Bolskan, 20 (2003), pp. 93-103 ISSN: 0214-4999

El conocimiento del territorio emeritense: la ocupación romana

Carmen Barroso* - José A. Estévez** - Berta Marín*** Pedro D. Sánchez***

RESUMEN known through the bibliography and undertaking new studies about the geographical environment. En el marco de desarrollo del proyecto de inves- tigación «El territorio emeritense, 2000 años de his- toria: 1000 a. C. – 1000 d. C.» se viene potenciando INTRODUCCIÓN el conocimiento del entorno inmediato de la ciudad de Mérida durante ese periodo. Un equipo de inves- A finales del año 2000 la Dirección General de tigación está llevando a cabo un análisis de esa ocu- Enseñanzas Universitarias e Investigación de la Junta pación dentro de la época romana, basándose en la de aprobó el proyecto «El territorio recopilación sistemática de todo indicio, a partir de emeritense, 2000 años de historia: 1000 a. C. – 1000 la cual se está procediendo a la caracterización de la d. C.)», presentado por el Consorcio de la Ciudad ocupación del territorio, aportando nuevos datos a Monumental, dentro del Primer Plan Regional de I + los ya conocidos a través de la bibliografía científica DT, con una dotación de casi 30 000 euros y un desa- y acometiendo nuevos frentes con el estudio detalla- rrollo en tres años. El equipo investigador está inte- do del medio geográfico. grado actualmente por personal de tres instituciones: Consorcio de la Ciudad Monumental, Junta de Extre- SUMMARY madura e Instituto de Arqueología de Mérida (CSIC). El proyecto persigue profundizar en el estado Within the framework of the project «El territo- del conocimiento sobre el entorno de la ciudad de rio emeritense, 2000 años de historia: 1000 a. C. – Mérida a lo largo de los ya mencionados dos mil años 1000 d. C.», the knowledge of the environment of de historia, siendo el periodo central, precisamente, Merida during this period is being encouraged. An el de la fundación de la ciudad romana, y plantea un investigation team is carrying out an analysis of that diagnóstico del patrimonio arqueológico del territo- occupation in the Roman times, based on the syste- rio en estudio de cara a su mejor proyección científi- matic compilation of all the evidences. From this ca y social. compilation they are determining the occupation of Desde planteamientos metodológicos actuales the territory, adding new data to the information se entiende que no es posible comprender el desarro- llo y la dinámica histórica de la ciudad antigua sin abordar de forma paralela el estudio del territorio en * Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura. Direc- que se sitúa, del que se erige como centro y foco de ción General de Patrimonio Cultural. C/ , 14. Méri- actividades administrativas, económicas y culturales, da. pero del que, en última instancia, subsiste. Bajo esta ** Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura. Ofici- perspectiva se ha planteado desde el Consorcio de la na ARI de Cáceres. *** Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida. C/ Reyes Ciudad Monumental el proyecto «El territorio emeri- Huertas, 5. Mérida. tense, 2000 años de historia…», que persigue actua- 94 CARMEN BARROSO - JOSÉ A. ESTÉVEZ - BERTA MARÍN - PEDRO D. SÁNCHEZ

Fig. 1. Comarca de Mérida. ciones tanto en el campo de la investigación históri- El análisis morfológico, y con él las aproxima- co-arqueológica cuanto en el del diagnóstico y valo- ciones más cercanas a la organización del territorio ración del patrimonio arqueológico de la comarca de emeritense, se ha centrado fundamentalmente en la Mérida, de cara a la mejor comprensión de su pasado restitución del catastro en sucesivas tentativas por y, en última instancia, de cara a su disfrute social. parte de SILLIÈRES (1982), CORZO (1976), GORGES (1982 y 1983) y GURT y ARIÑO (1993). Esta imagen se ha venido a completar con el LA IMAGEN CONOCIDA conocimiento de los yacimientos arqueológicos DEL TERRITORIO EMERITENSE mediante la realización de prospecciones intensivas del territorio, que han posibilitado la aproximación a El territorio de la colonia romana de Emerita la distribución de los asentamientos rurales romanos Augusta no nos es en absoluto desconocido, sino que y su distribución en la cuenca del Guadiana a través ha sido objeto de estudios sucesivos y a día de hoy se de trabajos como el realizado recientemente por cuenta ya con una abundante literatura científica que RODRÍGUEZ MARTÍN (1999). ha venido a