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Arqueología y Paleontología de la provincia de CATAMARCA COORDINACIóN GENERAL: Rita del Valle Rodríguez - EDICIóN Y COMPILACIóN: Mónica Alejandra López

Dirección Provincial de Antropología Provincia de Catamarca

Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Dirección Provincial de Antropología Provincia de Catamarca

Gobierno de la Provincia de Catamarca

Secretaría de Estado de Cultura Dirección Provincial de Antropología Departamento Educación y Difusión Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca Coordinación general: Lic. Rita del Valle Rodríguez Editor y compilador: Lic. Mónica Alejandra López Colaboración: Mgter. Sergio Antonio Alvarez, Ing. Gustavo Ariel del Viso y Srta. Mariana Deolinda Barrionuevo Diseño gráfico: Mariano Masariche. Fotos de tapa Pieza Central: Colección Museo Arqueológico Provincial Samuel Alejandro Lafone Quevedo. Andalgalá - Catamarca. Hornillo de pipa manufacturada en cerámica, ornamentado con rostros felínicos enfrentados, mostrando fauces. Asignación cultural Aguada, Periodo Agroalfarero Medio. Foto: José Luis Rodríguez. En “Tesoros Precolombinos del Noroeste Argentino”- Primer Edición. Bs As - Fun- dación Centro de Estudios Para Políticas Públicas Aplicadas (CEPPA), 2006- pp 220. Editor y compilador Matteo Goretti. Margen superior de la tapa- de izquierda a derecha: Colección Museo Arqueológico Provincial Condor Huasi - Belén - Catamarca. Puco o escudilla gris grabada. Cerámica. Asignación cultural Aguada, Estilo Hualfin. Periodo Agroalfarero Medio; Colección Museo Arqueológico Provincial Condor Huasi - Belén - Catamarca.Vaso con decoración antropomorfa y pintada en negro sobre rojo. Cerámica. Asignación cultural Ciénaga. Periodo Agroalfarero Temprano; Colección Museo Arqueológico Provincial Condor Huasi - Belén - Catamarca. Vaso antropomorfo decorado en rojo sobre crema, con una marcada protuberancia en la espalda. Cerámica. Asignación cultural Vaquerías. Periodo Agroalfarero Temprano; Colección Museo Arqueológico Provincial Condor Huasi - Belén - Catamarca. Vaso con decoración geométrica, pintado en negro sobre crema. Su cuerpo esta representado por tres caracoles. Cerámica. Asignación cultural Vaquerías. Periodo Agroalfarero Temprano. Colección Museo Arqueológico Provincial Condor Huasi - Belén - Catamarca. Campana manufacturada en bronce. Decorada con dos rostros humanos en cada lado. Asignación cultural Santa María. Periodo Agroalfarero Tardío. Colección Museo Arqueológico Provincial Condor Huasi - Belén - Catamarca. Jarra globular con cuello evertido y asa vertical. Decorada con motivos geométricos de colores rojo y marrón sobre ante. Cerámica. Asignación cultural Vaquerías. Periodo Agroalfarero Temprano; Colección Padre Baudilio Vázquez conservada en el Museo Arqueológico Provincial Eric Bóman – Santa María - Catamarca. Tocado elaborado en lámina de oro blando. Asignación cultural Ciénaga. Periodo Agroalfarero Temprano. Fotos: José Luis Rodríguez. Foto de contratapa Arte rupestre en Valle del Cajón –Dpto. Santa María. Petroglifo con representaciones antropomorfas y zoomorfas. Proyecto de Investigación: “El Uso del Espacio en COORDINACION GENERAL el Valle del Cajón (Dpto. Santa María, Provincia de Catamarca) Desde Las Primeras Aldeas Agrícolas Hasta el Imperio Inka”. Foto: María de Hoyos Lic. Rita del Valle Rodríguez

EDITOR Y COMPILADOR Lic. Mónica Alejandra López Fundación de Historia Natural Félix de Azara Departamento de Ciencias Naturales y Antropológicas CEBBAD - Instituto Superior de Investigaciones - Universidad Maimónides Hidalgo 775 P. 7º - Ciudad Autónoma de Buenos Aires COLABORACION (54) 11-4905-1100 int. 1228 / www.fundacionazara.org.ar Mgter. Sergio Antonio Alvarez Ing. Gustavo Ariel del Viso Srta. Mariana Deolinda Barrionuevo Impreso en - 2015

Se ha hecho el depósito que marca la ley 11.723. No se permite la reproducción parcial o total, el almacenamiento, el alquiler, la transmisión o la transformación de este libro, en cualquier forma o por cualquier medio, sea electrónico o mecánico, mediante fotocopias, digitalización u otros métodos, sin el permiso previo y escrito del editor. Su infracción está penada por las leyes 11.723 y 25.446.

El contenido de este libro es responsabilidad de sus autores

Arqueología y paleontología de la provincia de Catamarca / Rita del Valle Rodríguez ... [et.al.]. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Fundación de Historia Natural Félix de Azara, 2015. 336 p. : il. ; 24x17 cm.

ISBN 978-987-3781-14-8

1. Arqueología. 2. Paleontología. I. Rodríguez, Rita del Valle CDD 930.1

Fecha de catalogación: 22/05/2015 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

COORDINACION GENERAL Lic. Rita del Valle Rodríguez

EDITOR Y COMPILADOR Lic. Mónica Alejandra López

COLABORACION Mgter. Sergio Antonio Alvarez Ing. Gustavo Ariel del Viso Srta. Mariana Deolinda Barrionuevo

Dirección Provincial de Antropología Provincia de Catamarca

SUMARIO

10 PRóLOGO: PRIMERAS JORNADAS DE ACTUALIZACIóN Y DIVULGACIóN DE ARQUEOLOGíA Y PALEONTOLOGíA DE CATAMARCA

ARQUEOLOGíA

15 INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA DE CATAMARCA: PUEBLOS, PAISAJES E HISTORIA Daniel Olivera

17 CAPíTULO 1. EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL Aylen Capparelli, Rodolfo A. Raffino, Darío Iturriza, L. Anahi Iácona, Reinaldo A. Moralejo, María G. Couso, Juan D. Gobbo, Paula Espósito, Milagros A. Moretti, María A. Ochoa.

29 CAPíTULO 2. VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO Bárbara Balesta, Nora Zagorodny, Federico Wynveldt, Marina Flores, Emilia Iucci, Celeste Valencia.

41 CAPíTULO 3. LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA DEL VALLE DE HUALFÍN María C. Sempé, Luis Dulout, Marta I Baldini, Lidia Baldini.

53 CAPíTULO 4. LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON María C. Scattolin, María F. Bugliani, Domingorena L. Pereyra, Leticia I. Cortés, Marisa Lazzari, Cristina M. Calo, Andrés D. Izeta.

65 CAPíTULO 5. LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA. Daniel Olivera, Alejandra Elías, Patricia Escola, Michael Glascock, Lorena Grana, Jennifer Grant, Violeta Killian, Cecilia Laprida, Nora I. Maidana, Paula Miranda, Héctor Panarello, Susana Pérez, Martina Pérez, Cecilia Raíces Montero, María del C. Reigadas, Pedro Salminci, Pablo Tchilinguirián.

81 CAPíTULO 6. EL ENTIERRO DE NIÑOS Y ADULTOS EN URNAS ANDALGALÁ David A. Alvarez Candal.

89 CAPíTULO 7. CONTINUIDAD EN LOS MODOS DE HACER Y VIVIR DE UNA UNIDAD HABITACIONAL EN PUEBLO PERDIDO DE LA QUEBRADA. (VALLE DE CATAMARCA) Ezequiel Fonseca, Cristian Melián, Claudio Caraffini.

99 CAPíTULO 8. MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CONOCIENDO EL POBLADO LOMA L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS. María F. Bugliani. 109 CAPíTULO 9. 30 AÑOS DE INVESTIGACIONES EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL (CATAMARCA, ARGENTINA) CAPITAL ADMINISTRATIVA Y CENTRO CEREMONIAL INKA AL SUR DEL KOLLASUYU. María G. Couso, Rodolfo A. Raffino, L. Anahí Iacona, Juán D. Gobbo, Reinaldo A. Moralejo, Aylen Capparelli, Dario Iturriza, Analía Quaranta, Laura R. Giambelluca, Julia Gianelli, Milagros Aventín Moretti, María A. Ochoa, Paula Espósito, Julieta Pellizzari.

119 CAPíTULO 10. DE VALLES, CUMBRES Y YUNGAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS DEPARTAMENTOS DE AMBATO Y EL ALTO, CATAMARCA. Inés Gordillo, María de Hoyos, José M. Vaquer, Héctor Buono, Eva A. Calomino, Luciana Eguia, Verónica Zuccarelli, Liliana Milani, Bruno Vindrola, Carolina Prieto, Sebastián Bocelli, Laura Pey.

127 CAPíTULO 11. LA VIDA EN EL VALLE DE HUALFÍN, CATAMARCA, ANTES DE LA LLEGADA ESPAÑOLA. Julieta Lynch.

137 CAPíTULO 12. El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA. Marco A Giovannetti, Gustavo Corrado, Gregoria Cochero, Edgardo Ferraris, Josefina Spina, Camila Salama, Lucía Aljanati, Mariana Valderrama.

153 CAPíTULO 13. ARQUEOLOGÍA E HISTORIA DE LOS PAISAJES CULTURALES DE LAS SERRANÍAS DE EL ALTO-ANCASTI. Lucas I. Gheco, Ana S. Meléndez, Marcos N. Quesada, María G. Granizo, Marcos R. Gastaldi.

165 CAPíTULO 14. SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE FORMATIVO DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA María de Hoyos.

177 CAPíTULO 15. ARQUEOLOGIA DEL VALLE DEL BOLSÓN Mariana Maloberti, Alejandra Korstanje, Marcos Quesada, Julio Kulemeyer, Patricia Cuenya.

187 CAPíTULO 16. LA ARQUEOLOGIA DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DE LA REGIÓN DE FIAMBALÁ – TINOGASTA-CATAMARCA- ARGENTINA. Martin Orgaz, Norma Ratto, Luis Coll.

199 CAPíTULO 17. INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA. Myriam Tarragó, Valeria Palamarczuk, Sonia Lanzelotti

213 CAPíTULO 18. EL PROYECTO ARQUEOLOGICO CHASCHUIL- ABAUCAN: LA COMPRENSION DEL PASADO DESDE EL PRESENTE. Norma Ratto, Martín Orgaz, Anabel Feely, Mara Basile, Irene Lantos, Luis Coll, Juan P. Miyano, Dolores Carniglia, Roxana Boixadós. 225 CAPíTULO 19. TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA PUNA CATAMARQUEÑA. Patricia Escola, Natalia Sentinelli, Leticia Gasparotti, Lorena Grana, Alejandra. Elias, Salomón. Hocsman, Alvaro Martel, Sara M López Campeny, Gabriela Aguirre, Jennifer. Grant, Violeta Killian Galván, Paula Miranda, Daniel Olivera, María del P. Babot, Pablo Tchilinguirian.

237 CAPíTULO 20. LONDRES... PASADO Y PRESENTE: CONSTRUYENDO EL PATRIMONIO CULTURAL. Reinaldo A. Moralejo, María G. Couso, Juan D. Gobbo, Laura R. Giambelluca, Julia Gianelli, Lidia A. Iácona, Rodolfo A. Raffino, Aylen Capparelli, Milagros Aventín Moretti, María A. Ochoa, Gisela A. Quaranta.

249 CAPíTULO 21. ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR DE UN SITIO INCA EN LA FRANJA DEL LUNISTICIO MAYOR AL SUR. Ricardo Moyano, Martín Gustavo Díaz, Ian Farrington, Reinaldo Moralejo, Guillermina Couso, Rodolfo Raffino.

261 CAPíTULO 22. CARDÓN MOCHO: CEMENTERIO INDIGENA ANTIGUO EN EL VALLE DE HUALFÍN. Bárbara Desántolo, Guillermo Lamenza, Hilton Drube, Luis Dulout, Beatriz Guichón, Horacio Calandra, Susana Salceda, Carlota Sempé.

269 CAPíTULO 23. LA TUNITA. COLOR Y RITUALIDAD EN LAS CUEVAS DE UN BOSQUE SAGRADO. Domingo Carlos Nazar.

PALEONTOLOGíA

281 INTRODUCCION A LA PALEONTOLOGIA DE CATAMARCA. Graciela Esteban

283 CAPíTULO 24. TRAS LOS PASOS DE CABRERA Ricardo Bonini, Adriana M. Candela, Marcelo Reguero

297 CAPíTULO 25. UNA MIRADA PALEONTOLÓGICA AL PASADO PROFUNDO DE LA PUNA DE CATAMARCA. María J. Babot, Daniel García-López

ANEXO

307 DIRECCION PROVINCIAL DE ANTROPOLOGIA: UNA INSTITUCIÓN EN CONTINUO CRECIMIENTO Mónica A. López y Sergio A. Alvarez PRóLOGO PRIMERAS JORNADAS DE ACTUALIZACIóN Y DIVULGACIóN DE ARQUEOLOGíA Y PALEONTOLOGíA DE CATAMARCA

n el mes de octubre del año 2013 en el de conocimiento y de estudiantes, quienes E marco de la X Feria del Libro realiza- en conjunto les imprimieron una dinámica das en la provincia de Catamarca, se logró interesante a los intercambios producidos. materializar un anhelo, realizar las Primeras La organización de las jornadas implicó Jornadas de Actualización y Divulgación Ar- en primera instancia la discusión en cuanto queológica y Paleontológica de Catamarca, a si se implementaban criterios metodológi- llevadas a cabo por la Dirección Provincial cos y conceptuales, necesarios para la de- de Antropología. finición de los parámetros requeridos en la Este evento surgió de la propuesta efec- periodización y regionalización de un am- tuada desde nuestra Institución, a la Secre- plio y diverso conjunto de datos aportados taría de Estado de Cultura, compartiendo el desde ambas disciplinas. En este sentido el espacio y la convocatoria que el evento rea- comité organizador coincidió en la realiza- liza en los diferentes ámbitos educativos y ción de un evento que si bien esgrimía un sociales. En este sentido desde la Dirección neto carácter científico, promovía un espa- Provincial de Antropología, consideramos cio para ponencias libres, sin restricciones el marco apropiado para divulgar los resul- teórico-metodológicas, generando un espa- tados de la producción científica en materia cio interdisciplinario, novedoso que motive arqueológica y paleontológica que llevan el debate. a cabo equipos de investigación que han Ante la diversidad de proyectos de in- incursionado e incursionan en nuestra pro- vestigación y temáticas acotadas, decidi- vincia desde distintos centros académicos mos agrupar dichos trabajos de acuerdo a del país la región donde se encuentran insertos. Fue Así, motivados por dar a conocer el traba- el caso de Región de Puna; Región del Este; jo que realizan arqueólogos y paleontólogos Región del Oeste y Valle Central. en sus respectivas áreas de investigación y De este modo desde el campo de la paleon- de los avances logrados en las diferentes tología, se recordó la trayectoria disciplinar problemáticas de estudio que abordan, nos en la figura y obra del célebre naturalista embarcamos en la tarea de solicitar la cola- Dr. Ángel Cabrera y Latorre, a partir de sus boración de nuestros investigadores los cua- iniciales trabajos de campo en el norte del les aceptaron de muy buen grado, y quienes Dpto. Belén entre los años 1927 y 1930, los fueron los principales actores encargados cuales tenían por propósito la búsqueda y de hacer posible esta trasferencia del cono- recolección de restos de vertebrados fósiles; cimiento adquirido. así también las investigaciones que actual- De este modo entre los días 16 y 18 del mes mente se desarrollan en la Puna de Antofa- de octubre se desarrollaron las Primeras Jor- gasta de la Sierra, por parte de investigado- nadas de Actualización y Divulgación Ar- res pertenecientes a la Fundación Miguel queológica y Paleontológica de Catamarca, Lillo, CONICET y Universidad Nacional de la cual contó además de los colegas exposi- Tucumán; en torno a la investigación de res- tores, de un público común ajeno a la profe- tos de vertebrados que hace 30 millones de sionalidad de ambas materias, pero ávidos años habitaron esta inmensa región. Por su parte las investigaciones arqueológi- los jóvenes que siempre ven con asombro en cas nos remitieron a una muy temprana pre- el interior de nuestra provincia los trabajos sencia del hombre en diferentes sectores de de rescate arqueológico o las campañas de nuestro actual territorio provincial. A partir los investigadores, generando esa sensación de indagar y analizar sus vestigios culturales de querer conocer nuestro pasado, actitud llegados a nuestros días, permitieron obser- que se replicó en los investigadores que nos var en algunos casos significativas transfor- acompañaron abriendo un espacio de deba- maciones que influyeron directamente a los te, dando lugar a una fructífera interacción grupos humanos que habitaron el oeste pro- intensiva e interdisciplinaria. vincial, ocasionadas por cambios económicos No podemos dejar de agradecer a la Fun- y sociales los cuales tuvieron grandes reper- dación de Historia Natural Félix de Azara, cusiones en amplios territorios, en algunos por hacer posible la publicación de los traba- casos fuertemente influenciados por factores jos que fueran expuestos en el transcurso de climáticos. Estos eventos ambientales, pro- las 1° Jornadas de Actualización y Divulga- piciaron la transición de grupos cazadores ción Arqueológica y Paleontológica de Cata- recolectores a sociedades agrícolas aldeanas, marca. Sin su inestimable y desinteresada co- o bien, refleja momentos o períodos de desa- laboración el principal objetivo de divulgar rrollo dentro de un mismo proceso como el estas actividades se habría visto inconcluso. incremento demográfico, la complejización Como actores institucionales directamen- social y diversidad cultural observadas en te ligados a la protección del Patrimonio Ar- las sociedades agroalfareras tardías; las cua- queológico, Antropológico y Paleontológico les tomaron contacto con el imperio incaico, provincial, asumimos que la divulgación y quienes actuaron como transformadoras del transmisión del conocimiento a todos los hombre y paisaje de los Andes del sur. sectores de la sociedad, cobran tanta rele- La Arqueología y la Paleontología son dos vancia como las acciones en materia de con- disciplinas que vienen desarrollándose en servación y preservación del Patrimonio. nuestra provincia desde hace décadas, enfo- Esto conlleva a asumir la complejidad de cándose en un trabajo interdisciplinario, de- la tarea divulgativa al tiempo de reconocer batido y dinámico. Sin embargo, en nuestro que una modalidad acertada de resguardar ámbito no existía un espacio de tratamiento el patrimonio y la herencia que este supone y debate de ambas materias, las cuales suelen es a través de su difusión, creando concien- presentarse de manera individual en el mar- cia de su valor e incluyendo en este accionar co de distintos eventos de carácter científico a las comunidades que viven en estos espa- nacionales e internacionales. Las Primeras cios investigados y de las que dan cuenta Jornadas de Actualización y Divulgación Ar- del pasado precolombino. queológica y Paleontológica de Catamarca, tuvieron por propósito, realizar la transfe- rencia de ese conocimiento científico con un Lic. Rita Rodríguez lenguaje que pueda llegar a todos los niveles Dirección Provincial de Antropología y sobre todo estimular la investigación en Catamarca

ARQUEOLOGíA

Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

INTRODUCCIÓN A LA ARQUEOLOGÍA DE CATAMARCA: PUEBLOS, PAISAJES E HISTORIA

Daniel E. Olivera

a Provincia de Catamarca (Argentina) narse con el ambiente, sus tecnologías, sus L es un maravilloso conjunto de paisa- comportamientos sociales, sus concepciones jes contrastantes. Desde el cerrado monte simbólicas e, incluso, sus organizaciones po- al oriente, pasando por los valles centrales líticas. Esto ayuda a preservar el patrimonio semiáridos, atravesando luego el desierto identitario de nuestros pueblos americanos, de altura puneño hasta alcanzar los sobre- pero también significa aprender de ellos cogedores picos eternamente nevados de muchos elementos útiles para nuestra pro- la Cordillera de los Andes, los diferentes pia relación actual con el paisaje. ambientes nos impactan con su agreste y Los diferentes aportes que integran esta polícroma belleza. publicación apuntan en el sentido men- Sin embargo, existe un elemento unifi- cionado en el párrafo anterior, intentando cador a esta variabilidad: la permanente constituir un aporte para llevar al público presencia de la sociedad humana integrada no especializado un panorama general de la inexorablemente al paisaje. Hombres y mu- actualidad de nuestros conocimientos sobre jeres conviviendo con la geografía catamar- la arqueología catamarqueña. Cada uno de queña, ya sea habitando ciudades y aldeas ellos fue escrito por los diferentes equipos o aislados puestos campesinos que parecen de investigación que, con la aprobación y fundirse con la naturaleza circundante. control de la Dirección Provincial de Antro- Pero lo más impactante es que esta inte- pología de Catamarca, trabajan desde hace gración hombre-naturaleza no es nueva, largo tiempo explorando la arqueología de sino que tiene más de 10.000 años de his- la Provincia. toria. Esta historia solo dejó testimonios Estos equipos están integrados por nume- escritos desde el s. XVI, con la llegada del rosos profesionales de diversas disciplinas conquistador europeo, pero en su mayor (arqueólogos, biólogos, geólogos, etc.) que parte permanece enterrada bajo las arenas, pertenecen a instituciones universitarias y suelos y rocas del territorio catamarqueño. científicas, tanto provinciales como nacio- Una historia oculta, misteriosa y apasionan- nales, pero a los que une un elemento esen- te que merece y debe ser rescatada. Ese es cial: su intensa pasión por investigar las el trabajo de la Arqueología: rescatar, inter- sociedades del pasado catamarqueño. Son pretar y ayudar a conservar ese patrimonio la culminación de una larga trayectoria de cultural del pasado para las actuales y futu- investigaciones que sería muy extensa para ras generaciones. detallar aquí, pero de la que merecen desta- No se trata solamente de un mero ejercicio carse algunos puntos particulares. intelectual de curiosidad académica, sino Desde fines del s. XIX y comienzos del XX, que implica comprender y aprender de las la riqueza arqueológica de Catamarca llamó antiguas sociedades sus maneras de relacio- la atención de viajeros y exploradores liga-

15 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

dos a la arqueología, convirtiéndose, junto Cigliano en las terrazas del valle de Santa a otras como la Quebrada de Humahuaca María mostraron que los artefactos líticos o los Valles Calchaquíes, en una región em- hallados podían llevar esa historia a miles blemática para la Arqueología Argentina. de años antes, lo que confirmarían las inves- Por aquella época, figuras fundacionales de tigaciones de Carlos Aschero décadas des- la arqueología argentina como Ambrosetti, pués. Lafone Quevedo o Lehmann-Nitsche, entre A partir de ese momento las investigacio- otros, trajeron a la luz pública las primeras nes se aceleraron en la década de 1970 con el evidencias materiales del importante pasa- aporte de Víctor Núñez Regueiro, Myriam do catamarqueño. Tarragó, Rodolfo Raffino y muchos otros Pero fueron quizás las expediciones al reconocidos arqueólogos. A partir de la dé- Noroeste Argentino financiadas por Ben- cada de 1980 y, especialmente, de 1990 la jamín Muñiz Barreto, las que daría la real incorporación masiva de numerosos inves- dimensión de la arqueología del área. Las tigadores, producto del desarrollo de las ca- once campañas, realizadas entre 1922 y 1930, rreras universitarias de arqueología (inclui- encabezadas por el ingeniero austríaco Vla- da la Escuela de Arqueología de la misma dimiro Weiser, descubrieron una centena de Universidad Nacional de Catamarca), origi- yacimientos arqueológicos, muchos de ellos naron un avance notable que aún continúa. en el actual territorio de Catamarca. La mi- Sin embargo, puedo decir que esto recién nuciosidad de Weiser en sus excavaciones y comienza y que aún resta muchísimo por relevamientos topográficos, se tradujo en un investigar. El avance producido a develado valioso tesoro de información representado interrogantes importantes, pero ha abierto en sus diarios de viaje y unos 11.000 objetos, numerosos interrogantes nuevos. Así ocurre hoy depositados en el Museo de La Plata, en la historia de la investigación científica en que aún utilizan y exploran los modernos general y esta no será una excepción, tal vez arqueólogos para sus investigaciones. allí resida su mayor atractivo. Sin embargo, podríamos decir que la mo- Los trabajos que integran este volumen in- derna investigación arqueológica científica tentan contar con sencillez y rigor científico en la Provincia comienza en la década de el estado actual de nuestros conocimientos 1950 y tiene un disparador con nombre y sobre la historia no escrita de las sociedades apellido: Alberto Rex González. Las investi- del pasado catamarqueño. Intentan mostrar, gaciones del Dr. González sistematizaron y aunque sea en mínima medida, no solo una ordenaron cronológicamente las evidencias descripción formal de las sociedades y sus de las sociedades agropastoriles, desde las características culturales, sino llegar hasta la más tempranas hasta la llegada de los Inkas. esencia vital de los hombres y mujeres que Nombres de estilos cerámicos como Ciéna- las integraron. Ellos son quienes nos prece- ga, Belén y, especialmente, Aguada, con la dieron en el actual territorio catamarqueño destacada belleza de su alfarería, comenza- y merecen, además de nuestro respeto y re- ron a hacerse populares aún más allá de la conocimiento, ocupar el lugar que merecen comunidad científica. González realizó los en la historia de nuestro país y de América. primeros fechados por C14 que llevaron los Creo, humildemente, que los autores han inicios de las sociedades con agricultura, logrado el cometido propuesto y espero, sin- pastoreo y cerámica a varios cientos de años ceramente, que aquellos que exploren estas antes de la Era. páginas puedan disfrutarlas y no sentirse Luego, las investigaciones de Eduardo M. decepcionados.

16 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL 1

† A la memoria del Dr. Daniel Plaza, cuyo apoyo a nuestras investigaciones fue tan valioso desde sus orígenes…

Aylen Capparelli 1, 2, 3, Rodolfo A. Raffino 1, 2, 3, Darío Iturriza 2, 3, L. Anahi Iácona 1, 2, 3, Reinaldo A. Moralejo 1, 2, 3, María G. Couso 2, 3, Juan D. Gobbo 1, 2, 3, Paula Espósito 4, Milagros A. Moretti 2, 3 y María A. Ochoa 2, 3

1Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas – CONICET; 2División Arqueología, Museo de La Plata; 3Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata; 4Municipalidad de Londres

Desde el año 1992 nuestro equipo de trabajo viene desarrollando in- vestigaciones para dilucidar las relaciones establecidas entre los seres humanos y el mundo vegetal en el sitio Inka El Shincal de Quimivil, localidad de Londres, Departamento de Belén, Catamarca, Argenti- na. Éstas incluyeron estudios ecológicos, etno y arqueobotánicos a partir de los cuales se pudieron establecer tipos de vegetación, así como saberes y prácticas asociados al uso de las plantas, tanto en el presente como en el pasado. La información científica generada fue publicada en diversos ámbitos locales, provinciales, nacionales e internacionales. Se presenta aquí una breve síntesis de la misma.

Introducción objeto de estudio estuvo constituido por el conjunto de evidencias Inka presentes en el El Shincal de Quimivil se encuentra ubi- sitio: arquitectónicas, mobiliares y relativas cado a 1350 m sobre el nivel del mar (snm), a la subsistencia. A través de estos trabajos en la porción noroeste del bolsón de Pipana- sabemos que El Shincal ha sido una capital co (Fig. 1 A). En 1992 Rodolfo Raffino y su regional o wamani construida hacia fines del equipo iniciaron allí un proyecto de inves- siglo XV, como parte del proceso de expan- tigación arqueológica que aún continúa. Su sión e incorporación de territorios al sur

EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL CAPíTULO 1 17 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

del Kollasuyu. El sitio está compuesto por botánica”, mientras que a aquel que aborda más de 100 edificios ordenados de acuerdo el estudio de dicha relación en el pasado lo al típico patrón ortogonal cuzqueño. Entre llamamos “Arqueobotánica”. La integración ellos se cuenta una plaza o aukaipata situada de ambos tipos de aproximaciones, junto al a la vera del camino inka o qhapaq ñan; en desarrollo de estudios ecológicos de vegeta- su interior se destacan el usnu o platafor- ción (fisonómico-florísticos y estructurales), ma ceremonial (considerada una de las de los cuales exponemos a continuación, nos mayores dimensiones construidas al sur del permitió en El Shincal conocer el rol que ju- Lago Titicaca) y una gran kallanka o galpón garon las plantas a lo largo de la historia de en su sector sur. Un acueducto de piedra la región. proveía el agua necesaria para su funciona- miento. Alrededor de la plaza se ubica un barrio administrativo con otras cuatro ka- Estudios ecológicos llanka; una veintena de almacenes o qolqas; de vegetación una residencia de jefes y varios conjuntos de recintos habitacionales para clases de éli- En el año 1992, y sobre la base de los tra- te y otras de menor rango. Unos metros al bajos de Cristina Morlans y de fotos aéreas y norte de la aukaipata ha sido detectado un satelitales del área de estudio, comenzamos gnomon o Intihuatana donde los Inkas rea- los muestreos de vegetación en las distintas lizaban observaciones solares. La estructura unidades geomorfológicas próximas al sitio urbana de El Shincal se completa con dos arqueológico (Fig. 1 A). Se relevaron las es- cerros casi gemelos en su imagen, artificial- pecies encontradas, sus cantidades relativas, mente aplanados y aterrazados con muros altura, cobertura y los nombres comunes de piedra y provistos de escalinatas de acce- con los que la gente las reconoce. so, destinados al culto solar. El tipo y dispo- La información relevada nos ha permitido sición de los elementos arquitectónicos del saber que el sitio arqueológico El Shincal de sitio, entre otras características, hizo que Ian Quimivil se encuentra inmerso en un Bosque Farrington otorgara a El Shincal un carácter abierto de árbol negro (Prosopis flexuosa) (Fig. de “Nuevo Cusco”, lugar que reproduciría 1 A,B) que se extiende desde los 1250/1300 m y resignificaría la ideología del estado Inka. snm hasta los 1500 m snm. El nombre vulgar El Shincal se extiende a lo largo de un piede- “árbol negro” hace referencia en la zona a monte (término que geológicamente se refiere P. flexuosa, mientras que “árbol blanco” a a un plano inclinado de pendiente suave que P. chilensis, ambos son comúnmente cono- se forma en la desembocadura de los ríos de cidos en los países hispano hablantes como montaña) formado por las sierras de Belén (al algarrobos negro y blanco respectivamente. N-NE) y las de Zapata (al W-NW) y por varios Acompañan en este bosque al algarrobo ne- cursos de agua de los cuales los ríos Quimivil gro, el chañar (Geoffroea decorticans), el tala y Hondo son los componentes principales. (Celtis tala), y la tusca (Acacia aroma); y, en Dichos ríos juegan un rol fundamental en menor escala, el algarrobo blanco, el car- otorgar humedad y heterogeneidad ambien- dón o pasacana (Trichocereus terscheckii) y tal a esta región que, pese a estar dentro de un el visco (Acacia visco). Entre las especies ar- clima árido, posee un marco natural profuso bustivas que crecen por debajo de los men- y diverso. Éste ha conformado, junto a sus cionados árboles domina, en primer lugar, pobladores, un complejo biocultural de rela- el shinki (Mimosa farinosa), que da nombre ciones muy estrechas entre sus componentes al sitio El Shincal. También encontramos el y duraderas a lo largo del tiempo. Al estudio piquillín (Condalia microphylla), el chucupi de la relación entre los seres humanos y las (Porlieria microphylla), la pata (Ximenia ame- plantas en el presente, lo llamamos “Etno- ricana) y el entetaco (Prosopis torquata). Este

18 CAPíTULO 1 EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca estrato arbustivo es más cerrado y enmara- damente los 2000 m snm, se encuentra lo ñado al pie de los cerros y más abierto a me- que denominamos “Bosque de quebradas nores altitudes (Fig. 1 A). Las especies antes de ríos permanentes”, es un bosque cerrado, mencionadas se distribuyen también en las más alto que el anterior (Fig. 1 A,C), donde laderas orientales de las Sierras de Belén y predomina el tala, acompañado por molle de Zapata en una estepa arbustiva baja (Fig. de beber o molle córdoba (Lithraea ternifo- 1 A) que culmina en pastizales de altura en lia), visco y algarrobo blanco. Aquí el estrato la cumbre de los cerros más altos (por arriba arbustivo consta de especies tales como el de los 2200 m snm) (Fig. 1 A). churqui (Acacia caven) y la barba de chivo En las terrazas asimétricas del río Quimi- (Caesalpinia gilliesii), acompañadas por el vil, desde los 1400 m snm hasta aproxima- chucupi.

Figura 1. Ubicación del sitio El Shincal y vegetación del área de estudio. A. Distribución de las principales comunidades vegetales en El Shincal y alrededores (los triángulos indican los sectores de muestreo). B. Bosque abierto de árbol negro en el pie de monte de El Shincal. C. Bosque cerrado de quebrada en margen río Quimivil. D. Estepa de jarilla de la bajada, Cerro Negro.

EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL CAPíTULO 1 19 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

En los márgenes de los cauces temporarios de prácticas humanas que involucren a las se encuentran especies arbóreas tales como: plantas. Para llevar a cabo estos estudios se tala, visco, tusca, garabato (Acacia furca- realizaron entrevistas con muchos de los ha- tispina), algarrobo blanco, chañar y kapia bitantes del barrio El Shincal y con algunos (Maytenus viscifolia); y arbustivas tales como de otras localidades cercanas del valle de pata, churqui, brea (Cercidium praecox), Hualfín (i.e. Londres, Cerro Negro, La Cié- shinki y maravilla (Flourensia riparia). Den- naga, El Eje, Jacipunco, Corral Quemado), tro del lecho del río de los cauces temporarios quienes nos abrieron las puertas de sus ca- se conforma una comunidad muy dinámica, sas y compartieron con nosotros sus conoci- sometida periódicamente a la acción direc- mientos sobre las plantas. La mayoría de los ta de los aluviones. Constituye una fuente entrevistados fueron personas consideradas de variabilidad de especies. Se pueden en- como “especialistas” por los pobladores del contrar especies precordilleranas que des- lugar, los cuales poseen conocimientos par- cienden por estos ambientes hasta áreas ticulares sobre recolección de leña, trabajos bien alejadas de la sierra. También aparecen en minas, recursos medicinales, u otros as- plantas de flores vistosas como la garrocha pectos relevantes para este trabajo. Durante (Tecoma garrocha) así como el molle (Schinus estas entrevistas se registraron las plantas fasciculatus) y la maravilla. utilizadas por la gente, así como las técnicas Desde aproximadamente los 850 m snm empleadas en su obtención, procesamiento hasta los 1250-1300 m snm hacia el interior y consumo y las herramientas o instrumen- del bolsón, en la zona que se denomina ba- tal implicado. Se confeccionaron coleccio- jada, se extiende una comunidad de jarilla nes de referencia de partes de plantas úti- (Larrea cuneifolia), a la que acompañan en les para su observación tanto macro (Fig. 2 primer lugar el usillo (Tricomaria usillo), A,B,C,D) como microscópica (Fig. 2 E), las luego la brea (Cercidium praecox), la pata y cuales nos ayudaron a identificar luego los el tintitaco (Fig. 1D). restos arqueológicos vegetales. Documentos históricos del siglo XVII y de Es interesante destacar que actualmente viajeros que visitaron la región durante el gran parte de la población de El Shincal se siglo XIX y principios del siglo XX, así como dedica como actividad principal al cultivo datos provenientes del registro arqueoló- de nogales (Fig. 3 A,B) y olivos. A menudo gico vegetal, permiten inferir que este tipo plantan también comino, ají, membrillo, de vegetación estuvo presente en la zona al maíz, trigo y cítricos con los que se hacen menos desde tiempos Inkas. mermeladas y frutas en almíbar. También se cultivan duraznos, vides e higos, con los que se elabora fruta desecada. Algunos La etnobotánica de campesinos son asimismo horticultores de El Shincal: pobladores una gran variedad de plantas que luego actuales y usos de plantas venden a comercios en Belén. Es ostensible que muchas de las activi- Los estudios etnobotánicos llevados a dades antes mencionadas observan una cabo en El Shincal tuvieron dos objetivos marcada influencia europea. A pesar de principales. Por un lado, rescatar el impor- ello, los pobladores conservan innumera- tante acervo cultural del que son poseedo- bles saberes tradicionales asociados al uso res los habitantes de la zona y darlo a cono- de plantas y animales nativos. Las investi- cer al resto del mundo; y por otro, encontrar gaciones etnobotánicas realizadas pusieron vías alternativas de interpretación del regis- de manifiesto que alrededor de noventa tro arqueológico que permitan vislumbrar especies nativas registraron usos diversos. continuidades y rupturas en el ejercicio Un 63% de las mismas constituyen recursos

20 CAPíTULO 1 EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 2. Colecciones de referencia de material actual de El Shincal. A. Maíz amarillo/amarillento. B. Maíz pishingo/ pispito. C. Maíz capia. D. Taco de madera de árbol blanco. E. Corte delgado de madera de retamo (Bulnesia retama) visto al microscopio óptico.

Figura 3. Cultivo de nogales en El Shincal. A. Plantación B. Cosecha de nueces. medicinales, mientras que un 24% son co- postes, cucharas, escobas y canastos). Estos mestibles, aromáticas y condimenticias y un recursos son colectados manualmente de 26% constituyen recursos combustibles, tin- distintas unidades topográficas como el pie tóreos y madereros (tirantería, cercos vivos, de monte y la bajada (mencionadas por los

EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL CAPíTULO 1 21 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

pobladores como llano), cerro, río y puna espectro. Entre las medicinales, por ejem- y constituyen una rica fuente de hipótesis plo, existen alternativas para regular el co- para el trabajo arqueobotánico. lesterol, la presión, los dolores renales y de Las aplicaciones de las diversas especies articulaciones; así como otras que sirven utilizadas actualmente abarcaron un gran como antigripales, digestivas, estomacales

Figura 4. Registros etnobotánicos en El Shincal. A. Don Ramón Fonteñes hachando tusca para leña. B. Doña Carmen Varas pelando porotos. C. Betty Quiroga y Gabriela moliendo maíz. D. Ramón Morales moliendo “sal del cerro”.

22 CAPíTULO 1 EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca y madurativas. En cada una varió la parte La arqueobotánica en El usada y el modo de preparación. Con res- Shincal: las plantas en la pecto a la docena de especies registradas vida de los Inkas como combustibles (Fig. 4 A), se pudieron distinguir distintas aplicaciones según la Las evidencias que nos brindan informa- dureza, el poder calórico y la cantidad de ción sobre el uso de vegetales en el pasado resina del material. Las que poseen pro- pueden ser de dos tipos: indirectas o di- piedades de madera dura, manteniéndose rectas. Las indirectas son aquellas que nos largo rato encendidas, son utilizadas para permiten pensar en la posibilidad de uso de fogones de cocinar. Tres de éstas (chucupi, alguna planta, pero donde no contamos con retamo y molle córdoba) tienen la propie- el resto vegetal en sí. Por ejemplo, vasijas de dad de alcanzar muy altas temperaturas cerámica con funciones más o menos espe- de combustión por lo que se las emplea en cíficas como los aríbalos (jarras para servir la fragua de metales. Las especies que por bebidas tales como la chicha) (Fig. 5 A), las ser muy resinosas producen mucho fuego, ollas chicheras (para manufacturar dicha como la jarilla, son aprovechadas para ca- bebida) o los morteros (instrumentos de lentar el horno de barro. Por último la ma- molienda). No obstante, a menos que haga- dera de menor rendimiento calórico que no mos un raspado de sus superficies internas es aprovechada con los fines antes mencio- (Fig. 5 B) y podamos observar restos de te- nados, es empleada en fogones (distintos a jidos vegetales que confirmen nuestras su- los de cocinar) para calentar el agua depo- posiciones, la interpretación de su función sitada en un tanque que es utilizada para quedará en el campo de la especulación. el aseo personal. Entre las alimenticias se Las evidencias directas son, entonces, to- destacan por su frecuencia de uso plantas das aquellas donde contamos con los restos cultivadas tales como el maíz, el poroto, el vegetales propiamente dichos (o material zapallo y el ají (Fig. 4 B,C) con los que se arqueobotánico). Éstas pueden ser micros- elaboran guisos, humitas, motes que son cópicas (como en el caso mencionado en el salados con “sal del cerro” (Fig. 4 D). En- párrafo anterior) o macroscópicas (visibles tre las plantas comestibles de recolección a ojo desnudo). silvestre podemos mencionar el chañar y En el caso de las evidencias macroscópicas el algarrobo, entre otras. El fruto del pri- de El Shincal, la humedad regional hace que mero sirve para la preparación de dulces, sean sólo los restos vegetales que han entra- mientras que la importancia del algarrobo do en contacto con los fuegos encendidos queda plasmada en su nombre “el árbol”, por los Inkas aquellos que se preserven has- que significa “árbol” por antonomasia. Es ta nuestros días. Gracias a que están “car- una planta de usos múltiples. De sus vai- bonizados”, no son atacados por bacterias nas se aprovechan en El Shincal sus pro- u hongos. Esta carbonización puede haber piedades curativas, se preparan dulces o sido accidental, cuando sin querer se caen bebidas y se utilizan como forraje. En otras al suelo partes de las plantas que están sien- regiones cercanas aún es frecuente la utili- do utilizadas -por ejemplo, durante la pre- zación de esta vaina molida para fabricar paración de alimentos- (i.e. cotiledones de patay, una especie de pan comestible, o porotos carbonizados); o intencional, cuan- aloja, una bebida alcohólica, en tanto que do se pone deliberadamente en contacto a la madera de este árbol es empleada para las plantas con el fuego (i.e. marlos de maíz diferentes fines. usados como combustible) (Fig. 5 C). A lo largo del tiempo, el material depositado por los Inkas durante el momento de ocupación del sitio se fue enterrando en el sedimento y

EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL CAPíTULO 1 23 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 5. Tipos de evidencia y técnicas metodológicas en arqueobotánica. A. Aríbalo Inka recuperado en El Shincal (evidencia indirecta). B. Extracción de muestras (evidencia directa) en instrumental lítico o cerámico. C. Carbonización intencional de marlos de maíz en fogón actual. D. Máquina de flotación utilizada en El Shincal. E. Horno eléctrico empleado para la carbonización controlada. F. Crisol con muestra carbonizada. G. Colección de referencia actual carbonizada artificialmente.

24 CAPíTULO 1 EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca es común que ahora lo encontremos a 0,40, samiento dieron origen al registro arqueo- 0,70 o 1 m de profundidad según el caso. La botánico nos permite tener más información extracción de estos restos del sedimento que sobre las prácticas que las sociedades pasa- los contiene se denomina “recuperación”. das llevaron a cabo y, de esta manera, en- La mayor parte de los restos de El Shincal tender mejor todos los aspectos de su vida. fueron recuperados mediante la utilización Para poder distinguir estos procesamientos de una “máquina de flotación” (Fig. 5 D). en el registro arqueológico nos valemos de Consiste en un lavatorio provisto de circula- la información etnobotánica descripta an- ción y agitación constante de agua donde se teriormente y de la experimentación, por vierte el sedimento que se obtiene de cada medio de la cual replicamos en laboratorio estrato de las cuadrículas de excavación. secuencias de procesamiento para analizar Los especímenes vegetales flotan y pasan, las características de sus productos interme- por un caño de rebalse de la máquina, a una dios, finales y residuos con el fin de distin- bolsa de tela. Una vez secos son llevados guir sus correlatos morfológicos en el regis- al laboratorio para analizar bajo lupa y/o tro arqueológico (Fig. 6 A,B) microscopio. Dado que los restos carboni- En El Shincal se recuperó un total de zados lucen distinto a los vegetales frescos, 2.494 fragmentos de frutos, semillas y tallos para poder identificarlos es necesario que y 14.278 fragmentos de madera carboniza- confeccionemos una “colección de referen- da. A través de su estudio sabemos que allí cia carbonizada artificialmente a tempera- los Inkas dieron uso a una variedad muy turas y tiempos controlados, similares a los grande de especies vegetales. Distingui- de los fogones arqueológicos (Fig. 5 E,F,G). mos al menos 23 diferentes plantas desti- De esta manera podemos comparar esta co- nadas a aplicaciones variadas, sin contar lección con nuestros restos arqueobotánicos aquellas empleadas como leña. Dentro de e identificar los últimos más fácilmente. esta última categoría fueron identificados Muchas veces las plantas son procesa- fragmentos de madera de retamo, molle de das antes de ser consumidas, por ejemplo beber, shinki, barba de chivo, y brea, entre durante la preparación de una comida. El otras. Las plantas más frecuentes son fue- procesamiento puede afectar el aspecto y ron aquellas asociadas a contextos alimen- grado de integridad de las plantas utiliza- ticios. Por ejemplo, encontramos restos de das. Asimismo, conocer qué tipos de proce- vainas de árbol blanco y negro, de frutos

Figura 6. Experimentación en arqueobotánica. A. Diferentes características organolépticas entre añapa manufactura con algarrobo blanco (izquierda) y algarrobo negro (derecha). B. Partes de vaina obtenidas luego de la elaboración de harina refinada de algarrobo negro.

EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL CAPíTULO 1 25 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 7. Restos arqueológicos de plantas recuperadas en el sitio El Shincal.

de chañar y de mistol (Zizyphus mistol), nente Hispanoindígena interpretado como de semillas y frutos de pocoto, de marlos parte de una manifestación de rechazo al y granos de maíz, cotiledones de poroto yugo de los españoles durante las rebe- pallar (Phaseolus lunatus) y de poroto co- liones calchaquíes. Asociado al mismo se mún (Phaseolus sp.), y semillas de zapallo recuperaron granos de cereales del Viejo (Cucurbita sp.), entre otros. Sabemos que Mundo (trigo y cebada) y carozos de du- en los recintos destinados a clases de éli- razno (Fig. 7). Esto nos permite afirmar, te predominó el uso de plantas cultivadas, desde la evidencia botánica, que el usnu mientras que en otros destinados a clases ha sido resignificado en reiteradas ocasio- de menor rango, el de plantas silvestres. nes demostrando una continuidad en la También pudimos registrar en la platafor- utilización del sitio a través del tiempo. Es ma ceremonial del usnu eventos de consu- interesante destacar que asociados a estos mo ritual relacionados con la alimentación restos se encontraron las únicas evidencias de los ancestros muertos y de las deidades. arqueológicas de semillas de algodón del Alli, en el usnu, hemos recuperado no solo noroeste argentino (Fig. 7). Estas semillas restos de plantas individuales (Fig. 7) sino también habrían sido incorporadas al re- también preparaciones culinarias realiza- gistro desde otras áreas donde esta plan- das con más de una de ellas (i.e. poroto y ta estaba siendo manipulada o cultivada ají). Vale la pena mencionar también que en momentos de contacto inicial entre los en este último contexto aparece un compo- aborígenes y los españoles.

26 CAPíTULO 1 EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Consideraciones finales este proyecto. Al CONICET, Fundación An- torchas, International Foundation for Scien- En síntesis, la intensa interacción existen- ce y Agencia de Promoción Científica por el te entre los habitantes actuales de El Shincal soporte económico brindado. y su entorno natural se ve reflejada en los saberes y prácticas asociadas a los usos de plantas que, a su vez, poseen un lugar espe- Lecturas Sugeridas cial en el lenguaje lugareño y en su tamiz de creencias. Los análisis arqueobotánicos en Capparelli, A. 1997. Reconstrucción ambiental el sitio homónimo han permitido demostrar de la instalación arqueológica Inka El Shin- que muchas de estas prácticas se remontan cal. Tesis doctoral inédita. Facultad de Cien- a tiempos Inkas. Por lo tanto, podemos afir- cias Naturales y Museo, UNLP. Capparelli, A. 2007. El algarrobo blanco y negro mar que en El Shincal el entorno natural -P. chilensis (Mol.) Stuntz y Prosopis flexuo- está lejos de ser un mero escenario donde sa DC, Fabaceae- en la vida cotidiana de los el ser humano ha desarrollado sus activida- habitantes del NOA: subproductos alimen- des, sino que, por el contrario, ha conforma- ticios. Kurtziana 33:1-19. do junto a éste una unidad biocultural en la Capparelli A. 2009. Intra-site comparison of the cual muchas tradiciones poseen una fuerte archaeoethnobotanical evidence of El Shin- raigambre marcada por cientos de años de cal: implicances to the Inka economy. En: Ca- historia. Esta contribución apunta a que di- pparelli, Chevalier, piqué i Huerta (Comps.), chas tradiciones sean puestas en valor en un La alimentación en la América precolombina sentido amplio, tal como se está ocurriendo y colonial: una aproximación interdiscipli- en muchas otras zonas de Catamarca. naria, Treballs d’Etnoarqueologia 7:113-144, Capparelli A. 2011. Elucidating post-harvest practices involved in the processing of alga- rrobo (Prosopis spp.) for food at El Shincal Agradecimientos Inka site (Northwest Argentina): an experi- mental approach based on charred remains. Los autores agradecen especialmente la Archaeological and Anthropological Scien- colaboración de los pobladores de El Shin- ces 3 (1):93-112 cal y otras localidades del valle de Hualfín, Capparelli, A. y R. Raffino. 1997. La etnobotáni- sin la cual estos trabajos no se podrían ha- ca de El Shincal (Catamarca, Argentina) y su ber realizado. Entre ellos se encuentran Ra- importancia para la Arqueología I: recursos món Fonteñes y su Sra. Carmen Varas, Pau- combustibles y madereros. Parodiana 10(1- lino Mirabal y su Sra. Gloria Varas, Máximo 2):181-188. Varas, Ramón Rodríguez, Lidia del Valle Ferré, MF. y C. Pernasetti. 2013. Inventario de sabores. Un viaje por la cocina tradicional Carrizo, Isaura Rodríguez, Elba Rodríguez, de Belén. Secretaría de Cultura. Gobierno de Florentina Victoria Ramos, Manuel Morales Catamarca. y su Sra. Rosa Ramos, José Donato Marcial, Jorrati, ME., Di Bárbaro, G. y D. Jiménez. 2009. Pablo Carrizo, Beatriz Quiroga de Yapura, Relevamiento de los recursos etnobotánicos Celsa Ramos de Quiroga, Isolina Albá y de las regiones de la Prepuna, Puna y Altoan- flia., y María Sanduay de El Shincal; Don dino de la provincia de Catamarca. Consejo Cabrera, de La Puntilla; Graciela Cedrone Federal de Inversiones, Buenos Aires. de Carrizal, de La Ciénaga; Domingo Mora- Lema, V. y Capparelli, A. 2007. El algodón (Gos- les y Flia., Marcelo, Isabel, Valentín Carrizo, sypium sp.) en el registro arqueológico del y Ricardo Ríos, de Jacipunco; y Marta Peral- noroeste argentino: su presencia pre y post ta y Antonio Valverde, de Cerro Negro. A hispánica. En: Paleoetnobotánica del Cono los representantes de la Municipalidad de Sur: estudios de casos y propuestas meto- dológicas. Marconetto, B., Oliszewsky, N. y Londres de Quimivil por su colaboración en Babot, P. (Eds.). Museo de Antropología-

EL SITIO EL SHINCAL DE QUIMIVIL Y EL MUNDO VEGETAL CAPíTULO 1 27

Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO VIDA, GUERRA Y MUERTE 2 EN HUALFIN PREHISPANICO

Bárbara Balesta1, Nora Zagorodny1, Federico Wynveldt2 , Marina Flores1, Emilia Iucci2 y Celeste Valencia1

1Laboratorio de Análisis Cerámico. Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Universidad Nacional de La Plata. 2Laboratorio de Análisis Cerámico. Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Universidad nacional de la Plata. CONICET.

El valle de Hualfín del noroeste argentino se ubica en el centro de la provincia de Catamarca y constituye un área significativa dentro de la arqueología argentina. La zona fue habitada durante unos dos mil años por grupos autóctonos hasta la llegada, primero de los inkas y posteriormente, de los españoles. Las excavaciones arqueológicas en sitios del valle permiten inferir, para los momentos tardíos, inte- racciones complejas entre los grupos que incluyeron relaciones de intercambio y reciprocidad a través de alianzas de tipo económico y social. No obstante, existieron situaciones de conflicto evidenciadas por la presencia de los asentamientos en altura o pukaras, puntas de proyectil en los sitios y grandes incendios, probablemente producto de enfrentamientos que desencadenaron el abandono de los poblados.

El entorno natural la zona occidental. Esto se suma a la proxi- midad de los trópicos y la alta duración del El valle de Hualfín recibe su nombre del brillo solar, lo cual produce elevadas tem- río homónimo y abarca una extensión de peraturas y ocasiona un déficit de humedad aproximadamente 2000 km2. Los cordones constante. montañosos de la provincia se constituyen El clima se caracteriza como subtropical en barreras climáticas, lo cual origina muy árido; las lluvias se concentran en la tempo- escasas precipitaciones, principalmente en rada estival y suelen producirse en forma to-

VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO CAPíTULO 2 29 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

rrencial, siendo una de las causas de la for- Flores, la Dra. Emilia Iucci y la Lic. Celeste mación de barreales, típicos en la zona. Valencia, realiza prospecciones, excavacio- Las características climáticas favorecen la nes y actividades de extensión, financiadas conformación de una flora en la que predo- a través de diversos proyectos, por la UNLP mina el matorral o la estepa arbustiva con y por organismos de promoción científica. asociaciones vegetales adaptadas a la vida Las labores de campo se han concentrado en ambientes secos –jarilla, matasebo, mon- en sitios adjudicados a momentos tardíos, te negro, pichana, brea, chilladora y alpa- previos y contemporáneos a la llegada de taco-. En los fondos de quebradas y orillas los inkas al territorio –aproximadamente en de ríos se observan bosques marginales de 1450 d.C.-. (Fig. 1) algarrobos, chañares, breas y sauces. Los primeros estudios en el valle de Hual- Con respecto a la fauna, los animales más fín se remontan a fines del siglo XIX y com- representativos consisten en -boa prendieron diversas expediciones llevadas vizcachera, iguana, tortuga terrestre-; aves a cabo por investigadores del Museo de La –perdices, suri, águila mora, halcón peregri- Plata. A principios del siglo XX se desarro- no- y mamíferos –roedores, zorro gris, gato llaron excavaciones financiadas por Benja- montés y puma entre otros-. mín Muñiz Barreto, quien fundó un museo Los estudios sobre restos botánicos y propio con los ejemplares obtenidos de la faunísticos indican que en momentos pre- excavación de tumbas. En la década de 1930 hispánicos existían condiciones que favo- Muñiz Barreto vendió la colección –que hoy recían la existencia de especies que hoy se lleva su nombre- al Museo de La Plata y aún encuentran muy reducidas o desaparecidas permanece alojada en la institución, consti- tales como los algarrobos que configuraban tuyendo uno de los valores patrimoniales de grandes bosques de los cuales hoy se conser- la misma. van sólo relictos. Del mismo modo, se han Desde entonces hasta la actualidad se han registrado restos de camélidos silvestres continuado las labores arqueológicas por –guanaco- y domésticos –llama-, cuya pre- parte de distintos equipos de trabajo. Los re- sencia actual se confina a zonas más eleva- sultados de dichos estudios permitieron re- das, por encima de las altitudes del valle. construir diversos aspectos de la vida de los Las condiciones descritas configuran un pueblos que habitaron el valle, desde hace paisaje árido a semiárido, en el cual se re- por lo menos dos mil años. quiere, hoy como en el pasado, de la mano Como ya hemos señalado, durante los pri- del hombre para desarrollar condiciones meros años del siglo XX las labores arqueo- adecuadas de subsistencia. lógicas consistieron en excavaciones de tum- bas mientras que a partir de la década de 1950 se trabajaron también sitios de habita- Los estudios en el valle ción. Las excavaciones de tumbas compren- y los interrogantes dieron restos materiales adjudicados a mo- investigados mentos tempranos en tanto que los trabajos sobre sitios habitacionales se concentraron El equipo de investigación del Laborato- sobre evidencias correspondientes al deno- rio de Análisis Cerámico de la Facultad de minado Período de Desarrollos Regionales o Ciencias Naturales y Museo de la Universi- Tardío –que comprende los siglos XI a XV-. dad Nacional de La Plata, bajo la dirección Hacia mediados del siglo XV se produce la de la Dra. Bárbara Balesta desarrolla tareas llegada de los inkas a territorio del noroeste en esta zona desde hace veinte años. El mis- argentino (NOA) y posteriormente se aña- mo, integrado por la Lic. Nora Zagorodny, den los efectos de la conquista española. el Dr. Federico Wynveldt, la Dra. Marina El Período de Desarrollos Regionales/

30 CAPíTULO 2 VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 1. Mapa del valle de Hualfín con sitios arqueológicos y localidades actuales (F. Wynveldt).

Tardío se caracterizó por el incremento en sos. Se complejizaron las relaciones sociales, la producción agrícola a través de la imple- lo que se evidencia en la organización del mentación de sistemas de irrigación artifi- trabajo y en la distribución y el consumo de ciales que permitieron un uso intensivo de bienes. Las consecuencias de estas transfor- las tierras. Este proceso trajo aparejado un maciones se tradujeron en una expansión aumento demográfico y la concentración de de la producción gracias a la construcción las poblaciones. A los típicos patrones de de obras agrohidráulicas y a un desarrollo establecimiento aldeano, propios de épocas tecnológico que perfeccionó la manufactura previas, se suman nuevas modalidades de de objetos artesanales –cerámica, textiles, emplazamiento entre las que se destacan los metalurgia-. poblados en altura, algunos de ellos fortifi- Los restos materiales que se han conser- cados. vado nos presentan distintos interrogantes Estas nuevas condiciones socioeconómi- con respecto a las condiciones de vida de cas plantearon la necesidad de implemen- aquella época. ¿Cómo se distribuía la po- tar organizaciones políticas más complejas blación dentro de las distintas modalidades que en períodos anteriores, que tendieron de emplazamiento que se han detectado? a expandir sus fronteras territoriales y su ¿Quiénes vivían en los grandes poblados y dominio efectivo sobre la tierra y sus recur- quiénes en los pequeños caseríos? ¿Qué sig-

VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO CAPíTULO 2 31 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

nifica la diversidad en la forma de los asen- carácter defensivo. Dentro de estos últimos tamientos? ¿Cómo y por qué surgen las for- se pueden distinguir aquéllos emplazados en tificaciones y qué rol cumplieron dentro del sectores altos -100 a 200 m sobre el nivel del esquema de poblamiento? ¿Cómo se procu- terreno- y de muy difícil acceso tales como raban la subsistencia? ¿Cómo enterraron a Loma de los Antiguos (Fig. 2), Cerro Colora- sus muertos y qué concepción tenían sobre do de La Ciénaga de Abajo entre otros y los la muerte? ¿Cómo fueron las relaciones con que se hallan sobre lomadas más bajas –entre pueblos vecinos que habitaban otros valles? 15 y 50 m- de los cuales Loma de la Escuela ¿Cómo impactó sobre los pueblos Belén la (Fig. 3) Loma de Ichanga, Palo Blanco y La invasión inkaica? Estancia, constituyen algunos ejemplos in- vestigados. Los grupos Belén construyeron sitios de Poblados protegidos, habitación con diferentes características; caseríos y actividades de algunos de ellos constituyeron verdaderos subsistencia poblados conglomerados, con distintas can- tidades de recintos, ubicados sobre lomadas Los asentamientos Belén en el valle de de difícil acceso y protegidos por murallas. Hualfín suelen ubicarse en tres zonas dis- Otros sitios, también localizados sobre lomas, tintas: sitios sobre piedemontes -como Cam- tuvieron menor tamaño y concentración y no po de Carrizal-, sitios en zonas bajas aledañas se dotaron de estructuras defensivas. a cursos de agua -sobre las barrancas de los Las estructuras habitacionales de los pobla- ríos Ichanga y Hualfín- y sitios en altura de dos Belén generalmente tuvieron forma rec-

32 CAPíTULO 2 VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca tangular y fueron construidas con paredes de zamientos de los sitios se podría pensar que piedra -denominadas “pircas” en el lenguaje aquéllos emplazados en zonas más altas sir- local-. Los techos consistieron en estructuras vieron como protección para ciertos sectores de ramas de distintos grosores, cubiertas por de la población Belén, mientras que los que barro batido mezclado con pedregullo y ma- se ubicaron en áreas más bajas albergaron teriales vegetales -a los que se llama “torta a habitantes menos favorecidos, que se de- del techo”- y fueron sostenidos por postes y dicaban fundamentalmente a la explotación vigas de madera dura -habitualmente alga- agrícola. Dentro de los sitios protegidos tam- rrobo o chañar-. bién se observan diferencias de tamaños y Por otra parte, se han registrado y excava- concentración de habitaciones, que podrían do sitios conformados por pequeños núcleos evidenciar una jerarquía representada por de dos o tres recintos, emplazados entre los poblados más importantes, habitados por lí- campos de cultivo sobre el piedemonte que deres locales y sus parientes y aliados. desciende de la ladera occidental del valle. El desarrollo de la agricultura hidráulica Los recintos se encuentran entre las terra- permitió utilizar terrenos que superaron, en zas de cultivo, que fueron regadas gracias al superficies cultivables, a las actuales. Los aprovechamiento de distintos cursos de agua excedentes obtenidos del cultivo se alma- que bajaban en sus cercanías. Para controlar cenaban en distintos tipos de estructuras y almacenar el agua construyeron estanques entre las que se destacan depósitos bajo el artificiales, acequias y canales de riego. nivel del piso, denominados “colcas”. Los Con respecto a las diferentes característi- cultivos principales comprendieron funda- cas y posibilidades que ofrecen los empla- mentalmente maíz, porotos, maní y zapallo.

Figura 2. Plano de Loma de los Antiguos mostrando estructuras de habitación y murallas de circunvalación del sitio. (F. Wynveldt 2009).

VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO CAPíTULO 2 33 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 3. Plano de Loma de la Escuela con las estructuras de habitación. (F. Wynveldt. Realizado con la colaboración de Ariel del Viso).

En Cerro Colorado de La Ciénaga nuestro equipo halló restos de marlos carbonizados que permitieron identificar diez variedades de maíz, una diversidad mucho mayor que la que se cultiva en el presente. Practicaron la ganadería de camélidos –llamas- de forma intensiva, con consumo de su carne y utilización de la lana para fa- bricar textiles. También se sabe que estos ani- males fueron usados como bestias de carga para conformar caravanas que recorrían el área Andina y procuraban una diversidad de mercancías provenientes de los distintos ambientes que recorrían, conformando un sistema de intercambio a larga distancia. Las actividades de subsistencia fueron complementadas por la caza de pequeños -principalmente roedores- y grandes ani- males –cérvidos y guanacos- y la recolec- ción de algarroba y los frutos del chañar.

cuanto a sus formas y decoración- que su La cerámica Belén presencia en los sitios ha sido usada como indicador cronológico de los momentos La cerámica denominada clásicamente tardíos en el valle de Hualfín. como “Belén” corresponde a una alfare- La cerámica decorada Belén, también ría decorada pintada en negro sobre fon- llamada Belén Negro sobre Rojo (N/R), do rojo. Esta alfarería, que fue fabricada tiene paredes relativamente delgadas y un en tiempos prehispánicos tardíos, estuvo buen acabado de superficie. Se distinguen distribuida fundamentalmente en los de- básicamente tres categorías generales de partamentos de Belén y Tinogasta, tanto piezas: las que comúnmente se denominan en sitios de habitación como en tumbas. Si “urnas” o “tinajas”, las “ollas” u “ollitas” y bien se dice que su origen puede situarse los “pucos” o cuencos (Fig. 4). en el valle de Hualfín del Departamento Las tinajas constituyen la forma que apa- de Belén, su presencia se ha extendido a rece con mayor frecuencia y se caracteri- otros territorios de Catamarca, como los zan por ser las vasijas más grandes. Siem- valles de Abaucán y Santa María. También pre se les coloca un par de asas en zonas se ha encontrado en sitios distantes como opuestas del cuerpo y presentan cuellos La Alumbrera de Antofagasta de la Sierra, con inclinación hacia afuera. Su decoración o de manera aislada en el sur en La Rioja y pintada se ubica en las paredes externas y Tafí del Valle. en la parte superior interna del cuello. Por Esta cerámica es tan característica –en lo general, bases, cuerpos y cuellos tienen

34 CAPíTULO 2 VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 4. Formas de la cerámica Belén Negro sobre Rojo. (F. Wynveldt) distintas decoraciones. La parte superior o modeladas y ocasionalmente incisas. del cuerpo es el sector más complejo; es el Uno de los motivos más extendidos en área elegida para concentrar las represen- la decoración de las tinajas es el de la ser- taciones figurativas, tanto zoomorfas como piente (Fig. 5). La misma habitualmente es antropomorfas que pueden estar pintadas representada con dos cabezas – muchas

VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO CAPíTULO 2 35 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

veces de forma triangular - y retorcida en la, entre la serpiente y el rayo así como su forma de S, en líneas quebradas, orientadas simbolización en forma de zigzag. También de modo horizontal o vertical. recogieron una leyenda andina que narra Se conoce que el culto de la serpiente te- que Sumac Ñusta, la diosa de la lluvia, tenía nía un papel muy importante en las pobla- una vasija en la que guardaba agua y la vol- ciones prehispánicas en América Occidental caba sobre la tierra. Cada tanto, su hermano por lo cual se puede pensar que los pobla- Catequil –el rayo-, rompía dicha vasija, lo dores Belén compartían estas creencias. que provocaba tormentas con truenos, re- El simbolismo de la serpiente es común en lámpagos, lluvia, nieve o granizo. Aquéllos toda la región de Santa María, Andalgalá, estudiosos interpretaron que Catequil estaba Belén y Tinogasta. Relatos de principios del representado en las vasijas santamarianas y siglo pasado indican que para aquella época belén a través de la serpiente zigzagueante. la serpiente todavía era considerada como Una cuestión que llamó la atención a los custodia de los enterratorios, motivo por el investigadores fue la diferencia de tamaño cual se relacionaron aquellas creencias con que existe entre las tinajas, observando que su representación en las tinajas de uso fune- aquellas que fueron destinadas para un uso rario. doméstico son de mayor tamaño que las de Los investigadores pioneros de fines del uso funerario. Si pensamos que por su mor- siglo XIX han dejado testimonios que indi- fología y tamaño, las tinajas de uso domésti- can que los habitantes de la zona habrían co podrían haber sido utilizadas para conte- tenido por dioses al trueno y al rayo y des- ner agua, resulta comprensible la represen- tacan que en la región aún existe la creencia tación de la serpiente sobre sus superficies. que relaciona la aparición de una víbora con Las ollas son semejantes a las tinajas, pero la caída de un rayo y como consecuencia, a sus cuerpos son más globulares, algunas de la llegada de la lluvia. Esto permitiría com- ellas no tienen cuello y cuando los poseen prender el vínculo, en la mitología vernácu- son más cortos. Además, a diferencia de las

Figura 5. Ejemplos de representaciones de serpientes sobre tinajas Belén y quirquinchos en pucos Belén. (F. Wynveldt)

36 CAPíTULO 2 VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca tinajas, no siempre presentan asas. Las ollas de enterrar a los adultos –en forma directa aparecen en los sitios con mucha menor fre- en la tierra- y a los niños –en urnas funera- cuencia que las tinajas y su decoración con- rias -. siste fundamentalmente en figuras geomé- Los espacios incluían entierros dispersos tricas en la base y cuello, mientras que en el en el campo –vinculados a zonas de cul- cuerpo suelen presentar una diversidad de tivo-, en inmediaciones de los poblados, motivos zoomorfos. intercalados entre espacios de vivienda o Los pucos o cuencos son piezas abiertas dentro de los mismos recintos -tal el caso que posiblemente hayan sido usadas para el de dos entierros infantiles excavados por servicio -las de mayor tamaño- y consumo nuestro equipo en Cerro Colorado de La -las más pequeñas- de comidas. Su decora- Ciénaga- (Fig. 6). ción en las paredes externas consiste gene- La construcción de las tumbas siempre ralmente en líneas onduladas verticales. En comprende una cobertura lítica, que puede ocasiones su interior está decorado con gran consistir en grandes piedras por debajo de diversidad de motivos zoomorfos entre los las cuales se cavaba un lugar para localizar que se cuentan figuras de serpientes pero a los cuerpos o en oquedades revestidas y también se han representado quirquinchos techadas con piedras -denominadas “cis- (Fig. 5). Estos últimos probablemente hayan tas”-. Los niños se localizaban dentro de formado parte de las preparaciones culina- tinajas cerámicas, que a su vez se tapaban rias contenidas en dichas vasijas. con piedras o se sellaban con otras vasijas. Sobre la base de la variedad de tumbas observadas se elaboró una clasificación en Cómo enterraron la cual se proponen las siguientes variantes: a sus muertos cistas (con pared pircada, con o sin techo y/o falsa bóveda); medias cistas (con parte Se han registrado varias costumbres mor- de pared de piedra y bóveda y asociadas a tuorias que se distinguen por los diversos bloques); entierros bajo bloque pircado; cá- espacios que se utilizaban para albergar los maras funerarias sin paredes; entierros en cuerpos y por la distinción entre la forma urnas (directos, bajo bloque y bajo bloque

Entierro1

Entierro 2

Figura 6. Tumbas infantiles en Cerro Colorado de La Ciénaga. (B. Balesta 2011).

VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO CAPíTULO 2 37 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

pircado); entierros directos (en el campo y Beligerancia y en estructuras domésticas). conflictividad durante Los distintos emplazamientos en que se momentos tardíos hallaron las tumbas nos hablan de una es- fera funeraria incorporada en el paisaje de Para los momentos tardíos de la histo- los vivos y de las vivencias cotidianas. El ria prehispánica y los primeros años de la ámbito de la muerte se halla en un espacio conquista española se ha postulado la exis- de paredes y techos resguardados por ro- tencia de conflictos entre distintas etnías cas, con cuerpos colocados dentro de cons- que habitaron el área andina. Esta situación trucciones, que en algunos casos se hallan de beligerancia se ha detectado a partir de a su vez, dentro de habitaciones. En los ni- evidencias arqueológicas y de documentos ños la protección se potencia, ya que ade- escritos. Los restos materiales asociados a más son ubicados dentro un contenedor eventos de violencia intergrupal parecen que se tapa con piedras o con otras vasijas ser particularmente abundantes durante mientras que sus cuerpos son envueltos en este período. textiles. ¿Cuáles habrán sido los motivos para la Entre los objetos enterrados con los cuer- existencia de estos enfrentamientos? Distin- pos predomina la cerámica; algunas de las tos investigadores del NOA y del área An- vasijas exhiben huellas de antiguos usos, dina han planteado que uno de los factores parecen haber sido utilizadas cotidiana- desencadenantes pudo ser un cambio cli- mente y no manufacturadas especialmente mático que afectó vastas áreas del altiplano, para la esfera funeraria. Otras, si bien es generando importantes sequías y con ellas evidente que fueron colocadas para acom- la dispersión de las poblaciones. Por esta pañar a los difuntos también podrían ha- causa, los grupos que habitaban las zonas berse usado en algún momento del ritual altiplánicas habrían ejercido una fuerte pre- en el que se ofrendaran y/o consumieran sión demográfica sobre los oasis puneños alimentos. y los valles fértiles que los rodeaban. Otras En 1999 se publicó el descubrimiento situaciones de conflictos parecen haber sido de una tumba en las proximidades del si- producidas por las incursiones de grupos tio Campo de Carrizal. El mismo contenía nómades o semi-nómades provenientes del tres individuos -uno adulto femenino de este de los Andes que pugnaban por apro- entre 23 y 28 años y dos infantiles- sepul- piarse de los recursos que se hallaban en tados bajo una oquedad de una gran roca. manos de grupos de pastores y agricultores Los infantes están inhumados en urnas del que habitaban al occidente. tipo Belén N/R, ambas con una decoración Una de las evidencias más generalizada representada por serpientes bicéfalas. Den- que ha llevado a interpretar la omnipresen- tro de una de las urnas, junto con los restos cia del conflicto en esta región han sido los esqueletales de uno de los infantes, se ha- poblados protegidos, habitualmente deno- llaron gran cantidad de restos óseos corres- minados pukaras. Estos poblados fueron pondientes a 18 individuos de Amphisbaena, emplazados sobre lomadas con distintos denominada vulgarmente como víbora cie- grados de accesibilidad y una amplia visi- ga o de dos cabezas. Este sorprendente ha- bilidad del entorno, a lo que a veces se su- llazgo, sumado a la presencia de la serpien- maban componentes arquitectónicos defen- te en la decoración de las vasijas contribuye sivos -miradores, troneras y murallas-. a explicar el papel de animal tutelar que se Las evidencias materiales que pueden vin- le ha adjudicado y refuerza la vinculación cularse con situaciones de guerra, violencia de los enterrados con la vida a través de la y conflictos consisten en una serie de ras- relación de la serpiente con el agua. gos que nos permiten interpretar a un sitio

38 CAPíTULO 2 VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca como defensivo, tales como emplazamiento ciones en épocas de lluvia. Un caso particu- en altura, diferencias de elevación entre dis- lar está constituido por Loma de Ichanga a tintos sectores, existencia de barreras para cuyo pie confluyen los ríos Ichanga y La el acceso, tanto naturales -cuerpos de agua, Calera, cursos transitorios que sólo trans- cárcavas, riscos, etc.- como artificiales -mu- portan agua superficial en eventos drásticos rallas de circunvalación, sistemas de muros estacionales. Estos cursos no parecen haber múltiples, barreras de carácter perecedero sido barreras importantes para el acceso al o móviles, como plantas espinosas, barro, sitio, no obstante constituyen verdaderos troncos-, y un alto grado de visibilidad -el arenales, parcialmente descubiertos de ve- campo visual que puede obtenerse del en- getación, lo cual los convierte en espacios torno desde un sitio particular-. muy expuestos cuando se observan desde Además, pueden señalarse como rasgos la altura de Loma de Ichanga. defensivos: entradas diseñadas para res- Existen otros indicadores no arquitectóni- tringir el acceso y la circulación, ángulos en cos para dar cuenta de la conflictividad im- murallas, parapetos, ubicación de posibles perante en este periodo. Uno de ellos con- puestos de observación o divisaderos y pre- siste en el hallazgo de armas, como puntas sencia de terrazas o plataformas. de proyectil confeccionadas a partir de dis- En todas las localidades arqueológicas tintas materias primas. La mayor parte de del valle de Hualfín –La Ciénaga, Asampay, ellas fueron manufacturadas con obsidiana Eje de Hualfín, Puerta de Corral Quemado, procedente de la Puna catamarqueña, para Corral Quemado, entre otras- se han detec- cuya obtención debieron trasladarse por tado evidencias arquitectónicas de defensi- más de 200 km o adquirirla por intercambio bilidad representadas por sitios en altura, si con otros grupos (Fig. 7). bien dichas alturas son variables –entre 50 y También se considera una prueba de vio- 200 m sobre el nivel del terreno-. En algunos lencia el hallazgo de restos esqueletales hu- sitios existen barreras artificiales, dadas por manos decapitados o con traumatismos se- la presencia de murallas de gran longitud veros que podrían haber causado el deceso y de sistemas de muros múltiples –Cerro de las victimas. Un hallazgo interesante en Colorado de La Ciénaga de Abajo, Cerrito este sentido está constituido por el cuerpo Colorado de La Ciénaga de Arriba, El Moli- de una mujer sin cabeza, debajo del piso de no de Puerta de Corral Quemado-. Aunque una habitación de Loma de los Antiguos, muchas de estas murallas y muros no tenían sitio en el que también fueron recuperadas gran altura, debieron facilitar la circulación numerosas puntas de flecha de obsidiana y de los pobladores por las laderas así como de hueso. brindar la posibilidad de parapetarse para Asimismo, ciertas características de aban- vigilar y alertar en caso de que alguien se dono de los sitios como incendios masivos aproximara. Por otra parte, la sola presen- -tal el caso de una habitación en Loma de cia de estas construcciones representaba un Ichanga-, en algunas circunstancias pueden factor disuasivo. ser interpretadas como consecuencia de en- Asimismo, deben haber operado las ba- cuentros violentos entre grupos. rreras naturales, tales como los ríos, que El crecimiento de la población, las fluc- funcionarían como obstáculos durante el tuaciones climáticas, la escasez de recursos verano. Ejemplos de estas situaciones se ob- y las modalidades de asentamiento tuvie- servan en Cerro Colorado de La Ciénaga de ron lugar en el valle antes de la llegada de Abajo, Pueblo Viejo del Eje de Hualfín y El grupos extraños al mismo. Por este motivo, Molino de Puerta de Corral Quemado –en- creemos que los mismos pobladores Belén tre otros-, ubicados a la vera de ríos cuyos deben haber vivido pugnando por legitimar caudales se incrementan en grandes propor- liderazgos y derechos. Por otra parte, sus

VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO CAPíTULO 2 39 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 7. Puntas de proyectil de obsidiana recuperadas en los sitios Campo de Carrizal. (A), Loma de los Antiguos (B), Cerro Colorado (C) y Lajas Rojas 4 (D). (M. Flores).

convivencias con pobladores de las áreas Lecturas Sugeridas vecinas –como los grupos santamarianos-, deben haber implicado tensiones. Ambrosetti, J.B. 1896. El símbolo de la serpiente Probablemente, la llegada de los inkas al en la alfarería funeraria de la región Calcha- territorio haya potenciado los enfrentamien- quí. Boletín del Instituto Geográfico Argen- tos internos. La relación de estas áreas peri- tino. Tomo XVII. Cuadernos 4, 5 y 6. Buenos féricas con los inkas puede haber incluido Aires. Ambrosetti, J.B. 1906. Exploraciones arqueo- diferentes modalidades como la producción lógicas en la Pampa Grande (Provincia de de alimentos que luego fueran distribuidos Salta). Revista de la UBA, publicaciones de en centros inkaicos -como El Shincal en Lon- la Sección Antropológica 3, Tomo VI. dres- o la provisión de mano de obra en al- Balesta, B. y N. Zagorodny (editoras). 2011. Al- gún centro metalúrgico -como Quillay den- deas protegidas, conflicto y abandono. In- tro del mismo valle-. Esto proporcionaría vestigaciones arqueológicas en La Ciénaga. una situación privilegiada a algunos líderes Ediciones Al Margen. La Plata. locales, pero esta misma situación genera- González, A. R. 1977. Arte precolombino de la ría conflictos con otros grupos Belén. Con Argentina. Filmediciones Valero. Buenos posterioridad se produjo la llegada de los Aires. españoles, que finalizan el proceso de des- Wynveldt, F. 2007. La estructura de diseño de- estructuración con la consiguiente extinción corativo en la cerámica Belén (Noroeste ar- gentino). Boletín del Museo Chileno de Arte de las poblaciones del valle de Hualfín. Precolombino 12, 2: 49-67.

40 CAPíTULO 2 VIDA, GUERRA Y MUERTE EN HUALFIN PREHISPANICO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA DEL 3 VALLE DE HUALFÍN

María Carlota Sempé¹, Luis Dulout², Marta I Baldini³ y Lidia Baldini4

1CONICET- UNLP FCNYM Laboratorio Análisis Cerámico; 2 UNCat.FACEN; 3CONICET-Museo Etnográfico UBA- UNLP.FCNYM; 4 CONICET- UNLP.FCNYM.

La construcción de la historia cultural del Hualfín abarcó sesenta años de trabajos de campo. Con la introducción del método radio- carbónico, se estableció la profundidad temporal para la ocupación humana posibilitando visibilizar los procesos de cambio ideológico. La aplicación del concepto de contexto cultural, que al considerar la totalidad de las actividades del grupo humano en un ambiente, permitió cambiar el modo previo de considerar que el tipo cerámico era igual a cultura y considerar a la construcción de la cultura como parte de los colectivos (o grupos humanos) que se configuraron como diferentes Formaciones Sociales en el tiempo.

Introducción primó la idea de Boman de 1908 al atribuir las manifestaciones arqueológicas a las dis- Entre 1920 y 1929 el coleccionista Benja- tintas naciones indígenas, contemporáneas mín Muñiz Barreto financió excavaciones a la conquista española. Continuando esta arqueológicas en el valle del Hualfín, Depar- postura, en 1947 Márquez Miranda, planteó tamento Belén. Catamarca, convirtiéndolo que esos materiales correspondían al grupo en un referente arqueológico de importancia Diaguita de la conquista. para el NOA. La colección dio la base necesaria para Varios investigadores se interesaron por que González, al valorizar su información la Colección Barreto y por la arqueología del contextual, comenzara en 1950 sus excava- Hualfín, entre ellos Casanova y Debenedetti ciones estratigráficas en sitios de ocupación a principios de la década de 1930. Hasta 1950 indígena. Consideró vital determinar las fe-

LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA CAPíTULO 3 41 DEL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

chas y el orden de los sucesos históricos para A demostrar la diacronía cultural del valle. In- trodujo en el país la aplicación del método radiocarbónico fechando materiales recupe- rados para validar la seriación de tumbas y establecer los lineamientos de la historia ar- queológica del valle. El segundo fechado radiocarbónico del país fue la primera datación absoluta del valle, el L 307 1130 +- 90 A.P., realizada con material procedente de recintos de vivienda de contexto doméstico Aguada, excavados en 1952 en el Sitio 10 de La Ciénaga (Fig. 3 A). La muestra procedía “de hogares conte- nidos en habitaciones donde no hubo nin- B guna remoción posterior a su abandono por los indígenas que las construyeron, hecho comprobado por una cuidadosa extracción estratigráfica del relleno”. Esta datación modificó la secuencia ela- borada previamente, mediante la seriación relativa de los contextos funerarios excava- dos por Weisser, siguiendo la idea sosteni- da por Serrano en 1943 de evolución de la decoración cerámica desde lo figurativo a lo geométrico. Con el fechado de un recinto Belén, exca- vado en Corral de Ramas, Y 559 que dio 590 +-50 A.P., consolidó la idea de sucesión cul- tural. Un hito fundamental fue su campaña al Hualfín en 1969, y que una de las autoras integró. Se excavaron sitios habitacionales y poblados sobre lomas para definir sus con- textos culturales. Realizó nuevos fechados que le permitieron en 1975, junto a Cowgill, Figura 1. A. Mapa del río Hualfín. B. Excavaciones en la construir la secuencia de fases arqueológicas Ciénaga (1969). dividiendo los Períodos Temprano, Medio, Tardío en lapsos mas acotados. Sempé entre ocupación, recintos de vivienda y cemente- 1981-1995 prosiguió esos trabajos de cam- rios, indicaron una mayor profundidad tem- po en La Ciénaga, Azampay y Hualfín con poral para el inicio del asentamiento huma- subsidios CONICET y UNLP, excavando y no agroalfarero. El avance del conocimiento fechando sitios de vivienda. y los cambios tecnológicos en los métodos A partir de 1995, con proyectos CONICET de datación permitieron a Carbonari, Baldi- y UNLP, dirigidos por Sempé, Salceda y ni, Huarte y Sempé realizar en 2010 ajustes, Mafia, se realizaron trabajos de campo para validándose fechados que González había profundizar en los modos de ocupación del descartado por antiguos reafirmando las fa- espacio durante el período de Desarrollos ses culturales del valle de Hualfín. Regionales. Nuevos fechados de niveles de Los trabajos de campo se complementaron

42 CAPíTULO 3 LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA DEL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca con un estudio comparativo entre los sitios Un concepto de cultura de vivienda correspondientes a las culturas Condorhuasi-Río Diablo, Ciénaga, Aguada, La sola recopilación de material arqueo- Sanagasta, Hualfín, Belén e Inca y los ce- lógico no significa que el mismo represente menterios arqueológicos de La Ciénaga, La una cultura porque como plantearon Bas- Aguada, Agua Quemada, Yacotula, Guasa- tos y Cumes en 2007, para que haya cultu- yaco, Corral de Ramas, Azampay, Palo Blan- ra debe haber un colectivo que comparta co, Loconte, Puerta de Corral Quemado, Co- significados y se sirva de los símbolos co- rral Quemado, San Fernando y Hualfín. munes para comunicarse entre sí, no es la Sempé y Baldini, en base a fechados y es- cultura la que hace al grupo, sino que éste tudio de los cementerios dividieron en fases la crea en su acción social. a la cultura Aguada e interpretaron su for- Compartiendo la idea planteada por mación social demostrando la existencia de Geertz en 1992 que “el hombre es un ani- comportamientos sociales repetitivos de las mal inserto en tramas de significación que modalidades funerarias, cuyo carácter nor- él mismo ha tejido, considero que la cultu- mativo se aprecia al procesar la información ra es esa urdimbre y que el análisis de la estadísticamente. cultura ha de ser por lo tanto, no como una ciencia experimental en busca de leyes, sino una ciencia interpretativa en busca de El ambiente significaciones.”, los arqueólogos deben interpretar los materiales como signos y Las fotos aéreas, usadas para caracterizar significados para definir una cultura. ambiente geológico posibilitaron una mejor explicación del mapa arqueológico regional y de las características del emplazamiento de LAS ETAPAS DE DESARROLLO los sitios de ocupación. Desde Eje de Hualfín EN EL VALLE hasta Puerta de San José el río corre recosta- do contra el macizo oriental del Atajo. Al pie Para estudiar los cambios producidos formaciones terciarias con cierta elevación en el pasado a nivel de la organización y fueron elegidas preferentemente para asen- comportamiento de los grupos humanos tar los sitios habitacionales Belén del período la arqueología tiene que definir secuencias de Desarrollos Regionales. El plano aluvial temporales locales, areales y regionales presenta una franja de terraza muy angosta que se concretan en períodos y fases que de 2 a 3 m de altura. reflejan cambios ocurridos en tiempos más Al Oeste la pendiente es suave y llana, cortos. Esta diacronía es básica para estu- frente a la Ciénaga de Abajo la erosión de los diar la dinámica de los procesos de inte- sedimentos terciarios formó mesadas y cerri- gración sociocultural. llos usadas para emplazar sitios Belén. Los torrentes semipermanentes proceden- tes del macizo occidental han cavado una Período Temprano Inicial serie de zanjones conocidos como los ríos Is- changa, La Manga, Diablo, Guyishchi, Casas En este momento hay pequeñas comu- Viejas y Palo Blanco que desembocan en el nidades viviendo en el ámbito del bosque Hualfín. Bordeando el río, el monte xerófilo de algarrobos a orillas del río Hualfín y de algarrobos, chañares, jumes, jarillas, reta- otras se ubicaron en el piedemonte alto mas, poposas, jarillas, en vías de desapari- de la ladera occidental del valle. Estas co- ción, se extiende en galería. Esta zona, típico munidades enterraron a sus muertos con barreal areno-arcilloso, tuvo densa ocupa- diversos rituales complejos que incluían ción de sitios del período Formativo, tanto sacrificios de llamas y el uso de máscaras habitacionales como de entierro. de piedra.

LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA CAPíTULO 3 43 DEL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

1. Fase Río Diablo ollita tipo Río Diablo de cuello restringido. La fase más temprana del valle correspon- En 2004, Sempé localizó en Azampay un de a la cultura Condorhuasi. En 1969 de ella recinto circular con paredes de piedra de se excavaron un fondo de vivienda en el contexto Río Diablo. sitio Río Diablo de La Ciénaga fechado en A los materiales recuperados se asocia- 2490 +-90 edad C14 convencional que lle- ron 24 tumbas procedentes de La Ciénaga, va la sigla de identificación Tx 981 sella- Aguada Orilla Norte, Las Barrancas y La do por una capa de 30 cm de espesor de Hoyada de Corral de Ramas que ejempli- sedimento areno-arcilloso verdoso estéril ficamos con dos casos: la inhumación de culturalmente que cubre la región. La es- dos individuos en el cementerio Cardón tratigrafía mostró por encima un nivel de Mocho de Azampay, uno de los cuales lle- ocupación La Manga y más arriba Agua- vaba una máscara de piedra sobre el rostro da. En las cercanías se encontró un horno y otro procedente del cementerio 5 y 5ª de de cocción cerámica y, en su interior, una La Ciénaga, donde el individuo tenía la mascara de piedra a los pies. A 2. Fase Las Barrancas (Condorhuasi). Otros enterratorios con Condorhuasi Polí- cromo carecen de fechados para establecer su ubicación temporal. Fueron atribuidos por González a esta fase, señalando su se- mejanza contextual con los sitios de Alami- to de Nuñez Regueiro. Los fechados reali- zados por Scatolin y Gero en Yutopian, Va- lle del Cajón, en niveles de ocupación con un contexto de asociación semejante a los contextos funerarios atribuidos a esta fase, rindieron una fecha de 1830 +- 60 AP,. Dichas investigadoras señalan que el fechado más moderno de Yutopián sería B contemporáneo de los estratos inferiores de la falda del Aconquija y de los sitios de Alamito, lo cual implica las relaciones e intercambios ocurridos entre los distintos valles y poblaciones en este momento.

3. Fase La Manga (Ciénaga I). Está representada por niveles de ocupa- ción en los sitios I a IV ubicados a orillas

Figura 2. A. Cementerio de C Cardón Mocho, Azampay. B. Entierro de la máscara. C. Entierro de la Ciénaga con máscara de piedra.

44 CAPíTULO 3 LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA DEL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

A B

C

D

Figura 3. A. Mapa de La Ciénaga. B. Entierros La Manga, en Cardón Mocho. C. La figura humana Ciénaga. D. La figura zoomorfa Ciénaga.

del cauce sur del Río La Manga y de Río tancia desde épocas muy tempranas. Las in- Diablo excavados en 1967. humaciones infantiles tenían como ajuar una Entre ambos ríos se ubica el cementerio 14 placa de Cu decorada y un caracol de proce- analizado por Dulout en 2005, donde se re- dencia pacífica Olivia peruviana (costa Chi- gistra la mayor concentración de inhumacio- lena), indicando, que los intercambios con el nes con contexto exclusivo La Manga y una área chilena tienen mayor profundidad cro- tumba encontrada en el cementerio Agua- nológica remontándose a esta fase. da Orilla Norte. En Azampay, varios de los esqueletos del cementerio al pié de la loma del cardón Mocho son contemporáneos, sus Temprano Propiamente Dicho fechados realizados en el LATYR rindieron 2220 ± 60 A.P, 2020 ± 60 AP, 2000 ± 60 Este momento, restringido a las antiguas A.P. fases II y III de La Ciénaga, esta representa- Entierros muy tempranos de cardón Mo- do por setecientos ochenta y seis entierros cho testimonian el intercambio de larga dis- clasificados y estudiados (Fig. 3).

LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA CAPíTULO 3 45 DEL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

1. Fase Guiyischi (Ciénaga II) ideología y sociedad Ciénaga, observables A esta fase corresponden 456 entierros en la creciente diferenciación de los ajuares con 591 individuos, entre párvulos, infantes funerarios y la aparición de un arte figura- jóvenes y adultos que hemos estudiado y tivo con juegos de figura fondo y dualismo clasificado contextualmente. La diferencia- en las representaciones que implicaron la ción de estas inhumaciones de otras mas transformación de los signos y significados tardías es de carácter contextual y estilística, representados en los objetos (Fig 3 C). pues no se han realizado fechados radiocar- En esta época hubo condiciones climáti- bónicos para la misma, pero en la secuencia cas favorables a un denso poblamiento del arqueológica de Costa de Reyes en el valle valle en La Aguada, Azampay, Agua Que- de Abaucán colindante, los niveles con tipos mada, Condorhuasi y La Ciénaga. Esta últi- cerámicos Ciénaga semejantes tienen una ma, según los estudios de Salceda y Sempé fecha radiocarbónica, que los ubica en un de 2005 registra para la época y lugar, alta período aproximado entre 300 y 500 d. C. concentración demográfica, 100 familias (M 1638 1530+/-120). En esta comunidad el con más de 1000 individuos. Baldini y Sem- arte decorativo exclusivamente geométrico pé en 2007 plantearon que La Ciénaga fue no permite acceder a su ideología. un nodo estable de la red caravanera tem- prana por su densidad de población e im- 2. Fase Casas Viejas (Ciénaga III) portancia, con relaciones muy concretas con Representada por los niveles estratigrá- San Pedro de Atacama debido a la presencia ficos más tempranos del sitio Agua Verde de dos tumbas con materiales cerámicos fo- de la Puerta de Corral Quemado fechados ráneos de esa procedencia. en Tx 1490 +-60, 1450 +-70 y 1400+-70 A.P, cuyo promedio los ubica en el 500 d.C. Sus contextos de ocupación, sin expresiones Período Medio ideológicas Aguada, corresponden al final de Ciénaga Sempé y Baldini, diferenciaron dos fases El análisis comparativo entre contextos respaldadas por fechados absolutos a par- domésticos y funerarios de los cementerios tir de sitios de vivienda Aguada estudiados I a XIV de La Cienaga, permitieron adscri- en La Ciénaga: Río Diablo 3, Guiyischi Sitio bir a este momento 330 lugares de inhuma- 10; Barrealito de Azampay y Loma Larga de ción con 449 individuos. Respecto a la fase Shincal y su relación contextual con tumbas previa se registran cambios profundos en la del cementerio Aguada Orilla Norte.

