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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN SERVICIO NACIONAL DE GEOLOGÍA Y MINERÍA DE

EL EFECTO DE LOS DESASTRES NATURALES EN LAS CIUDADES CHILENAS: SIGLOS XI AL XX.

Lic. María Eugenia Petit-Breuilh Sepúlveda

Marco general del proyecto

Este proyecto de investigación tiene el objetivo de identificar los procesos naturales que hayan tenido efectos catastróficos en el territorio que actualmente comprende la República de Chile desde el siglo XVI hasta el XX. Debido a los cambios limítrofes que ha experimentado el país desde su descubrimiento en 1536 hasta finales del siglo XIX se considerarán todas las informaciones relevantes de las regiones adyacentes con el fin de alcanzar un mejor entendimiento de las frecuencias e impactos de los desastres naturales en el área de estudio durante más de 500 años de historia.

En concreto, se hará un seguimiento histórico-geográfico de las zonas que actualmente se encuentran pobladas con ciudades para poder desarrollar en el futuro mejores planificaciones del territorio nacional. Con objeto de cumplir con este trabajo se utilizarán diferentes tipologías de fuentes históricas y cartografía antigua que se encuentran en diversos archivos y bibliotecas de Chile, España, Francia e Italia.

Temario y plazos de entrega:

1. INTRODUCCIÓN Estado de la cuestión: desastres naturales y planificación territorial Marco general del proyecto

2. SIGLO XVI Conquista, fundaciones y ocupación del territorio Desastres naturales que afectaron el país durante el siglo XVI Terremotos/ tsunamis Remociones en masa Erupciones volcánicas Inundaciones y sequías Efecto de los desastres naturales en la sociedad colonial 2

(2 mes: 1ª entrega monográfica) Entregada en Agosto de 2002.

3. SIGLO XVII Fundaciones y ocupación del territorio: la visión de la Dinastía de los Austrias. Desastres naturales que afectaron el país durante el siglo XVII Terremotos/ tsunamis Remociones en masa Erupciones volcánicas Inundaciones y sequías Efecto de los desastres naturales en el Reino de Chile durante el siglo XVII (4 mes: 2ª entrega monográfica) Entregada en Octubre de 2002.

4. SIGLO XVIII Política de fundaciones de los Borbones y la ocupación del territorio Desastres naturales que afectaron el país durante el siglo XVIII Terremotos/ tsunamis Remociones en masa Erupciones volcánicas Inundaciones y sequías Efecto de los desastres naturales en el siglo de la Ilustración (6 mes: 3ª entrega monográfica) Entregada en Diciembre de 2002.

5. SIGLO XIX Ocupación del territorio durante los albores y la consolidación de la República Desastres naturales que afectaron el país durante el siglo XIX Terremotos/ tsunamis Remociones en masa Erupciones volcánicas Inundaciones y sequías Efecto de los desastres naturales durante el siglo XIX. (8 mes: 4ª entrega monográfica) Entregada en Enero de 2003 /Informe preliminar

4. SIGLO XX Ciencia, tecnología y medio ambiente: filosofía de la ocupación del territorio durante el siglo XX Desastres naturales que afectaron el país durante el siglo XX Terremotos/ tsunamis Remociones en masa Erupciones volcánicas Inundaciones y sequías Aprendizajes y mentalidad de la sociedad chilena ante los desastres naturales.

5 ANÁLISIS CUANTITATIVO Tablas generales y específicas de los datos obtenidos Actualización de los datos de los siglos estudiados

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6. CONCLUSIONES DE LA INVESTIGACIÓN

7. FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

ANEXO: Cartografía histórica de ciudades chilenas en el Archivo General de Indias de Sevilla (diapositivas). Documentos históricos relevantes (fotocopias de los originales y transcripción paleográfica). (10 meses: 5 entrega monográfica)

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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN SERVICIO NACIONAL DE GEOLOGÍA Y MINERÍA

LOS DESASTRES NATURALES EN CHILE DURANTE EL SIGLO XIX

Lic. María Eugenia Petit-Breuilh Sepúlveda

1. Introducción.

El estudio de los desastres durante el siglo XIX está acompañado de los cambios y reestructuraciones que realizó el gobierno chileno en el territorio nacional; así una vez establecida la República y de anexar las regiones que aún quedaban vacías (Chiloé y la Araucanía), la propia dinámica de la tierra se encargó de poner a prueba los sistemas constructivos y de organización ciudadana.

Al analizar los datos que se refieren a las catástrofes que padeció el territorio nacional durante este período, queda en evidencia el hecho de que los nuevos conocimientos con respecto al origen de los procesos naturales, marcó la forma en que éstos fueron abordados; precisamente, lo anterior puede ser comprobado al estudiar las nuevas normativas aplicadas a las construcciones de viviendas más seguras y las estrategias que tuvieron que adoptar los políticos para afrontar las situaciones de crisis ocasionadas por los desastres naturales.

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2. Ocupación del territorio durante los albores y la consolidación de la República.

Durante el siglo XIX, en el marco de la reciente independencia y de la transformación de Chile en República se afianzaron lentamente los centros urbanos fundados durante el período colonial, dando inicio a un largo camino de identificación nacional que comenzó con el intento de conocer, entre otros aspectos, la historia del territorio, la geografía y la geología. En este marco de actuación, las autoridades chilenas trabajaron intensamente para incorporar al control de la administración central, las regiones que aún estaban escasamente integradas; éste era el caso de la Araucanía que se había convertido en un refugio de bandoleros, provocando así serios problemas de seguridad para quienes estaban instalados allí para quienes intentaban cruzar ese territorio1. Por su parte, el archipiélago de Chiloé fue incorporado definitivamente tras la firma del tratado de Tantauco el 19 de enero de 18262. Con la consolidación del gobierno chileno en estas regiones no sólo se ganaba un territorio para las inversiones de capitales, sino que también se lograba la reestructuración interna del mismo, perdida a fines del siglo XVI cuando se delimitó la zona de frontera en el caso de la Araucanía y se renunció a la soberanía de Chiloé -a favor del Virreinato del Perú- por falta de recursos para gestionarla adecuadamente.

Según lo antes expuesto, una vez lograda la independencia, el sur de Chile representaba un espacio para la expansión demográfica y económica ya que ofrecía terrenos libres y con potencial para iniciar nuevas actividades; por estos motivos existía la necesidad de afianzar con nuevas colonias la soberanía en esas tierras que se mantenían fuera del poder del gobierno3. Debido a esta necesidad de poblar el sur del territorio surgieron en 1824 las primeras disposiciones sobre inmigración de extranjeros; en este sentido se puede constatar documentalmente la presencia de colonos en la región de Llanquihue a partir de esa fecha, quienes a diferencia de las posteriores oleadas inmigratorias se instalaron en esta zona con fondos económicos propios.

1 Colección de artículos de Jotabeche, publicados en el Mercurio de Valparaíso, en el semanario de y en el Copiapino, desde abril de 1841 hasta septiembre de 1847. Santiago, Imprenta Chilena, 1847, pág. 256. POEPPIG’S, E., Un testigo de la alborada de Chile (1826-1829). Santiago, Editorial Zig-Zag. 1960, pág. 334. 2 Durante el siglo XVIII se efectuaron varios censos de población en Chiloé. En 1713 se contabilizaron 57.000 habitantes y en 1763 el volumen se redujo a 32.000; el último de 1784 arrojó la cantidad de 26.703 personas. AMAEx - Manuscrito 13, 226 págs (sin foliar). 3 La ocupación de terrenos vacíos que estaban siendo valorados por naciones extranjeras como Francia fue una constante preocupación desde principios del siglo XVIII; así consta en la Relación de Gobierno de Manuel de Amat y Junient, Virrey del Perú a su sucesor el Conde de Guirior, en RAH - ML Tomo 48, f. 567 y Tomo 49, f. 442-443. 6

En el contexto de esta política de fomento de la inmigración, el Gobierno chileno declaraba públicamente que estaba dispuesto a acoger personas que fundaran empresas productivas o comerciales para intentar captar capital foráneo. Sin embargo, esta estrategia obtuvo escasos resultados; de ahí que el proyecto de colonización del sur del país precisase que las autoridades aceptaran por recomendación de los encargados de realizar los “enganches” en Europa la asignación de subvenciones para los pasajes y otros beneficios para los inmigrantes. A este respecto, se debe reconocer que la mayoría de los extranjeros se asentaron en Chile gracias a las constantes ayudas económicas que les aportó el Estado, incluso en detrimento del apoyo entregado a los propios nacionales4.

Ante este panorama del poblamiento del sur, ocurrieron varios procesos naturales que produjeron graves daños a la naciente urbanización y ocupación de la región como fueron el terremoto y erupciones volcánicas de 1835. Justamente, durante el mencionado año el volcán tuvo actividad explosiva que generó además una colada de lava que inutilizó algunos terrenos arables dedicados a la agricultura; con posterioridad, en 1837 otra erupción ocasionó daños como resultado de la abundante caída de ceniza. Como consecuencia de esta actividad eruptiva, algunas familias extranjeras que se habían establecido en las cercanías del volcán a orillas del lago Llanquihue, al parecer irlandesas, abandonaron sus casas5.

Con posterioridad a los problemas de tierras que ocurrieron tras varios terremotos y las erupciones del volcán Osorno, el 18 de noviembre de 1845 se dictó la Ley de Colonización que favorecía a las personas que conocían el ejercicio de un oficio -de preferencia, agricultores y artesanos-; después de establecida la anterior normativa se envió a Alemania a Bernardo Philippi y se designó a Vicente Pérez Rosales como agente colonizador para ordenar la ejecución de esta ley sobre el terreno. Sobre la base de la documentación consultada, el clima de las regiones de Llanquihue y Valdivia fue uno de los motivos por los que se prefirió la llegada de colonos de la Europa Noratlántica (alemanes, holandeses, ingleses y escandinavos)6. Finalmente, en 1853 el Gobierno chileno decretó

4 Vid. ANS-FV. Vol. 277, f. 58-62v. HARRIS, G., “La inmigración extranjera en Chile a revisión: también proletarios, aventureros, desertores y deudores”, Anuario de Estudios Americanos, LIV-2 (1997), págs. 543-566. 5 Carta de Martha Werner de 1837, en KINZEL, E. y HORN, B., Puerto Varas. 130 años de historia. 1852-1983. Puerto Varas, Imprenta y Librería Horn y Cía. Ltda., 1983, pág. 366. 6 PÉREZ ROSALES, V., Memoria sobre la colonización de la provincia de Valdivia. Valparaíso, Imprenta del Diario el Mercurio, 1852, 36 págs. HELD, E., Familia Held. Antecedentes históricos. Santiago, Impreso por Claus von Plate, 1993, 314 págs. 7 como zona de colonización todo el territorio situado alrededor del lago Llanquihue7.

Sobre la vida y actividades que desarrollaban los nuevos colonos en estas zonas volcánicas existen diversos testimonios; entre ellos es muy clarificador el que se recoge en una carta escrita el 31 de marzo de 1887 por el colono alemán Julius Held a su amigo Julius Aurich, residente en Sajonia:

“Osorno queda a un día de viaje desde el lago Llanquihue. Allí viven muchos alemanes, quienes tienen en sus manos casi todo el comercio en esa ciudad. En los alrededores se cultiva mucho trigo, por eso la exportación principal es el trigo, pero también cuero de suela, charqui, aguardiente, ganado vacuno, lana, jamón, grasa, mantequilla, jabón y cosas de esta índole... En el volcán Osorno (...), también aquí, en toda la altura del cerro, viven colonos y tienen allí la mejor tierra de toda la colonia. A la derecha del Osorno se encuentra el (...) allí se encuentra el gran alerzal que llega desde allí hasta Puerto Montt y cubre muchas millas cuadradas (...). A los pies del cerro y en primera fila junto al lago, desde aquí se ven las chacras de los colonos como pequeñas manchas en la extensa campiña”8 .

Todo este auge colonizador en el entorno de los volcanes Osorno y Calbuco fue alterado nuevamente debido a la explosiva y larga erupción del volcán Calbuco que se prolongó desde 1893 hasta 18959. Las cenizas afectaron a la navegación en el lago Llanquihue, a los sembrados - principalmente, a la producción de papas-, a la apicultura, y al ganado que se encontraba en las faldas del volcán. Como consecuencia de la erupción volcánica los colonos que vivían en los alrededores se vieron obligados a trasladarse con sus rebaños a otros lugares10 y, en general, se dio un estado de intranquilidad y descontento entre los nuevos pobladores; tanto es así que se organizaron y solicitaron al Gobierno el cambio de los terrenos asignados en las cercanías al volcán Calbuco por otros más seguros. Prueba

7 PETIT-BREUILH, M. E., Cronología eruptiva histórica de los volcanes Osorno y Calbuco (41° - 41º30’ S ) X Región, Chile. Boletín núm. 53. Santiago, Servicio Nacional de Geología y Minería, 1999, 46 págs. 8 HELD, E., op. cit., págs. 116 y 130. 9 PETIT-BREUILH, M. E., “Calbuco volcano: a piroclastic flows generator within the XIX and XX centuries, Southern (41.4ºS), Chile”, en Volcanic Activity and the Environment. Abstracts, Puerto Vallarta, IAVCEI-UNED, 1997, pág. 15. PETIT-BREUILH, M. E. y MORENO, H., “La erupción de 1893-1895 del volcán Calbuco (41,3º) y sus efectos ambientales”, VIII Congreso Geológico Chileno. Actas. vol 1. (1997), págs. 780-784. MORENO, H. y PETIT-BREUILH, M. E., “El ciclo eruptivo de 1893-95 del volcán Calbuco (41.4º S), Chile: Efectos regionales y lecciones de un episodio volcánico explosivo prolongado”, Sistemas modernos de preparación y respuesta ante riesgos sísmicos, volcánicos y tsunamis. Actas de la Conferencia Internacional, págs. 157-164. Santiago, Instituto Geográfico Militar, 1998. 10 HELD, E., op. cit., pág. 178. 8 de ello fueron los oficios que se intercambiaron el Intendente de Puerto Montt y el Ministro de Colonización en octubre de 189311.

La ocupación del territorio cordillerano propició la instalación de enclaves madereros que comenzaron a surgir en la falda de algunos volcanes con el fin de explotar los bosques nativos que crecían en los productivos suelos volcánicos; un ejemplo de ello fue el lugar de El Arrayán -en el volcán Calbuco-, que sirvió de campamento a los madereros que trabajaban el alerce -especie nativa- durante la década de los ochenta del siglo XIX12.

Algunos conflictos bélicos debidos a disputas de límites fronterizos, como la guerra contra la Confederación Peruana-Boliviana (1836-1839) y la Guerra del Pacífico (1879-1883), demoraron la ocupación e incorporación definitiva de la Araucanía al territorio de Chile que se completó finalmente en 188313; a partir de entonces se intensificó la inmigración en esta última región con oleadas de colonos alemanes, suizos y franceses, entre otros.

Por su parte, a pesar de los conflictos limítrofes con el país vecino, el tratado chileno-argentino de 1881 incentivó el estudio y exploración de la Cordillera de los Andes con sus altas cumbres, coincidentes en la mayoría de las ocasiones con los volcanes. El artículo primero de este tratado disponía lo siguiente:

“El límite entre Chile y la República Argentina es de norte a sur, hasta el paralelo 52° de latitud, la Cordillera de los Andes. La línea fronteriza correrá en esa extensión por las cumbres más elevadas de dichas cordilleras que dividan aguas y pasará entre las vertientes que se desprenden de un lado y a otro. Las dificultades que pudieran suscitarse por la existencia de ciertos valles formados por la bifurcación de la Cordillera y en que no sea clara la línea divisoria de las aguas,

11 KINZEL, E. y HORN, B., op. cit., págs. 375-376. 12 VIDAL GORMAZ, F., “Jeografía Náutica de la República de Chile. Archipiélago de Chiloé y Litoral de Llanquihue”, AHMCh, Año VIII (1888), pág. 70. 13 El decreto para iniciar la incorporación de la Araucanía se firmó el 17 de septiembre de 1859, pero se retrasó su aplicación debido conflictos limítrofes como la Guerra del Pacífico. Mayores detalles sobre la ocupación de la Araucanía se pueden encontrar en: LARA, H., Crónica de la Araucanía. Descubrimiento y conquista. Pacificación definitiva y Campaña de Villa-Rica, 2 tomos. Santiago, Imprenta de El Progreso, 1889. LETELIER, A., Informe sobre la Araucanía que pasa al señor ministro de guerra, al comisionado especial, sarjento mayor de artillería. Santiago de Chile, 1878, 57 págs. NAVARRO, L., Crónica militar de la conquista y Pacificación de la Araucanía desde el año 1859 hasta su completa incorporación al territorio Nacional, 2 tomos. Santiago, Imprenta y Encuadernación Lourdes, 1909. SAAVEDRA, C., Documentos relativos a la ocupación de Arauco que contienen los trabajos practicados desde 1861 hasta la fecha por el coronel del ejército Cornelio Saavedra y demás antecedentes que pueden contribuir a ilustrar el juicio de los Sres. diputados en la próxima discusión sobre el último proyecto del ejército. Santiago, Imprenta de La Libertad, 1870. 9

serán resueltas amistosamente por dos peritos, nombrados uno por cada parte. En caso de no arribar éstos a un acuerdo, será llamado a decidir un tercer perito designado por ambos gobiernos”14.

Este acuerdo abrió múltiples debates por sus implicaciones territoriales; no en vano, incluso se realizó un protocolo de ajuste el 1 de mayo de 1893 y un arbitraje de la Corona Británica con respecto a algunos puntos particulares que se resolvieron finalmente el 20 de noviembre de 1902. De todas formas, esta coyuntura favoreció el hecho de que los investigadores y técnicos de ambos países se preocuparan por conocer científicamente la Cordillera de los Andes; entre estos estudios destacan los dirigidos y coordinados por Luis Risopatrón15, en los que colaboraron personajes tan distinguidos en la historia chilena como Diego Barros Arana, Alejandro Bertrand y Francisco Fonck.

Por otra parte, la necesidad de potenciar el comercio y el traslado de mercancías -principalmente relacionadas con la minería-, motivó a los políticos y a los empresarios a potenciar el desarrollo de ciudades puertos, en particular en el norte del país.

14 EYZAGUIRRE, J., Breve historia de las fronteras de Chile. Santiago, Editorial Universitaria, 1967, pág. 85. 15 RISOPATRÓN, L., La Cordillera de los Andes entre las latitudes 30°40’ y 35° S. Santiago, Imprenta Cervantes, 1903. RISOPATRÓN, L., La Cordillera de los Andes entre las latitudes 46° y 50° S. Santiago, Imprenta Cervantes, 1905. RISOPATRÓN, L., La Línea de la frontera con la República Argentina entre las latitudes 35° y 46° S. Santiago, Imprenta y Encuadernación Universitaria, 1907. 10

3. Cantidad de habitantes durante el siglo XIX (los censos).

Con respecto a las características de la población de Chile, sólo desde comienzos del siglo XIX se comenzaron a tener datos demográficos, más o menos exactos, debido al interés de la nueva nación por conocer sus potencialidades. Según la información del Instituto Nacional de Estadística (INE), el primer censo general data de 1835.

En concreto, durante el siglo XIX se realizaron siete censos de población.

Fecha del censo Población total Tasa de crecimiento anual (1831-1834) 1835 1.103.036 1 de octubre de 1843 1.083.701 0,8 % 19 de abril de 1854 1.439.120 2,4 % 19 de abril de 1865 1.819.223 2,1 % 19 de abril de 1875 2.075.971 1,3 % 26 de noviembre de 1885 2.507.005 1,9 % 28 de noviembre de 1895 2.695.625 0,7 %

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4. Traslados de ciudades debidos a catástrofes naturales durante el siglo XIX.

El único caso documentado de traslado de ciudad durante el siglo XIX debido a desastres naturales en Chile fue el de Chillán en 1835; su último cambio de lugar se había llevado a efecto con posterioridad al terremoto de agosto de 1751, pero 84 años más tarde otro seísmo volvió a poner en evidencia la vulnerabilidad del terreno en el que estaba construida. Por otro lado, se confirmó lo inadecuado de los materiales utilizados en la construcción de los edificios y casas, puesto que se volvieron a desplomar sobre sus habitantes. Como consecuencia de la disponibilidad de suelo, las autoridades de la joven república de Chile decidieron el traslado de la ciudad a unos dos kilómetros al noreste de su antiguo emplazamiento, mediante un decreto del 5 de noviembre de ese mismo año16.

Como en casos anteriores en que se planteó la posibilidad del traslado de una ciudad, no todos sus habitantes estuvieron de acuerdo con el cambio, por lo que las autoridades de Chile en un intento de contentar a todos no impusieron abiertamente la resolución, sino que se limitaron a refundar Chillán Nuevo con vecinos voluntarios. De esta forma, permitieron quedarse en Chillán Viejo a quienes quisieran seguir viviendo allí, aunque con limitaciones. Ahora bien, las ayudas gubernamentales sólo fueron para aquellos pobladores que consintieron participar en el traslado17. Esta realidad la comprobó personalmente el geólogo Ignacio Domeyko cuando en marzo de 1845 visitó ambos poblados -Chillán Viejo y Nuevo- y destacó las diferencias entre ellos:

“Después del terremoto de febrero de 1835 (...) comenzó una guerra abierta entre los nuevos colonos y la ciudad vieja, pero el gobierno estaba de parte de la nueva Chillán. Durante cuatro años, basándose en la convicción de que los terremotos se repiten en los mismos lugares, no se permitió erigir sobre las ruinas de Chillán Viejo, ni siquiera una capillita, se trasladó la parroquia a la nueva ciudad, no se permitió a los sacerdotes venir acá con la extremaunción ni a los carniceros establecerse en la antigua plaza. En una palabra como decía el indignado tendero, “ni Dios ni carne”. En cambio, los antiguos ciudadanos, dueños de huertos que abundaban en verduras y frutas, no las enviaban a la nueva ciudad, obligando así a los poderosos a que desde Nueva Chillán mandaran a sus criados a comprarlas muy caras, porque los criados se aliaban con los chacareros en contra de sus amos. Finalmente hubo que llegarse a mutuas concesiones: la buena y prudente libertad es el mejor remedio. Hoy, unos y otros construyen libremente donde quieren. La nueva ciudad crece y se enriquece, los mercados en la ciudad vieja siempre muy concurridos, ruidosos y alegres, y las cuatro palmeras de la misión, de veinte o

16 MUSSET, A., Villes nomades du Nouveau Monde. París, EHESC, 2002,pág. 211. 17 Ibidem, pág. 214. 12

treinta codos de altura, se yerguen intactas recordando dónde estuvo el convento desde el cual se propagaba la fe por la Araucanía”18.

Por otra parte, el 31 de julio de 1849 se trasladó el pueblo de Chanco a un lugar contiguo debido a que estaba siendo invadido por las dunas19; este cambio se realizó mediante un acuerdo municipal. En este marco, parece importante señalarlo, puesto que aunque no haya sido por un suceso catastrófico, la nueva ubicación del poblado se debió a un proceso natural.

Chanco fue primitivamente un reducto de indios pescadores que comenzó a ser poblado por los hispanos a mediados del siglo XVIII como consecuencia del descubrimiento de lavaderos de oro en sus inmediaciones; a fines de esa misma centuria obtuvo el título de villa.

18 DOMEYKO, I., Mis viajes. Memorias de un exiliado, tomo II. Santiago, Universidad de Chile, 1979, pág. 770. 19 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 95. 13

La tabla 1 tiene como objeto mostrar los procesos naturales con características de “desastre” que afectaron durante el siglo XIX al territorio que actualmente corresponde a Chile; en este sentido, se ha puesto un especial interés en aquellos fenómenos que produjeron daños en las infraestructuras y que causaron pérdidas humanas.

TABLA 1: DESASTRES NATURALES QUE HAN AFECTADO AL TERRITORIO CHILENO DURANTE EL SIGLO XIX.

Tipo de desastre Fecha Lugar o Muertos Heridos Daños materiales región Terremoto 01-01-1801 La Serena- Se destruyeron algunas casas en Copiapó/ La Serena y Copiapó20. Chile Terremoto 11-04-1819 Copiapó/ Más de Cuarta destrucción de Copiapó. Tsunami Chile 3.000 Se pensó trasladar la ciudad, pero personas se reedificó en el mismo sitio21. Algunas familias emigraron a La Serena y otras a Huasco22. Terremoto 19-11-1822 Valparaíso- 72 en 110 heridos Daños de consideración en Tsunami Santiago/ Valparaíso y en Valparaíso y en la zona costera de Solevantamiento Chile23 200 en otros Valparaíso Quillota, Illapel, Melipilla y casa de la costa lugares de la Blanca24. costa Inundación 1827, Santiago de Algunos El río Mapocho se desbordó invierno Chile fallecidos nuevamente afectando principalmente a los que vivían en sus riberas25. Inundación por Junio de Valparaíso 3 muertos Las lluvias produjeron flujos de lluvias 1828 lodo en los barrancos y daños en torrenciales los edificios, en los huertos y en los puentes26. Terremoto 08-10-1831 Tacna-Arica/ Muertos en Arica fue enteramente destruida y Derrumbes de Perú el interior, transformada en un montón de ladera Tacna y escombros, al igual que Tacna. Arica27 Graves consecuencias en Chuquisaca y Potosí28. Sequía 1832 Centro-sur Gran mortandad de los animales de Chile de carga29.

20 GREVE, E., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 9. 21 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 161, dossier 281. 22 URRUTIA, R. y LANZA, C., Catástrofes en Chile 1541-1992. Santiago, Editoriasl La Noria, 1992, pág. 79. 23 BARROS ARANA, D., Elementos de Jeografía ..., op. cit., pág. 130. 24 Vid. GRAHAM, M., op. cit., págs. 218 y siguientes. DARWIN, C., op. cit., pág. 115. 25 Carta de Don Santiago Muñoz Vesanilla, 1827. ANS-Fondo Varios, Vol. 254, Pieza 23. 26 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 85. 27 DONOSO, E., “Los temblores chilenos...”, op. cit., pág. 7. GÖLL, F., op. cit., págs. 80 y 87. 28 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 161, dossier 284. 29 POEPPIG’S, E., Un testigo de la alborada de Chile (1826-1829). Santiago, Editorial Zig-Zag, 1960, pág. 263. 14

Inundación Agosto de Norte Chico Las lluvias produjeron el 1833 desborde de los ríos y esteros en Vicuña, La Serena y Copiapó30. Terremoto 18-09-1833 Tacna-Arica/ Más de En Tacna y en el valle de Azapa Tsunami Perú y Chile 1.500 en hubo graves daños en las Derrumbes en la Arequipa construcciones. Destrucción de cordillera Arica a causa del tsunami. 700 víctimas Fracturas en el Morro Blanco, en en Arica la entrada del puerto de Arica. Derrumbes en las altas cumbres del Alto Perú31. Terremoto 20-02-1835 Concepción/ 120 personas Más de 500 Destrucción de Concepción y de Tsunami Sur de fallecidas. heridos Talcahuano; 70 pueblos fueron Erupción del vn. Chile32 Pocas si se graves barridos por el tsunami33. Ruina Osorno considera la de Chillán34. Por su parte, el Derrumbes dimensión volcán Osorno aumentó su Solevantamiento del desastre. actividad explosiva y emitió una de la costa gran colada de lava y lahares Erupción hacia el lago Llanquihue35. submarina en la I. Juan Fernández Terremoto 07-11-1837 Valdivia- Ruina de la ciudad de Valdivia. Tsunami Chiloé/ Sur Daños en la costa debido al Derrumbes en de Chile tsunami y en la cordillera a causa Chiloé de los derrumbes. Fue más Cambios intenso que el de 1835 pero con geomorfológicos menos daños, pues había poco que destruir36. Terremoto 18-10-1844 Salta/ No se Terremoto muy fuerte en Argentina registraron Tucumán; daños en los edificios muertos de Salta37. Terremoto 13-03-1846 Lima y el 5.000 en Ruina de la ciudad de Lima y el Callao/ Perú Lima y 7.000 Callao. La ola del tsunami afectó en el hasta en las costas de Copiapó Callao38. (Chile). Inundación Junio de Santiago, Alrededor de Las inundaciones causaron la 1850 zona central 9 personas muerte a más de 220 mil cabezas

30 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 97. 31 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 161, dossier 284. 32 BARROS ARANA, D., Elementos de Jeografía..., op. cit., pág. 131. GÖLL, F., op. cit., págs. 11-12. 33 DARWIN, C., op. cit., págs. 69-71. 34 HARRINGTON, H., op. cit., pág, 219. 35PETIT-BREUILH, Mª E., “Cronología eruptiva histórica de los volcanes Osorno y Calbuco (41°-41º30’ S ) X Región, Chile”, Boletín del Servicio Nacional de Geología y Minería. Santiago de Chile, núm. 23 (1999), 46 págs. 36 Vid. “Carta de Claudio Gay a Francois Arago, Los Andes, 18 de diciembre de 1837” en GAY, C., Correspondencia. Santiago de Chile, Biblioteca Nacional, 1962, pág. 31. VIDAL GORMAZ, F., “Hundimientos y solevantamientos verificados en las costas chilenas”, Revista Chilena de Historia Natural del Museo de Ciencias Naturales, año V (1900), pág. 214. DONOSO, E., “Los temblores chilenos...”, op. cit., pág. 7. 37 Ibidem, colis 162, dossier 287. 38 BARROS ARANA, D., Elementos de Jeografía..., op. cit., pág. 129. 15

muertas de ganado donde el 69% eran ovejas. Las aguas del río Mapocho se llevaron el “puente de palo” y a las personas que estaban allí mirando la crecida39. Inundación por 10-03-1856 Norte Chico 1 muerto en Importantes pérdidas económicas lluvias y Valle Santiago y en infraestructuras; daños de torrenciales Central consideración en La Serena, Coquimbo, Ovalle, Valparaíso y Santiago40. Terremoto 05-10-1859 Copiapó- Daños en Copiapó. Tsunami / Daños en obras portuarias. Chile41 Nacimiento de Inicios de Chillán/ Se produjeron lahares por el valle un nuevo volcán 1861 Chile del río Santa Gertrudis, pero en los Nevados originaron escasos daños debido a de Chillán la escasa población42. Terremoto y 21-03-1861 Mendoza- 8.000 en Indetermina Se sintió en Valparaíso, Santiago erupción del Santiago/ Mendoza44 y do y Mendoza. El elevado número de volcán Argentina- 2.000 en el muertos se debió al derrumbe de Tupungatito Chile43 resto de la las iglesias y casas de adobe que zona junto a los pesados techos afectada aplastaron a las personas45. La nueva villa se reconstruyó alejada de la antigua Mendoza. Ruina de San Juan y daños en Córdoba46. Terremoto 07-11-1861 Arequipa- Violento terremoto. En Arequipa Iquique/ produjo bastantes daños47. Perú y Chile Terremoto 05-02-1862 Mendoza/ Algunos Fue tan terrible como el de 1861. Argentina fallecidos Cayeron todas las casas que 12-02-1862 habían quedado en pie48. Erupción del 01-11-1864 Sur de Chile Numerosos Muertes por la generación de volcán Mocho- indios lahares calientes hacia el lago Choshuenco araucanos Riñihue49. Terremoto 08-06-1865 Callao/ 5 muertos Graves daños en los edificios del Agitación del Perú Callao. Agitación del mar50. mar

39 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 95. 40 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 99. 41 GÖLL, F., op. cit., págs. 30 y 94. 42 BRÜGGEN, J., “Fundamentos...”, op. cit., pág. 284. CUADRA, L., “Apuntes sobre....”, op. cit., pág. 79. PHILIPPI, R., “Viaje a los baños y al nuevo volcán de Chillán”, Anales de la Universidad de Chile, tomo XX (1862), págs. 279-306. 43 GÖLL, F., op. cit., pág. 32. 44 BARROS ARANA, D., “Elementos de Jeografía...”, op. cit., pág. 123. 45 HARRINGTON, H., op. cit., pág, 220. 46 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas ...”, op. cit., colis 162, dossier 287. 47 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, op. cit., colis 161, dossier 284. 48 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas ...”, op. cit., colis 162, dossier 287. 49 VIDAL GORMAZ, F., “Exploración del río Calle-Calle, provincia de Valdivia”, Anales de la Universidad de Chile, tomo XXXII (1869), págs. 34-35. 50 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manusritas...”, op. cit., colis 163, dossier 289. 16

Erupción del vn. 24 al 28 de Arequipa/ Crisis sísmica. Durante la mayo de Perú erupción se emitieron importantes 1867 cantidades de piroclastos que afectaron a Arequipa y a los alrededores51. Terremoto 13-08-1868 Arequipa- 180 personas Muchos Ruina de Arica debido al tsunami Tsunami Arica / en la costa que afectó la costa desde Pisco Flujos de lodo Bolivia y del Perú, 30 hasta Iquique. En Arequipa se todo el norte en Chala, derrumbaron la mayor parte de de Chile52 100 en Arica los edificios y se formaron y 200 en algunos flujos de lodo en Lomo y Iquique53. Locompa. Ruina en Moquegua, Torata y Tacna54. Tocopilla fue enteramente destruida. Se sintió en Copiapó55. Terremoto 25-03-1870 Mendoza/ Algunos Terrible terremoto que produjo Argentina daños en la antigua y nueva villa de Mendoza. Varios días de réplicas56. Terremoto 22-04-1870 Calama/ La villa minera de Calama fue en Perú-Chile parte destruida por el terremoto que afectó a toda la costa desde Arica hasta Caldera. Terremoto 25-05-1871 Santiago- En Santiago quedaron afectadas Valparaíso/ algunas iglesias y hubo casas Chile destruidas. Grandes daños en Valparaíso y en toda la línea de costa. En Chillán y alrededores, casas arruinadas57. Terremoto 08-07-1873 Valparaíso/ Numerosas Indetermina Fuertes sacudidas en Santiago. En Centro de víctimas en do La Ligua se arruinaron casi todas Chile La Ligua las construcciones. El sismo se sintió hasta Chiloé58. Inundaciones por 25-27 de Valparaíso Murieron Se destruyó el muelle del aseo y lluvias mayo de unas 10 el acueducto de ladrillo del torrenciales 1875 personas. matadero. Se taparon algunos cauces y se dañaron los edificios municipales. La Esmeralda varó en la playa59. Terremoto 09-05-1877 Sur de Perú, Murió 2/3 de Numerosos Ruina de Iquique. Terremoto que Tsunami Bolivia, la población heridos destruyó las poblaciones de Derrumbes Argentina, en Iquique Mollendo, Ilo y Arica. El tsunami

51 Vid. GÖLL, F., op. cit., pág. 38. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 162, dossier 286. 52 GÖLL, F., op. cit., págs. 39-40. 53 GIESECKE, A. y SILGADO, E., op. cit., pág. 31. 54 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas ...”, op. cit., colis 161, dossier 283. GIESECKE, A. y SILGADO, E., op. cit., pág. 29. 55 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 161, dossier 284. 56 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas ...”, op. cit., colis 162, dossier 287. 57 MOTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 160, dossier 279. 58 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 160, dossier 279. 59 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 117. 17

Erupciones en la norte inundó los puertos de Ilo y Arica, cordillera del los Mejillones/ Murió ¾ de avanzando en este último lugar volcanes , Chile60 la población más de 6 cuadras. En Mejillones y Láscar en Cobija las olas alcanzaron 20 metros de Alzamiento altura61. costero Inundaciones Invierno de Norte Chico Debido a las lluvias torrenciales 1880 se desbordaron los ríos Huasco, Coquimbo, Limarí y Choapa causando pérdidas, especialmente en los canales de irrigación62. Terremoto 14-08-1880 Valparaíso- Daños de consideración en las Coquimbo/ construcciones de Quillota63. Chile Inundación 26-04-1881 Valdivia Dos muertos Graves daños en los edificios e debido a una en Valdivia infraestructuras de la ciudad tromba marina debido al fuerte temporal64. Terremoto 11-12-1885 Norte de A causa del terremoto varias Chile ciudades de la costa norte de Chile sufrieron daños, especialmente Iquique. Del mismo modo fueron afectadas Arica, Tacna, La Serena y Valparaíso65. Sequía 1892 Illapel al sur Escasez de pastos en noviembre. Los sembrados de Illapel se secaron66. Erupción del 03-02-1893 Sur de Chile Erupción pliniana que duró más volcán Calbuco (hasta 1895) de un año. Daños en Puerto Varas, Puerto Montt y alrededores del lago Llanquihue a causa de las emisiones prolongadas de pómez67. Terremoto 14-03-1896 Valparaíso- Daños en numerosos edificios de

60 GÖLL, F., op. cit., págs. 55-57 y 94. 61 Vid. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 161, dossier 284. GIESECKE, A. y SILGADO, E., op. cit., pág. 31. 62 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 126. 63 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 160, dossier 280. 64 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 127. 65 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 161, dossier 284. 66 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 136. 67 PETIT-BREUILH, Mª E., “Calbuco volcano: a piroclastic flows generator within the XIX and XX centuries, Southern Andes (41.4ºS), Chile”, Volcanic Activity and the Environment. Abstracts, pág.15. IAVCEI-UNED, Puerto Vallarta, 1997. PETIT-BREUILH, Mª E. y MORENO, H., “La erupción de 1893-1895 del volcán Calbuco (41,3º) y sus efectos ambientales”. Actas del VIII Congreso Geológico Chileno, Vol 1. Sesión temática 4 (1997), págs. 780-784. MORENO, H. y PETIT-BREUILH, Mª E., “El ciclo eruptivo de 1893-95 del volcán Calbuco (41.4º S), Chile: Efectos regionales y lecciones de un episodio volcánico explosivo prolongado”. Actas de la Conferencia Internacional Sistemas modernos de preparación y respuesta ante riesgos sísmicos, volcánicos y tsunamis, Santiago de Chile (1998) págs. 157-164. PETIT-BREUILH, Mª E., “Cronología eruptiva histórica...”, op. cit., págs. 22- 24. 18

Agitación del Santiago/ Valparaíso y de Santiago. La mar Chile población permaneció varios días a la intemperie por el temor a las réplicas68. Terremoto 23-24 de Concepción- Casas destruidas en la zona. Se julio de 1898 Talcahuano/ cortó la luz eléctrica y las Chile comunicaciones telefónicas. Grandes daños69.

68 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 160, dossier 280. 69 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 160, dossier 280. 19

La tabla 2 tiene como objeto presentar una cronología de los terremotos y temblores que -según las fuentes consultadas- afectaron al territorio chileno durante el siglo XIX.

TABLA 2: TERREMOTOS QUE HAN AFECTADO AL TERRITORIO CHILENO DURANTE EL SIGLO XIX.

N° Fecha Hora Intensidad Zona epicentral Latitud Tsunami (Ts)70, (otros M -D –Año local Magnitud comentarios). 1 01-01-1801 VIII - IX La Serena71 30° - 32° Terremoto que destruó algunas Foco de Illapel72 casas de La Serena73. 2 27-10-1804 VII Santiago-Mendoza74 33° - 34° Temblor fuerte.

3 30-05-1813 VIII Ica-Arequipa-Arica75 16° - 18° Terremoto.

4 20-01-1816 13:00 VII Concepción 36° - 38° Daños estructurales en los Foco de Concepción76 edificios de Concepción77. 5 3,4,11-04- 11:00 X Copiapó 25° - 28° Ts: de regular importancia (11-04- 181978 M: 8,2- 8,5 Foco de Taltal79 1819) afectando desde Caldera hasta Constitución. Los tres sismos destruyeron por cuarta vez la ciudad de Copiapó fundada en 1744. Se pensó trasladar la ciudad pero se reedificó en el mismo sitio80. 6 ?-01-1820 Coquimbo 29° - 30° Terremoto81

7 18-01-1821 En la Valparaíso82 33° Temblor fuerte. noche 8 10-07-1821 IX Sur de Perú-Camaná- 16° - 18° Terremoto.

