosistema y los ser- sistema pueda funcionar de forma «salu- vicios que proveen. Las funciones de dable», o sea de forma estable y susten- producción mejor descriptas son aque- table (Rapport et al., 1998). Esto signifi- llas de bienes y servicios agropecuarios ca que mantenga su organización y auto- o forestales (Daily et al., 2009), por ejem- nomía en el tiempo y su capacidad de plo la relación entre la productividad pri- brindar servicios ecosistémicos. La idea maria y la producción de carne, o la de salud del ecosistema es claramente relación entre profundidad, textura y fer- una metáfora. El funcionamiento de los tilidad del suelo y la productividad fores- ecosistemas se altera bajo estrés y per- tal. turbaciones y la idea de salud abrió la posibilidad de una detección temprana Las funciones de afectación relacio- de la disfuncionalidad. Como en el caso nan la magnitud o intensidad de las per- de un individuo, la falta de salud en el turbaciones con el nivel de provisión de ecosistema está asociada a una modifi- un servicio ecosistémico. La caracteri-

Cambios de uso del suelo

Funciones de afectación

SISTEMA CON SISTEMA CON FUNCIONAMIENTO FUNCIONAMIENTO “NORMAL” “ALTERADO”

Funciones de producción

Beneficios Beneficios

Actores involucrados

Figura 3. Esquema que representa las interacciones entre el uso del suelo, el funcionamiento ecosistémico y los beneficios que éste provee a la sociedad 224 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales zación de estas funciones es crucial aguas subterráneas (Herrero y Gil, 2008, para identificar umbrales a partir de los Oesterheld, 2008). cuales los ecosistemas pueden cambiar y alcanzar estados indeseables en los cuales la provisión de servicios disminu- SERVICIOS ECOSISTEMICOS ye drásticamente. QUE PROVEEN LOS Las perturbaciones pueden ser natu- PASTIZALES NATURALES EN rales, como las sequías, heladas, incen- URUGUAY dios, inundaciones, y antrópicas. Estas últimas, en el caso de los pastizales, Nuestro país forma parte de una de las abarcan un amplio rango de transforma- regiones más extendidas en el mundo de ciones en el uso del suelo, desde la pastizales naturales, los pastizales del ganadería hasta la sustitución total de la Río de la Plata. A nivel regional es el país cobertura vegetal a través de la agricultu- con mayor porcentaje de cobertura de ra o las plantaciones forestales. El im- pastizales naturales (70% MGAP, 2000). pacto de los actos humanos sobre los Sin embargo esta realidad no es estática ecosistemas a veces demoran en mani- y los cambios en el uso del suelo de festarse y son difíciles de predecir, por- pastizales a plantaciones forestales o que son graduales hasta que alcanzan cultivos, tienen lugar a un ritmo acelera- un umbral, a partir del cual los cambios do en nuestro país. Uruguay figura como ocurren bruscamente (Scheffer et al., el país con mayor tasa de cambio hacia 2001). La explicación para esto es que el cultivos transgénicos (especialmente proceso acumulativo de cambios gradua- soja) con un 40% a partir del año 2007 y les se traduce en una pérdida de la ocupa el noveno puesto a nivel mundial capacidad del ecosistema de absorber en términos de número absoluto de hec- perturbaciones y regresar al estado de táreas sembradas (Fuente: Internacional equilibrio. Se denomina resiliencia a la Service for the Acquisition of Agri-Biote- elasticidad o tiempo de restauración del ch Applications, Marshall 2009). Si este ecosistema después de una perturba- dato lo relativizamos a la superficie del ción (Beisner et al., 2003). Como resulta- territorio cultivada con transgénicos pa- do de la pérdida de resiliencia, el sistema samos a ocupar el cuarto lugar en el cambia inesperadamente de estado ante mundo (3,9% del territorio nacional). La un evento, como una sequía, una inunda- forestación ocupa alrededor de 900.000 ción, un incendio o la invasión de una hectáreas (entre el 5 y 6% del territorio maleza, que en circunstancias previas nacional) (Dirección General Forestal, no había tenido tal efecto. Una vez que 2007) y también