120 70 62 100 100 60

80 50 39,24 58 63,3 40 60 38 30 24,5 40 36,7 23 20 16 14,55 15 20 10 10,2 9,49 4 2,53 0 0 N° DE TUMBAS % DE TUMBAS CAGYP CAGG CAP AGG AGYP AP BARREALITO N° DE TUMBAS AON % DE TUMBAS Gráfico 1. Fase aguada. Número y porcentual de Gráfico 2. Número y porcentaje de tumbas por Tumbas N=158 grupos contextuales N=158

46 CAPíTULO 3 LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA DEL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

1. LATYR 587 Barrealito Azampay Recinto 3 (F. Barrealito).Sempé. 1430 ± 60 A.P - 520± 60 d.C Tabla . Fechados Un Sigma: [cal AD 601: cal AD 691] 0,934571 Dos Sigmas: [cal AD 557: cal AD 775] 1. [cal AD 750: cal AD 762] 0,065429 Período Medio. 3. Lu 370 Río Diablo nº 3. (F. Barrealito). González. 1410± 50 A. P. – 540 d.C. ± Valle de Hualfín Un Sigma: [cal AD 636: cal AD 695] 0,781121 Dos Sigmas: [cal AD 557: cal AD 775] 1, [cal AD 696: cal AD 708] 0,073748 Calibración [cal AD 748: cal AD 765] 0,145131 hemisferio Sur 11. P. 343. La Ciénaga sitio 10 recinto pequeño. Aguada. González 1210±54 A.P. -740 d.C (Calibration Un Sigma: [cal AD 782: cal AD 789] 0,043824 Dos Sigmas:[cal AD 714: cal AD 745] 0,035891 [cal AD 811: cal AD 848] 0,237305 [cal AD 767: cal AD 992] 0,964109 data set: [cal AD 853: cal AD 902] 0,351106 shcal04.14c. # [cal AD 915: cal AD 968] 0,367765 12. U. 155. La Ciénaga sitio 10 Gran recinto. Aguada. González 1180±80 A.P. – 770 d.C McCormac et al. Un Sigma: [cal AD 782: cal AD 789] 0,0268 Dos Sigmas: [cal AD 688: cal AD 1035] 1, 2004). [cal AD 812: cal AD 847] 0,156146 [cal AD 855: cal AD 991] 0,817053 13. L. 307. La Ciénaga sitio 10 Gran recinto. Aguada. González 1130 ± 90 AP – 820 d.C Un Sigma: [cal AD 783: cal AD 787] 0,01097 Dos Sigmas: [cal AD 719: cal AD 742] 0,016294 [cal AD 824: cal AD 842] 0,049779 [cal AD 769: cal AD 1156] 0,983706 [cal AD 861: cal AD 1041] 0,939251 15. LATYR 2319 Loma Larga Sempé 920 ± 90. Un Sigma: [cal AD 1044 : cal AD 1088] 0,744702 [cal AD 1104: cal AD 1228 ] 0,255298

1. Fase Barrealito de Azampay de la formación social previa, se visibilizan Caracterizada por sitios de vivienda en en la aparición de una estructura social tri- los sitios Río Diablo 3, fechado en 1410+-50 partita, identificada por una apropiación di- y Barrealito de Azampay fechado en 1430 ferencial de los objetos y de las tecnologías +- 60, con coexistencia de materiales cerá- en metal, piedra y alfarería a nivel funerario micos Cienaga y Aguada en niveles de piso y en sitios de vivienda. Como las ideas no sin remoción. A este momento pertenecen viajan solas y menos en sociedades sin es- 58 inhumaciones del cementerio Aguada critura ni medios de comunicación a distan- Orilla Norte y otra de Villavil con contextos cia, estos cambios se habrían producido por cerámicos Ciénaga-Aguada, rescatada por la llegada de grupos con ideología Aguada la Dirección de Antropología de la provin- que interactuaron y convivieron con los cia. Los cambios respecto a la configuración existentes en el valle.

A B

C Figura 5. A. Sitio Río Diablo 3. B. Sitio 10. Recintos V 1-2-3. C. Bosque seco

LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA CAPíTULO 3 47 DEL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

2. Fase Orilla Norte de La Aguada en los cementerios 5, 5a y 8, y 100 inhuma- Está representada por una serie de estruc- ciones en La Aguada Orilla Norte. turas de vivienda en el sitio 10 de La Ciéna- Como aparato ideológico de una nueva ga, entierros ubicados en sus inmediaciones configuración social de carácter exclusivo A

B

C

D

Figura 6. A. Barrealito, recintos 1 y 2. 3. B. Barrealito, recinto 3 y ollas. C. Figuras felínicas Aguada. D. Figuras humanas Aguada.

48 CAPíTULO 3 LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA DEL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Aguada, la religión ejerció una dominación des dimensiones, con pisos de entre seis y manifiesta en la fuerte expresión religiosa mas metros de extensión y grandes fogones en el campo funerario, hecho señalado por comunales con sectores diferenciados por González en varias de sus obras. Las imá- piedras para la cocción de alimentos que in- genes figurativas muestran una variación dican modalidades constructivas de vivien- importante en la complejidad de sus expre- das tipo “malocas”; Sempé en 1969 encontró siones, formas de asociación y cantidad de estructuras semejantes en el valle aledaño iconos presentes en las tumbas, indicando de Abaucán, para los comienzos del Tar- gran riqueza de significantes a nivel ideo- dío; esto muestra un quiebre importante en lógico. Esto refleja la transformación de las relación a las formas de asentamiento con viejas comunidades Ciénaga en una nueva paredes de piedra, recintos diferenciados y formación social que se expresó con un en- corrales, propios de Aguada. tramado de significaciones que denotan la Tampoco en los entierros se registraron hegemonía ideológica Aguada por la exis- mezclas. En la Ciénaga, las urnas Hualfín tencia de procesos de resignificación que forman agrupamientos pequeños en sitios muestran cómo los antiguos iconos, incor- aislados, lejos de los cementerios con mate- poraron una dimensión felínica de la que riales Ciénaga y Aguada. carecían en sus atributos originales, caso del saurio, la llama y la víbora. En El Shincal al Suroeste del valle de Período Tardío Propiamente Dicho Hualfín, se encuentra el sitio Loma Larga, que González interpretó como sitio cere- 1. Fase Belén monial, constituido por varias estructuras La Formación Social Belén tiene una cla- de paredes de piedra; está asociado a cerá- ra y restringida distribución espacial que mica Aguada un poco más tardía desde el abarca en su foco de desarrollo a los depar- punto de vista estilístico, coherente con un tamentos de Belén y Tinogasta de la provin- reciente fechado de 920 +-90 edad C14 con- cia de Catamarca. Sempé ha interpretado la vencional. misma como un señorío que tuvo su núcleo de acción geopolítica en el valle de Hualfín con relaciones o procesos expansivos hacia Periodo Tardío (950 – 1480DC) los valle aledaños. La ocupación humana tiene un patrón al- Periodo Tardío Inicial deano agrícola con obras hidráulicas y an- denes de cultivo. Los sitios habitacionales 1. Fase Agua Verde se estructuran en agrupaciones de entre 20 Esta representada por sitios de ocupación y 100 recintos, dispersos o sobre elevaciones con contextos correspondientes a la entidad formando poblados con defensas. También “Hualfín” definida por González en base a hay lugares funerarios. las excavaciones de 1952 de un entierro y re- Al occidente del valle los tres niveles de cintos en Quillay y las de 1969 en los sitios piedemonte están ocupados por asenta- de vivienda de Agua Verde, construidos mientos Belén. Desde Agua Linda hasta Las con paredes de material perecible y arcilla, Manzas, en el más alto se ubicaron andenes fechados hacia el 900 – 1000DC. Cabe des- de cultivo, represas, recintos de vivienda tacar que estos sitios no tienen materiales dispersos entre andenes de cultivo y si- mezclados, ni con Aguada ni con Belén lo tios sobre mesadas. Al Norte, en Carrizal que significa una discontinuidad cultural en y Azampay, la Loma de los Antiguos y La la secuencia. Agüita con sus andenes, están en el segundo Los recintos de Agua Verde son de gran- nivel; en tanto que las poblaciones actuales

LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA CAPíTULO 3 49 DEL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

A

B

C

D

Figura 7. A. Entierro en urna Hualfín. B. Loma Negra de Azampay y andenes. C. El Molino. Puerta Corral Quemado y Eje de Hualfín. D. Esquema geopolítico Belén y el Shincal. Gonzalez, 1966.

50 CAPíTULO 3 LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA DEL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca de Chistín. Azampay, la Aguita y Carrizal, lidad de Azampay que superan los 10 km² se ubican en el tercero. El río Loconte, mar- y las registradas también en la localidad de ca una divisoria de ambiente geomórfico, de Agua Linda al Sur, son indicativos de que la aquí hacia el norte, los sitios arqueológicos producción agrícola de la ladera occidental se relacionan a terrazas fluviales y se ubican del valle debió ser redistribuida a otros si- sobre la unidad del Terciario denominada tios, ya que la misma excedía a la población “Punaschotter” o Rodados de la Puna; tal que habitaba, en forma permanente, ambos es el caso de los pueblos viejos del Molino lugares. de la Puerta de Corral Quemado y El Eje de Hualfín. Hay relación estructural entre organiza- Periodo De Influencia Incaica ción territorial, patrones de asentamiento y complejidad sociocultural. El patrón de 1. Fase Shincal asentamiento de pueblos defensivos sobre Como fase cultural, caracteriza al mo- lomas y recintos al pie esta presente desde mento de contacto Inca-Belén en el valle de inicios de la cultura Belén. La territorialidad Hualfín (Belén III de González y Cowgill, de los estilos cerámicos y los patrones de 1975) y por la construcción y establecimien- asentamiento permiten nos plantea la exis- to de sitios incaicos como parte de la red tencia de dominios y fronteras, que algunos vial. han denominado como señoríos y Tarragó y La ocupación incaica fue estudiada por Nastri tradiciones socioculturales; por tanto Raffino, los sitios muestran coexistencia con estas características serían un emergente de grupos Belén, en centros administrativos la complejidad sociopolítica. como El Shinkal de Quinmivil al Sur y el En el Molino de la Puerta de Corral Que- Pucará de Hualfín al Norte. Cerro Colorado mado, el más grande conocido para Belén, y Pozo Verde también pertenecen a este mo- con 110 recintos, existe una estructura de mento. Otros sitios se localizan en la parte carácter ceremonial, descubierta en las ex- baja del valle (Palo Blanco y Quillay). cavaciones de 1969. González en 1953 exca- Su influencia es visible en los sitios Belén, vó una estructura con rampas perteneciente sin que estos perdieran su identidad cul- a Belén, que interpretó como ceremonial, tural. En contraposición los sitios incaicos en Cerrito Colorado, frente a La Ciénaga de presentan materiales Belén estilísticamente Arriba. muy transformados, lo cual posiblemente El tamaño y la densidad habitacional de marque dos momentos diferentes en la rela- los sitios Belén no es uniforme; el Eje tiene ción de lo local con lo incaico. Se produce un 80 recintos y la loma de Azampay 45, mien- despoblamiento, compatible con la política tras que el promedio de construcciones ha- de desarraigo de comunidades. Hay inhu- bitacionales en los cuarenta sitios Belén es maciones ajenas al valle: el entierro juvenil de veinte viviendas, de lo cual se deduce intrusivo en urna Sanagasta, en Barrealito que la mayoría de la población residió en de Azampay y en Palo Blanco otro exclusivo pequeñas aldeas reforzando la idea de una Yocavil, posiblemente traído por los incas. jerarquía diferencial entre sitios. Estas dife- rencias junto a las obras hidráulicas, impli- caron movilización de grandes grupos de Periodo Hispano Indígena personas, compatibles con la complejidad social. La economía redistributiva es un ras- Dos fechados sobre hueso de Bos taurus, go marcado dentro de la cultura Belén. El procedentes del Shincal, marcan su con- espacio ocupado por los andenes de cultivo tinuidad en época Hispano-indígena. Se y las obras hidráulicas asociadas en la loca- producen los primeros asentamientos espa-

LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA CAPíTULO 3 51 DEL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

ñoles (Londres de Quinmivil) y alzamientos tinez S (comp.). Compilation 1:79-102. FA- calchaquíes (1562), diaguitas (1630) y la re- CEN. UNCat. belión de Bohórquez (1659) en el NOA. González A. R. 1998 La Cultura de La Aguada. La información documental es escasa, lo Filmediciones Valero. Buenos Aires. cual indicaría despoblamiento local. Hacia 2011 El Proyecto del valle del Hualfín y la cultu- ra Belén. Silvera de Buenader E y Martinez 1700, los Tinogastas hacen un pedido de S (comp.) Compilation 1:137-152. FACEN. tierras en la localización del actual pueblo UNCat. de Belén, como compensación por su apo- Raffino R. A. 2004 El Shincal de Quimivil. Ed. yo a los españoles en las entradas al Chaco. Sarquis. Catamarca. Las primeras hijuelas de otorgamiento de Scatolin M. Cristina y Joan M. Gero 1999 Consi- tierras en Azampay y Hualfín también son deraciones sobre fechados radiocarbónicos de 1700. de Yutopián (Catamarca, Argentina). Ac- tas XII Congreso Nacional de Arqueología Argentina. La Plata. Tomo III: 352-357. Lecturas Sugeridas Sempé M.C y Baldini M.I. El período Medio en el Oeste Catamarqueño: Departamentos Baldini L, Baldini M.I. y Sempé M.C. 2011 Pro- Belén y Tinogasta: Silvera de Buenader E y cesos de cambio en el Valle de Hualfín: Martinez S (comp.) Compilation 1. FACEN. transformaciones ocurridas en la secuencia UNCat, Aguada-Hualfín-Belén. Silvera de Buena- 219-256 der E y Martinez S (comp.). Compilation Sempé M.C, Salceda S. A y Mafia M.M. 2005 1:5-9. FACEN. UNCat. Azampay: presente y pasado de un puebli- Balesta B. y Zagorodny N. (ed) 2010 Aldeas to catamarqueño ed. Al Margen. La Plata. Protegidas, conflicto y abandono. Ed. Al Wynveldt F. 2009 La Loma de Los Antiguos. Un Margen. La Plata. sitio Defensivo del Valle de Hualfín (Cata- Carbonari J., Baldini M.I., Huarte R., Sempé marca Argentina). Sociedad Argentina de M.C., 2001. Silvera de Buenader E y Mar- Antropología. Buenos Aires.

52 CAPíTULO 3 LA CONSTRUCCIÓN DE LA HISTORIA CULTURAL PREHISPÁNICA DEL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON 4

María C. Scattolin1, María F. Bugliani1, Domingorena L. Pereyra1, Leticia I. Cortés1, Marisa Lazzari2, Cristina M. Calo3 y Andrés D. Izeta4

1Museo Etnográfico, Universidad de Buenos Aires, CONICET; 2Universidad de Exeter, Inglaterra; 3. Museo Etnográfico, Universidad de Buenos Aires; 4. Museo de Antropología, Universidad de Córdoba, CONICET.

Las aldeas más antiguas del valle del Cajón, en Catamarca, proveen vestigios arqueológicos que permiten vislumbrar la vida de los pri- meros labradores y pastores de los valles Calchaquíes. La cerámica, el material lítico tallado, los huesos de animales, las semillas y carozos quemados –que se encontraron en las excavaciones efectuadas en las viviendas– proveyeron evidencias sobre sus modos de vida, activi- dades domésticas, formas de subsistencia y alimentación, técnicas de manufactura de objetos y extensión de sus redes de trueque. Además, una serie de tumbas proporcionó restos humanos que permiten pro- poner ideas sobre sus prácticas funerarias.

introducción desarrollamos en La Quebrada, una notoria fractura que atraviesa la sierra del Chango Nuestros estudios enfocan las sociedades Real, en la vertiente occidental del valle del aldeanas prehispánicas de los valles del No- Cajón (Departamento Santa María). Sirve de roeste argentino. Consideramos una trayec- conducto entre dos pisos altitudinales: al oes- toria de largo plazo con una orientación de te se halla el Bolsón de Laguna Blanca (3200 arqueología regional que reúne varias líneas msnm) y, al este, cae hacia el fondo del valle de evidencia: el hábitat, los modos de vida, (2300 msnm). Esta situación la convierte en las vías de circulación de bienes y las redes una excelente vía de circulación que conecta de interacción social. el lugar con muchos otros (Fig. 1). Como resultado de ese interés se presentan La localidad abarca las aldeas arqueológi- aquí las investigaciones arqueológicas que cas de Cardonal y Bordo Marcial, distancia-

LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON CAPíTULO 4 53 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 1. Ubicación de La Quebrada en la provincia de Catamarca.

Figura 2. Localización de las tres aldeas en fotos aéreas y, a la derecha, los planos de las mismas.

54 CAPíTULO 4 LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca das menos de un kilómetro entre sí, a las que recintos de habitación como en las áreas de se suma Yutopián unos 8 km más al norte. cementerio adyacentes, medanosas y en po- Hay también sitios aldeanos de menor tama- sición lateral. ño como Esperanza, Casa del Alto y Cardo- Las aldeas están conformadas por cons- nal Banda. Todos estos asentamientos fueron trucciones de piedra, redondas, o más o ocupados durante el primer milenio después menos circulares, y de tamaño variable, que de Cristo. Además han aparecido tumbas ais- fueron edificándose unas adosadas a las ladas y cementerios de varias dimensiones y otras, formando conjuntos que denomina- correspondientes a distintas épocas (Fig. 2). mos núcleos habitacionales. Cardonal posee 19 de estos núcleos y Bordo Marcial presen- ta quince. También existen algunos terrenos Las aldeas mayores bordeados con muros de piedra, posiblemente corrales. Asimismo, en las la- Cardonal y Bordo Marcial están sobre dos deras y cerros adyacentes se observan anti- pequeñas mesadas, separadas por un cerro guas parcelas destinadas al cultivo. más alto. Ambas tienen una organización es- Yutopián está situado sobre una colina. pacial similar, tanto en la disposición de los Está conformado por al menos diez núcleos

Figura 3. Rasgos arquitectónicos de las viviendas: a) hoyo de poste con cuñas de piedra, ahora está vacío, pero debió sostener un tronco vertical que no se conservó; b) pared con jamba, por debajo de las piedras se ve el cimiento directamente cavado en la roca natural; c) fogón con piedras para sostener las ollas y al lado, un pozo lleno de cenizas blanquecinas; d) probable pozo de ofrendas.

LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON CAPíTULO 4 55 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

habitacionales compuestos por un número vado, están constituidos por tres o cuatro variable de recintos. En la parte superior pla- piedras redondeadas que sobresalían por na se hallan dos áreas despejadas como pla- encima de un reborde de arcilla compacto, zuelas. La ladera oriental está cubierta con situado en una depresión cavada en la roca una serie de muros de contención paralelos, base. En Cardonal dos pozos cerca de unos aterrazados. Además hay recintos redondos fogones estaban rellenos con cenizas y pie- y cuadrangulares, pero estas construcciones dras pulidas, por lo que pensamos podrían podrían corresponder a épocas diferentes, haber funcionado como braseros. ya que Yutopián fue habitado también con posterioridad al primer milenio después de Cristo. ¿Cuándo estuvieron En las tres aldeas estudiadas se observa ocupadas las aldeas? una técnica similar de construcción de las viviendas. Partes de la roca natural fueron A fin de conocer el momento en que las cavadas y ahuecadas. Los muros se reali- aldeas estuvieron habitadas se mandaron a zaron con bloques de piedra encajados, sin analizar pequeños carbones y fragmentos relleno y asegurados con pequeñas cuñas. de hueso a laboratorios especializados en la Es común la presencia de artefactos de mo- técnica de radiocarbono o Carbono 14. Di- lienda, morteros y manos, muchos de ellos cho análisis permite determinar las fechas rotos o muy desgastados, reciclados como más probables de ocupación de las vivien- material para la construcción de la casa, ya das. Como resultado obtuvimos 25 fechados sea como parte de las paredes, usados como radiocarbónicos que demuestran que las al- jambas o como calzas (Fig. 3). deas gemelas Cardonal y Bordo Marcial, y También se han recuperado algunos frag- también la vecina Yutopián estuvieron en mentos de barro batido con improntas de funcionamiento, activas y probablemente ramas y paja que pudieron haber sido parte interactuando cara a cara en los siglos II, III de la techumbre o de las paredes. Dentro de y IV después de Cristo. las habitaciones se suelen observar uno o Aparte de haberse ocupado en la misma varios hoyos de poste asegurados por cuñas época que Cardonal y Bordo Marcial, Yuto- de piedra, trozos de morteros rotos, manos pián también presenta evidencias de haber o pilones descartados, lo cual nos ha dado estado activa en los siglos V, VI y luego vol- una idea de cómo habrían sido los techos. vió a ser ocupada en el siglo XV después de La presencia de uno o varios pozos ca- Cristo. vados en el suelo rocoso de las habitacio- Las tres aldeas fueron más o menos con- nes es recurrente. En Yutopián, se hallaron temporáneas de otros asentamientos ar- pozos excavados, algunos hasta 60 cm por queológicos conocidos del Noroeste argen- debajo del antiguo piso de la vivienda. La tino, como los de El Mollar en Tafí del Valle mayoría estaban vacíos pero se destaca el (Tucumán), los de Casa Chávez en Antofa- caso de uno que contenía puntas de obsi- gasta (Catamarca), Palo Blanco en Tinogasta diana y artefactos de basalto, restos óseos (Catamarca) y los de Alamito (Catamarca). y pigmento ocre, y por sobre estos objetos, varias rocas naturales redondeadas y muy lisas, posiblemente escogidas; creemos que Acerca de las tumbas pudo haber sido un escondrijo, un pozo de ofrendas o la base del poste principal de la Además de entender cómo era la vida dia- vivienda. ria de las antiguas poblaciones de La Que- Un rasgo sobresaliente de estas vivien- brada, también hemos comenzado a cono- das son los fogones. Los que se han conser- cer cómo enterraban a sus muertos y en qué

56 CAPíTULO 4 LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca lugares lo hacían. Los trabajos de campo damente mil años antes de Cristo, volvemos han proporcionado un variado registro de a encontrar evidencias funerarias, en este las prácticas funerarias de épocas contem- caso, se trata de dos tumbas ubicadas en lo poráneas a la ocupación de las aldeas de alto de la mesada de Bordo Marcial. Son dos Cardonal y Bordo Marcial, así como de épo- entierros separados por sendas paredes de cas previas y posteriores. piedra. En uno de estos sepulcros se realizó Hasta la fecha, un total de diez enterra- el entierro de al menos 14 personas, entre mientos fueron detectados en un área muy mujeres y hombres adultos y niños. Sus reducida, de no más de 5 km2. restos óseos se hallaban mezclados entre sí La información más antigua que posee- y acompañados por un objeto de carácter mos sobre las poblaciones que pasaron por único para el Noroeste argentino y los An- este valle corresponde al entierro de una des: una máscara antropomorfa de cobre, mujer adulta que fue fechado en unos 6000 es decir, con la forma de un rostro huma- años antes del presente, esto es, del IV mile- no. Esta es, hasta el momento, la evidencia nio antes de Cristo. Este es el primer regis- más antigua del manejo de este metal por tro de cuán antiguo fue el poblamiento del las poblaciones del valle (Fig. 4). La tumba valle. Para este momento, en La Quebrada contigua también poseía evidencias del tra- no se han registrado aún indicios de asen- bajo en cobre: un pequeño pendiente que tamientos, herramientas o de los recursos acompañaba el cuerpo de un niño. naturales aprovechados. En esta época, el Para la época en que comenzaban a ocu- valle habría estado habitado por grupos de parse las aldeas de Cardonal y Bordo Mar- cazadores-recolectores nómades. El entierro cial, hace unos 2000 años, se dispusieron de esta mujer indica que La Quebrada debió otros dos entierros alrededor de estos sitios. ser un lugar al cual llegaban para asentarse En la cima de Bordo Marcial, se halló un de modo temporario, o bien que era un lu- niño en urna con varios cientos de cuentas gar de paso que atravesaban en su camino de collar de valva. A unos pocos kilómetros hacia otras regiones –la Puna, los valles y la de Cardonal, el sitio Tres Cabezas también vertiente oriental andina–, ruta que se usa dio como resultado el hallazgo de dos entie- hasta la actualidad. rros contemporáneos. Asimismo, sabemos Hace unos 3000 años, es decir, aproxima- que una gran duna de arena fina y clara que

Figura 4. La tumba colectiva de Bordo Marcial y a la derecha la máscara de cobre que estaba sobre los huesos.

LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON CAPíTULO 4 57 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

se halla al pie de Bordo Marcial y no lejos de pulida, con el cuello bien demarcado y, des- Cardonal, estaba siendo utilizada como ce- echados a su lado, varios restos de chañar, menterio a principios del segundo milenio porotos carbonizados y huesos quebrados antes de Cristo. de camélido. Distribuidas al interior de esta Por último, el entierro más moderno de habitación también se recuperaron cuatro todos se detectó en la cima de la aldea Car- puntas de proyectil. Este conjunto de mate- donal: la tumba de un hombre sin cabeza riales y rasgos indican que aquí se procesa- bajo un montículo de piedras y acompaña- ban y cocinaban alimentos. Varios agujeros do por dos instrumentos de hueso de camé- de poste permiten pensar que la E5 pudo lido. haber estado semitechada. Estos diez entierros son como mojones La estructura E3 habría sido un sector de temporales en una trayectoria a largo plazo alto tránsito. Al ingresar a esta habitación, en la ocupación de esta región. La disposi- sobre la izquierda, quedó una olla ordina- ción de los cuerpos en puntos particulares ria junto al muro y más allá una punta de del paisaje, a lo largo del tiempo, nos indi- proyectil sobre el piso. Además había va- ca que este lugar debió ser importante en el rias conanas de dimensiones variables. En tránsito desde muy antiguo. La arqueología el centro, un hoyo de poste con pequeñas ha tenido el privilegio de recuperar la me- cuñas líticas alrededor habría sostenido una moria de más de 5000 años de este paisaje techumbre parcial o completa. y su gente. En el interior de la habitación E4 apare- cieron un instrumento de hueso o wichuña y una punta de proyectil de obsidiana. Éstos, Una casa en la aldea junto con una pequeña conana, fueron prác- ticamente los únicos materiales hallados en Nuestro equipo de arqueólogos excavó el piso casi limpio. Este recinto tiene las di- de forma completa uno de los núcleos ha- mensiones más pequeñas de la vivienda. bitacionales de Cardonal, compuesto por Para entrar a la E2, hay que salvar un es- cinco estructuras o recintos: E1, E2, E3, E4, calón natural de roca, que aumenta la sen- E5. La vivienda posee una única vía de ac- sación de piso hundido de esta estructura. ceso en la parte norte que llamamos portal, La composición y arreglo de los elementos el espacio común que comunica al exterior. hallados al interior de esta habitación, su- Entrando por allí y a la derecha se abre el gieren la función de depósito de enseres do- patio E5 –el recinto mayor del conjunto- y mésticos. Estaba llena de artefactos y cacha- hacia la izquierda se encuentra E3. Luego, rros: dos grandes ollas ordinarias de cocina a través de E3 se ingresa a las estructuras (Fig. 6d), un cántaro beige, una vasija con restantes -E4, E2 y E1- el sector más íntimo forma de quirquincho (Fig. 6c), un cuenco de la casa (Fig. 5). gris pulido y una vasija globular. Además, En la parte norte del patio E5 el piso era se encontraron impresiones sobre barro co- un sedimento oscuro y graso, indicio de cido de tres cestos tejidos en espiral, dos actividades de combustión. Las cenizas de ellos de aproximadamente 40 cm de producto de la quema de leña u otro com- diámetro y con señales de reparación; el bustible fueron volcadas en un pozo cavado tercero más pequeño y de confección com- en la roca bordeado por un anillo de tierra pacta y fina. Cerca de ellos, había también cocida. En este sector apareció además una improntas de una manta o estera. olla antropomorfa (Fig. 6b), una pecana, un Sobre el piso de la E2 se encontraron pequeño mortero y un pilón de tamaño se- unas quince manos de moler. Aparte, otras mejante. Allí también, sobre el piso, había dos manos fueron usadas para asegurar el apoyada un hacha pequeña de piedra muy poste de la techumbre en el centro del re-

58 CAPíTULO 4 LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 5. Abajo, plano de la vivienda N1 con los principales hallazgos y vías de circulación en el interior (flechas). Arriba, una reconstrucción de la misma casa. cinto. Huesos fragmentados de camélidos, presentar un sedimento negro y grasoso en seis puntas de proyectil y restos de talla lí- el piso y en algunos sectores de sus pare- tica completan los hallazgos en E2. des. Estos rastros de hollín y la presencia El recinto E1 se distingue claramente por de un fogón indican que allí funcionó la

LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON CAPíTULO 4 59 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 6. a) fragmentos de cerámica estilo Vaquerías; b) fragmento de olla con rostro antropomorfo; c) vasija con forma de quirquincho; d) olla globular ordinaria; e) cántaro rojo pulido; f) olla Tafí Monocromo Rojo; g) pipa de cerámica.

60 CAPíTULO 4 LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca cocina de la vivienda. El fogón está confor- también restos de porotos carbonizados mado por tres arcos de arcilla cocida y pie- y trozos de huesos de llama o guanaco dras redondeadas. Cerca había una gran que presentan marcas de corte como con- olla globular tiznada, otra olla beige puli- secuencia de su faenado. Las partes altas da con asas, así como también un cántaro de los cerros, las vegas o ciénagos habrían rojo y una pequeña olla globular beige. sido zonas de pasturas para animales sil- Sobre el mismo fogón se halló una pipa vestres como el guanaco y la vicuña y, por completa de cerámica gris pulida, modela- tanto, áreas seguras de caza. Estas especies da y pintada, para el consumo de sustan- complementaron la dieta provista por los cias alucinógenas (Fig. 6g). Tenía vestigios animales domésticos, la llama en parti- de un narcótico extraído del cebil, un árbol cular, representados profusamente en los cuyos bosques crecen mucho más al este, contextos de la mayoría de las aldeas de la en la vertiente oriental de los Andes. misma época. Para la guarda de sus hatos Hacia el fondo de la habitación, se dis- de llamas construyeron corrales a la vera tinguió un sector destinado a la molienda. de sus asentamientos. Había tres manos de moler apoyadas en La evidencia arqueológica recuperada el piso que sostenían un gran molino y, al en esta vivienda permite decir que los an- lado, semillas dispersas y parte de una olla tiguos habitantes de La Quebrada tenían rota. una alimentación proveniente tanto de la agricultura y la recolección así como tam- bién de la ganadería y la caza. La alimentación en la época aldeana La talla de la piedra, Los antiguos habitantes se alimentaban otra actividad de una amplia variedad de especies, como cotidiana lo evidencian los restos de vegetales y ani- males recuperados en las excavaciones. Las herramientas de piedra se confec- Eran pequeños horticultores que mante- cionaron en varias materias primas. Las nían terrenos preparados y cercados con más usadas fueron los basaltos y andesitas pircas de piedra en los que cultivaron maíz, oscuras. Pero en la cocina había también porotos, quínoa y algunas otras plantas. una gran cantidad de artefactos de cuarzo En la excavación se recuperaron restos blanco que es una materia prima de origen carbonizados de carozos de chañar, por local, cuya cantera está muy cerca de la al- eso pensamos que debieron recolectarlo dea. Con estas rocas se confeccionaron ras- en las áreas de monte cercanas a la aldea padores, martillos, hachuelas y cuchillos donde crecía esta planta. Probablemente que se usaron en las labores cotidianas. también recogieran algarroba tanto para También están los artefactos de obsidia- moler y hacer harina como para fermentar na, entre los que destacan las puntas de y producir aloja, la bebida de uso extendi- proyectil usadas para la caza (Fig. 7). La do en el Noroeste argentino (Fig. 7). Por la variedad que predomina es la que proce- distribución de los restos vegetales obteni- de de la cantera de Ona-Las Cuevas y, en dos en las excavaciones es seguro que mo- segundo orden, de los afloramientos de lían el maíz y otros granos en la cocina E1 Cueros de Purulla y Laguna Cavi, todas en tanto que en el patio E5 procesaban los localizadas en la Puna de Catamarca. frutos del chañar. En Cardonal y Yutopián se hallaron Dispersos y mezclados en el sedimen- ejemplos de lo que se conoce como “indus- to oscuro de la cocina E1 se encontraron tria basáltica de La Ciénaga”, unas raede-

LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON CAPíTULO 4 61 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 7. Arriba, puntas de proyectil del sitio Yutopián. Abajo, sistema de molienda arqueológico, recuperado en La Quebrada para su uso en la actualidad; consta de una conana o piedra con una concavidad y una mano o pilón para triturar.

ras o cuchillos de tamaño muy grande (unos gráficos. El trabajo consistió en localizar 20 cm de ancho aproximadamente), que al las fuentes de arcilla y arenas disponibles parecer se habrían usado para la siega de las en la zona, recoger esas muestras y confec- plantas de quínoa. cionar pequeños ladrillos experimentales usando esos materiales. Finalmente, fue- ron observados en el microscopio a fin de La manufactura de compararlos con las pastas de la cerámica cerámica arqueológica. Como resultado de dichos análisis, se de- A fin de saber cómo se hacía la alfarería terminó que había tres tipos cerámicos pro- se realizaron distintos estudios que abarca- ducidos localmente con arcillas cercanas a ron tanto la forma, como la función, el es- las aldeas de Cardonal, Bordo Marcial y tilo, la manufactura y las materias primas. Yutopián. Este conjunto abarca recipientes Para conocer los materiales con que esta- de diferentes clases. Había ollas para coci- ban hechos los recipientes, por un lado, se nar y tinajas de tamaño mediano y grande hicieron análisis experimentales y petro- para almacenar líquidos y granos. También

62 CAPíTULO 4 LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca se hallaron cuencos, platos o pucos, y jarras Conclusiones para servir alimentos y bebidas. Algunas de las ollas muestran restos de El paisaje de las aldeas de La Quebrada hollín que indican que estuvieron expues- permite acercarnos a los modos de vida de tas al fuego de los fogones; mientras que las primeras comunidades agrícolas asenta- otras vasijas llevan diseños pintados en das en el sur del valle del Cajón. varios colores, normalmente rojo, negro y Los sitios muestran modos compartidos blanco, o motivos grabados en la pasta an- de construir, organizar y habitar. Las áreas tes de su cocción. También hay modelados de vivienda, los espacios productivos y con formas de humanos y de animales. los funerarios se integran en un paisaje de Pero, los análisis microscópicos de las proximidad, un mundo pequeño, donde se pastas también indicaron que en Cardo- reproducen las tareas de la vida cotidiana. nal y Bordo Marcial había unos recipien- La arquitectura, la distribución de las ca- tes traídos de lejos. Las pastas de estos sas en el espacio, las formas de circulación fragmentos foráneos se diferencian nota- dentro de los asentamientos y fuera de blemente en su composición y textura del ellos, muestran costumbres específicas de resto de las analizadas, pero también por este valle. Hay también lugares altamente sus diseños polícromos, que los distinguen significativos como las tumbas y cemente- como del estilo Vaquerías (Fig. 6a). rios. No obstante, los antiguos habitantes En efecto, en los recipientes cerámicos de estas aldeas dejaron rastros y objetos que se aprecian estilos y motivos estéticos que demuestran que, en conjunto con otros lu- relacionan a las vasijas halladas con obje- gares, conformaron tradiciones regionales tos de sitios lejanos y zonas ecológicas di- propias del Noroeste argentino: un mundo versas. Podemos pensar que los estilos que de mayores dimensiones dentro del gran es- muestra la cerámica transmiten formas de pacio andino. expresión características de una población o un grupo social. Desde esta perspectiva, la pequeña vasija que representa un quir- Glosario quincho tiene atributos decorativos del estilo Candelaria, muy conocido en Salta y Camélidos: familia de mamíferos artiodác- norte de Tucumán (Fig. 6c). tilos que incluye varias especies silvestres Por su parte, el rostro modelado de una como el guanaco y la vicuña, así como otras olla gris hallada en el patio E5 es afín a otros domésticas como la llama y la alpaca. ejemplares de Tafí del Valle; lo mismo que Conana: artefacto de molienda cóncavo de las ollas pintadas de rojo que son similares piedra pulida donde se trituran los granos al tipo Tafí Monocromo Rojo (Fig. 6f) de la con una mano de moler también de piedra. vertiente oriental del Aconquija. Jamba: cada una de las dos piezas labradas La pipa hallada en la E1 es notablemente puestas verticalmente en los dos lados de similar a otros ejemplares del mismo valle las puertas. del Cajón, de Laguna Blanca y de Puerta de msnm: metros sobre el nivel del mar. Belén. Comparte con éstas los rasgos entre Pecana: artefacto de molienda de piedra humanos y animales que aparecen en el pulida más plano que la conana para trans- hornillo, la técnica de incisión y pintura, así formar en harina los granos previamente como su formato general. triturados. Puco: cuenco de cerámica. Quínoa: es una planta alimenticia de la fa- milia de las quenopodiáceas que se cultiva en los Andes.

LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON CAPíTULO 4 63 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Técnica de radiocarbono o Carbono 14: Lecturas Sugeridas método de datación que utiliza el isótopo Carbono-14 para determinar la edad de González Alberto Rex. 1977. Arte precolombino materiales orgánicos que contengan carbo- en la Argentina. Filmediciones Valero, Bue- no hasta unos 60.000 años. nos Aires. Wichuña: herramienta usada en tejeduría González Alberto Rex y José A. Pérez. 1972. Ar- elaborada con el metapodio (hueso del gentina Indígena. Vísperas de la conquis- ta. Colección Historia Argentina I. Paidós. brazo) de la llama con un filo curvo en un Buenos Aires. extremo. Tarragó, Myriam. 2000. Los pueblos originarios y la conquista. Colección de Nueva Historia Argentina I. Editorial Sudamericana. Bue- nos Aires.

64 CAPíTULO 4 LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA QUEBRADA DEL VALLE DEL CAJON Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL 5 ARGENTINA

“…la respuesta, mi amigo, esta soplando en el viento…” Bob Dylan, The Freewheelin’, 1963

María CarlotDaniel Olivera1,2, Alejandra Elías1,2, Patricia Escola1,5, Michael Glascock8, Lorena Grana1,5, Jennifer Grant2,3, Violeta Killian1,3,6, Cecilia Laprida1,4, Nora I. Maidana7, Paula Miranda2,3, Héctor Panarello1,6, Susana Pérez2,3, Martina Pérez2,3, Cecilia Raíces Montero2, María del Carmen Reigadas2, Pedro Salminci1,2 y Pablo Tchilinguirián1,4

1 Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; 2 Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano; 3Universidad de Buenos Aires, FFyL; 4Universidad de Buenos Aires, FCEN; 5Universidad Nacional de Catamarca (Escuela de Arqueología); 6 INGEIS; 7 DBBE (FCEN, UBA) e IBBEA (UBA-CONICET); 8 Archaeometry Laboratory, University of Missouri Research Reactor.

Introducción ron como un mudo desafío a los despiada- dos vientos y a la sequedad del clima. La persona que enfrente por primera vez En las pampas descubrirá centenares de el paisaje de la Puna catamarqueña puede vicuñas que lo observarán entre curiosas y sentir diversas emociones, pero segura- desconfiadas, algún zorro escapará furtivo mente nunca indiferencia. La magnificencia entre los pedregales de las laderas, una viz- agreste del paisaje árido, sobre el que que- cacha se esconderá en su madriguera y desde daron grabadas las cicatrices de una turbu- el cielo un ave rapaz lo vigilará con atención lenta historia geológica más o menos recien- cazadora. Aquí y allá, descubrirá caseríos y te, estalla en una gama infinita de colores pequeños poblados donde la vida humana que, desde el negro al blanco, se multiplica transcurre animada, en ocasiones cercana a en rojos, ocres, amarillos, marrones y grises, una laguna poblada de aves acuáticas. donde el verde es el gran ausente a los ojos. No, la Puna no es un paisaje muerto para Es posible que el viajero imagine la im- el hombre y, lo más asombroso, no lo es des- posibilidad de sobrevivir en ese ambiente de hace por lo menos diez mil años cuando donde la piedra y el viento parecen dueños los primeros humanos la poblaron para vi- absolutos del espacio y el tiempo. Un lugar vir de la caza y la recolección de especies desalentador para la vida humana. Sin em- silvestres. Tampoco es un paisaje inmutable, bargo, si recorre las protegidas quebradas o durante esos milenios numerosos cambios los fértiles bolsones escondidos entre los ce- ambientales afectaron el paisaje puneño y rros observará que su primera impresión era tuvieron directa repercusión sobre la vida absolutamente errónea. Descubrirá que allí humana. Finalmente, lejos está de ser un donde los escasos cursos de agua y vertien- ambiente homogéneo ya que en pocos kiló- tes subterráneas afloran, brotan manchones metros se distingue una gran variabilidad, de pastos verdes e incluso algunos árboles bien aprovechada por el hombre desde el que hombres y mujeres puneños enarbola- pasado hasta la actualidad.

LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA CAPíTULO 5 65 DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

En la Puna hombre y paisaje constituyen turalmente como la de su paisaje natural y una unidad indisoluble donde para com- no podemos intentar comprenderla fuera prender al uno debemos entender al otro. del mismo. Diez mil años parecen un largo Las formas de vida de las sociedades huma- período de tiempo, sin embargo los ecos nas en la Puna han cambiado profundamen- de esa historia aún tienen repercusión en te a lo largo de esos diez mil años, cambios la vida actual del hombre puneño, en sus que en buena medida se relacionan con la costumbres, su economía, su sociedad y sus evolución que el ambiente natural sufrió en tradiciones. Es decir, en la misma esencia de ese mismo período. su identidad cultural. La historia del Departamento de Anto- No existen documentos escritos de esa his- fagasta de la Sierra, corazón de la Puna de toria milenaria de Antofagasta, sus hechos y Catamarca (Fig. 1), es tan extensa y rica cul- características se han perdido con los hom-

Figura 1. Ubicación del Departamento de Antofagasta de la Sierra y principales sectores de investigación.

66 CAPíTULO 5 LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca bres que la vivieron. Afortunadamente, las enseñarnos mucho para la actual vida en el sociedades humanas dejan a su paso restos desierto. materiales de su vida cotidiana: evidencias Como dijimos es una historia cultural que de sus herramientas, restos de basura, por- está íntimamente ligada a la evolución del ciones de sus casas, su arte en las paredes ambiente natural. Por ello, qué mejor que de roca. A través de ellos, la arqueología ha comenzar resumiendo lo que conocemos conseguido reconstruir parcialmente como de la evolución ambiental de la Puna, para vivieron aquellos puneños, retazos de sus luego resumir la historia cultural de Anto- costumbres, de los problemas que enfren- fagasta de la Sierra tal como nos la ha deve- taron y de cómo los resolvieron. Necesaria- lado la investigación arqueológica, enrique- mente esta historia no escrita será fragmen- cida por las enseñanzas de nuestros amigos taria y plagada de interrogantes aún por pastores de la Puna que nos permitieron revelar, pero no por ello menos excitante conocer, por lo menos en cierta medida, la e importante de ser conocida pues puede complejidad de su vida.

Figura 2. Antofagasta de la Sierra: un oasis en el desierto. Fondo de Cuenca, 1: Río Punilla; Sectores Intermedios, 2: Lag. Colorada, 3: Río Las Pitas y 4: Tolar Campo; Sectores de Altura, 5: Vega de Altura y 6: Pajonal. A.S.N.N.: Altura Sobre el Nivel del Mar.

LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA CAPíTULO 5 67 DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

El desierto de altura región, podríamos decir que las fases hú- medas corresponderían a: 1) anterior a El Departamento de Antofagasta de la 8.000 años AP3, 2) entre 6.300-5.800 años Sierra, el más extenso y despoblado de la AP, 3) 4.500-1.500 años AP y 4) 300-100 Provincia de Catamarca, forma parte de la años AP, mientras las épocas más áridas Puna de Atacama y sus condiciones am- se desarrollarían alrededor de: 1) 7.900- bientales corresponden a un desierto de 6.300 años AP, 2) 5.800 a 4.500 años AP y 3) altura (extrema aridez; alta variabilidad 1.500- 300 años AP. térmica entre el día y la noche; baja pre- Es evidente que los cambios en las con- sión atmosférica; etc.). Estas condiciones diciones ambientales tuvieron repercusión naturales no impiden pero hacen más difí- en la modalidad de aprovechamiento de los cil la vida humana en la región. Sin embar- recursos por parte de los grupos humanos go, existen tres sectores con características pero las respuestas, como analizaremos ecológicas diferentes (Fig. 2). posteriormente, distaron de ser idénticas. Desde épocas muy antiguas las socieda- Las evidencias permiten corroborar que la des utilizaron el fondo de cuenca y las que- respuesta de la sociedad humana en fases bradas protegidas como base principal de ambientales similares (por ej., aridización) ocupación, aprovechando la variabilidad no implica o muestra siempre el mismo microambiental en cortas distancias, carac- resultado. Es decir que la reacción de las terística de suma importancia para inter- sociedades al cambio ambiental no es es- pretar el funcionamiento de las sociedades trictamente igual sino que cubre un amplio humanas, tanto antiguas como actuales. rango de variabilidad. En la región puneña, en función principal- Los actuales habitantes dependen eco- mente de las diferencias altitudinales y las nómicamente del pastoreo de camélidos características topográficas, es posible ac- (llama) y ovino-caprino (ovejas y cabras) ceder en cortas distancias a diferentes re- y, en segunda instancia, de la agricultura. cursos para la subsistencia relacionados a Esta última, restringida cada vez más a la diversos sectores microambientales. explotación forrajera (alfalfa) y pequeñas El departamento de Antofagasta de la huertas de hortalizas, tiene un desarrollo Sierra (26ºS-27ºS, 67º-68ºO) (Fig. 1) corres- cada vez menor. Los recursos a los que ac- ponde a un clásico “oasis puneño”, pero cede la comunidad se completan con algo este ambiente sufrió importantes cambios de recolección (especialmente, leña para a lo largo del Holoceno1. Se sucedieron combustible y arcilla/piedra para la cons- fases, más áridas o más húmedas, eviden- trucción); caza (muy disminuida desde que ciadas en ciclos de avances y retrocesos en se implementó la protección de las especies la extensión de las lagunas y humedales autóctonas); y la fabricación de artesanías fluviales2. (especialmente la tejeduría). Asimismo, Si bien hay diferencias temporales entre gran parte de la población esta empleada las diferentes cuencas hidrográficas de la en la Administración Pública Provincial.

1El Período Cuaternario o Neozoico es el último de los grandes períodos geológicos y se divide en dos épocas: Pleistoceno y Holoceno, la primera dura aproximadamente 2.600.000 años mientras el Holoceno apenas 11.000 a 12.000 años. Durante el Holoceno se desarrolló la casi totalidad de la ocupa- ción humana del territorio argentino. 2Los humedales son sectores de pastos y vegetación asociados a los cursos de agua, ríos o arroyos, también denominados “vegas”. Son terrenos muy húmedos y sumamente importantes para la alimentación del ganado en estas zonas áridas. 3La sigla AP corresponde a Años Antes del Presente y se utiliza como una convención cuando se indica una edad obtenida mediante el método del Carbono 14. Es posible estimar edades del pasado utilizando las propiedades de este isótopo radioactivo que está presente en los animales y vegetales pero que deja de incorporarse a estos organismos biológicos cuando mueren y comienza a degradarse a un ritmo establecido.

68 CAPíTULO 5 LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

En Antofagasta de la Sierra, el pastoreo miten conocer las características de una dieta de la llama actualmente está sumamente variada. afectado por la actividad de ovejas y ca- Existe la equivocada creencia de que estos bras en el fondo de la cuenca. Sin embargo, antiguos grupos cazadores poseían un “bajo se practica aún con suficiente intensidad. nivel cultural”. Si no bastara para contrade- A continuación, repasaremos brevemente cir esa afirmación, su riqueza y complejidad lo que conocemos de los grupos humanos tecnológica, las evidencias de su arte carga- que ocuparon la región puneña antes del ad- do de elementos simbólicos y belleza estética venimiento de las primeras sociedades agro- han quedado impresas en numerosas pare- pastoriles sedentarias. des rocosas e, incluso, en los detalles decora- tivos de sus artefactos cotidianos. El arte rupestre precerámico, encierra en Cazadores y recolectores la simpleza formal de sus trazos, una belleza del desierto que conmueve al observador y un mensaje simbólico que, aunque solo podemos intuir, Las primeras sociedades de la Puna Ar- excede el marco meramente material. gentina se remontan a unos 11.000 años En Antofagasta de la Sierra las primeras atrás y su economía se basada en la caza y ocupaciones humanas se remontan a ca. la recolección vegetal. Los grupos humanos 9.800 años AP4. Este tipo de sociedades sub- estaban integrados por un pequeño núme- siste por casi 8.000 años, aunque se detectan ro de personas, que utilizaban varias zonas cambios a lo largo de ese proceso, relaciona- ecológicas con recursos diferentes. Tenían dos con modificaciones del ambiente o con gran movilidad y disponían de distinto tipo su propia dinámica social interna. Así, unos de sitios que eran utilizados solo en ciertas 4.000 o 5.000 años atrás, se detectan las pri- épocas del año. meras evidencias del proceso de domestica- Los abrigos naturales (cuevas y aleros ro- ción de la llama y, posiblemente, de ciertas cosos) constituyeron refugios a menudo uti- especies vegetales. lizados por el hombre andino y son la fuente A partir del análisis de restos óseos de ani- de una rica información arqueológica. Otros males puede afirmarse que, desde el inicio sitios estaban ubicados al aire libre, como del Holoceno, la principal actividad de sub- es el caso de campamentos, sitios de caza sistencia fue la caza de camélidos silvestres o canteras de aprovisionamiento de piedra (Fig. 3): guanaco (Lama guanicoe) y vicuña (Vi- para artefactos. cugna vicugna). Sin embargo, hacia los 5.000- En los asentamientos se rescataron varia- 4.500 años AP se incorporarían los primeros dos instrumentos de piedra (puntas de pro- camélidos domesticados (Lama glama, lla- yectil, instrumentos para trabajar el cuero o ma), producto incluso de un posible proceso la carne, artefactos para la molienda, etc.), de domesticación regional. Probablemente, madera, cestería, cordelería y hueso. Asi- el pastoreo estaría ya bien establecido hacia mismo, restos de estructuras (fogones, po- unos 3.000 años atrás. El registro vegetal in- zos de almacenamiento, pisos de habitación dica, para el lapso de 10.000-3.000 años AP, y basurales) nos informan de una compleja un uso intensivo de plantas silvestres tanto conducta en el manejo del espacio. Los ba- locales como no locales con diversos fines: surales, por ejemplo, proveyeron numerosos alimentación, combustible, prácticas fune- restos de vegetales y material óseo (caméli- rarias, preparación de pisos y confección de dos, cérvidos, aves, roedores, etc.) que per- artefactos. Alrededor de los 4.000 a 3.000

4Los principales sitios arqueológicos del lapso 10000-7000 AP son: Quebrada Seca 3 (QS3), Peñas de la Cruz 1.1 (PCz1.1), Cueva Salamanca 1 (CS1), Punta de la Peña 4 (PP4) y Peñas de las Trampas 1.1 (PT1.1).

LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA CAPíTULO 5 69 DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 3. Camélidos sudamericanos, llamas y vicuñas. Recurso vital para las sociedades de la Puna.

años atrás importantes cambios se fueron Sierra no estuvo despoblada en esas épocas. produciendo en las sociedades puneñas, Es posible pensar que durante ese lapso se destacándose un mayor sedentarismo, la in- produjera cierto reacomodamiento de la so- troducción definitiva de las prácticas agro- ciedad quizás en función de la nueva opción pastoriles, el uso de la cerámica y modifica- productiva (pastoreo, especialmente, y agri- ciones en el plano social y religioso. cultura). Si bien desconocemos aún las causas Hacia los 2.500 años AP se registran evi- exactas que dieron origen a estos cambios dencias de sociedades pastoriles de movili- y muchos detalles del proceso, una cosa dad más restringida con prácticas agrícolas, es segura: el hombre de la Puna Argentina pero conservaron la caza y la recolección iniciaba el camino hacia el sedentarismo, la como actividades importantes. Los caméli- producción de alimentos y una mayor com- dos constituían un recurso abundante y rela- plejidad sociopolítica. tivamente predecible con un alto rendimien- to por individuo y la vida de estos pastores tempranos se organizaba principalmente Pastores de nubes: alrededor de ellos. los primeros pastores y Construyeron los primeros poblados se- agricultores dentarios, pequeñas aldeas, al borde de los ríos, accediendo de esta forma a tierras aptas Las evidencias que poseemos para el para la agricultura y pasturas para el gana- lapso entre los 4.500 y 2.500 años AP., aun do. Estos primeros pastores con agricultura escasas, nos indican que Antofagasta de la poseían además nuevos conocimientos téc-

70 CAPíTULO 5 LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca nicos importantes entre los que se destaca Se debe tomar en cuenta que los contactos uno en especial: la alfarería. de los grupos puneños con sociedades de Pero, ¿Cuál era el origen de estas socie- otros ambientes, desde la costa pacífica hasta dades? ¿Eran los descendientes directos de la selva chaqueña, venían desde las ocupa- los cazadores anteriores o llegaron desde ciones más tempranas y continuaron hasta alguna otra región andina a poblar la Puna épocas inkaicas, como lo atestiguan numero- Meridional? Es posible pensar en un proceso sos registros de artefactos y recursos de las evolutivo regional que fuera paulatinamen- tierras bajas en la Puna y viceversa (Fig. 4). te incorporando la domesticación del camé- lido, cierta horticultura y mayores niveles de sedentarismo a partir de, por lo menos, La economía de los unos 5.000 años. Pero, es posible que en al- primeros aldeanos gún momento, entre 3.000 y 2.500 años atrás, llegaran a la región la agricultura más desa- Estas sociedades parecen haber desarrolla- rrollada y la tecnología cerámica a través de do lo que denominamos Sedentarismo Diná- relaciones con otras poblaciones o de grupos mico, poniendo en práctica estrategias mix- portadores de esos elementos. tas pastoriles y agrícolas, complementadas

Figura 4. Registros de las sociedades de pastores-agricultores tempranos. Antofagasta de la Sierra, Puna de Catamarca (3.000-1300 años AP).

LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA CAPíTULO 5 71 DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

con una cuota variable de caza y recolección. implicó no solo usos distintos del ambiente La estrategia económica estaría principal- sino también estrategias de previsión (tras- mente organizada alrededor del pastoreo, lado y almacenamiento para consumo dife- incluso parte de la agricultura pudo haber rido del recurso). tenido intenciones forrajeras. Si bien el se- Para concluir, resta decir que estos pasto- dentarismo se hizo más pronunciado, los res tempranos instrumentaron diversas es- grupos humanos siguieron siendo altamente trategias de control de los animales, relacio- dinámicos en los movimientos dentro de su nadas con los mecanismos de reproducción y territorio. mantenimiento del equilibrio de los rebaños, En el marco del Sedentarismo Dinámico y que el tipo de llama dominante correspon- estas sociedades tuvieron Bases Residen- dería a la denominada “llama intermedia”, ciales (aldeas, 3.500 m.s.n.m.) de ocupación menos apta para el transporte y proveedora anual, como Casa Chávez Montículos, ubi- generalizada de carne y lana. Esto permite cadas en fondos de valle o en quebradas suponer que fue más restringido el uso car- protegidas, sectores ricos en recursos para guero de este animal, incrementándose no- el cultivo y el pastoreo de verano. Pero, en tablemente a partir de los 1.000 años AP y ciertas épocas del año, integrantes del gru- sobre todo con los circuitos caravaneros de po se trasladaban a otros sectores en busca épocas tardías e incaicas6. de pastos alternativos para las llamas y para cazar vicuñas. Estas prácticas debieron de- sarrollarse, particularmente, durante el in- De gentes, alfarería vierno, utilizando puestos de caza y pasto- y artes reo emplazados en las quebradas de altura (3.700-3.900 m.s.n.m.). Las excavaciones realizadas en Casa En todos los sitios los camélidos dominan, Chávez Montículos han puesto en evidencia identificándose especies silvestres (vicuña) y una recurrencia de ocupaciones que abarcan domesticadas (llama)5 con frecuencias varia- un lapso de tiempo prolongado (ca. 2.500- bles. En los sitios de altura la vicuña mues- 1.300 años AP). Algunos elementos muestran tra casi un 100% de presencia, mientras que cierta continuidad a lo largo de este proceso, en las aldeas existen evidencias de vicuña y registrándose en diferentes proporciones en llama. En estas últimas hay indicios de una todos los niveles de ocupación (por ej., cerá- cadena completa de procesamiento de camé- micas grises a negras, “palas y/o azadas” de lidos (matanza, consumo y descarte), a dife- piedra, puntas de proyectil de obsidiana, ha- rencia de los sitios ubicados en las quebradas bitaciones circulares con paredes de barro) altas, aleros y cuevas como Real Grande 1 y (Fig. 4). Sin embargo, la variabilidad obser- 6, donde predomina el descarte, producto vada en otros permite plantear la posibilidad de la matanza de los animales, por sobre el de dos grandes momentos en la ocupación consumo. Esto podría indicar que gran parte del sitio separados por un episodio de des- de la carne de los animales no se comía en ocupación temporaria alrededor de 2.000 los puestos de caza y pastoreo de altura sino años atrás. El tipo de cerámicas7 presentes que se trasladaba a la aldea para su consumo pueden ser de gran ayuda para analizar este posterior. Estos elementos nos muestran una problema. notable organización del grupo humano que El momento más antiguo se caracteriza

5Es difícil separar las especies de camélidos silvestres (vicuña y guanaco) de las domesticadas (llama y alpaca), aunque cuando los restos óseos están en buen estado esto se puede lograr utilizando criterios osteométricos (medidas de los huesos), dentición y tipos de fibra. 6Para el tema de las caravanas de llamas en épocas prehispánicas andinas se sugiere, entre otros, el trabajo de Nuñez y Dillehay (1995). 7Por razones de espacio no podemos abundar en las características de la alfarería y remitimos a quién esté interesado a Olivera (1997).

72 CAPíTULO 5 LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca por la presencia de cerámicas negras o rojas, integrantes del grupo familiar realizaban di- cubiertas por un grueso baño de pintura y versas tareas cotidianas. Los espacios en los con superficies pulidas, que mostrarían re- que se llevaban a cabo estas tareas habrían laciones con procesos del Norte de Chile y variado de acuerdo a la estación del año; otros sectores de la Puna Argentina. El com- durante los fríos meses de mayo a agosto se ponente más tardío muestra el significativo utilizarían más las áreas internas de las ha- aumento en la intensidad de las relaciones bitaciones mientras que durante las épocas con valles del Noroeste Argentino, en parti- más cálidas el espacio exterior circundante cular Hualfín y Abaucán, ubicados a menor estaría poblado de actividad. altura. Esto se manifestaría en el aumento de Seguramente, podríamos ver algunos tipos cerámicos asimilables a entidades como hombres preparando sus herramientas de Ciénaga y Saujil8, es decir cerámicas grises piedra para la labranza10 o los útiles para pulidas (lisas, con técnica de incisiones finas la caza y el tratamiento de la carne. En al- y/o pulidas en líneas), cerámicas con líneas gún telar una mujer se dedicaría a tejer be- rojas pintadas sobre fondos claros, cerámica llas piezas de lana de llama o vicuña y un ante pintada y pulida, etc. hombre prepararía cuidadosamente sogas y En estos niveles más tardíos de ocupación hondas. Sobre los fogones trozos de carne se se han rescatado también fragmentos cerá- tostarían lentamente y las ollas de cerámica micos claramente atribuibles a La Aguada9, humearían con el hervido del alimento co- lo que coincidiría con evidencias en el arte tidiano. Los niños tampoco estarían ociosos, rupestre. Además, aparecen puntas de pro- algunos ayudarían en las tareas cotidianas yectil pequeñas sin pedúnculo y grandes a sus padres, mientras otros estarían en los instrumentos de basalto que guardan simili- campos vigilando el pastoreo del rebaño o tudes con materiales en sitios de Hualfín. ayudando, quizás, con el hilado y el torcido Las habitaciones eran principalmente cir- de la lana. culares, construidas con una base de piedras Cerca de la casa una pareja de mujeres po- y con paredes de barro amasado y ramas que nen a punto el horno excavado en el suelo terminaban posiblemente en forma cónica. donde el combustible natural, guano y leña, En algunos casos se utilizaron pisos interio- pronto cocerá las bellas piezas de cerámica. res de arcilla amasada y endurecida donde De pronto, levantan la cabeza y saludan a un se excavaban fogones internos. Alrededor de hombre que se acerca trayendo sobre el lomo las casas existían espacios para arrojar la ba- de unas llamas la vital carga de leña recogi- sura, sectores de molinos y morteros para la da en los cerros. Un anciano, mientras pre- molienda de vegetales, otros para realizar el para en un pequeño mortero la pintura que faeneado de los animales, tallar la piedra o usará para una ceremonia próxima, cuenta a manufacturar la cerámica. un grupo de niños historias sobre el mundo Podemos imaginarnos la aldea de Casa espiritual, alguna técnica para orientarse en Chávez como un conjunto de chozas relativa- la montaña o sobre las plantas que hay que mente dispersas, alrededor de las cuales los recoger para los remedios.

8Ciénaga y Saujil son entidades culturales que poblaron la región valliserrana del Noroeste Argentino entre el comienzo de la Era Cristiana y hasta los siglos V/VI. Se trataba de comunidades aldeanas pequeñas con una economía donde la agricultura tenía una gran importancia, y que conocían la llama, la metalurgia y la cerámica. Su organización social parece haber sido relativamente simple y basada en grupos familiares que vivían aislados o reunidos en pequeñas aldeas con casas construidas de barro, vegetales y piedra. 9La denominada Cultura de La Aguada constituye una de las expresiones más importantes del proceso indígena del N.O.A. Si bien su origen puede remontarse al siglo III d.C., alcanza su mayor desarrollo entre los 500 y 1.000 años d.C. Su cerámica de alta calidad técnica y belleza plástica y su ex- celente metalurgia, de las más logradas del Área Andina Centro-Sur, la colocan en un lugar de privilegio. La Aguada mejoró notablemente la tecnología agrícola, explotó la llama y comenzó un proceso de complejización de la sociedad que llevó, posiblemente, a la primera integración política de varias aldeas y/o territorios que se conozca en el Noroeste Argentino prehispánico. 10Para mayor información sobre la tecnología y los instrumentos de piedra ver Escola 1993, entre otros trabajos de la autora.

LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA CAPíTULO 5 73 DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Por supuesto que, en el relato anterior, so muestra aristas más modestas. Existen nuestra imaginación puede habernos juga- evidencias de que alrededor de unos 1.000 do alguna mala pasada. Sin embargo, sirve años atrás se desocupa definitivamente Casa para darnos idea de la sencilla pero rica vida Chávez Montículos y la aldea parece trasla- cotidiana de esos antiguos pastores de llamas darse al otro lado del río, al piedemonte de los y horticultores de la Puna. Cerros del Coypar. Este cambio parece estar Luego de los 2.000 años AP, aparentemen- íntimamente relacionado con nuevas prác- te se produjo en Antofagasta de la Sierra una ticas agrícolas más intensivas, con regadío y potenciación de la ocupación del paisaje, un que interesan mayor cantidad de terrenos. La incremento de la demografía y una optimiza- cerámica asociada a estos momentos corres- ción en la explotación de los diferentes secto- ponde a la denominada Belén11y la cronología res de recursos, se registran más sitios arqueo- de la ocupación en Antofagasta es tan antigua lógicos en diversos espacios o microambien- como en los valles más bajos. tes luego de esa fecha. Estos hechos se verían La aldea de Bajo del Coypar no es mucho reflejados, entre otros elementos, a través de mayor que Montículos, pero incorpora cons- las características del arte rupestre, existiendo trucciones de piedra y una especialización una asociación no casual entre los sitios con tecnológica notable en los sistemas de riego. arte y otros de diferente funcionalidad. Posteriormente, posiblemente hacia los 700 años atrás, la mayoría de la población parece trasladarse al sitio de La Alumbrera, un ver- Hacia la complejidad dadero conglomerado urbano fortificado que socio- política puede haber llegado a albergar varios cientos de habitantes. Después de los 1.000 años AP, y más acen- El asentamiento se distribuye al pie del tuadamente hacia los 700 años AP, se notan Volcán Antofagasta –(el más occidental del cambios profundos en las sociedades de la conjunto de dos conocidos como volcanes de Puna Meridional relacionadas con el proceso La Alumbrera) y a orillas de la laguna homó- en los valles más bajos. nima. El sitio ocupa varias hectáreas cubiertas El proceso tardío muestra una paulatina de construcciones de piedra negra basáltica, complejización socio-política evidenciada en está rodeado por muros de circunvalación y el patrón de asentamiento, donde se observan ofrece diferentes tipos de construcciones (ha- sitios urbanos de alta complejidad interna (La bitaciones, depósitos, tumbas, senderos, esca- Alumbrera) y sectores de producción agrícola leras, etc.). con regadío que cubren varios cientos de hec- Al mismo tiempo que se construye La táreas (Bajo del Coypar). El aumento demo- Alumbrera, Bajo del Coypar se convierte en gráfico parece haber sido notable, tanto por el un inmenso sistema de producción agríco- tamaño de los asentamientos como por la nu- la que llega a ocupar más de 800 hectáreas merosa cantidad de enterratorios distribuidos cubiertas por campos de cultivo, canales de tanto dentro de los sitios como en cementerios riego, reservorios de agua, etc.: ¡todo esto en específicos. uno de los desiertos más áridos de la tierra! Sin embargo, el comienzo de este proce- 12(Fig. 5).

11La denominada Cultura Belén fue identificada originalmente en sitios de los valles de Hualfín y Abaucán, en Catamarca. Su nombre se debe a la locali- dad del mismo nombre, en cuyos alrededores existen numerosas evidencias de estos grupos. Se construyeron grandes sitios de tipo casi urbano, utilizan- do la piedra para las paredes, y donde se recoge una cerámica muy característica, en especial de color rojo con dibujos en negro. Eran agricultores, pero poseían importantes conocimientos de pastoreo de camélidos, y la complejidad de sus asentamientos apunta a que se trataba de un sistema político con cierto grado de complejidad, posiblemente con un jefe o un grupo de jefes que tomaban las decisiones que involucraban a toda la población. 12 Este momento coincidiría parcialmente con la denominada Anomalía Climática Medioeval, un fenómeno climático de gran aridez y escala global, que en Europa produjo grandes hambrunas y el desarrollo de epidemias importantes.

74 CAPíTULO 5 LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 5. Sitios y materiales arqueológicos del Período Tardío-Inka. Antofagasta de la Sierra, Puna de Catamarca (ca. 1.000-500 años AP).

Paulatinamente parece producirse un de los animales adultos en la muestra, 2) es crecimiento de la población sustentado en clara la presencia de ejemplares de vicuña, la agricultura y la ganadería de camélidos, junto a la especie domesticada de llama. tal como atestiguan los sitios de Punta de la El primer hecho puede relacionarse con Peña 2 y Campo Cortaderas. Este último un un aumento en la explotación de la llama sistema agrícola muy semejante en su con- como animal lanero y carguero, mientras el cepción al de Bajo del Coypar. segundo parece indicar que la caza de vicu- Las importantes muestras de ingeniería ña siguió siendo una importante fuente de hidráulica, el tamaño y complejidad de los carne para la dieta aún para estas socieda- sitios, sumados al importante aumento de des más complejas. la población, parecen sugerir la existencia En resumen, el pastoreo y la caza de ca- de algún tipo de poder político más centra- mélidos siguieron constituyendo estrategias lizado que pudo llegar, incluso, a involucrar vitales para las economías tardías, más allá territorios muy amplios desde los valles del incremento de las estrategias agrícolas mesotermales hasta la Puna, aunque esto es extensivas a partir de los 1.000 años AP Es aún materia de discusión. más, tampoco para estos momentos pode- La presencia de los camélidos es abru- mos descartar que la agricultura hubiera madora frente a otras especies (roedores y tenido en gran medida intenciones de pro- aves) confirmando las tendencias observa- ducir más forraje para alimentar grandes das en períodos anteriores. Sin embargo, rebaños de animales domesticados. se deben destacar dos hechos notables: 1) ¿Qué cambios se observarían en la vida parece producirse un importante aumento cotidiana de los hombres y mujeres de la

LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA CAPíTULO 5 75 DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Puna? En algunos aspectos podríamos es- hombres y mujeres de esta época debieron pecular que no fueron demasiados, ya que ver restringida su libertad de decisión perso- la gente siguió cuidando sus animales, ca- nal en virtud del bien común. Es posible que zando, tejiendo y fabricando cerámica. Pero, la organización familiar repartiera una parte una observación más profunda nos indica- de su trabajo en satisfacer sus necesidades ría que si existieron cambios notables. personales mientras que otra parte estuviera La cerámica, por ejemplo, presenta una dirigida a realizar tareas que beneficiarían a mayor regularidad de formas, técnicas y de- la comunidad en su conjunto. coraciones que en el período anterior, Esto podría relacionarse con una cierta estanda- rización en su manufactura que ya no se En manos de un imperio realizaría a nivel meramente familiar, sino que existirían artesanos especializados que La conquista Inka producida en el siglo se dedicarían a producirla en cantidades XV, modifica substancialmente este pano- mayores para ser distribuida en el resto de rama y la importante cantidad de vestigios la comunidad. incaicos apuntan a que la región debió ju- La existencia de complejos sistemas de gar un rol importante para los intereses del riego y una gran extensión de campos harían Imperio, tanto en lo económico como en lo necesario algún tipo de ordenamiento para socio-político (Fig. 6). disponer de los tiempos de disponibilidad La explotación de los importantes yaci- de agua, de manera que nadie se quedara mientos mineros de la región fue un fuerte sin este recurso vital ni abusara de él. Asi- atractivo para la ocupación de la cuenca. La mismo, la construcción de obras comunales asociación de vestigios Inka con yacimientos como reservorios, diques o canales, que lue- importantes (Mina Incahuasi, oro; Cantera go serían aprovechados por la comunidad Inka, ónix; por ejemplo) parecen reforzar en su conjunto, necesitarían de algún orden esta hipótesis, coincidente con las evidencias más centralizado que organizara los traba- generales propuestas para el Kollasuyu13. jos y distribuyera la carga laboral de manera El control de la mayor fuente potencial equitativa. de recursos de la Puna Meridional y de un Similares conceptos podemos pensar para punto clave dentro de las vías de circulación la construcción del espacio público dentro de intra e inter regionales, tanto de bienes como un sitio urbano. Se deben planificar áreas de de energía e información, habrían llevado al arrojado de basura, vías de tránsito interno, Imperio a establecer una fuerte presencia en sectores para almacenamiento y otros espa- la Hoyada de Antofagasta de la Sierra. cios de uso comunal. Podríamos agregar que El posible trazado caminero parece comu- la aparición de obras de defensa en los sitios nicar la región con la denominada Ruta al (v.g., murallas) nos alertan sobre la posible Perú, a través de los Valles Calchaquíes. Este prevención ante situaciones de conflicto con sería el camino por el cual las riquezas mi- otras poblaciones, hecho del cual no tene- neras extraídas en el Noroeste Argentino se mos evidencias para épocas anteriores. dirigían al Cuzco. Por otro lado, el mantener Todos los elementos mencionados conflu- abiertas estas rutas implicaba el control de yen en la idea de que se requería de algún los espaciados y focalizados recursos hídri- tipo de control y organización a nivel comu- cos y de pastura regionales, hecho que sería nitario que se debió expresar en ciertas es- coherente con la ocupación densa en el oasis tructuras de poder político y social. Así, los de Antofagasta.

13Se denomina Kollasuyu a la porción sur del Imperio Inka que involucraba territorios del Sur de Bolivia, norte de Chile y noroeste de Argentina y que era la mayor de las cuatro provincias que componían el Imperio, ocupando alrededor de 800.000 km2.

76 CAPíTULO 5 LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 6. Sitios y materiales arqueológicos del Período Tardío-Inka. Antofagasta de la Sierra, Puna de Catamarca (ca. 1.000-500 años AP).

Las superficies de cultivo fueron aumen- enclavada en los cerros por encima de Bajo tadas mediante una tecnología de regadío del Coypar, podría ser una evidencia des- más compleja, como por ejemplo en el sis- tacable de la necesidad de un férreo control tema agrícola de Bajo del Coypar14 que tuvo interno de la región ubicado en un punto un papel relevante, sea como productor de estratégico vital. alimentos o como sostén forrajero para las Tal vez, dentro de esa misma línea se tropas de llamas que fueron un elemento pueda buscar una explicación de la posible de primordial relevancia política y econó- contemporaneidad entre la mencionada mica en el mundo inkaico. fortaleza y el importante sitio urbano de La Asimismo, la densa ocupación inkaica Alumbrera. Además, Antofagasta de la Sie- mencionada para el oasis de Antofagasta rra sería el único punto geográfico dentro estaría vinculada con la estratégica ubica- del panorama regional que propusiera una ción de éste a manera de nudo central de oferta de recursos adecuada para el mante- las vías de circulación regionales. Hasta nimiento de una alta población estable. el Siglo XX el oasis aparece mencionado Es importante agregar que en el sector en todas las crónicas de ruta de arrieros cordillerano de la región se encuentran pa- que se dirigían desde el sur (incluso des- sos que abren el ingreso a las importantes, de San Juan) hacia la Puna Norte y Bolivia. desde el punto de vista prehispánico, re- La presencia de la fortaleza de Coyparcito, giones norte y centro de Chile. La elevada

14Aparentemente corresponde a la época Inka la construcción de un canal de riego que tomaba el agua en la vega de Laguna Colorada y se extendía por casi 5 km, constituyendo una obra de ingeniería hidráulica de notable envergadura que permitió aumentar en unas 40/50 Ha el área de cultivo en Bajo del Coypar.

LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA CAPíTULO 5 77 DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

presencia de santuarios de alturaubicada Lecturas Sugeridas en los nevados de la Cordillera podría es- tar relacionada, entre otras causas, con el Aschero, C. 2000. El poblamiento del territorio. acceso y control de los mencionados pasos En Nueva Historia Argentina. Los Pueblos cordilleranos. Originarios y la Conquista, editado por M. En la primera mitad el siglo XVI se pro- Tarragó, pp.17-59. Editorial Sudamericana, duce la llegada de los españoles y con ello Buenos Aires. Aschero, C. y J. Martínez. 2001. Técnicas de el colapso de las estructuras sociales y po- caza en Antofagasta de la Sierra, Puna Me- líticas indígenas previas. El Imperio Inka ridional Argentina. Relaciones de la SAA se “desgarra” casi con la misma sorpren- XXVI: 215-241. dente rapidez con que se había extendido Babot, M.P. 2006. El papel de la molienda en la desde Ecuador al centro de Chile. Pero, si transición hacia la producción agropastoril: es cierto que como estructura política los Un análisis desde la Puna Meridional Ar- Inkas comienzan a ingresar en el glorioso gentina. Estudios Atacameños 32: 75-92. pasado andino, sus profundas raíces cultu- Aschero C.; M. Podestá y L. García. 1992. Pin- rales perdurarán inmersas en el complejo turas rupestres y asentamientos cerámicos conjunto de tradiciones ancestrales que, tempranos en la Puna Argentina. Arqueolo- de una u otra manera, los pueblos andinos gía 1: 9-49. UBA, Buenos Aires. han conservado hasta nuestros días. Elías, A. 2014. Técnicas líticas diversas entre las sociedades de Antofagasta de la Sierra La permanente incorporación de ele- (Provincia de Catamarca, Puna Meridional mentos nuevos a los largo de los últimos Argentina) posteriores a ca. 1100 AP. Estu- cinco siglos no hacen sino demostrar que, dios Atacameños 47: 59-82. lejos de ser pueblos detenidos en el tiem- Escola P. 1993. De percusión y percutores. Ar- po, son poseedores de una gran capacidad queología 3: 33-52. UBA, Buenos Aires. de adaptación a los cambios. Asimismo, la Escola, P.; S. López Campeny, A. Martel, A. Ro- persistencia de tradiciones y tecnologías mano y S. Hocsman. 2013. Re-conociendo cuyo origen se remonta a muchos siglos e un espacio en lugar de un paisaje. Andes incluso milenios atrás, nos asegura que son 24:397-423. pueblos con memoria activa y riqueza his- García, S.; D. Rolandi y D. Olivera. 2000. PUNA tórica y cultural. E HISTORIA. Antofagasta de la Sierra, Recientes descubrimientos que hemos Catamarca. AINA-Ediciones del Tridente, Buenos Aires. realizado en el sitio de La Alumbrera y Aschero, C. y Hocsman, S. 2011. Arqueología en cuevas de las altas vegas de pastoreo de las ocupaciones cazadoras-recolectoras nos han permitido establecer, a través de de fines del holoceno medio de Antofagasta fechados de radiocarbono, la indudable de la Sierra (Puna Meridional Argentina). utilización de esos sitios en plena época Chungará 43: 393-411. española pero con contextos culturales in- Núñez, L. y T. Dillehay. 1995. Movilidad Gi- dígenas. La gente no desapareció a la lle- ratoria, Armonía Social y Desarrollo en los gada de los invasores europeos, su cultura Andes Meridionales: Patrones de Tráfico e y sus tradiciones tampoco lo hicieron. Los Interacción Económica. Norprint, Chile. pueblos andinos cambiaron, se adaptaron, Olivera, D. 1997. Los primeros pastores de la soportaron estoicamente su historia de im- Puna Sur Argentina: una aproximación a través de su cerámica. Revista de Arqueo- posiciones y agravios...y persistieron, no logía Americana 13: 69-112. como meros fantasmas sobrevivientes, sino Olivera, D. 2001. Sociedades agropastoriles como una entidad vital llena de riqueza y tempranas: el formativo inferior del No- diversidad...si al fin y al cabo, 10.000 años roeste Argentino. En Historia Argentina no es nada... Prehispánica, editado por E. Berberián y A. Nielsen, pp. 83-126. Brujas, Córdoba.

78 CAPíTULO 5 LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Olivera, D. y M. Podestá. 1993. Los recursos les, escalas de análisis y registro arqueoló- del arte: arte rupestre y sistemas de asen- gico. Relaciones de la SAA XXIX: 229-247. tamiento y subsistencia formativos en la Olivera, D.; A. Elías, P. Salminci, P. Tchilingui- Puna Meridional Argentina. Arqueología 3: rian, L. Grana, J. Grant y P. Miranda 2008. 93-141. UBA, Buenos Aires. Nuevas evidencias del proceso sociocultu- Olivera D. y S. Vigliani. 2000/2002. Proceso cul- ral en Antofagasta de la Sierra. Informe de tural, uso del espacio y producción agrícola campaña año 2007. La Zaranda de Ideas 4: en la Puna Meridional Argentina. Cuader- 119-140. nos del INAPL 19: 458-481. Podestá, M. y L. Manzi. 1995. Arte rupestre e Olivera D. y J. Grant. 2009. Puestos de altura de interacción interregional en la Puna Argen- la Puna argentina: zooarqueología de Real tina. Cuadernos del INAPL 16: 367-399. Grande 1 y 6 y Alero Tomayoc. Revista del Salminci, P., 2010. Configuración espacial y Museo de Antropología 2: 151-168. organización social: análisis de acceso en Olivera, D., P. Tchilinguirian y L. Grana. 2004. La Alumbrera (Período Tardío, Puna meri- Paleoambiente y arqueología en la Puna dional argentina). Arqueología 16: 105-124. Meridional Argentina: archivos ambienta- UBA, Buenos Aires.

LAS SOCIEDADES DEL VIENTO: ARQUEOLOGIA DE ANTOFAGASTA CAPíTULO 5 79 DE LA SIERRA, PUNA MERIDIONAL ARGENTINA

Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO EL ENTIERRO DE NIÑOS Y ADULTOS EN URNAS ANDALGALÁ 6

David A. Alvarez Candal1

1Encargado Museo Arqueológico Provincial Samuel Alejandro Lafone Quevedo, Dpto Andalgalá, Catamarca.

El entierro en urnas Andalgaláes característico de la margen norte del Bolsón de Pipanaco, lugar donde se radica la cabecera del depar- tamento Andalgalá y sus distritos cercanos. Si bien aún faltan investigaciones para determinar el comienzo de la manifestación cultural, existen indicios que nos permiten suponer que su antigüedad se remonta al siglo XIV d. C., o un poco antes, prolongándose al siglo XV. La presente comunicación da a conocer detalles de la práctica fu- neraria según recientes intervenciones realizadas por el Museo Ar- queológico Provincial Samuel Alejandro Lafone Quevedo Andalgalá, además de verter interpretaciones que la contextualizan cronológica y culturalmente.

El entierro en urnas En los primeros pueblos agrícolas la cos- en el oeste de la tumbre de inhumar a niños en urnas no es Provincia de Catamarca tan notoria o frecuente como en las pobla- ciones que habitaron hacia el siglo X, dón- El entierro de niños en urnas, especial- de la práctica se hizo extensiva en la región mente muy pequeños y recién nacidos, es hasta el punto de ser reconocibles estilos de una práctica de las poblaciones agrícolas- urnas propios de un territorio. pastoriles que se extendió en toda la región Por ejemplo es reconocible el estilo San- de valles y sierras del oeste catamarqueño. tamariano, principalmente disperso en el Comenzó a inicios de la era cristiana y se Valle homónimo y del Cajón, con su gran desarrolló hasta la llegada de los españoles expresión artística de cuello largo resaltado en el siglo XVI. por infinidad de motivos pintados en negro

EL ENTIERRO DE NIÑOS Y ADULTOS EN URNAS ANDALGALÁ CAPíTULO 6 81 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

1m Figura 1. URNA ANDALGALá Variedad de urnas de URNA SANTA MARíA URNA SANAGASTA los pueblos habitantes URNA BELéN del oeste de la Provincia de Catamarca entre los siglos X y XVI. 0m

o negro y rojo, siempre sobre una base blan- su “Catalogo descriptivo e ilustrado de las ca. O el estilo Belén, disperso en el departa- Huacas de Chañar Yaco, Provincia de Cata- mento que le da nombre y también en An- marca”, la primera descripción minuciosa de dalgalá, Pomán, Tinogasta y Antofagasta de estas urnas fuerealizada en 1969 por Eduar- la Sierra; reconocible por piezas de mediano do Berberián tras su visita al departamento. tamaño pintadas de negro y rojo. Berberián es quien las bautiza con el nom- Por último, entre los estilos de urna fu- bre tras sus labores arqueológicas de cam- nerarias para niños frecuentes, el estilo Sa- po y el contacto con las colecciones del Dr. nagasta, muy notorio del territorio riojano Federico Garzuci y del Museo Arqueológico pero también expresión artística diseminada Andalgalá. por el sur de Belén, en Andalgalá, Pomán, El enterratorio Andalgalá característico se y parte de Tinogasta. El estilo Sanagasta se compone de dos piezas principales: la urna reconoce por piezas con mayor volumen a y su tapa. Estas piezas técnicamente se ela- las referidas con anterioridad ya que po- boran mediante el enrollamiento anular de seen un cuerpo globular amplio y suelen colocación de pasta. Las superficies de las estar coloreadas con franjas rojas y negras piezas presentan estrías o “marleado” pro- sobre una base blanca, o los colores negro y ducto de un alisamiento irregular.El color rojo directamente impresos en la pasta de la varía en tonalidades naranjas y negruzcas, cerámica, o directamente las piezas pueden propias de la arcilla sometida a cocción irre- no estar coloreadas. gular en hornos que permitieron el ingreso En la margen norte del Salar de Pipanaco, de oxígeno. El espesor de las paredes tiende donde actualmente se radica la ciudad de a los 10mm, ampliándose la medida hacia la Andalgalá y distritos cercanos, se desarrolló base. La fractura de la cerámica es irregular una manifestación cultural muy extendida y la pasta presenta textura arenosa formada y particular, reconocible por un estilo de ur- por pequeñas rocas de tamaños uniformes y nas muy singular que no sólo son para ni- pajuelas de mica. ños, sino también para enterrar adultos. Es- En la actualidad el número de urnas An- tas urnas son las denominadas Andalgalá. dalgalá que componen el patrimonio del Museo Arqueológico Provincial Samuel Alejandro Lafone Quevedo Andalgalá es Descripción de la Urna de 31 ejemplares en diferentes estados de Andalgalá conservación e integridad, encontrándose algunas completas y otras en fragmentos Aunque ya en 1892 Samuel Lafone Que- reconocibles en forma inmediata. De ésta vedo, uno de los pioneros americanistas población, tomando una muestra al azar del país, presentara las urnas Andalgalá en de piezas de la colección e incluyendo otras

82 CAPíTULO 6 EL ENTIERRO DE NIÑOS Y ADULTOS EN URNAS ANDALGALÁ Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

URNA y tapa 1,5 m ANDALGALá para adultos Figura 2. Variedad de urnas Andalgalá.

URNA ANDALGALá para niños

0m

mediciones sobre urnas Andalgalá publica- das por Eduardo Berberián en 1969 y Reinal- do Moralejo en 2010, se puede decir que la tendencia en urnas para adultos sobre altura y ancho máximo es de 75cm, mientras que para niños es de 50cm de altura y 45cm de ancho máximo. La forma general de la urna consiste en una pequeña base circular que soporta un amplio cuerpo globular, éste se continúa en un cuello grueso que tiende a cerrar la va- sija, pero luego, en la porción superior de la misma, finaliza una boca que se abre li- geramente. Excepcionalmente la boca de la urna Andalgalá también presentan un borde levemente restringido o recto. La población total de tapas de urnas An- dalgalá que integran la colección del Museo Figura 3. Medidas de altura máxima (x) y ancho máximo Arqueológico Provincial Samuel Alejandro (y) de urnas para el entierro de adultos y niños. Lafone Quevedo Andalgalá es de 18 ejem- plares. De ésta cantidad también se tomó una muestra al azar para efectuar medi- La forma general de la tapa se asemeja ciones, incluyendo en las mismas medidas a una campana, de base pequeña y cuerpo presentadas por Reinaldo Moralejo en 2010 que tiende a abrirse hasta una boca muy sobre tapas de entierro en urnas Andalgalá, amplia. a partir de allí se puede decir que la tenden- Tanto la urna como la tapa presentan en cia en las tapas de urnas Andalgalá es de su parte inferior un par de asas tendientes 70cm de diámetro de boca y 60cm de altura a planas, con orificio central pequeño, que máxima. Cabe destacar que el ancho máxi- fueron colocadas en la pieza mediante re- mo de las piezas normalmente coincide con mache. La urna y tapa presenta próximo el diámetro de boca. al borde, en todo el contorno y a espacios

EL ENTIERRO DE NIÑOS Y ADULTOS EN URNAS ANDALGALÁ CAPíTULO 6 83 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

ción de pasta fresca, que en conjunto dan la impresión de ojos y lágrimas. También se registran casos de urnas y tapas sin estos apliques ni detalles. Las características generales descriptas y el gran tamaño de las piezas, convierten a las urnas Andalgalá en un patrimonio ex- cepcional y singular de la margen norte del Bolsón de Pipanaco.

Distribución de hallazgos de urnas Andalgalá

Por el momento se puede dar cuenta que los hallazgos de urnas Andalgalá se distri- buyen por toda la margen norte del Bolsón de Pipanaco, hallándose inclusive, pero con Figura 4. Medidas de altura máxima (x) y diámetro de mucho menor frecuencia, en el departa- boca (y) de tapas de urnas Andalgalá. mento Belén. Conocemos la dispersión de urnas Andal- galá gracias a las intervenciones de campo regulares, detalles al pastillaje cónicos o de diferentes arqueólogos que luego publi- con acanalamientos horizontales simulan- caron sus observaciones. Entre ellos Samuel do la forma de granos de café. En menor Lafone Quevedo en 1982 en la localidad de recurrencia se presentan motivos de la ser- Chañar Yaco, Eduardo Berberián en 1969 en piente bicéfala y rostros humanos. A estos las márgenes del Río Chaquiago, y Verónica apliques pueden sumarse detalles de rayas Williams y María De Hoyos en 2001 en la en forma vertical provocadas por la extrac- localidad de Agua Verde.

Figura 5. Hallazgos de urnas Andalgalá en la margen norte del Bolsón de Pipanaco.

84 CAPíTULO 6 EL ENTIERRO DE NIÑOS Y ADULTOS EN URNAS ANDALGALÁ Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

También se puede precisar la geografía de por Eduardo Berberián y Samuel Lafone las urnas Andalgalá por obra de las inter- Quevedo. venciones que recientemente hizo el Museo Los rescates arqueológicos efectuados Arqueológico Provincial Samuel Alejan- por el Museo Arqueológico Andalgalá dan dro Lafone Quevedo Andalgalá, como por cuenta que la modalidad de entierro es nor- ejemplo en el distrito Huaco, en el distrito malmente de un individuo por urna, como Potrero, en la localidad de Huasán y en la los casos registrados en Huaco, Huasán, Po- localidad del Zapallar. trero y El Zapallar. Por otra parte Verónica Williams y María De Hoyos dan cuenta del hallazgo de hasta tres individuos por urna Caracterización de la en el entierro del Agua Verde. práctica funeraria El enterratorio en urnas Andalgalá no se encuentra limitado a una variable etaria, La práctica funeraria Andalgalá presenta presentándose tanto para adultos como gran diversidad en las modalidades de en- en Río Chaquiago, Chañar Yaco, Huaco, tierro, dentro de las cuales se destacan: la Huasán; como para niños según las obser- multiplicidad de lugares elegidos para la vaciones de Eduardo Berberián y el caso concreción de enterratorios, la concentra- registrado en la localidad El Zapallar. Tam- ción de urnas en el espacio, el número de bién combinados, como en el caso de Agua individuos involucrados dentro de cada Verde donde en una misma urna había dos enterratorio, la variedad en el sexo y edad adultos y un adolecente. Este caso también de los sujetos, el distintivo ajuar funerario y dio cuentas de la existencia de los dos sexos la relación espacial con otros ámbitos de la entre los individuos sepultados en la misma esfera social (doméstico, productivo, ritual, urna. entre otros). En los sitios de Rio Chaquiago, Chañar La dispersión geográfica nos permite ob- Yaco, Agua Verde, Huasán, Huaco y El Za- servar que el fenómeno de entierro en Ur- pallar fueron halladas numerosas piezas nas Andalgalá no está limitado a un área que componían el ajuar de las inhumacio- específica, por el contrario se dispersa con nes. Dichas piezas fueron confeccionadas frecuencia por gran parte del territorio del en materiales como cerámica, madera, pie- departamento y en menor medida en las ju- dra, metal y textiles. El acompañamiento risdicción vecina de Belén. mortuorio fue depositado en el interior, o La frecuencia de hallazgo indica que las en el exterior, o en el interior y exterior de zonas principalmente elegidas para la reali- la urna según el caso. En el distrito Potre- zación de las prácticas mortuorias consisten ro también fue hallado un enterratorio de en conos de deyección, interfluvios planos, adulto sin determinación de ofrendas. fondos de quebrada y faldeo de sierra que En Chañar Yaco y Agua Verde el ajuar fu- componen la margen norte del Salar de Pi- nerario presenta claros rasgos del arte Inca. panaco. En Río Chaquiago el material asociado no La modalidad de entierro varía de in- presenta claros rasgos incas, si de las cul- humaciones individuales, como los casos turas regionales. Los restantes casos, resul- registrados en rescates arqueológicos diri- tantes de actividades de rescate que fueron gidos por el Museo Arqueológico Provin- llevados a cabo por el Museo Arqueológico cial “Samuel Alejandro Lafone Quevedo” Andalgalá, presentan una menor propor- Andalgalá en Huaco, Huasán, Potrero y El ción de materiales asociados, en los cuales Zapallar; como entierros colectivos inter- no se determinó filiación cultural inca, si de pretados como cementerios, como los casos estilo local. de Río Chaquiago y Chañar Yaco señalados Los sitios de Río Chaquiago y Chañar

EL ENTIERRO DE NIÑOS Y ADULTOS EN URNAS ANDALGALÁ CAPíTULO 6 85 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Yaco consisten en áreas específicas destina- denominadas tierras bajas. Por el momento das a la práctica funeraria, por el número de no se pudo determinar pares comparables entierros pueden ser calificados como ce- estéticamente en zonas de tierras bajas o menterios. Los restantes casos no presentan ceja de selva. Si se pueden confundir, pro- este patrón hallándose en forma individual ducto de que algunos hallazgos sintetizan dispersos en el paisaje. rasgos estilísticos, con el estilo Sanagasta Por lo observado hasta el momento los muy común en el centro y sur del oeste ca- enterratorios Andalgalá individuales o co- tamarqueño, además de extenderse en el lectivos se presentan disociados o distantes territorio riojano. de estructuras arquitectónicas productivas Por las evidencias presentadas sustentar y residenciales. el origen exótico, foráneo o no local de la práctica, parece girar en fundamentaciones que tiene como principio el modelo de áreas El contexto culturales, donde la práctica de enterrar en interpretativo de la urnas no es un rasgo cultural propio de la manifestación cultural región andina, por ende impropio de esta porción de sierras, valles y bolsones del Históricamente se sustenta la idea de que NOA. Esta visión no tiene fundamentos el entierro en urnas, más aún de adultos, es claros teniendo en cuenta las características una práctica exótica en la región valliserra- e historia cultural de la región que integra na del NOA y que provendría de la región Andalgalá. de piedemonte y llanura oriental, también Aunque faltan elementos de juicio para denominadas tierras bajas. En éste sentido definir la problemática del origen de la se considera que se trata de un elemento de práctica funeraria Andalgalá, especialmen- juicio para estudiar el problema de las mi- te teniendo presente su frecuente relación graciones y relaciones culturales indígenas con materiales incas, por el momento es del noroeste argentino. Esta visión impone pertinente mencionar que fechados absolu- sobre la inhumación de individuos en urnas tos comunicados por Norma Ratto en 2007 la impresión de una práctica no local. sobre la urna “Bebe de la Torya” de Tino- Teniendo en cuenta la profunda historia gasta, material morfológica y técnicamente del hábito en el oeste catamarqueño, con- comparable a las urnas Andalgalá, aunque siderando por ejemplo los enterratorios no en otros aspectos estéticos, sitúan a este Tempranos de párvulos en urnas de esti- tipo de piezas en un contexto histórico ante- lo Ciénaga, o los enterratorios de infantes rior al Inca, es decir antes del siglo XV. Hualfín, San José, Shiquimil y Sanagasta del Es importante destacar que el fenómeno Periodo inmediato anterior al Tardío, y de de entierros de adultos en urnas es muy dis- los enterratorios de párvulos en las culturas tintivo en ésta porción geográfica en contra arqueológicas tardías Belén y Santamaría; posición de otros ámbitos del NOA, donde cabe la pregunta si es correcto suponer que este tipo de práctica no presenta recurren- la práctica funeraria de inhumar en urnas es cia en el espacio ni una modalidad que la extraña en la región que integra Andalgalá. caracterice, siendo sus hallazgos aislados y Las urnas Andalgalá y el hábito funerario relacionándose habitualmente a la interven- tienen estilo y simbolismo propio, además ción de materiales de contextos no especí- de una dispersión geográfica concreta en la ficamente funerarios, como los casos anali- parte norte del Salar de Pipanaco. Forman zados por Agustina Scaro y María Gheggi parte del bagaje cultural perfectamente en 2011 en Jujuy, donde las evidencias per- identificado en la región de valles, bolsones miten suponer una práctica intrusiva o no y sierras que integran el NOA, no así en las local en la región.

86 CAPíTULO 6 EL ENTIERRO DE NIÑOS Y ADULTOS EN URNAS ANDALGALÁ Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Por el momento la problemática gira de la tigación en línea de afianzar su cronología pregunta sobre el origen del hábito funera- a través de nuevos fechados absolutos de rio Andalgalá y su presunción de no local, materiales que se encuentran en el Museo a indagar por qué los habitantes del norte Arqueológico Provincial “Samuel Alejan- del Bolsón de Pipanaco institucionalizaron dro Lafone Quevedo” Andalgalá, también la práctica entre los siglos XIV o XV. Para el estudio tecnológico de las piezas identi- resolver el enigma es directriz tener pre- tarias de la práctica para determinar varie- sente el contexto de puja y reivindicaciones dad o la identificación de posibles centros identitarias de valle a valle en este contexto de producción, y por último, centrar obser- histórico, también denominado Período de vaciones en la multiformidad de la práctica Desarrollos Regionales, para luego avanzar para comprender hábitos culturales y su sobre la comprensión de su despliegue ante transformación en el tiempo, especialmente la presencia del Estado Inca. ligados a la irrupción del Estado Inca en la región.

