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Edición Digital. Instituto de Estudios Almerienses. 19 I HISTORIA Y 1 El origen del topónimo “Bayarque” EVOLUCIÓN Frente a poco documentadas versiones sobre el origen y signifi cado del nombre “Bayarque” (de otro DE LA lado con las mismas raíces que Bayárcal, en el límite norte de la Alpujarra almeriense) asociado a “promon- torios” y vocablos de tal jaez (asunto, por lo demás, del POBLACIÓN todo punto imposible habida cuenta la exacta locali- zación del pueblo, “escondido entre las desigualdades del terreno” según las certeras palabras del Madoz en su Diccionario geográfi co, por mucho que el primer emplazamiento de la mezquita islámica bayarquina del siglo IX se localizara en el efectivo promontorio del Re- vellín, que domina la villa), cabe acercarse un poco más a las entrañas etimológicas del topónimo, tras rastrear exhaustivamente el todavía hoy inmejorable Dicciona- rio árabe-español de don Federico Corriente: Dicciona- rio árabe-español, Madrid, Instituto Hispano-Árabe de Cultura, 1977. Así, las voces más parecidas son bayart (pozo de mina, galería) y bayyartt (aceña, noria, rueda hidráulica). Personalmente me decanto por el segundo registro, que tiene sentido atendiendo a la abundancia de agua y su aprovechamiento, tanto en los saltos de agua del río como en los varios molinos de alimentación hidráulica que han existido en la historia bayarquina. Puede que la deformación morisca o cristiano-repo- bladora convirtiese la “t” de bayyartt en la “q” de Baiarq (como aparece, por ejemplo, en el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1751) y de ahí a Bayarque; pero, a falta de rastros más determinantes, todavía nos movemos, por desgracia, en un terreno de conjeturas que dista de poder extraer una conclusión defi nitiva. Las únicas fuentes documentales con las que contamos para analizar el pasado del pueblo se remontan a la épo- ca del Apeo, es decir, a 1572, y a lo poco que nos dice del inmediato pasado morisco. Lo que sí parece claro, en todo caso, es que el nombre “Bayarque” se debe, como tantos otros de nuestra península, a la dominación islá- mica medieval, y de ahí arranca el primitivo núcleo urba- no, sus primeros habitantes más o menos contables, su inicial confi guración agraria y urbana y, por ende, su ver- dadera historia. Además de documentos, para conocer el pasado los historiadores disponemos, por fortuna, de la valiosa ayuda de la arqueología.

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2 La Prehistoria y la Edad Antigua

DEL 10.000 A.C. A FINALES DEL Pero tenemos que movernos con muchísima cautela por las procelosas aguas de la Prehistoria. Lo inabar- SIGLO V DE C. cable o ignoto de sus períodos apenas permite empe- zar a aclarar el proceso de hominización (o la misma Hay abundantes muestras que ratifi can la pre- presencia de hombres primitivos en cualesquiera lu- sencia humana en Bayarque desde el Paleolítico Su- gares a lo largo de los tres últimos millones de años perior, teniendo en cuenta que a la Península Ibérica en que han vivido nuestros más remotos antepasa- llega el Neolítico con unos 7.000 años de retraso con dos), las débiles e incipientes culturas paleolíticas respecto al Creciente Fértil (Mesopotamia o actual o el arranque de la revolución neolítica −y, por ende, Irak), donde empezó. Como en toda Europa, pues, el agropecuaria, urbana, comercial…− con restos mate- Paleolítico en Bayarque perdura realmente hasta el riales muy escasos de osamenta humana, escurridizas 3.000 a. C., siendo el Tercer Milenio anterior a la era muestras de herramientas líticas (o confeccionadas cristiana la gran época neolítica (aquí llamada Edad de en hueso, marfi l, madera…), huellas fosilizadas de los los Metales) de las Culturas Almerienses, capaces de primeros fuegos, ocasionales restos de cerámica o irradiar por toda Europa su riqueza en forma de cultos metales, etc. Así, no hace muchos años pensábamos funerarios, metalurgia del cobre y del bronce, cerámi- que el primer pie humano que pisó nuestra Península ca…: nos referimos a Los Millares (actual término de lo hizo 300.000 años BP2, y que eran ejemplares de Santa Fe de Mondújar, a 17 km de Almería, en el cobre) neandertal (Homo Sapiens Neandertalensis), es decir, y, en el Segundo Milenio, El Argar (con epicentro en tie- la raza humana inmediatamente anterior a la nuestra rras de Antas, en el bronce). Al Musteriense o Paleolí- (Homo Sapiens Sapiens). Sin embargo, los importantí- tico Medio (100.000 a 40.000 años antes de nosotros) simos descubrimientos hechos en Atapuerca (Burgos) pertenecen abundantes muestras de poblamiento entre fi nales de los setenta, y aún hoy, han desbarata- neandertal en abrigos rocosos del levante almeriense, do nuestros conocimientos anteriores, pudiendo da- próximos a la costa. tar ejemplares de Homo Erectus de más de 800.000 años BPP (se les han puesto nombres específi cos del tipo Homo Antecessor, pero con poca validez univer- sal si tenemos en cuenta la expansión de los erectus −una raza anterior a los neandertales que nunca llegó a alcanzar los 1.000 centímetros cúbicos de volumen encefálico− por muchas otras zonas del Viejo Mundo). Esta introducción es necesaria para ir acotando nues- tro interés local. Me remonto tan lejos en los grandes interrogantes prehistóricos para que se vea que el co- nocimiento de esas épocas remotas continúa abierto a futuros descubrimientos que, a lo mejor, detallan en el término de Bayarque poblamientos humanos anteriores al 10.000 a. C. Ésta es la fecha aproximada en que podemos asegurar el primer asentamiento de Puntas de fl echa datadas en el siglo XI (Ca. 1025). Colección del autor. Fueron encontradas en el paraje El Collado, dentro del pago del Marchalillo. Además de la necesidad defensiva, en el Bayarque islámico debió tener alguna importancia la caza de pequeños 2 Siguiendo las actuales reglas convencional y universalmente animales como conejos, aves, etc. aceptadas para la datación, utilizamos este acrónimo inglés (before people, que cabe interpretar como “antes de nosotros”) para referirnos a épocas remotas, geológicas o antropológicas, anteriores a la época neolítica.

Edición Digital. Instituto de Estudios Almerienses. Sepulturas del antiguo cementerio árabe de Bayarque (Foto: Sebastián Rubio Casanova). 21

3 La época medieval

SIGLOS V AL XV

No habiendo vestigios romanos, bizantinos o de época visigoda de un auténtico núcleo urbano en Bayarque, pese a que siempre hubiera pequeños po- blados de campesinos o pastores asentados en las terrazas fl uviales de las zonas citadas en el apartado anterior, es evidente que sí cabe hablar de un pequeño núcleo de viviendas o de un Bayarque islámico, cons- hombres en las terrazas próximas al río (como truido −más que fundado− en fecha incierta, pero con en casi todo el Valle del y Sierra de los Fila- casi entera seguridad en el siglo IX, como demuestran bres), entre lo que los bayarquinos llamamos La Cerrá las pequeñas necrópolis que, empezadas en esa cen- y los parajes de regadío de El Rincón, el Marchal Bajo turia, han ido apareciendo en las caídas de “Las Eras” y la Vega. En todos ellos se han encontrado restos ce- (entre el “Pozo de los Moros” −que hay junto al actual rámicos de distintas vasijas y algunos útiles de piedra cementerio− y el mismo lugar donde hubo varias eras pulimentada o de madera para cuidado personal. No de trilla hasta que se construyó la urbanización de la siempre se trata de descubrimientos fortuitos hechos Calle Juan Aranda Sola), en la entrada al pueblo desde por ocasionales y no profesionales buscadores de Tíjola. Los enterramientos islámicos han sido expolia- antigüedades provistos de artefactos detectores de dos completamente, como cabía esperar de nuestra metales (aunque al fi nal hayan sido sus benefi ciarios), desidia por el patrimonio, pero son la auténtica mues- sino de honrados labradores que los han levantado tra de aquel primitivo núcleo y posible denominación con el arado, la azada, la hoz, etc. de “Bayyart” a la que hice referencia al principio de Asimismo, y siempre en las mismas localizaciones (en esta parte. Algunas monedas de la época atestiguan la pequeña pero rica −y desde siempre atractiva− vega también el pasado andalusí, como la que, encontrada bayarquina), de los siglos que van del V a. C. y V de C. muy cerca de la Cueva de la Paloma y en colección han aparecido y siguen apareciendo restos de cerá- particular del autor, ilustra este texto. Pertenece a mica claramente ibérica o, sobre todo, abundantes la época del califa Alhaquén II o −para ser fi eles a la lucernas romanas. Más raras son, por obvios motivos, transcripción que aconseja nuestra excelente Escuela las monedas como el sestercio, encontrado muy cerca de Arabistas Al-Ándalus− al-Hakam II al-Mustansir bi- del río, del emperador Claudio (41 al 54 de C.). Llah, el culto hijo de `Abd al-Rahman III que reinó en