reflexionar sobre la organización del te- Recientemente, SAQUETE (1997) publicaba una rritorio emeritense en época romana y posteriores. revisión exhaustiva y reflexión acerca del proceso de Ya desde la experiencia de la arqueología espa- fundación de la colonia Emerita Augusta y su organi- cial, que fuera abordada por parte de la Universidad zación político-administrativa1. de Extremadura en los años ochenta, con estudios Los límites del territorio de Emerita Augusta novedosos como el de E. CERRILLO (1984), quien rea- han sido objeto de análisis por parte de diversos auto- liza consideraciones de carácter global acerca de la res. RAMÍREZ SÁDABA (1993) establecía la frontera estructuración de la vida rural en Extremadura en sur en las proximidades de Valencia del Ventoso2, época romana, así como el estudio realizado por FER- NÁNDEZ CORRALES (1988), que evalúa la ordenación del poblamiento romano en Extremadura a través de 1 HIGINIO GROMÁTICO. Res gestæ; TÁCITO. Annales. la aplicación del corpus metodológico generado 2 En la definición del territorio se cuenta con dos hitos (LE desde la arqueología espacial en boga. ROUX 1999: 268), el hallado en Montemolín, a 105 km de Mérida, EL CONOCIMIENTO DEL TERRITORIO EMERITENSE: LA OCUPACIÓN ROMANA 95 limitando con la ciudad de Nertóbriga y HABA (1998) cuando afirma que la arqueología del territorio es una avanzaba una primera aproximación al conocimiento arqueología de la formación social (SASTRE, 2001). del territorio perteneciente a Metellinum, con el que Las múltiples dimensiones del territorio que Mérida limitaría al este. envuelve una ciudad como Emerita Augusta requieren Por su parte, LE ROUX (1999), a partir de lectu- una lectura que entienda el espacio de manera multi- ra de los textos gromáticos, no parece albergar dudas dimensional, sin olvidar que los aspectos administra- acerca de la organización administrativa de Mérida, tivos, económicos y sociales no van a coincidir en el que debería contar con tres prefecturas, Mullica, espacio, y que además van a evolucionar de forma Regio Turgaliensis y Feroniæ. diversa con el paso del tiempo. La aproximación a esta organización y a esta evolución, así como al diá- logo que se ha de establecer entre estos diferentes pla- PROPUESTAS PARA UNA REVISIÓN DE LA nos de una misma realidad arqueológica, es la que IMAGEN TERRITORIAL CONOCIDA subyace en la pretensión que, del conocimiento sobre el territorio, impulsamos desde el proyecto de investi- Abordamos la aproximación al paisaje desde la gación para el estudio del territorio emeritense. recopilación de experiencias anteriores, las simula- Nos acercamos así a las formas de trabajar vis- ciones teóricas y el establecimiento de nuevas premi- lumbradas por otros autores, como J. M.ª Palet, quien sas para un territorio que cuenta con fuentes particu- en 1999 daba a conocer los resultados de una aproxi- lares para su estudio. mación morfológica heredera de una tradición impul- Sin embargo, a la hora de abordar la construc- sada desde el ámbito universitario francés, represen- ción de un marco conceptual en el que encuadrar el tado por P. Leveau o G. Chouquer y F. Favory. J. M.ª estudio de la ocupación y explotación del territorio de Palet abordaba el conocimiento del Plà de Barcelona Emerita Augusta dentro de la actual arqueología del en época, siguiendo los ejes marcados por P. Leveau paisaje, nos situamos ante un panorama extremada- (Université d’Aix-en-Provence), mediante un estudio mente complejo y rico en cuanto a la reflexión teóri- diacrónico de la organización territorial. Utiliza una ca, como bien ha señalado OREJAS (1991). Siguiendo metodología específica que PALET (1997) encuadra a esta autora, la expresión arqueología del paisaje se dentro de la arqueología del territorio con el fin de encuentra caracterizada fundamentalmente por el «definir els models d’ocupació de l’espai en diferents «dinamismo y flexibilidad que garantizan una cons- períodes» y que plantea, por tanto, el estudio del tante discusión, un avance multidireccional, abierto e territorio antiguo desde el análisis del paisaje actual. integrador», de modo que se acojen y suceden bajo Sin duda, un trabajo de estas características debe ser dicha denominación términos como espacio, territo- afrontado desde la multidisciplinariedad, al combinar rio, medio ambiente, paisaje…, que dan lugar a una el estudio de la evolución del paisaje físico con el de arqueología del territorio, a una arqueología