Consideraciones finales Lecturas Sugeridas El estudio centra interés en cualificar la práctica funeraria describiendo las piezas Alvarez Candal D. 2014. Andalgalá Milenaria, características, su dispersión geográfica y 50 Años del Museo Arqueológico Provincial la variada modalidad que la identifica. Se Samuel Alejandro Lafone Quevedo – An- sustenta que es una práctica multiforme y dalgalá. Libro-catálogo del Museo Arqueo- coherente en la dinámica geografía humana lógico Provincial Samuel Alejandro Lafone Quevedo Andalgalá. 100 páginas. de la región. Berberián E.1969. Enterratorios de adultos en Fueron identificados elementos que per- urna en el área valliserrana del NOA. Re- miten la interpretación de una práctica pro- vista del Instituto de Antropología 29: 3-71. pia y emergente en las poblaciones situadas Lafone Quevedo S. 1892. Catálogo descriptivo en la margen norte del Bolsón de Pipanaco a e ilustrado de las Huacas de Chañar Yaco partir del siglo XIV, o quizás antes. (Provincia de Catamarca). Revista del Mu- Las pruebas cronológicas por el momen- seo de la Plata 3: 35-46. to surgen a partir de fechados absolutos en Moralejo R. 2010. Las Huacas de Chañar Yaco: materiales comparables del territorio tino- importancia y significado de su revisión. gasteño y por la relación contextual obser- Revista Española de Antropología Ameri- vada en terreno con objetos del Período de cana (vol. 40) 2: 51-76. Ratto N y Basile M. 2007. Coexistencia dedi- Desarrollos Regionales o de las culturas ar- seños tecno-estilísticos en el Período Tardío queológicas Tardías. Preincaico: el caso del entierro en urna del Teniendo presente el contexto histórico bebé de La Troya (Tinogasta, Catamarca, regional se argumenta sobre su origen que Argentina). Intersecciones en Antropología, debe entenderse a la luz del surgimiento de 8: 69-85. identidades locales en un período de ten- Scaro A. y Gheggi M. 2011. Entierro de adultos siones y posiblemente de reivindicaciones en la Quebrada de Humahuaca. Un caso de espaciales de los pueblos. Por otra parte estudio del Pucará de Perchel (dto. Tilcara, el estudio instala crisis sobre nociones que Jujuy). Comechingona 14: 9-22. fueron utilizadas para la interpretación del Williams V. y De Hoyos M. 2001. El entierro enterratorio Andalgalá como práctica no lo- de Agua Verde. Variables bioarqueológicas cal en la región del oeste catamarqueño. para el estudio de la complejización social. Intersecciones en Antropología 2: 19-34. Como proyección del estudio se suponen futuras aproximaciones al objeto de inves-

EL ENTIERRO DE NIÑOS Y ADULTOS EN URNAS ANDALGALÁ CAPíTULO 6 87

Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO CONTINUIDAD EN LOS MODOS DE HACER Y VIVIR DE UNA UNIDAD HABITACIONAL EN PUEBLO PERDIDO DE 7 LA QUEBRADA (VALLE DE CATAMARCA)

Ezequiel Fonseca1, Cristian Melián2 y Claudio Caraffini2

1Facultad de Humanidades - Universidad Nacional de Catamarca. 2. Escuela de Arqueología - Universidad Nacional de Catamarca.

El siguiente trabajo se analiza la materialidad de un espacio doméstico y las formas de habitación desarrolladas en tres recintos asociados del sitio Pueblo Perdido de La Quebrada. Para ello, se propone caracteri- zar las múltiples facetas que posee el sector mencionado y determinar las prácticas cotidianas, que se desarrollaran al interior de los recintos, los cuales estarían dando cuenta de una organización de actividades socialmente compartidas, recurrentes y aceptadas.

Introducción ceremoniales, recintos habitacionales jerar- quizados, terrazas y canchones de cultivo, Este estudio se enmarca temporalmente acequias, canteras de arcilla y de piedra, por en el Período de Integración Regional. Con ejemplo; todo ello vinculado a un desarrollo un rango temporal que se extiende entre el de ceremonialismo comunal. 200 y el 1000 d.C. -aunque nuevas investiga- Estas transformaciones provocaron un ciones sobre ésta temática están dando fe- fuerte impacto en el paisaje por su gran chados más allá del 1.000 d.C. Varios inves- visibilidad, ya que los núcleos de asenta- tigadores relacionados al tema, caracterizan miento se multiplicaron y complejizaron, este período temporal, por un incremento encontrándose asociados a tareas comuni- paulatino en su complejidad política, social tarias, como pueden ser la agricultura y/o y económica; manifestándose en el registro construcciones monumentales. Siendo la arqueológico la variedad de formas de ocu- estructura más impactante el conjunto ca- pación y utilización del suelo, manejo del racterizado como plaza-pirámide, donde se agua, concentración de unidades habitacio- combina un espacio abierto o plaza con un nales y diversidad funcional, como centros montículo ceremonial y recintos adosados

CONTINUIDAD EN LOS MODOS DE HACER Y VIVIR DE UNA UNIDAD CAPíTULO 7 89 HABITACIONAL EN PUEBLO PERDIDO DE LA QUEBRADA (VALLE DE CATAMARCA) Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

que se intercomunican entre sí por medio turas de poder social. Por un lado, confor- de aberturas en las paredes permitiendo marían lugares de convergencia en los cua- delimitar grupos de recintos rectangulares les las condiciones de desigualdad podrían pequeños que comparten espacios físicos, enmascararse a partir de su apariencia pú- donde estos grupos de tres o cuatro recintos blica. Por otro lado, los fundamentos del están unidos entre sí por paredes mediane- orden podrían ser renovados y potenciados ras y se comunican a su vez hacia el espacio mediante la intervención de fuerzas sobre- común compartido que es más bajo. humanas, las que, a su vez, serian presenta- Dentro de esta dinámica de creciente das como legitimadoras de la estructura de control social, la arquitectura asumió un dominación vigente. rol activo, restringiendo el movimiento y De hecho el amplio desarrollo de las in- transmitiendo, a través de cualidades cons- vestigaciones realizadas durante las últimas tructivas, mensajes de diferenciación, poder décadas han estimado los primeros progre- y prestigio. Los espacios vinculados con las sos de la historia social de “Aguada”. No actividades ceremoniales y religiosas, pro- obstante, es no menos evidente que la pro- bablemente fueron, los monumentos más secución de estos progresos depende de la versátiles para crear y reproducir las estruc- elaboración de nuevos cuestionamientos, de

Figura 1. Ubicación del sitio PPQ en la provincia de Catamarca, departamento Capital.

90 CAPíTULO 7 CONTINUIDAD EN LOS MODOS DE HACER Y VIVIR DE UNA UNIDAD HABITACIONAL EN PUEBLO PERDIDO DE LA QUEBRADA (VALLE DE CATAMARCA) Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

una relectura del registro en base a nuevas conformada como una unidad discreta y evidencias y nuevas perspectivas teóricas. funcionalmente integrada y que da cuenta Para poder comprender la ordenación de de las actividades de residencia y que ma- las sociedades humanas y para discernir las yormente una vivienda alberga también fuerzas que la hacen evolucionar, importa otras actividades como almacenaje, descar- prestar atención a los distintos escenarios te, fabricación y mantenimiento de artefac- implicados en el registro arqueológico. Si tos, intercambio, socialización, inhumación bien no es función de su condición verda- de los muertos y rituales varios. dera de los fenómenos mentales expresados Consideramos para nuestra problemática, en distintos escenarios, la imagen que de esta definición concreta como una respuesta los mismos nos hacemos intenta reflejar la genérica, que es aplicable a diversos ámbi- conducta de los hombres que la desarrolla- tos históricos culturales, y nos remite a ocu- ron. Por ello para nuestro estudio se eligió parnos de aspectos u objetos más precisos. como caso al sitio Pueblo Perdido de la Que- La cual nos dice que los espacios domésticos brada y donde hasta el momento las inves- se encuentran en el centro de procesos entre tigaciones realizadas fueron encaminadas a las estructuras sociales de los individuos, determinar la funcionalidad de los diferen- entre las estructuras políticas y familiares tes recintos, considerando la recurrencia de de procesos históricos de larga duración, forma y agrupación de los mismos. historia de la vida cotidiana, o del mundo Estos antecedentes estimulan la planifi- cotidiano. Hay una variedad de cuestiones cación de una investigación más detallada entorno a la unidad doméstica como una respecto de las características particulares y célula principal de actividad y esto ha servi- comunes, al uso y organización del espacio do para justificar y orientar nuestra proble- que nos permita entender su configuración mática de los espacios domésticos para es- espacial e interpretar como fue concebido tablecer un contexto para la reconstrucción y organizado el espacio doméstico. En este científica del pasado y para que esta recons- sentido nos preguntamos, ¿si existen rasgos trucción del pasado se realice de una forma comunes en la arquitectura doméstica y la más humana, lo que tratamos de buscar ordenación espacial de estos recintos? una cierta humanización de la investigación El objetivo de esta investigación es reali- arqueológica la idea es preguntarse por las zar el estudio y análisis de las características seres humanos que están detrás del registro de la conformación del espacio doméstico y arqueológico, que habitaron estos espacios las prácticas que se desarrollaron al interior domésticos. de tres recintos habitacionales contiguos, en el sector III del sitio Pueblo Perdido de la Quebrada, para determinar prácticas socia- El sitio les en el espacio doméstico generado, con el fin de aportar información a los estudios en El sitio Pueblo Perdido de la Quebrada proceso. (en adelante PPQ), con coordenadas geo- Al proponernos caracterizar la conforma- gráficas 28°28’00’’ de Lat. S y 65°49’ 56’’ ción de estos espacios domésticos a través de Long. O se encuentra localizado en las de su materialidad es decir, la arquitectura, primeras estribaciones de la quebrada de y los restos materiales, ellas nos permiten El Tala, ubicada en el Departamento Capi- relacionar y discutir, las prácticas que se tal, Provincia de Catamarca. El patrón de desarrollaron en el interior de los recintos e asentamiento del sitio fue determinado por inferir áreas de actividad. Que son entendi- Kriscautzky como un poblado planificado das como necesarios para establecer la vida en una terraza natural a 40 mts. sobre el cotidiana. Vamos a entender a la vivienda nivel actual del río El Tala, constituido por

CONTINUIDAD EN LOS MODOS DE HACER Y VIVIR DE UNA UNIDAD CAPíTULO 7 91 HABITACIONAL EN PUEBLO PERDIDO DE LA QUEBRADA (VALLE DE CATAMARCA) Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

recintos que se distribuyen según su eje No- cionales. Puesto que, la comparación entre roeste-Suroeste, rodeando y encerrando un los porcentajes de fragmentos únicos y los área central de uso común, que queda ha- remontajes pueden proporcionar informa- cia el sur, una gran muralla de contención ción sobre la función del recinto y en base es común a numerosos recintos que tienen a la distribución estratigráfica de los frag- aberturas de comunicación hacia el espacio mentos remontados. central común los recintos se intercomuni- can entre sí por medio de aberturas en las paredes permitiendo delimitar grupos de recintos rectangulares pequeños que com- parten espacios físicos, estos grupos de tres o cuatro recintos están unidos entre sí por paredes medianeras y comunican a su vez hacia el espacio común compartido que es más bajo. La asignación cultural del sitio fue inicial- mente definida por la cerámica, en la que predominan materiales correspondientes a la entidad Aguada. En el año 1996 se han realizado fechados radiocarbónicos, me- diante muestras de restos de carbón vegetal, los cuales arrojaron una serie de fechados comprendido entre 1770 ± 37 AP y 1520 ± 42 AP. El sector III es el que nosotros tomamos para nuestra análisis, en él se encuentran los recintos XVIII, XIX y XX. Se caracteriza Figura 2. Plano del sitio Pueblo Perdido de La Quebrada. este sector del sitio por tener estructuras de Donde se observan los sectores I, II, III y I). Se remarcan grandes dimensiones que en algunos de sus los recintos XVIII, XIX y XX en el sector III. ángulos presentan recintos más pequeños sobre los cuales Kriscautzky (1995) afirma Resultados que podría ser interpretados como rediles para guardar y preservar las cría de camé- Las características arquitectónicas son las lidos. que se detallaron para el sitio. Aunque los Las excavaciones abarcaron la totalidad tres recintos se constituyen como desiguales de cada uno de los recintos, lo que nos per- presentando diferencias particulares. mitió definir los componentes estructurales El R XVIII es el primero de los recin- y rasgos culturales como fogones, basura- tos en dirección E-W, de forma cuadrangu- les, manos de morteros, morteros, estructu- lar con una superficie de 42 m², la técnica ras para poste, adobes, deflector. constructiva responde a la del sitio, técnica Las áreas de actividad se infirieron a tra- de tres cuerpos y técnica de pirca con lienzo vés de la ubicación tridimensional de los parejo al interior, presenta una diferencia restos culturales, donde las frecuencias en el muro Sur, el cual abarca la mitad del de emplazamiento en los recintos, se efec- recinto, dándole características particulares, tuó cruzando dos variables, la cantidad de como semi-cerrado, puesto que este muro hallazgos y las profundidades en los que estaría protegiendo estructuras al interior fueron hallados, y teniendo en cuenta su del recinto a saber: dos estructuras cuadran- posible afección por procesos postdeposit- gulares con una depresión en el centro, am-

92 CAPíTULO 7 CONTINUIDAD EN LOS MODOS DE HACER Y VIVIR DE UNA UNIDAD HABITACIONAL EN PUEBLO PERDIDO DE LA QUEBRADA (VALLE DE CATAMARCA) Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 3. Vista tridimensional del sector III, recintos XVIII, XIX, XX. Kriscautzky (1995) lo caracteriza como estructuras de grandes dimensiones que en algunos de sus ángulos presentan recintos más pequeños adosados.

Límite excavación

Límite cuadrícula

Rocas

Raices

Estructuras para vasijas

Estructuras para postes

Estructura de combustión

Figura 4. Planta del RXVIII, se diferencian los estratos 9, 10, 11 12 y 15 con la ubicación de las estructuras y rasgos internas.

bas formadas por piedras lajas, ubicadas en los calcinados, conformando una estructura extremos opuestos, adosadas al muro sur de combustión. Hacia el sector N-W del re- (Fig. 2), interpretadas como soportes para cinto se hallaron dos fragmentos de cona- vasijas. Dos estructuras para poste y otra nas partidas a la mitad, que no eran de la estructura el centro del recinto formada por misma pieza. A su vez se hallaron 11 manos cuatro manos de mortero equidistantes, aso- de mortero, dos hachas con filo embotado, ciadas con cenizas restos de carbón y mar- sobadores y percutores.

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Figura 5. Planta del RXIX muestra la dispersión de los materiales marcados por puntos y diferencia las estructuras y rasgos de los estratos 6, 7,8, 9,10.

La tipología del material cerámico, res- corada las formas más representativas son ponde en su mayoría a cerámica toscas con pucos. El material óseo incluye a caméli- tratamiento de alisado con marcas, de las dos con la mayor frecuencia, representado cuales se pudo determinar las formas a tra- por diversas partes esqueletarías, incluye vés del remontaje de los fragmentos, dando Aves y huesos de quirquinchos. Se halló un total de 11 ollas subglobulares de gran un utensilio en hueso de 8x2cm y 2,5mm de tamaño con cuello restringido y base cónica, espesor, con técnica de grabado, en el cual y 3 ollas globulares de boca amplia y base se representa una figura antropomorfa, con plana con restos de hollín. Se observó que tocado e indumentaria, que sostiene una la mayoría de las ollas se encontraban junto cabeza en una de sus manos. a los muros, indicando que tenían asignado El recinto XIX posee forma rectangular, un lugar y que no habrían sido trasladadas con una superficie 18,90 m², la técnica cons- con frecuencia. En cuanto a la cerámica de- tructiva se repite con lienzo parejo al inte- rior, presenta al interior un muro a modo de tabique con un espesor de 0,80cm de ancho, combinado con mampuesto de ro- cas y adobes (Fig. 5). Posee una abertura de 50 cm de ancho con dos jambas, y se halló tapiado con una piedra laja. Las estructuras y rasgos son una estructura para poste cen- tral, concentración carbonosa y sedimento termo alterado y un enterratorio humano (infante) sin ajuar. Material cerámico entero se halló una vasija globular de cuello alto y bordes levemente evertidos con paredes Figura 6. R XIX Vista del Muro (tabique) antepuesto al finas formando parte del muro/tabique. La Muro W, donde se observan los mampuestos de material tipología del material cerámico, es mayo- crudo (adobes). ritariamente Toscos alisado, las formas re-

94 CAPíTULO 7 CONTINUIDAD EN LOS MODOS DE HACER Y VIVIR DE UNA UNIDAD HABITACIONAL EN PUEBLO PERDIDO DE LA QUEBRADA (VALLE DE CATAMARCA) Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

conocidas son 3 ollas subglobulares 2 de habría presentado momentos diferentes de grandes dimensiones, c/ cuello restringido descarte y acumulación. Posee una abertu- y base cónica, 1 de paredes finas c/ cuello ra hacia el sur, conformado por un pasillo recto y labio recto. En cuanto a la cerámi- que muestra una forma de “S”, que lo hace ca decorada las formas reconocidas son 13 único con esta característica en este conjun- pucos. to, que permite el ingreso y se enfrenta a un El material óseo Incluye a Camélidos deflector de aire-viento, detrás del cual se como la mayor frecuencia, representada halló una estructura de combustión, hacia por extremidades inferiores con marcas de el centro del recinto se distinguió una hue- corte, quemados, calcinados. Incluye quir- lla de poste, interpretada por la formación quinchos y Aves. carbonosa circular. Material Lítico compuesto por 9 placas Todo el material cerámico se halló frag- de pizarra con marcas de pulido y puntas mentado, la tipología responde a tiestos redondeadas; 5 machacadores, uno con toscos alisado con marcas. Y las formas son pigmento rojo; 3 percutores; 4 alisadores; piezas de cuerpo globular con cuello alto y 1 mano de mortero con pigmento rojo y las- bordes evertidos con asas laterales. Piezas cas primarias de cuarzo y ópalo rojo. con cuerpo tipo globular de grandes di- Recinto XX de forma rectangular, con mensiones, con borde recto reforzado. Y un una superficie de 34,2 m², las paredes con fragmento de hornillo de pipa. Las piezas técnica de tres cuerpos y técnica de pirca reconocidas son un total de 13. En cuanto son más grandes, con anchos máximos de a la cerámica decorada se distinguieron las 1.70m y mínimos de 0.80m. El muro norte formas de pucos con una frecuencia de 8 es el único que conforma un lienzo parejo, piezas. de bloques uniformes. Hacia el interior del Los materiales óseos proceden del sector recinto se reconocieron estructuras y rasgos XXα (div. Interna) representados por extre- a modo de división interna (XXα), la cual midades inferiores de camélidos, fragmen-

Figura 7. Planta del RXX muestra la dispersión y concentración de los materiales, y diferencia las estructuras y rasgos en los estratos 10, 11, 12, 13y 14.

CONTINUIDAD EN LOS MODOS DE HACER Y VIVIR DE UNA UNIDAD CAPíTULO 7 95 HABITACIONAL EN PUEBLO PERDIDO DE LA QUEBRADA (VALLE DE CATAMARCA) Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

tados con marcas de corte, quemados, cal- de ellos posee marcas de exposición al calor, cinados. Incluye fauna menor “vizcacha”, lo que nos permiten pensar en que estos tu- Ave Sp. y roedores. Se halló un instrumento vieron la función de contener o fueron utili- en hueso largo el cual conserva un extremo zados para servir. Restos de vegetales como, pulido y aguzado (25 cm. de largo, con un marlos calcinados de maíz (en el RXVIII) y ancho de 0,9 cm.). restos faunísticos que incluyen distintos El material lítico incluye lascas de cuarzo taxones en mayor medida camélidos y aves, y ópalo rojo, dos pulidores confeccionados altamente fracturados y fragmentados lo en canto rodado de formato aplanado y un que indica un importante grado de proce- fragmento de un borde manufacturado en samiento de los mismos en el momento de piedra saponita. Cuentas de nácar, un frag- consumo y procesamiento, debido eviden- mento esférico de limonita, y varios frag- tes termo-alteraciones producidas por el so- mentos de láminas de mica. metimiento al fuego.

Áreas de actividad Área de Consumo de Alimentos

Del resultado de las excavaciones y proce- El recinto XIX presenta una característica samiento de los materiales, hemos conside- particular con respecto al consumo ya que rado las etapas del ciclo de vida de distintos en él Las muestras de sedimentos no entre- materiales se pueden identificar restos de gan información que permita diferenciar actividades productivas. Donde las áreas de claramente tipos de actividades, sin embar- actividad, podrían ser interpretadas como go se halló una gran variedad de partes es- el reflejo de acciones particulares repetidas queletarias de camélido, representado por a través del tiempo, y pueden tratarse sepa- costilla, escápula, falanges, tibia, metapó- radamente según pertenezcan a categorías dios con los cóndilos medial y lateral, restos analíticas, las actividades están inferidas óseos indeterminados muy fragmentados. por la ubicación tridimensional del material También placas del caparazón de Dasippodi- y el remontaje de las vasijas y la asociación dae (quirquincho), dispersas y en conjuntos, con rasgos y estructuras. pues las mismas se hallaron en dos grupos y aparece asociado a un fragmento de cás- cara de huevo. A su vez, esto se relaciona a Áreas de preparación y consumo de ello con diversos pucos decorados. Lo que alimentos nos permite inferir que se desarrollaron ac- tividades de consumo de alimentos, ya que Cada uno de los recintos XVIII y XX el recinto no posee estructuras de combus- (XXα) se relacionan con restos de basuras tión, con lo cual ingresan al recinto para ser como consecuencia de la preparación y con- consumido, siendo cocidos en otro parte. sumo de alimentos en los pisos de ocupa- ción. En ellos encontramos un alto valor de pH y una alta concentración de fosfato y Área de cocina y fogón por lo general una asociación en cuanto a distribución y remontaje de vasijas cuyas El área de cocina se ubica en el RXVIII características morfo-tecnológicas como en el sector sur del recinto frente a la aber- ollas de base plana y boca amplia, las cuales tura del muro S, esta ubicación, tal vez, con si registran marcas de haber sido expuestas el propósito de evitar que se ahumara el re- al fuego según nuestro análisis se ajustan a cinto. El fogón es caracterizado por cuatro la cocción, pucos decorados donde ninguna piedras de grandes dimensiones (tipo mano

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de mortero) que conservan un fogón en el en el proceso de estructuración social acae- centro. El fogón se caracteriza por espículas cido en éste sitio del Valle de Catamarca, de carbón en cubas de sedimento termoal- entre los Siglos II al V d.C. Siendo posible terado que presenta un color gris oscuro. una aproximación, más cercana a los mo- Conjuntamente se asocia a esto marlos cal- dos cotidianos y domésticos de una casa a cinados de maíz y restos faunísticos y parte partir del conjunto de las evidencias mate- del conjunto de instrumentos de molienda, riales de las cuales inferimos las actividades que incluye machacadores. relacionadas como la producción, consumo y procesamiento de alimentos donde la pro- ducción agrícola-pastoril se presentó como Área de almacenamiento uno de los sistemas más visibles donde gra- nos y carnes ingresan a los recintos. En los tres recintos están presentes gran- A su vez, la relación entre vasijas globula- des vasijas de factura tosca con capacidad res que son vinculadas a la cocción y la es- promedio de 60 cm3, las cuales presentan tructuras de combustión (fogón) presentan formas subglobulares de gran tamaño, cue- ciertas regularidades que definían no sólo a llo restringido y bases cónicas, ninguna de los espacios de cocción sino también a las ellas presenta signos de haber sido expues- circulaciones y relaciones de productos y tas al fuego, y son interpretadas por su di- podríamos decir personas. Asimismo, las seño, como propicias para la contención de vasijas subglobulares de grandes dimen- líquidos o sólidos (Vidal 2007). También se siones que no poseen exposición al fuego observa que la mayoría de las ollas se en- y por su ubicación en el espacio sugieren contraban junto a los muros, indicando que actividades de almacenamiento de sólidos tenían asignado un lugar y que no habrían o líquidos. Y por otra parte las vasijas ma- sido trasladadas con frecuencia. nufacturadas en pastas reductoras o bien de pastas oxidantes que no presentan huellas de cocción las vinculamos al consumo de Área de confección de artefactos alimentos que se habría materializado en el uso de escudillas (pucos) de distinto tipo En los tres recintos se hallaron desechos y algunos vasos y jarras que seguramente se de talla, podrían indicar que se realizó algu- vinculaban a la ingesta de líquidos. na actividad de manufactura de instrumen- El conjunto de consideraciones anteriores tos donde el cuarzo y el ópalo participaban nos permitió inferir la manera en la cual se como materia prima. estructuró y modificó el uso y manejo del espacio doméstico en el sector III de PPQ. Siendo posible pensar que la actividad Comentarios finales doméstica funcionó como organizadora de la sociedad, es decir que estaría significando El objetivo de este trabajo fue compren- una suerte de representaciones de la repro- der el lugar de las prácticas desarrolladas al ducción social. interior de tres recintos en el Sector III de Si bien cada uno de los recintos forman PPQ que forman un conjunto de unidades parte de una unidad habitacional, esta a su funcionalmente equivalentes, de una uni- vez, remite a una parte de un segmento so- dad habitacional, donde las características cial, la cual contextualizada dentro de un particulares y comunes permitieron reco- proceso social, va marcando recurrencias nocer un espacio donde se dieron una serie que son observables en el estilo arquitectó- de actividades relacionadas en diferentes nico y los estilos y diseños cerámicos, es de- secuencias domésticas que son recurrentes, cir, que forman parte de una práctica social.

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Lo cual, interpretamos en base a la eviden- REUN San Fernando del Valle de Catamar- cia material como segmentación de un tipo ca. (Argentina). de relación social o política, que está refor- González, A. Y A, Montes. 1998. Cultura de La zando o intentando mantener una suerte de Aguada del Noroeste Argentino (500-900) continuidad en el tiempo y el espacio. 35 años después de su definición. “Cultura la Aguada, Arqueología y Diseños”. Ed. Va- lero. Buenos Aires. Kriscautzky, N. 1995. “Avances en la Arqueo- Lecturas Sugeridas logía del Formativo inferior en el valle de Catamarca Universidad Nacional de Cata- Acuña, G; Fonseca, E; Kriscautzky, N; Melián marca Secretaria de Ciencia y Tecnología”. C y E, Villafañez. 2007. “Pueblo Perdido de Revista de Ciencia y Técnica. Vol. II. N° 2 la Quebrada: Estructura XVIII.” Presentado Año 1. Pág.65-82. en: XVI Congreso Nacional de Arqueología Laguens, A Y M, Bonín. 2005. Recursos materia- Argentina. Libro de Resúmenes Ampliados les y desigualdad social en la arqueología Tomo III. Págs. 51 a 55. ISSN 1667-4308 Ed. de Ambato. En La cultura de La Aguada y EdiUnju y REUN. San Salvador de Jujuy. sus expresiones regionales. EUDELAR. Se- Fonseca, E 2011 Arqueología de los espacios do- cretaria de Ciencia y Tecnología. Universi- mésticos en Pueblo Perdido de la Quebrada. dad Nacional de la Rioja. Pág. 23-33. Ed: ECU (Editorial Científica Universitaria). Nielsen, A. 2001, “Evolución social en Que- ISBN: 978-978-661082-7. Catamarca. brada de Humahuaca (AD700-1536)”. En: 2010 “Explotación de Recursos Faunísticos Historia Argentina Prehispánica. Editado en Sitios Arqueológicos del Valle de Cata- por E. Berberián y A. Nielsen: 171-264. ED marca. Revista Hayllu Bios 3: 35-47. ISSN Brujas. Córdoba. 1851-2720 Facultad de Ciencias Exactas y Sempé, C y M, Baldini. 2005. La Cerámica Agua- Naturales UNCa. da Gris garbada y su contexto funerario. . Fonseca, E y N, Kriscautzky (2010) “Espacios En: La cultura de La Aguada y sus expre- domésticos en el sitio Pueblo Perdido, Pe- siones regionales. EUDELAR. Secretaria de riodo Aguada Inicial” En: 9vas Jornadas de Ciencia y Tecnología. Universidad Nacional Humanidades.9: 148-158.Ed. Universitaria de la Rioja. Pág. 65-80.

98 CAPíTULO 7 CONTINUIDAD EN LOS MODOS DE HACER Y VIVIR DE UNA UNIDAD HABITACIONAL EN PUEBLO PERDIDO DE LA QUEBRADA (VALLE DE CATAMARCA) Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CONOCIENDO EL POBLADO LOMA 8 L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS

María F. Bugliani1

1Museo Etnográfico, Universidad de Buenos Aires, CONICET.

Los antiguos poblados concentrados del valle del Cajón en Catamarca, proveen evidencias arqueológicas que nos acercan a los modos de vida de los agricultores que habitaron el valle a partir del año 1000 después de Cristo. Los distintos objetos recuperados y el registro de los rasgos arquitectónicos en piedra que aún pueden observarse en algunos sitios son indicios de las actividades efectuadas por estas sociedades. En particular el estudio del sitio Loma l’Ántigo, un asen- tamiento en la cima de una loma, proporciona un claro ejemplo de la organización de estos pueblos. En esta contribución se presentan las investigaciones en este sitio y en algunos otros vecinos que se reco- nocieron como sectores para prácticas funerarias y para actividades productivas.

Introducción das por los ríos que bajan desde los cerros del oeste. El sitio Loma l’Ántigo se emplaza El valle del Cajón se ubica paralelo y al sobre una de estas lomadas. oeste del valle de Santa María (Fig. 1). En Desde fines del siglo XIX exploradores e el sector medio tiene unos 30 km de ancho, investigadores recorrieron el valle del Ca- con una vertiente oriental muy abrupta so- jón registrando y describiendo vestigios de bre la cual se eleva la sierra del Cajón y una sociedades prehispánicas. Sin embargo, el vertiente occidental más plana y extendida, desarrollo de investigaciones en esta zona donde se disponen en diferentes direcciones fue discontinuo y fragmentado, si lo com- algunas lomas y lomadas que son circunda- paramos con el de los valles aledaños.

MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CAPíTULO 8 99 CONOCIENDO EL POBLADO LOMA L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 1. Mapa del área de estudio donde se ubican los sitios arqueológicos mencionados.

Es por ello que desde principios de esta colina escarpada localizada entre los para- última década hemos comenzado un pro- jes Ovejería y Campo del Fraile. Esta es la yecto de investigación continuo y sistemá- primera referencia bibliográfica sobre el si- tico que busca comprender los modos de tio arqueológico Loma l’Ántigo del cual se vida de los pobladores que habitaron este ocupa el presente artículo. valle a partir del 1000 d. C (después de Cris- En las primeras décadas del siglo XX, otros to) aproximadamente. dos exploradores recorrieron parte del va- lle, pero se ocuparon de sitios en la margen izquierda del río Colorado. Carlos Bruch Haciendo historia: (1911) efectuó una descripción superficial sobre exploradores e del sitio Famabalasto. Por su parte, Rodolfo investigaciones previas Schreiter (1919) realizó un recorrido desde Famabalasto hasta El Mishito y registró di- Las primeras informaciones sobre la ocu- ferentes tipos de cementerios y entierros de pación precolombina del valle del Cajón épocas prehispánicas. En 1922, el Ing. Vla- surgen a fines del siglo XIX. En 1893 un con- dimiro Weiser concretó otra expedición que servador del Museo de La Plata, llamado tenía como objetivo reunir piezas arqueoló- Herman Ten Kate realizó una expedición gicas para un coleccionista privado. En sus por estos territorios. En sus escritos men- libretas de campo mencionó la visita a un ciona un pueblo antiguo, ubicado sobre una antiguo pueblito sobre una loma que consi-

100 CAPíTULO 8 MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CONOCIENDO EL POBLADO LOMA L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca deró lindo y todavía bien conservado: era el en sitios próximos a San Antonio del Cajón. sitio Loma l’Ántigo. De la misma forma, desde mediados de Durante las décadas siguientes el área no aquella década se iniciaron los trabajos de fue tema de investigaciones arqueológicas la arqueóloga María Cristina Scattolin, foca- y sólo recién a mediados de los años ’50 el lizados en comprender los modos de vida arqueólogo Eduardo Cigliano centró sus en las primeras aldeas instaladas en el área. investigaciones en la zona de Famabalasto Restaba entonces seguir profundizando situada sobre las sierras del Cajón pero más en otros momentos de la larga historia de al sur. Posteriormente la arqueóloga María ocupación del valle. Así, a fines de 2009 ini- Delia Arena estudió las piezas cerámicas re- ciamos estudios en el sector medio del valle cuperadas por el Ing. Weiser y publicó nue- del Cajón, con el objetivo general de conocer vos datos obtenidos durante una campaña los modos de vida de las comunidades que arqueológica que realizó como miembro de habitaron este paisaje en el Período Tardío, la División Arqueología del Museo de La es decir, estudiar aquellas sociedades pos- Plata. En esta oportunidad Arena recolectó teriores al 1000 d.C..Con esta meta realiza- materiales cerámicos hallados en la superfi- mos estudios en el sitio Loma l’Ántigo, un cie del sitio Loma l’Ántigo. poblado residencial que pudo brindar infor- En la década de los noventa, la arqueó- mación muy valiosa respecto de los modos loga María de Hoyos inició un proyecto de de vida de estas poblaciones. investigación para estudiar la época incaica en los sectores medio y norte del valle del El sitio arqueológico Cajón. Sus trabajos se concentraron en los Loma l’Ántigo sistemas agrícolas empleados por los incas durante su ocupación. También esta autora Loma l´Ántigo, como lo conocen los habi- visitó y describió el sitio Loma l’Ántigo pero tantes de la zona, es un poblado de vivien- su interés más reciente ha sido estudiar el das aglomeradas ubicado a 2700 msnm. Se magnífico arte rupestre de la zona que pue- emplaza sobre la cima más o menos aplana- de hallarse en algunos sectores, entre ellos, da de una loma (Fig. 2). Desde esta altura se

Figura 2. Vista del sitio Loma l’Ántigo desde el sur. Nótese la forma aplanada de la cima de la loma donde se distribuye el poblado.

MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CAPíTULO 8 101 CONOCIENDO EL POBLADO LOMA L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 3. Plano de Loma l’Ántigo. Revisado y modificado a partir de Weiser 1922 y Raffino 1988.

obtiene un amplio panorama del valle. Las la ladera sur también aparecen algunas lí- laderas abruptas de la elevación hacen que neas de pared. Este lado es más abruptoy el poblado se vea aislado en el paisaje. Para con varios muros cortos de contención ha- acceder a la parte superior donde se con- cia el SO. servan parte de las antiguas viviendas, hay que ascender unos 60 m con distinto grado de dificultad según el lateral de la loma por Arquitectura y piedra el que se trepe. ¿cómo eran los poblados La loma se extiende en dirección SO-NE. del Tardío? El asentamiento sobre la elevación está constituido por 111 recintos que ocupan Para la construcción de los recintos del una extensión de 1,6 ha (Fig. 3). Sobre la poblado se utilizó la piedra. No se han con- ladera norte, que es la más suave, han sido servado vestigios de otros materiales que construidos dos muros paralelos entre sí, puedan haber sido empleados en las par- que siguen el nivel natural de la pendiente tes altas de los muros y en los techos. Para y están separados por ocho metros aproxi- levantar las paredes se usaron bloques de madamente. El muro superior es doble con piedra, muchos de ellos de formas redon- relleno de piedra y argamasa y tiene dos deadas, los cuales son muy abundantes en metros o más de ancho según los sectores. los lechos de los ríos que circundan la loma. El muro inferior es simple y está constitui- A veces se combinaron bloques grandes do por bloques grandes ubicados en posi- sostenidos por pequeñas cuñas junto con ción de contención de la pendiente. Sobre bloques pequeños y medianos (Fig. 4a y b).

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Figura 4. Rasgos arquitectónicos. a. detalle de muro, se observa la posición de piedras, cuñas y apoyo en cimientos. b. entrada a uno de los recintos. c. muro doble. d. entrada, nótese el ancho del muro doble que forma un pequeño pasillo. e. muro con buen estado de conservación.

MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CAPíTULO 8 103 CONOCIENDO EL POBLADO LOMA L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

El tipo de muro más usado fue el muro nales irregulares. Las estructuras o recintos doble con relleno formado por dos mam- se disponen en grupos compartiendo sus puestos paralelos construidos con bloques muros. Son contiguos unos con otros y en de piedra apilados y con una cámara in- algunos casos se encuentran unidos por es- termedia rellena de guijarros de menor ta- pacios comunicadores o pasillos. maño, ripio y tierra (Fig. 4c). Estas paredes suelen tener más de un metro de ancho, aunque en algunos casos han superado los Trabajos de excavación dos metros (Fig. 4d). También se utilizó el en el poblado de Loma muro simple construido con bloques de l´Ántigo piedra superpuestos. A veces ambos tipos de pared fueron combinados en la arquitec- Para conocer distintos aspectos de la vida tura de una misma habitación. cotidiana, se excavó en forma completa una En ciertas ocasiones los muros de dos es- de las habitaciones que conforman Loma tructuras contiguas debieron haber actua- l´Ántigo. La excavación de la estructura do como vías de circulación por las cuales E93 permitió recuperar diversos elemen- las personas se desplazaron entre recintos. tos: fragmentos de cerámica, huesos de ca- Cuando observamos este rasgo, denomina- mélidos e instrumentos de piedra tallada mos a este tipo de paredes muro/sendero. y pulida. También se pudieron observar y En otros sectores y para salvar el desnivel registrar algunos rasgos que componen la del terreno, se usaron muros empotrados estructura del recinto como son los cimien- en la pendiente que sirvieron para la con- tos de las paredes y los hoyos cavados en tención del mismo. el piso de ocupación, posiblemente para Con el paso de los siglos, hoy en día el sostener postes. Junto con estas eviden- estado de conservación de la arquitectura cias, encontramos fragmentos de dos ollas es variado. Más de la mitad de los recintos ordinarias terminadas con una técnica que presenta visibles los muros que delinean da a sus paredes una apariencia de líneas sus contornos. En general las paredes en rugosas. También se encontró una vasija pie no superan los 40 cm de alto, aunque globular pequeña que, como las anteriores, en ocasiones excepcionales se han regis- tenía restos de hollín adheridos en la super- trado muros que conservan una altura de ficie externa; seguramente todas estas ollas hasta 60 cm del piso actual (Fig. 4e). Otro fueron expuestas al fuego. Además se ha- grupo de recintos presentan una integridad llaron fragmentos que permiten reconocer menor dado que algunos de sus muros o la presencia de vasijas de estilo Santama- sectores de ellos están muy derrumbados o riano, entre ellas cuatro cuencos con dise- han desaparecido, haciendo poco identifi- ños geométricos pintados en color negro y cable la forma de la habitación. Los menos blanco. presentan una baja integridad; casi no apa- La presencia de tiestos con hollín, junto recen muros sobresalientes de la superficie con el registro de sectores en el piso de la del suelo y en algunos casos sólo son iden- habitación donde se hallaron evidencias tificables por alineaciones de piedra que de combustión (cenizas, pequeños carbon- ahora se muestran discontinuas. citos, suelo quemado), permite pensar que Las plantas de todas las habitaciones del en este lugar se desarrollaron actividades poblado presentan formas poligonales. No domésticas, entre ellas, el consumo de ali- existen recintos de planta circular. Los más mentos de origen animal. Los análisis de frecuentes son los recintos cuadrangulares radiocarbono efectuados a uno de estos aunque existen también casos rectangula- carbones ubican la ocupación de este recin- res, trapezoidales y de otras formas poligo- to en el siglo XIV d.C..

104 CAPíTULO 8 MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CONOCIENDO EL POBLADO LOMA L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

La actividad agrícola en ciada. Sobre el desnivel, se han construido la zona cientos de campos de cultivos cuadrangula- res y rectangulares en piedra. El área culti- Al pie de la loma, sobre el lado sur, se vada calculada para este sector es de unos distribuyen una serie de recintos de piedra 130.000 m2. Toda esta superficie fue ocupada de planta rectangular y poligonal, cuyas di- por las parcelas de cultivo ubicadas una a mensiones varían entre 100 m2 y 140 m2 de continuación de la otra. Las paredes de pie- superficie y corresponden a campos agríco- dra todavía muy bien conservadas, llegan a las. Se contabilizaron 28 estructuras que se tener más de un metro de altura. Se diferen- adosan compartiendo muros. En algunos cian dos tipos de muros; las paredes que de- casos se trata de paredes dobles con relleno. limitan el perímetro del campo pueden tener A simple vista los recintos parecen haber unos 150 m, son dobles rellenas con guijarros sido construidos siguiendo un patrón irre- de tamaños medianos y con un ancho de 1,5 gular, pero esta disposición responde a la m. Por otro lado, los muros internos que de- inclinación y forma de la ladera sobre la cual limitan las parcelas de cultivo son de hilera se buscó distribuir los recintos siguiendo un simple levantadas con grandes bloques. nivel altitudinal uniforme. Entre los campos de cultivo se encontra- En los alrededores de Loma l’Ántigo hay ron algunos morteros de grandes dimensio- varios sectores similares donde se distribu- nes que permiten suponer la molienda de yen decenas y hasta centenas de estructuras granos en el lugar. Dos morteros de piedra de piedra que habrían servido como espa- pulida se ubicaban enfrentados. En otro cios productivos. Hacia el norte de la loma, caso, una pequeña superficie de molienda más allá del río Ovejería, cientos de recintos fue hallada en la cara superior de un gran rectangulares unidos por sus muros inte- bloque de piedra que formaba parte de una gran una zona de campos de cultivo a gran de las paredes (Fig. 5). También en las pros- escala a la que se conoce como Campo de pecciones en el Campo del Percal se recupe- Huasamayo. raron fragmentos de vasijas entre los cuales A unos 4 km hacia el noroeste de Loma se pudieron distinguir cerámicas de estilos l´Ántigo, se localiza Campo del Percal, otra asignables al Período Tardío como el Santa- zona destinada a la producción agrícola. Es mariano y Famabalasto y además, algunos un conoide limitado por dos profundas cár- desechos de la manufactura de instrumen- cavas que presenta una pendiente pronun- tos de piedra.

Figura 5. Distintos morteros de Campo del Percal.

MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CAPíTULO 8 105 CONOCIENDO EL POBLADO LOMA L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

De tumbas y Huaqueros constituían pozos de huaqueo. Allí se re- cuperaron los restos materiales que habían Hacia el sur y adyacente a Loma l’Ántigo, sido descartados por los saqueadores (frag- se extiende la planicie conocida como Pam- mentos de urnas partidas, restos humanos) pa Grande donde el Ing. Weiser señaló la y se registraron los datos todavía visibles presencia de sepulturas. Actualmente se del contexto destruido. En uno de los po- han constatado también varios entierros sa- zos fueron encontrados parte de los restos queados o “huaqueados”. Si bien sabíamos del esqueleto de un individuo adulto (aún por los comentarios de los pobladores de en estudio). El fechado radiocarbónico efec- la zona que esta práctica fue una actividad tuado sobre estos restos humanos los ubica frecuente en toda la región en años previos, temporalmente en el siglo XIV d. C.. sobretodo afectando contextos funerarios, en esta oportunidad pudimos constatar los rastros de tales prácticas de saqueo. El estudio de colecciones En otro sitio arqueológico aún poco es- tudiado, Campo de los Indios, ubicado a 1 El estudio de colecciones arqueológicas km de Loma l’Ántigo, se observaron secto- de museos resulta muy valioso para conocer res acotados y fácilmente distinguibles que los estilos cerámicos e iconografías usados

Figura 6. Vasijas de colección procedentes de Peñas Azules/ Campo del Fraile. a. estilo San José. b. estilo Santamariano. c. Peñas Azules Antropomorfo. d. Peñas Azules Tricolor.

106 CAPíTULO 8 MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CONOCIENDO EL POBLADO LOMA L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca por las distintas sociedades. La mayoría de das por espacios poco formalizados. Excepto las veces los arqueólogos obtenemos de las por estos espacios que debieron ser abiertos excavaciones, cientos de tiestos de alfarería y que se localizan entre las estructuras, no rota con los cuales reconstruimos las formas se advierte fragmentación ni sectores jerar- y los diseños que tenían las diferentes cerá- quizados en términos arquitectónicos. La micas. Para ello, resulta útil comparar estos distribución de los recintos es extendida en fragmentos con vasijas completas recupe- sentido SE-NO y se prolonga sobre toda la radas en los alrededores de los sitios y que superficie aplanada. hoy en día forman parte de las colecciones Su ubicación en el sector superior y apla- museísticas. nado de la loma le da a este emplazamiento Para esta zona de estudio en particular, un carácter estratégico, posiblemente defen- existe medio centenar de piezas (en su ma- sivo y con una extensa visibilidad hacia to- yoría urnas y cuencos) que hoy forman par- dos los sectores circundantes. te de la colección Muniz Barreto del Museo Próximos trabajos de campo y la aplica- de La Plata. Estas vasijas fueron encontradas ción de distintos estudios a los materiales por el Ing. Weiser en lugares de cementerio encontrados generarán nuevas evidencias. en el sector conocido como Peñas Azules/ Asimismo será de gran importancia sumar Campo del Fraile, a 4 km de Loma l’Ántigo. información sobre otros sectores, como los Para contener difuntos se seleccionaron productivos que se han detectado en áreas principalmente las vasijas de cuerpo tronco- vecinas o como las zonas de cementerio que cónico conocidas como urnas San José (Fig. todavía podrían encontrarse sin destruir por 6a) y otras vasijas de perfiles algo comple- los huaqueros. El análisis integral de todos jos que por el trabajo estético de pintura y estos datos permitirá vislumbrar el sistema modelado tienen apariencia antropomorfa, comprendido por las personas y sus accio- como las urnas de estilo Santamariano (Fig. nes, al tiempo que comprender las experien- 6b) y otras menos conocidas que fueron cias de quienes habitaron el valle. llamadas Peñas Azules Antropomorfo y Tricolor (Fig. 6c y d). Para confeccionar es- tas vasijas se seleccionaron algunos pocos Agradecimientos rasgos humanos: ojos, nariz y cejas logra- dos por trazos pintados en negro, blanco y Agradezco la hospitalidad de Mercedes rojo combinados con pequeños agregados Pachado, José Pachado, Ana Gutiérrez y de arcilla modelada. Estos pocos recursos toda la familia durante nuestras estadías en plásticos junto con la forma particular de Ovejería Chica. Asimismo quiero agradecer las vasijas generan un impacto sensorial y a todos los miembros del equipo de investi- un efecto estético particular que permiten gación que dirige de María Cristina Scatto- la distinción de una figura humana en estos lin por colaborar en los trabajos de campo objetos. en Loma l’Ántigo. Estas investigaciones han sido sostenidas con fondos del proyecto PICT 06-1244, PIP Consideraciones finales CONICET 256 y PICT Raíces 116.

El poblado Loma l’Ántigo resulta ser un excelente ejemplo de sitio residencial de los Glosario habitantes del valle luego del 1000 d.C.. El asentamiento se configuró a partir de Huaqueo: es la destrucción de un sitio ar- la acumulación de estructuras de piedras queológico y el saqueo de los objetos mate- dispuestas adosadas unas a otras y separa- riales que lo integran.

MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CAPíTULO 8 107 CONOCIENDO EL POBLADO LOMA L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Lecturas Sugeridas Raffino, R.1988. Poblaciones indígenasen Argenti- na. Editorial TEA. Buenos Aires. Arena, M.D.1975. Arqueología del Campo del Figura 1. Localización del sitio Loma l’Ántigo. Fraile y aledaños (Valle del Cajón, Depto. Tarragó, M. 2000. Los pueblos originarios y la Santa María, Catamarca). En: Actas y traba- conquista. Colección de Nueva Historia Ar- jos del Primer Congreso de Arqueología Argen- gentina I. Editorial Sudamericana. Buenos tina. pp.43-96. Buenos Aires. Aires.

108 CAPíTULO 8 MODOS DE VIDA DURANTE EL PERIODO TARDIO EN EL VALLE DEL CAJÓN: CONOCIENDO EL POBLADO LOMA L’ÁNTIGO Y OTROS SITIOS CERCANOS. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO 30 AÑOS DE INVESTIGACIONES EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL (CATAMARCA, ARGENTINA). CAPITAL ADMINISTRATIVA Y CENTRO CEREMONIAL 9 INKA AL SUR DEL KOLLASUYU.

María G. Couso 1,3, Rodolfo A. Raffino 1,2, L. Anahí Iacona 2,3, J. Diego Gobbo 2,3, Reinaldo A. Moralejo2,3, Aylen Capparelli2,3,Dario Iturriza3, Analía Quaranta3, L. Romina Giambelluca3 , Julia Gianelli3, Milagros Aventín Moretti3, María A. Ochoa3, Paula Espósito3, Julieta Pellizzari3,4.

1 Universidad Católica de La Plata; 2 CONICET – Argentina; 3Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata. División Arqueología, Museo de La Plata; 4 Facultad de Bellas Artes, Universidad Nacional de La Plata.

La dominación y anexión al Tawantinsuyu del actual territorio del Noroeste argentino (NOA) se produjo por obra del décimo monarca cuzqueño Thopa Inka Yupanki en 1471 d.C., según consta en las cró- nicas existentes. Tal hecho produjo cambios significativos en el paisaje natural y social de la región con la creación de centros administrativos, fortalezas, centros metalúrgicos, agrarios, ceremoniales y santuarios, entrelazados a través de redes viales jalonadas por tambos. En estos sitios se produjeron y reprodujeron las prácticas políticas, sociales, económicas y religiosas impartidas por el incario. En este trabajo se recopilan las investigaciones realizadas, de ma- nera ininterrumpida, en el sitio arqueológico incaico “El Shincal de Quimivíl” (provincia de Catamarca, Argentina) por parte del Doctor Rodolfo A. Raffino, y su equipo de investigadores durante más de 30 años. Los estudios realizados entrelazan distintas temáticas y meto- dologías, transdisciplinariedad imprescindible para comprender el comportamiento de los grupos en el pasado. Este tipo de abordaje ha permitido obtener una visión holística e integral del sitio, consi- derado por muchos autores como el sitio Inka más importante del Noroeste argentino.

30 AÑOS DE INVESTIGACIONES EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL (CATAMARCA, ARGENTINA) CAPíTULO 9 109 CAPITAL ADMINISTRATIVA Y CENTRO CEREMONIAL INKA AL SUR DEL KOLLASUYU. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Introducción Bruch realizó un relevamiento rápido del sitio, al que denominó como “antiguo Dentro del grupo de las más destacadas pueblo de Londres” o “ruinas del caserío llajtas fundadas por el Tawantinsuyu en el de Londres”, discutiendo el relevamiento NOA sobresale El Shincal de Quimivil. Se planimétrico presentado por Furque y afir- encuentra ubicado a los 27º 41’11’’ S y 67º mando que no le había sido posible iden- 10’ 44’’ W, en el oeste catamarqueño, situa- tificar restos que pudieran ser atribuidos a do a 5 km de la localidad de Londres, de- dinteles, aberturas de ventanas o restos de partamento de Belén, Catamarca. La insta- techumbres, declarándose finalmente inca- lación fue concebida, planeada, construida paz de decidir si se trataba de las ruinas de y habitada por los Inkas entre los años 1470 una instalación indígena o de las de un po- y 1536, siguiendo la política fundacional blado colonial (Bruch 1911:165). instaurada por el incario. El sitio está inte- Años más tarde, la expedición patrocina- grado por varias estructuras arquitectóni- da y financiada por Benjamín Muniz Barre- cas de diferente funcionalidad, ordenadas­ to, efectuó excavaciones en el lugar y realizó de acuerdo al típico patrón ortogonal cuz- el hallazgo de una serie de tumbas con pre- queño, y considerada como una capital de sencia de un ajuar con objetos de piedra y provincia (wamani) (Raffino, 2004). cerámica. Tales piezas se encuentran depo- sitadas en el Museo de La Plata, junto con las libretas de campaña escritas por F. Wolters, Historia de su jefe de dicha misión luego del fallecimiento descubrimiento del ingeniero Vladimir Weiser. La informa- ción contenida en tal documento permane- La primera noticia sobre su existencia fue ció inédita por casi medio siglo, hasta que proporcionada por el ingeniero Hilarión el Dr. Alberto Rex González la utilizó como Furque en 1900, quien creyó que se trata- base para la realización de una campaña a ba de las ruinas de la ciudad de Londres la zona, patrocinada en 1954 por la Socie- fundada en 1558 por el capitán Juan Pérez dad Argentina de Americanistas. Excavó de Zurita: “(…) no cabe duda de que hubo entonces algunas estructuras de relevancia allí una población española, siendo lo más concluyendo que, por ciertos rasgos de su probable que fuese abandonada y ocupada arquitectura, por la naturaleza de los tipos después por los indios, entre los que es de cerámicos encontrados en el lugar y por la suponer que hubo muchos mitados, criados presencia en las inmediaciones de restos del y tal vez descendientes de españoles (…)” Camino del Inka, se trataba de un sitio in- (Furque 1900: 169). caico. Sus resultados fueron publicados en Casi en simultáneo, Adán Quiroga, inves- 1966 por la Junta de Estudios Históricos de tigador de las antigüedades catamarqueñas, Catamarca y el Dr. González dejó planteada realizó un informe para el Instituto Geográ- como posibilidad la penetración incaica en fico Argentino, conjeturando que se trataba el territorio del NOA. de los restos de una fortaleza que igualaba En el año 1978, el Dr. Rodolfo Raffino re- en importancia al Pucará de Aconquija (si- tomó el análisis de la problemática Inka y tuado también en Catamarca). su influencia en la región del NOA llevando A posteriori, Carlos Bruch, investigador a cabo distintas investigaciones que fueron del Museo de La Plata, visitó el sitio entre publicadas en comunicaciones parciales los años 1907/1908, describiéndolo e ilus- (Raffino, 1978; Raffino, 1988; Raffino yIá- trándolo con fotografías en su libro “Explo- cona, 1991; entre otros), conformándose en raciones arqueológicas en las provincias de 1981 una obra de síntesis denominada “Los Tucumán y Catamarca” (1911). Inkas del Kollasuyu” (Raffino, 1981). En ella

110 CAPíTULO 9 30 AÑOS DE INVESTIGACIONES EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL (CATAMARCA, ARGENTINA) CAPITAL ADMINISTRATIVA Y CENTRO CEREMONIAL INKA AL SUR DEL KOLLASUYU. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

buscó identificar y caracterizar la naturale- conjunto arquitectónico llamado sinchiwasi, za del avance Inka en la región a partir del una residencia de jefes y varios conjuntos de análisis de una cuantiosa muestra de sitios kancha rectangulares provistas de un patio arqueológicos del NO argentino, sur de Bo- central y recintos de vivienda dispuestos livia y Norte de Chile, describiendo sus par- en forma perimetral, destinados a vivien- ticulares características arquitectónicas, así das comunes u ordinarias; completando como su asociación con el Qhapaq Ñan y las este escenario, a ambos lados de la plaza, se explotaciones mineras. encuentran dos cerros ceremoniales de más Es precisamente en busca del Qhapaq Ñan de 25 metros de altura, con sus cimas apla- que, a mediados de los años 80, Raffino rea- nadas artificialmente y compuesto de más lizó sus primeras excavaciones en El Shincal 100 peldaños de piedra (Raffino 1991, 1997, y levantó el plano completo de las instala- 2004; Raffino et al., 1982, 1997, 2001, 2010, ciones que, durante la década del 90´, fue- 2011; entre otros). (Fig. 1 y 2) ron parcialmente reconstruidas siguiendo los lineamientos propuestos por la Carta de Venecia. Un centro administrativo A partir de 1992 comenzó la ejecución del y ceremonial en el proyecto de investigación “El Shincal de Noroeste argentino Quimivíl”, avalado por la Universidad Na- cional de La Plata y el Consejo Nacional de De acuerdo a diversos especialistas, El Investigaciones Científicas y Técnicas de la Shincal fue una capital de provincia de rela- República Argentina (CONICET), plantean- tiva importancia e incluso en opinión de al- do un estudio integral y multidisciplinario gunos como el Dr. Ian Farrington “un nue- del sitio a partir de la realización de exca- vo Cuzco” (Farrington 1999), ya que como vaciones sistemáticas. El grupo de trabajo centro administrativo con funciones y par- de Raffino se vio entonces enriquecido con ticularidades propias, replica las desarrolla- la incorporación de otros investigadores, lo das en el Cuzco. Tal interpretación resulta que años después permitiría la publicación asimismo válida para otros asentamientos del libro “El Shincal de Quimivil” y la con- de gran jerarquía en el territorio incaico, formación del equipo que actualmente de- como por ejemplo Huánuco Pampa, Pum- sarrolla tareas en el sitio. pu, Vilcabamba y Quito, en Perú y Ecuador, respectivamente. Los miembros del equipo de la Universi- El sitio arqueológico dad Nacional de La Plata vienen realizan- do desde la década de 1990 excavaciones El Shincal cuenta con los vestigios de un sistemáticas en los principales edificios total de 110 edificios de piedra y mampos- que componen la planta urbana de la ins- tería diseminados en una superficie de más talación, así como desarrollando también de 30 hectáreas, de las cuales 12 están ocu- gran cantidad de prospecciones regionales padas por lo que fue un área de elite o desti- en busca de vestigios del Camino Inka y nada a dignatarios, delimitada por una gran sus tambos de apoyo. En este sentido, va- plaza o aukaipata, ámbito en el que se desa- rios de sus integrantes han concluido o se rrollaban grandes celebraciones según el ca- encuentran realizando sus Tesis Doctorales lendario ritual, un escenario o trono llama- en temas específicos relacionados con la di- do ushnu, y en sus alrededores la presencia námica de la ocupación Inka tanto en el sitio de 5 kallanka, así como un acueducto de pie- como en zonas vecinas correspondientes al dra que proveía agua del Río Quimivil, una sector oeste del Departamento de Belén. veintena de qollqa de almacenamiento, un La primera de ellas fue la Dra. Aylen Ca-

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pparelli cuyo trabajo doctoral denominado celebración del mundo andino, lo cual de- “Reconstrucción ambiental de la instalación muestra que no solamente estaban moliendo arqueológica inka El Shincal” (1997) permitió el cereal sino también cocinando en enormes comprender el tipo de relación establecida cantidades. Si esto lo relacionamos con el entre los Inkas y su entorno natural. Para ello alto números de almacenes (se estiman unos se valió de técnicas propias de la ecología, la 70), donde también se guardaban tejidos y etnografía y la arqueología, demostrando que armas, se puede pensar que los Inkas preten- la vegetación del sitio pudo abastecer a sus dían generar un excedente que les permitiera pobladores de numerosos recursos de reco- recibir a grandes números de personas du- lección (comestibles, medicinales, tintóreos, rante sus celebraciones. forrajeros, entre otros), recorriendo cortas Otro aporte al conocimiento general del distancias. También estableció que durante sitio fue el trabajo doctoral de la Dra. Ana la ocupación Inka, aun cuando la agricultura Igareta, “Ultimas noticias desde Londres: El constituyó una de las actividades más rele- sitio histórico más antiguo de la arqueología de vantes, en el lugar tuvo gran importancia la Catamarca” (2008) quien se dedicó a la bús- recolección de vegetales silvestres. Asimis- queda e identificación en el terreno de rasgos mo, se pudo observar que tanto la produc- que dieran cuenta de una ocupación efectiva ción agrícola como la de frutos de algarrobo del sitio por parte de exploradores ibéricos en El Shincal pudieron generar un exceden- llegados a la región durante el período colo- te de alimentos con respecto a la población nial temprano. En tal sentido, observó una mínima relativa estimada para el sitio (586 reestructuración del espacio interno de dos habitantes). Dicho excedente alimentario fue kallankas definido por la presencia de muros almacenado en las qollqa (depósitos o alma- que las subdividieron en pequeños recintos. cenes de piedra o adobe) para ser utilizado Tanto las características constructivas de en épocas de escasez, o bien para mantener dichos muros, como el material asociado a otros sitios inkas, importantes estratégica- ellos y los fechados radiocarbónicos obteni- mente pero cuyos niveles de producción no dos, permitieron establecer que se trataba de bastaban para satisfacer a sus habitantes ya una intervención realizada durante la segun- fuera por las condiciones naturales o por es- da mitad del siglo XVI, probablemente por coger otro tipo de actividades por sobre la soldados llegados desde Perú. obtención de bastimentos. En el año 2011 y con el propósito de am- En esta línea de investigación continuó el pliar las investigaciones en la zona, el Dr. Dr. Marco A. Giovannetti, cuyo trabajo de Te- Reinaldo A. Moralejo elaboró su Tesis Doc- sis “Articulación entre el sistema agrícola, redes toral denominada “Los Inkas al sur del Valle de irrigación y áreas de molienda como medida del de Hualfín: organización del espacio desde una grado de ocupación Inka en El Shincal y Los Co- perspectiva paisajística”. Sus investigaciones lorados (Prov.de Catamarca)” (2009) profundi- se concentraron en la identificación morfoló- zó en el tema trabajando directamente sobre gica y espacial de los caminos y sitios asocia- unidades de morteros múltiples en piedra dos durante el momento de ocupación Inka, (registró un total de 350), cada una compues- abarcando todo el sector norte de la Sierra de ta por más de un agujero de molienda. A eso Zapata y del sector sur del Valle de Hualfín. se sumó la presencia de restos de fogones, Desde un abordaje metodológico basado en cereales, porotos y semillas de algarroba, al- un estudio particular y holístico de los cami- canzando nada menos que un total de 18 mil nos y sitios asociados pudo comprender las vestigios, de los cuales la mitad corresponde características formales presentes a lo largo a maíz, materia prima de la chicha, principal de sus trazas y reconstruir el contexto origi- bebida alcohólica de las culturas prehispáni- nal buscando relaciones espaciales significa- cas; y del pochoclo, infaltable bocado en toda tivas dentro del conjunto estudiado. Relevó

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además tres tramos de caminos que constitu- a ello intenta diferenciar tradiciones de ma- yen alrededor de 60 km, lo que se considera nufacturas alfareras que permitan identificar un aporte significativo al estudio de la viali- la presencia de pueblos que fueron mitimaes dad incaica de la región, particularmente te- al servicio del Inka, lo que posibilitaría res- niendo en cuenta la ausencia de este tipo de ponder el interrogante planteado por la pre- investigaciones en la zona. Asimismo, deter- sencia de una enorme variedad y cantidad minó que los tramos estudiados confluyen de piezas no locales en el sitio. en El Shincal de Quimivil y que se corres- El Lic. Darío Iturriza ha realizado excava- ponden, por un lado, con el Camino Princi- ciones sistemáticas en diferentes estructuras pal de la Sierra o Qhapaq Ñan que conecta el del sitio y analizado el material recuperado, Valle de Hualfín con la porción más austral produciendo una vasta cantidad de publica- de Kollasuyu en Argentina y, por otro, con ciones, participando además de las tareas de un camino secundario que conecta al sitio restauración de varios de los edificios. con los cotos de producción de Las Vallas La Lic. Lidia Anahí Iácona ha colaborado y Los Colorados, al noroeste. Este trabajo en numerosas publicaciones realizadas so- ha sido complementado con diversos análi- bre el tema Inka en el NOA, ocupándose del sis basados en el uso de sensores remotos y análisis de fuentes históricas y realizando Sistemas de Información Geográfica (SIG) lo aportes significativos en la corroboración de que permitió un manejo integral de datos es- hipótesis surgidas del trabajo realizado en el paciales. Tal análisis fue desarrollado por el sitio. Lic. Diego Gobbo, miembro del equipo que La Lic. Claudia Yapura Liz, realizó estu- se ha especializado en esta línea de trabajo, dios sobre conservación preventiva de la de gran crecimiento en la arqueología argen- arquitectura del sitio y los resultados de su tina en el curso de la última década. investigación fueron publicados en 2009, La alfarería es otro de los indicadores que siendo uno de ellos su Tesis de Licenciatura permiten reconstruir la historia de El Shin- denominada: “Conservación preventiva arqueo- cal; a lo largo de estos años de investigacio- lógica en El Shincal de Quimivíl (Belén - Cata- nes, el estudio de los restos hallados permi- marca)” tieron observar la presencia de piezas típicas Actualmente, además de continuarse con de regiones muy alejadas. De acuerdo a los los trabajos de investigación, se están reali- análisis realizados existe un gran porcenta- zando acciones para la puesta en valor del je de fragmentos correspondientes a formas sitio, llevadas a cabo por el Ministerio de típicas inkas conocidas como aríbalos, que Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva eran vasijas que se cargaban sobre la espalda de la Nación, el Ministerio de Turismo de la y servían para transportar chicha. Asimismo, Nación, el Gobierno de la provincia de Cata- se ha relevado que varios de los diseños plas- marca, la Secretaria de Estado de Cultura y mados en la cerámica provienen de otras zo- Turismo de Catamarca, la Dirección Provin- nas del Noreste argentino, como así también cial de Antropología de Catamarca, la Muni- de Chile, Bolivia y Perú. La Lic. María Gui- cipalidad de Londres y la Fundación Azara, llermina Couso se encuentra finalizando su con el asesoramiento de investigadores del Tesis Doctoral “La dinámica social a través de Museo de La Plata, el CONICET y la Univer- la identificación de patrones tecnológicos. La ce- sidad Nacional de Catamarca. rámica del Shincal de Quimivil (Depto. de Belén, El trabajo incluye la elaboración de un plan Catamarca)” cuyo objetivo es la identificación de manejo del sitio, la ampliación y montaje de los diferentes patrones morfológicos-de- de su museo, el inventariado y acondiciona- corativos y tecnológicos involucrados en el miento de las piezas allí depositadas, la re- proceso de manufactura cerámica (Couso y novación total de la cartelería, la redefinición Del Papa 2010; Couso et al. 2011). De acuerdo de los senderos para visitantes, la reparación

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del alambrado perimetral, el tratamiento de tigación vinculados con problemáticas diri- cárcavas generadas por la erosión, la imple- gidas al estudio de los modos de ocupación mentación efectiva de la presencia de un ar- incaica (1471-1536), y su relación con las co- queólogo en el sitio, la realización de mate- munidades locales preexistentes, en regio- rial audiovisual de difusión sobre la historia nes periféricas al centro del Tawantinsuyu. del sitio, el desarrollo y la distribución de Entre ellos cabe mencionar la necesidad de: material educativo, la realización de charlas - Continuar con la definición de los tipos a la comunidad, y la elaboración de un docu- de arquitectura vernácula presente en el mental por parte de la productora de conte- sitio. nidos audiovisuales CONICET Documental. Por otra parte, creemos pertinente men- cionar que los trabajos realizados durante la segunda mitad del siglo XX en el sitio permi- tieron obtener el resguardo legal de su patri- monio arqueológico al ser declarado Monu- mento Histórico Nacional en el año 1997. Recientemente el área, ocupada por las Sierras de Belén, fue declarada Área Natu- ral Protegida por la Secretaría de Ambiente de la Provincia de Catamarca involucrando al sitio dentro la misma (Decreto M.O. y S.P. (S.A. y A.) Nº 679/07).

Perspectivas a futuro

Teniendo en cuenta el antecedente de años de investigaciones y la cantidad de trabajos concretados en el sitio, cabe preguntarse que resta por descubrir en El Shincal y que posi- bilidades concretas hay de seguir obtenien- do allí información novedosa y relevante. Volviendo sobre lo mencionado más arriba, podemos decir que en un sitio de estas ca- racterísticas las problemáticas y temáticas de estudio nunca se acaban, no solo porque el volumen de registro que aún resta estu- diar es enorme sino porque además la crea- tividad intelectual de los investigadores y de los pobladores locales propone constan- temente nuevas preguntas que contestar. Si de algo se trata en la ciencia es de generar ideas innovadoras que permitan desarrollar ciertas miradas acerca del comportamiento humano, en el caso de los arqueólogos, so- bre el comportamiento en el pasado. En este sentido en El Shincal se han abier- to nuevos y renovados horizontes de inves-

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- Continuar con los análisis de los eventos nentes o temporarias? ¿Qué rol jugaban ocupacionales del sistema de viviendas durante los momentos de grandes festivi- tipo kanchas. En relación a esto han sur- dades patrocinadas por el Estado? gido diversos interrogantes como ¿cuál - Continuar con la caracterización y concep- sería su funcionalidad? ¿Por qué algunas tualización de espacios públicos y priva- de ellas se encuentran asociadas al cami- dos de acuerdo a los elementos arquitec- no? ¿A qué se debe la diversidad de sus tónicos, topográficos, visuales y objetos diseños, siendo unas más complejas que hallados en excavación y/o superficie. otras? ¿Constituían residencias perma- - Profundizar en el análisis del rol de la gran

Figura 1. Plano del sitio El Shincal de Quimivil (CAOc.= Cerro Aterrazado Occidental; CAOr.= Cerro Aterrazado Oriental) (Tomado y modificado de Raffino et al., 1982, lámina 4 y Farrington, 1999:62).

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Figura 2. Perspectiva del sitio El Shincal de Quimivil (Tomada y modificada de Raffino, 2004:28)

plaza (o aukaipata) como espacio de reunión y eventos festivos. - Continuar con el análisis de los usos que los Inkas daban a los vegetales. Esto permitiría llevar a cabo un proceso interactivo con la co- munidad local de modo que se puedan eva- luar las continuidades en la tradición de uso de determinadas plantas desde los Inkas a la actualidad, utilización de especies introduci- das con posterioridad a los Inkas, significación cultural de las plantas y carácter identitario a nivel social. - Explorar el concepto de orientación y uso de la arquitectura en contextos Inkas meridiona- les como elemento antrópico modelador del paisaje, ya que tal noción ha sido tema de de- bate por largos años, razón por la cual hemos decidido incorporar el análisis del rol de la astronomía (además del urbanismo y la arqui- tectura Inka) en la percepción y construcción de los paisajes culturales.

Lecturas sugeridas

Bruch, C., 1911. Exploraciones Arqueológicas en las Provincias de Tucumán y Catamarca. Revis- ta del Museo de La Plata. Volumen XIX, número 1: 1-209. La Plata, Argentina. Capparelli, A., 1997. Reconstrucción ambiental de la instalación arqueológica Inka de El Shincal. Tesis Doctoral Inédita Nº 694, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata. Argentina. Couso, M. G. y Del Papa, L., 2010. “La vida coti- diana de las comunidades locales, materialidad y articulación con el orden estatal. El Shincal Arnosio, M. y Raffino R., 2011. “Análisis de de Quimivil (Catamarca)”. Actas del XVIIº la variabilidad material del Recinto 1 - Kan- Congreso Nacional de Arqueología Argenti- cha II: aportes para una comprensión de la na. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad política incaica en El Shincal de Quimivil”. Nacional de Cuyo. Tomo II: 795-800. Mendoza. Revista Arqueología. Tomo 17: 35-55. Insti- Argentina. tuto de Arqueología, Facultad de Filosofía y Couso, M. G.; Moralejo, R.; Giovanetti, M.; Del Letras. Universidad de Buenos Aires. Bue- Papa, L.; Paez, M.; Gianelli, J.; Giambelluca, L.; nos Aires. Argentina.

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30 AÑOS DE INVESTIGACIONES EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL (CATAMARCA, ARGENTINA) 30 AÑOS DE INVESTIGACIONES EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL (CATAMARCA, ARGENTINA) CAPíTULO 9 117 CAPITAL ADMINISTRATIVA Y CENTRO CEREMONIAL INKA AL SUR DEL KOLLASUYU. CAPITAL ADMINISTRATIVA Y CENTRO CEREMONIAL INKA AL SUR DEL KOLLASUYU. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

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118 CAPíTULO 9 30 AÑOS DE INVESTIGACIONES EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL (CATAMARCA, ARGENTINA) CAPITAL ADMINISTRATIVA Y CENTRO CEREMONIAL INKA AL SUR DEL KOLLASUYU. Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO DE VALLES, CUMBRES Y YUNGAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS DEPARTAMENTOS 10 DE AMBATO Y EL ALTO, CATAMARCA

Inés Gordillo, María de Hoyos, José M. Vaquer, Héctor Buono, Eva A. Calomino, Luciana Eguia, Verónica Zuccarelli, Liliana Milani, Bruno Vindrola, Carolina Prieto, Sebastián Bocelli y Laura Pey

Instituto de Arqueología, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires

¿Quiénes somos? Área de estudio

Somos un grupo de arqueólogos y estu- Nuestra área de estudio comprende dos diantes que se dedica, desde hace más de zonas: el norte del valle de Catamarca, en dos décadas, a trabajar en el Valle de Am- la cuenca del río Los Puestos (Dpto. de bato, provincia de Catamarca. La dirección Ambato) y el extremo oriental del Noreste de nuestros proyectos de investigación se de la Sierra El Alto-Ancasti (Dpto. El Alto encuentra a cargo de la Dra. Inés Gordi- y Santa Rosa). En la primera nos encontra- llo. A partir del año 2008 incorporamos a mos trabajando en el área valliserrana. En nuestra área de estudio una porción de la el segundo, el Departamento de El Alto, Sierra de El Alto-Ancasti. Luego de varias se produce una confluencia de ambientes campañas, fuimos reconociendo las carac- marcadamente distintos (Fig. 1). Por ese terísticas generales del área junto con la motivo, hemos dirigido nuestros estudios ubicación y registro de sitios arqueológi- a cada uno de ellos específicamente: los cos en las cumbres y yungas. También he- pastizales de altura en las cumbres (entre mos realizado trabajos más específicos de 1400 y 1900 msnm), el bosque montano-in- excavación en sitios de habitación y rele- ferior o selvas tucumano-bolivianas, tam- vamiento de cuevas y aleros con pictogra- bién conocido como Yungas (por debajo de fías. Nuestro trabajo consiste en compren- los 1400 msnm) y los arbustales del Chaco der el modo de vida de las sociedades que Semiárido hacia el occidente. habitaron estos lugares antes de la llegada de los españoles. Para esto, distintos inte- grantes del equipo se dedican a estudiar Nuestra propuesta los diferentes materiales y datos recupera- dos durante el trabajo de campo (cerámica, Como arqueólogos nos interesa conocer metales y huesos entre otros). Estas inves- cómo fue la vida de los antiguos pobladores tigaciones son financiadas por la Secretaría de esta zona. Para hacerlo decidimos abor- de Ciencia y Técnica de la Universidad de dar su estudio y el de los procesos sociales Buenos Aires. que allí ocurrieron desde una mirada local

30 AÑOS DE INVESTIGACIONES EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL (CATAMARCA, ARGENTINA) DE VALLES, CUMBRES Y YUNGAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS CAPíTULO 10 119 CAPITAL ADMINISTRATIVA Y CENTRO CEREMONIAL INKA AL SUR DEL KOLLASUYU. DEPARTAMENTOS DE AMBATO Y EL ALTO, CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 1. Mapa de la provincia de Catamarca, en gris oscuro los departamentos de El Alto y Ambato. Perfil altitudinal del área de estudio.

que tenga en cuenta sus particularidades y Aquí pueden distinguirse claramente dos no subordine su desarrollo a lo ocurrido en sectores, un espacio público y uno priva- otras regiones, quizás más conocidas. A su do. El primero se compone de una plaza vez, no queremos dejar de lado las caracte- central y una plataforma con rampas de rísticas propias de los grupos sociales que acceso, mientras que el segundo consiste habitaron cada ambiente. Por ello, también en núcleos de habitaciones contiguas con nos interesa comparar y confrontar la evi- patios y aleros donde la gente habitaba de dencia y los datos que surgen de cada uno forma permanente (Fig. 2). de ellos en particular. La hipótesis princi- En las excavaciones se hallaron una gran pal que guía nuestra investigación propo- cantidad y variedad de objetos, como me- ne que el área de estudio estuvo habitada tales, vasijas y figurinas de cerámica, gran- por comunidades aldeanas que practica- des artefactos de molienda en piedra, res- ban la agricultura y el pastoreo, las que se tos óseos de animales y humanos, adornos habrían establecido a lo largo del primer y vegetales (Fig. 3). Durante los últimos milenio de la Era Cristiana en los distintos veinticinco años se han investigado dife- ambientes de la región. rentes temas tales como: las prácticas mor- tuorias, la producción de cerámica y de metales, la organización espacio-sensorial Valle de Ambato del asentamiento, el consumo de especies animales (principalmente de llamas), la ar- El Valle de Ambato o del río Los Puestos quitectura, el proceso de abandono, entre se encuentra ubicado al Norte del Valle de otros. Catamarca, entre las Sierras de Ambato y En la cerámica recuperada se destacan Graciana. A lo largo de la llanura aluvial las piezas con la superficie negra pulida y de este valle y en dirección N-S corre el río grabados con motivos de figuras felínicas, Los Puestos y sobre su margen derecha se humanas e imaginarias. A su vez, hay una encuentran numerosos sitios arqueológi- numerosa cantidad de vasijas con diferen- cos, entre los que se destaca La Rinconada tes diseños y formas que fueron utiliza- o Iglesia de los Indios. El mismo es un sitio das para distintas actividades domésticas ceremonial de amplias dimensiones (sup. como la cocción de alimentos y/o bebidas 15.600 m2), donde la gente del lugar se ha- (por ejemplo chicha), transporte de líqui- bría reunido periódicamente para partici- dos y almacenamiento (por ejemplo los par de prácticas religiosas comunitarias. frutos de chañar).

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Figura 2. Reconstrucción tridimensional del plano del sitio La Rinconada, Valle de Ambato, Catamarca.

Figura 3. Materiales recuperados en las excavaciones del sitio La Rinconada.

La Rinconada estuvo ocupada durante donada. Por ese motivo, desde hace algu- unos 600 años por las sociedades conoci- nos años venimos investigando acerca de das como Aguada de Ambato, del Período la forma en que se abandonó y destruyó el Medio o de Integración Regional del NOA. lugar. Al respecto, muchas de las evidencias Hacia el 1200 d.C. fue incendiada y aban- encontradas nos llevan a considerar que los

DE VALLES, CUMBRES Y YUNGAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS DE VALLES, CUMBRES Y YUNGAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS CAPíTULO 10 121 DEPARTAMENTOS DE AMBATO Y EL ALTO, CATAMARCA DEPARTAMENTOS DE AMBATO Y EL ALTO, CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

pobladores del sitio, antes de partir y por nores, hacia el Oeste se extiende el relieve cuestiones rituales, destruyeron parte de de cumbres, y se contornean posibles pasos sus objetos y construcciones y posterior- hacia el Valle de Catamarca. mente incendiaron los techos. Esto podría Gracias a los distintos trabajos realizados haber formado parte de una práctica colec- en la zona, y a la información aportada por tiva de clausura del sitio, donde los habitan- los pobladores del lugar, hemos dado con tes se habrían despedido definitivamente de diferentes sitios arqueológicos. Entre ellos este gran centro. se encuentran: campos para cultivar, sen- deros, puestos y grupos de casas, como son los sitios de Rodeo de los Indios, Tobaye y El noroeste de la sierra El Carrizal. del Alto-Ancasti Uno de los sitios más amplios donde nuestro equipo ha trabajo es Rodeo de los Ahora vamos a dirigir nuestra mirada Indios 3, un sitio de vivienda. Aquí hemos hacia el oriente, en el Departamento de El realizado varias excavaciones en las cuales Alto, comenzando con la zona de cumbres recuperamos diversos materiales siendo la de la Sierra El Alto-Ancasti. cerámica el más abundante (Fig. 4 y 5). Tam- bién encontramos restos de carbón, lo cual resulta muy valioso para nuestra tarea ya Pastizales de altura que sometiéndolo a la técnica radiocarbó- nica nos permite conocer en qué momento Allí, entre los 1400 y 1900 msnm se loca- el sitio estuvo habitado. Los fechados radio- lizan las cumbres de la Sierra de El Alto- carbónicos obtenidos adscriben su ocupa- Ancasti. La vegetación se compone prin- ción al Período Medio, durante la segunda cipalmente de gramíneas y herbáceas. Las mitad del primer milenio. características del terreno y su vegetación Luego de varios años recorriendo las baja permiten una alta visibilidad a distinto cumbres, hemos registrado y excavado dis- alcance y dirección. Mientras hacia el Este tintos tipos de sitios pero también presta- se observan los llanos y las serranías me- mos principal atención al entorno, al paisaje

Figura 4. Excavación del sitio Rodeo de los Indios 3, departamento de El Alto, Catamarca.

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o bosque montano inferior que se encuen- tran ubicadas entre los 700 msnm y los 1400 msnm en la ladera Nororiental de la sierra. Éstas se destacan como una franja angosta sobre los cordones montañosos. Su carac- terística distintiva es su frondosa cubierta vegetal; entre la gran cantidad de especies vegetales presentes predominan el alga- rrobo, el tala, el quebracho y el cebil. Esta condición de abundante vegetación sumada a la intensa humedad propia del área, difi- cultan enormemente el acceso, la visibilidad y el trabajo arqueológico en el terreno. Aquí también hemos registrado diversos tipos de sitios: sitios de vivienda, aleros y cuevas con arte rupestre y morteros fijos múltiples, re- currentes junto a los ríos y afluentes. Las poblaciones que habitaron las Yun- gas dejaron una clara impronta a través del arte rupestre en varias localidades como Guayamba, Oyola y Los Algarrobales (Fig. 6). En esta última hemos registrado más de una docena de sitios con arte, los cuales en su mayoría no son fácilmente visibles. En Figura 5. Materiales recuperados de las excavaciones general son pinturas sobre soportes rocosos del sitio Rodeo de los Indios 3. en cuevas y aleros. Camélidos, ofidios, aves, reptiles y felinos se hallan pintados -en ne- en general. A partir de toda la información gro, rojo y/o blanco- y grabados en cuevas obtenida planteamos como hipótesis que y aleros, muchas veces casi imperceptibles. en esta zona habrían habitado comunida- Se hayan representados gran diversidad de des agrarias estables a nivel económico, estilos y motivos. Lo cual estaría indicando capaces de autosustentarse que, a pesar de diferentes momentos de utilización de estos mantener importantes vínculos con los va- soportes y una trayectoria temporal diacró- lles occidentales, fueron políticamente inde- nica, posiblemente desde épocas tempranas pendientes. Estos grupos crearon un paisaje hasta momentos de contacto hispano-indí- que integraba los lugares de habitación con genas. los de producción agro-pastoril, ocupan- En la localidad de Guayamba se encuen- do sectores óptimos para la productividad tra ubicado el único sitio de vivienda que agrícola, con acceso a importantes vías de hemos registrado hasta el momento, Gua- comunicación y ubicados en sectores con yamba 2. Este sitio está formado por varias buena visibilidad. estructuras donde se destacan, por su tama- ño y ubicación, dos recintos cuadrangula- res, con muros dobles de piedra y vanos de Yungas comunicación. En el interior de los mismos se hallaron fragmentos cerámicos, instru- A una distancia muy próxima hacia el Este mentos líticos, algunos huesos, cáscara de de las Cumbres están las Yungas, corres- huevo, carbón, entre otros. La presencia ponden a Las Selvas tucumano-bolivianas de estos restos sugiere que allí se realiza-

DE VALLES, CUMBRES Y YUNGAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS DE VALLES, CUMBRES Y YUNGAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS CAPíTULO 10 123 DEPARTAMENTOS DE AMBATO Y EL ALTO, CATAMARCA DEPARTAMENTOS DE AMBATO Y EL ALTO, CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 6. Fotografías del ambiente y sitios arqueológicos de Los Algarrobales.

ron actividades propias de la vida cotidiana de vida formativos (primeras poblaciones (como la preparación de alimentos). A pe- aldeanas) hasta la conquista hispana. sar de ser el único sitio de este tipo relevado Los procesos sociales que aquí tuvieron hasta el momento creemos, a juzgar por los lugar se diferencian de los ocurridos en las testimonios de los lugareños, que existen áreas aledañas, especialmente de aquellas muchos más ocultos por la vegetación y las ubicadas al Este y al Oeste, sin embargo es- aguas. De este modo, entre algarrobos, talas tuvieron signados por una intensa interac- y cebiles, las poblaciones no solo dejaron su ción con las mismas. impronta con el arte rupestre en numerosos lugares del área, sino que también constru- yeron sus viviendas en el sector meridional Hacia los llanos: de las Selvas tucumano-bolivianas. los arbustales del chaco Desde la Arqueología tradicional se pensó semi-árido a las Yungas como una zona exclusivamen- te de tránsito o de “paso”, utilizada como Por último, también hemos iniciado in- fuente de recursos naturales o prácticas vestigaciones en el sector del Chaco Semiá- rituales periódicas. Sin embargo, nuestro rido, un ámbito prácticamente desconocido acercamiento a esta área nos hace pensar desde la Arqueología. Si bien es un área de que allí existió una ocupación continua con baja visibilidad y con acceso dificultoso, es tradiciones a largo plazo desde los modos posible distinguir grandes afloramientos

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Figura 7. Fotografías de pinturas rupestres en los sitios de Cueva de la Lampalagua y El Cajón, Tapso.

rocosos metamórficos que forman cuevas áreas de morteros múltiples. Es importante y aleros. Hemos recorrido, hasta el mo- destacar que, por el momento, no hemos mento, tres sectores: El Cajón (Achalco), encontrado áreas de viviendas asociadas o La Aguadita y Pozos Grandes. Muchos de próximas a tales emplazamientos. estos lugares que poseen representaciones rupestres eran ya conocidos por los pobla- dores de la zona (especialmente la cueva Algunas conclusiones de la lampalagua en el Cajón). Fueron ellos quienes nos informaron y guiaron en la lo- Para ir cerrando nos interesa comentar calización de estos emplazamientos. Reco- algunas conclusiones a las que hemos arri- rriendo estas zonas pudimos observar un bado a lo largo de estos años a partir del conjunto de diez cuevas y aleros con moti- trabajo de campo y de laboratorio. En pri- vos de animales, figuras antropomorfas y mer lugar, observamos que los sitios con diseños geométricos. Las figuras de llamas habitaciones y patios donde se realizaron son las más frecuentes y fueron realizadas actividades domésticas aparecen en tres con distintas formas, posiciones y colores de los ambientes mencionados, en valles, (Fig. 7). Se trata en todos los casos -inde- cumbres y yungas. Por otra parte, los sitios pendientemente del motivo- de represen- de otras categorías como los morteros múl- taciones pintadas mediante el empleo de tiples y el arte rupestre aparecen principal- diversos colores combinados o no (rojizos, mente en las yungas y los arbustales. negros y/o blanquecinos). En algunos casos En segundo lugar, a través del análisis se encuentran cercanos a cursos de aguas y de la arquitectura de los sitios de vivienda,

DE VALLES, CUMBRES Y YUNGAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS DE VALLES, CUMBRES Y YUNGAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS CAPíTULO 10 125 DEPARTAMENTOS DE AMBATO Y EL ALTO, CATAMARCA DEPARTAMENTOS DE AMBATO Y EL ALTO, CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

vimos que la forma de construir los muros las poblaciones que habitaron esta área. es muy elaborada y presenta similitudes Pero esta empresa no nos involucra solo en todas las zonas en que aparece, tanto a nosotros. Para la construcción de este en valles como en cumbres y en la ladera pasado resulta una pieza fundamental el oriental de la sierra. Esto se suma a la pre- vínculo que forjamos con los pobladores sencia de estilos cerámicos comunes como locales. A través de este vínculo compar- el Aguada negro grabado y Portezuelo. timos información, testimonios, historias En tercer lugar, el arte rupestre exhibe locales, etc. que son de invaluable ayuda. diversidad de motivos, estilos, superposi- Profundizar esta relación nos permite di- ciones, etc. Aquí la representación del feli- fundir los resultados de nuestras investi- no no es tan potente como en otras áreas al gaciones pero también someterlos a discu- sur de la sierra -La Tunita, La Candelaria, sión. Por último, pero no menos importan- etc.- donde los autores coinciden en ver las te, es el compromiso en la conservación de huellas de Aguada. En esta región lo más este patrimonio arqueológico y cultural, evocativo de esta cultura son: las huellas de tarea que nos involucra a todos y es una felino representadas en el alero Casa Pin- responsabilidad compartida entre científi- tada, las figuras antropomorfas de otros si- cos, autoridades y todos los miembros de tios de Guayamba y la figura felino-ofídica la comunidad. En concordancia con esto, de un alero de Los Algarrobales. y junto con otros equipos de arqueólogos, Por último, creemos que los dos prin- nos encontramos impulsando proyectos cipales sectores que hemos trabajado en que abogan por su cuidado y preservación la Sierra de El Alto- Ancasti, cumbres y pero también su puesta en valor y funcio- yungas, presentan diferentes trayectorias namiento como atractivo turístico sin po- temporales e identidades socioculturales. ner en riesgo su integridad. Mientras que la ocupación humana en el primero de ellos habría sido en parte con- temporánea a la de Ambato, con datacio- Lecturas sugeridas nes radiocarbónicas y materiales que se adscriben al Período de Integración Regio- Gordillo, I. 2009. El sitio ceremonial de La Rin- nal, el registro arqueológico del segundo conada: Organización socioespacial y reli- sector parece generado en distintos mo- gión en Ambato, (Catamarca, Argentina). British Archaeological Reports, Internatio- mentos a lo largo de un lapso de tiempo nal Series 7. Oxford. más prolongado. 2010. La Imagen del felino en la América pre- colombina. Corpus Antiquitatum Ame- ricanensium VIII, Academia Nacional de Palabras finales: la Historia, Grupo Abierto Libros. Buenos el Patrimonio Aires. Arqueológico, una González, A. R. 1998. Cultura La Aguada; ar- queología y diseños. Filmediciones Valero construcción colectiva Buenos Aires. Calomino, E. y Eguia, L. 2014. Nuevos acerca- Para finalizar queremos detenernos en mientos al espacio semipúblico durante el otros aspectos que también resultan fun- Período Medio (s. VII-XII D.C.). Caracteri- damentales para el trabajo arqueológico. zación y estudio de un patio en La Rincona- Como arqueólogos y como equipo de in- da. Arqueología 20: 95-114. vestigación nos concierne el estudio de los Zuccarelli, V. 2012. Arqueología de los paisajes agrarios surandinos. Aplicación de los SIG vestigios de la vida en el pasado, que tiene en el análisis de la problemática agraria en como objetivo, en última instancia, ensa- Catamarca oriental, Argentina. Editorial yar una “reconstrucción” de la historia de Académica Española. Saarbrücken.

126 CAPíTULO 10 DE VALLES, CUMBRES Y YUNGAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS DEPARTAMENTOS DE AMBATO Y EL ALTO, CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO LA VIDA EN EL VALLE DE HUALFÍN, CATAMARCA, ANTES DE LA LLEGADA 11 ESPAÑOLA

Julieta Lynch

Departamento Científico de Arqueología, Museo de La Plata, FCNyM, UNLP, CONICET.

La vida cotidiana en el valle de Hualfín, Belén, en la provincia de Ca- tamarca antes de la llegada de los españoles era muy diversa a como la conocemos actualmente. Se encontraban grupos de poblaciones diversas bajo el dominio de los Incas, un gran imperio que ocupó gran parte del territorio del noroeste argentino junto con distintos sectores de Chile, Bolivia, Perú y sur de Ecuador. Este gran imperio se extendió por más de 4000 km a través de una serie de caminos, co- nocidos como el camino inca o capac ñam. ¿Pero cómo fue la relación entre este gran imperio y los pobladores locales que se encontraban en Hualfín al momento de su llegada? Las investigaciones que se vienen llevando a cabo en esta localidad permiten conocer los modos de vidas de estas poblaciones y su relación con el imperio.

Introducción parten de una serie de interrogantes tales como ¿Cuál era el modo de vida de las El Proyecto de Investigación al norte poblaciones locales antes de la llegada del del valle de Hualfín, cuya sede se encuen- inca? ¿Dónde se encontraban sus asenta- tra en el laboratorio 6 del Departamento mientos y que pasó luego de la conquista Científico de Arqueología del Museo de incaica? ¿Mantuvieron su ideología, sus La Plata, se encuentra trabajando desde creencias, tuvieron enfrentamientos o el año 2005 en dicha localidad, realizan- llegaron a un mutuo arreglo entre ambas do excavaciones y otros trabajos relacio- fracciones de poblaciones? Estas y otras nados con el fin de poder interpretar la preguntas más son las que guían dichas arqueología local. Dichas investigaciones investigaciones.

DE VALLES, CUMBRES Y YUNGAS INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN LOS LA VIDA EN EL VALLE DE HUALFÍN, CATAMARCA, ANTES DE LA LLEGADA ESPAÑOLA CAPíTULO 11 127 DEPARTAMENTOS DE AMBATO Y EL ALTO, CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

¿Cómo era la vida en zonas de difícil acceso, protegidos por mu- Hualfín antes de la rallas defensivas, con diferentes cantidades llegada del Inca? de recintos, mayormente de piedra, que ac- tualmente se pueden ver sus cimientos. Esta región de Catamarca ha sido habi- Con el correr del tiempo y al llegar a esta tada por poblaciones humanas desde épo- zona el Imperio Inca, todo lo conocido has- cas tempranas (200 a.C.) hasta la conquista ta el momento cambió, desde los lugares en española. Para los años 900/1.000-1.470 d.C donde se emplazaban las poblaciones loca- la zona estuvo ocupada por grupos locales les hasta las ceremonias que realizaban. conocidos por la arqueología como Belén y Desde el punto de vista arqueológico, la Santamariano, poblaciones con claras carac- ocupación incaica en el noroeste argentino terísticas de una sociedad jerárquica, con un reconfiguró el escenario espacial a través modo de vida agropastoril, con identidades de una serie de construcciones, tales como propias y control sobre los diferentes terri- tambos, centros administrativos y militares, torios, que al momento de la llegada del caminos, santuarios de altura y capitales inca a la zona vieron alterarse su cosmovi- provinciales alojadas en los valles más po- sión y sus creencias, junto con cambios eco- blados, todos comunicados a través del ca- nómicos y políticos. mino incaico o Qhapaq Ñam. Muchos de los asentamientos de esta En una de las mesetas de las Sierras de época se caracterizaban por localizarse en Hualfín se encuentra un gran asentamien-

Figura 1. Ubicación geográfica de los sitios Hualfín Inka y Villavil.