Monedas árabes halladas en Bayarque. En el anverso: “En nombre de Dios se acuñó este dírham en Madinat al-Zahra [Medina Azaha- ra, cerca de Córdoba] en el año 354 [de la Hégira = 965 de Cristo]”). En el reverso: “LA ILAH ILLA ALLAH WAHDAHU. LA SHARIKA LAHU. AL-IMAM ABD AL-RAHMAN `AMIR AL-MU`MININ AL-NA- SIR LI-DIN ALLAH” (“No un Dios, sino el Dios, sólo Él. No hay acompa- ñante para Él. El Imam Abd al-Rahmán −Príncipe de los Creyentes− al-Nasir li-din Allah [el que hace triunfar la religión de Dios]” ). El dírham de plata era la décima parte del dinar de oro. La enorme trascendencia del primer califa cordobés hizo que al-Hakam II incluyera el nombre de su padre −y no el suyo− en el reverso de sus propias monedas hasta el año 354 de la Hégira. (Colección y traducción del autor del libro).

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Córdoba entre el 961 y el 976. Ésta en concreto es del año 965 (354 de la Hégira). Pero, salvo estas monedas y nume- rosos restos cerámicos, de la dominación islámica hay, por desgracia, muy pocos vestigios, más o menos los mismos que se han encontrado en otros municipios, como alguna de esas fi gurillas de terracota que servían de juguetes a los niños o algunas puntas de fl echa. Destacan, pese a todo, las ruinas de un sorprendente torreón y un acueducto. Los pocos datos de los siglos medievales sólo nos permiten apuntar que el Bayarque musulmán tuvo el mismo emplaza- miento, trazado urbano y similar número de habitantes que hoy sigue ofreciendo. Incluyendo la mezquita, que ocupaba el privilegiado lugar de la actual iglesia dedicada a la Virgen del Rosario (advocación del templo que, de otra parte, data del siglo XIX, fecha tardía con respecto al origen de la devo- ción al Rosario −tras la Naval de Lepanto en 1571−, pero cier- ta, pues antes nuestra iglesia se dedicaba genéricamente a Santa María Siempre Virgen) en el promontorio que domina el pueblo. De esto no hay duda alguna, no sólo por las alusio- nes indirectas del Apeo, sino porque invariablemente los conquistadores cristianos consagraban la Mezquita Aljama de cada población que tomaban, chica o grande, como cate- dral o iglesia cabecera de las parroquias, precisamente para reforzar la idea de Cruzada y Reconquista, desde los prime- ros tiempos de ésta. Sus pobladores pagarían los siempre asfi xiantes tributos a las autoridades de la fortaleza (Hisn al-Tayy según el enor- me geógrafo e historiador granadino del siglo XIV Ibn al-Ja- tib3) de la que dependían, a su respectiva qura o provincia y a su soberano de turno (ya fuera Emir, Califa o Rey de la oportuna Taifa), y serían los que iniciasen los cultivos y la construcción del sistema de regadío que llega hasta nues- tros días. Al fi nal de la dominación islámica en la Península, el pueblo perteneció al Emirato Nazarí de Granada y fue conquistado, como toda la Sierra de los Filabres, el valle del Almanzora, los dos Vélez, Vera, “Las Cuevas” [del Al- manzora], Mojácar, y Níjar, en la campaña de 1488 por las tropas de los Reyes Católicos (Isabel I de Castilla y

3 Se ha rastreado la edición egipcia de su Musahadat fi bilad al-Magrib wa-l-Andalus (Alejandría, 1958) para descubrir esta “Fortaleza de Tayy (= Tíjola)” entre las que se escapan a obras de la talla de El antiguo reino nazarrí de Granada (1232-1340) de Cristóbal TORRES DELGADO (Granada, 1974) o Les fortèresses de l´Espagne musulmane de Henri TERRASSE (Madrid, 1954).

Edición Digital. Instituto de Estudios Almerienses. Resto de muralla en la fortaleza de “Tíjola la Vieja”, muy cerca de nuestro término municipal, pero 23 en la jurisdicción tijolense. Interesante acueducto de época islá- mica (Ca. 1000). La milagrosa con- servación de este pequeño y coqueto acueducto hecho en el período califal Fernando II de Aragón y V de Castilla) durante la Guerra de Gra- y sito junto al cortijo de los Pérez, en nada (1482-1492). A fi nales de dicho año 1488, el frente con la el pago del Marchalillo (muy cerca zona que todavía estaba en poder de los nazaríes quedó entre del pueblo), es una excelente mues- Serón y Baza. Los castellanos supieron aprovechar muy bien tra de la exhaustiva preocupación de la guerra civil que sostenían los propios granadinos, entre los los pobladores islámicos de Bayar- partidarios del Emir Muhammad XII Abú `Abd Allah (el famoso que por el regadío, incluso −como “Boabdil” de las crónicas cristianas) y los de su tío y tocayo Mu- es el caso que nos ocupa− para lle- hammad “El Zagal”, que le disputaba el trono. A éste último se var el agua a una insignifi cante pa- le arrebató nuestra zona, y él fue quien poco después, a fi nales rata. Sabemos, en efecto, que de esa época arranca prácticamente todo el de 1490, tuvo que entregar Baza. En adelante, Bayarque pasó sistema bayarquino de acequias, y a formar parte de la Corona de Castilla y, desde 1492, del Rei- su primera ordenación de las aguas no de Granada, aunque realmente era uno más de los muchos que, sin demasiadas variantes, trans- lugares “de señorío” que los Reyes entregaban a las grandes mitieron después los moriscos a los casas aristocráticas como pago por su ayuda. Frente a los lu- pobladores cristianos, llegando hasta gares, villas y ciudades “de realengo”, dependientes directa- hoy. Véase, en fi n, la correcta factura mente de la Corona, pertenecer a tierras “de señorío” no debe en mampostería de la pequeña arque- hacer suponer al lector lego en cuestiones históricas que estos ría de medio punto rebajada. Justo es pueblos estuvieran especialmente explotados por sus dueños decir que el armazón de la arquería es nobles. Olvidémonos, pues, de “señores feudales” cobrando medieval, pero recibió obras de man- tenimiento entre fi nales del siglo XIX por todo, amenazando a los vecinos o gozando de míticos −y y principios del XX, y la actual fami- falsos− “derechos de pernada”. Todo lo contrario: a menudo lia propietaria acometió, en la prime- estos pueblos pagaban menos impuestos que las zonas con- ra mitad del siglo XX, una afortuna- troladas por el Rey, pues los señores −los dueños teóricos de da restauración y obra para evitar su la tierra− raramente visitaban sus enormes propiedades gana- molicie. Pocos restauradores contem- das “por merced” de los Reyes, y dejaban hacer a su antojo a la poráneos lo habrían hecho tan bien inmensa mayoría de sus asimismo teóricos colonos, aparceros como el abuelo de los actuales due- o arrendatarios. Es más, en lo importante, el título “de señorío” ños con sus humildes medios. (Fotos: suponía un mero simbolismo en Bayarque, como autor y Sebastián Rubio Casanova). en Serón, Tíjola, Bacares…, porque era la Corona la que regulaba la repo- blación, la que mandaba los jueces y “partidores” para dirimir los asuntos importantes, etc.