del pai- la organización social. saje, etc. Para la identificación del trazado de la centuria- Ante este panorama, nos interesa el acercamien- ción asociada a la ciudad, se propone una revisión to a la arqueología del paisaje concebida como cien- mediante prospecciones e incluso sondeos arqueoló- cia para el estudio del espacio social, de manera que gicos en los posibles límites, que ayuden a su defini- el objetivo no es el paisaje sino la sociedad antigua. ción. Así mismo, los resultados de las prospecciones Es esta una posición a la que se llega asumiendo pers- arqueológicas van a completar, sin duda, el conoci- pectivas anteriores procesuales (funcionalista) y miento del paisaje con la identificación de los espa- postprocesuales (arqueología simbólica, arqueología cios de explotación, mediante la reflexión sobre las marxista, arqueología del poder…) (OREJAS, 1998). posibilidades del medio y su posible evolución, y de Desde esta perspectiva nos interesa la arqueología en los espacios de transición y de los espacios de circu- los términos también anunciados por Nocete en 1999, lación, a partir de simulaciones teóricas. en el cortijo del Santo: Termin[us] / s aug[ustalis] para[torum] / EL PROYECTO col[oniæ] Aug[ustæ] Emeritæ. El segundo hito es de época de Domiciano [81-96 dC.]: Imp[eratore] Domiti / ano Cæs[are] La realización del proyecto sobre la ocupación Aug[usto] / divi Aug[usti] Vesp[asiani] f[ilio] / augustalis te / rmi- nus c[olonorum] c[oloniæ] C[laritaits] Iu[liæ] / Vcubitanor[um] territorial de la colonia emeritense intenta, desde una inter Aug[ustanos] Emer[itenses]. doble vertiente, recopilar lo ya realizado por otros 96 CARMEN BARROSO - JOSÉ A. ESTÉVEZ - BERTA MARÍN - PEDRO D. SÁNCHEZ investigadores precedentes más la suma de las nuevas La tercera parte es la planimetría, con un volu- aportaciones en las que se está trabajando reciente- men de información mayor donde aparecen referen- mente. cias de ubicación y en conexión directa, a través del De este modo, el primer paso fue consultar, navegador de un plano general o de detalle de cada investigar y analizar cada uno de los yacimientos uno de los asentamientos localizados, así como sus recogidos en la Carta Arqueológica de Extremadura, coordenadas reales. centrando nuestro esfuerzo en los ubicados en la En cuarto lugar, nos encontramos con los espa- comarca emeritense, marco del estudio. Necesaria- cios donde van las referencias de tipo toponímico, mente, la información arqueológica se tamizó dese- obtenidas a través del análisis comparativo de cada chando algunas variables, cuya importancia para uno de los mapas utilizados en el proyecto. nosotros era escasa, como por ejemplo los propieta- Seguidamente, y en quinto lugar, aparece un rios de las diferentes fincas objeto de prospección, apartado destinado a la bibliografía existente sobre el elementos de tipo administrativo, etc. De esta mane- yacimiento objeto de análisis, lo que nos permite la ra se utilizó aquello que pudiese aportarnos datos consulta de cualquier estudio relacionado con el concretos sobre asentamientos romanos, localiza- tema, así como su localización espacial dentro de los ción, coordenadas, posible evolución ocupacional, fondos bibliográficos de cualquier biblioteca nacio- estado de conservación, etc. nal. También se incluye en este espacio un lugar des- En este primer paso, la consulta de la Carta tinado a las fuentes antiguas, que nos están sirviendo Arqueológica de Extremadura supuso superar una para profundizar y obtener nuevos datos sobre la evo- serie de dificultades, como la duplicidad de fichas, lución del territorio. muchas de ellas con datos contradictorios, informa- Finalmente, damos importancia al análisis mi- ción incompleta o errores en las coordenadas, que al nucioso de cada uno de los vestigios de la cultura pasarlas a soporte informático no correspondían con material recogidos en las distintas prospecciones, así la localización real. Así mismo, también hubo pro- como una nueva revisión del material de las excava- blemas con la base de datos cedida por la administra- ciones ya publicadas para, de esta manera, poder ción para centralizar la documentación, por lo que obtener datos fiables de contextos arqueológicos hubo de crearse una nueva. inalterados, información que no pueden aportarnos, Toda esta información se está vertiendo en un hasta el momento, las prospecciones arqueológicas. ordenador para interrelacionarla con otros