UN ESTUDIO COMPARATIVO

DE

BENITO PEREZ GALDOS

JOSE MARIA ECA.DE QUEIROZ.

by

JANE MARY SABORIO

B. A., University of British Columbia, 1964

A thesis submitted in partial fulfilment of

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M. A.

in the Department of

Hispanic and Italian Studies

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The University of British Columbia April, 1968 In presenting this thesis in partial fulfilment of the requirements

for an advanced degree at the University of British Columbia, I agree

that the Library shall make it freely available for reference and

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Department of Hispanic & Italian Studies

The University of British Columbia Vancouver 8, Canada

Date April 26, 1968 UN ESTUDIO COMPARATIVO DE BENITO PEREZ GALDOS

Y JOSE MARIA ECA DE QUEIROZ

RESUMEN

Las ultimas decadas del siglo XIX cotnprenden un periodo de gran agitacion politico-religiosa en Esparia y Portugal. La estructura social tradicional siente el etnpuje de las tenden- cias modernas que, basadas en conceptos logicos y humanitarios, iran a transformarla en un nuevo sistetna compatible con los avances cient£ficos de la epoca.

Es un periodo tal que, autores como Benito Perez Galdos y Eca de Queiroz sienten la responsabilidad de tomar en sus manos la educacion de la gente, de hacerles darse cuenta de lo que sucede, o simplemente de implantar una semilla de reflexion en la mente de sus respectivos "pueblos".

Es el proposito de este estudio, una indagacion de las circunstancias que influyen a ambos autores, que dan formacion a sus respectivos puntos de vista, y que motivan la necesidad, que sienten, de exponerlos.

Tomando base en una seleccion de cuatro obras de cada

autor, Dona PerfectaT La familia de Leon RochT El Amigo Manso

y Fortunata y Jacinta de Galdos, y 0 Pritno BazilioT A Reliquia,

Os Maias y A illustre casa de Ramires de Eca de Queiroz, eva- lue y compare sus tendencias e ideas respecto a la politica, la religion y la sociedad; notando que, a pesar de tener ellos un fin comun, el tnejoramiento intelectual y social de sus respectivos palses, toman rutas disimiles para realizarlo CONTENTS

PRIMERA PARTE

CAPITULO I Galdos y la novela del siglo XIX en Espana 1 II Dofia Perfecta 6 III La familia de Leon Roch 12 IV El Amigo Manso 20 V Fortunata v Jacinta 30

SEGUNDA PARTE

CAPITULO I Eca de Queiroz y la novela del siglo XIX en Portugal 36

II 0 Primo Bazilio 41

III A Reliquia 50

IV 56

V A illustre casa de Ramires 62

TERCERA PARTE

CAPITULO I La religion 67

II Clases sociales 79 III La polltica, el gobierno y la burocracia 86 IV Comparaciones de tetnas principales y secundarios ' 93 V Conclusiones 97

APARTES 107 BIBLlOGRAFIA SELECCIONADA 110 Al presentar este estudio

quiero reiterar mi gratitud

hacia el profesor Harold V. Livermore

Jefe del Departamento de Estudios Hispanicos

e Italianos, cuyo interes y cooperacion han hecho posible la cristalizacion de mis esfuerzos PRIMERA PARTE CAPITULO I

GALDOS Y LA NO VELA DEL SIGLO XIX EN ESPANA

Benito Perez Galdos, uno de los mas fecundos novelistas espaRoles, nacio en Las Palmas en 1843. Asistio primero a una escuela inglesa, luego completo el bachillerato en el colegio de San Agustin. Leyo Cervantes, Quevedo, Victor Hugo y otros.

Colaboro durante estos anos con la prensa. En 1863 se trasla- do a Madrid para proseguir con sus estudios y alii empezo a escribir para los periodicos. Sus padres le indicaron la ca- rrera de derecho, aunque esta no le entusiasmo del todo. Par- ticipo en las tertulias y reuniones formales, visito los tea- tros, frecuento el Viejo Ateneo, y se le veia a menudo en el

Cafe Universal. Ola y hablaba de politica en aquellos dias de conspiraciones y camarillas. Andaba por las ealles y las plazas escuchando los chismes de los transeuntes y absorbiendo el color local de Madrid y sus contornos, gozando de esta vida pintoresca y animada, que luego sabia evocar tan minuciosamen- te en sus novelas. Desarrollo una obra dramatica La Expulsion

de los MoriscosT que no logro representar. Viajo a Paris y - 2 -

dandose cuenta entonces de que la novela de tema espanol como forma literaria podria ser aceptada al igual que la de tema frances, se dedico a la novelistica. En la pri- mera parte del siglo esta forma (la novela puramente es- paRola^ estaba desacreditada y envilecida por el influjo excesivo de obras traducidas del frances. Del ano 1850 en adelante, va cogiendo prestigio cada vez mas y por alii de 1870 aparecen novelas de gran calibre, tal vez iniguala- das hasta la fecha. Con Galdos, la novela historica de tono romantico y decadente se convirti5 en un relato exacto, con minuciosos detalles de la epoca, y como logica conclusion, termina por convertirse en novela de tesis. Es facil ver entonces el exito inesperado que con esta forma alcanza. Llega Galdos a la cumbre de su popularidad en 1883. El aprecio que le tienen los autores contempora- neos es ejemplificado por Leopoldo Alas, Clarin, quien da una cena en su honor. Acepta un puesto politico de diputa- do de Sagasta. Viaja a las distintas capitales europeas. Con Pereda, se familiariza con las provincias portuguesas y espafiolas. Llega a ser aficionado de Santander y de Toledo.

En el afio 1889 logra ingresar en la Real Academia

EspaRola. Mas tarde en 1898 sin dinero es obligado a comenzar una tercera serie de los Episodios Nacionales.

En 1891 escenifica una novela suya, RealidadT volviendo - 3 -

asl a su intento juvenil. Entre los afios 1907 y 1910, ocupa el puesto de diputado republicano. AI envejecer pierde la vista, lo cual oculta a sus parientes por mucho tiempo. Muere en 1920.

Como maestro de la novela escribi5 con realismo lo que observo en la vida, a fin de presentar con vera- cidad la sociedad burguesa que predominaba en el siglo

XIX. Influenciado por Cervantes y su obra maestra, Don

Quijote? se dedico a mostrar la falsedad de ciertas ilusiones y el error de imaginarse la vida tal como no es y de tener una imaginacion demasiado aguda. Maria,

la herolna de la novela La Familia de Leon Rocht tiene grandes aspiraciones que jamas podra realizar; no reco- noce la diferencia entre la realidad y la ilusion. Tam- poco comprende que la falta de reconoeer esta diferencia o lxnea divisoria constituye su propia destruccion. Es el concepto de la estupidez humana. Las dificultades de Maria son el resultado de lo que el filosofo, Jules Gaultier, expreso en su tratado, "Elle se coneoit autre- i ment qu'elle n'est". Se cree la esposa perfecta por su atraccion fisica y por su excesiva religiosidad, que en su opinion la convierte en santa, sobreponiendola a toda culpa, no admitiendo que ella pueda ser la culpable, que pueda no tener razpn. Mientras cumpla con sus devo- ciones, se considera libre de cualquier otra obligacion. - 4 -

Leon se equivoca al figurarse que el caracter de Maria no tiene forma fija, piensa que el podra amoldarlo a su deseo. Embebido con la idea de que la razon es la unica guia fiel y que por medio de ella se llega a todo deseo; ciego se conduce a su propio fracaso, a su propia muerte, espiritual por lo menos.

Para Galdos, ambos personajes son v£ctimas de la sociedad y de sus propias debilidades; Maria, de la vida extravagante, artificial y decadente que se creo; y Leon, de las nuevas ideas y teorias, que como joven inteligente acogio con entusiasmo, mas sin poder asimilarlas. Maria, por su ignorancia y sentimentalidad; Leon, por su sabiduria mal entendida.

Galdos es en el fondo una persona seria, religio- sa y moral. Para el todo caracter de la clase media, aun- que sea vulgar o plebeyo, tiene algo bueno en su alma, todo corazon es capaz de recobrar sus fuerzas. Como Gal• dos no es ni esceptico ni cinico, todos los seres humanos pueden salvarse, aun el picaro. Para el las ideas y los sentimientos cristianos predominan. La religion, el amor de la familia, y la armonia de la casa son lo esencial de la vida. La fe y el amor, aunque no parezcan tener ningu- na correspondencia con la inteligencia, son la verdadera y unica base de la certidumbre; son el unico medio por el - 5 -

cual el hombre puede comprender algo acerca de su origen y de su destino. En este concepto se basa la filosofla de Galdos. CAPITULO II

DONA PERFECTA

Dona Perfecta, una viuda, hija de buena familia que vive en Orbajosa invita a su sobrino, Pepe Rey, a pasar una temporada en su casa para que este llegue a conocer a su prima Rosario. El padre de Pepe y la madre de Rosario pien- san casar a sus hijos un dia. Pepe llega, se enamora de su prima quien es bonita y simpatica, pero al mostrar sus acti- tudes liberates y usar un tono sumamente ironico al hablar de la iglesia y de las cosas que le atafien, pierde la con- fianza y la aprobacion de su tia de inmediato. Dofla Perfecta encierra a Rosario en su cuarto y se decide al principio a aguantar al huesped hasta el fin de su planeada estadia, martirizandose de esta manera para cumplir con su concien- cia. Sin embargo, pronto cambia de idea. El tio de Pepe,

Don Cayetano, se desembaraza de todo lo que ocurre alrededor de el; Pepe echado ya de la casa de su tia no puede pedirle ayuda para solucionar su problema, asi que recurre a unos soldados con quienes traba amistad gracias a Tafetan, se- cretario de la sociedad caritativa del pueblo. Este es la - 7 -

excepcion a la regla general, pues no se encuentra bajo el dominio de Dofia Perfecta. Pinzon, uno de sus amigos solda- dos, esta afortunadamente alojado en casa de Dofia Perfecta.

Planean el escape de Rosario, pero antes de intentarlo,

Pepe modifica sus actitudes violentas y cambia de idea, c siguiendo .el consejo de su padre. Despide a los oficiales del ejercito que le habian prometido apoyo y manda una carta a Rosario indicandole dohde y cua'ndo pueden encontrarse para hacer un plan mejor concebido. Antes de que este encuentro tenga lugar, Caballuco, el valenton del pueblo, es decir de

Dofia Perfecta, le pega un tiro a Pepe obedeciendo el grito enloquecido de Dofia Perfecta que esta pra'cticamente fuera de si.

La historia acaba con unas cartas escritas por Don

Cayetano a un amigo suyo en Madrid informandole de la triste noticia de la muerte de Pepe que al principio cree que se ha suicidado, pero que por ultimo, segun el decir del pueblo, es homicidio. Como resultado directo de esta tragedia, se vuelve loca Rosario y tienen que encerrarla en un manicomio, y Dofia Perfecta cae en un estado triste y patetico que em- peora hasta que la tortura mental le causa la muerte. Don

Inocencio tambien se deshace, renuncia a su puesto de cano- nigo y sale para Italia en busca de algo en que poder ate- nerse. Al desaparecer la fuerza dominadora, aunque esta - 8 -

fuera equivocada, la reemplaza la desintegracion completa. Por falta de voluntad e inercia, la vida provinciana regresa a su suefio secular.

Entre los personajes se destacan el protagonista fetnenino y el masculino; individuos por si, mas investidos de sitnbolismo en el sentido mas amplio. Ella representa la tradicion (la iglesia, Espana, el el progreso (la cultura cientlfica). Dona Perfecta es una vieja viuda que tiene a todo el pueblo de Orbajosa impresionado por su aparente bon- dad y piedad. Es una mujer dominadora que tiene en completa sumision al canonigo Don Inocencio y por consiguiente al res- to del pueblo a quienes les importa solo el ser reconocidos por su buena asociacion con la iglesia. La influencia de esta en los pueblos de esa epoca, y aun ahora, es tan exce- siva que pierde la perspectiva hacia lo detnas. La iglesia se creia "perfecta" y esto le bastaba para rechazar cualquier idea contraria a la suya, de igual manera actuaba Dona Per• fecta.

Pepe Rey al llegar a Orbajosa y expresar su punto de vista acerca de diferentes asuntos naturalmente no es aceptado. Un joven bien educado, inteligente y racional comete el error de decir la verdad. Su falta de experiencia y su entusiasmo le dejan creer que la sinceridad es lo unico que vale en este mundo. No se da cuenta hasta demasiado tar- de de su severidad excesiva. A nadie le gusta que uno le - 9 -

critique, pero la critica es aceptable si esta acompafiada de tolerancia, de caridad., Tiene que haber convivencia.

El mancomunar intereses y fondos no existe. Para el espafiol no existe termino medio; uno tiene todo o no tie•

ne nada, la idea de posesion es absolutamente total. De una misma tnanera uno manda o no manda y por eso no hay ni equili-

brio ni estabilidad en ninguna de las instituciones sociales.

No existe el compartimiento de las ideas ni de los recursos.

Todo esto tiene una base dificil de alterar que esta en el mistno caracter espafiol, del cual es una parte integral.

Dofia Perfecta que es la obra maestra de la primera epoca de la produccion literaria Galdosiana, es una novela de caracter polemico. Galdos encuentra por primera vez en Dofia Perfecta la formula de su arte - la fusion perfecta de lo social y lo individual. Da algo ideal y superior al hombre y al mistno tiempo pinta el ambiente donde este per- sonaje se ha desarrollado. Muestra en esta obra los valores respectivos de la ciencia contra los de la fe y los de la ciudad contra los de la provincia. Por medio del protago- nista muestra sus opiniones personales. Ambos, Galdos y Pepe Rey, son escepticos que admiran la firtneza de la fe y la pureza de los ideales, pero para quienes la sola validez de la religion consiste en su aspecto practico y moral. La religion convertida en fanatismo - el misticismo y la - 10 -

pobreza andan tnano en mano, un fenotneno social aprobado - ya no tiene valor porque se ha transformado en un furor destructor. Dona Perfecta es la afirtnacion de la cultura cientifica y la condenacion del atraso de la vida provin• ciana, cuyos valores tradicionales son una fuente de fana- tismo. Para Galdos, el campo y la provincia no significan la felicidad y la paz espiritual absolutas. Mas bien es criadero para la envidia, la soberbia, la crueldad y la intransigencia hacia el pensamiento original. Hay una fal• ta de tolerancia hacia todo cuanto sea ajeno, la cual tiene su origen en el amor propio. En cuanto una persona sospecha que otro se siente superior o puede sentirse superior en algun momento, se decide a oponerse a todo lo que diga el otro.

Dofia Perfecta es la dramatizacion del choque de las personas de mentalidad liberal e igualitaria procedentes de la recien nacida burguesla de la ciudad con las de estrecha mentalidad regionalista, tradicionalista de la provincia.

Estas estan obstinadas en su fe religiosa y son enetnigas de todo progreso que anuncie cambios radicales. Galdos nos demuestra que solo es por debilidad personal que uno inicia una vida solitaria, el aislarse del extranjero y de todo lo que sea ajeno sin ningun razonamiento es sencillamente una forma de escaparse de si mismo y de la realidad. No dice que el campo es sin valor alguno pero si que el que vive -li•

en el campo, por medio de la objetividad necesaria para toda observacion realista y para llegar a un estado de completa madurez, de completo desarrollo, debe escoger y adoptar lo que es bueno sea tradicional o radical que venga del extranjero.

Al desarrollarse de una tnanera positiva la mujer,

Dofia Perfecta que personifica la Espana tradicional, tiene que, por medio de la observacion, dar a las ideas y a las costumbres sus valores apropiados. El mantenerse ignorante de la verdad de los casos conduce unicamente al error.

Todos somos hasta cierto punto hostiles a las sugerencias e ideas de los demas pero todos somos capaces de encontrar soluciones racionales y el que no se sirve de esta facultad por perversidad y obstinacion esta perdido. CAPITULO III

LA FAMILIA DE LEON ROCH

La familia de Leon Roch es escrita en tres tomos originaltnente que aparecen en los tneses de junio, octubre y diciembre del ano 1878. Esta novela pertenece a la primera epoca de la produccion literaria de Galdos.

Es la historia de un joven geologo y astronomo que gracias a su padre obtuvo una buena educacion y heredo como unos nueve millones. Se decide a casarse con Maria, una beldad realmente extraordinaria, cuya familia se ha empo- brecido y envilecido viviendo fuera de sus rentas. El atractivo de su apariencia fisica le seduce a Leon y este cree que dentro de esa forma divina tiene que haber un es- piritu y una mentalidad no menos distinguidos. Se la itnagina a su propio gusto como una personalidad en estado embrionario que el podra formar. Ella, por su parte, se enamora de el por la tnlsma atraccion fisica, es decir por su apariencia sumamente masculina. Sabe muy bien que es eonsiderado ateo, clnico, esceptico, y que ella siendo fanatica de la religion

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catolica, no podra estar nunca de acuerdo con sus ideas de el. Sin embargo, se casan cegandose a las diferencias radicales que existen entre ellos y convenciendose de que por medio de la mutua atraccion fisica se uniran espiritualtnente. Leon es un hombre racional y muy razonable, mientras que Maria es sim- plemente obstinada en sus creencias y estupidas practicas. Su modo de amar no es sino el ser celosa, como reconoce ella mis- ma casi al final de la novela. No podia tolerar que su marido tuviera sus propios pensatnientos, su libre arbitrio, tenia que sujetarle por completo para no sentirse celosa, ni de las ideas de su marido, ni de sus amigos. Se figuraba poder tener esta influencia todopoderosa sobre el por medio de su belleza fisica que tendria que seducirle siempre que hubiese una discusion entre ambos, no tomo en cuenta lo racional que era Leon, y el por otro lado no se imagino una mujer tan mal educada, tan poco receptiva a todo lo ajeno, en fin, una cabeza vacia, una ter- quedad absoluta contra la cual iba el a luchar en vano - poco a poco destruyendose a si mismo.