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Ante tal falta de fuentes, remitimos cualquier noticia tamente las tropas de don Juan de Austria en 1570, sobre el Bayarque islámico a cuanto conocemos de casi al fi nal de la famosa rebelión morisca. Incluso los moriscos por el Libro de Apeo y Repartimiento cuenta una leyenda de nuestros pueblos, transmiti- (LAR) de 1572, documento que nos deja importantes da de generación en generación, tan romántica como rastros para deducir cómo pudo ser esta aldea de- −muy seguramente− falsa, que el gobernador moris- pendiente de la ya referida fortaleza de “Tíjola la Vie- co de la fortaleza saltó con su caballo al vacío, hacia ja”. En efecto, las tierras del lugar de Bayarque, como la pared vertical que cae a La Cerrá, antes de rendirla parte de Serón, la actual Tíjola, el antiguo Aldeire y a los tercios castellanos, pero −mentira o no− cierto Cela estaban dominadas por un pequeño recinto for- es que desde entonces se conoce tal precipicio como tifi cado que, sito a unos 860 m. de altitud y encima “El Salto del Moro”. El lugar ha sido esquilmado por del salto de La Cerrá, permitía a sus dueños controlar los salteadores de antigüedades, que asimismo han el alto Valle del Almanzora y una buena extensión de destruido completamente la necrópolis situada en lo que hoy es el término de Bayarque, ya en la Sierra el camino de acceso que hoy divide los términos de de los Filabres. Aún pueden verse algunos lienzos de Bayarque y Tíjola, aunque el emplazamiento de la an- la pequeña muralla periférica y numerosos restos de tigua fortaleza está dentro de la jurisdicción de esta las edifi caciones en el solar que destruyeron comple- última.

¿Por qué nos llaman “los de la Cábila”?

La transmisión oral sistemática es otra de las fuentes infalibles de la Historia, si uno sabe interpretarla correctamente, pues esa condición de barriada o pedanía de “Tíjola la Vieja” se ha mantenido incólume a lo largo de los siglos, de manera que hasta fechas muy recien- tes en Tíjola y otras poblaciones cercanas se conocía a nuestro pueblo como “la Cábila de Bayarque”, y a nosotros como “los de la Cábila”. Esa expresión ha sido rescatada en nuestro soberbio himno local como paradigma de señorío e independencia frente a injerencias extra- ñas: a fi nales de los años cincuenta del pasado siglo, una conocida marcha vienesa sirvió de soporte musical para que un vecino de la Plaza de Arriba escribiera o pusiera letra a lo que aquí llamamos “La Cábila” o “Himno de la Cábila”, que se canta en celebraciones, bodas y cualquier evento de parecida índole, sobre todo cuando las almas están convenientemente regadas por bebidas espirituosas. Es más, según la realidad histórica, el actual núcleo de Tíjola también era una “cábila” en el siglo XV, no más que otra aldea −mucho más grande, eso sí, dado el suave y extenso relieve de su vega− dependiente de la citada fortaleza. Salvo en las esporádicas fechas en que −como fue el caso de la rebelión morisca− “la Vieja” conti- nuó sirviendo de refugio en tiempos de guerra, los habitantes de ésta se habían desplazado hacia lo que hoy es zona urbana de Tíjola inmediatamente después del terremoto de 1522, el mismo que destruyó la ciudad de Almería y buena parte de su actual provincia, pues su radio de acción afectó a toda la Península, dejándose sentir hasta en las Azores (fue mucho más virulento que otro anterior, de 1518).

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Representación de los Reyes Católicos, seguidos de un amplio 4 Período morisco cortejo, entrando en Granada. Retablo de la Capilla Real de Granada. 1488-1572

Fases de conquista del reino nazarí de Granada por los Reyes Catolicos entre 1482 y 1492.

Empecemos diciendo que nuestro pueblo apa- da distinguiera ya a Bayarque como “villa”. Pues bien, rece como “lugar” en todas las fuentes desde 1490 conquistadas al Zagal estas comarcas granadinas en hasta el ciclo del Apeo y Repartimiento (1572-1620). 1488, por el cronista del seiscientos, Henríquez de Jor- Es decir, la categoría del pueblo en la época morisca quera, sabemos que el lugar de Bayarque, junto con la y los primeros tiempos de la repoblación cristiana era “villa” de Tíjola y el lugar de Aldeire, fue entregado por la mínima que podía alcanzar una entidad municipal de los Reyes Católicos [que “hicieron merced”, sin men- la época: “lugar” daba derecho a Concejo y jurisdicción cionar expresamente a Bayarque] “a don Diego López propia, pero se consideraba integrado en unidades Pacheco, marqués de Villena, con la villa de Çerón y mayores (en el caso de Bayarque, junto con “villas” otras que hoy goçan los duques de Escalona”4. Poco como Tíjola, en el “Estado de Çerón o Serón”). La de- debe importar esta aparente contradicción de títulos nominación “villa de Bayarque” aparece −seguramen- nobiliarios, aún habiendo ya citado a los marqueses te por error− en algún documento incluido en el LAR. de Villena como simbólicos adjudicatarios de la casa Fue entre el último cuarto del siglo XVIII y el primero que analizaremos en el capítulo geográfi co, pues el del XIX cuando el Concejo (quizá por la costumbre de Marquesado de Villena se integró poco después −con los escribanos de usar la nueva expresión en los ofi - otros títulos, como era frecuente en la época− entre cios que remitían a la Administración) consiguió que las posesiones de los citados duques de Escalona. toda la documentación recibida del Reino de Grana-

