Revista Estudios, Costa Rica. Nos. 14 y 15, pág. 117-128, 1997-1998

EL ESCRITOR HISPANOAMERICANO Y LA BÚSQUEDA DE SU IDENTIDAD CULTURAL

Manuel Castro Lobo

Como latinoamericanos que somos no es ra- ritual pretende legitimar el discurso prove- ro que tengamos mucho interés en el estudio de niente de las colonias. nuestro continente, de nuestras culturas, de 3- La que se da con miras a la independencia. nuestra historia, de nuestro pensamiento y en ge- Adrede se busca un discurso propio, discipli- neral, de todo aquello que caracterice lo "hispa- nado, creativo e independiente. Se toma con- noamericano". Somos parte de un continente jo- ciencia de que nuestra peculiar realidad re- ven y por ende es mucho lo que debemos de quiere de un discurso propio. La compleja estudiar y relativamente poco lo que se ha escri- realidad hispanoamericana es caótica. El dis- to sobre el tema. curso es un intento de poner orden en ese caos. A continuación nos referiremos a algunas de Hagamos a continuación un breve recorrido las principales características del quehacer de es- por algunos de los principales temas tratados por critores hispanoamericanos de la categoría de los escritores hispanoamericanos. Colón, el Inca Garcilaso de la Vega, Bartolomé de las Casas, Sor Juana Inés de la Cruz, Simón Bolívar, Domingo Faustino Sarmiento, Esteban 1. AMÉRICA COMO UN LUGAR Echeverría, José Martí, y José Enrique Rodó. PARADISIACO Con ello podremos conocer, a grandes rasgos, cuáles temas han sido objeto de interés especial por Tanto Cristóbal Colón como el Inca Garci- estos pensadores, cómo han tratado estos temas, laso y Bartolomé de las Casas hablan de Améri- qué evolución podemos observar en la apreciación ca como un lugar paradisiaco. Colón pareciera de los mismos y si todo este material constituye creer que efectivamente ha llegado al Paraíso una base sólida de lo que podemos denominar un Terrenal y lo demuestra con las maravillosas escritor típicamente hispanoamericano. descripciones de las bellezas naturales de las Podemos distinguir tres etapas en el discur- tierras descubiertas. La abundancia material so hispanoamericano: contrasta con la desnudez física y cultural de los 1- La que se da en el descubrimiento y la con- indígenas, según Colón. Si bien abundan mu- quista: aquí la realidad hispanoamericana se chos productos naturales, los indígenas andan ve como algo paradójico: una gran riqueza desnudos y sus viviendas son rudimentarias. Pa- física y una enorme pobreza cultural. El es- ra Colón, estos seres son muy débiles. Salvo los critor no lo es en forma profesional sino cir- caníbales, no poseen armas. Por eso considera cunstancial. Se funde en una sola persona el que con unos pocos soldados fácilmente pueden escritor y el testigo. conquistarlos. 2- La que se da en la colonia. Se utilizan for-

mas y estereotipos provenientes de la metró- U ••• y certifica el Almirante a los Reyes que 10 l poli. Es una etapa imitativa. El dominio del hombres hagan huir a 10.000; tan cobardes y l 118 REVISTA ESTUDIOS medrosos son que ni traen armas, ... " (Colón. en el Perú, porque les vieron barbas y todo el Cartas. 161) cuerpo vestido ... Y porque creyeron que eran hi- jos de su dios, los respetaron tanto que los ado- El Inca Garcilaso también se refiere a los raron y les hicieron poca defensa ... "(Garcilaso muchos recursos que poseían los incas y a su vas- de la Vega. Comentarios reales. 201). to imperio. Detalla la gran cantidad de productos naturales que había en el reino de los incas y los Bartolomé de las Casas contrasta la riqueza compara con los que habían en Europa. Hace una natural del continente y de sus habitantes con la especie de inventario de especies animales y ve- pobreza espiritual y la avaricia de los conquista- getales. Lejos de creer en una desnudez física y dores. Continuamente denuncia la campaña de cultural, enfatiza la gran cantidad y diversidad de destrucción realizada por los españoles. Con res- los vestidos usados por los incas y los detalles de pecto al asunto militar, aclara que los indígenas la organización del imperio tanto política como son sumisos por su carácter afable, su hospitali- administrativa, del desarrollo artístico, artesanal dad, su deseo de aceptar la nueva fe y la creencia e industrial, todo lo cual demuestra una gran ri- en que los españoles iban a ser verdaderos ejem- queza cultural. (Garcilaso de la Vega. Comenta- plos de los preceptos cristianos. Cuando descu- rios reales. 82 a 94, 153) bren las verdaderas intenciones de los conquista- La mansedumbre de los indígenas, que Colón dores, se alzan en armas pero la desproporción afirma como manifestación de debilidad, no es tal. entre los recursos militares entre españoles e in- Ello se demuestra con la gran cantidad de campa- dígenas es tan grande, que fácilmente los prime- ñas militares organizadas por los distintos empera- ros vencen a los segundos. (Fray Bartolomé de dores incas. La sumisión a los españoles es debida Las Casas. Brevísima relación de la destrucción a la obediencia a las órdenes recibidas de sus au- de las Indias. 72, 73, 75, 76) toridades indígenas, a su carácter afable y a la creencia en el cumplimiento de profecías que ha- blaban de la llegada de dichos foráneos y a su ca- 2. AMÉRICA ES CONFUNDIDA rácter divino como mensajeros del Dios invisible. CON ASIA

"Demás de adorar al por Dios visible, a Es interesante observar como Colón cree ha- quien ofrecieron sacrificios e hicieron grandes ber llegado a las indias. Continuamente nos habla fiestas ..., los Reyes 1ncas y sus amautas, que eran de lugares citados por Marco Polo en sus viajes y los filósofos, rastrearon con lumbre natural al busca entrevistar al Gran Khan. Parte del proble- verdadero sumo Dios y Señor Nuestro, que creó ma de entender al nuevo continente se debe a la el cielo y la Tierra como adelante veremos en los falta de conocimiento de que es un nuevo conti- argumentos y sentencias que algunos de ellos di- nente y no las tierras descritas por Marco Polo. jeron de la Divina Majestad, al cual llamaron Pachacámac ... " (Garcilaso de lA Vega. Comen- "Quisiera hoy partir para la isla de Cuba, que tarios reales. 49) creo que debe ser Cipango, ... " (Colón. Cartas. 