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to con arquitectura en piedra, construido de ellas presentaban escalinatas y accesos como un centro administrativo durante la a la cima. Su funcionalidad estaba relacio- época incaica, el sitio arqueológico Hualfín nada con un carácter ritual, donde se reali- Inka. Por otra parte, también se encuentran zaban ofrendas en las ceremonias públicas una serie de sitios construidos en piedra, lo- dentro del calendario cuzqueño. calizados en lugares más altos al que se en- Otro de los recintos que podían encon- cuentra el sitio Hualfín Inka, que se vienen trarse en estos sitios incaicos eran las collcas trabajando y evidencian una ocupación más o sectores de almacenamiento de cultivos temprana a la llegada del Inca. Uno de ellos tales como la papa y el maíz. Generalmen- se ha denominado Villavil y se encuentra a te eran circulares, aunque también se han 5 km hacia el NO del sitio incaico (Fig. 1). encontrado rectangulares y se encontraban emplazadas en sectores donde existía muy buena ventilación como para poder man- Características de los tener dichos cultivos. Por último, en estos sitios arqueológicos sitios se podían encontrar una serie de re- incaicos cintos rectangulares agrupados de a pares que compartían patios o corrales cerrados, A partir de los trabajos que se han realiza- los mismos se han denominado como Rec- do durante años por parte de varios inves- tángulo Perimetral Compuesto o kanchas. tigadores especializados en arqueología in- En general, los centros administrativos caica, se sabe que los emplazamientos incai- incaicos eran construidos en lugares donde cos tenían una planificación arquitectónica no existieran sitios locales y arquitectónica- característica. En esta arquitectura se podía mente estaban compuestos por los edificios evidenciar ciertos edificios típicos como por mencionados anteriormente. ejemplo Aukaipata o plaza intramuros. Estas A lo largo del noroeste argentino pode- grandes plazas tenían la finalidad de reunir mos encontrar varios sitios incaicos con grandes cantidades de personas para reali- estas características. Uno de ellos es el sitio zar ciertas ceremonias del calendario incai- Hualfín Inka que describiremos a continua- co combinando discursos, música, danza y ción. despliegues que fusionaban comunidades, legitimaban distinciones y jerarquía social y consolidaban creencias cosmogónicas. Conociendo los sitios También se encontraban edificios-talleres Hualfín Inka y Villavil o Acllahuasi, que funcionaban como talleres en donde se realizaban actividades como El sitio arqueológico Hualfín Inka se en- la preparación de la chicha, bebida hecha cuentra sobre una de las mesetas aluviales a base de maíz, y la fabricación de textiles. de las Sierras de Hualfín, a una altura de Dichas tareas eran realizadas por mujeres, 1880 m. sobre el nivel del mar, a escasos que eran elegidas para tal fin. metros del río Hualfín. El ambiente de esta Por otra parte, se encontraban una serie zona se caracteriza por presentar un clima de galpones o kallankas que servían como árido a semiárido, con la vegetación carac- depósito y albergue de soldados. terística, como por ejemplo cactus, jarillas, Otra característica arquitectónica que se retama y chañar (Fig. 2). encontraba en los emplazamientos típica- Los trabajos de excavación en este si- mente incaicos eran unas plataformas cere- tio arqueológico han permitido conocer moniales artificiales sobreelevadas conoci- un poco más que características tenían los das como uhsnus. Las mismas en general se asentamientos incaicos en zonas alejadas al encontraban dentro de las plazas y muchas Cuzco y que funcionalidad habría cumpli-

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Figura 2. Plano del sitio Hualfín Inka junto con una panorámica del la plaza intramuros.

do al momento de su construcción. Por otra Las excavaciones realizadas en el sitio parte, se ha podido interpretar su relación permitieron distinguir una gran cantidad con otros sitios arqueológicos de momentos de material cerámico y lítico tanto en super- incaicos, que se encuentran cercanos al valle ficie como en estratigrafía, como así tam- de Hualfín. bién otros tipos de materiales que ayudaron

130 CAPíTULO 11 LA VIDA EN EL VALLE DE HUALFÍN, CATAMARCA, ANTES DE LA LLEGADA ESPAÑOLA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 3. Excavación realizada en uno de los recintos del sitio Hualfín Inka. Material arqueológico recuperado de las excavaciones del sitio.

a interpretar la funcionalidad de cada uno ción del sitio constituyó un poderoso meca- de los recintos que se excavaron (Fig. 3). nismo de dominación ideológica y cultural Toda este tipo de arquitectura se ha podi- de acuerdo a su arquitectura con caracterís- do constatar en varios sitios arqueológicos ticas de grandes centros administrativos en del noroeste argentino. Uno de ellos es el donde confluyen centros de poder e inter- sitio Hualfín Inka. cambio, el asentamiento habría sido planifi- A partir de los trabajos de excavación en cado en un primer momento con una mayor el mismo se pudo constatar que la construc- importancia y connotación que la desempe-

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ñada efectivamente en momentos posterio- (Pozo Verde, Lomas del Maray). A su vez, res cuando se vuelve contemporáneo con el la construcción del sitio durante las prime- sitio El Shincal. Este último sitio arqueoló- ras décadas de la ocupación inkaica del no- gico que se encuentra a 60 km de distancia roeste argentino estaría apoyada por fecha- hacia el sur, ha sido trabajado largamente dos radiocarbónicos obtenidos en algunas por el Dr. Rofolfo Raffino y colaboradores, estructuras principales del emplazamiento. en donde se ha podido establecer su gran La escasez y características del registro ma- importancia como capital de provincia para terial sostienen, por otra parte, que el sitio momentos incaicos. ha tenido una ocupación poco intensa en Muchos investigadores han propuesto que la que las prácticas estatales habrían tenido los grandes centros administrativos incaicos una escasa relevancia. Esto contrasta nota- se encontraban en lugares más aislados que blemente con una arquitectura planificada los asentamientos de las poblaciones loca- de acuerdo a los cánones propios del Tawan- les, una forma de legitimar su poder frente tinsuyu. Es muy probable que el sitio haya a ellos. Para el sitio Hualfín Inka, la cons- perdido importancia con el correr del tiem- trucción del mismo no perseguiría aquella po, momento en el cual alcanza su máxima idea del aislamiento geográfico, dado que expresión el sitio El Shincal. numerosos asentamientos asignados a po- Por otra parte, mientras se construían es- blaciones locales de épocas tardías guardan tos emplazamientos incaicos ¿qué pasaba una estrecha relación espacial con el sitio con la población local? ¿Cambió su estilo

Figura 4. Foto de algunos de los recintos encontrados en el sitio Villavil.

132 CAPíTULO 11 LA VIDA EN EL VALLE DE HUALFÍN, CATAMARCA, ANTES DE LA LLEGADA ESPAÑOLA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 5. Material cerámico y lítico superficial del sitio Villavil.

de vida o permaneció sin demasiadas mo- solo rectangular y algunos circulares (Fig. dificaciones en esta zona del valle de Hual- 4). En superficie se halló una gran cantidad fín?. Estos interrogantes son los que han de material cerámico de estilos Aguada, guiado nuestras investigaciones en el sitio Santamariano, Belén e incluso Inca local. Villavil, que venimos investigando desde el Junto con este material, también se encontró año 2008. Este sitio se encuentra emplazado material lítico, como por ejemplo lascas de a una altura de 1880 m. sobre el nivel del diferentes materias primas y núcleos líticos mar y se ha dividido metodológicamente en trabajados que evidencian extracciones de dos sectores, A y B respectivamente. El em- lascas para realizar posteriormente los arte- plazamiento esta realizado en su totalidad factos terminados (Fig. 5). de piedra con recintos cuadrangulares, uno Se han realizado excavaciones en dos es-

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tructuras de este sitio pudiendo corroborar podemos decir por el momento que si bien una primera ocupación temprana Aguada la anexión de nuevos territorios al imperio (600-1000 d.C.) hasta épocas más tardías incaico evidenció una reestructuración en con posible contacto incaico (1430 d.C.). A el seno de la sociedad incorporada, en cier- su vez, se encontraron algunos fogones den- tas ocasiones se mantuvo un relativo orden tro de los recintos que permitieron realizar social. Podemos decir entonces hasta el mo- algunos fechados radiocarbónicos que apo- mento, que la zona durante la ocupación yan esta hipótesis. incaica se baso en un tipo de relación diplo- Por el momento, podemos decir que el mática con mantenimiento de una cierta au- sitio habría sido ocupado en un primer mo- tonomía de los grupos locales, en donde las mento por poblaciones Aguada, sociedades relaciones de alianza y reciprocidad con las con un tipo de organización política de je- elites locales fueron fundamentales al mo- fatura, que se basaban en cultos religiosos mento de su incorporación al Estado. e intercambiaban el cebil a grandes distan- Hasta el momento los trabajos que se cias. Eran grupos reducidos en donde sus vienen realizando en Hualfín Inka como asentamientos eran dispersos, con pocos el sitio Villavil, enmarcados en el Proyecto recintos y se ubicaban en zonas bajas, bien de Investigación del norte valle de Hualfín cercanos a los campos de cultivo y donde el han permitido comprender un poco más intercambio de productos se implementaba la dinámica que se estableció entre las po- a partir de caravanas de llamas. blaciones locales y el Inca, justo antes de la Posteriormente el sitio habría sido reocu- conquista española. Estos grupos de pobla- pado modificando los recintos por pobla- ciones con un estilo de vida caracterizado ciones del período siguiente conocido como por la caza, la agricultura, el pastoreo, fue el Intermedio Tardío o de Desarrollos Re- cambiando a medida que el Inca avanzaba gionales (1000-1470 d.C). Estos grupos de en su conquista de territorios dentro del poblaciones eran más numerosos y con una noroeste argentino. En ciertos lugares esta organización política bien marcada, en don- conquista tuvo enfrentamientos armados y de se evidencia una diferencia de jerarquías en otros como se evidencia a partir de estos en los distintos estratos de la sociedad. estudios, habría sido de forma pacífica, en Estos grupos eran mayormente agropas- donde las alianzas entre las elites locales y toriles, en donde la tierra cultivable era su- el Inca fue lo que caracterizo en esta zona de mamente importante para poder solventar Hualfín en este tiempo. este aumento poblacional. En este caso los Actualmente se sigue trabajando en la asentamientos estaban compuestos por nu- problemática incaica y sus implicancias al merosos recintos en piedra y se emplazaban momento de su llegada sobre las poblacio- en sectores de gran altura, que en muchos nes locales, con el fin de explorar las distin- casos era complejo poder acceder a ellos. tas estrategias implementadas por el impe- Algunos investigadores plantean que exis- rio al momento de incorporar nuevas tierras tían conflictos territoriales entre diferentes al sur del Tawantinsuyu. grupos de poblaciones y que esta situación de conflicto se vio afectada al momento de la llegada del Inca a la zona. Glosario

Aguada: Poblaciones que habitaron secto- Conclusiones res de la provincia de Catamarca, La Rioja y San Juan, con presencia en Salta y Tucumán. Para la zona del valle de Hualfín a par- La misma se desarrolló durante el período tir de los estudios que venimos realizando Medio (500-1000 d.C.). Una de las caracte-

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rísticas más notorias era la representación Lecturas Sugeridas en toda su iconografía tanto cerámica como en el arte rupestre del felino, que tenía una Lynch, J; Giovannetti, M.A y Páez, M.C. 2013. gran importancia ritual, como así también Ushnus of the Inca provincial region: An lagartos y gran cantidad de representacio- analysis of two ceremonial platforms from nes zoomorfas. Inca sites in Catamarca (Argentina). Journal Estilo Inca local: Estilo cerámico que se of Anthropological Archaeology 32: 97-108. Lynch, J. 2014. Nuevos aportes a la dinámica encuentra en piezas cerámicas en donde se local-estatal en el sitio arqueológico Villavil aprecia una manufactura local pero con di- (Hualfín, Catamarca, Argentina). Revista seños incaicos. Arqueoweb 15: 24-32. Lasca: En sentido amplio es cualquier mate- Raffino, R. 2004. El Shincal de Quimivil. Edito- rial producto de la talla intencional huma- rial Sarquis. Catamarca. na, que se desprende de un bloque rocoso, y Wynveldt, F y Balesta, B. 2009. Paisaje socio-po- adquiere una forma de esquirla cortante. lítico y beligerancia en el Valle de Hualfín Núcleos líticos: Bloques de rocas de distinta (Catamarca, Argentina). Antípoda. Revista naturaleza con evidencia de talla intencio- de Antropología y Arqueología, Vol.8: 143- nal humana y desde donde se utiliza para la 168. realización de distintos artefactos líticos. Tawantinsuyu: Es el vocablo en lengua que- chua de todo el territorio que ocupó el Im- perio Incaico y que significa “Tierra de los cuatro cuadrantes o regiones”.

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Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO El SHINCAL DE QUIMIVIL, QUILLAY y LOS COLORADOS. UNA VENTANA PARA ENTENDER EL MUNDO INKA EN 12 LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA

Marco A Giovannetti1,2, Gustavo Corrado2,3, Gregoria Cochero2, Edgardo Ferraris2, JosefinaSpina 2, Camila Salama2, Lucía Aljanati2 y Mariana Valderrama2

1CONICET. 2FCNyM (UNLP). 3Dirección de Vialidad de la prov. de Bs. As.

Exponemos en este artículo nuestras interpretaciones surgidas de los estudios sobre los sitios arqueológicos El Shincal de Quimivil, Los Colorados y Quillay, todos relacionados a la instalación inka en la actual provincia de Catamarca. Intentaremos mostrar como la organización de grandes reuniones colectivas, incorporadas en el calendario festivo y ritual, movilizaba la organización del Tawantin- suyu (Estado Inka) en regiones lejanas del Cusco. El mismo sitio El Shincal fue planificado para la realización de estas prácticas al mismo tiempo que incorporaba elementos de una geografía y paisajística sacralizadas. Los sitios de producción como Los Colorados y Quillay se articulaban en este esquema.

Introducción nen que ver con las transformaciones que impusieron los inkas cuando desplegaban ¿Cuántas son las ciudades, palacios, cen- el mapa del Tawantinsuyu, a veces por la tros ceremoniales o postas construidas por fuerza de la conquista militar y otras veces los inkas durante su gobierno desde el siglo por la persuasión diplomática no exenta de XIII hasta 1532? Aún es un misterio que la dones y regalos para los kuraka (jefes) de arqueología debe revelar poco a poco. Pero los pueblos anexados. Pero ¿Cuándo pensa- sí conocemos muchas construcciones fan- mos en un asentamiento inka debemos ima- tásticas por su calidad, destreza arquitectó- ginarnos una ciudad abarrotada de cons- nica y ubicación paisajística. En Catamarca trucciones, plazas y densas poblaciones? no menos de cien sitios arqueológicos tie- No siempre. Las ciudades más populosas se

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138 CAPíTULO 12 El SHINCAL DE QUIMIVIL, LOS COLORADOS Y QUILLAY. UNA VENTANA PARA ENTENDER EL MUNDO INKA EN LA REGIÓN CENTRAL DE CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 1. Mapa actualizado de El Shincal de Quimivil. Autores: M. Giovannetti y G. Corrado.

ubicaban en lo que se conoce como Andes Centrales, mayormente Perú y luego Bolivia y Ecuador. Las regiones más lejanas, como aquellas que hoy se encuentran dentro de territorio chileno o argentino, presentaban poblaciones no tan densamente pobladas aunque no exentas de complejidades. Por ejemplo, previo a los inkas en Argentina ya existían poblados como Quilmes o Tas- til (Tucumán y Salta respectivamente) que concentraban algunos miles de personas viviendo aglomeradamente pero nunca al- canzando los niveles demográficos de los Andes Centrales. Y que sucedió con la lle- gada de los Inkas. No comenzó una era de grandes ciudades pero sí, indudablemente, se transformó el paisaje andino del sur. Los sitios Inka pueden clasificarse según su ta- maño, ubicación paisajística, función e im- portancia. Por ejemplo, existen los tanphu (o tambos según reprodujeron los cronistas españoles) que en lengua quechua signifi- can paradas o postas para el descanso de los viajeros que transitaban el qhapaq ñan o camino del inka. Los arqueólogos usamos estos apelativos para identificar sitios inka. Pero aplicamos otros nombres a sitios de mayor importancia que provienen de meras generalizaciones. Es el caso de los “centros administrativos”. Muchos sitios han sido clasificados bajo este rótulo suponiéndose que allí se administran prácticas conspicuas de la cultura y organización inka. Pero po- cas veces nos hemos preguntado que, es- pecíficamente, es lo que se administra ¿la economía? ¿La política? ¿La religión? ¿Todo junto en un mismo lugar? Es momento de que seamos críticos con estos rótulos para no caer en estas generalizaciones originadas desde una visión occidental del mundo e intentar acercarnos mejor a otras miradas que sean más representativas de los ojos an- dinos. A través de nuestros estudios en El Shincal de Quimivil pretendemos mostrar

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como este imponente asentamiento inka en El Shincal de Quimivil, Catamarca fue mucho más que un centro una capital ceremonial administrativo Inka. Sin ser una ciudad en del Tawantinsuyu términos estrictos nos invita a descubrir as- pectos fascinantes y a la vez desconocidos Nuestros estudios desarrollados desde del mundo espiritual de sus constructores. el año 2004 han dado cuenta de una buena Nos habla de la integración del espacio y el cantidad de datos nuevos que se sumaron tiempo, pachamama, en una arquitectura y a aquellos producidos desde la década del paisajística sacralizadas, abundantes en seres `90 por Rodolfo Raffino y sus colaboradores. humanos y no humanos que interactuaban Muchos de estos datos nos han servido para permanentemente en un mundo complejo y nuestras interpretaciones mientras que otros ancestral, heterogéneo y cambiante que fue han sido revisados, reforzados o reinterpre- inevitablemente desarticulado y sometido tados a la luz de nuestras propias inferencias con la llegada de los españoles. y evidencias. Es a partir de esto que propo- nemos una lectura que va mucho más allá de pensar a la instalación de El Shincal de Qui-

Figura 2. Reconstrucción 3D y plano del Complejo 20, un lugar de residencia y ritualidad de las elites. Autores: M. Giovannetti y G. Corrado.

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mivil como una residencia para las elites, un nes lejanos cuando el calendario ritual inka centro administrativo y una representación de disponía celebraciones y ceremonias impor- la arquitectura del poder. Fue, según nuestra tantes. El Shincal de Quimivil funcionaba de óptica un espacio, especialmente preparado forma parecida pero en el otro extremo del para la realización de enormes congregacio- mapa, en el Qollasuyu ¿Cuál es la evidencia nes festivas cargadas de simbolismo sagrado, con la que contamos hasta el momento para rituales, ceremonias y manifestaciones políti- proponer estas ideas? La más evidente, la cas de poder. Este tipo de manifestaciones de arquitectura, tanto desde los tipos y magni- la instalación inka en territorios conquistados tudes de los edificios construidos, como su no es exclusiva de esta región. Existen otros disposición en el espacio. El Shincal de Qui- ejemplos, algunos de mayor expresión, como mivil posee una de las plazas más grandes el sitio Huánuco Pampa en la zona norte pe- conocidas en la región sureña, un cuadrado ruana, uno de los asentamientos más impo- casi perfecto de más de 30600 m2 con entra- nentes del Chinchaysuyu (sector norte de las das que marcan figuras en zig-zag, eviden- cuatro divisiones del Tawantinsuyu). ciando la búsqueda de un especial cambio Poseía cientos de construcciones y la plaza de estado al traspasar desde fuera hacia abierta más grande conocida. Pero poca po- adentro y viceversa. Casi al centro del gran blación vivía permanentemente allí. En cam- espacio abierto se ubica una plataforma bio desbordaba de gente llegada desde rinco- ceremonial, llamada ushnu, de dos metros

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de alto y 16 metros de longitud a cada uno perfecta dirección norte-sur que pareciera es- de sus lados (Fig. 3B). Su entrada es prece- tablecer un espacio simbólico para acceder a dida por una escalinata de nueve peldaños, la plaza y al mismo tiempo una línea de re- un número simbólicamente importante en ferencia meridional desde donde medir con la cosmología del espacio inka. La ubicación precisión los movimientos del sol a través de es casi cardinal. En el interior de la platafor- la proyección de sus luces y sombras. ma excavaciones de Raffino y otras recientes Dos cerritos bajos ubicados a este y oeste nuestras han demostrado la preeminencia de de la plaza, jugaron un rol trascendental en los ceremoniales y ritos donde se enterraban las prácticas rituales inka (Fig. 3 C y D). En y quemaban distintos elementos, entre ellos ambos casos un admirable trabajo de cientos comidas, objetos de cerámica, hueso y metal. de hombres culminó en ambas cimas apla- También en una ocupación posterior a los nadas artificialmente con imponentes muros inkas, donde los grupos diaguitas volvieron de contención a los costados y muy extensas brevemente a este lugar, se realizaron ritos escalinatas para acceder a lo alto. En ambos donde se enterraron fragmentos de objetos casos la idea de subir por el oeste es evidente españoles, semillas y frutos de Castilla como ya que fue buscado ubicar ambas escaleras en trigo, cebada y duraznos. Nosotros creemos esa dirección, al igual que en el ushnu. Los ce- que el ushnu poseía varios emplazamientos rritos son diferentes comparados uno a uno. donde se acumularon montículos de rodados El del este es piramidal con la escalinata recta de río de tamaño relativamente chico. y ningún elemento destacable en la cima. El En muchos ushnus se han encontrado pilas del oeste, en cambio, serpentea al subir, su de piedra cuya función era recibir la chicha muro perimetral rodea todo el cerro y presen- que era volcada por los gobernantes y sacer- ta varias rocas sagradas. Un conjunto de blo- dotes, y permitiera que se infiltrara hacia la ques se muestran como las típicas rocas waka tierra. Otro de estos libaderos (espacio para inka, veneradas por su propio poder y por su libar, arrojar el líquido) ubicamos en el patio conexión con los antepasados. Están alinea- del complejo 20, otro sector importante del das de manera que exponen eventos astronó- sitio. micos como la salida del sol en el solsticio de Dentro de la plaza se encuentra otro edifi- diciembre. Sobre el muro perimetral una roca cio de importancia pública, la kallanka (Fig. mas pequeña fue tallada ovoidemente cons- 3A). Se trataba de elongados edificios de te- truyéndose una especie de altar adherido al chos a dos aguas muy altos y empinados. Allí muro perimetral. A los pies de esta elevación se producían reuniones importantes donde se ubica una pequeña representación de an- se discutían cuestiones estatales y públicas denes de cultivo, posiblemente usado para a la manera de asambleas pero fuertemente cultivar una cantidad reservada de productos reglamentadas y disciplinadas, ya sea para la agrícolas especiales. Son atravesados por un ubicación de los grupos en el espacio como canal estrecho que trae agua desde una ver- de los turnos de oratoria. La chicha y la co- tiente a 2 km de distancia, atravesando el sitio mida pasaban de mano en mano dado que e introduciéndose a la plaza por el oeste para cualquier reunión política no podía estar seguir en dirección del ushnu. Las vertientes exenta de la ingesta de alcohol como forma eran consideradas lugares especiales donde de demostrar el comensalismo y la unión de brotaba la vida desde las entrañas de la mon- los presentes. También se celebraban rituales taña. y es probable que fuera usado como lugar de Ya por fuera de la plaza varias otras cons- actividades diversas cuando no había fiestas. trucciones funcionaron como recintos templo Una tercera construcción se destaca en la como por ejemplo el complejo 17. Una úni- plaza, un portal de 69 metros de largo con ca habitación sin techo en el medio de otra cuatro vanos. Se trata solo de una pared en estructura mayor de forma trapezoidal fun-

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Figura 3. Sectores de El Shincal de Quimivil. A) Gran kallanka dentro de la plaza; B) Entrada del ushnu; C) Plaza, ushnu y Cerro Aterrazado Oriental al fondo; D) Cerro Aterrazado Occidental, vista desde el oeste. Se observan al frente los andenes de cultivo ceremoniales. Autores: M. Giovannetti y Camila Salama.

cionaba como espacio de culto para volcar rían en el sitio de forma permanente. Serían líquidos a la tierra y compartir comidas con los custodios del lugar, sacerdotes y gober- las deidades. Pero también en las inmedia- nantes todo parte de una elite inka que con- ciones de la plaza se ubican la mayoría de las tarían también con un número importante construcciones que sirvieron de habitación a de personas de menor rango que harían los las doscientas o trescientas personas que vivi- trabajos cotidianos.

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Sobre los cerros que rodean el sitio ubi- distancia. En la base se encuentra un sitio camos cerca de setenta almacenes (qolqa) de Inka llamado Tambillo Viejo ya prospectado forma circular preservándose en la actuali- por Raffino tiempo atrás. dad las bases de piedra ya que por encima Estos indicios son de suma importancia de la superficie se construían en barro las para evaluar el grado de integración de los paredes y paja las techumbres. Esta canti- paisajes locales dentro de la cosmovisión dad de almacenes qolqa se explica en fun- inka. Parte del control territorial consistía en ción de la necesidad de almacenar cultivos dominar las fuerzas que emanaban de cada para fabricar la chicha y cocinar las comidas geografía particular con sus correspondien- consumidas en las fiestas. tes waka (espacios sagrados dotados de po- deres) que podían materializarse como ro- cas, montañas o ríos. Los arquitectos de El La arquitectura y su Shincal no dejaron librada al azar la ubica- orientación espacial, ción de los recintos, especialmente aquellos un mapa de la con fuertes connotaciones religiosas. cosmología inka

Hemos descubierto que el ushnu, no sola- La chicha mente se muestra como la representación de y las fiestas inka un escenario de ritos y ceremonias durante los eventos importantes. Es al mismo tiem- En la antropología y la arqueología des- po el eje espacial que marca alineamientos de hace tiempo se sabe que uno de los ele- hacia puntos que seguramente jugaron un mentos más importantes en las festividades rol fundamental en el paisaje sagrado. Co- llevadas adelante por diversas sociedades a menzando por la entrada, su desviación lo largo del mundo era la ingesta de gran- de 7º respecto de los ejes cardinales no es des cantidades de alcohol. En el mundo an- casual. La entrada tiene una coincidencia dino la más valorada bebida alcohólica era exacta con la dirección de uno de los picos la chicha de maíz, aunque no la única por montañosos más altos de América, el monte supuesto. Por ejemplo, en nuestras latitudes Pissis antiguamente conocido en quechua era muy famosa y preciada la aloja, bebida como Pillan Huasi distante a poco más de preparada a base de algarroba fermentada. 150 km al oeste sobre la cordillera. Pero no Pero necesitamos exponer las evidencias es la única línea importante. Hacia el sur tie- que nos permitieron conectar la práctica ne exacta coincidencia con la Loma Larga, de beber alcohol en cantidades, como suele un llamativo cerrito isla, que tiene evidencia darse en las fiestas, y lo sucedido en tiem- muy antigua de ceremoniales, posiblemen- pos de los inkas en El Shincal de Quimivil. te pre inkas. Una cueva Salamanca se ubica El primer elemento fue el hallazgo de una sobre su base. sorprendente cantidad de fragmentos de Las líneas diagonales que conectan cada botellones conocidos como aríbalos inka to- esquina también tienen sus sorpresas. Aque- dos en un mismo sector que denominamos lla NO-SE se dirige exactamente a la Piedra “zona de descarte”. Restos cerámicos de ta- Raja, complejo especial para el agua como maños considerables pertenecientes a estos veremos más adelante. La diagonal opuesta botellones de gran porte junto a otros más NE-SO atraviesa un lugar paisajísticamente pequeños nos condujeron a la inferencia di- especial, un cerro con una formación rocosa recta de un consumo masivo de bebidas al- morfológicamente poco común dado que cohólicas cuyos recipientes luego eran arro- presenta un gran bloque cuadrangular co- jados todos en un mismo lugar como una ronando la cima aunque visible a mucha especie de ritual de cierre o abandono. No

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Figura 4. Diferentes morteros múltiples cercanos a El Shincal. A) Conjunto Formas Raras; B) Conjunto Albá; C) Conjunto EGP; D) Conjunto Piedra Volcada. Autores. M. Giovannetti, Gregoria Cochero y Josefina Spina.

es común encontrar estos contextos con tan y usados en época inka. La excavación a los alta cantidad de aríbalos por lo que nuestra costados de dos de estas enormes rocas (uno suposición de su uso en las fiestas multitu- llamado EGP con 61 agujeros y otro Ruinas dinarias parecería bien encaminada. con 16) produjo evidencia de grandes fo- Pero fue el hallazgo y estudio de los es- gones, muchas ollas para cocinar, restos de pacios que funcionarían como las factorías aríbalos inka y una asombrosa cantidad de de chicha lo que dio el golpe definitivo para desechos vegetales quemados, restos de la sostener esta idea. Estos espacios singulares cocción de la chicha de algarroba y de maíz. se relacionaban con el emplazamiento de Calculamos que en total podrían haber tra- grandes rocas tapizadas de morteros comu- bajado más de 170 personas en simultáneo nales. La chicha requiere, como paso previo lo que impone la perspectiva de una enorme a su cocción, la molienda de los productos factoría para producir cientos de litros de vegetales con los que se confecciona. Du- bebidas y grandes cantidades de comidas. rante los años de investigación uno a uno Pero la evidencia ofreció información acerca fueron descubriéndose 24 rocas con muchas de cómo se trabajaba preparando la chicha. unidades de molienda que suman más de Creemos que se trataba de mujeres ya que 350 morteritos en total. Se los encuentra en se encontraron también objetos asociados el mismo perímetro de las ruinas como has- a labores femeninas. Por ejemplo, la tarea ta 3 km de distancia dispersos por todo el del hilado, identificándose contrapesos de cono aluvial. Nuestros estudios demostra- husos confeccionados sobre cerámica local ron que fueron contemporáneos, fabricados y otros del valle de Santa María. Agregamos

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que, de por sí, es común en el mundo an- sonas, la mayoría mujeres, molerían muchos dino que la molienda de granos sea un tra- vegetales diferentes, aunque predominante- bajo femenino. Como cerca de los morteros mente maíz y vainas de algarroba. Cocina- no existen residencias suponemos que a los rían el mismo en grandes ollas durante ho- morteros se acudía a cumplir con el tributo ras y volcarían la bebida en recipientes para en trabajo que exigía la ley inkaica ¿de que su almacenamiento y posterior servido. se trataba esto? En palabras sencillas, la or- ganización del trabajo durante el Tawantin- suyu se conformaba de turnos rotativos que Piedra Raja, la debía cumplir cada comunidad en diferentes combinación sagrada labores como la agricultura, la producción Roca-Agua de objetos (textiles, cerámica, bronce etc.) o como proponemos nosotros, la preparación Las evidencias de la sacralidad del sitio festiva. En este sentido es importante desta- El Shincal no se encuentran circunscritas al car que no solo pudimos identificar restos perímetro de las ruinas actuales. Todo el de la preparación de comidas y bebidas para cono aluvial del Quimivil presenta reliquias las fiestas sino que también restos de comi- inkaicas e incluso anteriores dispersas por da producto de la propia alimentación de una amplia zona que probablemente con- los trabajadores mientras cumplían su turno formara todo un paisaje ritual. Una de estas laboral. Las palomitas de maíz, pochoclo, es la denominada “Piedra Raja” (Fig. 5), un fueron parte de esa dieta conjuntamente con complejo para el pasaje de agua de magni- comidas que habrían incluido carne de ani- tudes sorprendentes donde se combinaron males silvestres. También sabemos a partir la maestría en conocimientos arquitectóni- del hallazgo de silbatos y boquillas de ins- cos, hidráulicos y la capacidad de movili- trumentos musicales de viento que la música zación de mucha fuerza laboral. Se trata de debe haber amenizado la monótona tarea de un canal tallado en la roca madre granítica moler. Se conoce por las crónicas españolas de un pequeño cerrito a 3 km de El Shincal que los turnos de trabajo eran acompañados en dirección SE. Su particularidad radica no por momentos de danza y música como una solo en la perfecta forma rectangular que forma de festejar la reunión social. dieron al conducto de aproximadamente Sabemos entonces, a partir del estudio de un metro de espesor, sino que buscaron la vestigios vegetales con técnicas que recu- distribución del agua a partir de la bifurca- peran evidencia microscópica que se molió ción en tres direcciones cada una con cierta maíz, algarroba, papa, poroto y algunos espectacularidad. El agua proviene desde el otros elementos. Todo esto fue corroborado sector SO probablemente como resultado de a su vez, por la evidencia arqueobotánica un intrincado sistemas de canales que irri- macroscópica que añadió restos de chañar gaba todo el cono aluvial con aguas del río y también granos de un tiempo histórico Quimivil. Desde esa dirección continuaba posterior ya dentro de la conquista españo- en sentido NE culminando en una caída de la. Sabemos que estos grandes morteros si- sólo un metro de altura. Lamentablemente guieron usándose durante el período que los el actual campo de nogales ha dejado pocos arqueólogos llamamos “Hispano-Indígena” vestigios más allá del canal tallado en la roca porque se identificaron algunos granos de pero suponemos que la estructura se conti- trigo, cebada e incluso un par de semillas de nuaría en canales cavados en la tierra y recu- uva. Pero más importante fueron los morte- biertos en piedra. ros durante el período inka donde en algu- Con las desviaciones perpendiculares rea- nos momentos del año, concordando con las lizaron dos artilugios imponentes. Por un fechas festivas un flujo permanente de per- lado para dirigir agua en dirección NO cons-

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Figura 5. Complejo Piedra Raja. A) Canal tallado en la roca, dirección SO-NE. Al costado rampa de 45º; B) Abertura pasadizo sobre el cerro para el pasaje de agua; C) Pasadizo por dentro. Autor: M. Giovannetti.

truyeron una rampa tallada en la roca de 45º plejo distribuidor de agua de riego para de pendiente. Para el SE se expone el detalle abastecer campos agrícolas. Sabemos por más espectacular. Abrieron una grieta en el otros sitios donde se usó el sistema de tallar cerro mismo con paredes de 4 a 5 metros de la roca madre para la distribución de agua alto a lo largo de casi 20 metros (Fig. 5 B y C). que este tipo de tecnología era usada. Pen- En ese estrecho pasadizo de 30 a 40 centíme- samos, por ejemplo, en los extensos canales tros, hacían fluir el agua posiblemente con agrícolas del valle de Iglesia en la provincia un efecto sonoro imponente. Las paredes se de San Juan atribuidos a un período previo encuentran perfectamente talladas y pulidas a los inkas y mejorado luego por estos Pero dando un efecto de roca cortada industrial- luego verificamos que el espacio recortado mente aunque sabemos que el trabajo se al cerro para realizar tan magníficos canales hizo solo con cinceles de cuarzo, bronce y era mínimo comparado a los cientos de me- pulidores de rodados de río. tros donde el problema de la distribución fue Nuestros estudios nos llevaron a pensar solucionado sencillamente con menos inver- en un comienzo que se trataba de un com- sión de esfuerzo a través de los canales en la

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tierra tapizados con roca. El complejo Piedra lativamente amplias de sectores limpios de Raja aparece como un punto único con “ex- rocas que perturbaran la tierra agrícola con travagancias” para nada útiles pensando en algunos muros de contención y marcación. la simple distribución del regadío. A partir Los segundos son los trabajos realizados de aquí surgieron las ideas sobre su signi- sobre las laderas de empinadas pendientes ficado especial que superara la utilización donde andenes tapizaban todo el espacio agrícola que, por otra parte, no la descarta- (Fig. 6). Se construyeron mediante muros mos. Es sabido que en la cosmovisión inka de contención de pirca rellenos con tierra la montaña -y por ende su expresión menor, fértil buscando largas y angostas superficies la roca- tiene un vínculo especial con el agua llanas que recorrieran la topografía de la al ser ambas materializaciones de entidades montaña. Sabemos que se trata de un lugar sagradas donde residen, y en muchos casos muy antiguo que se remonta hasta periodos son en sí mismos, espíritus poderosos carga- formativos, es decir el comienzo de las pri- dos de muchos poderes. El agua purifica y meras aldeas agrícolas pocos siglos antes de la roca contiene y despierta la memoria an- la era cristiana. Siguió funcionando duran- tigua, saberes y conocimientos ancestrales. te siglos y fue apropiado y expandido por Los peregrinajes hacia lugares sagrados eran los inkas para que las poblaciones locales lo interceptados por puntos especiales donde trabajaran como forma de pagar su tributo el viajero purificaba su cuerpo a través del de trabajo. El producto agrícola se enviaba agua, eran los llamados paqcha. Pensamos a los almacenes qolqa de El Shincal para ser que la Piedra Raja pudo haber cumplido un consumidos en su mayoría en las reuniones rol especial como punto de purificación an- festivas. tes de llegar al sitio sagrado en cuestión, o sea el Shincal para participar de las ceremo- nias, ritos y las fiestas. Lo imponente de pre- Quillay, la alquimia sencia a pocos kilómetros del sitio nos indica de transformar la roca su vínculo con estas prácticas. en metal

El otro sitio importante que se encuentra Los Colorados, los bajo la órbita de nuestro proyecto es Qui- campos agrícolas llay. Un asentamiento pequeño en el valle de Hualfín que no destaca por sus recintos Otro sitio conectado con El Shincal de habitacionales sino por sus magníficos y Quimivil a poco más de 16 kilómetros ha- únicos hornos de fundición mineral. Once cia el NO es el enorme complejo agrícola recintos de piedra bocha (rodados de río) de Los Colorados. Un camino antiguo con desplegados de una forma particular en tramos de roca y señales rupestres conecta una línea norte-sur habrían sido habitacio- ambos sitios, lo que demuestra el importan- nes de hospedaje de trabajadores del metal te vínculo entre ambos lugares. Decíamos que fundían en decenas de hornos (hemos previamente que para las masivas fiestas en ubicado una treintena por el momento), el El Shincal se consumían grandes cantidades mineral cúprico atrapado en su roca natu- de comidas y bebidas preparadas en base a ral. Posiblemente era traído de Andalgalá, recursos cultivados. Pues entonces la ma- más al este. Los hornos presentan una fiso- yor extensión de los campos agrícolas que nomía no conocida hasta el momento con abastecían se encontraban aquí donde por dos cámaras, una inferior y otra superior el momento hemos relevado más de tres- de importantes dimensiones conectadas por cientas hectáreas de canchones y andenes agujeros comunicantes (Fig. 7). El mineral de cultivo. Los primeros son extensiones re- molido se colocaba arriba mientras que aba-

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Figura 6. Andenes de cultivo sobre la ladera en el sitio Los Colorados. A) Varios andenes uno por encima de otro; B) Detalle de un muro de contención de un andén. Era común utilizar grandes rocas que se encontraban previamente. Autores: M. Giovannetti y Gregoria Cochero.

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Figura 7. Hornos de fundición metalúrgica de Quillay. A) Ejemplar excavado exponiendo ambas cámaras, superior e inferior; B) Cámara superior de un ejemplar no excavado. Autora: Josefina Spina.

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jo el gran fuego que alimentaba con calor. era deber de los hombres, los inkas, servir También en la parte inferior se recibían las a todas estas entidades pidiendo, al mismo chorreaduras de material fundido para ser tiempo que agradeciendo y devolviendo re- colectado y extraído del horno. cíprocamente, buenaventura, favores o pro- Este asentamiento formaba parte del com- tección. Sitios como El Shincal son la mate- plejo de producción metalúrgica inkaica rialización espacial y arquitectónica de estas aunque supieron aprovechar muy bien los prácticas que en general se realizaban ante conocimientos especializados de las pobla- la presencia multitudinaria de contingentes ciones locales que se encuentran entre los arribados desde muy lejos a participar de más avanzados para su época. los ceremoniales. Las fiestas eran parte de esto y el poder generoso de un Estado que debía reciprocidad para quienes trabajaban Conclusión. Un mundo por el mismo, se demostraba en todo su lujo organizado de vínculos y esplendor. En Los Colorados toneladas de sagrados, jerarquías y productos agrícolas se cosechaban para ir demostración de poder. a parar a los almacenes qolqa de El Shincal. Luego a su momento se trasladaban a los Brevemente dimos un pantallazo de los moteros para producir la preciada chicha y estudios que llevamos adelante en los si- los manjares que agasajarían a los invitados. tios El Shincal de Quimivil, Los Colorados Sacerdotes y gobernantes oficiarían los ritos y Quillay desde hace más de diez años. En desde el ushnu o los cerros aterrazados para el primer caso se cuenta con varios años así dar continuidad a los ciclos del tejido so- de investigaciones previas pero nuestras cial del Tawantinsuyu donde año tras año se propuestas incorporan nuevos enfoques y renovaban los compromisos con los grupos revisiones. Para Quillay los estudios eran locales conquistados, quienes a su vez paga- demasiado superficiales por lo que se espera ban con su fuerza laboral como por ejemplo, mucho más de este sitio que recién comienza en los hornos de Quillay, en la preparación su época de investigaciones sistemáticas. Y de las fiestas o en las tierras agrícolas de Los finalmente para Los Colorados es un pano- Colorados. Y así se reproducía la esencia del rama nuevo con estudios de base ¿Qué he- Tawantinsuyu. mos podido establecer con nuestras investi- gaciones? En primer lugar siguiendo la idea ya propuesta por Raffino, Farrington y A. R. Lecturas sugeridas González se corrobora permanentemente la importancia del El Shincal de Quimivil den- Farrington, I. 1999. El Shincal: un Cusco del Ko- tro del esquema sociopolítico del Tawantin- llasuyu. En Diez Marín, C. (Ed.) Actas del suyu en su expansión conquistadora. Pero XII Congreso Nacional de Arqueología Ar- aparte de esto se nos presentan los vestigios gentina. Tomo I. Pp: 53-62. La Plata. de un complejo mundo que muchas veces Giovannetti, M., Cochero C. , Espósito P.y nos es difícil comprender en muchos aspec- Spina, J. 2010. Excavación y análisis de un mortero múltiple a través de la diversidad tos. Un mundo de poder político y guerrero, de su registro y su relación con la eviden- de jerarquías sociales bien marcadas y de cia cerámica. En Bárcena y Chiavazza (Eds.) contingentes laborales trasladados de aquí Arqueología Argentina en el bicentenario para allá conviviendo con toda clase de seres, de la Revolución de Mayo. FFyL , UNCu– para nosotros sobrenaturales, dentro de una INCIHUSA. Pp: 163-168. Mendoza. naturaleza cargada de vida en las rocas, los Giovannetti, M. y Raffino, R. 2011. Piedra Raja. ríos, las montañas y los bosques. Ese mun- La arquitectura hidráulica inka de escala do se encontraba en permanente conexión y monumental en El Shincal de Quimivil. Es-

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tudios Atacameños nro. 42:33-52. Lynch, J., Giovannetti, M. y Páez, M. 2013. Ush- Giovannetti M., Spina J., Cochero G., Corrado nus of the Inca provincial region: An analy- G., Aljanati L., Valderrama M. 2012. Nuevos sis of two ceremonial platforms from Inca estudios en el sector “Casa del Kuraka” del sites in Catamarca (Argentina). Journal of sitio El Shincal de Quimivil (Dpto. Belen, Anthropological Archaeology. 32:97-108. prov. Catamarca, Argentina). Revista Inka Elsevier. Llaqta Nro. 3: 161-190. Raffino, R. 2004. El Shincal de Quimivil. Edi- Giovannetti, M; Spina J; Páez M. C; Cochero torial Sarquís. San Fernando del Valle de G; Rossi A. y Espósito P. 2013. En busca de Catamarca. las festividades del Tawantinsuyu. Análisis Raffino, R. 2007. Poblaciones Indígenas en Ar- de los tiestos de un sector de descarte de El gentina. Urbanismo y proceso social preco- Shincal de Quimivil. Intersecciones en An- lombino. Emecé Editores. Buenos Aires. tropología 14: 67-82. Pino Matos, J. 2013. El ushnu de Huánuco Pam- González, A. R. 1966. Las Ruinas del Shincal. pa: una plataforma ceremonial Inca como Primer Congreso de Historia de Catamarca. lugar de libaciones y eje de planificación de Tomo Tercero. Junta de Estudios Históricas un centro administrativo religioso en los de Catamarca. Pp: 15-28. Catamarca. Andes Centrales. Arqueología y Sociedad Nº 26: 249-264.

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CAPíTULO ARQUEOLOGÍA E HISTORIA DE LOS PAISAJES CULTURALES DE LAS 13 SERRANÍAS DE EL ALTO-ANCASTI

Lucas I. Gheco1,2, Ana S. Meléndez2, Marcos N. Quesada1,2, María G. Granizo2 y Marcos R. Gastaldi1,3

1CONICET; 2Escuela de Arqueología, UNCa; 3 Museo de Antropología, FFyH, UNC.

La Sierra de El Alto-Ancasti posee una compleja historia cultural de la cual sólo conocemos algunas partes. A partir de la investigación arqueológica, en este trabajo se exponen algunos fragmentos de este proceso histórico: la vida campesina en las cumbres serranas del primer milenio d.C., los rituales desarrollados en las cuevas con arte rupestre y las transformaciones sufridas por las poblaciones locales a partir de su inserción al sistema capitalista.

INTRODUCCIóN te puntualizada en el estudio de los sitios con arte rupestre tales como La Candelaria El sector serrano del este catamarqueño o La Tunita. es mucho más que un bello paisaje. Los pas- Desde el año 2009, nuestro equipo de in- tizales de altura de la cumbre de la Sierra vestigación de la Escuela de Arqueología de de Ancasti, así como el espeso bosque de la Universidad Nacional de Catamarca se las partes más bajas que descienden hacia la propuso integrar los estudios arqueológi- provincia de Santiago del Estero, albergan cos con la información procedente de otras una rica historia cultural con asentamientos fuentes, como los documentos históricos humanos que datan de varios cientos o mi- y los relatos que perduran en la tradición les de años. Distintos investigadores, como oral de las poblaciones actuales, en pos de Romualdo Ardisonne, Omar Barrionuevo perseguir el objetivo general de reconstruir y Nicolás De la Fuente comenzaron con el los procesos históricos desarrollados en esta estudio de esta zona. Sin embargo, en com- zona, desde los primeros registros de grupos paración con los valles, bolsones y altiplani- cazadores-recolectores precerámicos hasta cies del oeste provincial, la arqueología del nuestros días. Estas investigaciones comen- área es menos conocida y fundamentalmen- zaron a exponer una imagen que muestra,

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Figura 1. Mapa de la sierra con ubicación de los sitios mencionados en el trabajo.

al menos desde los siglos VII y VIII de la era también expone las diversas líneas de inves- cristiana, diferentes grupos asentados a lo tigación que viene llevando adelante nues- largo y ancho de toda la sierra, viviendo en tro equipo de trabajo. poblados estables y desarrollando sus acti- vidades productivas agrícolas y ganaderas. Aún hay muchos episodios de esta histo- La vida campesina en las ria que desconocemos. Sin embargo, pode- cumbres de Ancasti mos intentar resumir algunos aspectos de este proceso en tres partes que pueden ser- Los primeros estudios arqueológicos rea- vir al lector para formarse una idea aproxi- lizados en la sierra se concentraron en el re- mada de cómo era vivir en la sierra: la vida gistro de las terrazas de cultivo y los morte- campesina en las cumbres serranas del pri- ros hallados en las cercanías de la localidad mer milenio d.C., los rituales desarrollados de Ancasti. Esta búsqueda no tenía el único en las cuevas con arte rupestre y las trans- fin de avanzar en el conocimiento de las for- formaciones sufridas a partir de la inserción mas de producción prehispánicas sino que de las poblaciones a mercados comerciales pretendía trazar la frontera de lo que se con- más amplios, principalmente los emprendi- sideraba como el área cultural andina. En mientos mineros. Cada uno de estos puntos este sentido, se suponía que la observación

154 CAPíTULO 13 ARQUEOLOGÍA E HISTORIA DE LOS PAISAJES CULTURALES DE LAS SERRANÍAS DE EL ALTO-ANCASTI Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca de las terrazas en esta zona, y no en sectores Ancasti se convertía en el límite o la fron- más al este, indicaba el límite oriental de los tera que unía y separaba dos grandes áreas avanzados desarrollos culturales andinos. culturales con formas de vida diferentes: los Del mismo modo, según este modelo las Andes y la Floresta Tropical. llanuras chaco-santiagueñas habrían sido A esta visión se sumaron otros autores el hogar de pueblos diferentes y de menor que hicieron referencia a la utilidad de la complejidad cultural, por lo cual la sierra de sierra como fuente de aprovisionamien-

Figura 2. Plano del sitio ET 19.

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to para los pueblos de ambos sectores. La que ésta debería ser en la zona que nos ocu- posibilidad de criar y cazar camélidos en la pa. Hay allí una mayor densidad de vivien- cumbre y los múltiples recursos del denso das y espacios agrícolas, que lo hacen más bosque de los sectores más bajos (cebil, plu- semejante a comunidades campesinas auto- mas, frutos, animales, etc.) fueron algunos suficientes que a espacios productivos de- de los elementos que avalaron esta hipótesis pendientes de centros más desarrollados. cuya contrapartida fue la consideración de Luego de varios trabajos de relevamien- esta zona como una periferia marginal en tos en un área próxima a la localidad de El términos políticos con respecto de los cen- Taco fueron localizados diferentes sitios ar- tros económicos ubicados en el piedemonte queológicos que pueden clasificarse en dos del Valle de Catamarca. categorías principales: a) conjuntos habita- Todas estas investigaciones exhibieron a cionales y b) áreas agrícolas. la sierra como una zona marginal y de fron- Con respecto a los primeros, algunos de tera, proveedora de recursos exóticos y de- ellos –los mayores- pueden tener más de pendiente de otras áreas con mayor poder veintiocho recintos de formas cuadrangula- político y económico. Sin embargo, nuestro res, como en el caso de ET 19. Suelen mos- estudiodel paisaje arqueológico en las serra- trar un sector de mayor densidad arquitec- nías de El Alto-Ancasti parece mostrar una tónica, que consiste en una serie de recintos forma de construcción del espacio social un amplios (que pueden superar los 30 m de tanto alejada de lo esperado para una peri- lado) que pudieron haber sido patios. Al- feria, al menos del modo en que se piensa rededor de estos se disponen otros recin-

Figura 3. Ejemplos de terrazas agrícolas.

156 CAPíTULO 13 ARQUEOLOGÍA E HISTORIA DE LOS PAISAJES CULTURALES DE LAS SERRANÍAS DE EL ALTO-ANCASTI Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca tos más pequeños (de hasta 4 m de lado), postería de rocas de tamaños variables, aun- que pudieron funcionar como habitación o, que ya no lajas, dispuestas horizontalmen- al menos, haber estado completamente te- te, dejando una cara más regular de la roca chados. Algo más alejados pero definitiva- hacia el exterior del muro. Desconocemos la mente integrando el conjunto habitacional, altura que alcanzaba este componente supe- pueden aparecer otros recintos amplios y rior porque aparece muy deteriorado, pero también muros bajos paralelos que confor- podemos presumir por la gran cantidad de man niveles aterrazados de probable uso rocas derrumbadas extraídas en la excava- agrícola. ción de uno de los recintos que pudieron En relación a la arquitectura, es posible haber alcanzado una altura considerable. apreciar una relativa homogeneidad entre Las prospecciones también han puesto en las distintas estructuras identificadas. Los evidencia que un gran número de las caña- muros tienen dos cuerpos. El inferior con- das que descienden hacia los arroyos prin- siste en una doble hilera de lajas de esquisto cipales han sido preparadas para la práctica dispuestas de canto dejando entre ellas un del cultivo. Esto sucedió específicamente espacio que fue rellenado con tierra (que al mediante la construcción de muros que, parecer contenía materiales arqueológicos). atravesando las cañadas, formaban sucesi- La altura de este cuerpo es variable en fun- vos niveles aterrazados. ción de la altura de las lajas, que en algunos Además, hay otro tipo de estructura vin- casos superan el metro de longitud. El cuer- culada a las prácticas agrícola. En algunas po superior está conformado por una mam- cañadas se activaron procesos de erosión re-

Figura 4. Excavación del sitio ET 19.

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trocedente que dieron lugar a la formación ción. Uno es el que estamos describiendo en de cárcavas que pusieron en peligro la in- la segunda mitad del primer milenio d.C., y tegridad de algunos de los espacios agríco- el otro es el conformado por la ocupación ac- las aterrazados, por lo cual se construyeron tual y reciente, representada por viviendas muros de hasta dos metros de altura que que no parecen ser anteriores a la segunda parecen haber estado destinados a detener, mitad del siglo XIX. No hemos hallado indi- o al menos demorar, el avance de la erosión cios de ocupación que pudieran ser ubicados Pero, ¿cómo se articulan estos tipos de es- cronológicamente en el lapso temporal que tructuras en la construcción concreta de los en otros sectores del NOA está representado paisajes campesinos? Por un lado, existe una por el período Tardío o de Desarrollos Re- clara relación entre los conjuntos habitacio- gionales, ni del período Colonial. nales y determinadas espacios que podría- mos definir como explanadas elevadas en la cumbre de las lomadas. Estos lugares, pa- Arte rupestre y recen haber sido los terrenos seleccionados espacios rituales para construir las casas y los corrales dado que allí fueron localizados la mayoría de los La ladera este de la sierra de Ancasti es re- sitios arqueológicos. No hemos podido de- conocida como uno de los lugares de arte ru- tectar ningún caso de conjunto habitacional pestre más importantes de Sudamérica. Las en, por ejemplo, las cañadas o las terrazas magníficas pinturas de sitios como La Can- aluviales de los arroyos principales. Por delaria, La Tunita, Oyola y Los Algarrobales otro lado, las terrazas aparecen tanto en las han ilustrado las páginas de numerosos li- explanadas elevadas como en las cañadas bros y artículos científicos en todo el mun- que descienden desde éstas a los colectores do. Si bien aún no contamos con un registro principales. completo de la cantidad de cuevas y aleros Debemos reconocer que aún no tenemos pintados o grabados, nuestros estudios han un panorama claro de la cronología de cada identificado más de un centenar dispersos sitioque nos proporcione elementos más en toda la sierra. certeros sobre una posible simultaneidad Fueron Nicolás De la Fuente, Ángel Se- de ocupación dealgunos de estos. Las ex- gura, Omar Barrionuevo y Amalia Gramajo cavaciones en dos de los recintos de ET19 de Martínez Moreno los primeros investiga- han proporcionado muestras cuya datación dores en emprender el estudio del arte ru- ubica la ocupación del sitio entre los siglos pestre de las serranías de Ancasti a media- VII y VIII d.C. También podemos indicar dos del siglo pasado. En su mayoría, todos que las cerámicas recuperadas en esta exca- coincidieron en vincular las pinturas de las vación, cuyas características las vinculan al cuevas con la cultura de La Aguada a partir Periodo de Integración Regional que común- de la comparación de los diseños rupestres mente fue relacionado con la Cultura de La con los motivos cerámicos. De este modo, Aguada, son comparables a las recolectadas fue asumido que el arte rupestre de la sierra en la superficie de los demás sitios, lo cual habría sido realizado en el período tradicio- se suma a las similitudes ya explicadas en la nalmente relacionado a esta cultura, es de- elección del emplazamiento y las técnicas de cir, en la segunda mitad del primer milenio construcción. de la era cristiana. Otro problema similar radica en la asigna- Algunas escenas de danzas y sacrificios ción cronológica de las estructuras agrícolas. en La Tunita y La Candelaria condujeron a Al respecto, podemos indicar que, sobre la los investigadores a proponer que las cue- base de las prospecciones realizadas, el área vas con arte habrían sido antiguos espacios de El Taco registrados momentos de ocupa- rituales. La ubicación de muchos de estos

158 CAPíTULO 13 ARQUEOLOGÍA E HISTORIA DE LOS PAISAJES CULTURALES DE LAS SERRANÍAS DE EL ALTO-ANCASTI Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 5. Arte rupestre de la cueva de La Candelaria o La Salamanca.

Figura 6. Motivos rupestres de la cueva 14 de Oyola.

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abrigos en medio del bosque de cebil que Los materiales utilizados fueron óxidos de se esparce en las lomadas bajas del Ancasti hierro para los tonos rojos y calcita y yeso reafirmó esta hipótesis dado que las semi- para los colores blancos. Estos pigmentos llas de este árbol han sido utilizadas como fueron mezclados con alguna sustancia alucinógenos desde tiempos prehispánicos. orgánica, quizás grasa o resina, para darle Sin embargo, los relevamientos y sondeos consistencia y adhesión. emprendidos en las cuevas no brindaron La existencia de diferentes mezclas pig- otras evidencias materiales de este tipo de mentarias o, para decirlo más sencillo, di- actividades. ferentes “tarros de pintura”, nos permite Más cercanos en el tiempo, otros investi- pensar en distintos eventos de pintado de gadores han continuado el estudio del arte los abrigos, quizás separados por varios rupestre de la zona, como Ana María Lla- años o siglos. Si a este dato lo correlaciona- mazares, Mónica Gudemos, Carlos Nazar e mos con las superposiciones entre figuras y Inés Gordillo. De la misma manera, nuestro las diferencias iconográficas entre los moti- equipo de trabajo se avocó a esta temática vos, la historia comienza a ser bastante más con el objetivo de desentrañar las historias compleja y extensa de lo que creíamos. Por de pintado que crearon y transformaron los ejemplo, en la cueva Oyola 7 hemos iden- repertorios plásticos de los abrigos con arte. tificado más de siete eventos de confección Un conjunto de indicios detectados en las de motivos que fueron transformando los primeras visitas a los sitios nos hizo sospe- paneles pintados, probablemente resignifi- char que las cuevas pintadas no fueron el cando las pinturas en el tiempo. resultado de un único evento de confección Ahora bien, ¿qué hacían las personas de motivos sino la consecuencia de muchas dentro de las cuevas pintadas? Para inten- ocasiones en las que diferentes personas tar responder este interrogante, ensayamos hicieron nuevos dibujos. Las diferencias dos caminos complementarios. Por un lado, estilísticas entre las figuras, los distintos estudiamos las características espaciales de tonos cromáticos y la presencia de algunas los abrigos con arte rupestre (tamaño, ilu- superposiciones fueron algunas de las pis- minación, visión de las pinturas desde el tas que nos guiaron en ese sentido. A partir exterior, visión desde y hacia el abrigo, etc.). de entonces, desarrollamos varias líneas de Estos datos nos permitieron inferir la exis- investigación para avanzar sobre esta hipó- tencia de diferentes lógicas de selección de tesis mediante estudios químicos, morfoló- los espacios pintados que probablemente gicos y espaciales. hayan estado vinculados a las actividades Varias técnicas de análisis químicos fue- allí realizadas. Es decir, entre la cantidad de ron utilizadas para conocer los compuestos cuevas que podían ser pintadas, sólo fueron usados en la confección de las pinturas. Para elegidas algunas con características deter- esto fueron tomadas pequeñas muestras (1 minadas. Algunos sitios, como la Cueva de mm2 aproximadamente)de los motivos pin- La Candelaria, habrían permitido la realiza- tados en las cuevas del sitio arqueológico de ción de eventos con muchos participantes, Oyola, , que luego fueron estudiadas me- quizás desarrollando danzas similares a las diante Microscopía Electrónica de Barrido representadas en los techos de las cuevas. con análisis elemental, Difracción de Rayos Otros abrigos, por el contrario, sólo habrían X, Espectroscopía Infrarroja y Fluorescencia admitido la presencia simultánea de unas de Raxos X. Los resultados nos permitieron pocas personas, en ocasiones no más de dos, conocer que al interior de algunos abrigos constituyendo espacios íntimos. Si bien no –como la cueva 7 de Oyola- existen diferen- sabemos con exactitud qué actividades se tes composiciones de pinturas de los mis- practicaron en cada caso, bien podemos su- mos colores (varios blancos, rojos y negros). poner que la elección de espacios diferentes

160 CAPíTULO 13 ARQUEOLOGÍA E HISTORIA DE LOS PAISAJES CULTURALES DE LAS SERRANÍAS DE EL ALTO-ANCASTI Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca es el resultado de la realización de activida- Aguada. Sin embargo, nuestros estudios han des distintas. Para avanzar en este aspecto, detectado un conjunto de indicios que nos comenzamos a transitar otro camino: la ex- permiten sospechar que el arte rupestre de cavación de una cueva con arte. la zona es un fenómeno de mayor duración La excavación total y en detalle del abri- temporal, con algunas pinturas que podrían go 7 de Oyola es el primer estudio de este ser más tempranas y vinculadas a grupos tipo desarrollado en una cueva con arte de cazadores recolectores –por ejemplo los tra- la sierra. Luego de la primera temporada de zos rojos en la Cueva del Gallo- y otras de los trabajos de campo hemos podido recolectar momentos tardíos, coloniales y republicanos. diferentes materiales cerámicos, líticos y Los futuros trabajos tienen como objetivo po- óseos que luego del correspondiente análi- der obtener fechados absolutos de estas pin- sis nos permitirán tener una mayor precisión turas. sobre qué actividades eran desarrolladas en este espacio. Por último conviene referirnos al marco Arqueología histórica cronológico de estos procesos de pintado. La mayoría de los investigadores, como vimos, La historia de las sierras de El Alto-Ancasti vinculó las pinturas rupestres del Ancasti con ha comenzado a ser estudiada en profundi- la cultura de La Aguada entre el 500 y el 900 dad recientemente. Se sabe, sin embargo, que d.C. Los únicos fechados absolutos del arte el área estuvo ocupada por comunidades rupestre de la zona fueron obtenidos por Lla- indígenas que fueron reducidas a partir de mazares en la cueva de La Candelaria a partir 1552, cuando se otorgó la primera merced del análisis radiométrico de las pinturas, con de tierras en territorio argentino cuya docu- una datación entre el 700 y el 1200 d.C., lo mentación aún se conserva. Durante el Siglo cual coincide con la adscripción cultural a La XVII estas serranías son identificadas en la

Figura 7. Mina Dal.

ARQUEOLOGÍA E HISTORIA DE LOS PAISAJES CULTURALES CAPíTULO 13 161 DE LAS SERRANÍAS DE EL ALTO-ANCASTI Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

documentación colonial con el nombre de la instalación de establecimientos industria- Cordillera de Santiago, Sierras de Santiago o les en los siglos XIX y XX, a través de los casos Partido de Santiago. En ese tiempo las sierras de Mina Romay y especialmente la historia aparecen repartidas en una serie de estancias de funcionamiento de Mina Dal, cerca de la y hacia 1748 son divididas en dos curatos, el localidad de Guayamba (Dpto. El Alto). de la Concepción de las Sierras de Guayam- Esta explotación minera ubicada en el seno ba-al Norte- y el de las Sierras de Ancaste -al de una comunidad campesina y dedicada a Sur-, apareciendo en la documentación de la extracción de Fluorita (mineral utilizado esta manera a lo largo del siglo XVIII y la pri- como fundente en la industria siderúrgi- mera mitad del XIX. ca) fue instalada durante la década de 1930, Es en este último período cuando se esta- cuando la economía se orientaba hacia el cre- blece en la primera Constitución de la Provin- cimiento de la industria nacional. Durante cia de Catamarca que para su administración sus años de funcionamiento pasó de ser una la sierra será dividida en departamentos y las pequeña explotación artesanal que se convir- tierras toman su configuración actual. Al nor- tió en un emprendimiento de carácter indus- te, parte de las tierras pasan a formar el de- trial, que codificaba su organización espacial partamento Santa Rosa y el resto se mantiene y temporal del proceso productivo en un con el nombre de El Alto mientras que al sur esquema jerárquico en el que se veían invo- queda conformado el actual departamento lucrados los pobladores locales. Mediante el Ancasti. análisis de su arquitectura se realizó una his- En esta última sección nos queremos refe- torización del emprendimiento, en la que no rir a un conjunto de trabajos que el equipo sólo se hizo visible el proceso de crecimiento de investigación ha realizado sobre el regis- y consolidación dela mina, sino que también tro de los paisajes más recientes, centrándose pudo observarse cómo la comunidad cam- en temas como la materialización de las ju- pesina vinculada laboralmente a la mina re- risdicciones eclesiásticas desde el siglo XIX a elaboró, incluso materialmente, esa lógica lo- partir del estudio de la iglesia de San Roque grando reproducir en algún grado sus estruc- de Ancastillo ubicada en el departamento turas tradicionales en ese mismo espacio. En Ancasti. Esta construcción es conocida según este caso pudimos observar en la instalación la tradición oral como las ruinas de una anti- minera una alternancia entre las estructuras gua construcción Jesuita que dataría del año destinadas al trabajo del mineral y las vivien- 1616, si bien no se encontró documentación das del campamento, de pequeñas huertas que lo respalde. Fue tomada en nuestros tra- y corrales, como así también modificaciones bajos como un hito arquitectónico único en en algunas de las casas del emprendimiento las serranías de Ancasti dado que debió ser que hablaban de una clara apropiación de las un punto de referencia obligatoria entre sus familias campesinas de este espacio, donde habitantes, siendo importante conocer como lograron convivir de alguna manera dos lógi- las prácticas y significaciones de quienes la cas productivas hasta el cierre del emprendi- rodearon fueron moldeando, a través de los miento. La década de 1990 con la apertura de siglos, su historia. las importaciones llevo a una retracción de la Por otro lado, también investigamos sobre industria nacional y el ocaso de la mina. la construcción del paisaje ganadero desde el siglo XIX, trabajo que se continúa actual- mente. Sobre esto podemos destacar el rele- Palabras finales vamiento de las pircas que delimitan las pro- piedades y los puestos vinculados a éstas. De Cada una de las secciones anteriores expone manera más extensa los trabajos se han aden- parte de una rica y compleja historia cultural trado también en temas como el impacto de desarrollada en las serranías de El Alto-An-

162 CAPíTULO 13 ARQUEOLOGÍA E HISTORIA DE LOS PAISAJES CULTURALES DE LAS SERRANÍAS DE EL ALTO-ANCASTI Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca casti y que recién estamos comenzado a com- Lecturas Sugeridas prender. Por un lado, la vida campesina en las cumbres serranas entre los siglos VI y VIII Gheco, L. 2012. Una historia en la pared. Hacia nos permite observar cómo estas tierras eran una visión diacrónica del arte rupestre de ocupadas intensamente, con construcciones Oyola. Tesis para optar por el grado de Licen- que permitían la producción agrícola y gana- ciado en Arqueología. Escuela de Arqueolo- gía, UNCa. Catamarca. dera con un elevado grado de autoabasteci- Gheco, L. y Quesada, M. 2013. Montajes poli- miento. En otro sentido, las extraordinarias crónicos en el arte rupestre prehispánico de manifestaciones de arte rupestre exhiben una Oyola, Provincia de Catamarca – Argentina. multiplicidad de escenarios y de actividades, En Las redes del arte. Intercambios, procesos quizás vinculadas a prácticas rituales diferen- y trayectos en la circulación de las imágenes. tes. Grandes rocas horizontales con profun- Dolinko, S.; Szir, S. y M. Baldasarrecomp. dos grabados como los de Puesto La Mesada, Buenos Aires: CAIA. las intrigantes pinturas de La Candelaria y Gheco, L.; Quesada, M.; G. Ybarra; A. Poliszuk las numerosas cuevas con arte de Oyola son y O. Burgos. 2013. Espacios rupestres como sólo algunos ejemplos de esta diversidad. Por “obras abiertas”: una mirada a los procesos de confección y transformación de los abrigos último, la histórica post-hispánica de la zona, con arte rupestre del Este de Catamarca (Ar- que dista de ser uniforme y sencilla, y de la gentina). En Revista Española de Antropolo- cual recién estamos empezando a compren- gía Americana. Vol. 43. N º 2. Pp. 353-368. Ma- der su desarrollo y transformaciones a través drid: Universidad Complutense de Madrid. de los ejemplos de la Iglesia de San Roque de Meléndez, A. S. 2011. Mina Dal: Arqueología en Ancastillo y la Mina Dal. un emprendimiento minero en el este cata- A pesar de los esfuerzos emprendidos en el marqueño. Trabajo inédito presentado en estudio de la historia de esta zona, descono- el Simposio Nacional e Internacional de Ar- cemos algunos fragmentos de este proceso, queología Histórica. Rosario, Santa Fe. Meléndez, Ana S. 2012. Espacios Campesinos, partes que aún no pueden ser contadas. No Tiempos Mineros: La Comunidad de Gua- sabemos con precisión qué sucedía en estas yamba y la Instalación de Mina Dal. Trabajo tierras antes de la era cristiana, ni qué pasó inédito presentado en el V Congreso Nacio- entre los siglos XIII y XVI. Sin embargo, al- nal e Internacional de Arqueología Histórica gunos indicios preliminares nos permiten Argentina. Realizado en la provincia de Bue- esperar que futuros trabajos comiencen a nos Aires. responder estos interrogantes. Nuestros fu- Meléndez, A. S. 2012. En el espacio del otro. Dis- turos trabajos se dirigen en este sentido. ciplinas y Indisciplinas en Mina Dal. Tesis de Licenciatura Inédita. Escuela de Arqueología. Universidad Nacional de Catamarca. Moreno, E. y Quesada, M. 2012. Análisis prelimi- Agradecimientos nar del conjunto arqueofaunístico de El Taco 19, Sierras de El Alto-Ancasti, Catamarca. En Este trabajo fue realizado gracias al apo- Comechingonia 16. Vol. 2. Pp. 155-162. Cór- yo del Consejo Nacional de Investigaciones doba. Científicas y Técnicas, la Agencia Nacional Quesada, M.; Gastaldi, M. y G. Granizo. 2012. de Promoción Científica y Tecnológica, la Construcción de periferias y producción de Secretaría de Ciencia y Técnica de la Uni- lo local en las cumbres del Alto-Ancasti. Re- versidad Nacional de Catamarca y el Fondo vista Relaciones de la Sociedad Argentina de Nacional de las Artes. Deseamos agradecer Antropología 37. Vol. 2, Pp. 435-456. Buenos Aires. a las siguientes personas que participaron Quesada, M. y Gheco, L. 2011. Modalidades espa- activamente en las tareas de investigación: ciales y formas rituales. Los paisajes rupestres Carlos Barot, Maximiliano Ahumada, Sofía de El Alto-Ancasti. En Comechingonia 15. Boscatto, Paola Vargas y Pamela Villagra. Córdoba.

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Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE FORMATIVO DEL VALLE DEL CAJÓN, 14 DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA.

María de Hoyos

1Facultad de Filosofía y Letras (UBA)

El estudio del arte rupestre, es decir, de los diseños pintados o graba- dos realizados sobre rocas, permite indagar acerca de la imagen que cada sociedad tenía de sí misma o la imagen que eligió para reflejarse, incluyendo a sus figuras prestigiosas o poderosas, a integrantes de otros grupos, a los seres mitológicos y a las distintas especies animales. En este trabajo, presento a seis personajes del arte formativo del No- roeste argentino que los habitantes del valle del Cajón seleccionaron para representar y volverlos protagonistas de los relatos.

INTRODUCCIóN Este trabajo tiene como eje de análisis las representaciones de seis figuras huma- Los distintos pueblos precolombinos que nas que diversas comunidades del valle ocuparon el Noroeste argentino expresaron del Cajón (departamento de Santa María) ideas y vivencias pintando o grabando pa- eligieron grabar sobre bloques rocosos redes de cuevas, bloques rocosos o gran- durante la etapa formativa. Estas figuras des paredones. participan en composiciones con argu- El estudio de estas manifestaciones mentos y aluden a personajes que cum- rupestres es materia de investigación ar- plen roles específicos como jefes, pastores, queológica especializada y rigurosa y no chamanes, etc. Los protagonistas de estas es posible realizarla fuera del contexto escenas refieren a situaciones vinculadas cultural y natural en que surgieron debi- con la vida cotidiana y con las creencias do a que están relacionadas, como vere- religiosas. Entonces, el objetivo propues- mos a continuación, con diversos aspectos to es identificar a los actores y a los he- económicos, sociales y/o religiosos de la chos que se relatan, señalar qué rasgos se sociedad que las produjo. eligieron para representarlos y observar,

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por el contrario, cuáles no aparecen en las aseguró haber visto “petroglifos” con lla- imágenes. mitas y círculos. Unos cien años después, cuando iniciamos nuestras investigaciones en esa localidad, algunos pobladores nos El valle, el paisaje y las hablaron de “piedras escritas” y nos mos- “piedras escritas” traron unos pocos bloques con grabados. Este fue el comienzo de una búsqueda sis- El valle del Cajón se encuentra al oeste temática recorriendo una serie de quebra- del valle de Santa María con quien com- das que parten desde el fondo de valle y parte una sierra y un río: la sierra es la de ascienden hacia las áreas de puna (desde los Quilmes que forma el límite entre ambos 3000 msnm a los 4.000 msnm) y que sirvie- valles y el río es el Santa María, que corre ron como vías de comunicación entre los dis- de norte a sur por el Cajón, rodea el extre- tintos pisos ecológicos (Fig. 1). mo sur de las Sierras y se desplaza de sur a Estas investigaciones dieron como resulta- norte por el valle vecino. El fondo de valle do el descubrimiento de 16 sitios con arte ru- varía de los 2200 m hasta los 4000 m sobre pestre ubicados en cinco sectores diferentes el nivel del mar. El paisaje es semiárido y del valle, con un total de 271 bloques conte- combina ambientes valliserranos con pune- niendo más de 1800 motivos. ños, es decir, se caracteriza por la ausencia Los petroglifos o “piedras escritas” son de árboles autóctonos como el algarrobo y dibujos realizados sobre piedra por medio por la presencia de arbustos y de diferentes del grabado o la incisión que se obtiene por especies de cactus. golpe o raspado con una herramienta más La única mención de arte rupestre en dura que la roca-soporte rompiendo, de esta este valle pertenece Hermann Ten Kate, del manera, la pátina exterior. Esta herramienta Museo de La Plata, quien realizó una breve podía ser un guijarro con punta afilada o un visita a la zona de San Antonio en 1893 y cincel de metal (de cobre o bronce). Los di-

Figura 1. Las representaciones rupestres se encuentran principalmente en quebradas que sirven de tránsito entre distintos pisos ecológicos. Los soportes empleados fueron grandes bloques de granito (de más de 2 m de largo o de alto) que pueden estar concentrados o dispersos.

166 CAPíTULO 14 SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE FORMATIVO DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca seños pueden clasificarse como figurativos si desarrollan en las escenas dibujadas. Por consiguen identificarse seres u objetos reales otro lado, resulta esencial la comparación como figuras humanas y de animales, y no con motivos o diseños similares representa- figurativos o abstractos cuando reproducen dos en otros sitios con arte rupestre (como formas geométricas como triángulos, grecas, en los valles calchaquíes) y en otros soportes cruces, círculos o no determinadas. (como en objetos de cerámica, piedra o me- El 80% de los diseños del valle del Cajón tal). La existencia de recurrencias en el arte y son figurativos con marcadas diferencias la información surgida de los demás restos temáticas entre dos zonas: en el área de San arqueológicos y de fuentes etnohistóricas Antonio, la figura humana es protagonista, permite fundamentar mejor las reconstruc- aparece formando escenas y relacionada con ciones narrativas. Sin embargo, no podemos, diversos animales, algunos, como las llamas por el momento, afirmar que fueron hechas y los ñandúes, habitaban este valle mientras por las mismas sociedades ni siquiera que que otros, como simios y jaguares, refieren son contemporáneas pero podemos notar a la fauna de las yungas. Por su parte, en que algunos actores de las sociedades forma- la Senda de los Beliches, se produce la mayor tivas están ausentes. Los seis personajes pro- concentración conocida de representación tagonistas del arte formativo son el ancestro, de huellas humanas y de diferentes especies el pastor de llamas, el “pastor” o guardián de animales. de suris, el indio de la peña, el líder y el cha- Los motivos registrados en el área de San man. Antonio fueron realizados dentro de la etapa conocida como formativo que abarca un lar- go período de tiempo, casi unos 1.500 años El Ancestro (entre el 500 antes de Cristo y el 800 después de Cristo), y aunque manifiesta singularida- La mayoría de los investigadores conside- des regionales y cambios temporales, las dis- ran que las primeras comunidades agrarias tintas sociedades que la componen tenían y aquellas con fuerte componente pastoril semejanzas que permitirían integrarlas den- compartieron el culto a los antepasados, es tro de un mismo sistema. En general, com- decir, veneraban a algún ancestro ilustre, un prende pequeñas aldeas que practicaban líder heroico, que era considerado fundador una agricultura incipiente, la cría y pasto- y protector de la comunidad. reo de llamas pero continuaban con caza de Este culto fue materializado en piedra a vicuñas y la recolección de frutos de chañar través de esculturas, monolitos y máscaras y algarrobo. Se trataba de sociedades más o que eran consideradas como distintas cor- menos igualitarias que desarrollaron nuevas poralidades del difunto. Estas piezas eran tecnologías como la alfarería, la metalurgia y reconocidas como entidades vivas, adqui- los tejidos en telar. rían carácter de sagradas y la comunidad las El arte rupestre sigue las características alimentaba, rogaba y consultaba. La muerte generales del formativo, es decir, existe un les había conferido poder para intervenir en conjunto de rasgos que permiten incluirlos este mundo y se convertían en protectores en esta etapa pero con variaciones temáticas de la aldea, de los cultivos y del ganado. y estilísticas, incluso entre quebradas de una Los arqueólogos identificaron varias de misma región. estas corporalidades como ciertas escultu- La identificación de los actores o partíci- ras conocidas como suplicantes; monolitos pes de diferentes relatos es posible teniendo (como los “menhires” de Tafí) que son largas en cuenta los atuendos, tocados y objetos piedras paradas que se erigieron en el centro que llevan, los vínculos con otras figuras de los campos o a la entrada de las aldeas y humanas y animales y las acciones que se también las máscaras funerarias. Estas úl-

SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE CAPíTULO 14 167 FORMATIVO DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

timas formaron parte del ajuar de algunos todo el Noroeste, probablemente llevan- personajes especiales como dignatarios, do consigo la importante carga simbólica chamanes o figuras destacadas, y se supone y ritual que tenían los objetos originales. que reproducían y perpetuaban idealmen- En el valle del Cajón, el ancestro fue repre- te los rasgos del difunto. Las máscaras son sentado de dos maneras: a) siguiendo la sumamente expresivas, tienen los ojos bien morfología de los monolitos, es decir, los abiertos, profundos o sobreelevados, que antropomorfos fueron grabados en rocas, le dan una apariencia de estar despiertos con cabezas destacadas, sin extremidades y atentos, preparados para realizar el viaje superiores y con los cuerpos alargados y hacia el más allá. cubiertos con diseños interiores a modo de Las corporalidades del ancestro fueron vestimentas o adornos (Fig. 2a); reproducidas en el arte rupestre de casi b) siguiendo la morfología de las másca-

Figura 2. El ancestro ilustre, protector del grupo, fue representado de dos maneras: a) con el cuerpo alargado y sin extremidades similar a los monolitos y b) con rostros abiertos o cerrados parecidos a las máscaras funerarias.

168 CAPíTULO 14 SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE FORMATIVO DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca ras funerarias, es decir, como rostros y/o necesitan mucho follaje, son resistentes al máscaras. frío y son ágiles en la altura y en monta- Estos diseños pueden ser circulares o ñas desprovistas de caminos. Si bien no se cuadrangulares, alcanzar unos 20 cm y montan ni se ordeñan resultaban, como el muchos de ellos exhibir pinturas faciales o resto de los camélidos, sumamente útiles accesorios como grandes aros, gorros o to- por la cantidad de productos que se ob- cados de plumas. Otras veces, se grabaron tenían: lana (confección de vestimentas, solo los ojos y boca, de manera que el límite bolsas, mantas, cuerdas y hondas), carne natural de la roca formara el contorno del (fresca y charqui), cuero (uyutas, correas), rostro (Fig. 2b). estiércol (abono de los terrenos de cultivo También se representaron rostros/másca- y como combustible), el sebo (lubricante), ras donde las microtopografías del soporte huesos (elaboración de instrumentos como fueron incluidas en sus diseños, es decir, espátulas, punzones) y como animal de se aprovecharon fisuras o rajaduras de la carga, el único que existió en la América piedra y se dibujó el resto del contorno del precolombina. rostro o se utilizaron orificios naturales en Los pastores debían cuidarlas, proteger- la roca como si fueran uno -o los dos ojos- las de zorros y pumas y trasladarlas en del ancestro y grabaron el resto de los ras- busca de las vegas de altura a medida que gos alrededor. avanzaba el invierno e iban desaparecien- En la Senda de los Beliches, situada en el do los pastos de los valles. centro este del valle, existe un área que La aparición de este animal en el arte exhibe una notable concentración de gra- rupestre fue tardía, es decir, muchos si- bados, entre ellos, rostros que recuerdan a glos después de su domesticación. En el las máscaras y figuras alargadas que evo- formativo fueron representados de dife- can a los monolitos. La disposición de los rentes formas, desde naturalistas hasta soportes y las características simbólicas fantásticas (mezcladas con otros anima- de los motivos podrían estar indicando les) y, muchas veces atadas entre sí, a un que se trata de un espacio, tal vez sagra- poste o sujetas por un pastor. Por su parte, do, elegido para practicar ceremonias año la figuras de los pastores exhiben mayor tras año. Probablemente, un lugar de en- estabilidad: sostienen una vara vertical o cuentro entre diferentes grupos para rea- inclinada en cada mano y usan gorros de lizar actividades económicas (intercambiar forma cupular con dos aletas que caen a productos), sociales (ritos de iniciación) y ambos lados. religiosas (propiciar el multiplico del gana- La escena de pastoreo registrada en el va- do, las buenas cosechas y la salud de las lle del Cajón, muestra a dos pequeños pas- familias). tores -tal vez niños, tal vez una perspectiva de distancia- vigilando a la manada desde arriba mientras que las llamas están distri- El pastor de llamas buidas en distintas posiciones y orientacio- nes sugiriendo un relieve irregular dentro Los datos arqueológicos señalan que la de un paisaje montañoso (Fig. 3). cría y el pastoreo de llamas fue una ac- En este valle, las llamas no aparecen ata- tividad recurrente a lo largo de toda la das ni con las crías como ocurre, por ejem- prehistoria y con incidencia variable en plo, en el vecino valle Calchaquí. Fueron la economía de los diversos grupos. Estos dibujadas de manera naturalista, cercanas a animales tienen habilidad para adaptarse y los modelos reales y con panzas pronuncia- las caravanas llevando productos atravesa- das, es decir, preñadas, circunstancia que no ban los desiertos e iban hasta la costa. No volvió a representarse en el arte rupestre.

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Figura 3. En la escena de pastoreo superior, los pastores son pequeños y parecen vigilar a la ma- nada desde arriba. Las llamas fueron grabadas en distintas posiciones y orientaciones -señaladas por las líneas punteadas- que indicarían que los animales se encuentran situados sobre un relieve montañoso.

El “pastor” de suris pintado durante siglos en aleros y rocas des- de la puna hasta las yungas y, además, su El suri, como se conoce en el Noroeste al presencia se destaca en las urnas funerarias ñandú petizo, debió ocupar un lugar muy santamarianas en los momentos previos a la importante en el orden de lo cotidiano y en llegada de los conquistadores españoles. el orden de lo simbólico en distintos grupos Este animal proveyó de carne, huevos que habitaron el Noroeste. Fue grabado o y, fundamentalmente, sus plumas fueron

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Figura 4. Esta reconstrucción reproduce la parte superior de una escena donde un “pastor de suris” controla una bandada de aves. La escena se completa con otro pastor, ubicado en el extremo inferior, y diecisiete ñandúes situados entre ellos.

empleadas (naturales o pintadas con vivos diecisiete ñandúes. Estas aves fueron re- colores) como adornos, marcadores de je- presentadas en una gran variedad de posi- rarquías sociales y también como ofrendas ciones y perspectivas: de frente, de estricto a las deidades acompañando a las hojas de perfil o con las extremidades de frente y el coca y a la chicha. Los cronistas que vivieron resto del cuerpo de perfil (Fig. 4). en el Tucumán colonial en el siglo XVI sos- tienen que los indígenas “criaban avestruces mansas en sus casas” y que, en ocasiones, El “indio” de la Peña se realizaban ceremonias (que los españo- les denominaban “borracheras” dado que La Peña del Indio es un sitio que presenta abundaba la chicha) donde los indígenas se dos grandes figuras humanas grabadas en cubrían con las plumas e imitaban el andar lo alto de un promontorio rocoso, situado de ese animal. a diez metros sobre el nivel del río Santa El arte rupestre de diversos valles y de di- María y al pie de las sierras de Quilmes. Es- versas épocas muestra a los cuidadores de tos diseños, por su tamaño y ubicación, son estas aves con gorros y varas similares a las perfectamente visibles para quienes vienen que llevan los pastores de llamas pero ubica- descendiendo desde el norte del valle. dos de un lado y del otro de la bandada de En este caso, no es la escena la que cuenta manera que poder controlar mejor el movi- una historia sino su ubicación en el paisaje, miento de estos animales. precisamente en un lugar estratégico donde En el valle del Cajón, el sitio denominado termina la angosta quebrada y comienza el Quebracho, presenta una escena donde dos ancho valle y, además, donde parte el cami- grandes figuras humanas se encuentran dis- no hacia el vecino valle de Santa María. En- tanciadas entre sí, vigilando desde lo alto y tonces, como sucede en otras regiones del desde abajo a una bandada compuesta por Noroeste, estas figuras podrían marcar una

SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE CAPíTULO 14 171 FORMATIVO DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 5. La ubicación y la temática de ciertos sitios podrían estar señalando límites territoriales, cruces de camino, la existencia de algún recurso, espacios sagrados o los lugares por donde migran los camélidos, entre otros. Los motivos empleados para generar esta información van desde figuras humanas y de animales a diseños geométricos con contenido simbólico para el grupo.

inflexión en el paisaje, o un límite territorial la existencia de lugares sagrados donde se o étnico (Fig. 5). realizaban ofrendas. Los investigadores de arte rupestre con- cuerdan que las sociedades indígenas, co- menzando por los primeros cazadores re- El líder o personaje colectores, solían grabar o pintar diseños destacado geométricos y, posteriormente, figuras hu- manas y de animales asociados a los cami- En unos pocos sitios valliserranos existen nos y que pudieron operar como señaliza- composiciones donde aparecen personajes ciones viales. Estaban ubicados en lugares jerarquizados o destacados. Estas compo- muy visibles e indicaban, por ejemplo, el siciones muestran un conjunto de figuras pasaje por donde circulaban las tropas de realizando la misma actividad, teniendo la guanacos, el camino hacia las pasturas o un misma actitud y llevando vestimentas y ob- espacio de descanso para pastores y anima- jetos similares, sin embargo, una de ellas se les. También, estos diseños podían referir la destaca tanto por la morfología y el tamaño existencia de determinado recurso mineral de la cabeza como por el tratamiento dife- o a un manantial. Además, marcaban terri- renciado de rasgos faciales y tocado. Proba- torios o tropas de animales como propios y blemente, esta singularidad, es decir, tener

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ganizar las actividades agrícolas o las cace- rías, tal vez los que dirigían las ceremonias o las acciones bélicas, pueden ser registrados en dos bloques muy visibles situados en la Quebrada de la Ovejería Chica. El primero forma parte de una composición en la que intervienen diecisiete figuras humanas y al personaje que podría ostentar los atributos del jefe se lo reconoce por su posición central dentro del conjunto, sus dimensiones (ma- yores que el resto) y por el particular trata- miento de la cabeza. En este caso tiene los ojos y boca formados por el soporte original y un tocado de plumas (Fig. 6.a). En el otro bloque, fueron representadas siete figuras humanas y una de ellas tam- bién se destaca porque duplica en tamaño al resto y lleva un singular tocado cefálico: un semicírculo y una serie de puntos en su parte interna y externa (Fig. 6.b). Estas composiciones indicarían que se está produciendo algún cambio dentro de estas sociedades, sin embargo, la persisten- cia en la manera de representar a la figura humana, la actitud y los elementos que su- jetan estas figuras -que no se diferencian del resto-, llevaría a pensar que estos cambios no implican necesariamente un incremento de la complejidad ni de la desigualdad social.

El chaman

Esta palabra significa “el que conoce” y Figura 6. a) Todo el conjunto parece conformar una di- refiere a la persona más capacitada para es- námica escena donde una figura central sobresale por tablecer una comunicación con los espíritus su posición, dimensiones y tratamiento del rostro. Podría de la naturaleza, con los antepasados y/o estar reflejando la presencia de un líder que dirige y par- con los dioses. ticipa de las mismas actividades que el resto de la co- Esta comunicación se realiza a través de munidad; b) el personaje de mayor status muestra otro una ceremonia cuyos integrantes cantan, tratamiento de la cabeza y luce un tocado importante danzan al son de los tambores y, en oca- indicado por un semicírculo y una serie de puntiformes. siones, consumen las semillas de cebil, una planta alucinógena. De esta manera, puede salir del estado de conciencia y adquirir una “otra cabeza”, sea la forma de identificar a nueva corporalidad para viajar a una reali- un líder dentro de un conjunto más o menos dad alternativa. En este viaje es guiado por homogéneo. un espíritu tutelar, que lo ayuda y lo prote- Estos líderes, tal vez los encargados de or- ge. En América del Sur, el espíritu guardián

SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE CAPíTULO 14 173 FORMATIVO DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

más evocado es el jaguar y el chaman suele manera, fuerza física, audacia y la destreza usar la máscara o la piel del animal para fa- para realizar hazañas extraordinarias. cilitar el contacto. Los más poderosos logran El arte rupestre del valle del Cajón (y de dominar a su espíritu tutelar y utilizarlo de los Valles Calchaquíes) parece indicar que manera activa; incluso pueden metamorfo- estas sociedades formativas habrían elegido searse en su animal y asumir el poder de la ciertas aves rapaces como guías tutelares ya especie que representa adquiriendo, de esta que las figuras humanas exhiben máscaras

Figura 7. a) En Casa del Medio, el rostro evoca a un búho (o lechuza), dibujado de frente, con sus ojos grandes y redondeados, coincidiendo con su forma de mirar. Esta ave también fue representada en la misma roca; b) En Cardones, dos enmascarados, uno adulto y un subadulto, fueron representados en di- recciones opuestas pero en contacto entre sí. Los rostros refieren a algún ave rapaz de mirada lateral.

174 CAPíTULO 14 SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE FORMATIVO DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca de búhos, cóndores u otras aves y muchas la economía de estas sociedades dependía veces, también aparecen esos mismos ani- también de la caza y de la agricultura, sin males formando parte de las escenas. embargo, ninguna de estas actividades apa- En Casa del Medio, la máscara pertenece rece representada en el arte del valle. Ade- a un búho (o lechuza), visto de frente con más, es interesante resaltar que dentro del sus ojos grandes y redondeados dando la ciclo de vida de los camélidos se eligió mos- impresión que las órbitas sobresalen de la trarlos preñados pero no con crías. cabeza (Fig. 7.a). En Cardones, el rostro que La relación entre el paisaje y la ubicación exhiben las dos figuras enmascaradas refie- de los sitios es fundamental para interpretar re a aves rapaces que fueron dibujadas de las motivaciones que llevaron a seleccionar manera lateral (Fig. 7.b). un espacio determinado. Las razones son La disposición y orientación de estos gra- múltiples y suelen combinar características bados respecto al transcurrir del sol durante del paisaje y el vínculo con lo sagrado. La el día determina que solo puedan ser visua- mayoría de las veces, los grabados fueron lizados al amanecer y al atardecer cuando realizados con una intencionalidad estraté- la luz solar les llega de manera oblicua. El gica de visualización (como en la Peña del resto del día resultan casi indetectables. Indio o en los bloques con líderes), otras Los estudiosos del chamanismo sostienen veces, la intensión habría sido crear cierta que estos personajes están preparados para invisibilidad, sobretodo en los motivos vin- volar por los diferentes reinos del universo culados al chamanismo. y de esta manera “conocer” y preveer per- Una característica propia del formativo es juicios que podrían afectar a la aldea (como que la cabeza constituyó un espacio simbó- malas cosechas o ataques de enemigos), lico privilegiado. El rostro, como represen- también descubrir la cura de enfermedades tación directa o mediatizada a través de una o averiguar y sancionar a aquellos integran- máscara, es la parte del cuerpo que se eligió tes de la sociedad que quebrantan las nor- destacar ya sea como la imagen del ancestro mas, entre otras acciones. fundador del linaje, del líder del grupo o del Además afirman que existen lugares chaman de la comunidad. que favorecen las visiones y que funcionan El antepasado ausente se vuelve presen- como puertas entre el mundo real y el otro te a través de su retrato, a veces con con- mundo. Tal vez, esa sea el caso de la que- tornos cerrados y definidos, otras con es- brada de Mini-Yaco ya que todos los sitios pacios abiertos, de manera que existe una donde aparecen estos personajes están ubi- continuidad entre la piedra y el diseño. Su cados allí. reproducción en soportes rocosos verticales lo vuelve tangible, permanente y reproduce los rasgos efímeros cuya memoria se desea Consideraciones finales mantener vigente. Por su parte, la figura del líder puede ser En el valle del Cajón, distintas socieda- reconocida en el arte rupestre porque tiene des formativas grabaron en las rocas rela- la cabeza de mayor tamaño y con ciertos tos que tenían como protagonistas algunos rasgos que la distinguen del resto. En el integrantes reales y sobrenaturales de sus Noroeste, los estudios arqueológicos sostie- comunidades. nen que en algunas sociedades, hacia el final Los relatos vinculados con la vida coti- de esta temprana etapa agrícola, se produce diana, pusieron el énfasis en los pastores cierto grado de diferenciación social. La ma- y su desempeño cuidando y protegiendo yor inversión en infraestructura (agrícola o a llamas y ñandúes. Las investigaciones de religiosa) y las distinciones en el ajuar de los otros restos arqueológicos demuestran que entierros sugiere que habría individuos que

SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE CAPíTULO 14 175 FORMATIVO DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

tenían otro status. Las representaciones de De Hoyos, M. 2002. Las “Piedras Escritas” de estos personajes en el valle del Cajón no pa- San Antonio del Cajón. Catamarca. Museo recen trasuntar una marcada diferencia je- Arqueológico “Eric Boman”. Santa María. rárquica sino, quizá, al primero entre pares. 32 páginas. Finalmente, el protagonista más singular De Hoyos, M. 2005. Antropomorfos y zoomor- fos del Filo de la Loma Larga, San Carlos de este conjunto es la figura que ha perdido Salta. Pacarina, Arqueología y Etnografía su cabeza original para adquirir la de un ave Americana, 5: 27-36. rapaz. Estos animales, que tiene una notable González, A. R. 1989. El arte rupestre. En R. agudeza visual y auditiva y son capaces de Bulgheroni (coord.), Suma Andina: apéndi- volar, fueron elegidos como espíritus tute- ces. Buenos Aires. lares por los chamanes. La intensidad de su Llamazares, A. y C. Martínez Sarasola. 2006. propia experiencia religiosa y las habilida- Reflejos de la cosmovisión originaria. Arte des que adquiere a través de su animal de indígena y chamanismo en el Noroeste ar- poder lo distingue del resto de los integran- gentino prehispánico. Tesoros precolombi- tes de la comunidad y esa distinción se ma- nos del Noroeste argentino, pp. 63-92. terializa con una construcción diferenciada Olivera, D. 2001. Sociedades agropastoriles del cuerpo donde se mezclan los rasgos hu- tempranas: el formativo inferior del No- roeste argentino. En E. Berberian y A. Niel- manos con los del animal. sen (dir), Historia argentina prehispánica, I: 83-125. Córdoba. Podestá, M. y M. de Hoyos. 2000. Arte en las Lecturas Sugeridas Rocas. Arte rupestre, menhires y piedras pintadas. Sociedad Argentina de Antropo- Aschero, C. 2007. Iconos, huancas y compleji- logía. Buenos Aires. 326 páginas. dad en la Puna sur argentina. En A. Nielsen, Podestá, M., D. Rolandi, M. Sánchez Proaño. C. Rivolta, V. Seldes, M. Vázquez y P. Mér- 2005. El arte rupestre de Argentina Indígena. colli; Procesos sociales prehispánicos en el Noroeste. Academia Nacional de la Histo- sur andino 2: 135-165. Córdoba. ria. Buenos. 115 páginas.