elementos arqueológicos que se incorporan diariamente a la base de datos del Consorcio de la Ciudad Monumen- CARTOGRAFÍA tal de Mérida, fruto de las excavaciones arqueológi- cas urbanas realizadas o supervisadas por este orga- Un elemento importante, con el que se podría nismo. En esta línea de trabajo, iniciada ya para la trabajar en cualquier territorio de una colonia romana, ciudad de Mérida en el último decenio del pasado es la presencia de los restos del documento oficial en siglo, se elaboró una nueva herramienta con una ven- bronce que nos permitiría conocer su verdadera orga- tana única, a partir de la cual se pudiese navegar por nización. Sin embargo, salvo raras excepciones la información que se iba a obtener, tanto de las pros- (ARIÑO y GURT, 1993: 65)3, nos falta una documenta- pecciones como de la propia Carta Arqueológica. ción cartográfica clara que nos oriente sobre su estruc- La ficha, de fácil manejo, está dividida en seis turación. En este caso, únicamente contamos con la zonas de trabajo, y en ella, inicialmente y a simple presencia de un fragmento broncíneo de forma, aun- vista, podemos ubicar un primer grupo de celdas que según las publicaciones al respecto (SÁEZ, 1990), donde se localizan los datos administrativos, como está relacionado con la organización de parte de un por ejemplo el número de registro del yacimiento, territorio pero sin vínculos aparentes con la estructu- nombre, situación, etc., seguidos de los distintos ración de las tierras de la colonia emeritense. campos donde van todas las referencias de tipo carto- gráfico, lo que supone la inclusión de coordenadas, litología, edafología, visibilidad, proximidades a 3 «Como paralelismos formales hay que destacar que tam- corrientes de agua, etc. Todos estos datos son de inte- bién en Orange, en el catastro A, aparecen centurias rectangulares que por sus dimensiones deben ser de 40 x 20 actus. Este catastro rés para poder comparar y establecer similitudes o debe pertenecer a la colonia de Arelate (Arlés) y datarse en el diferencias en las formas del poblamiento rural en momento fundacional. En el año 46 a. C., como se ve fecha no época romana, entre otros aspectos. lejana a la limitatio emeritense». EL CONOCIMIENTO DEL TERRITORIO EMERITENSE: LA OCUPACIÓN ROMANA 97

Las referencias cartográficas que estamos utili- cida como Vía de la Plata, que no es más que la zando sobre la comarca se remontan al siglo XVIII. De superposición de tres itinerarios en dirección Sur, los esta manera tenemos mapas editados por ingenieros4, cuales unían Emerita con diferentes ciudades béticas. donde aparecen datos más o menos precisos sobre Sin embargo, en este mapa se omite información, que ciertas partes del territorio emeritense, con informa- sí aparece en el editado por este mismo Instituto en ción complementaria de sumo interés a la hora de es- los años noventa, pese a poseer una escala diferente, tudiarlo, y que están siendo de gran ayuda para de ver 1/25 000, aparecen referencias en el plano que no se la evolución del mismo a lo largo de los siglos y las encontraban en el anterior y que son necesarias a la posibles pervivencias en el tiempo. hora de realizar cualquier prospección. Así, por ejem- Con posterioridad, a fines del siglo XIX, se edi- plo los topónimos silillo o castillejos, de gran interés taron algunos mapas y planos, como el de COELLO para realizar una prospección en la zona, no aparecen (1988), que se centra en el análisis más o menos en el primer mapa, aunque sí son recogidos en este minucioso de los núcleos urbanos, incluyéndose la segundo más reciente. ciudad de Mérida, donde aparecen referencias al Otro elemento importante es la presencia en este ámbito periurbano de la ciudad en aquel momento, último documento cartográfico de cotas absolutas y aunque, en la actualidad, estos espacios han sido coordenadas UTM, lo que nos permite obtener loca- engullidos progresivamente por el núcleo urbano. Sin lizaciones topográficas rápidas y una relación de altu- embargo, la información que aporta ayuda a conocer ras, respecto al nivel de mar, que posibilita interrela- la evolución de determinados espacios al cotejar cionar cada uno de los yacimientos. estos datos con los que aparecen en los diferentes Los nuevos sistemas de posicionamiento por mapas editados años después. satélite empleados en la actualidad han permitido que La información que se está utilizando con mayor dejemos de utilizar las antiguas referencias en