Humedales Costeros, Región De Coquimbo, Zonas Aridas, Biodiversidad, Conservación
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Humedalesde la Región de CoquimboCosteros Biodiversidad, Vulnerabilidades & Conservación Carlos Zuleta-Ramos & Manuel Contreras-López (eds). Ediciones Universidad de La Serena & Ministerio del Medio Ambiente La publicación de este trabajo fue posible gracias al financiamiento otorgado por el Ministerio del Medio Ambiente y la Dirección de Investigación de la Universidad de La Serena. Editores Generales: Carlos Zuleta Ramos ([email protected]) Manuel Contreras López ([email protected]) Editores Asociados: Víctor Bravo Naranjo Marcela Robles Iriarte Rubén Castillo Ortiz Concepto gráfico: Cristián Ramírez Peralta & María Zuleta Barrientos Diseño y producción: Cristián Ramírez Peralta & Carlos Zuleta Ramos Impresión: Editorial Universidad de La Serena ©Universidad de La Serena, La Serena, Región de Coquimbo, Chile, 2019. Todos los Derechos Reservados. Permitida la reproducción del texto citando la fuente. Prohibida toda reproducción de fotografías e ilustraciones sin autorización previa. Cómo citar este libro: Zuleta-Ramos C & Contreras-López M (2019). Humedales Costero de Coquimbo: Bio- diversidad, Vulnerabilidades & Conservación. Ediciones Universidad de La Serena & Ministerio del Medio Ambiente. La Serena, Chile. Registro de Propiedad Intelectual Nº I.S.B.N. Palabras claves para registro y búsqueda del libro: Humedales Costeros, Región de Coquimbo, Zonas Aridas, Biodiversidad, Conservación. Humedales Costeros de Coquimbo Biodiversidad, Vulnerabilidades & Conservación Los estudios y datos presentados en este libro fueron obtenidos durante la ejecución del proyecto FPA-NAC-I-032-2014: Ecología de los humeda- les costeros de Coquimbo: Biodiversidad, vulnerabilidades y Conservación, financiada por el Fondo de Protección Ambiental del Ministe- rio del Medio y por el proyecto DIDULS 2018-2019: Sustenta- bilidad & Sistemas Naturales de Chile Central, de la Direc- ción de Investigación y Desarrollo de la Universidad de La Serena. La Serena, Junio 2019. Primera Edición Junio 2019 Se imprimieron 350 ejemplares Impreso en Chile i. Sinopsis de los humedales costeros de la Región de Coquimbo Carlos Zuleta, Manuel Contreras-López, Marcela Robles, Víctor Bravo-Naranjo & Rubén Castillo. Humedales Costeros de la Región de Coquimbo: Biodiversidad, Vulnerabilidades & Conservación Zuleta-Ramos C. & Contreras-López M (eds): 1-28 (2018). Ediciones Universidad de La Serena & Ministerio Medio Ambiente 1 Capítulo 1: Sinopsis dE LOs Humedales costeros de la Región de Coquimbo. Carlos Zuleta1, Manuel Contreras-López2 , Marcela Robles3, Víctor Bravo-Naranjo1,4 & Rubén Castillo5. 1. Departamento de Biología, Universidad de La Serena. 2. Departamento de Computación e Informática, Universidad de Playa Ancha. 3. Departamento de Ciencias Sociales & Departamento Ciencias Económicas y Empresariales, Universidad de La Serena. 4. Centro de Estudios Ambientales del Norte de Chile. 5. Departamento de Arquitectura, Universidad de La Serena. RESUMEN: La región de Coquimbo posee un clima semiárido y alberga una red de humedales costeros de distintos tipos y tamaños. La Corriente de Humboldt, el Anticiclón del Pacífico Sur Oriental y el relieve costero se conjugan para definir los principales forzantes meteorológicos que determinan el régimen y balance hídrico de estos cuerpos de agua litorales: Una marcada estacionalidad de la temperatura, viento, radiación y precipitaciones; junto con una estabilidad de la humedad relativa. Sin embargo, en las últimas décadas se puede constatar una disminución de las precipitaciones y un aumento de la temperatura, con importantes fluctuaciones asociadas a la perturbación de El Niño, la Oscilación Multidecadal del Océano Pacífico y el Modo Anular del Sur (SAM) u Oscilación Antártica. Estos humedales presentan un fuerte contraste en sus balances hídricos, pasando de un invierno con baja evaporación, a una condición estival en la cual prácticamente desaparece el aporte superficial de agua y el sistema pasa a ser sostenido por reservas subterráneas. Algunos de estos sistemas presentan conexión con el mar, lo que representa ingresos intermitentes de agua de mar. De esta manera se configuran condiciones únicas que favorecen la existencia de una gran diversidad de humedales y en su biota asociada. 