176 CAPíTULO 14 SEIS PERSONAJES CUENTAN SUS HISTORIAS EN EL ARTE RUPESTRE FORMATIVO DEL VALLE DEL CAJÓN, DEPARTAMENTO DE SANTA MARÍA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO ARQUEOLOGíA DEL VALLE DEL BOLSÓN 15

Mariana Maloberti1, Alejandra Korstanje1, Marcos Quesada2, Julio Kulemeyer3, Patricia Cuenya4

1Instituto de Arqueología y Museo - Instituto Superior de Estudios Sociales (CONICET-UNT); 2CITCA, CONICET - Escuela de Arqueología, UNCA; 3Universidad Nacional de Jujuy, INTEMI (FI, UNJu) – CIT (CONICET-UNJu); 4Universidad Nacional de Tucumán, (FCNeIML, UNT).

Las imágenes sobre paisajes, gentes y arqueologías han ido también variando a lo largo del tiempo, como la vida misma. Así, mientras de paso de sus viajes a Laguna Blanca, un viajero aficionado a la ar- queología veía esto:

“... 3/1924- Barranca Larga El único lugar que quedó por examinar es el campo al Sud de la casa de don Crisanto Villagra con sus montones de piedras en los cuales según sus palabras, El mismo, limpiando su chacra encontró tinajas. Posiblemente eran las únicas porque mis excavaciones, que no fueron pocas, quedaron sin hallazgos. Viendo que Barranca Larga era tan pobre y poco poblado, comprendí que no podía contar con más hallazgos y decidí abandonar el lugar” (Weisser 1924:89).

Nosotros, apostando a un conocimiento de larga duración, donde pasado y presente no están tajantemente separados, sino que son parte de una misma historia que se retroalimenta permanentemente, vimos lo que este articulo relata.

ARQUEOLOGIA DEL VALLE DEL BOLSÓN CAPíTULO 15 177 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Introducción investigación en El Bolsón comienza a to- mar forma. Tradicionalmente la investigación ar- Si bien en sus inicios aquel proyecto se queológica en Catamarca se ha concentra- estructuraba principalmente en base a do en dos zonas principales: la Puna y los preguntas estrictamente arqueológicas, valles bajos, quedando amplias regiones de los sucesivos trabajos de campo que con- la provincia subrepresentadas arqueológi- llevaban la permanencia prolongada en camente. Aquellas zonas menos estudiadas el lugar nos llevaron a construir vínculos desde lo arqueológico, frecuentemente no con los pobladores del valle, vínculos que eran tomadas en cuenta a la hora de con- en muchos casos trascendían el formato de tar la historia prehispánica y por lo tanto la investigador/a – poblador/a, para adop- información que se tenía, se proyectaba a tar una forma menos distante. Así, nos toda la región. Con el tiempo, nuevos gru- encontramos intercambiando anécdotas, pos de investigación arqueológica sumaron ayudándonos mutuamente, compartiendo al conocimiento del pasado catamarqueño comidas, charlas y sobre todo saberes. Fue no solo nuevas preguntas, nuevos proble- también en el marco de este vínculo que mas y metodologías de estudio, sino tam- empezamos a reconocer algunos intereses bién se incorporaron nuevas zonas a inves- y preocupaciones de la vida en el valle. tigar, ampliándose así la carta arqueológica Esto en parte llevó a que la arqueología en de la provincia. Esto último ocurrió con los El Bolsón no se limitará a una investigación valles de El Bolsón y Las Cuevas (localiza- científica despojada de compromiso social. dos al norte del Departamento Belén), los De esta manera se sumaron al equipo estu- cuales no registraban prácticamente inves- diantes de trabajo social y posteriormente tigaciones científicas y sistemáticas desde de antropología social como así también in- el punto de vista arqueológico hasta el año vestigadores de otras universidades (Bue- 1991, año a partir del cual el proyecto de nos Aires, Catamarca y Jujuy). En respuesta

Figura 1. Ubicación geográfica del valle de El Bolsón.

178 CAPíTULO 15 ARQUEOLOGIA DEL VALLE DEL BOLSÓN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca a la creciente demanda de las comunidades interrumpen la topografía de algunas lade- del valle, la agenda inicial se fue ampliando ras, que evidencian la intensa actividad tec- incorporando proyectos comunitarios como tónica en un pasado lejano, o los extensos el desarrollo del “Museo Rural Comunita- estratos blancuzcos de cenizas que pueden rio” sito en Barranca Larga y la FM comuni- observase en los barrancos producto de las taria “Ecos del Chango Real”, entre otros. erupciones volcánicas en zonas aledañas. Las investigaciones hasta aquí llevadas a Otro ejemplo lo constituyen las acumulacio- cabo (como aquellas en curso), nos permi- nes tipo morrenas que pueden encontrarse tieron conocer algunos aspectos del valle y por encima de los 4.300 msnm que consti- de la gente que lo habitó en el pasado, y fue tuyen los efectos de procesos periglaciares, en el devenir mismo de estos trabajos que se actualmente inactivos. construyeron espacios de mutua colabora- En lo que refiere a la ocupación pasada ción con sus actuales pobladores. en El Bolsón, ésta aparece atestiguada por los numerosos sitios arqueológicos. Así, po- demos encontrar, tanto en el fondo de valle Paisajes arqueológicos a como en las laderas y cimas de montañas, lo largo del tiempo tanto a cielo abierto como en cuevas y ale- ros, diversas estructuras y otras evidencias El valle al cual nos referiremos en esta de la presencia humana pasada en la región. oportunidad, toma su nombre del río ho- Hasta lo que conocemos actualmente, a ini- mónimo que lo recorre de sur a norte. Des- cios de la Era Cristiana, comienza una mar- de la ruta por la cual se accede a El Bolsón, cada transformación en el paisaje sobre todo se pueden observar a ambos lados eleva- en la porción norte del valle. A este momen- ciones montañosas que confinan el angosto to le corresponden sitios con estructuras valle, como así también altos barrancos en permanentes (es decir que indicarían una los cuales se intercalan estratos de diferen- menor movilidad y mayor permanencia de tes coloraciones. Más al sur, encontramos ocupación de los grupos que las ocuparon) dos lagunas rodeadas de pastizales que y sobre ellos hemos concentrado nuestra son frecuentadas por patos y flamencos, y atención como equipo de trabajo. a medida que nos acercamos al sector norte No obstante, existen algunas evidencias del valle, comienzan a aparecer las exten- (aunque menos conspicuas) de la presencia sas dunas de arena y van desapareciendo humana en el valle en momentos previos. los cardones. Entre estas evidencias podemos mencionar Las condiciones áridas a semiáridas del por ejemplo el hallazgo de una punta de valle aparecen reflejadas en la vegetación proyectil característica de momentos muy dominada por arbustos y cactáceas en el tempranos, llamadas “puntas cola de pes- fondo de valle y pastizales en las zonas más cado”, que dan cuenta de la ocupación del altas. A pesar de esto no dejan de ser fre- valle quizá desde el Holoceno Temprano cuentes los árboles (por ejemplo diferentes (aprox. 8000 al 5000 a.C.). Por otro lado, el tipos de algarrobos) en los sectores de me- frecuente hallazgo de otras puntas de pro- nor altura, como así también algunos hume- yectil (llamadas “lanceoladas”) asociadas al dales tipo vegas que aparecen distribuidos Holoceno Medio (aprox. 5000 al 1000 a.C.), en las zonas mas elevadas. indicarían la continuidad de ocupación du- Diferentes elementos del paisaje dan rante este momento. cuenta de algunos de los procesos geoló- Si bien es muy poco lo que sabemos acer- gicos que ayudaron a configurar el valle ca de los grupos que habitaron el valle en antes de que éste sea habitado por grupos estos momentos tempranos, contamos con humanos. Tal es el caso de las fracturas que información referida a las condiciones am-

ARQUEOLOGIA DEL VALLE DEL BOLSÓN CAPíTULO 15 179 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

bientales del valle en las cuales debieron msnm) donde hay disponibilidad de pastos vivir esos grupos. Así, gracias a los estudios estacionales y tropas de vicuñas que podían de registros paleoclimáticos locales, sabe- ser cazadas. mos que habrían existido condiciones más Por otro lado, también hemos identificado húmedas a las actuales desde el 4000 a.C. sitios con arte rupestre (El Overito) ubica- hasta el 750 a.C. Esto se hace evidente por dos principalmente en vías de tránsito que ejemplo a partir de los análisis polínicos lle- llevan a espacios de producción agrícola o vados a cabo, los cuales indicaron que los hacia fuera del valle, así como también si- elementos de la vegetación que actualmente tios que pudieron haber estado vinculados podemos encontrar en la región, aparecían al tráfico caravanero, como el sitio El Mé- escasamente representados, identificándose dano. en su lugar familias de plantas de ambien- Todos los sitios hasta aquí trabajados nos tes más húmedos. Podemos pensar enton- hacen pensar en un paisaje social del valle ces que durante el Holoceno Medio el pai- que articula, durante el primer milenio de saje del valle difería de el que conocemos nuestra Era, espacios de residencia más actualmente, caracterizado por sus condi- permanente estrechamente vinculados con ciones áridas a semiáridas. los ámbitos de producción agrícola, lugares Respectos de los inicios de la producción asociados a la circulación y tránsito y sitios de alimentos, lo que conocemos a partir de de ocupaciones discontinuas. Asociados a investigaciones realizadas en otras áreas es estos sitios podemos encontrar fragmentos que en algún momento del Holoceno Me- cerámicos, tanto dispersos en la superficie dio los grupos de los Andes centro sur co- como recuperados en excavación, como así menzaron a experimentar con el manejo de también artefactos confeccionados en pie- camélidos y de cultivos. La intensificación dra y desechos de talla que evidencian la de este proceso desembocaría en la consti- manufactura y reparación de esos artefac- tución de la vida aldeana que caracterizaría tos. Por otro lado, algunos de las materias al llamado período Formativo (1000 a.C. a primas recuperados en los sitios, indicarían 1000 d.C.). que no todos los recursos utilizados en la En el caso de El Bolsón, existen numero- manufactura de artefactos de piedra eran sos sitios arqueológicos ubicados tempo- obtenidos en el valle mismo. Así, el hallaz- ralmente dentro del período mencionado. go de rocas que no se encuentran el lugar Entre estos sitios encontramos conjuntos (por ejemplo la obsidiana) hace pensar que aldeanos como ser Morro Relincho/La Me- las mismas podían haber sido obtenidas (de sada y El Alto El Bolsón/Yerba Buena, cons- manera directa o a través de contactos con tituidos por estructuras de piedra, algunas otros grupos) desde otras regiones más o de ellas destinadas a la vivienda y otras a la menos distantes. producción agrícola, encontrándose las pri- En algunos de los sitios arqueológicos meras dispersas entre las últimas. también se pudieron recuperar restos óseos Otro ejemplo de emplazamientos arqueo- animales (por ejemplo en Morro Relincho/ lógicos que podemos encontrar lo constitu- La Mesada), cuyos análisis permitieron yen los espacios de ocupaciones disconti- identificarlos como huesos de camélidos nuas, entre las cuales encontramos a Cueva (específicamente llamas). Del alero Los Vis- Pintada y Los Viscos. Ambos casos se tratan cos, por sus buenas condiciones de preser- de ocupaciones aprovechando aleros roco- vación, permitió estudiar no sólo los huesos sos en los sectores sur y medio del valle, en de camélidos, sino que también se identifi- proximidades de áreas con recursos para caron restos óseos de algún cérvido salvaje. la recolección. A estos debemos sumar los Esto permite sugerir que estamos frente a refugios en las vegas de altura (aprox. 4000 grupos que incluían como parte de sus ac-

180 CAPíTULO 15 ARQUEOLOGIA DEL VALLE DEL BOLSÓN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca tividades económicas al pastoreo de llamas, notable inversión de trabajo en la prepara- sin abandonar la caza de animales salvajes. ción de las parcelas aterrazadas y las redes Esta complementariedad en el uso de re- de canales que les proveían de riego. Por cursos silvestres y domesticados aparece otra parte, se identificaron una variedad de también entre los vegetales. Así, en del mis- especies cultivadas (quínoa, maíz, zapallos, mo sitio Los Viscos fueron recuperados res- papas) como así también una complejidad tos de cultígenos (quínoa, amaranto, papa, de técnicas agronómicas involucradas como maíz, zapallos, etc.) pero también especies ser la preparación de los suelos que pudo in- silvestres (algarrobo, chañar, cortaderas, cluir el despedrado, la labranza previa a la etc.). Al igual que con los recursos faunísti- siembra, y en algunos casos fertilización con cos, esto nos permite sugerir la persistencia abono como también la quema de rastrojos de las actividades de recolección vegetal que posterior a la cosecha, etc. Por otro lado, la se suman a las de producción. identificación de las especies cultivadas per- Un tema especialmente estudiado en el mitió conocer la forma en que éstas se com- valle lo constituyeron, las prácticas agrícolas binaban en un mismo momento (asociación y la organización de los grupos campesinos de cultivos) o en el tiempo (rotación). en torno a ésta. Para ello consideramos que Finalmente haber conducido estudios en debíamos prestar especial atención a los diferentes campos de cultivo de distintos si- propios campos de cultivo, ya que consti- tios nos condujo a reconocer que en el valle tuían los escenarios con los cuales interac- de El Bolsón habrían coexistido diferentes tuaban los campesinos durante las labores modos agrícolas durante este período. Así, cotidianas de producción. Un problema al parece que los campesinos no sembraron las cual debimos enfrentarnos fue que en estos mismas plantas en todos los sitios, ni las cul- ámbitos, la conservación de restos arqueo- tivaron de la misma forma, por ejemplo en lógicos vegetales era nula. Frente a esto, de- algunos emplazamientos hemos reconocido bimos recurrir a otro tipo de evidencia que la rotación de cultivos o la fertilización con nos permitía interpretar algunas cuestiones guano, mientras que en otros estas técnicas vinculadas al cultivo. Así fue como comen- no aparecían evidenciadas; asimismo en zamos a estudiar las propiedades de los sue- algunos casos existió el riego mientras que los arqueológicos contenidos dentro de esos en otros se practicaba un cultivo a secano, e campos, como así también unas partículas incluso no siempre se eligieron los mismos microscópicas (llamadas microfósiles) halla- lugares para construir los campos agrícolas, das en dichos suelos, que nos posibilitaron emplazándose a veces en mesadas, otras ve- reconocer algunas de las plantas cultivadas ces en laderas de fuerte pendiente y en otros en el lugar e incluso ciertas tareas asociadas casos entre dos cauces de agua, etc. a ese cultivo (como ser quema de rastrojos, Otra cuestión, muy vinculada a la temá- incorporación de guano como abono, etc.). tica agrícola, que hemos abordado con el Esta metodología, sumada a otros análisis apoyo de geólogos y biólogos que forman más convencionales, nos permitió comen- parte del equipo, se refiere a las condiciones zar a pensar cómo había sido la vida de los paleoclimáticas bajo las cuales los campesi- campesinos del primer milenio en torno a nos de este momentos debieron cultivar. Si la producción agrícola en el valle. Pudimos bien sabemos que para los agricultores las constatar que, contrariamente a una idea variaciones en las condiciones climáticas de muy difundida según la cual la agricultura una año a otro tienen efectos directos sobre del período Formativo podría ser caracte- sus cosechas, lamentablemente no podemos rizada por su baja escala y simplicidad tec- contar con un registro de cómo fueron va- nológica, en el valle de El Bolsón la práctica riando año a año las condiciones meteoroló- del cultivo afectó superficies extensas con gicas en el pasado. Sin embargo los análisis

ARQUEOLOGIA DEL VALLE DEL BOLSÓN CAPíTULO 15 181 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

de micro roedores junto con los estudios co causado por el pastoreo y la agricultura, polínicos y geomorfológicos nos han per- permitiéndonos pensar en la intensificación mitido reconocer algunas tendencias para el de estas actividades durante este momento. primer milenio. Especialmente interesante Entre el 500 d.C. y el 1275 d.C. se registró un nos parecieron las evidencias que indicaron lapso de aridez con disminución de las tem- que entre el 750 a.C. y el 500 d.C., se habría peraturas y posteriormente al año 1275 d.C. dado un momento de mayor humedad que comienzan a instalarse en el valle las condi- la actual con un creciente disturbio antrópi- ciones que presenta actualmente.

Figura 2. Cartografía del sitio Morro Relincho.

Figura 3. Restos vegetales encontrados en la Cueva de Los Viscos. A la izquierda: marlos de maíz; a la derecha arriba: semillas de algarrobo y chañar y a la derecha abajo: cáscara de zapallo.

182 CAPíTULO 15 ARQUEOLOGIA DEL VALLE DEL BOLSÓN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

¿Qué sucede luego del cultivo a diferencia de lo observado duran- Formativo en El Bolsón? te el Formativo (casas dispersas en campos de cultivo). Como ya mencionamos al comienzo del En contraposición con esto, algunas in- artículo, fue común proyectar a aquellas vestigaciones realizadas en el Noroeste ar- zonas no muy intensamente estudiadas, los gentino comenzaron a demostrar que este modelos acerca de la historia prehispánica modelo presentaba sus limitaciones, ya que que se construían en regiones con mayor en algunas regiones no se corroboraban los tradición de investigación arqueológica. cambios mencionados para el período de Para momentos posteriores al Formativo Desarrollos Regionales. Para El Bolsón, las (que en arqueología toma el nombre de pe- investigaciones han permitido observar que ríodo de Desarrollos Regionales), se supuso algunos elementos asociables al Formativo para el Noroeste argentino un reacomoda- permanecieron vigentes, luego del primer miento de la población a nuevas formas de milenio. Tal es el caso por ejemplo de la aso- organización de la producción que inclui- ciación de las viviendas dispersas entre los rían entre otras cosas: el advenimiento de terrenos de cultivo como forma de estruc- centros de poder, que controlaban el pro- turar los asentamientos que persiste en el ceso productivo de diversos asentamientos tiempo (como aparece en sitios del período poblacionales; la intensificación de la pro- de Desarrollos Regionales del valle, como ducción económica a los efectos de contar ser el sitio Yerba Buena). Por otro lado, las con un excedente que pueda ser utilizado investigaciones centradas en el registro ar- por estos centros, para ser redistribuirlos quitectónico de el sitio La Angostura (De- entre los poblados bajo su control, o para sarrollos Regionales) permiten sugerir que sostener la realización de proyectos de en- allí no se habrían establecido estructuras vergadura que requieren la movilización políticas locales con un alto grado de cen- de numerosas personas (tales como la cons- tralización del poder, ni tampoco se obser- trucción de obras de irrigación agrícola, o varon evidencias de que se haya producido de espacios para uso público, etcétera). Asi- un proceso de marcada concentración po- mismo, se consideró que podían correspon- blacional de escala local ni el surgimiento derse con estos cambio, las nuevas formas de grandes conglomerados residenciales. de estructurar los asentamientos que apare- A esto podemos sumar el hecho de que, si cían en algunas regiones luego del primer bien para este momento existen grandes su- milenio, caracterizadas por la concentra- perficies cultivadas, nuestros estudios nos ción de casas, formando conglomerados permiten pensar que estos espacios pudie- residenciales separados de los campos de ron haber sido construidos y trabajados sin

Figura 4. Sitio Yerba Buena.

ARQUEOLOGIA DEL VALLE DEL BOLSÓN CAPíTULO 15 183 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

cano (no mencionamos la ocupación Inca en razón de que no tenemos hasta el momento evidencias de su presencia en El Bolsón). En todos estos momentos, la población articuló a su forma de vida campesina los diferentes desafíos a los cuales se fueron enfrentaron con los cambios históricos locales y regio- nales.

El valle de El Bolsón hoy

Como ya mencionamos al comienzo, la Figura 5. Ejemplos de microfósiles recuperados en los arqueología que intentamos llevar a la prác- suelos agrícolas de sitios arqueológicos, vistos al micros- tica en El Bolsón no se limitó a una investi- copio. De izquierda a derecha: silicofitolito de Zapallo, gación científica despojada de compromiso granos de almidón de quínoa, gránulo de almidón de maíz social. Así, si bien una parte de nuestros y silicofitolito de maíz. proyectos apuntaban a conocer la historia del valle, otra parte de esos proyectos esta- ba destinada a contribuir al fortalecimiento requerir necesariamente la intervención de identitario y emprendedor de quienes lo un centro de poder que gestione la mano habitan actualmente. Esto último dio origen de obra. por ejemplo a la idea de montar un museo En base a lo que aquí mencionamos pode- (idea que si bien tenía larga data, se con- mos pensar que luego del primer milenio, cretó a demanda de la comunidad en una persistieron algunos elementos característi- asamblea en el año 2007). El edificio fue cos del Formativo; sin embargo esto no im- construido por la Municipalidad de Termas plica que en el valle nada haya cambiado en de Villa Vil, mientras que para el montaje el tiempo. Así observamos por ejemplo, que de la muestra y para su organización se nos dentro de las representaciones rupestres se solicitó colaboración. A partir de allí todas comienzan a tocar temas relacionados al las decisiones importantes (como ser la te- conflicto y situaciones de poder, como así mática de la muestra) fueron realizadas con también se registró una ampliación de las participación de la comunidad en sucesivos zonas de cultivo y la presencia de asenta- equipos de investigación de jóvenes locales, mientos en zonas alejadas del acceso al valle asambleas y talleres. En la actualidad el mu- o en escondrijos. seo, como centro de promoción de investiga- Esto nos demuestra que la transición al ción y desarrollo local sustentable, ha cobra- período de Desarrollos Regionales no pa- do dinámica propia, bajo la gestión de jóve- rece haber sido un fenómeno uniforme que nes promotores culturales de la comunidad, se dio de igual manera en todo el Noroeste quienes comparten con los visitantes parte argentino, sino que tuvo ciertas peculiarida- de la historia del valle como así también de des locales que son importantes de conocer la vida en él. para avanzar en la comprensión del proceso Otro deseo de la comunidad lo constituyó histórico. la radio comunitaria, la cual aparece como La historia en El Bolsón posterior al pe- una verdadera necesidad en un lugar en el ríodo de Desarrollos Regionales conllevó cual la comunicación posee sus limitaciones. fuertes modificaciones durante la colonia Así, se pensó en una radio que emita conte- española y a lo largo del período Republi- nidos con valor de uso para la población y

184 CAPíTULO 15 ARQUEOLOGIA DEL VALLE DEL BOLSÓN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 6. Museo Rural Comunitario de Barranca Larga durante su construcción en 2009.

Figura 7. Taller realizado con los alumnos de la primaria para definir la temática de la muestra del museo.

que se arriesgue a contradecir los modelos tionada localmente. Al momento ya se han y estilos dominantes: como por ejemplo, el adquirido los equipos y se ha gestionado la hablar “correcto” (y urbano); entretener a frecuencia. También se han realizado talleres todos a toda hora; asimilarse a la música que de comunicación, una encuesta a toda la po- “se escucha” y dar la palabra a algunos para blación para recabar opinión sobre conteni- que escuchen otros. Se busca aquí alejarse de dos deseados/demandados y se ha elegido la improvisación y construir una radio que el nombre “Ecos del Chango Real”, en forma dé la palabra a la población y que sea ges- consensuada dentro de la comunidad.

ARQUEOLOGIA DEL VALLE DEL BOLSÓN CAPíTULO 15 185 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Algunas palabras Korstanje, M.A. 2005. La Organización Del Tra- finales bajo en torno a la Producción de Alimentos en Sociedades Formativas (Provincia de Ca- En este artículo intentamos condesar tamarca, República Argentina). Tesis Doc- toral en Arqueología. Facultad de Ciencias algunos de los resultados de nuestra ex- Naturales e I.M.L. U.N.T. Tucumán, Argen- periencia de trabajo en una región que, al tina. 450 páginas no haber sido sistemáticamente estudiado Kulemeyer, J.J., L. Lupo, C. Madozzo, A. Cruz, desde la arqueología tradicional, su histo- P. Cuenya, M. Maloberti, G. Cortes y A. ria permanecía como un reflejo de aquellos Korstanje. 2013. Desarrollo del paisaje Ho- modelos construidos en otros lugares. A loceno en la Cuenca de El Bolsón: gente y través de nuestra práctica comenzamos a ambiente en procesos de cambio y estabili- repensar esos modelos y a matizarlos con dad. Revista Diálogo Andino nº41:25-44. la historia local del valle. También fue pro- Quesada, M.N. y M. Maloberti. 2012. La expan- ducto de nuestra experiencia de trabajo que sión de los espacios agrícolas. Continuida- comprendimos que ponderar el estudio de des en la construcción del paisaje agrario en paisajes pasado sin registrar a quienes hoy el sector septentrional del Valle de El Bol- són (siglos I a XV). En: Cruz, P., Joffre, R. los habitan, lejos de enriquecer un proyec- y Th. Winkel (eds.), Racionalidades campe- to, lo empobrece. Así, del vínculo con la sinas en los Andes: pasado, presente… Ins- comunidad fuimos aprendiendo acerca del titut de Recherche pour le Développement. intercambio de saberes, acerca de la cola- Montpellier. En prensa. boración mutua, del valor del compromiso Quesada, M. y M. A. Korstanje. 2010. Cruzan- social, pero sobre todo aprendimos a cono- do estructuras: El espacio productivo y su cer los matices particulares de un valle, su entorno percibido desde las prácticas coti- gente y su historia. dianas. En: M. E. Albeck, M. C. Scattolin y M. A. Korstanje (eds.), El hábitat prehispá- nico. Arqueología de la arquitectura y de Lecturas Sugeridas la construcción del espacio organizado pp. 119-147. Editorial Crivelli, Salta. Quiroga, L y M. A. Korstanje. 2007. Arqueolo- Haedo, A.; Korstanje, Maloberti, M A; Pigoni, gía del Campesinado En el Valle del Bol- M; Zapatiel, J. Y Quesada M. La Construc- són. Producción y Residencia como Líneas ción de la Memoria en un Museo. Cómo y de Análisis para una Escala de Larga Du- Quiénes Participan de la Misma?. El Ejem- ración. En: M. Figuerero Torres y A. Izeta plo del Bolsón (Catamarca) En: Serie Mono- (eds.), El uso de SIG en la Arqueología Sud- gráfica y Didáctica. Vol. 48: 122. americana. International Series. John and Erica Hedges, Oxford, Inglaterra.

186 CAPíTULO 15 ARQUEOLOGIA DEL VALLE DEL BOLSÓN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO LA ARQUEOLOGIA DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DE LA REGIÓN DE FIAMBALÁ, TINOGASTA, 16 CATAMARCA, ARGENTINA

Martin Orgaz1, Norma Ratto2, Luis Coll2

1Escuela de Arqueología, Universidad Nacional de Catamarca; 2Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires

Las sociedades andinas que habitaron el actual territorio del No- roeste Argentino, y en particular la región de Fiambalá-Tinogasta- Catamarca, llevaron a cabo transformaciones en el paisaje a los fines de generar espacios destinados a la producción de alimentos. En este trabajo mostramos al lector la infraestructura productiva erigida por las sociedades agro-pastoriles en el pasado, y que fue descubierta a partir de varios años de investigaciones en la extensa área del bolsón de Fiambalá.

Introducción comprimidas en pequeñas áreas debido a los marcados cambios de altitud. La región andina es un extenso territorio En esta contrastante geografía habitaron y que tiene como eje vertebral la Cordillera habitan diversas sociedades con diferentes de los Andes. A lo largo de su geografía grados de complejidad, las que a lo largo de atraviesa los países de Colombia, Ecuador, su desarrollo cultural, elaboraron una sofis- Perú, Bolivia y Argentina. Este paisaje se ticada tecnología destinada a la producción caracteriza por una importante variabilidad de alimentos, un profundo conocimiento ambiental, en él se encuentran extensos de- del ciclo vital de los cultígenos y un elabora- siertos situados en la costa peruana y chile- do desarrollo del manejo del agua logrado a na, altiplanos secos y fríos en Perú y Bolivia, través de la planificación y ejecución de ex- importantes espejos de agua, como el lago tensas e imbricadas redes de canales. Estas Titicaca situado aproximadamente a 4.000 tareas fueron desarrolladas a través de los msnm, y profundas quebradas y valles don- siglos mediante una compleja organización de numerosas fajas climáticas se encuentran del trabajo comunitario, el cual estuvo atra-

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vesado por ritualidades de cooperación con la región andina en general, y en el área un importante valor simbólico. de nuestras investigaciones, el bolsón de Las actividades implementadas por las Fiambalá en particular. sociedades precolombinas en las tareas de agricultura dejaron múltiples eviden- cias que se encuentran distribuidas en lo Estructuras de andenería largo y ancho del territorio de los Andes, a los cuales accedemos por medio de una Una de las arquitecturas más difundidas, de las disciplinas interesada en el estudio aunque no las únicas, son los monumenta- del pasado de las poblaciones, como es la les andenes de cultivo, que se encuentran arqueología. a lo largo del espacio andino, incluso en el Desde hace varios años, la arqueología Noroeste Argentino. Estos sistemas de pro- se interesó por comprender la dinámica so- ducción constituyen una de las más cabales cial que giró en torno a la transformación expresiones de la arquitectura agrícola. Son del paisaje para fines productivos. Para una creación cultural compleja y una res- ello se vale de diversas estrategias teórico- puesta adecuada a las dificultades que opo- metodológicas, como el análisis de imá- nen a la agricultura los terrenos con fuerte genes satelitales, la realización de planos, pendiente (Fig. 1). Desde el punto de vista extracción de muestras para laboratorio y agronómico, los andenes resuelven varios excavaciones sistemáticas. A partir de la problemas, como la erosión, el drenaje, y el información recuperada se genera valio- aprovechamiento máximo del agua. sa información que nos enseña acerca de la diversidad morfológica de los espacios agrícola, el modo de funcionamiento, la modalidad del uso de la tierra, la organi- zación e implementación del trabajo de la- branza, la ingeniería aplicada tanto a nivel hidráulico como constructivo, y dentro de una escala temporal larga, podemos co- nocer y comprender las continuidades y transformaciones de estos diversos aspec- tos de la vida social.

Algunos ejemplos de estructuras agrícolas en los Andes

Una de las evidencias que más se resalta al momento de hablar sobre la agricultura prehispánica son las diversas estructuras que elaboraron las poblaciones para esos fines. Esta situación se debe a sus altas pro- babilidades de conservarse pese al paso de los siglos y a su inmediata referencia a la actividad productiva. Por ello, presen- Figura 1. Andenes de cultivo. Región del Lago Titicaca. tamos a continuación algunos ejemplos Bolivia. (Foto Orgaz Martín). de complejos productivos presentes en

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Estructuras de riego ba el agua del subsuelo y era transportada a diferentes reservorios, desde los cuales En algunas regiones de los Andes en don- se regaban los campos agrícolas. Los pozos de él agua es un recurso muy escaso, como abiertos servían como acceso para llevar a lo es la costa peruana, allí, las sociedades que cabo el mantenimiento y limpieza de la in- habitaron, como la cultura Nazca, que se des- fraestructura. envolvió desde el 300 al 500 d.C., llevó a cabo una intensa producción de alimentos en los fértiles campos de labranza, no sin antes me- Camellones o Waru Waru diar la construcción de obras de ingeniería complementarias, como son los canales sub- Los camellones, también conocidos como terráneos. Estas estructuras fueron situadas a Waru Waru consisten de campos elevados lo largo de los cauces de los ríos, y consisten artificiales (1 m de altura, 4 a 10 m de ancho de pozos que fueron cavados en la superfi- y 10 a 100 m de largo). Fueron planificados y cie hasta alcanzar la napa acuífera, distan- construidos para el cultivo en zonas llanas e ciados entre sí por 20 a 50 metros. Luego inundables. Fueron empleados extensamen- eran conectados con canales subterráneos te en tiempos precolombinos en zonas inun- y con zanjas abiertas. Las paredes eran re- dables de lo que hoy es Colombia, Ecuador, forzadas con cantos rodados colocados uno la zona de influencia del Lago Titicaca en sobre otros y los techos con lajas eran soste- Perú y Bolivia (Fig. 2). nidos por ellos. El sistema de canales filtra- Desde el punto de vista técnico-construc-

Figura 2. Sistemas productivos combinados: Campos elevados y pampas. Región del Lago Titicaca. Bolivia. (Foto Orgaz Martín).

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tivo, estas configuraciones productivas con- importante desarrollo arquitectónico agríco- sisten en excavar canales conectados, usan- la y en las diferentes estrategias sociales que do la tierra obtenida para formar camas de conlleva esta actividad productiva. cultivo elevadas. El agua sube de los canales Nuestra región de estudio no es ajena a a las camas por capilaridad, provocando este significativo escenario productivo. La que las raíces de las plantas se orienten ha- región de Fiambalá, es un extenso territorio cia abajo, lo que permite colocar las plantas que pertenece al municipio de Fiambalá, muy próximas unas a otras. Esto se traduce ubicado en el oeste tinogasteño, provincia en mayor productividad por menos área, y de Catamarca, conformada por la depresión menos espacio para el desarrollo de plantas del bolsón homónimo y delimitado por las competidoras. En la estación seca se reco- cadenas montañosas de las Sierras de las ge suelo acumulado por erosión del fondo Planchadas y Narváez, las Sierras de Fiam- de los canales, para reforzar continuamen- balá y la Cordillera de San Buenaventura que te las camas. Sus ventajas principales son: se emplazan al oeste, este y norte, respecti- proteger a los cultivos de las inundaciones vamente (Fig. 3). En esta amplia geografía periódicas del lago y de los ríos; brinda un se presentan ambientes contrastantes con efecto termorregulador del agua, disminu- pisos altitudinales de valles mesotérmicos yendo los perjuicios de las heladas, permite (1400-2000 msnm), precordillera (2200-3500 un control del drenaje y humedad durante msnm), que se comunican mediantes pasos las épocas secas o de lluvias, promueve la naturales y a través de los cuales se logra el reconstitución de la capa orgánica del came- acceso a la obtención y/o producción de una llón con los sedimentos de canales y genera importante variedad de recursos animales, una utilización óptima de la fuerza de traba- vegetales, minerales. jo. Excavaciones arqueológicas indican que Las investigaciones arqueológicas sobre la agricultura de los camellones aparece re- los sistemas agrícolas en el área de estudio lativamente temprano en la región del lago dan comienzo en el 2012, y forman parte de Titicaca, probablemente antes del 100 a. C. las múltiples líneas de investigación que se y se mantuvo, con algunos intervalos en generaron en el marco del Proyecto Arqueo- su implementación, hasta el 1000 d. C. al lógico Chaschuil-Abaucán (PACh-A) que 1450 d. C., y se le asoció con los Señoríos Ay- inició sus actividades el año 1994. Desde maras del Intermedio Tardío de la zona. sus inicios se conformó como un proyecto de alcance regional, con un marcado énfasis interdisciplinario. La infraestructura Las intervenciones de nuestro equipo agrícola prehispánica de arqueológico permitieron detectar, rele- la región de Fiambalá var y conocer las diferentes estructuras arqueológicas destinadas a la producción En el Noreste Argentino los estudios ar- de alimentos y sus asociaciones, que hasta queológicos sobre la agricultura prehispáni- hace algunos años atrás eran desconocidas. ca dieron comienzo durante el siglo pasado, Los trabajos pioneros que se realizaron en alcanzando un significativo desarrollo hasta la década de 1980 asumieron y dieron por nuestros días. Las diferentes investigacio- sentado que las poblaciones establecidas nes demostraron que los habitantes que po- adquirían productos a partir del trabajo de blaron este espacio en el pasado prestaron labranza que realizaban en las tierras fértiles bastante atención a la agricultura, incluso en aledañas al río Abaucán, postulando un rie- lugares que se pensaban inviables para estas go por inundación complementado con un tareas, como es la región de la Puna. Estas levantamiento simple del agua sin obras de conclusiones encontraron su respaldo en el andenes ni muros de contención.

190 CAPíTULO 16 LA ARQUEOLOGIA DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DE LA REGIÓN DE FIAMBALÁ – TINOGASTA-CATAMARCA-ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 3. Ubicación general de los sistemas agrícolas conocidos y nuevos de la región de Fiambalá. Referencias: 1 (Las Termas); 2 (Lorohuasi); 3 (Guanchincito); 4 (Antinaco); 5 (Suri Potrero); 6 (Los Morteros) y 7 (El Puesto). (Extraída de Orgaz et al. 2014).

Un nuevo paisaje finidas por los primeros están formadas por agrícola en el oeste de cuadros o celdas de diferentes extensiones y Tinogasta tamaños construidos en las terrazas fluvia- les, siendo los que se presentan en mayor Desde un escenario donde la actividad frecuencia; mientras que los segundos con- productiva de la tierra fue inferida sin ma- sisten de niveles aterrazados emplazados yor evidencia material, se paso a otro, más en las laderas de los cerros. complejo desde lo ingenieril y lo social. Este A continuación, presentamos al lector los cambio se debió al avance de las investi- resultados de nuestros estudios. Expone- gaciones realizadas por nuestro equipo de mos las estructuras agrícolas relevadas y trabajo, que al implementar análisis de imá- sus respectivas asociaciones con otros bie- genes satelitales y prospecciones intensivas nes culturales que se emplazan en el amplio se documentaron y relevaron numerosos valle de Fiambalá, y luego algunas conside- sistemas agrícolas de canchones y de terra- raciones alcanzadas a partir del análisis de zas. Las configuraciones arquitectónicas de- los hallazgos.

LA ARQUEOLOGIA DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DE LA CAPíTULO 16 191 REGIÓN DE FIAMBALÁ – TINOGASTA-CATAMARCA-ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Canchones de Lorohuasi: El campo de cul- mentos de artefactos de molienda. Se des- tivo de Lorohuasi se emplaza sobre una taca que en las proximidades del campo antigua terraza fluvial de un río de recorri- agrícola fueron recuperados entierros con do sur-norte tributario del río Guanchín, a momificación natural con fechados radio- unos 2.142 msnm –ver figura 3. Cubre una carbónicos de 400±70 AP (LP-779, textil) y superficie menor a una hectárea (7000 m²) 400±50 AP (LP-767, textil). Es interesante definido por canchones con dimensiones destacar que en el acervo textil de los en- de (2,80 x 2,30) m cada uno aproximada- tierros se representaron diseños propios mente. El ancho y la altura de los muros de las poblaciones pre-incas, mientras que demarcadores es de 30 cm y 15 cm, respec- la única pieza cerámica rescatada presenta tivamente (Fig. 4). influencia incaica. El conjunto conforma un diseño en da- mero cuya extensión mayor sigue dirección Canchones Guanchincito: Esta infraestruc- norte-sur paralelo a la barranca del anti- tura agrícola se emplaza en la margen iz- guo fluvio. En terreno se documentaron quierda del río Guanchín tributario del río segmentos entre los muros demarcadores Abaucán, en una cota de 1.756 msnm -ver fi- que pueden interpretarse como espacios gura 3. Cubre una superficie aproximada de para circulación o posibles canales pero 18 ha aunque por análisis de cartografía digi- desgraciadamente esto no puede ser dilu- tal se estima que el área agrícola cubrió unas cidado por los agentes erosivos actuantes. 60 ha. Cada canchón presenta un tamaño de Los canchones están asociados con alta (10x14) m aproximadamente, conformados concentración de fragmentos adscriptos por muros simples o dobles alcanzando un estilísticamente a Belén y Sanagasta, frag- ancho de 35 cm y 60 cm, respectivamente, y

Figura 4. Canchones del campo de cultivo de Lorohuasi. (Extraída de Orgaz et al. 2014).

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Figura 5. Infraestructura agrícola de Guanchincito. (Extraída de Orgaz et al. 2014). alturas que oscilan entre 18 a 40 cm (Fig. 5). estructuras que pudieran ser interpretadas En terreno se documentaron segmentos entre como lugares de residencia tanto en sus in- los muros demarcadores que pueden inter- mediaciones como dentro del campo agrí- pretarse como espacios para circulación. Dos cola. Es probable que estos canchones ha- son las particularidades del área agrícola: (i) yan sido utilizados y re-utilizados a lo largo por un lado, la presencia de 22 bloques con del tiempo. grabados que presentan representaciones vi- suales adscriptas mayormente a momentos Canchones Antinaco: Los diferentes can- tardíos y en menor medida de las sociedades chones de cultivo se emplazan a una cota anteriores, pero que remiten a un mismo altitudinal que oscila entre los 1.940 a 1.960 tiempo de realización debido a la ausencia de msnm. Se dividen en dos sectores que se superposiciones, mantenimiento o reciclado, emplazan en la margen derecha e izquier- diferencias en las tonalidades de las pátinas y da del río Antinaco que desemboca en el río a la homogeneidad en las técnicas de resolu- Fiambalá o Abaucán, a los que llamaremos ción y ejecución de las imágenes plasmadas, sector N° 1 y N° 2, respectivamente (Fig. 3). y (ii) la presencia en su interior de cámaras En el sector N° 1 se relevó una superficie funerarias en forma de cista, posiblemente en de 2,5 ha con estructuras agrícolas cuyos falsa bóveda, presentando en algunos casos tamaños varían entre (4x12) m y (19x22) m, la asociación con huesos humanos que apor- presentando muros simples y dobles de 30 taron una fecha radiocarbónica de 611±39 AP y 60 cm de ancho, respectivamente, y altura (AA72747, hueso) que se ubica entre los años máxima de 50 cm. El conjunto cerámico en 1.303-1.330 cal AD (p=0,05). asociación corresponde a momentos pre- Los canchones están asociados con frag- tardíos y en menor proporción tardíos. Por mentos adscriptos tecno-estilísticamente tan- su parte, el sector Nº 2 cubre una superficie to a momentos pre-tardíos (Saujil, Ciénaga, de 2 ha definida por canchones de mayor ta- Aguada) como tardíos (Belén y Sanagasta), maño (23x30) m con grandes muros dobles además, también se registró la presencia de y otros simples de 100 y 40 cm de ancho, artefactos de molienda. No se registraron respectivamente, presentando una altura

LA ARQUEOLOGIA DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DE LA CAPíTULO 16 193 REGIÓN DE FIAMBALÁ – TINOGASTA-CATAMARCA-ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

que oscila entre 20 a 40 cm. Algunos están del paisaje agrícola de Antinaco es que las subdivididos por alineaciones de rocas dis- estructuras arqueológicas emplazadas den- puestas a modo de muros simples, definien- tro del actual poblado de Antinaco fueron do celdas más pequeñas (6x6) m. (Fig. 6). El reutilizadas en el presente para el cultivo de conjunto cerámico superficial se conforma alfalfa. Además, los pobladores de Antinaco por fragmentos pre-tardíos (Saujil y Agua- informaron que se obtuvieron artefactos lí- da) aunque los tardíos (Belén) presentan ticos a través de una excavación clandestina mayor proporción relativa que en el sector conjuntamente con “un indiecito dentro de Nº 1. También se registraron despedres en una tinajita de color negro y rojo envuelto la intersección de los muros. con poncho de vivos colores”. Este hallazgo En base a observaciones en terreno y el provino de la cumbre de uno de los cerros análisis de la cartografía digital se estima que se ubica al noreste del pueblo y de los que la superficie de cultivo es de aproxima- campos agrícolas arqueológico homónimo, damente 27 ha, pudiendo ser aún mayor si al que algunos pobladores llaman “El Fuer- consideramos que parte puede encontrar- te” y otros lo identifican como “el lugar de se totalmente colmatada por los médanos. festejo de los indios”. Las prospecciones Ambos sectores se relacionan con el sitio realizadas en el lugar confirmaron lo expre- arqueológico residencial Cardoso, donde sado por la gente ya que se registraron cua- uno de los rasgos relacionados con la acti- tro estructuras a lo largo del trayecto desde vidad productiva es la presencia en super- la base a la cima del cerro, no habiéndose re- ficie de 18 artefactos de molienda dentro de cuperado material artefactual en asociación. la instalación. Otra característica distintiva De estas estructuras la más significativa es

Figura 6. Canchones de Cultivo de Antinaco (Sector N° 1). (Extraída de Orgaz et al. 2014).

194 CAPíTULO 16 LA ARQUEOLOGIA DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DE LA REGIÓN DE FIAMBALÁ – TINOGASTA-CATAMARCA-ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca la emplazada en la cima, que está conforma- configuración espacial de los Canchones de da por dos líneas de muros, uno ubicado al El Puesto es similar a otros denominados norte y otro al sur, que delimitan la cumbre Los Morteros y emplazados en la margen a modo de plataforma. Dentro de este espa- izquierda del río Abaucán (Fig. 3). cio de (19x20) m se registraron cuatro pozos producto de acciones vandálicas. Canchones Suri Potrero (SP): El paisaje agrícola en la quebrada de Suri Potrero está Canchones El Puesto: Este sistema agrícola conformada por cuatro sistemas agrícolas de canchones está emplazado en la terraza de canchones, ubicados en una cota altitudi- fluvial de la margen izquierda del río El nal de 1.770 msnm (Fig. 3). Se accede a este Puesto, aproximadamente a una distancia complejo productivo recorriendo un estre- de 100 m al este de su cauce actual y 3 km cha y sinuosa quebrada de 3,5 km de exten- del río La Troya, afluente del Abaucán, en sión, encajonado entre laderas de cerros de dirección este y a una cota altitudinal de fuerte pendiente y cuya entrada se ubica a 1.383 msnm (Fig. 3). El espacio de la insta- unos 12 km al norte del río La Troya por la lación es abierto y de fácil acceso a través RN 60 y sobre las estribaciones del oeste de de los amplios barreales formados por las la Formación El Calvario, en el sector sur de crecientes de los ríos El Puesto y La Troya. la Cordillera de Narváez. Esta localización Actualmente el área está sujeta a un inten- le otorga a los campos productivos una es- so proceso de erosión por la acción de la casa visibilidad y una accesibilidad restrin- escorrentía superficial que bisecó sectores gida. del área con configuración agraria; como así A la salida del cañón el río conforma te- también el viento que ocasionó la deflación rrazas de diferente amplitud y sobre ellas se de los suelos. Estos agentes afectaron la pre- disponen los cuatro sistemas agrícolas (SP1, servación de los componentes hidráulicos SP2, SP3 y SP4) compuestos por canchones de abastecimiento del sistema, ya que no cuyos tamaños oscilan entre 12 m² y 35 m² fueron registrados en terreno. cada una. En estas estructuras no pudieron El espacio productivo se define por can- identificarse los lugares de toma de agua chones de forma rectangular, muros sim- debido a los cambios en la dinámica fluvial, ples, dispuestos en forma secuencial que cu- registrándose una altura de 13 m entre los bre un área de 0,6 ha. Sin embargo, a través canchones y el cauce actual del río. El espa- de las imágenes satelitales estamos en con- cio formatizado se identifica por un entre- diciones de afirmar que la superficie culti- cruzado de muros, mayormente simples, vable pudo haber sido mayor debido a relic- que conforman los canchones y que fueron tos que pervivieron a los agentes erosivos. levantados con rocas. Dentro del área de las estructuras agrícolas Entre los sistemas agrícolas se destaca SP1 se recuperaron fragmentos de material cerá- ya que en sus inmediaciones se encuentra un mico, muchos de ellos decorados y otros sin bloque con grabados que contiene imágenes decoración del tipo ordinario. Los primeros figurativas y abstractas que remiten mayor- corresponden a distintos estilos decorativos mente a las sociedades del primer milenio de las sociedades del primer y segundo mi- con excepción de una que es similar a moti- lenio, donde se registró Saujil gris alisado, vos característicos del estilo cerámico Belén. Aguada pintado y Belén negro sobre rojo. En general, los bienes culturales asociado a Unos 1,4 km al este del sistema agrícola se los sistemas agrícolas de Suri Potrero cons- emplaza la aldea Formativa de LT-V50 que tan de fragmentos de vasijas con estilos de- es el sitio residencial más próximo, no ha- corativos que remiten a distintos momentos biéndose registrado otro tipo de dispositi- del desarrollo histórico regional y artefactos vos culturales (grabados y/o tumbas). La líticos con punta aptos para ejecutar las imá-

LA ARQUEOLOGIA DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DE LA CAPíTULO 16 195 REGIÓN DE FIAMBALÁ – TINOGASTA-CATAMARCA-ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

genes grabadas en el bloque asociado a estos alcanzan los 30 m de largo por 10 de ancho sistemas agrícolas. (Fig. 7). Durante la prospección se documentó ma- Niveles aterrazados en el piedemonte de terial cerámico en superficie que da cuenta Las Termas de Fiambalá: Este sistema agrí- de la presencia de estilos decorativos pre- cola se ubica a 1.724 msnm, en las inmedia- incas (Sanagasta y Belén) e Inca y en menor ciones del complejo termal de Fiambalá, frecuencia Aguada. aproximadamente a 20 km de la ciudad homónima cabecera municipal –ver figura 3. Se caracteriza por conformar un conjunto Algunas conclusiones de niveles aterrazados en pendiente relati- que nos permite el vamente suave, cubriendo una superficie estudio de los paisajes actual de 2 ha aunque se estima que su desa- agrícolas rrollo máximo fue de 8 ha. Esta apreciación es producto del mal estado de conservación Como se dijo al inicio de este trabajo, son en que se encuentra este bien cultural de- muchas las preguntas que encuentran res- bido al impacto directo que sufrió por la puesta a través del estudio arqueológico de apertura del camino vehicular al complejo los campos de cultivo de las sociedades del termal, como así también por la presencia pasado. El estudio de las tecnologías de pro- de picadas que atraviesan el predio conse- ducción agrícola prehispánica es un aspecto cuencia del montaje de columnas de alum- relevante al momento de dar cuenta de las brado. Desde el punto de vista constructivo múltiples dimensiones de la vida social de no presenta diferencias internas, siendo la las poblaciones. Por ello, un análisis contex- técnica empleada la disposición de muros tual y comparativo sobre los diferentes espa- de contención de material pétreo en sentido cios agrícolas de la región de Fiambalá, junto perpendicular a la pendiente, cuya altura a otras evidencias arqueológicas asociadas, oscila entre los 20 a 40 cm, generando ni- como tumbas, cerros, cerámica de diferentes veles aterrazados en algunos sectores que momentos del desarrollo cultural regional,

Figura 7. Sistema aterrazado de Las Termas. (Extraída de Orgaz et al. 2014).

196 CAPíTULO 16 LA ARQUEOLOGIA DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DE LA REGIÓN DE FIAMBALÁ – TINOGASTA-CATAMARCA-ARGENTINA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca rocas con grabados, entre otros, permiten tamos en condiciones de plantear algunas realizar algunas consideraciones que nos re- conclusiones integrales que involucra la di- mite a la dinámica social del pasado. námica social regional. En primer lugar una mirada comparativa En este sentido consideramos que la au- entre los sistemas agrícolas de canchones sencia de integración, plena o directa, en- que se presentaron posibilitan algunas ca- tre los espacios de viviendas y los sistemas racterísticas compartidas y otras no. Entre agrícolas tiene relación con la organización las compartidas se destacan: (i) la selección del trabajo en diferentes momentos del de- de las terrazas de los ríos como lugar de sarrollo cultural regional. Un segundo as- emplazamiento; (ii) una continuidad de las pecto a destacar es que la tríada que articu- técnicas constructivas a lo largo del tiempo la crecimiento demográfico-centralización a pesar de su asociación con conjuntos cerá- política-tecnología agrícola no se refleja en micos que remiten a estilos decorativos de la región de estudio. Los paisajes agrícolas momentos Formativos y/o Tardíos; (iii) la no sugieren cambios en la organización del extensión de la superficie cultivable presenta trabajo a lo largo del tiempo, siendo impo- una gran variabilidad pero como máximo, y sible al estado de las investigaciones definir en forma estimada, se calcularon 60 ha para etapas de mayor complejidad social y tec- el caso de Guanchincito y (iv) con relación nológica en el devenir histórico de la región al punto anterior, también podemos asumir de Fiambalá. que no existió una expansión importante En tercer lugar, no fueron observadas de la superficie cultivable a pesar de la re- transformaciones abruptas en las configura- ocupación de estos espacios de los que da ciones agrícolas para momentos del Período cuenta los conjuntos cerámicos asociados. de Desarrollos Regionales (crecimiento de la Por su parte, como diferencias podemos superficie cultivable, mayor elaboración en indicar que: (i) varía la forma y la superfi- las técnicas constructivas, explotación más cie definida por cada canchón; (ii) algunos intensiva y organización del laboreo agríco- sistemas agrícolas están asociados a sitios la a escalas supradomésticas), a diferencia residenciales, como es el caso de Antinaco, de lo que fue registrado en otras regiones y otros no aunque es interesante indicar que del Noroeste Argentino. En la región de dicha asociación no es directa dado que me- Fiambalá, las sociedades del segundo mile- dia una distancia considerable entre unos y nio reutilizaron principalmente los sistemas otros; (iii) algunos presentan marcas cultu- agrícola de canchones sin realizar cambios rales (grabados y tumbas) y otros no; (iv) significativos pero incorporando, en algu- la mayoría de los sistemas agrícolas de can- nos casos, dispositivos culturales (grabados chones se emplazan en lugar abiertos, con la y tumbas). excepción de Suri Potrero, situado dentro de Para finalizar resta decir que aún son mu- la quebrada; y (v) solo Guanchincito y Suri chas las preguntas que quedan en el tintero Potrero están asociados con grabados pero para conocer cabalmente la historia social de sus accesibilidades y visibilidad difieren la producción agrícola. Por ello, el Proyecto notoriamente en ambos sistemas agrícolas. Arqueológico de los Paisajes Agrícola de la El único sistema aterrazado (Las Termas) región de Fiambalá tiene en agenda diversas está asociado principalmente con materiales líneas de investigación en curso orientadas cerámicos del Período Tardío e Inca pero, al a la reconstrucción de esta historia. igual que el sistema de canchones, tampoco cubre una gran extensión a pesar de la posi- ble intromisión del estado inca. Lecturas Sugeridas En segundo lugar, luego de la compara- ción entre los complejos productivos, es- http://www.proyectopacha.com.ar

LA ARQUEOLOGIA DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN AGRÍCOLA DE LA CAPíTULO 16 197 REGIÓN DE FIAMBALÁ – TINOGASTA-CATAMARCA-ARGENTINA

Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, 17 CATAMARCA

Myriam Tarragó, Valeria Palamarczuk y Sonia Lanzelotti

CONICET – Museo Etnográfico “Juan B. Ambrosetti”, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. Moreno 359, CABA (1091).

El Proyecto Arqueológico Yocavil se dedica desde 1985 al estudio de las sociedades prehispánicas del sur del valle de Santa María o Yoca- vil, provincia de Catamarca, Departamento de Santa María a partir de un acercamiento arqueológico a los paisajes pre-europeos en un contexto regional. A lo largo de casi tres décadas de investigaciones se desarrollaron estrategias que integran información obtenida me- diante prospecciones, excavaciones e indagaciones sobre colecciones de museos. Presentaremos una síntesis de los últimos avances en las recientes investigaciones.

El Proyecto Arqueológico toria de las sociedades mediante el estudio Yocavil de los restos materiales que perduraron a través del tiempo (vestigios de la arqui- El valle de Yocavil (o Santa María) ocupa tectura, representaciones en arte rupestre, el extremo noreste de la provincia de Cata- alfarería, artefactos en piedra, restos de co- marca, el noroeste de Tucumán y el sur de mida, por sólo mencionar algunos). Salta, con una extensión norte-sur aproxi- La investigación considera una escala mada de 100 kilómetros. El equipo de in- temporal extensa, que abarca desde las pri- vestigadores que conforma el Proyecto Ar- meras evidencias locales de sociedades mó- queológico Yocavil se dedica a estudiar la viles con una economía basada en la caza historia de las sociedades que habitaron el de animales y la recolección de vegetales sur del valle desde un enfoque arqueoló- silvestres, hasta los inicios de la conquista gico. Los arqueólogos reconstruyen la his- europea (siglos XVI y XVII), momento para

INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA CAPíTULO 17 199 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 1. Yocavil meridional en el Departamento de Santa María, Catamarca. En gris sitios abordados por el Proyecto.

el cual existían complejas organizaciones objetos arqueológicos desde el punto de sociales agrícolas y ganaderas asentadas en vista tecnológico (qué materiales y pro- poblados, conocidas como “Calchaquíes” o cedimientos técnicos se emplearon en su “Diaguitas”. La escala temporal y espacial elaboración) y también desde el punto de abordada define un amplio lapso de varios vista expresivo (bajo qué pautas estéticas milenios en la historia de las sociedades lo- se elaboraron los objetos y qué sistemas de cales. A lo largo de dicha historia se fueron símbolos fueron plasmados en ellos). modificando de modo sensible las maneras El equipo de trabajo está compuesto de habitar el espacio, de organizar la econo- por investigadores, becarios y estudiantes mía, las relaciones políticas y territoriales y formados en diversas especialidades de las expresiones simbólicas que dan cuenta la arqueología, como la zooarqueología, de las creencias y valores culturales. la paleo-etnobotánica, los estudios sobre La investigación busca profundizar el materiales cerámicos, líticos, metalurgia o conocimiento de algunos sectores dentro la arquitectura. del área general, mediante la localización, En las investigaciones se trabaja en co- el registro y la excavación de sitios de di- laboración con especialistas de diferentes ferentes épocas y de diversa función, por ramas de las ciencias, como la historia, la ejemplo áreas de residencia, instalaciones biología, la geología, la química o la astro- para producir alimentos, lugares destina- nomía, para profundizar los distintos as- dos a ceremonias, vías de comunicación o pectos que hacen a la trayectoria histórica caminos, entre otros. de los pueblos en la región. Un objetivo Un núcleo de interés es el estudio de los importante es la conservación del patrimo-

200 CAPíTULO 17 INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

nio y la transferencia de los resultados de era la excavación de sepulcros, sino la in- la investigación (ver Recuadro La conserva- vestigación de los poblados, los espacios ción del patrimonio arqueológico y la difusión de habitación o los talleres donde se con- de resultados). feccionaban instrumentos líticos. Entre las metas de investigación más importantes estaba la ubicación de nuevos sitios, un Una larga historia de mejor conocimiento de algunos de aque- investigaciones llos ya conocidos y, fundamentalmente, la elaboración de una secuencia histórica Escenario de la mitológica resistencia de regional, mediante la cual se pudiera esta- los pueblos calchaquíes a la dominación blecer la antigüedad de los sitios y de los colonial, el valle de Yocavil conforma un objetos arqueológicos propios de la zona. paisaje de gran belleza en el cual persisten En esta época empiezan a utilizarse nue- diversas y ricas evidencias materiales del vos métodos de trabajo, como la seriación pasado. Desde los inicios de la disciplina de frecuencia de cerámica y revoluciona- arqueológica en Argentina la riqueza de rias técnicas de laboratorio como la data- los vestigios de este pasado ha estimula- ción radiocarbónica. do, en gran medida, el interés por estudiar En el año 1985 comienzan las investiga- a las sociedades prehispánicas asentadas ciones del Proyecto Arqueológico Yocavil, en la región. Hacia fines del siglo XIX los dirigido por Myriam Tarragó, que conti- pioneros de la arqueología del Noroeste núan hasta la actualidad. A lo largo de casi argentino (NOA), como Inocencio Libera- tres décadas de trabajos, el equipo integró ni, Samuel Lafone Quevedo o Juan Bau- gran cantidad de información a nivel regio- tista Ambrosetti, trabajaron en la zona. A nal, junto con la investigación intensiva en comienzos del siglo XX se realizaron im- grandes sitios tardíos como Rincón Chico, portantes expediciones de investigación El Calvario de Fuerte Quemado o Loma organizadas por universidades y particu- Rica de Shiquimil. Entre los métodos de lares. Uno de los propósitos de la arqueo- trabajo novedosos para el momento el equi- logía del momento era reunir colecciones po aplicó la localización de sitios mediante de objetos para los museos, por tal motivo fotografías aéreas e imágenes satelitales y se prefería excavar sepulcros para recupe- el método de excavación estratigráfica cu- rar urnas funerarias y ofrendas. Esta es la briendo grandes áreas. En los últimos años época en la cual, de modo paralelo, se rea- se ha ampliado el marco temporal de la in- lizaron excavaciones masivas de cemente- vestigación incluyendo asentamientos que rios por parte de “huaqueros” con el fin de dan cuenta de los primeros momentos de la reunir colecciones para su venta. Las gran- organización de aldeas de pastores y agri- des colecciones arqueológicas de Yocavil cultores, como el sitio Soria 2, en Andalhua- depositadas en museos nacionales como el la y de grupos más antiguos, cazadores-re- Museo de La Plata o el Museo Etnográfico colectores, como el sitio Ampajango. “Juan B. Ambrosetti”, o del exterior, como La formación de recursos humanos en los Museo de Chicago, Berlín o Gotembur- arqueología ha sido siempre una faceta go se recopilaron a lo largo de esos años. destacada del proyecto. En numerosos En las décadas de 1950 y 1960 se confor- temporadas de trabajo en el campo par- mó el equipo de investigación arqueológi- ticiparon más de un centenar estudiantes ca de la Universidad Nacional del Litoral de arqueología. Se defendieron 24 tesis de dirigido por Eduardo Cigliano. Con un licenciatura y 9 tesis de doctorado que pro- enfoque profesional moderno y multidis- fundizan diferentes aspectos de la arqueo- ciplinario, el eje de la investigación ya no logía regional.

INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA CAPíTULO 17 201 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

A

202 CAPíTULO 17 INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

B Figura 2. Reconstrucción tridimensional del sitio Rincón Chico 1 en planta (A) y en perspectiva (B) (Tomado de Tarragó 2011).

INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA CAPíTULO 17 203 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 3. Infraestructura agrícola en la cuenca del río Caspinchango. A. Terraza; B. Canal de riego; C. Reticulado de cultivo.

Figura 4. Estructuras arqueológicas de Andalhuala La Banda. A. Conjunto habitacional de planta cuadrangular; B. Mortero múltiple; C. Estructura circular; D. Espacio delimitado por megalitos. (Tomado de Álvarez Larrain y Lanzelotti 2013).

204 CAPíTULO 17 INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Recuadro 1. La conservación del patrimonio arqueológico y la difusión de resultados

La investigación arqueológica se enfrenta a una paradoja: mediante la excavación, que es uno de los métodos de trabajo clásicos, se desentierran y descubren las huellas y los restos materiales que dejaron los antiguos habitantes y que perduraron a través del tiempo. Pero el propio proceso de excavación implica la destrucción del sustrato de sedimentos y de las relaciones espaciales entre los objetos y las estructuras arqueológicas descubiertos. Por este motivo una estrategia apropiada incluye un registro minucioso de las etapas de la excavación a través de descripciones, fotografías y dibujos del área excavada. Cuando una ex- cavación ha concluido, el pozo generado debe ser completamente tapado para evitar accidentes y minimizar el impacto visual en el paisaje. En el proyecto se ha elaborado un sistema de registro mediante planillas que documenta el trabajo de campo. Este registro, además de ser un recurso para el análisis dentro del equipo de investigación, es un legado para futuras generaciones de investigadores dado que la información de base, planos y fotografías pasarán a integrar el Archivo Fotográfico y Documental del Museo Etnográfico “Juan Bautista Ambrosetti”, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. La documentación del proceso de excavación es una de las tareas importantes para la conservación del patrimonio arqueológico. La transferencia de los resultados de la investigación es también un aspecto de la conservación y puesta en valor del patrimonio arqueológico. Para ello existen diversos canales de difusión como por ejemplo los congresos de arqueología, la edición de libros, la redacción de artículos para revistas especializadas y de divulgación y la docencia. El proyecto realiza también charlas y visitas guiadas en el campo durante las ex- cavaciones con el fin de presentar avances de la investigación y explicar la metodología de trabajo a grupos de público general y escolar de Santa María, Lampacito, Caspinchango, San José, El Desmonte, Andalhuala, Yápez y Punta de Balasto. Estas actividades apuntan también a fortalecer el vínculo de las poblaciones presentes con su patrimonio.

portante para el abastecimiento de material Los pobladores lítico para la talla. Estudios ópticos recientes prehispánicos en Yocavil realizados sobre el barniz natural que recu- bre a estos artefactos, permitió vincularlos Los primeros habitantes temporalmente al Holoceno Temprano, corroborando así su gran antigüedad. En Las evidencias arqueológicas más abun- los alrededores de Yocavcil se han ubicado dantes de las sociedades cazadoras-recolec- sitios en la Quebrada de Los Corrales y en toras tempranas son los artefactos tallados el valle del Cajón que también permitieron en piedra, como las puntas de proyectil, contextualizar temporalmente, mediante hallados de manera aislada. La distribución estratigrafía y dataciones radiocarbónicas, a de esos artefactos en el espacio indica que las evidencias de grupos cazadores-recolec- los grupos cazadores-recolectores aprove- tores tempranos. charon los diferentes pisos ecológicos, des- de las altas cumbres hasta el fondo de valle. Los instrumentos de mayor antigüedad han Las aldeas del primer milenio sido hallados a mediados del siglo XX en las cercanías de la localidad de Ampajango, Hace unos dos mil años ya se encontraban donde se encontraron numerosos artefactos plenamente establecidos grupos con un alto tallados, evidencia de que el lugar era im- grado de sedentarismo y con una base pro-

INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA CAPíTULO 17 205 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

ductiva de tipo agrícola y ganadera. Es pro- los centros poblados o “pucara” como Rin- bable que existan aldeas más antiguas en cón Chico, Tolombón, Pichao, Quilmes, El nuestra zona aunque aún no han sido iden- Calvario de Fuerte Quemado, Masao, Las tificadas. Los arqueólogos llaman período Mojarras, Cerro Mendocino o pucará de Temprano o Formativo a la época caracte- Ingamana, Loma Rica de Shiquimil, Loma rizada por asentamientos de tipo aldeano, Rica de Jujuil que evidencian además un no- con grupos de población reducida que prac- table desarrollo económico y demográfico. ticaban la agricultura y la cría de llamas, y Estos grandes poblados están compuestos que continuaron aprovechando los recursos por varios centenares de recitos y se carac- silvestres mediante la caza y la recolección. terizan por una maciza arquitectura en pie- Estas comunidades sostuvieron extensas re- dra. En el espacio construido se reconocen des de intercambio extraregional, evidencia- zonas residenciales, de producción alfarera das en la circulación de elementos como la y metalúrgica, áreas de molienda de granos, obsidiana, proveniente de la Puna. También grandes plazas o espacios de congregación desarrollaron novedosas tecnologías, como pública destinados a ceremonias colectivas la metalurgia y la alfarería (ver Recuadro y festividades. Los sistemas de asentamien- ¿Qué sabemos de la tecnología de los Pueblos to integraban también zonas funerarias o Originarios?). En estos momentos comienza cementerios e importantes áreas de produc- una práctica que perdurará en la zona a lo ción agrícola con regadío, junto con sitios largo de cientos de años, el entierro de niños de habitación de menores dimensiones y en el interior de vasijas o urnas funerarias. de actividades específicas, como la caza y el A lo largo del primer milenio se observan pastoreo, ubicados en diversos sectores eco- diferentes modos de organizar el espacio lógicos del valle. Se ha propuesto que algu- aldeano, con recintos habitacionales disper- nos sectores de los poblados altos o pukaras, sos entre los campos de cultivo y poblados fueron el lugar de residencia de las élites, que concentraban varias unidades familia- y un símbolo de su posición social y de su res. Estos pequeños poblados se encuentran relación con las divinidades, dando cuenta principalmente en las faldas de los cerros y de la complejidad de las organizaciones po- en el fondo de valle. Se trata de lugares con líticas. En esta época se definen novedosas arquitectura en piedra y abundantes restos pautas estéticas que se hacen evidentes no de cerámica y de material lítico, como los solo en la arquitectura, sino en los estilos sitios Soria 2 y 3 en Andalhuala, Bajo los alfareros -como San José-Shiquimil y Santa Cardones y El Remate en la quebrada de María-, la metalurgia y el arte rupestre. Amaicha, Yacimientos El Monte y El Ciéna- go/Mesada del Agua Salada en la cuenca de Caspinchago, Morro de las Espinillas en Pa- La llegada del inca janguillo. Este último sitio muestra una con- y la desestructuración colonial centración de recintos dispuestos en altura, una modalidad que será muy frecuente en Hacia el siglo XV la zona es anexada al momentos posteriores. imperio incaico. Este proceso expansivo de- bió incidir profundamente en las relaciones políticas locales, no obstante no se aprecian La vida en los pucara cambios significativos en cuanto a la mo- dalidad de asentamiento y muchos de los A comienzos del segundo milenio se sitios continuaron ocupados hasta el mo- acentúa una tendencia a ocupar los cerros mento del contacto europeo en el siglo XVI. bajos que bordean el valle. Esta tendencia En varios casos se registran edificaciones y se observa claramente hacia el siglo XIII con objetos incaicos o con influencia cuzqueña,

206 CAPíTULO 17 INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

u otras evidencias indirectas que dan cuen- en Punta de Balasto. Se propuso a partir de ta del impacto del proceso expansivo. Se estas evidencias que el incario cooptó a las suma la construcción de tramos del cami- elites tradicionales del valle ejerciendo así no imperial en el valle, la remodelación de una hegemonía indirecta, y que las diversas sectores en algunos poblados locales con ar- instalaciones tuvieron por fin facilitar la ad- quitectura de tipo incaica como en La Ven- ministración estatal y la producción para el tanita y El Calvario de Fuerte Quemado y la estado de bienes suntuarios como la meta- edificación de un centro puramente incaico lurgia. El proceso de colonización europea

Figura 5. Evidencias de tecnología metalúrgica y cerámica. A. Molde para fabricar discos de bronce; B. “prills” o gotas de metal fundido; C. Estilos cerámicos del segundo milenio (Tomado de Palamarczuk et al. 2013).

INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA CAPíTULO 17 207 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Recuadro 2. ¿Qué sabemos de la tecnología de los Pueblos Originarios?

La tecnología cerámica Si bien existe una larga y variada tradición alfarera, la cerámica conocida como “Santa María”, producida du- rante el segundo milenio, se ha convertido en el ícono de la región, tal vez por su abundancia y atractivo estético. La amplia distribución de este estilo denota amplias redes sociales que se extienden más allá del área de Yocavil, como en Tafí, el piedemonte oriental del Aconquija, el Valle Calchaquí norte, el norte de Hualfín, Andalgalá, etc. Un estilo tardío tal vez menos conocido, pero igualmente muy abundante es el denominado San José-Shiquimil. Al igual que en la alfarería Santa María, dentro de esta unidad estilística se reconocen diferentes variantes, que son el resultado del paso del tiempo, pero también, de particularidades locales. Por ejemplo, hemos descubierto que, la variante que incluye diseños de sapos procede principalmente de la zona de Entre Ríos. Para la elaboración de la cerámica la arcilla era mezclada con otros sedimentos y materiales como el tiesto molido, que caracteriza a las alfarerías tardías de la zona. La cocción de la cerámica se realizaba en diferentes tipos de estructura. En el sitio Rincón Chico 15 hemos hallado un horno circular de grandes dimensiones en el cual se ha estimado una capacidad de cocción de un total aproximado de 20 vasijas al mismo tiempo entre tinajas grandes y escudillas. En Yocavil, la vivienda más antigua que conocemos se ubica en la localidad de Andalhuala (sitio arqueológico Soria 2), data de comienzos de la Era y los fragmentos de cerámica hallados ya muestran un desarrollo pleno de esta tecnología. La alfarería de este sitio muestra niveles avanzados de destreza en su producción, dados por una cocción de muy buena calidad, así como también diversidad de formas y recursos técnicos decorativos. Los distintos tonos de coloración se obtenían utilizando técnicas de cocción oxidante (color naranja/rojizo) y reductora o pobre en oxígeno (color gris/negro), y también se observa decoración a partir de pulido, aplicación de pinturas, pastillaje, diseños logrados por incisión y grabados post cocción.

La metalurgia La metalurgia es una tecnología que en Yocavil adquirió singular destreza. Las cualidades del metal fueron aprovechadas para elaborar pequeñas herramientas para la vida diaria pero, en lo fundamental, para dar a luz símbolos materiales de distinción social y de conexión con los dioses (discos, campanas, hachas ceremoniales). Los trabajos en Rincón Chico 15 permitieron estudiar con gran detalle un taller metalúrgico de características únicas en todo el NOA. El lugar estuvo destinado a la producción de artefactos de bronce, y en él hemos encontrado estructuras de fundición para llenar moldes y un gran horno con acumulación de piedras (“huayra”) para separar el cobre, de la ganga (material de desecho). Las cerámicas refractarias constituyen las evidencias más abun- dantes del sitio, habiéndose recuperado hasta el momento más de 350 fragmentos, clasificados según criterios morfológicos-funcionales en tres grupos principales: a) moldes, destinados al vaciamiento del metal ya fundido; b) crisoles, asociados a tareas de fundición de menas metálicas y preparación de aleaciones; y c) piezas inter- medias, compuestas por dos partes (cucharas y tapones) que se empleaban en la transferencia del metal líquido del crisol hacia el molde. Una particularidad de las tres categorías señaladas es la presencia de una sustancia blanquecina que cubre sus superficies internas, y en ocasiones externas, y que gracias a la realización de una diversidad de estudios técnicos se ha determinado que se trata de una solución de cenizas de huesos calcinados y molidos. La tradición metalúrgica del NOA alcanzó su más alta expresión durante las épocas tardías. Los estudios de laboratorio indican que las piezas estuvieron sometidas a temperaturas superiores a 800 ºC, superando, en el caso de los crisoles, los 1100 ºC. De acuerdo a la composición de las incrustaciones metálicas recuperadas de las paredes de refractarios y de las gotas de fundición (“prills”) analizadas, sabemos que en el taller se manufactu- raban bronces al estaño. La reducción de minerales y la fusión de metales se realizaban en crisoles calentados en fogones, aplicándose ventilación forzada mediante sopladores de boca con el propósito de alcanzar los rangos térmicos requeridos. La integración de la región al estado incaico, durante la primera mitad del siglo XV, encon- traría al taller en plena actividad, con artesanos experimentados y conocedores de los secretos del oficio. Una

208 CAPíTULO 17 INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

determinó una prolongada situación de re- sistencia, sostenida por varias generaciones que intentaron mantener modos de habitar tradicionales en un particular contexto so- innovación atribuible a la administración incaica fue ciohistórico de alianzas intergrupales, ne- la elaboración de lingotes, comportamiento proba- gociaciones de frontera y guerras de defen- blemente relacionado con la movilización de metales sa territorial. Además del registro material, base hacia otros lugares. para esta época existen algunas fuentes es- La agricultura critas que dan cuenta de este proceso. Sabemos que la agricultura, definida como la tecnología de producción de alimentos vegetales, ha sido de especial importancia en Yocavil durante Glosario los últimos dos milenios. Las evidencias incluyen la amplia distribución de infraestructura para la pro- Datación radiocarbónica: técnica de análisis ducción agrícola, como así también los restos de los de laboratorio que permite establecer la an- vegetales consumidos. La buena preservación de las tigüedad de materiales orgánicos, como por estructuras agrícolas registradas en la cuenca del ejemplo carbón, madera, cuero o hueso. río Caspinchango, permitió clasificarlas en obras de Excavación estratigráfica: método de excava- riego y terrenos de cultivo propiamente dichos. Entre ción arqueológica basado en la extracción de las primeras se encuentran una represa y numerosas sedimentos en orden inverso a su deposita- acequias o canales de riego/drenaje. Entre los se- ción. gundos se identificaron terrazas, reticulados, líneas- Holoceno: es la época más reciente del perío- guía de cultivo, y recintos de siembra. En estos últi- do Cuaternario, que abarca desde hace unos mos se observa la presencia de pequeñas aperturas 10.000 años hasta nuestros días. que permitirían el ingreso y salida de agua, por lo que se concluye que el riego se realizaría no por inun- Huaquero: persona que busca objetos ar- dación. En cambio las líneas-guía se regaban por queológicos por medio de excavaciones no circulación de agua. Se postuló que el conjunto de sistemáticas con el propósito de coleccionar- represa, acequias y líneas-guía de cultivo es funcio- los o de comerciarlos. nalmente interdependiente, lo que permite suponer Lítico: de piedra. la contemporaneidad de estos tres tipos de estruc- Paleo-etnobotánica: estudio de los restos bo- turas agrícolas, que se asocian a momentos tardíos. tánicos y sus usos en el pasado. El agua de riego provendría mayormente de la des- Seriación de frecuencia cerámica: método viación de uno de los arroyos con agua permanente, de datación relativa que se basa en asignar complementada con el agua de lluvias estacionales, un orden cronológico a un conjunto de tipos y con la humedad aportada por las nubes bajas. cerámicos a partir de la medición de los cam- Además del fondo de valle, los lugares óptimos bios en la abundancia de los diferentes tipos para la producción agrícola se encuentra a lo largo cerámicos en los contextos arqueológicos. de toda banda oriental, coincidiendo en parte con el Zooarqueología: rama de la arqueología emplazamiento de las localidades de Caspinchango, dedicada a la identificación y análisis de es- Entre Ríos, Andalhuala y Ampajango, pero cubrien- pecies de fauna procedentes de yacimientos do una superficie mucho mayor que explotada en la arqueológicos, ayudando a la reconstrucción actualidad. de la dieta humana y la comprensión del me- El estudio de microvestigios vegetales permitió identificar, en las líneas-guía de cultivo de Caspin- dio ambiente al momento de la deposición. chango, la presencia de maíz. El consumo de esta especie también se corrobora en los hallazgos de las excavaciones de Rincón Chico y Las Mojarras, donde se recuperaron restos de granos y marlos quemados.

INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA CAPíTULO 17 209 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 6. Excavaciones arqueológicas en distintos lugares del valle. A. Sitio Soria 2; B. y C. El Colorado; D. Torreones incaicos, El Calvario de Fuerte Quemado.

Figura 7. Actividades de transferencia y divulgación años 2007 y 2008.

210 CAPíTULO 17 INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Lecturas Sugeridas Tarragó, M. N. y Luis R. González. 2008. Estu- dios Arqueológicos en Yocavil. Asociación de González, L. R. 2010. Fuegos sagrados. El taller Amigos del Museo Etnográfico, Buenos Ai- metalúrgico del sitio 15 de Rincón Chico res. (Catamarca, Argentina). Boletín del Museo Tarragó, M. N. 2011. Poblados tipo pukara en Chileno de Arte Precolombino, Vol. 15, Nº Yocavil. El plano de Rincón Chico 1 (Cata- 1: 47-62. marca, Argentina). Estudios Sociales del NOA. Nueva Serie, Nº 11: 33-62.

INVESTIGACIONES ARQUEOLÓGICAS EN EL VALLE DE SANTA MARÍA, CATAMARCA CAPíTULO 17 211

Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO EL PROYECTO ARQUEOLOGICO CHASCHUIL-ABAUCAN: LA COMPRENSION DEL PASADO 18 DESDE EL PRESENTE

Norma Ratto1, Martín Orgaz2, Anabel Feely1, Mara Basile3, Irene Lantos3, Luis Coll1, Juan P. Miyano3, Dolores Carniglia1 y Roxana Boixadós4

1 Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires;2 Escuela de Arqueología de la Universidad Nacional de Catamarca; 3 CONICET-Museo Etnográfico Juan B. Ambrosetti (FFyL-UBA);4 CONICET- Universidad Nacional de Quilmes-Universidad de Buenos Aires.

El PACh-A (Proyecto Arqueológico Chaschuil-Abaucán) inició sus trabajos en el oeste tinogasteño de Catamarca (Argentina) a mediados de la década de 1990. Las investigaciones comenzaron en las tierras altas del valle de Chaschuil para luego ampliarse al valle de Fiamba- lá. Durante todo este tiempo, siempre contamos con la colaboración de los pobladores que habitan hoy día estas tierras. A lo largo de 20 años de investigaciones fueron prospectados distintas ecozonas y pisos altitudinales, se detectaron y documentaron sitios arqueo- lógicos, se analizaron diversos materiales y se realizaron estudios paleoambientales. Compartimos con el lector el estado de nuestras investigaciones para dar cuenta de la fascinante historia regional de los últimos 2000 años.

A modo de introducción organizaciones familiares, políticas, eco- nómicas y religiosas que conviven y/o co- Los humanos son seres gregarios por existen en “nuestro mundo actual” y que naturaleza. Las personas y los grupos en- son producto de diferentes convenciones tablan relaciones de distintos tipos y con culturales. Estas relaciones conllevan variadas estructuras organizativas que valores, creencias y visiones del mundo permiten dar cuenta de la diversidad de particulares que definen distintos modos

EL PROYECTO ARQUEOLOGICO CHASCHUIL-ABAUCAN: CAPíTULO 18 213 LA COMPRENSION DEL PASADO DESDE EL PRESENTE Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

de vivir, de hacer y de habitar un lugar pos prehispánicos hasta actuales (Fig. 1). determinado. Consideramos que el tránsito por las vías Estos “escenarios” sociales, políticos, de circulación a lo largo del tiempo fue económicos y religiosos también existie- fundamental en la construcción de una ron en el pasado, pero ya no tenemos con memoria, un conocimiento y un código nosotros a “los actores sociales” que los compartidos, generados en el curso mismo produjeron, desarrollaron, usaron, signifi- de la experiencia de recorrer y habitar esos caron, valorizaron y modificaron a lo largo lugares. del tiempo. En el devenir de esos procesos Los contextos socio-históricos se suce- intervinieron “cosas” y es tarea del arqueó- dieron y/o se transformaron y generaron logo desentrañar las complejas relaciones una multiplicidad de paisajes en donde se de entrelazamiento entre los humanos y pusieron en práctica mecanismos de com- esas cosas (no-humanos) para acercarnos petencia, negociación y acuerdos para pri- a la comprensión de los modos de vida de vilegiar intereses, imponer sistemas sim- las sociedades del pasado. bólicos y/o reforzar la cohesión social. Sin Esas “cosas” son objetos naturales o ar- embargo, todas estas prácticas se desarro- tificiales cuya entidad es real o abstracta, llaron dentro de un entorno físico muy di- pero que siempre derivan de acciones so- ferente a las condiciones ambientales que ciales, es decir humanas. Sin embargo, el imperan en la actualidad. Es por esto que límite o diferencia entre “lo natural” y “lo nuestro proyecto tiene en cuenta las rela- cultural” es propio de cada grupo social ciones dinámicas e interdependientes que y no podemos proyectar hacia el pasado las personas mantuvieron con las dimen- nuestra lógica occidental. En numerosos siones físicas, sociales y culturales de su pueblos, las plantas y los animales están entorno a través del tiempo y del espacio. dotados de características humanas y la Desde sus comienzos el proyecto enca- gente establece con estos organismos una ró el desafío de comprender la dinámica relación de hermandad que anula una vi- socio-ambiental del pasado de un modo sión dicotómica y dominadora de la na- netamente interdisciplinario. El desarro- turaleza. Es decir que la separación entre llo y articulación de diferentes líneas de naturaleza y cultura es propia del pensa- investigación (arqueológica, histórica, miento occidental caracterizado por ser di- físico-química y de las ciencias naturales, cotómico, fragmentario y mecanicista. más el uso de herramientas informáticas Luego de advertir sobre los peligros de aptas para el análisis espacial SIG) nos proyectar nuestra “visión del mundo”, de permitió dar cuenta del proceso histórico y raíz occidental, a las formas de organiza- ambiental para un largo período de tiem- ción de las sociedades del pasado, nos po. La adopción de una escala espacial y proponemos presentarle al lector el pro- temporal amplia posibilitó aprehender los ceso social, económico, político y religio- procesos de cambio, tanto culturales como so que tuvo lugar en el oeste tinogasteño ambientales, e identificar qué prácticas (Catamarca, Argentina) durante los siglos pervivieron, cuáles se transformaron o se I al XVII de la era. Nuestra área de investi- perdieron y cuáles fueron re-significadas gación es muy extensa, aproximadamente en el tiempo y quedaron materializadas en 13.750 km², y está integrada por dos regio- objetos, restos, paisajes y en los lugares de nes (Chaschuil y Fiambalá) que presentan la amplia región que estudiamos. alta diversidad de ambientes (valle meso- Largos años de trabajo articulando dis- térmico, precordillera, puna y cordillera) y tintas líneas de investigación nos permiten que se encuentran vinculadas por sendas afirmar que el oeste tinogasteño presenta naturales cuyo uso se registra desde tiem- algunas particularidades. Para dar cuenta

214 CAPíTULO 18 EL PROYECTO ARQUEOLOGICO CHASCHUIL-ABAUCAN: LA COMPRENSION DEL PASADO DESDE EL PRESENTE Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 1. Localidades y parajes de las regiones de Chaschuil y Fiambala en el oeste tinogasteño. de ellas nos focalizaremos en el desarrollo Delineando la trama de tres temas: del proceso histórico 1. El proceso social desarrollado entre los regional siglos I al XIII que da cuenta de la repeti- tividad en el tiempo de ciertas prácticas de las sociedades del primer milenio1y La inestabilidad ambiental y la de procesos de inestabilidad ambiental. pervivencia de los modos de vida 2. El papel de la memoria como eje articu- de las sociedades del primer milenio1: lador de las relaciones entre el Inca y las siglos I y XIII poblaciones locales. 3. El perfil arqueológico regional al mo- El ambiente es concebido como una en- mento de la conquista española a través tidad que se modifica y nos modifica cons- de fuentes documentales de comienzos tantemente ya que organismos y ambiente del siglo XVII. constituyen una unidad indivisible. Los es-

1 Denominamos sociedades del primer milenio a las formaciones políticas que gestaron el largo proceso sociocultural en los Andes que, a pesar de su amplia variabilidad espacial y temporal, fue consolidado en nuevas formas de obtención de alimento (agricultura y ganadería) que condujeron al crecimiento demográfico, al sedentarismo, a la incorporación de nuevas tecnologías y a la aparición de caseríos o aldeas, y en el cual imperó un bajo nivel de complejidad política. Aunque en el Área Andina Central el proceso se desarrolló entre los años 5.000 al 3.000 a.C, aproximadamente, en el noroeste argentino los distintos modelos de periodización lo ubican entre el 500 a.C al 1.000 d.C. con variaciones entre regiones, como el caso del oeste tinogasteño que perduró hasta el siglo XIII.

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tudios paleoambientales dan cuenta de fluc- nivel regional. Por su parte, otros pasos, que tuaciones climáticas y de actividad volcáni- tienen resultados más visibles en el produc- ca explosiva y sísmica que ocurrió 4.000 años to terminado la técnica decorativa, el trata- atrás. Estos eventos catastróficos arrojaron y miento de superficie y la morfología de las depositaron grandes cantidades de mate- vasijas, presentan una amplia distribución riales volcánicos no consolidados sobre la en ambas regiones. Estos resultados nos per- corteza terrestre. Con el tiempo estas gran- miten sostener que los grupos que habitaron des masas sedimentarias actuaron con otros este amplio territorio entre los siglos I y XIII agentes que las erosionaron y/o retranspor- compartieron una determinada “forma de taron y generaron modificaciones en la to- hacer las cosas”, independientemente de pografía y en la dinámica fluvial regional. la diversidad de ambientes que habitaron, Estos cambios afectaron e impactaron sobre transitaron y articularon. Los conocimien- las poblaciones del primer milenio, especial- tos técnicos se transmitieron a través de las mente sobre aquellas asentadas en el fondo generaciones conformando tradiciones de del valle de Fiambalá, y provocaron largos producción alfarera que reprodujeron las períodos de desocupación de los valles (si- elecciones técnicas a lo largo de tiempo. La glos XI y XIII aproximadamente) y el movi- interacción entre individuos generó premi- mientos de los pueblos hacia las tierras altas sas y entendimientos compartidos que se u otros valles extrarregionales. desenvolvieron a distintos niveles de inclu- Los grupos humanos que habitaron el oes- sión social. Por un lado, la distribución re- te tinogasteño no tuvieron transformaciones gional restringida de algunos tipos de pasta económicas, sociales y políticas significati- alude a que las piezas fueron manufactu- vas, situación que derivó en la pervivencia radas dentro de comunidades de alfareros. de los modos de vida de las sociedades del Por otro lado, la distribución regional de primer milenio en las tierras altas aún avan- los rasgos más visibles de la alfarería (trata- zado el siglo XIII. Los resultados de las dis- mientos de superficie, técnicas decorativas y tintas líneas de investigación (producción, morfología) da cuenta de la integración de distribución y consumo de alfarería, objetos estas comunidades dentro de redes más am- líticos y alimentos, los lenguajes visuales, la plias de interacción que superan y traspasan organización del espacio, entre otros) dan a los grupos corresidenciales e interactúan cuenta de la repetitividad de las prácticas regularmente compartiendo condiciones de por varios siglos. Diferentes pisos altitudina- existencia y tradiciones de producción. les de las regiones de Chaschuil y Fiambalá fueron habitados, incluyendo los fondos de b) En las manifestaciones plásticas desplega- valle, la precordillera, la puna transicional y das en distintos soportes las personas expre- la alta cordillera. Asimismo, también existió saron sus preferencias visuales y configura- interacción con poblaciones de la puna sur ron una parte significativa de sus modos de y con los valles del oriente. Algunos de los ver y construir el mundo en que vivieron. resultados de las líneas de investigación El análisis de las imágenes plasmadas en desarrolladas y su interpretación son las si- soportes rupestres y en objetos cerámicos guientes: dio cuenta de la diversidad de soluciones plásticas aplicadas en la construcción de los a) El análisis de la alfarería indica que al- repertorios de diseños regionales. Esto a su gunos pasos de secuencia de manufactura, vez permitió definir el lenguaje visual sub- tales como el tratamiento de las materias pri- yacente determinando los tipos de diseños y mas evidenciado en el agregado de distintos la forma en que se realizaron y combinaron tipos de materiales antiplásticos a las arci- a través del tiempo. El emplazamiento de llas, registran diferencias en la distribución a las manifestaciones rupestres se restringe a

216 CAPíTULO 18 EL PROYECTO ARQUEOLOGICO CHASCHUIL-ABAUCAN: LA COMPRENSION DEL PASADO DESDE EL PRESENTE Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 2. Ejemplo del repertorio de imágenes desplegadas en los objetos cerámicos del primer y segundo milenio.

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distintas ecozonas de la región de Fiambalá, de pisos pre-puneño y/o puneño hacia si- tierras bajas y altas, y está totalmente ausen- tios emplazados en plena cordillera (5.000 te en la región de Chaschuil. Por su parte, msnm) donde fueron utilizados como com- las manifestaciones desplegadas en cerámi- bustible o para la preparación de paneles de ca dan cuenta de la diversidad existente en techos y vigas de soportes. Por su parte, el los distintos ambientes de ambas regiones. registro arqueofaunístico indica que los ca- La mayoría de los grabados rupestres se mélidos fueron el recurso animal principal, emplazaron en soportes de alta visibilidad, especialmente el consumo de individuos jó- en lugares de tránsito, separados visual y venes. Se recuperaron restos óseos de otros espacialmente de los sitios residenciales. taxones (roedores, mulitas/peludos/arma- Funcionaron, además, como formas de se- dillos, aves) pero no presentan evidencia ñalización en ciertos puntos particulares del de procesamiento/consumo. Sin embargo, paisaje y/o a lo largo de las sendas naturales los análisis químicos de las grasas recupera- que conectaron ambas regiones en sentido das en los enseres cerámicos dan cuenta de este-oeste-este. En contraste, las manifesta- que hubo consumo de otros animales que ciones desplegadas en cerámica conforman no son camélidos. Esta situación es un claro conjuntos de objetos que se utilizaron en ejemplo de cómo diferentes líneas de inves- distintos contextos: en las residencias de tigación se complementan para acceder a las los vivos (aldeas y puestos) o en las de los prácticas de consumo de las sociedades del muertos (tumbas y cementerios). En estos primer milenio. Otro dato importante es la casos las imágenes se «fijaron» en objetos pervivencia de la caza de camélidos por par- móviles que se manipulaban, se tocaban y te de sociedades cuyas economías estuvie- se miraban de cerca. Objetos con los que ron basadas en la agricultura y el pastoreo, se convivió en forma más o menos perma- como es el caso de la aldea de Palo Blanco nente. Además, constatamos para el mismo donde existen evidencias del consumo tanto lapso, el despliegue de una alta riqueza de de llama como de vicuña. Además, se recu- imágenes grabadas (camélidos felinizados, peraron restos de fauna (vicuñas) y de vege- figuras humanas, “cartuchos”, tridígitos, tales (chañar y algarrobo) en sitios emplaza- almenados, meandros, entre otros) en los dos en ambientes de los cuales no son pro- soportes rupestres, que contrasta con la pios. Estas evidencias refuerzan la idea de tendencia a la regularidad y la baja riqueza que existió integración entre las tierras bajas de las imágenes desplegadas en la alfarería y altas durante el primer milenio. Por otro (figuras felínicas, trazos lineales, angulares, lado, los residuos culinarios depositados en figuras circulares) (Fig. 2 y 3). Sin embar- la cerámica (grasas, aceites y almidones) son go, existe una unidad que reside en el uso el resultado de la historia de vida de cada de elementos, técnicas y tamaños similares una de las ollas, de las recetas que en ellas para elaborar cada una de las imágenes. se prepararon y, por ende, de las decisiones Interpretamos que esto es producto de la y elecciones de cada grupo doméstico. La existencia de cierta homogeneidad en la práctica culinaria más corriente fue la pre- forma de realizar estas manifestaciones por paración de distintos tipos de guisos que las sociedades del primer milenio que da combinaron ingredientes de origen animal cuenta de la existencia de una trayectoria (camélidos y otros) y vegetal (maíz, poroto, en común, de la articulación dinámica y el algarroba, entre otros). La relativa homoge- diálogo entre las gentes que habitaron la re- neidad regional y la diversidad intrasitio gión en el primer milenio. documentada permiten postular la ausen- cia de cambios marcados en las prácticas c) Los registros de restos macro-vegetales de consumo de alimentos a lo largo de gran dan cuenta del transporte de materiales parte del primer milenio, lo que da cuenta

218 CAPíTULO 18 EL PROYECTO ARQUEOLOGICO CHASCHUIL-ABAUCAN: LA COMPRENSION DEL PASADO DESDE EL PRESENTE Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 3. Ejemplo del repertorio de imágenes desplegadas en los soportes rupestres adscritos al primer y segundo milenio.