gra- asiduidad, y que es de inestimable ayuda a la hora de dos, minutos y segundos. De igual modo, las referen- analizar el terreno, la proporciona el conocido como cias de localización que aparecen reflejadas así en mapa topográfico, editado por el Instituto Geográfi- alguna de las fichas antiguas de la Carta Arqueológi- co Nacional en 1941 a escala 1/50 000, donde afortu- ca, una vez registradas, se han convertido a UTM nadamente aparece gran cantidad de datos sobre el para que sean utilizadas de forma conjunta con las territorio y que todavía no han sido alterados por las que se están obteniendo en la actualidad. remodelaciones que se produjeron años después en la Todas estas nuevas herramientas de localización cuenca del Guadiana con la elaboración del conocido y posicionamiento son necesarias para poder trabajar Plan . científicamente en numerosos aspectos dentro del Este nuevo planteamiento del paisaje supuso territorio emeritense, y constituyen a la vez un verda- una pérdida importante de información arqueológica dero catálogo, el cual permite salvar a muchos de y una nueva estructuración en las parcelas y vías de estos yacimientos de los impactos que tienen sobre comunicación existentes en la zona. Más tarde, en los ellos las obras de infraestructura que están prolife- años ochenta, se realizaron nuevas concentraciones rando con bastante asiduidad en las proximidades de parcelarias en zonas próximas a la capital emeritense, Mérida. eliminando una información cartográfica importante Con el uso del GPS en nuestro proyecto se ha que afortunadamente sí está recogida en este mapa. hecho indispensable la utilización de la cartografía de De esta manera, aparecen datos sobre trazados tipo digital, facilitada por las diferentes administra- de caminos antiguos, referencias toponímicas de gran ciones competentes en temas de urbanismo y ordena- interés para la localización de asentamientos, calza- ción del territorio, y que proporciona gran rapidez a das romanas que aparecen indicadas con el nombre la hora de introducir elementos e interrelacionarlos de calzada romana o el topónimo la calzada, tal y con otros programas de la base de datos. Sin embar- como sucede con la que unía la capital de la Lusita- go, al utilizar esta cartografía contamos con los pro- nia con el puerto de Lisboa o con la zona sur emeri- blemas de la omisión de información de tipo toponí- tense; el topónimo nos indica la presencia de la cono- mico, que es de inestimable ayuda a la hora de plantear una prospección intensiva o elaborar un mapa de concentración de yacimientos en un área concreta. 4 Mapa de comunicaciones de 1793 de Joachin de Iturbide, donde aparecen referencias a la cuenca del río Guadiana, entre De esta manera, el trabajo con la cartografía, Badajoz y Mérida, así como a la cuenca del Guadalquivir. pese a que estamos iniciando un largo proceso de 98 CARMEN BARROSO - JOSÉ A. ESTÉVEZ - BERTA MARÍN - PEDRO D. SÁNCHEZ análisis, supone la confrontación de la información gran utilidad a la hora de emplear las técnicas de tele- ofrecida por los diferentes mapas editados hasta la detección, siempre en colaboración con otros centros fecha, sin olvidarnos de las publicaciones cartográfi- de investigación con medios suficientes para sacar cas militares o la carta digital de España, cuyos con- partido a dicha técnica. tenidos son analizados minuciosamente y compara- Las fotos que estamos empezando a analizar y a dos con el resto del material existente sobre la tratar informáticamente corresponden al conocido comarca emeritense. como vuelo americano, realizado durante 1956, que Todo lo anterior nos lleva, inicialmente, a plan- inicialmente está dando unos resultados aceptables a tear prospecciones selectivas en determinadas zonas la hora de localizar antiguos trazados de caminos, de gran interés, a confirmar la presencia de estructu- junto a estructuras emergentes en superficie, visibles ras o restos de cultura material en zonas cuya toponi- en aquel momento, aunque, debido a los movimien- mia es recogida en los mapas antiguos, a la localiza- tos de tierra efectuados con posterioridad, únicamen- ción de canteras de diferente material constructivo, a te se conservan escasos vestigios en superficie. Buen trazar las fosilizaciones de las antiguas calzadas que ejemplo de ello es el trazado de la conocida como Vía confluían hacia la colonia emeritense, así como de de la Plata, donde, al ampliar en el ordenador la ima- posibles