ha incrementado su sucede algo así, el regreso a la situación expansión en los últimos años. anterior no se produce necesariamente Díaz et al. (2006) discuten con pre- por el mismo camino. Esto se denomina ocupación las crecientes amenazas pro- histéresis. Como consecuencia, aún vocadas por el desplazamiento de la fron- cuando se restablezcan todas la condi- tera agrícola que ha reemplazado los ciones (ej.: eliminar el pastoreo que cau- pastizales naturales, provocando una pér- só el problema), el sistema no vuelve al dida de aproximadamente 20% de su estado anterior o requiere de una combi- superficie en los últimos años y el corri- nación muy especial de eventos para miento de la ganadería hacia áreas mar- hacerlo (Beisner et al., 2003, Oester- ginales (Ayala, 2011 este número). held, 2008). En este contexto es funda- mental considerar la escala espacial y temporal en la cual se manifiestan los ¿Qué beneficios obtiene la impactos antrópicos sobre los ecosiste- sociedad del pastizal natural? mas. Por ejemplo, los efectos ambienta- les de la agricultura, la lechería, o la En la figura 2 se presenta el esquema intensificación de la producción animal modificado de Fisher et al. (2009) con pueden ser poco significativos a escala algunos ejemplos de SE intermedios y de predio, pero sin embargo, pueden finales, así como también de los benefi- tener repercusiones a distancia y afectar cios que proveen a la sociedad los pasti- severamente arroyos, lagos, lagunas y zales naturales. En muy pocos casos se Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 225 conocen lo suficientemente bien los vín- tebrados, el conocimiento de la fauna de culos entre las propiedades ecosistémi- invertebrados es más escaso. En el cas (estructura y función) y el nivel de capítulo de Zerbino et al. (2010, este provisión de un servicio. A continuación, volumen) se brinda información acerca y en el marco de este esquema, se de la fauna edáfica y su relación con las discute cómo la biodiversidad, la produc- comunidades vegetales. tividad primaria y el ciclo hidrológico del ecosistema pastizal contribuyen a la La diversidad florística como SE generación de SE intermedios o finales. intermedio: su relación con las Es decir, se esbozan las funciones de funciones de producción producción que relacionan estos atribu- tos ecosistémicos con servicios. Ade- Fijación de C más se brindan las evidencias disponi- La riqueza de especies se relaciona bles acerca de las funciones de afecta- con las ganancias netas de C, o sea con ción, o sea la respuesta del pastizal la productividad primaria neta. Las ga- natural a perturbaciones. nancias de C son un SE intermedio clave en los pastizales ya que de él dependen La biodiversidad del pastizal muchos otros, tanto algunos con valor de mercado (producción de carne o leche) como sin él (circulación de nutrientes, La biodiversidad como un servicio secuestro de C, etc.). La relación entre final: Riqueza de flora y fauna en los riqueza y productividad ha suscitado gran pastizales de Uruguay interés a nivel mundial en la literatura La diversidad combina dos importan- ecológica (Mc Naughton, 1994; Lawton y tes atributos estructurales del ecosiste- Brown, 1994; Vitousek y Hooper 1994; ma, la riqueza de especies y sus abun- Naeem et al., 1995, Sala et al., 1996, dancias relativas. La diversidad florística Hector et al.,1999, Tilman et al., 1996). constituye un servicio ecosistémico en En el marco de este proyecto, López tanto beneficia directa e indirectamente (2007) realizó mediciones del Indice ver- a los humanos. Un importante beneficio de normalizado (IVN), un estimador es- que obtenemos de la diversidad florística pectral de la productividad primaria, so- es su valor estético o de existencia, el bre parcelas de pastizales naturales que cual constituye un servicio cultural. Ob- abarcaban un gradiente de riqueza de servar y apreciar a la naturaleza añade especies (Figura 4). Dicha figura 4 repre- interés, valor y calidad a la vida de los senta una versión de la función de pro- seres humanos (West, 1993).