140) "Diéronle el nombre del fantasma que se le apa- reció (al Príncipe hijo delInca Yáhuar Huácac), ••...y que el rey de aquella tierra tenía guerra con el cual dijo llamarse así. Y porque el Príncipe di- el Gran Can, ... " (Colón. Cartas. 143) jo que tenía barbas en la cara, a diferencia de los indios que generalmente son lampiños, y que traían el vestido hasta los pies, diferente hábito 3. EL TEMA DEL IMPERIALISMO del que los indios traen, que no les llega más de hasta la rodilla, de aquí nació que llamaron Vi- El imperio español, según Colón, tiene auto- racocha a los primeros españoles que entraron ridad para conquistar las tierras por él descubier- El escritor hispanoamericano la búsqueda de su identidad cultural 119 tasoLa nueva religión y en general, la nueva cultu- los europeos en su intento de reducir conceptual- ra, tiene que ser aceptada por los indígenas por las mente una realidad muy diferente y una cultura buenas o por las malas. Colón se cree un abande- muy compleja y rica como la americana. rado de la fe y pareciera que verdaderamente se cree un apóstol de Cristo. Sin embargo, rápida- mente cambia de imagen cuando enfatiza su preo- 5. LA PARADOJA: RECLAMO, cupación por encontrar oro para llevar a España. HACIENDO USO DE MODELOS El Inca Garcilaso parece demostrar que el EUROPEOS, DE NO REDUCIR EL nivel del imperio inca perfectamente puede com- PENSAMIENTO IllSPANOAMERICANO petir con el imperio español en cuanto a su nivel A DICHOS MODELOS de desarrollo. Por eso nos da detalles de la orga- nización política, administrativa, judicial, etc. del El Inca Garcilaso y Sor Juana Inés de la Cruz imperio inca. En ello, sigue la misma técnica que son algunos de los principales exponentes de es- usó San Agustín con respecto al Imperio Roma- ta paradoja pues hacen uso de los modelos dis- no. Ello le sirve para legitimar sus derechos co- cursivos europeos para describir una realidad dis- mo legítimo descendiente de los incas, es decir, tinta a la europea que escapa a dichos modelos de las autoridades imperiales locales, y con ello, discursi vos. obtener los privilegios que los españoles otorga- ban a dichas autoridades locales. Este aspecto da margen a considerar que 6. OBEDIENCIA A PROCEDIMIENTOS Garcilaso de la Vega no es objetivo en su estudio LEGALES: EL CASO DEL y que favorece adrede a los incas pues con ello REQUERIMIENTO EN LOS INCAS y puede obtener beneficios personales. Entre más LOS ESPAÑOLES desarrollada se presente a la cultura inca, más respecto inspirarán sus gobernantes a los españo- Es interesante observar como tanto la cultu- les y por ende, según la costumbre romana, los ra inca como la española hacen uso de procedi- conquistadores deben de respetar a esas autorida- mientos de conquista típicos de los imperios, con des locales y dejar que gocen de una serie de pri- los cuales pretenden legitimar el acto de posesión vilegios propios de sus cargos. de un nuevo territorio. Me refiero a la práctica del Requerimiento con el cual se cae en la falacia de hacer un acto aparentemente legal pero que 4. EL PROBLEMA DE LAS contradice las leyes de la lógica. Por este medio INTERPRETACIONES ARBITRARIAS se indica la autoridad en nombre de la cual se ha- DE LOS ESPAÑOLES ce la toma de posesión y se ofrece (aparentemen- te) la oportunidad de oponerse a dicho acto. En el Desde los textos de Colón encontramos pre- caso de los españoles, es lógico suponer que no sente el problema de la dificultad de interpretar hubo oposición pues los indígenas no entendían correctamente las lenguas de los indígenas. Los la lengua del conquistador. En el caso de los in- españoles tratan de asimilar la cultura indígena cas, Garcilaso de la Vega señala que dicho Re- con su visión europea y por ello tergiversan con- querimiento se hacía en la lengua que los con- tinuamente los conceptos de los indígenas. El In- quistados usaban, lo cual les permitía oponerse o ea Garcilaso detalla los múltiples errores de mala no a dicho acto. Sin embargo, tanto en el caso de interpretación de los cronistas españoles. Afirma los incas como en el de los españoles, aunque se que los españoles cometen con el Quechua los diese la oposición, la conquista siempre se reali- mismos errores que los europeos cometieron con zaba. En ambos casos, los conquistadores siem- la interpretación de los textos de la cultura greco- pre esgrimían el argumento de que la conquista . Se apoya en San Agustín para dar autori- era necesaria para el propio bienestar de los con- dad a su insistencia en las limitaciones que tienen quistados pues adquirían no solo una nueva cul- 120 REVISTA ESTUDIOS tura sino que conocerían a los verdaderos dioses. en la cual, las nuevas naciones americanas tratan Sin embargo, en el Inca Garcilaso es notoria la pa- de verse a sí mismas, con sus propias caracterís- ciencia con que actúan los conquistadores y las ticas, valores culturales, historia, etc. Ese pasado muchas exhortaciones a someterse "por las bue- glorioso es abiertamente mostrado por el Inca nas". Solo en casos extremos, se hace uso de la Garcilaso con las intenciones ya expuestas. fuerza. Eso no sucede con la conquista española, como bien lo ilustra Fray Bartolomé de Las Casas. Parece que los escritores citados desean de- 9. ESCRITURA VERSUS TRADICIÓN mostrar que el proceso de conquista usado por ORAL los indígenas es más humano y elevado que el usado por los conquistadores españoles. Con Los autores estudiados hacen uso de citas ello, la calidad humana de los indígenas sobresa- para dar autoridad a sus afirmaciones. Dichas ci- le, al igual que su nivel cultural, por sobre la de tas son tomadas de las Sagradas Escrituras, de aquellos que supuestamente son superiores. cronistas, escritores, filósofos, etc. El Inca Garci- laso también hace uso de la tradición oral ya que

H ••• y dijo que le diesen por fe y testimonio como de es la forma en que su pueblo transmitía su histo- hecho tomó, posesión de dicha isla por el Rey o ria. La fidelidad de los relatos y la honestidad de por la Reina sus señores, haciendo las protestacio- los relatores hacen que la información obtenida nes que se requerían, ... " (Colón. Cartas. 130) sea tan válida como si hubiese sido escrita. En el caso personal delInca Garcilaso está también el hecho de que él es testigo de muchos de los rela- 7. RECLAMO DE AUTORIDAD CON tos. Es decir, no solo describe relatos sino tam- BASE EN LA PUREZA DE LA SANGRE bién memorias.