restos de la divisio emeritense, y a entender gen, son visibles algunas posibles estructuras asocia- cómo ha evolucionado el paisaje próximo a la colo- das a la vía y en las proximidades de la colonia eme- nia desde el periodo romano hasta nuestros días. ritense. Los cambios de tonalidad y la recreación tridimensional a través del estereoscopio, junto con las diferentes tonalidades del blanco y negro sobre el FOTOGRAFÍA AÉREA terreno, nos indican la presencia de vestigios que tenemos que confirmar a través de la prospección. Otra herramienta que está siendo utilizada en También hay que mencionar la superposición de nuestro proyecto, aunque de momento de forma las fotografía aéreas con los mapas digitales, ajustan- menos frecuente, es la fotografía aérea, sin olvidar- do, claro está, el factor de escala, aunque hasta el mo- nos de la presencia de las ortoimágenes de satélite, de mento los resultados iniciales no son muy satisfacto-

Fig. 2. Fotografía aérea de la ciudad de Mérida. EL CONOCIMIENTO DEL TERRITORIO EMERITENSE: LA OCUPACIÓN ROMANA 99 rios, ya que existen desajustes mínimos entre las es- incluidos en el soporte informático, van a ser revisa- calas de los diferentes mapas y las fotografías aéreas, dos nuevamente y relacionados con el resto de asen- que nos pueden llevar a errores de interpretación tamientos que se conocen en las proximidades. Un sobre los elementos fosilizados en el paisaje emeri- ejemplo significativo es la intervención realizada en tense. el vial en 1996, donde se documentaron los restos de Tampoco dejamos a un lado vuelos aéreos más estructuras de tipo agropecuario e industrial, refleja- recientes, donde se introduce el color en las imáge- dos en su correspondiente memoria de excavaciones nes, así como elementos paisajísticos cambiantes que (SÁNCHEZ y ALBA, 1998), y que se están poniendo en son cotejados con los vuelos anteriores para intentar relación con estructuras cronológica y morfológica- sacar el mayor partido a esta serie de herramientas mente similares exhumadas en otros espacios próxi- analizadas minuciosamente en el laboratorio. mos, como en la barriada de Plantonal de la Vera, Bodegones o en la zona norte emeritense. La presen- cia de estos asentamientos, junto con los resultados CONSULTA Y REVISIÓN DE de las prospecciones, de las que hablaremos poste- INTERVENCIONES ARQUEOLÓGICAS riormente, hace que se baraje la posible existencia en ANTERIORES las proximidades de Mérida de una serie de estable- cimientos rurales con unas determinadas característi- Dentro de la labor de gabinete está la consulta y cas comunes, que siguen patrones de ocupación simi- revisión de intervenciones arqueológicas realizadas lares y con una cronología bastante temprana. anteriormente por otros investigadores y que nos pue- den aportar nuevos datos para el conocimiento de ese espacio del territorio emeritense. LA REALIZACIÓN DE Así, con la realización de obras de infraestructu- PROSPECCIONES SISTEMÁTICAS ra en las proximidades de la actual capital autonómi- ca extremeña, la información sobre asentamientos Lógicamente, cuando se inicia un proceso de rurales se ha visto incrementada, ya que tradicional- prospección sobre un territorio determinado, se debe mente y hasta hace unos años en la provincia de partir de lo que con anterioridad se ha realizado sobre Badajoz había que ceñirse a las publicaciones de la dicho espacio. De esta manera, además de lo recogido villa de Las Tiendas (ÁLVAREZ, 1970), Pesquero en la Carta Arqueológica de Extremadura, existen (RUBIO, 1988) y Torre Aguila (RODRÍGUEZ MARTÍN, publicaciones donde se recoge información y datos de 1988). Estos asentamientos, junto con la publicación interés sobre asentamientos rurales romanos en zonas de la memoria de excavaciones de la villa romana de que abarca nuestro estudio. Estas prospecciones, rea- La Cocosa (SERRA, 1947), han proporcionado datos lizadas en los años ochenta por investigadores como de gran valor para empezar a conocer el hábitat rural GORGES (1986) o RODRÍGUEZ DÍAZ (1986), nos dan en la cuenca media del Guadiana, estableciendo una visión muy general pero a la vez valiosa de la ocu- secuencias ocupacionales obtenidas fidedignamente pación romana en parte del antiguo territorio de la co- a través de los contextos arqueológicos. Sin embargo, lonia emeritense. esta información, importante pero insuficiente, ha ido Nuestra pretensión inicial fue realizar una pros- aumentando progresivamente en los últimos