Héctor Hernán Alfaro Alfaro, Roberto Andrés Flores Castro

LA HUELLA DE LA SANGRE AFRICANA EN EL MAULE COLONIAL (1716-1778)*

Héctor Hernán Alfaro Alfaro Roberto Andrés Flores Castro

RESUMEN El presente trabajo analiza el aporte demográfico de negros, mulatos y zambos a la composición étnica de la sociedad colonial de la Doctrina de Talca y su rol en la sociedad, entre los años 1716 y 1778, sobre la base de información obtenida de las partidas de bautismo y matrimonios. Palabras clave Etnias africanas, talca, sociedad colonial.

ABSTRACT This paper analyzes the demographic contribution of blacks, mulattos and zambos the ethnic composition of colonial society of the Doctrine of Talca and its role in society, between 1716 and1778, based on information obtained from items baptism and marriage. Key words African ethnic groups. Talca. Colonial Society.

* Artículo recibido, Junio 2011; aceptado. Septiembre 2011. Artículo de Investigación Científica. Los autores agradecen a Raúl Sánchez Andaur, de la Universidad Autónoma de Chile, al profesor Alejandro Morales Yamal, docente de la Universidad Autónoma de Chile y Director del Museo O`Higginiano y de Bellas Artes de Talca, y al Obispado de Talca, por las facilidades para acceder a los libros parroquiales coloniales. Egresados de Pedagogía en Historia, Geografía y Ciencias Sociales, Universidad Autónoma de Chile, Talca.

Volumen VI N° 19 - Julio - Diciembre 2011 pp 113-135 113 La huella de la sangre africana en el maule colonial (1716-1778)

Introducción tema de la negritud en el contexto colonial rural. El presente trabajo nace del levan- tamiento de registros vitales pa- rroquiales de la Doctrina de Talca, La presencia africana enmarcado en el trabajo de tesis de en América los autores, en torno a la demografía histórica de la Doctrina de Talca, le- En la sociedad colonial chilena, des- vantando primero, para este efecto, de el momento en que se vincula- las partidas de bautismo del período ron la cultura hispano-cristiana y la 1686-1726. indígena-americana, nacieron lazos culturales y raciales que le dieron la Pero, ante la peculiar de información fisonomía a la sociedad colonial, ba- referente a población africana, surge sada en una jerarquía rígida y fuera la inquietud por estudiar estos casos de dudas, donde prevalecía el factor en particular, como anexo al trabajo racial como elemento rector. Cada de tesis y ampliando su escala tem- quién nacía con un origen dado, y no poral, refiriéndose a las etnias de: se preocupaba de salir de su condi- negros, mulatos y zambos entre los ción. Se toleraba la desigualdad y el años 1716-1778. Para esto se levan- dominio de la conquistadora y taron los casos más representativos sus herederos. La conquista indujo a de estas etnias en los primeros dos esta sociedad a valorar al conquista- libros de los sacramentos de bautis- dor y a su cultura occidental cristiana mos y matrimonios, registrados en los como superior, en contraste con los libros parroquiales de la Doctrina de otros grupos que se limitaban a res- Talca, archivados actualmente en el petar este orden, ya sea los indígenas, Obispado de Talca. como también la naciente y desarrai- gada etnia mestiza. Se pretende desentrañar la verdadera importancia de la sangre africana, en El conocimiento acerca de la socie- la composición demográfica y en la dad colonial casi siempre olvida la configuración de la identidad de Tal- presencia de negros, traídos como es- ca en la época colonial, tratando de clavos a estas tierras, quienes también valorar este elemento étnico como un generaron lazos sociales, y trataron actor activo en la sociedad colonial, de asimilar la tierra americana en sus y no como meros esclavos sin rela- vidas, reemplazándola por su lejana ción con el mundo que les rodeaba, África. Los negros acá echaron raíces poniendo en debate la cuestión de la y tuvieron descendencia y relaciones negritud como componente de la so- con las otras etnias, naciendo así hijos ciedad del Chile colonial, e incitando de negros, como también zambos y a los historiadores a profundizar el mulatos, que dan fe de que nuestra so-