70 Al parecer, los hechos han demostrado preliminarmente, que los terremotos con epicentro en el mar (asociados al proceso de subducción), con una intensidad igual o mayor que X (Escala de Mercalli), generan tsunamis. PETIT-BREUILH, M.E., “Geografía histórica de la Isla Mocha (38°25’ S - 74° W) y sus cambios geomorfológicos”, Actas del V Congreso Internacional de Ciencias de la Tierra- Santiago de Chile (1998), formato CD. 71 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 212. 72 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 73 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 9. 74 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. 75 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. 76 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 77 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 9. 78 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 6. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 9. 79 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., págs. 7 y 17. 80 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 9. LOMNITZ, C., op. cit., pág. 161. BENAVIDES, A., La arquitectura en el virreinato del Perú y en la Capitanía General de Chile. Santiago, editorial Andrés Bello, 1988, pág. 197. 81 WILCKENS, A., op. cit., pág. 183. 82 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. 20

Arequipa-Arica83 9 ? -07-1822 V Valparaíso 32° - 34° Dos sacudidas en Valparaíso Foco de La Ligua84 10 4 y 5-11- VIII Copiapó-Coquimbo 25° - 30° Terremoto que casi destruyó 1822 Foco de Taltal85 nuevamente la ciudad de Copiapó86. 11 19-11-1822 22:15 IX Valparaíso-Santiago87 32° - 34° Ts: moderado en Valparaíso89. M: 8,5 Foco de Ligua88 Averías generales por el terremoto en Valparaíso y alrededores90. 12 22-11-1822 2:30 VII Valparaíso y Santiago 32° - 34° Réplicas del día 19 de noviembre. 25-11-1822 8:15 VIII Foco de La Ligua91 Daños en Valparaíso (barrio del Almendral)92. Grandes perjuicios en , Quillota, Limache y posiblemente en Juan Fernández93. Grietas en la desembocadura del río Aconcagua94. 13 15-01-1824 V? Santiago 32° - 34° Temblor muy fuerte96. Foco de La Ligua95 14 12-06-1824 Santiago 32° - 34° Temblor fuerte. Foco de La Ligua97 15 29-08-1824 2:00 VII Santiago98 32° - 34 Temblor fuerte. 9:00 Foco de La Ligua99 16 24-12-1824 16:30 VII Santiago 32° - 34° Pequeño terremoto101. Foco de La Ligua100 17 1825 Foco de La Ligua102 32° - 34°

18 19-01- Sismo de Trancas 24° - 25°

83 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 84 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 85 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 86 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 10. BENAVIDES, A., op. cit., pág. 197. 87 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. WILCKENS, A., op. cit., pág. 184. 88 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 89 ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 19. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 216. 90 GRAHAM, M., op. cit., págs. 219-225. 91 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 92 WILCKENS, A., op. cit., pág. 185. 93 TAULIS, E., op. cit., pág. 307. 94 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 161. 95 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 96 TAULIS, E., op. cit., pág. 307. 97 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 98 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 10. 99 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 100 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 101 TAULIS, E., op. cit., pág. 307. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 10. 102 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 21

1826103 (Tucumán), Salta-Jujuy 19 04-04 Santiago 34° Temblores fuertes en Santiago104. 04-07 10-08 23-09-1828 20 26-09-1829 14:00 VIII Valparaíso-Santiago106 32° - 34° Daños en Valparaíso, Casablanca 29?105 Foco de La Ligua107 y Limache. Pocos perjuicios en Santiago108. 21 01-10-1829 12:03 VII Santiago109 32° - 34° Semi-terremoto que produjo daños Foco de La Ligua110 en las construcciones de Santiago111. 22 08-10-1831 21:30 VII Sur de Perú-Arica112 18° - 20° Gran temblor con víctimas en el interior. Se sintió en Arequipa, Chuquisaca y Potosí113. 23 24-12-1831 12:45 VII Concepción 36° - 38° Gran temblor que agrieta varias Foco de Concepción114 murallas en Concepción. Pánico en la población115. 24 21-01-1832 11:00 VII Chiloé 47° - 49° Daños en edificios de piedra de Foco de Guayanecas116 Chiloé117. 25 24-12-1832 18:00 VII Concepción118 36° - 38° Temblor violento119.

26 25-04-1833 10:30 VII - VIII Huasco120 29° - 30° Fuerte sacudida que derrumbó Foco Vallenar121 gran parte de las casas en Arica?122. 27 18-09-1833 5:45 VIII Arica-Tacna 16° - 18° Terremoto que se sintió en Tacna,

103 Archivo del Museo de Fomento de Salta (Argentina). 104 TAULIS, E., op. cit., pág. 307. 105 Seguramente el citar el día 29 es un error de impresión, debido a que Cinna Lomnitz utilizó los datos de Montessus de Ballore, quien señala el día 26 para este terremoto. LOMNITZ, C., op. cit., pág. 161. 106 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 107 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 108 TAULIS, E., op. cit., pág. 307. 109 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. 110 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 111 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 10. 112 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 113 TAULIS, E., op. cit., pág. 307. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 10. 114 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 115 TAULIS, E., op. cit., pág. 307. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 10. 116 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 117 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 10. 118 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 119 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. TAULIS, E., op. cit., pág. 307. 120 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. 121 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 122 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 10. 22

y Arica y en el desierto de Atacama. 7:00 Grandes daños en Moquegua123. 28 16-10-1833 VIII Arequipa-Arica124 16° - 18° Terremoto.

29 1833125 Concepción 36° Crisis sísmica.

30 ? - 07-1834 VII Ica-Arica126 18° - 19° Gran temblor.

31 20-02-1835 11:40 XI Concepción- 36° - 38° Ts: Concepción hasta Valdivia M: 8,2 Talcahuano127 Destrucción de Concepción129. Foco de Concepción128 Se sintió desde Coquimbo hasta Castro. Todas las ciudades del Valle Central, al sur de Rancagua, sufrieron daños130. Ruina de Chillán, lo que llevó a su traslado131. Daños en el Archipiélago de Juan Fernández. Hundimientos y solevantamientos en la costa del sur de Chile132. 32 11-11-1835 V? Concepción y 36° - 37° Fuerte sacudida133. Talcahuano 33 26-04-1836 18:00 VII Concepción-Los 36° - 37° Produjo desperfectos en Los Ángeles Ángeles134. 34 03-07-1836 8:30 VIII Cobija-Mejillones135 20° - 24° Ts: Cobija-Mejillones. Foco de Iquique136 Modificaciones morfológicas en torno a Antofagasta e Iquique137. 35 07-11-1837 7:00 X Valdivia-Chiloé138 39° - 41° Ts: Toda la costa Sur, y M: 8 al Foco Temuco139 especialmente Chiloé. Se sintió

123 TAULIS, E., op. cit., pág. 308. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 10. 124 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 125 El año de 1833 hubo al menos, 150 temblores en Concepción. TAULIS, E., op. cit., pág. 308. 126 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. 127 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 11. 128 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 129 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. CERDA, L. de la, Estudio sismológico de la región de Concepción. Talcahuano, Imprenta Jordán, 1933, pág. 2. 130 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 162. GREVE, F., op. cit., pág. 19. 131 Datos de Manuel Prieto - gobernador de Chillán en 1835, en BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 224. 132 BRÜGGEN, J., “Los temblores chilenos”, Revista Chilena de Historia Natural, año XLIV (1940), pág. 225. 133 TAULIS, E., op. cit., pág. 308. 134 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 11. 135 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. 136 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 137 HAUSER, A., “Consideraciones referidas a la interacción geológica-sísmica en Chile”, 1989, pág. 9. Biblioteca SERNAGEOMIN, Santiago. Inédito núm. 830-1. 138 WILCKENS, A., op. cit., pág. 186. 139 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 23

8:05 menos desde Concepción hasta Huafo. Hubo deslizamientos de tierra en todo el sur de Chile140. 36 17-12-1843 17.10 VII - VIII La Serena141 31° - 32° Temblor fuerte. Considerables y Foco de Illapel142 deterioros143. 18:15 37 18-10-1844 22:30 VIII Antofagasta, Salta, 23° - 25° Tucumán se llenó de ruinas. y M: 6.5144 Jujuy y Tucumán145 Grietas en la tierra en Salta y 23:00 Jujuy146 38 03-07-1845 22:15 VIII - IX Arica147 18° - 19° Temblor fuerte que volcó chozas indígenas, resistiendo las casas148. 39 13-03-1846 7:00 VII Copiapó 25° - 28° Se cayeron algunos tapiales en Foco de Taltal149 Copiapó150. 40 19-01-1847 10:50 VIII Copiapó151 25° - 28° Muchas casas cayeron y otras Foco de Taltal152 quedaron dañadas153. 41 08-03-1847 11:00 IX La Ligua-Petorca154 29° - 30° Terremoto que causó daños en Foco de Vallenar155 Ligua y Petorca156. 42 08-10- 11:00 VIII Epicentro Petorca-La 32° - 34° Daños. Se sintió en Copiapó, 1847157 y M: 7,5 Ligua158 Santiago, incluso en Mendoza159. 12:00 Se sintió con fuerza en Coquimbo. 43 1848-1850 VIII Santa Cruz de la Sierra 19° - 20° Terremoto. (Bolivia)-Tarapacá160 44 09-04-1849 VIII? San Luis 33° - 34° Ruina de San Luis. (Argentina)161

45 17-12-1849 6:10 VIII Coquimbo-Caldera162 29° - 30° Ts: Coquimbo (marejada). Daños M: 7,5 Foco de Vallenar163 de consideración en La Serena164.

140 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 164. 141 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. 142 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 143 TAULIS, E., op. cit., pág. 308. 144 Dato del INPRES (Argentina). 145 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. 146 Diario El Orden de Salta, 19 de octubre de 1844. 147 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 148 TAULIS, E., op. cit., pág. 308. 149 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 150 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 11. 151 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. 152 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 153 TAULIS, E., op. cit., pág. 308. 154 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. 155 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 156 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 11. 157 TAULIS, E., op. cit., pág. 308. LOMNITZ, C., op. cit., pág. 164. 158 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. 159 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 11. 160 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. 161 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 648. 162 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 163 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 24

Se sintió en Santiago. 46 06-12-1850 6:40 VIII Santiago – Valle del 32° - 34° Daños de consideración en M: 7,5 Maipo165 Santiago; menores en Valparaíso, Foco La Ligua166 Casablanca y Curacaví. Se sintió en La Serena, Mendoza y Talca167. 47 02-04- 6:41 VIII Santiago-Casablanca 32° - 34° Daños en Santiago y 1851168 M: 7 - 7,5 Foco La Ligua169 Valparaíso170. Se sintió en Talcahuano, Talca, Mendoza, Copiapó y Cobija. 48 26-05-1851 13:14 VIII Atacama-Norte de 23° - 24° Ts: Caldera y Huasco. M: 7 - 7,5 Chile171 Daños en Copiapó, Huasco, Freirina y Vallenar172. 49 1851 Foco de Taltal173 25° - 26°

50 14-01-1854 19:10 VIII Coquimbo174 30° - 32° Produjo daños en las minas de Foco de Illapel175 Cruz de Cañas (Coquimbo)176. 51 07-11-1857 11:21 VII Copiapó 27° - 28° Caída de tapiales y medias aguas Foco de Taltal177 de construcción ligera en Copiapó178. 52 10-04-1858 8:30 VII La Serena 30° - 32° En La Serena se produjeron Foco de Illapel179 grietas en las casas del Tribunal y Municipalidad, entre otras180. 53 24-04-1858 7:00 VII La Serena 30° - 32° Se sintió un fuerte temblor en alta Foco de Illapel181 mar, a la altura de La Serena, a 800 millas de la costa182. 54 05-10-1859 8:00 VIII Copiapó-Caldera183 25° - 28° Ts: Caldera. M: 7,5 - Foco de Taltal184 Daños en obras portuarias185. El

164 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 11. 165 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 166 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 167 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. TAULIS, E., op. cit., pág. 308. 168 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. TAULIS, E., op. cit., pág. 308. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 212. 169 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 170 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 11. 171 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 172 TAULIS, E., op. cit., pág. 309. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 12. LOMNITZ, C., op. cit., pág. 164. 173 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 174 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 212. 175 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 176 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 12. 177 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 178 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 12. 179 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 180 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 12. 181 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 182 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 12. 183 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 184 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 25

7,7 suelo se agrietó en la Plaza de Copiapó186. 55 18-04-1860 VIII Arequipa-Arica187 16° - 20° Terremoto.

56 20-09-1860 19:30 VII Tacna-Arica188 18° - 19° Gran temblor.

57 20-03- VIII-IX Mendoza190- Chile 33° - 34° Terremoto. 1861189 (indeterminado)191 58 29-08-1861 20:00 VII-VIII Argentina-Chile, 34° - 35° Gran temblor, daños194. Destruyó frente a San Carlos192 gran parte de Mendoza, causó Foco del Maule193 víctimas195. 59 1861 Foco de Magallanes196 52° - 54°

60 05-02-1862 VIII Santiago-Mendoza197 33° - 34° Gran temblor.

61 20-05-1862 1:00 VIII Tacna-Arica198 18° - 19° Arica: temblor fuerte, daños en la ciudad y en Tacna. Perjuicios mayores en los valles de interior en la cordillera199. 62 09-10-1862 4:45 VII Nacimiento 36° - 37° La ciudad de Nacimiento sufrió desperfectos a causa del temblor200. 63 29-06-1863 VII-VIII Arequipa-Arica201 16° - 19° Gran temblor.

64 12-01-1864 2:19 VII Copiapó-Vallenar202 29° - 30° Ts: No. Ruina en Tierra Amarilla. Foco de Vallenar Heridos y víctimas en Freirina y en el Depto. de Vallenar203.

185 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 165. 186 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 12. 187 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 188 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 12. 189 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. BUSTOS, J., “Estudio sismológico ...”, op. cit., pág. 67. 190 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 191 Julio Bustos especifica que él no llegó a saber exactamente el alcance que tuvo en territorio chileno. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 212. 192 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 193 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 194 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 12. 195 CAÑAS PINOCHET, A., “Los fenómenos sísmicos (I)”, op. cit., pág. 85. 196 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 197 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 198 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 199 TAULIS, E., op. cit., pág. 309. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 12. 200 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 12. 201 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 202 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 203 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 12. 26

65 23-06-1866 VII Copiapó204 29° - 30° Gran temblor. Foco de Vallenar205 66 13-08-1868 16:45 X Arequipa-Arica, 16° - 20° Ts: destructor en Arica208. 17:15 M: 8,2 - Bolivia y todo el Norte También afectó a Constitución 8,5206 de Chile207 (35°) y a Talcahuano (36°). 10 muertos de Arequipa por el terremoto. La mayor intensidad se experimentó en el tramo del litoral entre Chala e Iquique, aunque también afectó lo que hoy es Antofagasta209. 67 15-08-1868 por la VI – VII Iquique 19° - 21° Réplica del terremoto del día 13. tarde Formidable golpe, semejante al estampido de un cañón210. 68 12-10-1868 1:20 VII Copiapó211 25° - 28° Gran temblor. Foco de Taltal212 69 29-03-1869 VII Mendoza-Santiago213 33° - 34° Gran temblor.

70 29-04-1869 VII Talca214 35° - 36° Gran temblor. Foco del Maule215

71 29-06-1869 4:30 VII Arequipa-Arica216 16° - 18° Gran temblor.

72 19-08-1869 IX Arica-Ica217 18° - 19° Ts: Arica

73 24-08-1869 12:30 VIII Sur de Perú- 18° - 21° Ts: Arica e Iquique. y Norte de Chile- Puede ser una réplica del 13:10 Pisagua218 terremoto del 13 de agosto de

204 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 205 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 206 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 156. 207 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 5. 208 La violencia del tsunami arrojó a los buques sobre la playa, tanto en Arica como en los puertos más alejados del foco del fenómeno sísmico. BUSTOS, J., op. cit, pág. 39. GREVE, F., op. cit., pág. 19. ARMADA DE CHILE, Maremotos en la costa de Chile. Santiago, Servicio Hidrográfico y Oceanográfico, 1995, pág. 13. 209 CAÑAS PINOCHET, A., “Los fenómenos sísmicos (I)”, Revista Geográfica de Chile “Terra Australis”, núm. 17 (1959), pág. 82. 210 CAÑAS PINOCHET, A., “Los fenómenos sísmicos (I)”, op. cit., pág. 83. 211 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 212. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 13. 212 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 213 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 214 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 13. 215 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 216 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 13. 217 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 218 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 13. VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 27

1868219 74 26-10-1869 2:10 VIII Cobija-Mejillones220 20° - 24° Terremoto. Foco de Iquique221 75 03-11-1869 VIII Arequipa-Arica222 16° - 18° Gran temblor.

76 23-02-1870 VII Bolivia-Norte de Chile 18° - 20° Temblor fuerte. Arica Foco de Iquique223 77 23-03-1870 Calama224 20° - 24° Terremoto (?). Foco de Antofagasta 78 22-04-1870 9:20 VIII Calama225 20° - 24° Sentido desde Moquegua, Foco de Antofagasta Copiapó, Caldera y también al este de la Cordillera226. Ruina en Calama227. 79 23-02-1871 VII-VIII Provincia de 16° - 17° Terremoto. Cochabamba (Bolivia)228 80 24-03-1871 VII Santiago-Valparaíso229 32° - 34° Ts:? ligero movimiento de mar en 10:56 Foco de La Ligua230 Valparaíso231. Pocos daños en Valparaíso, Santiago y Talca (grietas)232. 81 21-08-1871 VII Epicentro Sur de 15° - 16° Perú233 82 05-10-1871 0:50 VIII Arica- Tarapacá- 18° - 20° Ts: Débil en el Callao. Costa del M: 7 - 7,5 Iquique234 Norte y Centro de Chile. Destruyó 100 casas en Tarapacá235. Muchas casas destruidas en Iquique, Pica y Matilla. Sentido en Lima, Arequipa, Copiapó236.

219 DONOSO, E., op. cit., págs. 39-40. LOMNITZ, C., op. cit., pág. 165. 220 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 221 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 222 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 223 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 224 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 225 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 226 TAULIS, E., op. cit., pág. 309. 227 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 13. 228 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. 229 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. 230 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 231 TAULIS, E., op. cit., pág. 309. 232 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 13. 233 BRÜGGEN, J., op. cit., pág. 311. 234 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. BRÜGGEN, J., op. cit., pág. 311. VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 235 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 13. 236 TAULIS, E., op. cit., pág. 310. 28

83 09-10- 2:15 VIII Orán (Argentina) 23° - 24° Terremoto. 1871237 M: 6.4 84 22-10-1871 IX Iquique-Antofagasta - 20° - 25° Graves daños en la ciudad de M: 6.5 Jujuy238 Orán 85 07-07-1873 2:26 VIII La Ligua-Petorca239 32° - 34° Pocos daños en Valparaíso y Santiago. Sentido desde Copiapó hasta Lota 86 06-07- 19:00 VIII Orán (Argentina) 23° - 24° Terremoto. 1874240 M: 6.4 87 26-10-1874 12:00 VIII Santiago-Chile 32° - 34° Gran temblor con epicentro en central241 Valparaíso que abarcó una Foco de La Ligua242 considerable extensión de territorio243. 88 1874 Foco de Taltal244 25° - 26 Terremoto.

89 1874245 ? Concepción 36° - 37° Foco de Concepción246 90 11-02-1876 VIII Coquimbo247 30° - 32° Terremoto en Illapel, Salamanca y Chalinga248. 91 26-10-1876 10:00 VII – VIII Oficinas Salitreras 21° - 23° Daños en las oficinas Salitreras. Foco Iquique249 Sentido desde Arequipa hasta Cobija y Caracoles250. 92 11-11-1876 17:51 VIII Illapel y Chalinga251 31° - 32° Daños en San Felipe, Los Andes, Foco de Illapel252 Quillota, Limache. Derrumbes en la cordillera253. 93 09-05- 20:30 X Sur de Perú, Bolivia, 19° - 24° Ts: Arica hasta Constitución256. Se 1877254 MW= 8.8 Argentina, Arica- sintió en todo el océano Pacífico. Antofagasta. Norte de Daños en Talcahuano (Ts) aunque

237 Dato del INPRES (Argentina). 238 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 239 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 240 Dato del INPRES (Argentina). 241 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 649. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. 242 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 243 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 13. 244 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 245 Juan Brüggen señala en 1950 que Concepción fue afectado por un terremoto en 1874. 246 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 247 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. 248 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 13. 249 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 250 TAULIS, E., op. cit., pág. 310. 251 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 252 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 253 TAULIS, E., op. cit., pág. 310. 254 Según el mencionado informe del Boletín del Servicio Sismológico “el terremoto destruyó totalmente las escasas poblaciones y se pudo ver saltar hasta las piedras an algunos puntos”. DONOSO, E., “Estudio sismológico ... “, op. cit., pág. 40. 29

la península de menores que en 1868257. Mejillones255 Muertos debido al tsunami: 30 en Iquique, 14 en Cobija. Levantamientos en la costa- Iquique-Pisagua258. Daños en el interior de Tarapacá debido al terremoto. Zona de ruptura: 420 km. 94 17-05-1877 VII – VIII Bolivia-Norte de Chile 19° - 20° Gran temblor. Arica259 95 26-06-1877 23:40 VII Coquimbo 29° - 30° Temblor fuerte. Sentido en Foco de Vallenar260 Valparaíso, Santiago, Mendoza, San Juan, Chañaral y Vallenar261. Grietas en algunas casas de Coquimbo, Chimbo y Tamayo262. 96 29-09-1877 17:14 VII Vallenar 29° - 30° Derrumbes en las minas. Sentido Foco de Vallenar263 en Illapel e Iquique. 97 1877264 ? Concepción 36° - 37° Terremoto. Foco de Concepción265 98 10-01-1878 8:00 VII Arica-Calama 18° - 22° Daños en Calama, Iquique y Arica266. 99 23-01-1878 19:55 VIII Tarapacá – Iquique267 20° - 24° Terremoto. Daños considerables Foco Antofagasta268 en Tarapacá, Matilla, Pica, Chiapa y Jaica269. Las construcciones estaban dañadas debido al terremoto del 9 de mayo de 1877. 00 1878 Foco de Magallanes270 52° - 54°

01 02-02-1879 6:30 VIII Punta Arenas271. 52° - 54° El sismo no ocasionó daños en las Magallanes y Tierra casas de madera de Punta

256 Los tsunamis que se produjeron en 1877 y 1868 han sido los más intensos que han tenido su origen cerca de las costas chilenas desde el siglo XVI hasta 1960. Por su parte, el tsunami que se formó en 1877 fue de mayor magnitud que el de 1868. En Arica las ola alcanzaron hasta los 23 metros de altura; en esta ocasión en USS “Wateree” fue desplazado 3 km tierra adentro. ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 20. 255 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 5. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 13. 257 DONOSO, E., “Estudio sismológico ...”, op. cit., pág. 40. 258 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 166. 259 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. 260 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 261 TAULIS, E., op. cit., pág. 310. 262 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 13. 263 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 264 Según Juan Brüggen (1950), Concepción fue afectada por un terremoto en 1877. 265 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 266 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 14. 267 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. 268 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 269 TAULIS, E., op. cit., pág. 310. LOMNITZ, C., op. cit., pág. 167. 270 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 30

del Fuego Arenas273. Foco de Magallanes272 02 15-08-1880 8:48 VIII La Serena- Illapel274 30° - 32° Se sintió en Copiapó, Valparaíso, M: 7 - 7,5 Foco de Illapel275 Concepción y Mendoza. Murieron 2 personas en Illapel. Daños en muros en Concepción, La Serena. Derrumbes en la zona de Illapel y Petorca276. 03 1880 Foco de La Ligua277 32° - 34°

04 06-03-1882 VIII Catamarca (Argentina) 25° - 29° Terremoto. -Norte de Chile278 19-¿?-1882 Concepción Terremoto279 05 01-10-1883 VIII Arequipa-Iquique280 16° - 20° Terremoto.

06 26-11-1884 VIII Bolivia-Norte de 17° - 20° Terremoto. Chile281 07 1886 Foco de Angol282 37° - 39°

08 23-09-1887 VII-VIII Yacuiba (Bolivia)283 22° - 23° Terremoto.

09 24-04-1890 VIII San Felipe284 32° - 34° Terremoto. Foco de La Ligua 10 19-09-1890 11:22 VII Copiapó-Vallenar 29° - 30° Gran temblor. Se sintió hasta Foco de Vallenar285 Talca, Mendoza y La Rioja286.

271 Vid. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. BRÜGGEN, J., Fundamentos de la Geología de Chile. Santiago, Instituto Geográfico Militar, 1950, pág. 308. BUSTOS, J., “Estudio sismológico ...”, op. cit., pág. 67. Según los geofísicos Diana Compte y Sergio Barrientos los terremotos de Punta Arenas son respuesta al movimiento transcurrente entre las placas Scotia y Sudamericana. COMPTE, D. y BARRIENTOS, S., “Potencial sísmico en Chile”, Actas del VIII Congreso Geológico Chileno, Vol, III (1997), pág. 1755. 272 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 273 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 167. 274 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 6. 275 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 276 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. LOMNITZ, C., op. cit., pág. 167. 277 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 278 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 213. 279 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica de los Andes Meridionales …”, Anales de la Universidad de Chile, tomo CXXXVIII, año 74 (1916), pág. 3. 280 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 281 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. 282 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 283 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. 284 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 14. 285 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 31

Deterioros en Copiapó287. 11 15-08-1891 VIII Bolivia central288- 19° - 22° Terremoto. Norte de Chile? 12 29-03-1892 14:10 VII Arica289 18° - 19° Daños en la ciudad de Arica. Se sintió en Iquique290. 13 22-02-1893 17:25 VII La Serena 29° - 30° Caída de murallas en La Serena292. Foco de Vallenar291 14 27-10-1894 VIII La Rioja y San Juan 30° - 32° Terremoto. (Argentina)293 -Norte de Chile 15 14-03-1896 20:30 VII Valparaíso294 32° - 34° En Valparaíso se cayeron murallas Foco de Vallenar295 en mal estado y se agrietaron otras. Se sintió en Mendoza y Tucumán296. 16 14-06-1896 10:20 VII Arica297 18° - 19° Daños en las casas de Arica; se quebraron lozas y cristales298. 17 ? - 06-1897 Faro Oeste de la Isla 38° 26’ Temblor. Mocha. 18 20-10- 16:30 VII Tucumán. Se sintió en 25° - 28° No hubo daños 1897299 Salta y en Santiago del Estero 19 ? -01-1898 Faro Oeste de la Isla 38° 26’ Temblor. Mocha 20 22?300 22:27 VIII Concepción301 36° - 37° Ts: inundación303. El terremoto se 23-07-1898 Foco de Concepción302 sintió desde Valparaíso hasta Nueva Imperial304. 21 23-03-1899 VIII Salta, Salvador Maza 24° - 25° M: 6.4305

286 TAULIS, E., op. cit., pág. 310. 287 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 14. 288 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. 289 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 290 TAULIS, E., op. cit., pág. 310. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 14. 291 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 292 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 14. 293 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. 294 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 295 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 296 TAULIS, E., op. cit., pág. 310. 297 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 14. 298 TAULIS, E., op. cit., pág. 310. 299 Diario La Libertad de Córdoba (Argentina), 1897. 300 En la bibligrafía consultada se apunta el día 22 (MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica ...”, (1912), pág. 774.) y en otros el 23 de abril (MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650.). 301 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 302 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 303 CERDA, L. de la, op. cit., pág. 2. 304 TAULIS, E., op. cit., pág. 311. 305 Dato del INPRES (Argentina). 32

22 12-04-1899 VIII La Rioja, Catamarca, 27° - 30° Terremoto. Tucumán, Rio Cuarto (Argentina)-Norte de Chile306

306MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 213. 33

La tabla 3 tiene el fin de listar las erupciones de volcanes chilenos que han quedado registradas en las fuentes históricas para el siglo XIX.

TABLA 3: ERUPCIONES VOLCÁNICAS EN CHILE DURANTE EL SIGLO XIX.

Nombre del Fecha Lugar o Muertos Heridos Comentarios volcán Año-M-D región Corcovado 1800 Extremo sur Explosiones. 1800 Extremo sur Explosiones. 1802-01-19 Norte 1806-04 Valle del Laja Erupción estromboliana con emisión de lava. 1806-04 Araucanía Erupción estromboliana307. Villarrica 1815 Araucanía Explosiones con emisión de ceniza308. Antuco 1818 Valle del Laja Explosiones309. Antuco 1820-02-01 Valle del Laja Erupción con sismos y ruidos subterráneos, explosiones, lahares, derrumbes310. 1822 Zona central Quetrupillán 1822 Araucanía Explosiones311. Mocho-Choshuenco 1822 Valdivia Erupción estromboliana312. Maipo 1822-01-04 Zona central Explosiones con emisión de ceniza. San José 1822-11-19 Zona central Erupción estromboliana. Villarrica 1822-11-19 Araucanía Erupción estromboliana313. 1822-11-19 Araucanía Erupción estromboliana314. Guallatiri 1826 hasta Norte Explosiones en el cráter315. 1831 Maipo 1826-03-01 Zona central Erupción estromboliana con emisión de lava316. Antuco 1827 Valle del Laja Explosiones con emisión

307 PETIT-BREUILH, Mª E., “Contribución al conocimiento de la cronología eruptiva histórica del volcán Villarrica (39º21’S), 1558-1985”, Revista Frontera, núm. 13 (1994), págs. 71-99. 308 PETIT-BREUILH, Mª E., “Contribución al conocimiento…”, op. cit., pág. 71-99. 309 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 354. 310 GÖLL, F., op. cit., pág. 5. 311 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., págs. 292 y 336. 312 GÖLL, F., op. cit., pág. 67. 313 PETIT-BREUILH, Mª E., “Contribución al conocimiento…”, op. cit., pág. 71-99. 314 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., “Análisis comparativo de la cronología eruptiva histórica de los volcanes Llaima y Villarrica”, Actas del 7º Congreso Geológico Chileno, vol. 1 (1994), págs. 366-370. 315 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier 277. 316 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier 278. 34

de ceniza317. Antuco 1828-11-03 Valle del Laja Erupción con sismos y ruidos subterráneos, flujo de lava y derrumbes en el cráter318. Maipo 1829 Zona central Erupción estromboliana acompañada de sismos y ruidos subterráneos319. San José 1829 Zona central Explosiones320. Tupungatito 1829-09-26 Zona central Explosiones321. Tacora 1830 Norte Explosiones con emisión de ceniza322. San José 1831-02-16 Zona central Erupción estromboliana con generación de lahares. Villarrica 1832-12-24 Araucanía Erupción estromboliana323. San José 1833 Zona central Erupción estromboliana324. Michinmahuida 1833 Extremo sur Explosiones. Corcovado 1834-11 Extremo sur Explosiones. Calbuco 1834-11-26 Llanquihue Explosiones325. Osorno 1834-11-26 Llanquihue Erupción estromboliana326. Michinmahuida 1834-11-26 Extremo sur Explosiones. Chaitén 1834, fines de Extremo sur Explosiones. 1834, fines de Extremo sur Explosiones. Hornopirén 1835 Chiloé Erupción estromboliana. Antuco 1835 Valle del Laja Explosiones327. Osorno 1835-01-19 Llanquihue Erupción estromboliana con emisión de lava328. Tupungatito 1835-01-19 Zona central Erupción estromboliana329. San José 1835-02-20 Zona central Erupción estromboliana330. Descabezados/ 1835-02-20 Talca Erupción estromboliana

317 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., págs. 67 y 91. 318 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier 277. 319 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier 278. 320 GÖLL, F., op. cit., pág. 66. 321 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 322 Vid. GÖLL, F., op. cit., pág. 57. HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 440. 323 PETIT-BREUILH, Mª E., “Contribución al conocimiento…”, op. cit., pág. 71-99. 324 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 325 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 303. 326 PETIT-BREUILH, Mª E., “Cronología eruptiva histórica de los volcanes Osorno y Calbuco (41º-41º30’S) X Región, Chile”, Boletín del Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, núm. 53 (1999), 46 págs. 327 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier 277. 328 PETIT-BREUILH, Mª E., “Cronología eruptiva histórica…”, op. cit., 46 págs. 329 Vid. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 161, dossier 284. HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 330 GÖLL, F., op. cit., pág. 66. 35

Cerro Colorado331 con emisión de lava332. Osorno 1836 Llanquihue Erupción estromboliana con emisión de lava333. Calbuco 1837-11 Llanquihue Erupción estromboliana334. Peteroa 1837-02 Zona central Erupción estromboliana con emisión de lava335. Villarrica 1837-11-07 Araucanía Erupción estromboliana336. Osorno 1837-11-07 Llanquihue San José 1837, fines de Zona central Erupción estromboliana337. Antuco 1839-03-01 Valle del Laja Explosiones con emisión de piroclastos338.. Peteroa 1842 Zona central Explosiones. San José 1843-12-17 Zona central Sismos volcánicos y ruidos subterráneos en el volcán. Derrumbes339. Antuco 1845-02-10 Valle del Laja Erupción estromboliana con emisión de lava340. Descabezados 1846-11-26 Talca Erupción estromboliana con emisión de lava341. Chillán 1848-02 Chillán Erupción estromboliana. Antuco 1848-02-03 Valle del Laja Explosiones. Láscar 1848-01-30 Norte Erupción estromboliana. Tupungatito 1849 Zona central San José 1849 Zona central Explosiones. Cordón Cenizos 1850 Llanquihue Explosiones. Guallatiri 1850-12-05 Norte Explosiones con emisión de ceniza342. Antuco 1851, fines de Valle del Laja Erupción estromboliana con emisión de lava343. Quetrupillán 1852 Araucanía Explosiones con emisión de ceniza344.

331 Esta actividad ha quedado registrada históricamente como una erupción en el Peteroa. 332 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., págs. 373 y 708. 333 Vid. GÖLL, F., op. cit., pág. 14. . MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier 277. 334 Vid. GÖLL, F., op. cit., pág. 14. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier 277. 335 Vid. GÖLL, F., op. cit., págs. 13 y 67. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier 278. 336 PETIT-BREUILH, Mª E., “Contribución al conocimiento…”, op. cit., pág. 71-99. 337 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 338 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 356. 339 Vid. GÖLL, F., op. cit., pág. 14. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier 278. 340 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 67. 341 GÖLL, F., op. cit., pág. 67. 342 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 161, dossier 281. 343 GÖLL, F., op. cit., pág. 24. 344 Vid. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier 277. HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 292. 36

Descabezados 1852 Talca Explosiones345. Villarrica 1852-11 Araucanía Erupción estromboliana con emisión de lava346. Osorno 1852-11 Llanquihue Explosiones347. 1852-12 Alto Biobío Explosiones con emisión de ceniza y flujo de lava348. Llaima 1852-12-18 Araucanía Erupción estromboliana349. Láscar 1853-04 Norte Erupción estromboliana350. Villarrica 1853-11 Araucanía 1854-02-10 Norte Explosiones351. Osorno 1855-06 Llanquihue Explosiones con emisión de ceniza352. Descabezados 1857 Talca Explosiones353. Láscar 1858-12 Norte Explosiones con emisión de ceniza. Guallatiri 1859 Norte Explosiones354. Villarrica 1859-05-19 Araucanía Erupción estromboliana355. Antuco 1859-11 Valle del Laja Erupción estromboliana con emisión de lava356. Peteroa 1860 Zona central Explosiones. Llaima 1860-03-15 Araucanía Erupción estromboliana357. Tupungatito 1861 Zona central Explosiones con emisión de ceniza358. Chillán 1861-06 Chillán Erupción estromboliana con emisión de lava y generación de lahares. Columna eruptiva de más de 4.000 metros (IEV:3)359 Guallatiri 1862 Norte Explosiones con emisión de ceniza360. Llaima 1862 Araucanía Erupción estromboliana361.

345 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., págs. 292 y 372. 346 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 336. 347 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 340. 348 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 292. 349 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 350 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 351 GÖLL, F., op. cit., pág. 26. 352 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 340. 353 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 1244. 354 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 161, dossier 284. 355 PETIT-BREUILH, Mª E., “Contribución al conocimiento…”, op. cit., pág. 71-99. 356 Vid. FUCHS, F., op. cit., pág. 257. GÖLL, F., op. cit., pág. 32. 357 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 358 Vid. GÖLL, F., op. cit., pág. 32. HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 359 GÖLL, F., op. cit., pág. 32. 360 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 361 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 37

Isluga 1863 Norte Explosiones362. Mocho-Choshuenco 1863 Valdivia Erupción estromboliana363. Guallatiri 1864-01-12 Norte Explosiones con emisión de ceniza364. 1864-10 Alto Biobío Explosiones. Villarrica 1864-10 Araucanía Erupción estromboliana365. Mocho-Choshuenco 1864-11 Valdivia Erupción estromboliana con generación de lahares y derrumbes. Llaima 1864-12 Araucanía Erupción estromboliana (IEV: 2-3)366 Llaima 1866 Araucanía Erupción estromboliana367. 1867 Alto Biobío Explosiones. Llullaillaco 1868-09 Norte Explosiones con emisión de ceniza368. Peteroa 1869 Zona central Explosiones. Antuco 1869 Valle del Laja Explosiones. Osorno 1869 Llanquihue Explosiones369. Villarrica 1869-02-04 Araucanía Erupción estromboliana370. Llaima 1869-04 Araucanía Erupción estromboliana371. Isluga 1869-08-24 Norte Explosiones372. San José 1869-08-24 Zona central Explosiones acompañadas de sismos y ruidos subterráneos373. Chaitén 1870 Extremo sur Erupción estromboliana. Guallatiri 1870 Norte Explosiones con emisión de ceniza374. San Pedro 1870-02-20 Norte Explosiones. Descabezados 1871 Talca Explosiones con emisión de ceniza375. Peteroa 1872 Zona central Explosiones.

362 FUCHS, F., op. cit., pág. 256. 363 Erupción en el volcán Riñihue. GÖLL, F., op. cit., pág. 67. 364 GÖLL, F., op. cit., pág. 66. 365 PETIT-BREUILH, Mª E., “Contribución al conocimiento…”, op. cit., pág. 71-99. 366 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 367 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 368 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 784. 369 Vid. FUCHS, F., op. cit., pág. 257. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier277. HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 292. 370 FUCHS, F., op. cit., pág. 257. 371 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 372 GÖLL, F., op. cit., pág. 42. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 161, dossier 284. 373 GÖLL, F., op. cit., pág. 67. 374 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 375 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 162, dossier 288. 38

Quetrupillán 1872-06-06 Araucanía Erupción estromboliana376. Llaima 1872-06-06 Araucanía Erupción estromboliana con flujo de lava377. Chillán 1872-07-27 Chillán Erupción estromboliana378. Antuco 1872-07-27 Valle del Laja Explosiones con emisión de piroclastos379. Descabezados 1873-01 Talca Explosiones con emisión de ceniza380. Llaima 1874-01 Araucanía Erupción estromboliana381. Villarrica 1874-04-16 Araucanía Erupción estromboliana382. Láscar 1875 Norte Explosiones con emisión de ceniza. Descabezados 1875-02 Talca Explosiones383. Llaima 1875, fines de Araucanía Erupción estromboliana con emisión de lava384. Antuco 1876-06-30 Valle del Laja Explosiones con emisión de piroclastos385. Láscar 1876-10 Norte Erupción estromboliana386. San Pedro 1876 Norte Explosiones con emisión de ceniza387. Copahue 1876-06 Alto Biobío Explosiones con emisión de ceniza388. Antuco 1877 Valle del Laja Explosiones con emisión de piroclastos389. 1877 Extremo sur Explosiones. Chillán 1877-01 Chillán Llaima 1877-01-17 Araucanía Erupción estromboliana390. Tacora 1877-01-27 Norte Explosiones391. Villarrica 1877-03 Araucanía Explosiones con emisión de piroclastos392.

376 Vid. GÖLL, F., op. cit., pág. 46. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier 277. 377 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 378 GÖLL, F., op. cit., pág. 36. 379 Vid. GÖLL, F., op. cit., pág. 46. HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 292. 380 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 1244. 381 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 382 GÖLL, F., op. cit., pág. 49. 383 GÖLL, F., op. cit., pág. 67. 384 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 385 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 52. 386 Actividad en el volcán Toconado en 1876. GÖLL, F., op. cit., pág. 66. 387 Vid. FUCHS, F., op. cit., pág. 256. GÖLL, F., op. cit., pág. 57. HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 388 Vid. GÖLL, F., op. cit., pág. 52. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas…”, op. cit., colis 159, dossier 277. 389 Vid. Durante esta erupción se registraban explosiones cada diez minutos. GÖLL, F., op. cit., pág. 257. 390 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 391 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 440. 392 GÖLL, F., op. cit., pág. 55. 39

Llullaillaco 1877-05 Norte Explosiones393. Isluga 1877, mayo Norte Explosiones con emisión hasta febrero de ceniza394. de 1878 Peteroa 1878 Zona central Explosiones con emisión de ceniza395. Lautaro 1879 Extremo sur Erupción estromboliana. Ollagüe 1879 Norte Explosiones396. Villarrica 1879-02-02 Araucanía Explosiones con emisión de piroclastos397. Villarrica 1880 Araucanía Explosiones. San José 1881, fines de Zona central Explosiones398. Llaima 1883 Araucanía Erupción estromboliana399. Villarrica 1883 Araucanía Erupción estromboliana400. Láscar 1883 Norte Erupción freática?. Chillán 1883-02-15 Chillán Erupción estromboliana401. Antuco 1884 Valle del Laja Explosiones. Isluga 1885 Norte Explosiones402. Ollagüe 1887 Norte Explosiones403. Llaima 1887-01-16 Araucanía Erupción estromboliana404. Lonquimay 1887-06-02 Alto Biobío Erupción estromboliana405. Tupungatito 1889 Zona central Explosiones406. Peteroa 1889 Zona central Explosiones con emisión de ceniza407. Llaima 1889-04-20 Araucanía Erupción estromboliana408. Chillán 1889-12 Chillán Erupción estromboliana. San José 1889, fines de Zona central Explosiones con emisión de ceniza409. 1890 Extremo sur Explosiones. Hudson 1891 Extremo sur Explosiones. Chillán 1891-02 Chillán Erupción estromboliana. San Pedro 1891-05-25 Norte Erupción estromboliana.

393 Vid. FUCHS, F., op. cit., pág. 256. GÖLL, F., op. cit., pág. 57. 394 GÖLL, F., op. cit., pág. 57. 395 FUCHS, F., op. cit., pág. 257. 396 FUCHS, F., op. cit., pág. 293. 397 FUCHS, F., op. cit., pág. 257. 398 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 399 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 400 PETIT-BREUILH, Mª E., “Contribución al conocimiento…”, op. cit., pág. 71-99. 401 GÖLL, F., op. cit., pág. 57. 402 GÖLL, F., op. cit., págs. 61 y 62. 403 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 404 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 405 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 292. 406 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 407 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 408 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 409 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 40

Quetrupillán 1892 Araucanía Explosiones410. Llaima 1892-04-06 Araucanía Erupción estromboliana411. Cordón Cenizos 1892, fines de Llanquihue Erupción estromboliana. Cordón Caulle 1893 Puyehue Erupción estromboliana con emisión de lava412. Chillán 1893 Chillán Explosiones con emisión de ceniza413. Huequi 1893, inicio Chiloé Erupción estromboliana con emisión de lava. Calbuco 1893-02-03 Llanquihue Erupción subpliniana, columna eruptiva de 12.000 metros414. Llaima 1893-12 Araucanía Explosiones con emisión de ceniza415. Villarrica 1893, fines de Araucanía Llaima 1894-03 Araucanía Explosiones con emisión de piroclastos416. Huequi 1895 Chiloé San José 1895, fines de Zona central Erupción estromboliana. Llaima 1895, fines de Araucanía Erupción estromboliana con flujo de lava417. Descabezados 1897 Talca Explosiones418. Tupungatito 1897-01 Zona central Erupción estromboliana419. Villarrica 1897, fines de Araucanía Erupción estromboliana420. Láscar 1898 Norte Explosiones. Chillán 1898 Chillán Explosiones con emisión de ceniza421. Tupungatito 1898 Zona central Erupción estromboliana422.

