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PROTOCOLO GENERAL DE COLABORACIÓN ENTRE LA CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL CANTÁBRICO Y EL AYUNTAMIENTO DE RELATIVO A LA PROTECCIÓN DEL MEDIO FLUVIAL Y LA PREVENCIÓN DEL RIESGO DE INUNDACIONES EN EL MUNICIPIO DE LLANES DELIMITACIÓN DE ESPACIOS FLUVIALES Y ZONAS TORRENCIALES EN EL CONCEJO DE LLANES ()

EFEBRERO D 2010

1.1.1. INTRODUCCIÓN ...... 3 2.2.2. OBJETIVOS...... 4 3.3.3. ÁREA DE ESTUDIO...... 4 4.4.4. METODOLOGÍA...... 6 5.5.5. RESULTADOS ...... 7

5.1. CORREDORES FLUVIALES ...... 7 5.2. ÁMBITO DE PROTECCIÓN ESPECÍFICA DEL MEDIO FLUVIAL ...... 10 5.3. ZONAS TORRENCIALES...... 11

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1.1.1. Introducción Las inundaciones constituyen el principal riesgo geológico en España, no sólo debido a las víctimas que se producen en ellas, sino a consecuencia también de las pérdidas materiales que generan, estimadas en un 0.1 % del PIB para las últimas décadas1. En la mayor parte de los casos, el riesgo de inundación es consecuencia directa de una planificación territorial incorrecta, con frecuencia motivada por una falta de conocimiento de las zonas potencialmente inundables. Por estos motivos, la introducción de medidas preventivas en los planes territoriales de desarrollo debe estar basada en un conocimiento adecuado de las zonas inundables y de los procesos naturales que intervienen en ellas. El artículo 11.2 de la Ley de Aguas2 señala que los Organismos de cuenca darán traslado a las Administraciones competentes en materia de ordenación del territorio y urbanismo los datos y estudios disponibles sobre avenidas, al objeto de que se tengan en cuenta en la planificación del suelo y, en particular, en las autorizaciones de usos que se acuerden en las zonas inundables. El Plan Hidrológico Nacional3 recoge en su artículo 28.2 esta disposición, para a continuación indicar que el Ministerio de Medio Ambiente promoverá convenios de colaboración con las Administraciones Autonómicas y Locales que tengan por finalidad eliminar las construcciones y demás instalaciones situadas en dominio público hidráulico y en zonas inundables que pudieran implicar un grave riesgo para las personas y los bienes y la protección del mencionado dominio. La aplicación de medidas preventivas en relación con el riesgo de inundación constituye un objetivo básico de la recientemente aprobada Directiva de Inundaciones4, en la que se establece un marco legal de gestión del riesgo de inundación en el ámbito de la Comunidad Europea. En sus consideraciones, preliminares esta directiva establece que los planes de gestión del riesgo de inundación deben centrarse en la prevención, la protección y la preparación, al tiempo que, con miras a dar más espacio a los ríos, deben tomar en consideración, cuando sea posible, el mantenimiento o el restablecimiento de llanuras aluviales, así como medidas para prevenir y reducir los daños a la salud humana, el medio ambiente, el patrimonio cultural y la actividad económica (punto 14). Finalmente, la Directiva Marco del Agua5, en la que se regula la política de la Unión Europea en materia de aguas, establece la necesidad de lograr la conservación o mejora del estado natural de las masas de agua. En su artículo primero, esta ley especifica la necesidad de contribuir a paliar los efectos de las inundaciones y sequías, aunque no llega a desarrollar medidas concretas de actuación en este sentido.

1 Pérdidas por terremotos e inundaciones en España durante el periodo 1987-2001 y su estimación para los próximos 30 años (2004-2033). Ferrer Gijón, M. (dirección). Consorcio de Compensación de Seguros – Instituto Geológico y Minero de España. 126 pp. 2 Real Decreto Legislativo 1/2001, de 20 de julio, por el que se aprueba el Texto refundido de la Ley de Aguas. 3 Ley 10/2001, de 5 de julio, del Plan Hidrológico Nacional. 4 Directiva 2007/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 23 de octubre de 2007 relativa a la evaluación y gestión de los riesgos de inundación. 5 Directiva 2000/60/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2000, por la que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de la política de aguas. 3 COMISARÍA DE AGUAS