El Inca Garcilaso insiste en demostrar la pu- reza de su sangre y que por lo tanto, como des- 10. LA RELIGIÓN COMO ARMA DE cendiente de los Incas, merece recibir los privile- CONQUISTA gios de su condición. Él sabe que los españoles valoran la pureza de su sangre y consideran que Parece que todos los conquistadores usan la es una contaminación el tener sangre judía o mo- religión como arma de conquista. Los incas así lo ra. Junto a la pureza de la sangre existen una se- hacían. También los españoles. Eso les da una es- rie de privilegios y rango, los cuales también re- pecie de legitimación. Los convierte en "soldados conocen los indígenas. Como indicamos de la fe". Es muy utilizada, en todos los conflic- anteriormente, este es un aspecto que nos hace tos mundiales, el referirse al enemigo como la dudar de la objetividad en el estudio delInca personificación de los demoníaco, de la "oscuri- Garcilaso. dad". De esa manera, hasta los intereses más mez- quinos se disfrazan de buenas intenciones.

8. SENTIMIENTO NACIONALISTA: NECESIDAD DE CONSTRUIRSE UN 11. LA FALSA HUMILDAD Y LA FALSA PASADO GLORIOSO SUMISIÓN

El sentimiento nacionalista que se da en Eu- Muchos de los escritores estudiados se hu- ropa también se manifiesta en el nuevo continen- millan ante las autoridades de turno. Incluso les te. Cada nueva nación trata de construirse un pa- dirigen o les dedican sus obras. Tratan de congra- sado glorioso sobre el cual auto afirmarse y ciarse con esas autoridades, de obtener su reco- diferenciarse de los demás. Los autores estudia- nocimiento. Algunos, como Fray Bartolomé de dos tratan de establecer una verdadera tradición, Las Casas se atreven a recordarles sus respsonsa- El escritor hispanoamericano la búsqueda de su identidad cultural 121 bilidades como autoridades, pero siempre lo ha- tutos como serpientes". Con ello vemos el estable- ce en una forma muy diplomática. cimiento de una estrategia común de los escritores hispanoamericanos, que forma parte de esa tradi- "Y puesto que el arzobispo de Toledo, maestro de ción de pensamiento típicamente autóctono: la de Vuestra Alteza, siendo Obispo de Cartagena, me humillarse a sí mismo para ser exaltado por otros. las pidió y presentó a Vuestra Alteza, pero por los largos caminos de mar y de tierra que Vuestra Al- teza ha emprendido, y ocupaciones frecuentes rea- 12. PODER Y DISCURSO les que ha tenido, puede haber sido que, o Vuestra Alteza no las leyó, o que ya olvidadas las tiene, ... " El poder dicta las pautas del discurso pero (Bartolomé de las Casas. Brevísima relación de la también, el discurso busca afianzar o alcanzar el destrucción de las Indias. 72). poder. Colón, en sus escritos, muestra su visión de conquistador, de abanderado de la fe, de sol- dado de España. Promete riquezas a la Corona y El caso de Sor Juana Inés de la Cruz es par- busca obtener su favor para realizar todos sus ticularmente interesante. A ella la utilizan las au- proyectos. Motiva a las autoridades a continuar toridades locales para demostrar a las autoridades financiando sus viajes y les promete no solo ri- metropolitanas que también en América se dan queza material sino la fama. excelentes intelectuales. Pero la escritora tiene El Inca Garcilaso busca que su discurso sea que enfrentar los obstáculos que el medio en que aceptado por las autoridades españolas a fin de re- se desenvuelve (sea la corte o la Iglesia) le pre- cobrar sus privilegios como heredero de un con- senta por ser mujer y por ser americana. Sor Jua- quistador. Es un maestro en usar elementos de la na Inés de la Cruz tiene que conciliar sus intere- cultura inca que puedan convencer a los españoles ses intelectuales con la regla de obediencia a la de la autoridad y validez de dicha cultura y por en- Iglesia. Al final de su vida parece que se rinde an- de, de la de sus pretensiones. El lema de su te dicha regla de obediencia y sacrifica sus pro- escudo de armas es una clara manifestación de su pios intereses intelectuales. estrategia: "Por la espada y por las letras". Sus ob- jetivos serán alcanzados por cualquiera de los dos "Dejen eso para quien lo entienda, que yo no quie- caminos. Y es que su discurso es también un arma. ro ruido con el Santo Oficio, que soy ignorante y Eso no es exclusivo delInca Garcilaso. También tiemblo de decir alguna proposición malsonante o Sor Juana Inés de la Cruz va a utilizar su pluma co- torcer la genuina inteligencia de algún lugar" (Sor mo una verdadera espada. Eso, claramente, consti- Juana Inés de la Cruz. Carta a Sor Filotea. 829) tuye una tradición del escritor hispanoamericano. Bartolomé de Las Casas y la misma Sor Jua- "¿Por ventura soy más que una pobre monja, la na Inés buscan demostrar, con su discurso, que más mínima criatura del mundo y la más indigna América puede ser motivo de orgullo para Espa- de ocupar vuestra atención?" (Sor Juana Inés de ña. Incluso, que Europa demuestra ser muchas la Cruz. Carta a Sor Filotea. 405) veces menos "cristiana" que los mismos indíge- nas, criollos y mestizos. Sin embargo, Sor Juana Inés de la Cruz sabe de lo que habla y es consciente de su propia altura intelectual. Por eso se atreve a publicar sus obras o 13. LA AFIRMACIÓN DE LAS a permitir que sean publicadas. Inclusive se atreve DIFERENCIAS ENTRE LA REALIDAD a interpretar a San Pablo. Sin embargo, Sor Juana AMERICANA Y LA REALIDAD DE Inés, en forma astuta, manifiesta abiertamente que LOS CENTROS METROPOLITANOS tiene muchas limitaciones intelectuales y que en DE PODER ningún momento es su deseo considerarse superior a ninguno de sus oponente o críticos. Es la estrate- La afirmación anterior convence al lector de la gia bíblica de "ser mansos como palomas pero as- existencia de dichas diferencias y de que el intelec- 122 REVISTA ESTUDIOS