La riqueza de especies vegetales de y = 0,0046x + 0,4933 R² = 0,1197 nuestros pastizales naturales represen- 0,8 ta el 80% del total registrado en Uruguay (Rodríguez et al., 2003) y ha sido estima- 0,75 da en aproximadamente 2000 especies (Del Puerto, 1985). En este libro se pre- 0,7 sentan listados florísticos de las unida- 0,65 des de vegetación correspondientes a IVN cuatro regiones geomorfológicas que 0,6 hemos caracterizado en el marco del Proyecto FPTA 175 (Lezama et al., 2010 0,55 este volumen). 0,5 En cuanto a la riqueza faunística, se 10 15 20 25 30 35 40 Riqueza han registrado cerca de 155 especies de aves, 25 de mamíferos, 31 de reptiles y Figura 4. Relación entre la riqueza de especies y la 18 de anfibios nativos de pastizal (Rodrí- productividad primaria neta aérea estimada a través guez et al., 2004). Éstas representan del Indice Verde Normalizado (IVN), en 44 parcelas aproximadamente la tercera parte de las muestreadas en pastizales naturales pastoreados especies de vertebrados inventariadas de la región centro-sur de Uruguay (tomada de en nuestro país. A diferencia de los ver- López 2007). 226 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales ducción de las «ganancias de C» para los na positivamente con la resistencia bióti- pastizales uruguayos. El resultado obte- ca de los ecosistemas a la invasión por nido apoya la hipótesis clásica (McNaug- especies exóticas (Fargione et al., 2003, hton, 1994, Vitousek y Hooper, 1994, Perelman et al., 2007). Además, una Sala et al., 1996) que plantea una rela- mayor riqueza de especies promueve ción lineal y creciente entre riqueza y complementariedad en el uso de los re- productividad. Trabajos previos han evi- cursos y mayores interacciones entre denciado que no todas las especies son especies, produciendo resistencia frente equivalentes desde el punto de vista fun- a la sequía y frente a la presión de cional. La presencia de especies que consumo por herbívoros (Balvanera et al., difieren en su fenología, como las espe- 2006). cies C3 (de crecimiento invernal) y las C4 (crecimiento estival) pueden incrementar Control de la erosión la captura de recursos y aumentar la Otro importante servicio ecosistémi- productividad primaria neta aérea (PPNA) co relacionado con la diversidad biológi- disminuyendo sus fluctuaciones esta- ca es el control de la erosión. La diversi- cionales (Altesor et al., 2005). Estos dad vegetal asegura la cobertura del sue- resultados muestran que deben conside- lo a lo largo del año, incrementa la bioma- rarse otros factores en la definición de la sa radicular y promueve la abundancia de función de producción «ganancia de C» redes micorrízicas que controlan los pro- además de la riqueza de especies. cesos de erosión (Balvanera et al., 2006). La cobertura vegetal incide de manera Ciclado de nutrientes sustantiva en las cantidades de suelo y La diversidad también se relaciona de nutrientes que se pierden. En Uruguay con el ciclado de nutrientes. La riqueza se ha mostrado que la presencia de de plantas favorece el número y actividad cobertura vegetal redujo las pérdidas de de los organismos descomponedores, sedimento por erosión hídrica en aproxi- aumenta la calidad de la broza y la con- madamente 50 veces en comparación centración de nutrientes en el suelo con situaciones con suelo desnudo (Balvanera et al., 2006). La información (Víctora et al., 2001). disponible para pastizales uruguayos no permite definir cuantitativamente la fun- Funciones de afectación de la ción de producción del SE «ciclado de diversidad florística: Efectos de los nutrientes» en base a la riqueza o diver- cambios en el uso del suelo sidad florística. Sin embargo es posible plantear que esta relación es positiva. En este libro se presentan evidencias Los sistemas de pastizales naturales acerca de los efectos de la ganadería