2.2.2. Objetivos El objetivo de este trabajo es generar una base cartográfica para la creación de los espacios fluviales del concejo de Llanes, cuyo objetivo será la prevención del riesgo de inundación y la protección de los ecosistemas fluviales en este municipio. Estos espacios fluviales estarán integrados por dos elementos: Corredores Fluviales y Ámbito de Protección Específica del Medio Fluvial (APEMF). En la cartografía se representa de manera complementaria la distribución de las zonas torrenciales identificadas en el concejo de Llanes, entendiendo como tales los elementos del territorio más frecuentemente afectados por las inundaciones de carácter torrencial, donde el transporte de la carga sólida durante avenidas genera una situación de riesgo en zonas con asentamientos urbanos. Los Corredores Fluviales se definen como sectores de llanura aluvial con una dinámica fluvial muy activa, caracterizada por una alta frecuencia de inundación y por la ocurrencia de fenómenos de erosión y sedimentación capaces de producir cambios morfológicos en la superficie de las vegas durante avenidas. Los Corredores Fluviales identifican, por lo tanto, aquellas zonas frecuentemente inundables en las cuales resulta recomendable la implantación de medidas preventivas que eviten un futuro aumento de la exposición a inundaciones. Por otra parte, el APEMF constituye una zona de protección general que se añade a los Corredores Fluviales y que está compuesta por varios elementos: figuras de protección natural y contornos de protección definidos por una distancia fija a las orillas, de acuerdo con una clasificación jerárquica de la red de drenaje. El objetivo del APEMF es definir un espacio de protección de los ecosistemas fluviales que complete la protección ofrecida por los Corredores Fluviales a través de una regulación urbanística especial. 3.3.3. Área de estudio El área de estudio de este trabajo es el concejo de Llanes, que con una extensión de 261,4 km2 se sitúa en el sector oriental del Principado de Asturias (Figura 1). El municipio de Llanes se caracteriza por el desarrollo de un relieve accidentado, con cotas máximas que alcanzan los 1 117 m en la sierra del Cuera y un nivel de base coincidente con el nivel del mar. Desde el punto de vista geológico, el concejo de Llanes destaca por la dominancia de litologías carbonatadas sobre las que se ha desarrollado un característico relieve cárstico. El modelado cárstico tiene lugar desde la sierra del Cuera hasta la franja costera, configurando un complejo mosaico de promontorios calcáreos, dolinas, valles ciegos y otras formas externas que condicionan en gran manera la red hidrográfica del concejo, caracterizada por la existencia de numerosas surgencias, sumideros y tramos fluviales subterráneos. Destaca también por su singularidad y dimensiones el polje de Llamiego, al sur de , formado por dos fracturas paralelas que originan un bloque hundido, a favor del cual se forma un valle colgado con diversos sumideros. Las fracturas de dirección N-S, que cortan transversalmente a las sierras, han dado lugar a los valles del río Nueva y Bedón, que constituyen los principales cursos fluviales del concejo. El resto de cauces fluviales están formados por pequeñas cuencas hidrográficas con salida directa al mar o, frecuentemente, con un drenaje subterráneo de naturaleza cárstica.

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El clima de Llanes es de tipo atlántico, que está caracterizado por la existencia de temperaturas suaves y precipitaciones abundantes. La temperatura media anual es de aproximadamente 16º C y las precipitaciones anuales oscilan entre 1 100 y 1 300 mm.

Figura 1. Situación Llanes en el ámbito de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (recuadro pequeño) y red hidrográfica del municipio.

Los cauces y llanuras aluviales del concejo de Llanes presentan un buen grado de conservación de sus características naturales. Los principales impactos en el medio fluvial están relacionados con la presencia de rellenos antrópicos y la existencia de viviendas (Figura 2A) e infraestructuras situadas sobre las llanuras aluviales de estos ríos, si bien el grado de ocupación de éstas es bajo. Se reconoce también la existencia de tramos canalizados (Figura 2B) mediante el empleo de escolleras y muros de hormigón que, en ocasiones, sobreelevan la altura original de las márgenes con el fin de evitar la inundación de los terrenos adyacentes durante episodios de avenida. Se reconoce también la existencia de otros obstáculos en el cauce, como azudes (Figura 2C), espigones y puentes que, junto con las alteraciones antes descritas, representan los elementos de origen antrópico más comunes en el entorno fluvial. El concejo de Llanes contiene varios Lugares de Importancia Comunitaria incluidos dentro de la Red Natura 2000 un conjunto de espacios naturales de la Unión Europea cuya definición y regulación están vinculadas a la denominada Directiva Hábitats6, una normativa ambiental de nivel comunitario. La delimitación de algunos de estos espacios de

6 Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres 5 COMISARÍA DE AGUAS

protección ambiental se ciñe específicamente al ámbito de algunos de los principales cursos fluviales, como es el caso del LIC Río Las Cabras-Bedón (ES1200033) y del LIC Río Purón (ES1200034). Ambos espacios naturales se caracterizan por el desarrollo de una vegetación de ribera en buen estado (hábitat prioritario 91E0 de Bosques aluviales residuales), así como por la presencia de Lutra lutra (nutria) y Salmo salar (salmón atlántico). El concejo de Llanes también incluye el LIC Sierra Plana de , dentro del cual también quedan contenidos algunos cauces fluviales.