tual foráneo es incapaz de reducir a sus esquemas a. La búsqueda de un sistema de gobierno una realidad tan compleja y diferente como la ame- propio ricana. Ello, a su vez, constituye también una ad- vertencia al intelectual latinoamericano para que Bolívar, adrede, separa a los Estados Unidos establezca nuevos parámetros, nuevos esquemas, de América del resto del continente. Denomina una nueva óptica acorde a esa nueva y multifacéti- "Hispanoamérica" a la tierra que está al Sur del ea realidad que pretende estudiar. Río Bravo. Plantea la diferencia entre los mode- Esa clara conciencia de que se necesita un los europeos y la realidad hispanoamericana. discurso propio lo expresa Martí al decir: Aquí, la República no funciona y el Liberalismo nos pierde. Tampoco un sistema federal es con- "...y el buen gobernante en América no es el que veniente. No podemos importar modelos y apli- sabe cómo se gobierna el alemán o el francés, si- carlos automáticamente. no el que sabe con qué elementos está hecho su país, y cómo puede ir guiándolos en junto para "Yo deseo más que otro alguno ver formar en llegar, por métodos e instituciones nacidas del América la más grande nación del mundo, menos país mismo, a aquel estado apetecible, donde ca- por su extensión y riquezas que por su libertad y da hombre se conoce y ejerce, y disfrute todos de gloria. Aunque aspiro a la perfección del gobier- la abundancia que la Naturaleza puso para todos no de mi patria, no puedo persuadirme que el en el pueblo que fecundan son su trabajo y de- Nuevo Mundo sea por el momento regido por fienden con sus vidas. El gobierno ha de nacer una gran república; como es imposible, no me del país. El espíritu del gobierno ha de ser el del atrevo a desearlo; y menos deseo aún una mo- país. La forma de gobierno ha de avenirse a la narquía universal de América, porque este pro- constitución propia del país. El gobierno no es yecto, sin ser útil, es también imposible. Los abu- más que el equilibrio de los elementos naturales sos que actualmente existen no se reformarían, y del país. "(Martí. Nuestra América. 55) nuestra regeneración sería infructuosa. Los Es- tados americanos han menester de los cuidados Para Domingo Faustino Sarmiento es la des- de gobiernos paternales que curen las llagas y cripción de lo propio lo que puede hacer que la li- las heridas del despotismo y la guerra. La metró- teratura nacional pueda brillar y por eso, en su poli, por ejemplo, sería México, que es la única obra, él dedica una gran parte a la descripción del que puede serio por su poder intrínseco, sin el entorno en que se realizará la acción. Ese entor- cual no hay metrópoli." (Bolívar. Carta de Ja- no no es un mero escenario. Hay una interacción maica.44) entre: el paisaje y los personajes. "El sistema Federal, bien que sea el más perfec- "Si un destello de literatura nacional puede bri- to y más capaz de proporcionar la felicidad hu- llar momentáneamente en las nuevas sociedades mana en sociedad, es, no obstante, el más opues- americanas, es el que resultará de la descrip- to a los intereses de nuestros nacientes estados. " ción de las grandiosas escenas naturales, y so- (Bolívar. Manifiesto de Cartagena. 51). bre todo de la lucha entre la civilización euro- pea y la barbarie indígena, entre la inteligencia Bolívar comprende una triste realidad de y la materia; lucha imponente en América, y que nuestro continente: que estamos solos. Pretender da lugar a escenas tan peculiares, tan caracte- obtener ayuda de Europa es inútil. No podemos rísticas y tan fuera del círculo de ideas en que se depender de Europa. ha educado el espíritu europeo, porque los re- sortes dramáticos se vuelven desconocidos fuera "No sólo los europeos, pero hasta nuestros her- del país donde se toman, los usos sorprendentes, manos del Norte se han mantenido inmóviles es- y originales los caracteres." (Sarmiento. Facun- pectadores de esta contienda. que por su esencia do. 53) es la más justa, y por sus resultados la más bella El escritor hispanoamericano la búsqueda de su identidad cultural 123 e importante de cuantas se han suscitado en los realidad americana se traslada a un contexto dife- siglos antiguos y modernos." (Bolívar. Carta de rente. Ahora también haya claras diferencias en- Jamaica. XV) tre la capital y las provincias. El punto de compa- ración ya no es sólo España sino Europa. El Hubiera sido muy sencillo, una vez obtenida campo de contraste se hace mayor. Ese contraste la independencia, simplemente haber copiado al- hace que en un mismo momento, se viva en dos guno de los sistemas de gobierno vigentes en Eu- siglos simultáneamente: ropa. Eso hubiera sido lo más fácil. Pero las na- ciones jóvenes se ven sometidas a una difícil "El siglo XIX y el siglo XII viven juntos: el uno prueba: la de establecer su propio sistema de go- dentro de las ciudades, el otro en las campañas. " bierno basado en su peculiar realidad. Bolívar (Sarmiento. Facundo. 