tienen un relativo autoabastecimiento de sobre la diversidad en pastizales natura- nutrientes minerales, mediado por el re- les a partir de la comparación entre par- ciclaje interno de los residuos de la bio- celas pareadas sometidas a pastoreo masa vegetal y de las deyecciones de los por ganado doméstico y clausuradas a la animales en pastoreo. La comprensión herbivoría (Rodríguez y Cayssials, 2010 sobre los controles de las tasas de recir- este volumen). culación de nutrientes y su relación con Son escasos aún los estudios realiza- la identidad de las especies vegetales dos para conocer las funciones de afec- constituye una herramienta valiosa para tación de la agricultura y la forestación diseñar estrategias productivas susten- sobre la biodiversidad del pastizal. En la tables y con una menor dependencia de medida que tanto la forestación como la insumos (Semmartin et al., 2004). agricultura implican una sustitución com- pleta de la cobertura vegetal, en regiones Estabilidad ecosistémica extensamente transformadas puede lle- La diversidad de especies implica di- var a la extinción de especies. ferentes sensibilidades al conjunto de Otro aspecto relevante son las inva- condiciones ambientales y en conse- siones biológicas. Bajo el dosel de mu- cuencia puede conducir a una mayor chas plantaciones forestales se estable- estabilidad en el funcionamiento ecosis- cen especies vegetales históricamente témico. La diversidad también se relacio- ausentes en el pastizal, y si bien muchas Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 227 pueden ser poco preocupantes desde la El beneficio asociado al secuestro de perspectiva forestal, otras se trasforman carbono, del cual goza la humanidad a en un gran problema. Varias leñosas nivel regional y global, es la regulación arbustivas o arbóreas de muy rápida di- del clima a través del mantenimiento de seminación se han vuelto problemáticas la composición atmosférica, ya que el en diversas zonas de los pastizales del dióxido de carbono es un gas con efecto Río de la Plata. Algunos ejemplos son la invernadero. Para analizar la capacidad zarzamora (Rubus fruticosus), el ligustro del sistema de almacenar C, se debe (Ligustrum sp.) y la acacia negra realizar el balance entre las ganancias y (Gleditsia triacanthos). Estas compiten las pérdidas de C por respiración, herbi- con los árboles forestales y dificultan voría y cosecha del ecosistema y evaluar mucho el acceso y trabajo en las planta- el tiempo de residencia del carbono en el ciones, sin mencionar las posibilidades ecosistema una vez fijado. La función de de aprovechamiento ganadero del soto- producción existente entre la PPN y el bosque. En muchos casos las foresta- secuestro de carbono aún no se ha defi- ciones actúan como foco inicial o puerta nido para nuestros pastizales. Existen, de entrada para que estas especies exó- sin embargo, varios estudios que han ticas avancen luego sobre los pastizales evaluado la PPN aérea y subterránea, así adyacentes. En general se trata de espe- como los tamaños de los reservorios de cies dispersadas por aves que llegan en carbono resultantes de este flujo. Parue- gran número a las forestaciones, donde lo et al. (2010) recopilaron información las aves anidan o pasan buena parte del correspondiente a 14 estudios que esti- tiempo y encuentran allí un ambiente man la PPNA a través de cosechas de apropiado para crecer y reproducirse biomasa herbácea en 41 sitios. Los (Jobbágy et al., 2006). promedios indican un rango de variación de 2.100 a 9.772 kg ha-1 año-1 y el promedio La productividad primaria neta para todos los sitios fue de 5.347±1.794 kg --1 -1 del pastizal ha año . Asumiendo una proporción de C de 0,45 para la biomasa herbácea, en promedio la PPNA de pastizales aporta- ría 241 gC/m2 año. En la Pampa Ondula- La PPNA como servicio final