A los pocos tneses de casados es evidente que el matri- monio no tiene otro fin que la desintegracion. Maria abandona a su marido hasta en el mas minimo detalle sobreponiendo a el sus deberes religiosos, y el agota su paciencia y su toleran- cia hasta llegar a una desavenencia irreconciliable. El mundo que les rodeaba a estos dos esta' formado por la familia poli- - 14 -

tica de Leon que comprendla el padre y la madre de Maria y tres hermanos: Polito el hijo malo, Luis el santo enfermizo, y Gustavo, hombre de negocios, corredor del mundo, un hipo- crita insoportable. El padre era un verdadero sinverguenza que con sus cincuenta y tantos ahos querla lucirse como los jovenes de veinte, y quien para pagar sus extravagancias y deudas corrla en busca de Leon. La madre era pretenciosa tambien. Se enorgullecla de vestirse con extravagante ele- gancia, de agasajar a sus amigas, de ser generosa en sus donaciones, de tener su casa amueblada como el mismo palacio.

En fin era tan culpable como su esposo porque siendo pobres, teniendo lo suficiente para vivir comodamente, no tenian ni el uno ni el otro derecho de gastar lo que no tenian para luego recurrir a su hijo politico para sacarles de los enre- dos financieros en que se hablan metido. Sin embargo lo hacen repetidamente.

Luis, hermano gemelo de Maria, por su parte se ingirio en lo mas privado del matrimonio de su hermana. Bajo el dis- fraz de la fe y la santidad, al morir la hizo jurar que ja• mas se someterla a su esposo por ninguna razon. Habiendo habido un afecto sincero entre los dos siempre, ahora reforza- da con el fervor religioso y siendo una suplica de moribundo,

Maria no tenia ni fuerzas ni el deseo de negarse al voto que le pedia su hermano. Esta promesa la oye en parte Leon y - 15 -

adivina el resto y desde este momento en adelante, los espo- sos se van alejando el uno del otro hasta llegar al punto en que Leon decide abandonar su casa que ya no le pertenece sino en nombre. Al dar el ultimatum, le propone a Maria que ella le acompane; asi cediendo cada cual algo de su parte^todavia podrian salvar su matrimonioj pero esta no acepta. Mientras que ella sienta que Leon sufrira pero permanecera fiel a ella, ella no encuentra ninguna razon por la cual deberia ceder a sus deseos. Quiere tener siempre el amor de Leon pero lo quiere gratis sin que ella participe del mismo amor para con el. Leon se pasa a una casa cerca de Suertebella, el palacio campestre del Marques de Fucar, donde viven este, su hija Pepa y Monina, la hijita de esta y de Cimarra, antiguo conocido de

Leon. Cimarra era un gran disipador que logro casarse con

Pepa por un antojo suyo que le ocurri5 al saber que el que amaba, Leon, se iba a casar con otra. Este, despues de meter al papa y a la hija en una larga serie de compromisos dificiles, salio de Esparla con rumbo a La Habana. Pepa se fue a vivir con su hija a Suertebella al lado de su papa. Pepa, como el resto de Madrid, sabiendo muy bien que el matrimonio de Maria

Egipciaca y Leon es un desastre, un fracaso completo y al co- nocer las intenciones de este de evacuar su casa le sugirio la casita para alquilar que esta a unos pasos de la suya.

Leon ya visitaba la casa de Pepa para ver a Monina, a quien ha- bia llegado a querer como si fuera su propia hija. De repente, - 16 -

esta se enferma y casi se les muere pero la crisis pasa y

recupera divinamente. A poco tiempo, Leon decide tomar la

casa y se traslada; Monina y sus amiguitos le visitaban dia-

riamente y de vez en cuando iba a comer a Suertebella. Luego

un dia llega la noticia de la muerte de Cimarra que viene

como una bendicion para padre e hija. Leon entonces de acuer-

do con el respeto requerido en tales casos cesa de visitarla.

Leon y Pepa que fueron compafieros de pequefios y novios a eso de los quince anos se quieren ardientemente ahora. Pepa siempre habia querido a Leon, y Leon, cegado por la atraccion fisica de Maria Egipciaca, solo reconocia en el mutuo afecto que se sentian el y Pepa el afecto de dos amigos intimos. El hombre racional y logico, debido al poco trato que tenia con la gente se dejo extraviar por una senda equivocada. Pepa como para castigarse mas, herida ya en lo hondo del corazon, se ca• sa con un desgraciado, Cimarra, sin pensar en las consecuencias futuras. Actua impulsivamente y demasiado tarde se arrepiente. Afortunadamente le nace la nifia Monina y con el papel de madre se restablece, se tranquiliza y comienza a madurar.

Llega un dia en que el rumor que estan circulando

las amigas de Maria maliciosamente por Madrid de un amorio

entre la marquesita Eepa de Fucar y Leon alcanza los oidos

de Maria. La que pretende ser su mas intima amiga y confi-

dente se siente obligada a decirle la verdad a la pobre ino-

.cente, Maria. Maria se pone furiosa, esta llena de celos - 17 -

y se prepara para ir a confrontar al condenado. Le quiere colmar de insultos y saldria al instante, vestida en su horrible traje de penitente y beata, que habia adoptado como uniforme diario, desde hacia mucho si no fuera por los consejos y ordenes de su amiga y de su madre, quienes no la iban a dejar irse hasta que lucia. La amiga le trajo todo un armario de ropa para que escogiera lo que le gusta- ba mas y su muchacha vino a peinarla. Se fueron las dos por fin prometiendp estar de vuelta temprano al dia siguiente para hacer todos los preparativos.

Maria no les espero, madrugo y se alisto ella misma

y salio para Suertebella. Llego y subio a la oficina de

Leon. Este como de costumbre estaba en su escritorio entre

sus libros con Monina y su compaflera. Al verla se aturdio,

Maria le acuso de todo y el perdiendo su paciencia le grito

a ella. Se cayo desmayada despues de tratar de arrancar su

pelo y deshacer su vestido y todos los adomos que se habia

puesto para seducirle, viendo que de nada le Servian. Su

belleza ya no le servia.

Leon entonces trato de resucitarla en vano y llamo

al medico. Segun este era necesario trasladarla a un lugar

mas comodo y el buen Marques de Fucar no encontr5 razon por

la cual no la podrian llevar a su casa de el. El medico

amigo de Leon hablq con este francamente. Receto el descan- - 18 -

so y la paz absoluta, que nada la turbara las emociones;

es decir le dijo a Leon que si esperaba salvarla tenia

que borrar toda idea de infidelidad matrimonial de su mente, tenia que hacerla creer de nuevo que el solo la

queria a ella. Hasta el confesor de Maria fue persuadido por Leon de que la mentira era indispensable en este caso,

e iba recuperando Maria. Tranquilizada, recobraba sus

fuerzas y su fanatismo religioso, se enorgullecia de su propia virtud, de su verdadera santidad; comenzaba a sefia-

lar de nuevo a su marido como el gran pecador y no le de-

jaba apartarse ni un minuto de su lado.

La familia de Maria que al recibir las malas noti- cias habia llegado en tropel y gracias a la hospitalidad del Marques de Fucar se habia instalado en el palacio resen- tia no poder ver a su hija, hermana legitima. Leon les prohibit? que entraran al cuarto hasta que un dia las que-

jas y las acusaciones le agotaron la paciencia y les indi-

co que pasaran todos si les daba la gana. Maria entonces enterada de la duplicidad a que habia sido sometida se

altero de aspecto, recayo en un estado pesimo del que no

saldria, vuelve al delirio. Tiene momentos despejados

cuando ve todo claramente pero por fin cae en un.?. coma y toda la familia la vela tristemente hasta la muerte. - 19 -

A Pepa, quien se traslado a Madrid con su hija mientras que la enferma quedara en la casa de Suerte• bella le ha llegado la mala noticia de que su esposo no esta muerto como antes se creia sino que esta sano y salvo y ha vuelto a Madrid. Esta espera hasta que ya no puede mas y regresa a Suertebella a hablarle a Leon que esta muy confuso. Le propone huir los tres juntos porque teme que Cimarra obtenga a Monina legalmente y esto la mataria. Leon dice que no puede. El Marques dice que se ha arreglado todo de la manera mas convenient te, Pepa y Monina viviran con el para siempre y Cimarra jamas las molestara. Cimarra a pesar del acuerdo al que haullegado sus tios, el abogado y Fucar, llega a Suerte bella para ver a su hija que hasta entonces no conoce.

Se encuentran Leon y Cimarra y parece que se van a matar pero intervienen Fucar y otros y salen ambos para jamas volver. Pepa queda muy triste y desconsolada, ya no le quedan ni esperanzas para el futuro, ha perdido para siempre todo lo que querla y deseaba menos su hija.

La novela termina con una carta escrita por el

Marques de Fucar al Marques de Onesimo comunicandole las ultimas noticias de sussnegocios y del estado de su fami- lia, a decir su hija y su nieta. CAPITULO IV

EL AMIGO MANSO

Esta novela, El Amigo Manso (1882), presenta un cuadro extenso y equilibrado de la naturaleza hutnana con sus necesidades basicas. El personaje principal de la novela, Maximo Manso, filqsofo y profesor, vive y se de- sarrolla espiritualmente en Madrid que se ha convertido en la patria propia del autor. Alrededor de Galdos se presentan diversos aspectos de la vida madrilefia, incluso la de la gente mas pobre y mas bruta. Al lado de la gente baja, Galdos pinta la sociedad burguesa ascendente que sigue reemplazando a la aristocracia decadente y a los ricos de antafio que ahora estan en un estado lamentable de pobreza. Todo esto es el ambiente y fondo para la realizaciqn del tema principal de la obra que es la adap- tacion del hombre de ideas a la vida y al mundo terrestre en que vive. Esta adaptacion se muestra en el vivo con- traste que existe entre Manso y su disclpulo, Manuel Pefia, un contraste entre el hombre reflexivo y el hombre de

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accion. Cada uno aprende del otro; el joven aprende a pensar y el intelectual e idealista adquiere una pene- tracion o sagacidad mas completa, debida a sus experien- cias emocionales. Todo hombre necesita para su mayor perfeccionamiento el desarrollo sentimental tanto como la evolucipn intelectual, la experiencia tanto como la reflexion.

Manso relata su propia autobiografxa, evocando los incidentes que llevan a la formacion de su caracter.

Empieza con una descripcion de su aspecto flsicp; es de mediana estatura, robusto y bastante agil, ni feo ni buen mozo; usa anteojos. Su familia es oriunda de Asturias y solo a la muerte de su padre se traslada a Madrid.

Siempre se acuerda de su vida de muchacho en esta pro• vincia y de su unico hermano, mayor que el pero de tem- peramento muy distinto al suyo.

Desde muy joven decide quedarse soltero, tomando en sus propias manos su destino y modelandolo a su gusto;

me propuse conseguir que mi razon fuese dueha y sehora absoluta de mis actos, asi de los mas impprtantes como de lbs mas ligeros. 11

Reconoce la buena influencia de su madre de quien adquiere sus "severos principios...habitos de trabajo, ... sobriedad" dones que durante su vida considera losmas preciados del mundo. Sufre mucho cuando muere la madre, se siente muy - 22 -

solo, incapaz de enfrentar la vida, pero haee unos esfuerzos tremendos para dominar sus dificultades. Primero habita una casa de huespedes, pero encuentra la vida en esta insoporta- ble y se traslada a un apartatnento en la calle del Esplritu Santo donde se instala permanentemente. Se acostumbra rapido al ambiente ruidoso de este barrio y aun goza de su vitalidad robusta.

En este edificio traba amistad con una buena vecina, dona Javiera, la carnicera que vive en el primer piso. Manso y Javiera, dos caracteres de los mas alejados que se puede imaginar, sienten cierto afecto y respeto mutuo. Dice de su amistad con ella: Mi vecina era la autoridad estetica, y mis ideas, direlo de una vez, la pillerla aprisionada que, en ausencia de la realidad, se entrega a desor- denados juegos y cabriolas. 3 Esta mujer, poco educada, le sorprende a menudo, mostrando comprension instintiva de su hijo y del problema general de la educacion que jamas debe ser la sujecion por fuerza.

Ella reconoce en Manso el maestro perfecto para su hijo, capaz de ser amigo y companero de Manolito al mismo tiempo que un preceptor inteligente, interesante y entretenido.

Desde el primer instante el joven Manuel y Maximo simpatizan, sintiendo este una complacencia que

era igual a la del escultor que recibe un perfecto trozo del marmol mas fino para labrar una estatua. 4 - 23-

Cotnenzando los estudios juntos, Manso logra, como su primer exito, ensefiar a su discipulo el valor excepcio- nal del Quijote mostrandole como penetrar el profundo sentido del libro en que con mas perfection estan expresadas las granr dezas y las debilidades del corazon humano. 5

Esta vida agradable y tranquila de preceptor con su consiguiente satisfaccipn se interrumpe muy a menudo con las visitas de una vieja insoportable. Esta sefiora, dofia Candida, vieja amiga de la madre de Manso, es para este un monstruo humano. De ella dice:

Jamas vip Madrid mujer mas disipadora, mas apasionada del lujo, mas frenetica por todas las ruinosas vanidades de la edad presente. 6

Dofia Candida es viuda y se halla en un estado de "deplora- 7 8 ble abandono" como lo "revelaban su traje y peinado".

No falta nunca de pedir dinero donde quiera que sea con mil excusas y enredos, sietnpre prometiendo devolverlo den- tro de poco tiempo, cuando reciba sus rentas imaginarias.

Es una hipocrita absolutamente sin escrupulos, pero Manso se siente obligado a sufrirla y a prestarle ayuda porque su madre al morir la habia recomendado a su cuidado.

Debido a su bondad para con dofia Candida, alcanza a conocer a la sobrina de ella, es decir Irene, la figura que mas impresion hace en el esplritu del profesor. Cuando - 24 -

la conoce por primera vez, es una chiquita de doce anos.

Su tia la tnanda de vez en cuando con una notita en la cual pide que Manso le preste dinero. Se hacen amigos; Manso se da cuenta de que no le gusta hacer estas encomlendas de su t£a. Hablan de libros e Irene muestra un interes inte- ligente en todo lo que le cuenta. Cuando es mayorcita, le da verguenza venir a verle, asi que Candida vuelve a visi- tarle de nuevo, solicitandole dinero tambien para cubrir los gastos de Irene que entra en la Escuela Normal porque quiere ser institutriz.

A Manso le inspira Irene los mas nobles ideales;

Q alrededor de ella crea la imagen de "la mujer-razon" a la vez bella e inteligente. Para el es un alma sensible, a veces alegre, a veces triste; sus bonitos ojos...(mostrando)... aquella tristeza que a veces me parecia un resultado de los fenqmenos de la expresion por donde se nos transparentan los misterios del mundo moral, quiza revelaba uno de estos enganos cardinales en que vivimos mucho tiempo, o quiza toda la vida, sin darnos cuenta de ello. 10

La vuelve a ver cuando tiene diecinueve anos y sigue llevando en su alma este retrato idealizado de la joven. Tan embebido en su propia creacion falta por cotnpleto de ver la tal como es. Confunde la ilusion con la realidad y se enamora de una joven que solo existe en su imaginacion. - 25 -

En esta epoca desciende sobre Manso la enorme y ruidosa fatnilia de su hermano que, de regreso de las Antillas, quiere establecerse en Madrid. El profesor se siente desesperado al encontrar su vida tan serena y equilibrada interrumpida muy bruscamente por esta llegada inesperada de Jose Maria, con todo su cargamento, a saber: su mujer, sus tres nihos, su suegra, su cunada, un negrito, una mulatica y una cantidad enorme de baules, pajaros y animates.

En el mes de octubre logran instalarse en una casa alquilada que queda muy cerca de donde vive Manso.

Jose Maria se dedica a hacerse figura de importancia en

la socieddd, esperando satisfacer sus aspiraciones poll-

ticas. Su esposa invita a muchos a tomar el te, y el consigue que se celebre en su casa una reunion cada

semana, cuidando de que sus hijos malcriados no esten presentes. Se rodea de un clrculo de personajes de re-

lativa importancia incluyendo un poeta de los peores que existen, un diputado ministerial, don Ram5n Maria Pez,

orgulloso y egolsta, el Marques de Tellerla y otros

tantos. Estos forman la "Sociedad General para Socorro de los Invalidos de la Industria.11 ^ Manso mismo se

siente'.obligado por exigencias sociales a asistir a estas

reuniones y discursos aunque hace un papel muy pasivo. - 26 -

Los tres ninos ya aprenden a manejarse mejor, gracias a la docencia de Irene quien habita la casa como institutriz, recomendada por su fiel admirador, Manso. Como la familia le llama constantemente y le necesita tanto, encuentra mucho consuelo en las horas que pasa con Irene en el salon de cla- se o cuando les acompana a ella y a los nifios en sus paseos por la tarde. Hablan mucho sobre una variedad de materias, y encuentran que sus ideas, sobre todo en cuanto a la educa- cion, se corresponden. Se ponen de acuerdo diciendo que, » 12 "el toque esta en hallar un buen termino medio."