114 Revista Historia Caribe Héctor Hernán Alfaro Alfaro, Roberto Andrés Flores Castro ciedad chilena, no solo debe generar las proporcionaba la explotación aurí- un concepto de identidad basada en la fera y la posesión de las herencia hispana y la indígena, sino de indios para el trabajo de las merce- que también debemos reconocernos des de tierras, que les eran cedidas a como herederos, aunque en menor los hispanos. Sin embargo, las enfer- medida, de elementos étnicos veni- medades, el continuo mestizaje y la dos de África. Chile, de esta manera, explotación laboral de los indígenas desde su época colonial, es un crisol mermaron su población, provocando de etnias, y debemos estar conscien- una severa crisis demográfica, que tes de que es ésta nuestra verdadera según datos estimados, habrían aca- y legítima herencia. bado con el 50% de la población en los primeros años de conquista; fenó- meno que se asoció con la presión por La mano de obra en parte de la Iglesia para proteger al in- América y el tráfico dígena con una abultada legislación, negrero como las Leyes de Burgos (1512). Pero como se requería de mano de La llegada de los hispanos a las tie- obra para las diversas labores de la rras americanas se expandió como minería y la agricultura, comenzó una empresa de diversas aristas. Ur- un rico tráfico de esclavos negros, gía generar riquezas tanto para las traídos de África, quizás pensando huestes de la conquista como para la que la inaptitud o la desaparición de corona española; existía un espíritu los trabajadores indígenas podrían evangelizador que buscaba integrar ser reemplazados por los esclavos nuevos creyentes a la fe cristiana y negros. también nació en los aventureros hispanos, la necesidad de obtener un La primera población negra llegó eestatus social que no podían conse- antes de la formación de empresas y guir en España, por no ser nobles de tráfico negrero, ya que eran utilizados nacimiento; siendo América una tie- como marineros y servicio doméstico rra nueva, donde podrían convertirse en las naves portuguesas, genovesas en señores llenos de riquezas y abo- y españolas, siendo los primeros de lengo. El espíritu de esos tiempos aún ellos los llegados con Cristóbal Colón confundía la piedad otoñal cruzada en sus viajes. con las ambiciones de corte moderno que buscaban honor y riquezas, cuan El mestizaje y la extinción de los si fuesen sendos condottieros. aborígenes hicieron necesario que, primero en las Antillas, se trajeran ne- El honor lo entregó el arrojo en la gros para las explotaciones auríferas, batalla contra la insurrección de los ante la desaparición de los Caribes: indígenas, mientras que las riquezas los indígenas del lugar a la llegada de

Volumen VI N° 19 - Julio - Diciembre 2011 pp 113-135 115 La huella de la sangre africana en el maule colonial (1716-1778) los conquistadores. La idea fue pron- Luego, ese sistema de permisos a par- to copiada en Brasil y en el cono sur ticulares fue cambiado por un mono- hispano. Pero España, para el siglo polio de trata de esclavos, llamado XVI no poseía colonias en África, y “”. Pero con la pre- por ello debió generar un sistema ba- sencia portuguesa en África, siempre sado en permisos a particulares para se hizo dificultoso y caro conseguir que ellos trajeran esclavos negros. El la cantidad de negros que se necesita- primero de estos permisos fue otor- ban. Entrado ya el siglo XVIII, y con gado en 1501 a Nicolás de Ovando, nueva familia gobernante -la casa de quién recibió la orden de traer los ne- Borbón-, el monopolio fue cedido a la gros esclavos a la isla La Española, Compañía francesa de , pero para que trabajasen en las minas, pero desde 1712 pasó a manos de la Com- cuidando de no incorporar “judíos, ni pañía del Mar del sur, de bandera bri- moros, ni nuevos convertidos”1. Pre- tánica. Ya para 1750, el monopolio servando así la pureza americana para era entregado a privados, y en 1778, la implantación del cristianismo y le- con la adquisición a Portugal de las gislando para evitar la introducción dos islas africanas por España, derivó de herejías o idolatrías perniciosas el negocio a mercaderes españoles. para el proyecto de conquista ameri- cano, teniendo en cuenta el acalorado La adquisición de negros era costosa panorama europeo, donde la Iglesia y variaba según los requerimientos Católica se encontraba en una severa económicos. En general, debemos crisis, y las ideas protestantes aflora- considerar que el grueso de la po- ban por doquier: blación negra llegó a Centroamérica y el Caribe, donde la ausencia casi “Para algunos misioneros lo peor total de aborígenes requirió mano de consistía en que, si una gran cantidad obra esclava. Según cálculos, para el de población africana era trasladada año 1570, habían ingresado 40.000 a Hispanoamérica, no podrían evi- negros a la América española; para tar la contaminación de las almas de 1650, esa cifra alcanzaba los 850.000, los nativos recién convertidos, frente mientras que para el ocaso del Im- a las prolíficas hordas con creencias perio español, el número de negros paganas teñidas de un leve barniz de bordeaba los 2.357.000.3 De allí que cristianismo”2. se deduzca el hecho de que la mayor parte de los negros fueron traídos en 1 MELLAFE, Rolando, (1959), La introduc- la segunda mitad del siglo XVIII, ción de la esclavitud negra en Chile, San- tiago de Chile, Universidad de Chile. 2 BETHELL, Leslie, (1990), Historia 3 DE RAMÓN, Armando, et al, (1992), His- de América Latina. Tomo 4: América toria de América: La gestación del mundo latina colonial, población, sociedad y hispanoamericano, Santiago, Editorial An- cultura, Barcelona, Crítica, p. 141. drés Bello, pp. 240-241