65) nos cuenta su sueño pero él mismo lo califica de sueño y admite la complejidad de la realidad his- c. El paisaje panoamericana. Otro elemento importante de diferenciación "De todo lo expuesto, podemos deducir estas con- entre la realidad americana y los centros metro- secuencias: las provincias americanas se hallan politanos es el paisaje. Desde Colón encontramos lidiando por emanciparse; alfin obtendrán el su- la admiración del europeo frente al maravilloso ceso; algunas se constituirán de un modo regular paraíso físico que es América. Esas diferencias en repúblicas federales y centrales; se fundarán físicas contribuyen a hacer marcadas diferencias monarquías casi inevitablemente en las grandes culturales que se reflejan hasta en cosas tan espe- secciones, y algunas serán tan infelices que devo- cíficas pero tan sintomáticas como el tipo de tra- rarán sus elementos, ya en la actual, ya en las fu- je que se usa en el campo y el que se usa en las turas revoluciones que una gran monarquía no se- ciudades. ráfácil consolidar, una gran república imposible. Es una idea grandiosa pretender formar de todo "Toda civilización se expresa en trajes, y cada el mundo nuevo una sola nación con un solo vín- traje indica un sistema de ideas entero". (Sar- culo que ligue sus partes entre sí y con el todo. miento. Facundo. Parte 2. cap. IV.Il) Ya que tiene un origen, una lengua, unas costum- bres y una religión, debería, por consiguiente, te- Ese paisaje "no europeo" que escapa a ser ner un solo gobierno que confederase los dife- contenido dentro de los esquemas estructurales rentes Estados que hayan deformarse; mas no es del discurso europeo, se funde con el individuo y posible porque climas remotos, situaciones di- lo hace ser "diferente". versas, intereses opuestos, caracteres deseme- jantes, dividen a la América. " (Bolívar. Carta de d. América es vista con referencia a Asia Jamaica. 49) En Sarmiento al igual que en Colón, hay una b. Necesidad de un nuevo discurso clara tendencia a ver América con referencia a Asia, y concretamente a la cultura árabe. Pareciera Para Sarmiento y para Esteban Echeverría es concluir que el desierto físico es paralelo al desier- necesario crear un nuevo discurso para describir to cultural; que esa naturaleza adversa que separa a la realidad americana. Presentan una clara divi- los hombres y a las ciudades, los condena a vivir en sión política entre federalistas y unitarios, un soledad y a rechazar las normas de convivencia so- gran contraste entre la civilización y la barbarie, cial que caracterizan a los pueblos civilizados. entre la llamada "España europea" y la "España El paisaje no es meramente el escenario de americana", entre Buenos Aires y el resto de las la obra. El paisaje determina la acción. No po- provincias argentinas. El problema del enfrenta- dríamos entender "El matadero" y lo que ahí se miento entre la metrópoli (España) y la compleja describe si previamente no nos hubiese descrito 124 REVISTA ESTUDIOS el torrencial aguacero que se desató y que es in- Esas diferencias físicas entre los centros de terpretado como una señal divina. Fruto de dicho poder: España, Inglaterra o los Estados Unidos aguacero es un ambiente lleno de barro, en el de América, hacen que los modelos ahí aplica- cual se desarrolla la escena. Ese barro es una cla- bles no se puedan usar en América. Para Sar- ra imagen no sólo física sino también espiritual, miento, como para Bolívar, el conocimiento del moral, del nivel cultural del pueblo. Durante to- elemento físico y cultural es indispensable para do el cuento están presentes dos elementos muy establecer la forma de gobierno apta para la gran descriptivos: el barro y la sangre. Uno y otro se Hispanoamérica. mezclan como lo hacen los seres humanos y su sucio entorno. "Norte América está llamada a ser una federa- En Sarmiento está presente la misma idea. ción, menos por la primitiva independencia de En ese ambiente físico a que el autor pone espe- las plantaciones, que por su ancha exposición al cial atención, hasta el punto de posponer la narra- Atlántico y las diversas salidas que al interior ción de la vida y obra de Facundo para describir dan el San Lorenzo al norte, el Mississipi al sur primeramente ese paisaje, se presentan también y las inmensas canalizaciones al . La Re- los elementos citados: el barro y la sangre. El pri- pública Argentina es una e indivisible." (Sar- mero se funde con el segundo, como se funde la miento. Facundo. 41)· sangre de las muchas matanzas descritas y la tie- rra argentina. e. La herencia española La geografía de América es muy distinta a la de Europa. Eso es determinante en el aspecto Para Sarmiento, la causa de nuestro estado cultural. de "barbarie", representado por Facundo, se debe a que fuimos colonizados por esa España que es- "El mal que aqueja a la República Argentina es tá más cerca de Africa que del resto de Europa. la extensión; el desierto la rodea por todas par- tes, se le insinúa en las entrañas, la soledad, el "... ¡No os riáis, pues, pueblos hispanoamerica- despoblado sin una habitación humana, son por nos, al ver tanta degradación! ¡Mirad que sois lo general los límites incuestionables entre unas españoles, y la 1nquisición educa así a la Espa- y otras provincias." (Sarmiento. Facundo. 37). ña! Esta enfermedad la traemos en la sangre." (Sarmiento. Facundo. Parte 2, cap. IV, 16). Esa característica física hace que sea muy difícil para un gobierno, ejercer una verdadera "Entonces se habría podido aclarar un poco el acción civilizadora. Ello incrementa la inseguri- problema de la España, esa rezagada de Europa, dad, la cual es aprovechada por los tiranos para que, echada entre el Mediterráneo y el Océano, amedrentar al pueblo y someterlo a un régimen por un ancho istmo y separada de Africa por un de terror. angosto estrecho" (Sarmiento. Facundo. 