Su alta opinion de ella aumenta cada dia mas y casi sin darse cuenta al principio se enamora perdidamente de ella. No se le ocurre sospechar que ella pueda tener novio, aun la noche de la velada cuando Irene se muestra tan entu- siasmada y emocionada por el triunfo de Manolo Pefia, ganan- dole el discipulo al maestro en esta ocasion. Sigue con los ojos vendados cuando la joven cambia de casa a la insis- tencia de su t£a.

Le conviene a Irene vivir de nuevo con dona Candida, pero lo que ella no sabe es que la casa esta alquilada por Jose Mar£a para darle a el mayores oportunidades de perse- guir a la chica. Su mujer, Lica, que conoce sus infideli- dades, esta, sin embargo, dispuesta a perdonarle si acaba para siempre el cortejo de Irene. - 27 -

Irene, al conocer la trampa planeada por su tia y Jose Maria, pidela ayuda de Manso quien acude inmediata- mente. Los dos hermanos se encuentran en la casa de ella, y se resuelve el confliefco. Jose Maria promete no molestar mas a la joven. Manso esta contento y se siente victorioso,

pero su triunfo dura poco, pues la misma noche descubre que

su propio discipulo le ha traicionado. Se entera de que el

novio secreto de Irene es el joven Manolo Pena.

Su primera reaccion trae un hondo sentido de amar-

gura contra Manolo, y solo se calma un poco cuando este le

asegura que su amor es mutuo y que quieren casarse. Al oir

de Irene la confirmacion de todo, no le queda otro remedio

sino ayudar a ambos como el buen amigo de siempre. Ahora

le toca el papel de padre o tio benevolo, aunque dice con

mucho pesar;

Oh, cuanto mas valia ser lo que fue Manuel, ser hombre, ser Adan, que lo que yo hab£a sido, el angel armado con la espada del metodo defendien- do la puerta del paraiso de la razon),.. . Pero ya era tarde." 13

El sentido tragico de la perdida de su ideal de

Irene es una fuer.te sentencia, insuperable para el idea-

lista: "era como todas. Los tiempos, la raza, el ambiente

no se le desmentian en ella." ^ Queda muerto espiritual-

mente: "Pastel de risa y llanto que amargo eras.'" ^

A pesar de su sufrimiento, se cbnforma y ayuda para que se - 28 -

realice la boda de los novios. Pero el no asiste este dia.

Se siente mal, se acuesta y pronto muere "como un pajaro."

Creyendo acabada su mision en este mundo, esta listo para entrar al otro. Ademas anhela la serenidad y el descanso eterno.

Muchos lamentan su muerte, pero esta olvidado por todos estos seres que todavia no terminan "el gran planton del vivir terrestre",^ y que todavia no alcanzan el estado dichoso del hombre maduro. En esta ultima etapa de su de- sarrollo sale como un hombre mas completo, uno que refleja la armonla de los dos aspectos del caracter humano, la union del cerebro y del corazon. Como puro hombre razonablej carece de experiencia emocional, pero despues de conocer el amor es mas entendido y mas amplio. Como todo hombre que goza y que sufre, aprende a aceptar los desengafios y sufrimientos, y alcanza llegar a la madurez. Lo unico que siente es que habiendo planeado su destino por tantos afios como hombre solo e independiente, tiene que seguirlo as£ en las ultimas horas de su vida, porque ya es tarde cuando se da cuenta de todas las necesidades del hombre.

Gada uno de los personajes se forma y se perfecciona

bajo la influencia de los demas. Manolo, el hombre de accion y un joven don Juan, aprende que el hombre de caracter necesita - 29 - i inteligencia, educacion y cierto sentido de responsabilidad. Irene, "mujer-razoh" para Manso, "mujer-mujer" para Manolo, es la mujer txpica, una fuente de inspiracion y de amor. La bondad y la cortesia de una carnicera, la belleza y la dulzura de una pobre institutriz, el cariHo y el respeto de un joven galan, todo influye en el desarrollo. Igualmente se presentan, al lado de las buenas cualidades, los vicios como la hipocre- sxa, la adulacion, la frivolidad y el egoxsmo.

De este desarrollo de caracter depende el progreso de la trama o historia de la novela. Todos participan como en un escenario cuyo fondo es el centro de Madrid, y contra ese fondo sale todo un conjunto de actores desde el buen amigo Manso hasta el mas humilde de los criados. En este ambiente de gente ordinaria se notan las influencias de los factores sociales, el compafierismo, la seguridad, el sen• tido de pertenecer, la amistad. En esta sociedad es Manso quien siempre aconseja, ayuda y sirve a los demas, porque el es superior al hombre de termino medio. El se siente superior y mas maduro; parece algo presumido al final, pero quizas guarda una sonrisa un poco traviesa cuando mira desde su nube abajo a las figurillas que todavxa corren por aqux y por alia. El buen pedagogo ha salido a los bastidores, pero ha dejado en todos mejores conocimientos y mejores modales. Que descanse en paz. CAPITULO V

FORTUNATA Y JACINTA

Fortunata v Jacinta son dos historias de casadas. La primera pertenece a la plebe y la segunda a la clase media espafiola, clase amorfa, sin conciencia propia que es el resultado de una fusion artificial de la aristocra- cia y del pueblo; no producto natural del desarroBo eco- nomico.

Juanito Santa Cruz, joven rico, aristocrata afla- mencado ve en un barrio muy pobre de Madrid a Fortunata cuya belleza y modo de ser un poco grosero le encantan. La seduce, pero sin intenciones de casarse con ella jamas. Despues de cierto tiempo, Fortunata abandonada por el y esperando un chiquillo, Juanito se casa con Jacinta, una mujer de una belleza delicada, de modales finos, una per• sona discreta y sencilla que le convendria a cualquiera como esposa. Ella sonsaca de el en el viaje de luna de miel su pasado y del momento en que llega a conocer los detalles del amorio de su esposo con Fortunata, no pueden dejar el asunto. Ella se pone sumamente curiosa; quiere

- 30- - 31 - saber si Fortunata puede haber tenido un hijo, Ellos no tienen hijos y parece que jamas los tendran, se vuelve;^ una obsesion para ella y la energla con que trata de des- cubrir ;sl ha tenido Fortunata un hijo o no es la concentra- cion por una sola via de este deseo. En su mente crea un nino imaginario en el cual cree como si fuera de carne y hueso y hasta anda abstralda por las calles del barrio de donde sale Fortunata en busca de este liijo que quiere hacer suyo. Necesita para sentirse mujer la realizacion de la maternidad, su juventud no la deja renunciar a este deseo y a dedicarse toda a alguna obra de caridad.

Su esposo por otra razon completamente distinta busca a Fortunata que le fascina y logra reanudaf su rela- cion con~ella varias veces durante el desarrollo de la obra.

Jacinta naturalmente se da cuenta de los extravlos de su marido y le causan mucha pena. Fortunata^ abandonada ya mas de una vez por Juanito., acepta casarse con Maximiliano

Rubin, un hombre sin caracter y de aspecto flsico feo. Un verdadero enfermo psicologico que por complejo de inferio- ridad se vuelve un tirano, imponiendose sobre su mujer con violencia. Al volverse violento, Fortunata ya no le puede

aguantar y le abandona. Encontrandose sola de nuevo? se le ocurre la idea de tener un hijo de Juanito lo cual le pondrla - 32 -

en un nivel superior a el de Jacinta. Desde el comienzo ha envidiado a esta, y el dar a luz a un hijo de el esposo de esta seria la compensacion del no haber sido aceptada como la esposa legltima de este. Se realiza su deseo y entonces, casi fuera de si, cuando deberia de haber estado en cama, va a enfrentarse con Jacinta. Llega a insultarla.

Hay una escena horrible pero al terminar la novela se com- prenden y simpatizan las dos mujeres; Fortunata al morir dejando su hijo a Jacinta.

Ademas de estos cuatro personajes complementarios existe todo un mundo de seres humanos, que aparecen y desa- parecen durante el curso de la novela, algunos de los cuales por ser tan vivos que nos parece que les conocemos en la vid actual, vale mencionar. Dona Guillermina, Mauricia "la Dura

Dofia Guadalupe Rubin, tia de Max, un don Evaristo Feijoo, y Don Baldomero, padre de Juanito.

La primera se destaca por ser como la santidad misma

Tiene una manera extraordinaria de hacer que la gente la obedezca sin que ella les mande. Su tono al hablar con cualquiera es siempre sencillo y carifioso. Es fundadora de un asilo de huerfanos como lo fue dofia Ernestina Manuel de Villegas a quien Galdos tomo por modelo para crear su personaje literario. Lo funda con su propio dinero, es decir con la fortuna que heredo de sus padres y en cuanto - 33 -

esta se acaba etnplea los donativos de amigos para continuar sosteniendolo. Es una mujer buenisima que al no ser casada y por no tener hijos propios dedica todos sus esfuerzos y sus buenas cualidades a algo realmente admirable. Sin em• bargo, su mayor importancia se debe al hecho de que es la confidente de Jacinta, como Mauricia, la dura, lo es de Fortunata.

Mujeres mas opuestas que Dona Guillermina y Mauricia

es dificil imaginarse. Mauricia es aun mucho mas grosera

que Fortunata. Llegan a conocerse cuando ambas estan me-

tidas en una casa de correccion a cargo de unas monjas.

Mauricia contamina a Fortunata su maldad y su ferocidad.

Logra tener una influencia bastante fuerte sobre esta de

la cual dispone cuando ambas estan fuera de la prision y

se encuentran de nuevo. No habrla podido hallar una confi•

dente y consejera peor, mas vii. 33

Dofia Guadalupe Rubin, tia de Maximiliano, es una

mujer dominadora que anticipadamente decide que es itnposi- ble que su sobrino se case un dia. Era autoritaria y cal- culadora cuando se trataba de dinero, que la tenia fasci- nada. Era ordenada y exigente, en todas sus transacciones, sencillamente se proponia enriquecerse cueste lo que cueste. Imponia su voluntad en todo lo que hacia y decia Max, hasta - 34 -

que el no tenia mas remedio que casarse para salir de debajo de tal tirania. Max huyp del fuego y dip en las brasas.

Don Evaristo Feijoo era un coronel retirado que amparo a Fortunata cuando buscaba refugio de Max y se

caso con ella no dandose cuenta de que Fortunata no esta- ba enamorada de el sino que le queria como padre. Al darse cuenta de esto el pobre aunque lo sienta mucho la deja irse y hasta la da cierta cantidad de dinero.

El padre de Juanito, llamado don Baldomero, es todavia otro tipo: el padre demasiado indulgente que por haber sido criado en un ambiente excesivamente rigido se opone en absoluto a todo lo que sea disciplina y deja a hijo o hijos hacer lo que les da la gana. Tan corto de vista como lo fue su padre no llega a la conclusion de que es simplemente una cuestion de grado, de cantidad; que todo lo que sea mesurado es bueno.

Fortunata es simbolo de la madre naturaleza; es fertil y fuerte, brusca y directa. Jacinta por otra parte representa la sociedad, con todo su refinamiento y gracia, es diplomatica y correcta. Fortunata se pasa de un lugar a otro como le da la gana, su instinto, sus emociones la dominan mientras que Jacinta actua de una manera disciplinada; sea la correcta o no, actua conforme - 35 -

a ciertos principios de la civilizacion que ha aceptado. Siente su responsabilidad humana. Estas dos fuerzas practicamente incompatibles llegan a un acuerdo al final de la obra. El instinto maternal innato en ambas es lo que les permite comprenderse, ver que se necesitan la una a la otra, que tienen que complementarse si va a haber un ente entero y sano. Asx que en el primer piano de la novela existe como tema principal la incompatibilidad de la naturaleza con la sociedad. Subordinado a este tema hay el del matrimonio inestable con grandes tendencias a disolverse. En el caso de Juanito y Jacinta quienes se casaron como por acuerdo de sus padres, no hubo la eleccion libre del conyuge. Siguieron simplemente sin ninguna oposicion a la voluntad de los papas lo cual con• duce muy rara vez a la felicidad conyugal. Fortunata se casa por otra razon, igual de infundada, se convence de que estar casada con cualquiera es mejor que seguir lle- vando una vida de prostituta que es la unica alternativa que se presenta a la mujer pobre que ha ido por mal camino una vez. La sociedad es su ruina; el hombre con las esca- rolas sociales, los atractivos del progreso pero sin con- ciencia moral. SEGUNDA PARTE CAPITULO I

ECA DE QUEIROZ Y LA NOVELA DEL SIGLO XIX EN PORTUGAL

La novela en Portugal, igual que en Espafia, sufrio un cambio grande a mediados del siglo XIX; se introdujb una nueva tendeneia, la del realistno, la cual reemplazaba a la del romantieismo.

Al llegar a la Universidad de Coimbra en 1861, Eca de Queiroz, joven timido y sensitive, se volvio romantico; leyo a Hugo, Nerval, Heine, y Barbier. Sus primeras obras fueron romanticas como las Prosas Barbaras; pero, pronto llego a ser uno de los primeros realistas Portugueses.

Admitiq haber pintado todo de una manera fantastica dado al simple deseo inconsciente de hacer queala realidad correspondiese al sueho. Luego, mostrando cierta madurez, nos ensefio su nueva direccion; ahora querfa combatir la exuberancia y la extravagancia que predominaba en su pais.

Pertenecio a la llamada generacion de 1865 que combatia todo lo que fuera artificial^ es decir, en contra de "lo actual". Durante esos anos la juventud en

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Portugal, al igual que en el resto de Europa, sentia la influencia y los resultados de la revolucion francesa y expresaba su entusiasmo apasionado y romantico, no solo por sus esruerzos literarios, sino tambien por su tempe- ratnento y modo de vivir. Clasifico el mistno al grupo que pertenecia con estas palabras: "uma generacab de ciencia e de analise".^ Este grupo se desarrollo como una reaccion al estado deprimente de decadencia en el que se encontraba Portugal en aquella epoca. Ellos querxan romper con la indiferencia general que predominaba y por medio de lo que escribxan, incitar un esfuerzo por parte del publico, de las masas, para revivir la nacion. Al principio, esta era la ambicion mas grande de Ec^a; y para este fin recurrio a la publicidad, al rumor, a la reaccion publica, tanto en sus libros como en su vida propia. Tuvo siempre aspiracio- nes a grandeza y fama; sin duda fue por esto que emprendio un viaje al oriente con el Conde de Resende. Este viaje y su amistad con el Conde contribuyeron en gran parte a su cambio en el rumbo espiritual: de un sueno romantico, a una realidad mundana. Romantico en el fondo, pero desi- lusionado y cxnico en apariencia, se le puede cotnparar al protagonista de 0 Primo Bazilio y de A Reliquia. Se des- perto del sueno romantico de su juventud para descubrir

la verdad y la realidad. Al regresar de este viaje, que - 38 -

le fue indispensable para su desarrollo como novelista de gran valor, inicio un periodo de dandismo. Esto se debio en parte a su espiritu aristocratic©, que hula de la clase media, y tambien a su deseo de atraer la atencion del publico sobre si mismo. Brillo en los salones de condes y marqueses de Lisboa. Llevo la vida social tipica del diplomatico de aquella epoca; una vida sumamente artificial que, sin em• bargo, podia satisfacer la vanidad. Este deseo de Eca de imponer su nombre en el mundo es el resultado mas logico que se podia esperar de alguien cuyo origen es completa- mente incierto. Hasta la fecha, los detalles de su naci- miento, de su bautizo, y de su nifiez, son practicamente desconocidos. Los primeros ahos de su vida permaneceran para siempre en la obscuridad.

Las tres influencias notables sobre este autor fueron Flaubert, Renan y Proudhon, aunque tambien fue influenciado hasta cierto punto por Dickens, Zola y

Balzac. Mas estos ultimos fueron mas su admiracion que su modelo. Amo la literatura como Flaubert, hasta el punto en que llego a ser mas real que la vida misma.