116 Revista Historia Caribe Héctor Hernán Alfaro Alfaro, Roberto Andrés Flores Castro debido al impulso borbónico a las disminuyeron sustancialmente con el plantaciones tropicales. pasar de los años; esto fue reemplaza- do por otra forma de trabajo: el Peo- Sin embargo, el entramado social naje, que siendo una forma de trabajo colonial, que separaba las etnias y libre, regulaba el número faltante de trataba por todos los medios de im- trabajadores, pues podían encontrarse poner un orden temporal y espiritual muchas manos disponibles para las cristiano, no permitía la fluida com- labores propias de las haciendas. penetración de los diversos actores, sobre todo entre las etnias sometidas: El sistema de peonaje proporciona- los indígenas y los negros, pues ante ba numerosos indios o mestizos va- el temor de que los negros trajesen gabundos, dispuestos a trabajar por idolatrías o cultos ajenos al cristia- períodos cortos de tiempo o al jornal. nismo, ya sea prácticas “heréticas” o Por otra parte Chile, representaba el “animistas”, se legisló en repetidas último confín del Imperio español, ocasiones sobre la relación indios- donde la comunicación con el exte- negros, estableciéndose que “no se rior de la Colonia se debía realizar permitiría el contacto porque se po- por la siempre caprichosa cordille- drían generar revueltas en contra de ra de los Andes, por el desierto de la casta blanca dominante”. Atacama o por vía marítima Callao- Valparaíso, lo que encareció la im- portación de esclavos a este confín Desde Angola, Guinea y del Imperio español. Congo, a Talca Los primeros indicios de negros La presencia de negros en Chile es los tenemos con el Adelantado Don escasa comparada con el concierto , quién para 1535 americano colonial, y es que aquí la había configurado una rica y prepa- población indígena no sufrió de las rada hueste en el Cuzco, con el fin enfermedades y el trato en extremo de reconocer y conquistar las tierras abusivo que se pudo apreciar en la de Chile, no solo él, sino que tam- zona caribeña, donde simplemente la bién sus compañeros de hueste tra- población aborigen desapareció, por jeron yanaconas y negros, como así ello allí el tráfico de esclavos era vi- también indios en condición de es- tal para sostener la economía agraria clavitud para cargar los pertrechos y y aurífera que tanto importaba a la servir a los soldados, los que incluso empresa de la Conquista. se endeudaron para adquirir negros.