4 Francisco HENRÍQUEZ DE JORQUERAAnales de Granada... ob cit.

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Tras los cronistas que no reparan en detalles sobre la Guerra de Granada, librada por los Reyes Católicos contra el último reducto islámico peninsular, hay un Los señores gran vacío documental de los años que van de 1492 hasta la rebelión morisca de 1568. Sólo por autores ausentes de la talla de Julio Caro Baroja, Miguel Ángel Ladero, Salvador de Moxó, Bernard Vincent o Antonio Domín- guez Ortiz5 podemos hacer un compendio del mundo morisco, aunque quizá la historiografía sigue incidien- “Aunque el señorío de Tíjola, Serón y Ba- yarque perteneció a los señores de Villena do demasiado −en mi sola opinión− en la presión impo- y Escalona [otorgando el 20-VI-1492 en la sitiva de la Corona sobre ellos y descuida −a mi enten- Puebla de Santa María de Guadalupe por los der, pero también al de otros mucho más cualifi cados Reyes Católicos a Diego López Pacheco en como el gran y malogrado Domínguez Ortiz6− el prin- recompensa por los servicios prestados a la cipal motivo que les llevó a la gran rebelión: la prome- Corona] es difícil saber si los mismos llega- sa de ayuda del Sultán de Estambul para una posible ron a conocer estas partes de sus extensos te- recuperación islámica de España, amenaza otomana rritorios, ya que establecieron su residencia que casi nadie ha estudiado convenientemente. En lo fundamentalmente en el señorío de Escalona referente a cultivos como la higuera, el moral, ciertas o, posteriormente, cuando se convirtieron en bebidas típicas, etc., propios de esa época, daremos altos servidores del Estado, fi jaron su resi- dencia allí donde la Corona demandara sus más detalles al analizar la agricultura bayarquina. servicios, en la corte o en lugares más leja- Asimismo, conviene tener en cuenta los datos que da nos, según la necesidades de la monarquía... el LAR sobre los antiguos propietarios moriscos de La ausencia del citado señor era cubierta me- Bayarque y así, incluyendo sus familias (pongamos a diante un gobernador que actuaba en dicho cinco por unidad familiar), cabe deducir más de 600 señorío por poderes. Conocemos al doctor Jerónimo Escudero de Espinosa (1613), Juan habitantes del pueblo en esa época. Al margen de con- Oller de Gorbalán, vecino de Baza (1638) y sideraciones ideológicas y centrándonos en aspectos Juan de Aguayo Calderón (1737). Dicha ad- puramente demográfi cos o económicos, la expulsión ministración se completaba con una serie de de esa población, que llevaba habitando el lugar desde cargos, entre los que cabe citar al mayordo- hacía más de quinientos años, fue un desastre, porque mo Álvaro de Herrán (1613)”. aquí, como en todo el Reino de Granada, apenas se llegó Texto y foto de Antonio Gil Albarracín en la obra a cubrir con los nuevos pobladores cristianos el 40% de Los templos parroquiales de Tíjola y Bayarque en la población que había antes de la rebelión de 1568. los territorios almerienses de marqués de Villena. (Barcelona-Almería, GBG, 1994), pp. 20-21. 5 J. CARO BAROJA, Los moriscos del Reino de Granada, Madrid, 1985. M.A. LADERO QUESADA, Granada. Historia de un país islámico (1232-1571), Madrid, 2ª ed. rev. 1979. S. de MOXÓ, Escudo de los Repoblación y sociedad en la España cristiana medieval, marqueses de Madrid, 1971. B. VINCENT, “Economía y sociedad en el Reino Villena y duques de Granada en el siglo XVI”, en Historia de Andalucía, tomo IV, de Escalona Barcelona, Planeta, 1980. A. DOMINGUEZ ORTIZ, Los moriscos. sobre la portada Vida y tragedia de una minorría, Madrid, Alianza, 1984. lateral de la iglesia parroquial de 6 Inter alia cito aquí la somera revisión de Algunos documentos Tíjola. (Foto: A. Gil) sobre moriscos granadinos (Granada, Universidad, 1974), El Antiguo Régimen: los Reyes Católicos y los Austrias (Madrid, Alianza, 1988), Crisis y decadencia de la España de los Austrias (Barcelona, Ariel, 1984), Desde Carlos V a la Paz de los Pirineos, 1517-1660 (Barcelona, Grijalbo, 1974), España, tres milenios de Historia (Madrid, Marcial Pons, 2001) y, sobre todo (en colaboración con el gran especialista francés en temas moriscos Bernard Vincent), Historia de los moriscos: vida y tragedia de una minorría (Madrid, Alianza, 1984).

Edición Digital. Instituto de Estudios Almerienses. Bautizo masivo de mudéjares, llamados ahora moriscos o cristianos nuevos. Retablo de la Capilla Real de Granada. Tipos moriscos en los alrededores de Granada. 27

Tipos moriscos campesinos.

Desde 1488 todos los vecinos mudéjares de Bayarque Bayarque (de estilo mudéjar), como se dijo hace poco. pasaron a depender de la Corona de Castilla, y desde Igual de cierto es que las tropas dirigidas por don Juan 1502 fueron moriscos, es decir, descendientes direc- de Austria −el medio-hermano de Felipe II que tuvo que tos de los antiguos musulmanes; tenían un nombre de emplearse muy a fondo en estas serranías, recibiendo pila cristiano (Diego, Gonzalo, García, etc.) y un sobre- él mismo un arcabuzazo cerca de Serón− no eran pre- nombre mudéjar, del que después daremos una amplia cisamente las Hermanitas de la Caridad. Según Ginés 7 8 lista. Teóricamente estaban bautizados en la Fe cris- Pérez de Hita , citado por Miguel Ángel Ladero , los tiana −desde la famosa pragmática del cardenal Cis- soldados profesionales de los tercios “eran los mayo- neros que los obligó a ello en febrero de 1502− y debían res ladrones del mundo, animados por la idea única de acudir a la iglesia (consagrada desde 1488), pero en la robar, saquear y destruir los pueblos de moriscos que práctica cotidiana continuaron con sus ritos, costum- se contenían sosegados”. Y si hacían esto con los “so- bres, vestimentas, bebidas y comidas… propias de la segados” o pacífi cos, ¿qué no harían con los que −como el nuestro− se distinguieron por su especial actividad época islámico-andalusí, con entera libertad porque, en la revuelta?. Al respecto, recuérdese la exquisita le- en Bayarque, como en todos los pueblos enteramente yenda sobre el pequeño gobernador de la fortaleza de moriscos, las autoridades eclesiásticas hacían deja- “Tíjola la Vieja” vista hace bien poco. No debe extrañar, ción de sus funciones evangelizadoras. Asimismo, ha- pues, que el apeo del LAR de 1572 encuentre a Bayar- blaban en su aljamía o árabe degenerado y salpicado que medio destruido y con numerosas casas inhabi- de expresiones castellanas. tables −llegándose a proponer, en cierto momento, su En todo caso, y aunque nunca llegó −afortunadamen- abandono e integración de los pobladores a Aldeire o a te− la ayuda turco-berberisca, que los moriscos de Ba- Tíjola−, como veremos en el apartado siguiente. yarque se sumaron activamente a la rebelión de 1568 es tan cierto como que desde los primeros momentos, en la misma Navidad de ese año, se quemó −y destru- 7 Historia de los bandos de los Zegrríes y Abencerrajes, caballeros moros de Granada, y de las civiles guerras que hubo en ella yó completamente− la primitiva y primera iglesia de hasta que el Rey Don Fernando el Quinto la ganó (Edición de Paula Blanchard-Demouge, Madrid, 1913). 8 Granada, historia de un país islámico…, ob cit., pág. 230.

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Una de las escasas pervivencias Y precisamente al LAR nos remitimos para conocer cómo vivían los últimos moriscas en el Bayarque actual, siquiera moriscos bayarquinos, reciente y completamente expulsados (entre 1569 sea en la toponimia (los Fajardo fueron documentados moriscos bayarquinos y 1570), pues, contando los repartidores y jueces con la ayuda de algunos in- citados por el LAR): la cuesta de Fajardo formadores moriscos (que hacían de testigos o “seises” para ayudar al apeo), −junto a la que estos moriscos tenían necesarios para hacer las suertes y primer ordenamiento de los pobladores propiedades−, tramo cercano al pueblo venidos de otros reinos −en su totalidad “cristianos viejos”−, no sólo se hace de uno de los muchos y abandonados caminos de herradura que surcaban un interesante −aunque breve− repaso de su hábitat y cultivos, sino que se nos nuestras tierras, concretamente en el dan los nombres de bastantes de los antiguos propietarios moriscos al adjudi- camino de la Sierra que, hasta 1980, car a los nuevos “cristianos viejos” las fi ncas y “suertes” o lotes de tierra. llevaba al cortijo del Chato.

El Ayuntamiento encargó una honrada transcripción, publicada en 2001 y que se citó en su momento, para que ningún curioso o −incluso− investigador tenga que consultar directamente el original.