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de la existencia de una cierta estabilidad en poro-espaciales pero que prevalece una tec- el acceso a los recursos alimenticios. Por lo nología expeditiva, es decir la selección de tanto, consideramos que existió una fuerte las rocas que existen en cada ambiente para transmisión y reproducción de prácticas, la manufactura, uso y posterior descarte de recetas y modos de hacer y consumir la co- los artefactos. La excepción son los artefac- mida por parte de las sociedades del primer tos de obsidiana (vidrio volcánico) que no milenio. es una materia prima local (extrarregional), por lo que en este caso se implementó una d) El análisis de los conjuntos líticos (he- tecnología de conservación, inferida a tra- rramientas manufacturadas con rocas y vés del registro de núcleos agotados y arte- sus desechos) procedentes de sitios empla- factos de tamaño pequeño, mantenidos y/o zados en distintos ambientes de ambas re- reciclados. giones indican la realización de actividades diversas. Los resultados dan cuenta de que e) Las viviendas en ambas regiones fueron los contextos líticos de las sociedades del edificadas en ambientes diversos, en escala primer milenio presentan diferencias tém- discreta y con función permanente, tempo-

Figura 4. Diferentes técnicas y materiales constructivos utilizadas en el oeste tinogasteño a lo largo del primer milenio. A: muros de tapia (NH3 de la aldea de Palo Blanco, 1900 msnm) y B: colocación de rocas en cimientos y muros (Sitio Fiambalá-1, 5000 msnm).

220 CAPíTULO 18 EL PROYECTO ARQUEOLOGICO CHASCHUIL-ABAUCAN: LA COMPRENSION DEL PASADO DESDE EL PRESENTE Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca raria o estacional. Además, fueron levanta- tuvo un papel central en la configuración das con técnicas y materiales constructivos de las estrategias llevadas a cabo por el in- diferentes (Fig. 4). Sin embargo, la orga- cario en su relación con las poblaciones lo- nización del espacio tendió a favorecer la cales a partir del siglo XIII. Esta relación fue circulación dentro de estos lugares sin que posible por la continuidad de la práctica del se establecieran restricciones marcadas que culto a los volcanes desde las sociedades segregaran lo público de lo privado. El aná- del primer milenio hasta la presencia del lisis de los arreglos arquitectónicos de los Inca y por la dimensión simbólico-religiosa sitios (es decir, su forma y tamaño) y la di- que conllevó la apropiación de los lugares versidad de los grupos tecnológicos alfare- de extracción de materiales arcillosos del ros contenidos en ellos indicaron que existe río La Troya y la legitimidad de su uso para diversidad en las geoformas de emplaza- la producción alfarera dentro del mismo miento de los sitios, en las elecciones de las rango crono-cultural. técnicas arquitectónicas (técnicas y materia- a) El culto a los volcanes: Hasta unos años les constructivos) y en las superficies de los atrás no existía evidencia arqueológica de asentamientos, pero se observó una simili- sitios ceremoniales preincaicos emplaza- tud en la forma de organizar el espacio de dos en las altas cumbres andinas del no- los conjuntos arquitectónicos (conexión en- roeste argentino. Esta situación se revirtió tre recintos a través de las aberturas). Asi- con las intervenciones realizadas en el si- mismo, es llamativa la pervivencia de los tio Fiambalá-1 ubicado en la cordillera de diseños arquitectónicos que en otras áreas Los Andes en cota de 5.000 msnm (Fig. 5). del NOA alcanzan una cronología máxima Este sitio fue interpretado como un espacio alrededor del siglo X (como por ejemplo el destinado a llevar a cabo, a lo largo de su patrón disperso planificado tipo Tafí) y que historia de vida, actividades ceremoniales en la región de Fiambalá están documenta- vinculadas al culto a los cerros, específica- dos en el siglo XIII. mente al volcán Incahuasi. Los incas hicie- ron uso de estos espacios sin realizar modi- ficaciones en su arquitectura, edificada en La memoria y los paisajes sagrados: tiempos previos, lo que pone de manifiesto el Inca y las poblaciones locales. la alta significación simbólica de los espa- Siglos XIII y XV cios apropiados por el incario e incorpora- dos a su cosmogonía. La visión de proceso histórico amplio sostenida por el proyecto posibilitó definir b) Uso de materiales arcillosos del alfar de La otra de las características de las regiones de Troya: Distintas líneas de evidencia dan Chaschuil y de Fiambalá. Esta hace referen- cuenta de la reutilización de este alfar por cia a la reocupación por el incario de espa- parte de los grupos sociales del primer mi- cios con historia previa que remiten a tiem- lenio y por el incario. Los recursos minera- pos de las sociedades del primer milenio. les en los Andes pertenecen a un espíritu Esta particularidad presenta características local, por lo cual, el permiso para la «cose- distintivas ya que se relaciona, por un lado, cha» de los barros es mediatizado por una con el culto a los volcanes y con festivida- serie de prácticas sociales y de ofrendas ri- des en las tierras altas de Chaschuil y, por tuales. En este contexto particular podemos otro, con el uso de los barros (materiales afirmar que el alfar tiene una larga historia arcillosos) utilizados para la producción al- de significación y resignificación producto farera y con el de los espacios agrarios pro- de las convenciones culturales vigentes en ductivos en la región de Fiambalá. cada momento socio-histórico en que fue En este contexto, la memoria religiosa habitado.

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Figura 5. Paisaje de emplazamiento del sitio Fiambalá-1 (5000 msnm) al pie del Volcán Incahuasi (6638 msnm).

En suma, la información arqueológica del nes son imprecisas (tucumanahao, sunguin- oeste tinogasteño da cuenta de la apropia- gasta/sunguin). Las fuentes dan cuenta de ción por parte del Inca de los paisajes sa- que la cantidad de nativos que tributaban era grados construidos en tiempos previos por menor a 100 por unidad/pueblo. Los resulta- las formaciones sociopolíticas locales. Esto dos nos llevan a plantear de forma hipotética nos indica que el prestigio religioso de estos que en los actuales pueblos de Saujil y Me- lugares formó parte de una tradición local danito estaba localizado el “pueblo de indios vigente a la llegada del Inca al territorio. de Abaucán”; mientras que la encomienda de Fiambalá se emplazaba en el actual pue- blo de Anillaco. Además, en el análisis de El escenario social durante la conquista las fuentes adquirió nuevamente relevancia española: siglos XVI y XVII el río La Troya, ya que fue el delimitador de los espacios en los que se situaban los asen- La articulación entre la evidencia arqueo- tamientos originarios tanto al norte (Sabuil y lógica y la etnohistoria permitió confirmar Abaucán) como al sur (Batungasta y Fiamba- que al momento de la llegada de los espa- lá) del río. Consideramos que la asignación ñoles existía un conjunto discreto de asen- de las encomiendas tempranas realizadas en tamientos (Batungasta, Fiambalá, Çabuil y el año 1607 respetó estas dos áreas y mantu- Abaucan) en la región de Fiambalá, junto con vo a los pueblos del norte en una encomien- otros de menor relevancia, cuyas localizacio- da y a los del sur en otra.

222 CAPíTULO 18 EL PROYECTO ARQUEOLOGICO CHASCHUIL-ABAUCAN: LA COMPRENSION DEL PASADO DESDE EL PRESENTE Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Hilvanando el proceso A.D., cuando se recompusieron las condi- histórico regional ciones ambientales, y se corresponde con la presencia incaica en la región que, producto ¿Qué factores contribuyeron o definieron de la estrategia de dominación llevada a cabo que la gente reprodujera estas prácticas en el por el estado con fines diversos (económicos, tiempo? No estamos aún en condiciones de políticos, religiosos), introdujo nuevos pue- contestar esta pregunta, pero es posible que blos con prácticas propias. el aislamiento producto de la inestabilidad El Inca construyó su legalidad e incorporó ambiental jugara un papel importante. Con- las huacas locales a su liturgia política-reli- sideramos que la repetitividad de las accio- giosa, es decir se apropió de los lugares sa- nes está indicando la existencia de códigos grados. La incorporación de los espacios sa- compartidos por grupos que circularon e grados de las sociedades del primer milenio integraron los ambientes de ambas regiones quedó representada en el culto a los volca- entre los siglos I y XIII. La gente se asentó y nes y en el uso del alfar de La Troya. De este construyó aldeas en los fondos de valle pero modo, el estado Inca asimiló la historia local mantuvo un alto nivel de movilidad dentro para elaborar un nuevo discurso a los fines del paisaje regional. Grupos más o menos de ordenar una nueva realidad sociopolítica. reducidos de personas se desplazaron por el En suma, la inexistencia de transformaciones territorio asentándose en puestos ubicados sociopolíticas significativas entre los siglos en precordillera con recursos aptos para el I al XIII conllevó a la reproducción de los pastoreo de animales, cazando en las tierras modos de vida de las sociedades del primer altas puneñas donde es llamativa la ausencia milenio, y este panorama social recién cam- de arte rupestre sobre soporte de cualquier bió con el ingreso al territorio de otras pobla- tipo y realizando rogativas en los volcanes ciones movilizadas por el Inca y la presencia de las altas cumbres andinas. Sin embargo, el misma del imperio. uso de todos los espacios no fue continuo en Este escenario social vuelve a alterarse con el tiempo debido, en parte, a los avatares de la conquista española que generó nuevos la naturaleza que impusieron restricciones, traslados y despoblamientos regionales. El limitaron la transitabilidad y/o imposibilita- proceso colonial agrupó a la escasa población ron su habitabilidad, como ocurrió, por ejem- nativa en encomiendas y al finalizar el pro- plo, en el fondo de valle entre los años 1000 ceso de rebelión la trasladó a otras regiones. A.D. y 1250 A.D., aproximadamente. Esto Por lo tanto, la principal consecuencia de la provocó el movimiento de los grupos a las derrota sufrida por los nativos que participa- tierras altas de la cordillera de San Buenaven- ron en el gran alzamiento diaguita fue la des- tura y de la región de Chaschuil. Por lo tanto, naturalización y su traslado a otras jurisdic- el proceso no fue lineal ni estuvo signado por ciones. Las tierras del oeste tinogasteño que- continuidades, sino que se manifestó en mo- daron como “tierras vacas”, es decir “vacías” dalidades intrarregionales que son producto hasta que fueron nuevamente pobladas por de los contextos particulares de apropiación criollos pero ya en tiempos republicanos. y construcción de esos espacios. En suma, los Para cerrar. El fondo de valle de la región procesos de inestabilidad ambiental influ- de Fiambalá atravesó entre los siglos I y XVII yeron en la discontinuidad de la ocupación por procesos dinámicos de despoblación y del espacio, en las dimensiones discretas y repoblación, vinculados básicamente con dispersas de los asentamientos e incluso en tres variables: el abandono de extensas zonas del fondo de La inestabilidad ambiental (despobla- valle por varias centurias. miento) aproximadamente entre los años El repoblamiento de las tierras bajas ocu- 1000-1250 AD con traslado de las poblacio- rrió en algún momento posterior al año 1250 nes del primer milenio a las tierras altas.

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a) La intervención incaica (repoblamiento) es una primera estación en un largo camino luego del año 1250 AD con el ingreso de que aún nos queda por recorrer. Nuestro nuevas poblaciones que provenían de los viaje continúa con la firme convicción que valles riojanos del sur y del oriente catamar- el aporte de las distintas líneas de investi- queño, principalmente del valle de Belén. gación del proyecto y el invalorable aporte El Inca implementó distintas estrategias de de información que nos brindan las comuni- interacción tanto con las poblaciones movi- dades locales nos permitirá aprehender con lizadas como con aquellas locales que ha- mayor grado de fineza y certeza la dinámica bitaban en las tierras del oeste tinogasteño de los procesos socioculturales de las socie- anexadas al imperio. dades del pasado del oeste tinogasteño.

b) La conquista y colonización española (traslados y nuevo despoblamiento) la cual Agradecimientos produjo que los “pueblos de indios” fueran trasladados por los encomenderos a lugares A todos aquellos que de una u otra forma lejanos como por ejemplo la provincia de han participado y colaborado con el desarro- Córdoba. Esta movilización de gentes reali- llo del proyecto a lo largo de los 20 años de zada por los españoles dio como resultado trabajo. A las instituciones que financiaron que nuevamente el oeste tinogasteño que- los distintos proyectos con subsidios obteni- dara sin población nativa; situación que se dos por concurso (Universidad Nacional de revierte recién en el siglo XIX cuando las tie- Catamarca, Universidad de Buenos Aires y rras fueron repobladas por los criollos. la Agencia Nacional de Promoción Científi- ca y Tecnológica). Solo nos queda por decir que el proceso social, político, económico y religioso que ca- racterizó al oeste tinogasteño en los últimos Lecturas Sugeridas 2000 años fue fascinante y complejo. Sin em- bargo el modelo de poblamiento presentado Disponible en www.proyectopacha.com.ar

224 CAPíTULO 18 EL PROYECTO ARQUEOLOGICO CHASCHUIL-ABAUCAN: LA COMPRENSION DEL PASADO DESDE EL PRESENTE Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA 19 PUNA CATAMARQUEÑA

Patricia Escola1, Natalia Sentinelli1, Leticia Gasparotti1, Lorena Grana1, Alejandra Elias2 , Salomón Hocsman3, Alvaro Martel3, Sara M López Campeny3, Gabriela Aguirre4, Jennifer Grant5, Violeta Killian Galván2, Paula Miranda5, Daniel Olivera2, María del P. Babot3 y Pablo Tchilinguirian2

1CONICET-Universidad Nacional de Catamarca; 2CONICET-Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano; 3CONICET- Universidad Nacional de Tucumán; 4Facultad de Ciencias Naturales e I.M.L.-Universidad Nacional de Tucumán; 5Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano.

Antofagasta de la Sierra fue el escenario de una historia milenaria poblada de cazadores, pastores y agricultores. Las investigaciones arqueológicas desarrolladas en la quebrada del río Miriguaca apun- tan a reconstruir parte de ese pasado a partir del estudio de las ruinas de piedra, testigos persistentes del paso de los años, así como de los restos materiales enterrados en el olvido. Un recorrido en el tiempo por estos paisajes puneños permite conocer una dinámica de cambios que van desde los inicios de las prácticas productoras de alimentos hasta la complejización socio-política de las sociedades tardías.

introducción homogéneo muestra importantes variacio- nes en el clima, la topografía, la geología, Antofagasta de la Sierra, corazón de la la flora y la fauna. Asimismo, la presencia puna catamarqueña, constituye un oasis de escasos pero vitales cursos de agua per- de altura (por encima de los 3200 msnm) y manentes brinda un caudal interesante de una de las áreas más áridas del país. Dentro agua que favorece la formación tanto de del Noroeste Argentino integra la llamada terrenos aptos para el cultivo como de sec- Puna Salada caracterizada por la presencia tores con verdes pastizales (vegas) para el de salares y salinas. Sin embargo, a pesar de pastoreo de animales. Este marco ambien- esta aridez, este paisaje puneño lejos de ser tal, en líneas generales, fue escenario de un

TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES CAPíTULO 19 225 DE LA PUNA CATAMARQUEÑA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

proceso cultural de más de 10.000 años, de al pastoralismo-agricultura), como el desa- una historia milenaria no escrita pero que rrollo y complejización social, económica y es posible reconstruir a través de los restos política de las sociedades prehispánicas del materiales cotidianos dejados por los anti- área. Asimismo, se busca profundizar en la guos pobladores. comprensión de las interacciones socio-eco- El rescate de parte de esa historia ente- nómicas que existieron entre los antiguos rrada y olvidada es el objetivo del proyec- pobladores de la quebrada en estudio y los to arqueológico “Uso del espacio y manejo que ocuparon otros sectores de la región de de recursos en la Puna Meridional (Depto. Antofagasta de la Sierra. Se contempla tam- Antofagasta de la Sierra, Provincia de Ca- bién abordar la dinámica de las relaciones tamarca)”, con sede en la Escuela de Ar- de larga distancia tanto con otras áreas de la queología de la Universidad Nacional de Puna como con los ambientes valliserranos Catamarca. Dicho proyecto se viene desa- de menor altitud que sirvieron de acceso a rrollando desde el año 2006 en el área del la misma. Todas estas interacciones permi- río Miriguaca, tributario del sistema de ríos tirían la obtención de bienes (alimenticios, Calalaste-Toconquis-Punilla, eje clave del minerales, suntuarios, etc.) ausentes en la oasis de Antofagasta de la Sierra. Funda- quebrada de Miriguaca así como la forma- mentalmente, el proyecto pretende gene- ción de sólidos vínculos sociales. rar conocimientos acerca de la estructura Las tareas de campo arqueológicas lleva- y dinámica socio-económica de los grupos das adelante desde el año 2006 permitieron humanos que ocuparon la quebrada del identificar hasta el momento catorce sitios río Miriguaca entre los 3000 años aC y los arqueológicos asociados a un amplio lapso 1500 años dC. Este lapso comprende tanto (entre 1600 años aC y 1200 años dC), varios los inicios de las prácticas pastoriles y agrí- de ellos con manifestaciones de arte rupes- colas (transición desde la caza-recolección tre. Las prospecciones realizadas siguieron la

Figura 1. Ubicación de los sitios en la quebrada del río Miriguaca (Antofagasta de la Sierra, Catamarca).

226 CAPíTULO 19 TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA PUNA CATAMARQUEÑA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca trayectoria del río comprendiendo tanto las en otros sectores de Antofagasta de la Sie- áreas adyacentes al cauce como también los rra para momentos entre 1500 y 500 años sectores aterrazados del mismo. Los hallaz- aC. Esto se vio reforzado por los fechados gos arqueológicos fueron georreferenciados radiocarbónicos obtenidos a partir de las mediante el empleo de GPS sumándose el excavaciones realizadas que ubican la ocu- registro fotográfico de las estructuras arqui- pación de este alero entre 1610 y 1390 años tectónicas, artefactos y otros elementos de aC. Las evidencias recuperadas indican que interés hallados en superficie. También se este sitio se trataría de un campamento resi- efectuó el relevamiento y la documentación dencial de cazadores-recolectores transicio- de las manifestaciones rupestres aplicando nales, es decir, grupos, que si bien estaban diversas técnicas (georreferenciación, foto- apoyados fuertemente en la caza y recolec- grafía, dibujo a escala, calcados, etc.). Final- ción de recursos silvestres, comienzan a de- mente, en los casos de alta densidad de ha- sarrollar las primeras prácticas de domesti- llazgos, se llevaron adelante recolecciones cación de animales y plantas. Se recuperó de material superficial diagnóstico desde el una gran cantidad de herramientas de pie- punto de vista cronológico, especialmente dra utilizadas en las actividades cotidianas. fragmentos cerámicos y herramientas de Estas piezas están confeccionadas tanto en piedra. Actualmente, se están desarrollan- rocas locales como en distintas variedades do actividades de excavación sistemática en de obsidiana o vidrio volcánico, las cuales cuatro de estos sitios: Las Escondidas, Alero provienen de depósitos geológicos ubicados Sin Cabeza, El Aprendiz y Corral Alto. entre 40 y 120 km de distancia desde el sitio. Si bien aún no se han respondido todos La presencia de estos vidrios volcánicos no los interrogantes que surgen de los objeti- locales responde a la existencia de redes de vos planteados, se pretende a continuación interacción con grupos de otros sectores de hacer un recorrido temporal y espacial por la región de Antofagasta de la Sierra (Salar la quebrada del río Miriguaca dando a co- de , Salar del Hombre Muerto, La- nocer los resultados obtenidos que cuentan guna Cavi, Volcán Cueros de Purulla). Cabe una historia de cambios milenarios. destacar la ausencia de cerámica en estos momentos. En términos generales, estos cazadores- Los vestigios más recolectores muestran un modo de vida antiguos del Miriguaca: que comprende: a) un decrecimiento de la cazadores-recolectores movilidad en el espacio involucrando ocu- transicionales paciones semi-sedentarias o de recorridos estacionales; b) una explotación intensiva Hasta el momento, la ocupación más an- de camélidos que comprendería tanto indi- tigua de la quebrada se registra en el curso viduos silvestres (vicuña) como hallazgos medio del río en el sitio Alero Sin Cabeza. óseos faunísticos que abren interrogantes Se trata de un alero o refugio rocoso de me- acerca de un posible evento de domestica- diana protección, de unos 12 m de longitud, ción local con la aparición de llama (camé- que presenta dos estructuras de piedra se- lido domesticado). Asimismo, la explota- micirculares adosadas a la pared del alero. ción de animales silvestres se habría desa- En esta pared se destaca la presencia de tres rrollado a partir de una diversificación de camélidos grabados, dos de grandes dimen- la tecnología de caza con diversos diseños siones y un tercero más pequeño. Se debe de puntas de proyectil y la probable apari- resaltar que las características formales de ción del arco y la flecha; c) un aumento en los camélidos de mayor tamaño se asocian el uso de recursos alimenticios silvestres, y a una modalidad estilística ya registrada fundamentalmente, el inicio de prácticas de

TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES CAPíTULO 19 227 DE LA PUNA CATAMARQUEÑA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 2. Camélidos grabados (uno de grandes dimensiones y uno pequeño) en la pared del reparo Alero Sin Cabeza (curso medio del río Miriguaca).

domesticación vegetal (quínoa, papa, maíz, la tecnología en piedra ya vigente. De este poroto, entre otros); y d) un marcado acceso modo, surge un modo de vida agro-pastoril a redes de intercambio, redes de parentesco que combinaba, en la economía domésti- o matrimoniales que habrían posibilitado la ca, actividades pastoriles focalizadas en la obtención de recursos de largas distancias. llama con prácticas agrícolas de pequeña Las áreas involucradas en estas redes de in- escala. Cabe aclarar que la caza de vicuña, tercambio incluyen distintos sectores de la roedores y aves, y la recolección de algunos Puna, los valles y quebradas mesotermales, recursos vegetales continuaron aportando a el área de Yungas y la Llanura chaqueña, e la dieta de estos grupos. incluso la costa del océano Pacífico. Todos estos cambios, y fundamentalmen- te, la implementación de las nuevas prácti- cas productivas, exigieron una manera dife- Siguen los vientos rente de seleccionar y explotar los espacios de cambio: la vida disponibles. De este modo, en la quebrada sedentaria aldeana del río Miriguaca comienzan a ocuparse tanto el curso medio como el curso inferior. En Antofagasta de la Sierra, hace aproxi- Así, se han podido identificar un conjunto madamente 2500 años, se observa un con- de sitios que se corresponden con ocupacio- junto de cambios en el modo de vida de las nes agro-pastoriles plenas, con una crono- comunidades humanas, que indican una logía entre 20 años aC y 1000 años dC, ya nueva organización de la sociedad y de sus con presencia de cerámica y metalurgia. Los relaciones con el ambiente. Las modifica- sitios registrados son: Las Juntas, Las Es- ciones principales se relacionan con la pro- condidas, Los Morteros, Alero La Pirca, El ducción de alimentos (plantas y animales Aprendiz, Corral Chico, Los Antiguos, Los domesticados), la vida sedentaria aldeana, Tipitos y Corral Quemado. y la aparición de nuevas tecnologías, como De los sitios mencionados, Las Escondi- la alfarería y la textilería, que se suman a das y El Aprendiz están siendo excavados y

228 CAPíTULO 19 TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA PUNA CATAMARQUEÑA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca poseen fechados radiocarbónicos precisos. nadas en piedra. En este sentido, el material Respecto de los restantes, su adscripción a cerámico recuperado muestra la presencia estos momentos agropastoriles es prelimi- de tipos negros y rojos pulidos similares a nar y está basada en materiales diagnósti- tipos característicos del norte de Chile, a los cos de superficie o modalidades estilísticas que se suman fragmentos marrones-rojizos de representaciones rupestres. Al respecto, pulidos y tiestos domésticos ordinarios de solamente se hará referencia a ciertos rasgos frecuente aparición en contextos agro-pas- relevantes registrados en los sitios Las Jun- toriles locales. Por su parte, el material lítico tas, Corral Chico, Los Antiguos, Los Tipitos (en piedra) está representado por fragmen- y Corral Quemado. tos de artefactos de molienda, fragmentos El sitio Las Escondidas se localiza en un de palas o azadas, y distintos tipos de he- nivel aterrazado del curso inferior del río a rramientas en variadas rocas locales para ta- 3517 msnm. Comprende un conjunto de seis reas de corte, raspado, martillado, perfora- estructuras, en general, de forma circular, y do, entre otras. También se destacan puntas conformadas por la concentración de clas- de proyectil pedunculadas de cuerpo trian- tos de pequeño tamaño. La mayor de estas gular/lanceolado confeccionadas en algunas estructuras presenta 18 m de largo por 17 m variedades de obsidiana o vidrio volcánico de ancho y la menor 10 m por 10 m. Los fe- no locales. Las evidencias indican, en este chados obtenidos hasta el momento ubican caso, la existencia de contactos o interaccio- la ocupación de este asentamiento en los nes tanto con poblaciones del norte de Chile momentos agro-pastoriles más tempranos, como con grupos de otros sectores de la re- entre 20 años aC y 100 años dC. gión antofagasteña. Se trataría de una aldea sedentaria donde Luego, el sitio El Aprendiz (3687 msnm) se desarrollaban diversas actividades coti- se emplaza sobre una antigua terraza fluvial dianas. Gran parte de dichas actividades se elevada, situada a un poco más de 300 m de realizaban con recipientes de cerámica de distancia y a más de 50 m de altura, respec- distintas formas y herramientas confeccio- to del curso actual del cauce. Comprende

Figura 3. Inicio de excavaciones en Las Escondidas (Estructura 4) (curso inferior del río Miriguaca).

TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES CAPíTULO 19 229 DE LA PUNA CATAMARQUEÑA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

un conjunto de tres estructuras de piedra la desembocadura del Miriguaca con el río circulares. Una de ellas contra un farallón Punilla, se ubica sobre un morro el sitio Las rocoso; la segunda se dispone a una distan- Juntas (3475 msnm). Aquí se detectaron una cia de aproximadamente 8 m de la anterior, serie de estructuras prehispánicas, de las adosada a un bloque y una tercera más ale- cuales las circulares que se localizan en una jada, se emplaza muy cerca de la pendiente porción más elevada posiblemente corres- permitiendo tener buena visibilidad al río, pondan a estos momentos. Los fragmentos ubicado en el sector del fondo de la quebra- cerámicos más diagnósticos corresponden a da. En la estructura adosada al bloque se dos pucos, elaborados con una pasta muy desarrollaron excavaciones que dan cuenta fina, y fragmentos decorados con pintura de una ocupación con una cronología de negra con motivos circulares. Entre las he- 420 años dC, donde se desarrollaron tareas rramientas de piedra se destacan fragmen- específicas ligadas al procesamiento de re- tos de palas o azadas, recurrentes en otros cursos vegetales y animales. Al respecto, contextos agro-pastoriles. se recuperaron tallos de quínoa, vellones y Por su parte, en el curso medio del río ya cordelería de fibra de llama y vicuña, espi- en las cercanías del cauce en el fondo de nas de cactus de los valles mesotermales, y quebrada, se localizó el sitio Corral Chico materiales cerámicos y líticos. (3654 msnm). Se trata de una estructura de En cuanto a los sitios restantes, se hará piedra de grandes dimensiones (quizás un mención de los más relevantes. Por un lado, patio o corral) y dos estructuras externas en el curso inferior del río, prácticamente en a la misma. Si bien el material cerámico y

Figura 4. Los Antiguos. Vista del conjunto de estructuras de piedra (curso medio del río Miriguaca).

230 CAPíTULO 19 TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA PUNA CATAMARQUEÑA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca lítico recuperado en superficie no permitía otras tres estructuras adosadas a la misma, efectuar ninguna asignación temporal, la todas ellas de cronología prehispánica. En presencia de motivos laberínticos graba- superficie se registró abundante material dos en dos bloques permitió adscribir su lítico y cerámico. El material lítico aparece ejecución a momentos agro-pastoriles. Uno representado por fragmentos de pala, ar- de ellos de patrón espiralado se asocia a la tefactos de molienda enteros, y puntas de posible representación de un sistema de rie- proyectil pedunculadas triangulares carac- go sugiriendo prácticas de manejo de agua terísticas de los momentos agro-pastoriles. vinculadas a la agricultura. En cuanto al material cerámico, se identi- Siguiendo el curso del río, ascendiendo ficaron fragmentos rojos y negros pulidos por la barranca de la quebrada hacia un fa- similares a los mencionados en Las Escon- rallón rocoso, se encuentra el sitio Los An- didas, y fragmentos vinculados a los estilos tiguos (3679 msnm). Se presenta como un Ciénaga (de momentos agro-pastoriles) y sitio complejo ya que muestra evidencias de Belén (de momentos tardíos). distintas reocupaciones, materializadas en Desde el punto de vista de las manifesta- la presencia de estructuras de piedra y ma- ciones rupestres, Los Antiguos se presenta teriales de cronología prehispánica (agro- como un sitio interesante en cuanto a la pastoril y tardía) e histórica. Se destaca un variedad de representaciones y técnicas de gran bloque de roca, cuyo espacio interior ejecución. Es el único sitio hasta el momento ha sido aprovechado hasta hace unos 80 que presenta pinturas rupestres asociadas a años atrás a modo de cocina subterránea, representaciones grabadas. ofreciendo un espacio de gran reparo y pri- Dentro de las representaciones grabadas vacidad. Además, se conserva una estructu- se destacan motivos antropomorfos con ra de piedra que hace las veces de patio y adornos cefálicos, suri (ñandú del norte) u

Figura 5. Motivo antropomorfo con adorno cefálico grabado y motivo escutiforme pintado. Los Antiguos (curso medio del río Miriguaca).

TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES CAPíTULO 19 231 DE LA PUNA CATAMARQUEÑA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

otras zancudas, cruces de contorno curvi- Los dos últimos sitios de este lapso crono- líneo y camélidos de cuatro patas. Por su lógico se destacan por registrar importantes parte, las representaciones pintadas se dis- manifestaciones rupestres características de tribuyen en dos paneles. Uno de éstos pre- contextos agro-pastoriles. El sitio Los Tipi- senta un motivo escutiforme o personaje- tos (3683 msnm) comprende un corral de escudo con indicación de cabeza, realizado piedra contra la pared del farallón rocoso, en pintura lineal. El otro panel con pinturas ascendiendo por la barranca de la quebrada, presenta representaciones zoomorfas que observándose escaso material arqueológico pueden ser adscriptas a camélidos. Estilís- en superficie. Sobre el farallón se registraron ticamente, los grabados antropomorfos, las grabados rupestres que tienen la singular zancudas, cruces y las representaciones zo- característica de que la mayoría correspon- omorfas pintadas pueden ser asignadas a den a distintas representaciones de figuras distintos momentos agro-pastoriles poste- humanas. Se destaca que habría existido riores al 300 dC. Por su parte, el motivo es- una pauta común para la construcción de la cutiforme respondería a un momento tardío figura humana, esto es, la representación en de la ocupación de la quebrada posterior norma frontal. En principio, el conjunto de al 1000 dC. Motivos de este tipo, con o sin grabados responde a rasgos generales que rasgos del cuerpo humano, fueron proba- caracterizan el arte rupestre de momentos blemente figuras de alto poder alegórico y agro-pastoriles en otras quebradas del área. pudieron operar como emblemas o marcas Por su parte, el sitio Corral Quemado étnicas en el paisaje. (3713 msnm) presenta también un corral de

Figura 6. Motivos antropomorfos grabados. Los Tipitos (curso medio del río Miriguaca).

232 CAPíTULO 19 TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA PUNA CATAMARQUEÑA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca piedra, sobre la barranca de la quebrada y tre las características particulares de estos contra la pared del farallón rocoso, al que se momentos tardíos se pueden señalar: 1) el suma un recinto de piedra circular peque- desarrollo de un notorio aumento demográ- ño adosado a la pared del farallón. No se fico, 2) el surgimiento de los primeros asen- observó material arqueológico en superficie tamientos extensos que funcionaron como en ninguna de las dos estructuras regis- cabeceras de gobierno y/o administración, tradas. Nuevamente, la pared del farallón 3) la construcción de sitios fortificados o constituye el soporte para un conjunto de “pukaras” en vista de posibles conflictos bé- manifestaciones rupestres. Este conjunto, licos intergrupales, y 4) la expansión de los a diferencia del anterior, presenta motivos sectores destinados a la producción agrícola geométricos no figurativos que prevalecen y la utilización de depósitos o silos de alma- sobre los figurativos. Entre los primeros cenaje. Cabe mencionar que paralelamente sobresalen los zigzags dobles y los cruci- al desarrollo de la agricultura, la ganadería formes simples de uno y tres brazos. Por de camélidos (llama) y la caza de camélidos su parte, entre los segundos se pudieron silvestres (vicuñas) siguieron conservando identificar camélidos esquemáticos, repre- un rol significativo. sentaciones de huellas de suri y, en un sec- En Antofagasta de la Sierra, el incremento tor muy erosionado del soporte, una figura en la producción agrícola queda evidencia- antropomorfa con adornos cefálicos. Desde do por la presencia de grandes extensiones el punto de vista estilístico y temático, es- de campos de cultivos (Campo Cortaderas, tas representaciones pueden ser asignadas Punta Calalaste y Bajo del Coypar I) liga- a contextos agro-pastoriles. dos a importantes avances tecnológicos en En el último tramo de este recorrido los sistemas de riego. Asimismo, surge un témporo-espacial, se debe hacer referen- conglomerado habitacional fortificado de cia a las ocupaciones que responden a las grandes dimensiones, La Alumbrera, que comunidades más tardías del proceso pre- habría sido ocupado entre el 1100 y 1500 dC hispánico, que a partir de los 1000 años dC, por cientos de habitantes. Algunas eviden- desarrollaron una gran complejidad social, cias indican que habría funcionado como política y económica. Estos profundos cam- un centro de intercambio y almacenamiento bios se habrían iniciado en los valles meso- de bienes puneños pero dependiente de los termales a partir de “señoríos o jefaturas”, núcleos administrativos ubicados en el valle que ostentaban una importante concentra- de Hualfín, específicamente de la “Cultura ción de poder, extendiendo sus redes de Belén”. Sin embargo, los procesos de cam- influencia hacia otros lugares más lejanos, bio del tardío no habrían sido homogéneos como por ejemplo Antofagasta de la Sierra. en el área observándose situaciones diferen- Estos “señoríos” habrían estado organiza- tes en las quebradas subsidiarias del rio Pu- dos en base a sistemas políticos y sociales nilla. Los trabajos realizados en la quebrada estratificados, cuya cabeza era un grupo de Miriguaca como también en la quebrada social dominante y poderoso o “élite”. Esto del río Las Pitas muestran la posibilidad de desembocó en la manifestación de una di- una situación de tensión entre distintos gru- ferenciación regional, que se vio reflejada pos sociales: por un lado, la “élite” o cierto en la cultura material (con diferentes esti- tipo de grupo dominante en La Alumbrera, los de cerámica, de herramientas de piedra, y por otro, las antiguas familias de pasto- textiles, arte rupestre, etc.). Así, el desarro- res que mantienen los modos de vida de los llo socio-cultural que ocurrió en el valle de tiempos agro-pastoriles. Yocavil (Catamarca) se denominó “Cultura Específicamente, en la quebrada de Miri- Santa María”; mientras que en el Valle de guaca, los sitios Las Juntas, Pirca 18, Abra Hualfín se la llamó “Cultura Belén”. En- Tony, Corral Alto, El Suri y Los Antiguos

TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES CAPíTULO 19 233 DE LA PUNA CATAMARQUEÑA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

muestran evidencias tanto de una comple- acompañada por la presencia de fragmen- jidad creciente como de un entorno de con- tos cerámicos de filiación netamente tardía flicto o tensión. En esta oportunidad solo (Belén, Yocavil Polícromo y un fragmento vamos a hacer referencia a los asentamien- hispano-indígena). Cabe destacar que este tos más relevantes en los aspectos señala- sitio ostenta una localización estratégica dos: Las Juntas y Corral Alto. en cuanto al campo visual. Efectivamente, En cuanto a Las Juntas, además de las desde el morro donde se encuentran estas estructuras circulares ya mencionadas de estructuras se observa todo el oasis del río probable adscripción a los momentos agro- Punilla hasta la laguna al pie de la cual se lo- pastoriles, se han podido registrar en los caliza La Alumbrera. Tomando en conside- sectores más bajos del morro, estructuras ración la posible situación de conflicto men- rectangulares, pasillos de circulación, es- cionada, cabe preguntarse la posibilidad de tructuras de depósito, y posibles tumbas. que el sitio Las Juntas hubiese constituido Esto muestra una complejidad arquitectó- un punto clave de control dependiente de nica, que en principio, muestra similitudes la “élite” de la Alumbrera, demostrando un con algunos sectores del poblado fortificado avance de estos grupos en la desembocadu- de La Alumbrera. Dicha arquitectura está ra del río Miriguaca.

Figura 7. Posible depósito o tumba saqueada en las Juntas (desembocadura del río Miriguaca). Vista al oasis del río Punilla.

234 CAPíTULO 19 TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA PUNA CATAMARQUEÑA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Por su parte, el sitio Corral Alto, localiza- gulares que arrojaron fechados radiocarbó- do en el curso medio del río a 3680 msnm, nicos entre 1280 y 1350 años dC. muestra características contrapuestas a Las El registro cerámico recuperado muestra, Juntas. El asentamiento se ubica sobre una por un lado, la existencia de un conjunto terraza sobreelevada conformando una destinado al uso doméstico, probablemente suerte de “balcón” o cornisa. Esta situa- relacionado con actividades de almacena- ción de emplazamiento permite un amplio miento, y por otro, la presencia de material control visual de la quebrada del río. Para vinculado al repertorio estilístico Belén y, en acceder al sitio se debe ascender por una ex- menor medida Santamariano. Por su parte, planada de pendiente moderada y mediana dentro del conjunto de herramientas líticas, dificultad, y no es posible observar las es- se destaca la presencia de puntas de proyec- tructuras hasta llegar a la cima de la misma, til triangulares de obsidiana muy pequeñas, lo que permite suponer que el acceso podía de recurrente aparición en los contextos haber estado limitado a quienes tenían co- tardíos de otras quebradas como la de Las nocimiento de su emplazamiento. Pitas. En cuanto a la posibilidad de que ha- La planimetría realizada del asentamien- yan existido en las proximidades espacios to muestra dos grandes espacios arquitectó- destinados a la agricultura, se debe señalar: nicos y varios recintos circulares de piedra. a) la abundancia de morteros identificados Cabe destacar en varios sectores la presen- en distintos sectores del sitio cuyo número cia de orificios circulares (posiblemente ho- hasta el momento alcanza un total de 26; b) radaciones para fijación de vigas), alineados la existencia en las proximidades de Corral en la pared del farallón rocoso en los sec- Alto, aguas arriba, de una corta serie de tres tores próximos a los muros de los recintos, canales secundarios y un segmento de lo atestiguando la posible presencia de espa- que podría corresponder a un canal princi- cios de actividad que habrían tenido estruc- pal que los integraría en una red de riego; y turas de techado. Las tareas de excavación c) la presencia de dos “maquetas” o graba- se desarrollaron en dos estructuras rectan- dos laberínticos hechos en el piso rocoso del

Figura 8. Excavaciones en la Estructura 1. Corral Alto (curso medio del río Miriguaca).

TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES CAPíTULO 19 235 DE LA PUNA CATAMARQUEÑA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

sitio que estarían sugiriendo prácticas de de obsidiana así como de algunos recursos manejo del agua mediante la ejecución de vegetales vinculados a la existencia de redes pequeñas oquedades interconectadas por sociales de interacción con otros sectores del líneas o canales sinuosos. Por otro lado, la Noroeste. presencia de restos faunísticos de camélidos Los próximos trabajos de campo conti- tanto domesticados (llama) como silvestres nuarán las excavaciones en desarrollo, ini- (vicuña) indica una importante actividad ciarán excavaciones en sitios localizados en pastoril así como de caza. En definitiva, los el curso inferior de la quebrada y compren- resultados alcanzados hasta el momento en derán prospecciones en los sectores más este sitio estarían indicando que los grupos altos (sobre los 3800 msnm) aún no recorri- que habitaron Corral Alto, en forma similar dos. Esto posibilitará seguir profundizando a los de otras quebradas subsidiarias del en la comprensión de cómo las poblaciones Punilla, formaban parte de las antiguas fa- de la quebrada del río Miriguaca se inserta- milias de pastores que, lejos de estar bajo ron y participaron en las relaciones sociales, el control de la “élite” del oasis del Punilla, económicas y políticas desarrolladas en los adhirieron a otras alternativas colectivas y/o tiempos prehispánicos en la puna catamar- descentralizadas. queña.

Conclusiones Lecturas Sugeridas

La investigación arqueológica efectuada Olivera, D. 2006. Recursos bióticos y subsisten- hasta el momento en la quebrada del río cia en sociedades agropastoriles de la Puna Miriguaca permite proponer una intensa di- Meridional Argentina. Comechingonia, námica de ocupación a lo largo del tiempo, 9:19-56. aunque se advierte la ausencia de ocupacio- Escola, P., Aguirre, M. G. y S. Hocsman. 2013. La gestión de recursos leñosos por cazadores- nes cazadoras-recolectoras tempranas. Es recolectores transicionales en los sectores interesante advertir que la larga tradición intermedios de Antofagasta de la Sierra cazadora/pastoril de los camélidos estruc- (Catamarca, Argentina): el caso de Alero Sin turó fuertemente el modo de vida de estas Cabeza. Revista Chilena de Antropología, poblaciones, aún después de la introduc- 27:67-100. ción de la agricultura. Sin embargo, la prác- Martel, A. y P. Escola. 2011. Bloques y arte ru- tica agrícola intensiva cobró un rol vital en pestre en la quebrada de Miriguaca (Depto. los momentos tardíos del proceso regional. Antofagasta de la Sierra, Catamarca, Argen- Hay evidencias, además, del aprovecha- tina). Boletín de la Sociedad de Investiga- miento de distintos animales y vegetales sil- ción del Arte Rupestre de Bolivia (SIARB), vestres, de una amplia variedad de rocas lo- 25:84-92. cales, arcillas, leña, y otros recursos, que se Gasparotti, L. y P. Escola. 2012. Elecciones tec- nológicas en la alfarería. Abordaje prelimi- obtenían dentro de los límites de la quebra- nar de la cerámica de Corral Alto, Antofa- da, como así también fuera de ella a cortas gasta de la Sierra (Catamarca). La Zaranda y largas distancias. Al respecto, se destaca de Ideas, 8: 49-64. el aprovechamiento de distintas variedades

236 CAPíTULO 19 TRAS LAS HUELLAS DE LOS ANTIGUOS POBLADORES DE LA PUNA CATAMARQUEÑA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO LONDRES... PASADO Y PRESENTE: CONSTRUYENDO EL PATRIMONIO 20 CULTURAL*

Reinaldo A. Moralejo1, 2, 3 , María G. Couso2, 3 , Juan D. Gobbo1, 2, 3, Laura R. Giambelluca2, 3, Julia Gianelli 2, 3 , Lidia A. Iácona1, 2, 3, Rodolfo A. Raffino1, 2, 3, Aylen Capparelli1, 2, 3 , Milagros Aventín Moretti2, 3, María A. Ochoa2, 3 y Gisela A. Quaranta2, 3

1Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas – CONICET; 2División Arqueología, Museo de La Plata3, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata.

El patrimonio cultural es una construcción social que se configura en un proceso histórico. Por ello creemos que la idea de patrimonio debe construirse a partir del conocimiento generado en conjunto, entre la comunidad y los investigadores. En este trabajo se presentan los lineamientos teóricos y metodológicos sobre los cuales se fundamenta un proyecto de Extensión Universitaria que se viene desarrollando desde el año 2010 y que, mediante la modalidad de talleres, ha puesto énfasis en la integración del saber científico-académico y los saberes locales. A partir de la articulación de estos saberes se ha logrado debatir y reflexionar en conjunto sobre las acciones y estrategias de conservación y preservación de dicho patrimonio.

Introducción ser bio-psico-socio-cultural, en los últimos años hemos considerado (hacia el interior Nuestra tarea como antropólogos y ar- de nuestro equipo de trabajo) la posibili- queólogos no concluye en una práctica pu- dad de otras formas de inserción laboral ramente científica. Si bien nuestra formación relacionadas con nuestra práctica profesio- académica propone una línea cientificista nal. Se trata nada más y nada menos que que nos permite construir a nuestro obje- de la actividad docente y extensionista. En to-sujeto de estudio (el hombre) como un este trabajo se presentan los lineamientos

*El título de este trabajo corresponde al título del Proyecto de Extensión Universitaria acreditado por el Honorable Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Plata (períodos 2011/2012/2013).

LONDRES... PASADO Y PRESENTE: CAPíTULO 20 237 CONSTRUYENDO EL PATRIMONIO CULTURAL Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

teóricos y metodológicos sobre los cuales tereses externos a la institución académica se fundamenta un proyecto de Extensión en sí, donde los conocimientos generados Universitaria que venimos desarrollando por los actores de la Facultad pueden ser (o desde el año 2010en la localidad de Lon- no) comercializados como un bien. La “di- dres, Departamento de Belén, provincia vulgación”, por otro lado, consiste en refor- de Catamarca (Argentina). Si bien se trata zar el conocimiento público de la ciencia, lo de una tarea que se canaliza a través de la cual se considera fundamental para la de- Extensión Universitaria, la misma también mocratización de los saberes generados en involucra, de modo complementario, otras la Universidad. La diferencia fundamental actividades como la docencia y la práctica de ambas prácticas con la Extensión es que científica propia de la arqueología. el trabajo con la comunidad se concreta a Actualmente, en nuestra casa de estudios través del abordaje de los conocimientos (Facultad de Ciencias Naturales y Museo científicos sin implicar, necesariamente, la de la Universidad Nacional de La Plata), construcción colectiva en pos de la resolu- la Extensión Universitaria constituye uno ción de una problemática. de los principales ejes académicos que ha Estos tres ejes (extensión, servicios a ter- recibido importantes debates acerca de su ceros y divulgación) se pueden desarrollar conceptualización y práctica. Estos deba- por separado o de modo complementario, tes se sitúan en un marco mayor de discu- dependiendo siempre de los objetivos ge- sión sobre el rol político de la Universidad nerales y específicos de la propia práctica1 como actor estratégico en la transforma- ción de la realidad social de la comunidad. En este sentido, creemos que la práctica La práctica de Extensión es una acción social concre- extensionista: ta, cuya metodología parte de la práctica y integración entre cuyo marco teórico se construye en conjun- los saberes locales y to con todas las personas involucradas. Por académicos lo tanto, todas y cada una de ellas, aportan sus saberes, prácticas e historias a la idea Nuestro equipo de trabajo perteneciente en desarrollo. La práctica de Extensión a la División de Arqueología del Museo de como la concebimos, conlleva un compro- La Plata viene desarrollando sus activida- miso, entendido como voluntad, intención des en el sitio de El Shincal de Quimivil y sinceramiento sobre nuestro nivel de in- desde mediados de la década de 19802. Este tervención, y una transformación de cada sitio, ubicado en la localidad de Londres, uno de los individuos participantes de la Departamento de Belén, provincia de Ca- acción. tamarca, corresponde de acuerdo al análi- Asimismo, cabe destacar que existen otras sis proporcionado por las fuentes etnohis- prácticas como los servicios a terceros y la tóricas y arqueológicas, a una capital admi- divulgación, que se diferencian claramente nistrativa incaica con una función política de la Extensión. Los “servicios a terceros” y religiosa altamente significativa. son entendidos como aquellas actividades Los trabajos han sido intensivos tanto que pretenden resolver una problemática en el terreno como en gabinete, generando o tarea solicitada por un tercero (persona, a través del tiempo diversas publicaciones empresa, grupo de individuos, etc.) con in- en diferentes soportes y medios, ya sea a

1Esta idea de Extensión Universitaria constituye, entre otros, uno de los conceptos trabajados en el seno de la Agrupación de Graduados Construcción (Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional de La Plata) de la cual el primer autor de este trabajo es miembro. 2 En el año 1997, en reconocimiento a su valor patrimonial y gracias a la gestión del Dr. Rodolfo A. Raffino, El Shincal de Quimivil fue declarado Monu- mento Histórico Nacional (Decreto Ley Nº 1145/97) por la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos.

238 CAPíTULO 20 LONDRES... PASADO Y PRESENTE: CONSTRUYENDO EL PATRIMONIO CULTURAL Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca nivel local, como provincial, nacional e in- tar una conciencia colectiva acerca del patri- ternacional. Asimismo, se han generado monio cultural y arqueológico presente en diferentes proyectos de investigación avala- la región. Ya a partir del año 2010, bajo el dos y financiados por distintas instituciones marco de los Proyectos de Extensión de la como la Universidad Nacional de La Plata UNLP, se comenzaron a realizar talleres en (UNLP), Agencia Nacional de Promoción la Escuela Secundaria N° 30 “José Hernán- Científica y Tecnológica (ANPCyT), el Con- dez” de Londres con estudiantes del último sejo Nacional de Investigaciones Científicas año lectivo. y Técnicas (CONICET) y la National Geo- Cuando hablamos de patrimonio cultural graphic Society. nos referimos a una construcción social que Paralelamente a estas tareas se han ido se configura en un proceso histórico. Este observando diversas problemáticas relacio- concepto permite abordar la problemática nadas con la preservación y la conservación desde una perspectiva integral, de manera del patrimonio cultural, tanto de El Shincal que recupere los contextos y procesos socia- de Quimivil como de otros sitios arqueológi- les relacionados con los usos y representacio- cos de la región. Dichas problemáticas cons- nes de los diferentes actores involucrados. tituyeron el puntapié inicial para comenzar Por ello, creemos que la idea de patrimonio a trabajar, a principios del año 2000, con la debe construirse a partir del conocimiento comunidad local en pos de generar políticas generado en conjunto entre la comunidad y de preservación del sitio mencionado y de los investigadores. De ahí la importancia de todo aquello que formara parte de su patri- continuar con nuestros talleres. La elección monio cultural material e inmaterial. de la institución se debe a que es la única de Los primeros trabajos realizados consis- nivel secundario en la localidad de Londres, tieron en charlas a estudiantes de la Tecni- siendo los jóvenes partícipes directos en la catura en Turismo del Instituto de Educa- construcción de identidades sociales. ción Superior de Belén y a la comunidad Creemos que dichos talleres constituyen de Londres en general. En ese momento las verdaderos espacios de discusión democrá- charlas tenían como fin capacitar y fomen- tica y participativa donde los involucrados,

Figura 1. Escuela Secundaria N° 30 “José Hernández” de Londres (Departamento de Belén, Catamarca). Fotografía de Reinaldo A. Moralejo.

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a través de sus hábitos y opiniones, pueden se hace referencia a todo el equipo de traba- construir la selección del qué y cómo se pre- jo que compone el proyecto) y los alumnos, serva. posibilitando en esta interacción el abordaje El objetivo del proyecto consiste en la for- de problemáticas relacionadas con el uso, mación y capacitación de docentes y alum- apropiación y preservación del patrimonio nos a través de la creación de un espacio cultural prehispánico. que permita la discusión y reflexión acerca Se organizó en tres módulos temáticos su- de la relación cultura y patrimonio. En este cesivos, desarrollados durante el transcurso sentido resultan relevantes los conceptos de de dos días. Cada módulo tenía como obje- patrimonio cultural prehispánico y las prác- tivo trabajar diversos aspectos relacionados ticas que afectan al mismo. Para ello se pro- con la practica del arqueólogo, la historia puso trabajar con un grupo de docentes y regional y el patrimonio arqueológico. alumnos -ambos con un rol fundamental en En el primer módulo “La Arqueología y la construcción de identidades sociales- per- el Rol del Arqueólogo” se hizo referencia tenecientes al último año (6°) de la Escuela a la Arqueología como disciplina científica Secundaria N° 30 “José Hernández” de la y al rol que desempeña el arqueólogo en localidad de Londres. También es importan- la reconstrucción de los modos de vida de te destacar la participación de destinatarios sociedades del pasado a partir de los restos indirectos, es decir, la comunidad de Lon- materiales hallados. En este sentido, se de- dres en general, a través de la divulgación tallaron las distintas etapas de la investiga- y replicación por parte de los participantes ción arqueológica, mediante la utilización directos (alumnos y docentes). de imágenes representativas de cada una de ellas. Se pudo advertir que un grupo de alumnos desconocía las etapas previas y Realización posteriores a la excavación, siendo esta eta- de los talleres pa la actividad más presente en su imagina- rio colectivo. En este punto resultó signifi- Teniendo en cuenta el paradigma Partici- cativa la pregunta que realizó una alumna pacionista que pone énfasis en la construc- con respecto al destino que tienen las piezas ción continua de identidades, se realizaron arqueológicas extraídas por los arqueólogos talleres para promover espacios de discu- al realizar la excavación. Esto sirvió como sión y debates con el fin de rescatar inquie- disparador para explicar las nuevas leyes de tudes y motivaciones locales que permitan patrimonio que garantizan y exigen la de- elaborar cotidianamente estrategias de pre- volución de las piezas a su lugar de origen, servación del patrimonio. La metodología como también el rol que cumplió el Museo propuesta para la realización de proyecto se de la Plata en los inicios de la arqueología dividió en dos modalidades sucesivas: Argentina. El siguiente módulo, llamado “Pasado Ca- tamarqueño”, tuvo como objetivo introdu- Primera etapa: Aula/Taller cir al alumno en los distintos procesos que atravesaron las sociedades que se asentaron En esta instancia se realizaron talleres di- en la región, desde los primeros pobladores dácticos en el establecimiento escolar donde hasta la sociedad actual, de la cual ellos son se articularon conceptos teóricos y prácticos parte. El propósito era indagar acerca de la vinculados a la arqueología, la historia, el importancia de conocer el pasado y el “para patrimonio y su legislación. Los talleres qué” conocerlo, generando un debate sobre permitieron la participación en conjunto de si existe una vinculación o no con el presen- los coordinadores (con esta denominación te y el futuro de la comunidad a la que per-

240 CAPíTULO 20 LONDRES... PASADO Y PRESENTE: CONSTRUYENDO EL PATRIMONIO CULTURAL Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca tenecen. Con el desarrollo de este módulo, tos materiales que quedaron de actividades se advirtió que la mayoría de los alumnos del pasado, y que adquieren un significado carecían de conocimientos acerca de las so- y valor como producto de la interpretación ciedades prehistóricas de la región, princi- que realiza el investigador. Aquí se indagó palmente aquellas preincaicas. A pesar de sobre la importancia de conocer el pasado. esto, los alumnos consideraban al conoci- De este modo surgieron varias inquietudes miento de “su” pasado como un elemento por parte de los alumnos que reflejaban sus relevante en la constitución de la identidad preocupaciones con respecto a la pérdida tanto colectiva como individual. A partir de de algunas prácticas y tradiciones locales. ello nos reunimos con la Directora de la Ins- También surgió como problemática el esta- titución y con la Profesora de Historia para do de conservación del sitio arqueológico trabajar conjuntamente para el dictado de El Shincal de Quimivil; tema que fue poste- estos temas, aportándole bibliografía espe- riormente desarrollado, con mayor profun- cífica sobre la prehistoria de Catamarca y didad, durante la visita al mismo. de Londres en particular, y sobre las dife- En este módulo se realizó una actividad rentes fundaciones de Londres a través del que consistió en que los alumnos llevaran tiempo. al taller elementos con los cuales se sintie- En el tercer y último módulo, “Patrimo- ran identificados para luego, en forma de nio”, se conceptualizó y ejemplificó con plenario, compartir las diversas vivencias imágenes los distintos tipos de patrimonio y experiencias a las que los mismos remi- haciendo énfasis en el Patrimonio Arqueo- tían. Estos elementos podrían pertenecer al lógico. Este último entendido como los res- patrimonio tanto tangible como intangible. Figura 2. Aula/Taller. Primera etapa del taller realizada en la Escuela Secundaria N° 30 “José Hernández”. Fotografías de L. Romina Giambelluca y Julia Gianelli.

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Solo tres de 36 alumnos cumplieron con la tos. En relación a esto último, los alumnos consigna, mostrándose vergonzosos a la mencionaban como ellos y la comunidad hora de hablar frente al grupo. Cuando se en general se apropiaban de esos espacios, les consultó acerca del motivo por el cual no existiendo opiniones encontradas acerca del habían podido traer lo requerido, manifes- uso que los turistas hacen de los mismos. taron total desinterés. La exposición se realizó en pequeños gru- pos preestablecidos. Una de las alumnas lle- Segunda etapa: Sitio/Taller vó un libro de poesías de un autor local para recitar algunas de ellas, las cuales hacían Esta etapa tuvo como objetivo articular referencias a lugares y objetos tradicionales los conceptos teóricos trabajados en la ins- de Londres. A raíz de esto varios alumnos tancia anterior con cuestiones concretas comenzaron a participar relatando diversas referentes a la arqueología. Por esta razón historias sobre dichos lugares y objetos, y la se realizó una visita al sitio arqueológico El importancia que representaban para ellos. Shincal de Quimivil donde se explicitaron Durante el transcurso de la actividad se los diferentes usos del espacio prehispáni- generó un ambiente relajado y de confianza co que estructuran el sitio, de modo que los en el que la mayoría de los alumnos com- alumnos percibieran las diferentes activida- partían sus experiencias. De este modo se des llevadas a cabo en el pasado prehispáni- logró un intercambio de vivencias entre los co. Esta interacción con el sitio arqueológico alumnos y los talleristas, abarcando temas también les permitió observar cuestiones como los personajes del pueblo, las fiestas concretas relacionadas con el impacto an- tradicionales, sus paisajes y lugares favori- trópico y ambiental, posibilitando ampliar

Figura 3. Museo del sitio El Shincal de Quimivil (Londres, Departamento de Belén, Catamarca), ubicado a pocos metros del sitio arqueológico. Fotografía de Reinaldo A. Moralejo.

242 CAPíTULO 20 LONDRES... PASADO Y PRESENTE: CONSTRUYENDO EL PATRIMONIO CULTURAL Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca sus reflexiones acerca de la preservación del su descubrimiento, a principios del siglo patrimonio. XX, hasta la actualidad, como así también La visita por el sitio comenzó con una in- las excavaciones realizadas en las diferentes troducción en el Museo del sitio por parte estructuras del sitio (kallanka, ushnu, kan- de la guía del Museo e integrantes del pro- cha, etc.) y los materiales obtenidos que se yecto. Se habló sobre la prehistoria de Cata- encuentran expuestos en el Museo de sitio marca, para darle un marco más regional. respetando el contexto de descubrimiento. También se mostraron piezas arqueológicas También se les contó sobre las diferentes cerámicas pertenecientes a culturas prehis- fundaciones de Londres, en sus distintos pánicas de Catamarca, en especial a zonas momentos y lugares. Los alumnos interac- cercanas a El Shincal de Quimivil. Se pro- tuaron realizando preguntas sobre los dife- cedió a explicar que este tipo de material rentes temas expuestos, mostrando un inte- puede encontrarse de modo casual cuando rés particular sobre la presencia de los Incas realizan obras de refacción en sus casas que en Catamarca. implican excavar para realizar, por ejemplo, Una vez concluida la visita por el museo los cimientos; cuando aran los campos para nos dirigimos a realizar la visita por el sitio, sembrar; o, simplemente, cuando van al río para reforzar lo explicitado en el museo. El a bañarse por el excesivo calor, entre otras recorrido por el sitio se llevó a cabo siguien- cosas. do los senderos turísticos preestablecidos. Luego se explicaron los diversos trabajos Nos dirigimos primeramente hacia uno realizados en el sitio arqueológico, desde de los cerritos ceremoniales, el Cerro Aterra-

Figura 4. Sitio/Taller. Segunda etapa del taller realizada en el Museo del sitio El Shincal de Quimivil. Fotografías de Reinaldo A. Moralejo y Ma. Guillermina Couso.

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zado Oriental, ya que desde la cima se logra cada una de ellas? y ¿cuán profundas eran una vista completa de las estructuras más nuestras excavaciones? quedando asom- importantes del sitio. Camino al cerro se les brados cuando les dijimos que para llegar fueron mostrando las diferentes estructuras al piso que pisaron sus ancestros debíamos como las kancha, se les explicó nuevamente excavar, en algunos casos, hasta más de un la definición de las mismas para poder en- metro de profundidad. También realizaron tender que funcionalidad tenían en el pa- preguntas sobre cuánto tiempo tardamos en sado, como así también se habló sobre las realizar nuestras excavaciones, los métodos excavaciones realizadas en las mismas y los que utilizamos y sobre qué hacemos con los materiales obtenidos en ellas. materiales después de las excavaciones. Es- Una vez en la cima del cerro ceremonial tas preguntas nos sirvieron para reforzar lo se les explicó nuevamente -dado que visual- trabajado durante la etapa de Aula/Taller. mente es más impactante que en las propias Luego descendimos y fuimos a visitar fotografías- el resto de las estructuras pre- cada una de estas estructuras descriptas. sentes en el sitio (aukaipata, kallanka, ushnu, También les mostramos las cárcavas presen- kancha, qollqas, Camino del Inca, etc.) y su tes en el sitio y la importancia de poder so- funcionalidad a partir del registro mate- lucionar ese problema que aqueja al mismo, rial obtenido, resaltando que algunas fue- dado que si esto avanza se pueden perder ron reconstruidas. Los alumnos realizaron estructuras importantes como las que ya se preguntas acerca de ¿qué se encontró en han perdido (por ejemplo, una de las kancha

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Figura 5. Vista creando conocimiento e interviniendo en parcial del sitio la propia realidad. Se establecen consensos arqueológico entre los participantes, los investigadores y El Shincal de la comunidad. Quimivil desde el A partir de la articulación e intercambio Cerro Aterrazado de herramientas conceptuales y saberes lo- Occidental. Se cales -referentes a la idea de cultura y pa- puede observar la trimonio-, se logró establecer el debate y la disposición de la reflexión sobre las acciones y estrategias de plaza o aukaipata, conservación y preservación del patrimonio el ushnu, una de las cultural en general, como así también de la kallanka, el Cerro prehistoria, las fundaciones de Londres y la de las qollqas (Co. historia actual del Municipio de Londres. qollqas) y el Cerro Dado el interés generado entre los estu- Aterrazado Oriental diantes, docentes y directivos del estable- (CAOr.). Composición cimiento como así también de las autori- panorámica de J. dades del Municipio, pretendemos darle Diego Gobbo. continuidad a este proyecto, incorporando en lo sucesivo otras instituciones escolares de la región. En la realización de los talleres se incluirán tanto a los alumnos como a los docentes, ya que consideramos que ambos constituyen agentes activos y necesarios para perpetuar el objetivo planteado. Como ya dijimos, dichos talleres constituyen ver- daderos espacios de discusión democrática y participativa que permiten construir la se- lección del qué y cómo se preserva. y parte del muro de la aukaipata). Los alum- Como etapa final, se llevó a cabo la difu- nos al ver su tamaño y profundidad mostra- sión de las actividades realizadas mediante ron su preocupación al respecto. el empleo de pósters donde se mostraban Los alumnos se mostraron interesados en las actividades desarrolladas a lo largo del la visita al sitio, razón por la cual creemos taller. Los mismos contenían fotografías y que esta etapa constituyó un aporte signifi- textos que resumían los objetivos plantea- cativo para ellos. Y más aún si tenemos en dos y los resultados de dichas actividades. cuenta que tan solo cinco chicos, del total de Esta instancia permitió generar espacios de alumnos participantes, lo conocían. discusión y reflexión entre el ámbito aca- démico y la comunidad, promoviendo una participación más activa de los jóvenes en Comentarios finales relación a la apropiación de su patrimonio cultural. Con este mismo objetivo se pre- A lo largo de estas líneas hemos visto que paró un documental audiovisual (DVD), la práctica de Extensión Universitaria cons- cuyas copias fueron enviadas ala Escuela tituye una práctica de investigación par- Secundaria “José Hernández”, a la Direc- ticipativa, donde “el otro” no es un objeto ción de Cultura y Turismo del Municipio de investigación, sino un copartícipe de la de Londres y a la Secretaria de Estado de realidad. La comunidad estudiada partici- Cultura de Catamarca. pa en la investigación como agente activo, Finalmente, y como corolario de estas

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Figura 6. Sitio/Taller. Segunda etapa del taller realizada en el sitio arqueológico El Shincal de Quimivil. Fotografías de Reinaldo A. Moralejo y Ma. Guillermina Couso.

primeras experiencias, nuestro equipo de sino, principalmente, con varios colegios trabajo fue invitado por la Secretaria de Es- de la provincia de Catamarca que partici- tado de Cultura de Catamarca a participar paron de dicho evento. De este modo, se de la 8° Feria Nacional del Libro, realizada efectuaron charlas en conjunto con la pro- del 14 al 20 de octubre de 2011en la ciudad yección del documental audiovisual que capital de San Fernando del Valle de Cata- despertaron un gran interés por parte de marca. Allí pudimos comunicar nuestra ex- los colegios visitantes. Esta etapa también periencia no sólo con el público en general, nos permitió generar nuevas ideas en pos

246 CAPíTULO 20 LONDRES... PASADO Y PRESENTE: CONSTRUYENDO EL PATRIMONIO CULTURAL Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 7. Grupo de alumnos y docentes del 6° año de la Escuela Secundaria N° 30 “José Hernández” en una de las kallanka del sitio arqueológico El Shincal de Quimivil. Fotografía de Reinaldo A. Moralejo. de desarrollar nuestro proyecto de Exten- la realización del proyecto. También agra- sión en otras instituciones de la provincia decemos el apoyo brindado por varios ami- de Catamarca. Una tarea que seguramente gos y colegas para la realización de diversas nos permitirá contar con nuevas prácticas instancias de este proyecto: Susana Ortiz que enriquezcan y fortalezcan nuestro tra- Díaz, Manuel A. Morales, Rosa N. Ramos, bajo como arqueólogos y docentes enmar- María R. Martel de Miraval, Norma Gutié- cados en un proyecto de extensión univer- rrez, Darío Iturriza, José W. Falcone, Ivana sitaria. E. Romano, Fernando L. Viviani, Juan P. Atencio, Cesar L. A. Carrizo, Anabel A. Ca- tiva, Luciano J. Centineo Aracil, María C. Agradecimientos Yapura Liz y Francisco Pozzi.

Queremos agradecer a los directivos de la Escuela Secundaria N° 30 “José Hernández” Lecturas Sugeridas y Municipalidad de Londres, a la Dirección Provincial de Antropología y Secretaría de Alderoqui, S.S. [Compiladora] 1996.Museos y Estado de Cultura de Catamarca, a la Fa- escuelas: socios para educar. Editorial Paidós. cultad de Ciencias Naturales y Museo de la Buenos Aires Universidad Nacional de La Plata y al CO- Freire, P. 2006.Pedagogía de la autonomía. Siglo NICET por el apoyo brindado en todo este XXI Editores. México. García Canclini, N. 1989. ¿Quiénes usan el pa- proceso de trabajo. Asimismo agradecemos trimonio? Políticas culturales y participa- a las comunidades de Londres y Belén por ción social. Ponencia presentada en las Jor- su colaboración y apoyo incondicional para nadas Taller: el Uso del Pasado, 13-16 de junio

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de 1989. Facultad de Ciencias Naturales y Sanoja Obediente, M. 1982.La Política Cultural Museo. Universidad Nacional de La Plata. y la Preservación del Patrimonio Nacional Argentina. en America Latina. En R. L. Wilson y G. Lo- Grimson, A. 2000.Interculturalidad y comunica- yola (Eds.), Arqueología de Rescate, pp.21-30. ción. Grupo Editorial Norma. Colombia. ThePreservationPress. Washington. Raffino, R.A. 2004. El Shincal de Quimivil. Edi- Tamarit, J. 1988. La función de la escuela: cono- torial Sarquís. San Fernando del Valle de cimiento y poder. Revista Argentina de Edu- Catamarca. Argentina. cación (RAE), 10: 9-31. Buenos Aires. Raffino, R.A. 2007. Poblaciones indígenas en Yapura Liz, C. 2009. Conservación preventiva Argentina. Urbanismo y proceso social pre- arqueológica en El Shincal de Quimivil (Be- colombino. Editorial Emecé. Buenos Aires. lén, Catamarca). Tesis de Grado. Escuela de Ribeiro Durham, E. 1998. Cultura, patrimonio, Arqueología. Universidad de Catamarca. preservación. Revista Alteridades, 8(16): 131- San Fernando del Valle de Catamarca. Ar- 136. México. gentina.

248 CAPíTULO 20 LONDRES... PASADO Y PRESENTE: CONSTRUYENDO EL PATRIMONIO CULTURAL Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR DE UN SITIO INCA EN LA FRANJA DEL 21 LUNISTICIO MAYOR AL SUR

Ricardo Moyano1, Martín Gustavo Díaz2, Ian Farrington3, Reinaldo Moralejo4, Guillermina Couso5 y Rodolfo Raffino 6

1Becario Posdoctoral, Instituto de Investigaciones Históricas, UNAM, México. 2 Estudiante de Arqueología, Universidad Nacional de Tucumán, Argentina. 3 Senior Lecturer in Archaeology - ANU College of Arts and Social Sciences. 4 Investigador Asistente CONICET, Universidad Nacional de La Plata, UNLP. División Arqueología Museo de La Plata. 5 Licenciada en Antropología, Universidad Nacional de La Plata, UNLP. División Arqueología Museo de La Plata. Universidad Católica La Plata, UCALP. 6 Investigador Superior CONICET, Universidad Nacional de La Plata, UNLP. División Arqueología Museo de La Plata.

Se presenta información astronómica del sitio arqueológico El Shincal de Quimivil, provincia de Catamarca, Argentina. Como hipótesis se asume la posibilidad de que los incas y/o sus representantes fueran conscientes del ciclo de paradas mayores que posibilita la observación de la Luna llena en el cenit cada 18 y 19 años. Los resultados demues- tran la utilización de la arquitectura y rasgos naturales del paisaje como marcadores de solsticios, equinoccios (crossover) y lunisticios. Al parecer, utilizados política y ritualmente, como herramientas de coacción a la población local al servicio del Inca.

Introducción vimiento aparente del cielo, incluyendo los ciclos del Sol, la Luna, algunos planetas y Los incas, al igual que otras culturas in- estrellas, además de zonas de la Vía Láctea, dígenas americanas, construyeron sus con- considerados deidades y arquetipos para la ceptos de espacio y tiempo o “cosmovisión” construcción, ajuste y manejo de distintos a partir de la observación sistemática de calendarios. la naturaleza (Broda 2012). Esta forma de El calendario (del latín calenda) se define comprender y apropiarse del mundo, y si- vulgarmente como la cuenta sistemática del guió en algunos casos como referente el mo- transcurso del tiempo, útil para la organi-

ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR DE CAPíTULO 21 249 UN SITIO INCA EN LA FRANJA DEL LUNISTICIO MAYOR AL SUR Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

zación cronológica de las actividades huma- astronomía, con el enfoque descriptivo de nas. Estos pueden ser lunares, por el ciclo las ciencias sociales, cuyo fin es estudiar los de fases o sinódico, solares, p.ej. el año de sistemas astronómicos del pasado (Aveni 365 días o también artificiales. Es ante todo 2005). el reflejo de una estructura y organización Los incas en su proceso expansivo al sur social, resultado de la interacción del ser hu- alcanzan los territorios de la actual provin- mano con su entorno físico, social y simbó- cia de Catamarca con fechas cercanas al lico. Mejor dicho, resultado de la necesidad 1470 d.C. En la región construyen y mejoran humana por sincronizar las distintas cate- caminos, tambos, campos de cultivo, ado- gorías espacio-temporales que hacen parte ratorios y centros administrativos, entre los del “mundo de la vida” (Moyano 2013:157- que destaca El Shincal de Quimivil. El en- 158). clave corresponde a uno de los cuatro sitios La astronomía cultural corresponde - en- más importantes del período Inca en el no- tonces - al estudio de la relación entre el ser roeste de Argentina, se ubica en la serranía humano y las distintas prácticas de observar homónima, en un tinkuy o encuentro, entre el cielo, en el contexto de los distintos pro- los ríos Quimivil y el Hondo (27°41’11.4’’S, cesos culturales o mecanismos específicos 67°10’42.9’’W, 1356 msm) (Fig. 1). de conceptualización y representación de El Shincal constituye con seguridad una fenómenos astronómicos y del conjunto de capital provincial o huamani y centro cere- ideas y artefactos que resultan de la misma monial con rasgos arquitectónicos de pri- (Iwaniszewski 2011). Incluye a la arqueoas- mer orden o Inca. Formalmente se compo- tronomía, definida como la interdisciplina ne al menos de un centenar de estructuras, que combina el análisis cuantitativo de la sobre una superficie de 21 ha, donde des-

Figura 1. Plano y ubicación general El Shincal. Nota: esta figura se repite, en mayor tamaño, en las páginas 114 y 115.

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Figura 2. Vista general en perspectiva El Shincal. Nota: esta figura se repite, en mayor tamaño, en las páginas 116 y 117.

tacan la plaza principal o haukaypata, una cación personal 2010-2013). Este fenóme- plataforma ushnu, cinco grandes galpones no, también definido como la “Luna llena o kallankas, collcas, un shinchihuasi y kanchas supertopical” (Ianiszewski 2010), responde (Raffino 1981, 2004; Raffino et al. 1997, entre al ciclos de regresión de los nodos, igual a otros) (Fig. 2). 18,61 años, y coincide con el momento cuan- En el lugar se conecta con los sitios de do la Luna alcanza valores de acimut más Hualfín y Quillay a través de un camino allá de los solsticios. Por un tema práctico, perfectamente conservado, existiendo ade- este fenómeno es fácilmente observable más dos cerros gemelos -al este y oeste de cada ciclo Metónico (19 años), momento en Haukaypata- aprovechados artificialmente el cual la Luna alcanza una posición cercana como plataformas y lugares de observación, al cenit a la media noche. Lo que en teoría con aterrazados, escaleras y muros de pie- pudo resultar interesante para los incas en dra, en palabras de Farrington, utilizados su proceso expansivo al sur más allá del tró- para la realización de ceremonias dedicadas pico de Capricornio (Moyano 2013). al Sol y otros elementos potencialmente sa- Con estos datos se propone la función grados del entorno (Raffino 2004:24-29). astronómica de la arquitectura, particu- Conocida la diferencia de 5°09´ que tiene larmente el ushnu (Farrington 2013, 2014; la órbita de la Luna con respecto a la eclíp- Zuidema 2011), para marcar el fenómeno tica, distintos investigadores han planteado de los lunisticios y los momentos cercanos la posible relación entre el fenómeno de pa- al equinoccio o crossover, que de acuerdo a radas mayores de la Luna y la ubicación de la evidencia existente, habría permitido no sitios con ushnu cercanos a la latitud 28,5° sólo observar y seguir los ciclos del Sol y la sur (Ianiszewski 2010; Farrington comuni- Luna, sino también predecir eclipses luna-

ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR DE CAPíTULO 21 251 UN SITIO INCA EN LA FRANJA DEL LUNISTICIO MAYOR AL SUR Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

res gracia al manejo del mes lunar sinódico luego diremos, y no por días y, aunque dieron (29,5 días), dentro de los ciclos Metónico y a cada año doze lunas, como el año solar ecce- de Saros, con diferencia de 354 días o 12 lu- da al año lunar como en onze días, no sabiendo naciones (Moyano 2013). ajustar el un año con el otro, tenían cuenta con el movimiento del Sol por los solsticios, para ajustar el año y contarlo, y no con las lunas. Los ciclos lunares Y desta manera dividían el un año del otro ri- giéndose para sus sembrados por el año solar, y La observación y contemplación de la no por el lunar” (Garcilaso de la Vega [1609] Luna ha cautivado a los seres humanos 1945:111). desde tiempos inmemoriales, su ciclo de Existen además buenos datos para suge- fases o sinódico ha permitido el manejo de rir la existencia de una cuenta lunar sideral. distintos calendarios relacionados con los Este ciclo corresponde al tiempo necesario, cambios estacionales, los períodos de caza igual a 27,3 días, para que la Luna regrese y recolección, además de la agricultura y los - independiente de su fase – al mismo sec- ciclos de fertilidad. Como sistema indicativo tor del cielo. Este sistema estaría vinculado de tiempo, se tiene antecedentes del mismo, al sistema de ceques o conjunto de 41 líneas al menos desde el Paleolítico Superior eu- proyectadas desde el centro ceremonial del ropeo (ca. 29.000 a.C.), con expresiones va- Cuzco al horizonte y que organizaría la riadas en el arte rupestre, la orientación de existencia de 328 lugares sagrados o huacas. tumbas y centros ceremoniales. En la zona El número 328 sería igual a la cuenta de 12 andina recibe el nombre de Quilla o mes meses lunares siderales (12 x 27,3 = 327,6), (en lengua Quechua), se le reconoce como divisible en factores de 8 y 41, que corres- la pareja del Sol o Inti, vinculada también ponden al valor promedio de la semana con los aspectos femeninos del cosmos, Inca y al número de líneas o ceques. Los 37 tales como los cuerpos de agua, las caver- días restantes, necesarios para completar la nas, el inframundo y los ciclos de fertilidad cuenta solar de 365 días, corresponderían (Moyano 2013). al tiempo que transcurre entre los días 3 de El ciclo sinódico o de fases, igual a 29,5 mayo y 9 de junio, momento en que la cons- días, inicia después de algunos días de telación de Las Pléyades o “cabrillas” - de invisibilidad (entre 2,5 a 4,5 días) con una vital importancia para los ciclos agrícolas - delgada creciente al poniente tras la pues- no son visibles en los cielos de la latitud del ta del Sol. Por efecto de su desplazamiento Cuzco (Zuidema 2011). diario, igual a 13° promedio, la Luna llegara Por la diferencia que existe entre la órbita a primer cuarto al séptimo, alcanzando su de la Luna en torno a la Tierra y el plano mayor altura en el meridiano con respecto de la eclíptica, igual a 5°09’ promedio, es al Sol. Llegado el día 14 o 15 la Luna llega factible que la Luna alcance puntos extre- a llena, coincidiendo con la puesta de Sol a mos más allá de los solsticios dentro de 180° en el horizonte. Tras lo cual, mengua, cada ciclo sinódico. Este movimiento su- siendo visible a altas horas de la noche o in- mado a una pequeña oscilación dentro de clusive en el día hasta desaparecer e iniciar un período de 173,31 días (medio año de nuevamente el ciclo (Aveni 2005). eclipses), da origen al ciclo de regresión de Debido la naturaleza fraccionaria del ci- los nodos, igual a 18,61 años. Esta es la ra- clo lunar sinódico, esta cuenta nunca corre zón por la cual la Luna no tendrá dos, sino a la par con el año solar de 365 ó 366 días, cuatro paradas o lunisticios con valores de siendo 11 ó 12 días más corto, lo que equi- declinación igual a: +/-28,5° para la parada vale a 12 meses lunares o 354 días: mayor y de +/-18,5° para la parada menor “Porque contaron los meses por lunas, como (Aveni 2005).

252 CAPíTULO 21 ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR DE UN SITIO INCA EN LA FRANJA DEL LUNISTICIO MAYOR AL SUR Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Paradas mayores y menores - por un Análisis astronómico tema observacional - serán más fáciles de identificar en fase llena, aún cuando ge- La metodología incluyó la observación neralmente ocurren en fase de primero y y registró in situ del solsticio de diciembre tercer cuarto, cada 19 años o 235 lunacio- de 2012, desde el ushnu y las plataformas nes que equivale a un ciclo Metónico (Mo- E y W, con la finalidad de identificar a lo yano 2013). Este fenómeno, al menos para menos 20 puntos astronómicos, mediante la zona andina, ha sido definido como la las observaciones de horizonte, el cálculo “Luna llena super trópical” y corresponde geodésico y la fotografía en 360°: al momento cuando la Luna alcanza latitu- des al sur del trópico de Capricornio, entre P-SSSD: pre-salida Sol solsticio diciembre las constelaciones de Ofiuco y Sagitario, SSSD: salida Sol solsticio diciembre con valores de declinación cercanos a los P-PSSD: pre-puesta Sol solsticio diciembre -28,5° alrededor del solsticio de invierno PSSD: puesta Sol solsticio diciembre (Ianiszewski 2010:147). P-SSSJ: pre-salida Sol solsticio de junio Ahora bien, resultado del desfase de los SSSJ: salida Sol solsticio junio meses lunares con el año solar, igual a 11 ó P-PSSJ: pre-puesta Sol solsticio junio 12 días, históricamente - en distintas partes PSSJ: puesta Sol solsticio junio del mundo - ha existido la necesidad de in- P-SSEQ: pre-salida Sol equinoccio tercalar una 13va Luna cada 2,71 ó 3 años SSEQ: salida Sol equinoccio (McCluskey 1989). En el caso Inca, sabemos P-PSEQ: pre-puesta Sol equinoccio que pudo ser tanto cerca de los solsticios o PSEQ: puesta Sol equinoccio los equinoccios. Este último caso, posible- SLEN: salida Luna extrema norte mente vinculado al fenómeno del crossover PLEN: puesta Luna extrema norte o equinoccio megalítico, que corresponde- SLES: salida Luna extrema sur ría a la posición promedia de la Luna lle- PLES: puesta luna extrema sur na - al norte del este astronómico- cercana SLMN: salida Luna menor norte al equinoccio de primavera y que corrige PLMN: puesta Luna menor norte el movimiento de regresión de los nodos SLMS: salida Luna menor sur (Moyano 2013, siguiendo a da Silva 2010, PLMS: puesta Luna menor sur Silva y Pimienta 2010). El crossover, según datos recientes, segu- Con GPS (Garmin E-trex) se obtuvieron ramente también permitió predecir algunos las coordenadas geográficas del lugar (la- eclipses o configuración Sol-Luna, cada 223 titud, longitud y altura sobre el novel mar) meses sinódicos (6585,32 días) o 242 meses con Datum WGS 84. Con ayuda de un dracónicos (6585,35 días). Este ciclo recibe tránsito mecánico (Berger ST-1, precisión el nombre de Saros, tiene una duración de 1’), se obtuvieron lecturas verticales y ho- 18,03 años y tiene una extensión 12 meses rizontales de horizonte, verificadas luego lunares menos que el ciclo Metónico. Tres con cartografía, brújula (precisión 0.5°) y ciclos Saros (18,03 x 3), es igual a 54 años calculadora de declinación magnética1. y 34 días, período necesario para que se En laboratorio - como método explorato- repita el mismo eclipse en la misma parte rio - se utilizaron imágenes Google Earth, de la Tierra, dentro de un período conocido además de proyecciones de luz y sombra como Exeligmos (Moyano 2013). para el análisis de cuencas visuales y fechas

1Implementación del modelo IGRF-10 de la IAGA (International Association of Geomagnetism and Aeronomy): http://recursos.gabrielortiz.com/calcula- dora_declinacion/entrada.asp

ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR DE CAPíTULO 21 253 UN SITIO INCA EN LA FRANJA DEL LUNISTICIO MAYOR AL SUR Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

astronómicas. Los valores de acimut y de- de la Luna en su posición extrema norte clinación se obtuvieron con un sistema de (SLEN) y eventualmente relacionado con referencia de horizonte, junto con la tabla el ciclo Metónico (19 años o 223 lunacio- de cálculo Hansometro (Martz et al. 2013). nes). Para el análisis astronómico se utilizaron los - N.5 y N.6: ambos cercanos a la posición de softwares Starcalc 5.72 y Moshier’s Ephemeris la salida de la Luna en su parada menor al Program 5.1, tomando en cuenta siempre el norte (SLMN). Ambos puntos de horizon- factor de la refracción atmosférica y el pa- te podrían estar relacionado con la salida ralaje, junto con los datos proporcionados de la Luna llena cercana al solsticio de di- por Astronomical Almanac (EE.UU), IGIK ciembre y con la ocurrencia de un eclipse (Polonia) y NASA para datos de fechas, parcial de Luna la noche del 15/16 de no- declinación y acimut de eclipses2. De forma viembre de 1491 (Saros 127). Este eclipse complementaria, se construyó una montea se repitió 54 años después la madrugada luni-solar siguiendo el modelo de Stuven del 18 de diciembre de 1545, pero con una (1972)3, junto con una fotografía panorámi- salida de la Luna llena en un punto cer- ca del horizonte (360˚/21.600 pixeles) para cano a la posición que tiene el Sol para el ilustrar eventos y marcadores astronómicos solsticio de junio (Fig. 6). identificados, gracias el editor de imágenes - N.7: identificado como parte del cerro “In- photoShop. dio Dormido”, acimut 109°38’24’’, decli- nación (paralaje) (-) 18°04’55.89’’, marcan- do la posición de la salida de la Luna en su a) Ushnu parada menor al sur (SLMS). Este marca- Cálculo horizonte ushnu (ejercicio 2): dor pudiera estar relacionado con la ocu- fecha: 19/12/12 rrencia del eclipse parcial la madrugada δ (lat): 27°41’11.4’’S = -27.6865 del 24 de julio de 1469 (Saros 120), con una λ (lon): 67°10’42.9’’W = -67.178583 salida de la Luna la noche anterior (23 de alt.: 1356 msm julio) al sur del cerro Indio Dormido. Este (GMT-3) eclipse se repite, también en forma total - TT = 10.787777 54 años después - el día 25/26 de agosto Et Obs = 11.950785 de 1523. El mismo marcador pudo servir δ Obs = -23.494718 para observar el eclipse total de Luna del LHA = -84.62562 2/3 de mayo de 1482 (Saros 103) con una H¤Calc = 15.110177 salida de la Luna llena en las cercanías del A¤Cal = 108.89 mismo marcador, el cual repitió la madru- gada del 4 de junio de 1536 (Fig. 6). De las mediciones realizadas, destaca las - N.11: identificado como cerro La Rei- orientaciones al este, entre un cerro en forma na, acimut 272°48’24’’, declinación (-) de Punta (N.1) y el punto donde se observa la 01°59’2.73’’ (15mar/28sep), cerca de la salida del Sol para el solsticio de diciembre, puesta del Sol para los equinoccios (P- fuera del horizonte cercano y sin un marca- PSEQ). Este tipo de orientaciones puede dor aparentemente claro. explicarse - en parte - por el fenómeno del Entre los puntos de importancia astronó- crossover en momentos cercanos al equi- mica (Fig. 3), se pueden considerar: noccio, definido como el cruce del Sol y - N.4: acimut 55°02’24’’, declinación (para- la Luna, útil para calibrar la división del laje) (+) 25°27’25.98’’, algo cerca la salida año solar en 12 o 13 lunaciones.

2Ihttp://eclipse.gsfc.nasa.gov/eclipse.html 3http://www.jaloxa.eu/resources/daylighting/sunpath.shtml

254 CAPíTULO 21 ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR DE UN SITIO INCA EN LA FRANJA DEL LUNISTICIO MAYOR AL SUR Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 3. Horizonte oriente ushnu, El Shincal.

punto nombre Vertical horizontal declinación (δ) fecha observaciones (δ)lunar (paralaje) 1 C. Punta 09°11’58.7’’ 40°03’24’’ 36°29’46.2’’ - - - 4 - 07°54’13.85’’ 55°02’24’’ +26°01’11.8’’ - ca. SLEN (+)25°27’25.98’’ 5 - 08°14’26.61’’ 63°15’24’’ +19°07’58.34’’ 16may/27jul SLMN (+)18°36’40.2’’ 6 - 07°56’15.37’’ 64°58’24’’ +17°52’10.4’’ 11may/01ago ca. SLMN (+)17°21’24.65’’ 7 C. Indio Dormido 00°38’14.59’’ 109°38’24’’ (-)17°37’27.67’’ 31ene/12nov SLMS (-)18°04’55.89’’ 8 - 01°24’20.6’’ 112°03’24’’ (-)20°06’36.09’’ 21ene/22nov - - 9 - 09°37’11.54’’ 266°18’24’’ (-)07°41’38.31’’ 01mar/13oct - 10 - 10°10’26’’ 268°12’24’’ (-)06°16’39.21’’ 04mar/09oct - - 11 C. La Reina 09°35’10.09’’ 272°48’24’’ (-)01°59’2.73’’ 15mar/28sep P-PSEQ -

Tabla 1. Cálculo El Shincal (ushnu) ejercicio 2

b) Plataforma oeste (GMT-3) TT = 10.642777 Cálculo horizonte plataforma oeste (ejerci- Et Obs = 11.959092 cio 4): δ Obs = -23.424070 fecha: 20/12/12 LHA = -86.926807 δ (lat): 27°41’11.8’’S = -27.686611 H¤Calc = 13.195064 λ (lon): 67°10’48.6’’W = -67.180166 A¤Cal = 109.88 alt.: 1369 msm

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Figura 4. Detalle horizonte oriente El Shincal (plataforma oeste) ejercicio 4.

Figura 5. Horizonte oriente plataforma oeste, El Shincal.

256 CAPíTULO 21 ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR DE UN SITIO INCA EN LA FRANJA DEL LUNISTICIO MAYOR AL SUR Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

punto nombre vertical horizontal declinación (δ) fecha observaciones (δ)lunar (paralaje) 1 C. Punta 08°36’40.55’’ 41°37’48’’ (+)35°47’29.31’’ - - - 2 - 07°13’45.75’’ 56°11’48’’ (+)25°29’1.71’’ - ca. SLEN (+)24°55’51.71’’ 3 - 07°30’59.76’’ 64°14’48’’ (+)18°42’10.45’’ 14may/29jul SLMN (+)18°11’18.76’’ 4 - 07°14’46.17’’ 65°53’48’’ (+)17°27’55.48’’ 09may/03ago - (+)16°57’32.98’’ 5 - 05°07’40.43’’ 77°25’48’’ (+)08°35’00.48’’ 12abr/31ago - - 6 - 04°32’50.31’’ 79°20’48’’ (+)07°15’30.57’’ 08abr/04sep - - 7 - 05°06’39.41’’ 87°13’48’’ (+)00°04’16.07’’ 21mar/22sep SSEQ (-)00°18’55.49’’ 8 - 02°36’47.82’’ 92°36’00’’ (-)03°30’54.03’’ 11mar/02oct - - 9 - 03°46’32.99’’ 95°39’48’’ (-)06°45’52.47’’ 03mar/10oct - - 10 - 03°49’38.43’’ 96°35’48’’ (-)07°36’53.19’’ 01mar/12oct - - 11 - 04°22’34.16’’ 98°49’48’’ (-)09°50’41.92’’ 24feb/18oct - - 12 - (-)00°04’11.25’’ 103°49’48’’ (-)12°11’13.62’’ 17feb/25sep - - 13 - 01°04’44.01’’ 106°21’48’’ (-)15°02’27.35’’ 09feb/03nov - - 14 - 01°28’25.19’’ 106°46’48’’ (-)15°35’42.05’’ 07feb/05nov - -

Tabla 2. Cálculo El Shincal (plataforma oeste) ejercicio 4

Entre los puntos de importancia astronó- Comentarios finales mica (Fig. 4 y 5), se pueden considerar:

- N.2: acimut 56°11’48’’, declinación (+) El sitio de El Shincal constituye un ejem- 25°29’1.71’’, igual a declinación con para- plo concreto de la magnificencia de la ar- laje (+) 24°55’51.71’’, marca una posición quitectura Inca, relacionando en el pasado cercana para la salida de la Luna en su con el ejercicio de la política, la administra- posición extrema norte (SLEN)4. ción, la economía y la religión en las pro- - N.3: acimut 64°14’48’’, declinación (para- vincias incas meridionales. Su cercanía a la laje) (+) 18°11’18.76’’, marca la posición latitud 28,5° sur, permitía eventualmente de la salida de la Luna en su posición observar los pasos de la Luna llena por el menor al sur (SLMN). Al igual que en el cenit, quizás una de las tantas razones para ejercicio anterior, este marcador pudo es- la conquista de estos territorios. El trabajo tar relacionado con los eclipses parciales de campo realizado a finales del año 2012, de Luna de los días 15/16 de noviembre comprueba la importancia que tuvo el uso de 1491 y el 18 de diciembre de 1545, y apropiación del cielo de manera cultural, dentro el Saros 1275(Fig. 6). posiblemente relacionado con las categorías - N.7: con un acimut de 87°13’48’’, decli- del “mundo de la vida” o cosmovisión den- nación (+) 00°04’16.07’’, estaría marcando tro de las relaciones de poder entre lo local la posición del Sol al oriente en los equi- y lo Inca. Aquí la observación y registro de noccios (SSEQ). Esta dirección además las fases lunares, seguramente formo parte marca la distribución general del sitio, de antiguas tradiciones relacionadas con los enmarcado entre las dos plataformas al ciclos de fertilidad, los cuerpos de agua y el este y oeste de las gran haukaypata o plaza inframundo, en particular el culto a la Pa- principal. chamama y a los cerros, íntimamente ligados con la producción agrícola y ganadera, las

4N.4. en el ejercicio anterior (ushnu). 5N.5 y N.6 en el ejercicio anterior (ushnu)

ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR DE CAPíTULO 21 257 UN SITIO INCA EN LA FRANJA DEL LUNISTICIO MAYOR AL SUR Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 6. Eclipses Saros 127, 120 y 103.

relaciones de parentesco, el uso del territo- tación E-W presente en la distribución de la rio, como atestiguan las fuentes coloniales gran plaza o haukaypata, los edificios princi- para el sistema de ceques del Cuzco. En pales y el ushnu. A nuestro parecer, utiliza- los dos ejercicios de observación, registro y dos para diferentes actividades relacionadas cálculo presentados, destaca la orientación con el culto a los cerros, los ancestros y la orográfica de un cerro en forma de “punta”, observación del cielo. Mejor dicho, una es- ubicado fuera de los márgenes de horizonte pecie de teatralización del poder, a través de por donde transitan el Sol y la Luna, pero la apropiación de rasgos de la geografía pre- posiblemente utilizado como un marcador existente para los fines del Tawantinsuyu, a y posible huaca dentro de la geografía local, manera de un Nuevo Cuzco. En este contex- al igual que el cerro El Shincal, que por su to, el ushnu no sólo ocupo un espacio central cercanía y altura relativa con respecto al si- en la distribución arquitectónica del enclave, tio, destaca del conjunto. En ambos casos, se sino también pudo servir como un lugar de desconoce de la existencia de sitios arqueoló- peregrinaje para las poblaciones locales y un gicos, sin embargo la presencia de caminos axis mundi para las nociones de espacio-tiem- en la zona no descarta la posibilidad de su po, en específico refiriendo a la orientación uso ritual en tiempos prehispánicos. Desde este-oeste como alegoría del camino del Sol y el punto de vista de la distribución espacial la Luna en momentos cercanos al equinoccio y marcadores de horizonte, destaca la orien- o crossover. En los casos presentados se cons-

258 CAPíTULO 21 ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR DE UN SITIO INCA EN LA FRANJA DEL LUNISTICIO MAYOR AL SUR Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

tata también la existencia de marcadores de aún cuando los incas estuvieran conscientes horizonte para la posición de la Luna en su del Metónico y también del uso del ushnu extremo norte (SLEN), así como para las sali- como gnomon, les fuera casi imposible regis- das de la misma en su parada menor al nor- trar una parada mayor si nunca la observa- te y al sur (SLMN y SLMS), además de una ron, sino hasta algún tiempo después, cerca puesta para fechas ya referidas a los equinoc- del año 1484 d.C. De esta manera - y a modo cios (P-PSEQ) (Fig. 7). Al contrario de la hi- de interpretación - se confirmaría la posibili- pótesis inicial, no se encontraron evidencias dad que los incas y/o los ocupantes del sitio concretas de marcadores o alineamientos a la El Shincal estuvieran interesados, y con ello parada mayor al sur (δ -28.5°). Esta aprecia- conscientes, de algunos ciclos astronómicos, ción es coherente con los datos presentados particularmente el ciclo lunar sinódico de 12 para otros sitios incas al sur del trópico de o 13 lunaciones dentro del ciclo Metónico (19 Capricornio, p.ej. Viña del cerro en el valle años o 235 lunaciones). Útil en algunos casos, de Copiapó, norte de Chile (Moyano 2010). para el seguimiento del ciclo de Saros y la Donde la nula evidencia de que los incas se predicción de eclipses cada 18 y 54 años (ta- interesasen por las paradas mayores al sur, bla 3), en este caso conceptualizado a manera respondería al momento histórico de su lle- de una mnemotecnia con características de gada a los Andes meridionales, ca. 1470 d.C., oráculo en momentos de la conquista Inca de cuando la Luna - por efecto del ciclo de nodos la provincia de Catamarca, en los confines de - estaba en parada menor. Ello se explica que la parada mayor de la Luna al sur.