años, al pección intensiva en un área superior a 1000 km2, conocerse otra serie de asentamientos que han podi- pertenecientes a la actual comarca emeritense, para do ser excavados paradójicamente gracias a las obras después, en una futura prórroga del proyecto, ir ale- de infraestructura que se han venido realizando en la jándonos de la antigua colonia. región extremeña y más concretamente en la zona El tamaño del área a prospectar era muy exten- que ocupa nuestro estudio. Buen ejemplo de ello son so para poder abarcarlo en su totalidad, por lo que se los seis asentamientos que se han excavado en la procedió a delimitar subzonas de prospección que zona de afección de la autovía de la Plata en un radio coincidirían con los puntos cardinales. de unos 15 km en torno a Mérida y cuyos resultados La primera parte del territorio objeto de pros- van a ser publicados próximamente, y pasarán a for- pección fue la denominada como zona sur. Este espa- mar parte de la base de datos del territorio emeritense. cio, delimitado topográficamente por la sierra de la Otros asentamientos, por el contrario, sí están Moneda, San Serván y el cauce del río Guadiana, está publicados, y tanto los datos estratigráficos y plani- caracterizado por terrenos pobres, con abundantes métricos como la cultura material, que ya han sido gravas del Cuaternario en las zonas próximas a la ciu- 100 CARMEN BARROSO - JOSÉ A. ESTÉVEZ - BERTA MARÍN - PEDRO D. SÁNCHEZ dad y terrenos arcillo-arenosos al alejarnos de la que quedarán todavía yacimientos por localizar debi- urbe, con algunos afloramientos de dioritas de gran do a la cercanía de este importante eje de comunica- dureza. Las suaves lomas y pequeños riachuelos, de ción en época romana. cauce irregular, que vierten sus aguas hacia el Gua- En la zona norte la prospección se planteó de diana, caracterizan este paisaje. igual modo, con un espacio delimitado por las estri- Actualmente destaca una alternancia de cultivos baciones de sierra Bermeja (Cornalvo) y la sierra de de secano (vid y olivo) junto con espacios de regadío Carija, ubicado todo en el término municipal de Mé- (maíz, tomates, etc.). En el término municipal de rida y parte del de . Esta amplia zona está Calamonte y parte del de Mérida (zona sur) se reali- caracterizada por tierras de tipo granítico con cultivos zó en los años ochenta una concentración parcelaria de cereal y presencia de dehesa con encinas y alcor- importante, por lo que muchas de las formas fosiliza- noques, con vegetación destinada al pastoreo de das del territorio cambiaron irremediablemente en vacas y ovejas. La topografía del terreno es bastante este área. Se plantearon por parte de CORZO (1976: ondulada, con una escasez de riachuelos que siguen 217-233) posibles restos de centuriaciones en esta la orientación Norte-Sur para desembocar en el Gua- zona, aunque por nuestra parte van a ser tomados con diana. cautela para ser analizados y estudiados. La presencia desde época antigua de la conocida La prospección se planteó de forma intensiva como Vía de la Plata (ROLDÁN, 1971) también marca recorriendo un amplio espacio sin dejar zonas inter- el sentido de la prospección en este espacio, ya que medias para evitar lagunas en los mapas de concen- existen tramos perfectamente conservados de esta tración de yacimientos que se elaboran. El número vía, alrededor de la que se sitúan numerosos asenta- habitual de prospectores es de cinco, provistos de un mientos, algunos de los cuales conservan estructuras GPS, así como de fichas de campo para anotar los en buen estado, como es el caso de Casa Herrera datos más significativos. La distancia entre los pros- (CABALLERO y ULBERT, 1976) y todo su entorno, pectores es de 10 m, por lo que existe muy buena mientras que el resto presentan tégulas e ímbrices en visibilidad entre ellos. superficie, con abundante cerámica pero sin restos de Los primeros hallazgos se centraron en los restos muros, tal y como sucedía en la zona sur. del rudus de la vía romana conocida como de la Plata, En la zona este los límites naturales están mar- que en esta zona sur va a ser un eje fundamental a la cados por el río Guadiana y las primeras estribacio- hora de plantear la prospección, alrededor de la cual nes de la sierra de . Este espacio, ocupado se localizaron una serie de yacimientos. En el lado por tierras con afloramientos de granito, junto con izquierdo de la calzada, en una amplia zona, se locali- terrenos cuaternarios, posee