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Veamos primero lo que dice el apeo o, mejor dicho, lo dad “Garçía el Mocarra” en el “Pago de Alcarraz” (folio que dicen los informadores moriscos sobre el inme- 61), paraje que, como tantos otros, es imposible iden- diato pasado del pueblo en esas épocas. Estos moris- tifi car o localizar hoy. Por su extrema importancia, he cos no tenían por qué ser vecinos de Bayarque, sino de considerado oportuno transcribir al castellano actual el pueblos próximos, pues la mayoría tenía propiedades tenor literal de lo que más nos interesa (entre los folios en tierras de varios núcleos de población. Pero, vol- 33 y 38). Para agilizar el interés del lector −y no siendo viendo a los informadores de nuestro pueblo, se tra- ésta una obra paleográfi ca− se excluyen normas con- ta de Garçía Moncarre o Moncarra, pues con ambos vencionales de transcripción como la reproducción de nombres aparece citado en los folios 37 y 38 del LAR, las anotaciones marginales, del tipo ojo, enmendado, e incluso vuelve a aparecer, como antiguo propietario vala (“valga”)… o cualesquiera otras (como las del tenor morisco de ciertas fi ncas en Bayarque, con la identi- suçedió en esta suerte… fulanito a menganito, etc.):

Primer folio (izquierda) y cubierta exterior (derecha) del estado actual en que se encuentra nuestro Libro de Apeo y Repartimiento (LAR). Iniciado en 1572 y cerrado en 1620, debían tener y cumplimentar −en cualquier modifi cación de heredades y “suertes”− todos los pueblos repartidos, repoblados o “apeados” (con la obligación de trasladar una copia a la Chancillería de Granada) tras la expulsión de los últimos moriscos del Reino de Granada en 1570.

Edición Digital. Instituto de Estudios Almerienses. I HISTORIA Y EVOLUCIÓN BAYARQUE 30 DE LA POBLACIÓN

SITUACIÓN, dicho señor bachiller Melgar, TIERRAS, CULTIVOS Y PAGOS POBLACIÓN, MEDIOS Y juez (…) juntamente [con] los dichos apeadores (…) del [dicho Y asimismo declararon que RIQUEZA l]ugar de Bayarque, mando a los dentro del término del dicho lu- [dichos] apeadores que digan gar de Bayarque hay unas lade- “El lugar que se nombra Ba- ras que están enfrente del dicho y decla[ren] por dónde van los yarque, jurisdicción de la villa lugar, a la parte de entre donde mojones que [limi]ten el térmi- de Serón, está metido en la sie- sale el sol, [y que] yéndose por rra, a media legua de la villa de no de entre el dicho [lug]ar y los él allí había los pagos siguientes: Tíjola y cerca de Tíjola la Vie- comarcanos con los que confi - Un pago que se dice Handacala- ja. Tiene el dicho lugar de Ba- nan, y qué tierras de labor hay roça (¿?), encima del río, en el yarque ciento veinte casas. No de secano poseídas y tenidas cual declararon que había cua- hay ninguna casa de cristiano por los moriscos del dicho lugar renta fanegas de sembradura de viejo. Todas eran de moriscos. en el dicho término, y declaren tierra roturada. Otro pago más Está despoblado: no tiene nin- lo que hay de cristianos viejos, adelante, hacia donde sale el gún vecino ni poblador. Tiene de la iglesia y otras personas, lo sol, que se dice el pago de Xaili- cincuenta casas enhiestas (“en cual se declaró en la forma si- la (¿?), que les parece que tendrá pie”) que se pueden habitar, y guiente: otras cuarenta fanegas de tierra las demás, con algunas paredes, Declararon que está un mojón en sembradura. Dentro de este están caídas. Tiene dos hornos que parte el término de entre pago está un aça (¿?) de la igle- de cocer pan. Tiene una huer- el dicho lugar de Bayarque y la sia de Bacares que tiene de cabi- ta de riego: en ella hay cuaren- da tres fanegas de sembradura y ta y cinco fanegas de riego en villa de Bacares, que está en un cerro que se dice al Ayún (“El linda con aza (¿?) de Álvaro So- sembradura, con hasta doce ler y con Alonso Çamas y Gon- olivos. Tiene morales con los Layón”), el cual es[tá] enhies- to (“a considerable altitud”, zalo el Guarcalí (“el Huercalí, es que se pueden criar sesenta y decir, el de Huércal”). Más ade- cuatro onzas de seda. Tiene seis o “bien a la vista”) y conoci- do. Asimismo, a la derecha de lante está otro pago que se dice molinos de pan. Está[n] desba- el barranco de Furnel (¿?), que ratados: no muelen. Tiene, de la dicha mojonera va a dar un cerro que se dice Xaililas (¿?). les parece que tendrá catorce tierra de secano ronpida (“ro- fanegas de tierra en sembradura. turada”) para labores, ciento Junto a él está otro mojón que Más adelante, hacia el término sesenta fanegas tasadas a bulto, divide los dichos términos de de Armuña, está otro pago que poco m[ás o me]nos. Tiene tie- los dichos lugares, el cual di- se dice Abohela (¿?), en el que rra de montaña, de la cual [se jeron que está enhiesto (“a la les parece que habrá treinta fa- a]provechaban los vecinos del vista”). De allí a dicha derecha negas de tierras en sembradura, d[icho lu]gar para pasto común, va a dar a otro cerro que se dice roturadas como las demás. Más y lo pas[taban] con sus ganados, Caus María (¿?), que en aljamía adelante de éste está otro pago y para otros aprovechamientos (“lengua arábigo-castellana de que se dice Monagra (¿?), en el necesarios. los moriscos”) quiere decir la cual había hasta quince fanegas Balsa de María, donde está otro de tierra en sembradura. Más LÍMITES Y MOJONES mojón que divide los dichos abajo del dicho pago, cerca del términos. Y de allí a la dicha dicho lugar, está otro pago que se Confi na el dicho lugar con la derecha de los dichos mojones dice Andarfacta (¿?), que es un villa de [Baca]res, y la villa de va a dar otro cerro alto que se barranco que cabrá quince fane- y la villa de Armuña, por dice el cerro de Modnagra (“¿el gas en sembradura. Más adelan- sus mojoneras. Morrón?”), que es cuarto mojón te está otro pago que se dice Ja- Parece (…) que (…) tenían y po- que divide el término del dicho miza Chimía (¿?), que hará doce seían en la huerta, viñas y seca- lugar de Bayarque y el lu[gar] fanegas en sembradura. En este no (…) heredades, de riego y de de Sierro. Y de allí a la dicha pago hay doce fanegas de tierras secano, aças (¿?), árboles, viñas, derecha, descendiendo el cerro de la iglesia de Bacares en una heredades, olivos y morales en abajo, va a dar a un llano donde aça (¿?). Más adelante está otro harta cantidad. (…) está un machal (“marchal”) que pago que se dice el pago del Ma- Y después de lo susodicho este era de Lope de Cimcar, vecino char (“Marchal”), que tiene has- dicho día diecinueve del dicho de Bayarque, donde está otro ta ocho fanegas de tierra en sem- mes de junio del dicho año de mojón que es un pino alto junto bradura. Junto a éste, un cortijo mil quinientos setenta y dos, el a un corral. con un corral de ganado que es