29) (su- brayados del autor) "Esta inseguridad de la vida, que es habitual y permanente en las campañas, imprime, a mi pa- f. El elemento racial recer, en el carácter argentino cierta resignación estoica para la muerte violenta, que hace de ella El elemento racial es otro de los grandes as- uno de los percances inseparables de la vida, pectos de diferenciación entre la metrópolis y la una manera de morir como cualquier otra, y periferia. Ello se da no solo en Europa o en los puede quizá explicar en parte, la indiferencia Estados Unidos de América y las jóvenes nacio- con que dan y reciben la muerte, sin dejar en los nes hispanoamericanas sino también dentro de que sobreviven impresiones profundas y durade- ellas mismas, entre sus capitales y sus provincias, ras." (Sarmiento. Facundo. 38). y todavía a un nivel más bajo: entre el campo y la ciudad. El escritor hispanoamericano la búsqueda de su identidad cultural 125

Sarmiento analiza el aspecto de la consti- g. Crítica al espíritu del "americanismo" tución étnica de las naciones hispanoamerica- nas con expresiones que claramente manifies- Para José Enrique Rodó, los Estados Unidos tan su racismo. de América representan un señuelo que atrae a las jóvenes naciones hispanoamericanas y las "Las razas americanas viven en la ociosidad, y aleja de sus raíces, para caer en lo que caracteri- se muestran incapaces, aún por medio de la com- za a los norteamericanos que es el utilitarismo y pulsión, para dedicarse a un trabajo duro y se- la vulgaridad. guido. Esto sugirió la idea de introducir negros en América, que tan fatales resultados ha produ- "La concepción utilitaria, como idea del destino cido." (Sarmiento. Facundo. 43) humano, y la igualdad en lo mediocre, como nor- ma de la proporción social, componen, íntima- No es raro encontrar todavía en muchos lati- mente relacionadas, la fórmula de lo que ha so- noamericanos la explicación de todos los males lido llamarse, en Europa, el espíritu de que aquejan a nuestros pueblos por una visión tan americanismo .•• (Rodó. Ariel. 101). simplista y racial como la de Sarmiento, y decir que dichos males se deben a que somos mestizos Ese impulso por imitar a los norteamerica- y vagabundos. Es notable el daño que ideas como nos hace que nuestras naciones se desnaturalicen las expresadas por Sarmiento, pueden hacer en la y desfiguren por pretender ser lo que no son, por mentalidad de un pueblo. tratar de copiar una cultura que tiene unas raíces El intelectual latinoamericano debe de ad- muy distintas a las nuestras. quirir conciencia de esta compleja y paradójica realidad de su continente. Las diferencias que an- "Es así como la visión de una América deslatini- tes se daban entre la metrópoli y las colonias se zada por propia voluntad, sin la extorsión de la han llevado al nivel de las ciudades y el campo, conquista, y regenerada luego a imagen y seme- de la capital y las provincias. En un mismo país janza del arquetipo del Norte, flota ya sobre los podemos encontrar una variedad étnica, cultural, sueños de muchos sinceros interesados por nues- social, etc., muy grande. Es como si en un mismo tro porvenir, inspira lafruición con que ellos for- lugar convivieran personas de muy distintas épo- mulan a cada paso los más sugestivos paralelos cas. Al decir de Sarmiento, como si la Edad Me- y se manifiesta por constantes propósitos de in- dia y la Era Moderna convivieran simultánea- novación y reforma. Tenemos nuestra nordoma- mente en un mismo lugar. nia. Es necesario oponerle los límites que la ra- zón y el sentimiento señalan de consuno .•• (Rodó. "El hombre de la ciudad viste el traje europeo, Ariel. 102). vive de la vida civilizada tal como la conoce- mos en todas partes; allí están las leyes, las Una vez hecho este recorrido, podemos ob- ideas de progreso, los medios de instrucción, servar la existencia de una verdadera tradición en alguna organización municipal, el gobierno re- el discurso hispanoamericano. Podemos aprender gular, etc. Saliendo del recinto de la ciudad, to- de los aciertos y errores cometidos y sacar prove- do cambia de aspecto; el hombre de campo lle- cho de este estudio, máxime si pretendemos con- va otro traje, que llamaré americano, por ser tinuar la labor desarrollada por esos autores. En común a todos los pueblos; sus hábitos de vida especial, me interesa el aporte que esta reflexión son diversos, sus necesidades, peculiares y li- pueda darnos en el campo de la metodología em- mitadas: parecen dos sociedades distintas, dos pleada por dichos escritores. pueblos extraños uno de otro .•• (Sarmiento. Fa- Uno de los cuidados principales que debe- cundo.45) mos de tener es el de aprender de los errores que 126 REVISTA ESTUDIOS otros grupos humanos han cometido en el pasa- encontramos en Limón o las diversas culturas in- do, cuando han querido estudiar una determinada dígenas que todavía subsisten en diferentes zonas cultura. Entre esos errores comunes podemos ci- del territorio nacional. Y si eso pasa en nuestro tar los siguientes: propio país, ¿cómo no va a pasar en mayor pro- 1- Como seres humanos que nos estudiamos a porción con respecto a otras naciones que están nosotros mismos, somos sujeto y objeto de nuestro muy alejadas de nosotros? estudio. No podemos pretender una objetividad in- Es interesante observar cómo muchos de los falible cuando bien sabemos que somos a la vez, escritores anteriormente citados desempeñan la sujeto y objeto, juez y parte, actores y público. doble función de escritor y testigo. Colón, el In- 2- Al decir de Ortega y Gasset, somos nosotros ea Garcilaso, Bartolomé de Las Casas, Sor Juana mismos más nuestra circunstancia. No