El Castillo De Autol
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KALAKORIKOS'98 1/4/04 18:45 Página 217 Kalakorikos, 3. 1998, pp.: 217-226 EL CASTILLO DE AUTOL por Mª Pilar Pascual Mayoral Hilario Pascual González Victor Ruiz Soldevilla Nuestra perspectiva sobre el poblamiento de la Edad del Hierro y romanización en el valle del Cidacos apenas ha variado desde 1984, cuando publicábamos la Carta Arqueológica del Cidacos1. Desde entonces pocos son los asentamientos de estos períodos que hayan ampliado nuestro inventario. Un punto importante respecto del poblamiento del valle del Cidacos durante época prerromana y romana, es el yacimiento, hasta ahora inédito, de El Castillo (Autol), que comprende desde la transición del Bronce Final a la Edad del Hierro, manteniéndose el hábitat durante el mundo tardorromano y altomedieval, hasta nuestros días. I.- CIRCUNSTANCIAS DEL HALLAZGO. El poblado fue descubierto por Hilario Pascual en 1990, el cual recogió un lote de cerámicas junto al túnel de la carretera local LR. 115 (Autol-Quel). Victor Ruiz Soldevilla, entonces alcalde de Autol, también encontraba restos cerámicos de tradición celtibérica en el casco urbano, zona próxima a la carretera2. II.- LOCALIZACIÓN. EL ENCLAVE. URBANISMO El río Cidacos accede del paso de Autol al valle del Ebro. A lo largo de 17 km de longitud, el río se acopla a la margen occidental de la Sierra de los Agudos, que constituye un gran interfluvio con la tierra de Alfaro. Se suceden terrazas escalonadas que se abren en abanico hacia Calahorra. 1. P. PASCUAL; H. PASCUAL: Carta arqueológica de La Rioja. El Cidacos. Logroño, 1984. 2. Nuestro agradecimiento a Miguel Angel Pascual autor de los dibujos. KALAKORIKOS. — 3 217 KALAKORIKOS'98 1/4/04 18:45 Página 218 Mª Pilar Pascual Mayoral / Hilario Pascual González / Victor Ruiz Soldevilla El término El Castillo comprende el sector Sur del casco urbano de Autol3, en la margen izquierda del río Cidacos y en el punto donde el río se inflexiona hacia el Norte, formando un ángulo de 90º 4. El asentamiento está limitado al Sur, Este y Oeste por el Cidacos, quedando sobre una plataforma recortada por la incisión del río, y al abrigo de inundaciones. El poblado establecido en este lugar contaba con ventajas de tipo estratégico, mejores posibilidades defensivas, al tiempo que aprovechaba la riqueza del río. La observación del plano del casco urbano de Autol nos permite distinguir dos nucleos clarísimamente diferenciados (Lámina 1). En la zona sur, un núcleo de planta concéntrica, en torno a la cota de mayor altura ocupada hoy por la iglesia de San Adrián. Su círculo exterior se extiende hasta las calles Portillo, La Hombría, Los Sastres, Mira el Río y Cara Sol. Esta es la zona donde se sitúa el castro/núcleo prerromano. La calle Cava puede recordarnos un posible foso defensivo. En el sector norte, se aprecia un conjunto de barrios que adoptan una forma marcadamente rectangular. Este segundo sector, cuyas construcciones están situadas extramuros, se organizan en función de los caminos principales: Camino de Quel y Calle Puente y Cueva. Caminos que reflejan la red viaria romana en esta zona. La calzada del Cidacos dejaba el yacimiento de El Castillo al Sur y por la ladera del cerro de Santiago, continuaba por el Camino de Quel. Del poblado salía, unificado con la vía anterior, el Camino de Grávalos. III.- HALLAZGOS ARQUEOLÓGICOS. III.1 Cerámica. Los hallazgos más abundantes son sin duda los cerámicos, aparecen también restos óseos. Del Hierro I encontramos cerámica fabricada a mano, cocida a fuego reductor, pasta oscura o negra. Destacar un fragmento con superficie pulida y otros dos fragmentos con decoración incisa (Lámina 2, nº 1 y 2 ). Del Hierro II, encontramos cerámicas elaboradas a torno rápido y cocción a fuego oxidante. La selección de arcilla, la buena elaboración de las pastas (Lámina 3, nº 1-3). La decoración a base de motivos geométricos: líneas rectas y onduladas y semicírculos concéntricos (Lámina 4, nº 4-14); nos recuerdan al centro alfarero localizado en El Cortijo de Bergasa5 , posible núcleo abastecedor de los poblados del valle del Cidacos. Al efectuar la prospección encontramos cerámicas de TSHT lisa y tres fragmentos de TSHT decorada, dos de ellos en la zona alta, junto al depósito del agua. 3. Su localización cartográfica es: 1º 40’ 40” E y 42º 13’ N. Hoja 243, escala 1/50.000. I.G.C. 4. M. A. GONZALO, El relieve de La Rioja. Logroño, 1980, pp. 381 ss. 5. H. PASCUAL; F.J. MORENO: “Bergasa (Logroño), un yacimiento importante para el estudio de la cerámica celtibérica del Valle del Ebro”. AEA, 50-51, Madrid, 1977-78, pp. 405-416; P. GALVE ; M. LÁZARO: “Un nuevo yacimiento celtibérico en Bergasa (Logroño)”. Actas del XV CAN, Zaragoza, 1979, pp. 699-704. 