A B

C

Figura 2. Ejemplos de alteraciones antrópicas del medio fluvial en el concejo de Llanes: A) edificación sobre llanura inundable, B) canalización del arroyo del Bustiellu, afluente del río Bedón y C) azud en el río Bedón. 4.4.4. Metodología La definición y delimitación de los Corredores Fluviales y Torrenciales se ha basado en la interpretación y cartografía de las formas fluviales existentes en la zona de estudio a diferentes escalas. La primera fase de trabajo se ha centrado en la identificación de las principales llanuras aluviales y zonas torrenciales del municipio a través del análisis de una topografía a escala 1:5 000 y de la fotografía aérea disponible más reciente7. Este análisis se centró en el reconocimiento de llanuras aluviales con continuidad longitudinal, anchuras superiores a 100 m y áreas de drenaje de más de 10 km2. Esta selección se apoyó con el

7 Plan Nacional de Ortofotografía Aérea (2006). 6 COMISARÍA DE AGUAS

análisis de la cartografía de peligrosidad de inundaciones existente en la zona8, basada en el análisis combinado de las características geomorfológicas de las llanuras aluviales y de los datos históricos de inundaciones. Durante una segunda etapa de trabajo se llevó a cabo un reconocimiento de los principales elementos morfológicos existentes en estas llanuras: escarpes separando diferentes niveles de vega, canales secundarios activos durante avenidas, depósitos de desbordamiento, etc. La interpretación de estas formas ha permitido reconocer y cartografiar aquellos sectores de vega caracterizados por la existencia de una dinámica fluvial más activa que deben ser incluidos en los Corredores Fluviales. Esta información se apoya además en los datos históricos de inundaciones que se han podido recopilar en la zona. Para la definición de la APEMF se han empleado diversas fuentes de información cartográfica. Las figuras de protección natural presentes en el término municipal se obtuvieron en su formato digital original. Los contornos de protección incluidos dentro del APEMF se han definido con respecto a los cauces de mayor orden, siendo las distancias utilizadas dependientes de la jerarquía de los cauces. Esta jerarquía se ha establecido tomando como referencia las áreas de drenaje de los cauces (A):  Cauces principales (A > 65 km2): distancia de protección de 100 m  Cauces secundarios (10 km2 < A < 65 km2): distancia de protección de 50 m Estos umbrales se han modificado localmente atendiendo a criterios geomorfológicos, de tal modo que la transición de una jerarquía a otra se produce coincidiendo con zonas de confluencia o cambios significativos en la morfología de las llanuras aluviales. La creación de estos contornos de protección se ha llevado a cabo a partir de una red de drenaje extraída de la topografía disponible, sobre la cual se han efectuado rectificaciones manuales en el trazado de algunos cauces. Finalmente, toda la información cartográfica ha sido digitalizada en el formato geodatabase de ArcGIS para su posterior análisis, extracción de resultados y elaboración de mapas. 5.5.5. Resultados Las avenidas de tipo fluvial y torrencial son fenómenos diferenciados con problemáticas particulares. En consecuencia, la exposición que a continuación se realiza trata de forma separada la definición y propuesta de las zonas de protección fluvial (Corredores Fluviales y Ámbito de Protección Específica del Medio Fluvial) y de las zonas torrenciales. 5.1.5.1.5.1. Corredores fluviales La Tabla 1 resume los criterios utilizados en la cartografía de los Corredores Fluviales del municipio de Llanes. De modo genérico, todos los Corredores Fluviales conforman las partes más activas de las llanuras aluviales, ubicadas por lo general a lo largo de los sectores de vega más deprimidos y cercanos al cauce. La existencia de un

8 Sistema de información de zonas inundables y de avenida torrencial del Principado de Asturias. Consejería de Justicia, Seguridad Pública y Relaciones Exteriores (112 Asturias), Principado de Asturias Elaborado por Indurot (Universidad de Oviedo), 373 pp. 7 COMISARÍA DE AGUAS

depósito aluvial se reconoce por el desarrollo de un relieve relativamente suave, en contraste con las laderas de los valles, que tienen pendientes considerablemente mayores. Asimismo, todos los Corredores Fluviales están constituidos por depósitos aluviales reconocibles puntualmente a escala de afloramiento. Por lo general, las llanuras aluviales se encuentran delimitadas por escarpes más o menos netos que las separan de los dominios de ladera (Figura 3A).

