Historia De La Enfermedad De Hansen En Santander Cronologia De La Enfermedad De Hansen
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HISTORIA DE LA ENFERMEDAD DE HANSEN EN SANTANDER DEFINICION Es una enfermedad infecciosa crónica, granulomatosa, causada por el bacilo no cultivable, el mycobaterium leprae o bacilo de hansen, este tienen una predilección por la piel, nervios periféricos, segmento anterior del globo ocular, testículos, vía aéreas superior, riñón. El agente causal es el mycobaterium leprae o bacilo de hansen , que es una mycobacteria acido alcohol resistente , atoxica , de baja patogenicidad , de lento crecimiento , por lo que la replicación de los bacilos dura 14 días , factor que determina el largo periodo de incubación y su evolución lenta , este bacilo ataca primordialmente las células de schwann del sistema nervioso periférico y macrófagos, además tiene una predilección por las células de las partes frías del organismo nervios periféricos ,orejas ,área nasal. Signos y síntomas: pacientes con cualquier tipo de lesión cutánea no congénita de larga evolución que curse manchas hipocromicas, eritemato –hipocromicas con alteración de la sensibilidad térmica, táctil, dolorosa, con o sin sudoración, con o sin alopecia o paciente con áreas corporales de hipo o anestesia, con engrosamiento de 1 o más troncos nerviosos periféricos o problemas motores distales en manos o pies. Las principales complicaciones ocurren en las formas anergicas lepra lepromatosa y bordeline lepromotosa debido o poco o nula respuesta celular en estos pacientes se presentara: edema en miembros inferiores , infiltración de cara , maderosis , queratitis , iritis , deformidades en manos y pies, aplastamiento del tabique nasal ,atrofia testicular , impotencia , ginecomastia , insuficiencia renal crónica secundaria a amiloidosis renal. CRONOLOGIA DE LA ENFERMEDAD DE HANSEN Del Curo a Contratación l Periodo: Desde la segunda mitad del siglo XVl hasta 1873. En 1775 el cabildo de la villa de Nuestra Señora del Socorro, pidió al virrey Guirior, se construyera allí un hospital de San Lázaro, y entre otras providencias preliminares el Gobierno nombro reconocedor oficial a Juan Bautista de Vargas, médico de la universidad Angélica, residente de Bogotá. En memorial fechado en el socorro 18 de Mayo de 1775 se dice que si no se pone remedio al mal, se extinguirá el comercio de los efectos de algodón, por el peligro de q ue en los tejidos se difunda el contagio en todas las provincias y se pida que se construya un hospital, fuera de la villa, para que en él se recojan los hansenianos. Por ese tiempo el cura del socorro resolvió no poner agua bendita en las pilas, alegando que los hasenianos metían las manos en ellas y temía se pegara el mal a los sanos. Hacía entender que el mal se extendía sobre todo porque los hansenianos de aquellos lugares eran los que tejían e hilaban más y esas telas iban a todo el Reino. El mismo cura en el informe decía del 17 de julio de 1775, que el mal había llego al socorro hacía 35 años, 1740, en una sola persona, que el derecho canónico permitía la separación de los consortes y declaraba nulo los esponsales y que de esa villa era difícil remitir a Cartagena los enfermos porque eran muchos y la distancia y fragosidad del camino muy grandes, y en fin, que eran muy pobres y no había fondos para trasladarlos. En un memorial del Socorro, fechado el 22 de junio de 1778, se dice que fue una mujer que llevo la elefancia al socorro, y no los alimentos y bebidas, pues algunos sostenían que el guarapo era el causante del mal. En este mismo año el Virrey Flórez y Maldonado, nombro reconocedor de los hansenianos de la provincia del Socorro al doctor Juan José de Cortez, antiguo protomédico de Santa Fe, francés de nacimiento, graduado en la universidad de Montpellier y en la tomística y que vivía en su hacienda lenguazaco feligresía de Suaita, jurisdicción de Vélez. Este Médico informo que en la villa del Socorro había 35 hombres y 32 mujeres hansenianos. O sea un total de 67 enfermos. En informes de la época se insiste que la lepra llegó a la villa procedente de Monpox. Por diferencias, por exageraciones posteriores, del médico cortes, el Gobierno envío, a finales de 1778, a las villas de San Gil y del Socorro a los Médicos Alejandro de Gastenboldo y Juan Bautista Leblond. En 1779 Leblond en una comunicación teórica dice que el mercurio obra mejor en la lepra que en el gálico, y a los hansenianos les conviene más un clima frío, y aconseja para el gálico el antimonio. No cree que sea necesario aislar a los hqansenianos que aún están en primero o segundo periodo y agrega que, ¨¨para los individuos que estén en tercer grado debe usarse con ellos el rigor de la ley¨¨ El gobierno da la orden de trasladar a Cartagena a los leprosos informados por el doctor Gastelbondo: De