410 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., págs. 292 y 335. 411 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 412 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 292. 413 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 292. 414 PETIT-BREUILH, Mª E., “Cronología eruptiva histórica…”, op. cit., 46 págs. 415 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 416 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 417 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., op. cit., págs. 366-370. 418 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 377. 419 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 420 PETIT-BREUILH, Mª E., “Contribución al conocimiento…”, op. cit., pág. 71-99. 421 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 790. 422 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 41

6. Efecto de los desastres naturales en Chile durante el siglo XIX.

Durante esta centuria, los procesos naturales que tuvieron características de desastre se repitieron como en épocas precedentes, aunque comenzaron a plantearse algunas modificaciones con respecto a la forma en que la sociedad chilena respondió ante sus efectos.

En este contexto, algunos años antes de que se fortaleciera el proceso emancipador americano, en concreto, en 1802, tuvo lugar una explosiva erupción en el actual Departamento de Tacna, cuyo centro de emisión correspondió al volcán (Perú), de 5.815 metros de altitud423. Todos los datos indican que el 30 de marzo de 1802 se produjeron las primeras emisiones de ceniza que se mantuvieron durante cinco meses (IEV: 3)424; según las descripciones manejadas, algunas de las explosiones del Tutupaca fueron de tal magnitud que oscurecieron el cielo de la costa situada entre Moquegua y Arica (Chile)425. A pesar de la explosividad de la erupción no se registraron daños de importancia en la población ni en la economía local, debido a que durante estos años la zona estaba poco poblada; cosa distinta ocurriría si se repitiera en la actualidad.

Por su parte, la República de Chile, cuyo proceso independentista tuvo lugar entre 1810 y 1818, se encontraba en pleno proceso de adaptación a la nueva estructura política cuando se produjeron una serie de erupciones volcánicas y terremotos en diferentes latitudes del territorio nacional, como el terremoto que destruyó Copiapó por cuarta vez el 11 de abril de 1819 y las erupciones del volcán Antuco, destacando la del 1° de febrero de 1820 y la iniciada el 3 de noviembre de 1828426. A este respecto, Eduard Poeppig’s -un alemán que recorrió la zona entre 1828 y 1829-, documentó e ilustró estas dos erupciones a posteriori.

A propósito de las características de la actividad volcánica del Antuco en 1820, el mencionado viajero consiguió algunos testimonios de lugareños del valle del Laja, quienes le contaron que hubo explosiones con emisión de ceniza y que, además, el volcán tenía alojado en el cráter un pequeño cono de piroclastos bautizado por ellos como El Sombrerito; del

423 FÍDEL, L., MORCHE, W. y NÚÑEZ, S., Inventario de volcanes del Perú, Boletín núm. 15. Lima, Instituto Geológico Minero y Metalúrgico, 1997. 424 SIMKIN, T. y SIEBERT, L., op. cit., pág. 144. 425 Vid. Información proporcionada por Echeverría en 1804, citado por FÍDEL, L., MORCHE, W. y NÚÑEZ, S., Riesgo Volcánico en el sur del Perú, Boletín núm. 16. Lima, Instituto Geológico Minero y Metalúrgico, 1997. 426 Como se expresó anteriormente con respecto al volcán Antuco, la ubicación estratégica de los fuertes que se encontraban en el valle del Laja favoreció que con el tiempo se fueran registrando los datos de su actividad, gracias a la constante presencia de personas en la zona. 42 mismo modo, los habitantes del pueblo de Antuco le indicaron que durante la erupción de 1820 "inmensas masas de rocas habían sido arrojadas hasta distancias increíbles"427. Si se analizan los datos de esta erupción recopilados por Poeppig’s se aprecia que se generó un lahar que bajó por el valle del Laja y que -según las descripciones- depositó a lo largo de su recorrido abundantes peces muertos428. Asimismo, las explosiones en el cráter central habrían provocado que se derrumbara parte del mencionado Sombrerito429.

En 1822 se repitió un fuerte terremoto en la zona central, afectando en particular a Valparaíso y a los pueblos costeros. En esa ocasión se produjeron alrededor de 300 muertos, principalmente por el desplome de las casas. La inglesa María Graham dejó escrito en su diario de viaje, algunas de las escenas más dramáticas del seísmo y sus consecuencias en la población.

Por su parte, El Antuco volvió a reactivarse después de ocho años de aparente calma. En esta ocasión Eduard Poeppig’s pudo ver directamente las características de la erupción; en este sentido, escribió en sus anotaciones que el 3 de noviembre de 1828 se sintieron algunos ruidos subterráneos en el pueblo de Antuco, al tiempo que una débil columna de gases y cenizas sobresalía del cráter principal. Al llegar la noche pudieron observar con mayor claridad los piroclastos que caían fuera del centro de emisión.

La erupción se mantuvo constante desde noviembre hasta mediados de diciembre de 1828; durante este período, las cenizas lanzadas por las explosiones fueron depositadas especialmente hacia el norte debido a la dirección de los vientos predominantes. Además, según las descripciones aportadas por Eduard Poeppig’s, las explosiones del Antuco tuvieron una componente de agua importante ya que los pulsos de vapor (blancos) y de ceniza se sucedían alternados. La fase explosiva de esta erupción dio paso a una fase efusiva que culminó con la emisión de una colada de lava que llegó hasta las faldas del volcán, al tiempo que mantenía una columna eruptiva que alcanzó una altura media de 600 metros sobre el cráter; esta actividad correspondía hasta entonces a una típica erupción estromboliana (IEV: 1). Sin embargo durante la mañana del 18 de diciembre de 1828, las condiciones cambiaron en el volcán, pues aumentó la explosividad (IEV:2).

427 POEPPIG’S, E., Un testigo de la alborada en Chile (1828-1829). Santiago, Imprenta Zig- Zag, 1960, pág. 441. 428 Ibidem., pág. 442. 429 Ibidem. 43

El citado viajero alemán se refería en estos términos a la actividad volcánica registrada en el Antuco:

“(…) se pudo observar el volcán cuando salió de súbito una columna indescriptiblemente espesa y negra, que luego se expandió, hasta ocupar una cuarta parte del firmamento, que fue envuelta por una capa terriblemente negra. Pudimos establecer que la columna se elevaba 3.180 pies (unos 900 metros) desde el cráter hasta su mayor elevación (...) Más arriba el vapor se expandió más, cubriendo cumbres de cerros situados a una distancia conocida de 30 leguas (153 km.)"430.

Atendiendo a la descripción antes señalada, después de tres horas de explosiones continuadas, disminuyó la cantidad de piroclastos y al atardecer se calmó el volcán, quedando sólo una actividad fumarólica intensa. En febrero de 1829 se sintieron nuevamente en el pueblo de Antuco ruidos subterráneos, aunque esta vez acompañados por sismos perceptibles por la población; además ese día cayeron cenizas sobre la mencionada localidad debido a la dirección del viento431.

Cuando finalizó la actividad volcánica hubo lluvias intensas en la zona; de esta forma, la meteorología creó las condiciones favorables para que continuaran produciéndose algunos aluviones que bajaron por el río Laja, puesto que a causa del superávit de agua se originaron remociones de los materiales volcanocláticos que habían quedado sueltos tras la erupción. Seis años después el protagonismo lo consiguió la erupción del volcán Osorno (Chile)432, localizado al sur del Antuco. En este sentido, según los datos anotados por Charles Darwin en su diario el 26 de noviembre de 1834, “el volcán Osorno estaba botando masas de humo”433, lo que precedió a las emisiones de lava que se observaron tres meses después.

El 15 de enero de 1835 la embarcación Beagle -donde viajaba Charles Darwin- echó anclas por segunda vez en la Bahía de San Carlos en la Isla de Chiloé (Chile) y desde esa ubicación pudieron ver las explosiones del volcán Osorno, tanto él como la tripulación. Según los datos aportados por el propio Darwin, la erupción comenzó a ser de mayor magnitud a partir de la noche del 19 de enero; así lo hacía constar el naturalista inglés:

430 Ibidem, op. cit., pág. 439. 431 Ibidem, op. cit., pág. 436. 432 Hay que recordar que a partir de 1825, aproximadamente, las regiones de Valdivia y Llanquihue fueron repobladas principalmente por colonos alemanes. 433 Vid. DARWIN, C., Viaje de un naturalista alrededor del mundo (1832-1836). Santiago, Editorial Universitaria, 1996, pág. 156. MARTIN, C., “La erupción del volcán Calbuco”, Anales de la Universidad de Chile, tomo XCI (1895), págs. 161-193. 44

“Durante la noche del 19 de enero de 1835, el volcán Osorno se pone en erupción (...) , y a las 3 de la madrugada asistimos al más magnífico de los espectáculos. Por medio del anteojo vemos, en el centro de espléndidas llamas rojas, negros objetos proyectados incesantemente al aire, que después caen. El fulgor es suficiente para iluminar el mar (…) Por la mañana el volcán recobra su tranquilidad”434.

El 18 de febrero de 1835 el Osorno presentaba una actividad eruptiva de reducida intensidad, sólo 48 horas antes del violento terremoto que azotó la zona sur de Chile. Simultáneamente al gran sismo, el volcán arrojó una enorme columna de gases y cenizas435. Como consecuencia del incremento de la explosividad, durante la tarde del 20 de febrero se produjo una fisura en su estructura y se formó un cráter en el pie Suroeste, cerca del lago Llanquihue; a través de esta nueva abertura salió un surtidor de lava, mientras que la abundante cantidad de ceniza que era arrojada por el cráter principal cubrió todo el volcán en pocas horas436. Días después de esta actividad, el Osorno sólo mostraba una tenue columna de cenizas; no obstante, durante la noche el cráter de la cima y el nuevo exhibían un resplandor rojizo437.

Por otra parte, debido a la alta magnitud del sismo del 20 de febrero de 1835 se produjo un tsunami que arrasó con una inmensa ola la ciudad de Concepción y el puerto de Talcahuano438; además, la costa chilena experimentó cambios geomorfológicos significativos, identificándose zonas de hundimientos y de solevantamiento439. En este sentido, Charles Darwin, como ningún otro científico de la época, tuvo la oportunidad de ser protagonista de la secuencia completa de procesos geológicos que ocurrieron en Chile durante 1835 y, por tanto, tuvo el privilegio de acceder

434 DARWIN, C., Mi viaje alrededor del mundo (1831-1835), tomo segundo. Valencia, Editorial Prometeo, pág.60. 435 DARWIN, C., “On the connexion of certain volcanic Phenomena in South America, and on the formation of Mountain Chains and Volcano, as the Effect of the same Power by which Continents are elevated”, Tran. of the Geol. Soc. of London, vol. 5 (1838), pág. 604. 436 Cuando ocurrió el terremoto del 20 de febrero, Charles Darwin se encontraba realizando estudios de reconocimiento de la geología de las costas de Valdivia, al norte del volcán Osorno. MOOREHEAD, A., Darwin. La Expedición en el Beagle (1831-1836). Barcelona, Ediciones del Serbal, 1980, pág. 141-154. 437 Vid. DARWIN, C., “On the connexion of certain …”, op. cit., pág. 604. PERREY, A., op. cit., , pág. 152. 438 DARWIN, C., “Mi viaje alrededor”, op. cit., págs. 70-71. 439 PETIT-BREUILH, Mª. E., “Antecedentes histórico-geográficos sobre la relación entre la actividad sísmica, erupciones volcánicas y otros procesos geológicos asociados en el sur de Chile (37º - 40º S), entre los siglos XVI al XX”, Actas de la Conferencia Internacional Sistemas modernos de preparación y respuesta ante riesgos sísmicos, volcánicos y tsunami (1998), págs. 151-155. PETIT-BREUILH, Mª. E., “Geografía histórica de la Isla Mocha (38°26’ S - 74° W) y sus cambios geomorfológicos”, Actas del V Congreso Internacional de Ciencias de la Tierra (1998), formato CD. 45 a nuevos elementos de juicio que le permitieron madurar sus reflexiones sobre la dinámica terrestre: erupciones en los volcanes Osorno, Corcovado y Michinmávida, terremoto con tsunami que asoló las costas de Talcahuano y Concepción, hundimientos y solevantamientos a raíz del terremoto y una erupción volcánica submarina en el archipiélago de Juan Fernández440.

Al encontrarse tan cerca de Talcahuano, Charles Darwin se acercó junto con algunos miembros de su expedición para observar directamente los efectos del terremoto y tsunami441. Con posterioridad, el 11 de noviembre de 1835 el volcán Osorno se reactivó coincidiendo con un fuerte sismo442; esta erupción fue básicamente explosiva formando una alta y densa columna de ceniza443. El 5 de diciembre la actividad eruptiva culminó cuando el cráter nuevo y la cumbre del volcán se unieron en una sola fisura activa444 dando origen a la emisión de una voluminosa colada de lava, que se dividió en tres brazos principales que avanzaron hasta la orilla del lago Llanquihue. Como consecuencia del avance de la lava incandescente sobre el glaciar y la nieve temporal que cubrían al volcán Osorno se formaron dos voluminosos lahares cuyos depósitos pueden ser observados actualmente en los pueblos turísticos de Las Cascadas y Ensenada.

Por su parte, el avance de la lava destruyó varias hectáreas de bosque nativo dejando muchos troncos quemados y restos de árboles que quedaron finalmente cubiertos por ella445. Algunas familias de colonos alemanes que se encontraban instalados en 1835 en los campos cercanos al volcán describieron esta erupción en cartas a sus familiares446, aunque al parecer no se vieron afectados directamente en sus tierras447.

440 Los datos de la erupción volcánica submarina anotados por Darwin en su diario los obtuvo del capitán Fitz-Roy, quien la vio personalmente. Vid. DARWIN, C., “Mi viaje alrededor …”, op. cit., pág. 74. PERREY, A., op. cit., pág. 146. IHL, P., “Maremotos, erupciones volcánicas submarinas y terremotos en Chile”, Revista Geográfica de Chile, año VI, núm. 8 (1953), págs. 57-58. BRUGGEN, J., “Los temblores chilenos”, Revista Chilena de Historia Natural, año XLIV (1949), págs. 224-227. 441 DARWIN, C., “Mi viaje alrededor …”, op. cit., pág. 74. 442 TAULIS, E., “Terremotos y grandes temblores habidos en Chile”, Revista Chilena de Historia Natural, año XLII (1938), pág. 308. 443 PERREY, A., Documents Relatifs aux Tremblements de Terre au Chili. París, Imprenta Barret, 1854, pág. 153. 444 GUILLIS, J., The US Astronomical Expedition to the Southern Hemisphere during the year 1849, 50, 51 y 1852, tomo 1. Washington, 1855, pág. 121. 445 PHILIPPI, R., “Espedición al volcán Osorno”, Anales de la Universidad de Chile (1853), pág. 109. 446 KINZEL, E. y HORN, B., Puerto Varas. 130 años de Historia 1852-1893. Puerto Varas, Imprenta y librería “Horn” y Cia. Ltda., 1993, pág. 27. 447 PETIT-BREUILH, Mª E., Cronología eruptiva histórica de los volcanes Osorno y Calbuco (41° - 41º30’ S ) X Región, Chile. Boletín núm. 53. Santiago, Servicio Nacional de Geología y Minería, 1999, págs. 16-17. 46

La zona devastada en 1835 abarcó desde Talca hasta Chiloé448 y los cuantiosos daños se debieron a la conjunción de procesos geológicos que, como en casos precedentes, agravó las consecuencias negativas del seísmo. Si se consideran los testimonios escritos que dejaron los coetáneos del suceso es evidente que el tsunami, las remociones en masa449, los solevantamientos y hundimientos de la costa atrajeron en mayor medida la atención de éstos, pero en general se redactaron escasas descripciones fidedignas del terremoto en sí.

Por otra parte, como se venía repitiendo en variados desastres naturales desde finales del siglo XVIII, además de los procesos físicos que se sumaron, el seísmo produjo múltiples incendios en Concepción a consecuencia de los desplomes de las techumbres de caña sobre los fogones de las cocinas que completaron la ruina de las escasas casas que habían quedado en pie450.

Ante este panorama, es evidente que el tiempo de recuperación de la normalidad de la población se amplió bastante más de lo esperado; sin embargo, el gobierno chileno hizo esfuerzos administrativos y técnicos para intentar colaborar con los ciudadanos. Una de las primeras medidas fue nombrar el 20 de marzo de 1835 una comisión para “reconocer la ciudad de Concepción y sus cercanías”451, un mes después de ocurrir la catástrofe. De este modo, a los cinco meses de haberse nombrado la mencionada comisión los técnicos Ambrosio Lozier, Simón Rodríguez y Juan José Arteaga entregaban un pormenorizado informe de los daños materiales ocasionados por el terremoto; la evaluación estuvo estructurada atendiendo a tres cuestiones fundamentales: 1) el reconocimiento detallado de las ruinas de Concepción, 2) el cálculo aproximado de los costes de limpieza de escombros y derrumbes de casas dañadas, 3) el reconocimiento de todos los lugares costeros inmediatos con el fin de instalar un núcleo urbano y la elaboración de un plano que señalase los lugares más adecuados para cumplir este objetivo, indicando el presupuesto económico que tendría la construcción de un canal o canales destinados a conducir el agua necesaria para abastecerlo452.

448 DARWIN, C., Mi viaje alrededor del mundo, tomo II. Valencia, editorial Prometeo, pág. 60. 449 “Informe dirigido al Intendente de Concepción por el Gobernador Miguel Bayon, 23 de febrero de 1835”, MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica…”, op. cit., tomo CXXXIII, pág. 3. 450 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica…”, op. cit., tomo CXXXII, pág. 171. 451 ANS-Fondo Varios, vol. 300, pieza 8, f. 68. 452 ANS-Fondo Varios, vol. 300, pieza 8, fs. 66-100. 47

Como era de esperar, a causa de esta nueva destrucción de Concepción, volvió a discutirse sobre la vulnerabilidad del emplazamiento de la ciudad, pero finalmente se reconstruyó en el mismo sitio, puesto que el análisis de costo-beneficio realizado por los técnicos no encontró un lugar con mayores ventajas a pesar de los riesgos geológicos del área453. En esta ocasión, la ciudad de Valdivia sufrió daños menores debido a que sus casas eran de madera y aunque fueron sacudidas por el seísmo no llegaron a caerse454. Por su parte, las ciudades de Constitución -denominada Nueva Bilbao en aquella época455-, Cauquenes456, Chillán y Talca padecieron también una devastación total debido al terremoto del 20 de febrero de 1835, lo que significó un enorme esfuerzo humano y económico para una república joven y endeudada por los conflictos bélicos del periodo de la independencia.

Realmente es complicado averiguar con exactitud la velocidad de la restauración de las ciudades chilenas afectadas por la catástrofe de febrero de 1835, pero gracias al testimonio de Ignacio Domeyko -un geólogo que recorrió la zona damnificada en 1845- es posible hacerse una idea sobre este asunto; en todo caso, es importante tener presente que a las desgracias vistas por Domeyko se deben agregar los daños causados en la zona sur de Chile -principalmente entre Valdivia y Chiloé- por el terremoto y tsunami del 7 de noviembre de 1837457. En este marco, cuando el mencionado viajero llegó a Concepción la describió destacando los niveles de deterioro de la zona costera y dejó claro que esta ciudad tuvo que desarrollarse apartada del mar para tratar de reducir el impacto de futuros terremotos y aminorar los estragos producidos en los siglos anteriores:

“En la orilla de la bahía de Talcahuano, yace en sus ruinas el infortunado penco, orgullo de los pasados conquistadores, la cuna primera del cristianismo en el sur de Chile. Un pequeño fuerte con su león y castillo baten todavía en vano las desenfrenadas olas, y unas pocas familias de pescadores levantan allí sus chozas en medio de los escombros de los antiguos templos y cuarteles, mientras la capital

453 Vid. ANS-Fondo Varios, vol. 300, pieza 8, fs. 95 y 96. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica…”, op. cit., tomo CXXXII, pág. 170. 454 DARWIN, C., op. cit., pág. 70. 455 En el informe dirigido al Ministro del Interior por el Gobernador Antonio Domingo del Río el 22 de febrero de 1835 se expresaba que “la ciudad de Constitución entonces pequeña y pobre población, fue destruida por el terremoto antes que se produjera el maremoto”. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica…”, op. cit., tomo CXXXIII, pág. 5. 456 “Informe del Intendente de la Provincia de Maule, 22 de febrero de 1835”, MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica…”, op. cit., tomo CXXXIII, pág. 3. 457 Carta de Claudio Gay a Fracois Arago, Los Andes, 18 de diciembre de 1837 en GAY, C., Correspondencia. Santiago de Chile, Biblioteca Nacional, 1962, págs. 21-25. “Informe del Intendente de Valdivia dirigido al Supremo Gobierno, Valdivia, 24 de noviembre de 1837” en MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica...”, op. cit., tomo CXXX, págs. 549- 551. 48

heredera de aquel pueblo, renace por segunda vez en su movedizo suelo, relegada a vivir a tres leguas de la bahía”458.

A este respecto, según el testimonio de Domeyko las pequeñas poblaciones y fuertes de la región de La Frontera en vez de mejorar sus condiciones estaban abandonados y no había indicios de que su suerte cambiara a corto plazo; cuando continuó su viaje hacia la zona central y visitó Chillán Viejo nuevamente se impresionó al observar la imagen patética de una ciudad castigada por el terremoto de 1835, en la que una parte de sus habitantes habían sido trasladados por las autoridades por motivos de seguridad459:

“(…) el 7 de marzo de 1845 llegamos a Chillán (…) se nos ofreció un aspecto deprimente: casas derrumbadas, paredes aún en pie de casas si tejados en largas calles, montones de escombros, y entre ellos míseras chozas apresuradamente montadas. En el lugar donde estuvo el convento de los misioneros, sólo quedaban fundamentos de piedra y cuatro altas palmeras. En la plaza había algunas casas restauradas y apuntaladas, con tiendas y bares. Triste es la historia de Chillán”460.

Esta información demuestra que, aún existiendo buenas intenciones por parte de los gobiernos republicanos y los vecinos de las ciudades afectadas por desastres naturales durante la primera mitad del siglo XIX, las circunstancias hicieron que el período de recuperación se extendiera en el tiempo incluso durante más de diez años.

Dos años después del terremoto de 1835, el volcán Osorno se reactivó algunos días antes del 7 de noviembre, fecha en que ocurrió un nuevo terremoto que volvió a producir cambios geomorfológicos notables en la costa entre Valdivia y la Isla de Chiloé. Este sismo, cuyo epicentro estuvo situado en el fondo marino, liberó una gran cantidad de energía formando un tsunami; según diferentes relatos coetáneos461, se formaron al menos tres grandes olas que azotaron la costa chilena dañando los mismos pueblos que aún no se habían recuperado de la traumática experiencia del 20 de febrero de 1835.

En relación con la erupción del Osorno se sabe que fue explosiva gracias a los datos epistolares aportados por colonos alemanes que estaban

458 DOMEYKO, I., La Araucanía y sus habitantes. Recuerdos de un viaje hecho a las provincias meridionales de Chile en los meses de enero y febrero de 1845. Santiago de Chile, editorial Francisco de Aguirre, 1971, pág. 21. 459 MUSSET, A., op. cit., págs. 211 y 212. 460 DOMEYKO, I., “La Araucanía y sus habitantes…”, op. cit., pág. 768. 461 Diferentes relatos de este terremoto y tsunami se encuentran reseñados en MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Historia sísmica de los Andes Meridionales al sur del paralelo XVI”, Anales de la Universidad de Chile, tomo CXXXVIII (1916), págs. 1-12. 49 instalados en Melipulli -actual ciudad de Puerto Montt-; así se reseñaba en uno de los fragmentos de estas cartas:

“(…) el volcán Osorno escupía fuego y lava. Caía una densa lluvia de cenizas que oscurecía el cielo (junto a varios temblores precursores del terremoto y maremoto de noviembre de 1837). En la orilla del mar donde nosotros estábamos, la lluvia de cenizas no era tan densa como en el lago”462.

Del mismo modo, Marta Werner de Siebert, colona alemana en tierras colindantes al lago Llanquihue -mucho más cercana al volcán Osorno que los habitantes de Melipulli-, señaló en su correspondencia las vivencias que tuvo durante la erupción de 1837:

“En el lago Llanquihue la lluvia de cenizas era tan densa que se formó una gruesa capa que lo tapó todo. El lago creció por sobre sus riberas y las gentes huyeron hacia el norte, al sur y el oeste. También algunas familias extranjeras que se establecieron allá creo que eran irlandeses, abandonaron casa y cortijo”463.

Según la mencionada carta, a diferencia de lo que sucedió en 1835, en 1837 se vieron afectados directamente algunos colonos extranjeros. Por otra parte, hay que indicar que si en esta ocasión el lago creció sobre sus riberas, no fue a consecuencia de la erupción volcánica del Osorno, sino como un efecto del terremoto, pues al parecer el Llanquihue viene basculando históricamente a causa del tectonismo regional. Este proceso es constante y ha sido evidente después de cada uno de los grandes sismos que han afectado el sur de Chile, incluso una prueba de esto es la existencia de un muelle en el sector de Ensenada que hace sólo cuarenta años estaba en funcionamiento y que ahora ha quedado seco.

Por su parte, el volcán Antuco (Chile) volvió a tener erupciones en marzo de 1839 y en febrero de 1845; esta última actividad fue observada y estudiada por el investigador Ignacio Domeyko -uno de los padres de la geología chilena-. La erupción que comenzó el 27 de febrero de 1845 formó una columna eruptiva y se caracterizó por sismos volcánicos, ruidos subterráneos y explosiones rítmicas cada 8 ó 10 minutos. Del mismo modo, durante la citada actividad volcánica se produjeron desbordes de lava desde el cráter permitiendo que pudiesen ser vistas con detalle durante la noche464.

462 KINZEL, E. y HORN, B., op. cit., pág. 365. 463 Ibidem, pág. 366. 464 DOMEYKO, I., Mis viajes. Memorias de un exiliado (1845), tomo II. Santiago, Ediciones de la Universidad de Chile, 1978, pág. 756. 50

El 28 de febrero se confirmó la emisión de una colada de lava tipo "aa" que al avanzar se abrió en dos brazos465: uno se derramó hacia la Sierra Velluda y el otro llegó hasta la orilla del río Laja, obstaculizando la ruta que conducía al otro lado de la cordillera con ásperas escorias. La mencionada colada de lava llegó hasta los pies del cono inferior que se encuentra a unos mil metros de la parte occidental del cráter. Según los datos aportados por Ignacio Domeyko, el 2 de marzo se sintieron sismos y ruidos subterráneos de origen volcánico cada ocho o doce minutos, además de explosiones rítmicas que mantenían una columna de unos 200 metros de altura sobre el cráter principal; la pluma que se formó dispersó los piroclastos hacia el poniente. A consecuencia de la erupción se produjeron grietas en el glaciar, en las rocas y en los flancos del cono superior del Antuco a unos 500 ó 600 metros, así como en su unión con la Sierra Velluda466; después de ese día la explosividad decreció considerablemente, pero el volcán continuó activo durante algunos meses.

Veinte meses más tarde, se documentó el nacimiento de un nuevo volcán en la zona central del territorio chileno que se activó durante la tarde del 26 de noviembre de 1846, estando situado entre el volcán Descabezado y el Cerro Azul467. En la prensa local se reseñó que la primera explosión estuvo acompañada por “un espantoso estrépito” que se dejó sentir en un radio de más de 60 kilómetros, mientras que el olor a azufre se pudo percibir a una distancia superior a los 130 kilómetros468. Las explosiones fuertes se mantuvieron hasta el 29 de noviembre469 al tiempo que era emitida una colada de lava densa y voluminosa. A pesar de la actividad volcánica y de los ruidos subterráneos, los lugareños aseguraron que no se sintieron temblores durante la erupción, según las averiguaciones realizadas por Ignacio Domeyko en 1848470.

Esta última actividad volcánica producida en la Cordillera de Talca fue descrita por Heriberto Trewhela, quien informó sobre sus características a Ignacio Domeyko471; este lugareño fue testigo casual de las

465 DOMEYKO, I., La Araucanía y sus habitantes. Recuerdo hecho en las provincias meridionales de Chile en los meses de enero y febrero de 1845. Santiago, Editorial Francisco de Aguirre, 1971, pág. 16. 466 DOMEYKO, I., “Mis viajes. Memorias de un exiliado (…)”, op. cit., pág. 764-765. 467FUENZALIDA, H., “El Cerro Azul y el volcán Quizapu. Estudios sobre el volcanismo de la Cordillera de Talca”, Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, tomo XXI, núm. 3 (1943), pág. 44. 468 Vid. Periódico El Alfa de Talca del 2 de enero de 1847. ASTABURUAGA, F., Diccionario Jeográfico de la República de Chile. Nueva York, D. Appleton & Ca., 1867, pág. 131-132. 469 FUENZALIDA, H., “El Cerro Azul y el volcán Quizapu (…)”, op, cit., pág. 45. 470 DOMEYKO, I., “Viaje a las cordilleras de Talca i de Chillán (1849)”, Anales de la Universidad de Chile, tomo VII (1861), pág. 57. 471 FUENZALIDA, H., “El Cerro Azul y el volcán Quizapu (…)”, op, cit., pág. 46. 51 explosiones del volcán cuando buscaba una vaca que se le había extraviado en la cordillera. Esta erupción, a pesar de haber sido explosiva, causó un efecto mínimo en los centros poblados de los alrededores, pues Talca -la ciudad más cercana- se localiza a 159 kilómetros al oeste del cráter activo; en este sentido, los materiales emitidos (lava y ceniza) sólo perjudicaron a los arrieros que pasaban por la zona, a la pequeña población de Cumpeo y a los habitantes del valle del río Claro472. Sin embargo, resulta interesante destacar que -según la prensa local- los vecinos de la zona creían que mientras el volcán se mantuviera con actividad explosiva no ocurriría ningún terremoto e, incluso, parece que pensaban que aunque esta situación perjudicaba directamente a los hacendados el resto de la comunidad había salido beneficiada. Así se desprende de las palabras textuales publicadas en el diario El Alfa de Talca el 2 de enero de 1846:

“Contiguo al Cerro Azul atraviesa el camino principal por donde conducen los ganados de esta provincia a las invernadas de cordillera y como se ha derrumbado ya una gran parte de aquel, fundamentalmente se cree que bien pronto quedará obstruido éste. Tal cosa sería un mal efectivo para los hacendados, pero un beneficio público si se considera que mientras permanezca abierto este respiradero de las entrañas de la tierra, estaremos preservados de los destructores terremotos como el del año 1835”.

Si se analiza el texto anterior, aparte de entreverse la falta de conocimiento que se tenía en Chile a mediados del siglo XIX sobre la dinámica terrestre, queda claro que el destructor terremoto de 1835, seguía estando presente en la memoria de los habitantes del país incluso doce años después de ocurrido. Por su parte, es evidente que la aceptación racional del “mal menor” -característica del perfil del chileno medio actual- comenzaba a marcarse especialmente en el siglo XIX; tal vez como un signo de la huella que había dejado en la mentalidad de este pueblo casi doscientos años de desastres naturales y guerras que se sucedieron con demasiada frecuencia. Sin embargo, los científicos extranjeros - principalmente alemanes- criticaron la actitud de no conceder importancia a la erupción que estaba ocurriendo en la cordillera. Así se detecta en la carta que escribió en la ciudad de Valdivia Francisco Döll a Rodulfo Philippi el 22 de junio de 1848, puesto que había comprobado que ni siquiera los medios de comunicación nacionales se hicieron eco de ella:

“El Gigante Descabezado forma un grupo magnífico con sus congéneres que le rodean. En su cercanía se levantó en octubre de 1846 un volcán de considerable altura, cuyas lavas taparon un paso de la Cordillera. Todavía vomita gruesas

472 Periódico El Alfa de Talca, 2 de enero de 1847. 52

columnas de humo (…) La indolencia de los chilenos es tan grande, que jamás se ha dado noticia de este hecho en algún diario de importancia”473.

Por su parte, el investigador Ignacio Domeyko recorrió la zona de los Descabezados durante los primeros meses de 1848 y, aparte de preguntar a los lugareños por las características de la erupción, pudo observar directamente los materiales emitidos474; de ello dejó constancia en su diario el 30 de enero:

“(…) se me presentó el primer día el denominado Volcán Nuevo del Cerro Azul; (…) por momentos, salen de dentro i de los más altos baluartes de esta ruda estructura unos bufidos de humo, i se lanzan al aire pequeños conos de nubes, parecidos a los que producen las válvulas de una máquina de vapor, o los hogares de fuego mal apagados”475.

Finalmente, cuando Mauricio Vögel hizo un reconocimiento de la cordillera de Talca durante el verano de 1916, identificó dos lagunas nuevas que fueron llamadas del Blanquillo -cada una de ellas tenía una superficie de menos de 100 hectáreas y 20 metros de profundidad-. Este investigador estableció mediante sus observaciones en el terreno que ambas lagunas se habían formado como consecuencia de que las lavas emitidas durante la erupción de 1846 obstruyeron el valle en dos puntos distintos476.

Continuando con el estudio de desastres naturales que provocaron daños en el territorio chileno, se destaca el devastador terremoto que se produjo el 21 de marzo de 1861 que asoló la ciudad de Mendoza y sus alrededores; el elevado número de muertos -más de ocho mil sobre una población de quince mil (aproximadamente el 53%)- fue el resultado de los derrumbes de las iglesias y de las casas de adobe y la consecuencia de haber tenido lugar durante la noche477. La hora del sismo es una variable importante, puesto que la mayoría de las personas estaban acostadas o durmiendo y no se dieron cuenta de lo que sucedía hasta que fue demasiado tarde; también se destruyó la ciudad de San Juan (Argentina) que se encuentra a más de 200 kilómetros al norte de Mendoza. El terremoto se sintió hacia el oeste en Santiago de Chile y en Valparaíso; además, esa noche el volcán Tupungatito entró en actividad eruptiva478.

473 FUENZALIDA, H., “El Cerro Azul y el volcán Quizapu (…)”, op, cit., pág. 45. 474 DOMEYKO, I., “Viaje a las cordilleras de Talca i de Chillán (1849)”, Anales de la Universidad de Chile, tomo VII (1861), págs. 2-29 y 47-61. 475 Ibidem, pág. 48. 476 RISOPATRÓN, L., “Las exploraciones del Sr. Mauricio Vögel …”, op. cit., págs. 376-377. 477 HARRINGTON, H., op. cit., pág, 220. MUSSET, A., op. cit., pág. 347. 478 Diario El Mercurio de Valparaíso (Chile), números 160, 161 y 162 del año 1861. 53

Según informes de la época, las casas de Mendoza se levantaron varios centímetros del suelo debido a las fuertes vibraciones, lo que explica la ruina en la que quedó la ciudad; ante este panorama la nueva villa se reconstruyó alejada de la antigua Mendoza479como medida de prevención o, tal vez, porque el 5 de febrero de 1862 se repitió un nuevo terremoto que causó nuevas víctimas humanas que terminó por destruir lo poco que quedó en pie480. A pesar del esfuerzo que efectuaron los habitantes de Mendoza para recuperarse de la situación traumática que les supuso la catástrofe natural y el traslado, el 25 de marzo de 1870 un nuevo terremoto provocó importantes daños en la antigua y nueva villa de Mendoza; en esta ocasión se reconstruyó en el mismo lugar481.

Como consecuencia de la circulación periódica de las noticias durante el siglo XIX y la formación de las repúblicas americanas, diversos países europeos ofrecieron ayudas económicas cuando algunas regiones americanas se vieron afectadas por desastres naturales que superaban la capacidad nacional para resolverlos con rapidez. Según los documentos diplomáticos que se han podido revisar, la manera habitual de colaboración de estas naciones era formando comités de suscripción que recogían diversos donativos (medicamentos, alimentos, materiales de construcción o dinero, principalmente), que con posterioridad se remitían a América por la vía del correspondiente ministerio de asuntos exteriores del país damnificado. En estos términos se produjo la actuación seguida después del desastroso terremoto que arruinó la ciudad de Mendoza (Argentina) en 1861; en esta ocasión todas las repúblicas americanas enviaron colaboraciones solidarias y también algunos países europeos como Francia482. De este modo, con cada experiencia se fueron mejorando los protocolos de ayuda humanitaria posibilitando que pudieran llegar con mayor prontitud a los afectados.

Del mismo modo, la erupción se hacía sentir nuevamente en la república de Chile en 1861. Cabe destacar que, a medida que se iba poblando el territorio y las actividades económicas se fortalecían, el impacto que tenían las frecuentes explosiones en la cordillera iban cobrando interés y se transformaban en una preocupación real para la sociedad criolla. Por tal motivo, cuando a principios de 1861 el complejo volcánico Nevados de Chillán (Chile) -uno de los mayores de la zona central del país- comenzó a dar indicios de actividad, se le mantuvo en

479 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas ...”, op. cit., colis 162, dossier 287. 480 Ibidem. 481 Ibidem. 482 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas ...”, op. cit., colis 162, dossier 287. 54 observación permanente; entre otras razones a causa de que los resplandores que se producían por efecto de las explosiones eran visibles durante las noches desde la ciudad de Chillán483. Es importante señalar que en 1860 la provincia de Ñuble -área donde se ubican los Nevados de Chillán- era la segunda más poblada de Chile después de la capital del país484. Con respecto a esta erupción localizada en los Nevados de Chillán, el investigador Amado Pissis atestiguó que durante los primeros meses de 1861 fue posible observar una "columnita de humo al pie del Nevado por la parte del noroeste del Cerro Blanco"485, mientras que en junio la actividad fumarólica intensa estuvo acompañada por la emisión de una gran cantidad de piroclastos. Durante estos meses la ceniza cubrió, con una delgada película, todos los árboles de los tupidos bosques nativos que llegaban hasta los bordes del río Ñuble.

El 2 de agosto de 1861 la actividad que se estaba desarrollando desde principios del año en el sector noroeste del Cerro Blanco486 se transformó en altamente explosiva y los pulsos de ceniza se repitieron rítmicamente cada cinco minutos487. Ese mismo día comenzó la emisión de una colada de lava tipo "aa" que salió lateralmente al volcán Nuevo y que avanzó hacia el valle de Santa Gertrudis, que se encontraba cubierto de hielo y nieve en la parte superior. A consecuencia del contacto entre el fuego y el hielo comenzó a formarse un extenso lago en la falda del cerro, cuyas aguas aumentaban de nivel todos los días488. La estructura que sostenía el lago no resistió la presión durante muchas semanas y en octubre se rompió el tranque formándose un lahar frío que bajó por el valle de Santa Gertrudis destruyendo a su paso la espesa selva que ocupaba su fondo, llegando incluso hasta la orilla del río Ñuble489. Según las investigaciones de Lucio Cuadra -coetáneas a la erupción-, el flujo de detritos descendió por el cauce del valle, dejándolo cubierto de troncos y rocas de gran tamaño, lo que para él representaba una clara evidencia de la magnitud de lo que había

483 La ciudad de Chillán, cuya primera fundación se remonta a 1580, era uno de los centros urbanos que desarrollaban mayores actividades económicas en la joven República de Chile; incluso durante el proceso de reorganización político-administrativa del país fue nombrada capital de la provincia de Ñuble en 1848. 484 Los datos del censo de población de Chile de 1885 le asignan a la provincia de Ñuble un total de 211.000 habitantes, siendo el total del país para ese año de 2.507.005 habitantes. Censos de Población INE. 485 PISSIS, A., Geografía Física de la República de Chile. París, Instituto Geográfico de Francia, 1875. 486 BRÜGGEN, J., Fundamentos de la geología de Chile. Santiago, Instituto Geográfico Militar, 1950, pág. 284. 487 CUADRA, L., Apuntes sobre la Jeografía Física i Política de Chile (1866). Santiago, Imprenta Nacional, 1868, pág. 79. 488 Vid. CUADRA, L., op. cit., pág. 79. BRÜGGEN, J., “Fundamentos de la geología de Chile”, op. cit., pág. 284. 489 BRÜGGEN, J., “Fundamentos de la geología de Chile”, op. cit., pág. 284. 55 ocurrido490. Sin duda, una vez más se demuestra que los lahares formados como procesos asociados a las erupciones volcánicas, tanto durante como después de ellas, resultan ser muy catastróficos; además, se evidencia el riesgo potencial al que se exponen los asentamientos humanos localizados en los cauces de los ríos y quebradas ligadas a la estructura de cualquier volcán.

Por su parte, al día siguiente de romperse el tranque se sintió un leve sismo en la ciudad de Chillán y momentos después se observó una densa columna de ceniza sobre el nuevo volcán; en esta ocasión la pluma se dispersó a una distancia de más de 12 kilómetros desde el centro de emisión. Según el investigador Lucio Cuadra, las aguas del río Ñuble estuvieron turbias durante varios días debido a la ceniza emitida por el volcán491. La erupción se mantuvo por espacio de diez a doce meses, después de los cuales permaneció en aparente calma hasta principios de noviembre de 1864492; esta actividad se produjo en el mismo lugar que en 1861 pero con una mayor intensidad. En este sentido, según informes de la época, las fuertes explosiones se escucharon incluso en Concepción, ubicada a 160 kilómetros al oeste del volcán493.