e da en Argentina la magnitud de los cam- intermedio: su relación con las bios en el C orgánico del suelo se relacio- funciones de producción nó de manera linear con la PPN (Caride et al., enviado). Producción de forraje La productividad primaria neta subte- rránea (PPNS) ha sido menos estudiada, La productividad primaria neta aérea pero las evidencias existentes muestran es un proceso ecosistémico y corres- que en general es mayor a la productivi- ponde a aquella porción de la productivi- dad aérea, con relaciones PPNS/PPN = dad primaria bruta que no es respirada y, 0,47 a 0,87 (Hui y Jackson, 2006). En por lo tanto, se acumula como biomasa cuanto al reservorio de C subterráneo, aérea quedando disponible para los nive- éste puede dividirse en: biomasa de raí- les tróficos superiores. Este flujo o pro- ces, materia orgánica particulada (POM) ceso ecosistémico constituye un SE in- y materia orgánica asociada a los mi- termedio ya que su vínculo con el bienes- nerales (MAOM). En un análisis basado tar humano está mediado por distintos en 16 sitios de pastizales naturales Altesor servicios finales. Uno de ellos es la pro- et al. (2006) y Piñeiro et al. (2009) caracte- ducción de forraje que redundará en be- rizaron estos compartimentos. La canti- neficios varios directamente consumidos dad de carbono orgánico del suelo (COS= o utilizados por el hombre, como la le- POM+MAOM) en el primer metro varió che, la carne, la lana y el cuero. entre 1893 y 17577 gCm-2 dependiendo del sitio (promedio= 8748 gCm-2). En promedio Secuestro de carbono el 10% del COS total corresponde a la fracción POM, correspondiendo la mayor El secuestro de carbono constituye parte del carbono orgánico del suelo al otro servicio ecosistémico final derivado compartimento pasivo o de dinámica lenta de la Productividad Primaria Neta (PPN). (MAOM) (Paruelo et al., 2010). 228 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales Funciones de afectación de la PPNA: de las forestaciones (Carrasco-Letelier Efectos de los cambios en el uso del et al., 2004, Céspedes et al., 2009). suelo Las pérdidas de carbono orgánico del El ciclo hidrológico en el suelo, fundamentalmente como CO2, afec- pastizal tarían la integridad edáfica, la provisión de nutrientes y la composición atmosfé- rica. El efecto de la ganadería sobre la Los componentes del ciclo PPNA ha sido un aspecto investigado en hidrológico como servicios finales e el marco del Proyecto FPTA 175 y sus intermedios resultados se exponen en el capítulo de El clima y la vegetación son los prin- Piñeiro et al. (2011 este número). cipales controles del ciclo hidrológico En cuanto a los efectos de la agricul- dentro de un ecosistema, ellos son quie- tura Guerschman (2005) estimó que la nes determinan el balance entre las ga- PPN de los sistemas agrícolas fue 15% nancias de agua por precipitación y sus menor que el de los pastizales naturales. pérdidas como vapor, por transpiración La agricultura modifica la forma de la vegetal y evaporación del suelo, y como curva estacional de la PPN, pero no el líquido hacia corrientes de agua en su- área bajo dicha curva. La introducción de perficie y drenaje profundo. Estas dos los sistemas agrícolas con doble cultivo últimas salidas de agua constituyen el durante las últimas dos décadas ha ge- rendimiento hidrológico del ecosistema. nerado un incremento en la PPN (Guers- Tampoco en este caso se han definido chman y Paruelo, 2005). Sin embargo las funciones de producción que relacio- gran parte de esta productividad (entre el nen el rendimiento hidrológico de las 19 y el 45% según Guerschman, 2005) cuencas de pastizales naturales con los es exportada del ecosistema por el con- servicios que proveen. De la cantidad y sumo humano. Varios autores han docu- flujo de agua en los ríos y arroyos depen- mentado pérdidas de C debido a los