Existencia de depósito aluvial básico Criterio

Alto grado de inundabilidad: categorías muy frecuente y frecuente de cartografía de peligrosidad de inundaciones7 y, en aquellos casos en los que sea necesario dotar a los corredores de continuidad, categoría ocasional Datos históricos de inundaciones Presencia de topografías irregulares de orden decimétrico

Criterios adicionales Presencia de canales secundarios activos durante avenidas

Tabla 1. Criterios empleados en la inclusión de terrenos de vega dentro de los Corredores Fluviales.

En la Tabla 2 se resumen las referencias a inundaciones históricas obtenidas de diferentes fuentes. La mayor parte de las referencias a inundaciones históricas se encuentran dentro de los Corredores Fluviales cartografiados (Figura 3D). Los criterios geomorfológicos adicionales que se han empleado en la identificación y cartografía de los Corredores Fluviales son propios de zonas con una intensa dinámica fluvial. En este sentido, uno de los criterios más significativos es la presencia, sobre los terrenos de vega, de topografías irregulares de orden decimétrico generadas por los fenómenos de erosión y sedimentación asociados a las avenidas en zonas muy expuestas de las llanuras. Asimismo, se ha podido reconocer a lo largo de los Corredores Fluviales la presencia de canales secundarios activos durante avenidas (Figura 3B), los cuales funcionan como zonas de flujo preferente durante las inundaciones. Finalmente, también se han podido reconocer, aunque de forma muy localizada, depósitos recientes generados por las últimas avenidas que indican la existencia de sectores de la llanura especialmente activos (Figura 3C). De acuerdo con los criterios arriba descritos, se han definido en el municipio de Llanes un total de 3.3 km2 de Corredores Fluviales. Estos corredores se distribuyen a lo largo de las llanuras aluviales de los ríos Nueva, Bedón y Las Cabras, principalmente, así como de algunos de sus afluentes, tal y como se muestra en las cartografías general (Anexo Cartográfico I) y de detalle (Anexos Cartográficos II-IX).

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FECHA RIO LOCALIDAD FUENTE 28/08/1983 Bedón Posada Encuestas 16/11/1983 Bedón Posada Encuestas y observación directa 28/08/1983 Bedón Rales Encuestas 16/11/2003 Bedón Rales Encuestas y observación directa 28/08/1983 Bedón Vibaño Encuestas 16/11/2003 Bedón Vibaño Encuestas y observación directa 16/11/2003 Bedón Los Callejos Observación directa 28/08/1983 Bedón Riocaliente Encuestas 16/11/2003 Bedón Riocaliente Observación directa 16/11/2003 Bedón Mestas Observación directa 16/11/2003 Los Acebales Mestas Observación directa 28/08/1983 Las Cabras Meré Encuestas 16/11/2003 Las Cabras Meré Encuestas y observación directa 16/11/2003 Cortines Debodes Encuestas y observación directa 08/03/1988 Nueva Nueva Encuestas 16/11/2003 Vallina Poo Encuestas 16/11/2003 Vallina Porrúa Encuestas 16/11/2003 Alaneo Riocaliente Observación directa 16/11/2003 Purón Purón Encuestas y observación directa 16/11/2003 Barbalin Purón Encuestas y observación directa 08/09/1938 Requejo La Borbolla Encuestas 16/11/2003 Requejo La Borbolla Observación directa 08/09/1938 El Arrabal La Borbolla Encuestas Tabla 2. Inundaciones históricas documentadas en Llanes. (Sistema de información de zonas inundables y de avenida torrencial del Principado de Asturias).

En relación con la prevención del riesgo de inundación, se recomienda que los Corredores Fluviales sean considerados como zonas inundables a efectos de la planificación urbanística del municipio de Llanes. En este sentido, se recomienda evitar la construcción de nuevas viviendas dentro de los Corredores Fluviales definidos y, en general, cualquier uso con unos grados de exposición y vulnerabilidad elevados que no sean compatibles con el carácter inundable de los terrenos. También se recomienda evitar, dentro de estas zonas, futuras modificaciones de la topografía que alteren la dinámica fluvial actual, potenciando así las funciones de las llanuras aluviales como zonas de retención de avenidas y sedimento.

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A

B C

D

Figura 3. Ejemplos de criterios empleados en la definición de los Corredores Fluviales: A) escarpe, B) canal secundario activo durante avenidas, C) depósitos recientes y D) delimitación del nivel alcanzado por la inundación del 23/08/1983 en la localidad de Meré.