2 INTRODUCCION Los humedales son vitales para la supervivencia humana. Son uno de los entornos más productivos del mundo, y son cunas de diversidad biológica y fuentes de agua y productividad primaria de las que innumerables especies vegetales y animales dependen para subsistir (RAMSAR 2006). Pero, ¿qué entendemos por un humedal costero?. De acuerdo con la Real Academia Española de la lengua, un humedal es un terreno de aguas superficiales o subterráneas de poca profundidad. Una definición que nos aproxima a la fragilidad y el carácter efímero que tienen estos cuerpos de agua, pero que no profundiza en una importante cantidad de aspectos ecológicos y funcionales, que realmente definen lo que entendemos por humedal. La definición de humedales que actualmente aplica la Convención de Ramsar, mayoritariamente aceptada por todos los países incluido Chile, señala que los ecosistemas de humedales son los pantanos y marismas, lagos y ríos, pastizales húmedos y turberas, oasis, estuarios, deltas y bajos de marea, zonas marinas próximas a las costas, manglares y arrecifes de coral, así como sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, embalses y salinas (RAMSAR 2013). A su vez, la Convención clasifica los humedales en tres categorías: Humedales marinos y costeros, Humedales continentales, y Humedales artificiales. Debemos observar aquí que la convención Ramsar define el concepto “ecosistemas de humedales”, en vez de “humedales”, pues un humedal es más que un simple cuerpo de agua somero. Los humedales se distinguen por la vida vegetal y animal que se ha adaptado especialmente a vivir en su entorno o dentro de ellos. Esta adaptación comenzó hace 450 millones de años a mediados del Paleozoico (Greb et al. 2006), cuando aparecieron las primeras plantas terrestres que eran moradores obligados de substratos húmedos (Carrión & Cabezudo 2003). Es así como la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, define a los humedales como ecosistemas que dependen de la inundación o saturación de la superficie del substrato, sea esta constante o temporal, la cual determina las características físicas, químicas y biológicas del ecosistema (Fariña & Camaño 2012). En Chile, el Decreto N° 771 de 1981 del Ministerio de Relaciones Exteriores, que promulgó en nuestro país la Convención de Ramsar, define humedal como “las zonas húmedas que dividen en áreas de ciénagas, pantanos, áreas de musgos o agua, sean estas naturales o artificiales, permanentes o temporales, de aguas estáticas o corrientes, frescas, con helechos o saladas, incluyendo zonas de agua de mar cuya profundidad no exceda de seis metros durante la marea baja”. Sin embargo, esta transcripción de la definición de humedales de la Convención Ramsar no corresponde exactamente al texto de la Convención. Una diferencia clara se da en la exclusión de los ecosistemas de turberas, que sí forma parte de la definición de la Convención (Vivanco 2017). Otra definición la proporciona el Reglamento de Suelos, Aguas y Humedales de la Ley Nº 20.283, dictado por el Decreto N° 82 de 2010 del Ministerio de Agricultura, que estableció para efectos de dicho reglamento, que se entenderán como humedales los “ecosistemas asociados a sustratos saturados de agua en forma temporal o 3 permanente, en los que existe y se desarrolla biota acuática y, han sido declarados Sitios Prioritarios de Conservación, por la Comisión Nacional del Medio Ambiente, o sitios Ramsar. Para efectos de delimitación, se considerará la presencia y extensión de la vegetación hidrófila. Tratándose de ambientes que carezcan de vegetación hidrófila se utilizará, para la delimitación, la presencia de otras expresiones de biota acuática”. A su vez, la Estrategia Nacional sobre Humedales Costeros (MMA 2018), propone una definición operacional de humedales que los considera “ecosistemas asociados a sustratos saturados temporal o permanentemente de agua, los cuales permiten la existencia y desarrollo de biota acuática”. Así, los humedales son muy diversos y difíciles de delimitar, particularmente los costeros que se distribuyen en zonas temperadas con hidroperíodos muy variables (Figura 1.1). En términos generales, el agua es el elemento principal que define a un humedal, por lo tanto, se los asocia con áreas que se inundan temporalmente, donde la napa freática aflora en la superficie o en suelos de baja permeabilidad cubiertos por agua poco profunda. Así, los tres componentes comunes que definen estos ecosistemas (Fariña & Camaño 2012) son: 1). La presencia de agua, ya sea a nivel superficial o en la zona de raíces, 2). Condiciones únicas del suelo diferentes a las del resto del substrato emergido y 3). La presencia de una biota característica adaptada a condiciones húmedas (como plantas hidrófitas) y, por lo tanto, ausencia de biota intolerante a las inundaciones. Las funciones medioambientales o servicios ecosistémicos, descritas para los humedales en la Convención de Ramsar, son tan diversas como relevantes: y van desde el control de inundaciones, recarga de napas subterráneas, estabilización de costas y protección contra marejadas, retención y exportación de sedimentos y nutrientes; hasta la mitigación del cambio climático, depuración de aguas, recreación y turismo, valor cultural, reservorio de diversidad biológica, entre otros. Los servicios