una vegetación muy zaron los sitios de El Berrocal, La Coscoja, La Here- diversa compuesta por vid, olivos, cereales y zonas dad, La Fernandina, Castillejos (SÁNCHEZ, 2000), de regadío en las proximidades del Guadiana. Cerro Pulido, etc. Todos ellos ofrecían patrones de Actualmente se está empezando a prospectar en asentamiento similares con restos de estructuras zonas donde se han localizado varios asentamientos, semienterradas y con abundante material constructivo organizados entorno a dos calzadas, la que se dirige a en sus proximidades. La presencia de sigillatas en Medellín y otra considerada tradicionalmente en estos yacimientos es una constante, así como abun- dirección a Córdoba, aunque está en fase de revisión dante material relacionado con recipientes de almace- (SÁNCHEZ y MARÍN, e. p.). Los asentamientos de Siete naje. El material recogido está en fase de estudio y nos Colchones, La Tijera, etc., demuestran unos patrones permitirá aproximarnos al momento de ocupación de de asentamiento similares, con una presencia de estas tierras, intentando relacionar estos asentamien- material, en fase de estudio, y estructuras en superfi- tos con los ubicados en las proximidades de la ciudad. cie en un estado de conservación bastante aceptable, En el lado derecho, se localizó también un nú- como es el caso de Siete Colchones. mero considerable de yacimientos en la zona de Ce- La última zona a prospectar es la situada al rro Verde, La Rinconada, La Moneda, Los Monteci- oeste de la ciudad, espacio amplio que limita con el llos y Cantarrana, a los que se deben sumar los seis término de Montijo y que trascurre paralela al cauce excavados en el trazado de la autovía de la Plata, lo del río Guadiana. Este espacio, al igual que sucedía que nos indica una importante concentración de con los anteriores, está caracterizado por suaves coli- poblamiento de época romana en esta zona. nas con una vegetación diversa de matorral, encinas, Queda todavía por prospectar una amplia banda, alcornoques y zonas regables, cuando nos vamos paralela al trazado de la calzada, donde consideramos aproximando a las poblaciones de y EL CONOCIMIENTO DEL TERRITORIO EMERITENSE: LA OCUPACIÓN ROMANA 101

Fig. 3. Estructura conocida como Siete Colchones.

Esparragalejo, y con terrenos graníticos en las pro- pervivencia), como entorno vital donde interactúan ximidades de la sierra de Carija, con zonas con terre- entre sí los elementos físicos, biológicos, económi- nos cuaternarios más fértiles ubicadas en las proxi- cos, sociales, culturales y estéticos con el individuo y midades del río. la comunidad en que vive. Se formularán en suma Al igual que sucedía con las otras zonas pros- cuestiones sobre patrones de asentamiento, evolución pectadas, las calzadas romanas van a ser un elemen- del poblamiento o aspectos de organización econó- to fundamental en el paisaje. Así, en esta zona es visi- mica, social y política. Para ello, avanzamos en la ble el tramo que se dirigía a Lisboa, ubicado en la construcción de una potente herramienta de análisis zona conocida como La Calera, con restos de estruc- que nos posibilite contrastar hipótesis de trabajo, de mo- turas, algunas de ellas de tipo funerario, e instalacio- do que los datos acumulados en este proceso de reco- nes rurales como Araya, El Escobar, El Prado, la villa pilación van a formar parte de un sistema de infor- de , la villa de Canchales, etc., con mación geográfico (SIG), cuyo potencial es innecesario muros perfectamente conservados, en algunos casos, desgranar en estas líneas al ser una herramienta y con una cultura material de cerámicas comunes y ampliamente conocida por la bibliografía científica. sigillatas que están en fase de estudio. Los mecanismos utilizados para esta reconstrucción de la ocupación en época romana serán la infor- mación historiográfica, cartográfica y arqueológica CONCLUSIONES (trabajos de campo), a las que podríamos añadir aná- lisis de elementos medioambientales que pueden Los resultados finales del estudio que aquí se influir en el establecimiento de asentamientos y en su presentan deben ir desde la concepción inicial del tra- evolución diacrónica. bajo enfocados en una triple y complementaria direc- La segunda de las vías de aproximación es la ción. referida a la gestión administrativa de esos bienes La primera de ellas es la referida a los funda- culturales conocidos tras la etapa puramente investi- mentos propios de un trabajo científico desarr