5.2.5.2.5.2. Ámbito de Protección Específica del Medio Fluvial El Ámbito de Protección Específica del Medio Fluvial del concejo de Llanes agrega una superficie de 5 km2 a las zonas de protección de los Corredores Fluviales. Prácticamente la totalidad de esta superficie corresponde a la aplicación de las distancias de protección citadas anteriormente. Los espacios medioambientales incorporados a esta figura de protección contribuyen de una forma secundaria a la superficie del Ámbito de Protección Específica del Medio Fluvial. 10 COMISARÍA DE AGUAS

A efectos de la gestión del medio fluvial, se recomienda que el APEMF se incorpore al planeamiento urbanístico del municipio de Llanes como una zona de protección especial orientada a la conservación de los ecosistemas fluviales. Con el fin de facilitar esta protección, se ha recortado el APEMF en los terrenos incluidos dentro de las categorías de Suelo Urbano y Núcleo Rural en el vigente Plan General de Ordenamiento del municipio de Llanes, por tratarse de zonas con un desarrollo consolidado. Cualquier actividad dentro de este ámbito deberá ser compatible con las medidas de protección de los espacios naturales declarados dentro del municipio, de acuerdo con la legislación vigente. En todo caso, e independientemente de la extensión ocupada por el APEMF, deberán respetarse de modo general las servidumbres establecidas para las márgenes de los cauces por el Reglamento del Dominio Público Hidráulico9 y por su reciente modificación10. 5.3.5.3.5.3. Zonas Torrenciales Las avenidas torrenciales suelen ser fenómenos con una recurrencia asociada de largos períodos de retorno. Debido a ello, no es siempre posible asignar periodos de retorno precisos a las zonas torrenciales del modo como habitualmente se realiza en las llanuras aluviales. No obstante, es posible identificar aquellos sistemas con una mayor predisposición a experimentar fenómenos torrenciales muy intensos, en particular mecanismos de transporte en masa con una alta capacidad destructiva, denominados flujos de derrubios en la literatura científica.

A B

Figura 4. Flujo de derrubios ocurrido el 25 de noviembre de 2008 en la localidad de Cosorio (concejo de Parres): A) canal torrencial por el que fue canalizado el flujo y B) depósito de y fragmentos rocosos y vegetales en la carretera que corta este canal torrencial.

9 Real Decreto 849/1986, de 11 de abril, por le que se aprueba el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, que desarrolla los Títulos Preliminar, I, IV, V, VI y VII de la Ley 29/1985, de 2 de agosto, de Aguas. 10 Real Decreto 9/2008, de 11 de enero, por el que se modifica el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, aprobado por el Real Decreto 849/1986, de 11 de abril. 11 COMISARÍA DE AGUAS

Los flujos de derrubios han podido ser documentados en cauces torrenciales de la Cornisa Cantábrica, incluyendo zonas cercanas al concejo de Llanes, donde coloquialmente reciben la denominación de argayos (Figura 4), aunque este término también se usa con frecuencia para hacer referencia a deslizamientos de ladera no canalizados. En el concejo de Llanes es posible reconocer evidencias de tipo sedimentológico que documentan la ocurrencia de flujos de derrubios en el pasado. Estas evidencias se conservan en algunos abanicos torrenciales con afloramientos lo suficientemente claros como para reconocer sus propiedades sedimentológicas básicas (granulometría, tipo de matriz, ordenamiento interno, etc.). En la Figura 5 se muestran dos ejemplos de afloramientos en abanicos torrenciales del municipio cuyas propiedades sedimentológicas coinciden con las de depósitos generados por fenómenos de transporte en masa. Estos depósitos se caracterizan por desarrollar estructuras masivas con una granulometría muy heterométrica y una elevada proporción de matriz arcillosa. En ocasiones el contenido en matriz es tan elevado que las granulometrías más gruesas aparecen embebidas en ella (textura con soporte de la matriz), un rasgo muy característico de los flujos de derrubios. La estructura masiva estos depósitos antiguos es similar a la observada en los depósitos contemporáneos que se han podido documentar en la zona (Figura 4).

A B

Figura 5. Ejemplos de afloramientos en abanicos torrenciales del concejo de Llanes con características sedimentológicas propias de depósitos generados por fenómenos de transporte en masa.