chiquinquíra 2, de Puente Real 2, de Guadalupe 1, de Villa del Socorro 20, de Simacota 2, de Villa de San Gil 1, de Barichara 5, de Curití 5, de Mogotes 12, de Ocamonte 2, de Sincelada 3, de Charala 3, de los confines 2, y de Oiba 1. En 1789 el gobierno comisionó al doctor Sebastián Prat para reconocer de nuevo a los hansenianos de San Gil y el Socorro. Este reconoció un total de 66 hansenianos y cinco dudosos, lo que significó un aumento de ocho a diez años sin contar con los muertos de la primera inspección. Esta situación hizo que comenzara a ventilarse de nuevo la necesidad de la fundación del Hospital de enfermos de hansen para San Gil y Socorro. En 1795 a raíz de un caso dudoso de lepra que se presenta en Santa Fe es claro que una teoría médica de la época se creía que el morbo gálico se podía convertir en lepra” más Fray Bernardo opino que era morbo gálico y que si no se le trataba se corrompían los humores, engendrando la terrible enfermedad de lepra o lazarino” En 1796 José Celestino Mutis a raíz de un reconocimiento de un enfermo escribió….” Creo que el mal de S. Lázaro se ha propagado de la provincia de Cartagena a lo interior de esta, pero especialmente de la villa del Socorro y san Gil considero la hoguera, que con el tiempo comunicara su fuego por todo el reino, sino se trata seriamente en atajarla. Piensen por allá como gustaren: que de la lepra, que cunden las provincias de este reino hay pruebas positivas del contagio. La propagación del mal que no depende del clima, que siempre ha sido el mismo, de las aguas, y aires ni de los comunes alimentos de aquellos habitantes que habrán sido los mismos. Siempre he sospechado que del abuso de alguno de estos alimentos conocidamente dañosos, como lo son las carnes saladas. Las frescas de cerdo y su manteca, no corregidas con el saludable uso y alimentos vegetales, habrá existido una disposición a contraer la enfermedad, luego que apareció la causa ocasionada por el contagio del veneno de algún lazarino. La misma rapidez con que va acudiendo el mal en las provincias desgraciadas es una prueba convincente de la realidad del contagio”…”De modo que trasplantados todos, no al lugar de su mayor infelicidad, como el hospital de Cartagena, ni a cualquiera otro país caliente, que le es conocidamente nocivo sino al que debería construirse en alguna de la tierras altas por la salubridad del aire y aguas frescas convenientes a la enfermedad, y de los alimentos vegetales, que se cultivan con facilidad en ellas, reunidos en tal lugar, sería lo mismo que extinguir de una vez para siempre un mal tan terrible”. Los habitantes de Santander prefirieron no permitir que sus familiares enfermos no viajaran al Hospital de Cartagena. En documento del 11 de Junio de 1812 el Mayordomo del Hospital de Villa de San Gil, pedía se le reintegrara por el ramo de S. Lázaro la suma que había dado para sostener nueve hansenianos aislados en un campo cercano. Parece que este primer leprosorio se fundó en el punto denominado “El curo”, en las vegas del rio Suarez, que se traslado a un clima benigno, con menos paludismo a Contratación en cumplimiento de la ley de 1861. Ya en tiempos republicanos, entre 1826 y 1831 el gobierno retomo la preocupación que sobre la lepra y los lazaretos existía desde tiempos coloniales. En el gobierno del general Francisco de Paula Santander, se expidió la segunda ley sobre lazaretos, del 5 de agosto de 1833, en la que se mando establecer en el territorio de la Nación tres lazaretos: El primero que debía comprender las provincias de Bogotá, Casanare, Neiva, Pamplona, Socorro, Tunja y Vélez; el segundo en Antioquia, Choco, Buenaventura, Popayán y Pasto; el tercero las de Cartagena, Riohacha, Monpox, Mariquita y Santa Marta. En cumplimiento de esta ley, El ejecutivo comisionó a la Facultad Médica o profesores de Escuela de Medicina de Bogotá presentar un informe sobre el establecimiento de lazaretos. La Facultad en el informe que presento en 1834, señalo los lugares en que debían fundarse tales lazaretos, sus condiciones y el método higiénico que debía observarse. La facultad comisiono al doctor Jorge Vargas, para visitar y modificar la organización del lazareto del socorro, ubicado en el curo y publico, con autoría principal del doctor José Felix Merizalde, que era el director de la facultad la Memoria que la Facultad Médica Presenta sobre los Lazaretos que manda la ley. La legislatura provincial del Socorro expidió las ordenanzas de 15 de octubre de 1851 y 29 de noviembre de 1853,que fueron reformadas más tarde por la ley 6 del 27 de diciembre de 1854, todas relativas al lazareto de El Curo, existente en aquella provincia. En estas se insiste que no se recibirían en el lazareto sino los enfermos de la provincia que carecieran absolutamente de los recursos, y a los cuales se les mandaba dar cinco reales por semana.