Del mismo modo, se sintieron ruidos subterráneos y sismos volcánicos en la zona. Por su parte, la pluma desviada por el viento dispersó ceniza en un radio de más de 300 kilómetros; es decir, desde las inmediaciones de Pelarco, en la provincia de Talca -al norte del volcán-, hasta el fuerte de Nacimiento sobre la ribera del Biobío -al sur-494. Los estruendos causados por las explosiones eran tan recios que las vidrieras de las casas de la ciudad de Chillán se movían; por este motivo, la población estaba alarmada creyendo próxima alguna gran ruina495. Finalmente, la

490 CUADRA, L., op. cit., pág. 80. 491 Ibidem, pág. 80. 492 Durante los meses de noviembre y diciembre de 1861 se registró el período de mayor actividad eruptiva. A pesar del intenso viento predominante del Suroeste la columna se elevó verticalmente a más de 500 metros y se formó una pluma de más de 50 km. Las aguas de los ríos Chillán y Renegado estuvieron turbias en varias oportunidades, especialmente los días en que el volcán emitía abundante ceniza. En febrero de 1862 continuaban las explosiones del tipo estrombolianas junto con la emisión de cortos surtidores de lava cercanos al centro de emisión (una fisura); estas coladas no llegaron hasta el fondo del valle de Santa Gertrudis. Vid. PHILIPPI, R., “Viaje a los baños y al nuevo volcán de Chillán”, Anales de la Universidad de Chile, tomo XX (1862), págs. 279-306. CUADRA, L., op. cit., pág. 80. ANRIQUE, N., y SILVA, E., Ensayo de una bibliografía histórica i jeográfica de Chile. Santiago, Imprenta, Litografía i Encuadernación Barcelona, 1902, pág. 266. BRÜGGEN, J., Contribución a la geología de los volcanes y termas de Chillán. Santiago, Imprenta Universitaria, 1948. 493 BRÜGGEN, J., “Fundamentos de la geología de Chile”, op. cit., pág. 284. 494 CUADRA, L., op. cit., pág. 80. 495 Ibidem, pág. 80. 56 erupción concluyó el 15 de enero de 1865496 sin haber provocado daños a la población. Es significativo comprobar que, a diferencia de siglos anteriores, en los informes de investigadores y en las fuentes documentales no se reseñaron las respuestas colectivas que propiciaron este largo ciclo eruptivo -especialmente las relacionadas con las manifestaciones religiosas- ; sin embargo, este vacío de información no debe entenderse como ausencia de este tipo de conductas, sino como una muestra de que estos comportamientos solían ser ignorados por los medios de comunicación laicos por considerarse que estaban alejados del razonamiento científico.

En este mismo país, justamente cuando comenzó la última fase de la actividad explosiva en los Nevados de Chillán, se inició en la Cordillera del Sur una erupción en el volcán de Riñihue -según la información proporcionada por Francisco Vidal Gormáz- durante los primeros días de noviembre de 1864. Realizando un análisis de la toponimia y de la cartografía histórica he llegado a la conclusión de que este dato hace referencia a una erupción del volcán Mocho que es el cráter activo del complejo Mocho-Choshuenco. La citada información la obtuvo Francisco Vidal en 1869 gracias al testimonio del sacerdote misionero de Quinchilca y a conversaciones que mantuvo con otros lugareños de la cordillera. Según se desprende de estos testimonios, fue una actividad de tipo explosiva que podría haber generado un flujo de piroclastos que es posible que corresponda a los depósitos superficiales que se encuentran en el actual sector de Pilmaiquén. La descripción que se extracta a continuación es resultado de las averiguaciones que realizó ante el clérigo misionero y los indígenas de lugar:

" (…) a las oraciones de uno de los primeros días del mes de noviembre de 1864, se dejó sentir un fuerte ruido subterráneo en Quinchilca, seguido de un recio sacudón de tierra. En este mismo momento, según algunos indios de Panguipulli, el volcán de Riñihue hizo una erupción y permaneció en actividad por muchos días. Las aguas de los lagos se elevaron sobre el nivel ordinario, produciendo en el Lago Riñihue una crece considerable; circunstancia que impidió a algunos indios que se hallaban en el balseo de Panguipulli el que pudiesen continuar su viaje hacia la misión de Quinchilca, hasta muchos días después. Estos mismos indios, testigos oculares del fenómeno, dieron cuenta al misionero de lo ocurrido en el lago y volcán de Riñihue, asegurando que el fuego del volcán iluminaba fúnebremente las aguas del lago, i que por las quebradas de aquel corrían arroyos de fuego”497.

496 Ibidem, op. cit., pág. 81. ANRIQUE, N. y SILVA, E., op. cit., pág. 266. 497 VIDAL GORMAZ, F., “Esploración del río Calle-Calle, provincia de Valdivia”, Anales de la Universidad de Chile, tomo XXXII (1869), pág. 34-35. 57

A pesar de que no existió constancia de erupciones explosivas en el volcán Mocho-Choshuenco hasta 1864, Francisco Vidal Gormáz averiguó también que con anterioridad a esa fecha los indios lo veneraban con supersticioso respeto, lo que podría haber estado determinado por experiencias obtenidas en antiguas erupciones; de ahí que creyeran que los que se acercaban al volcán o ascendían por su falda morían de alguna manera extraña o, en su caso, sufrían alguna desgracia498.

Al parecer esta erupción debió haber sido realmente importante, si atendemos a los relatos orales que actualmente se difunden de este volcán; al respecto, hace sólo veinte años, don Isidro Quintumán Catrilaf -anciano del lugar- rememoraba que en tiempos pasados la región vivió una trágica experiencia al hacer erupción el Choshuenco, pues -según él- acabó con toda la población de los alrededores; además, según la tradición oral de este suceso, sólo se salvó un robusto mocetón mapuche que huyó en canoa hacia Panguipulli, aunque en su huida del río Enco hacia el lago volcó su embarcación y murió quemado por las aguas “que hervían” como resultado de la erupción499.

A pesar del cambio científico y tecnológico que se experimentó en América durante el siglo XIX, la recuperación material de las catástrofes naturales siguió demorándose demasiado tiempo; así se desprende, por ejemplo, del desastroso terremoto que dejó en ruinas a la ciudad de Arequipa en 1868, donde -según las fuentes de la época- se tardaron varios años solamente en recoger los escombros de los edificios arruinados, además de las considerables sumas de dinero500 que el Gobierno tuvo que desviar de otras partidas presupuestarias con el fin de reedificarla. Este fatídico terremoto estuvo acompañado de un tsunami que asoló la costa del norte de Chile, especialmente el puerto de Arica.

Por otra parte, durante el siglo XIX el volcán Llaima (Chile), ubicado en la región de la Araucanía, tuvo al menos 16 erupciones estrombolianas, destacándose por su explosividad el ciclo que se inició a fines de 1874501. El volcán estuvo activo durante meses por el cráter principal (Norte) hasta que entre diciembre de 1875 y enero de 1876 se produjo la etapa paroxismal caracterizada por la formación de una columna de gases y ceniza, la emisión de flujos de lava y la generación de lahares;

498 Ibidem, pág. 35. 499 BERNALES, M., Toponimia de Valdivia. Temuco, Ediciones Universidad de La Frontera, 1990, pág. 92. 500 Diario El Tiempo de México, 1 de diciembre de 1892. MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 162, dossier 286. 501 Hay que recordar que el volcán Llaima (Chile) ha tenido históricamente dos cráteres activos; el principal (norte) y el Pichi Llaima (sur). 58 además, se originaron derrumbes del cono hacia el Norte. La dispersión de la pluma de ceniza afectó a un área de más de 138 kilómetros a la redonda. La singularidad de esta erupción fue que al parecer se produjo una modificación sustancial del edificio volcánico del Llaima, puesto que según los testimonios recogidos, perdió su antigua forma de chañel -que significa “puntiagudo” en araucano- y adquirió una hendidura en su cima, llamándose desde esa época Llaima o Yaima502.

La información relativa a esta erupción se extrajo de informes realizados por algunos militares que participaron en las campañas de ocupación de la región de la Araucanía con el fin de anexarla definitivamente a la República de Chile -situación que no se concretó hasta 1883- y de relatos de exploradores extranjeros que no renunciaron a recorrer estas tierras, a pesar de los problemas de bandolerismo e inseguridad. Por su parte, el hecho de que la Araucanía fuese un área que no entró en la jurisdicción del territorio nacional hasta 1883 motivó que no contase con núcleos urbanos o grupos de población de importancia; solamente se encontraban instaladas en este territorio las distintas comunidades mapuches, herederos de los indios araucanos. A consecuencia de estos niveles de despoblación, se entiende que a pesar de la alta frecuencia de erupciones del volcán Llaima -entre otros- haya existido un bajo riesgo volcánico para las personas y las actividades económicas. Sin embargo, esta situación cambió a fines del siglo XIX y principios del siglo XX a causa del crecimiento demográfico de las villas, pueblos y ciudades que se localizaron en las cercanías de los volcanes con erupciones históricas y de los aserraderos que surgieron en la Cordillera con objeto de talar los bosques nativos para la exportación de madera.

Por su parte, en 1887, se inició una erupción en la zona cordillerana de Chile identificada como Alto Biobío. El centro de emisión se localizó en el volcán Lonquimay (Chile) -al este de la ciudad de Concepción-; la actividad se inició el 2 de junio y se intensificó el 24 de ese mes formándose una densa columna de gases y ceniza que, desviada por el viento, formó una pluma de varios kilómetros en dirección Suroeste503. En la prensa local y nacional del 24 de junio se daba cuenta de la erupción y se señalaba que a una distancia superior a 50 kilómetros del centro de emisión (Villarrica) se veía la columna eruptiva504.

502 FONCK, F., Estudio sobre la división de las aguas de la Cordillera del Sur (inédito). SUBERCASEAUX, F., Memorias de la Campaña de la Villa-Rica (1882-1883). Santiago, Imprenta de la Librería Americana, 1883, pág. 64. MARTIN, C., op. cit., pág. 247. 503 MARTIN, C., op. cit., pág. 247. 504 Puede verse en las ediciones del 24 de junio de 1887 de El Mercurio de Valparaíso y de El Arauco de Arauco. 59

Hacia fines de junio de 1887 terminaron las explosiones en el volcán Lonquimay; sin embargo, se reactivó en diciembre de 1889 con una pequeña explosión que generó una columna de ceniza sobre el cráter central. Esta actividad estuvo acompañada por fuertes ruidos subterráneos y sismos perceptibles (IEV: 3)505. El 22 de diciembre la columna eruptiva alcanzó su mayor altura, aunque en los días siguientes fue bajando su explosividad hasta finalizar en enero de 1890506. Esta erupción no provocó importantes daños debido a la escasa población que había entonces en su radio de acción.

Por su parte, en febrero de 1893 el volcán Calbuco inició el período más largo y explosivo de su cronología histórica (IEV: 4)507. La erupción fue del tipo pliniana y duró casi dos años provocando serios trastornos a los habitantes de la zona508. Los primeros indicios de la actividad fueron observados en febrero de 1893 por los lugareños al comprobar que del cráter principal del Calbuco salía una abundante cantidad de gases y ceniza y dos enormes columnas de vapor de agua que emergían de algunas grietas en el sector oriental -junto al cráter-509; esta actividad se produjo como consecuencia de la reactivación de un cono-domo (andesítico) dentro de éste510. El 13 de febrero -según los datos aportados por el investigador Hans Steffen- las aguas del río Hueñuhueñu eran absolutamente

505 SIMKIN, T. y SIEBERT, L., op. cit., pág. 147. 506 El Mercurio de Valparaíso, 18 y 30 de diciembre de 1889, La Voz de Traiguén, 22 de diciembre de 1889 y El Correo del Sur de Concepción de 1889. 507 PETIT-BREUILH, Mª E., “Calbuco volcano: a piroclastic flows generator within the XIX and XX centuries, Southern Andes (41.4ºS), Chile”, Volcanic Activity and the Environment. Abstracts (1997), pág. 15. PETIT-BREUILH, Mª E., y MORENO, H. “La erupción de 1893- 1895 del volcán Calbuco (41,3º) y sus efectos ambientales”, Actas VIII Congreso Geológico Chileno, vol. 1 (1997), págs. 780-784. MORENO, H. y PETIT-BREUILH, Mª E., “El ciclo eruptivo de 1893-95 del volcán Calbuco (41.4º S), Chile: Efectos regionales y lecciones de un episodio volcánico explosivo prolongado”. Actas Sistemas modernos de preparación y respuesta ante riesgos sísmicos, volcánicos y tsunami (1998), págs. 157-164. PETIT- BREUILH, Mª E., Cronología eruptiva histórica de los volcanes Osorno y Calbuco (41° - 41º30’ S ) X Región, Chile. Boletín núm. 53. Santiago, Servicio Nacional de Geología y Minería, 1999, págs. 22-24. 508 Es importante recordar que la colonización del lago Llanquihue y sus alrededores tuvo lugar principalmente entre 1852 y 1880; la asignación de tierras a orillas del lago determinó una colonización de tipo familiar en la que el progreso dependía en gran medida del trabajo y diligencia del colono y sus parientes; según la información epistolar de Julius Held, la colonia del lago Llanquihue, Puerto Varas y Puerto Montt contaba en 1880 con alrededor de 600 familias. HELD, E., Familia Held. Antecedentes históricos. Santiago, Impreso por Claus von Plate, 1993, pág. 109. 509 PÖHLMANN, R., “Estudio microscópico de algunas cenizas volcánicas del Calbuco, provenientes de las erupciones de 1893”, Anales de la Universidad de Chile, tomo LXXXV (1893), pág. 204. NOGUÉS, A., “El volcanismo chileno”, Anales de la Universidad de Chile, tomo LXXXVIII (1894), pág. 199. Dr. J. ST., “Novedades del volcán Calbuco”, Anales de la Universidad de Chile (1894), pág. 442. 510 Dr. J. ST., op.cit.,, pág. 442-443. 60 inservibles para el consumo humano “a causa del mucho barro que llevaban”511 como producto de la actividad en el volcán512. El 19 de febrero Osvaldo Heinrich -profesor alemán avecindado en la ciudad de Osorno- ascendió al cráter del Calbuco junto a otros compañeros; en esta expedición pudieron ver personalmente las explosiones y los depósitos que había dejado una reciente corriente de barro que se había dirigido hacia el río Hueñuhueñu, avalando los comentarios de Hans Steffen sobre la deficiente calidad de sus aguas513. Estos datos también fueron corroborados por un colono alemán del sector de Llanquihue, quien escribió en una carta a un amigo de Sajonia en la que mencionaba la actividad que había tenido el Calbuco durante el mes de febrero: “Hasta ahora (domingo 26 de febrero de 1893) no hemos visto llamas, sólo humo y vapor. En realidad no es un volcán activo que eche fuego, sino más bien vomita lodo o ceniza”514.

Este testimonio señala claramente que la erupción se caracterizó desde el principio por las explosiones con emisión de ceniza (pómez) y la generación de flujos de lodo (lahares); además, no se apreciaron surtidores de lava como los que había tenido el volcán Osorno durante la actividad de 1835. Hasta mediados de abril la actividad del Calbuco se caracterizó por la emisión de ceniza junto a grandes columnas de vapor de agua515; no obstante, el 17 de este mes se produjo el primer lahar voluminoso que bajó por el lado noreste del volcán (río Caliente) aumentando el caudal del río Hueñuhueñu y ensanchándolo hasta un kilómetro516. Dos días después se formó una columna eruptiva de vapor de agua y ceniza que el viento desplazó hacia Ralún (sureste); ese mismo día se generaron nuevos lahares que descendieron por el río Blanco Norte de forma que terminaron uniéndolo con el río Hueñuhueñu -a pocos metros del río Petrohué-517. Ambos ríos permanecieron con un caudal insignificante en comparación con el que tenían antes de la erupción como consecuencia de la alta sedimentación generada por los materiales depositados por los lahares518. Después de esta erupción los vaqueanos que tenían ganados en los potreros situados en el sector norte del Calbuco se retiraron a otros lugares más seguros519. Por último, el 28 de abril a las seis de la tarde -según los datos

511 STEFFEN, H., Viajes de esploración i estudio en la Patagonia Occidental 1882-1902, tomo 2. Santiago, Imprenta Cervantes, 1909. 512 STEFFEN, H., Patagonia occidental. Las cordilleras Patagónicas y sus regiones circundantes, vol. 1. Santiago, Ediciones de la Universidad de Chile, 1944, pág. 76. 513 Dr. J. ST., op.cit.,, pág. 440. 514 Carta de Julius Held a Julius Aurich, 24 de febrero de 1894, en HELD, E., op. cit., pág. 178. 515 PÖHLMANN, R., op. cit., pág. 205. MARTIN, C., “La erupción del volcán Calbuco”, Anales de la Universidad de Chile, tomo XCI (1895), pág. 167. 516 PÖHLMANN, R., op. cit., pág. 205. 517 KINZEL, E. y HORN, B., op. cit., pág. 374. 518 MARTIN, C., op. cit., pág. 169. 519 Vid. HELD, E., op. cit., pág. 178. MARTIN, C., ibidem, pág. 170. 61 aportados por Carl Martin- los colonos de la Ensenada del Volcán sintieron "sacudimientos de tierra" (sismos) y escucharon un fuerte ruido subterráneo520.

Los tres meses siguientes fueron muy lluviosos, por lo que no se tuvo visibilidad del Calbuco, aunque se escuchaban a la distancia el ruido de las explosiones521. En agosto de 1893 la erupción se mantenía constante y nuevamente se identificó la caída de piroclastos hacia el sureste, ya que se precipitaron lapillis incluso en Ralún522. Durante los primeros días de septiembre se observó en el Calbuco una intensa actividad fumarólica acompañada por esporádicas emisiones de cenizas; sin embargo, el 4 de septiembre una fuerte explosión generó una elevada columna eruptiva cuya pluma se desplazó hacia el lago Chapo (Sureste) y fue seguida durante la mañana siguiente de una explosión mayor que las anteriores, que elevó la columna de ceniza a más de 10.000 metros de altura y alcanzó unos 1.000 metros de diámetro523 (IEV: 3). Atendiendo a las descripciones registradas por colonos de la zona primero se observó sobre el cráter una enorme columna negra seguida por una nube blanca salpicada de negro, para después extenderse sobre todo el horizonte oriental (sector del río Hueñuhueñu-Blanco) una especie de pared de ceniza cuya parte superior era negra y la inferior rojiza524.

Un mes después, durante la mañana del 5 de octubre, la erupción manifestó la primera de sus etapas paroxismales (IEV: 4); todo comenzó con un fuerte ruido subterráneo que duró cerca de media hora seguido por otro ruido más agudo en el aire “parecido al silbido de un temporal muy fuerte"525. Inmediatamente se formó una columna eruptiva que precipitó piroclastos (lapilli grueso) y bombas incandescentes hacia el sector Noreste del volcán526; según los informes de Carl Martin publicados en 1895, se identificaron a 8 kilómetros del cráter bombas volcánicas de hasta 30 centímetros de diámetro y de más de 3 centímetros a 12 kilómetros del volcán hacia el sector de Ralún. Mientras se producían las explosiones, “una gran llama salió del cráter y alumbró todo con una claridad de una noche bien estrellada”527. Posteriormente se originó una descarga de barro

520 MARTIN, C., ibidem., pág. 170. 521 Vid. PÖHLMANN, R., op. cit., pág. 206. MARTIN, C., op. cit., pág. 170. 522 MARTIN, C., op. cit., pág. 170. 523 PÖHLMANN, R., op. cit., pág. 206. 524 Vid. Voz de Osorno, 27 de septiembre de 1893. MARTIN, C., op. cit., pág. 170. 525 MARTIN, C., op. cit., pág. 171. 526 KINZEL, E. y HORN, B., Puerto Varas. 130 años de historia. Puerto Varas, Imprenta y Librería Horn, 1983, pág. 370. 527 MARTIN, C.,. op. cit., pág. 171. 62 frío y fétido (olor a pólvora) hacia el Noreste, que afectó la respiración de los pobladores; así lo describía Carl Martin:

"Primero fue como lluvia y luego cayó a torrentes. El barro cubrió los techos, los cercos, las plantas y se pegó a las ventanas y a todos los objetos, tapándolos con una costra gruesa "528.

El proceso completo duró hasta las once de la mañana, hora en que cesaron los ruidos en el volcán; como consecuencia de la abundante emisión de piroclastos el aire quedó saturado generando oscuridad. Al mismo tiempo el bosque nativo colindante al Calbuco humeaba en diversos lugares tras haber sido aplastado por gruesas masas de cenizas calientes529. La gran explosión del 5 de octubre provocó la huida masiva de los colonos extranjeros que se habían instalado en las cercanías del volcán y motivó una reclamación inmediata de nuevas tierras debido a que las asignadas habían resultado ser demasiado peligrosas por su cercanía al Calbuco; de esta situación queda constancia en los oficios que intercambiaron el intendente de Puerto Montt y el Ministro de Colonización el 14 y el 20 de octubre de 1893. A este respecto se expresaba el citado intendente:

“(…) los habitantes cercanos al volcán han abandonado sus hijuelas, escapando con riesgo de sus vidas y han perdido sus siembras y animales. Lo que han logrado salvar éstos, lo transportan al departamento de Osorno o a otras partes”530.

A lo que respondía el Ministro de Colonización:

“(…) como las disposiciones vigentes sobre colonización ofrecen algunas dudas, debido a su vaguedad y a las contradicciones que en ellas se notan, este departamento sólo puede, en vista de las circunstancias extraordinarias que motivaron la solicitud de los aludidos colonos, autorizar a U.S. para que les haga concesiones provisorias en otros terrenos pertenecientes al Estado”531.

Estos documentos son sólo una muestra de los inconvenientes que tuvieron que padecer los colonos de la zona a causa de la erupción del Calbuco y, por otra parte, dejan entrever la cantidad de reclamaciones que tuvo que resolver el Gobierno de Chile para redistribuir territorialmente a las familias extranjeras.

528 Ibidem., pág. 172. 529 Ibidem., pág. 172. GONZÁLEZ, F., “Esploraciones hidrográficas de la Cañonera Pilcomayo en la costa sur de la República i Chiloé en 1893-94”, Anuario Hidrográfico de la Marina de Chile, año 21 (1898), pág. 69. KINZEL, E. y HORN, B., op. cit., pág. 372. 530 Oficio nº 465 enviado por el Intendente de Puerto Montt al Ministro de Colonización, fechado el 14 de octubre de 1893. 531 Oficio nº 3.375 enviado por el Ministro de Colonización al Intendente de Puerto Montt, fechado el 20 de octubre de 1893. 63

Mientras se tramitaban los alegatos de los colonos extranjeros, el Calbuco continuaba con su actividad y el 22 de octubre la columna eruptiva alcanzaba entre 8.500 y 9.500 metros de altura sobre el cráter532 (IEV: 3). Debido a que las explosiones se hacían cada vez mayores el 25 de ese mes fueron evacuados los colonos que aún quedaban en el sector del Cerro Pichi-Juan (Ensenada); gracias a esta acción se evitaron pérdidas humanas, ya que una hora más tarde se produjo un lahar que descendió por el río Poza destruyendo todas las construcciones que se encontraban cerca de su lecho533. El mencionado depósito estaba constituido por bloques de roca, troncos y arena. Al día siguiente la comisión de reconocimiento de los daños causados por la erupción encontró en la falda del Calbuco algunos troncos ardiendo que aumentaban en cantidad al aproximarse al volcán y otros menos quemados que producían un espeso humo que les dificultaba la respiración. Las temperaturas medidas en el suelo fueron de 60ºC a 10 centímetros de profundidad y de 75ºC a 15 centímetros534; durante esta expedición recorrieron a caballo el sector del río Hueñuhueñu y verificaron que todas las casas ubicadas a ambos lados del cauce también habían quedado destruidas. El aspecto del depósito que observaron los miembros de la comisión en el valle del Hueñuhueñu estaba constituido por “palizadas” de enormes troncos, en parte cubiertas y en partes sostenidas por rocas que pesarían toneladas535.

Después de esta fase eruptiva, el geólogo Oscar Fischer realizó una excursión al lago Chapo para comprobar la veracidad de las afirmaciones que le proporcionaron varios colonos de aquella región referente a que en el río Coyhuin -desagüe de este lago- había una gran cantidad de peces muertos y que su temperatura se había elevado notablemente536. Este fenómeno se produce habitualmente durante las erupciones volcánicas, especialmente cuando éstas son explosivas; la mayoría de las veces los peces mueren a consecuencia de la ceniza que cae en los ríos o esteros cercanos al volcán, porque la composición del agua se altera químicamente o cambia su acidez (pH).

En noviembre continuaron las explosiones, principalmente los días 10 y 11537. El 29 de noviembre alrededor de las siete de la mañana, junto a sismos perceptibles por la población aledaña y ruidos subterráneos, tuvo

532 FISCHER, O., “Erupción del volcán Calbuco”, Anales de la Universidad de Chile, tomo LXXXV (1893), pág. 198. KINZEL, E. y HORN, B., op. cit., pág. 375. 533 FISCHER, O., op. cit., pág. 200-201. 534 Ibidem., pág. 203. KINZEL, E. y HORN, B., op. cit., pág. 372. 535 Ibidem., pág. 202 536 Dr. J. ST., op.cit.,, pág. 438-439. 537 MARTIN, C., op. cit., pág. 173. 64 lugar la última gran explosión de esta erupción que dejó a oscuras toda la zona538 (IEV: 4). Con esta actividad volcánica la ceniza emitida por el Calbuco terminó por cubrir la exuberante vegetación en un radio de más de 90 kilómetros; por este motivo, se vieron principalmente afectados los animales, que no pudieron alimentarse durante varios días debido a que los pastos estaban cubiertos por una capa de fina pómez539. En Puerto Montt la caída de ceniza perturbó la tranquilidad de los vecinos, quienes tuvieron que protegerse de la ella; ese día durante la tarde se midió en esta localidad un espesor medio de 5 milímetros540; a este respecto, un periódico de Puerto Montt publicó algunos de los efectos que tuvieron que padecer sus habitantes:

“Todo el mundo usaba paraguas para evitar las arenas y cenizas, y las gentes se cubrían el rostro con velos y gasas dobladas en cuatro haces para no cegar y aspirar el polvo. La mayor parte de los transeúntes traficaban con faroles (…), cuando se despejó parecía que hubiese nevado”541.

Hay que recordar que la pómez fina corresponde a verdaderas partículas de vidrio542, lo que motivaría que los residentes en Puerto Montt se protegieran las vías respiratorias. Durante los meses siguientes la actividad volcánica disminuyó hasta alcanzar el nivel más bajo después del 28 de mayo de 1894543, en que continuaron algunas emisiones esporádicas de pequeñas columnas de vapor de agua y/o ceniza que se prolongaron hasta fines de 1895544.

Después de esta erupción cambió la forma del volcán Calbuco, lo que fue comprobado en terreno por Santiago Yunginger, quien lo ascendió el 5 de febrero de 1895545. En su cumbre se reconoció el aumento en altura del domo que pasó de 150 hasta 200 metros; además, los lahares al encauzarse por las quebradas del volcán modificaron la topografía saturando los valles546. Del mismo modo se midieron espesores de medio metro de ceniza cerca del cráter, que disminuían al alejarse del centro de

538 KINZEL, E. y HORN, B., op. cit., pág. 378 539 HELD, E., op. cit., pág. 179. 540 Vid. HELD, E., op. cit., pág. 179. GONZÁLEZ, F., op. cit., pág. 71. 541 GONZÁLEZ, F., op. cit., pág. 70. 542 El resultado del análisis, practicado en el Instituto Pedagógico, de la ceniza recogida en Puerto Montt es el siguiente: sílice (59,77%), ácido férrico y óxido de aluminio (29,54%), cal (4,97%), magnesia (1,28%), potasa (1,25%), sosa (2.48%), agua (0,14%), pérdida por el fuego (0,57%), en GONZÁLEZ, F., op. cit., pág. 71. 543 MARTIN, C., op. cit., pág. 176. 544 HELD, E., op. cit., pág. 190. 545 MARTIN, C., op. cit., pág. 187. 546 Vid. KINZEL, E. y HORN, B., op. cit., pág. 374. MARTIN, C., op. cit., pág. 189. 65 emisión. Con el paso de los meses los ríos embancados rompieron los depósitos laháricos cambiando sus antiguos cursos547.

Con respecto a los comportamientos colectivos que adoptaron los habitantes de la zona, y en particular los de carácter religioso, no se encontraron datos que indiquen conductas en este sentido; al menos en lo que se refiere a la abundante documentación consultada para esta erupción. En todo caso se debe recordar que los colonos que estaban instalados en las cercanías del volcán Calbuco eran en su mayoría alemanes y luteranos y, por tanto, era lógico que no tuvieran comportamientos similares a los que llevaron a efecto los católicos de los siglos precedentes. Atendiendo a las cartas particulares y a los documentos generados por el gobierno chileno, es evidente que los colonos afectados durante la actividad volcánica estuvieron más preocupados de que se les asignaran tierras seguras y de poner a resguardo sus vidas y sus ganados antes de hacer rituales especiales para que se les solucionara el problema.

Es evidente que los habitantes del siglo XIX en Chile fueron experimentando un paulatino proceso de cambio hacia una sociedad más laica. En este sentido, cabría la posibilidad de que parte de los comportamientos colectivos tradicionales que se daban ante los desastres naturales se hubiesen mantenido durante esta centuria; no obstante, la documentación manejada del siglo XIX recoge sólo parcialmente la información sobre las conductas y actitudes religiosas. Este es un indicio más de que la sociedad chilena -y americana en su conjunto- estaba experimentando un proceso de transformación que se percibía en el progresivo cambio de los valores espirituales colectivos, que comenzaban a estar más ligados a la razón, la tolerancia, la libertad de pensamiento y el conocimiento científico.

Sin duda, la apertura a personas procedentes de países protestantes como Inglaterra y Alemania, marcó profundamente el estilo de vida de las regiones en las que éstos se instalaron. Su influencia fue determinante en regiones que hasta entonces habían estado poco pobladas como fue el caso del sur de Chile, donde el gobierno de la nación entregó a los colonos un territorio prácticamente inhabitado.

Tras lo visto, parece evidente que la información obtenida para el estudio de los efectos de los desastres naturales en Chile durante el siglo XIX procede mayoritariamente de viajeros e investigadores extranjeros. En efecto así fue porque la mayoría de los gobiernos contrataron los servicios

547 MARTIN, C., op. cit., pág. 190. 66 de afamados científicos europeos que desarrollaron diferentes estudios y expediciones.

Por otro lado, es obvio que durante el siglo XIX surgieron nuevas zonas de riesgo volcánico debido al poblamiento que se llevó a efecto en extensas áreas cercanas a la Cordillera de los Andes. Este hecho fue especialmente evidente en el sur de Chile, puesto que no tuvo una estructura urbana hasta fines de la citada centuria. Hay que considerar que desde la época colonial el Sur de los Andes era un área de alta peligrosidad volcánica; sin embargo, al estar escasamente poblada no habían sucedido desastres catastróficos de relevancia. Sin duda, hacia fines del siglo XIX la explotación de recursos minerales y forestales motivó la formación de numerosos enclaves en zonas vulnerables a la actividad volcánica; esta situación se hizo más evidente durante el transcurso del siglo XX. 67

7. Comentarios generales.

Con todo, si el siglo XIX puede marcar alguna diferencia o aporte en el caso de la rápida superación de los efectos de los desastres naturales, se debe a la mayor responsabilidad de las autoridades y al compromiso de los científicos en su labor de investigación de los mecanismos generadores. Al menos durante la segunda mitad de esta centuria se comenzaron a realizar cronologías de terremotos y erupciones volcánicas en Francia, Italia y España con objeto de buscar patrones comunes e intentar averiguar el comportamiento de la Tierra. Paralelamente a esta tarea, a fines del siglo XIX se desarrollaron y perfeccionaron también una serie de instrumentos que intentaban medir algunos parámetros con el fin de entender el complejo mundo del interior del planeta y la circulación atmosférica. En todo caso, estos son sólo los primeros pasos científicos cuyos resultados se fueron completando y mejorando durante el transcurso del siglo XX al amparo de diferentes observatorios o centros universitarios.

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PROYECTO DE INVESTIGACIÓN SERVICIO NACIONAL DE GEOLOGÍA Y MINERÍA

LOS DESASTRES NATURALES EN CHILE DURANTE EL SIGLO XX

1. Introducción

El siglo XX abrió una nueva etapa en la forma de afrontar los efectos de los desastres naturales. Este cambio se produjo como consecuencia del avance en el conocimiento sobre el origen de los procesos naturales, que ya se venía experimentando desde el siglo anterior; a este respecto, una de las consecuencias más evidentes fue la adopción de una serie de medidas de seguridad ciudadana para casos de catástrofes, siendo una de las más características, las normativas antisísmicas y la utilización de materiales más resistentes.

Por otra parte, la ocupación paulatina y constante de terrenos cordilleranos y costeros desde la primera mitad del siglo, abrieron un nuevo capítulo en la serie de desastres naturales que ya se venían padeciendo en las áreas pobladas de la zona central. Sin embargo, sólo hacia finales del período los políticos y la población comenzaron a tomar conciencia sobre la necesidad de prevenir los efectos negativos de las catástrofes, especialmente motivados por sucesos como la erupción del (Colombia) en 1985 y el terremoto de México del mismo año; ambos, con un saldo de miles de muertos y cuantiosas pérdidas económicas.

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2. Cantidad de habitantes durante el siglo XX (los censos).

Durante el siglo XX se realizaron nueve censos de población.

Fecha del censo Población total Tasa de crecimiento anual 28 de noviembre de 1907 3.231.022 1,5 % 15 de diciembre de 1920 3.730.235 1,1 % 27 de noviembre de 1930 4.287.445 1,4 % 28 de noviembre de 1940 5.023.539 1,6 % 24 de abril de 1952 5.932.995 2,0 % 29 de noviembre de 1960 7.341.115 2,5 % 22 de abril de 1970 8.884.768 2,3 % 21 de abril de 1982 11.275.440 2,4 % (Rec. Preliminar) 1992

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3. Ciencia, tecnología y medio ambiente: filosofía de la ocupación del territorio durante el siglo XX.

A pesar de la continua ocupación del territorio que se desarrolló desde la segunda mitad del siglo XIX, a mediados del siglo XX, aún quedaban vastas regiones, especialmente las andinas, sin una población permanente. Con anterioridad, debido a las actividades económicas generadas por el modelo económico exportador que había caracterizado al país desde el siglo XVII se había privilegiado el desarrollo de las ciudades costeras y sus puertos, así como las tierras de la depresión intermedia que ofrecían terrenos llanos para desarrollar la agricultura extensiva, en particular de trigo. Por su parte, el auge de las actividades forestales que surgió a principios del siglo XX motivó que se despejaran amplias áreas volcánicas correspondientes al bosque nativo, lo que facilitó la posterior instalación de nuevas colonias en las faldas de los volcanes Villarrica, Quetrupillán, Lanín, Choshuenco, Puyehue-Cordón Caulle y Complejo Carrán los Venados, entre otros.

En este sentido, la explotación a la que fueron sometidos los bosques cordilleranos desde principios de este siglo fue tan agresiva en algunos sectores que comenzaron a aparecer voces que reclamaban que no se talara la masa arbórea en las proporciones que se venía haciendo. En este período surgieron las primeras iniciativas de creación de parques nacionales, incluyendo la mayoría de ellos los volcanes activos y su entorno natural. Esta medida de protección del medio ambiente evitó el posterior desarrollo de centros urbanos permanentes en zonas de riesgo volcánico, a pesar de no haber sido pensada con esta finalidad; no obstante, consiguió alejar a la población de posibles erupciones resolviendo un posible problema de futuro que actualmente es una incuestionable realidad en otros países hispanoamericanos.

El mencionado riesgo volcánico no ha generado preocupación en la sociedad y en los poderes políticos chilenos hasta el siglo XX, puesto que en esta centuria es cuando se han ocupado estas regiones como consecuencia del desarrollo turístico. A este respecto, a partir de la década de los cincuenta, la necesidad de esparcimiento y descanso de una clase media en crecimiento y con recursos económicos motivó que se llevaran a efecto inversiones en infraestructuras en zonas volcánicas; por ello, se crearon centros invernales para la práctica de esquí y montañismo y centros termales asociados a volcanes activos (Chillán, Copahue, Tolguaca, Puyehue, Aguas Calientes y las termas de Palguín en el volcán Villarrica, entre otras). En el marco de esta “fiebre” turística se organizaron también clubes de pesca en los alrededores de los volcanes y se amplió la oferta de 71 sol y playa en los lagos situados junto a ellos: Villarrica y Calafquen - inmediatos al volcán Villarrica-, Panguipulli y Riñihue -cercano al volcán Choshuenco-, Ranco -en las inmediaciones del complejo volcánico Puyehue-Cordón Caulle-, Llanquihue y Todos los Santos - próximos a los volcanes Osorno y Calbuco-, solamente por citar algunos ejemplos.

Por otra parte, durante la segunda mitad del siglo XX los movimientos migratorios internos en Chile se han producido, de preferencia, desde las zonas rurales a las urbanas, en particular hacia las grandes ciudades; en este contexto, la ciudad de Santiago ha sido la que más ha atraído a los migrantes. Esta situación ha sido especialmente preocupante en casos de inundaciones, terremotos y remociones en masa, porque esta población se ha instalado con pocas o mínimas condiciones de seguridad ante este tipo de procesos naturales, aumentando el riesgo y la probabilidad de generación de catástrofes con pérdidas de vidas humanas y materiales.

Este recorrido por la historia de la ocupación del territorio chileno deja claro que la escasa presión demográfica existente en el país desde el propio período colonial propició que las zonas volcánicas no fuesen habitadas intensamente -a diferencia de lo que sucedía en otras regiones hispanoamericanas-, lo que ha determinado que la actividad eruptiva no haya provocado demasiadas catástrofes, sobre todo si se tiene en cuenta que durante siglos la región de los Andes del Sur estuvo sometida a continuos enfrentamientos bélicos -reseñados en las páginas precedentes- que, como es lógico, dificultaban su poblamiento. No obstante, la ocupación urbana reciente de esta área geográfica plantea algunos interrogantes sobre la planificación territorial y el riesgo volcánico, puesto que en el caso de que en un futuro se repitan algunas de las grandes erupciones sucedidas en el pasado los daños podrían alcanzar proporciones catastróficas.

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4. Traslados de ciudades debidos a catástrofes naturales durante el siglo XX.

Dentro del conjunto de desastres naturales que padeció Chile durante la segunda mitad del siglo XX, la cadena de procesos geológicos que se desencadenaron el 21 de mayo de 1960 en el sur del país no tiene parangón. Todo comenzó con un seísmo de gran magnitud en la zona centro-sur; veinticuatro horas después se generó un devastador terremoto en el área de Concepción-Valdivia que estuvo acompañado de un tsunami que barrió la costa y hundimientos y solevantamientos de terreno que modificaron sensiblemente la morfología de algunos sectores1. Del mismo modo, el movimiento telúrico desencadenó una serie de derrumbes en la cordillera que represaron algunos ríos produciendo con posterioridad inundaciones en algunos sectores como la boca del lago Riñihue, que desaguó hacia la entonces semi-destruida ciudad de Valdivia. Para colmo de males, cuarenta y ocho horas después del terremoto se inició una intensa actividad explosiva en el Cordón Caulle; la pómez emitida por el mencionado volcán cubrió vastas extensiones del sur hacia el este2. Ciertamente, las pérdidas económicas se calcularon en más de cien millones de dólares de la época3. A pesar de que la catástrofe natural destruyó o dañó varias ciudades - Valdivia, Concepción y Puerto Montt- y pueblos del sur de Chile, sólo tres localidades fueron cambiadas de sitio -Puerto Saavedra, Toltén y Nueva Imperial-; el resto de las poblaciones fueron reedificadas en el mismo emplazamiento, aunque tomando medidas constructivas de seguridad.

Cuatro años después de esta trágica experiencia, el volcán Villarrica (Chile) se reactivó el 2 de marzo de 1964 después de tener algunas fuertes explosiones en 1963; ese día se sintieron ruidos subterráneos y sismos en la localidad de Coñaripe, entonces un enclave maderero localizado a 45 kilómetros de la ciudad de Villarrica. Coñaripe había sido hasta 1940 tierra indígena, pero a partir de ese año comenzó a ser poblada por colonos franceses y alemanes que se dedicaron a labores agrícolas. Los habitantes del mencionado pueblo, alertados por el inminente riesgo de aluviones volcánicos y atendiendo a las experiencias del año anterior, se refugiaron en la cima de algunos cerros que rodeaban el núcleo urbano, aunque una torrencial lluvia los hizo regresar a sus casas en busca de un techo que los protegiera del agua. Durante la medianoche de ese día el volcán Villarrica comenzó a emitir una colada de lava dando origen a cinco lahares; cuatro

1 ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 23. HAUSER, A., op. cit., pág. 5. 2 Vid. MORENO, H. y PETIT-BREUILH, Mª E., “El volcán Fisural Cordón Caulle, Andes del Sur (40.5°S): Geología general y comportamiento eruptivo histórico”, Actas del XIV Congreso Geológico Argentino, tomo II (1999) págs. 258-260. 3 AMAEx-Francia, Amérique, Chili, 35. 73 de ellos bajaron por los esteros entre Villarrica y Pucón rellenando los cauces tradicionales que desaguan hacia el lago Villarrica, rompiendo los puentes y aumentando peligrosamente el nivel del lago de tal manera que incluso anegó los campos circundantes. El quinto lahar descendió por el flanco Sur destruyendo casi la totalidad de Coñaripe4, arrasando las viviendas y terminando con la vida de 27 personas.

Del mismo modo, la localidad de Chaillupén, ubicada entre Licay-Ray y Coñaripe, también se vio afectada por un lahar que destruyó 30 viviendas; sin embargo, a diferencia de Coñaripe, en este sector no se registraron víctimas mortales. La erupción del Villarrica continuó hasta la noche del 3 de marzo y durante los dos días siguientes mantuvo una intensa actividad fumarólica5.