En Chile, el problema de la falta de Sin embargo, el número de negros mano de obra se vio compensado por de esta hueste es desconocido, pues las Encomiendas, que si bien es cierto estos eran registrados en los ítems

Volumen VI N° 19 - Julio - Diciembre 2011 pp 113-135 117 La huella de la sangre africana en el maule colonial (1716-1778) de gastos de “pertrechos y mercade- diligencias para tornarlo blanco; rías”, siendo vistos como elementos pero como sobre lo negro no hay de propiedad personal y no como su- tintura, él quedó tan negro como jetos o personas. La preparación de su ventura, pues fue tal que lo trajo esta hueste indicaba que la empresa a unos de gente tan inhumana, que tenía objetivos importantes para do- después de todo esto le dieron una minar y habitar las tierras de Chile. muerte muy cruel” 4. Pero la indómita geografía chilena, desgarró la hueste en su paso por la Si bien es cierto, el impacto demográ- cordillera de los Andes y en su trave- fico de estos primeros negros traídos sía a través del desierto, muriendo la a Chile es pingüe, cabe destacar otros gran mayoría de los negros. aspectos más reflexivos, y es que am- bos grupos étnicos: hispanos y negros , años más tarde, llegan a América simultáneamente, en su expedición a Chile, no obtuvo con una relación inter-étnica que ya todas las facilidades económicas de- venía predispuesta. Podríamos decir bido al desprestigio de Chile tras la que, la sociedad colonial es configu- empresa de Almagro, por lo que no rada por los conquistadores, y que los trajo negros. Solo se sabe que com- patrones de relación ya vienen prede- pró negros con sus socios de hueste terminados. Quiénes no sean blancos, y que fueron enviados en algunas na- solo tendrán un puesto de eestatus me- ves zarpadas de Callao hacia Chile, noscabado, por lo tanto, los negros lle- pero casi todas naufragaron. Llama gan como esclavos y así se entraman la atención la nave encabezada por en esta sociedad americana colonial. Diego García Villalón, que en 1542 zarpó en Callao con un esclavo negro “El tráfico de los esclavos que abordo y que naufragó en las costas arriban a Chile es realizado por de Choapa, donde el negro fue cruel- portugueses, ingleses y franceses mente asesinado ante la confusión de y muchas veces por vía de contra- los naturales por su aspecto, así lo bando. Su origen geográfico suele ser Angola, de allí que es común en relata Mariño de Lobera: este comercio hablar de ‘angolas’ para referirse genéricamente a los “Estaba entre aquellos españoles 5 un negro esclavo de uno de ellos, esclavos africanos” . con cuyo aspecto se espantaron mucho los bárbaros, por no haber 4 Citado por MELLAFE, Rolando, visto jamás gesto de hombre de co- (1959), op. cit., p. 48. lor; y para probar si era postizo 5 UNIVERSIDAD DE LOS ANDES, EL lo lavaron con agua muy calien- MERCURIO, (2008), Chile en cuatro te, refregándolo con corazones de momentos: 1710, tomo I, Santiago de mazorca de maíz, y haciendo otras Chile, p. 63.