de el abastecimiento de agua para con- cultivos anuales en los pastizales del Río sumo humano y la alimentación de siste- de la Plata (Álvarez et al., 1998, 2001, mas de energía hidroeléctrica. Asimis- Andriulo et al., 1999). mo, de la magnitud de las pérdidas de El uso forestal incrementa las tasas agua en fase vapor (evapotranspiración) de crecimiento y de ganancias de carbo- dependerá la cantidad de energía aporta- no con respecto a los pastizales que da a la atmósfera para procesos convec- reemplaza. Vasallo (2006) realizó un aná- tivos y, por lo tanto, la regulación del lisis de la dinámica del Indice Verde clima local y regional. Normalizado (IVN) a partir de imágenes satelitales en 181 sectores forestados y Funciones de afectación de los zonas adyacentes no forestadas de pas- componentes del ciclo hidrológico: tizales de Uruguay y de las provincias de Efectos de los cambios en el uso del Corrientes y Entre Ríos en Argentina. En suelo este trabajo se encontró un incremento promedio del 22% en la producción pri- La forestación modifica el ciclo del maria de las áreas forestadas. Sin em- agua a través del aumento en su utiliza- bargo la acumulación de carbono en el ción por parte de la vegetación y provoca suelo, que depende principalmente de una disminución del rendimiento hidroló- los aportes de biomasa por raíces gico (Mark y Dickinson, 2008). Esta fun- (Jobbágy y Jackson, 2000), podría inclu- ción de afectación ha sido medida eva- so tornarse negativa. Esto se explica por luando los cambios en el caudal erogado la gran diferencia existente en la relación en 26 pares de cuencas en regiones de biomasa aérea/biomasa subterránea en- pastizales que fueron forestados en cua- tre forestaciones y pastizales (5:1 y 1:2 tro continentes (Farley et al., 2005) (Fi- respectivamente, Jobbágy, 2006). Algu- gura 5). Los resultados demuestran una nas evidencias para Uruguay indican que disminución promedio del 39% en el ren- el balance de carbono es negativo luego dimiento hidrológico. Para los pastizales Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 229 del Río de la Plata existe información preliminar, basada en mediciones pun- 100 tuales de caudal en cuencas pareadas en Lavalleja y Córdoba, cuyos resultados 80 indican reducciones del caudal cercanas al 50% tras el establecimiento de fores- taciones (Jobbágy et al., 2006, Silveira y 60 Alonso 2004, Silveira et al., 2006). El proceso de sustitución de grandes 40

forestacion

extensiones de pastizal por plantaciones % agua a rios forestales afecta severamente la regula- 20 ción climática a escala regional modifi- cando las pérdidas de agua por evapo- 0 transpiración. Nosseto et al., (2005) re- portaron la duplicación de las pérdidas 0 20406080100 de agua por evapotranspiración (ET) en % agua a rios pastizal plantaciones de eucaliptos, en compara- ción con las pérdidas por ET en los Figura 5. Cambios en la partición del agua de lluvia hacia pastizales originales (Figura 6). pequeños ríos y arroyos en cuencas que han sido forestadas vs. cuencas control que se mantienen bajo vegetación natural de pastizal o arbustal. Los PROVISIÓN DE SERVICIOS Y puntos representan 26 pares de cuencas en todo el CONFLICTOS GENERADOS mundo y los valores corresponden al porcentaje de POR LOS DISTINTOS USOS la precipitación anual que alcanza los cursos de agua (rendimiento hídrico), valor que puede DEL SUELO considerarse complementario al de las pérdidas por evapotranspiración ya que estas cuencas no A partir de los ejemplos expuestos intercambiarían agua con otras ni con grandes queda en evidencia que existen múltiples acuíferos subyacentes. Figura tomada de Jobbágy interacciones entre los atributos funcio- et al., 2006. nales y estructurales de los ecosiste- mas. Un mismo atributo estructural o funcional provee distintos servicios y por otra parte