Figura 7. Carta luni-solar El Shincal (ushnu).

ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR DE CAPíTULO 21 259 UN SITIO INCA EN LA FRANJA DEL LUNISTICIO MAYOR AL SUR Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

punto de observación eclipse Saros fecha ushnu Lunar (parcial) 127 15-16nov/1491 Lunar (parcial) 127 18dic/1545 Lunar (parcial) 120 24jul/1469 Lunar (parcial) 120 25-26ago/1523 Lunar (total) 103 2-3may/1482 Lunar (total) 103 4jun/1536 plataforma oeste Lunar (parcial) 127 15-16nov/1491 Lunar (parcial) 127 18dic/1545

Tabla 3. Lista de eclipses visibles en El Shincal

Lecturas Sugeridas Programa libre para cómputo de arqueoastro- nomía en Excel. En constante actualización. Aveni, A. 2005. Observadores del cielo en el Méxi- ENAH, México. co antiguo. Fondo de Cultura Económica, McCluskey, S. 1986. Lunar astronomies of the México. western Pueblos. Ponencia presentada en Broda, J. 2012. La observación de la naturaleza Oxford II International Conference on Ar- y ciencia en el México prehispánico: algu- chaeoastronomy, Merida, México. nas reflexiones generales y temáticas. En Moyano, R. 2010. El ushnu y la astronomía La Relación Hombre-Naturaleza. Coordinado de horizonte en Viña del Cerro. Chungara por B. Vonz Mentz, pp. 102-135, CIESAS, 42(2):419-432. Siglo Veintiuno Editores. 2013. La Luna como objeto de estudio an- Da Silva, C. 2010. Neolithic cosmology: the tropológico: el ushnu y la predicción de equinox and the spring full Moon. Journal of eclipses en contextos incas del Collasuyu. Cosmology 9:2207-2216. Tesis para optar al grado de doctor en ar- Farrington, I. 2013. Cusco: Urbanism and Ar- queología. Escuela Nacional de Antropo- chaeology in the Inka World. University logía e Historia. México, D.F. Press of Florida. Raffino, R. 1981. Los Inkas del Kollasuyu. Ra- 2014.The Centre of the World and the Cusco mos Americana Editores, Argentina. usnu complexes. En Inca Sacred Space Lands- 2004. El Shincal Quimivil. Editorial Sarquis, cape, Site and Symbol in the Andes, pp. 197- Catamarca, Argentina. 207, editado por F. Meddens, C. McEwan, Raffino, R., Gobbo, D., Vázques, R., Caparelli, K. Willis y N. Branch. Archetype Publica- A., Montes, V., Iturriza, R., Deschamps, C tions. y M. Mannasero. 1997. El ushnu de El Shin- Garcilaso de la Vega, I. 1945. Primera parte de los cal de Quimivil. Tawantinsuyu 3:22-39. comentarios reales de los incas (1609). Ed. Án- Silva, F y F. Pimienta. 2012. The crossover of gel Rosenblat. Buenos Aires. the Sun and the Moon. JHA XLIII: 191- Ianizsewski, J. 2010. Guia a los cielos australes. 208. Editorial Mitra y Cuarto Propio. Stuven, H. 1972. 42 Gráficos solares para ciuda- Iwaniszewski, S. 2011. The sky as a social field. des de Chile y Argentina. Facultad de Arqui- En IAUS 278 Archaeoastronomy and ethnoas- tectura, Universidad de Chile, Santiago. tronomy: Building bridges between cultures, C. Zuidema, R.T. 2011. El calendario Inca: Tiempo y Ruggles (Ed.), pp. 30-37. Cambridge Uni- espacio en la organización ritual del Cusco; La versity Press. idea del pasado. Fondo Editorial del Congre- Martz de la Vega, H., Moyano, R. Iwaniszews- so del Perú y Pontificia Universidad Cató- ki, S y M Pérez Negrete. 2013. Hansómetro. lica del Perú, Lima.

260 CAPíTULO 21 ARQUEOASTRONOMIA EN EL SHINCAL DE QUIMIVIL: ANALISIS PRELIMINAR DE UN SITIO INCA EN LA FRANJA DEL LUNISTICIO MAYOR AL SUR Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO CARDÓN MOCHO: CEMENTERIO INDIGENA ANTIGUO 22 EN EL VALLE DE HUALFÍN

Bárbara Desántolo1, Guillermo Lamenza1,3, Hilton Drube2, Luis Dulout2, Beatriz Guichón3, Horacio Calandra3, Susana Salceda1,3 y Carlota Sempé1,3

1Universidad Nacional de La Plata. 2Universidad Nacional de Catamarca. 3Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas.

En el Valle de Hualfín (Catamarca) se registra una larga ocupación prehispánica caracterizada por procesos de cambio a largo plazo que se reflejan tanto en los modos de vida como en las prácticas funera- rias. En los últimos años se constata un sustancial progreso en el cono- cimiento de las modalidades mortuorias lo que ha permitido avanzar en la comprensión de las prácticas sociales y religiosas antiguas. Un ejemplo de ello es el descubrimiento del sitio arqueológico Cardón Mocho, cementerio prehispánico ubicado en las proximidades del pueblo catamarqueño de Azampay, donde excavaciones arqueoló- gicas sucesivas han puesto de manifiesto entierros humanos de más de 2500 años de antigüedad con evidencia de intercambio a larga distancia y marcada diferenciación social. Las características de este singular hallazgo, su cronología absoluta y el análisis comparativo con otros contextos regionales permiten discutir y revisar algunas consideraciones tradicionales sobre el desarrollo de los primeros asentamientos campesinos en el Valle de Hualfín.

CARDÓN MOCHO: CEMENTERIO INDIGENA ANTIGUO EN EL VALLE DE HUALFÍN CAPíTULO 22 261 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Introducción materiales recuperados en dichas campañas proveyeron así, la base empírica que permi- La provincia de Catamarca es un enclave tió construir la secuencia cronocultural del privilegiado dentro del Noroeste argenti- valle, hito referencial para áreas aledañas del no para comprender el desarrollo cultural NOA en la década del ’60. prehispánico de la región. Recorrer su geo- Recientemente, el grupo que integramos grafía da cuenta de una notable diversidad se ha abocado al análisis de un aspecto par- ambiental que ha sido escenario de los más ticular relacionado con las prácticas mortuo- importantes procesos socioculturales des- rias que permite, no sólo dar cuenta de re- de que el hombre ingresó al continente, a laciones sociales, sino también comprender finales del Pleistoceno, hasta la actualidad. la complejidad alcanzada por las comunida- Allí, hace más de 10000 años, sus valles, que- des. Así, los contextos inhumatorios inclu- bradas y puna fueron testigos de sucesivas yen construcciones materiales y simbólicas transformaciones que, no sólo involucran la que reflejan los intereses particulares de construcción del paisaje a través de la activa cada sociedad o segmento social de distinta modificación del medio, sino también múlti- índole (familiar, linaje, estamento social je- ples procesos históricos con cambios y con- rarquizado, clases de edad, entre otros). En tinuidades diferenciales que produjeron los estas investigaciones consideramos que el más variados modos de vida con sus respec- comportamiento ante la muerte refleja la po- tivas expresiones estructurales e ideológicas. sición social de los individuos, se relaciona Hoy día esas manifestaciones se encuentran con la organización de la sociedad y consti- materializadas en el importante acervo ar- tuye una vía de aproximación a las estruc- queológico que conforma el patrimonio cul- turas socioeconómicas y político-ideológicas tural prehispánico regional y cobran vida de las poblaciones. Por ello, uno de los ob- toda vez que las reconocemos como parte de jetivos de la investigación ha sido caracte- nuestra historia. rizar prácticas y comportamientos sociales Catamarca fue pionera en despertar la in- vinculados al campo funerario, analizando quietud de aquellos primeros exploradores los bienes materiales y los restos humanos y naturalistas viajeros interesados por el pa- involucrados como indicadores adaptativos sado prehispánico. En particular el Valle de de estructura paleodemográfica, de peculia- Hualfín ha recibido de manera sostenida no- ridades paleopatológicas, de dinámica po- tables personalidades desde fines del siglo blacional y de estrés ambiental. XIX. Así, bajo el mecenazgo del coleccionista Benjamín Muñiz Barreto, por ejemplo, en La Ciénaga, a orillas del río Hualfín, se realiza- Ocupación humana en el ron intensas excavaciones arqueológicas en Valle de Hualfín la década de 1920, dirigidas a la obtención de restos culturales y sólo documentando la El valle del Hualfín se extiende, con direc- presencia y disposición de los restos óseos ción norte-sur, desde el Campo del Arenal acompañantes. Croquis precisos y explicato- hasta la Puerta de San José. Fue habitado rios que aun hoy son útiles a la investigación por antiguas comunidades que se adapta- bioantropológica ante la falta de material ron a la explotación de recursos específicos esqueletario, permiten establecer la caracte- y a un ambiente relativamente estable du- rización biocultural de los individuos e in- rante los últimos 3000 años, con mínimas cursionar en análisis de la paleodemografía modificaciones, tales como la “pequeña convirtiendo entonces a la región en uno de edad de hielo”, cuando la aridez regional los puntos arqueológicos de referencia más alcanzó su máxima expresión. Tal perma- importantes para el Noroeste argentino. Los nencia de las condiciones fisiográficas en el

262 CAPíTULO 22 CARDÓN MOCHO: CEMENTERIO INDIGENA ANTIGUO EN EL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

co que denominamos “Cardón Mocho” (Fig. 1).

El cementerio indígena Cardón Mocho

Al pie del Cerro Durazno, en la vertiente occidental del Valle de Hualfín, en inmedia- ciones de la localidad de Azampay (Belén, Catamarca), bajan varios cursos de agua, menores y temporales, que habitualmente se insumen en los depósitos pedemontanos que se encuentran a poca distancia del frente montañoso. Entre estos cursos se encuentra el Río Azampay, en el ápice de cuyo abanico aluvial se ubica este importante sitio arqueo- lógico. Allí, a fines del año 2004, la comuni- cación del hallazgo fortuito de una máscara de piedra, que afloraba sobre la superficie del terreno, motivó tareas de rescate y la necesidad de efectuar su excavación siste- mática. Para ello se planificaron sucesivas campañas arqueológicas, realizadas bajo los auspicios de la Agencia Nacional de Promo- Figura 1. Localización espacial del sitio Cardón Mocho y ción Científica y Tecnológica (ANPCyT), el otros mencionados en el artículo. Consejo Nacional de Investigaciones Cientí- ficas y Técnicas (CONICET), la Universidad Nacional de Catamarca (UNCa) y la Univer- tiempo, nos permiten plantear que aquellas sidad Nacional de La Plata (UNLP) con el comunidades que lo habitaron siguieran un acuerdo y supervisión de la Dirección Pro- “modelo andino” semejante de explotación vincial de Antropología. de recursos. Las evidencias más antiguas de La excavación del sitio se realizó siguiendo ocupación humana en el valle se registran normas convenidas internacionalmente con- en el siglo VI antes de Cristo, momento en siderando especialmente las características que se asientan comunidades campesinas. particulares que atañen a los espacios donde El proceso histórico local presenta cambios se encuentran involucrados restos humanos. ideológicos, particularmente visibles en los El área de mayor sensibilidad arqueológica rasgos que hacen a las expresiones fune- se sectorizó a partir del planteo de un reticu- rarias e iconográficas. Por ello un aspecto lado en damero con celdas de 2x2 metros. Se de particular interés para la investigación optó por un criterio de muestreo que estuvo bioarqueológica refiere precisamente a la va- guiado principalmente por la contigüidad riabilidad de las prácticas funerarias. En este de los hallazgos en contexto de rescate y las marco las investigaciones llevadas a cabo en características del terreno (geomorfológicas los últimos años han permitido avanzar sus- y vegetacionales) así como por la presencia tancialmente en el conocimiento de las mo- de agrupamientos y/o alineamientos de pie- dalidades mortuorias en el valle, tornándose dras donde claramente podía denotarse acti- significativo el hallazgo del sitio arqueológi- vidad humana en su ordenación (Fig. 2).

CARDÓN MOCHO: CEMENTERIO INDIGENA ANTIGUO EN EL VALLE DE HUALFÍN CAPíTULO 22 263 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 2. Estructuras de piedra en vinculación con las inhumaciones.

Figura 3. Tareas de excavación en el sector donde fue localizada la máscara de piedra.

264 CAPíTULO 22 CARDÓN MOCHO: CEMENTERIO INDIGENA ANTIGUO EN EL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 4. Ejemplo de una de las modalidades de inhumación presente en el sitio.

En este marco se delimitó un espacio de croscópica describiendo los rasgos anóma- 30x80 metros y, en sucesivas campañas los para cada hueso y estableciendo su co- entre los años 2004 y 2014, se excavaron rrespondiente hipótesis diagnóstica. Como 20 cuadrículas de 2x2 metros con una pro- resultado puede afirmarse que los restos fundidad variable entre 0,40 y 0,80 metros, óseos corresponden a 19 individuos de los en función de la presencia de un estrato de cuales 10 son adultos (3 masculinos, 3 feme- ceniza volcánica donde no se encuentran ninos, 4 indeterminados) y 9 subadultos de vestigios de actividad humana. Las particu- sexo indeterminado. La posición inhuma- laridades constructivas de cada espacio de toria es variada (decúbito lateral derecho e inhumación involucran a uno o más indivi- izquierdo; decúbito dorsal y genuflexa) sin duos, alojados en estructuras simples deli- orientación preferencial del eje corporal. La mitadas por lineamientos de rocas de tama- antigüedad del cementerio pudo ser deter- ño variado, yuxtapuestas entre sí (Fig. 3). minada mediante siete (7) análisis radiocar- Con el propósito de lograr una sistemati- bónicos (LATyR-UNLP) cuyos resultados zación en las observaciones, se siguieron es- confirman una ubicación cronológica entre tándares internacionales para el análisis de 2550+60 y 2000+60 años antes del presente los restos óseos. El estado de preservación de (Fig. 4). los esqueletos recuperados, conjuntamente Un aspecto de particular interés es la pre- con la correspondencia individual observa- sencia de ajuar de alta significación acom- da en cada una de las inhumaciones, per- pañando a individuos subadultos. Hasta mitieron asignar edad y sexo considerando el momento se han recuperado cuentas de el conjunto de piezas óseas y dentarias de malaquita, figurinas de nácar, placa de co- cada individuo; la estimación de la estatu- bre, figurina de madera. En particular, un ra se calculó en función de la longitud de colgante confeccionado sobre concha de los huesos largos; el análisis sobre posibles caracol proveniente de la costa del Pacífico enfermedades sufridas por los individuos (Oliva peruviana), sugerente de relaciones a fue realizado mediante la observación ma- larga distancia, replantea un sistema de in-

CARDÓN MOCHO: CEMENTERIO INDIGENA ANTIGUO EN EL VALLE DE HUALFÍN CAPíTULO 22 265 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 5. Ajuar asociado a las inhumaciones. Placa de cobre. Cuentas y figurinas de nacar. Colgante de caracol. Figurina de madera.

tercambio que día a día va reafirmando su básica tipo diorita, presentando nariz chata existencia a partir del registro arqueológico, con aletas, ojos perforados y boca circular específicamente por representaciones ru- prominente. Aunque un bien escaso, los pestres. pocos ejemplares de máscaras conocidos Un sinfín de consideraciones abre el hallaz- hasta hoy reúnen en general características go de una máscara de piedra, cuyas carac- estructurales básicas en su diseño, como la terísticas particulares la refieren como bien unión de cejas y nariz formando un todo suntuario, sugerente de status, dando marco continuo en forma de T. Aún con variabili- a aspectos relacionados con la organización dad en el conjunto, predomina la nariz fuer- sociopolítica de la comunidad (Fig. 5). temente aguileña, como si imitara la de un ave. Otros ejemplares de ámbitos vecinos y similar cronología, tal como la hallada en el La máscara mortuoria cementerio 5 de la Ciénaga, presenta en el de Asampay borde frontal perforaciones de suspensión dispuestas linealmente que, en la másca- Siempre desde una perspectiva regional, ra de Azampay, sólo están sugeridas. Otro cabe destacar que, los hallazgos de másca- rasgo diferencial lo constituye la ausencia/ ras de piedra dentro del área Andina se cir- presencia de ojos perforados, presentes cunscriben al Noroeste argentino, restrin- en la “máscara de Azampay”. El análisis giéndose claramente a la región Valliserra- conjunto y contextual de la totalidad de na, caracterizando al denominado Período los rasgos, así como la cronología absoluta Temprano, con adscripción cultural a Tafí- realizada sobre su portador, determinan la Condorhuasi y en asociación con la fase Río correspondencia con el período inicial de la Diablo. ocupación agroalfarera del Valle de Hualfín La denominada ¨máscara mortuoria de (Fig. 6). Azampay¨ está realizada sobre una roca Un aspecto de particular importancia re-

266 CAPíTULO 22 CARDÓN MOCHO: CEMENTERIO INDIGENA ANTIGUO EN EL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Consideraciones Finales

Los resultados de las últimas investiga- ciones en la localidad de Azampay (Ce- menterio Cardón Mocho) confirman que la problemática arqueológica sobre el origen de las sociedades campesinas del valle del Hualfín mantiene plena vigencia, en par- ticular debido a la existencia de fechados radiocarbónicos tempranos (desde 2550+60 a 2000+60 años antes del presente) perte- necientes a sitios de entierro vinculables con asentamientos humanos agropastoriles congruentes con etapas iniciales de la cul- tura Condorhuasi (Río Diablo) y Ciénaga (La Manga). La primera caracterizada por el hallazgo de la inhumación con máscara de piedra en Cardón Mocho y un nivel de fondo de vivienda en el sitio Río Diablo, a lo que se agregan 24 tumbas exhumadas Figura 6. Máscara mortuoria de Azampay. por Weisser en La Ciénaga, Aguada Orilla Norte, Las Barrancas y La Hoyada de Corral side en que la mayoría de los ejemplares de Ramas. La segunda presente en algunas similares conocidos hasta hoy provienen tumbas del cementerio Cardón Mocho de de compra o donación, estando su origen Azampay contemporáneas de los sitios co- relacionado con hallazgos casuales o vin- rrespondientes a la fase La Manga de la lo- culados al saqueo de tumbas. Esos ejem- calidad de La Ciénaga, a la que se suman plares integran colecciones de museos y se ocho tumbas con contexto similar, proce- desconocen las condiciones de hallazgo y dentes de diversos cementerios de dicha el contexto asociado, aspectos fundamen- localidad y una encontrada en La Aguada tales para la interpretación arqueológica. A Orilla Norte. Las diferencias estilísticas en- nivel regional y hasta el momento, sólo un tre la cerámica La Manga y las pertenecien- ejemplar depositado en el Museo de Cien- tes al Ciénaga II (fase Guiyischi) de Gonzá- cias Naturales de La Plata fue obtenido a lez y su no coexistencia en ninguna tumba partir de excavaciones controladas y do- ni piso de ocupación, ameritan considerar cumentadas y forma parte de la colección que podría tratarse de dos entidades cultu- Benjamín Muñiz Barreto. Este hecho exal- rales diferentes, lo que estaría avalado por ta aun más la importancia de la máscara la diferencia en la cronología. mortuoria de Azampay: su exigüidad per- Por lo tanto puede afirmarse que tanto en mitiría definirla como un objeto de fuerte la zona baja del valle (orillas del río Hualfín), capital simbólico y su asociación con un como en la zona alta, existe contemporanei- individuo subadulto indicaría presencia dad de ocupaciones con contextos arqueoló- de estatus heredado dentro de la comuni- gicos similares. El análisis interpretativo de dad que enterró a sus muertos en el lugar. las propiedades de los pisos de ocupación, Estas características permiten suponer que las tradiciones estilísticas alfareras y el com- estamos en presencia de una sociedad con portamiento mortuorio regional, permiten distinciones sociales marcadas en un mo- retomar y revisar aquella secuencia maes- mento muy antiguo. tra y proponer la existencia de un período

CARDÓN MOCHO: CEMENTERIO INDIGENA ANTIGUO EN EL VALLE DE HUALFÍN CAPíTULO 22 267 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

inicial caracterizado por la presencia de alto les. La función fúnebre se expresa en relatos ritualismo y marcadas distinciones sociales etnohistóricos o se deduce del hallazgo ar- con evidencia de status adscrito, y esferas queológico, cuando estos objetos se colocan de interacción a media y larga distancia sobre la cara del sujeto sepultado o sobre el con grupos aledaños de valles y quebradas paquete funerario (González R. 1973. Más- (Saujil, Las Cuevas-Vaquerías) y tierras ba- caras metálicas del NO argentino. En estu- jas (San Francisco y Chaco) en Argentina, dios dedicados al Profesor Dr. Luis Pericot. en Chile (Molle, San Pedro y Alto Ramírez), Barcelona, España). en Bolivia (Yuraj Molino y Valle Ibirza) y en Paleodemografía: reconstrucción de la de- Perú (Wankarani, Chiripa y Pucara). mografía de una población antigua a través Es entonces cuando se produce la expan- del estudio y caracterización de sus restos sión de la modalidad “aldeana” de asenta- esqueletales. miento agrícola, con producción de especies Paleopatología: disciplina científica que es- de fuerte poder sustentable (maíz, papa, tudia enfermedades y traumas sufridos por zapallo, calabaza, maní, porotos, otros) pro- individuos o poblaciones pasadas. ducidas en pisos ecológicos diversos, con Pequeña edad de hielo: período de en- explotación complementaria de especies friamiento y sequía que va del siglo XIV al animales silvestres y domesticadas (camé- XIX. lidos), fundamentalmente en zonas altas, Pleistoceno: época geológica del período y recolección de recursos del bosque de Cuaternario que comenzó hace 2,59 millo- algarrobo, en especial en zonas por debajo nes de años y finalizo hace aproximada- de los 2500 msnm. Todas estas activida- mente 10000 años caracterizada por abarcar des, destinadas a la obtención de recursos las últimas glaciaciones. básicos, tuvieron especiales condiciones en esos ámbitos preferenciales, representando nuestra zona de estudio uno de ellos. Lecturas Sugeridas

Carbonari J., Baldini M., Huarte R. y M. C. Sem- Glosario pé. 2011. Seis décadas de dataciones radio- carbónicas de las culturas agroalfareras en Decúbito: postura corporal que implica es- el Valle de Hualfín. Catamarca, Argentina. tar recostado. Por ejemplo la posición decú- En El Hombre, el medio y sus relaciones. Compilation 1. Universidad Nacional de bito dorsal refiere a estar recostado sobre el Catamarca. dorso. González A. R. y G. Cowgill. 1975. Cronología Genuflexa: refiere a la postura corporal del valle de Hualfín, obtenida mediante uso donde el cuerpo se encuentra flexionado. de computadoras. Congreso Nacional de Máscara mortuoria: objetos que reprodu- Arqueología Argentina: 383-404. Bs. As. cen en piedra, cuero o terracota, tela o me- Sempé M. C., Salceda S. A. y M. A. Maffia (Edi- tal, los rasgos anatómicos fundamentales de toras). 2005. Azampay: presente y pasado un rostro humano; de tamaño variable, por de un pueblito catamarqueño. La Plata. Ed. lo general se acercan a las medidas natura- Al Margen.

268 CAPíTULO 22 CARDÓN MOCHO: CEMENTERIO INDIGENA ANTIGUO EN EL VALLE DE HUALFÍN Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO LA TUNITA. COLOR Y RITUALIDAD EN LAS CUEVAS 23 DE UN BOSQUE SAGRADO

Domingo Carlos Nazar1

1Escuela de Arqueología, UNCa., Catamarca, Argentina.

El hombre siempre ha sentido la necesidad de expresar sus inquie- tudes y pensamientos. Cuando la escritura no existía, la expresión plástica fue el recurso idóneo para transmitir estas ideas. Comuni- dades que vivieron en el territorio catamarqueño hace unos 1200 años nos legaron singulares pinturas rupestres que hablan de sus creencias y de más aspectos de su vida social. Invitamos al lector a reflexionar sobre el poder de las imágenes. Para tal fin, apelamos a las pictografías de La Tunita, emblemático lugar de la Sierra de Ancasti, provincia de Catamarca, Argentina.

A modo de introducción de conocimientos y acciones que posibiliten la protección integral del área, promovien- Nuestras investigaciones se enmarcan en do su activa participación en la adminis- el Proyecto “Relevamiento Arqueológico de tración y gestión del Parque Arqueológico la Cuenca Ipizca-Icaño (Departamentos An- Provincial La Tunita (Fig.1). casti y La Paz, Catamarca, Argentina): Una En el plano arqueológico, prestamos es- aproximación a los Patrones de Movilidad pecial atención al estudio de los patrones de desde la Arqueología del Paisaje”, avalado movimiento en el pasado, asumiendo que y financiado por la Secretaría de Ciencia y las características de esta zona montaño- Técnica de la Universidad Nacional de Ca- sa habrían incidido en la movilidad de las tamarca. Procuramos el diálogo con la co- personas y ocupación del espacio. En este munidad en pos de favorecer el intercambio contexto, cobra protagonismo un lugar sor-

LA TUNITA. COLOR Y RITUALIDAD EN LAS CUEVAS DE UN BOSQUE SAGRADO CAPíTULO 23 269 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

prendente conocido como La Tunita a raíz poseen efectos psicoactivos y cuya utiliza- de la presencia de numerosos abrigos con ción ha sido corroborada desde momentos arte rupestre. En este artículo contaremos prehispánicos. por qué razones pensamos que este lugar Desde mediados del siglo pasado distintos tuvo una marcada relevancia social y sim- investigadores se abocaron a la documenta- bólica en tiempos de la cultura de La Agua- ción y el estudio de los numerosos abrigos da (Siglos IV-X d.C.). con arte rupestre del Ancasti. La zona ofrece además una diversa gama de evidencia ar- queológica, tal el caso de recintos pircados La sierra de Ancasti y la de posible uso residencial y estructuras vin- cultura de La Aguada culadas a prácticas agrícolas. La cultura de La Aguada, definida hacia La sierra de Ancasti se ubica en una posi- 1960 por Alberto Rex González, representa ción intermedia, entre los valles del oeste ca- un conjunto de poblaciones que se extendie- tamarqueño y la llanura chaco-santiagueña, ron por un vasto sector del noroeste argen- mostrando una forma alongada en sentido tino con ciertos rasgos comunes en el plano norte-sur y un perfil asimétrico. Su poten- simbólico-religioso hacia el siglo VIII d.C., cial en cuanto a disponibilidad de recursos perdurando por más de 400 años. La eviden- y aptitud para prácticas agrícolas y pasto- cia arqueológica permite vislumbrar un pro- riles le otorga cierta preponderancia en el ceso histórico que trasunta prácticas políticas, contexto regional. La vegetación se dispone sociales, económicas y religiosas de una mar- en tres pisos altitudinales. Sobresalen los cada complejidad. En este momento adquie- pastizales de la zona cumbral y el bosque re protagonismo la imagen del jaguar, cuyo serrano en la ladera media y baja donde culto parece atravesar todos los órdenes de la predomina el cebil, árbol con semillas que sociedad. La iconografía Aguada, expresada

Figura 1. Imagen satelital mostrando la ubicación del Parque Arqueológico Provincial La Tunita (Cuenca Ipizca-Icaño).

270 CAPíTULO 23 LA TUNITA. COLOR Y RITUALIDAD EN LAS CUEVAS DE UN BOSQUE SAGRADO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

en distintos tipos de artefactos, adquiere re- grabados, cobrando relevancia los motivos levancia en el plano simbólico-religioso. De antropomorfos y antropofelínicos asigna- esta manera, no sorprende que haya sido el dos a la cultura de La Aguada (Fig.2). arte rupestre atribuido a esta cultura motivo Desde las “piedras de divisar” (grandes de especial interés en las investigaciones ar- afloramientos pétreos que emergen del queológicas del oriente catamarqueño. bosque de cebil) es posible percibir tanto la Para los pueblos amerindios el territorio no zona cumbral del Ancasti como la extensa representa una simple referencia geográfica, llanura oriental. Esta capacidad de ver y de sino una experiencia colectiva interiorizada ser mirado desde perspectivas tan amplias en la memoria de la comunidad, adquirien- le confiere a la vertiente oriental del Ancasti do una dimensión simbólica. En Aguada la características singulares que debieron ser territorialidad será producto de su partici- especialmente valoradas. pación en diferentes procesos comunes y Le corresponde al arqueólogo riojano complementarios con el mundo andino y el Nicolás de la Fuente el privilegio de dar a mundo selvático. conocer La Tunita en el año 1969, luego de A los fines de la reivindicación colectiva del su primera visita en compañía de Don Se- territorio se puede recurrir a rituales, mitos o rafín Soto, lugareño que residía en el paraje leyendas, de este modo la memoria entra en así denominado. Sus publicaciones fueron acción, muchas veces junto a las armas. Así muy valiosas para que se reconociera la im- vemos que el felino, símbolo de raigambre portancia del arte rupestre de la Sierra de ancestral, fue un aliando de suma importan- Ancasti. La emoción que le ocasionó el con- cia en tiempos de Aguada. Un milenio des- tacto con estas enigmáticas pinturas queda pués el mito resurgirá con los Uturruncos de- evidenciada en el siguiente párrafo: Facundo Quiroga, guerreros transfigurados “[…] realizamos el descubrimiento de La Tu- en tigres que integraban las montoneras del nita el 30 de enero de 1969, ese día a las 19 horas legendario caudillo riojano, también conoci- llegamos al corazón de un centro de arte rupestre do como el Tigre de los Llanos. único y espectacular por las imágenes pictóricas que parecían salirnos a recibir de sus aleros y cuevas” (Nicolás de la Fuente comunicación La Tunita, un lugar que personal, 2001). late en el bosque Efectivamente, los extraños personajes pintados en las cuevas parecen corporizar- El arte rupestre de La Tunita, emplazado se, son ellos quienes miran y fascinan al vi- en el sector medio de la cuenca Ipizca-Icaño, sitante desprevenido, cuerpos que asoman sobresale en el contexto regional por su sim- desde las entrañas de las rocas, enigmáticas bolismo, colorido, dimensiones y abundan- formas y colores en un bosque mágico. cia. Predominan las pictografías sobre los Pudimos observar que los soportes elegi-

Figura 2. Pictografía del Alero La Sixtina, sector Este.

LA TUNITA. COLOR Y RITUALIDAD EN LAS CUEVAS DE UN BOSQUE SAGRADO CAPíTULO 23 271 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

dos para la producción rupestre se encuen- en función de su poder para actuar sobre la tran formando grupos relativamente próxi- realidad social. En el alero La Sixtina cobra mos, con una distancia no mayor a los 600 protagonismo un personaje de gran tamaño m entre conjuntos. Conforman un total de conocido como El Danzarín (Fig. 5b), que 21 abrigos identificados, entrelazados con muestra una flecha clavada en su espalda estructuras de viviendas y de uso agrícola. de la que emana sangre, quizás acusando el De este modo, el arte rupestre de La Tunita dolor que lleva al Chamán a esa especie de da cuenta de una ritualidad que debió pe- muerte transitoria que le permite conectarse netrar todas las facetas de la vida de este con un mundo donde es posible adquirir el pueblo. poder del jaguar. Un número importante de imágenes pre- sentan un gran dinamismo, muestran la im- Las pinturas portancia de la gestualidad y la plasticidad antropomorfas de La corporal, permitiéndonos indagar en aspec- Tunita tos inherentes a la comunicación corporal en un contexto ritual. La mayoría de ellas No todos los objetos son iguales en cuanto se disponen con una marcada coherencia a su eficacia y capacidad de actuar sobre la plástica en La Sixtina, abrigo asociado a realidad, sino que muchas veces depende de un espacio abierto rodeado de otras cuevas su capacidad para generar respuestas sen- pintadas que podría haber posibilitado la soriales. Así, proponemos que el arte rupes- realización de danzas o la congregación de tre de La Tunita es el producto de un trabajo un número importante de personas. pautado y colectivo de preparación y con- Identificamos otro grupo de imágenes fección de los motivos, prestando atención menos dinámicas que también nos remi- a aquello que pueda interferir, aumentar o ten al estilo Aguada. Algunas de ellas pa- modificar su efecto estético o sensorial. recen haber sido elegidas para comunicar La concepción del arte como un produc- una situación emocional que, en el caso de to para ser apreciado estéticamente otorga la representación de los ojos podría estar a los objetos así interpretados un carácter haciendo referencia a un estado de tran- pasivo, que no poseen otra función más allá ce (por ejemplo, ojos redondos y grandes) de las sensaciones que pueda generar en el o dar cuenta de la ferocidad del personaje observador. Sin embargo, existen variados (por ejemplo, ojos “inyectados” en rojo san- casos en los que la eficacia de las imágenes gre). Esas miradas hipnóticas o feroces no reside en su capacidad de actuar, tal el caso pueden ser indiferentes a la vista de ningún del arte amerindio. Por ello, pensamos que espectador. las grandes pinturas antropomorfas de La Así vemos que se recurre a la posición de Tunita debieron actuar sobre la realidad de frente o perfil tanto para resaltar aspectos in- maneras muy específicas, amén de recono- herentes al movimiento (dinamismo o esta- cerles un extraordinario valor estético. tismo) como para acentuar algún elemento, La figura del chamán (ser capaz de inter- gesto o sensación. Esta idea de apelar a un conectar mundos y seres diferentes) pudo planteamiento visual sintético y expresivo coincidir con la del artista. De este modo, al mismo tiempo da por resultado imágenes el pintor estaría traduciendo imágenes de o escenas que combinan varias posiciones un mundo de seres invisibles percibidos corporales (Fig. 7). En el plano de la per- en el viaje chamánico, como lo sugiere la cepción es posible que las fauces de algunos producción incesante de seres con carac- de los personajes y los colores utilizados no terísticas fantásticas en el repertorio de La aludan solo a una máscara o adorno felíni- Aguada. Seres invisibles pero a la vez reales co, sino también a la necesidad de propiciar

272 CAPíTULO 23 LA TUNITA. COLOR Y RITUALIDAD EN LAS CUEVAS DE UN BOSQUE SAGRADO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Fig. 3. a) Interpretación libre del motivo conocido como “El Tetracéfalo” (autor: Fabián Martinena); b) reproducción del motivo y c) boca noroeste de la Cueva del Guitarrero.

determinados gestos, sonidos y sensaciones pinturas antropomorfas. En La Sixtina se vinculados a los rituales desarrollados en asocia a una mezcla pigmentaria pastosa estos espacios (Fig. 3 y 6). aplicada generosamente sobre el soporte, que podría hacer referencia a la búsqueda de una percepción que tiende a lo tridimen- Pinturas de aspecto sional, reforzando la singularidad de las potente grandes siluetas humanas. Hay un interés por exaltar una materialidad, que parece Para algunas concepciones indígenas la adquirir tanto sentido como el color y la for- fuerza de las pictografías proviene tanto ma. de la base material como de la forma. Una imagen se torna eficaz cuando su propia materialidad no solo acompaña, sino que La Sixtina, la elegida también construye sentido. Las pictografías más relevantes de La Tunita corroboran la La Sixtina se destaca por la abundancia y importancia de los materiales utilizados en singularidad de sus pinturas antropomorfas su realización, que debieron requerir para de gran tamaño. Este alero se muestra como su obtención y ulterior preparación de la un rodado de grandes dimensiones sutil- mezcla pigmentaria cierto grado de especia- mente apoyado sobre una amplia explanada lización, tal el caso del yeso y la cal. rocosa, adquiriendo preponderancia en rela- Los colores y el brillo juegan un papel ción al resto de los abrigos del área (Fig. 4). importante en la cosmovisión indígena. El Las formas de las rocas, sus colores y textu- blanco fue el color elegido para plasmar las ras debieron ser especialmente valorados en

LA TUNITA. COLOR Y RITUALIDAD EN LAS CUEVAS DE UN BOSQUE SAGRADO CAPíTULO 23 273 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 4. Alero La Sixtina.

Figura 5. Algunas pictografías del alero La Sixtina (motivos a; b; c y d).

una trama simbólica que pudo incluir otros las dimensiones del cuerpo, el movimiento, elementos del paisaje, como los bloques de la vulnerabilidad y el dolor. La sangre se cuarzo que afloran sugerentemente entre el constituye como un símbolo de importancia, predominante granito gris. así la vemos fluir por la espalda de El Danza- Estas pictografías no son mero telón de rín (Fig. 5b) o en las fauces de El Sacrificador fondo; debieron participar del ritual al tiem- (Fig. 6). Su poder mágico-religioso parece po de reforzar los aspectos sensitivos inhe- expresarse en el rojo aplicado en las armas, rentes al mismo. El arte de La Sixtina explora los tocados y las prendas (Fig. 5d).

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Cuevas pintadas, rituales la visión del mundo y por lo tanto el mun- y violencia do, un poder casi mágico que permite obte- ner el equivalente de lo que es obtenido por La Tunita constituye en sí misma una obra la fuerza. En este contexto, pensamos que notable, es decir una obra montada para ha- el arte de La Tunita constituye también un cer notar y trasmitir un mensaje inherente instrumento de demostración de poder con a la sociedad Aguada. Es posible que las un efecto que debió exceder ampliamente la formas de los abrigos que contienen las pic- sierra de Ancasti. tografías se hayan incorporado al discurso En La Sixtina tenemos representaciones simbólico-religioso enarbolado por este de pipas asociadas a personajes trasfigura- pueblo. Desde las pioneras investigaciones dos en actitud de trance y personajes que de Nicolás de la Fuente se mantuvo la idea hacen referencia a situaciones de violencia. de estas cuevas con pinturas como lugares Al respecto, se ha propuesto que no habría estrechamente vinculados a rituales de tipo existido una mayor diferencia entre gue- chamánico. Siguiendo esta línea interpreta- rreros y sacrificadores, o entre guerreros y tiva, González señaló: chamanes, tal cual lo sugiere el hallazgo ar- “[…] conociendo a través de innumerables queológico en la puna chilena de un carcaj pruebas iconográficas el sentido que impregna para portar flechas confeccionado en piel de todo el arte visual de la cultura de La Aguada, en jaguar. la que los símbolos gráficos expresan con mucha Cobra relevancia el hecho de que imáge- claridad y de manera muy objetiva el ceremo- nes que muestran escenas de violencia se nialismo marcial del culto felínico y de la cabeza instalen en una vía de tránsito que articu- trofeo, creo que quedan pocas dudas de que estos la espacios de un extenso territorio. Ante abrigos y cavernas fueron lugares predilectos e situaciones de violencia los guerreros po- importantes donde rito y ceremonia tuvieron su dían transfigurarse para la batalla en Runa escenario más frecuente.” (González, 1977). Uturrunco (hombre jaguar), transforma- El poder simbólico, es el poder irrecono- ción que pudo estar relacionada con la in- cible, transfigurado, que no puede ejercerse gesta de alucinógenos como el cebil, cuyo sino con la complicidad de los que no quie- consumo durante tiempos de Aguada está ren saber que lo sufren, capaz de producir demostrado. efectos reales sin gasto aparente de energía. Por los motivos enunciados, deducimos Permite hacer ver y hacer creer, transformar que un número importantes de imágenes

Figura 6a; 6b y 6c. Cueva El Hornero.: Personaje antropomorfo con rasgos felínicos portando armas y cabeza trofeo.

LA TUNITA. COLOR Y RITUALIDAD EN LAS CUEVAS DE UN BOSQUE SAGRADO CAPíTULO 23 275 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 7a y 7b. Alero La Sixtina: Escena de Sacrificio.

antropomorfas de La Tunita guardan rela- Ancasti. Creemos que en estas circunstan- ción con conflictos y tensiones sociales que cias pudo resultar estratégico potenciar parecen haber sucedido en el Período Me- simbólicamente un lugar dotado de una dio de la historia prehispánica del noroeste sacralidad ancestral, emplazado en el co- argentino. En un escenario de conflicto las razón del bosque de cebil y asociado a una imágenes y ciertos rituales pudieron ha- importante vía de circulación macroregio- berse constituido en aliados importantes nal. en el ejercicio del control y el poder. Los La Tunita sugiere un fenómeno estético enfrentamientos bélicos durante esta épo- en el que las pictografías debieron cumplir ca son sugeridos a través de la iconografía un rol fundamental, de manera articulada cerámica y por la recurrencia en el registro con otras manifestaciones no menos estéti- arqueológico de incendios de viviendas, cas en las que pudieron intervenir danzas, tal el caso de los documentados en los si- música, comidas, bebidas, inhalación de tios arqueológicos del Valle de Ambato y alucinógenos y sacrificios humanos. Todas en las cumbres de la Sierra de Ancasti. estas acciones no pueden ser concebidas de manera disociadas del medio natural en el cual se desarrollaron, particularmente el A modo de conclusión bosque de Cebil. En su conjunto representa una obra notable, una red de significados La Tunita debió ofrecer una defensa sim- instalada en un extraordinario lugar de la bólica, no por ello menos efectiva, acaso sierra de Ancasti, sobre cuyo papel segui- de grupos que acechaban a través de las remos indagando. distintas abras que miran al monte santia- gueño. La existencia de ataques o posibles Reconocimientos. A los pobladores de escaramuzas puede ser inferida a través Potrero de los Córdoba y La Tunita por su de evidencias registradas en sitios Agua- hospitalidad y ayuda durante los trabajos da del Valle de Ambato y de la cumbre del de campo.

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Integrantes del Proyecto de Investigación: Argentina de Antropología, tomo XXIX, pp. C. Nazar; G. De la Fuente; L. Gheco; G. Ne- 111-136, Buenos Aires. yra de De Battista; E. Valverdi y K. Guanca. Nazar, D.C.; Gheco, L. y C. Barot. 2012 Avan- ces en la documentación del sitio La Tunita (Catamarca, Argentina). Comechingonia 16, 299-308. Lecturas Sugeridas Nazar, D. C. y De La Fuente, G. Y Gheco L. 2014. Entre cebiles, cuevas y pinturas. Una De La Fuente, N.; Nazar D.C. y Pelli E. 2005 mirada a la estética antropomorfa del arte Documentación y diagnóstico del arte ru- rupestre de La Tunita, Catamarca, Argenti- pestre de La Tunita, Provincia de Catamar- na. Boletín del Museo Chileno de Arte Preco- ca, República Argentina. En: La Cultura de lombino. 19 (1), 37-51. La Aguada y sus Expresiones Regionales Nazar, D. C. y De La Fuente, G. 2009. Parque pp. 227-244. La Rioja, EUDELAR. Arqueológico La Tunita. Una propuesta de González, A. R., 1977. Arte precolombino de protección y puesta en valor del arte rupes- la Argentina. Buenos Aires. Filmediciones tre de la cuenca Ipizca-Icaño. En: Crónicas Valero. sobre la piedra. Arte Rupestre de las Améri- Gordillo, I. 2005 Arquitectos del rito. La cons- cas, editado por Marcela Sepúlveda R.; Luis trucción del espacio público en La Rinco- Briones M. y Juan Chacama. Ediciones Uni- nada, Catamarca. Relaciones de la Sociedad versidad de Tarapacá, Arica.

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PALEONTOLOGíA

Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

INTRODUCCION A LA PALEONTOLOGIA DE CATAMARCA

Graciela Esteban

a Paleontología es la ciencia que es- quirquinchos, mulitas, peludos; por los osos L tudia los fósiles, esto es, todo resto o hormigueros, meleros y por los perezosos impresión de un organismo que vivió en arborícolas. Durante el Neógeno tardío de tiempos prehistóricos, así como cualquier Catamarca formas muy parecidas a éstas es- otro indicio de su existencia. taban presentes, pero también había glipto- La provincia de Catamarca posee extensas dontes (animales parecidos a los quirquin- áreas donde afloran sedimentos de los que chos pero más grandes y con un caparazón se ha rescatado gran cantidad de animales rígido) y grandes perezosos terrestres. Uno fósiles. En algunas regiones de la provincia de los perezosos más conocidos es el Mega- los hallazgos son de una antigüedad que therium que tenía más de tres metros de al- abarca desde los 15 millones de años a los tura parado en dos patas y entre 4 y 5 tone- 2,5 millones de años antes del presente, pe- ladas de peso. Casi todos los xenartros eran ríodo que se conoce como Neógeno tardío. herbívoros, pero algunos comían insectos o Hace unos 65 millones de años, luego de carroña. la gran extinción de los dinosaurios, Améri- El grupo que quizás más variedades de ca del Sur perdió contacto con los otros con- formas desarrolló durante ese tiempo, fue tinentes quedando aislada por 62 millones el de los ungulados sudamericanos, tales de años. Durante este lapso los mamíferos como los notoungulados y litopternos. To- evolucionaron en formas muy particulares, dos ellos eran mamíferos que tenían sus exclusivas de este continente. patas con los dedos laterales reducidos de En Catamarca hay un importante registro un modo similar a los caballos actuales (si de estos grupos de mamíferos. Los marsu- bien no son parientes). Había formas muy piales (relacionados con las comadrejas ac- pequeñas, con el aspecto de un ratón, otras tuales), estaban representados por animales más grandes como conejos y las mayores se de tamaño pequeño, mediano (parecidos a parecían a tapires, caballos, llamas y rinoce- ratones), la mayoría de ellos se alimentaban rontes. La forma más conocida es Toxodon de insectos, frutas o de otros animales. Tam- (más grande que un rinoceronte). Todos los bién se registra un grupo de marsupiales ungulados sudamericanos eran herbívoros carnívoros de mayor tamaño, entre los cua- y en la actualidad están extintos. les el más conocido es el “tigre diente de sa- Durante ese período también existieron ble ”, animal algo más chico que gran variedad de animales emparentados un puma y que presenta los colmillos muy con las vizcachas, carpinchos, cuises, chin- largos. En la actualidad estos marsupiales chillas, coipos, etc. y un impresionante gru- carnívoros están extinguidos. po de aves carnívoras de tamaño mediano Otro grupo interesante es el de los xe- a muy grande, llamadas fororácidos. Estas nartros, actualmente representados por los aves representadas actualmente por las

281 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

chuñas eran buenas corredoras y malas vo- disciplinas y la cooperación de las instancias ladoras, ya que sus alas eran muy pequeñas, de la Administración, de investigadores, de eran carnívoras y excelentes cazadoras. empresas privadas y del gran público. El estudio de este registro fósil ha per- Para lograr una efectiva preservación del mitido conocer los diferentes grupos de Patrimonio es fundamental que la participa- animales, principalmente mamíferos, que ción activa de la población esté incluida en antiguamente poblaron la provincia de Ca- las políticas de conservación, a través de la tamarca y compararlos con los de otras re- accesibilidad a los conocimientos, condición giones del país y de América del Sur. necesaria para tomar cualquier decisión. La Todos los restos y vestigios de animales o información al público es, por tanto, un ele- plantas prehistóricos forman parte del Pa- mento importante de la “conservación inte- trimonio de la Provincia de Catamarca, de grada”. la Nación Argentina y, a mayor escala, de Sobre la base de estas ideas, desde el año toda la Humanidad. El patrimonio paleon- 1996 desarrollamos proyectos de investi- tológico constituye el testimonio esencial gación sobre la fauna de vertebrados del para conocer la vida en el pasado. Cenozoico tardío en la Provincia de Cata- Extrapolando los conceptos vertidos en marca, enmarcadas en la Ley Provincial la Carta Internacional para la Gestión del vigente. Después de varios años de trabajo Patrimonio Arqueológico (adoptada por el coordinado debemos destacar la actitud por ICOMOS en 1990), podemos señalar que parte de las autoridades de la Dirección de la adecuada protección y gestión del Patri- Antropología y Municipales de la Provincia monio es imprescindible para permitir a de Catamarca, pues refleja un compromiso los científicos estudiarlo e interpretarlo en real que permite articular los trabajos cientí- nombre de generaciones presentes y futuras ficos y administrativos en favor del rescate, y para beneficio de las mismas. Asimismo revalorización y preservación del patrimo- la protección debe basarse en una efectiva nio paleontológico que es un bien de toda colaboración entre especialistas de diversas la comunidad.

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CAPíTULO TRAS LOS PASOS DE CABRERA 24

Ricardo Bonini1, Adriana M. Candela1 y Marcelo Reguero1

1División Paleontología Vertebrados, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Paseo del Bosque s/n, B1900FWA La Plata, Argentina.

El Dr. Ángel Cabrera y Latorre nacido en Madrid en 1879 y doctorado en Filosofía y Letras en la Universi- dad Central de Madrid en el año 1900, llega a la Ar- gentina en 1925 por invitación del entonces Director del Museo de La Plata Dr. Luis María Torres. A pesar de su formación académica, Cabrera fue un notable conocedor y aficionado a las Ciencias Naturales, disciplina a la que se dedicó toda su vida. En Argentina se desempeñó como jefe de la Divi- sión Paleontología Vertebrados del Museo de La Plata, realizando, entre otros, numerosos estudios sobre vertebrados fósiles hallados en nuestro país, destacándose aquellos realizados en la provincia de Catamarca.

Breve reseña histórica Además, los sedimentos aflorantes en los de los estudios valles intermontanos del norte de Catamar- paleontológicos en ca y el oeste de Tucumán constituyen uno Catamarca de los más importantes yacimientos pa- leontológicos de América del Sur, en tanto El noroeste Argentino (NOA) y más preci- conservan el registro de una rica y diversa samente la región de los Valles Calchaquíes fauna de mamíferos que vivió entre aproxi- (Catamarca, Tucumán y Salta) constituye madamente 3 y 7 millones de años antes del un área de referencia en relación a los es- presente. Este lapso temporal, lejano desde tudios arqueológicos realizados en nuestro nuestra perspectiva pero no tanto conside- país, debido a las numerosas localidades rando los 4,6 mil millones de años de an- Arqueológicas que en esta región se han tigüedad que tiene nuestro planeta, com- hallado. prende la parte superior de la Época cono-

TRAS LOS PASOS DE CABRERA CAPíTULO 24 283 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

cida como Mioceno y la parte inferior de la esta área, más precisamente el denominado nominada Plioceno, ambas correspondien- Valle de Santa María (Fig. 1), destacándose tes a la Era Cenozoica, más precisamente a como uno de los más importantes yacimien- la parte más tardía de esta Era. Es preciso tos fosilíferos del Cenozoico tardío de la Ar- aclarar que para este momento las cadenas gentina, lo hicieron a partir de mediados del montañosas que se reconocen actualmente siglo XIX. En 1872 el geólogo alemán Alfred en la región (Sierras del Cajón o Quilmes, Stelzner reconoció los primeros restos de Sierras del Aconquija, Sierras de Hualfín, invertebrados en este valle, mientras que en etc.; véase Fig. 1) aún no habían finalizado 1876 fueron hallados los primeros restos de su completo levantamiento por lo que clima mamíferos, pertenecientes a un gliptodónti- era más húmedo que el actual, favoreciendo do (xenartro acorazado sin bandas móviles). la coexistencia de una gran diversidad de Desde entonces, los valles intermontanos del mamíferos. norte de Catamarca iban a ser continuamen- Actualmente, en cambio, esta región está te visitados por diferentes investigadores, dominada por un clima árido, debido a que expedicionarios y naturalistas de distintos las cadenas montañosas actúan como barrera países, que abordarían el estudio de esta re- de los vientos húmedos que llegan desde el gión desde diferentes perspectivas (paleon- este provocando intensas precipitaciones en tológicas, geológico-estratigráficas, mineras, la ladera oriental de las Sierras Pampeanas, etc). Por otra parte, el sector sur de los valles dando como resultado la llegada de vientos intermontanos del norte de Catamarca, reco- secos a la ladera occidental de estas sierras. nocido como el Valle de Hualfín o la “cuenca Los primeros naturalistas que reconocieron Barranca Larga – río Quillay” (Fig. 1), no fue

A C

B

Figura 1. Ubicación general de los valles intermontanos del norte de Catamarca en el contexto de América del Sur y de la Argentina.

284 CAPíTULO 24 TRAS LOS PASOS DE CABRERA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca prospectado sino hasta 1926, año en el cual 1929 y 1930, el naturalista y sus colabora- se realizó la expedición del Field Museum of dores prospectaron sedimentos de una an- Natural History of Chicago (USA). Casi inme- tigüedad aproximada entre 3 y 7 millones diatamente se realizaron en esta misma área de años antes del presente, aflorantes en las las expediciones lideradas por el Dr. Ángel cercanías de varias localidades del norte del Cabrera y colaboradores. De estas últimas departamento de Belén (San Fernando, Co- se brindará a continuación información más rral Quemado, Puerta de Corral Quemado, detallada, a fin de destacar el valor de las ac- El Eje, Hualfín, etc; (Fig. 2). En estas locali- tividades del Dr. Cabrera en la paleontolo- dades las tareas se centraron en la búsque- gía correspondiente al Cenozoico tardío del da y la colección de restos de vertebrados noroeste Argentino. fósiles, en su gran mayoría mamíferos, los cuales fueron posteriormente trasladados al Museo de La Plata e ingresados en la colec- La primera parte de la ción de Paleontología de Vertebrados de este Historia (1926-1930) - Museo por el propio Ángel Cabrera, quien a Las campañas de Cabrera pesar de haber logrado reunir una colección muy diversa y numerosa, de alrededor de 200 Entre los múltiples viajes de campaña y ejemplares de mamíferos, solamente se cen- localidades fosilíferas visitadas por el Dr. tró en el estudio de un grupo, el de los glip- Ángel Cabrera, se destacan aquellos rea- todontoideos. Posteriormente, solo algunos lizados en la provincia de Catamarca. En de los ejemplares de la colección reunida por tres oportunidades, durante los años 1927, Cabrera y colaboradores (llamada informal-

Figura 2. Localidades prospectadas por las expediciones del Dr. Cabrera y durante las nuevas campañas.

TRAS LOS PASOS DE CABRERA CAPíTULO 24 285 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

mente “Colección Cabrera”) fueron estudia- gel Cabrera dejó el legado de notas e informes dos por investigadores del Museo de La Plata, las cuales contienen información adicional e en tanto que la mayor parte de esta colección inédita acerca de sus actividades, propuestas permaneció inédita hasta 2009, momento en y proyectos, así como de las corresponden- el cual los autores de esta contribución reto- cias mantenidas con investigadores, tanto maron el estudio de esta fauna y se inicia el nacionales como extranjeros, desarrollados desarrollo de una tesis doctoral basada en el durante el ejercicio de su función como jefe estudio de gran parte de sus ejemplares. de la División Paleontología de Vertebrados del Museo de La Plata. Algunos de los datos más relevantes obtenidos del análisis de estas La “Colección Cabrera” fuentes son brevemente mencionados a con- tinuación. El conjunto de fósiles colectado por Cabrera y colaboradores en las tres campañas mencio- nadas es identificado aquí como “Colección “Preparando sus propias campañas” Cabrera”, términos entrecomillado debido a que esta colección no existe como tal, ya que A partir del análisis de las fuentes mencio- los restos una vez ingresados a las coleccio- nadas, más precisamente del informe de las nes del MLP fueron clasificados de acuerdo tareas a realizar durante el año 1926, se puede a criterios taxonómicos. Sin embargo, el es- aseverar que el Dr. Cabrera comunicó al di- tudio de los autores de este artículo permitió rector del Museo de La Plata su intención de identificar los fósiles que originalmente cons- realizar la prospección paleontológica en la tituyeron la colecta de sus tres campañas en provincia de Catamarca, “…área de la que se co- Catamarca. noce un número reducido de fósiles…”. Además, Esta “colección” contiene restos de esque- en estas fuentes se halló información inédita letos de mamíferos que vivieron en un lapso correspondiente a la comunicación epistolar temporal comprendido entre aproximada- mantenida entre el Dr. Cabrera y Elmer Riggs mente 3 y 7 millones antes del presente, en (Fig. 3), siendo este último quien encabezó la los actuales valles intermontanos del norte expedición norteamericana del Field Museum de Catamarca. La “Colección Cabrera” está of Natural Historyof Chicago, la cual realizó integrada por ejemplares de varios grupos prospecciones paleontológicas y geológicas de mamíferos, tales como los gliptodóntidos en la provincia de Catamarca durante el año (xenartros acorazados sin bandas móviles), 1926. En ese mismo año el Dr. Cabrera visitó dasipódidos y pampatéridos (xenartros aco- los campamentos de la mencionada expedi- razados con bandas móviles), megatéridos y ción a fin de cumplir con los objetivos de la milodóntidos (xenartros pilosos), roedores Ley 9080 de “Ruinas y Yacimientos arqueoló- de distintas familias (cávidos, octodóntidos, gicos y paleontológicos” (Ley de protección e hidroquéridos) y varios representantes de del patrimonio vigente en ese momento). Al- diferentes grupos de “ungulados nativos” de gunas de las atribuciones de esta Ley eran las América del Sur, tales como los toxodóntidos, de otorgar el permiso para utilizar y explotar hegetotéridos, mesotéridos, macrauquénidos los yacimientos arqueológicos y paleontoló- y proterotéridos (Fig. 3). gicos, y la de exigir la incorporación de un encargado o “naturalista viajero” a cualquier expedición a la que se le otorgara el mencio- Fuentes de información adicional nado permiso. Esta última función, la de “naturalista viajero”, fue desempeñada por Además de la presencia de esta rica y diver- el Dr. Cabrera, quien informó a la autoridad sa colección de mamíferos fósiles, el Dr. Án- de aplicación de la ley la ubicación de los

286 CAPíTULO 24 TRAS LOS PASOS DE CABRERA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 3. Fotografías de algunos de los ejemplares de la “Colección Cabrera”: A-B, gliptodóntidos; C, dasipódidos; D, pampatéridos; E, milodóntidos; F, roedores; G-H, ungulados nativos.

TRAS LOS PASOS DE CABRERA CAPíTULO 24 287 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura. 4. Imágenes de la campaña del Field Museum of Natural History of Chicago en Catamarca.

sitios de exploración, sitios de almacenaje, Primera Campaña ubicación de los distintos campamentos y el listado preliminar de los restos fósiles Durante los meses de noviembre y di- hallados por la expedición norteamericana. ciembre de 1927, el Dr. Cabrera, el técnico Unos meses después de su participación preparador del Museo de La Plata Bernar- como “naturalista viajero”, el Dr. Cabrera do Eugui y Juan Méndez, un poblador de emprendió su propia campaña paleontoló- Fuerte Quemado que había participado de gica a la provincia de Catamarca. la campaña norteamericana el año anterior,

288 CAPíTULO 24 TRAS LOS PASOS DE CABRERA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca establecieron el primer campamento en la gliptodóntido de esos con la coraza de grandes localidad de Puerta de Corral Quemado. En ampollas, que hasta ahora solo conocíamos por esta oportunidad la base de exploración fue fragmentos…”. En otra de sus cartas, diri- establecida en terrenos propiedad del en- gida al director del Museo de La Plata Dr. tonces senador provincial Carmen Aybar, Luis María Torres, el Dr. Cabrera comuni- siendo las tareas de prospección y extrac- ca “…Los alrededores de San Fernando, donde ción realizadas en distintos puntos aledaños nadie había buscado fósiles, han resultado un a esta propiedad (Puerta de Corral Quema- verdadero filón. Hemos descubierto en una loma do, al oeste del río Corral Quemado; Cam- un verdadero cementerio de gliptodóntidos, don- po de los Aybar; Campo de las Cálibas; y de el suelo está sembrado de restos de estos ani- Campo del Jarillal) (Fig. 6). Respecto de esta males en cantidad increíble...”. En esta ocasión primera expedición, el Dr. Cabrera resalta hallaron los esqueletos y corazas de 3 glip- en uno de sus informes que “…a pesar de las todóntidos bastante completos, uno de los dificultades causadas por el clima, la expedición cuales actualmente forma parte de los restos fue muy exitosa, logrando reunir 16 cajones, fósiles exhibidos en la “Sala de Paleontolo- constituidos en su mayoría por restos de glipto- gía del Cenozoico” del Museo de La Plata. dóntidos, algunos de ellos casi completos…”. Además, en esa misma carta, Cabrera hace referencia a los hallazgos arqueológicos realizados“…También hemos encontrado aquí Segunda Campaña las sepulturas indias que parecen no haber sido tocadas por nadie…”. La segunda campaña estableció sus cam- pamentos en La Ciénaga, Las Juntas, San Fernando y Puerta de Corral Quemado (Fig. Tercera Campaña 6), fue realizada durante los meses de febre- ro a abril de 1929 y estuvo integrada por los En este viaje, llevado a cabo entre los mismos miembros de la primer campaña, meses de febrero y marzo de 1930, el Dr. además del botánico Ángel Lulio Cabrera Cabrera estuvo acompañado por los mis- (hijo de Ángel Cabrera) y Antonio Castro, mos integrantes que la campaña anterior. otro de los técnicos preparadores del Museo Durante esta expedición, los campamentos de La Plata. En una serie de cartas halladas se establecieron en Corral Quemado, don- en el Archivo Histórico del mencionado de permanecieron durante todo el mes de museo, escritas de puño y letra por Ángel febrero, y posteriormente se trasladaron a Cabrera, enviadas desde el campo, con fe- la Loma Negra, entre el Cerro Colorado de chas del 1º, 10 y 16 marzo de 1929, se puede Hualfín y el río San Fernando (al sureste de atestiguar que inicialmente se prospectó la Puerta de Corral Quemado). En el informe zona de La Ciénaga (Departamento de Be- redactado por Cabrera con fecha del 27 de lén), la cual no fue tan fructífera como el marzo de 1930, existen algunas apreciacio- Dr. Cabrera esperaba, por lo que posterior- nes acerca de las localidades visitadas y de mente el campamento fue trasladado a San la estratigrafía de los sedimentos aflorantes. Fernando. Al respecto Cabrera indica: “… Respecto de esta última, Cabrera realizó En esta nueva localidad, donde nadie había bus- una breve descripción de los estratos aflo- cado nunca fósiles, resulta muy productivo. Ya rantes en las localidades prospectadas: “… tenemos cinco cajones llenos, y seguimos sacan- Los estratos calchaquíes aparecen allí en man- do. Las joyas de lo extraído hasta ahora son un chones de variable extensión, pero nunca muy cráneo completo de la macrauquenia propia de grandes por hallarse la formación oculta en gran esta formación, especie que hasta ahora nos fal- parte bajo médanos gigantescos, en su mayoría taba y otro de megaterio, y sobre todo un enorme fijos por la vegetación. Subiendo por estos mé-

TRAS LOS PASOS DE CABRERA CAPíTULO 24 289 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

danos, hemos alcanzado la formación con fósiles dividuales, salvo una que contenía un esqueleto característicos del araucanense hasta una al- adulto, según toda apariencia femenino, y otro tura aproximada de 3000 m sobre las enormes de niño. Las demás eran de varones, y de ellos barrancas que dominan el campo del Jarillar, se sacaron objetos de cobre, adornos y un crá- hasta el que habíamos llegado en expediciones neo, única pieza esquelética que pudimos hallar anteriores…”. Posteriormente, mudaron el bien conservada. El día 1º de marzo levantamos campamento a la Loma Negra, en inme- el campo y nos dirigimos a las inmediaciones del diaciones del Cerro Colorado de Hualfín, Cerro Colorado, con objeto de explorar el extenso donde realizaron otro tipo de prospeccio- cementerio indígena encontrado el año anterior nes, en este caso arqueológicas:“…Los días al lado W. de dicho cerro, instalando nuestro se- 24 a 26 de Febrero, para dar algún descanso a gundo campamento en la Loma Negra, entre el la tropilla, que venía trabajando sin cesar, en un cerro y el río San Fernando, Dicho cementerio, o mal terreno y con escaso pasto, se dedicaron a más bien grupo de cementerios, se extiende desde excavar algunas sepulturas indígenas encontra- ambas orillas de este último hasta la falda del ce- das cerca del pueblo, hacia el N.W., y no lejos de rro (lado occidental) las tumbas, algunas de las un cementerio explorado hace algunos años por cuales excavamos, son colectivas, conteniendo el finado ingeniero V. Weiser. Las tumbas eran siempre tres a cinco esqueletos, aunque en una del sistema de trojes o pircas subterráneas e in- hallamos hasta quince...”.

Figura 5. Fuentes de Información adicional: fragmento de uno de los informes de campaña y de una de las cartas enviadas desde el campo por el Dr. Cabrera.

290 CAPíTULO 24 TRAS LOS PASOS DE CABRERA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Segunda Parte - nicipal de Ciencias Naturales del Mar del Retomando el estudio de Plata “Lorenzo Scaglia” y Museo Universi- la “Colección Cabrera” tario Florentino y Carlos Ameghino, Rosa- rio, Santa Fe). Como resultado fue posible reunir un total de 84 restos fósiles inéditos A partir del año 2009, los autores de este de mamíferos, pertenecientes a diferentes li- trabajo retomaron el estudio de los restos najes, los cuales brindan información acerca fósiles colectados durante las expediciones de la diversidad de la fauna de mamíferos del Dr. Cabrera y colaboradores, abordán- que habitó en los valles intermontanos del dolo desde una perspectiva actualizada, norte de Catamarca en un lapso comprendi- aplicando metodologías y herramientas de do entre 7 y 3 Ma de antigüedad. Además, análisis modernas y contemplando, entre entre los materiales estudiados se identificó otros aspectos, comparaciones con otros una nueva especie de un ungulado autócto- estudios faunísticos realizados en áreas cer- no sudamericano y se reconocieron especies canas, a fin de cumplir con el objetivo pro- que nunca habían sido citadas para el área puesto a continuación. estudiada.

Reubicación, acondicionamiento e identi- Análisis de la “Colección Cabrera” en el ficación taxonómica contexto de nuevas campañas

Uno de los principales objetivos de este Además de las tareas de reubicación, estudio fue poner en valor la “Colección Ca- acondicionamiento e identificación, se rea- brera”, a partir de las siguientes tareas:1)- lizaron estudios que permitieron inferir la reubicación de cada uno de los elementos antigüedad de los ejemplares de la “Colec- que constituyen la mencionada colección, ción Cabrera”. Estas inferencias fueron ob- los cuales, como ya se mencionó, al ser in- tenidas a partir de dos análisis principales. gresados a la División Paleontología Verte- brados del Museo de La Plata habían sido separados y ordenados siguiendo criterios Análisis faunístico taxonómicos; 2)- acondicionamiento de los restos para su estudio, debido a que varios En cuatro campañas, dos realizadas suce- de los ejemplares se encontraban en las con- sivamente en 2010 y 2012 y dos en 2013, se diciones en que fueron traídos del campo; pudo prospectar gran parte del área de San y 3)- identificación taxonómica de cada uno Fernando (la cual incluye los alrededores de los elementos que constituyen la “Colec- de las localidades de San Fernando Sur o ción Cabrera”, la cual fue realizada siguien- Capillanía y San Fernando Norte o La Villa, do las revisiones sistemáticas publicadas departamento de Belén) (Fig. 2), durante las más recientes, mediante la interacción con cuales se reconocieron las unidades estrati- investigadores especialistas en los distintos gráficas aflorantes y se recolectaron nume- grupos reconocidos, así como mediante el rosos restos fósiles, resultando en un total estudio comparativo de materiales existen- de 100 ejemplares aproximadamente. Sobre tes en diferentes instituciones de nuestro esta base, se obtuvo una nueva colección de país (Museo de La Plata, Museo Argentino restos fósiles procedentes de algunas de las de Ciencias Naturales “Bernardino Riva- mismas localidades prospectadas por Ca- davia” Buenos Aires, Facultad de Ciencias brera. Este nuevo conjunto faunístico suma- Naturales e Instituto “Miguel Lillo”. Uni- do a la información previamente publicada, versidad Nacional de Tucumán, Museo Mu- referida a faunas halladas en localidades

TRAS LOS PASOS DE CABRERA CAPíTULO 24 291 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 6. Fotografías de algunos de los ejemplares colectados en las nuevas campañas: A-B, gliptodóntidos; C, pampatéridos; D, dasipódidos; E, milodóntidos; F, roedores; G, “ungulados nativos”.

292 CAPíTULO 24 TRAS LOS PASOS DE CABRERA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca cercanas, nos permitieron corroborar la pre- dades estratigráficas aflorantes en cada uno sencia de especies y géneros identificados de éstos (Fig. 7.A). Sobre esta base se infirió anteriormente en el conjunto de materiales la procedencia estratigráfica de los ejem- colectados en las campañas de Cabrera de plares de la “Colección Cabrera” y se logró 1927 a 1930. así contar con una mejor aproximación de Las nuevas campañas fueron realizadas la edad de estas faunas. El análisis de esta en el marco del correspondiente permiso información se realizó a través de la utiliza- paleontológico otorgado por la Dirección ción de las herramientas informáticas de los Provincial de Arqueología de Catamarca. SIG (Sistemas de Información Geográfica; Durante la recolección de los restos fósiles software que permite vincular información se procuró tomar la ubicación de cada uno geoespacial obtenida mediante GPS, con la de los materiales colectados mediante el uso información contenida en una base de datos de GPS, así como su ubicación en perfiles creada a partir de distintos tipos de análi- estratigráficos relevados en distintos puntos sis y observaciones realizadas al objeto de del área de San Fernando. Si bien la mayo- estudio). Además, es dado aclarar que por ría de los nuevos ejemplares se encuentran fortuna en el área estudiada existen nume- en preparación, preliminarmente el análisis rosos estratos tobáceos generados por la de- de éstos y de los listados faunísticos publi- positación de cenizas volcánicas, los cuales cados por otros autores, nos permitieron constituyen una importante fuente de infor- identificar varios grupos de mamíferos re- mación sobre el ambiente y principalmente presentados en la “Colección Cabrera”, ta- un excelente indicador de la edad absoluta les como los gliptodóntidos, dasipódidos del momento de formación de los sedimen- y pampatéridos, megatéridos, roedores de tos portadores (edades absolutas obtenidas distintas familias (cavidos, octodóntidos e a partir de los métodos de datación Ar-Ar hidroquéridos) y “ungulados nativos” sud- o K-Ar). Estos niveles tobáceos representan americanos (Fig. 6). de alguna manera líneas de tiempo horizon- tales que se extienden regionalmente y nos permite dividir temporalmente los aflora- Utilización de los SIG en el análisis mientos, con la consecuente división en el de la procedencia de la fauna tiempo de las diferentes faunas fósiles ex- humadas en estas secuencias (Fig. 7.B). Esta A fin de identificar la unidad portadora información puede ser complementada con de los ejemplare e la “Colección Cabrera”, la información paleoclimática y paleoam- y estimar su posible edad, se realizó el reco- biental recabada a partir de otros análisis, nocimiento en el campo de las unidades es- como los sedimentológicos, paleobotánicos, tratigráficas aflorantes en los distintos pun- análisis de los paleosuelos y análisis isotó- tos geográficos oportunamente prospecta- picos obtenidos de distintos minerales del dos por Cabrera y sus colaboradores, una sedimento o del esmalte de los dientes de tarea lograda gracias la colaboración del Dr. los mamíferos. El análisis integral de esta Sergio Georgieff. Además, se consultó a los información, obtenida del trabajo interdis- vecinos de San Fernando sobre la ubicación ciplinario, nos permite recrear de alguna de distintos parajes y puestos mencionados manera como fue el ambiente en distintos por Cabrera en las fuentes de información momentos del tiempo e intentar arribar a adicional mencionadas anteriormente, los conclusiones de cómo fue cambiando la cuales no figuran en la cartografía actual. configuración de los ecosistemas a lo largo Posteriormente, se realizó el cruce de infor- de los últimos 7 millones de años de histo- mación de la ubicación de estos puntos geo- ria de los valles intermontanos del norte de gráficos con la de la delimitación de las uni- Catamarca.

TRAS LOS PASOS DE CABRERA CAPíTULO 24 293 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 7. A, Mapa de superposición de los puntos geográficos prospectados por Cabrera (1. Campo del Jarillal; 2. Oeste del río Corral Quemado; 3. Lomas a la derecha del río Hualfín, cerca de El Eje; 4. Campo de las Calivas; 5. Campo de los Aybar; 6. Alrededores de San Fernando; 7. Puerta de Corral Quemado; 8. Junto al camino a Loconte) con las unidades estratigráficas aflorantes confeccionado con GIS; B. Imagen de uno de los afloramientos fosilíferos en los alrededores de San Fernando Norte mostrando la posición de parte de los conjuntos faunísticos exhumados y la relación de éstos con los niveles de ceniza volcánica reconocidos

294 CAPíTULO 24 TRAS LOS PASOS DE CABRERA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Conclusiones contribuirán a la comprensión de la evolu- ción de los conjuntos faunísticos y florísticos Resumiendo, podemos mencionar al me- a lo largo de los últimos 7 millones de años, nos dos conclusiones principales. Por un así como el origen de la conformación de los lado, mediante la utilización de herramientas conjuntos que encontramos hoy en día en modernas, de estudios geológico- estratigrá- esta región. ficos y de la realización de nuevos trabajos de campo, se logró obtener información valiosa acerca de gran parte de las faunas de mamí- Lecturas Sugeridas feros que habitaron la actual provincia de Catamarca hace más de 3 millones de años, Bonini, R. A. 2014. Bioestratigrafía y diver- y poner en valor una colección que se man- sidad de los mamíferos del Neógeno de tenía en gran parte inédita, que había sido San Fernando y Puerta de Corral Quema- depositada en el Museo de La Plata hace do (Catamarca, Argentina). Tesis doctoral, más de 80 años. Universidad Nacional de La Plata, Facultad de Ciencias Naturales y Museo de La Plata, Los sedimentos aflorantes en el área de San inédita. 366 pp. Fernando y en otros valles de las provincias Bossi, G. E. y Muruaga, C. 2009. Estratigrafía del NOA, como Catamarca, Tucumán y Salta, e inversión tectónica del rift neógeno en el atesoran una valiosa información respecto de Campo del Arenal, Catamarca, NO Argen- la fauna de mamíferos del Cenozoico tardío tina. Andean Geology, 36 (2), 311-340. en el área, la cual, abordada interdisciplina- Cabrera, A. 1944. Los Gliptodontoideos del riamente (sedimentología, isotopos ambien- Araucaniano de Catamarca. Revista Museo tales, paleobotánica, micropaleontología, La Plata (Nueva Serie) 3: 5-76. paleovertebrados), permitirá reconocer los Marshall, L. G, y Patterson, B. 1981. Geology principales cambios experimentados por los and geochronology of the -bearing ecosistemas naturales en relación a los acon- Tertiary of the Valle de Santa María and Río Corral Quemado, Catamarca province, Ar- tecimientos ambientales ocurridos. Estudios gentina. Fieldiana Geology 9:1-80. interdisciplinarios geológico-paleontológicos

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Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

CAPíTULO UNA MIRADA PALEONTOLÓGICA AL PASADO PROFUNDO DE LA PUNA 25 DE CATAMARCA

María J. Babot1, Daniel García-López2

1Instituto de Paleontología, Fundación Miguel Lillo, Miguel Lillo 251, San Miguel de Tucumán. 2CONICET-INSUGEO; Cátedra de Paleontología, Facultad de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Tucumán. Miguel Lillo 205, San Miguel de Tucumán.

La provincia de Catamarca posee grandes extensiones de afloramien- tos que contienen diversos restos de vertebrados fósiles. Sus edades varían entre los 40 millones y los 10.000 años y se distribuyen en va- rias regiones de la provincia. El trabajo aquí desarrollado se enfoca en los vertebrados que habitaron la vasta región de la Puna durante parte del Eoceno, es decir, hace alrededor de 37 millones de años. Estos datos provienen de investigaciones realizadas en los últimos 30 años por varios grupos de paleontólogos y geólogos argentinos y extranjeros. Exploraciones en busca de nuevas evidencias de fauna eocena han sido retomadas recientemente por investigadores de la Fundación Miguel Lillo, del CONICET y de la Universidad Nacional de Tucumán. Bajo el proyecto “Vertebrados fósiles de la Puna de Argentina” (financiado por la Fundación Miguel Lillo) campañas paleontológicas continuas en los alrededores de Antofagasta de la Sierra, han derivado en aportes llamativos que están profundizando el conocimiento de la fauna fósil de la región.

UNA MIRADA PALEONTOLÓGICA AL PASADO PROFUNDO CAPíTULO 25 297 DE LA PUNA DE CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Reseña de las interesados en esta crónica escrita en la particularidades de la roca. Así, el sabio Florentino Ameghino, su fauna sudamericana de hermano Carlos, Francisco Muñiz y Carlos mamíferos fósiles Rusconi, entre otros, sobresalen entre los referentes históricos locales de la paleonto- Desde hace más de un siglo, los mamífe- logía argentina. ros fósiles sudamericanos han captado la Lo que hace a la historia de los mamí- atención de científicos de todo el mundo. feros sudamericanos tan interesante para Personajes de la talla de Charles Darwin –el los científicos que estudian la evolución padre de la teoría evolutiva y de la biología es el hecho de que este subcontinente per- moderna– y George Simpson –un eminente maneció aislado del resto de otras masas paleontólogo norteamericano y gran estu- continentales durante gran parte de la Era dioso de la evolución de los mamíferos– se Cenozoica. De esta manera, los caminos vieron atraídos por la rica y fascinante his- evolutivos que siguieron las faunas locales toria de los grupos que evolucionaron en fueron muy distintos a las de otras regio- estas latitudes durante del Cenozoico (los nes del mundo, dando lugar a un conjunto últimos 65 millones de años posteriores a de taxones endémicos (es decir de distri- la extinción de los dinosaurios). En nues- bución geográfica restringida al continente tro país no faltaron grandes investigadores sudamericano), algunos de ellos muy pe-

Figura 1. El cuadro muestra algunos de los principales eventos en la historia evolutiva de los mamíferos a lo largo de la Era Cenozoica. Se representa además la variación de la temperatura media anual en este lapso y se indica la edad (en millones de años; Ma) de los niveles fosilíferos de la Formación Geste. Esta unidad geológica es la que contiene los restos fósiles paleógenos de la Puna en la provincia de Catamarca.

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Figura 2. Mapa de la Provincia de Catamarca mostrando la ubicación y accesos de la localidad de Antofagasta de la Sierra. Las fotos muestran vistas de sedimentos de la Formación Geste en el centro y norte del pueblo (fotografía superior e inferior, respectivamente).

UNA MIRADA PALEONTOLÓGICA AL PASADO PROFUNDO CAPíTULO 25 299 DE LA PUNA DE CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

culiares. En este vasto territorio evolucio- estudios han recibido un renovado impul- naron grupos de xenartros (algunos de sus so en los últimos años, con la realización miembros relacionados estrechamente a los de campañas anuales de prospección y el quirquinchos actuales), ungulados nativos uso de técnicas de colecta novedosas para (todos ellos extintos y sin parentesco cerca- el Paleógeno del Noroeste argentino. A no con grupos actuales) y marsupiales (an- continuación presentamos una reseña de tepasados de las modernas comadrejas). los resultados obtenidos, los métodos de Esta evolución en aislamiento fue afecta- muestreo utilizados, y las nuevas líneas de da por grandes cambios climáticos globales investigación a explorar en el futuro. acontecidos en la última era que generaron extinciones, reemplazos y diversificaciones faunísticas (Fig. 1). La Era Cenozoica se di- Una comunidad de vide en tres períodos: Paleógeno, Neógeno vertebrados muy y Cuaternario. El Paleógeno, que transcu- diferente a la actual rrió entre 65 y 23 millones de años atrás, se divide a su vez en tres épocas (Paleoceno, Como explicamos, hace 35 millones de Eoceno y Oligoceno) y representó un mo- años la fisonomía del noroeste de Catamar- mento crítico para los mamíferos nativos ca era muy diferente a la actual. Hoy, en sudamericanos. En este lapso se sucedie- una caminata por los alrededores del pue- ron las primeras diversificaciones (es decir, blo los animales nativos más comunes son aparición de nuevos grupos) que dieron lu- llamas y vicuñas; una mirada más cercana gar a faunas singulares, en su mayoría sin muestra la presencia de ratones, chinchi- correlato morfológico ni ecológico con las llones, quirquinchos, zorros, felinos (gatos faunas actuales. Este proceso de diversifi- y pumas), suris, lagartijas y sapos. En las cación ocurrió en el período más cálido del cercanías del agua son comunes los fla- Cenozoico, conocido como “Hot House” mencos, patos, chorlos, y diversas especies en literatura angloparlante. Hacia el tercio de pájaros. final de este período (en el límite entre el En tiempos eocenos, los animales más Eoceno y el Oligoceno) comenzó un pro- comunes en esta región eran ungulados ceso de enfriamiento global (“Ice House”) herbívoros, la mayoría de los cuales for- que causó la extinción de los representan- maban parte de un grupo extinto denomi- tes de las primeras diversificaciones y el nado (Fig. 3). Estos mamí- recambio y la modernización hacia formas feros, sin relación filogenética cercana (es más similares, aunque en su mayoría no decir, no estrechamente emparentados) emparentadas, a las actuales. con ningún taxón actual, tenían grandes En el noroeste argentino son varias las diferencias con los actuales camélidos de unidades sedimentarias en las cuales se las mesetas de altura del noroeste argenti- registran faunas fósiles paleógenas. Entre no. Eran herbívoros pero no pastadores; la éstas las formaciones Geste y Lumbrera morfología de los dientes sugiere que sus son las que han brindado una magnífica hábitos alimenticios eran ramoneadores muestra de vertebrados fósiles, cuyo estu- (ver Glosario); estaban representados por dio permitió conocer parte de los primeros especies de diversa masa corporal (desde –y quizás más críticos– momentos de la el tamaño de un cuis hasta el de un tapir) y evolución de los mamíferos nativos de la muy variadas morfologías. A diferencia de región. En Catamarca, la Formación Geste, llamas y vicuñas, estos ungulados extintos expuesta en los alrededores de Antofagas- no tenían adaptaciones marcadas para la ta de la Sierra (Fig. 2), ha sido objeto de carrera veloz. varios estudios en décadas pasadas. Estos Otro grupo de mamíferos comunes en

300 CAPíTULO 25 UNA MIRADA PALEONTOLÓGICA AL PASADO PROFUNDO DE LA PUNA DE CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 3. La imagen superior muestra una vista de un petroso de quirquincho (Dasypodidae) y su ubicación aproximada en un cráneo actual de estos animales en vista ventral. Abajo se muestran placas fósiles del caparazón dorsal y su ubicación en un esquema de un representante moderno.

Figura 4. A la izquierda de observa en vista ventral y lateral el cráneo de Notopithecus, un notoungulado patagónico de la familia de los interatéridos, similar a los fósiles provenientes de la Formación Geste que aflora en la Puna. A la derecha, arriba, se observa en vista ventral un maxilar con dientes de Antofagastia, notoungulado relacionado a Notopithecus hallado en Antofagasta de la Sierra. La flecha indica la porción del cráneo (tomando como referencia a Notopithecus) en la que se ubicaría este fragmento. A la derecha y abajo se muestra una vista de un molar superior correspondiente a un marsupial aún no determinado.

UNA MIRADA PALEONTOLÓGICA AL PASADO PROFUNDO CAPíTULO 25 301 DE LA PUNA DE CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

los paleoecosistemas del Eoceno del NOA, mento de origen fluvial (generado por ríos) aunque menos abundantes que los notoun- ha sufrido una importante selección de ta- gulados, eran muy pequeños marsupiales maño durante su depósito. Los fósiles que (del tamaño de un ratón) lejanamente rela- se preservan en la Formación Geste son en cionados con las comadrejas actuales (Fig. general pequeños (desde unos pocos milí- 3). Algunos de estos, incluidos en el Orden metros a dos o tres centímetros de largo), Bonapartheriiformes, eran herbívoros cuya están desarticulados (son piezas aisladas) alimentación habría estado basada en fru- y la mayoría de ellos tiene un alto grado de tos y semillas. Entre los marsupiales de la fragmentación. Dadas estas condiciones, la Formación Geste se han recuperado restos colecta se realiza mediante el uso de dos de muy escasos de esparasodontes, carní- métodos de muestreo. voros nativos que alcanzaron en esta época Una primera etapa de exploración con- el tamaño de un cánido grande. siste en la búsqueda de materiales a “ojo Por otra parte, para el Eoceno eran ya desnudo” (Fig. 5); es decir, los restos se muy comunes los quirquinchos en estas buscan mientras se recorre lentamente el latitudes (todos pertenecientes al grupo de terreno. Los materiales que se encuentran los dasipódidos). Los restos de placas del de esta forma corresponden principalmen- caparazón de estos animales son los más te a vertebrados de mediano tamaño. Entre abundantes en los sedimentos de Forma- los mamíferos, las formas más abundantes ción Geste (Fig. 4), aunque también se han son las placas del caparazón de quirquin- registrado huesos del oído (petrosos), hue- chos y mandíbulas o maxilares con mo- sos del tobillo (astrágalos) y huesos del pie lares (Fig. 3 y 4). Otros vertebrados están (garras). Estos representantes antiguos no representados por dientes de cocodrilo, eran muy diferentes de los actuales: todo vértebras de víboras y placas óseas del ca- indica que el plan corporal de los quirquin- parazón de tortugas. chos se ha mantenido con pocas modifica- Luego de esta búsqueda a simple vista, ciones durante millones de años. comienza la segunda etapa de la recolec- Si bien esta fauna fósil nos muestra un ción de fósiles. Para esta tarea, se extraen paisaje fantástico de mamíferos peculia- varios kilos de sedimento que deben ser res (aunque los quirquinchos nos resultan “lavados y concentrados”. Este trabajo con- muy familiares), nada sorprende más que siste en la inmersión en agua corriente (un el hallazgo en esta región de tortugas, co- río, por ejemplo) de bolsas de tela de trama codrilos y víboras. A juzgar por el tamaño fina (cuyas perforaciones son del tamaño de de los restos hallados, estas formas estaban una tela mosquitera) cargadas con sedimen- representadas por especies de distintos ta- to donde se filtran las partículas de menor maños; algunas vértebras aisladas sugie- tamaño (Fig. 5). Con esto se logra reducir ren que víboras cercanas a los dos metros el volumen de la muestra y retener un cú- de largo habitaban la región. mulo de sedimento y fósiles. Las bolsas se dejan secar; una vez seco el contenido, los huesos se buscan bajo lupa binocular. Es así La jornada de trabajo como aparecen, rodeados de granos de are- bajo el sol del desierto na, dientes, diversos huesos del cráneo (por ejemplo, petrosos), y muy variados restos En la Puna catamarqueña las áreas fosilí- del esqueleto (vértebras, costillas, húmeros, feras del Eoceno hasta ahora exploradas se fémures) de pequeños lagartos, víboras, an- encuentran en las cercanías del poblado de fibios, aves y mamíferos. Antofagasta de la Sierra (Fig. 2). Debido a que el material fósil se encuentra en sedi-

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Figura 5. Las fotografías muestran diferentes modalidades de búsqueda de fósiles. Arriba se observa la búsqueda “a ojo desnudo” y el aspecto que tienen los restos (en este caso dientes de notoungulados) sobre el sustrato. Abajo se muestra en secuencia (de izquierda a derecha) el lavado de sedimentos, secado y la búsqueda en el resultante del filtrado (se exceptúa aquí el trabajo de laboratorio que consiste en la búsqueda de microvertebrados bajo lupa binocular).

Cuando la Puna que predominada en la región en ese pa- no era Puna sado profundo, datos geológicos y paleon- tológicos sugieren que las condiciones am- El paisaje que rodea a los fósiles del Eoce- bientales eran más cálidas y húmedas que no de Catamarca era, hace algo más de 37 las actuales y que la altitud de la región era millones de años, muy diferente a la meseta considerablemente menor. Entre otros da- de altura árida y fría que vemos hoy en día. tos, estás inferencias son soportadas por la Si bien hasta el momento no hay evidencia presencia de restos de cocodrilos, caracte- paleobotánica (plantas fósiles) que indique rísticos de cuerpos de agua grandes y cá- más ajustadamente el tipo de vegetación lidos.

UNA MIRADA PALEONTOLÓGICA AL PASADO PROFUNDO CAPíTULO 25 303 DE LA PUNA DE CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Y a futuro… y comprende los tiempos actuales. Es llama- da también la Era de los Mamíferos. Las nuevas exploraciones paleontológicas Formación: en geología, una formación co- realizadas en la Puna catamarqueña y el uso rresponde a un evento de sedimentación a de técnicas de búsqueda de microvertebra- largo plazo, el cual, una vez transcurrido dos han resultado promisorios. A la fauna cierto tiempo, origina cuerpos rocosos con ya conocida de mamíferos, se han agregado características definidas (color, tamaño de registros de muy pequeños vertebrados fó- grano, etc.). Usualmente se nombran según siles que por su tamaño reducido son de di- una localidad donde sea fácilmente recono- fícil preservación. Tal es el caso de anfibios, cible, aunque su distribución no se restringe pequeños escamados (víboras y lagartos) y a esa localidad (ej. Formación Geste, Forma- aves. Se espera que en los próximos años el ción Lumbrera, Formación Angastaco, etc.). estudio de este novedoso material genere Fósil: los fósiles son los restos o señales de una visión cada vez más completa de la pa- organismos que vivieron en el pasado geoló- leocomunidad del Eoceno de esa región de gico y que han quedado conservados en las la provincia. Futuros estudios se centraran rocas de la corteza terrestre. además en el análisis de evidencias geoló- Microvertebrado: generalmente se usa este gicas que permitan dilucidar los ambientes término para referirse a vertebrados (ya sean presentes en la región en tiempos Eocenos. mamíferos, reptiles o anfibios) que no sobre- Esto permitirá conocer más profundamen- pasan los 500 g de peso. te la complejidad del paleoecosistema en el Paleoecosistema: un ecosistema es el con- que se desarrolló un importante lapso de la junto de organismos de un lugar determina- historia de nuestros mamíferos. do y el medio físico que los rodea. En este El patrimonio paleontológico de Cata- sentido, un paleoecosistema es un ecosiste- marca, aunque poco visible, es de una enor- ma registrado en el pasado geológico. me riqueza, variedad e importancia. Las Paleógeno: división del tiempo geológico sorpresas que ofrece son continuas y mues- correspondiente al primer período de la Era tran una ventana al pasado remoto que con- Cenozoica. Se extiende entre 66 y 23.03 mi- tinuará fascinando a futuras generaciones llones de años antes del presente. de científicos. Petroso: hueso que aloja los órganos del oído interno (la cóclea) y del equilibrio (los canales semicirculares). A través del mismo Glosario pasan diversos nervios del sistema nervioso central. Afloramiento: en geología, se trata de una Ramoneadores: mamíferos herbívoros superficie del terreno donde asoma una adaptados a consumir vegetación blanda y masa rocosa (ya sea sedimentaria o de otro no abrasiva (por ejemplo,. hojas). tipo) o capa mineral. Taxón: conjunto de organismos emparenta- Eoceno: división del tiempo geológico co- dos entre sí, identificado como tal y con un rrespondiente a la segunda época del Paleó- nombre particular. geno. Se extiende entre 56 y 33.9 millones de Ungulado: término general aplicado a los años antes del presente. mamíferos placentarios que se apoyan y ca- Era Cenozoica: gran división del tiempo minan mayormente apoyando el extremo de geológico correspondiente a la última era, sus dedos y presentan típicamente pezuñas posterior al Mesozoico o Era de la los Dino- (ej. vacas, rinocerontes, tapires, caballos, no- saurios. Comenzó hace 66 millones de años toungulados).