La ocurrencia de avenidas torrenciales muy intensas, que con frecuencia adquieren las propiedades físicas de los flujos de derrubios, está fuertemente condicionada por las características topográficas de las cuencas de drenaje. Las cuencas más susceptibles de experimentar este tipo de fenómenos tienden a ser aquellas con superficies pequeñas y fuertes gradientes. El recubrimiento sedimentario de la cuenca es otro parámetro que condiciona la predisposición de las cuencas torrenciales a experimentar fenómenos de este tipo, como también lo es el tipo y densidad de la cubierta vegetal. Por lo general, la presencia de depósitos poco cohesionados con abundante contenido en arcilla favorece la ocurrencia de fenómenos de transporte en masa. La influencia de la vegetación es más compleja, siendo por lo general las cuencas forestadas las que presentan un mayor grado de estabilidad. La relación que existe entre estas propiedades de las cuencas y la susceptibilidad a que se produzcan fenómenos de transporte en masa ofrece la posibilidad

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de desarrollar índices de susceptibilidad basados en parámetros sencillos calculados a partir de datos topográficos y cartográficos. En la literatura científica especializada se ha estudiado la aplicabilidad de estos índices al análisis de la actividad torrencial en cuencas torrenciales de zonas montañosas de clima templado-húmedo.

Uno de los índices topográficos que guardan una mejor correlación con el tipo de actividad torrencial dominante es la pendiente sintética de cuenca, una variable adimensional que se define como el cociente entre el relieve de la cuenca y la raíz cuadrada de su superficie. Valores altos de la pendiente sintética de cuenca suelen estar asociados a cuencas de fuerte relieve y muy susceptibles a generar fenómenos torrenciales de transporte en masa con capacidad de alcanzar los abanicos torrenciales. En la Tabla 3 se muestran rangos de pendiente sintética de cuenca que diferentes autores han definido como umbrales mínimos de susceptibilidad a flujos de derrubios en zonas montañosas comparables a la Cornisa Cantábrica. Tal y como muestra esta tabla, el umbral de pendiente sintética a partir del cual una cuenca torrencial es susceptible de generar flujos de derrubios capaces de alcanzar su abanico varía en función de la zona geográfica. Esta variabilidad es causada por la influencia que ejercen otras variables (pendiente del canal, precipitaciones, substrato rocoso, cubierta vegetal, etc.). En cualquier caso, la pendiente sintética de cuenca es un índice que permite identificar aquellos sistemas con un mayor grado de susceptibilidad a nivel regional.

ÁREA GEOGRÁFICA PENDIENTE SINTÉTICA DE CUENCA REFERENCIA 0,25 – 0,30 Jackson et al., 1987 MONTAÑAS COSTERAS 0,38 De Scally et al., 2001 (CANADÁ) 0,60 – 0,77 Wilford et al., 2004 ALPES DEL SUR 0,75 De Scally y Owens, 2004 (NUEVA ZELANDA) ALPES FRANCESES 0,35 - 0,40 Marchi y Brochot, 2000 0,35 – 0,30 Marchi y Tecca, 1995 ALPES ITALIANOS 0,25 – 0,30 Marchi et al., 1993 Tabla 3. Umbrales de pendiente sintética de cuencas torrenciales de diversas áreas montañosas por encima de los cuales son susceptibles de producir fenómenos de transporte en masa con capacidad para alcanzar sus abanicos torrenciales11.

11 De Scally, F. y Owens, I. (2004): Morphometric controls and geomorphic responses on fans in the Southern Alps, New Zeland. Earth Surface Processes and Landforms, 29: 311-322. De Scally, F., Slaymaker, O. y Owens, I. (2001): Morphometric controls and basin response in the Cascade Mountains. Geografiska Annaler, 83 A (3): 117-130. Jackson, L.E.; Kostaschuk, R.A. y MacDonald, G.M. (1987): Identification of debris flow hazard on alluvial fans in the Canadian Rocky Mountains. En: Costa, J.E. y Wieczorek, G.F. (eds.), Debris flows/Avalanches: Process, Recognition, and Mitigation, Reviews in Engineering Geology, Volume VII, Colorado, Geological Society of America, 115-124. Marchi, L. y Brochot, S. (2000): Les cônes de déjection torrentiels dans les Alpes françaises. Morphométrie et processus de transport solide torrentiel. Revue de Géographie Alpine, 3: 23-38. Marchi, L., Pasuto, A. y Tecca, P.R. (1993): Flow processes on alluvial fans in the Eastern Italian Alps. Zeitschrift für Geomorphologie, 37: 447-458. 13 COMISARÍA DE AGUAS