Le fascinaron la forma y el estilo. La belleza orde- nada de la obra de arte, de acuerdo a su teoria estetica, salvaba a todo ser vulgar. Para el, el verdadero mundo era el del artista. Se preoeupaba sobre todo con la realidad transitoria. - 39 -

De Proudhon tomo ideas pollticas, sociales y eco- nomicas; querla exactamente lo mistno que este:

un etat d'egalite social qui ne soit ni communaute, ni despotisme, ni morcellement, ni anarchie, mais liberte dans l1ordre et independence dans 1'unite, 2 lo ideal. La mas notable diferencia entre estos dos auto- res se halla en sus creencias religiosas; Proudhon fue un ateista confirtnado, mientras que Eca, a pesar de estar de- silusionado del estado en que se encontraba la iglesia^ tenia fe en la existencia de un ser superior. Le preocu- paba la religion, o mas bien, el cristianismo, y persiguio con ardor todo asunto religioso. Hasta tal punto que, en el caso de A ReliquiaT sacrifico la novela por ella. La mayoria de las ideas e inclusive el tema: el abuso de la venta de reliquiaSj tomaron su origen en As FarpasT obra de su juventud que compuso en colaboracion con Ramalho

Ortiga'o. Le preocupaba tanto la desintegracion de la iglesia como la decadencia de la institucion de la fami• lia. Emprendio una verdadera campafia contra esta ultima en 0 Primo BazilioT una de sus mejores obras, la cual toma sus raices en la obra La Pornocratie o Les Femmes

Dans Le Temps Modernes de Proudhon, y en As Farpas: en esta ultima hay un analisis del adulterio que parece

ser su punto de partida.

En Abril de 1877, Eca envio al editor Chadron la - 40 -

primera copia del original de 0 Primo Bazilio y en octubre del mismo afio le mando su copia final, la cual fue publi- cada por primera vez en Oporto en 1878. Fue una de las primeras novelas realistas de Eca y tuvo un gran exito desde el principio. Fue inspirada por la consideracion

seria de un problema social a familia lisboeta produto do namoro, reuniab desagradavel de egoismos que se contradizem e, mais tarde ou mais cedo, centro de bambochata. 3 CAPITULO II

0 PRIMO BAZILIO

Eca de Queiroz nos cuenta la historia de la vida de Jorge y Luisa, una pareja de la clase media que, aun sin hijos^ tienen un matrimonio feliz y tranquilo hasta el dia en que arriba a Lisboa el pritno de ella. Jorge, quien es ingenierOj tiene que salir de la ciudad a tra- bajar unos meses en el Alentejo. Luisa, quedando sola se encuentra sin nada que haeer mas que leer novelas romanticas. Ella es una mujer sensitiva, joven y bonita, con un temperamento sumamente amoroso. Necesita sentir- se amada y ademas, la proximidad de la persona que ama. Todo esto contribuye a que caiga en los brazos de Bazilio, el amor de su juventud, quien llega cuando Luisa mas an- siaba los carifios de su marido. Bazilio va a visitarla sabiendo muy bien que Jorge esta fuera de la ciudad. Por medio de visitas cada vez mas frecuentes forja una posi- cipn intima en el seno familiar y en particular con Luisa

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quien casi de una manera inconsciente se deja seducir. El actua de una manera tan amable y carifiosa que ella, buena e ingenua, no se da cuenta de lo grave que es el asunto ni tampoco de que para su primo no es mas que otra conquista. Al principio, ella cree que de verdad Bazilio esta muy enamorado de ella, pero al ir por primera vez al "paradiso" como lo llamaba Bazilio, se encuentra en un cuarto muy po- bre y sucio que hasta le da asco. Esta es su primera de- silusion y de este momento en adelante, por mas que trata de convencerse de que es el amor romantico que los une, tiene que admitir que no es mas que el apetito sexual de ambos. La misma flaqueza de voluntad que le impidio evi- tar el incidente en la primera ocasion, le hace imposible la separacion de este hombre tan vii ahora.

Esta confundida porque mientras dura la exaltacion que el acto sexual en si produce, todo alrededor de ella luce color de rosa; solo al regresar a su casa y ver las caras familiares de los vecinos y sirvientas se da cuenta de lo repugnante de ese amorio. Sigue yendo cada dia al rendez• vous por dos razones: le hace falta la pasion dominadora, y se convence de que la unica manera de resolver el asunto

es fugandose eon el primo. Es descuidada por su inocencia; y la criada logra tomar posesion de cartas amorosas que ha - 43 -

escrito a su primo. Al saber esto y darse cuenta de que Jorge estara de regreso de un momento a otro, el primo decide irse a Francia. Bazilio le ofrece dinero para que recobre las cartas robadas por la criada, mas Luisa repli• ca de manera brusca al ser insultada de forma tal, como simple prostituta. Se encuentra dominada por la criada que la amenaza constantemente y quien durante muchos me- ses toma ventaja de la situacion para obtener lo que le diera la gana, hasta que por fin Jorge se molesta de tal manera que la echa de la casa. El unico remedio ahora es confesar todo al sefior Sebastian que ha sido el mejor amigo de Jorge desde la nihez. Luisa reconoce entonces que esto era lo que debia haber hecho en cuanto se acabo el amorlo. Esto le hubiera evitado el pasar meses sufrien- do de una terrible incertidumbre sin saber jamas el momento en que Jorge pudiera llegar a enterarse de todo. Su salud degenera a causa del incremento en trabajos domesticos y la incapacidad de obtener paz espiritual. Todo le asusta; al oir que la criada muere de un ataque al corazon al confron- tarla el sefior Sebastian con un policia, Luisa se enferma gravemente. Este alivio despues de tantos sufrimientos la deshace. Precisamente esta en el proceso de recuperar cuando llega una carta del primo que el marido, de pura curiosidad, abre y lee. Entonces se explica este la causa - 44 -

de la nerviosidad de Luisa, de la manera demasiado carifiosa en que esta trataba a Juliana, la criada, y a quien odiaba antes de haberse ido el en su viaje. Jorge, al encontrarse burlado, se enfurece pero se contiene hasta que considera que Luisa se ha recuperado. Ella, aunque parcialmente recuperada, no es capaz de confrontar a su marido y se desmaya. Al ver desvanecer las esperanzas del perdon de su marido, se deja morir. Muere perdonada por su marido mas sin saberlo, ya que se encontraba en estado de delirio.

Despues de su muerte, Jorge se pasa a vivir con su amigo

Sebastian. El ultimo capitulo nos revela la verdadera personalidad de Bazilio: al regresar a Lisboa se dirige a la casa de Luisa con malas intenciones y al enterarse de su muerte, su unica reaccion fue enfadarse por no haber traido a su nueva amante de Francia.

0 Primo Bazilio es la historia de un matrimonio establecido sobre bases debiles. El queria una compafiera que le alegrara la vida solitaria y ella se caso de puro deseo de casarse. Era de las que temblaban ante la posi- bilidad de quedarse soltera; no queria enfrentarse sola con la vida. El ser casada significaba tambien cierto prestigio. La mujer casada era respetada por el solo he- cho de ser casada, aun si llevaba una mala vida. La preocu pacion fanatica con las apariencias, con el "que diran" de )

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gente, que se encuentra en toda sociedad y en particular en la burguesia, es otro de los tetnas principales. La sociedad, al requerir las buenas apariencias, obliga a la gente a llevar una vida doble, lo cual produce una tension tremenda. Las fuerzas de la sociedad hacen a la tnujer buscar refugio en el matrimonio. Esta era la unica forma de obtener respeto; un respeto total, ya que al ser casada la moralidad no importaba, al menos en la vida privada y esto, en aquel entonces, se equiparaba con el arte de ser feliz. 0 Primo Bazilio de Eca de Queiroz presenta la sociedad de Lisboa con sus ventajas y desventajas. El personaje principal de la obra, Bazilioj un "Don Juan", cambia radicalmente el curso de la vida de un matrimonio feliz en Lisboa. Representa la persona de clase media que se ha enriquecido de repente y toma una arrogancia de aris- tocrata, con el derecho de hacer lo que quiera; sin jamas pensar en las consecuencias probables para aquellos con quienes trata. Le interesan el dinero y el placer; todo tiene un valor monetario, por consiguiente no existen las emociones como el amor o la fe. Lo que no es tangible no puede existir. Tiene un apetito insaciable porque el pla• cer puramente fisico no dura y el no es capaz de sentir otra cosa. Se burla del sentimiento sincero. - 46 -

Eca siente la contradiccion humana entre la medic— cridad de la realidad y la insistencia en buenas aparien- cias. Para el las consecuencias de este esfuerzo por man- tener una buena apariencia exterior son tragicas y fatales.

No existe una armonia en la vida que logre evitar que una persona como Luisa muera en manos de la sociedad y de las circunstancias. En el mundo que nos pinta no hay la tole- rancia ni de los defectos, ni de los antojos de cada indi- viduo. Luisa no debe estar obligada a apartarse del mundo por haber cometido el error de sucumbir a las atenciones de su primo en la ausencia de su marido. La amenaza de tener que llevar una vida aislada en un convento la persuade a aguantar las necedades de Juliana, La sociedad sencilla- mente forma y destruye. Luisa es al mismo tiempo la victima de sus propias debilidades y la v£ctima«, de un mundo sin to- lerancia. Se caso siendo una niha y como no habia llegado a madurar antes de casarse nunca logro hacerlo. Actua siempre emocionalmente, lo cual muestra su falta de expe- riencia en la vida real. Ahora, estando triste y sola se encuentra en busca de algo que la divierta y su primo lle- ga en el momento propicio. Creyendo que el amorfserfa siempre una fuente eterna de pasion violenta, formula toda clase de esperanzas, cuando lo unico que en realidad le aguardaba era la desilusion mas dura de su vida. - 47 -

Es una mujer excesivamente susceptible; la aparien•

cia de las cosas le impresiona mucho. Por un momento se

olvida del gran amor que su marido le tiene porque el esta

muy lejos, y el primo se presenta tan amable y carinoso.

Una vez que ha errado, un miedo espantoso toma posesion de

ella y comienza a convencerse de que no debe admitir la

verdad a nadie. Por fin llega a tener miedo de todo y el

tormento mental es tal que la debilita fisicamente hasta

causarle su muerte. Su propia naturaleza era incapaz de

resolver el dilema en el que se hallaba envuelta.

Primo Bazilio es el hombre cfnico y esceptico,

como el autor, a quien le encanta viajar, y quien tiene

aspiraciones aristocraticas. Se cree el hombre de mundo, y un verdadero "Casanova". Al tratar con una prostituta

cualquiera o con su prima Luisa no hace casi distincion.

Solo que la corteja a esta al principio, sabiendo que al

hacerle la propuesta directamente la ofenderia y jamas

lograrla conquistarla de esa manera. Este cortejo se

acaba de repente; en cuanto la seduce ya no llega a visi-

tarla trayendole flores y guantes de lino, sino que la

espera a cierta hora en un cuarto sucio y feo en un barrio

despreciable. Ella tiene que ser puntual o el no la espe•

ra. Es el hombre egofsta y sin escrupulos que tiene en poco

a todos los demas y quien se aprovecha de todos. Es el - 48 -

tipo mas cruel del mundo, un hombre para quien las emociones de los demas no significan nada. Tiene apetitos fisicos y materialistas pero no tiene sentimiento alguno, tiene la mentalidad practica. En su ultimo comentario se deja ver todo lo que es: "Que ferro.1 Podia ter trazido a AlphonsineJ". ^

Jorge es el hombre simple y carifioso con ideas un poco estrictas sobre lo que uno puede y debe hacer en este mundo. Cualquier rumor le molesta, el "que diran" de la gen- te le preocupa continuamente. Al ver que la amiga intima de

Luisa, Leopoldina, quien tiene fama de ser una mujer disoluta, ha estado en su casa, se enfurece. Sin embargo solo esta pen- sando en el bienestar de su esposa. No quiere que Leopoldina le contagie con sus ideas perversas. Es de los que tienen una preocupacion tal vez excesiva con su honra y que solo ve las cosas en bianco y negro; o uno es culpable o uno es inocente.

Es de la opinion de que el culpable en caso de adulterio por lo menos pague con la muerte. Sin embargo, cuando se presenta el caso de su esposa, cambia de idea. Necesita enfrentarse con ella aunque sabe que la va a perdonar por el gran amor que tiene por ella. Se muestra mas maduro y mas sabio de lo que se esperaba pero no lo suficiente como para salir del asunto sin jamas mencionarlo a Luisa. Le entra una curiosidad terrible, casi perversa^ y un dla le presenta a Luisa - 49 -

la carta de Bazilio y ella cae en un estado de coma del que no saldra. Jorge se arrepiente inmediatamente, pero ya es tarde y aunque este la perdona, ella nunca sabra que su mari• do la perdono.

Sebastian, quien es el amigo intimo de Jorge y

Luisa, es uno de los dos personajes secundarios mas impor- tantes de la obra. Desempefla el papel del buen samari- tano; es benevolo y caritativo. Ayuda a los dos constan- temente. Siempre esta presente para escuchar los pro- blemas de ambos, les aconseja y les da apoyo moral y financier©, en cuanto lo necesitan. Es un personaje sumamente admirable por todas sus buenas cualidades^1

Juliana, la sirvienta de Luisa y Jorge, es el otro personaje secundario de importancia. Es fea y mala, una persona que hace todo de mala gana porque envidia a los demas, sobretodo a la duefia; envidia su ropa, sus horas de descanso, en fin, todo.

Es astuta y sabe que podra instalarse como ama de la casa en el momento en que Luisa pierda su honra.

Es la contraparte de Sebastian, tan mala como el es bueno y los dos estan muy bien delineados, tanto que parecen tener mas vida que los personajes principales de la obra. CAPITULO III

A RELIQUIA

A Reliquia es la historia de un joven huerfano que quedo en tnanos de su tia Dofia Patrocinio das Neves, una mujer muy rica y una verdadera fanatica para la re• ligion. Esta le crio en lugar de sus propios padres y el, al crecer, se formo la idea de llegar a ser millona- rio por medio de complacer a su tia. Se convencio de que un dia ella tendria que dejarle toda su fortuna. El dinero se convirtio en una obsesion para el, como lo era la religion para su tia^y ambos pasaron la vida en- tera dedicada a algo que, segun el autor, no les servla para'nada. Su madre se murio cuando Teodorico nacio y el padre cuando el tenia solo siete afios. Dofla Patroci• nio le mando primero como interno al colegio de Isidoro y luego a Coimbra para seguir con sus estudios. LlegeL a conocer a un primo suyo quien vivia en un estado deplo• rable de pobreza y sintiendo compasion por el, piensa interceder hablando con su tia, Dona Patrocinio, para

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que le mandara algun dinero. Pero ella evito que Teodorico realizara sus buenas intenciones. Ella juzgo al primo Xavier sin piedad, diciendo que le tocaba lo que merecla y que ella condenarla a cualquiera que llevase una vida disoluta. Al defender a su primo, Teodorico comprendio que perderla toda la confianza y el respeto que piensa que su tla sentla por el; que perderia su chance de heredar su fortuna. Siendo egolsta y sin escrupulos, aparentaba estar de acuerdo con las opiniones de dofia Patrocinio.

Teodorico habia corrido tras mujeres en sus dlas estudiantiles, pero para que su tla no lo supiera, inmedia• tamente se fue a su cuarto y quemo la evidencia. Sin em• bargo, jamas penso en dejar de llevar tal vida, sino tan solo en tener mucho cuidado de mantenerla en secreto.

Emprendio por fin un viaje a Jerusalen por encargo de su tla quien se encontraba demasiado enferma para hacer- lo ella misma y busco algo para traerle y asl demostrar la devocion que tenia hacia ella y tambien para con la iglesia.

Lo que escogio fue una corona de espinas que iba a decirla que estaba hecha de las ramas del mismo arbol del que se hizo la que llevo JesUcristo.

Pensaba que tenia todo bajo su control y andaba muy seguro de si mismo. Al regresar de su gran empresa, se - 52 -

encontro a Dofia Patrocinio en un estado de ansiedad tremendo.

Queria saber los detalles mas mlnimos de su viaje y queria ver inmediatamente lo que le trala su sobrino. Se reunio el grupo que siempre habia formado la tertulia semanal en casa de su tia y en presencia de todos se llevo a cabo el acto de deseubrir la reliquia. Pero en este instante, la vida tomo su sacudida habitual e ironica. Al desenvolver el paquete no aparecio una prenda sagrada sino un testigo del amor infame, una camisa de dormir. Por supuesto Teo- dorico fue echado a la calle por su tia y como no tenia ningun oficio, se puso a vender baratijas - es decir, co- menzo a negociar en reliquias. Llenaba frasquitos de agua

que juraba era del rio Jordan, lo cual era su especialidad.

De esta manera tenia con que vivir y todavia pensaba que

iba a heredar la fortuna de su tia. Continuamente, de una manera indirecta, hacia que llegara hasta sus oldos su

arrepentimiento total. Confiaba en caer en gracia de nue- vo con su tia.

Por fin llego el dla en que murio Dofia Patrocinio^ y Justino, un amigo,le comunicq la nueva, agregando que le habia dejado un telescopio que antes colgaba en el comedor.

Al encontrarse desheredado solo penso en la venganza. De-

liro y del delirio mismo de repente paso a tener una vision

conmovedora en la que Cristo le hablaba directamente, expli- - 53 -

candole sencillamente que la duplicidad es imposible, que la hipocresla es siempre infructuosa, que jamas lo- grarla pasarse por encima de todos. Tuvo un arrepenti- miento momentaneo y fue donde su amigo Crispin a pedirle un puesto. Admitio, por primera vez en su vida, que jamas habia podido creer que la hostia era la carne de

Dios, que para el Dios no habia adoptado nunca un cuerpo humano. Segun el, todo eso no era mas que idolatrla y supersticion. Admite que si antes iba a misa, era solo para complacer a su tia. Su franqueza impresiono a Cris• pin y este le dio un puesto.