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El negro llega a América y a Chile es de fiar más que el indígena. Por como esclavo y en ese rol y con ese esto, en el contexto de la sociedad eestatus logra generar nexos comu- chilena rural, se les encomiendan la- nicantes con los indígenas, ya que bores de alta confianza y cercanía a al igual que el blanco, el negro es sus amos. Generalmente reciben buen un elemento completamente nue- trato, en comparación con sus pares vo y ajeno a la realidad americana. de otras partes de América, pese a que Podríamos decir que el negro solo la legislación de Indias indica que se se integra efectivamente al grueso puede hacer cualquier cosa con los de población india y mestiza en su esclavos, excepto matarlos o mal- condición de esclavo, amparado por tratarlos. “Normalmente los negros el trabajo, la vivienda y el contexto están destinados a trabajos domésti- social de su amo. cos: los hombres trabajan en huertas, caballerizas y leñeras, o bien como “Ordinariamente [los negros] artesanos; mientras que las mujeres viven en casa de sus amos, de quie- cocinan, lavan, crían niños y hacen nes reciben vestido y alimentación recaderas”. (…) las señoritas gustan mucho de tener a sus esclavas tan bien vesti- Para el año 1700, el número de negros das como ellas mismas, bajo todos en América llegaba a los 15.000, pero aspectos, menos en las joyas, en lo hay que sumar los mestizos y cual se dejan llevar a las mayores derivadas de negros, que absorbieron extravagancias”6. en muchos casos a los africanos pu- ros. Encontramos una variedad inte- El negro sin lugar a dudas, vive en resante de cruces étnicos, lo que nos un ambiente íntimamente relacionado da cuenta de que la población africa- a la casta blanca dominante, aunque na, dispersó su sangre negra porque este en la más baja escala social, se estableció nexos sociales, que supo- cobija en el amparo hispano, siendo nemos van desde relaciones laborales su imagen vista con cierta confianza. propias de su condición, amistades, Al contrario, el indígena, que presen- matrimonios, relaciones sexuales fur- ta un espíritu y una actitud más reacia tivas, entre otras. Y esto nos hace re- a la dominación blanca, sobre todo en flexionar cuán importante es entender Chile, donde los Mapuche complican que los negros y su descendencia no la seguridad de la población blanca, son solo “mercaderías”, sino que son y siempre resultan una amenaza los personas y sujetos sociales activos. temidos “malones”. En cierta medi- da el negro es un elemento fiel, que Las relaciones interétnicas en la so- desde su posición de esclavo sumiso, ciedad colonial, llevaron a clasificar con diversos nombres a los diversos 6 Ibíd., p. 64. cruces. Por ende las denominacio-

Volumen VI N° 19 - Julio - Diciembre 2011 pp 113-135 119 La huella de la sangre africana en el maule colonial (1716-1778) nes de español, indio, negro, zambo tenían un precio elevadísimo en Chi- y mulato, se complejiza frente a esta le, debido al largo viaje en el que se multiplicidad de identidades étnicas, debía incurrir para traerlos a América, que son llamadas “castas”. ya sea vía o por . Aunque, en general, todas las cosas Cuadro 1 importadas en Chile poseen un precio 7 Combinaciones del mestizaje americano . altísimo, ya sea vajilla, artículos de ferretería y muebles. Cruce racial Casta Español con negra Mulato La controversia Español con mulata Cuarterón Español con india Mestizo historiográfica en torno Negro con india Zambo o pardo a la negritud en Chile Mestizo con española Morisco La presencia de los negros en Chi- Negro con zamba Zambo Prieto le ha sido poco estudiada, y lo poco Castizo con española Español que se ha escrito en la historiografía Morisco con mulata Salta atrás local ha girado en torno a la cuestión Zambo con mulata Calpamulo Zambo con india Chino de la esclavitud y sus dimensiones Calpamulo con zambo Tente en el aire económicas, la que ha tendido en un Chino con mulata Lobo primer momento (siglo XIX e inicios Tente en el aire con Jíbaro del XX) a minimizar la importancia mulata de los negros en la composición de la No te entiendo con india Ahí te estás sociedad colonial, planteando la idea Jíbaro con india Albarazado de que los negros se desempeñaron Albarazado con negra Cambruja únicamente como esclavos, que tras Cambrujo con india Zambo o Zambaigo la libertad de vientres por Carrera en 1811 y la abolición de la esclavitud por O’Higgins en 1823, abandona- El bajo número de negros en com- ron en masa el país, negando de esta paración con el resto de América no manera la sangre africana como com- solo se debía a que la mano de obra ponente de nuestra identidad étnica. fue solucionada por la institución de las Encomiendas y el Peonaje, si no Diego Barros Arana planteaba que: porque Chile tiene una realidad geo- “[S]u número era relativamente gráfica difícil y costosa para el co- bajo debido a su alto precio, ade- mercio de esclavos. Pero en realidad más de la facilidad de contar con se esconde una razón más importante: los indios, por el hecho de ‘no los esclavos negros, traídos general- costarles nada’ a los españoles. mente de Angola, Guinea o el Congo, Asevera que antes de mediados del siglo XVII, había en Chile de tres 7 Ibíd., p. 62. a cuatro mil esclavos de origen