un mismo servicio ecosistémi- co es resultado de la interacción de varios atributos ecosistémicos. Esta com- plejidad de interacciones implica que la búsqueda por maximizar algunos servi- cios puede afectar negativamente a otros, esto se ejemplifica en la Figura 7. Las consecuencias positivas y negativas no son iguales para toda la sociedad. En ese sentido Scheffer et al. (2000) identi- fican «afectadores» y «beneficiarios» de los servicios ecosistémicos. Los «afec- tadores» serán aquellos que a través de sus actividades tendientes a maximizar algún beneficio, alteran negativamente el nivel de provisión de otros servicios. Los Figura 6. Pérdidas de agua por evapotranspiración en beneficiarios son quienes, directa o indi- pastizales naturales (n=58) y en plantaciones rectamente, consumen o utilizan los SE. de Eucaliptus grandis (n=59), medidos en 7 En algunos casos, los mismos actores fechas a partir de imágenes Landsat (tomado podrían ser afectadores y beneficiarios, de Nossetto et al., 2005). tal es el caso de aquellos productores familiares que viven en el mismo lugar que explotan productivamente. En estas situaciones se puede ejercer un retro- 230 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales control que permitiría la explotación de yen los costos y beneficios asociados a los recursos sin afectar severamente la una actividad productiva, forestación en provisión de otros servicios involucrados. este caso, entre los distintos actores Tal sería el caso, por ejemplo, de un sociales involucrados. agricultor familiar que además produce miel y vive en su campo. La aplicación de insecticidas lo convierte en afectador de CONCLUSIONES un servicio del que es beneficiario: la polinización. Un mal manejo de fertilizan- La difusión de la idea de los SE está tes y agroquímicos afectará, a través de asociada a la expectativa y a la necesi- la contaminación de napas y cuerpos de dad de tornar operativo el concepto para agua, la calidad del agua que han de la resolución de conflictos ambientales o beber él, su familia y su ganado (Paruelo, la evaluación de las consecuencias de 2011). Sin embargo lo más frecuente es los cambios en el uso del territorio. Para que los afectadores y beneficiarios no lograrlo se debe dar prioridad a los si- coincidan en su identidad y ni siquiera guientes aspectos: vivan en el mismo sitio. a) Definir las funciones de produc- Tal es el caso de las plantaciones ción de los beneficios y servicios finales forestales que aumentan de manera sig- a partir de los procesos ecosistémicos y nificativa la productividad primaria neta las funciones de afectación o sea el del ecosistema maximizando un benefi- cambio en el nivel de un proceso ecosis- cio con valor en el mercado como la témico o servicio en función de los prin- producción de madera. Pero a la vez, cipales factores de estrés o de perturba- afectan negativamente otros beneficios ción. Para ello es fundamental el desa- como la provisión de agua o el control rrollo y profundización de la investigación climático (Figuras 5 y 6). Los beneficia- ecológica. rios de estos últimos, son fundamental- b) Tener en consideración el carácter mente habitantes locales y de la región. territorial y escala-dependiente de la El conflicto deriva de cómo se distribu- mayoría de los servicios ecosistémicos,