Se ha observado que la pendiente sintética de cuenca y la pendiente media de cuenca son las variables que muestran un mejor grado de correlación con la susceptibilidad a flujos de derrubios en el entorno de Llanes, tal y como se representa en el diagrama de la Figura 6. Todos los sistemas torrenciales con evidencias sedimentológicas de flujos de derrubios se proyectan en el cuadrante superior derecho del gráfico. Este sector del gráfico también es ocupado por otras cuencas torrenciales en las que no se han podido encontrar evidencias claras de flujos de derrubios, pero que tienen propiedades topográficas similares. El resto de las cuencas torrenciales se sitúan en el cuadrante inferior izquierdo del diagrama, que está caracterizado por pendientes suaves. Tomando como referencia esta distribución, se ha establecido un umbral que define dos dominios (línea roja discontinua en la Figura 6): sistemas torrenciales con una susceptibilidad alta a flujos de derrubios y sistemas con una susceptibilidad baja. Todas las cuencas torrenciales del concejo de Llanes se encuentran recubiertas, en mayor o menor medida, por depósitos superficiales de diferente naturaleza que pueden actuar como fuentes de sedimento durante eventos torrenciales. En consecuencia, se interpreta que las cuencas identificadas en el gráfico de la Figura 6 como de alta susceptibilidad tienen la capacidad de generar avenidas comparables a flujos de derrubios y con posibilidades de alcanzar las zonas torrenciales.

0.8 Mestas 0.7

0.6

0.5

0.4 Riocaliente 0.3 Susceptibilidad alta 0.2 Susceptibilidad baja 0.1 Nueva de Llanes Cué Sistemas con evidencias 0.0 Pendientemedia dela cuenca 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 Pendiente sintética

Figura 6. Distribución de valores de pendiente sintética y pendiente media de cuenca. La línea roja discontinua señala el umbral establecido para la clasificación de las cuencas torrenciales en función de su grado de susceptibilidad a generar fenómenos de transporte en masa capaces de alcanzar las zonas torrenciales.

De las 74 zonas torrenciales identificadas previamente en el concejo de Llanes, 38 tienen cuencas clasificadas como susceptibles a ser afectadas por fenómenos de transporte

Marchi, L. y Tecca, P.R. (1995): Alluvial fans of the Eastern Italian Alps: Morphometry and depositional processes. Geodinamica Ácta (Paris), 8(1): 20-27. Wilford, D.J., Sakals, M.E, Sidle, R.C. y Bergerud, W.A. (2004): Recognition of debris flows, debris flood and flood hazard through watershed morphometrics. Landslides, 1(1): 61-66. 14 COMISARÍA DE AGUAS

en masa. Estas zonas torrenciales se han identificado en los Anexos Cartográficos como zonas torrenciales prioritarias, pues en ellas cabe esperar la ocurrencia de avenidas torrenciales de elevada magnitud. El resto de zonas torrenciales se han clasificado con la denominación de zonas torrenciales genéricas, pues siendo superficies expuestas a posibles avenidas torrenciales, no es de esperar que éstas tengan un elevado contenido en carga sólida. Los núcleos de población más importantes afectados por zonas torrenciales prioritarias son Riocaliente y Mestas. En el resto de poblaciones afectadas por zonas torrenciales no se identifica un riesgo elevado de que sean afectadas por fenómenos de transporte en masa; Nueva de Llanes y Cué son dos ejemplos de poblaciones afectadas por zonas torrenciales de este tipo. Es necesario destacar que Nueva de Llanes, cuya zona torrencial recibe la clasificación de genérica, registró la inundación torrencial más grave documentada en el concejo en época reciente, en la que tuvo lugar el transporte de grandes cantidades de material sólido. Sin embargo, la documentación existente sobre este suceso sugiere que la mayor parte de este material fue incorporado a la corriente a la altura de Nueva de Llanes, donde los edificios provocaron el represamiento y posterior liberación del agua de forma repentina. Por lo tanto, se mantiene la clasificación de la zona torrencial de Nueva de Llanes como zona torrencial genérica, pues el riesgo torrencial que existe está agravado fundamentalmente por elementos urbanos. A efectos de ordenación del territorio, se recomienda que el Plan Urbanístico del concejo de Llanes tenga en cuenta la existencia y naturaleza de estas zonas torrenciales y que evite, en la medida de lo razonable, la construcción de nuevas viviendas u otros elementos vulnerables que puedan dar lugar a un aumento significativo del riesgo. La zonificación de estas zonas torrenciales en función de su grado de actividad permite definir de un modo más explícito el régimen de usos de estos sectores:  Zonas torrenciales prioritarias: El PGOU de Llanes deberá tener en cuenta la existencia de estas zonas, en las que existe la posibilidad afecciones por avenidas torrenciales de gran intensidad. Se recomienda que todas ellas sean incluidas en la categoría de Suelo No Urbanizable con el fin de prevenir futuras situaciones de riesgo, a excepción de los Núcleos Rurales vigentes, en los que ya existen elementos vulnerables consolidados, incluyendo viviendas. Se recomienda que el ayuntamiento de Llanes adapte su PGOU para que cualquier futuro desarrollo urbanístico de los Núcleos Rurales afectados por zonas torrenciales prioritarias esté condicionado a la implantación de medidas de protección torrencial que reduzcan las situaciones de riesgo a niveles aceptables.  Zonas torrenciales genéricas: Se considera adecuado que el PGOU de Llanes tenga en cuenta la existencia de las zonas torrenciales genéricas a efectos informativos. Sin embargo, no es de esperar la ocurrencia de avenidas torrenciales de gran intensidad en estas zonas torrenciales, por lo que no es necesario que el PGOU establezca ningún tipo de restricción urbanística especial. En cualquier caso, y como medida cautelar, no se recomienda la ubicación, en zonas torrenciales genéricas, de instalaciones para la acampada u otras actividades con elevadas vulnerabilidad y exposición frente a inundaciones, excepto si se establecen las medidas necesarias para garantizar su seguridad. 15 COMISARÍA DE AGUAS