Al igual que los ríos Turbio y Chaillupén, el río Voipir -cercano a la ciudad de Villarrica- estuvo afectado por la sedimentación de los materiales expulsados durante la erupción; por tal motivo, los vecinos instalados en el sector tuvieron que reabrir el cauce con palas y picotas6. La prensa nacional que se distribuía en Temuco -capital regional- dio a conocer el 9 de marzo de 1964 que persistía el aislamiento de ciertos sectores debido a la erupción, lo que perjudicaba a 1.500 personas de la localidad de Huincacara -población situada al norte de Villarrica y en las faldas del volcán homónimo-7; los pobladores se mantuvieron en esta situación de alerta hasta fines de abril de 19648.

En cuanto a la ayuda que se llevó a los lugares más afectados por la erupción del volcán Villarrica -particularmente a la localidad de Coñaripe-, fue dirigida por los militares, los carabineros y protección civil. Se destacó el trabajo realizado por la institución militar y el voluntariado a favor de los damnificados; estos colectivos se constituyeron en redes que actuaban en emergencias, en particular después de la experiencia del desastroso terremoto que tuvo lugar en mayo de 1960 y que afectó al centro y sur del país. La ayuda estatal fue complementada con las labores espontáneas de los ciudadanos, quienes ante el mal estado en que se encontraban las comunicaciones terrestres improvisaron durante los primeros días una pista de aterrizaje destinada a aviones pequeños que aseguraban el transporte de víveres; al mismo tiempo se rehabilitaron los caminos bajo la dirección de los ingenieros de vías y obras del Gobierno. Por otro lado, las monjas

4 La Nación (Chile), 4 de marzo de 1964. 5 Revista VEA (Chile),1964, 5 y 12 de marzo. 6 El Mercurio (Chile), 9 de marzo de 1964. 7 Ibidem. 8 El Mercurio (Chile), 21 de abril de 1964. 74 misioneras de la localidad se preocuparon del cuidado de las mujeres y de los niños que habían perdido todo lo que tenían durante la madrugada del 2 de marzo de 19649.

La experiencia motivó que los colonos y madereros de Coñaripe y de los alrededores tomaran conciencia real de lo que significaba habitar en las faldas del activo Villarrica después del desastre volcánico de 1964; este hecho trajo como consecuencia que desde entonces se mantuviera un estado de alerta en el ánimo de los habitantes de la zona. Sin embargo, cuando los técnicos del Gobierno recomendaron que el pueblo debía ser trasladado a un sitio más seguro los pobladores se negaron rotundamente; así se desprende del testimonio ofrecido por el corresponsal Jorge Inostrosa, quien reseñó el sentir de los vecinos en estos términos:

“Coñaripe está en Coñaripe (…) Los volcanes estuvieron siempre allí; Coñaripe acá. Nos conocemos. Volveremos a levantar el pueblo en este mismo sitio”10.

La actitud temeraria que asumieron los vecinos de la localidad contrasta con lo que sucedió con la mayoría de los colonos que habitaban los alrededores del volcán Calbuco, pues éstos últimos solicitaron al gobierno chileno -con inmediatez al desastre volcánico de 1893- que los reubicara en una zona segura. Esta conducta diferente puede entenderse si se considera que las familias que residían en las faldas del Villarrica en la década de los sesenta se sentían más arraigadas que los colonizaron los alrededores del lago Llanquihue en el siglo XIX; no en vano, estaban instaladas allí desde hacía bastante tiempo, y a aunque la mayoría de ellos eran hijos de inmigrantes habían nacido en Chile. Realmente el pueblo de Coñaripe fue reconstruido dejando libre el cauce del lahar, pero los vecinos continuaron en una zona vulnerable; al menos hasta fines del sigl0o XX se respetó el lugar siniestrado como un recordatorio del riesgo constante de la zona, aunque durante el verano de 1998 se construyó una pequeña cabaña de turismo muy cercana a la cruz y placa que recuerdan a los muertos que causó el aluvión volcánico. Sin duda, esta construcción alentará a otras personas a ubicarse en ese mismo lugar.

9 Revista Ercilla (Chile), 1964. 10 Ibidem,. 75

La tabla 1 tiene como objeto mostrar los procesos naturales con características de “desastre” que afectaron durante el siglo XIX al territorio que actualmente corresponde a Chile; en este sentido, se ha puesto un especial interés en aquellos fenómenos que produjeron daños en las infraestructuras y que causaron pérdidas humanas.

TABLA 1: DESASTRES NATURALES QUE HAN AFECTADO AL TERRITORIO CHILENO DURANTE EL SIGLO XX.

Tipo de desastre Fecha Lugar o Muertos Heridos Daños materiales región Inundaciones por Agosto de Coquimbo/ Serias inundaciones en La Serena lluvias 1902 norte de a causa del desborde del río torrenciales Chile Coquimbo. En Copiapó el río homónimo arrasó con las casas aledañas. Cuantiosas pérdidas en la industria y el comercio11. Erupción del 03-06-1902 Choico/ Unos 75 Algunos Erupción volcánica en el territorio volcán Tutupaca Perú muertos heridos de Choico; 2 villas destruidas12. Terremoto 04-05-1904 Lima/ 99 personas Indetermina Graves daños en las Perú sepultadas do construcciones de la ciudad de por los Lima13. edificios Terremoto 1 al 10- 07- Centro y Sur Numerosos Graves daños en Valparaíso Inundaciones 1904 de Chile ahogados debido a las inundaciones14. Numerosos pueblos del sur quedaron anegados. Miles de damnificados15. Terremoto 16-08-1906 Valparaíso/ Alrededor de Más de Importantes daños materiales en Tsunami Centro-sur 5.000 20.000 el centro de Chile que afectaron Alzamientos de Chile muertos heridos principalmente a Valparaíso y a Erupción Chillán los pueblos aledaños16. Erupción del Activo Sur de Chile No hubo Lahares por el valle del Nilahue. volcán Carrán durante todo muertos Importantes daños en los campos el año 1907 y parcelas de la zona aledaña al valle17.

11 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 149. 12 Diario Echo de París (Francia), junio 5 de 1902. 13 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Fichas manuscritas...”, op. cit., colis 161, dossier 281. 14 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 151. 15 MANSILLA, L., Impresiones de Viaje. De Osorno a Angol. Angol, Imprenta de El Misionero Franciscano, 1905, págs. 52-53. 16 BUSTOS, J., “Estudio sismológico...”, op. cit., pág. 71. TAULIS, E., op. cit., pág. 311. BRÜGGEN, J., “Los temblores chilenos”, Revista Chilena de Historia Natural, año XLIV (1940), pág. 225. CAÑAS PINOCHET, A., “Los fenómenos sísmicos (II)”, Revista Geográfica de Chile “Terra Australis, núm. 18 (1960), pág. 100. 17 RISOPATRÓN, L., La línea de la frontera con la República Argentina, entre las latitudes 35º i 46º S. Santiago, Imprenta i Encuadernación Universitaria, 1907, pág. 45. MÜNICH, G., Excursión a la rejión volcánica de Valdivia. Valparaíso, Imprenta de Alberto Leport, 1908, págs. 34-36. 76

Terremoto 17-05-1909 Tupiza- Los efectos se sintieron en el Bolivia norte de Chile. Pequeños daños en Iquique18. Terremoto 08-06-1909 Chañaral- El tsunami afectó a las costas de Tsunami Copiapó/ Coquimbo. El terremoto se sintió Chile en Antofagasta, Santiago y Valparaíso19. Terremoto 15-09-1911 Tapiga- 1 persona Varios Daños en Pozo Almonte y en Huara/Chile fallecida heridos Iquique20. Terremoto 18-12-1918 Copiapó- 6 personas 100 heridos Grandes daños en Copiapó. Se Tsunami Vallenar/ sintió en Mendoza (Argentina)21. Chile Terremoto 10-11-1922 Atacama- El tsunami afectó a la costa desde Tsunami Coquimbo/ Chañaral hasta Coquimbo. Daños Alzamientos en Chile importantes en las construcciones la costa de Copiapó y de Freirina. Derrumbes Levantamiento de la costa en Chañaral22. Terremoto 01-12-1928 Talca/ Chile Más de 300 600 heridos Se destruyeron las ciudades de Agitación en el personas en Talca y Constitución. Daños en la mar la zona costa desde Valparaíso hasta Derrumbes en la damnificada Concepción. Derrumbes en la cordillera cordillera23. Erupción del vn. 06-1-1929 Puerto Se produjo un lahar que dañó los Calbuco Montt/ sembrados al derretirse la nieve Chile del glaciar debido a una colada de lava; se destruyeron algunas casas y mató algunas cabezas de ganado24. Erupción del 09-04-1932 Centro de La zona No hubo Erupción pliniana; ha sido la más volcán Quizapu y Chile cercana al heridos explosiva de los Andes del Sur en Descabezado volcán tiempos históricos. La pómez Grande estaba afectó a toda la región. Daños en despoblada la agricultura25. Terremoto 24-01-1939 Chillán/ Causó entre Numerosos Ruina de la ciudad de Chillán. Se Alzamiento Centro de 28.000 y heridos sintió en todo el centro y sur de

18 MONTESSUS DE BALLORE, F. de, “Lista provisional...”, op. cit., pág. 651. 19 TAULIS, E., op. cit., pág. 311. 20 DONOSO, E., “Los temblores chilenos...”, op. cit., pág. 7. VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. GREVE, F., “Determinación del coeficiente...”, op. cit., pág. 15. 21 TAULIS, E., op. cit., pág. 311. 22 TAULIS, E., op. cit., pág. 311. BUSTOS, J., “Terremotos más notables...”, op. cit., págs. 214 y 217. BRÜGGEN, J., op. cit., pág. 335. 23 Vid. LOMNITZ, C., op. cit., pág. 170. RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 24 JAGGAR, T., The volcano Letter, núm. 222 (1929), pág. 1. STONE, J., e INGERSON, E., “Some volcanoes...”, op. cit., pág. 275. PETIT-BREUILH, Mª E., “Cronología eruptiva ...”, op. cit., págs. 26-29. 25 Vid. ARELLANO, M., “Región volcánica del Cerro Azul (Quizapu). Algunos antecedentes de este volcán. La verdadera magnitud de la formidable erupción. El fenómeno visto en Chile”, Revista Chilena de Historia Natural, año XXXVI (1932), pág. 48. HILDRED, W. y DRAKE, R., “Volcan Quizapu, Chilean Andes”, Bulletin of Volcanology, vol. 54 (1992), pág. 93. 77 costero Chile 30.000 Chile27. muertos26 Terremoto 24-05-1940 Lima/ Perú 179 personas Más de Se sintió desde Guayaquil hasta Tsunami 3.500 Arica. Ocasionó la destrucción de edificios en Lima, Callao, Chorrillos, Barranco, Chancay y Lurín. Pequeño tsunami en Ancón28. Terremoto 24-08-1942 Ica y 30 personas 25 heridos Ruina en Ica y Arequipa, Nazca, Alzamiento Arequipa/ aplastadas por diversas Acarí y Jaqui. Daños en costero Perú por sus casas causas Quincacha, Atiquipa y Palpa29. Derrumbes Terremoto 06-04-1943 La Serena- Ruina de Combarbalá, Ovalle e Tsunami Illapel/Chile Illapel30. Derrumbes Terremoto 15-01-1944 San Juan/ 10.000 en Indetermina Ruina en San Juan en 15 ó 20 Argentina y San Juan31 do segundos. Se derrumbaron las centro de construcciones aplastando a los Chile vecinos32. Terremoto 10-11-1946 Pallasca y 1.396 Más de Uno de los sismos más Derrumbes de Pomabamba/ personas a 1.000 destructores de esta región andina ladera Perú pesar de la heridos (departamento de Ancash). baja Transformaciones topográficas en densidad de Mayas y Quiches. Un la zona deslizamiento sepultó el caserío de Acobamba (217 muertos)33. Terremoto 01-11-1947 Centro del Numerosos Indetermina Daños en las construcciones de Derrumbes Perú fallecidos. do Satipo, La Merced y alrededores. Más de 200 Numerosos derrumbes y en Satipo, desprendimientos en la parte alta Andamarca, de las zonas boscosas hacia el Acobamba, fondo de las quebradas, las cuales Victor y causaron represamientos34. otros Erupción del 04-10-1948 Sur de Chile 30 personas Algunos Los lahares destruyeron el volcán Villarrica debido a los heridos Refugio Andino ubicado a unos lahares 1.300 m de altura, en el sector N del volcán. Los lahares

26 Vid. LOMNITZ, C., op. cit., pág. 171. ESPÍNDOLA, J., op. cit., pág. 20. 27 BRÜGGEN, J., “Los temblores...”, op. cit., pág. 225. GREVE, F., “Determinación del coeficiente...”, op. cit., pág. 17. LOMNITZ, C., op. cit., pág. 171. 28 GIESECKE, A. y SILGADO, E., op. cit., pág. 36. 29 GIESECKE, A. y SILGADO, E., op. cit., pág. 41. 30 ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 22. GREVE, F., “Determinación del coeficiente...”, op. cit., pág. 17. 31 “Historia sísmica”, op. cit., pág. 98. 32 HARRINGTON, H., op. cit., pág, 221. 33 Vid. AMAEx-France, Amérique, Pérou 11, f. 4-5. GIESECKE, A. y SILGADO, E., op. cit., págs. 43-45. 34 GIESECKE, A. y SILGADO, E., op. cit., págs. 46-47. 78

desaguaron hacia los lagos Villarrica y Calafquén35. Terremoto 09-12-1950 Ica-Perú 4 personas 12 heridos Averías de consideración en las Derrumbes de construcciones de adobe. En el ladera Puerto de Pisco el mar salió unos 5 metros36. Se sintió en Calama (Chile). Erupción del 27-07-1955 Sur de Chile Nacimiento de un nuevo volcán volcán Carrán (maar Riñinahue). Lahares por el valle del Nilahue que causaron daños en los campos aledaños. 200 familias perdieron total o parcialmente sus hogares. Tierras de cultivo inutilizadas y murió parte del ganado37. Terremoto 29-11-1957 Iquique/ Daños en la costa del norte de Chile Chile; zona afectada de unos 800 km38. Terremoto 15-01-1958 Arequipa/ 18 personas 133 heridos Sufrieron averías todas las casas Derrumbes de Perú antiguas construidas a partir de rocas (Vn. ) sillar. Daños en las iglesias39. Terremoto 21-05-1960 Concepción/ 300 Numerosos Grandes pérdidas económicas en Tsunami sur de Chile ahogados en heridos las ciudades y pueblos del sur de Concepción Chile. Ruina de Puerto Saavedra, el 21 de Tucapel y Nueva Imperial a causa mayo. del tsunami. Por su parte, la Terremoto pómez emitida por el vn. Caulle Tsunami 22-05-1960 Valdivia/ Murieron cubrió vastas extensiones del sur Derrumbes Sur de Chile más de 6.000 hacia el este. Importantes cambios Alzamiento y personas por geomorfológicos en la costa que hundimientos el tsunami inutilizaron las tierras de cultivo costeros del 22 de (zonas inundadas)40. Erupción del mayo en toda Cordón Caulle la costa sur. Erupción del 25-01-1961 Sur de Chile Erupción pliniana que trastornó la volcán Calbuco vida de los habitantes de Puerto Montt, Puerto Varas, Frutillar y

35 CASERTANO, L., “Actividad del volcán Villarrica en el curso de este siglo”, Boletín de la Universidad de Chile, núm. 40 (1963), págs. 24 y 25. PETIT-BREUILH, Mª E., "Contribución al conocimiento de la cronología eruptiva histórica del volcán Villarrica (39º21' S), 1558 - 1985". Revista Frontera, núm 13 (1994), págs. 71-99. 36 GIESECKE, A. y SILGADO, E., op. cit., pág. 49. 37 KLOHN, C., Informe geológico sobre el volcán Pillanulahue, entrado en actividad el día 27 de julio de 1955 en la provincia de Valdivia, al este del lago Ranco (inédito). Santiago, CORFO, 1955, pág. 5. AYALA, A., “La erupción del Riñinahue”, Revista Geográfica de Chile Terra Australis, núm. 14 (1956-57), págs. 52-53. 38 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 39 GIESECKE, A. y SILGADO, E., op. cit., pág. 50. 40 Vid. ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 23. HAUSER, A., op. cit., pág. 5. MORENO, H. y PETIT-BREUILH, Mª E., “El volcán Fisural Cordón Caulle, Andes del Sur (40.5°S): Geología general y comportamiento eruptivo histórico”, Actas del XIV Congreso Geológico Argentino, tomo II (1999), págs. 258-260. 79

alrededores a causa de los lahares y a la emisión de pómez41. Erupción del 02-03-1964 Sur de Chile 27 muertos Algunos Erupción estromboliana del volcán Villarrica en Coñaripe heridos volcán Villarrica que generó lahares por el Chesque hacia el lago Calafquén y dañó los campos. Uno de los lahares de 1964 se desvió y destruyó el pueblo maderero de Coñaripe42. Terremoto 28-03-1965 Santiago- 400 muertos 157 heridos La villa de El Cobre fue sepultada Derrumbe de un Coquimbo/ graves y 260 por el deslizamiento de residuos tranque de relave Chile leves mineros. 50.000 damnificados por minero el terremoto y sólo se disponía de albergue para 6.00043. Inundación por Fines de Centro-sur 37 muertos Más de 50 19 provincias gravemente lluvias julio de 1965 de Chile heridos afectadas por las inundaciones. Miles de personas quedaron sin hogar. Daños en los puertos de Antofagasta, San Antonio, Valparaíso, Viña del Mar, Concepción y Constitución44. Terremoto 17-10-1966 Lima/ 100 personas Numerosos El terremoto afectó el área litoral Tsunami Perú heridos entre Lima y Supe. En el Callao Derrumbes de se derrumbaron numerosas ladera construcciones antiguas. En Casma y Tortugas se produjeron importantes pérdidas económicas a causa de la inundación del mar45. Terremoto 28-12-1966 Taltal/ El 80% de las casas de la zona Centro-sur sufrieron daños estructurales46. de Chile Terremoto 09-07-1971 Valparaíso/ Importantes daños en las Tsunami Centro-sur construcciones de Santiago. de Chile Erupción del 29-10-1971 Sur de Chile Más de 30 Algunos Erupción estromboliana que volcán Villarrica personas heridos generó lahares hacia el lago Villarrica. Importantes pérdidas humanas y en infraestructuras47. Terremoto 23-11-1977 Illapel/ Chile Importantes daños en el norte de Chile. Erupción volcán 14-04-1979 Sur de Chile No hubo Erupción estromboliana- Mirador-Carrán muertos vulcaniana. Emisión de

41 PETIT-BREUILH, Mª E., “Cronología eruptiva histórica...”, op. cit., págs. 29 y 30. 42 PETIT-BREUILH, Mª E., "Contribución al conocimiento de la cronología eruptiva histórica del volcán Villarrica (39º21' S), 1558 - 1985", Revista Frontera, núm 13 (1994), págs. 71-99. 43 Vid. Informes y telegramas enviados por el embajador de Francia en Chile, 1965. AMAEx- France, Amérique, Chili 67 y 72. 44 AMAEx-France, Amérique, Chili 72. 45 GIESECKE, A. y SILGADO, E., op. cit., págs. 53-56. 46 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 153. 47 PETIT-BREUILH, Mª E., “Contribución al conocimiento...”, op. cit., págs. 80-82. 80

importantes cantidades de Sismos locales ceniza48. Inundación ? - 06-1982 Santiago de Importantes daños en la zona Chile49 cercana al cauce del Mapocho. Sequía 1982-83 Gran parte Esta sequía regional fue uno de de América los efectos del fenómeno del del Sur Niño. Inundación ?-07-1984 Reñaca- Importantes daños en la zona Valparaíso cercana al estero Marga-marga. (Chile)50 Pérdidas económicas. Terremoto 03-03-1985 Santiago/ 177 muertos 2.575 Daños en los edificios de Tsunami Centro-sur heridos Santiago. Se sintió en el sur del Hundimientos de Chile51 país52. Sequía 1987-89 Gran parte Importantes pérdidas económicas de América debido a la pérdida de las del Sur cosechas. Erupción volcán 1988-89 Sur de Chile No hubo Daños en la Erupción estromboliana que Lonquimay muertos a salud de las emitió abundante ceniza durante Sismos locales causa de la personas un año. Daños en la salud de la erupción debido a la población. Evacuación de los ceniza y a niños durante algunos meses. los gases Muerte de ganado a causa de la ingesta de pasto con ceniza. Emisiones de flúor53. Erupción del vn. 08-08-1991 Chile Chico/ No hubo Los lahares afectaron a la zona Hudson Sur de Chile muertos aledaña al valle de los Huemules. 12-08-1991 La pómez cubrió pueblos y campos de ganadería y de cultivo. Importantes pérdidas económicas54. Lluvias 18-06-1991 Antofagasta/ 91 muertos y Graves daños materiales. 20.000 torrenciales Chile 19 damnificados. El flujo de detritos Remociones en desaparecido arrasó unas 700 casas y dejó más masa s de 4.000 con daños severos55. Erupción volcán 21-10-1991 Norte de No hubo Erupción subpliniana que afectó Láscar Chile muertos. La la zona de Toconao. Algunos

48 Vid. MORENO, H., “La erupción del volcán Mirador en abril-mayo de 1979, lago Ranco- Riñihue, Andes del Sur”, Revista Comunicaciones de la Universidad de Chile, núm. 28 (1980), 23 págs. 49 RODRÍGUEZ, A., “Desastres urbanos, fenómenos no-naturales”, Medio Ambiente y Urbanización, año 8, núm. 30 (1990), pág. 13. 50 RODRÍGUEZ, A., op. cit., pág. 13. 51 Ibidem, págs. 15-16. 52 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 379. 53 MORENO, H. y GARDEWEG, M., “La erupción reciente en el Complejo volcánico Lonquimay (diciembre 1988-89), Andes del Sur”, Revista Geológica de Chile, vol. 16, núm. 1 (1989), pág. 93. 54 NARANJO, J., MORENO, H y BANKS, N., “La erupción del volcán Hudson en 1991 (46º S), Región XI, Aisén, Chile”, Boletín del Servicio Nacional de Geología y Minería, núm. 44 (1993), pág. 5. 55 HAUSER, A., “Los aluviones del 18 de junio de 1991 en Antofagasta: un análisis crítico, a 5 años del desastre”, en Boletín del Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, núm. 49 (1997), 47 págs. 81

población habitantes de esta área geográfica fue evacuada fueron evacuados. Los depósitos de un flujo de cenizas rellenaron el cauce de un valle que era dedicado al cultivo56. Lluvias 03-05-1993 Santiago de 26 muertos y Numerosos Flujo de detritos por las quebrada torrenciales Chile 9 heridos de Macúl y San Ramón en Flujo de detritos desaparecidos Santiago de Chile. Grandes pérdidas humanas y económicas57. Terremoto ¿?-11-1997 Antofagasta/ Grandes daños en los pueblos del Chile interior de la zona de Antofagasta. Importantes pérdidas económicas.

56 PETIT-BREUILH, Mª E., Cronología eruptiva histórica del volcán Láscar (23º22 S-67º44’ W), Andes Centrales, Chile (época preincaica hasta 1993). Temuco, SERNAGEOMIN, 1995. 57 NARANJO, J. y VARELA, M., “Flujos de detritos y barro que afectaron el sector oriente de Santiago el 3 de mayo de 1993”, Boletín del Servicio Nacional de Geología y Minería, num. 47 (1996), 42 págs. 82

La tabla 2 tiene como objeto presentar una cronología de los terremotos y temblores que -según las fuentes consultadas- afectaron al territorio chileno durante el siglo XX.

TABLA 2: TERREMOTOS QUE HAN AFECTADO AL TERRITORIO CHILENO DURANTE EL SIGLO XX.

N° Fecha Hora Intensidad Zona epicentral Latitud Tsunami (Ts)58, (otros M -D -Año local Magnitud comentarios). 1 23-10-1900 VIII San Luis (Argentina) – 33° - 34° Terremoto. Chile Central59 2 ? - 04-1903 Faro Oeste de la Isla 38° 26’ Temblor. Mocha 3 12-08-1903 VII Santiago-Mendoza60 33° - 34° terremoto 4 ?- 11- 1903 Noch Faro Oeste de la Isla 38° 26’ Temblor ondulatorio. e Mocha. 5 07-12-1903 10:00 VIII Vallenar-Copiapó61 29° - 30° Ts: Costa de Copiapó. Foco de Vallenar62 Dañó las casas en Vallenar y se cayeron paredes en Freirina y Huasco. Se sintió en Copiapó, La Rioja, San Juan y Mendoza63. ?6 1904 Foco Arica64 18° - 19° Terremoto

7 19-03-1904 1:40 VIII Vallenar-Copiapó65 29° - 30° Sentido hasta Santiago y Copiapó. Foco de Vallenar66 Daños en La Serena y Freirina67. Ruina de edificios, vía férrea y caminos68. 8 20-09-1905 VIII Tinogasta (Argentina)- Terremoto. Norte de Chile69 9 26-10-1905 21:00 ? Rancagua 35° - 36° Crisis sísmica. No hubo daños. Foco del Maule70

58 Al parecer, los hechos han demostrado preliminarmente, que los terremotos con epicentro en el mar (asociados al proceso de subducción), con una intensidad igual o mayor que X (Escala de Mercalli), generan tsunamis. PETIT-BREUILH, M.E., “Geografía histórica de la Isla Mocha (38°25’ S - 74° W) y sus cambios geomorfológicos”, Actas del V Congreso Internacional de Ciencias de la Tierra- Santiago de Chile (1998), formato CD. 59MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 213. 60MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 213. 61 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 62 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 63 TAULIS, E., op. cit., pág. 311. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 213. 64 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 65 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 213. 66 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 67 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 15. 68 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 151. 69 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 213. 83

10 18-06-1906 7:00 VII Valparaíso-Limache - 32° - 34° Precursor del terremoto del 16 de Quilpué71 agosto de 1906. Foco de La Ligua72 Se agrietaron algunas murallas. 11 16-08- 19:58 X Valparaíso-Chile 32°- 34° Ts: Valparaíso. Oscilaciones del 190673 MW=8.2 Central74 norte a sur76. Pisagua inundada. Foco de La Ligua75 E: 33° Destrucción e incendios en Valparaíso. Daños considerables en Santiago. Levantamientos de la costa en Valparaíso-Quintero- Pichulemu77. Se sintió en Mendoza, Tucumán, Córdoba y débil en Bahía Blanca78. Zona de ruptura: 365 km de largo por 150 de ancho. Largo: 1.600 km79. 12 13-06-1907 4:30 VIII Valdivia80 39° - 41° Ts: No. Daños en Valdivia y Foco de Temuco81 Gorbea, 2 muertos. Sentido en Castro, Ancud y Santiago82. 13 14-08-1907 VIII Santiago-Mendoza83 33° - 34° Terremoto.

14 05-02- 17:50 VII Tucumán 26° - 27° Daños en la Catedral de Salta 190884 M: 6 15 23-02-1908 23:24 VII Sierra Gorda- 17° - 23° Terremoto que causó averías en Antofagasta85 Sierra Gorda86.

70 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 71MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 213. 72 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 73 Según Julio Bustos- director del Observatorio del Salto- “el terremoto de Valparaíso de 16 de agosto de 1906, fue precedido media hora antes por un gran cataclismo en las profundidades del Océano Pacífico, frente a las costas de Alaska. Los sismólogos Rudolph y Tams, estudiaron los telesismogramas de este fenómeno bajo los auspicios de la Sociedad Internacional de Sismología”. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 216. 74 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. WILCKENS, A., op. cit., pág. 185. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 213. 75 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 76Descripciones del terremoto realizadas por el Director del Observatorio Meteorológico de Santiago en esa fecha -Sr. Kranhass-. BUSTOS, J., “Estudio sismológico ...”, op. cit., pág. 71. TAULIS, E., op. cit., pág. 311. 77 BRÜGGEN, J., “Los temblores chilenos”, Revista Chilena de Historia Natural, año XLIV (1940), pág. 225. 78 CAÑAS PINOCHET, A., “Los fenómenos sísmicos (II)”, Revista Geográfica de Chile “Terra Australis”, núm. 18 (1960), pág. 100. 79 RAMÍREZ, D., “Algunas estimaciones referidas al tamaño del terremoto de Valdivia del año 1575”, Actas V Congreso Geológico Chileno, tomo II (1988), pág. F-327. 80 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. 81 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 82 TAULIS, E., op. cit., pág. 311. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 213. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 15. 83 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 213. 84 RODRÍGUEZ, C., Zonificación de Peligro Sísmico en la Provincia de Tucumán, (Inédito). Universidad de Salta, Argentina, 1993, cap. III, pág. 9. 84

16 28-02-1908 11:10 VII Arica 18° - 19° Algunos daños en Tacna y Arica. Sentido desde Arequipa a Iquique87. 17 16-07-1908 12:50 VIII Tacna-Arica-Bolivia 17° - 19° Terremoto, una víctima. Daños en Oeste88 Tacna y Arica89. 18 23-11-1908 VIII Sierra Gorda- 23° - 25° Daños Antofagasta90 19 1908 Foco de Taltal91 25° - 26° Terremoto. 20 11-02-1909 VIII Sur del Perú92-Norte 16° - 25° Terremoto. de Chile, Salta93 21 28-04-1909 2:04 VIII Santiago - Valle de 32° - 34° Daños. Se sintió de Tongoy a Aconcagua. Traiguén95. Foco de La Ligua94 22 17-05-1909 IX Tupiza-Bolivia96 20° - 22° Pequeños daños en Iquique 23 08-06-1909 1:04 IX Chañaral-Copiapó97 25° - 28° Ts: Coquimbo. Daños. Foco de Taltal98 Terremoto sentido en Antofagasta, Santiago y Valparaíso99. 24 22-07-1909 IX Cochabamba 17° - 20° Terremoto. (Bolivia)-Norte de Chile100 25 02-09-1909 VIII La Serena 29° - 30° Daños Foco de Vallenar101 26 08-01-1910 VIII Coltauco 32° - 34° Daños Foco de La Ligua102 27 12-07-1910 VIII Villa Alemana 32° - 34° Daños Foco de La Ligua103 28 1911 Foco de La Ligua104 32° - 34°

85 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 651. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 213. 86 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 15. 87 TAULIS, E., op. cit., pág. 311. 88 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 650. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 214. 89 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 15. 90 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 91 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 92 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 651. 93 Archivo de la Catedral de Salta, Parroquia de la Candelaria de la Viña de Salta, Carpeta núm. 15. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 214. 94 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 95 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 15. 96 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 651. 97 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 651. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 98 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 99 TAULIS, E., op. cit., pág. 311. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 214. 100 MONTESSUS DE BALLORE, F., “Lista provisional ...”(1910), pág. 651. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 214. 101 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 102 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 103 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 104 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 85

29 14-07-1911 VIII Santiago 34° - 36° Pocos daños Foco del Maule105 30 19-08-1911 VIII Constitución-Chanco 35° - 36° Daños en Constitución y Chanco. 29?106 31 15-09-1911 8:10 IX Tapiga-Huara 20° - 21° Un muerto y varios heridos. Fue Foco de Iquique107 muy fuerte en Pozo Almonte e Iquique108. 32 16-09- VIII Tapiga-Huara 20° - 21° Daños en oficina Primitiva 1911109 Foco de Iquique 33 29-06-1912 VIII Taltal y Pueblo 25° - 26 Daños Hundido Foco de Taltal110 34 24-05-1913 VIII Taltal111 25° - 26° Daños

35 1913 Foco de Ligua112 32° - 33° Terremoto.

36 28-07-1913 1:39 VII Arequipa-Camaná 16° - 17° Ts:

37 06-08-1913 18:14 VIII Arequipa-Camaná 16° - 17° Ts:

38 12-01- VIII Constitución-Chanco 35° - 36° Ts: 1914113 Daños. 39 29-01-1914 22:26 VIII Talca y Constitución 35° - 36° Daños en Talca, grietas en los Foco del Maule114 edificios115. 40 06-06-1915 VIII Pisagua 19° - 21° Daños Foco de Iquique116 41 1915 Foco de Ligua117 32° - 33° Terremoto.

42 20-05-1918 12:57 IX La Serena-Coquimbo 29° - 31° Daños. Se sintió de Chañaral a Foco de Vallenar118 Maule119. 43 04?120 7:48 IX Copiapó-Vallenar 25° - 28° Ts: Chañaral-Caldera ? -12-1918 M: 7,5 Foco de Taltal122 Grandes daños en Copiapó. 6

105 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 106 DONOSO, E., “Estudio sismológico ...”, op. cit., pág. 18. 107 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 108 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 15. 109 Réplica del anterior. SERVICIO SISMOLÓGICO DE CHILE, Temblores destructores habidos en Chile desde 1907 hasta 1930. s/f. 110 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 111 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 112 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 113 Dato de tsunami en las costa de Chile. ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 21. 114 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 115 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 15. 116 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 117 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 118 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 119 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 15. 120 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 6. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 214. 86

18?121 7:44 muertos y 100 heridos. Se sintió en Mendoza123. 44 1918 Foco de Illapel124 31° - 32°

45 1918 Foco de Guayanecos125 47° - 48° Terremoto.

46 01-03-1919 23:37 VIII Sector de Castro 47° - 49° Ts: No. Daños en Castro. Se Foco de Guayanecos cayeron armarios y estanterías126. 47 21-05-1919 VIII Los Andes 32° - 33° Daños

48 03-06-1919 VIII Copiapó 25° - 28° Daños Foco de Taltal127 49 20-03-1920 14:31 VII Talca-Curicó 35° Ts: costa

50 20-08-1920 11:34 VIII Foco de Temuco (Isla 37° - 39° Ts:En Talcahuano, los buques Mocha)128 fueron violentamente remecidos por el movimiento del mar129. En la Isla Mocha se cayeron varias casas viejas130. 51 ? -10-1920 VII Terremoto de la 37° - 39° Ts: olas de marea que Mocha sobrepasaron hasta 1,50 mts. Daños en los faros de la Isla131. 52 28-10-1920 8:10 VIII Foco de Vallenar132 29° - 30° Daños en Vallenar. Se sintió de Copiapó a Hospital133. 53 20-10-1921 VIII Oficinas Salitreras 20° - 21° Daños Foco de Iquique134 54 06-01- 10:11 VII Arequipa-Camaná 16° - 17° Ts: 1922135 55 03-02-1922 VIII Caldera-Copiapó 25° - 28° Daños Foco de Taltal136 56 12-03-1922 VIII Sector de Angol137 37° - 38° Ts: No. Daños

122 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 121 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 169. 123 TAULIS, E., op. cit., pág. 311. 124 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 125 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 126 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 15. 127 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 128 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. PIZARRO, A., “La Mocha: la isla de las almas resucitadas”, Boletín del Museo Mapuche de Cañete (Chile)”, núm. 5 (1989), págs. 31-40. 129 ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 21. 130 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 16. 131 CERDA, L. de la, op. cit., pág. 2. 132 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 133 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 16. 134 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 135 ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 21. 136 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 137 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 87

57 28-10-1922 VIII Concepción138 36° - 37° Ts: No. Daños

58 7 hasta el 10= X Atacama-Coquimbo 20° - 30° Ts: Chañaral hasta Coquimbo (10 11-11- 23:53 MW=8.5 (epicentro: Copiapó- y la madrugada del 11 de abril de 1922139 11= Vallenar)140 E: 28,5° 1922141). 0:32 Daños importantes en Copiapó, Freirina. Derrumbes en la Cordillera de Copiapó. Levantamiento de la costa en Chañaral142. Zona de ruptura: 300-450 km. Largo: 1.500 km143. 59 26-11-1922 9:26 VII Copiapó hasta 29° - 30° Daños en las estructuras ya Vallenar debilitadas por el terremoto del 11 Foco de Vallenar144 de noviembre de 1922145. 60 04-05-1923 17:47 VIII Copiapó hasta 29° - 30° Daños en la zona afectada por el Vallenar terremoto del 11 de noviembre de Foco de Vallenar146 1922147. 61 28-01-1924 21:14 VIII Copiapó hasta 29° - 30° Daños en Copiapó y Vallenar, Vallenar hubo un herido149. Foco de Vallenar148 62 20-10-1924 3:57 VII Copiapó 27° - 29° Daños en Copiapó y Vallenar. Se sintió de Taltal a Santiago150. 63 15-05-1925 7:18 VIII Chañaral, Caldera y 25° - 28° Caída de murallas en Chañaral, Copiapó Copiapó y Caldera152. Foco de Taltal151 64 09-12-1926 VI Vallenar 29° - 30° Ts: marejadas 18:42 65 14-04- 1:41 IX Santiago, San Felipe, 32° - 34° Grandes daños, 9 muertos y 90 1927153 Los Andes-Mendoza154 heridos.

138 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 139 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 6. 140 Según el director del Observatorio del Salto- en 1940- “las observaciones más completas sobre este fenómeno fueron las efectuadas por Luis Sierra a cargo de la estación sismológica de Copiapó”. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 217. 141 Vid. TAULIS, E., op. cit., pág. 311. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., págs. 214 y 217. BRÜGGEN, J., op. cit., pág. 334. 142 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 16. LOMNITZ, C., op. cit., pág. 170. 143 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 144 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 145 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 170. 146 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 147 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 16. 148 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 149 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 16. 150 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 16. 151 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 152 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 16. 153 Desde principios del año 1927 se había observado un aumento de la frecuencia sísmica en la región del valle del Aconcagua. La mayoría de los temblores tuvieron su epicentro a una distancia que, por término medio, fluctuó alrededor de 100 kilómetros de Santiago. BUSTOS, 88

(Epicentro: entre los Produjo iguales destrozos en volcanes y Santiago y Mendoza157. Aconcagua)155 Foco de La Ligua156 66 21-11-1927 19:17 IX Puerto Aysén158 47° - 50° Ts: Puerto Aysén. Derrumbe de Foco de Guayanecas159 cerros en el canal Moraleda. Sin víctimas debido a la escasa población. Casas de madera160. 67 01-05-1928 Constitución 35° - 36° Causó daños de alguna Foco del Maule161 importancia162. 68 20-11-1928 16:35 VIII Cobija-Sierra Gorda 22° - 23° Ts:163. Colapso del tranque “Barahona” de la mina Sewell- 54 muertos164. 69 01-12- 0:06 IX Constitución-Talca166 35° - 36° Ts: agitación en el océano y 1928165 MW=7.9 mareas anormales en Constitución. E: 35° Destruidas las ciudades de Talca y Constitución167, causando también algunos daños desde Valparaíso a Concepción168. Derrumbes en la cordillera. Mina El Teniente169. Grandes daños, 300 muertos y 600 heridos. Zona de Ruptura: 90 Km Largo: 1.300 km170 70 02-12- VIII Curicó, Talca y 35° - 36° Daños. 1928171 Constitución 71 05-09-1929 VII Valle del 34° Aconcagua172

J., “Estudio sismológico ...”, op. cit., pág. 73. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 219. 154 BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., págs. 214 y 218-220. DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 155 BUSTOS, J., “Estudio sismológico ...”, op. cit., pág. 73. 156 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 157 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 16. 158 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 159 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 160 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 16. 161 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 162 DONOSO, E., “Estudio sismológico ...”, op. cit., pág. 19. 163 ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 22. 164 HAUSER, A., op. cit., pág. 11. 165 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 6. BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 214. 166 Los terremotos de Talca (1928) y Chillán (1939) y de Calama (1950) son de intraplaca. 167 BRÜGGEN, J., “Los temblores chilenos”, Revista Chilena de Historia Natural, año XLIV (1940), pág. 225. 168 BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., págs. 220- 223. LOMNITZ, C., op. cit., pág. 170. 169 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 16. 170 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 171 Réplica del terremoto del día anterior. 89

72 19-10-1929 16:18 VIII Pampa Unión, Calama, 22° - 24° Derrumbes de casas en San Pedro Antofagasta, Calama, Foco de Antofagasta173 Chuquicamata y San Pedro de Atacama174. 73 17-10-1930 4:47 VIII Quillota, Llai-llai. 32° - 34° Grandes daños en Quillota y Llai- Valle del llai, 2 muertos y 35 heridos. Aconcagua175 Se sintió en una extensión de Foco de La Ligua176 1.800 kilómetros177. 74 18-03-1931 V - VI Rancagua-San 34° - 35° Gran temblor. Fernando178 75 1932 ? Crisis sísmica en la 35° - 36° Sismos muy violentos que según región volcánica del un observador “hacían saltar su Tinguiririca catre de campaña”179. (Erupción Quizapu y ) 76 23-02-1933 4:11 VII Iquique180 20° - 21° Daños en Iquique181.

77 01-03-1934 17:48 VII Osorno 39° - 40° Temblor fuerte en Osorno182.

78 04-12-1934 V - VI Arica183 18° - 21° Gran temblor. Foco de Iquique184 79 13-07-1936 7:44 VIII? Taltal185 25° - 26° Daños en el puerto de Taltal, las oficinas salitreras situadas al EN. de este puerto y los asientos mineros situados más al E. Copiapó sufrió pocos daños, ólo grietas en tabiques y murallas. 80 29-01-1937 6:32 VII Maule 35° - 37° Fuerte sacudida en la región del Foco del Maule186 río Maule187. 81 12-10-1937 16:53 VII Taltal 25° - 26° Fuerte temblor en Taltal188.

82 17-01-1939 V Coquimbo-La Serena 29° - 30° Precursor del terremoto del 24 de Foco de Vallenar189 enero de 1939190.

172 CERDA, L. de la, op. cit., pág. 3. 173 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 174 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 16. 175 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 7. 176 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 177 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 17. 178 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 6. 179 DONOSO, E., “Estudio sismológico ...”, op. cit., pág. pág. 15. 180 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 181 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 17. 182 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 17. 183 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., pág. 5. 184 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 185 DONOSO, E., “Los temblores chilenos ...”, op. cit., págs. 6 y 17. 186 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 187 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 17. 188 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 17. 189 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 190 BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 224. 90

83 18-01-1939 IV Antofagasta y La 23° - 24° Precursor del terremoto del 24 de Pampa enero de 1939191. 84 24-01- 23:35 X - XI Chillán193 36° - 37° Ts: No. 1939192 MW=8.3 Ruina de Chillán. Daños en las Foco de Concepción E: 36,3° ciudades vecinas del Valle Central (Intraplaca) y en Concepción194. Causó unos 30.000 muertos195. Levantamiento del batolito de la costa en el Valle Central. Zona de Ruptura: 200 km. Largo: 1.600 km196. 85 18-04-1939 2:23 VII Copiapó 27° - 28° Fuerte temblor en Copiapó197.