Al final de la novela se ve que no ha cambiado.

Lo unico que siente verdaderamente es el no haber mentido con absoluta conviccion en el instante de ser descubierto.

Si hubiera dicho que la camisa era de la Virgen Maria, habrla podido salvarse de ser expulsado de la casa.

Esta conclusion revela claramente el pesimismo del autor, porque si pudiera revivir su vida parece que Teodo• rico actuarla de la misma manera. No ha aprendido la leccion bien; piensa que el mentir es la mejor y unica manera de so- breponerse a cualquier situacion, mientras que debla de haber comprendido que no hay ninguna manera por medio de la cual una pueda burlarse de todos y salir victorioso. La moraleja - 54 -

de la obra es que se puede engafiar a parte de la gente

todo el tiempo y a toda la gente parte del tiempo, pero

no a toda la gente todo el tiempo.

Es el aspecto curro de la religion organizada lo

que el autor presenta. Esta simbolicamente representado por las porquerias que venden a lo largo de la ruta de peregrinaje. La religion se ha convertido en un comercio

sumamente lucrativo. La idea comun es que cuantos mas

amuletos tenga uno, mas facilidad tiene de llegar al cielo.

Al juzgar los clerigos decadentes a una persona ejemplar, destinada segun ellos a ir directamente al cielo al morir,

no se consideran sus actos sino su coleccion de 1'reliquias" y su hipocrita sobriedad.

Se han confundido la limosna y la generosidad. La primera no tiene buenas intenciones: es el dar para ser

reconocido publicat|ente por su gran donacion, mientras que

la segunda consiste en dar al menesteroso lo que hecesita.

Todo se ha reducido a las apariencias exteriores con el materialismo del mundo actual. La iglesia hasta se humilla

delante del dinero poniendose de acuerdo con el que lo tie•

ne, esperando ser un dia heredera de toda la fortuna de

este, del mundo entero. Se ha vuelto diplomata y politico

el padre, el cura. Tenemos mas avaricia y cprrupcion que - 55 -

nunca y la iglesia esta mas disipada que anteriormente.

El punto de partida del vicio son las grandes ciudades y de estas se extiende hasta alcanzar los pequefios pue• blos de provincia. El pueblo provinciano tiene todavla sus buenas cualidades, aunque las esta perdiendo rapida- mente.

Para Eca siempre hay un contraste muy agudo entre la vida en un pueblo y la vida ciudadana. El autor llega hasta a romantizar la vida rustica. En este mismo sentido nos presenta el contraste entre la Cristianidad como era originalmente y como es hoy, romantizando la fe original hasta cierto grado. CAPITULO IV

OS MAIAS

La obra mas extensa de Eca de Queiroz, Os MaiasT publicada en dos tomos, es la historia de una vieja fami• lia aristocratica que va perdiendo su dinero poco a poco en estupideces y extravagancias del hijo heredero de la fortuna y del nombre. Pasamos por tres generaciones ob- servando la decadencia progresiva acompaflada a la vez de la disipacion de la riqueza y de la pelrdida del honor.

Al final no quedan ni trazas de la nobleza y riqueza antiguas. El abuelo de Carlos, Alfonso de Maia, con su discipline estricta y comportamiento moderado, hombre frio y callado en su apariencia exterior, pero bondadoso, simpatico y comprensivo en el fondo, esta fuera de su epoca. Es un especimen de otra epoca muy lejana, cuya fe y costumbres ya no se respetan. Pedro de Maia, hijo de Alfonso, no pone atencipn a las advertencias de su padre con respecto a Maria Montforte con quien queria casarse. No respeta ni la madurez ni el hecho de ser su padre, asi comete su primer desliz. Tienen una hija y - 56 - - 57 -

luego un hijo. A Maria le gusta ser el centro de atraccion en las pequehas tertulias y reuniones que tienen en casa; le encanta estar rodeada de hotnbres que la admiren por su belleza monumental y no le satisface el papel de la perfecta ama de casa y madre dedicada a sus hijos y marido. Asi que, cuarido a causa de un accidente de caza en que el amigo in- timo de su marido queda herido y viene a vivir con ellos hasta su mejoria, ella se enamora de |ste. En el tiempo que transcurre, este llega a ser como parte de la familia hasta que un dxa huyen juntos llevandose a la nina de la cual Mar£a no podia separarse. Pedro por poco se vuelve loco y retorna a la casa de su padre con la enfermera y el nene, Carlos. Enfrenta a su padre admitiendo su error y ya un poco mas tranquilo sube a su antiguo cuarto. El abuelo todavia ansioso y aprensivo sube a verle. Pedro le asegura de su tranquilidad y le explica que esta hacien- do arreglos que Vila^a debe llevar a cabo para cerrar su casa y despedir a los criados. Alfonso se retira y al poco tiempo oye un tiro, sube corriendo hacia el cuarto de su hijo y le encuentra muerto.

Procura educar a su nieto de la mejor manera posi- ble, trayendole un preceptor ingles quien le diera vigor fisica y espiritualmente, quien le ensehara la gimnasia, las matematicas y las ciencias, mas nada del catecismo - 58 -

ni del lat£n. Dandole un programa educativo que ha de

ser la preparacion necesaria para triunfar en el mundo

real y cruel. Desarrolla un amor intenso hacia este

infante que crece de dia en dia a su lado, alegrandole

sus horas solitarias, rejuveneciendole. Al acabar sus estudios preliminares, le manda a Lisboa para que estu- die la carrera de medicina, su propia eleccion. Impre-

sionable, pronto llega a ser un caballerete, un diletan-

te rodeado por jovenes con poco interes escolastico; su dinero pone a su disposicion todo cuanto quiere: aun el graduarse. Se hace muy amigo de un joven radical, Ega, hombre ingenioso y sarcastico quien no respeta nada, pero divierte a los demas con su agudeza extraordinaria.

Graduado, establecido en su consultorio y un extravagan-

te laboratorio para su investigaciqn, no logra obtener una clientela. Su consultorio es ostentoso, mas bien parece un salon de visitas y por consiguiente los espo-

sos, gente de bien, no dejan ir a sus esposas por miedo

de que sean seducidas. Entre la gente pobre al ver tal

exterior se imaginan precios compatibles con el lujo del

establecimiento. Sus nobles y grandes proyectos van

fracasando. Perdiendo de vista sus intenciones origi-

nales, se deja invadir por una perezosa apatla, se deja

conducir por la corriente, por los que le rodean. Su - 59 -

vida llega a ser una orgia sin fin, monotona y deprimente.

Subitamente parece descubrir en si la setnilla del

amor eterno, de un sentimiento profundo y sincero, al cru-

zar la mirada con una senora rubia y esbelta que le pasa en un coche. Parece ser el amor a primera vista y durante

largo tiempo trata de topar con ella de nuevo. Sin embar•

go esta sombra pasajera le elude hasta que al fin un dia

le aprovecha su talento de medico. Damaso, un amigo de poca suerte, viene a buscar sus servicios en el asunto de

la enfermedad de la hija de cierta brasileha, quien resulta

ser la misma mujer de su sueno. Damaso, que se considera

irresistible con las mujeres, tiene malas intenciones

con respecto a Maria y su hipocrita intimidad con el

esposo de ella es simplemente su metodo de allegarse

al hogar y luego al corazon mismo de la sehora sin que

el marido sospeche. Carlos asiste a la pequeha quien

queda encantada con el. No vuelve a visitarla ya que no

habia excusa medica. Solo cuando se enferma la institu-

triz inglesa de Rosa, Miss Sarah, se ve llamado de nuevo,

esta vez por la senora misma. Ella se ha quedado sola

en Lisboa mientras su marido hace un viaje de unos meses,

y esta viviendo en un apartamento alquilado con su hija,

la nifiera y unos sirvientes. Hasta que miss Sarah recu-

pere insiste en venir dia con dia y una simpatia mutua - 60 -

se desarrolla pronto entre el y la senora. La visita viene a ser mas social que profesional, al ser su amor correspondido. El alquila la casa del sefior Craft en el campo para que puedan disfrutar de un alojamiento mas agradable durante los meses de verano. Su amor es realizado en este ambiente campestre lejos de la censu- ra del publico; segun la opinion de ambos. Mas, sin embargo, como nunca se puede esconder tal cosa por mucho tiempo, el rumor alcanza los oidos del pobre viejo Alfon•

so a quien Carlos no le habia contado nada sabiendo la angustia que tal revelacion causaria en el. Al acercar-

se la fecha del regreso del marido de Maria, esta tiene deseos de huir. Carlos concuerda en que esta seria una buena solucion, ya que si el aparentara haberla conocido y haberse enamorado de ella mientras viajaba, al regresar a Portugal seria mas facil revelarle la situacion a? su abuelo, quien al conocerla no podria mas que aceptarla por ser ella tan buena. En la cumbre de su relacion con

Maria, se llega a saber por un truco del destino que son hermano y hermana. Ega, incapaz de destruir la vida del

intimo amigo de su juventud estudiantil, le da la infor- macion al viejo Vilaca de unas cartas que por casualidad le

nan sido entregadas como propiedad de la familia Maia.

Carlos no puede creer lo que le dice Vilaqa, el viejo - 61 -

administrador de los Maias y su mejor amigo. No quiere aceptar el hecho de que tal revelacion pueda cambiar su relacion con Maria y se marcha a pasar la noche con ella.

Mas, su amor por ella hasta entonces tan puro, no sobre- vive a la luz de tal informacion. El dafio de la comuni- cacion es irrevocable, jamas podra abrazarla en el futuro sin pensar en el aspecto bajo y vii, aun sin que ella llegase a saber lo ocurrido. Su amor es imposible de subito, su vida cambia de nuevo; tienen que separarse definitivamente, regresa, pues, al vacio de antes. No puede utilizar su libre arbitrio, el destino por medio de un pequefio incidente ha establecido la tragedia de su vida. El destino tiene la ultima jugada, destruyendo los planes mas cuidadosamente hechos.

Con corazones destrozados, Maria se va a vivir a Paris, y Carlos y Ega se van de viaje alrededor del mundo. Pasan varios anos, Ega regresa a Lisboa y Carlos se instala en Paris. Maria se casa de nuevo. Carlos visita Lisboa de vez en cuando. Ya viejos, contemplan la vida tranquilamente, notando las muertes de algunos de sus contemporaneos, la vida que pasa y lo insignifi- cante que es el individuo en el continuo fluir de la vida. CAPITULO V

A ILLUSTRE CASA DE RAMIRES

A Illustre Casa de Ramires es la historia de una familia noble antigua, de las que desaparecen en los ul- timos afios del siglo pasado. Goncalo, el protagonista, se refiere repetidamente a las grandes hazafias de sus antepasados y decide escribir una obra en su memoria, para el provecho de sus contemporaneos, de la juventud de su epoca y desde luego a fin de darles inmortalidad; ya que siendo soltero, al morir, morira con el el linaje.

Encuentra, pues, que serla esta la unica manera de comu- nicar a las generaciones venideras los detalles celebres de la familia mas ilustre de Portugal. Mas el deseo y

la realidad toman de nuevo rutas distintas y esta gran empresa queda aplazada a causa de sus incesantes activi- dades sociales^ visitas a sus familiares y frecuentes encuentros con amistades en la politica. Tiene varios encuentros desagradables con pobres campesinos y una

- 62- - 63 - larga serie de interrupciones que prolongan el desarrollo y la terminacion de su obra maestra. Esta al fin va a parar a formar parte de "Os Anais de Literatura e de

Historia", una revista fundada por uno de sus tnejores ami- gos, el sefior Castanheiro, un energico y sutnamente patrio- tico reformador. Escribla ya, Goncalo, en la Gazeta do

Porto, articulos en contra del Dr. Andre Cavaleiro quien fue nombrado Gobernador Civil de Oliveira, siendo la causa de estos articulos defamadores las relaciones que hablan existido entre Cavaleiro y su hermana Gracinha. Hacia muchos anos estos dos se hablan enamorado y luego al ser llamado aquel a la politica en Lisboa, la abandona comple- tamente sin escrupulos ni consideraciones de la tristeza que tal ruptura le causaria a ella. Ella despues de unos anos se casa con Barrolo, que aunque de poca inteligencia, mas que lo contrarrestaba en grandeza de corazon.

Gongalo da una opcipn de alquilar sus tierras y trata primero con un tal Jose Casco de la vecindad. Llegan a un acuerdo mutuo y efectuan un contrato de palabra.

Poco tiempo despues se le presenta una oferta mejor, esa de un cierto Pereira, y la toma; negando todo compromiso con Casco. Este cambio de parecer tiene repercusiones

serias mas tarde. - 64 -

Las amistades de Gongalo incluyen; a Sanches Lucena, diputado por Vila Clara; al padre Soeiro; Tito, Antonio

Vilalobos, cotnpafiero de Vila Clara, hombre con gran aficion al campo; Videirinha, el trovador del pueblo; Joao Gouveia, administrador del consejo; sus dos viejos criados, Bento y

Rosa, quienes se ocupan de todos los asuntos de la casa y de la vida misma de Goncalo, cuidando de que almuerce a tiempo y se acueste temprano. Sus relaciones con estas personas en su vida cotidiana forman el nucleo de la obra.

Acaba su obra para la revista y es nombrado diputa• do por Vila Clara, a la muerte de Sanches Lucena. Para conseguir esta posicion penso necesario el reanudar su amistad con el sefior Cavaleiro, por lo menos a los ojos del publico, no dandose cuenta de que tenia ya los votos de todos los campesinos en los alrededores de Vila Clara. Al restablecer tal amistad se presenta necesario que su hermana

Gracinha y su esposo le conviden a cenar para mostrar asi que la antigua relacion se habia restablecido de veras de parte de toda la familia. Barrolo esta mas que ente- ramente dispuesto a conformarse con este catnbio radical de Gongalo, ya que en realidad nunca habia comprendido la hostilidad repentina que se habia producido entre Goncalo y Cavaleiro. La proximidad y el atnbiente familiar en que se encuentran Gracinha y Cavaleiro hace revivir la pasion - 65 -

de su juventud y aquella cae de nuevo en manos de este.

Al sospechar esto, Goncalo no se siente capaz de perma- necer en la casa de su hermana y se retira a la Torre.

Cuando a causa de su ausencia Barrolo y Gracinha le vi- sitan, Gongalo le muestra a ella una carta maliciosa que le habia sido enviada a el por las Lousadas, en la que se exponia su relacion con Cavaleiro; se la da como consejo para el futuro. Ademas de ser elegido diputado, el sefior Cavaleiro le confiere el titulo de Marques de

Treixedo, lo que le desagrada. Se traslada a Lisboa donde ocupa su posicion en el gobierno, cumpliendo con sus deberes politicos. De subito, parte hacia el Africa llevandose a Bento. Pasan cuatro afios, y sus familiares y amigos terminan de perder las esperanzas de volverlos a ver. Justo en ese momento llega la noticia de su pro- xima llegada a Lisboa.

Termina la novela con la siguiente observacion de Joao Gouveia acerca del caracter de Goncalo:

Aquele todo de Goncalo, a franqueza, a docura,

a bondade? a itnensa bondade, que notou o sr. Padre Soeiro... Os fogachos e entusiasmos, que acabam logo em fumo, e juntamente muita persis- tencia, muito aferro quando se fila a sua ideia... A generosidade, o desleixo, a constante tra- palhada nos negocios, e sentimentos de muita honra, uns escrupulos, quase pueris, nao e verdade?... A imagina§a"o que o leva sempre a exagerar ate a mentira, e ao mesmo tempo um - 66 -

espiritu pratico, sempre atento a realidade util. A viveza, a facilidade em compreender, em apanhar... A esperanca constante nalgum milagre, no velho milagre de Ourique, que sanara todas as dificul-

dades... A vaidade? o gosto de se arrebicar^ de luzir, e uma simplicidade tao grande, que da na rua o bracjo a um mendigo. . . Um fundo de melan- colia, apesar de tao palrador, tao sociavel. A desconfianpa terrivel de si mesmo, que o acobarda, o encolhe, ate que um dia se decide, e aparece um herpi, que tudo arrasa... Ate aquela antigui- dade de raca, aqui pegada a sua velha Torre, ha mil anos.... Ate agora aquele arranque para a Africa... Assim todo completo com o bem, com o mal, sabem voces quern ele me lembra?

- Quern?

- Portugal. 1

A Illustre Casa de Ramires escrita en 1900, es la novela mas tipicamente portuguesa de las obras de Eca de

Queiroz. En esta obra estan muy bien ilustradas; el gran poder de observacion, y la gran perspicacia del autor, quien hubiera podido ser un celebre escritor costumbrista si no hubiera sido por la influencia francesa que lo envol- vio y lo hizo cosmopolita. TERCERA PARTE CAPITULO I

LA RELIGION

Dos figuras simbolicas del cisma social en la Espana de a mediados del siglo pasado son el hombre de la calle con ideas anti-clericales y el clerigo politico que pertenece a los clrculos Intimos de las familias de la alta burguesla y la aristocracia, el cual se siente en casa propia tanto en las tertulias particulares como en el hampa de los partida- rios de la iglesia y del Rey. Presume interferir en ambos ambientes hasta dominar la situacion. Se atribuye los dere- chos absolutos como representante de la iglesia, de mandar en las vidas de los feligreses. Estas dos figuras se produ- cen en Espafia como resultado del ataque en contra de los in- tereses de la iglesia. Una serie de dictamenes de los libe- rales obtuvieron la expulsion de los Jesuitas en 1820, el re- glamento de las ordenes religiosas y la abolicion del "fuero" eclesiastico. La iglesia y el clerigo clasificaban entonces a los hombres cultos e ilustrados de la epoca como herejes - 67 - - 68 -

y seudo-filosofos al verse privados de sus tierras y gran parte de sus poderes administrativos; ya no les queda la sumision pasiva de todas las clases sociales. Se les ha quitado su preeminencia.