Independientemente de que se realicen futuros desarrollos urbanísticos en los Núcleos Rurales afectados por zonas torrenciales prioritarias, se recomienda que se lleven a cabo medidas de protección que mitiguen las situaciones de riesgo torrencial que actualmente existen en estas zonas, en particular en los núcleos de Riocaliente y Mestas. El riesgo torrencial en las poblaciones de Riocaliente y Mestas podría ser reducido mediante la construcción de presas de retención de sedimento en los ápices de sus abanicos torrenciales, coincidiendo con los puntos de pérdida de pendiente y confinamiento de los canales torrenciales. Estas estructuras deberán dimensionarse de acuerdo con el volumen de sedimento que potencialmente pueda llegar a las zonas torrenciales en caso de fuertes lluvias, que a su vez será función de la geometría y naturaleza depósitos superficiales de sus respectivas cuencas de drenaje.

Oviedo, 22 de febrero de 2010

Este informe forma parte de la asistencia técnica (ref. 19451) que TRAGSA presta al Servicio de Estudios Medioambientales e Hidrológicos de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico (Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino).

Coordinación Dirección

Rubén Santos Alonso Juan Antonio Martín Ventura

Jefe del Servicio de Estudios Medioambientales e Hidrológicos

Elaboración Confederación Hidrográfica del Cantábrico Pablo Ignacio Tirador Egocheaga Alejandro Díaz Iglesias

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DELIMITACIÓN DE ESPACIOS FLUVIALES Y ZONAS TORRENCIALES EN EL CONCEJO DE LLANES (ASTURIAS) ANEXO CARTOGRÁFICO I: GENERAL

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ANEXO CARTOGRÁFICO II:

ZONA 1

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DELIMITACIÓN DE ESPACIOS FLUVIALES Y ZONAS TORRENCIALES EN EL CONCEJO DE LLANES (ASTURIAS)

ANEXO CARTOGRÁFICO III:

ZONA 2

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DELIMITACIÓN DE ESPACIOS FLUVIALES Y ZONAS TORRENCIALES EN EL CONCEJO DE LLANES (ASTURIAS)

ANEXO CARTOGRÁFICO IV:

ZONA 3

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DELIMITACIÓN DE ESPACIOS FLUVIALES Y ZONAS TORRENCIALESEN EL CONCEJO DE LLANES (ASTURIAS)

ANEXO CARTOGRÁFICO V:

ZONA 4

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DELIMITACIÓN DE ESPACIOS FLUVIALES Y ZONAS TORRENCIALES EN EL CONCEJO DE LLANES (ASTURIAS)

ANEXO CARTOGRÁFICO VI:

ZONA 5

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DELIMITACIÓN DE ESPACIOS FLUVIALES Y ZONAS TORRENCIALES EN EL CONCEJO DE LLANES (ASTURIAS)

ANEXO CARTOGRÁFICO VII:

ZONA 6

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DELIMITACIÓN DE ESPACIOS FLUVIALES Y ZONAS TORRENCIALES EN EL CONCEJO DE LLANES (ASTURIAS)

ANEXO CARTOGRÁFICO VIII:

ZONA 7

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DELIMITACIÓN DE ESPACIOS FLUVIALES Y ZONAS TORRENCIALES EN EL CONCEJO DE LLANES (ASTURIAS)

ANEXO CARTOGRÁFICO IX:

ZONA 8