304 CAPíTULO 25 UNA MIRADA PALEONTOLÓGICA AL PASADO PROFUNDO DE LA PUNA DE CATAMARCA Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Lecturas sugeridas las (Eds.), Cenozoic Geology of the Central Andes of Argentina. SCS Publisher, pp. Apesteguía, S. y Ares, R. 2010. Vida en evolu- 349-370. Salta. ción. La historia natural vista desde Suda- Tonni, E.P., Pasquali, R.C. y Laza, J.H. 2007. mérica. Vazquez Mazzini Editores. Buenos Buscadores de fósiles. Los protagonistas de Aires. la paleontología de vertebrados en Argenti- Babot, M.J., García López, D.A. y Gaudin, T.J. na. Jorge Sarmiento Editor. Córdoba. 2012. The most ancient xenarthran petrosal: Vucetich, M.G., Reguero, M.A., Bond, M., morphology and evolutionary significance. Candela, A.M., Carlini, A.A., Deschamps, Journal of Vertebrate Paleontology, 32: C.M., Gelfo, J.N., Goin, F.J., López, G.M., 1186-1197. Ortiz Jaureguizar, E., Pascual, R., Scillato- García López, D.A. y Babot, M.J. 2014. No- Yané, G.J. y Vieytes, E.C. 2007. Mamíferos toungulate faunas of north-western Ar- continentales del Paleógeno argentino: las gentina: new findings of early-diverging investigaciones de los últimos cincuenta forms from the Geste Formation. años. Asociación Paleontológica Argentina, Journal of Systematic Palaeontology. DOI: Publicación Especial 11, Ameghiniana 50º 10.1080/14772019.2014.930527. Aniversario: 239-255. Powell, J.E., Babot, M.J., García López, D.A., http://www.dcpaleo.org/Research/SAMam- Deraco, M.V. y Herrera, M.C. 2011. Eocene mals/Notoungulata/Notoungulata.html vertebrates of northwestern Argentina: an- http://www.palaeos.com notated list. En J.A. Salfity y R.A. Marquil-

UNA MIRADA PALEONTOLÓGICA AL PASADO PROFUNDO CAPíTULO 25 305 DE LA PUNA DE CATAMARCA

Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

ANEXO DIRECCIóN PROVINCIAL DE ANTROPOLOGíA: UNA INSTITUCIóN EN CONTINUO CRECIMIENTO

Mónica Alejandra López1, Sergio Antonio Alvarez1 1Dirección Provincial de Antropología

De la Protección cimiento de eventos naturales tales como Patrimonial y su Marco crecidas de ríos, terremotos, desertificación, Legal erosión del suelo causada por la acción del viento o el agua; agentes diversos que pue- La provincia de Catamarca constituye den de uno u otro modo afectar restos pa- uno de los reservorios más importantes del trimoniales que se encuentran diseminados país en recursos patrimoniales arqueoló- en la superficie o aquellos que se encuentran gicos y paleontológicos. Su diversidad de en el subsuelo; pero la búsqueda de piezas paisajes con peculiaridades que los definen arqueológicas con el propósito de abastecer perfectamente (valles mesotermales, puna colecciones privadas, resultó en un primer y cordillera), proporcionaron al hombre momento ser el más destructivo, situación una multiplicidad de recursos, que hizo de que se ve favorecida por la dificultad de nuestro territorio provincial el escenario de ejercer controles en una provincia extensa, un extenso proceso cultural, representado aun con lugares escasamente poblados, po- en nuestros días por una gran riqueza fo- cos accesibles y provista de una gran riqueza lklórica, plagada de tradiciones orales, arte- arqueológica. Sin embargo hoy en día la acti- sanales, religiosas y por un inconmensura- vidad del huaquero, desde un punto de vista ble riqueza patrimonial arqueológica. cuantitativo resulta ser menos significativo Atendiendo a lo expresado, en el año 1984 que el impacto producido por la obra públi- se crea por mandato de la Ley Provincial ca y aquella impulsada por entes privados N°4238 la Dirección de Antropología que ac- (obras viales, hídricas, diferimientos imposi- túa en carácter de Autoridad de Aplicación tivos agrícola ganadero, proyectos mineros, de la Ley Provincial N° 4218/84 “Preserva- entre otros) sobre los bienes arqueológicos y ción de los Vestigios y/o Restos, Yacimientos paleontológicos provinciales. Arqueológicos, Antropológicos y Paleonto- De lo expresado se desprende que el agen- lógicos Existentes en la Provincia”, -regla- te mayormente perjudicial para el Patrimo- mentada mediante Decreto N° 1479/93 y la nio Cultural, fue y continúa siendo el accio- Ley Nacional N° 25743/00 “Protección del nar del hombre. Durante mucho tiempo la Patrimonio Arqueológico y Paleontológico”, Dirección Provincial de Antropología viene decreto reglamentario N° 1022/04; vigente trabajando en pos de crear en la sociedad una en todo el ámbito provincial (Ver Marco Le- conciencia de protección patrimonial, la cual gal Provincial y Nacional). en estos últimos tiempos se extendió hacia Comúnmente el deterioro de los sitios el ambiente natural en general. Si bien es un arqueológicos observables en nuestra pro- trabajo arduo y sin solución de continuidad, vincia, fue ocasionado a partir del aconte- cabe mencionar como positivo que con ma-

ANEXO 307 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

yor frecuencia la comunidad catamarqueña • Por que es fuente de investigación, los ejerce su rol de custodio dando a conocer o vestigios patrimoniales son materia pri- denunciando ante las autoridades pertinen- ma de una diversidad de proyectos de tes situaciones que se conciben riesgosas investigación arqueológicos y paleonto- para la integridad patrimonial, a lo que se lógicos, algunos de los cuales se desa- suma el trabajo mancomunado en pos de la rrollan desde hace décadas en nuestro preservación y protección patrimonial, entre ámbito provincial. El estudio científico la Dirección Provincial de Antropología y de los vestigios patrimoniales nos aporta diferentes áreas del Estado Provincial. conocimiento sobre un muy antiguo am- biente conformado por una flora, fauna y organismos que datan de millones de ¿Por qué proteger y años de antigüedad, como de las anti- conservar nuestro guas sociedades que habitaron nuestro Patrimonio Arqueológico suelo durante milenios. y Paleontológico? • Por que el patrimonio cultural tangible tiene gran significado sociocultural pues Este interrogante obedece diferentes res- constituye una parte importante de la puestas que lo justifican ampliamente: herencia de toda comunidad, o nación, • En primera instancia, este interrogan- y de la humanidad entera. te conlleva una respuesta contundente, • Por que el patrimonio cultural constitu- “por que es nuestro, de todos los cata- ye una forma visible de la cultura, repre- marqueños” y ninguna autoridad estatal senta lo que tenemos derecho a heredar y/o municipal, ni ciudadano común o de nuestros predecesores y nuestra obli- empresa local o foránea, puede ni debe gación de conservarlo a su vez para las actuar en detrimento ya sea por desco- generaciones futuras. nocimiento u omisión, de la integridad • Por que también tiene un importante física de estos bienes culturales. En cuan- valor económico. Frecuentemente se dis- to a proteger y conservar, todos tenemos tingue el valor económico que tiene los una doble obligación, por un lado acatar bienes culturales de su valor social y cul- y respetar lo estipulado en la legislación tural. Si bien, en muchos casos, el valor vigente; y por otro lado, ya desde un económico de un objeto patrimonial es punto de vista moral en disponer de to- un antecedente relevante para determi- dos los medios necesarios para mantener nar la importancia de su preservación la salvaguarda de cualquier tipo de ves- (tal el caso de la puesta en valor de un tigio cultural que se encontrare en una sitio arqueológico), el principal motivo obra de cualquier naturaleza, al inicio, para conservar bienes culturales radica durante su desarrollo y al término de la en el valor social o cultural que estos misma. bienes tienen para un individuo, comu- • Por que los vestigios arqueológicos y pa- nidad, nación y en algunos casos, para leontológicos constituyen un recurso fi- la humanidad. nito y no renovable. Finito por que cada • La puesta en valor del patrimonio ar- sitio es único e irrepetible conformando queológico y paleontológico, esto im- de esta manera un eslabón fundamental plica que el patrimonio arqueológico no a la hora de intentar la reconstrucción del debe ser considerado como un recurso pasado. No renovable porque su afecta- cultural, sino también como una poten- ción parcial o su destrucción total trae cial fuente de ingreso para la provincia aparejada una página en blanco en la a partir de su explotación racional con historia de la sociedad catamarqueña. fines turísticos. En este sentido tiene un

308 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

importante valor agregado y constituye Una Mirada Puertas una alternativa económica válida para la Adentro provincia. Nuestra provincia cuenta con la Ley La Dirección Provincial de Antropología Nº 4218/84 de “Defensa del Patrimonio a lo largo de su creación se caracterizó y dio Arqueológico, Antropológico y Paleon- a conocer principalmente a través de los tra- tológico” promulgada en el año 1984 y bajos de rescates arqueológicos llevados a reglamentada en el año 1993; de igual cabos en diferentes puntos del ámbito pro- modo Catamarca se encuentra acogida vincial, participación en eventos culturales a la Ley Nacional Nº 25743 promulgada provinciales y nacionales, capacitaciones, en el año 2000 y reglamentada en el año participación en proyectos multinacionales 2004. (Qapaq Ñam – Camino Principal Andino), En la provincia de Catamarca la respon- entre otros. Con el correr de los años y con- sabilidad de la gestión integral del PAyP secuentemente con el impulso provincial (Patrimonio Arqueológico y Paleontoló- acontecidos en diferentes aspectos tales gico) es de total y única competencia del como el desarrollo de la obra urbana, vial, la Gobierno Provincial atento a lo estipula- instauración de una política de estado vin- do en el Art. 1° de la Ley Provincial Nº culado a la actividad minera, los incipientes 4218/84, el cual expresa: proyectos turísticos en torno a la puesta en “Son propiedad exclusiva del Estado Provin- valor de los sitios arqueológicos, etc., llevo a cial, todos los vestigios, restos y/o yacimien- que la Institución ampliara su campo de ac- tos arqueológicos, antropológicos y paleonto- ción y se adecuara al nuevo contexto social, lógicos existentes en su territorio”. cultural, político y económico acontecido en En este tenor la Dirección Provincial de la provincia. Antropología dependiente de la Secreta- Con la incorporación de recursos tecno- ría de Estado de Cultura, es el organismo lógicos y humanos capacitados (Fig. 1), fue especializado que actúa en carácter de posible la incursión en una diversidad de Autoridad de Aplicación de la actual le- actividades que resultaron innovadoras, gislación vigente, la cual cabe mencionar tales como el trabajo conjunto con otras Ins- es pionera en la materia en nuestro país. tituciones estatales y privadas relacionadas Figura 1. Personal actual de la Dirección Provincial de Antropología

ANEXO 309 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 2. Auditoría en localidad Río Blanco- Proyecto Minera Agua Rica, Andalgalá, Catamarca.

Figura 3. Acto realizado en el sitio arqueológico Pucará de Aconquija en relación a la nominación del Tramo de Camino Inka asociado al sitio, como Patrimonio de la Humanidad declarada por la UNESCO.

a auditorías concretadas en el ámbito de tución con la cual desde la promulgación de proyectos megamineros (Fig. 2), de obras la Ley Nac. N° 25743, se viene trabajando viales concretadas por Vialidad provincial mancomunadamente. La confección del y Nacional, participación en proyectos de Mapa Arqueológico Provincial representa- índoles cultural, tal es el caso al programa do por una cartografía íntegramente digita- multinacional Qapaq Ñam, nominado re- lizada. En este último caso, contar con esta cientemente por la UNESCO como Patrimo- información, permitió en el año 2009 tomar nio de la Humanidad (Fig. 3). contacto con la organización de la compe- En relación al marco legal vigente se lle- tencia automovilística Rally Dakar, a los fi- varon a cabo inventarios de colecciones ar- nes de coordinar y corregir criterios en torno queológicas y paleontológicas conservadas a las trazas previstas para la competencia; por particulares y en museos municipales acciones que tuvieron continuidad en las y provinciales, cuyos registros también se sucesivas ediciones de la competencia. encuentran depositados en los archivos del Desde la puesta en marcha del Labora- Instituto Nacional de Antropología y Pen- torio de Bioantropología en el ámbito de samiento Latinoamericano (INAPL), insti- nuestra repartición, se viene desarrollando

310 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 4. Lic. Edith O Valverdi y Lic. Héctor R. Acosta, llevando a cabo un trabajo de rescate de material óseo humano.

trabajos solicitados por la Justicia en torno y paleontológico mediante la visualización al análisis de restos antropológicos a pedi- por scanner instalados en el Aeropuer- do de diferentes Fiscalías de la Provincia. to Internacional Gral. Felipe Varela. Cabe De igual manera desde este laboratorio, se mencionar que las aludidas capacitaciones presta colaboración a las solicitudes efec- brindaron resultado positivo atento a la in- tuadas por diversos proyectos de investiga- cautación de materiales culturales identifi- ción arqueológicas en curso (Fig 4). cados en diferentes puestos camineros y en En torno a la investigación arqueológi- el aeropuerto respectivamente. ca, actualmente se encuentran en desarro- Como actividad innovadora en el año llo cuarenta y siete proyectos, algunos de 2012 y en el marco de la XLII Edición de la los cuales, como los llevados a cabo en los Fiesta Nacional e Internacional del Poncho Deptos. de Antofagasta de la Sierra y San- se llevó a cabo la recreación coreográfica de ta María se vienen ejecutando desde hace un ritual andino, la cual contó con la par- aproximadamente cuatro décadas atrás. ticipación de un cuerpo de baile del depto. Cabe mencionar que en estos últimos años Belén quienes tuvieron a su cargo la puesta se incrementó cuantitativamente el número en escena. También contó con la represen- de proyectos de temática paleontológica di- tación de peinados, vestimentas y pinturas rigidos por prestigiosos investigadores de la corporales confeccionadas especialmente Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y para el evento y recreadas a partir del estu- de La Plata (UNLP) respectivamente. dio de piezas arqueológicas pertenecientes Desde el momento en que fue creado el a las colecciones de los museos Arqueológi- Depto. de Educación y Difusión diversas ac- co Provincial Cóndor Huasi del Dpto. Belén tividades en torno a la difusión y revaloriza- y el Arqueológico Municipal Adán Quiroga ción de nuestro Patrimonio Cultural fueron de nuestra ciudad Capital (Fig 6). realizadas, representadas por charlas en En el año 2013 en el marco de la 10º Feria ámbitos educacionales, cursos de capaci- Provincial del Libro, el Depto. Educación y tación dictados a las fuerzas de seguridad Difusión tuvo una activa participación en la como Gendarmería Nacional Argentina, organización de las “Jornadas de Actuali- Policía de la Provincia de Catamarca y Po- zación y Divulgación de Arqueología y Pa- licía Aeroportuaria (Fig. 5). Con esta últi- leontología de Catamarca”. Evento que per- ma Institución se concretaron prácticas de mitió la comunicación de los resultados de reconocimiento de materiales arqueológico las investigaciones llevadas a cabo por los

ANEXO 311 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Figura 5. Prof. José R. Carreras y Lic. Mónica A. López efectuando una práctica de reconocimiento de material arqueológico a los aspirantes de la Escuela de Suboficiales de Policía de la provincia de Catamarca.

Figura 6. Prof. Carlos Javier Saracho y su cuerpo de baile “Grupo América Baila” (ciudad de Belén).

Figura 7. Personal de la Dirección junto a algunos investigadores que participaron de las Jornadas.

312 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca proyectos arqueológicos y paleontológicos, el año 2006, efectuada en el “Museo de Arte que se desarrollan en Catamarca y cuyos Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco resultados se ven plasmados en la presente en la Ciudad de Buenos Aires”, este último publicación (Fig. 7) evento fue organizado entre el aludido mu- seo y la Fundación Centro de Estudios Para Políticas Públicas Aplicadas (CEPPA). Nuestros Museos y su Un párrafo aparte merece la mención del Legado Milenario Sitio Arqueológico El Shincal de Quimivil, uno de los sitios más importantes del No- No podemos dejar de mencionar a los mu- roeste Argentino, situado a 6 km de la loca- seos dependientes de la Dirección Provin- lidad de Londres, Depto. Belén Catamarca. cial de Antropología con sede en el interior Tiene una extensión que supera las 30 ha. y provincial, ellos son Museo Arqueológico alberga un centenar de estructuras arqueoló- Provincial Cóndor Huasi del Depto. Belén, gicas emblemáticas del Estado Inca (Fig. 8) Museo Arqueológico Provincial Samuel Fue descubierto en el año 1900 por el in- Alejandro Lafone Quevedo del Depto An- geniero Hilarión Furque a los que les siguie- dalgalá y Museo Arqueológico Provincial ron naturalistas, viajeros e investigadores. Eric Bóman del Depto. Santa María. Estas Las investigaciones sistemáticas iniciadas Instituciones tienen como principal función por el Dr. Rodolfo A. Raffino y su equipo de el representar a la Autoridad de Aplicación investigación a partir de la década de 1990 en cumplimiento a la actual legislación vi- (continúan en la actualidad) lo dan a cono- gente en materia arqueológica y paleonto- cer al sitio como un centro administrativo y lógica, en sus respectivos ámbitos departa- ceremonial Inka. mentales. En el año 1997 fue declarado Monumento Los mencionados museos representan Histórico Nacional por la comisión Nacio- un atractivo turístico-cultural reconocido a nal de Museos, Monumentos y Lugares His- nivel provincial, nacional e internacional, tóricos (Decreto Ley Nº 1145/97). También dado que atesoran una exquisita y variada se encuentra dentro de un área que ha sido colección, las cuales son objetos de contem- declarada “Área Natural Protegida” por la plación y admiración por parte del público Secretaría de Ambiente de la Provincia de visitante, como así también de estudio por Catamarca (Decreto M.O. y S.P. (S.A. y A.) investigadores nacionales y extranjeros. Nº 679/07). Muestra de ello corresponden a la exhibi- Cabe destacar que desde el año 2014 se ción de piezas arqueológicas pertenecientes dieron inicio una serie de actividades ten- a los tres repositorios en diferentes eventos dientes a la anhelada puesta en valor del de carácter culturales, tales como su partici- sitio arqueológico El Shincal de Quimivil, pación en la Ciudad de Cosquín, Provincia donde se hace indispensable mencionar de Córdoba en el año 1998; en el año 2003 la activa participación y colaboración de piezas pertenecientes a la colección del la Fundación de Historia Natural Félix de “Museo Cóndor Huasi” fueron expuestas Azara. en la Feria Interprovincial llevada a cabo en Dichas acciones consistieron en el acon- la Ciudad de Jujuy, organizada por el Con- dicionamiento integral del yacimiento (Fig sejo Federal de Inversiones (CFI). Materiales 9) y su museo de sitio. Este último fue obje- arqueológicos pertenecientes a los tres mu- to de refacciones y remodelaciones (amplia- seos provinciales participaron junto a doce ción de salas de exposición), con el propósi- museo e instituciones públicas, mayormen- to de mejorar la exhibición de los materiales te del interior del país en la Muestra “Teso- expuestos, acondicionar el mobiliario acor- ros Precolombinos del Noroeste Argentino” de a las nuevas tendencias museísticas, con

ANEXO 313 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

lo cual se logró dotar al museo de una inno- para exposiciones temporarias de temáticas vadora muestra arqueológica (Fig. 10). diversas. El renovado Museo de Sitio albergará El complejo cultural también ofrecerá al aquellos materiales culturales recupera- turista un área comercial, una confitería y dos de las excavaciones, se suman a esta un patio de artesanos, instituyéndose en colección piezas arqueológicas que fueran una propuesta única, digna de conocer y entregadas por los pobladores locales, ha- disfrutar de la cultura en la provincia de biéndose generado un espacio destinado Catamarca.

Figura 8. Emplazamiento de El Shincal - Ciudad de Londres- Depto. Belén.

Figura 9 y 10. Colocación de cartelería y acondicionamiento del museo de sitio por personal de la Fundación AZARA.

314 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Fichas Informativas de los Museos Provinciales

Museo Arqueológico Provincial Eric Boman – Depto. Santa María

Reseña: Tiene a su resguardo una de las colecciones más valiosas de la provincia. Entre las piezas arqueológicas que componen la colección, es posible encontrar una variedad de objetos manufacturados en cerámica, hay gran cantidad y diversidad en piedra, metal y cestería. El mayor número de piezas cerámicas lo constituyen las denominadas Cultura Santa María y Belén, en menor cantidad se encuentran las correspondientes a las Culturas Cóndor Hua- si, Ciénaga, Inca y contacto Hispano Indígena. Entre los bienes culturales que posee el museo, se destaca a colección de oro y plata expro- piada al Padre Baudilio Vázquez.

Dirección: Esquina de calles Sarmiento y Belgrano, dentro del Centro Cultural Yokavil. Santa María, provincia de Catamarca.

Correo: [email protected]

ANEXO 315 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Museo Arqueológico Provincial “Samuel Alejandro Lafone Quevedo” Depto. Andalgalá

Reseña: El Museo posee como parte de su Patrimonio más de 550 piezas arqueológicas. La mitad de su colección se encuentra en exhibición. El origen de la misma radica en las exca- vaciones llevadas a cabo por quienes dirigieran la institución. Un gran porcentaje también fueron sumadas gracias a la donación del Sr. Lorenzo Pederzoli, un coleccionista local que desinteresadamente puso a disposición del Museo más de 120 piezas. También cabe desta- car el gran número de vecinos que siguen, con su colaboración, incrementando la colección del Museo a través de donaciones y préstamos. Más del 40% del patrimonio arqueológico del Museo consta de piezas cerámicas, un 30% de piezas en piedras, un 20% en restos óseos y un 10% en materiales de metal y textil.

Dirección: Pérez de Zurita, frente a la plaza principal, Andalgalá, provincia de Catamarca. Correo: [email protected]

316 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Museo Arqueológico Provincial Cóndor Huasi – Depto. Belén

Reseña: El museo atesora una riquísima colección con un número que superan las 1000 piezas arqueológicas. Las mismas corresponden a las distintas culturas que poblaron el territorio catamarqueño desde hace más de 10.000 años, destacándose por sus modelados y colores las pertenecientes a la “Cultura Cóndor Huasi”, de allí el nombre que recibió el museo. Se pueden observar desde antiguos objetos de piedras tallados, relacionado con la actividad cazadora- recolectora, hasta aquellos que fueron contemporáneos con la conquista espa- ñola. En todos los casos los bienes culturales resguardados evidencian un conocimiento y manejo de la técnica lítica, metalúrgica, cerámica, ósea, entre otras.

Dirección: San Martín 310 – Planta Alta- Galería Misael- Ciudad de Belén, provincia de Catamarca.

Correo: [email protected]

ANEXO 317 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

MARCO LEGAL PROVINCIAL Y NACIONAL

Leyes y Decretos Vigentes ARTÍCULO 6º: La Dirección General de Antro- pología de la Provincia, estará a cargo de un Di- LEY Nº 4.238. rector y el siguiente personal: Secretario, Jefes de Departamentos, Investigadores, Colaboradores EL SENADO Y CAMARA DE DIPUTADOS DE Adjuntos, Bibliotecario, Auxiliar Administrativos, LA PROVINCIA DE CATAMARCA SANCIO- personal de maestranza y servicios, cuyos deberes NAN CON FUERZA DE LEY: y atribuciones se especifican más adelante.

ARTÍCULO 1º: Créase la Dirección General de ARTÍCULO 7º: Para ser Director de la Dirección Antropología de la Provincia de Catamarca con General de Antropología se deberá poseer Título sede en la Ciudad de Andalgalá, la que dependerá de Licenciado en Ciencias Antropológicas, Licen- de la Subsecretaría de Cultura y Educación. ciado en Historia o títulos afines. Deberá ser ar- gentino nativo o naturalizado con diez años de ARTÍCULO 2º: Dependen de la Dirección Gene- residencia en el país. Será designado por el Poder ral de Antropología los Museos Arqueológicos y Ejecutivo de acuerdo a las normas vigentes. Antropológicos. ARTÍCULO 8º: a) Son deberes y atribuciones del ARTÍCULO 3º: La Dirección General de Antropo- Director velar por el cumplimiento de los objetivos logía es el organismo específico de aplicación de la de creación y funcionamiento de la Dirección Ge- Ley Nº 3.223 y de cualquier otra Ley que pudiera neral de Antropología. modificar o reemplazar a la misma. b) Dirigir la labor administrativa, museística y científica de la Dirección. ARTÍCULO 4º: La Dirección General de Antropo- c) Atender estrictamente al cumplimiento de la logía tendrá las siguientes funciones: Ley defensa de patrimonio antropológico de la a) Defensa del patrimonio antropológico de la Pro- Provincia. vincia. d) Conjuntamente con los Jefes de Departamento b) Estudio y divulgación del patrimonio antropo- planificar toda la labor de estudio, divulgación y lógico de la Provincia. defensa del patrimonio antropológico de la Pro- c) Favorecer y fomentar el estudio científico de su vincia. patrimonio antropológico realizado por Cientí- e) Es el responsable de todas las publicaciones que ficos o Instituciones Nacionales o Extranjeras. edite la Dirección General de Antropología. d) Difundir los problemas y avances de las Cien- cias Antropológicas. ARTÍCULO 9º: El Secretario de la Dirección Gene- e) Promover la conformación de recursos huma- ral de Antropología deberá poseer título habilitan- nos en el área de la Antropología. te. Será propuesto por el Director General y desig- f) Firmar convenios con centros e instituciones nado por el P.E. de acuerdo a las normas vigentes. del país o del extranjero para realizar tareas de Son funciones del Secretario: investigación o de preservación del patrimonio a) Colaborar con el Director en todos los asuntos antropológico de la Provincia. Administrativos y académicos de la Dirección g) Publicar y difundir los resultados de todas sus General. actividades. b) Controlar la tarea del personal administrativo, h) Organizar jornadas, congresos, seminarios y de maestranza y de servicio. cursos relacionados con la problemática antro- c) Llevar y controlar todos los libros y documentos pológica local, regional y nacional. que emanen de la Dirección General. i) Fomentar la creación de nuevos museos regio- nales y parques arqueológicos en el ámbito de la ARTÍCULO 10º: Los Jefes de Departamento de- Provincia. Art. 4 (i) Ley Provincial Nº 4238. berán poseer título habilitante o conocida versa- ción antropológica a juicio del Director General ARTÍCULO 5º: La Dirección General de Antro- que propondrá su designación, la cual se hará de pología de la Provincia estará integrada por los acuerdo a las normas vigentes. Son funciones de siguientes Departamentos: Arqueología, Antropo- los Jefes de Departamentos: logía Cultural, Folklore, Lingüística, Museología y a) Presentar al Director General para su aproba- Ciencias Auxiliares. ción toda la labor de cada Departamento, pre-

318 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

viamente planificada por Áreas. ARTÍCULO 16º: El Director General estará autori- b) Establecer las necesidades propuestas anuales zado para dictar un reglamento de funcionamien- de cada Departamento, las que serán elevadas a to interno para la Dirección General. la Dirección y gestión. c) Orientar y supervisar las tareas del personal del ARTÍCULO 17º: La Dirección General de Antro- Departamento. pología de la Provincia comenzará su funciona- miento de acuerdo a las posibilidades presupues- ARTÍCULO 11º: Los Investigadores deberán poseer tarias existentes. título habilitante o conocida versación antropologí- ca a juicio del Director General quién propondrá su ARTÍCULO 18º: El Centro Antropológico iniciará designación, la cual se hará de acuerdo a las normas su actividad con la designación de 1 (un) Director, vigentes. Son funciones de los Investigadores: 1 (un) Secretario y el personal mínimo adminis- a) Realizar las tareas que les sean encomendadas trativo para poner en marcha el Proyecto de Ley, por el Director General o el Jefe del Departamen- a medida que avance en su organización, se irán to respectivo. cubriendo los restantes cargos. b) Deberán participar en todas las tareas científicas de divulgación y preservación del patrimonio ARTÍCULO 19º: De forma. antropológico de la Provincia que planifique y organice la Dirección General. DADA EN LA SALA DE SECCIONES DE LA LE- c) Presentar los informes resultantes de cada inves- GISLATURA DE LA PROVINCIA DE CATAMAR- tigación al Director General. CA, A LOS ONCE DIAS DEL MES DE DICIEM- BRE DEL AÑO MIL NOVECIENTOS OCHENTA ARTÍCULO 12º: Los Colaborares Adjuntos son Y CUATRO. personas con antecedentes considerados suficien- tes por la Dirección. Desarrollan sus tareas bajo el Fdo. Dr. EFRAIN ROSALES, Presidente Cámara control del Jefe del Departamento respectivo o del de Diputados. Director General. Son designados en carácter ad- Fdo. Dr. OSCAR EDUARDO ROMERO, Secretario honorem por el Director General. Cámara de Diputados. Fdo. MARCOS EFRAIN SAADI, Presidente Provi- ARTÍCULO 13º: El Bibliotecario deberá poseer títu- sorio Cámara de Senadores. lo habilitante y su designación será propuesta por el Fdo. CLEMENTE VENTURA MARCOLLI, Secre- Director conforme las normas vigentes. Son funcio- tario Cámara de Senadores. nes del Bibliotecario: a) Confeccionar el presupuesto de necesidades para SAN FERNANDO DEL VALLE DE CATAMAR- la Biblioteca el que será elevado para su aproba- CA, 18 DE ENERO DE 1985. ción. b) Realizar las gestiones de tipo administrativo ne- DECRETO G. Nº 136. cesarias para lograr la aprobación del presupues- to de necesidades. c) Efectuar el fichaje de todas las publicaciones que posee la Biblioteca de la Dirección General. EL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA d) Es el responsable de las existencias bibliográficas DECRETA: de la Biblioteca. Las consultas se realizarán en el local respectivo, salvo autorización del Director ARTÍCULO 1º: Téngase por Ley de la Provincia la General. precedente sanción, Cúmplase, Comuníquese, Pu- blíquese, dese al Registro Oficial y Archívese. ARTÍCULO 14º: El Personal Administrativo y de servicio será designado de acuerdo a las normas REGISTRADA CON EL Nº 4.238. vigentes en la Administración Central. Estará bajo la inmediata dependencia del Secretario. LEY 4218

ARTÍCULO 15º: El Director General podrá extender “PRESERVACION DE LOS VESTIGIOS Y/O cualquier constancia inherente a las finalidades es- RESTOS, YACIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS, pecíficas de la Dirección General de Antropología. ANTROPOLÓGICOS Y PALEONTOLOGICOS EXISTENTES EN LA PROVINCIA”

ANEXO 319 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

ARTICULO 1°: Son propiedad exclusiva del Esta- torio, quedando a tales fines, sujetas a la jurisdic- do Provincial, todos los vestigios, restos y/o yaci- ción del Organismo de aplicación y ejecución de la mientos arqueológicos, antropológicos y paleonto- presente Ley. lógicos existentes en su territorio. ARTICULO 9°: Toda persona física o jurídica que ARTICULO 2°: Prohíbase en todo el territorio de encontrare o descubriere vestigios, restos y/o yaci- la Provincia, la explotación y estudios de vestigios, mientos, deberá dar cuenta de inmediato a la Di- restos y/o yacimientos referidos en el artículo ante- rección de Cultura, directamente o por intermedio rior, sin la correspondiente autorización del Poder de sus delegaciones; todo ocultamiento u omisiones Ejecutivo, en la forma y modo que establece esta hará pasibles al o a los autores de las sanciones esta- Ley. blecidas en la presente Ley.

ARTICULO 3°: Prohíbase asimismo, la documen- ARTICULO 10°: Se establece como sanción, para tación por cualquier medio, sin la correspondiente las conductas definidas en el artículo anterior, ade- autorización, de los referidos vestigios, restos y/o más del decomiso de los elementos, una multa que yacimientos. establecerá la Dirección de Cultura en la forma y modo que establece esta Ley. ARTICULO 4°: Prohíbase también en forma expre- sa, la venta, comercialización y apropiación de los ARTICULO 11°: Los propietarios responsables de referidos elementos, como asimismo su exportación colecciones de elementos que encuadren en la ma- y/o salida de la Provincia, salvo en calidad de prés- teria a que se refiere esta Ley, de existencia ante- tamo para estudio y/o exposición, necesitando para rior a la misma, tienen la obligación de presentar tales fines, la expresa autorización del Poder Ejecu- un catálogo - inventario, por ante la Dirección de tivo de la Provincia. Cultura, en un plazo no mayor a sesenta días, desde su promulgación, quien verificará la exactitud del ARTICULO 5°: La investigación científica de los mismo. vestigios, restos y/o yacimientos arqueológicos y En caso de incumplimiento, la Dirección de Cultura antropológicos, existentes en el territorio de la Pro- podrá decomisarlas, con destino a museos provin- vincia, solo podrá ser realizada por Instituciones ciales de la especialidad. Científicas o por Investigadores nacionales oex- tranjeros, previamente registrados como tales, con- ARTICULO 12°: El Estado Provincial podrá expro- forme lo establece esta Ley, contando además con la piar los vestigios, restos y/o yacimientos arqueológi- correspondiente autorización. cos y antropológicos que se encuentren en poder de particulares, sean estos personas físicas o jurídicas ARTICULO 6°: Será autoridad de aplicación y eje- y que se estimen necesarios para el enriquecimiento cución de la presente Ley, la Dirección de Cultura de los museo provinciales de la especialidad. de la Provincia, la que contará con el asesoramiento científico en cada una de las materias por personal ARTICULO 13°: En caso de que la conservación dependiente de la misma. de vestigios, restos y/o yacimientos, impliquen una Cada vez que lo considere necesario, conveniente y servidumbre perpetua, el Estado Provincial indem- útil, podrá recurrir al asesoramiento especializado nizará a los propietarios, previa expropiación del de personal dependiente de la Universidad Nacio- terreno donde se encuentren los mismos. nal de Catamarca u otras instituciones. ARTICULO 14°: Los infractores de la presente Ley ARTICULO 7°: La Dirección de Cultura deberá serán penados con el inmediato decomiso de los designar delegados en el interior de la Provincia, a elementos y una multa que ascenderá al ciento por efectos de la implementación y cumplimientos de ciento del valor de la tasación de estos. la presente Ley, designaciones que deberá recaer La tasación será realizada por los asesores científi- en personas o Instituciones de conocida solvencia cos mencionados en el artículo sexto de la presente científica en la materia. Ley.

ARTICULO 8°: La colaboración con la Dirección de ARTICULO 15°: La Dirección de Cultura llevará Cultura, por parte de Autoridades Policiales, Muni- un Registro actualizado de las instituciones e in- cipales, Docentes y de Turismo, en todo el territorio vestigadores nacionales o extranjeros dedicados a de la Provincia, se establece con carácter de obliga- la investigación científica sobre los elementos a que

320 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca se refiere la presente Ley, donde deberán anotar su peciales se encuentren acumulaciones de restos inscripción como tales, conforme al modo y forma arqueológicos y paleontológicos, cuya explotación que se establecerá en la reglamentación a los efec- convenga a los intereses de la ciencia. tos de obtener las autorizaciones correspondientes Los sitios arqueológicos contemplados son: ves- a que se refieren distintos artículos de esta norma y tigios superficiales (restos aislados o conjuntos), colaborar en esa forma a un ordenamiento racional estructuras, etc., y todos aquellos materiales, cual- que tienda a favorecer en todo sentido la correcta quiera sea su naturaleza que contengan la matriz investigación científica. sedimentaria. Los de interés antropológica son aquellos de índole etnográfico, etnológico, lingüís- ARTICULO 16°: La Dirección de Cultura propen- tico, etc., que deberán en todos los casos, someterse derá a que los distintos establecimientos educa- al peritaje científico de la autoridad de aplicación y cionales de la provincia, primarios, secundarios y ejecución de la Ley, quien evaluará y se expedirá terciarios, incluyan en sus planes de estudio, con sobre la necesidad o no de su apropiación. carácter de obligatorio, la enseñanza de las distintas materias que contempla esta Ley; enseñanza que ARTICULO 3°: A los fines de resguardar la se- también estará a cargo de otras Instituciones sean riedad y el interés científico, serán autorizados estas Públicas o privadas. únicamente a emprender dichas investigaciones, las personas físicas o jurídicas que se registren en ARTICULO 17°: El Poder Ejecutivo tomará e ins- calidad de investigadores con la debida anticipa- trumentará las providencias necesarias para cubrir ción, por ante la Dirección de Antropología de la los gastos que demande la aplicación de la presente Provincia, quien podrá extender las autorizaciones Ley. correspondientes para iniciar y/o continuar las in- vestigaciones científicas. ARTICULO 18°: Derógase toda norma que se oponga a la aplicación de la presente Ley. ARTICULO 4°: La autoridad de aplicación de la Ley N° 4238, podrá extender bajo su exclusiva ARTICULO 19°: Comuníquese, regístrese, dese al responsabilidad, las autorizaciones para la salida Registro Oficial y Archívese. de materiales arqueológicos y antropológicos del territorio catamarqueño, previa elaboración del LEY REGISTRADA CON EL NÚMERO 4218. inventario correspondiente, con fines científicos y de estudio, debiendo contemplar el inmediato San Fernando del Valle de Catamarca, 23 de agos- retorno de los mismos, una vez superada la etapa to de 1993 clasificatoria, cuando se trate de objetos extraídos en excavaciones o recolectados en superficie, por misiones debidamente autorizadas. VISTO: Las Leyes N° 4238 y 4218, y ARTICULO 5°: La Dirección de Antropología adoptará las medidas que correspondan, a fin de CONSIDERANDO: concretar el registro arqueológico de la Provincia, Que se hace necesaria su reglamentación. para lo cual ubicará sistemáticamente en un mapa Por ello: especial, todos los yacimientos arqueológicos, pa- leoantropológicos y paleontológicos descubiertos EL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE o que se descubran. CATAMARCA ARTICULO 6°: El Registro de Yacimientos Ar- DECRETA queológicos y paleontológicos deberá mencionar como mínimo los siguientes ítems: ARTICULO 1°: Apruébese el presente ordena- DELIMITACIÓN GEOGRÁFICA: Nombre del si- miento reglamentario de Ley Provincial N° 4218, tio, otros nombres, país, provincia, departamento. siendo autoridad de aplicación la Dirección de An- UBICACIÓN DE LA CARTOGRAFIA ACTUAL: tropología, conforme lo dispone el Artículo 3° de la I.G.M.; D.G.M.; P.C.N.; A.C.A. Ley N° 4238. MEDIO NATURAL: Relieve, altura, depresión, planicie, plano inclinado. ARTICULO 2°: Considerase en general yacimien- HIDROGRAFIA: Orientación de la red, diseño de to, todo lugar donde, debido a circunstancias es- la red.

ANEXO 321 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

SUELOS: Tipos. mismas en el registro que a tal efecto habilite la Di- VIENTOS: Velocidad media, frecuencia. rección de Antropología, para la confección de sus PRECIPITACIONES: Mensuales, anuales. respectivos inventarios. Además deberán exhibir TEMPERATURAS: Extremas, medias al público dichas colecciones por lo menos una vez FACTORES BIOTICOS por semana y quedarán sujetos a las disposiciones BOTANICOS: Plantas autóctonas silvestres, plan- de la Ley N° 4218 y a la presente reglamentación. tas autóctonas domésticas. ZOOLOGICAS: Animales autóctonos silvestres, ARTICULO 8°: Las piezas arqueológicas deberán animales autóctonos domésticos, animales forá- ser inventariadas de acuerdo a las siguientes espe- neos. cificaciones. GEOGRAFIA: Sistema, cordón, cerro o valle, etc. COLECCIONES: (nombre). LATITUD: DEPOSITARIO: Apellido, nombre, dirección, do- LONGITUD: cumento. ALTURA: S/N.M. NUMERO DE CATALOGO: POSICION: Respecto a conjuntos urbanos actua- FECHA DE INVENTARIO les, ciudad con infraestructura más cercana, otros FOTO BLANCO Y NEGRO N° poblados. FOTO COLOR N° ACCESOS: Por tierra, por caminos, (bueno, regu- ROLLO BLANCO Y NEGRO N° lar, malo). ROLLO COLOR N° FRECUENCIA DE TRANSITO: Alta, media, baja. SUPERFICIE DE LA PIEZA: Externa o interna (co- TIPO DE USUARIO: Peatones, jinetes, automóvi- lor, tratamiento, brillo). les; agua (si-no). DECORACIÓN: Plástica, pintada, ubicación. RUTA: Provincial, Nacional, (distancia - transita- APENDICES: Tipo, cantidad, forma, largo, ancho, bilidad). espesor, ubicación (asas, apoyo, adorno). MATERIAL UTILIZADO EN LA CONSTRUC- FONDO: Diámetro máximo, diámetro mínimo, CION: Ladrillo, adobe, piedra, madera, otros. comentario. PARED: BASE: diámetro máximo, diámetro mínimo, co- COMPOSICIÓN: Simple, doble, otros. mentario. SECCION: Acomodación (vertical - oblicua). CUERPO: Simple, compuesto, diámetro máximo, CARAS: Paralelas, convergentes, divergentes. diámetro mínimo. DISTANCIA ENTRE LAS CARAS: CUERPOS QUE FORMAN LA PARED: ARTICULO 9°- A los fines del artículo prece- RESOLUCION DE LOS ANGULOS: dente, la Dirección de Antropología dispondrá la OTROS MATERIALES EMPLEADOS: Argamasa, impresión de fichas especiales con las que se con- revoque, (composición). feccionará un sistema de registro en el que conste TERMINACIÓN O DECORACIÓN: Plástica o de forma organizada toda la riqueza arqueológica pintada. provincial. CARA INTERNA Y EXTERNA: Piedra descubier- La fiscalización de las colecciones será efectuada ta, piedra cubierta (parte superior - regular o irre- por la Dirección de Antropología. gular). PISO: Material. ARTICULO 10°: Todo pedido de autorización ELEMENTOS ADICIONALES: Escaleras (interior para realizar trabajos de investigación se ajustará - exterior). a los siguientes requisitos: ABERTURAS: (Pasillos, pasajes) a) Estar inscripto en el Registro habilitado a tal TECHOS: Su composición (interior - exterior), efecto. Ser profesional de reconocida experien- otros. cia en la disciplina pertinente. En caso contrario FORMA EN PLANTA: Circular, elíptica, rectangu- deberá ser avalado por un profesional con los lar, otros. respectivos antecedentes. FOTOS: a) Presentación de un aval de la Institución que pa- PLANOS: trocina la investigación. CROQUIS: a) Presentación de un plan analítico de trabajo y cronograma. ARTICULO 7°: Los tenedores de colecciones ar- a) Plazo estimativo de publicación de los trabajos. queológicas, paleontológicas y paleoantropológi- a) Una vez receptada la solicitud, la Dirección de cas existentes en la Provincia, deberán inscribir las Antropología evaluará el proyecto y los antece-

322 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

dentes, debiendo expedirse dentro de los treinta de estén ubicados los yacimientos arqueológicos, días corridos de la recepción de la documenta- paleontológicos y/o paleoantropológicos, podrán ción requerida. alterar, dañas o destruir estos. Cuando el dueño o los dueños del inmueble donde estén ubicados los ARTICULO 11°: Los permisos de investigación, yacimientos quiera disponer de los mismos, pre- prospección o excavación se otorgarán por el tér- viamente dará cuenta a la Dirección de Antropo- mino de un año y podrán ser renovados por igual logía, para que esta intervenga a fin de preservar término hasta la finalización de la misma, debién- los mismos y hacer cumplir la Ley Provincial N° dose cumplir previamente, con la presentación de 4218. los respectivos informes. Los informes se presentarán por escrito y meca- ARTICULO 17°: Cuando en las construcciones de nografiados con dos copias por ante la Dirección obras públicas, en excavaciones o remociones de de Antropología, lo mismo que el inventario de terrenos por el Estado, o por los particulares, se los materiales extraídos de cada campaña. encontraren restos prehistóricos, los responsables darán aviso de inmediato a la Dirección de Antro- ARTICULO 12°: Cuando un yacimiento es explo- pología, para que actúe en consecuencia a los fines rado y/o explotado por una misión científica, no de su salvataje. se considerará ninguna otra autorización, si ésta no lo permite, para que otra misión investigue si- ARTICULO 18°: La Dirección de Antropología de multáneamente. la Provincia velará por el estricto cumplimiento de La Dirección de Antropología, toda vez que lo la Ley N° 4218 y de la presente reglamentación, considere de interés científico y/o por razones de con la correspondiente autoridad para aplicar las contralor, incorporará a las misiones autorizadas, penalidades que se impongan a los infractores el personal técnico y/o especializado de su depen- y denunciar ante la Justicia las infracciones que dencia que estime necesario. constituyan delitos.

ARTICULO 13°: La Dirección de Antropología ARTICULO 19°: Las autoridades comunales y podrá recabar de la autoridad policial más próxi- policiales de la Provincia prestarán colaboración ma, la colaboración necesaria para constatar el permanente a la Dirección de Antropología a los material acopiado por una misión en su tarea de fines del cumplimiento de la Ley N° 4218 y de su exploración y/o explotación de un yacimiento, sin reglamentación, especialmente en lo relativo a las perjuicio de la inspección o contralor de su perso- tareas de contralor del tráfico de objetos arqueoló- nal. gicos, decomisos, infracciones, etc. Los empleados Cuando una misión finalice su labor, someterá a o funcionarios comunales y policiales que negaren la inspección, verificación y contralor de la Direc- esta colaboración sin justificación, serán pasibles ción de Antropología, todo el material extraído del de las sanciones establecidas por incumplimiento yacimiento o de los yacimientos explotados, a los de sus deberes como funcionario o empleado. fines del estricto cumplimiento de la Ley. ARTICULO 20°: Los infractores de la presente ARTICULO 14°: Las publicaciones que fueran norma reglamentaria de la Ley N° 4218 serán pe- producto de las investigaciones autorizadas de- nados con el inmediato decomiso de los especíme- berán ser remitidas, sin cargo con destino a la bi- nes causantes de la infracción y una multa que as- blioteca de la Dirección de Antropología y museos cenderá al trescientos por ciento (300%) del valor arqueológicos provinciales. de la tasación de estos, que será efectuada por la Dirección de Antropología o peritos que la misma ARTICULO 15°: Cuando una misión científica, designe. infligiere la Ley Provincial N° 4218 y la presente El material decomisado, pasará a enriquecer las reglamentación, la Institución a la que pertenece colecciones de los museos de la Provincia. El gas- no obtendrá en lo sucesivo ningún permiso para to que demande el traslado de las piezas que se efectuar investigaciones de tal naturaleza en la incauten, sean para su retorno al lugar de origen provincia. Igual sanción se aplicará al investigador o ciudad capital, correrá por cuenta exclusiva del incumplidor. infractor de la Ley, debiéndose girar lo actuado a conocimiento de la Justicia a los fines que corres- ARTICULO 16°: Ninguna persona física o jurídi- pondan. ca, ni el propietario o propietarios del terreno don-

ANEXO 323 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

ARTICULO 21°: Los propietarios de colecciones de fósiles en un cuerpo de roca o sedimentos ex- arqueológicos y/o antropológicas, aún aquellas puestos en la superficie o situados en loopback - el de existencia anterior a la sanción de la presente subsuelo o bajo las aguas jurisdiccionales. norma reglamentaria de la Ley N° 4218, quedan sujetos al estado de disponibilidad permanente de ARTICULO 3°.- La presente ley será de aplicación las colecciones si la Dirección de Antropología, lo en todo el territorio de la Nación. considera necesaria y útil, tanto para la investiga- ción científica como para su exhibición y/o exposi- ción pública. Se establece además que en ningún De la distribución de competencias y de las autori- caso, estas colecciones particulares podrán ser en- dades de aplicación. riquecidas con materiales arqueológicos de origen posterior al respectivo catálogo inventario, que ARTICULO 4°.- Serán facultades exclusivas del previamente deberán denunciar sus tenedores. Estado nacional: a) Ejercer la tutela del Patrimonio Arqueológico y ARTICULO 22°: Toda cuestión relativa a la inter- Paleontológico. En orden a ello deberá adoptar las pretación o aplicación de la Ley N° 4218 o de la medidas tendientes a su preservación, y a fomen- presente reglamentación, serán resueltas de forma tar la divulgación. definitiva y sin recurso alguno por la Dirección de b) Ejercer la defensa y custodia del Patrimonio Ar- Antropología, la que podrá si lo estima convenien- queológico y Paleontológico en el ámbito interna- te, solicitar dictamen jurídico o técnico. cional, mediante la prevención y sanción de impor- taciones o exportaciones ilegales. En orden a ello ARTICULO 23°: Comuníquese, publíquese, dese deberá instrumentar las acciones para gestionar la al Registro Oficial y Archívese. devolución de los bienes arqueológicos y/o paleon- tológicos al correspondiente país de origen. DECRETO C.E. N° 1479.- ARTICULO 5°.- El Instituto Nacional de Antropo- logía y Pensamiento Latinoamericano, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, será el or- LEY NACIONAL Nº 25.743 ganismo nacional competente que tendrá a su car- go las facultades previstas en el artículo anterior del PROTECCIÓN del PATRIMONIO ARQUEO- Patrimonio Arqueológico. LÓGICO y PALEONTOLÓGICO La protección del Patrimonio Paleontológico estará a cargo del organismo nacional que se establezca De los objetivos y bienes arqueológicos y paleon- conforme con lo previsto por el artículo 55 de la tológicos presente ley. Son funciones de cada uno dar cumplimiento a lo siguiente: ARTICULO 1°.- Es objeto de la presente ley la a) Crear y organizar el Registro Nacional de Yaci- preservación, protección y tutela del Patrimonio mientos, Colecciones y Objetos Arqueológicos y Arqueológico y Paleontológico como parte inte- el Registro Nacional de Yacimientos, Colecciones grante del Patrimonio Cultural de la Nación y el y Restos Paleontológicos, con la información que aprovechamiento científico y cultural del mismo. se requerirá a las jurisdicciones locales. b) Crear un Registro Nacional de Infractores y Rein- ARTICULO 2°.- Forman parte del Patrimonio Ar- cidentes. queológico las cosas muebles e inmuebles o ves- c) Establecer las correspondientes relaciones de tigios de cualquier naturaleza que se encuentren coordinación y colaboración con los organismos en la superficie, subsuelo o sumergidos en aguas competentes en la materia, existentes en las pro- jurisdiccionales, que puedan proporcionar infor- vincias. mación sobre los grupos socioculturales que ha- bitaron el país desde épocas precolombinas hasta ARTICULO 6°.- Son facultades exclusivas de las épocas históricas recientes. provincias y del Gobierno Autónomo de la Ciudad Forman parte del Patrimonio Paleontológico los de Buenos Aires: organismos o parte de organismos o indicios de a) Establecer la creación del organismo competente la actividad vital de organismos que vivieron en que tendrá a su cargo la aplicación de la ley de el pasado geológico y toda concentración natural protección del Patrimonio Arqueológico y Pa-

324 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

leontológico o atribuir estas funciones a un orga- Del dominio sobre los bienes arqueológicos y pa- nismo ya existente. leontológicos b) Organizar en sus respectivas jurisdicciones un Registro de Yacimientos, Colecciones y Objetos ARTICULO 9°.- Los bienes arqueológicos y pa- Arqueológicos y un Registro de Yacimientos, leontológicos son del dominio público del Estado Colecciones y Restos Paleontológicos, tenien- nacional, provincial o municipal, según el ámbito do como base preferentemente la metodología territorial en que se encuentren, conforme a lo es- adoptada por la Autoridad de Aplicación, a fin tablecido en los de facilitar la artículos 2339 y 2340 inciso 9° del Código Civil y mejor coordinación nacional. por el artículo 121 y concordantes de la Constitu- c) Crear un Registro de Infractores en materia ar- ción Nacional. queológica y paleontológica. d) Otorgar, a través de sus organismos competen- ARTICULO 10.- Los materiales arqueológicos tes, las concesiones para prospecciones e inves- y paleontológicos procedentes de excavaciones tigaciones. realizadas mediante concesiones o resultantes de e) Adecuar sus legislaciones en materia de conce- decomisos pasarán a poder del Estado nacional, siones, infracciones y sanciones a fin de lograr provincial o municipal, según correspondiere, centralizar y proporcionar dicha información a quedando los organismos de aplicación facultados los organismos nacionales o provinciales que lo a darle el destino que consideren más adecuado soliciten. y a fijar los espacios que reúnan los requisitos de f) Procurar la creación de delegaciones locales organización y seguridad indispensables para su dentro de su ámbito jurisdiccional a fin de un preservación. cumplimiento más eficiente de lo dispuesto en la presente ley. Del Registro Oficial de Yacimientos Arqueológi- g) Comunicar al Instituto Nacional de Antropolo- cos y Paleontológicos gía y Pensamiento Latinoamericano y al organis- mo nacional competente en materia paleontoló- ARTICULO 11.- Los dueños de los predios en gica las concesiones otorgadas, como asimismo, que se encuentren yacimientos arqueológicos o las infracciones y las sanciones aplicadas a fin paleontológicos, así como toda persona que los de lograr la centralización de la información. ubicare, deberá denunciarlos ante el organismo h) Comunicar al organismo competente nacional competente a los efectos de su inscripción en el las autorizaciones otorgadas para el traslado registro correspondiente. fuera del país de colecciones y objetos arqueoló- gicos o restos paleontológicos, para permitir su ARTICULO 12.- Cuando el organismo competen- conocimiento y adopción de medidas necesarias te inscriba en su registro un nuevo yacimiento ar- para aquellos casos en los que deba gestionar su queológico o paleontológico, deberá comunicarle recuperación y retorno al país. tal circunstancia al propietario del terreno donde se encuentre, sea persona física o jurídica, o corres- ARTICULO 7°.- Son facultades concurrentes del ponda a un municipio. Esta inscripción no implica Estado nacional, las provincias ninguna modificación al derecho de propiedad y el Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos sobre el fundo que tiene el particular o el Estado Aires concretar la adopción de políticas y medidas nacional, provincial o municipal. tendientes a alcanzar una legislación y organiza- ción administrativa uniforme en todo el territorio ARTICULO 13.- Toda persona física o jurídica que nacional que, reconociendo las practicase excavaciones con el objeto de efectuar particularidades locales, tienda a facilitar más efi- trabajos de construcción, agrícolas, industriales u cientemente la protección otros de índole semejante, está obligado a denun- e investigación del Patrimonio Arqueológico y Pa- ciar al organismo competente el descubrimiento leontológico. del yacimiento y de cualquier objeto arqueológico o resto paleontológico que se encontrare en las ex- ARTICULO 8°.- El poder de policía se ejercerá cavaciones, siendo responsable de su conservación conforme la distribución de competencias efectua- hasta que el organismo competente tome interven- das en la presente ley y el Estado nacional podrá ción y se haga cargo de los mismos. ejercerlo en forma concurrente con las provincias a solicitud de éstas. ARTICULO 14.- Si el organismo competente no

ANEXO 325 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

ordenare el reconocimiento del lugar y no se hi- objetos arqueológicos o restos paleontológicos ins- ciere cargo de lo obtenido en el plazo de diez (10) criptos en el Registro Oficial, no podrán enajenar- días de haber recibido la denuncia, la persona o los por título oneroso sin ofrecerlos en forma feha- entidad responsable de los trabajos, levantará un ciente y con carácter prioritario al Estado nacional acta con intervención de la autoridad competente o provincial, según corresponda. El Estado deberá local donde hará constar la identificación del lu- expedirse dentro de un plazo no mayor de noventa gar y entregará los hallazgos realizados, cesando a (90) días, aceptando la propuesta o dictaminando a partir de ese momento su responsabilidad. través del organismo competente, el justo precio de la colección o del objeto para su adquisición directa. ARTICULO 15.- Los vestigios arqueológicos y res- Si el enajenante estuviere disconforme con el precio tos paleontológicos inmuebles registrados que se señalado e insistiere en su intención de enajenación, encuentren dentro de predios de propiedad parti- deberá promover la acción judicial correspondiente cular quedan sujetos a la vigilancia permanente del para la fijación de su valor o solución del diferen- organismo competente quien podrá inspeccionarlos do. Si el organismo competente no se expidiere en siempre que lo juzgue conveniente, no pudiendo el término de noventa (90) días o lo hiciere mani- los propietarios o responsables crear obstáculos a la festando desinterés en la adquisición, el enajenante simple inspección. podrá disponer libremente del bien comunicando la nueva situación para su inscripción en el Registro Del Registro Oficial de Colecciones u Objetos Ar- Oficial. queológicos o Restos Paleontológicos ARTICULO 20.- Es nula toda enajenación realizada ARTICULO 16.- Las personas físicas o jurídicas que con violación a lo dispuesto con anterioridad a la fecha de promulgación de la en el artículo anterior, estando facultado el orga- presente tengan en su poder colecciones u objetos nismo competente a imponer una multa que no ex- arqueológicos o restos paleontológicos, de cual- cederá del cincuenta por ciento(50%) del valor del quier material y calidad, deberán dentro del plazo bien, al enajenante y al adquirente, quienes serán de noventa (90) días de la fecha mencionada denun- por ello solidariamente responsables y al secuestro ciarlos a la autoridad competente a los efectos de su de los materiales arqueológicos o paleontológicos inscripción en el Registro Oficial, quedando luego hasta tanto aquélla fuere pagada. bajo su posesión. Vencido dicho plazo legal se pre- sume que la tenencia de materiales arqueológicos o ARTICULO 21.- Los organismos competentes po- paleontológicos ha sido habida con posterioridad a drán autorizar la tenencia temporaria de objetos la fecha establecida y, por tanto, de procedencia ile- arqueológicos o restos paleontológicos a investiga- gal, dando lugar al decomiso de dichos bienes. dores o instituciones científicas por un período de- terminado, a fin de facilitar la investigación de los ARTICULO 17.- El organismo competente efectua- mismos. Los autorizantes deberán supervisar y con- rá un inventario de las colecciones, objetos y restos trolar el préstamo de los materiales, se encuentren denunciados, indicando el nombre y domicilio del dentro o fuera de su área jurisdiccional. poseedor, lugar donde se encuentren depositados, naturaleza y descripción de cada una de las piezas, ARTICULO 22.- Los propietarios particulares de acompañadas de los documentos gráficos y fotográ- colecciones u objetos arqueológicos o restos paleon- ficos que permitan su identificación. tológicos registrados deberán permitir el acceso al material, en la forma que se convenga con el orga- ARTICULO 18.- Las colecciones u objetos arqueo- nismo competente. lógicos y restos paleontológicos inscriptos en el Re- gistro Oficial, sólo podrán ser transferidos a título De las concesiones gratuito por herencia o bien por donación a insti- tuciones científicas o museos públicos, nacionales, ARTICULO 23.- Para realizar cualquier tipo de provinciales, municipales o universitarios. En todos prospecciones e investigaciones los casos se deberá denunciar a la autoridad compe- en yacimientos arqueológicos o paleontológicos tente, en el plazo establecido en el artículo 16, a fin del territorio nacional es necesario obtener previa- de la inscripción de la nueva situación en el registro mente una concesión de la autoridad competente correspondiente. correspondiente al ámbito jurisdiccional en que se encuentren los yacimientos donde se efectuarán los ARTICULO 19.- Los propietarios de colecciones u estudios.

326 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

ARTICULO 24.- Las solicitudes de concesión para ARTICULO 27.- El organismo competente tendrá realizar prospecciones y/o investigaciones arqueo- un término de treinta (30) días corridos para expe- lógicas o paleontológicas deberán reunir, por lo dirse sobre la solicitud de concesión. Las concesio- menos, los siguientes requisitos básicos: nes serán otorgadas por el término máximo de tres a) Nombre y domicilio de la/s persona/s o insti- (3) años. Pasado ese lapso se deberá solicitar una tución de investigación nacionales o extranjeras nueva concesión. En caso de expedirse el organis- que la soliciten, con la indicación expresa de su mo competente en forma negativa, el interesado carácter científico y sin fines de especulación podrá recurrir en apelación ante el organismo ad- comercial. ministrativo jerárquico superior, cuya resolución b) Nómina del personal científico interviniente, los será obligatoria. que deberán poseer idoneidad en relación con las tareas científicas a realizar. ARTICULO 28.- Otorgada una concesión a un c) Nómina del personal de apoyo u otras personas particular o institución no se concederá ninguna que intervengan en la misma con su correspon- otra dentro del sector acotado, salvo que el conce- diente identificación personal y antecedentes sionario permita que otra investigación se lleve a vinculados con la actividad a realizar. cabo simultáneamente. La autoridad de aplicación d) Una carta o esquema topográfico con la delimi- autorizará la realización de trabajos interdiscipli- tación precisa del lugar o lugares donde se lle- narios y conjuntos y podrá fijar excepciones en la vará a cabo la investigación. reglamentación. e) Las finalidades de la misión, sus alcances cientí- ficos o culturales, los medios o capacidad logís- ARTICULO 29.- El propietario del terreno, o tica con que se propone actuar. quien esté en el uso y goce de ese derecho, está f) Un plan de trabajo con la metodología a em- facultado ante quien pretenda hacer excavaciones plear y toda otra información que permita a la dentro del predio donde se encuentren vestigios autoridad competente evaluar previamente sus arqueológicos muebles o inmuebles o restos pa- propósitos y resultados. leontológicos, a exigir que acredite por escrito la g) Las fechas, etapas o lapsos de duración de la concesión otorgada, sin la cual no permitirá que misión. éstas se lleven a cabo. h) Los requerimientos ulteriores que pudieran convenir a la investigación científica posterior ARTICULO 30.- Todos los monumentos, objetos a la misión. arqueológicos y restos paleontológicos que se des- Quedan excluidos del cumplimiento de dichos re- cubran en el proceso de la investigación son del quisitos, los investigadores que presenten planes dominio público del Estado nacional, provincial o de trabajo acreditados y aprobados por organis- del Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos mos oficiales científicos o universitarios, naciona- Aires, según corresponda. Los concesionarios po- les o provinciales. drán obtener la tenencia temporaria de los objetos procedentes de las investigaciones para su estudio ARTICULO 25.- Cuando la concesión sea solici- durante un término no mayor de dos (2) años, a tada por un investigador o institución científica cuyos efectos deberán señalar el lugar donde estén extranjera se exigirá, además, como condición pre- depositados. via, que trabaje con una institución científica esta- tal o universitaria argentina y la autorización del ARTICULO 31.- Las personas o instituciones con- Gobierno nacional en orden a su competencia. cesionarias deberán someter todas las piezas y ma- teriales que extrajeren a la fiscalización y registro ARTICULO 26.- Cuando las investigaciones sean ante el organismo competente local. De igual ma- realizadas en predios de propiedad particular, si nera, deberán elevar al concluir las investigaciones el solicitante de la concesión lo obtuviere, anexará en un lapso no mayor de un (1) año, un informe a la misma el consentimiento escrito del propie- científico documentado con los resultados obte- tario de terreno o de quien esté en el uso y goce nidos en los estudios y copia de las publicaciones de ese derecho. En caso contrario, el organismo de que resulten de los trabajos. La autoridad de apli- aplicación deberá, previamente al otorgamiento cación en materia paleontológica podrá modificar de la concesión, requerir la conformidad de aqué- los plazos fijados en este artículo y en el preceden- llos para la ejecución de los trabajos que requiera te conforme la especificidad de su materia. la investigación. ARTICULO 32.- La autoridad competente podrá

ANEXO 327 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

designar veedores a fin de ejercer el control de las ducta sancionada. El Poder Ejecutivo nacional investigaciones y asegurar la realización sistemá- establecerá en la reglamentación de la presente tica de las tareas correspondientes, debiendo los ley una multa dineraria para los casos donde la responsables de las misiones científicas suminis- determinación del valor del bien sea imposible trarles toda la información que les sea requerida o dificultoso. Para la determinación de la multa en cumplimiento de la presente ley. se atenderá a la gravedad de la falta cometida y al carácter de reincidente del infractor. ARTICULO 33.- Toda resolución respecto a las c) Decomiso de los materiales arqueológicos, pa- concesiones o las medidas que ella motive debe leontológicos y/o de los instrumentos utilizados ser fundada, como asimismo las que se susciten para cometer la infracción. en virtud de quejas o reclamos de propietarios de d) Suspensión o caducidad de la concesión. los predios y resueltas en un plazo no mayor de e) Inhabilitación. treinta (30) días. f) Clausura temporaria o definitiva.

ARTICULO 34.- El incumplimiento de las obli- ARTICULO 39.- Las personas que realicen por gaciones establecidas en los artículos precedentes sí, u ordenaren realizar a terceros, tareas de pros- será sancionado con la suspensión por un plazo pección, remoción o excavación en yacimientos máximo de seis (6) meses o caducidad de la con- arqueológicos y paleontológicos sin solicitar la cesión otorgada. correspondiente concesión ante la autoridad com- petente, serán pasibles de multa, la que se fijará de De las limitaciones a la propiedad particular acuerdo a la magnitud de la alteración realizada y el decomiso de todos los objetos de naturaleza ARTICULO 35.- Cuando los vestigios arqueológi- arqueológica o paleontológica que hayan sido re- cos o paleontológicos se encuentren en terrenos de unidos, aunque se encuentren en posesión de ter- propiedad privada, la autoridad competente acor- ceros que aleguen adquisición de buena fe. Si por dará con sus propietarios lo necesario para facili- el grado de deterioro hubiera pérdida irreparable tar el estudio y/o preservación del yacimiento. para el patrimonio cultural del Estado, el organis- ARTICULO 36.- El organismo competente po- mo competente deberá denunciar a la Justicia a los drá, por razones de interés público, disponer la infractores, a los efectos de que ésta determine si ocupación temporánea de terrenos de propiedad están incursos en el delito de daño (artículo 183 y privada donde se localicen bienes arqueológicos o 184 inciso 5° del Código Penal). restos paleontológicos. Dicha ocupación, salvo ca- sos de peligro inminente, deberá ser declarada por ARTICULO 40.- Las personas que por cualquier ley. La ocupación no podrá exceder el máximo de motivo descubran materiales arqueológicos o pa- dos (2) años, debiendo mediar una justa indemni- leontológicos en forma casual en la superficie o zación al propietario del terreno. seno de la tierra o en superficies acuosas, deberán denunciarlos y entregarlos de inmediato al orga- ARTICULO 37.- En los casos en que la conserva- nismo competente o en su defecto a la autoridad ción de los vestigios arqueológicos o restos pa- policial más cercana, la que deberá comunicarlo al leontológicos implique una servidumbre perpe- referido organismo. La omisión del deber de de- tua sobre los terrenos en los cuales se encuentren nuncia y ocultamiento hará pasibles a sus autores dichos bienes, el Estado nacional o provincial en de un apercibimiento y, si mediare reincidencia, sus respectivas jurisdicciones, deberá establecerla de una multa. En todos los casos procederá el de- mediante ley especial e indemnización a los pro- comiso de los materiales reunidos. pietarios de los terrenos. ARTICULO 41.- Las personas que omitieren ins- De las infracciones y sanciones cribir las colecciones u objetos arqueológicos y res- tos paleontológicos obtenidos con anterioridad a ARTICULO 38.- Las transgresiones a lo estable- la sanción de la presente ley dentro de los plazos cido en la presente ley, serán reprimidas con las establecidos en el artículo 16, serán sancionadas siguientes penalidades: con apercibimiento y la obligación de inscribirlas a) Apercibimiento. en el Registro Oficial dentro de los treinta (30) días b) Multa: Esta será establecida entre un mínimo de desde la notificación. En caso de vencimiento del diez por ciento (10%) hasta tres veces el valor plazo sin cumplimiento de esta obligación, proce- del bien o los bienes que hayan motivado la con- derá el decomiso.

328 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

ARTICULO 42.- El incumplimiento de algunas ARTICULO 47.- Si durante la comisión del hecho de las condiciones pactadas en la concesión, dará descripto en la norma precedente, se produjere un lugar a la aplicación de multa graduada según la deterioro en los objetos ocasionándose una pérdida gravedad de la falta. Cuando el concesionario no irreparable para el patrimonio cultural del Estado, se ajustare a las pautas metodológicas y científi- se estará incurso en el delito de daño prescripto en cas convenidas o persiguiere objetivos diferentes a los artículos 183 y 184 del Código Penal. los establecidos, podrá resolverse la caducidad de la concesión sin derecho a indemnización alguna. ARTICULO 48.- Será reprimido con prisión de Si además se comprobare que el concesionario ha dos (2) meses a dos (2) años y con inhabilitación infringido esta ley y/o los requisitos y condiciones especial de hasta cinco (5) años el que transpor- establecidos en las cláusulas de la concesión, el tare, almacenare, comprare, vendiere, industriali- investigador contraventor, podrá ser también san- zare o de cualquier modo pusiere en el comercio cionado con la inhabilitación temporaria o defini- piezas, productos o subproductos provenientes de tiva para la obtención de nuevas concesiones, ade- yacimientos arqueológicos y paleontológicos na- más del decomiso de los materiales arqueológicos cionales e internacionales. y paleontológicos obtenidos y de los instrumentos usados en los trabajos de investigación. ARTICULO 49.- La tentativa de exportación e importación del territorio nacional de piezas, pro- ARTICULO 43.- Las personas que, con posteriori- ductos o subproductos arqueológicos o paleonto- dad a la promulgación de la presente ley, se apro- lógicos y colecciones arqueológicas o paleontoló- pien y/o comercialicen objetos arqueológicos y/o gicas, será pasible de las penas previstas para el paleontológicos y aquellos que los recibieren, aun- delito de contrabando establecidas en los artículos que aleguen buena fe, serán pasibles de una multa 863 y concordantes del Código Aduanero. y el decomiso de los bienes. Cuando se tratare de ventas llevadas a cabo en establecimientos comer- Del traslado de objetos arqueológicos y paleon- ciales se dispondrá además la clausura temporaria tológicos de los mismos, siendo procedente la clausura defi- nitiva en caso de reincidencia. ARTICULO 50.- Los objetos arqueológicos y res- tos paleontológicos podrán ser trasladados dentro ARTICULO 44.- Serán pasibles de multa los par- del territorio nacional, previa autorización del or- ticulares o instituciones públicas o privadas que ganismo competente local, en calidad de préstamo trasladen o faciliten el traslado de materiales ar- a los fines de su investigación y/o exposición por el queológicos o paleontológicos, para cualquier fi- término que determine la autoridad competente. nalidad, dentro del territorio nacional, sin la pre- via autorización del organismo competente local Los interesados deberán informar de las medidas donde estén radicados los materiales. que se adoptarán para el resguardo de dichos bie- nes y garantizar su reintegro al lugar de origen en ARTICULO 45.- El Instituto Nacional de Antropo- las condiciones que les fueron entregados. logía y Pensamiento Latinoamericano, el organis- mo competente nacional en materia paleontológi- ARTICULO 51.- El traslado fuera del territorio de ca y los organismos competentes que se determi- la Nación de bienes arqueológicos y paleontoló- nen en el orden provincial serán los encargados de gicos se podrá realizar dentro de las condiciones aplicar las sanciones correspondientes a las infrac- establecidas en el artículo anterior, previa autori- ciones previstas en la presente ley. zación del organismo local competente, en calidad de préstamo a los fines de su investigación o para la difusión del conocimiento en el extranjero. De los delitos y sus penas De la protección especial de los materiales tipo ARTICULO 46.- Será reprimido de un (1) mes a paleontológicos un (1) año de prisión o de reclusión y con inhabili- tación especial de hasta tres (3) años, el que reali- ARTICULO 52.- Los objetos o restos paleonto- zare por sí u ordenare realizar a terceros, tareas de lógicos definidos en el artículo 2° de la presente prospección, remoción o excavación en yacimien- ley que constituyan materiales tipo, no podrán ser tos arqueológicos y paleontológicos. trasladados fuera del territorio nacional con fines de intercambio, canje o donación.

ANEXO 329 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

ARTICULO 53.- Podrán ser objeto de venta o can- DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CON- je las reproducciones y calcos artificiales obtenidos GRESO ARGENTINO, EN BUENOS AIRES, A de bienes arqueológicos y paleontológicos. LOS CUATRO DIAS DEL MES DE JUNIO DEL AÑO DOS MIL TRES. ARTICULO 54.- Los recursos de los organismos competentes nacionales se integrarán de la si- guiente forma: a) Los importes que perciban mediante las asigna- DECRETO REGLAMENTARIO Nº 1022/2004 ciones presupuestarias; .O. 12/08/04 PROTECCION DEL PATRIMONIO b) Los frutos, intereses y rentas provenientes de su ARQUEOLOGICO Y PALEONTOLOGICO De- patrimonio; creto 1022/2004 - Apruébase la reglamentación c) Las herencias, legados, donaciones de particu- de la Ley Nº 25.743. Establécese que el Instituto lares; Nacional de Antropología y Pensamiento Lati- d) Los aranceles y tasas que perciban como retri- noamericano y el Museo Argentino de Ciencias bución por los servicios que presten; Naturales “Bernardino Rivadavia” serán auto- e) Los subsidios o subvenciones; ridades de aplicación nacional en relación con f) Los auspicios de empresas privadas, entes esta- la preservación y protección del Patrimonio Ar- tales u organismos no gubernamentales; queológico y Paleontológico. Creación de los Re- g) El producto de las multas por incumplimiento gistros Nacionales de Yacimientos, Colecciones de las disposiciones establecidas en las respectivas y Restos Paleontológicos, de Yacimientos, Colec- leyes de protección; ciones y Objetos Arqueológicos, y de Infractores h) Cualquier otro ingreso que disponga el Poder y Reincidentes, en las materias mencionadas. Ejecutivo de la Nación. Bs. As., 10/8/2004

Disposiciones complementarias. VISTO la Ley Nº 25.743, de PROTECCION DEL PATRIMONIO ARQUEOLOGICO Y PALEON- ARTICULO 55.- El organismo que será la autori- TOLOGICO, y dad de aplicación en materia paleontológica fun- CONSIDERANDO: cionará dentro del área de la Secretaría de Ciencia Que de acuerdo con las prescripciones legales co- y Tecnología. rresponde dictar las disposiciones reglamentarias de la citada normativa. ARTICULO 56.- Las universidades nacionales Que a los fines de la reglamentación de la aludi- y entidades científicas de reconocida trayectoria da ley, han tomado intervención la SECRETARIA en la investigación arqueológica y paleontológica DE CULTURA de la PRESIDENCIA DE LA NA- acordarán con la autoridad de aplicación de esta CION, la SECRETARIA DE CIENCIA Y TECNICA ley las funciones de protección y difusión del co- del MINISTERIO DE EDUCACION, CIENCIA Y nocimiento sobre el patrimonio arqueológico y TECNOLOGIA, el INSTITUTO NACIONAL DE paleontológico. Estos acuerdos deberán asegurar ANTROPOLOGIA Y PENSAMIENTO LATINO- a las universidades nacionales y entidades su par- AMERICANO dependiente de la SECRETARIA ticipación en la evaluación y administración de DE CULTURA de la PRESIDENCIA DE LA NA- concesiones, designación de veedores, diseño pa- CION y el MUSEO ARGENTINO DE CIENCIAS trimonial, su preservación y control. NATURALES “BERNARDINO RIVADAVIA”. Que se han efectuado consultas a distintas juris- ARTICULO 57.- Todos los plazos previstos en dicciones y organismos profesionales, atendiendo esta ley serán contados en días hábiles. La presen- a los intereses y particularidades locales, en razón te ley será reglamentada por el Poder Ejecutivo de la materia eminentemente técnica y especializa- nacional en un plazo no mayor a los ciento veinte da de que trata la presente reglamentación. (120) días. Que, por otra parte, han tomado intervención la DIRECCION GENERAL DE ASUNTOS JU- ARTICULO 58.- Derógase la Ley N° 9.080, su de- RIDICOS del MINISTERIO DE EDUCACION, creto reglamentario y toda otra disposición que se CIENCIA Y TECNOLOGIA y la DIRECCION oponga a la presente. DE ASUNTOS JURIDICOS de la SECRETARIA DE CULTURA de la PRESIDENCIA DE LA NA- ARTICULO 59.- Comuníquese al Poder Ejecuti- CION. vo. Que el presente decreto se dicta de conformidad

330 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca con las facultades emergentes del artículo 99, inci- Tales organismos, según sus competencias, defini- so 2 de la Constitución Nacional. rán, a los efectos de la ley, los siguientes términos: Objeto Arqueológico, Fósil, Lote, Colección, Yaci- Por ello, miento y Pasado Geológico, a fin de elaborar una EL PRESIDENTE DE LA NACION ARGENTI- organización administrativa uniforme. NA DECRETA: La expresión EPOCAS HISTORICAS RECIENTES Artículo 1º - Apruébase la reglamentación de la abarca a los últimos CIEN (100) años contados a Ley Nº 25.743 que, como Anexo l, forma parte in- partir de la fecha de sucedidos los hechos o los ac- tegrante del presente. tos de que se trate. Art. 2º - Hasta tanto funcionen los respectivos registros, las denuncias de los bienes arqueológi- ARTICULO 3º - Sin reglamentar. cos y paleontológicos contemplados en la Ley Nº 25.743, podrán efectuarse ante los organismos de ARTICULO 4º - A los efectos del inciso a) del ar- aplicación, con identificación de los mismos, de- tículo 4º de la Ley Nº 25.743, entiéndese por tutela claración de su procedencia, adquisición, cantidad ejercida por el ESTADO NACIONAL, la protec- de ejemplares, estado de conservación, datos del ción jurídica o legal de todo el patrimonio arqueo- poseedor y lugar de depósito, como recaudos mí- lógico y paleontológico del territorio nacional, nimos y, en caso de particulares o entidades pri- más allá del derecho de dominio y de protección vadas, con material fotográfico común o digital de y preservación que corresponda a las autoridades disquete. Toda persona física o jurídica, pública o competentes de cada jurisdicción. privada, que tenga o posea en la actualidad o en el futuro los bienes referidos, está obligada a efectuar ARTICULO 5º - El MUSEO ARGENTINO DE esta denuncia. CIENCIAS NATURALES “BERNARDINO RIVA- Art. 3º - La reglamentación que se aprueba por el DAVIA”, creará y organizará por resolución inter- artículo 1º del presente, entrará en vigencia a par- na el REGISTRO NACIONAL DE YACIMIENTOS, tir de su publicación en el Boletín Oficial. COLECCIONES Y RESTOS PALEONTOLOGI- Art. 4º - Comuníquese, publíquese, dése a la DI- COS, y el REGISTRO NACIONAL DE INFRAC- RECCION NACIONAL DEL REGISTRO OFI- TORES Y REINCIDENTES, en esta materia. El CIAL y archívese. INSTITUTO NACIONAL DE ANTROPOLOGIA KIRCHNER. Alberto A. Fernández. Aníbal D. Fer- Y PENSAMIENTO LATINOAMERICANO creará, nández. por resolución interna, el REGISTRO NACIONAL DE YACIMIENTOS, COLECCIONES Y OBJETOS ANEXO I ARQUEOLOGICOS y el REGISTRO NACIONAL REGLAMENTACION DE LA LEY Nº 25.743. DE INFRACTORES Y REINCIDENTES, en esta ARTICULO 1º - Es responsabilidad de las Provin- materia. cias, de la CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS En los regímenes de funcionamiento de los citados AIRES y de la Nación, en sus respectivas juris- registros se establecerán, sin perjuicio de las previ- dicciones, la aplicación de la Ley Nº 25.743, para siones presupuestarias para su planta de personal, preservación y protección del Patrimonio Arqueo- los recursos que se obtendrán por los servicios que lógico y Paleontológico, siendo de responsabilidad se presten. exclusiva de la Nación la tutela del mismo. Los Registros Nacionales, además de funcionar como de primer grado con respecto a los objetos, ARTICULO 2º - Serán organismos de aplicación colecciones y yacimientos correspondientes a sus nacionales de la presente reglamentación y de pro- respectivas áreas, funcionarán como de segundo tección del patrimonio, el INSTITUTO NACIO- grado con respecto a los objetos, colecciones y NAL DE ANTROPOLOGIA Y PENSAMIENTO yacimientos de las demás jurisdicciones que en- LATINOAMERICANO dependiente de la SE- viarán la información pertinente, para permitir su CRETARIA DE CULTURA de la PRESIDENCIA concentración. DE LA NACION y el MUSEO ARGENTINO DE La inscripción registral no importará la autentici- CIENCIAS NATURALES “BERNARDINO RI- dad, ni sus informes la certificación de la misma VADAVIA”, dependiente de la SECRETARIA DE sobre los bienes o colecciones inscriptas. CIENCIA, TECNOLOGIA E INNOVACION PRO- En los Registros Nacionales se deberá informar y DUCTIVA del MINISTERIO DE EDUCACION, acopiar todos los datos posibles sobre el patrimo- CIENCIA Y TECNOLOGIA, en materia de bienes nio arqueológico y/o paleontológico sobre los que paleontológicos y arqueológicos, respectivamente. se podrán emitir informes. Los organismos com-

ANEXO 331 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

petentes podrán realizar las inspecciones o perita- ARTICULO 11. - Sin reglamentar. jes que estimen pertinentes y rechazar las inscrip- ARTICULO 12. - Sin reglamentar. ciones de los bienes u objetos, cuya inscripción se considere improcedente. ARTICULO 13. - La obligación de denunciar el Las controversias que se susciten se dirimirán con- descubrimiento a que se refiere el artículo 13 de forme a los procedimientos administrativos vigen- la ley implica la de suspender toda actividad en el tes en cada jurisdicción. lugar hasta tanto la autoridad competente, según la jurisdicción de que se trate, tome la intervención ARTICULO 6º - En las distintas jurisdicciones re- prevista legalmente, debiendo adoptarse, hasta en- girán las normas que se dicten por las autoridades tonces por responsables del predio, todas las medi- locales para adecuar la legislación en materia re- das tendientes a la conservación del yacimiento y/o gistral, de concesiones, infracciones y sanciones a los objetos arqueológicos o paleontológicos. la Ley Nº 25.743. En los casos en que corresponda, se convendrá con Los traslados, dentro del país, de objetos, coleccio- los propietarios de los inmuebles, el tiempo y las nes y/o restos paleontológicos y/o arqueológicos, características de la ocupación y, de no lograrse un serán comunicados al organismo competente local acuerdo, se tramitará la ocupación temporánea o la y a los directores de los museos o centros de inves- imposición de servidumbre, mediante la sanción tigaciones involucrados. de una ley por las respectivas jurisdicciones, sin Los traslados, fuera del país, de los objetos, colec- perjuicio de las medidas judiciales que puedan so- ciones y/o restos paleontológicos y/o arqueológi- licitarse cuando razones de urgencia así lo exijan. cos, se comunicarán al organismo competente na- Las personas físicas o jurídicas, responsables de cional, con una anticipación no inferior a TREINTA emprendimientos deberán prever la necesidad de (30) días, plazo en el que éste podrá adoptar al res- realizar una prospección previa a la iniciación de pecto las medidas que fueran necesarias, a fin de las obras con el fin de detectar eventuales restos, asegurar la recuperación y retorno al país de los yacimientos u objetos arqueológicos o paleontoló- elementos de que se trate. gicos. De verificarse su existencia, deberán facilitar el rescate de los mismos. ARTICULO 7º - Sin reglamentar. Las tareas que se realicen a ese efecto deberán ser ARTICULO 8º - Sin reglamentar. aprobadas por la autoridad de aplicación jurisdic- ARTICULO 9º - Sin reglamentar. cional. Cuando una persona física o jurídica explo- te comercialmente yacimientos de material fósil ARTICULO 10. - El material paleontológico deberá con fines industriales, tales como bentonita, diato- ser ubicado, sin excepción, en colecciones o reposi- mita, campos de ostreas, calizas, arcillas u otros, torios, que reúnan todos los requisitos establecidos se tomarán muestras testigo cuyo volumen deter- en los CODIGOS INTERNACIONALES DE NO- minará la autoridad de aplicación jurisdiccional, MENCLATURA BOTANICA (CODIGO DE SAINT que serán depositadas en museos o instituciones LOUIS 2000) Y ZOOLOGICA (CODIGO INTER- científicas provinciales o nacionales, según corres- NACIONAL DE NOMENCLATURA ZOOLOGI- ponda por jurisdicción. CA) -o cualquier otro que los reemplace, según lo Si en el curso de ejecución de obras públicas o priva- disponga el MUSEO ARGENTINO DE CIENCIAS das, que implique movimientos de tierra, se hallaren NATURALES “BERNARDINO RIVADAVIA”- para fósiles u objetos arqueológicos, o se supiera que de- el material tipo y debiendo contarse con el personal terminados sectores, regiones o zonas, constituyen necesario e idóneo para el cumplimiento de la fi- yacimientos paleontológicos y/o arqueológicos, que nalidad de la ley. El INSTITUTO NACIONAL DE por su tamaño, valoración patrimonial, científica y/o ANTROPOLOGIA Y PENSAMIENTO LATINO- estado de preservación requieran especial cuidado, AMERICANO, de la SECRETARIA DE CULTURA protección absoluta o parcial, trabajos de rescate o de la PRESIDENCIA DE LA NACION, establecerá preservación, la autoridad de aplicación jurisdiccio- las condiciones mínimas para el depósito de los ob- nal podrá solicitar la intervención del Poder Ejecu- jetos, lotes y colecciones arqueológicas, de cada re- tivo Nacional, a fin de adoptar medidas tendientes gión teniendo en cuenta las características propias. a lograr la suspensión de las obras o proyectos en Las autoridades jurisdiccionales podrán solicitar forma definitiva o temporal, según el caso. que se contemplen sus condiciones particulares. El organismo de aplicación nacional actuará en ca- ARTICULO 14. - Sin reglamentar. sos de discrepancia en la catalogación de material. ARTICULO 15. - Sin reglamentar. ARTICULO 16. - Las denuncias a que se refiere el

332 ANEXO Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca artículo 16 de la Ley se formularán por escrito, de refiere el artículo 24 de la Ley, los trabajos deberán acuerdo con las formalidades fijadas en los respecti- estar a cargo, dirigidos o bajo la responsabilidad vos reglamentos de procedimientos administrativos de personas cuya idoneidad esté reconocida por de cada jurisdicción, y deberán incluir los elementos asociaciones profesionales, Universidades o Aca- descriptivos necesarios para la identificación de las demias Nacionales. colecciones u objetos arqueológicos o restos paleon- Los organismos competentes de las respectivas tológicos, conforme a las exigencias que imponga la jurisdicciones se reservan el derecho de otorgar o autoridad de aplicación jurisdiccional. rechazar los pedidos de concesiones según cum- Cuando se pida información al REGISTRO NACIO- plan o no los requisitos legales o por razones de NAL que corresponda, según la materia relacionada oportunidad, mérito o conveniencia. con objetos, colecciones y/o yacimientos registrados en las provincias o en la CIUDAD AUTONOMA ARTICULO 25. - No se podrá otorgar concesión DE BUENOS AIRES, ésta podrá otorgarse, previo alguna a investigador o institución científica ex- consentimiento de las respectivas autoridades ju- tranjera sin autorización previa del organismo na- risdiccionales y acreditación del interés legítimo del cional de aplicación, que sólo la otorgará cuando peticionario. los requirentes trabajen con una institución cien- tífica estatal o universitaria argentina, además de ARTICULO 17. - Sin reglamentar. cumplirse con los demás requisitos que se conside- ARTICULO 18. - Sin reglamentar. ren necesarios para impedir la alteración o pérdi- da del patrimonio arqueológico o paleontológico ARTICULO 19. - El ofrecimiento a que se refiere el nacional. artículo 19 de la Ley se efectuará ante el organismo de aplicación competente, según la materia, según ARTICULO 26. - En el caso de no poderse obtener se trate de objetos arqueológicos o restos paleon- la autorización del propietario de los predios, se tológicos, el que emitirá dictamen e informe y re- actuará de acuerdo con los procedimientos previs- mitirá las actuaciones al PODER EJECUTIVO NA- tos para la ocupación temporánea y establecimien- CIONAL, en el ámbito nacional y a las autoridades to de servidumbre, contemplados en los artículos competentes provinciales y de la CIUDAD AUTO- 36 y 37 de la ley. NOMA DE BUENOS AIRES, para que se resuelva La autoridad de aplicación jurisdiccional podrá en el plazo legal establecido por el artículo que se solicitar la adopción de las medidas judiciales con- reglamenta. servatorias, de acuerdo con las previsiones de los artículos antes mencionados, sin perjuicio de las ARTICULO 20. - Sin reglamentar. que correspondieren, según los códigos de proce- ARTICULO 21. - Sin reglamentar. dimiento de cada jurisdicción.

ARTICULO 22. - En caso de no mediar acuerdo ARTICULO 27. - Las impugnaciones contra los con los poseedores particulares de colecciones, res- actos que denieguen concesiones se ajustarán a los tos u objetos arqueológicos o paleontológicos para procedimientos administrativos vigentes en cada tener acceso al material, la autoridad de aplicación jurisdicción. jurisdiccional gestionará ante quien corresponda la adopción de las medidas administrativas y judicia- ARTICULO 28. - En los casos de trabajos interdis- les pertinentes. ciplinarios paleontológicos o arqueológicos, la au- toridad de aplicación jurisdiccional podrá autori- ARTICULO 23. - De los actos administrativos que zar concesiones de investigación en la misma área otorguen concesiones para realizar los trabajos a o región sobre diferentes temas, a fin de permitir que se refiere el artículo 23 de la Ley, deberá remi- simultáneos estudios sobre diversos objetivos y tirse copia al REGISTRO NACIONAL pertinente. disciplinas.

ARTICULO 24. - Los organismos oficiales cien- ARTICULO 29. - Sin reglamentar. tíficos o universitarios nacionales o provinciales ARTICULO 30. - Sin reglamentar. deberán verificar que los planes de trabajo de los proyectos de investigación, tesinas, tesis y semina- ARTICULO 31. - Las piezas y materiales que se rios, cumplan con los requisitos del artículo 24 de extrajeren deberán ser sometidos a la fiscalización la Ley. en forma inmediata por las personas e institucio- Para el otorgamiento de las concesiones a que se nes concesionarias.

ANEXO 333 Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

ARTICULO 32. - Sin reglamentar. (3) periódicos de mayor circulación de cada lugar o, en su caso, en los que existieren. ARTICULO 33. - La falta de resolución en término de las quejas o reclamos interpuestos, se dirimirá ARTICULO 42, 43 y 44. - Las multas establecidas en conforme a los procedimientos administrativos vi- los artículos 42, 43 y 44 de la Ley se regirán por las gentes en cada jurisdicción. previsiones del artículo 38 de esta reglamentación.

ARTICULO 34. - Sin reglamentar. ARTICULO 45. - Sin reglamentar. ARTICULO 35. - Sin reglamentar. ARTICULO 46. - Sin reglamentar. ARTICULO 47. - Sin reglamentar. ARTICULO 36. - En caso de no lograrse acuerdo ARTICULO 48. - Sin reglamentar. con los propietarios, la autoridad de aplicación de ARTICULO 49. - Sin reglamentar. cada jurisdicción, podrá requerir la sanción de una ley que disponga la ocupación temporánea prevista ARTICULO 50. - Los poseedores de los objetos en el artículo 36 de la Ley, sin perjuicio de las medi- arqueológicos y restos paleontológicos, deberán das judiciales que puedan solicitarse, cuando razo- requerir la autorización del organismo competente nes de urgencia así lo exijan. jurisdiccional para cambiar el lugar de depósito de los mismos, bajo apercibimiento de la aplicación ARTICULO 37. - En los casos de servidumbre per- de las sanciones que correspondan, conforme al petua se procederá en igual forma que en el supues- artículo 44 de la ley. to de ocupación temporánea. ARTICULO 51. - El organismo competente nacio- ARTICULO 38. - Para la aplicación de la multa del nal adoptará las medidas necesarias que garan- inciso b) del artículo 38 de la Ley, cuando la deter- ticen la recuperación y retorno de los bienes ar- minación del valor del bien sea imposible o dificul- queológicos y paleontológicos que hubieran sido tosa, se impondrá una multa que podrá variar en su trasladados al exterior, sin perjuicio de las accio- monto a un equivalente de entre DIEZ (10) y CIEN nes que pudieran adoptar las autoridades jurisdic- (100) salarios mínimos, de acuerdo a la gravedad ciones, pudiendo oponerse a los traslados cuando, del hecho y será fijada por la autoridad de aplica- a su juicio, las condiciones para la recuperación y ción correspondiente jurisdiccional. retorno no sean satisfactorias, en virtud de las fa- cultades concurrentes establecidas en el artículo 7º ARTICULO 39. - Sin reglamentar. de la Ley Nº 25.743.

ARTICULO 40. - La multa a que se refiere el artículo ARTICULO 52. - Sin reglamentar. 40 de la Ley será determinada conforme lo previsto ARTICULO 53. - Sin reglamentar. en el artículo 38 de la presente reglamentación. ARTICULO 54. - Sin reglamentar. ARTICULO 55. - Sin reglamentar. ARTICULO 41. - La notificación a que se refiere el ARTICULO 56. - Sin reglamentar. artículo 41 de la Ley podrá hacerse en forma perso- ARTICULO 57. - Sin reglamentar. nal o por cualquier medio fehaciente que acredite el ARTICULO 58. - Sin reglamentar. contenido y la recepción o a través de edictos que se ARTICULO 59. - Sin reglamentar. publicarán por TRES (3) días en por lo menos TRES

334 ANEXO

La Fundación Azara, creada el 13 de noviembre del año 2000, es una institución no gubernamental y sin fines de lucro dedicada a las ciencias naturales y antropológi- cas. Tiene por misión contribuir al estudio y la conservación del patrimonio natural y cultural del país, y también desarrolla actividades en otros países como Paraguay, Bolivia, Chile, Brasil, Colombia, Cuba y España.

Desde el ámbito de la Fundación Azara un grupo de investigadores y naturalistas sigue aún hoy en el siglo XXI descubriendo especies -tanto fósiles como vivientes- nuevas para la ciencia, y en otros casos especies cuya existencia se desconocía para nuestro país.

Desde su creación la Fundación Azara contribuyó con más de cincuenta proyectos de investigación y conservación; participó como editora o auspiciante en más de doscientos libros sobre ciencia y naturaleza; produjo ciclos documentales; promo- vió la creación de reservas naturales y la implementación de otras; trabajó en el rescate y manejo de la vida silvestre; promovió la investigación y la divulgación de la ciencia en el marco de las universidades de gestión privada; asesoró en la confección de distintas normativas ambientales; organizó congresos, cursos y casi un centenar de conferencias.

En el año 2004 creó los Congresos Nacionales de Conservación de la Biodiversidad, que desde entonces se realizan cada dos años. Desde el año 2005 comaneja el Centro de Rescate, Rehabilitación y Recría de Fauna Silvestre “Güirá Oga”, vecino al Parque Nacional Iguazú, en la provincia de Misiones. En sus colecciones científicas -abiertas a la consulta de investigadores nacionales y extranjeros que lo deseen- se atesoran más de 50.000 piezas. Actualmente tiene actividad en varias provincias argentinas: Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Chaco, Catamarca, San Juan, La Pampa, Buenos Ai- res, Río Negro, Neuquén y Santa Cruz. La importante producción científica de la ins- titución es el reflejo del trabajo de más de setenta científicos y naturalistas de campo nucleados en ella, algunos de los cuales son referentes de su especialidad.

La Fundación recibió apoyo y distinciones de instituciones tales como: Field Mu- seum de Chicago, National Geographic Society, Consejo Superior de Investigacio- nes Científicas de España, Fundación Atapuerca, Museo de la Evolución de Burgos, The Rufford Foundation, entre muchas otras.

www.fundacionazara.org.ar www.facebook.com/fundacionazara

Arqueología y Paleontología de la Provincia de Catamarca

Con esta obra se pretende dar a conocer los alcances de las investigaciones arqueológicas y pa- leontológicas en el ámbito de la provincia de Catamarca. Socializando el conocimiento científico adquirido por más de cuarenta equipos de investigación que se encuentran distribuidos en todo el territorio catamarqueño, en las regiones Puna, Este, Oeste y Valle Central. Las investigaciones arqueológicas nos acercan a poder apreciar como los diferentes grupos huma- nos utilizaron estos espacios naturales, pudiendo a partir de la evidencia concreta de los hallazgos interpretar el uso social de los mismos. Nos brindan la posibilidad de dinamizar la visión de la ocupación humana en nuestra provincia. Investigaciones como las llevadas a cabo en el Valle de Hualfin poseen una trayectoria de investigación que ha marcado incluso a la arqueología argentina en su conjunto. Las investigaciones paleontológicas por su parte nos permiten conocer los cambios y sucesiones en la flora y la fauna, el clima y la geografía de Catamarca a lo largo de millones de años. Esta obra de transferencia de conocimiento, con esta actualización de las investigaciones en la provincia, ha permitido que tengamos una mirada más holística de todo lo que tenemos para ser estudiado en el ámbito arqueológico, antropológico y paleontológico.

www.fundacionazara.org.ar