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de Lope Juncar. Cabrá seis fane- del dicho lugar es pasto común, que este dicho día diecinueve gas de sembradura. Y dentro del para que los moriscos y vecinos del dicho mes de junio del dicho dicho pago está otro marchal de del dicho lugar lo puedan pas- año de mil quinientos setenta y García de Aro, y tiene una fuen- tar con sus ganados, así (“tan- dos años, el dicho señor bachi- te que cabrá cinco fanegas de pa- to…”) los montes o tierra por ller Gonzalo de Melgar, juez de rrales y almendros. romper (“aún no roturada, pero comisión por sí [mismo] susodi- Y con esto queda deslindada y que puede serlo”) como la tie- cho, y ante mí Andrés Rojo, es- declarada la tierra de secano y rra roturada o de labor alzado el cribano de Su Majestad, y ante término del dicho lugar por los fruto (“una vez recogida la co- la dicha comi[sión] y testigos límites y mojones que se han de- secha”), y que los dichos moris- citados, dijo que, por cuanto clarado. El bachiller Melgar. (…) cos no tenían ningún ejido se- (“queda dicho”) él, en nombre ñalado, más que (“sino que”) se de Su Majestad, tiene tomada AGUAS aprovechaban de (“para”) pacer y aprehendida quieta y pacífi - y rozar (“cuando los animales camente la posesión particular Y así hecho el dicho apeo y cortan la hierba con los dientes, de todas las tierras, [ejidos], deslindamiento de las heredades para comerla”) comúnmente. viñas, olivares, morales, casas, y posesiones del dicho lugar de tiendas, molinos, hornos… que Bayarque, este dicho día, mes y HIPOTECAS Y CENSOS hay en el dicho lugar de Bayar- año susodichos, estando juntos Preguntados qué derechos y que, que antes están declaradas los dichos seises, el dicho señor y deslindadas, que, para mayor juez recibió de ellos y de cada acciones o hipotecas o censos tenía[n] los dichos moriscos abundamiento, conviene que, uno de ellos juramento en for- además de las dichas posesio- ma de derecho, so cargo del cual sobre haciendas de cristianos viejos, y las que los cristianos nes y otras cualesquiera que prometieron decir verdad, y les en cualquier tiempo [hubiera hizo las preguntas siguientes: viejos tenían sobre los dichos moriscos, dijeron que no tienen y las que −asimismo−] refi eren Preguntados que digan y decla- noticia de cosa de lo que se les haber sido de los dichos moris- ren qué agua tenía y le pertene- pregunta: más que (“sólo que”) cos, sin que por ello[s] se haya cía al dicho lugar de Bayarque, la hacienda que tenía la iglesia, visto (“antes”) innovar (“en el y de qué río se saca, y de qué la tenía dada a censo a moriscos sentido de alterar con intención acequias se riega, y qué agua era y a otras personas. dolosa o culposa”) ni atentar en la que tenían los moriscos en cosa alguna, añadiendo fuerza a propiedades, dijeron que el agua OCUPACIÓN ILEGAL DE fuerza (“usando venganza parti- se toma del río que viene de Ba- cular, tomándose la justicia por cares, por encima de las huertas TIERRAS su mano o respondiendo con y heredades del dicho lugar de Preguntados que digan y decla- violencia a violencia”), y, apro- Bayarque, [y lo hacen] dos ace- ren qué cristianos viejos [u] otras bando y ratifi cando aquéllos quias principales por donde se personas han entrado y ocupado (“testimonios”), tomaba y tomó, riegan las dichas heredades, parte alguna de las haciendas que en nombre de Su Majestad como como lo tienen declarado en el eran de los moriscos, metiendo está dicho, la posesión general dicho apeo, y que el agua toda (“en ellas”) sus cosas, quitando de todas las posesiones que hay era de los moriscos en propie- o alargando (“deslocalizando en en el dicho lugar y en su térmi- dad, y lo regaban por el orden su benefi cio”) los mojones y lí- no, tanto las que están declara- que entre ellos estaba puesto mites…, dijeron que no han vis- das particularmente [por ellos] para todas las heredades. to a nadie que haya entrado en como de cualesquiera otras que hacienda alguna, y que esto es en cualquier manera parezcan la verdad por el juramento que haber sido de los dichos mo- Preguntados qué montes y hicieron, y lo fi rmó el dicho juez riscos o les hayan pertenecido, pastos baldíos o qué tierras (ha- bachiller Melgar. o [pudieran] pertenecer[les] de bía) dispuestas para ello o para cualquier manera y por cual- ejidos (“campos comunes de un TOMA DE POSESIÓN DE quier causa aunque es[tén] en pueblo que no se labran y don- CASAS Y TIERRAS DE poder de terceros. Testigos [Die- de suelen reunirse los ganados go] de Haro y García Moncarra, o establecerse las eras”) o para MORISCOS seises. Francisco de Carabajal. otros aprovechamientos hay en Y después de lo susodicho, El bachiller Melgar. Ante mí el término del dicho lugar, dije- estando en el cementerio de la Andrés Rojo, escribano” (LAR, ron (que) todo el dicho término iglesia del dicho lugar de Bayar- f. 33-38).

Edición Digital. Instituto de Estudios Almerienses. I HISTORIA Y EVOLUCIÓN B AYA R QUE 32 DE LA POBLACIÓN

Aparte de la relación de “pagos” (en la repetida acep- Fuente de las Parras en dos grandes acequias, que ción bayarquina de parajes agrícolas que detallare- vienen a corresponder con las que hoy llevan las mos en la parte geográfi ca, y teniendo en cuenta que aguas a los pagos altos y a los pagos bajos. casi todos los que se nombran son hoy desconocidos), 5 A las autoridades repobladoras de Felipe II (li- ignotas acequias y caminos9, linderos y cabida de las cenciado o bachillerr Gonzalo de Melgar −cono- diferentes superfi cies, veamos las conclusiones que cido históricamente−, con categoría de Juez) les cabe destacar de esta interesantísima descripción del interesa catalogar convenientemente los bienes Bayarque morisco: territoriales y las casas (no tanto a las personas) 1 Antes de 1572 no había en el pueblo ningún “cris- abandonadas, así como las actividades económi- tiano viejo”. Todos los habitantes eran moriscos. cas, pensando siempre en la política impositiva, y Incluso la Iglesia y sus propiedades estaban dadas para ello no tienen más remedio que echar mano a censo a los moriscos. de dos propietarios moriscos de aquel Bayarque 2 El pueblo tenía 120 casas habitadas que, a ra- despoblado: Diego de Haro y García Moncarra (o zón de cinco personas por cada una −y podemos “Mocarra”), con casi toda seguridad hermanos −o quedarnos cortos, teniendo en cuenta la alta na- emparentados muy directamente con ellos− de talidad entre la comunidad morisca−, dan una po- ciertos García de Haro y Diego el Mocarrab, res- blación de 600 habitantes. No extraña, pues, que pectivamente, que aparecen citados repetidas haya seis molinos harineros y dos hornos. Asimis- veces más adelante. mo, y con muy pequeñas variaciones, el referido 6 Con las voces aça, haça y aza, quizá se refi ere el número de viviendas hace coincidir al núcleo ur- apeo a la voz árabe az-zahrr (“dado para jugar”) en bano de entonces con su actual fi sonomía y confi - el sentido de propiedad, unidad de superfi cie o guración. lote de tierra caída en “suerte” a alguien, sea per- 3 Las principales actividades económicas son la sona física o jurídica. Sin embargo, también cabe ganadería (con abundante superfi cie para pas- la posibilidad de que se trate de las parcelas de to común) y la agricultura, destacando la cría de morales, pues con la voz as-say se refi ere la len- morales de seda y los viñedos. El moral de la me- gua árabe a cierta tela de seda. jor variedad (morus nigra) conserva aún algunos 7 Frente a la opinión de la Real Academia Española, ejemplares en el Bayarque actual. En las épocas que continúa insistiendo en “aljamía” como deriva- islámica y morisca, es decir, desde el 850 hasta ción del árabe hispánico al-`agamiyya −y éste del 1572, fue uno de los árboles omnipresentes en árabe clásico a`gamiyyah, para signifi car texto el término municipal, para la cría de gusanos de morisco en romance, pero escrito en caracteres seda, pero hoy quedan muy contados ejemplares. alifáticos, otros arabistas sostienen que, igual que Según todas las fuentes, la seda almeriense era la nuestra voz “algarabía” (confusión ruidosa, gali- más solicitada en los mercados internacionales, matías…), “aljamía” es una posible contracción y controlados por los italianos. De su parte, musul- deformación castellana, medieval y moderna, del manes y moriscos comían el fruto y también ha- árabe al-lugat al-`Arabiyya (“lengua árabe”); éste cían con él un zumo pastoso y con cierta gradua- es, sea cual fuere la versión que adoptemos, el sig- ción alcohólica (el alaçer). nifi cado que le da el escribano del apeo. 4 Los moriscos tenían −con toda seguridad por he- rencia de época islámica medieval− ordenadas y organizadas las aguas de riego provenientes de la 9 Véase, por ejemplo, el camino de “Atabalate” (LAR, f. 51), que, situado en el pago “de las Viñas”, podría confundirnos pensando en el actual Malacate.