218 KALAKORIKOS. — 3 KALAKORIKOS'98 1/4/04 18:45 Página 219 El castillo de Autol Los tres fragmentos (uno muy deteriorado) pertenecen a la forma 37 tardía, al segundo estilo, fabricados a molde. Los motivos decorativos que aparecen son grandes círculos que se completan con líneas onduladas y en el interior gran roseta (Lámina 5, nº 18-19). Su cronología desde inicios del s. V d. C. hasta finalizar la producción es un momento dificil de precisar. III.2 Piedra. Epigrafía. Apenas conocemos otra cosa que la noticia imprecisa de la existencia de una posible lápida romana6. III.3 Metales. Numismática. D. Pedro González recogió numerosas monedas romanas en la calle Carasol7. Han resultado infructuosos los esfuerzos por localizar su paradero. IV.- POBLADO Y VÍAS DE COMUNICACIÓN. La calzada del Cidacos unía Calagorra8 (Calahorra) con Numantia9 (Numancia). Esta ruta, de segundo orden, enlazaba el valle del Ebro con la meseta norte. De otra manera, en cuanto al Itinerario de Antonino enlazaba la vía 1/32, arteria que recorría el valle del Ebro, con la vía 27 que lo hacía por la meseta10. Durante la romanización la red de caminos unía todo el valle del Cidacos. La vía Calahorra - Numancia articulaba todo el valle. Su origen: un camino prerromano como indican claramente los asentamientos del Bronce y Hierro I y II ubicados en sus márgenes: Calahorra, Sorbán, Bergasa, Arnedo, Herce, Préjano, Enciso, Yanguas, etc.11. Junto a ella se ubicaron centros alfareros del municipium de Calahorra12, así como distintas villas o asentamientos rurales. 6. J. Mª LOPE TOLEDO: “Relaciones topográficas de La Rioja”. Berceo, 5, 1947, Logroño, pp. 584. La noticia procede del párroco de Autol enviada a D. Tomás López, en la segunda mitad del s. XVIII, dice textualmente: “Hace pocos años se descubrió a la salida del pueblo por la parte de poniente un sepulcro, con esta inscripción II V. en la lápida superior. Se supone que sirvió de Mausoleo a alguno de los decumviros de la ciudad de Calahorra”. 7. P. GONZÁLEZ Y GONZÁLEZ: Noticias históricas de la muy leal villa de Autol, en La Rioja. Logroño, Biblioteca-Archivo IER, 1938, Ms.408. 8. It. Ant. 393, 1. 9. It. Ant. 442, 2. 10. J.M. ROLDÁN: Itineraria Hispana. Valladolid, 1975. 11. P. PASCUAL; H. PASCUAL: Carta arqueológica de La Rioja. El Cidacos. Logroño, 1984, pp. 118- 132. 12. La bibliografía sobre el alfar de La Maja ha sido recogida por A. GONZÁLEZ BLANCO: El alfar romano de La Maja (Pradejón-Calahorra, La Rioja) Historia de la investigación. Kalakorikos, 2, 1997, pp. 9-21. Y el alfar de Valroyo publicado por J.L. CINCA MARTÍNEZ: Un alfar de sigillata hispánica descubierto en Calahorra. II Coloquio Historia de La Rioja, vol. I, 1986, pp. 143 ss. KALAKORIKOS. — 3 219 KALAKORIKOS'98 1/4/04 18:45 Página 220 Mª Pilar Pascual Mayoral / Hilario Pascual González / Victor Ruiz Soldevilla Salía del municipio de Calagurris por el Sur, siguiendo la terraza del Cidacos, en un trazado paralelo y próximo al acueducto de Sierra la Hez. Pasaba junto al yacimiento de Sorbán, los alfares de Valroyo y giraba junto al centro alfarero de La Maja, dirección al Castillo de Autol. Como hemos indicado, bordeaba el poblado del Castillo por el Norte y continuaba hacia la sierra por el camino que hoy se denomina Camino de Quel. A la salida del pueblo se conservan tramos picados en la roca. Por la calle denominada el Portillo, y siguiendo por la calle del Puente y de la Cueva partía el Camino de Grávalos, que enlaza la cuenca del Cidacos con la del Alhama. Otro camino importante era el Camino de Corella, que continuaba con el municipio de Cascantum13 (Cascante). V.- CRONOLOGÍA Y FASES DEL POBLADO Los materiales encontrados en superficie, nos permiten establecer las siguientes etapas: La primera, puede datarse entre los siglos VII y IV a. C. Esta etapa se caracteriza por las cerámicas realizadas a mano y cocidas a fuego reductor. La segunda etapa, representada por los abundantes fragmentos de cerámica tipo ibérica, están indicando la continuidad del poblamiento durante la II Edad del Hierro. La ausencia de cerámica romana altoimperial, nos lleva a pensar que la población bajó a la llanura en este período de paz. El lugar volvió a ser ocupado durante el Bajo Imperio. La población buscó refugio al amparo de las murallas prerromanas. Contamos con la presencia en lo alto del cerro El Castillo de varios fragmentos de THST. Sin embargo, la entidad del yacimiento tardorromano se encuentra enmascarada, en gran medida, por la construcción medieval14. Razones defensivo-estratégicas, y la proximidad de las fértiles tierras del valle del Cidacos, unido a la situación de privilegio sobre el cruce de caminos citados, motivaron la elección del emplazamiento para la construcción del castillo, y aunque es difícil establecer una cronología segura, por su tipología de castillo roquero y el sistema de construcción a base de tapial de canto de río, se puede datar en época altomedieval, siendo muy propable su origen musulmán15.