86 11-02-1940 20:01 VII Copiapó 25° - 28° Fuerte temblor en Copiapó199. Foco de Taltal198 87 1940 Foco de Vallenar200 29° - 30°

88 29-06-1942 1:26 VII San Felipe-Los Andes 32° - 34° Estragos en San Felipe y Los Foco de La Ligua Andes. Se sintió desde Potrerillos a Valdivia201. 89 06-09-1942 11:57 VII Copiapó-Vallenar 29° - 30° Se sintió en Copiapó, Caldera y Foco de Vallenar202 Vallenar203. 90 1942 Foco de Angol204 37° - 39°

91 06-04-1943 12:07 VIII La Serena - Illapel 30° - 32° Ts: Se sintió en Coquimbo y resto MW=8.3 Foco de Illapel205 del Pacífico206. Ruina en Combarbalá, Ovalle e Illapel207. Deslizamientos de tierra al Noroeste de Illapel. Total: 11 muertos208. Zona de Ruptura: 200 km.

191 BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 224. 192 BUSTOS, J., “Terremotos más notables ...”, op. cit., pág. 214. 193 El hecho de que este terremoto estuviese localizado inmediatamente al norte del área de ruptura del terremoto de 1960 sugiere que su ocurrencia esparte del período final de madurez del ciclo sísmico asociado al terremoto de 1960. BELMONTE-POOL, A. y COMPTE, D., op. cit., pág. 1749. 194 BRÜGGEN, J., “Los temblores chilenos”, Revista Chilena de Historia Natural, año XLIV (1940), pág. 225. GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 17. 195 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 171. 196 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 197 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 17. 198 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 199 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 17. 200 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 201 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 17. 202 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 203 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 17. 204 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 205 206 ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 22. 207 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 17. 208 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 172. 91

Largo: 1.000 km.209 92 22-09-1943 8:08 VII Chillán 36° - 37° Sacudió Chillán, San Carlos y Foco de Concepción210 Bulnes. Se sintió desde Santiago a Temuco211. 93 15-01-1944 VIII Foco de Illapel 31° - 32° Largo: 450 km212. M: 7,4 E: 31,3° 94 1945 Foco de Taltal213 25° - 28° Terremoto.

95 12-02-1945 12:36 VII Combarbalá 31° - 32° Temblor en Combarbalá. Se sintió Foco de Illapel214 desde Freirina hasta Santiago215. 96 24-06-1945 16:00 VII San Fernando a la 35° - 36° Se sintió desde La Serena hasta costa Traiguén217. Foco del Maule216 97 13-09-1945 7:17 VII Cordillera de Los 35° - 36° Desde Juncal a Bulnes y la zona Andes, frente a de la costa de Putaendo a Rancagua Quillota219. Foco del Maule218 98 25-06-1946 10:15 VII Chillán 36° - 37° Deterioros en Chillán, Bulnes y Foco de Concepción220 alrededores221. 99 26-07-1946 2:45 VII Iquique 20° - 21° Fue sensible desde Perú hasta la Foco de Iquique222 latitud 25°S223. 00 02-08-1946 15:19 VII - VIII Copiapó 29° - 30° Destrozos en Copiapó224. Foco de Vallenar Zona de Ruptura: 110 km. E: 25,6° Largo: 950 km225. 01 20-04-1949 VI Terremoto de Angol 37° - 38° Causó 40 muertes, la mayoría por M: 7,3 Foco de Angol226 el derrumbe de una vieja cárcel en E: 38° Traiguén227. Largo: 660 km228. 02 17-12-1949 11:06 VIII Punta Arenas 52° - 54° Ts: marejadas anormales y olas de M: 7,5 Foco de Magallanes229 un tsunami en Porvenir, Bahía Almirante, Canal Zigzag cerca al Canal Gabriel.

209 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 210 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 211 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 17. 212 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 213 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 214 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 215 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 18. 216 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 217 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 18. 218 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 219 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 18. 220 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 221 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 18. 222 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 223 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 18. 224 GREVE, F., “Determinación del coeficiente ...”, op. cit., pág. 18. 225 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 226 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 227 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 153. 228 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 229 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 92

Deslizamientos de tierra en el pie norte de la cordillera de los Andes230. Hubo muchas réplicas. Largo: 1.000 km231. 03 09-12-1950 IX Calama 22° - 24° Zona de Ruptura: 120 km. M: 8 Largo: 1.200 km232. Foco de Antofagasta E: 23,5° 04 06-05-1953 13:18 VIII Chillán (área afectada 36° - 38° Daños en Chillán, Concepción y M: 7,6 similar al de 1939) otras poblaciones. 9 muertos234. Foco de Angol233 E: 36,5 Largo: 560 km235. 05 29-11-1957 VIII Foco de Iquique 20° - 21° Largo: 800 km236. M:7,8 E: 21° 06 1958 Foco de Arica237 18° - 19° Terremoto.

07 04-09-1958 VIII La Ligua238 - Valle del 32° - 34° Terremoto. Maipo Foco de La Ligua239 08 21-05-1960 6:04 X Punta de Lavapié 39° - 40° Ts: Marejadas anormales en M=8.1 Valparaíso consistentes en ondas de 20 a 30 cm de amplitud con períodos de 20 a 25 minutos240 09 22-05-1960 15:10 X Valdivia-Puerto Montt 40° - 41° Ts: Desde Valdivia hasta Puerto MW=9.5 (Daños graves entre Montt produciendo graves daños. Concepción y Chiloé) Murieron al menos 2000 personas E: 39,5° debido al tsunami242. Foco de Valdivia241 Derrumbes de ladera243. Zona de Ruptura: 900 a 1000 km de largo por 60-200 km de ancho. Largo: 1.600 km244. 10 13, 14-10- Norte y Centro de Ts: marejadas. 1963 Chile 11 28-03-1964 Norte y Centro de Ts: Marejadas con olas de 1,73 Chile metros entre Arica hasta Corral245. 12 23-02-1965 VIII Foco de Taltal 26° - 27° Largo: 450 km246. M: 7,0 E: 25,7

230 BRÜGGEN, J., op. cit., pág. 308. 231 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 232 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 233 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 234 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 173. 235 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 236 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 237 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 238 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 155. 239 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 240 ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 16. 241 VEYL OÑAT, C., op. cit., pág. 22. 242 ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 23. 243 HAUSER, A., op. cit., pág. 5. 244 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 245 ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 24. 246 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-327. 93

13 22-03-1965 VII-VIII Foco de Illapel 32° - 33° M: 6,4 E: 31,8 14 28-03-1965 VIII La Ligua247 32° - 33° Terremoto de la Cuesta de las M: 7,5 Chile central Chilcas248. Foco de La Ligua E: 32,4° Zona de Ruptura: 80 km. Largo: 560 km249. 15 28-12-1966 VIII Taltal 25° - 27° El 80% de las casas de la región M: 7,7 Foco de Taltal sufrieron daños250. E: 25,5 Zona de Ruptura: 140 km. Largo: 800 km251. 16 21-12-1967 VIII Foco de Iquique 20° - 22° Zona de Ruptura: 65 km252. M: 7,4 E: 21,9° 17 28-12-1968 04:18 VII Antofagasta-Caldera 23° - 27° Ts: Antofagasta-Caldera

18 19-06-1970 VII Foco de Iquique253 20° - 23° M: 6,5 E: 22,3° 19 17-06-1971 VII Foco de Taltal 25° - 26° Zona de Ruptura: 40 km. M: 7 E: 25,4 Largo: 600 km254. 20 09-07-1971 VIII Valparaíso- Chile 31° - 33° Ts: marejadas. MW=7.9 Central Zona de Ruptura: 135 km255. Foco de La Ligua E: 32,5 21 10-05-1975 11:29 VIII Talca-Concepción 37° - 39° Ts:marejadas. M: 7,8 Foco de Angol E: 38° Zona de Ruptura: 140 km. Largo: 450 km256. 22 30-11-1976 VIII Foco de Iquique 20° - 22° Zona de Ruptura: 70 km257. M: 7,3 E: 20,6 23 23-11-1977 VIII Foco de Illapel 30° - 32° Zona de Ruptura: 110 km. M: 7,4 E: 31° Largo: 670 km258. 24 04-10-1983 VIII Taltal 26° - 27° Ts: marejadas sentidas desde M: 7,3 Foco de Taltal E: 26,5 Arica hasta Talcahuano. Zona de Ruptura: 100 km. Largo: 650 km259. 25 03-03-1985 18:47 VIII Valparaíso-Chile 33° - 36° Ts: marejadas. MW=7.8 Central Daños en Santiago. Hundimientos en torno a la mina Foco del Maule “La Africana”-comuna de Lo Prado, R. Metropolitana260.

247 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 155. 248 HAUSER, A., op. cit., pág. 5. 249 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-328. 250 LOMNITZ, C., op. cit., pág. 153. 251 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-328. 252 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-328. 253 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-328. 254 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-328. 255 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-328. 256 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-328. 257 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-328. 258 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-328. 259 RAMÍREZ, D., op. cit., pág. F-328. 260 HAUSER, A., op. cit., pág. 9. 94

Zona de Ruptura: 200 km de largo por 90 km de ancho261 26 ? -08-1987 VII Foco de La Ligua- 32° - 33° Terremoto en la Cuesta de las Chile central Chilcas262. 27 1995 MW=8.1 Antofagasta-Paposo 23° - 24° Zona de ruptura: 185 km de largo Foco de Antofagasta por 90 km de ancho.

261 El proceso de ruptura del terremoto de 1985 habría comenzado con el sismo del 9 de julio de 1971. BELMONTE-POOL, A. y COMPTE, D., “Análisis del contacto sismogenético interplaca a lo largo de Chile”, Actas del VIII Congreso Geológico Chileno, Vol. III (1998), págs. 1746- 1750. 262 HAUSER, A., op. cit., pág. 5. 95

La tabla 3 tiene el fin de listar las erupciones de volcanes chilenos que han quedado registradas en las fuentes históricas para el siglo XIX.

TABLA 3: ERUPCIONES VOLCÁNICAS EN CHILE DURANTE EL SIGLO XIX.

Nombre del Fecha Lugar o Muertos Heridos Comentarios volcán Año-M-D región Tupungatito 1901-04 Zona central Erupción estromboliana. San Pedro 1901-05-25 Norte Erupción estromboliana. Descabezados 1902 Talca Erupción estromboliana. Láscar 1902 Norte Explosiones263. Guallatiri 1902-05 Norte Explosiones264. Descabezados 1903 Talca Erupción estromboliana265. Calbuco 1903 Llanquihue Explosiones con emisión de cenizas. Llaima 1903-05-12 Araucanía Erupción estromboliana266. Guallatiri 1904 Norte Explosiones267. Villarrica 1904 Araucanía Emisión de ceniza. Maipo 1905-10-28 Zona central Erupción estromboliana. Calbuco 1906 Llanquihue Explosiones con emisión de cenizas. Villarrica 1906-04-22 Araucanía Explosiones. Chillán 1906-08-06 Chillán Erupción estromboliana. Descabezados 1906-08-10 Talca Erupción estromboliana268. Huequi 1906-09 Chiloé Erupción explosiva con emisión de cenizas. Carrán 1906, fines Riñinahue Erupción explosiva con formación de lava y lahares. Tupungatito 1907-02-10 Zona central No Erupción estromboliana. Llaima 1907-03-08 Araucanía Erupción. Villarrica 1907-05 Araucanía Erupción estromboliana. Guallatiri 1908 Norte Explosiones. Maipo 1908 Zona central Erupción estromboliana. Villarrica 1908-10-31 Araucanía Erupción estromboliana con emisión de lava. Villarrica 1909-08-19 Araucanía Erupción estromboliana con flujo de lava.. Burney 1910-03 Extremo sur Explosiones con emisión

263 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 264 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 265 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., págs. 292 y 378. 266 PETIT-BREUILH, Mª E. y LOBATO, J., “Análisis comparativo de la cronología eruptiva histórica de los volcanes Llaima y Villarrica”, Actas del 7º Congreso Geológico Chileno, vol. 1 (1994), págs. 366-370. 267 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 268 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 292. 96

de cenizas. Isluga 1911 Norte Explosiones269. Antuco 1911-01 Valle del Laja Explosiones con sismos y ruidos subterráneos. San Pedro 1911-09-02 Norte Erupción estromboliana. Calbuco 1911-11 Llanquihue Explosiones con emisión de cenizas. Peteroa 1912 Zona central Explosiones. Descabezados 1912 Talca Emisión de ceniza270. Llaima 1912 Araucanía Erupción estromboliana. Maipo 1912-09 Zona central Erupción. Guallatiri 1912 Norte Explosiones271. Isluga 1913 Norte Explosiones272. Cordón Caulle 1914-02-08 Puyehue Explosiones con emisión de cenizas. Llaima 1914-07-03 Araucanía Erupción con sismos y ruidos subterráneos. Descabezados 1914-09-08 Talca Erupción explosiva. Columna eruptiva de más de 7 mil metros de altura273. Villarrica 1915 Araucanía Explosiones. Descabezados 1916 Talca Explosiones274. San Pedro 1917 Norte Explosiones. Huequi 1917 Chiloé Explosiones con emisión de piroclastos. Llaima 1917-02-04 Araucanía Erupción estromboliana. Calbuco 1917-04-13 Llanquihue Cordón Caulle 1919, fines Puyehue Erupción estromboliana con emisión de lava. Llullaillaco 1920 Norte Explosiones. Huequi 1920 Chiloé Explosiones con emisión de piroclastos. Descabezados 1920-11-20 Talca Explosiones275. Villarrica 1920-12-10 Araucanía Erupción estromboliana. Cordón Caulle 1921-12-12 Puyehue Erupción explosiva con emisión de coladas de lava. Descabezados 1921 Talca Erupción estromboliana276. Huequi 1922 Chiloé Explosiones con emisión de piroclastos.

269 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 270 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 789. 271 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 272 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 273 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 379. 274 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 1244. 275 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 789. 276 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 789. 97

Calbuco 1922 Llanquihue Explosiones277. Llaima 1922-10-24 Araucanía Erupción estromboliana. Villarrica 1922-10-24 Araucanía Erupción estromboliana. San Pedro 1923 Norte Explosiones. Tupungatito 1925-02 Zona central Explosiones. Cordón Caulle 1926 Puyehue Erupción explosiva. Descabezados 1926, fines Talca Erupción estromboliana278. Cordón Cenizos 1924-04 Llanquihue Explosiones con emisión de cenizas. Llaima 1927-10-05 Araucanía Erupción estromboliana. Ollagüe 1927-10-08 Norte Columna de gases279. Callaqui 1928 Alto Biobío Explosiones280. Calbuco 1929-01-06 Llanquihue Erupción explosiva con generación de flujos de piroclastos. Cordón Caulle 1929-01-07 Puyehue Erupción con emisión de cenizas. Maipo 1929-05-15 Zona central Erupción estromboliana. Llaima 1929-12 Araucanía Erupción estromboliana. Cordón Cenizos 1930 Llanquihue Explosión con emisión de cenizas. Tacora 1930-01-08 Norte Emisión de ceniza. Llaima 1930-07-06 Araucanía Erupción estromboliana. Llullaillaco 1931 Norte Explosiones. San José 1931 Zona central Erupción estromboliana. Llaima 1932-03-02 Araucanía Erupción vulcaniana. Quizapu- 1932-04-09 Talca Erupción pliniana con una Descabezado columna de más de 30 mil Grande metros de altura. Descabezado 1932-04-30 Talca Erupción estromboliana. Grande Peteroa 1932-12-20 Zona central Erupción estromboliana. Calbuco 1932-12 Llanquihue Erupción estromboliana. Lautaro 1933 Extremo sur Explosiones con emisión de cenizas281. Lonquimay 1933-01-04 Alto Biobío Erupción estromboliana. Villarrica 1933-01-05 Araucanía Erupción estromboliana. Láscar 1933-10-09 Norte Erupción estromboliana282. Cordón Caulle 1934-03 Puyehue Explosiones con sismos y ruidos subterráneos.

277 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 711. 278 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., págs. 789 y 1244. 279 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 280 GROBER, P., “Tratado de vulcanismo de la falda oriental de la cordillera hacia la ladera occidental”, Anales de la Sociedad Argentina de Estudios Geográficos, vol. 3 (1928), pág. 213. 281 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 713. 282 PETIT-BREUILH, Mª E., (inédito) Historia eruptiva del volcán Láscar. SERNAGEOMIN, Chile, 1993. 98

Villarrica 1935, fines Araucanía Erupción estromboliana. Llullaillaco 1936 Norte Explosiones. Tacora 1937? Norte Explosiones283. Peteroa 1937 Zona central Emisión de cenizas. Copahue 1937-09-18 Alto Biobío Erupción con emisión de cenizas. Llaima 1937-02-10 Araucanía Explosiones. Choshuenco 1937-06-16 Valdivia Explosiones. San Pedro 1938 Norte Explosiones. Llaima 1938-12 Araucanía Explosiones. Villarrica 1938, fines Araucanía Erupción estromboliana. Tacora 1939? Norte Explosiones284. Antuco 1939-01-24 Alto Biobío Explosiones con emisión de cenizas. Lonquimay 1940-02 Alto Biobío Explosiones. San José 1941 Zona central Erupción estromboliana. Llaima 1941-06-23 Araucanía Erupción estromboliana. Llaima 1942-06-09 Araucanía Erupción estromboliana. Tupungatito 1942-06-09 Zona central Erupción estromboliana. Llaima 1944 Araucanía Erupción. Lautaro 1944 Extremo sur Explosiones. Calbuco 1945-02-19 Llanquihue Erupción estromboliana. Llaima 1945-03-31 Araucanía Erupción estromboliana. Tupungatito 1946 Zona central Erupción285. Llaima 1946-07-23 Araucanía Erupción estromboliana. Carrán 1948 Riñinahue Explosiones. Villarrica 1948-10-18 Araucanía 30 Erupción estromboliana. Descabezados 1949 Talca Erupción estromboliana. Llaima 1949-09 Araucanía Erupción estromboliana. Tacora 1950 Norte Explosiones286. Láscar 1951-11 Norte Erupción. Láscar 1954-06 Norte Erupción. Peteroa 1955 Zona central Explosiones. Carrán 1955-07-27 Norte Erupción estromboliana con formación de lahares. Llaima 1955-10-22 Araucanía Erupción estromboliana. Choshuenco 1955 Valdivia Erupción explosiva. Llaima 1956-01-18 Araucanía Erupción estromboliana. Villarrica 1956-10-03 Araucanía Erupción estromboliana. Llaima 1957-02-18 Araucanía Erupción explosiva. Tupungatito 1958-01 Zona central Erupción estromboliana. San José 1959 Zona central Erupción estromboliana.

283 Explosiones freáticas?. HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 440. 284 Ibidem. 285 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 293. 286 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., págs. 293 y 782. 99

Carrán 1959 Riñinahue Explosiones. San Pedro 1959 Norte Explosiones287. Tupungatito 1959-03-26 Zona central Erupción estromboliana288. Guallatiri 1959-07-15 Norte Erupción estromboliana289. Chillán 1959-11 Chillán Erupción290. Llaima 1959-11 Araucanía Erupción con explosiones. Peteroa 1959-11-06 Zona central Erupción estromboliana. Láscar 1959-11-23 Norte Erupción estromboliana. Lautaro 1959-12-31 Extremo sur Explosiones con emisión de cenizas291. San José 1960-07 Zona central Erupción estromboliana. 1960-12-02 Norte Explosiones292. Lautaro 1960-01-20 Extremo sur Explosiones con emisión de cenizas293. Cordón Caulle 1960-05-24 Puyehue Erupción explosiva con emisión de lavas. Peteroa 1960-07-10 Zona central Erupción estromboliana. Tupungatito 1960-07-07 Zona central Erupción294. Llullaillaco 1960-12-01 Norte Explosiones. Guallatiri 1960-12-02 Norte Erupción estromboliana295. Isluga 1960-12-02 Norte Explosiones296. San Pedro 1960-12-02 Norte Explosiones. Copahue 1960-12-24 Alto Biobío Explosiones con emisión de cenizas. Calbuco 1961-01-25 Llanquihue Erupción pliniana. Tupungatito 1961-05-05 Zona central Erupción estromboliana297. Lautaro 1961-06 Extremo sur Explosiones. Láscar 1961-07-24 Norte Explosiones. Llaima 1961-11 Araucanía Erupción. Peteroa 1962 Zona central Emisión de cenizas. Láscar 1962 Norte Explosiones. Villarrica 1963-03-08 Araucanía Erupción estromboliana. Llaima 1964 Araucanía Erupción estromboliana. Villarrica 1964-03-02 Araucanía 27 Erupción estromboliana. Tupungatito 1964-08-03 Zona central Erupción estromboliana298.

287 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 427. 288 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., págs. 707. 289 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 782. 290 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 790. 291 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 713. 292 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 703. 293 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 713. 294 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 707. 295 La columna eruptiva osciló entre los 4.900 y los 5.200 metros de altura. HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 702. 296 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 704. 297 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 707. 298 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 707. 100

Descabezados 1967 Talca Emisión de cenizas. Peteroa 1967 Zona central Emisión de cenizas. Láscar 1967-12 Norte Explosiones. Tupungatito 1968 Zona central Erupción. Láscar 1968-01-31 Norte Explosiones. Láscar 1969-05-16 Norte Explosiones. Hudson 1971-08-12 Extremo sur Erupción estromboliana con emisión de lava y formación de lahares. Villarrica 1971-10-29 Araucanía Erupción estromboliana. Llaima 1971-11 Araucanía Erupción estromboliana. Cordón Caulle 1972-03-01 Puyehue Erupción estromboliana. Calbuco 1972-08-26 Llanquihue Erupción estromboliana. Hudson 1973 Extremo sur Erupción explosiva con formación de lahares. Chillán 1973-07 Chillán Erupción estromboliana que se mantuvo hasta 1987. Láscar 1974-08 Norte Explosiones. Villarrica 1977-01-26 Araucanía Erupción estromboliana. Carrán 1979-04-14 Riñinahue Erupción estromboliana. Llaima 1979-10-15 Araucanía Erupción estromboliana. Tupungatito 1980-01-10 Zona central Erupción Villarrica 1980-06-20 Araucanía Erupción estromboliana. Villarrica 1983-10-14 Araucanía Erupción estromboliana. Llaima 1984-04-20 Araucanía Erupción estromboliana. Villarrica 1984-10-30 Araucanía Erupción estromboliana. Tupungatito 1986-01-20 Zona central Erupción. Láscar 1986-09-14 Norte Erupción estromboliana. Láscar 1988-07-13 Norte Erupción estromboliana. Lonquimay 1988-12-25 Alto Biobío Erupción vulcaniana. Irruputuncu 1989-11-06 Norte Erupción estromboliana299. Láscar 1990-02-20 Norte Erupción estromboliana. Llaima 1990-02-25 Araucanía Explosiones con emisión de ceniza. Peteroa 1991-02-09 Zona central Erupción estromboliana. Hudson 1991-08-08 Extremo sur Erupción subpliniana con emisión de lavas y formación de lahares. Láscar 1991-10-21 Norte Erupción estromboliana. Copahue 1992-07-31 Alto Biobío Erupción con emisión de cenizas, sismos y ruidos subterráneos. Láscar 1993-04-19 Norte Erupción subpliniana. Copahue 1993-11-07 Alto Biobío Explosiones. Láscar 1993-12 Norte Explosiones.

299 HANTKE, G., Manuscrito, op. cit., pág. 703. 101

Llaima 1994-05-17 Araucanía Erupción estromboliana con flujo de lava. Llaima 1994-08-25 Araucanía Erupción explosiva. Copahue 1994-12 Alto Biobío Erupción. Villarrica 1996-09-14 Araucanía Erupción estromboliana. Villarrica 1999-11 Araucanía Erupción estromboliana. Copahue 2000-07-01 Alto Biobío Erupción estromboliana. Láscar 2000-07-20 Norte Erupción explosiva.

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5. Efecto de los desastres naturales en Chile durante el siglo XX.

Si se analizan algunas de las catástrofes naturales que afectaron a Chile durante el siglo XX se evidencia que éstas se mantuvieron en unos niveles de frecuencia semejante a las centurias precedentes; sin embargo, fue principalmente durante estos años, cuando amplios sectores de su población se vieron afectados por sus negativas consecuencias. Esta situación se dio como resultado del aumento de la población ubicada en zonas de riesgo volcánico y por la ocupación de nuevos territorios vulnerables. Como es sabido, fueron justamente las oleadas migratorias de Europa a América las que posibilitaron la colonización de zonas que se habían mantenido escasamente habitadas hasta principios del mencionado siglo; éste fue el caso de algunos sectores del sur de Chile y la casi totalidad de la región de la Araucanía. En este sentido, no es de extrañar que la mayoría de los datos que se conservan sobre las erupciones del siglo XX en Chile nos hayan llegado a través de relatos, informes, cartas de extranjeros avecindados o viajeros que pasaron por este territorio.

Atendiendo a lo antes expuesto, no es una novedad comprobar que una de las primeras erupciones explosivas de este período de tiempo tuvo lugar en una región que había sido ocupada recientemente por colonos nacionales y extranjeros; se trata de la zona cercana al complejo volcánico Carrán-Los Venados, situado en el sur del país. Según los datos disponibles de esta erupción, el 7 de abril de 1907, después de algunos meses de una alta frecuencia de sismos sentidos por los lugareños, se abrió el cráter del Riñinahue en la ribera occidental del río Nilahue300. Las continuas explosiones freatomagmáticas formaron una columna eruptiva que osciló entre los 5.000 y los 8.000 metros sobre el cráter, que incluso fue vista desde Villarrica. Según los datos aportados por el geólogo alemán Guillermo Segundo Münich -recogidos en trabajo de campo ocho meses después de la erupción-, la explosión principal estuvo precedida por sismos locales y ruidos subterráneos; además, los habitantes de la zona observaron un notable aumento en el escape de gases volcánicos, que por otra parte solían ser frecuentes en el lugar301.

Los materiales emitidos durante la erupción (piroclastos y lava), represaron el río Nilahue con un muro de 40 metros de altura302, aproximadamente, dando origen a una laguna que crecía cada día debido al

300 RISOPATRÓN, L., La línea de la frontera con la República Arjentina, entre las latitudes 35º i 46º S. Santiago, Imprenta i Encuadernación Universitaria, 1907, pág. 45. 301 Crónica de la Misión de Villarrica, II Libro (1907-1930). AVACh. 302 RISOPATRÓN, L., Diccionario Jeográfico de Chile. Santiago, Imprenta Universitaria, 1927, pág. 770. 112 aporte permanente de agua; el 9 de junio la frágil estructura que embalsaba el río no soportó más la presión del agua estancada y el tranque de materiales sueltos cedió303, produciéndose un aluvión cuyo volumen mínimo se ha estimado en más de 50 millones de m3. Guillermo Münich pudo averiguar durante su expedición que al mismo tiempo que se produjo la ruptura del mencionado tranque, se destruyó una colina que separaba el río Nilahue de otro lago cordillerano llamado Laguna Negra, agregando de esa manera sus aguas al impetuoso y crecido caudal del río. El expedicionario expresó este suceso del siguiente modo:

“Es imposible describir los desastrosos efectos de esa terrible avalancha cuya masa, formada de agua con todos los materiales que encontraba a su paso, parecía una enorme mole en vertiginoso movimiento. Los indígenas que habían escapado con vida de la lluvia de arenas y cenizas de la erupción buscando un abrigo en los cerros más distantes del epicentro, refieren que toda la tierra y los cerros temblaban sin cesar, y que se produjo un ruido muy grande como el bramido de mil tempestades y truenos de manera que no se oía la voz humana y era preciso gritarse al oído para entenderse”304.

El aluvión volcánico que se formó irrumpió por el valle inferior del río Nilahue arrasando construcciones y cultivos en la parte más baja de éste, alcanzando hasta el lago Ranco ubicado a 30 kilómetros más abajo. Como resultado del mencionado lahar murieron 36 personas305, se perdieron múltiples cabezas de ganado y se arruinaron grandes extensiones de terreno de cultivo; a este respecto señaló Guillermo Segundo Münich:

“A medida que avanzábamos iba cambiando el aspecto del terreno que nos rodeaba. La ancha faja de montaña (bosque) que antes se estendía desde los cerros de Nilahue hasta orillas del lago, en una estensión de 300 á 400 metros de ancho, había desaparecido”306.

El río Nilahue perdió su vado desde el día en que se produjo el lahar; por tanto, los lugareños que querían llegar a las casas que se encontraban cercanas al foco de la erupción debían hacer la travesía en canoa por el lago Ranco hasta el pueblo de Riñinahue307, lo que dificultaba aún más las ya complicadas comunicaciones de la zona; además se cortaron algunos puentes de madera que unían a las familias que habitaban en la parte alta del valle, en una “estrechura” del río. En este sentido, Münich y los miembros de su expedición pudieron observar que los depósitos dejados

303 Vid. MÜNICH, G., Escursión a la rejión volcánica de Valdivia. Valparaíso, Imprenta de Alberto Leport, 1908, pág. 36. RISOPATRÓN, L., “Diccionario …”, op. cit., pág. 770. 304 MÜNICH, G., op. cit. , 1908, pág. 67. 305 KLOHN, C., op. cit., pág. 16. 306 MÜNICH, G., op. cit. , 1908, pág. 34. 307 Ibidem, pág. 33. 113 por el lahar rellenaron la caja del río Nilahue -90 metros de profundidad- con troncos de árboles, piedras, escorias, arenas y cenizas cubriendo ambas orillas en una extensión de 25 kilómetros de longitud y alrededor de 300 metros de ancho308. Finalmente, con respecto a esta erupción, sólo resta por señalar que encima de la colada de lava, en el borde norte del cráter, se construyó un pequeño cono de piroclastos cuya actividad fumarólica y solfatárica perduró hasta 1914; este cono fue denominado localmente con el nombre de Cuya.

Al tiempo que concluía la catástrofe en el valle del río Nilahue, el volcán Villarrica (Chile) comenzó un explosivo ciclo eruptivo. Antes de que ocurriera el desastre volcánico, el año 1907 se había iniciado con una sequía que tenía secos los campos de la zona309.

Por su parte, el mencionado volcán después de haber estado algunos meses con una intensa actividad fumarólica tuvo una primera erupción durante los primeros días de mayo de 1907 que afectó al sector de Palguín; con posterioridad, el Villarrica se calmó para continuar con actividad fumarólica intensa310. En la madrugada del 10 de mayo el volcán produjo una segunda explosión con emisión de piroclastos, generando una columna de varios kilómetros sobre el cráter311. El 26 de mayo se generó un sismo violento a las cuatro de la tarde, al tiempo que el volcán arrojó una densa columna de ceniza y gases312. Del mismo modo, durante la madrugada del 13 de junio de 1907 se sintió un fuerte temblor de tierra que hizo que la campana de la torre de la Iglesia de Villarrica tocara sola y que las imágenes de San Luis y de Santa Filomena se cayeran del altar mayor. Como consecuencia del terremoto varios vecinos de la ciudad se vieron afectados, pues sus casas sufrieron daños. Según escribió el misionero capuchino de Villarrica en su cuaderno de anotaciones, el gobierno de Chile pagó la suma total de mil pesos para ayudar a los damnificados313. El hecho de subvencionar oportunamente parte de los costos ocasionados por el sismo mostraba una gran diferencia con respecto a las actitudes asumidas por los políticos y administradores de décadas precedentes, ya que no se tiene constancia de que el Estado chileno se hubiese responsabilizado en catástrofes anteriores con la entrega directa de fondos económicos a los afectados.

308 Ibidem, pág. 46. 309 Crónica de la Misión de Villarrica, Cuaderno II, 1907-1930. AVACh. 310 Crónica de la Misión de Villarrica, Cuaderno II, 1907-1930. AVACh. 311 Ibidem. 312 RISOPATRÓN, L., “La línea de la frontera …”, op. cit., pág. 45. 313 Crónica de la Misión de Villarrica, Cuaderno II, 1907-1930. AVACh. 114

Después del temblor del 13 de junio de 1907, el volcán arrojó densas columnas de ceniza que se veían como “fuego” durante la noche. La actividad explosiva del Villarrica continuó de manera esporádica durante los meses siguientes a junio y se incrementó notablemente en diciembre de 1907314; la situación se complicó el 31 de octubre de 1908 cuando tuvo fuertes explosiones que formaron una columna eruptiva de más de 3.000 metros sobre el cráter y emitió coladas de lava que generaron varios lahares (IEV: 2); los más voluminosos bajaron por los ríos Turbio315 y Zanjón Seco -éste llegó hasta la localidad de Pucón por el estero Candelaria-. Los demás se distribuyeron por los ríos Molco, Correntoso y los esteros Huichatío y Chaillupén316. La actividad explosiva del Villarrica motivó que los habitantes de los alrededores evacuaran esa misma noche la zona más cercana al volcán y sus cauces, considerados como peligrosos por experiencias pasadas317.

El Correo de Valdivia318 informó diariamente sobre la evolución de la erupción, señalando que el 3 de noviembre se produjo una fuerte explosión y se formó un nuevo lahar que bajó desde el volcán por el río Turbio; gracias a las señales que quedaron en algunos árboles que resistieron la fuerza del flujo se pudo establecer que el frente de dicho aluvión volcánico alcanzó una altura de 10 metros. Los rodados que llegaron hasta el pie del volcán formaron un tranque en el río Turbio, cuyas aguas volvieron a retomar la corriente normal algunas horas después319. En la prensa regional se reseñó, además, que ese día se hizo evidente en el volcán una profunda "grieta" de cientos de metros de longitud y de 20 a 25 metros de ancho320. Esta situación ha sido observada durante la mayoría de las erupciones estrombolianas del volcán Villarrica debido a que la lava, al avanzar, funde parte del glaciar y la nieve temporal, dejando un canal o grieta y liberando de este modo el agua necesaria para formar los lahares.

Asimismo, según los telegramas emitidos desde la localidad de Pucón, durante la primera semana de noviembre, se produjo una remoción en masa como consecuencia de los sismos generados por la erupción, lo

314 MÜNICH, G., op. cit. , 1908, pág. 16. 315 Vid. El Correo de Valdivia, 6 de noviembre de 1908. PARROQUIA EL SAGRARIO DE VILLARRICA, Revista Araucanía Misional, núm. 67 (1974), pág. 6. 316 Crónica de la Misión de Villarrica, cuaderno II, 1907-30, AVACh. BÜRGER, O., Acht Lehr und Wanderjahre in Chile. Leipzig, Dieterich’sche Verlags Luchhandlung. Theodor Weicher, 1909, pág. 63. CASERTANO, L., “Actividad del volcán Villarrica en el curso de este siglo”, Boletín de la Universidad de Chile, núm. 40 (1963), pág. 23. 317 El Correo de Valdivia (Chile), 3 de noviembre de 1908. 318 Ibidem, 1 hasta el 9 de noviembre de 1908. 319 Ibidem, 3 de noviembre de 1908. 320 Ibidem, 9 de Noviembre de 1908. 115 que sepultó a “algunos pobres indígenas”321. Con posterioridad, el 31 de noviembre de 1908, el volcán tuvo una fuerte explosión que alarmó a los habitantes de Villarrica y más aún a los de Pucón y Palguín -localidades que se encuentra muy próximas al mencionado volcán-; en esta ocasión se volvió a reactivar un surtidor de lava que generó lahares que bajaron como en otras erupciones por los cauces principales del Villarrica. La avalancha principal se encauzó por el valle del río Turbio, ensanchándolo hasta llegar a 300 ó 400 metros, aproximadamente, y sepultando por completo un retazo de bosque nativo que quedaba en su orilla. El depósito que dejó el lahar fue medido en diferentes lugares y osciló entre 2 y 4 metros de espesor; para entender la magnitud del proceso se ha estimado que el desastre anterior fue la obra de media hora de erupción. Hacia fines de diciembre de 1908 solamente se mantenían las explosiones en el cráter322.

Algunos meses más tarde, según se reseña en la Crónica de la Misión de Villarrica323, se generó una nueva explosión con emisión de piroclastos en el cráter del Villarrica durante la noche del 19 de agosto de 1909. A este respecto, el colono alemán Otto Gudenschwager -avecindado en la localidad de Pucón- confirmó que el volcán estuvo activo alrededor de un año, y que en 1909 se produjo una fisura en el sector Este, desde donde salió un surtidor de lava que derritió el hielo y la nieve temporal volviendo a generar un lahar que llegó hasta el lago Villarrica en el sector de Pucón; el mencionado alemán destacó, además, que en esa ocasión no hubo actividad sísmica perceptible, a diferencia de lo que sucedió en 1907324.

En la misma región de la Araucanía, el volcán Llaima (Chile) se reactivó el 5 de octubre de 1927325. Esta erupción se caracterizó por tener dos etapas explosivas en las que estuvieron activos dos de sus cráteres -los llamados Norte o Principal y el Sur o Pichi Llaima-; la primera etapa duró desde el 5 hasta el 8 de octubre y fue básicamente explosiva, en la que además se sintieron fuertes y numerosos temblores con ruidos sordos326. La segunda etapa se hizo notar desde el 27 de noviembre hasta el 5 de diciembre, ocurriendo el 29 de noviembre la erupción paroxismal327.

321 Ibidem. 322 CASERTANO, L., “Actividad del volcán Villarrica …”, op. cit., pág. 23. 323 Crónica de la Misión de Villarrica, cuaderno II, 1907-30, AVACh. 324 STONE, J., “The volcanoes of Southern Chile”, Zeitschrift für Vulkanologie, vol 16 (1935), pág. 86. 325 VALDERRAMA, J., Diccionario histórico-geográfico de la Araucanía. Santiago, Imprenta Lagunas, 1927, pág. 149. 326 Boletín del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, núm. 19 (1929), pág. 29. El Correo de Valdivia, 9 de octubre de 1927. 327 JAGGAR, T., The volcano Letter, núm. 222 (1929), pág. 1. 116

El cráter principal del Llaima mantuvo una densa columna de gases y piroclastos durante las dos etapas de esta erupción, alcanzando a fines de noviembre alturas de hasta 5.000 metros (IEV: 2); además, por este centro de emisión fueron expulsadas brillantes escorias negras (vítreas), de tamaño ceniza a lapilli, que cubrieron el hielo del glacial en el lado sur del volcán con alrededor de 20 centímetros de espesor328. Precisamente corresponden a la cubierta de piroclastos que puede observarse actualmente en el sector de Lago Verde. En esta ocasión la ceniza fina y el lapilli -de hasta 2 centímetros- se dispersaron hacia el sector Norte del volcán hasta una distancia de 6 ó 7 kilómetros329. Por su parte, el Pichi Llaima fue el más activo durante la segunda etapa de la erupción y se caracterizó por la emisión de una colada de lava330.

Según los informes del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile y la información extraída de la prensa local, los pobladores de la región vecina al volcán sintieron fuertes y numerosos temblores con ruidos sordos331; del mismo modo, la erupción culminó con sismos perceptibles y ruidos subterráneos que se escucharon desde kilómetros de distancia. Los habitantes de las cercanías del volcán que habían huido a otros pueblos a consecuencia de las explosiones comenzaron a regresar a sus casas en diciembre de 1927332. Esta vez los daños ocasionados a las personas y a la producción no fueron de consideración, pues en 1927 la zona aún no estaba muy poblada y se limitaba a enclaves madereros y agrícolas más o menos temporales.

Por su parte, el volcán Calbuco (Chile) que durante las dos primeras décadas del siglo XX había dado señales de actividad volcánica, se hizo notar por una explosiva erupción el 5 de enero de 1929 (IEV: 4). Los ruidos subterráneos que se sintieron durante esa noche alertaron a la escasa población que vivía en el sector Norte del volcán, quienes no esperaron a observar la evolución de la actividad y decidieron abandonar sus parcelas llevándose lo que pudieron333; posiblemente asumieron esta actitud extrema al recordar la catástrofe que ocasionó la erupción de 1893, en la que una de

328 Vid. STONE, J., The volcano Letter, núm. 222 (1929), pág. 284. STONE, J. e INGERSON, E., “Some volcanoes of Southern Chile”, Zeitschrift für Vulkanologie, band XVI (1934), pág. 275. 329 STONE, J. e INGERSON, E., “Algunos volcanes del sur de Chile”, Boletín de Minas y Petróleo, tomo 5, núm. 40 (1935), pág. 9. 330 STONE, J., The volcano Letter, núm. 222 (1929), pág. 284. 331 Boletín del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, núm. 19 (1929), pág. 29. El Correo de Valdivia (Chile), 9 de octubre de 1927. 332 Boletín del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, núm. 19 (1929), pág. 32. 333 STONE, J., The volcano Letter, núm. 222 (1929), pág. 284. 117 las zonas más afectadas por los depósitos volcánicos del Calbuco fue precisamente esa.

El volcanólogo norteamericano Thomas A. Jaggar, que casualmente arribó por mar a la ciudad de Puerto Montt el 6 de enero de 1929-, pudo averiguar con personas del lugar que la erupción comenzó entre la una y las dos de la madrugada de ese día y que la explosión inicial estuvo acompañada por un temblor334 que incluso, se sintió en la República Argentina335. Por su parte, el geólogo John Stone -testigo ocular de la erupción- confirmó que alrededor de las dos de la madrugada pudo observar que un “gran destello fue disparado desde la cima del Calbuco”, seguido por un enorme hongo de ceniza y rayos dentro de éste336.