Los tnoderados, es decir los oligarcas del libera- lismo, la mayoria de quienes eran ricos hacendados, no sentian ninguna simpatia hacia los curas. Se habian enri- quecido a costa de ellos y por lo tanto tenian que mantener su posicion sobre la iglesia para asegurar la tenencia de estas tierras, antiguamente de la iglesia. La ausencia de cualquier forma de catolicismo liberal condujo tanto a los tnoderados como a los progresistas a oponerse con violencia a la iglesia, no por no tener fe sino porque el clero habia transformado la fe catolica a su propio gusto hasta tal pun• to que practicarla era irreconciliable con la vida misma.

La iglesia se oponia a todo lo que fuera del extranjero, a cualquier vestigio de iniciativa por parte de la manada humana que mantenia bajo su dominio absoluto. Al lado del anti-clericalismo popular, florecio la piedad excesiva, especialmente en los pueblos y las aldeas del campo espafiol cuyo conservatismo y tradicionalismo eran innatos.

En los anos setenta, epoca del gran florecimiento de la novela en Espafiapaparece la crltica de la sociedad que se habia ido formando en las dos decadas precedentes. - 69 -

Una sociedad filistea y sumamente estrecha cuyo trazo sobre-

saliente era sus grandes esfuerzos por conquistar la respec- tabilidad por medio de una revivencia de la piedad catolica.

La revivencia del catolicismo se noto en las grandes ciudades como Madrid entre la alta burguesia, que comenzaba a negar

sus relaciones con la revolucion. Mientras aparecia de nuevo una fe catolica ardiente en los centros 'metropolitanos, los pueblos se pusieron mas radicales que nunca.

En 1869 la constitucion desheredo el catolicismo por negarse a reconocer las demandas de un estado neutral. Esta constitucion reconocio al catolicismo como la religion del estado, pero estaba dispuesta a tolerar las demas creencias.

El Krausismo introducido en Espafia por Sanz del Rio, que admiraba mas que todo la autonomia de las universidades de Alemania, se elaboro hasta el punto en que constituia un verdadero credo y el gobierno al despedir a los profesores

Krausistas provoco a sus seguidores a unirse con los revo-

lucionarios politicos. Para Sanz del Rio el Krausismo re- presentaba al etico protestante de mejoramiento de si mismo y a una fe mistica en una armonia superior^ asociando los

buenos pensamientos con la buena vida. Estos academicoSj

como los liberales moderados^hubieran estado contentos con un catolicismo liberal. El ataque de los neo-catolicos

contra la libertad intelectual les obligo a formar un par- - 70 -

tido y a asociarse con la revolution. El progreso material, empresas particulares y los adelantos cientificos y acade- micos constitulan una oposicion intolerable en la opinion de la iglesia a su antiguo puesto privilegiado en el funcio- namiento del sistema gubernamental. Para los tradicionalis- tas y los cpnservadores, la unidad religiosa de Espafia era sinonima de su grandeza y su gloria; jamas admitian que esta unidad tenia la culpa del retraso social, politico, material e intelectual del pais. Tenlan la debilidad del orgullo excesivo que no les dejaba admitir sus propios errores. Su falta de caracter y de bases sqlidas para la argumentacion racional e inteligente les obligaba a reeurrir a los senti- mientos, las mujeres y los campesinos analfabetos fueron, pues, su meta. Por esto es que su movimiento fue concentra- do en los pueblos, donde tenian mayores esperanzas de resta- blecerse. Viviendo en este ambiente impregnado con la opo• sicion a la fe catolica, al progreso intelectual y material, y teniendo en su familia propia a varios representantes de la inquisicipn o que llevaban habito, y siendo hijo de una madre estrictamente piadosa, Galdos, con su discernimiento de genio, no podia menos que producir observaciones maestras acerca del origen de todos los males de Espana. En todas sus novelas toca frecuentemente este punto (la iglesia) corrobo- rando cada vez mas su tesis de la necesidad de la creencia en Dios y de un comportamiento cristiano para con los demas; - 71 -

de llevar un camino en el medio no inclinandose a los extremos sino basandose en las verdades reales de la vida. En el perso• naje de Estupina eh la novela Fortunata y Jacinta, Galdos expresa la oposicion obstinada ante los cambios ya realiza- dos en cuanto a la iglesia, un desaffo ilogico al pasar del tiempo.

Para el la iglesia estaba siempre alii", y toda vez que mi hombre pasaba por el punto exacto que correspondia al lugar de la puerta, se per- signaba y se quitaba el sombrero. 1

Estas seRas exteriores de respeto llegaron a tomar preceden- cia ante la fe misma y la falta de cumplir con los rituales exigidos por la iglesia era lo que le iba a condenar a uno.

Ironicamente menciona como un acto de gran sacrificio de parte del cura y como un servicio indispensable a la socie• dad, las visitas que los padres hac£an a los condenados a muerte en sus ultimas horas, sefialando de una manera muy obvia la inutilidad de los representantes de la iglesia.

No posexa Estupina ningun libro; pues no necesi- taba de ellos para instruirse. Su biblioteca era la sociedad, y sus textos las palabras ca- lentitas de los vivos. Su ciencia era su fe religiosa, y ni para rezar necesitaba brevia-? rios ni florilegios, pues todas las oraciones las sabia de memoria. Lo impreso era para el musica, garabatos que no sirven de nada. 2

Hasta la invencion de la imprenta por Guttenberg les parecia innecesaria y de ningun valor, puesto que la religion con- sistia en saber de memoria las oraciones. Se convierten los curas en guardianes fieles de los hijos herrantes, espias - 72 -

de los extranjeros que se introducian por casualidad en los pueblos pequefios, sin intenciones malas como Pepe Rey, pero quienes se encuentran rechazados al primer instante a funda- mento de ideas preconcebidas con respecto a su efecto detri• mental asegurado por los curas del vecindario. Se alegraban de que las amas de casa confiaban en ellos y ponian en sus manos todo pleito que se les presentara. Los hombres del tipo como Maximiliano Rubin tambien recurrian a sus servicios de vez en cuando y esperaban milagros. Ellos lo hacian a base de una pasion amorosa por una mujer que no lograban dominar o poseer del modo deseado. Jamas habia nadie inteligente que buscara una solucion cualquiera en la iglesia catolica.

En Dofia Perfecta, cuya protagonista lleva el mismo nombre, pinta la vida de esta, la mujer del mas rico hacen- dado, entre una poblacion de mezquinos y apocados de un pequefio pueblo. Siendo esta de caracter fuerte e implaca• ble puede llegar a dominar a todos los demas aldeanos. Ini- cialmente su dinero la pone en un lugar de preeminencia, luego, al establecer relaciones intimas con los miembros de la iglesia y tener el patrocinio de la misma, obtiene control complete.

Orbajosa es una ciudad patriarcal; con su canonigo tipico, don Inocencio, agresivo y voluble, lleno de lati- nismos y sofismas; unas pocas familias ricas; numerosos - 73 -

pobres y mendigos y una verdadera armada de murmuradoras, quienes se hacen cargo del comportamiento de sus vecinos y sus mas intimas amigas. Como dice don Inocencio:

Aqui nos miramos mucho - Reparamos todo lo que hacen los vecinos, y con tal sistema de vigi- lancia, la moral publiea se sostiene a conve- niente altura. 3

Galdos expresa su condenacion de tal interferencia hipocrita y maliciosa, instigada siempre por los miembros del clero. Para el, como para Pepe Rey, el hecho de que el Obispo gobierne las casas ajenas es completamente inacep- table, siente gran resentimiento ante tal presuncion. Dofia

Perfecta aliada con la iglesia y con el representante de la ley, Jacinto, sobrino de don Inocencio, y teniendo do- minados a los demas propietarios del pueblo, puede hacer lo que le de la gana sin que nadie hable mal de ella. Por me• dio del terror tiene a todos sujetos a su voluntad caprichosa.

Su poder es tan extenso que alcanza a la capital, a ciertos miembros del gobierno, quienes a su solicitud le quitan a

Pepe Rey su eomision del Ministerio de Obras Publicas, para que este se vaya de Orbajosa. El concepto romantico de su padre acerca de la ciudad de Orbajosa no podia haber estado mas equivocado

Que admirable lugar para dedicarse a la contem- placion de nuestra propia alma y prepararse a las buenas obras.' Alii todo es bondad, honradez; alii no se conocen la mentira y la farsa, como en nuestras grandes ciudades; alii renacen las santas inclinaciones que el bullicio de la - 74 -

moderna vida ahoga; alii despierta la fe dor- tnida y se siente vivo impulso indefinible -~dentro del pecho, al modo de pueril impacien- cia, que en el fondo de nuestra alma grita: Quiero vivir. 4

A Pepe le sonreian y le trataban con una familiaridad y

amistad inesperadas, pero bajo aquella mascara de buenas

intenciones eran como sabuesos persiguiendo a su presa, hasta tenerla arrinconada. La instantanea reaccion al ver a Pepe por primera vez es la de que es un "intruso

de la patriarcal ciudad"."* Sienten una fuerte hostili- dad contra el aun antes de conocerle, la cual se agrava- ra en cuanto abre la boca, porque expresara todo lo que

no quieren oir sus auditores; pondra todos los defectos del pueblo y de sus habitantes a plena vista. Pepe re- presenta la fuerza y la inteligencia, es el hombre de

ciencia. La ciencia que para don Inocencio "...tal como

se ensena y se propaga hoy, va derecha a hacer del mundo y del genero humano una gran maquina". Este no podia

comprender "...el asombroso ingenio que Dios ha dado a

los ateos y protestantes"? que obviamente encontraba

injustificable. Galdos experimenta la misma lastima que

Pepe Rey cuando este dice

Lo que ocupaba mi entendimiento era la consi- deracion de la deplorable decadencia de las artes religiosas, y no me causaba asombro, sino colera, las innumerables monstruosidades artisticas de que esta llena la catedral. 8 - 75 -

Las grandes obras del arte, dando formas sensi- bles a las ideas, a los dogmas, a la fe, a la exaltacion mistica, realiza mision muy noble. Los mamarrachos y las aberraciones del gusto, las obras grotescas con que una pasion mal en- tendida llena las iglesias, tambien cumplen su objeto; pero este es bastante triste: fomentan la supersticion, enfrian el entusiasmo, obli- gan a los ojos del creyente a apartarse de los altares, y con los ojos se apartan las almas Q que no tienen fe muy profunda ni muy segura.

Para Galdos, su severa madre practicaba los ritos de la iglesia tan estrictamente como dofia Perfecta. Jamas faltaban a misa; su vida y su conducta eran exageradamente rigidas. La formalidad de ambos era identica, mas no era ni calculadora ni hipocrita, ya que tenia la conviccion de que estaba criando a sus hijos de la mejor manera posible.

Sin embargo era verdad que siendo de caracter dominador, se forjo la idea de que sus hijos jamas le iban a desobe- decer, aun cuando crecieran y maduraran, esta idea erro- nea le hizo amargos los ultimos afios de su vida, pensando en los matrimonios de sus dos hijos quienes se casaron en contra de su voluntad.u. No reconocio que en cierto momento habia que soltar la rienda, y que al soltarla no iba a perder ni el amor ni el respeto de sus hijos.

A dofia Perfecta era el poder omnipotente lo que le fas- cinaba y para mantenerlo actuaba sin escrupulos. Su amor propio era lo unico que le importaba y en esto se dife- renciaban las dos. En cuanto a la religion, para la - 76 -

madre de Galdos, era esta un deber, una disciplina. Ella no se aprovechaba de su fe como dofia Perfecta, quien abu- saba de su fama de piadosa para itnponerse.

Para Eca como para Galdos la religion no se hallaba ni en las sagradas hostias representando el cuerpo de Cristo, ni en la confesion, ni en ninguna otra forma de ritual prac- tieado con subordinacion

E na Natureza que se deve procurar a religigo: nao e nas hostias misticas que anda o corpo de - e nas flores das laranjeiras 10 la fe y la experiencia de ella tienen que ser sinceras y formar parte de la vida misma de uno. Por eso Alfonso do

Maia de 0s Maias se niega a dejar que su nieto aprenda el catecismo, ya que por saberlo repetir de memoria no le con- vertiria esto en hombre moral, honesto y sincere Los bue- nos principios se adquieren al criarse al aire libre apren- diendo las verdades esenciales de la naturaleza y luego estudiando las explicaciones cientificas de los fenomenos naturales. Asi se adquiere un cuerpo flsico sano, al igual que un espiritu fuerte. Para Efa, la religion se habia corrompido de tal manera que no se le podia reconocer una sola buena cualidad.

Sin embargo, es solo este un punto muy general - la sinceridad - que ambos autores tienen en comun en su - 77 -

tratamiento del tema de la religi5n. Galdos culpa a la iglesia como una de las instituciones mas dafiinas de la sociedad, atacando a la institucion misma y a sus repre- sentantes, quienes como en Orbajosa logran penetrar a fondo en la vida de los individuos hasta obtener un domi- nio completo de los destinos de cada cual. Vemos, pues, la religion como un mal que en vez de conducir a una vida tranquila y a la salvacion conduce a la discordia en el individuo y a su muerte, sea espiritual o sea natural.

Eca mucho menos fanatico y mas supersticioso que Galdos, echa la culpa al individuo a un grado mas alto que a la iglesia y condena a Teodorico, protagonista de A Reliquia, por haber recurrido a la hipocresla para obtener su meta, la fortuna de su tia. En esta obra es mediahte la vision de Palestine que E^a explica su punto de vista acerca de la religion. Pinta la comunion directa entre Jesucristo y el pecador. Muestra una simpatla ironica ante la igle• sia y ante el misticismo de su epoca. La piedad es para el una mezquina conquista que rechaza a base de que solo le sirve al hombre debil para que este pueda fingir ser fuerte. Reducida asi a terminos reallsticos, la piedad pierde toda cualidad admirable poniendose al nivel de los impulsos mas viles del hombre. Se convierte en disfraz de las flaquezas morales y espirituales. - 78 -

Segun Eca, mas humano y menos moralizador que

Galdos, es imposible echar toda la culpa a la, iglesia; no se propone juzgar ni a la sociedad ni a sus institu- ciones, simplemente quiere poner en relieve el hecho de que la decadencia moral y espiritual es algo particular del individuo, tanto eon respecto a la religion como con respecto al matrimonio, a la edueacion, a las pro- fesiones y a los demas aspectos de la vida. CAPITULO II

CLASES SOCIALES

Entre las clases sociales de la epoca se pueden divisar las siguientes: la plebe, sufriendo y oprimida; la clase media, sin mucha consistencia interna, formada por la union de hijos de empobrecidas familias aristocraticas con hijos de los "nouveaux riches" (banqueros, comerciantes, vendedores); los pretendientes, buscadores de oficios y puestos en el gobierno, en la administracion; y la nueva aristocracia. Esta, inicialmente parte de la clase media, se convirtiq en aristocracia a base de dinero. En cuanto los padres se hubiesen enriquecido honradamente en el comer- cio de pafios o lo que fuese, no esperaban que sus hijos si- guieran sus mismos pasos, sino que anhelaban que ellos goza- sen de la vida sin jamas tener que trabajar. Esto es algo singular de los espanoles de los niveles superiores de la estructura social quienes por su interpretaciqn del honor, de la nobleza; por lo duro que es el trabajo manual y por tener una gran parte de ellos un natural perezoso, conside-

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raban el trabajo como algo indigno. 1

En la clase media, Galdos incluye una variedad infi- nita de tipos: los burocratas o pretendientes; los afrancesa- dos, a menudo periodistas, poll" tic ame nte vecinos a los libera• tes moderados; los abogados bien establecidos que manejaban los asuntos de los hacendados aristocratas; los estudiantes alborotadores y radicales; los soldados; los especuladores financieros; los artesanos; los fabricantes y obreros de fa- brica.

Mostro interes excepcional en los burocratas; en los abogadosj en todos los representantes del derecho; y en los

"nouveaux riches". Los primeros eran empleados del gobierno, que aunque estando en condiciones poco favorables, aguantaban su situacion de miedo de que por un cambio en la administra- cion pudieran encontrarse en una situacion aun peor. Sufrian de colocaciones con sueldos insuficientes, mas dependian de estos puestos para subsistir. Galdos sintio en el fondo de su corazon las miserias y humillaciones de esta clase.