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africano, pero que muchos de estos especializaciones laborales, ya que fueron reenviados a Perú a medida los hombres ejercían generalmente que subía su precio”8. como artesanos o amos de llaves, y las mujeres como parte del servicio Mientras que Francisco Encina, en doméstico, cargos que en conjunto su “Historia de Chile”, en la década denotan la preferencia de los amos de los cuarenta, coloca a los negros por esta etnia en labores de confianza. como una etnia mucho más numero- sa, en base a exhaustivos análisis del Sin embargo, Encina también estable- censo de 1778, contabiliza a 21.582 ce que esta etnia, no formó parte de lo negros, que Barros Arana había otor- que él llama la “raza chilena”, pues gado mayoritariamente a Cuyo. En- las condiciones geográficas de Chile, cina, destaca el rol económico de los provocaron una difícil o casi imposi- negros en Chile. Si bien es cierto, per- ble adaptación de los negros al clima siste en su versión la idea del negro de Chile, muy frío y dispar del clima como sinónimo de esclavo, ahonda cálido tropical. “[E]stas condicio- en el rol económico de estos. nes climáticas, combinadas con una tendencia al alcoholismo, le habría Esta idea del negro como consus- exacerbado la falta de resistencia a tancial a la condición de esclavitud ciertas graves enfermedades”10. es una constante en la historiografía chilena, existiendo una laguna en el En 1942, un estudio histórico-jurídi- análisis social y demográfico de los co de Feliú Cruz: “La abolición de negros, mulatos y zambos, tanto es- la esclavitud en Chile”, analiza las clavos como libres. La obra de Enci- consideraciones legales de la libertad na se destaca por establecer al negro de vientres de 1811 y la abolición de como actor importante en el ámbito la esclavitud de 1823, que se destaca económico colonial, pues según este como un proceso que se desarrolló autor, los negros suplieron la escasa en forma muy tranquila y sin gran- mano de obra indígena -tesis defen- des movilizaciones sociales. Esta ga- dida en 1959 por Rolando Mellafe-9, rantía de libertad habría sido ganada y que además los negros eran com- primeramente por los negros que se prados; porque gran parte de estos es- enrolaron en el Regimiento de Inge- clavos eran traídos del Perú por sus nuos de la Patria, que combatió en la Reconquista, y más tarde, ante la nueva vida republicana y los ideales 8 CUSSEN, Celia L., (2006), “El paso ilustrados, se hacía imperioso abolir de los negros por la Historia de Chile”, En: Revista de Historia Nº 25:45-68, la esclavitud de todos los negros es- en, Departamento de Ciencias Históri- clavos, debido a la incongruencia que cas de la Universidad de Chile, p. 47. 9 MELLAFE, Rolando, op. cit. 10 CUSSEN, Celia L., op. cit., p. 48.

Volumen VI N° 19 - Julio - Diciembre 2011 pp 113-135 121 La huella de la sangre africana en el maule colonial (1716-1778) existiría entre una sociedad republi- libro plantea una crítica a la tesis de cana y la esclavitud. En este sentido Encina y busca entender porqué se in- Chile es pionero, pues es la primera trodujo al esclavitud negra en Chile y nación americana en abolir la escla- “[E]ncuentra una explicación (…) en vitud. las debilidades de la Encomiendas, y, por otra en la percibida superioridad Gonzalo Vial, en 1952, a través de de la mano de obra negra para los una nueva obra sobre negritud, inspi- oficios manuales, el servicio domés- rada en la Feliú Cruz, “El africano en tico y los trabajos de confianza en el reino de Chile. Ensayo histórico- las minas y haciendas”11. Ésta tesis jurídico”, analiza en base a informes en particular es la que se ha manteni- oficiales el tráfico de los negros desde do en los círculos de historiadores en la llegada de los españoles. Pero su Chile y ha sido muy difícil refutarla. obra se hace relevante en la temática de la importancia social de los negros, Basta no solo analizar las causas y mostrando a través de documentación desenvolvimientos de la institución oficial sus actuaciones y vicios, algo de la esclavitud con mayor profundi- que ninguno de los historiadores an- dad, sino también, ponderar el apor- teriores había considerado, pues el te demográfico y social de las etnias negro en la historiografía chilena era africanas en la composición de la visto como una mercancía, un bien sociedad colonial. mueble que se analiza en función de su ocupación como mano de obra y El “Gondwana” talquino de la abolición de la esclavitud, no razonando en torno a la importan- Una vez establecido el origen y posi- cia en la composición pluriétnica ción de la población africana en Chi- de la identidad chilena. Se enfrenta le, queda por analizar la presencia de a la tesis de Encina sobre su aniqui- estos en la Doctrina de Talca, a la lamiento por un fracasado aclimata- sazón, parte de la jurisdicción ecle- miento, contraviniendo con la idea de siástica del Obispado de Santiago. que el negro es escaso y desaparece Para esto, se analiza el numé- porque se mestizó efectivamente con rico de todas las etnias mediante dos las otras etnias, concluyendo incluso estudios, y luego se analizan los pre- que por nuestras venas corre algo de cios de esclavos y el total de dinero sangre negra. invertido por la Aristocracia rural en Una obra cumbre, y aún no superada esclavos, basado en el poder ligado a en la temática de negritud es el libro la tierra -viticultura y ganadería- para de Rolando Mellafe “La introducción el siglo XVIII. de la esclavitud negra en Chile. Trá- fico y rutas”, del año 1959. En este 11 CUSSEN, Celia L., op. cit., p. 52.