Con respecto al cráter del Calbuco, se sabe que antes de la erupción de 1929 tenía la forma de un pozo profundo con paredes escarpadas cubiertas por gravas angulares337; esta forma se modificó durante las primeras horas de actividad, pues se formó un nuevo cráter de 500 metros de diámetro en el domo ubicado en el interior de otro más antiguo (caldera de avalancha)338. Por esta abertura se produjo la emisión de una colada de bloques (andesítica) que a las siete de la mañana del 6 de enero llegó a los bordes del cráter y avanzó por las laderas hacia el Noroeste. Al entrar en contacto la lava incandescente con el hielo del glaciar se produjo la liberación de agua y se formaron varios lahares que descendieron hacia el noroeste por el valle del río Caliente-Blanco, hasta el lago Llanquihue339.

Aproximadamente a las nueve de la mañana tuvo lugar una explosión lateral que generó un flujo de piroclastos, cuyos materiales se encauzaron por los valles del flanco Norte, doblando y cubriendo de ceniza los matorrales y pequeños árboles que crecían en el lugar. Del mismo modo, los materiales volcánicos rellenaron el cauce del río Pescado, que en esa fecha era navegable hasta el puente carretero340, y depositaron el “barro” que se había formado sobre algunos campos cultivados cercanos al lago Llanquihue341. Después de esta explosión el Calbuco mantuvo una delgada pluma de vapor durante el resto del día y en una o dos ocasiones se

334 JAGGAR, T., The volcano Letter, núm. 222 (1929), pág. 1. 335 STONE, J. e INGERSON, E., “Some volcanoes (…)”, op. cit., pág. 275. 336 STONE, J., The volcano Letter, núm. 222 (1929), pág. 284. 337 STONE, J. e INGERSON, E., “Some volcanoes (…)”, op. cit., pág. 275. 338 Este pequeño edificio volcánico de tipo cono-domo se observa claramente en las fotografías aéreas Trimetrogón del año 1944. 339 Boletín del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, núm. 19 (1929), pág. 4. 340 KINZEL, E. y HORN, B., op. cit., pág. 379. 341 STONE, J., The volcano Letter, núm. 222 (1929), pág. 284. 118 observaron pequeñas bocanadas oscuras que -según la opinión de Thomas A. Jaggar- pudieron haber sido cenizas342.

La fusión del hielo provocado por el avance de la colada de lava incandescente y los piroclastos desencadenó también el aumento del caudal de los ríos y esteros vecinos que dañaron los sembrados aledaños a sus cauces; de esta manera, el mayor aporte de agua aumentó el nivel del lago Chapo hasta que se desbordó vaciándose sobre el río Chamiza, el que a su vez inundó extensiones considerables de terreno destruyendo casas, sembrados y matando algunas cabezas de ganado. En general, la superficie de terreno afectada por las inundaciones de los ríos y los lahares generados durante esta erupción se calculó en 20.000 hectáreas343.

Después de las explosiones del 6 de enero sólo la ceniza gruesa alcanzó a las casas que estaban ubicadas en los sectores más altos, pero antes el viento del Oeste dispersó las cenizas finas a gran distancia hacia el Este; de este modo, en Peulla -a 57 kilómetros de distancia- se formó una película de pocos milímetros de espesor, mientras que el polvo volcánico alcanzó hasta la primera estación de ferrocarril argentina limítrofe con Chile -localizada a más de 165 kilómetros de distancia344-. El mismo 6 de enero las cenizas llegaron hasta Puerto Montt al mediodía saturando el aire, aunque a esa hora el volcán sólo emitía vapor de agua345; por otro lado, en las ciudades vecinas al Calbuco se sintieron ocho temblores ese día346.

La actividad explosiva comenzó a disminuir durante la tarde del 6 de enero y finalizó el 9 de enero. El hecho de que después de la erupción no lloviese durante dos semanas motivó que el ganado resultase muy afectado, pues sólo pudieron alimentarse de la parte más alta de las hierbas que ya se habían liberado de la ceniza347.

El 19 de enero de 1930 el geólogo John Stone, en compañía de un asistente local, ascendió al cráter del Calbuco una vez que finalizó la erupción para evaluar lo sucedido, pudiendo comprobar lo siguiente:

“El nuevo cráter del Calbuco es un agujero recto, tal vez, de unos 250 a 300 metros de ancho y su profundidad a lo menos 100 m. El contorno, especialmente alrededor del borde noreste está profundamente cubierto por grava y bloques emitidos, densas fumarolas blancas escapan en varios lugares desde el talud

342 JAGGAR, T., The volcano Letter, núm. 222 (1929), pág. 1. 343 Boletín del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, núm. 19 (1929), págs. 4 y 5. 344 STONE, J., The volcano Letter, núm. 222 (1929), pág. 284. 345 JAGGAR, T., The volcano Letter, núm. 222 (1929), pág. 1. 346 Boletín del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile, núm. 19 (1929), pág. 4. 347 STONE, J., The volcano Letter, núm. 222 (1929), pág. 284. 119

interior del cráter. La morfología del cráter debe su presente aspecto en parte, al colapso después de las explosiones”348.

La erupción de 1929 vino a confirmar que vivir en los flancos del Calbuco era realmente un riesgo; por ello, un grupo numeroso de los vecinos dejó definitivamente la zona.

En 1932 se registró una erupción pliniana en el volcán Quizapu (Chile) que produjo un volumen de 9,5 km3 de pómez, una columna que osciló entre los 27 y los 30 kilómetros de altura y una pluma que cubrió un tercio de Sudamérica en dirección Oeste a Este (IEV: 5); además, generó flujos piroclásticos que llegaron a tener alrededor de 7 kilómetros de longitud. La etapa paroxismal se desarrolló entre los días 9 y 15 de abril de 1932349. Con respecto a este volcán, el investigador Mateo Arellano señaló en mayo de 1932 que la erupción del Quizapu fue “la más grande de las que se hayan producido en este continente y una de las mayores de que se tenga noticias en el Mundo”350; asimismo, Humberto Fuenzalida -geólogo y profesor de la Universidad de Chile- agregó en 1941 que las cenizas emitidas por el Quizapu durante el 10 de abril de 1932 fueron reconocidas en El Callao e incluso fuera del continente en Ciudad de El Cabo (Sudáfrica) y Nueva Zelanda351.

La erupción comenzó la mañana del 9 de abril de 1932352 y se mantuvo constante durante una semana bajo la expectación de los pobladores del Valle Central de Chile. La mayor magnitud explosiva se produjo entre el mediodía del 10 de abril y la mañana del 11353; debido a la altura que alcanzó la columna -llegó hasta la Estratosfera- la pómez fue dispersada por los vientos hacia el este en dirección a las provincias del norte de Argentina. Durante las explosiones se observaron fenómenos luminosos (rayos) que despertaron la curiosidad entre los habitantes de las provincias del norte de Chile354; como en otros casos históricos, estas tormentas eléctricas que se producen dentro de la columna son habituales en este tipo de erupciones. Del mismo modo, frecuentes temblores sacudían

348 Ibidem, pág. 284. 349 HILDRED, W. y DRAKE, R., “Volcan Quizapu, Chilean Andes”, Bulletin of Volcanology, vol. 54 (1992), pág. 93. 350 ARELLANO, M., “Región volcánica del ‘Cerro Azul’ (Quizapu). Algunos antecedentes de este volcán. La verdadera magnitud de la formidable erupción. El fenómeno visto en Chile”, Revista Chilena de Historia Natural, año XXXVI (1932), pág. 48. 351 FUENZALIDA, H., “Distribución de los volcanes del grupo de los Descabezados”, Revista del Museo Nacional de Historia Natural, vol. XIX (1941), pág. 19. 352 Boletín del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile (1934), pág. 33. 353 FUENZALIDA, H., “El Cerro Azul y el volcán Quizapu”, Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, tomo XXI (1943), pág. 40. 354 FUENZALIDA, H., “El Cerro Azul (…)”, op. cit., pág. 50-51. 120 la tierra y los vidrios de las casas de Curicó, Talca y de los pueblos del Valle Central, alertando a los vecinos del peligro; además las construcciones se movían a causa de las ondas de choque que ocasionaban las violentas explosiones: “el pánico era inmenso entre los pobladores”355. Durante la mañana del 11 de abril de 1932 empezó a caer ceniza en Talca y a las 11 horas del día se había transformado en “una noche tan densa” que, según Heriberto Trewhela -testigo ocular de la erupción-, “no veía su mano al mantener el brazo extendido”; por su parte, el termómetro bajó en varios lugares a menos de 5ºC debido a que se produjo un corto período de efecto invernadero. Según los datos aportados por Humberto Fuenzalida, al día siguiente todo el paisaje se había convertido en un inmenso campo cubierto de un uniforme color gris claro; por su parte, en Curicó, Molina, San Rafael y otros puntos de la vecina República Argentina la caída de pómez fue precedida por una ligera precipitación de azufre356.

Después de esta fase explosiva se enviaron a la zona de la erupción dos comisiones de investigación de la Universidad de Chile con objeto de estudiar el volcanismo de la Cordillera de Talca357; estas comisiones pudieron comprobar que toda el área que circundaba el cráter y el cono se había hundido visiblemente en un radio de más de dos mil metros, produciendo grietas en forma de escalones cuya diferencia de altura entre los bordes era, en su mayoría, superiores a los 50 centímetros358.

Durante los últimos días del mes de abril la situación se agravó cuando entró en actividad el volcán Descabezado Grande [Ver Anexo 1], localizado a sólo seis kilómetros al norte del Quizapu. Las explosiones se mantuvieron hasta el 31 de mayo de 1932, quedando como evidencia de su actividad una intensa fumarola ubicada en el costado Oeste, a 300 metros por debajo del cráter359. Posteriormente, en la madrugada del dos de julio, la situación se complicó al abrirse un cráter de grandes dimensiones en la ladera Norte del Descabezado, iniciando de ese modo una nueva fase eruptiva; a consecuencia de las explosiones se formó una alta columna eruptiva que se dispersó hacia el norte (IEV: 2). En esta ocasión el viento del sur impulsó las cenizas y hubo mayor precipitación de éstas en

355 Ibidem, pág. 53. 356 Boletín del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile (1934), pág. 33. 357 La primera comisión estaba constituida por el Dr. Juan Brüggen, Enrique Donoso, Osvaldo Stuckart y Humberto Fuenzalida. La segunda comisión fue designada para estudiar las modificaciones que experimentara el volcán Descabezado Grande a raíz del cráter que se abrió en su flanco septentrional en mayo de 1932 y estaba formada por Elías Almeyda Arroyo, Enrique Donoso y Humberto Fuenzalida. FUENZALIDA, H., “Distribución de los volcanes (…)”, op. cit., pág. 19 y 20. 358 Boletín del Servicio Sismológico de la Universidad de Chile (1934), pág. 33. 359 Ibidem, págs. 39 y 42. 121 territorio chileno que durante la erupción del Quizapu; tanto fue así que en el Puerto de Valparaíso se midieron 45 milímetros a diferencia del 11 de abril, en que sólo cayeron uno o dos360.

El 29 de agosto el Descabezado Grande inició una nueva crisis explosiva, acompañada de ruidos subterráneos que fueron escuchados como sonidos sordos por los habitantes del Valle Central361; estas explosiones se mantuvieron hasta fines de octubre, incrementándose desde el día 29. La emisión de piroclastos originó una abundante caída de ceniza fina en el Valle Central -al Oeste del volcán- y en la Cordillera de la Costa. Por su parte, el volcán Quizapu inició un nuevo período de actividad aunque menos explosiva que la experimentada en el Descabezado Grande362.

La actividad volcánica se mantuvo constante en la Cordillera de Talca hasta diciembre de 1932 y durante ese mes no sólo estuvo circunscrita a esta zona -Descabezado Grande, Quizapu y Peteroa; según los miembros de la comisión de investigación de la Universidad de Chile, los volcanes Llaima y Calbuco manifestaron también una intensa actividad explosiva durante los últimos días del mes, aunque fue de corta duración, pues no pasó de seis a siete días363. Los volcanes Descabezado Grande y Quizapu dieron muestras de actividad explosiva intermitente hasta julio de 1935364.

Por su parte, en abril de 1948 el volcán Villarrica inició un largo ciclo eruptivo que concluyó en febrero de 1949. De ello se hacía eco el cura párroco de Villarrica, quien señaló en 1974 que esta actividad volcánica causó verdaderos daños materiales y humanos debido a la inadecuada construcción de algunas casas en zonas de riesgo de lahares:

“A la gente se le olvidó el peligro y muchos edificaron al borde de los cauces naturales de los desagües y así la erupción de 1948 sonó a verdadera catástrofe”365.

Esta reflexión comenzó a repetirse durante este siglo en variados lugares del continente cuando se repetían las catástrofes; por tanto, existía conciencia de que evitar las pérdidas de vidas humanas era posible planificando adecuadamente el territorio.

360 Ibidem, pág. 47. 361 Ibidem, pág. 51. 362 Ibidem, pág. 57. 363 Ibidem, pág. 65. 364 Zeitschrift für Vulkanologie, Band XVII (1935-36), pág. 122. 365 Revista Araucanía Misional, núm. 67. Especial 1899-1974, pág. 6. 122

Si se atiende al mecanismo eruptivo del Villarrica, se advierte que el 14 de abril de 1948 se observó que desde el cráter principal comenzó a descender una colada de lava; al día siguiente la lava salía por 2 bocas situadas dentro del cráter principal y el 22 de abril terminaba la segunda fase efusiva de la erupción. Como consecuencia de la fusión del glaciar y la nieve temporal por efecto del avance de la lava incandescente, los ríos del flanco norte acusaron crecidas366. Durante la tarde del 2 de mayo de 1948 se elevó desde el cráter una gruesa y densa columna de piroclastos, alcanzando una altura superior a los 1.500 metros (IEV: 2), lo que produjo una lluvia de ceniza y lapilli en Pucón; esta actividad explosiva estuvo precedida y acompañada por movimientos sísmicos sentidos por los habitantes de la zona aledaña. Con posterioridad una colada de lava descendió hacia el poniente desde el cráter principal y nuevamente se observó un aumento en el caudal de los ríos del flanco norte e, incluso, se verificó la destrucción de un puente sobre el estero Huichatío. El 21 de mayo descendió otra colada de lava desde el cráter central hacia el Suroeste produciéndose voluminosos lahares por los cauces de los esteros Seco, Escorial y Chaillupén; la emisión de lava continuó probablemente hasta el día 24. El 25 de mayo el volcán ya no daba señales de actividad367.

Los días 9 y 10 de octubre hubo actividad en el cráter del Villarrica, puesto que los pobladores del lugar sintieron ruidos subterráneos roncos; este último día una colada de lava avanzó 100 metros desde el borde del cráter principal. El 16 de octubre se produjeron explosiones cada tres minutos y al día siguiente se formó una columna de gases y ceniza de 300 metros sobre el cráter (IEV: 1). Durante la madrugada del 18 de octubre se generó la primera erupción paroxismal, formándose lahares que en media hora llegaron a los pies del volcán Villarrica368. Los lugares más afectados fueron los cauces de los ríos Turbio, Zanjón Seco (Candelaria), Correntoso, Molco, Huichatío y Chaillupén. Por su parte, el río Voipir se embancó a consecuencia de los materiales laháricos que bajaron por su cauce, lo que cambió su curso. Esta erupción se saldó con la muerte de 42 personas369 y 200 desaparecidos370; además supuso la interrupción de las comunicaciones terrestres entre Villarrica y Pucón, ya que el camino fue cortado por los lahares obligando a que el tráfico se hiciese por vía lacustre durante

366 CASERTANO, L., “Actividad del volcán Villarrica en el curso de este siglo”, Boletín de la Universidad de Chile, núm. 40 (1963), pág. 24 y 25. 367 CASERTANO, L., “Actividad del volcán Villarrica (…)”, op. cit., pág. 28. 368 Vid. HANTKE, G., “Summary of volcanic activity 1948-50”, Bulletin of Volcanology, núm. 14 (1953), pág. 4. CASERTANO, L., “Actividad del volcán Villarrica (…)”, op. cit., pág. 25. 369 Vid. Crónica de la Parroquia de Pucón 1930-1975, cuaderno 1. AVACh. y HANTKE, G., op. cit., pág. 4. 370 HANTKE, G., op. cit., pág. 4. 123 algunas semanas371. Asimismo, los mencionados lahares destruyeron el Refugio Andino ubicado a unos 1.300 metros de altura en el sector norte del volcán372. Por otro lado, el 20 de octubre se detectó un aumento en el caudal de los ríos que sirven de desaguadero al Villarrica a causa de la fusión del hielo y de la nieve. Hacia fines de ese mes la cumbre del volcán se encontraba cubierta por piroclastos, con el cráter resquebrajado y con una pequeña emisión de vapor de agua373. El 25 de diciembre de 1948 el Villarrica se reactivó con la emisión de una colada de lava que avanzó hacia el valle del estero Molco y otra que se dirigió hacia el sector de Chaillupén generando lahares que llegaron hasta el lago Calafquén374.

El 1° de enero de 1949 el volcán tuvo una violenta erupción que se prolongó hasta el día siguiente; durante su actividad estromboliana vigorosa se formó una columna de gases y cenizas que se elevó hasta los 9.000 metros sobre el cráter (IEV: 3) y que se dispersó hacia el este (Argentina), librándose entonces de la precipitación de ceniza y lapilli las ciudades de Villarrica y Pucón. Del mismo modo, se formaron lahares hacia el flanco Suroeste del volcán -sector de Chaillupén-. Durante la mañana del 31 de enero se inició otra fase paroxismal que se mantuvo hasta el día siguiente, advirtiéndose intensos ruidos subterráneos; en esta ocasión la emisión de magma por un surtidor375 dio origen a una colada de lava "aa" que produjo como proceso asociado un lahar que descendió por el cauce del río Correntoso376. Sobre este hecho dejó constancia escrita el cura párroco de Pucón, quien describió la angustia y el pánico experimentado por los vecinos ante la erupción:

“Duró esta función dos horas y cuarto, durante las cuales pudo observarse la angustia dibujada en todos los rostros, y el llanto de los niños al ver la precipitada fuga de la población hacia la Península, por creerse aquel monte seguro contra una posible subida del lago. Muchos de los turistas veraneantes emprendieron la retirada sin pérdida de tiempo”377.

El sacerdote aportó datos interesantes, puesto que reconoció que los habitantes de Pucón tenían conciencia del riesgo que corrían quedándose en el pueblo y de que la Península de Pucón era una zona de seguridad; efectivamente, fue el lugar donde se refugió la mayoría de los residentes de la localidad mientras que esperaban que pasara la etapa más explosiva. En

371 Crónica de la Parroquia de Pucón 1930-1975, cuaderno 1. AVACh. 372 CASERTANO, L., “Actividad del volcán Villarrica (…)”, op. cit., pág. 26. 373 Ibidem, pág. 25. 374 Ibidem, pág. 26. 375 CASERTANO, L., “Actividad del volcán Villarrica (…)”, op. cit., pág. 27. 376 Ibidem, pág. 26. 377 Crónica de la Parroquia de Pucón 1930-1975, cuaderno 1. AVACh. 124 este sentido, los estudios de riesgo actuales señalan que la mencionada Península es el sector más seguro de la zona en lo que se refiere a la protección ante los lahares378. El mismo sacerdote destacaba el impacto que tuvo la erupción sobre el turismo; no en vano, la región estaba desarrollando esta actividad económica desde las primeras décadas del siglo XX. En esta ocasión se pudo observar el importante papel que tienen los medios de comunicación durante una erupción volcánica379. En este sentido, el párroco de Pucón aportó el siguiente comentario sobre la responsabilidad que, según él, tuvo la prensa en la masiva huida de los turistas:

“Esta erupción -del 18 de octubre de 1948- significó la ruina del turismo. Al menos por esta temporada, debido sobre todo a que la prensa sensacionalista ahuyentó a los veraneantes con exageraciones acerca de las consecuencias y de los peligros del monstruoso volcán. Estas noticias fueron valientemente desmentidas por el alcalde de ésta, Alberto Ansorena, en varios artículos sobre el fenómeno”380.

Finalmente, durante la fase efusiva de los primeros días de febrero de 1949, el volcán Villarrica emitió una larga colada de lava "aa" que descendió por el flanco Noroeste y que llegó en cuatro días hasta el fundo El Pirao381, con un recorrido total de 10 kilómetros. Otros daños registrados como consecuencia de esta erupción fueron los causados por varios desbordes en el curso superior del río Turbio, donde fueron arrasados galpones y casas. Por su parte, el crecido caudal del río Voipir inundó centenares de hectáreas de terreno, destruyendo casas y diversas construcciones.

El río Correntoso también se desbordó, inundando muchos terrenos y dañando, entre otras construcciones, el puente situado casi en la desembocadura del lago Villarrica, a 15 kilómetros al Este de esta ciudad382.

378 Proyecto FONDECYT 1989-1048: Volcán Villarrica: Geología y evaluación del riesgo volcánico. 379 La importancia de los medios de comunicación en el tratamiento de la información sobre las erupciones volcánicas y los desastres naturales en general es un nuevo elemento a considerar durante el siglo XX. Al respecto se sugieren algunas investigaciones: TILLING, R., “Volcanic hazards and their mitigation progress and problems”, Geophysics, núm. 27 (1989), págs. 237- 269. ARAÑA, V. y ORTIZ, R., “Riesgo volcánico”, en MARTÍ, J. y ARAÑA, V., op. cit, págs. 277-385. NATENZON, C., “Volcanismo y comunicación social”, en ORTIZ, R. (ed.) Riesgo Volcánico. Serie Casa de los Volcanes N. 5, Cabildo Insular de Lanzarote, 1996, págs. 223-244. 380 Crónica de la Parroquia de Pucón 1930-1975, cuaderno 1. AVACh. 381 Vid. Crónica de la Parroquia de Pucón 1930-1975, cuaderno 1. AVACh. CASERTANO, L., “Actividad del volcán Villarrica (…)”, op. cit., pág. 28. 382 Crónica de la Misión de Villarrica, cuaderno IV, 1946- 61-AVACh. BRÜGGEN, J. op. cit., pág. FLORES, E., “La última erupción del volcán Villarrica”, Informaciones Geográficas, vol. 125

Ante este panorama de desastre, el gobierno chileno adoptó la medida de declarar como parques nacionales grandes extensiones de terreno que rodeaban los volcanes más activos del país, alejando en parte el peligro que suponían para los ciudadanos. Esta ordenación del territorio, enfocada en un primer momento hacia la protección de los recursos naturales, fue al mismo tiempo una medida eficaz para evitar en un futuro mayores problemas acarreados por la actividad volcánica, ya que conllevaba la consiguiente prohibición de creación de núcleos urbanos en el interior de los parques.

Seis años más tarde de la erupción del Villarrica, tuvo lugar actividad en el volcán Carrán383: en concreto, en el lugar denominado "Laguna Negra" -situada en el sur de Chile-. Este centro de emisión correspondía a un antiguo cráter de explosión prehistórico (maar) ocupado por una laguna de aguas pantanosas que desapareció a raíz de la erupción del vecino volcán Riñinahue en 1907384. El lecho de esta laguna estaba circundado por paredes cubiertas de vegetación, cuya entrada -situada al Sureste- se bifurcaba desde el mismo valle del río Nilahue385. El geólogo Carlos Klohn señaló a fines de 1955 que la crisis sísmica experimentada durante el invierno de 1954 en las provincias de Llanquihue, Osorno y Valdivia era un antecedente a considerar en la actividad volcánica del Carrán386. La erupción estuvo precedida por fuertes ruidos subterráneos y sismos volcánicos que fueron sentidos por los pobladores de la zona en la que se formó el cráter de explosión387. Por su parte, la violenta detonación que dio inicio a la actividad se sintió a las seis de la tarde del 27 de julio de 1955388.

Después de 24 horas de erupción, la pluma de ceniza fue transportada por el viento hasta la ciudad de Temuco (185 Km.), Valdivia (190 Km.) y Osorno (93 Km.)389, afectando alrededor de 1.000

1 (1951), pág. 59-62. CASERTANO, L., “Sui Vulcani Attivi Chileni”, Annali dell’Osservatorio Vesuviano (1959), 22 págs. CASERTANO, L., “Actividad del volcán Villarrica (…)”, op. cit., pág. 28. 383 El nombre del centro de emisión de esta erupción ha quedado registrado en la documentación como volcán Carrán, Nilahue, Pillanilahue, nuevo cráter del Riñinahue o ex cráter Laguna Negra. 384 KLOHN, C., Informe geológico sobre el volcán Pillanilahue, entrado en actividad el día 27 de julio de 1955 en la provincia de Valdivia, al este del lago Ranco (inédito). Santiago, CORFO, 1955, pág. 5. 385 AYALA, A., “La erupción del Riñinahue”, Revista Geográfica de Chile “Terra Australis”, núm. 14 (1956-57), pág. 52-53. 386 KLOHN, C., op. cit., pág. 20. 387 Ibidem, pág. 9. 388 Vid. KLOHN, C., op. cit., pág. 21. AYALA, A., op. cit., pág. 52. 389 AYALA, A., op. cit., pág. 64. 126 kilómetros390. Esta vez los espesores de los depósitos de piroclastos oscilaron entre 10 metros y 5 centímetros dependiendo de la cercanía al centro de emisión y de la morfología del terreno391; en relación con la dispersión de la ceniza expulsada durante la erupción, el misionero de la Parroquia de San José de la Mariquina dio cuenta de lo ocurrido en la zona de su comunidad con esta descripción:

“A consecuencia de las erupciones del volcán Riñinahue caía varias veces ceniza en el pueblo y los campos. Inquietante era esta lluvia de ceniza el viernes 5 de agosto de 1955. A las dos de la tarde oscureció el sol y después de pocas horas quedaron los techos, las calles y los campos con una tapa de ceniza de dos milímetros”392.

Como resultado de las constantes explosiones y la emisión de grandes volúmenes de piroclastos, las autoridades tuvieron que evacuar a los pobladores y el ganado para evitar mayores catástrofes393. Como consecuencia de los daños que estaba provocando la erupción, el gobierno chileno declaró Zona de Emergencia las provincias de Valdivia, Osorno y Llanquihue el 5 de agosto394. Esta medida de la Administración Central se adoptó después que hubiesen resultado damnificadas 200 familias que perdieron parcial o totalmente sus hogares, tierras de cultivo y parte del ganado; además, las tierras dedicadas al pastoreo de 15.000 vacunos quedaron inutilizadas de forma permanente o temporal, en función de los espesores de cenizas caídas y de su distancia al volcán395. Desde el punto de vista de la salud de los lugareños, algunos se vieron afectados por conjuntivitis396 e insuficiencias respiratorias, pues la ceniza fina se mantenía en suspensión en el aire.

Durante el ciclo eruptivo las explosiones se repitieron con frecuencia formando densas columnas que oscilaron entre 5.000 y 8.000 metros sobre el cráter (IEV: 2-3), precipitando piroclastos en un radio de 15 kilómetros en torno al centro de emisión, por lo que ésta resultó ser la zona más afectada por la actividad volcánica397.

Atendiendo a las características de esta erupción del tipo vulcaniana, es evidente que tuvo una componente freática importante; tanto es así que el contacto entre el agua de la napa subterránea y el magma en ascenso

390 Ibidem, pág. 53. 391 Ibidem, pág. 53. 392 Crónica de la Parroquia de San José de la Mariquina. II Parte (1946-1983). AVACh. 393 KLOHN, C., op. cit., pág. 4. 394 Ibidem, pág. 11. 395 Ibidem, pág. 9. 396 AYALA, A., op. cit., pág. 64. 397 KLOHN, C., op. cit., pág. 37. 127 generó una mayor magnitud explosiva (IEV: 2-3). Una vez más durante una erupción la voluminosa acumulación de piroclastos depositada en el lecho de los ríos y esteros de la zona originó el estancamiento de las aguas, las que a su vez generaron el aumento natural de su nivel y presión398; después de algunos días los diques formados se rompieron produciendo un destructivo lahar que avanzó a 80 Km./h por toda la extensión del caudal del río Nilahue.

Durante los días 9, 10 y 11 de agosto de 1955 llovió intensamente en la zona y las partículas volcánicas que se encontraban en suspensión precipitaron por la acción de las aguas meteóricas. Debido a la mezcla de la ceniza fina y el agua de lluvia se formó una especie de lodo que actuó como lubricante facilitando el deslizamiento de grandes masas compactas de ceniza que se habían originado por la acción de la humedad absorbida; del mismo modo, se desprendieron más de tres kilómetros del costado Sur del volcán Carrán399. Este mencionado proceso produjo, además, la formación de un lahar que bajó por el valle arrasando con cercos algunas construcciones y castillos de maderas elaboradas400; no obstante, cuando perdió velocidad el lahar se encauzó por los esteros Mondaca y Quirrasco. El 12 de agosto se observó nuevamente la caída de ceniza en Temuco, Valdivia, Osorno y en Puerto Varas; incluso el 16 de agosto se comprobó su llegada a Santiago401. La actividad eruptiva fue decreciendo rápidamente tanto en frecuencia como en intensidad hasta que el 12 de noviembre de 1955 se produjo la última explosión. La cantidad de material sólido expulsado por el volcán Carrán en 1955 fue calculada en 0,3 km3 y fueron depositados en un radio de 100 kilómetros desde el cráter402.

Después de esta erupción, el geólogo Carlos Klohn, tras hacer una evaluación de la zona a fines de 1955, sugirió gobierno chileno que no otorgase títulos de propiedad ni de arriendo de las tierras estatales en el distrito de Riñinahue; no en vano consideraba, como fruto de su visión de planificación territorial, que así se evitaba que se instalaran colonos en las zonas amenazadas por el riesgo volcánico y, por tanto, no se repetiría lo sucedido con los pobladores afectados por la erupción del Carrán. Además, señalaba que era conveniente recomendar a los propietarios ya establecidos que limitaran la explotación de las tierras a faenas de temporada como el pastoreo y la explotación maderera403. De la misma forma recomendó que las 200 familias afectadas directamente por los materiales emitidos durante

398 Ibidem, pág. 56. 399 Filuco significa en lengua araucana ‘estero de la serpiente’. 400 AYALA, A., op. cit., pág. 56. 401 KLOHN, C., op. cit., pág. 35. 402 Ibidem, pág. 6. 403 Ibidem, pág. 10. 128 la erupción fuesen evacuadas junto con el ganado sobreviviente404; el citado geólogo advertía que este lugar no debía ser ocupado por viviendas permanentes al considerar que sería altamente probable que una zona como ésta, que había sido afectada históricamente por un volcán, volviese a sufrir daños en el futuro, lo que efectivamente sucedió 24 años después.

Dentro del conjunto de desastres naturales que padeció la América Hispana durante la segunda mitad del siglo XX, la cadena de procesos geológicos que se desencadenaron el 21 de mayo de 1960 en el sur de Chile no tiene parangón. Todo comenzó con un seísmo de gran magnitud en la zona de centro-sur del país; veinticuatro horas después se generó un devastador terremoto en el área de Concepción-Valdivia que estuvo acompañado de un tsunami que barrió la costa y hundimientos y solevantamientos de terreno que modificaron sensiblemente la morfología de algunos sectores405. Del mismo modo, el movimiento telúrico desencadenó una serie de derrumbes en la cordillera que represaron algunos ríos produciendo con posterioridad inundaciones en algunos sectores como la boca del lago Riñihue, que desaguó hacia la entonces semidestruida ciudad de Valdivia. Para colmo de males, cuarenta y ocho horas después del terremoto se inició una intensa actividad explosiva en el Cordón Caulle, ubicado a 5,5 kilómetros al noroeste del borde de la caldera Puyehue; no obstante, los medios de comunicación y algunas publicaciones aseguraron que la erupción sucedió en el mismo Puyehue. La actividad continuó durante varias semanas, siendo los primeros diez días el período de mayor magnitud explosiva; en concreto, los piroclastos, gases y vapor de agua fueron emitidos a lo largo de una fisura de 300 metros de largo y 100 metros de ancho406, formándose pequeños conos sobre los siete cráteres más activos407.

La fase explosiva de la erupción fue seguida por la emisión de lavas de bloques (andesíticas) por 18 cráteres; la mayoría de estas coladas alcanzaron hasta un kilómetro de largo408 y sus espesores oscilaron entre 10

404 Ibidem, pág. 37. 405 ARMADA DE CHILE, op. cit., pág. 23. HAUSER, A., op. cit., pág. 5. 406 CASERTANO, L., “General characteristics of active Andean Volcanoes and Summary of their activities during recent centuries”, Bulletin of the Seismological Society of America, vol. 53, núm. 6 (1963), pág. 1427. 407 WEISCHET, W., “Contribución al estudio de las transformaciones geográficas en la parte septentrional del sur de Chile por efecto del sismo del 22 de mayo de 1960”, Anales de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, vol. 17 (1960), pág. 110. 408 CASERTANO, L., “Actividad volcánica en Chile durante el bienio 1959-1960”, Boletín de la Universidad de Chile, núm. 19 (1961), pág. 48. 129 y 30 metros409. Algunas de estas coladas de rocas incandescentes cubrieron reductos de bosque nativo provocando incendios. El 10 de julio quedaban en actividad solamente tres cráteres410.

Durante el transcurso de la erupción la columna eruptiva se desplazó preferentemente hacia el oriente, registrándose 14 centímetros de pómez en el lado argentino; sin embargo, en los pueblos ubicados en la orilla norte del lago Llanquihue dejó solamente una delgada capa de ceniza fina411. Los depósitos de pómez emitidos por el Cordón Caulle en mayo de 1960 pueden ser reconocidos en el lago Nahuelhapi (Argentina), ubicado a unos 100 kilómetros del centro activo; precisamente esta zona fue la más afectada por la caída de piroclastos debido a los vientos predominantes. Al finalizar la emisión de lavas se produjo una nueva erupción de pómez en el mismo lugar de la primera explosión; de este modo, las coladas del sureste quedaron cubiertas parcialmente con pómez, aunque eran levemente más oscuras que las emitidas durante el 24 de mayo412. En cuanto a los efectos causados, no se registraron muertes ni la desaparición de personas gracias al traslado inmediato de la población en riesgo. Con el paso de los años, sólo las evacuaciones oportunas han demostrado ser una medida eficaz para salvar la vida de las personas que habitan en áreas de riesgo volcánico.

Ciertamente, las pérdidas económicas de los desastres naturales que afectaron al sur de Chile durante mayo de 1960 se calcularon en más de cien millones de dólares de la época413. Por su parte, a pesar de que el terremoto destruyó o dañó varias ciudades -Valdivia, Concepción y Puerto Montt- y pueblos del sur de Chile, sólo tres localidades fueron cambiadas de sitio -Puerto Saavedra, Toltén y Nueva Imperial-; el resto de las poblaciones fueron reedificadas en el mismo emplazamiento, aunque tomando medidas constructivas de seguridad.

Desde luego, históricamente las ayudas internacionales han tenido una doble cara; precisamente es lo que pensaba el presidente de Chile, Jorge Alessandri, después del terremoto que asoló el sur del país en 1960. Según los informes diplomáticos del embajador de Francia, el citado gobernante dudaba a quién solicitar el préstamo que necesitaba para la

409 MORENO, H., Geología del área volcánica Puyehue-Carrán en los Andes del Sur de Chile. (Memoria de título) Santiago, Departamento de Geología de la Universidad de Chile, 1977, pág. 137. 410 WEISCHET, W., op. cit., pág. 110. 411 Ibidem. 412 MORENO, H. Y PETIT-BREUILH, Mª E., “El volcán fisural Cordón Caulle, Andes del Sur (40.5ºS): Geología general y comportamiento eruptivo histórico”, Actas del XIV Congreso Geológico Argentino, tomo II (1999), pág. 258-260. 413 AMAEx-Francia, Amérique, Chili, 35. 130 reconstrucción nacional, ya que tenía tres opciones: la primera, en los organismos financieros internacionales como la Banca Mundial, la segunda vía era a través del Banco del Desarrollo y L’ICA -ambos dependientes de Estados Unidos-, y la tercera alternativa era acudir a estados europeos como Francia, Alemania, Gran Bretaña e Italia, quiénes podrían constituir un fondo de asistencia financiera para Chile. La cuestión era saber si el préstamo sería liderado por los gobiernos directamente o por la Banca414; ésta era una cuestión trascendental, puesto que a causa de la crisis coyuntural el Gobierno debía alterar o modificar el plan de desarrollo nacional y era imprescindible no hipotecar el futuro de los ciudadanos por una decisión equivocada. Este ejemplo demuestra lo vulnerable que fueron las economías de las naciones hispanoamericanas, pues tuvieron que cargar con las deudas adquiridas durante la guerra de independencia y con las que se fueron generando a consecuencia de una serie de catástrofes naturales que castigaron especialmente a los países centroamericanos y andinos.

Si se continúa analizando la actividad volcánica del sur de Chile, se aprecia que, ocho meses después de la erupción anteriormente descrita, el volcán Calbuco volvió a tener una emisión explosiva. La sucesión de hechos comenzó el 25 de enero de 1961 cuando los residentes en sus cercanías observaron una pequeña fumarola en el cráter central y sintieron ruidos subterráneos y sismos que remecieron las ventanas de las casas próximas415. El 1° de febrero de 1961 se abrió dos fisuras en el sector oriental -cerca del cráter activo del Calbuco- y se formaron dos coladas de lava andesítica416; a este respecto, sólo hasta que algunos investigadores llegaron al frente de la colada principal se pudo saber que las nubes de cenizas que parecían explosiones desde lejos se producían realmente por la pulverización de los bloques de lava que caían desde el elevado frente a medida que éste avanzaba417. Como en otras ocasiones, al entrar en contacto la lava incandescente con el hielo y la nieve se formaron voluminosas corrientes de barro418 que se desplazaban a velocidades que

414 Informe del Presidente Jorge Alessandri, Santiago de Chile, 25 de mayo de 1960. AMAEx- Francia, Amérique, Chili, 35. 415 Vid. KLOHN, E., “The february 1961 eruption of Calbuco volcano”, Bulletin of the Seismological Society of America, vol. 53, núm. 6 (1963), pág. 1435; KINZEL, E., y HORN, B., op. cit., pág. 380. CASERTANO, L., “La actividad volcánica en Chile durante 1961”, Boletín de la Universidad de Chile, núm. 30 (1962), pág. 43. 416 CASERTANO, L., “Las investigaciones volcanológicas efectuadas en Chile en el período 1959-1962”, Boletín de la Universidad de Chile, núm. 38 (1963), pág. 43. 417 CASERTANO, L., “Las investigaciones volcanológicas (…)”, op. cit., pág. 70. 418 KINZEL, E., y HORN, B., op. cit., pág. 380. 131 fluctuaban entre los 20 y los 40 km./h419, llegando hasta el lago Llanquihue (al norte del volcán) y el lago Chapo (al sur)420.

Por otro lado, el 5 de febrero, sin que se tenga constancia de la existencia de actividad explosiva, descendió un lahar por el flanco norte que penetró en el lago Llanquihue421; en esta ocasión no hubo que lamentar la pérdida de vidas humanas422. Según los datos aportados por Eric Klohn - geólogo que estuvo encargado de evaluar los efectos de la erupción-, los lahares que bajaron por el sector norte del Calbuco fueron los más voluminosos y los que causaron los mayores daños al cubrir algunos campos cultivados -particularmente, una parte de los terrenos del fundo Entreríos423. Además, Eric Klohn pudo corroborar que por las mismas quebradas por donde descendieron las corrientes de barro avanzaron más lentamente las coladas de lava -velocidad aproximada de 4 Km./h424- alcanzando la del Norte un largo de 6,8 kilómetros y 3,5 kilómetros la del Sur425. Las mediciones efectuadas en el frente de la lava después de que ésta se detuvo el 20 de febrero de 1961, arrojaron una altura de 50 metros y un ancho de 200 metros426.

Con posterioridad, el 10 de marzo de 1961 se produjo una breve y violenta fase explosiva que comenzó durante la madrugada y se mantuvo hasta el mediodía. En esta ocasión la actividad también estuvo precedida por sismos perceptibles y ruidos subterráneos que alertaron a los pobladores427; la columna eruptiva alcanzó una altura de 12.000 metros sobre el cráter. Un residente de origen alemán describió la actividad del Calbuco del siguiente modo:

“La erupción más violenta fue el 10 de marzo a las cinco y media de la madrugada en la que se levantó una columna de humo de 8.000 metros aproximadamente, la que con el tiempo tomó forma de hongo o corona traspasada e iluminada por continuos rayos que la atravesaban. Al poco tiempo tomó la forma de un árbol gigantesco con una tonalidad rojiza con los rayos del sol naciente”428.

419 Vid. KLOHN, E., op. cit., pág. 1435. CASERTANO, L., “La actividad volcánica (…)”, op. cit., pág. 43. 420 CASERTANO, L., “La actividad volcánica (…)”, op. cit., pág. 43. 421 Vid. KLOHN, E., op. cit., pág. 1435. KINZEL, E., y HORN, B., op. cit., pág. 379. 422 CASERTANO, L., “La actividad volcánica (…)”, op. cit., pág. 44. 423 Vid. KLOHN, E., op. cit., pág. 1435. KINZEL, E., y HORN, B., op. cit., pág. 379. 424 Vid. KLOHN, E., op. cit., pág. 1436. CASERTANO, L., “La actividad volcánica (…)”, op. cit., pág. 43. 425 Estos datos pueden ser confirmados en las fotografías aéreas OEA tomadas durante el mes de diciembre 1961. 426 CASERTANO, L., “La actividad volcánica (…)”, op. cit., pág. 43. 427 Vid. CASERTANO, L., “La actividad volcánica (…)”, op. cit., pág. 43. KINZEL, E., y HORN, B., op. cit., pág. 380. 428 KINZEL, E., y HORN, B., op. cit., pág. 380. 132

Durante esta fase explosiva (IEV: 4) fueron lanzadas bombas volcánicas de hasta 3 metros de diámetro a 500 metros de altura del cráter; los piroclastos de menor tamaño se desplazaron hasta Petrohué y las cenizas oscurecieron toda el área entre el volcán Calbuco y Peulla desde las primeras horas de la mañana hasta la medianoche, dejando así un depósito de algunos milímetros429. Incluso en San Carlos de Bariloche (Argentina) se suspendió el tránsito por carreteras debido a la escasa visibilidad. El 26 de marzo se observó una nueva emisión de lava que sobrepasó el cráter y descendió hacia el río Tepú. En septiembre de ese año aún continuaba una intensa actividad fumarólica en el Calbuco, acompañada de eventuales ruidos subterráneos430.