Figura 7. El esquema muestra tres tipos de ecosistemas: No agrícola, donde se maximizan servicios y bienes ecosistémicos de apropiación fundamentalmente pública; Agroecosistema A, donde se maximiza la producción de commodities de apropiación fundamentalmente privada y Agroecosistema B donde se maximiza la sustentabilidad ecológica, ambiental y social. En cada caso se muestran los compromisos en la provisión de diferentes servicios ecosistémicos. Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales 231 particularmente los intangibles y no apro- BEISNER, B.E.; HAYDON, D. T.; CUDDINGTON, piables. En la mayoría de los casos el K. 2003. Alternative stable states in agotamiento en la provisión de un servi- ecology. Frontiers in Ecology and the cio en un lugar dado no puede remediarse Environment 1:376-382. a través de su «importación» de otro BOYD, J.; BANZHAF, S. 2007. What are sitio. ecosystem services? The need for c) Evaluar cuidadosamente los com- standardized environmental accounting promisos entre diferentes SE hace nece- units. Ecological Economics 63: 616- 626. sario que éstos sean cuidadosamente evaluados a través de la planificación y CARRASCO-LETELIER, L.; EGUREN, G.; monitoreo del uso de la tierra y sus CASTIÑEIRA, C.;PARRA, O.; PANARIO, consecuencias ambientales. D. 2004. Preliminary study of prairies forested with Eucalyptus sp. at the Northwestern Uruguayan soils. BIBLIOGRAFÍA Environmental Pollution 127:49-55. CÉSPEDES-PAYRET, C.; PIÑEIRO, G.; ALTESOR, A.; OESTERHELD, M. ; LEONI, E.; ACHKAR, M.; GUTIERREZ, O.; LEZAMA, F.; RODRÍGUEZ, C. 2005. Effect PANARIO, D. 2009. The irruption of new of grazing on community structure and agro-industrial technologies in productivity of a Uruguayan grassland. Uruguay and their environmental Plant Ecology 179:83-91. impacts on soil, water supply and ALTESOR, A.; PIÑEIRO, G.; LEZAMA, R. B.; biodiversity: a review. International JACKSON,F.; SARASOLA, M.; PARUELO, Journal of Environment and Health J. M. 2006. Ecosystem changes 3:175-197. associated with grazing in subhumid COSTANZA, R.; D‘ARGE, R.; DE GROOT, R.; South American grasslands. Journal of FARBER, S.;GRASSO, M.; HANNON, B.; Vegetation Science 17:323-332. LIMBURG, B. K.; NAEEM, S.; O’NEILL, ÁLVAREZ, R. 2001. Estimation of carbon J.; PARUELO, R. V.;RASKIN, R. G.; losses by cultivation from soils of the SUTTON, P.; VAN DEN BELT, M. 1997. Argentine Pampa using the Century The value of the world´s ecosystem model. Soil Use and Management services and natural capital. Nature 17:62-66. 357:253-260. ÁLVAREZ, R.; RUSSO, M. E.; PRYSTUPA, P.; CARIDE, C.; PIÑEIRO, G.; PARUELO, J. M. SCHEINER, J. D.; BLOTTA, L. 1998. Soil How does agricultural management carbon pools under conventional and modify ecosystem services in the no-tillage systems in the Argentine argentine Pampas? The effects on C Rolling Pampa. Agronomy Journal dynamics. Agriculture Ecosystems 90:138-143. and Environment (en revisión). ANDRIULO, A.; GUERIF, J.; MARY, B. 1999. DAILY, G. C. (Ed.) 1997. Nature’services: Societal Evolution of soil carbon with various dependence on natural ecosystems. cropping sequences on the rolling Island Press, Washington, D.C. pampas. Determination of carbon origin DAILY, G.; SÖDERQVIST, T.; ANIYAR, S.; using variations in natural 13C ARROW, K.; DASGUPTA, P.; EHRLICH, abundances. Agronomie 19:349-364. P.; FOLKE, C.; JANSSON, A.; JANSSON, AYALA, W. 2011. Los desafíos tecnológicos B.; KAUTSKY, N. 2000. The value of de la ganadería en los pastizales del nature and the nature of value. Science río de la plata. En Altesor, A., W. Ayala 289:395-396. y J.M. Paruelo editores. Bases DAILY, G.C.; POLASKY, S.; GOLDSTEIN, J.; ecológicas y tecnológicas para el KAREIVA, P. M.; MOONEY, H. A.; manejo de pastizales. Serie FPTA PEJCHAR, L.; RICKETTS, T. H.; N° 26, INIA. SALZMAN, J.; SHALLENBERGER, R. BALVANERA, P.; PFISTERER, A.; 2009. Ecosystem services in decision BUCHMANN, N.; HE, J.; NAKASHIZUKA, making: time to deliver. Frontiers in T.; RAFFAELLI, D.; SCHMID,B. 2006. Ecology and the Environment 7:21-28. Quantifying the evidence for biodiversity DEL PUERTO, O. 1985. Vegetación del effects on ecosystem functioning and Uruguay. Facultad de Agronomía, services. Ecology Letters 9:1146-1156. Montevideo. 232 Bases ecológicas y tecnológicas para el manejo de pastizales

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