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8 Con las expresiones “machal”, “marchal” o “marjal” −poco antes de ser expulsados de su “país” de (del árabe al-march) hemos de entender mejor un toda la vida, como los demás− son obligados a terreno bajo e irrigado que la clásica marcha o describir los bienes de su pasado y de su mundo, medida granadina de cien estadales (cinco áreas irremisiblemente perdido. y veinticinco centiáreas). 12 Desconocemos dónde podía estar el cementerio 9 Ante la duda de si Monagra o Munegra tiene morisco, porque el actual data del siglo XIX y la algo que ver con el citado cerro Modnagra, cabe necrópolis islámica −absolutamente devastada, apuntar que podría tratarse de la zona que que- como se dijo hace poco− estaba en la entrada al da a sus pies, en parte de lo que hoy es viña de la pueblo desde el antiguo camino de Tíjola, alrede- Capirota y pago del Marchalillo. En todo caso, el dor de las Eras (actual calle de Juan Aranda Sola, apeo habla luego de un pago “Mudnegra” de seca- frente al polideportivo municipal). Seguramente no, con una fuente (¿Fuente del Palo?) de la que los moriscos seguían enterrando a sus difuntos es dueño un morisco llamado Gonçalo Çiet. No en los mismos lugares que sus antepasados mu- deben extrañar las frecuentísimas alteraciones sulmanes y por el mismo rito islámico, es decir, en las denominaciones de lugares, nombres pro- recostado el cadáver con la cabeza orientada ha- pios de todo tipo, etc., pues son absolutamente cia el sur (el paso del Estrecho que, por los lógicos normales hasta que −precisamente para fi jarlas− errores geográfi cos de la Edad Media, llevaba a se creó la Real Academia Española en tiempos de los peregrinos andalusíes a la Meca). Sin embar- Felipe V. go, esta mención del apeo también nos permite suponer que dicho cementerio estaba entonces 10 Siendo Bayarque un pueblo poblado exclusiva- en la actual Era de la Iglesia, o rodeando ésta por mente con moriscos hasta 1570 (en que se expulsó su Revellín. o extrañó a los últimos del lugar), la Iglesia parro- quial no sólo no ejercía por sí misma la adminis- Precisamente por este afán de inventariar bienes, tración de sus tierras, sino que, por ello mismo, no cuando a continuación hace el LAR una relación de- debió tener −entre 1488 y ese año− ninguna acti- tallada de las “suertes” (LAR, f. 38-106) o lotes que vidad pastoral o religiosa, en éste como en otros corresponderán a los nuevos pobladores (“cristianos pueblos íntegramente moriscos. La propia dióce- viejos” forzosamente procedentes de reinos ajenos al sis de Almería, como la de Granada y la de Mála- de Granada), se nos proporciona el nombre de muchos ga, debía conocer perfectamente esta situación, de los anteriores y últimos propietarios moriscos de lo que, una vez más, prueba que las zonas rurales Bayarque, un 10% de los cuales eran vecinos de Aldei- moriscas se abandonaron a su suerte en el plano re con propiedades aquí. religioso, permitiendo, de hecho, que los lugare- En verdad, estos bayarquinos no eran antepasados ños continuaran practicando sus ritos y costum- nuestros, pues todos fueron expulsados en 1570 ha- bres de época islámica. cia otros reinos peninsulares, y, al fi nal, muchos se 11 A los dos informadores o “seises” moriscos que encaminarían al Norte de África, ya con Felipe III. Sin hacen toda esta descripción se les obliga a ha- embargo, creo que es de justicia rendir un pequeño cer juramento de decir verdad. Mal trago debie- homenaje a los últimos descendientes de quienes lle- ron pasar estos moriscos bayarquinos, Diego vaban poblando Bayarque 700 años, pues, llevaran o de Haro y García Moncarra (o “Mocarra”), pues no nuestra sangre y fueran o no musulmanes, a ellos después son citados como unos más de los expo- debemos su existencia urbana, su nombre y la primera liados de sus casas, tierras y haciendas, y ahora organización de nuestros campos.

Edición Digital. Instituto de Estudios Almerienses. I HISTORIA Y EVOLUCIÓN 34 PropietariosDE LA POBLACIÓN moriscos en 1568 (documentados en 1572)

• Martín Adulabar: propietario en el • Luis Çarhán: tres bancales de mora- • Gonzalo el Ariçe o “Larise” (posible pago de “Abohela”. les en la misma acequia. familiar del anterior): un bancal de • Diego “el Negro”: bancal y paratas de • Hernando Çarhán (posible familiar morales (de una fanega) cerca del morales en la acequia de “Jerçala”, del anterior): 300 vides de riego en el río. junto al “barranco”. pago “de las Viñas”. • Gonzalo Modaguar o “Daguar”, pro- • García Grahi: cuatro bancales de mo- • Luis de Málaga: propietario en el pietario entre esa acequia y el camino rales, que suman una fanega, en la mismo pago. de Bacares; propietario junto al río; dueño de un “bancal largo” de una acequia “del pueblo”. • Diego de Málaga (posible familiar del • El Tebo (aparecen dos con ese nom- anterior): dueño de una “tierra blan- fanega en la misma acequia. bre, García Tebo y Francisco Tebo): ca” en el mismo pago. • Luis el Corise, propietario cerca del propietario de un “molino”. • Bernabéo Matraqui: medio bancal camino de Bacares. • Martín el Caçorea: un trozo de secano junto al río. • Gonzalo Najar: propietario entre la en el pago de “Abohela”. • Lope el Muixir: trozo de tierra con misma acequia y el camino de Baca- • Diego el Hazal o “Alaçal” o “Alazar”: cuatro olivos y cuatro morales, junto res; dos bancales y una parata que ca- un bancal de una fanega en la mis- al río. ben una fanega en la huerta; un mar- chal de una fanega en el pago “del ma acequia; propietario en el pago de • García Muixir o “Mohijir” (posible Mojón”, en la sierra. “Abohela”. familiar del anterior): una viña en el • Martín el Hazal o “el Açal” o “Ala- pago “de las Viñas”. • Gonzalo de Huesca o “de Güesca”: un bancal de una fanega, junto a la zar” (posible familiar del anterior): • El Çeytuni: trescientas vides de riego misma acequia. propietario en la misma acequia; en el pago “de las Viñas”. bancales y paratas de una fanega con • Mocanata de Bacares: diez fanegas de • Diego Ratlay o “Ralai”: propietario 16 morales, entre el camino de Baca- secano en el pago de “Abohela”. res y el río; diez fanegas de secano en de trescientas vides de riego en el el pago de “Mudnegra”. mismo pago. • Álvaro de Jores: un bancal en la mis- ma acequia. • García Tino: un bancal y paratas jun- • Alonso “del” Adar, junto al río. to al río. • Diego Çolartán: un marchal de una • Alonso Zacaría: una fanega en el mis- mo pago. • García el Jat: una fanega en la huerta, fanega con morales y almendros, jun- junto al barranco de “Mila”; varias fa- to al camino de la “Fuente Grande”. • Juan Ataf: una fanega en el mismo negas de secano en el pago de “Abo- • Alonso “el Galib” o “Tarafi ” o “el pago. hela”. Tarafi ”: un bancal y paratas de una • El Carrafi : un barranco en el mismo • Hernando Arrechao: un bancal con fanega de cabida en la acequia de pago. doce morales y otra fanega (un bancal “Jerçala”; propietario entre el río y el • Gonzalo Çamar (también “de Bera” y paratas) con 14 morales en la huer- barranco de “Forrul”; diez fanegas de o Vera): un cortijo y propiedad en el ta. secano en el pago de “Abohela”. mismo pago; un bancal de una fanega • Pedro de Molina: un “bancalico” en • Gonzalo Gali (o “Galib”) el Tarafi y en la huerta; una casa en el pueblo la huerta. también “el Corto” (posible familiar cerca del camino de Sierro. del anterior): diez fanegas de tierra • Luis el Mariní: dueño de un bancal • Luis Çamar (posible familiar del an- en el pago de “Abohela” (en direc- de secano en el pago de “Mudnegra”; terior), propietario en la huerta. ción hacia el término de Armuña de dos paratas de morales (que caben Almanzora); un bancal y paratas que • Juan Çamar (posible familiar de los una fanega) en la referida acequia. suman una fanega en la misma ace- anteriores): unas paratas con morales • Bernabé el Mariní (posible familiar quia de “Jerçala”; diez fanegas de se- en la huerta. del anterior): dos paratas de morales cano en el Pago de “Alcudia” (cerca • Gonzalo Aretén: propietario en el en la misma acequia. del término de Bacares); un bancal en pago de “Abohela”. la huerta. • Gabriel el Mariní (posible familiar de • Diego de García: propietario en la los anteriores): propietario en la mis- • García Tarafi (posible familiar de los huerta. ma acequia. anteriores): un bancal de morales (de • Alonso Quirat: propietario en la • Diego el Mariní (posible familiar de una fanega) en la acequia de “Jerça- huerta. los anteriores): propietario entre “el la”. barranco” y “el monte”. • Luis Audari: propietario en la referi- • Diego el Quirat o “el Quibarat” (posi- • Gonzalo Güercalí o “Huercalí” (“de da acequia; tres bancales (con mora- ble familiar del anterior): una parata Huércal”): un bancal y paratas con les incluidos) que suman una fanega, de morales en la huerta. nueve morales en la referida ace- junto al camino de Tíjola. • Diego el Darayxi: viña en el pago “de quia. • Luis el Ariçe: dos bancales de una fa- las Viñas”. • García Cirrao: un bancal y paratas nega en la misma acequia, que crían • Lucas Hernef, propietario de una con morales en la huerta. 8 morales y dos “morericas”. viña en el pago “de las Viñas”.