En opinión de Karl Heinz -vecino de Puerto Varas-, la erupción del uno de febrero fue la que produjo los mayores daños materiales, sepultando bajo una capa de sedimentos -que fluctuó entre uno y tres metros de espesor- extensas áreas de bosque nativo, cultivables y de pastoreo. Por su parte, la erupción del 10 de marzo causó escasos daños, pero fue más espectacular debido a que generó una alta columna; además, debido a la densidad de las cenizas emitidas (pómez) se observaron “oscuranas”431 durante algunas horas en la zona de Ensenada432.

Si actualmente se produjera una erupción en el Calbuco, similar a las de 1893 o 1961, los daños económicos serían incalculables; no en vano, se debe considerar que desde la década de los ochenta se han habilitado múltiples infraestructuras turísticas rodeando los volcanes Osorno y Calbuco, aumentando de esta forma el riesgo del área. De todas maneras, el efecto de una erupción en la zona dependerá de la época en que se produzca la actividad, puesto que en la temporada de vacaciones de verano -de diciembre a marzo- la población flotante aumenta considerablemente a causa de la llegada de turistas que suelen dedicarse a actividades de playa y de turismo de aventura.

Por su parte, el 8 de marzo de 1963 el volcán Villarrica (Chile) inició nuevamente un ciclo eruptivo que mantuvo alerta a los habitantes de los pueblos circundantes; cuatro días más tarde comenzó la salida de lava por

429 KLOHN, E., op. cit., pág. 1436. 430 LAHSEN, A., MORENO, H., VARELA, C., MUNIZAGA, F. y LÓPEZ, L., Geología y riesgo volcánico del volcán Calbuco y centros eruptivos menores (inédito). Santiago, Departamento de Geología de la Universidad de Chile- ENDESA/Contrato OICB-06C, 1985, 215 págs. 431 En la zona se denomina “oscuranas” a aquellas nubes de ceniza que debido a su alta densidad ocultan el sol y por lo tanto, “oscurecen” el día. 432 KINZEL, E., y HORN, B., op. cit., pág. 380. 133 una fisura lateral ubicada en el flanco oeste a 250 metros por debajo de la cumbre del volcán, mientras que por el cráter central continuaba la emisión de piroclastos433. Esta situación se mantuvo constante hasta el 19 de marzo, día en que concluyó la fase efusiva. La lava alcanzó un kilómetro de largo y 150 metros de ancho. Respecto a esta erupción, El Mercurio de Santiago publicaba el 17 de abril de 1963 lo siguiente:

“El Grupo de Aviación número 3 de Temuco, informó que se vio el avance de lava roja por el costado SW de la boca del volcán, produciendo fumarolas al encontrarse con la nieve, ya que el sector afectado tiene una delgada capa de nieve, por lo que, aparentemente, no significaría un peligro inmediato. La lava sale a través de dos boquetes hacia arriba y termina por desplazarse por la boca SW”.

Posteriormente, el 2 de mayo comenzó una fase explosiva que motivó que dos días después se observase un aumento del caudal de los ríos que nacen en el Villarrica. El 21 de mayo se inició la última etapa efusiva y tres días más tarde se produjeron lahares que causaron importantes daños en la zona434.

Un año después el volcán Villarrica volvió a reactivarse durante la madrugada del 2 de marzo de 1964; este día se sintieron fuertes ruidos subterráneos y sismos en la localidad de Coñaripe -un enclave maderero localizado a 45 kilómetros de la ciudad de Villarrica-. Coñaripe había sido hasta 1940 tierra indígena, habitada casi exclusivamente por mapuches435, pero a partir de ese año comenzó a ser poblada por colonos franceses y alemanes que se dedicaron a labores agrícolas. Con posterioridad, los empresarios de Ferrocarriles del Estado se interesaron por la explotación de los bosques seculares de los alrededores con el fin de elaborar los durmientes de las líneas; sin duda, una de las grandes ventajas de este enclave residía en que su ubicación junto al lago Calafquén permitía el transporte de la madera mediante embarcaciones. Con el fin de que se llevase a efecto el proceso de transformación de los árboles in situ, los mencionados empresarios enseñaron a los mapuches del lugar a construir durmientes a golpe de hachas; un negocio que con el tiempo derivó en un verdadero sistema de explotación de los indígenas. Sobre ello ofrecía su testimonio el reportero Jorge Inostrosa, quien describía a los colonos de la localidad de Coñaripe en 1964 aludiendo a las duras condiciones de vida

433 El Mercurio (Chile), 14 de marzo de 1963. CASERTANO, L., “La actividad del volcán Villarrica en el curso de este siglo (II y final)”, Boletín de la Universidad de Chile, núm. 41 (1963), pág. 49. 434 CASERTANO, L., “La actividad del volcán Villarrica … (II y final)”, op. cit., págs. 51-52. 435 Coñaripe significa en araucano “el paso o camino del guerrero”. MEYER RUSCA, W., op. cit., pág. 43. 134 que tenían que soportar en aquellas tierras, lo que determinaba el carácter de sus habitantes:

“Los pobladores no son alegres, sino duros y cabizbajos; son ricos en maderas, pobres en comodidades y alimentos. El vino solamente reconforta y entibia sus corazones”. 436.

Continuando con la actividad observada en el Villarrica el 1° de marzo de 1964, Atanasio Martini -avecindado en las faldas del volcán- señaló que él mismo observó el modo con que se elevó desde el cráter una columna de gases y fragmentos de roca incandescente en forma de "coliflor", junto con fuertes ruidos subterráneos. Al mismo tiempo, los habitantes de Coñaripe, alertados por el inminente riesgo de aluviones volcánicos y atendiendo a las experiencias del año anterior437, se refugiaron en la cima de algunos cerros que rodeaban la localidad, aunque una torrencial lluvia los hizo regresar a sus casas en busca de un techo que los protegiera del agua. Durante la medianoche de ese día el volcán Villarrica comenzó a emitir una colada de lava dando origen a cinco lahares; cuatro de ellos bajaron por los esteros entre Villarrica y Pucón rellenando los cauces tradicionales que desaguan hacia el lago Villarrica, rompiendo los puentes y aumentando peligrosamente el nivel del lago de tal manera que incluso anegó los campos circundantes. El quinto lahar descendió por el flanco Sur destruyendo casi la totalidad de Coñaripe438 y arrasando las viviendas; así terminó con la vida de 27 personas. Según cálculos realizados en la época por el militar Odlanier Mena Salinas, el aluvión avanzó a una velocidad media de 50 Km./h y recorrió 17 kilómetros en su trayectoria llevando una masa de doce millones de toneladas; además, al entrar por diversas partes al lago Calafquén hizo subir el nivel de toda su superficie en 15 centímetros439. Por otra parte, Fernando Alvear - corresponsal del diario La Nación de Santiago, señaló que el lahar que destruyó Coñaripe tuvo más de ocho metros de espesor y abarcó entre 400 y 500 metros de ancho440. En síntesis, el conjunto de fuentes consultadas permiten concluir que el citado lahar arrasó las viviendas, los almacenes, la capilla y la escuela; asimismo, las declaraciones de algunos supervivientes han permitido saber que el aluvión se demoró más de dos horas en pasar por encima del pueblo dejando un depósito de rocas, troncos, escombros y arena de un metro y medio de espesor441. La localidad de Chaillupén, ubicada entre Licay-Ray y Coñaripe, también se vio afectada por el lahar al

436 Revista Ercilla (Chile),1964. 437 Ibidem. 438 La Nación (Chile), 4 de marzo de 1964. 439 Revista Ercilla (Chile), 1964. 440 La Nación (Chile), 3 de marzo de 1964. 441 Revista Ercilla (Chile),1964. 135 destruir 30 viviendas; sin embargo, a diferencia de Coñaripe, en este sector no se registraron víctimas mortales. La erupción del Villarrica continuó hasta la noche del 3 de marzo y durante los dos días siguientes mantuvo una intensa actividad fumarólica442. La prensa local reseñaba el 5 de marzo de 1964 la situación en que se encontraba la zona y sus habitantes después del desastre que había acontecido en las localidades de Coñaripe y Chaillupén:

“La erupción no entraña peligro para los habitantes, pero todos observan temerosos estos hongos y columnas de humo negro, que se elevan al cielo. Dejó de llover y un brillante sol a permitido impulsar la ayuda a los damnificados. Luego de recorrer los sectores afectados por el volcán Villarrica, los caminos se encuentran semicortados en los tramos quebrada Seca 1 y 2, el sector de Chaillupén y en dos puntos más en Coñaripe. Los trabajos, que se hayan en ejecución, demandarán una inversión de 50.000 escudos”443.

Al igual que los ríos Turbio y Chaillupén, el río Voipir -cercano a la ciudad de Villarrica- estuvo afectado por la sedimentación de los materiales expulsados durante la erupción; por tal motivo, los vecinos instalados en el sector tuvieron que reabrir el cauce con palas y picotas444. La prensa nacional que se distribuía en Temuco -capital regional- dio a conocer el 9 de marzo de 1964 que persistía el aislamiento de ciertos sectores debido a la erupción, lo que afectaba a 1.500 personas de la localidad de Huincacara -población situada al norte de Villarrica y en las faldas del volcán homónimo-445. Los pobladores se mantuvieron en esta situación de alerta hasta fines de abril de 1964446.

Por su parte, la ayuda que se llevó a los lugares más afectados por la erupción del volcán Villarrica -particularmente a la localidad de Coñaripe- fue dirigida por los militares, los carabineros y la defensa civil. Se destaca el trabajo realizado por las organizaciones militares y de voluntariado en la ayuda a los damnificados; al respecto, varios de estos grupos actuaban en casos de emergencias, en particular, después de la experiencia del desastroso terremoto que tuvo lugar en mayo de 1960 y que afectó al centro y sur del país. La ayuda estatal fue complementada con las labores espontáneas de los ciudadanos, quienes ante el mal estado en que se encontraba las comunicaciones terrestres improvisaron durante los primeros días una pista de aterrizaje destinada a aviones pequeños que aseguraban el transporte de víveres; al mismo tiempo se rehabilitaron los

442 Revista VEA (Chile),1964, 5 y 12 de marzo. 443 Ibidem. 444 El Mercurio (Chile), 9 de marzo de 1964. 445 Ibidem. 446 El Mercurio (Chile), 21 de abril de 1964. 136 caminos bajo la dirección de los ingenieros de Vías y Obras del gobierno. Por otro lado, las monjas misioneras de la localidad se preocuparon del cuidado de las mujeres y de los niños que habían perdido todo lo que tenían durante la madrugada del 2 de marzo de 1964447.

La desastrosa experiencia motivó que los colonos y madereros de Coñaripe y de los alrededores tomaran conciencia real de lo que significaba habitar en las faldas del activo Villarrica después de la erupción de 1964; este hecho trajo como consecuencia que desde entonces se mantuviera un estado de alerta en el ánimo de los habitantes de la zona. Sin embargo, cuando los técnicos del gobierno recomendaron que el pueblo debía ser trasladado a un sitio más seguro los pobladores se negaron rotundamente; así se desprende del testimonio ofrecido por el corresponsal Jorge Inostrosa, quien reseñó el sentir de los vecinos en estos términos:

“Coñaripe está en Coñaripe (…) Los volcanes estuvieron siempre allí; Coñaripe acá. Nos conocemos. Volveremos a levantar el pueblo en este mismo sitio”448.

La actitud temeraria que asumieron los vecinos de la localidad contrasta con lo que sucedió con la mayoría de los colonos que habitaban los alrededores del volcán Calbuco, pues éstos últimos solicitaron al gobierno chileno -con inmediatez al desastre volcánico de 1893- que los reubicara en una zona segura. Este cambio de actitud puede entenderse si se considera que las familias que residían en este pueblo en la década de los sesenta se sentían más arraigadas que los que la colonizaron en el siglo XIX; no en vano, estaban instaladas allí desde hacía bastante tiempo, y a aunque la mayoría de ellos eran hijos de inmigrantes, habían nacido en Chile.

Por otra parte, el 28 de marzo de 1965 -cinco años después del terremoto que tuvo lugar en el sur de Chile- volvió a repetirse una catástrofe, aunque originada por un seísmo de menor magnitud, pero no por ello menos lamentable; esta vez fue afectada la zona central, ya que el epicentro estuvo muy cercano a la capital. A causa de este movimiento telúrico la villa de El Cobre fue sepultada por un deslizamiento de residuos mineros en el que murieron más de 300 personas; la evaluación estatal de los daños cuantificó un número de 50.000 damnificados y estimó que sería necesaria la cantidad de 125 millones de dólares -438.850.000 escudos de la época- para lograr la reconstrucción449. En esta ocasión la presidencia de Chile la ocupaba Eduardo Frei y planteó como política de gobierno la

447 Revista Ercilla (Chile), 1964. 448 Ibidem,. 449 AMAEx-France, Amérique, Chili 72. 137 reconstrucción a partir del esfuerzo y sacrificio de los ciudadanos, pues consideraba que no se podía estar dependiendo de la asistencia económica de otros países cada tres o cuatro años, porque de este modo se producía un endeudamiento progresivo y consiguientemente se aumentaba la vulnerabilidad de la nación con respecto al exterior; por este motivo, el ministro de finanzas se declaró totalmente en desacuerdo con asumir un “carácter de mendicidad”450 como había ocurrido en otros casos americanos. Esta actitud política fue un referente en América, pues el gobierno chileno formuló la iniciativa de formar un fondo nacional para las emergencias de todo tipo con objeto de ayudar a las personas y a las inversiones y actividades económicas que hubiesen sido perjudicadas. A pesar de ello, algunos países que tenían intereses comerciales y emigrantes residentes en Chile ayudaron económicamente como en ocasiones anteriores451.

Seis años después de este desastre, el volcán Villarrica inició su última erupción explosiva del siglo XX, provocando pérdida de vidas humanas y cuantiosos daños sobre las infraestructuras de la zona. En concreto, la madrugada del 29 de octubre de 1971 se observó, desde los centros poblados cercanos al volcán, violentas explosiones en el cráter452 que formaron una columna de vapor de agua que alternó con "humo negro" durante el transcurso de ese día. Un mes más tarde, el Villarrica comenzó a emitir una colada de lava en dirección Suroeste, al tiempo que comenzó a formarse dentro del cráter un cono de piroclastos453. Con posterioridad, desde el 3 hasta el 20 de diciembre, se produjo un aumento creciente de la actividad explosiva y efusiva, detectándose la emisión de delgadas coladas de lava que fluyeron hacia el Suroeste del volcán -sector de Chaillupén-. Las mencionadas coladas avanzaron desde el borde del cráter hasta los 2.000 metros, dejando a su paso un canal en el glaciar cuyos espesores se midieron entre los 20 y los 40 metros de profundidad; por otra parte, durante estos días de diciembre se escucharon ruidos subterráneos y se mantuvo una densa columna de vapor de agua que emergía desde el frente del flujo de lava debido a la fusión del hielo454.

El 30 de diciembre culminó la fase efusiva del volcán Villarrica iniciada a fines de octubre de 1971. Durante la medianoche se formó en el cono central una fisura de 2 kilómetros de longitud con rumbo N-30°-E,

450 Ibidem. 451 Ibidem. 452 GONZÁLEZ, O., “Distribución del volcanismo activo de Chile y la reciente erupción del volcán Villarrica”, Apartado del Primer Symposio Cartográfico Nacional de Chile (1972). 453 GONZÁLEZ, O., op. cit., s/p. 454 Ibidem. 138 emitiendo a través de ésta una potente lámina de lava que alcanzó aproximadamente 400 metros de caída en su frente.

El surtidor de magma generó, además, lahares que se precipitaron por los cauces del Nordeste, Norte, Oeste y Suroeste, descendiendo a una velocidad cercana a los 60 kilómetros por hora. El lahar que provocó más daños materiales fue el que se encauzó por el río Turbio -cercano a Pucón-, el cual arrasó el puente que le sirvió de tranque a los árboles y rocas que se amontonaron sobre él hasta una altura de más de 10 metros. Cuando la estructura del puente cedió a la presión del agua y los materiales rocosos, entonces el flujo se depositó sobre la pista del aeródromo para volver a desviarse hacia el lago Villarrica por el antiguo cauce; según señaló el párroco de Pucón, el agua de este lahar estaba tan caliente que dejó cocida la corteza de numerosos árboles455. Como dato anecdótico, la casa de campo del alcalde quedó enterrada hasta el segundo piso por un depósito de troncos, rocas y arena.

Por otro lado, los habitantes de Pucón se refugiaron en la Península y en el Claustro de Monjas Carmelitas, al igual que en anteriores erupciones del Villarrica; el saldo de los daños en esta localidad fue de 20 familias damnificadas y alrededor de 28 muertos456.

Esta erupción evidenció nuevamente la vulnerabilidad del emplazamiento de la ciudad de Pucón, especialmente si se considera el estado en que quedó su pista de aviación y los terrenos cercanos a los cauces que nacen en el volcán Villarrica. En este sentido, según los testimonios reseñados en la prensa local, los lahares cortaron los puentes de hormigón de los ríos Turbio, Carmelito, Correntoso (hacia el lago Villarrica), y Chaillupén (hacia el lago Calafquén) en el transcurso de una hora y media; los mencionados aluviones de origen volcánico arrasaron también sectores de bosque nativo, destruyeron numerosas casas y dañaron algunas instalaciones agrícolas.

Durante estos días de actividad explosiva la columna eruptiva alcanzó más de 3.000 metros sobre el cráter (IEV: 2) y fueron emitidas dos coladas de lava tipo "aa”; una de ellas se encauzó por el río Pedregoso hasta llegar a los 6 kilómetros de largo y la segunda avanzó por el río Chaillupén alcanzando hasta los 14 kilómetros457. Otro de los lahares voluminosos que se formaron el 30 de diciembre bajó por el cauce del río

455 Crónica de la Parroquia de Pucón. Cuaderno II desde 1951. 456 Vid. Crónica de la Parroquia de Pucón. Cuaderno II desde 1951. Diario El Siglo, 31 de diciembre de 1971. 457 Vid. Crónica de la Parroquia de Pucón. Cuaderno II desde 1951. 139

Voipir arrancando árboles que formaron un tranque en la confluencia del río Toltén con el río Allipén; este atasco produjo inundaciones en los campos aledaños al cauce, por lo que al romperse éste se ahogaron centenares de mapuches que vivían en las riberas cercanas al Océano Pacífico458.

Como se ha comprobado anteriormente, el territorio chileno se enfrenta con una alta frecuencia de catástrofes geológicas; esta realidad incuestionable llevó a la Junta Militar a crear el 22 de marzo de 1974 la Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI) como servicio público, centralizado y dependiente del Ministerio del Interior459; sus funciones principales eran planificar, coordinar y ejecutar las actividades destinadas a prevenir o solucionar los problemas derivados de sismos o catástrofes460. Esta medida adoptada por el gobierno chileno fue decisiva para que los funcionarios de la administración fueran adquiriendo una mayor conciencia y cultura general en relación con la protección civil; situación que no era habitual hasta entonces en los países hispanoamericanos.

Entre otros casos que se experimentaron en Chile después de la creación de la ONEMI, se encuentra la erupción del volcán Mirador, ubicado en el área Puyehue-Carrán, el cual mantuvo la actividad explosiva entre el 14 de abril y el 20 de mayo de 1979461. Este volcán es uno de los numerosos centros de emisión que constituyen el grupo volcánico Carrán- Los Venados, situado en el extremo nororiental de la zona. La singularidad científica de esta erupción fue la reactivación de un cono de escorias prehistórico, parcialmente destruido por la erosión y cubierto de vegetación arbórea. Un mes antes de las primeras explosiones hubo sismos locales que fueron sentidos en la localidad de Riñinahue.

Esta erupción estromboliana arrojó piroclastos y emitió tres flujos de lava, cuyo volumen total fue estimado en unos 9 millones de m3. El 15 de abril, las bombas y bloques más pequeños fueron lanzadas hasta los 500 metros de altura, mientras que la actividad sísmica se mantuvo permanente en la zona con un grado de intensidad de II a III. A medida que avanzaba la colada de lava, la vegetación se fue quemando en el frente y en los costados

458 Revista Araucanía Misional de Villarrica, núm. 67. Especial 1899-1974, pág. 6. 459 Decreto Ley Nº 369, publicado en el Diario Oficial de Chile del 22 de marzo de 1974. 460 URRUTIA, R. y LANZA, C., Catástrofes en Chile. 1541-1992. Santiago, Editorial La Noria, 1992, pág. 361. 461 MORENO, H., “La erupción del volcán Mirador en abril-mayo de 1979, lago Ranco- Riñihue, Andes del Sur”, Revista Comunicaciones, núm. 28 (1980), págs. 1-23. LÓPEZ, L. y MORENO, H., “Erupción del volcán Mirador, Andes del Sur, 40º21’S: características geoquímicas de las lavas y xenolitos graníticos”, Revista Geológica de Chile, núm. 13-14 (1981), págs. 17-33. 140 de ésta, aumentando los daños en la zona. Durante el ciclo eruptivo se produjeron fuertes explosiones freatomagmáticas formándose a lo largo de algunos días una columna eruptiva de más de 4.000 metros sobre el cráter (IEV: 2). La actuación de la ONEMI en esta ocasión estuvo dirigida a repartir víveres y materiales de construcción a los damnificados de la zona afectada; su participación la llevó a efecto en colaboración con los investigadores de la Universidad de Chile que se encontraban en el área estudiando la actividad volcánica. Sin duda, ésta fue la primera erupción en la que se pudo aplicar el Plan Nacional de Emergencia, aprobado el 16 de abril de 1977462.

Volviendo a la actividad explosiva volcánica en Chile, el 25 de diciembre de 1988 se inició en el sur de Chile una erupción en el pie nordeste del cono principal del volcán Lonquimay a través de la fisura que estuvo activa con anterioridad entre 1887 y 1889. La actividad comenzó en un nuevo cráter que evolucionó rápidamente a una pequeña fisura con cuatro cráteres; tres días después las explosiones se concentraron en el más occidental, donde se edificó el cono de piroclastos llamado Navidad. La erupción fue del tipo estromboliana y tuvo un comienzo explosivo con columnas de emisión que alcanzaron hasta los 9.000 metros (IEV: 2-3) y que declinó durante los meses siguientes, presentando columnas que oscilaron entre los 1.000 y 2.000 metros en abril de 1989 (IEV: 1). Desde el cono Navidad -cuyo cráter se encontraba abierto como una herradura hacia el noreste- fluyó una colada de lava y, al mismo tiempo, eran emitidos piroclastos correspondientes a bombas de hasta 5 toneladas lanzadas a 500 metros del cráter; también fueron expulsados lapilli escoriáceo y ceniza de color gris oscuro a negro, que fueron dispersados por el viento hacia el este. La erupción tuvo la particularidad de producir importantes cantidades de flúor que afectaron a los seres humanos, animales y vegetación463.

462 Este Plan Nacional de Emergencia se aprobó el 16 de abril de 1977 por el Decreto Supremo Nº 155, cuyo contenido es el siguiente: “Sus objetivos son: asegurar la no interrupción de los planes normales de desarrollo del país mediante la identificación previa de los riesgos potenciales, las condiciones y acciones inseguras y su corrección preventiva. Restablecer la normalidad si ella es alterada por causas de fuerza mayor, movilizando los recursos científicos, técnicos y económicos en una acción coordinada y racional que garantice que las necesidades vitales de la población queden siempre cubiertas. Arbitrar las medidas orientadas a la educación, adoctrinamiento y capacitación de la población, para afrontar de manera rápida, ordenada y segura los problemas derivados de catástrofes naturales o provocadas por el hombre. Que el Supremo Gobierno disponga de un Sistema de Protección Civil que le permita la prevención y control de las catástrofes que se produzcan en el país, sin crear nuevos organismos y utilizando coordinadamente los recursos humanos y materiales disponibles”. URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., pág. 367. 463 MORENO, H. Y GARDEWEG, M., “La erupción reciente en el Complejo volcánico Lonquimay (Diciembre 1988-), Andes del Sur”, Revista Geológica de Chile, vol. 16, núm. 1 (1989), pág. 93. 141

Las aguas corrientes superficiales de los alrededores del volcán Lonquimay experimentaron alteraciones debido a la caída de piroclastos y al avance de la lava. Por su parte, los ríos Cautín y Naranjo fueron los más dañados por la caída de ceniza, que aparte de aumentar la turbidez de sus aguas, les hizo experimentar aumentos en los contenidos de cloruros y sulfatos464. El avance de la lava por el valle del río Lolco provocó directamente contaminación química y elevación de la temperatura de las aguas superficiales e, indirectamente, contaminación bioquímica debido a la expulsión de agua con materia orgánica en descomposición exprimida desde el mallín de Lolco465 (zona pantanosa).

Esta erupción se mantuvo durante meses466 deteriorando paulatinamente la salud de la población; por ello, las autoridades chilenas decidieron evacuar a los niños del pueblo de Lonquimay durante el invierno de 1989 con la finalidad de que no respiraran el aire cargado de ceniza. Esta decisión fue muy dolorosa para las familias de la zona, puesto que tuvieron que separarse de los pequeños que fueron acogidos por distintas familias de la ciudad de Temuco -capital regional. Esta medida fue muy discutida por la opinión pública y, como consecuencia de ello, finalmente después de algunas semanas los niños volvieron a sus hogares en Lonquimay.

En este sentido creo que la opción se adoptó considerando el valor estratégico de la zona, puesto que al ser un área limítrofe con Argentina y poblada de campesinos con escasos recursos económicos, la permanencia de pobladores durante la erupción podría haber estado justificada como medio para asegurar la ocupación chilena de un territorio fronterizo; este hecho pudo haber influido en las autoridades competentes para no estimar conveniente la declaración de zona de emergencia en Lonquimay y, menos aún, evacuar al conjunto de la población. En realidad, la erupción desde el punto de vista volcanológico no fue demasiado explosiva (IEV: 1-2), pero los habitantes de la zona circundante estuvieron expuestos a los gases y la ceniza fina emitida durante el año que duró la actividad; del mismo modo, la ceniza en suspensión los obligó a utilizar mascarillas y a protegerse los ojos. Según los médicos que revisaron a los vecinos de Lonquimay, la mayoría padeció conjuntivitis, fuertes toses y erosiones en la piel (en zonas de roce con la ropa). Por su parte, la faceta religiosa fue cubierta con el ofrecimiento de misas y sufragios oficiados con el fin de que concluyera la erupción.

464 MORENO, H. Y GARDEWEG, M., op. cit., pág. 114. 465 Ibidem, pág. 115. 466 La erupción del cono Navidad culminó a fines del mes de enero de 1990. 142

Dentro del territorio chileno, pero en el extremo sur, se produjo dos años más tarde una explosiva erupción en el volcán Hudson. La actividad tuvo dos etapas paroxismales generadas en distintos centros eruptivos: la primera fue en el borde de la caldera y la segunda dentro de ella.

Las primeras explosiones ocurrieron entre el 8 y el 9 de agosto de 1991 y se localizaron en una fisura de más de 4 kilómetros de largo ubicada en el borde Oeste del cráter467. Las cenizas emitidas -escorias de color negro a gris oscuro- se dispersaron hacia el Norte sobrepasando la ciudad de Puerto Montt. Además se registró la emisión de lavas basálticas que fluyeron desde una fisura localizada en el sector occidental de la caldera; a consecuencia del avance de la lava sobre el glaciar se generaron lahares que descendieron por los valles Huemules y Copquelán alterando las aguas de sus respectivos ríos y arrastrando una importante carga de sedimentos hacia las aguas marinas. Por otra parte, el colapso de la columna eruptiva sobrecargada de fragmentos piroclásticos produjo, al menos, dos flujos o mantos de escoria468. La primera explosión de magnitud provocó derrumbes que bloquearon la Carretera Austral, dejando aisladas alrededor de seis mil personas en Chile Chico y Puerto Chacabuco469.

La segunda fase de la erupción se originó entre el 12 y el 15 de agosto de 1991 y la actividad se concentró en un cráter de 800 metros de diámetro; fue más violenta que la etapa anterior y dispersó abundantes volúmenes de cenizas (pómez) hacia el Suroeste, incluso sobrepasando las Islas Malvinas. Durante los tres días que duraron las explosiones se produjo una columna de gases y piroclastos que expulsó material volcánico hasta la Estratosfera con vientos geostróficos (>150 km./h) dirigidos hacia el Sudeste; esta situación mantuvo una pluma relativamente angosta hasta una distancia de más de 700 kilómetros del volcán, cuyo eje de dispersión fue N130º E en el lado chileno, variando a N120ºE en territorio de Argentina470.

En general, el mayor volumen del material de la erupción fue de piroclastos -fragmentos de lava y rocas generados por efecto de las explosiones-. Las características del material emitido en ambas erupciones son claramente disímiles, hecho que implica un mecanismo eruptivo complejo para este ciclo explosivo. También se produjo la emisión de

467 NARANJO, J., MORENO, H. y BANKS, N., “La erupción del volcán Hudson en 1991 (46º S), Región XI, Aisén, Chile”, Boletín del Servicio Nacional de Geología y Minería, núm. 44 (1993), pág. 5. 468 NARANJO, J., MORENO, H. y BANKS, N., op. cit., págs. 11-15. 469 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., págs. 391. 470 NARANJO, J., MORENO, H. y BANKS, N., op. cit., págs. 17-25. 143 gases, particularmente HF y HCL; el primero de los cuales es altamente tóxico para la vida humana y animal471. Se ha llegado a calcular que, al menos, el 45 % de la población de Chile Chico sufrió afecciones bronquiales y oculares472.

Como efecto de este ciclo eruptivo se registró el estancamiento de ríos y desagües de lagos, daños en huertos y siembras, corte de caminos y desplome de viviendas por el peso de la ceniza; asimismo, se inutilizaron las pistas del aeródromo y se interrumpió el tráfico aéreo y la navegación en el lago General Carrera. La pómez cubrió ciento setenta y cinco mil hectáreas cultivables, especialmente en Chile Chico, donde hubo importantes pérdidas económicas. Un millar de cabezas de ganado ovino murieron por falta de forraje, otros cien mil vacunos y lanares estuvieron en peligro de perecer por la misma causa, así como cuarenta mil animales de otras especies que fueron afectados por la ceniza de caída y en suspensión473. El gobierno chileno dispuso de cien millones de pesos (aproximadamente 32 millones de pesetas) del Fondo de Solidaridad para la atención de los damnificados.

Por otra parte, en diciembre de 1992, el Secretario Regional Ministerial de Bienes Nacionales de la XI Región dio a conocer que el Estado adquiriría once predios que resultaron totalmente irrecuperables después de esta erupción y que estaban localizados principalmente en el sector de Huemules y en la comuna de Río Ibáñez474. Con esta medida se esperaba dar una salida a los agricultores que quisieron vender sus tierras para poder comenzar nuevamente sus actividades económicas en algún sitio más seguro. A pesar de las buenas intenciones de los planes escritos, en esta ocasión, las ayudas en el sector chileno se distribuyeron por medio de la Oficina Nacional de Emergencia, que esta vez demostró ser ineficaz para poder asegurar la rápida y eficiente entrega de los alimentos y materiales de construcción. En este sentido, esta crisis tuvo repercusión en los medios de comunicación debido a las irregularidades que cometieron algunos funcionarios públicos a la hora de la distribución de la cooperación nacional e internacional.

Por otro lado, los medios de comunicación -particularmente la prensa-, como en otras ocasiones durante el siglo XX, ocuparon un papel decisivo en la percepción que se tuvo de la erupción, sobre todo si se tiene en cuenta que tuvo lugar en una región muy alejada de la administración

471 Ibidem, pág. 37. 472 URRUTIA, R. y LANZA, C., op. cit., págs. 391. 473 Ibidem. 474 Ibidem, págs. 391-392. 144 central475. En este caso, aparte de la búsqueda de la espectacularidad, se insistió frecuentemente en la toma de conciencia del riesgo potencial que significaba la ocupación de zonas con volcanes activos.

Sólo unos meses más tarde, en el extremo Norte de Chile, se dio una violenta erupción en el volcán Láscar. Según observaciones realizadas desde el pueblo de Talabre, se aseguró que el 4 de marzo de 1992 se produjo una intensa actividad fumarólica en el Láscar y que se formaron columnas de vapor de agua que alcanzaron alturas que oscilaron entre los 1.500 y los 2.000 metros sobre el cráter; al parecer hubo alguna ceniza y se detectó también un fuerte olor a azufre y cloro. Además, en el interior del cráter activo se confirmó el crecimiento de un nuevo domo476.

Con posterioridad, el 19 de abril de 1993 se inició una nueva erupción en el volcán Láscar, formándose una columna que alcanzó durante algunos días hasta 25 kilómetros de altura (IEV: 4). Durante esta fase explosiva se generó un flujo piroclástico debido al colapso de la columna de ceniza y gases sobre la aguada de Tumbres477; el material expulsado fue pómez y ceniza escoreácea con abundantes vesículas. El depósito del flujo de piroclastos rellenó una quebrada que antiguamente los lugareños utilizaban para realizar algunos cultivos; debido al riesgo de la zona, las autoridades decidieron evacuar a los habitantes del Pueblo de Toconao hasta que pasara el peligro de nuevas explosiones478. Entre los materiales emitidos durante esta erupción se identificaron lapilli y bombas de pómez bandeadas (con secciones escoreáceas y pumíceas), lo que evidenciaría la mezcla de magma; además, la vegetación quedó quemada en la dirección del volcán como prueba de la temperatura del flujo. Durante el mes de diciembre se volvieron a sentir explosiones en el Láscar y se formó una columna eruptiva479.

Finalmente, en julio de 2000, en la frontera entre Chile y Argentina, el volcán Copahue entró en erupción siendo la más intensa que ha tenido

475 NATENSON, C., op. cit., págs. 223-144. 476 GARDEWEG, M., “Actividad del volcán Láscar”. Global Volcanism, vol. 17, núm. 4, 31 de mayo de 1992. 477 GARDEWEG, M., (Inédito) La erupción del 19-20 de abril de 1993. VI Informe sobre el comportamiento del volcán Láscar (II Región-Chile). Santiago, SERNAGEOMIN, Mayo de 1993. 478 PETIT-BREUILH, Mª E., (Inédito) Cronología eruptiva histórica del volcán Láscar (23º22 S-67º44’ W), Andes Centrales, Chile (Época preincaica hasta 1993). Temuco, SERNAGEOMIN, 1995. 479 GARDEWEG, M., (Inédito) 35 días después de la erupción del 19-20 de abril de 1993. VII Informe sobre el comportamiento del volcán Láscar (II Región-Chile). Santiago, SERNAGEOMIN, Junio de 1993. 145 durante los últimos diez años480 (IEV: 2). Como en otras ocasiones, y en particular desde su actividad explosiva en 1992, los volcanólogos chilenos y argentinos llevaron el trabajo de la vigilancia instrumental y del manejo de la emergencia en colaboración. Las primeras explosiones fueron registradas el 1 de julio en el cráter El Agrio, en territorio argentino. Este cráter es uno de los ocho del Copahue -los siete restantes están en Chile- y posiblemente es el único que ha estado activo históricamente. Ese día cayó ceniza en Caviahue (Argentina), un centro turístico invernal ubicado a los pies del volcán junto a las Termas de Copahue. Por su parte, durante el 1 y 2 de julio, las autoridades argentinas alertaron a la población aledaña sobre el riesgo que corrían al permanecer en el área481. Las explosiones continuaron durante varios días vertiendo el agua de pH ácido que contenía el cráter de El Agrio sobre algunos afluentes como el río Lomín (Chile), lo que provocó la muerte de algunos peces482; esta alteración de las aguas superficiales producida por el derrame de la que contenía el cráter también se observó durante las explosiones de julio de 1992. El 8 de julio volvió a caer ceniza sobre Caviahue y Copahue (Argentina); no obstante, este día ya se habían instalado estaciones sismológicas con objeto de hacer un seguimiento instrumental de la erupción y se activó una red de observación visual, ya que el Plan de Vigilancia del Copahue, que se había puesto en marcha en 1996, se encontraba prácticamente desactivado por causa de acciones vandálicas y problemas presupuestarios483. El 12 de julio y algunos días posteriores se mantuvieron las explosiones que formaron una columna eruptiva con alguna ceniza y vapor de agua484. Dentro de las áreas pobladas circundantes al volcán se encuentra el valle de Trapa-Trapa, situado a 20 kilómetros al oeste del cráter activo. Actualmente viven en este valle 2.000 personas, aproximadamente, pertenecientes a las comunidades de Trapa-Trapa y Butalebun; siendo ellos la constante preocupación de las autoridades chilenas durante la erupción, puesto que habría que haberlas evacuado en el caso de aumentar la magnitud explosiva485.

Volviendo al proceso eruptivo del Copahue, el 1° de agosto tuvo lugar una reactivación en el volcán con fuertes explosiones que motivaron que las autoridades argentinas decidieran evacuar a los habitantes de Caviahue durante la noche con unas condiciones climáticas adversas (nieve); esta medida de seguridad fue televisada logrando los medios de

480 Opinión de los volcanólogos que estuvieron a cargo de la vigilancia del volcán durante la erupción. El Mercurio (Chile), 14 de julio de 2000. 481 El Austral (Chile), 6 de julio de 2000. 482 El Mercurio (Chile), 8 de julio de 2000. 483 Ibidem, 11 de julio de 2000. 484 Ibidem, 13 de julio de 2000. 485 Ibidem, 18 de julio de 2000. 146 comunicación que se transformara en un espectáculo. Finalmente el volcán se calmó y no volvió a tener explosiones.

El análisis de los casos de desastres naturales en Chile durante el siglo XX permite hacer algunas comparaciones generales con respecto a lo que ocurrió en los siglos precedentes. Uno de los aspectos más significativos fue que el riesgo volcánico se incrementó paulatinamente a medida que transcurrió la centuria principalmente a causa del aumento de la población en áreas históricamente vulnerables y de la ocupación de nuevos territorios propensos a ser afectados por los materiales volcánicos.

Del mismo modo que durante este siglo creció el volumen de la población en riesgo, también extensas hectáreas dedicadas a diferentes cultivos repartidos por la geografía de las zonas volcánicas se vieron dañadas por los productos volcánicos, siendo las emisiones de pómez y los procesos asociados al volcanismo como los flujos de piroclastos, los lahares y las remociones en masa los más perjudiciales para este tipo de actividad económica; y ello sin contar las hectáreas inutilizadas por coladas de lavas.

En lo que respecta a la ocupación de los territorios sujetos a riesgo, la mayoría de los especialistas actuales en la materia sugieren que sean dedicados a actividades temporales como la agricultura, las plantaciones forestales y el turismo, sobre todo porque las personas que se dedican a estas actividades económicas normalmente pueden ser evacuadas con mayor facilidad que en aquellos casos en los que los residentes tienen domicilio permanente en la zona y, por tanto, muestran mayores reticencias a abandonar todas sus pertenencias. Por otro lado, el avance en los conocimientos científicos en este siglo han motivado que el comportamiento de los colectivos sociales durante las erupciones volcánicas se haya dirigido con el tiempo a dotar de una mayor seguridad a sus miembros. De este modo, los procesos volcánicos se han ido separando de las concepciones míticas y misteriosas de antaño, quedando como pervivencia de los antiguos rituales solamente las expresiones religiosas que intentan, una vez pasada la crisis, ofrecer consuelo a los afectados por las catástrofes.

Finalmente es obvio que los avances científicos han sido determinantes en el progreso de la volcanología en el siglo XX, especialmente en lo que se refiere al conocimiento de las causas y de la tipología de los mecanismos eruptivos; no obstante, el desafío permanente de las últimas décadas -aún pendiente- ha sido lograr transmitir los citados adelantos a las personas que residen en zonas de riesgo volcánico. 147

Asimismo, hay que mencionar que durante esta centuria se han realizado labores de vigilancia de los volcanes activos mediante equipos instrumentales y profesionales que se han ido formando en esta disciplina; sin embargo, la suma de desastres volcánicos que han tenido lugar en Chile evidencian que aún falta un largo camino por recorrer en el seguimiento de los comportamientos eruptivos y en la prevención de las catástrofes.

Con respecto a las ayudas internacionales en casos de desastres naturales -ya fuera en Chile o en otros países hispanoamericanos-, es preciso dejar claro que éstas no estuvieron alejadas de los intereses comerciales, políticos, religiosos o de otro orden; al menos es lo que queda evidenciado al analizar detalladamente el contexto que rodeó algunas de estas colaboraciones. En general se ayudó a los países americanos en los que existían colonos europeos o intereses de negocios de ese momento o futuros como la venta de armas o buques. Del mismo modo, según los documentos diplomáticos consultados, a algunas naciones les resultaba especialmente atrayente cooperar con aquellos sitios donde pudieran contar con privilegios para instalar puertos o vías ferroviarias como fue el caso de contribuciones de Francia y de Alemania. Esta estrategia fue un aliciente para que se dirigiesen recursos económicos a Hispanoamérica durante la primera mitad del siglo XX, que justificaron su apariencia sobre la base de razones humanitarias; no en vano, era considerada como un prometedor mercado en expansión. Ahora bien, los países americanos más pobres o con pocas posibilidades de futuro -con economías precarias o sistemas políticos conflictivos- recibieron en general menos apoyos de las potencias occidentales y tuvieron que conformarse con la solidaridad de las naciones americanas vecinas y el propio esfuerzo de sus habitantes.