Con respecto a la plebe y a las mujeres de toda clase,

Galdos sefialaba su falta absoluta de educacion. La plebe hasta en su modo de hablar indicaba su poca instruccion y es patetico como el simple hecho de ser aceptados en casa de una persona de la clase media les impresionaba. Por - 81 -

ejemplo el caso de Fortunata quien fue invitada por dona

Guillermina a visitarle. Las mujeres de la plebe estaban en una situacion deplorable. El estado de la mayorla de las tnujeres de la clase media era igual de patetico; su ins- truccion puramente sentimental y religiosa producia unas beatas, unas fanaticas religiosas completamente sometidas a la direccion de sus confesores y quienes no podian encajar en el mundo moderno. Ellas solo podian llevar tragedia a los hombres con quienes contrajeran matrimonio. Eran inu- tiles para todo. Entre este tipo de mujer se destaca el personaje de Maria Eglpciaca en la novela La Familia de Leon

Roch. Ella como dofia Perfecta, piensa que por ser tan piado- sa, por superficial que fuera, podia exigir lo que le diera la gana de los que la rodeaban. Para ella es su marido quien estaba obligado a hacer las concesiones, su fe le da- ba todos los derechos a ella. La instruccion de las mujeres ademas de la religiosa

consistla en leer sin acento, escribir sin orto- grafla, contar haciendo trompetitas con la boca y bordar con punto de marca el dechado. 1

A base de estas labores sencillas se esperaba crear una mu• jer que fuese perfecta ama de casa, madre, esposa y compa- fiera de su marido.

Las mujeres de la plebe, para poder subsistir tenian que: o casarse y tomar a alguien quien por su pobreza misma - 82 -

luego las abandonara, o reeurrir directamente a la prostitu- cion. Tal fue el caso de Fortunata. Para Galdos, que exista tal situacion tan atroz no es justificable, es anticristiano y antihumano. Pinta esta pobreza con fidelidad para asi" cho- car a sus lectores, en la burguesia, con la esperanza de que se entusiasmen y cambien la situacion.

La prosperidad que habia adquirido cierta cualidad mistica, se convirtio en la meta social y politica del pals.

Pero igual que la nobleza antigua se habia impuesto sobre sus inferiores, ahora el que venia a fortuna, al establecerse, se olvidaba de los demas que continuaban con su lucha sin exito. Aun entre los tniembros de una mistna familia existen estas bifurcaciones.

Eca de Queirpz tambien presenta una serie de tipos pertenecientes a la clase media, unos a la nueva aristocracia, otros a la antigua aristocracia y unos cuantos a la plebe.

Acacio, representante de la iglesia es el slmbolo del forma- lismo oficial. Dofia Felicidade es la beata mezquina de tem- peramento irritable. Ernestinho es el pequefio y enfermizo literato. Luisa es la tipica mujer mal educada cuyo sentimen- talismo es tan perjudicial como el libertinaje de su contra- parte masculina Bazilio. Todos ellos pertenecen a la clase media. - 83 -

Entre la plebe el autor describe a los campesinos pobres e ignorantes, por lo general sumamente respetuosos en el trato de sus superiores; poniendose violentos solo al verse traicionados por estos. Su contraparte en la ciudad esta formada por los criados que tienen mayores tendencias revolucionarias y socialistas como Juliana, la sirvienta de Jorge y Luisa quien se figura cambiar de lugar con su ama.

A la aristocracia nueva pertenecen los hijos de las familias de grandes fortunas y quienes llegan a ser diplo- maticos o excentricos como Craft. Todos siendo diletantes, no importa que campo escojan para su profesion y cuya seria es la ostentacion, la falta de buen gusto.

La familia de Ramires y la de Maias simbolizan la vieja aristocracia, que se va desvaneciendo. El mundo segu- ro del hidalgo habia desaparecido, y para seguir viviendo era necesario que ellos aceptasen las nuevas normas y adop- tasen hasta los modales de la nueva aristocracia, no les quedaba mas alternativa que conformarse. Sin embargo, Eca les pinta en una luz favorable mostrando cierta simpatia para con ellos.

En la fecunda obra de Galdos no se encuentra nunca una simpatia tal por la aristocracia ni por el tipo fachendo de esta. Mientras que para E^a era la aristocracia lo que - 84 -

le atraia, aunque critica avidamente las pretensiones de la misma para Galdos era la clase media baja. Eca mismo se con- sidera superior, actitud que se transluce en sus obras y es obvia en los casos en que el protagonista masculino aspira a la grandeza. Para Bazilio era: la gran ambicion de conocer el mundo, y de ser un "Don Juan" de mayor fama. Goncalo

Ramires ambiciona ser el reformador de la instruccion, el preservador de las glorias pasadas, y el gran politico del mundo. Teodorico simplemente desea ser el hombre mas rico del mundo. Aunque es.tas ambiciones no sean admirables tienen en comun algo que le fue muy importante al autor en su vida; el ganar renombre y el hacerse celebre. Un complejo que se produjo en el a causa de sus origenes obscuros.

Tampoco se encuentran en Galdos representantes de los pobres del campo, porque todo lo rural no le atraia. La afi- cipn de Galdos era la ciudad y sobre todo Madrid, en donde se desarrollan la mayoria de sus novelas. Entre la aristo• cracia, Galdos pinta solamente al despilfarrador urbano, agobiador y presumtuoso representado por el Marques y la

Marquesa de Telleria, la familia politica de Leon Roch.

Atnbos son seres completamente inutiles de quienes.' la socie• dad bien podria dispensar. En el cuadro pintado por Eca se encuentran incluidos el aristocrata derrochador de la - 85 -

ciudad, Carlos Maia, y el aristocrata rural Goncalo Ramires, cuya abstinencia de los valores tradicionales les rendia ineficaces. Entre los profesionales se destacan los inge- nieros, Pepe Rey y Jorge; educadores, como el Amigo Manso; pensadores, como Leon Roch; medicos, como Carlos Maia; histo- riadores y periodistas, como Castanheiro.

Los tres protagonistas masculinos de importancia de

Galdos; Pepe Rey, Leon Roch y el Amigo Manso son todos hom- bres de inteligencia y razon superiores, mientras que los tipos de E^a no tienen nada en comun el uno con el otro.

Castanheiro es el romantico apasionado, Carlos Maia el me• dico diletante cuyo interes en la medicina es superficial, y Jorge, el ingeniero, que entiende por su trabajo cierta rutina cotidiana aburrida, que sigue simplemente para ganar la vida; hombre de mediana inteligencia, sin aspiraciones y que se satisface con lo poco que tiene. De esto se puede llegar a la conclusion de que para Galdos el progreso podia lograrse a traves de una creacion de una numerosa clase pro- fesional; en contraste para Eca, a pesar de favorecer las profesiones, el progreso que propugna es de parte del indi- viduo y no es unicamente en el campo profesional sino en to• dos los campos, la profesion en si no era para el una solu- cion a la vida y los problemas de esta. CAPITULO III

LA POLITICA, EL GOBIERNO Y LA BUROCRACIA

La vida de Galdos, de 1843 a 1920, cubre un periodo de gran agitacion politica en Espafia. Entre los anos '38 y

'68, la politica es dominada por los generates victoriosos de la lucha contra el carlismo. Hay repetidos pronunciamien- tos y el poder cambia de tnanos con frecuencia. En 1854, cuan• do el general San Miguel, quien figura en Fortunata v Jacinta como el coronel Evaristo G. Feijoo, toma el mando y la revo- lucipn esta en manos de los progresistas, la Reina no tiene mas alternative que aceptar a Espartero como su primer minis- tro. En estos anos donde estaba el ejercito, estaba el poder.

La noche de San Daniel en 1865 es la escena de un violento alboroto estudiantil que es suprimido a la fuerza. Este incidente tambien aparece en las paginas de Fortunata v

Jacinta.

El creciente desconcierto de la gente de todas las clases sociales es muy aparente y se aumenta con el fracaso

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absolute- de la primera republica, que cae en 1872. Despues de esta fecha en adelante el espiritu reformador es desacre- ditado por la sociedad, que hasta se empefla en suprimir todo cambio o innovacion antes de experimentarlos.

Las guerras contra los franceses y contra el carlis- mo, la falta de estabilidad polltica, habian producido como consecuencia directa el empobrecimiento del pais. La impro- bidad dominaba; las personas que mejoraban su posicion social, lo hacian por medios poco escrupulosos. La aristocracia echa- ba a perder la gente que deseaba pensar en serio. La buro- cracia era irutinaria y estatica. Aun despues del reinado impopular de Isabel II, persiste la existencia de una red de colocaciones ocupadas por gente que cobraba sueldo sin pres- tar ningun servicio al pais.

Con el advenimiento de la restauracion en 1874, hubo una sincera tentativa por parte de Alfonso XII para reconci- liar el liberalismo y el catolicismo. Lo que intento era verdaderamente admirable, porque hasta entonces estas dos creencias fueron consideradas como mutuamente exclusivas.

Galdos sintio profundamente el peso y la tension de todas las ideas modernas y progresistas en una sociedad tra- dicional y religiosa y comprendio muy bien sus implicaciones. -88 -

Entendio muy bien el anacronismo de persistir con ideas tradicionalistas cuando Espana necesitaba un programa de modernizacion. El largo periodo de dominacion militar habia favorecido las ambiciones personales de unos cuan- tos al perjuicio del bienestar comun.

En la figura del coronel Evaristo Feijoo, retirado del ejercito, Galdos nos presenta algunas tendencias poli- ticas de la epoca. Feijoo habia servido en Cuba y en las

Filipinas y, segun Galdos, a consecuencia de su experiencia

"...su palabra era sumamente instructive".^

Lo mismo al partidario de la inquisicion que al petrolero mas rabioso les escuchaba Feijoo con frialdad benevola. Era indulgente con los entusiasmoSj sin duda porque el tambien los habia padecido. Cuando alguno se expresaba ante el con fe y ardor, oiale con la paciencia con que se oye a los locos. Tambien el habia sido loco; pero ya habia recobrado la razon y la razon en politica era, segun el, ausencia completa de fe. 2

Lo cual indica la decepcion del militar, como la del autor mismo, con la politica de la epoca.

Por otra parte, un tipo de la epoca, poco informado, que no sabla lo que significaba ser liberal, conservador o progresista, y que por lo tanto comunicaba su confusion a los demas, es Juan Pablo, hermano de Maximiliano Rubin. Un tipo muy inclinado a cambiar de partido, mas sin intenciones - 89 -

maliciosas necesariamente de traicion sino simplemente como resultado de su ignorancia; un tipo muy peligroso porque:

Tan pronto sentia en su espiritu, sin saber por que ni por que no, frenetico entusiasmo por los derechos del hombre; tan pronto se le inundaba el alma de gozo oyendo decir que el Gobierno iba a dar mucho estacazo y a pasarse los tales dere• chos por las narices. 3

Su actitud era vacilante, cambia de profesion numerosas veces; fue viajante de comercio, inspector de policia entre otros. Termina por convertirse en un "pretendiente", una clase muy numerosa en aquella epoca. A esta clase perte- necian tambien los de Pez, una familia creada por Galdos en sus novelas de Madrid. Los Pez son mencionados breve-

mente en Fortunata y JacintaT pero forman la medula de

La de Bringas. Juan Pablo

Habia tornado el gusto a la carne de nomina, y ya no podia ser mas que empleado o pretendiente. No se que hay en ello, pero es lo eierto que hasta la cesantia parece que es un goce amargo para ciertas naturalezas porque las emociones del pretender las vigorizan y entonan, y por eso hay muchos que el dia que les colocan se mueren. La irritabilidad les da vida, y la se- dacion brusca les mata. Juan Pablo sentia in-

creibles deleites en ir al cafe? hablar mal del Gobierno, anticipar nombramientos, darse una vuelta por los Ministerios, acechar al protector en las esquinas de Gobernacion o a la salida del Congreso, dar el salto del ti- gre y caerle encima cuando le veia venir. Por fin salio la credencial. Pero, que demonio.', siempre la condenada suerte persiguiendole, porque todos los empleos que le daban eran de lo mas antipatico que imaginarse puede. 4 - 90 -

En favor de los subordinados del Gobierno se puede alabar

su puntualidad, al ejemplo de Pez, pero mas alia de eso no tienen cualidades de valor real. Referente a los materialis- tas de la epoca dice Evaristo Feijoo lo siguiente:

El alma.1. . . Estos senores materialistas creen que con variar el nombre de las cosas han vuelto el mundo patas arriba. 5

Los pocos escrupulos de muchos, fuesen militares o civiles horrorizaban tambien a Galdos; se justificaba cualquier acto de vidlencia, traicion o robo bajo el lema de la causa justa, siempre los pobres e inocentes se llevaban el chasco. Aun con la ley de la desamortizacion de las tierras de la igle• sia, muchos, aunque no todos, de los que se aprovecharon de esta legislacion fueron ricos propietarios y hacendados, quienes fueron liberales moderados en politica para prote• ger sus propios intereses.

En la politica y el gobierno, Ega critica como Galdos la corrupcion, la hipocresla, la falta de condescendencia de unos para con otros, la manera de ganar las elecciones y la estupidez general de los hombres en cuyas manos yacia el poder. Atribuia estos males en parte a la influencia de

Francia, a la que culpaba por la mayorla de los defectos de

Portugal.

Sempre a Franca, sempre elo.' Sempre os nossos males publico! o privados, resultando da chocha

imitaccfo da reles traduccfo? que nos^fazemos de r Franca, em tudo, desde as ideias ate aos potages. - 91 -

En todo Eca anhelaba una vuelta a lo tradicional, a lo portugues.

Essa gente n'ao compreende que este pais, para

ter prosperidade e saude? nab se devia afastar nunca da verdadeira tradicab naeional, da legitima da antigua com um rei absoluto e paternal.. . 7

En esto, ambos autores se ponen de acuerdo porque el sistema de gobierno por ser una imitacion de sistemas extrahjeros, no funcionaba sino que resultaba una farsa absoluta. Ambos ansiaban un sistema„basado en lo honda- mente naeional de sus respectivos paxses. El sistema par- lamentario de los espafioles, tornado del sistema ingles, existla solo en nombre. Las elecciones se daban despues de la formacion de los gobiernos, todo funcionaba al reves.

El sistema portugues consistia al igual en una mezcolanza de sistemas extranjeros. Existia una falta de confianza por todas partes; nadie tenia convicciones suficientemente firmes. Hasta Gongalo en Alllustre Casa de Ramires duda de sus posibilidades de ser elegido por merito propio y causa asi su desgracia. Eca parece indicar, por medio del resultado de los votos de los campesinos en favor de Goncalo, que estos ejercen mas discernimiento y que se les puede con- fiar mas que a la gente de las ciudades, a pesar de ser mas ignorantes. Muestra tambien como todo oficial de gobierno se aprovechaba de su posicion para intimidar a sus subordi- - 92 -

nados, lo cual era para Goncalo una injusticia a la misma justicia.

Sin embargo, la critica de la politica y el gobierno no figura como tema principal en ninguna de estas obras de

Eca y de Galdos. Su critica de los sistemas gubernamentales respectivos se lleva a cabo indirectamente; mediante ciertos prototipos de su creacion literaria quienes conciben aspira- ciones pollticas. CAPITULO IV

. COMPARACIONES DE TEMAS PRINCIPALES Y SECUNDARIOS

En 0 Primo Bazilio, Eca trata el adulterio, la vida en Lisboa, la corrupcion de la ciudad, la popularidad del viaje al extranjero, el esnobismo. En A Illustre Casa de

Ramires muestra las preocupaciones del noble, sus aspira- ciones politicas, otra vez el tema del adulterio, la desa- paricipn de las viejas familias nobles y la corrupcion en la politica. En A Reliquia expresa sus ideas en contra del formalismo y la falsa devocion. Se muestra en contra de las apariencias como un modo por si de vivir; en otras palabras en contra de la hipocresia, ya sea en la religion o en cualquier otra cosa. En Os Maias nos presenta la decaden- cia de la aristocracia y la sociedad en general; el amor inmoral.

En La Familia de Leon Roch, Galdos nos plantea el dilema entre la ciencia y sus poderes de razonamiento, y la religiosidad piadosa; la decadencia de la vieja sociedad, su ostentacion; en comparacion con la simplicidad del hombre

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moderno. En El Amigo Manso nos presenta las limitaciones de la ciencia, la incapacidad de comprender y reconocer el amor; la necesidad de reformar la educacion. En Dona Per• fecta expresa el contraste entre: la razon de la ciencia y la estrechez de miras de las beatas del pueblo; la vida en las ciudades y la vida en los pueblos rurales. En Fortunata y Jacinta expone la relacion entre la sociedad y la natura- leza. Una relacion de causa y efecto sobre lo creado por

Dios. Es decir, un ser humano nace, la sociedad lo forma y este llega a ser un producto de ella.

La educacion aparece como tema continuamente en la obra de ambos autores. Se halla un experimento en el campo de la educacion en El Amigo Manso de Galdos y en Os Maias de Eca. Dofia Perfecta y A II lust re Casa de Ramires pre sen- tan lo inadecuado de la instruccion tradicional basada en principios netamente religiosos. En la primera obra, un exceso de esta causa el derrumbe del caracter principal, en la segunda es una falta de esta que lo causa. En La

Familia de Leon Roch., en 0 Primo BazilioT y en A Reliquia, los autores respectivos tratan la insuficiencia de la edu• cacion de las mujeres.