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• Feche Aboadida, en el mismo pago • Luis el Tafay: 300 vides de riego en el • Luis el Lauxi: tres bancales de una de “Abohela”. pago “de las Viñas”. fanega en la huerta. • García Bacança: tres paratas con cua- • Luis el Çufeu, vecino del anterior. • Bernabé Lauxi (posible familiar del tro “moralicos” en la huerta. • García Çoraya: 300 vides de riego en anterior): propietario cerca del río. • Felipe el Garbi: paratas con 400 vides el pago “de las Viñas”. • Diego el Garnataxi: propietario de un junto al Camino de Serón. • Luis el Loçaira: un pedazo de “tierra bancal de morales en la huerta. • Diego el Mocarrab o “el Mocarra” o blanca” en el mismo pago. • Diego Çorayque: propietario de un “Moncarra” o “Mocarre” o “Monca- • Gonzalo Jurel: un bancal y dos para- bancal de morales en la huerta. rre”: una casa en el pueblo; propieta- tas de una fanega en la huerta, cerca • Diego el Bizquián: una viña en el rio de un trozo de secano en el pago del río. pago “de las Viñas”. de “Mudnegra”; un bancal y paratas • García Jurel (posible familiar del • Gonzalo Chupahí: propietario entre con morales que caben una fanega en anterior): propietario en el pago de el pago “de las Viñas” y la rambla de 10 la huerta . “Mudnegra”. “Gorgof”. • Gabriel Mocarra (posible familiar del • García de Córdoba: un bancal de mo- • “Graviel, mudéxar” (mudéjar): 150 anterior): diez fanegas de secano en rales (de una fanega) en la huerta. vides en el pago “de las Viñas”. el pago de “Mudnegra”. • García de Haro: un marchal de una • Gonzalo “el mudéjar”: una viña en • García Mocarra o “Moncarra” (posi- fanega (con árboles frutales) en el dicho pago; un bancal de una fanega ble familiar de los anteriores y uno Pago del “Mojón” (en la sierra, junto en la huerta. de los dos moriscos que informan al 11 al término de Sierro) . • García “el mudéjar”: un pedazo de Juez Melgar en el Apeo de 1572): diez • Diego de Haro (quizá familiar del an- viña en dicho pago. fanegas de secano en el pago de “Abo- terior, es el otro morisco que aparece hela”, que lindan con “la cumbre del • Alonso Focayar: propietario en dicho como testigo informando al Juez Mel- pago. cerro”; dos bancales y una parata con gar en el Apeo): un “bancalico” de 33 morales que caben una fanega, en morales en la acequia de “Jerçala”. • Alonso el Mazaraqui: propietario en la huerta; una casa en el pueblo (que dicho pago. luego sería la del sacristán, según el • El Tuarón: un moral con siete mora- les, cerca del término de Bacares. • Luis Xemajaraqui o “Mazaraqui” LAR, f. 105). (posible familiar del anterior): 300 • Alonso Motarri: 300 vides de riego en • Luis Caraya: diez fanegas de secano vides de riego en el mismo pago “de el pago “de las Viñas”. en el Pago de “Alcudia”. las Viñas”. • Gonzalo Gibi: dos bancales de una • Luis Fajardo y Hernando Fajardo: fanega en la huerta. cuatro fanegas de secano en el pago “de Laujas” cuya propiedad llega • Gonzalo Ozay u “Hozay”: propietario “hasta lo alto del cerro”. Ojo: aquí en el pago “de las Viñas”; un bancal podemos identifi car, muy posible- de morales en la huerta. 10 Cuidado con el parecido que este mente, el actual topónimo “Cuesta de • Gonzalo el Tarçia: un bancal y pa- sobrenombre tiene con el apodo de una Fajardo”, en el antiguo Camino de la ratas que suman una fanega, con 19 familia actual a la que el autor distingue con especial afecto desde que nació: morales. Sierra que unía el pueblo con el Cor- con casi absoluta seguridad, creo que tijo del Chato, en su arranque desde • Lope de Córdoba: propietario cerca la coincidencia es meramente casual la Madre de Dios. del río. (recordemos que estamos en el siglo XVI). • Luis Gançara, en el mismo pago de • García el Male: tres “medios banca- 11 Ante el interrogante que pueden plantear secano. les” con trescientas vides en el pago tantos sobrenombres de morisco referidos • Gonzalo Çiet: una parata con 5 mo- “de las Viñas”. a lugares tan distantes como Huesca, Haro rales en la huerta, junto al río y a un • Lope el Male (posible familiar del an- −en La Rioja− o, más cerca, Córdoba, molino; un bancal de secano y una terior): un pedazo de viña en el mis- Málaga…, cabe decir que los moriscos, fuente en el pago de “Mudnegra”; un mo pago. como cualesquiera musulmanes de corazón, mantuvieron durante siglos el bancal y paratas con seis morales, en • García Albarones: una viña en el mis- la acequia de “Jerçala”. orgullo por los remotos orígenes de sus mo pago. ancestros, y no es extraño que, entre • Gonzalo de Alcaraz: propietario cerca • Luis Aumara: propietario en el mis- 1232 (cuando se proclama el primer Emir de “la rambla”; dueño de bancales de mo pago. Nazarí −Muhammad al-Nasr−) y 1482 secano en el pago de “Mudnegra”. (cuando se inicia la guerra de conquista • García Çimcar: un bancal de una fa- • Gonzalo Adulmelque: tres bancales de los Reyes Católicos), terminaran nega en la acequia de “Jerçala”; pro- refugiándose en el Emirato Nazarí de (que incluyen 3 morales) de una fa- pietario de algún trozo de secano en nega, en la huerta. Granada mudéjares procedentes de todo el pago de “Mudnegra”. el antiguo al-Ándalus conforme avanzaba • Diego el Daraque: propietario en el • Diego Adulaçís: dos bancales con un la Reconquista, como ha puesto de pago “de las Viñas”. moral en la huerta. manifi esto, entre otros, mi maestro don Miguel Ángel Ladero Quesada.

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