nos es posi- Inés de la Cruz, Sarmiento, Bolívar, Martí, etc. ble sustraemos de nuestro entorno y de lo que él ha desempeñan esa doble función. Algunos de ellos hecho en nuestra óptica. Somos una formación cul- no solo escriben sobre la historia del continente tural y esa "programación" es tan fuerte, que pasa sino que literalmente escribieron la historia del generalmente desapercibida por nosotros mismos. continente. Algunos, como el lnca Garcilaso tie- Son los otros, los que pertenecen a otro entorno nen a su favor la doble visión del mestizo. Otros, cultural, los que descubren con facilidad aquello como Colón, ven al continente desde su visión que nos caracteriza y nos diferencia. europea, tratan de entenderlo, buscan comunicar El problema se hace mayor cuando estudiamos a la metrópoli sus inquietudes, opiniones, conse- autores como Edward Wilson y Konrad Lorenz jos, etc. con todas las limitaciones que su forma- que señalan que nuestra herencia cultural está fi- ción y experiencia conlleva. logenéticamente grabada. Es decir, desde que na- Es muy difícil entonces, no dejarse envolver cemos ya tenemos un "programa" cultural dentro por las circunstancias cuando se es actor y públi- de nosotros. ¿Cómo entonces podremos preten- co a la vez. La objetividad es algo muy difícil de der hacer un estudio objetivo de otras culturas lograr cuando, como en el caso de Bolívar, Mar- cuando la cultura nos implanta unos "anteojos" tí o Sarmiento, se combate abiertamente un de- que determinan nuestra forma de ver el mundo? terminado régimen y se ve morir a amigos y her- 3- Como seres sociales, vivimos en una socie- manos continuamente. dad y necesitamos hacer uso de un lenguaje para El compromiso moral del escritor hispanoa- comunicarnos. El problema es que no existe un mericano es mayor pues no puede traicionarse a solo lenguaje sino muchos de ellos. Y cada len- sí mismo y a sus coterráneos por agradar a los guaje sólo se comprende dentro de las circuns- grupos de poder de turno y tampoco puede obviar tancias en que dicho lenguaje se desarrolla y vi- el hecho de que parte de su herencia proviene de ve. Cuando aprendemos un nuevo lenguaje, no Europa. Aquí cabe el refrán que dice: "Ni con basta con dominar las reglas gramaticales del Dios ni con el Diablo". Parte de la problemática mismo, o de llevar en nuestra mente una especie del escritor hispanoamericano es saber ser fiel a de diccionario bilingüe. Hay que comprender la sí mismo, debe combinar las raíces genéticas y cultura en donde ese lenguaje se ha desarrollado. culturales en su enfoque y por ende, se arriesga a Hay que aprender a pensar en la nueva lengua y no complacer a ninguno de los grupos específi- no meramente, ser capaz de traducir. cos que se mezclaron y le dieron origen. 4- Finalmente, si bien pertenecemos a esta gran Los pensadores hispanoamericanos crean Hispanoamérica, ello no nos garantiza que poda- una verdadera tradición de pensamiento que se mos comprenderla. La amplitud y diversidad que caracteriza, principalmente, por el deseo de obte- la caracteriza hace muy difícil su comprensión. ner reconocimiento por parte de los demás, por su El hecho de que seamos costarricenses, por ejem- particular naturaleza, por su forma de ser, por su plo, no es garantía de que podamos entender con idiosincrasia, valor y ante todo, por su existencia. facilidad a otras culturas que conviven con noso- Desde Colón, a pesar de no ser un escritor tros: por ejemplo la cultura afroamericana que hispanoamericano, encontramos una clara muestra El escritor hispanoamericano la búsqueda de su identidad cultural 127 de su esfuerzo por transmitir a sus coterráneos, su C. Una característica propia del pensamiento admiración por una tierra y unos seres que escapan hispanoamericano es su mesticidad. La condi- a los parámetros descriptivos europeos. Ese es- ción de mestizo hace que se obtenga una visión fuerzo es continuado por los demás escritores. que no es europea, ni es indígena, ni africana. Esa El pensador hispanoamericano busca con- nueva visión separa al mestizo del europeo, del vencer a los conquistadores de turno- porque la indígena y del africano. Ello hace difícil su pro- Conquista se repite a diario en nuestro continen- pia definición y autodeterminación. El reto de te- de su valor y su capacidad. Por eso usa el idio- encontrar su propio camino es mayor pues a dife- ma de los conquistadores y trata de dominar los rencia de cualquiera de los tres tipos citados, el patrones de su discurso. Así pasó con el castella- mestizo debe de hacer una síntesis y el resultado no en un momento histórico. Ahora pasa lo mis- obtenido difiere de las tres fuentes originales. mo con el Inglés. En la actualidad, el intelectual D. El pensador hispanoamericano advierte el hispanoamericano experimenta cada día más, la peligro de sujetarse a una tradición. Martí afirma necesidad de dominar esta otra lengua que inva- que "la única manera de no sujetarse a una tradi- de nuestro hábitat físico y cultural. ción es conocer varias". El latinoamericano está, Resulta paradójico observar a los escritores por naturaleza, obligado a conocer varias tradicio- hispanoamericanos decir a sus conquistadores, nes pues su crisol cultural es tan amplio que inclu- en el propio idioma de los conquistadores, sus in- ye elementos de la tradición europea, de la africa- quietudes, deseos, aspiraciones, etc. Resulta tam- na y de la indígena. Su óptica difiere entonces de bién paradójico que para ello utilice los mismos la particular óptica del conquistador español. patrones