Entre los temas secundarios casi siempre aparece el dinero, con una cualidad inmoral por lo general. Juanito - 95 -

y el primo Bazilio ambos lo usan para ajustar cuentas con

las mujeres que han seducido. Otras referencias al dinero

se hallan en las descripciones del padre de Leon Roch, del padre de la Marquesa de Fucar y otros cuantos quienes acu- mularon grandes fortunas por medio del trabajo duro. Segun

Galdos, estos merecian la riqueza que se ganaban, mas al

obtenerla es su utilidad lo que les fascinaba, que es equi- vocado segun el. Trabajaban para que sus hijos jamas tengan

que hacerlo de tal forma que estos nunca llegan a saber el valor del dinero, a no ser de que disipen toda la fortuna

que se les habia entregado, y cuando sucedia esto, ellos se

derrumbaban.

Ec^a describe el vicio de la codicia en su protago-

nista, Teodorico, en la novela A Reliquia. Cumplir con sus

deberes religiosos es para el, simplemente el medio por el

cual puede obtener la gran fortuna de su tla. La avidez, un impulso elemental humano, cuando lleva a uno a la men-

tira y a la profanacion, causa el colapso del individuo.

Para E^a existe la justicia del destino que impide a Teodo•

rico llevar a cabo su engafio. En A Reliquia se manifiesta

en un trueque descuidado de paquetes que lo descubre; en

0 Primo Bazilio es una carta inesperada de Bazilio, que es

abierta por casualidad por Jorge, y que llegando al motnento mas inoportuno rinde el golpe fatal a la ya enferma, Luisa. - 96 -

En Os Maias acontece la tragedia por medio de una vieja caja de cigarros que un senor desconocido trae de Paris y quien confiriendo inadvertidamente con la familia hace descubrir que Carlos y Maria, amantes, son en realidad hermanos. CAPITULO V

CONCLUSIONS

Las obras de Eca tienen una virtud y encanto muy personales por su cualidad quimerica y su ironia agradable y por ser todos sus personajes caricaturas vivas. En Eca se siente la parcialidad hacia lo exotico, su inclinacion al viaje, su profundo conocimiento de Inglaterra y del modo de vivir de los ingleses. La fantasia extravagante y el realismo se hallan fundidos singularmente en las des- cripciones naturalistas de su patria. Despues de mucho viajar y de experimentar las influencias francesas e in- glesas sobre todo, recobro su propia alma sin perder esa ironia singular con que disifrazaba un temperamento bene• volo y sensitivo.

Mas personal que Galdos, apela a nuestra inteligen• cia, diferenciandose en esto de Galdos, quien apela a nues- tro sentimiento continuamente. Este es moralizador, conci- biendo a la novela como simple representacion grafica de la vida y de la sociedad. Para el, siendo didactico, tiene

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grandes valores instructivos, mientras que para Epa, siendo artista, es la belleza de la obra de arte lo que le importa, no su moraleja.

El encanto de Galdos yace en la vivacidad y animacion de sus obras, y en su profundo y sincero amor para sus compa- triotas y para sus semejantes. El mensaje principal de ambos es que aunque sea verdad que el conocimiento trae consigo una realidad dolorosa, la cultura es siempre preferible a la ig- norancia, que aunque sea insoportable para los tipos apate- ticos y los creyentes, la verdad ante todo ha de ser la uni• ca finalidad de la vida.

Eca, influenciado por las tendencias francesas, se empefio en describir la realidad de su epoca pero cubierta siempre por un "velo casi transparente de fantasia". Ademas de la preocupacion de estilo, como los franceses de entonces, se preocupaba con la belleza de la forma. No solo le impor- taba la polemica del tema pero la manera en que se presentaba este, toda obra suya tiene valor estetico^lo cual no se po- drla decir de la obra de Galdos, aunque este fue un mas fiel cronista de su periodo que el autor portugues. Los libros de Galdos son un tesoro Inagotable de observacion, aunque tienen poco valor estillstico. - 99 -

Para Galdos como para Ega es la conciencia moral que

le hace escribir. Ega dice en As Farpas:

Nos nao quisemos ser cumplices na.indiferenca universal. E aqui comegamos, sem azedume e sem colera, a apontar dia a dia o que poderiamos chamar - o progreso da decadencia. 1

Lo cual coincide en lo esencial con el sentimiento de Galdos.

"Creo que es deber de todos corregir ese amor a lo inverosimil 2 en vez de fomentarlo". Para ambos autores la novela es la

reflexion de la vida misma. Ambos son sumamente suscepcibles

a todo lo que les rodea, debido al nivel de cultura o refi-

namiento al cual han llegado.

Estudiar y observar y analizar insistentemente fue el gran empeno de Flaubert, Zola, Tolstoi y Galdos. 3

Se proponen narrar lo que ven y relacionar lo observado con

su propia experiencia, lo que constituye la parte individual y original de cada autor. Ambos sienten la necesidad de educar a las mujeres y la gente en general y de dar a cabo

con la hipocresia, la estrechez de miras y la improbidad.

Eca pone en relieve un regreso al cristianismo en su forma

original; un regreso a la institucion de la familia antes

de que Lisboa la corrumpiera; un regreso a la tradicion

solida y sana, a los linajes nobles, al patriotismo, mien-

tras que Galdos anhela una verdadera y practicable mezcla

de lo nuevo y lo viejo, de la sociedad y la naturaleza, de

los ricos y los pobres; una nueva armonia. - 100 -

Ega no queria necesariamente una fusion completa y operable de las clases sociales; ansiaba ciertas reformas, pero mas bien al escribir quiso observar e insistir en las

ironlas de la vida. Galdos al contrario, sugeria una mezcla perfecta de las clases y proponia la educacion de los pobres como el mejor y mas logico metodo de llegar a tal meta. Las

ironlas de la vida y sobre todo la vida en Espana, le he- rian; para el eran la tragedia misma. Las sentla personal- mente, aunque en sus novelas las expresa objetivamente. El

amor que sentia por el hombre, su fe en la ciencia, en el poder de la razon, y en el destino de Espafla eran sentimien-

tos constructivos, transmitian un optimismo del cual no toma parte el autor portugues. Eca practicaba cierto tipo de es•

cape en la revivencia de glorias pasadas, en la fantasia misma. No propone solucion, ni opta por ofrecer una tesis, mas bien presenta una serie de realidades inmutables, "a

salvaglfo so e possivel no piano individual",^ para que los

lectores las descubran y hagan sus propias decisiones. En

su espiritu se oponian las ideas a los sentimientos. Su poder de razonamiento no le dejaba ofuscar lo que veia y su

inclinacipn romantica y sentimental le impedia tomar una

decision definitiva. En el mismo existia una contradiccion

que jamas se resolvio. Esta indecision entre la fantasia

y la realidad da cierto encanto a sus obras, una belleza - 101 -

tefiida de tristeza, "a saudade portuguesa", algo que no se halla en Galdos.

La particularidad de Galdos de dar gran importancia a los titulos de los distintos capitulos, los nombres de personajes y los lugares donde se desarrolla la accion, contrasta obviamente con la practica de Eca, quien daba nombres comunes a sus personajes y lugares y una simple enumeracion de capitulos sin referencia al eontenido.

Galdos selecciona los nombres de sus personajes y lugares de una manera significativa e ironica; El Amigo Manso, el sabio docil; Dofia Perfecta, la mujer "honrada" supues- tamente; Juanito Santa Cruz, el autor usa el diminutivo para exponer la paradoja de una persona inferior que se cree rey; Leon Roch, nombre fuerte y resoluto, hasta con cierta ferocidad; Maria, nombre blblico; Caballuco, que suena a algo tosco e inculto; Maximiliano, tiene el tim• bre de alguien enfermizo y debil; Pepe Rey, el apellido parece indicar su falta de tolerancia y su incapacidad de actuar a tiempo, tipico de los monarcas; Orbajosa,

Urbs Augusta; Villahorrenda; entre otros que dan un timbre al olde de inconfundible ironia.

En Galdos tambien se nota el uso de la jerigonza, del idioma vulgar de la plebe; de palabras como algazara, - 102 -

pillo, tunante, pillin, chavala, entre otras. Hace referen•

da al acento Catalan y a las cualidades de antipatia y arro-

gancia de los catalanes cuando introduce la figura del coro-

nel Evaristo Feijoo. Entre el clero pone en evidencia el

frecuente uso de latinistnos y refereneias clasicas. De todo esto viene la conclusion logica de que sus personajes no son

solo productos de la imaginacion, sino que correspondian a un tipo muy real.

Sus conocimientos del pueblo espafiol le animaron a pintarlo con todos sus sufrimientos, sus bajezas, sus mise-

rias y sus verguenzas; pero aunque lo describe con realismo,

lo hace sin tendencia pesimista. Ya que en el ideal de

Galdos prevalece el amor fraternal y la tolerancia de los

defectos y de las locuras de todo ser humano. Para el la

lucha de la vida no tiene necesariamente consecuencias fa-

tales ni tragicas. Nunca halla ninguna situaci5n irreme•

diable ni desesperada porque todo hombre y toda nacion^por

decadente que sea, puede encontrar al fin la redencion.

Siempre hay modo de restablecer armonla en la vida para

que nadie perezea a causa de la sociedad o de las circuns-

tancias. Como la sociedad ayuda a formar el caracter del

individuo, este, a menos que sea muy fuerte, no puede com- portarse bien en una sociedad corrupta. A veces debe sus - 103 -

defectos y debilidades a los hechos de sus antepasados, pero estos pueden ir creciendo o disminuyendo en gravedad de acuerdo con el ambiente en que viven. Al trazar el desarrollo de sus caracteres no es solo un sicologo cu- rioso o un tnoralista frio y condenador, sino un hombre cristiano que siempre perdona al hermano con tal que este tenga razon. Esa actitud comprensiva muestra la influencia de sus autores favoritos, Cervantes y Dickens; cuyas cualidades de compasion y buen humor son siempre admirables. En el desfile de personajes aparecen los tipos pesados, los ostentosos, los pequefios burocratas y los mercaderes. Entre las mujeres figuran las amas de casa, las malgastadoras, las frivolas, las beatas y las mujeres de mala vida. Sobre todo se encuentra bien retratada la familia entera desde los padres hasta los mas chiquillos en medio de un ambiente tipico de discusiones y disputas, de preocupaciones y deseos, un ambiente de tareas diarias, de presupuestos y gastos.

Aunque tenia de vez en cuando una u otra amiga nunca se caso. Una hermana suya manejaba la casa en que residian los dos en Madrid. Pero a pesar de ser soltero, comprendia y describia la vida de los casados con increl- ble destreza. Podia criticar con una sonrisa las flaquezas femeninas. - 104 -

En la mujer de aquellos dlas encontro encarnado el deseo de aparentar lo que en realidad no era. Por

supuesto el resultado de hacerse ilusiones se manifesto en la disipacion o el gasto inutil, tendencia muy paten-

te entre los habitantes y dependientes de la eorte de

Isabel II. Este tipo de mujer burguesa, tal como la

Marquesa de Tellerla, aparece frecuentemente a traves de su obra. En el hombre encontro una falta de voluntad, una apatla espantosa, como en Juanito Santa Cruz, o una pasividad e indecision ante la oposicion que no podia menos que conducir al desastre como en Pepe Rey, Leon

Roch y hasta en el Amigo Manso. Estos tres hombres, hom- bres bien educados e inteligentes, pero todos tres inca- paces de actuar a tiempo y poder prevenir la desgracia.

Parece insinuar, Galdos, con estos tres tipos a Espafia misma que actuando tardlamente siempre se encuentra en un enredo insoluble por haberse cegado al problema en el momento oportuno. El resultado del elemento perezoso del hombre meridional, debido en parte al clima y en parte a

algo inherente a su propia naturaleza; agravada por el

fatalismo moro, conduce a un estado permanente de inacti- vidad. Al dejar para mafiana lo que se puede hacer hoy no

se logra nada.

Galdos y Eca sienten una urgencia fuerte de tener - 105 -

que despertar a sus respectivos paises del estado de apatia,

en que se encontraban. Estan obligados a desembarazar sus

paises de una actitud fatallstica, de una interpretacion ro- mantica que echaba la culpa al destino y no a su propia in-

competencia. Para Galdos el problema se encontraba en' la

sociedad urbana, tres de las cuatro novelas desarrollandose

en Madrid, y la cuarta en Orbajosa una capital de provincia,

una verdadera fortaleza de tradicionalismo e intolerancia.

Su interes se dirigio siempre a la ciudad espafiola. Aunque

hablaba de su deseo por las ideas modernas y extranjeras,

el mundo mas alia de Espafla no figuraba en sus obras. Es

naeional mas que internacional; mientras que Eca es naeio•

nal e internacional y su interes se divide entre la socie•

dad urbana y la rural. Este encarna los valores tradicio-

nales Portugueses; la delicadeza, la nobleza, la benevolen-

cia y la ineficacia. El sentimiento llrico de Eca se consa-

gra en sus descripelones de la escena rural portuguesa y del

paisaje portugues. Galdos, careciendo de este sentimiento,

se concentra en los personajes excluyendo la descripcion de

la naturaleza. Eca, cosmopolita y con inclinaciones roman-

ticas, en A Reliquia traslada la escena a Palestina; en

0 Primo Bazilio trae a Bazilio de Paris; en A Illustre

Casa de Ramires manda a Goncalo al Africa; el paisaje y

el ambiente de estos paises extranjeros siempre retratados - 106 -

en parrafos descriptivos de una belleza lirica incomparable.

Para Galdos era esencial transmitir su punto de vis•

ta y recurria por eso a todo artificio para hacer su mensaje

lo mas evidente posible. El uso continuo de la jerigonza

demuestra bien su atraccion por lo popular tradicional y

lo sumamente espaflol, es decir, escribia acerca de Espafia y para los espanoles. De tal forma, pues, que sus obras para poder ser apreciadas a fondo requieren un conocimiento

intimo del caracter espafiol, lo que hace que estas pierdan un poco de universalidad.

... en la literatura no debia haber mas que memorias, es decir, relaciones de lo que le ha pasado al que escribe. 5 - 107 - APARTES

PARTE I

CAPITULO I

''"Jules Gaultier, en Andre Maurois, Seven Faces of Love trad. Haakon M. Chevalier, ed. Dolphin (New York, 1962), pag. 147.

CAPITULO IV

^Benito Perez Galdos, El Amigo MansoT ed. Austral, (Argentina, 1954), pag^ 16

2 Ibid, pag. 16

3 Ibid, pag. 19 4Ibid, pag. 23 5Ibid, pag. 25

6Ibid, pag. 27

7 Ibid, pag. 31

8Ibid, Pag. 31

*Ibid, pag. 62

10Ibid, pag. 35 nibid, pag. 59 12Ibid, pag. 63

13Ibid, pag. 200 14Ibid, Pag. 220

15Ibid, Pag. 190

16Ibid, Pag. 223 17Ibid, Pag. 226 - 108 -

PARTE II

CAPITULO I

Ega de Queiroz, Cartas de Inglaterra, en Alvaro Lins, Historia Literaria de Eca de Queiroz,, 3ra. ed. Livraria Bertrand. (Lisboa, 1959), pag. 23

Proudhon, Celebration du Dimanchej en Alvaro Lins, Historia Literaria de Ega de Queiroz,, pag. 47

'Eca de Queiroz, Correspondencia, en Alvaro Lins, Historia Literaria de Eca de Queiroz, pag. 73

CAPITULO II 1 Eca de Queiroz, 0 Primo Bazilio, ed. Lello e IrmSfo. (Porto, n.d.), pag. 556

CAPITULO V 1 Eca de Queiroz, A Illustre Casa de Ramires, ed. Lello e Irmao, (Porto, n. d. ), pag. 456

PARTE III

CAPITULO I

"'"Benito Perez Galdos, Fortunata v Jacinta. Espasa-Calpe Argentina, S. A. (Buenos Aires, 1954), pag. 45

2Ibid, pag. 48 o Benito Perez Galdos. Dofia Perfecta, ed. Hernando (S. A.), Madrid, 1961, pag. 127 4Ibid, pag. 29

5Ibid, pag. 32 - 109 -

6Ibid, pag. 48

7Ibid, pag. 53

8Ibid, pag. 77

9Ibid, pag. 78

^Eca de Queiroz, Prosas Barbaras, en Mario Sacramento, Ega de QueiroZj Uma Estetica Da Ironia, Coimbra, ed. Ltda. , 1945

CAPITULO II

^Galdos, Fortunata v Jacinta, pag. 23

CAPITULO III

^"Fortunata y Jacinta, pag. 406

2Ibid, pag. 406

3Ibid, pag. 214

4Ibid, pag. 213

5Ibid, pag. 482 6 Mario Sacramento, Eca de Queiroz, Uma Estetica Da Ironia, pag. 162 7Ibid, pag. 72

CAPITULO V 1 Eca de Queiroz, As Farpas, en Mario Sacramento, pag. 63 9 Joaquin Casalduero, Vida y Obra de Gald5s, 2da. ed. Editorial Gredos (Madrid, 1952), pag. 26 3 Menendez y Arranz, Un Aspecto de la Novela Fortunata y Jacinta, Madrid, 1952, pag. 15 4As Farpas, en Mario Sacramento, pag. 43

^Menendez y Arranz, pag. 18 - 110 -

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