discursivos foráneos para aprehender la Posteriormente, el escritor hispanoamerica- realidad hispanoamericana. no toma conciencia de la necesidad de crear un Dentro de la búsqueda de reconocimiento y nuevo discurso, original, acorde a las circunstan- valoración que persiguen los pensadores hispa- cias específicas de su continente. El problema no noamericanos, lo cual se constituye en una base es tan sencillo de resolver porque la dicotomía de una verdadera tradición que continúa hasta la centro metropolitano- colonia no es solamente al fecha, encontramos ciertos enunciados comunes nivel estructural, al nivel de diferencias en el pai- que funcionan como advertencias a los pensado- saje, las construcciones, las vías de comunica- res europeos que desean interpretar al nuevo con- ción, el traje, etc. Hay diferencias más profundas tinente. Estos son: que no solo nos separan de los centros de poder A. La necesidad de interpretar el lenguaje del de Europa o de los Estados Unidos de Norteamé- discurso dentro del contexto. Ese contexto no es rica sino que establecen marcadas diferencias solo gramatical sino circunstancial. No podemos dentro de nuestras mismas ciudades. Se trata de juzgar una cultura diferente a nosotros si saca- barreras mentales que están muy enraizadas en mos de su contexto el discurso que produce o si nuestras gentes, fruto de muchos siglos de sumi- pretendemos reducirla a nuestros propios pará- sión. La mentalidad del conquistador que ensalza metros mentales, ideológicos, culturales, estéti- lo suyo en detrimento de lo nuestro se sigue cul- cos, morales, etc. tivando por parte de los mismos conquistados y B. Por más que nos esforcemos en comprender así encontramos muchos latinoamericanos que esa otra cultura, debemos recordar siempre que consideran que lo europeo o lo norteamericano es ese estudio está condicionado por nuestra perso- superior por el simple hecho de ser foráneo. El nal circunstancia. Y parte de esa personal cir- escrito latinoamericano tiene aún una larga tarea cunstancia es el hecho de que pertenecemos a por delante para propiciar la independencia men- otra época. El estudio se hace desde nuestro pre- tal de nuestros pueblos. sente y desde nuestro entorno. Los tiempos cam- Tal vez esa sea la principal falla en la estra- bian así como cambian las circunstancias. Por tegia que han seguido los pensadores hispanoa- eso, todo estudio del pasado y de una cultura dis- mericanos: el tratar de convencer a otros de nues- tinta tiene de por sí sus serias limitaciones. tra existencia y particular forma de ser. Hemos 128 REVISTA ESTUDIOS gastado mucho tiempo y esfuerzo en convencer. nuevos "clásicos"! Pero no invirtamos tanto Deberíamos invertir ese tiempo y esfuerzo en ser tiempo ni esfuerzo en buscar el que los demás y en conocer nuestro ser. nos otorguen ese "título". Encuentro un interesante paralelismo entre el pensador hispanoamericano que busca estable- cer su identidad y la pugna entre los músicos BIBLIOGRAFÍA considerados "clásicos" frente a los músicos "po- pulares". Al respecto, el mismo Alejo Carpentier Bolivar, Simón. Manifiesto de Cartagena. En: Obras señaló lo siguiente: Completas. La Habana, Ed. Lex, 1950.

"Los compositores europeos de los siglos XVII y ___ o Carta de Jamaica. En: Obras Completas. La Habana, Ed. Lex, 1950. XVIII (clásicos por antonomasia, según nuestros tratados, aunque ellos jamás se barruntaron que Carpentier, Alejo. "América Latina en la confluencia llegarían a ser "clásicos" algún día, del mismo de coordenadas y su repercusión en la músi- modo que nunca se sintieron medioevales nues- ca". En: UNESCO. "América Latina en su mú- tros tremebundos "caballeros medioevales" ...), sica". México, Ed. Siglo XXI, 1977. vivieron siempre ajenos a una cierta jerarquiza- ción de la música que sólo viene a producirse en Colón, Cristóbal. Diarios de Navegación. La Habana, la historia del arte de los sonidos hace un poco Comisión Nacional Cubano de la Unesco, 1961. más de cien años. Nos referimos a aquella que levanta fronteras entre la música culta y la músi- De las Casas, Bartolomé. Brevísima historia de la ca popular. ..Para el compositor clásico -acepte- destrucción de las Indias. Quinta edición. Mé- xico, Romero y Blasco, 1957. mos momentáneamente el término por su virtud generalizadora- no existía una música culta dife- De la Cruz, Sor Juana Inés. Respuesta a Sor Filotea. renciada de la música popular." (Carpentier. México, La voz Nueva, 1929. "América Latina en la confluencia de coordena- das y su repercusión en la música ", en UNESCO. De la Vega, Garcilaso. Comentarios reales. Segunda "América Latina en su música". 9, 10) edición. México, Ed. POITÚa,1990.

El compositor "clásico" no se consideró a sí Echeverría, Esteban. El matadero. Colombia, Editorial mismo como clásico. Simplemente compuso la Panamericana. música que las circunstancias le pedían. El tiem- po se encargó de darle ese calificativo y de con- Martí, José. Nuestra América. San José, Costa Rica; Ediciones Guayacán, 1995. siderarlo como modelo a seguir y en ese sentido, como un verdadero "clásico". Pareciera que al Rodo, José Enrique. A riel. México. Espasa-Calpe, pensador hispanoamericano le preocupa más su 1994. autoafirmación frente a los modelos "clásicos" que el dar rienda suelta a su imaginación y crea- Sarmiento, Domingo Faustino. Facundo. México, tividad. Solo siendo nosotros mismos podremos Universidad Nacional Autónoma de México, llegar a desarrollamos plenamente y ¡quien quita 1972. que algún día se nos llegue a considerar como los