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Cuadro 2 población, cuya presencia evidencia Composición étnica de los bautizados en la una complejidad social importante, 12 Doctrina de Talca (1686-1726) pues estos actores sociales emergie- ron de la población negra traída en Origen étnico o Nº de % calidad de esclavos -comúnmente de racial Bautizados Angola, Congo o Guinea-, para echar Españoles 749 67,2 raíces y generar nexos sociales que Mestizos 42 3,7 complementaban su posición como mano de obra esclava, por lo tanto, Mulatos 5 0,5 la evidencia de población mulata y Zambos 3 0,3 zamba deja en claro que estos escla- Negros 15 1,3 vos no eran cerrados al círculo social Indios 263 23,6 colonial rural de esta Doctrina, sino que también establecieron nexos so- Castas 2 0,2 ciales concretados en relaciones de Desconocidos 36 3,2 parejas, ya sea estables o furtivas, TOTALES 1115 100% evidenciable en muchos matrimo- nios, y la consiguiente aparición de castas de origen étnico mixto, refle- jando un alto nivel de exogamia de La situación denota la articulación ét- parte de la población negra, pese a las nica de esta sociedad colonial, como aprehensiones hacia esta población lo era la Doctrina de Talca, que revela de mezclarse con los naturales. su multiplicidad de entidades socia- les. Existe una clara preeminencia de población de origen hispano y de po- Este cuadro revela la alta proporción blación indígena, como clásicamente de bautismos de negros, mulatos y se ha concebido la composición étni- zambos ilegítimos, que significa que ca colonial chilena, sumando ambas las madres debían afrontar la crianza etnias el 90,8% de la población; pero en forma solitaria ante la negación no se debe dejar pasar el hecho de paterna. que existen etnias de sangre africa- na, como los son los negros, mulatos Es de destacar que la inscripción del y zambos, que suman un 2,1% de la bautizado por parte del cura estaba cargada de connotaciones raciales, propias del Chile colonial, donde la 12 Elaboración propia, con base en las partidas bautismales de la Doctrina de Talca (1686- piel blanca proveía a las personas de 1726). Es de destacar que la Doctrina de un estatus más alto que una perso- Talca, como jurisdicción eclesiástica na de piel oscura. El origen étnico y dependiente del Obispado de Santiago, es color de la piel determinaba muchas fundada en 1680, y entre 1689 y 1697 hay una pérdida de información en los libros veces la posición de la persona en la parroquiales. sociedad. A este hecho se suma el que

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Gráfico 1 Legitimidad por etnia, determinada a partir de las partidas bautismales de la Doctrina de Talca (1686-1726).

la identidad de “mestizo” no era una La sangre negra es escasa, debido a idea muy difundida, y su escasa va- lo suntuoso que significa traer un es- loración y casi nula identidad le hacía clavo a esta Capitanía, y más aún a una etnia deplorable e impura. Por esta Doctrina, alejada de los centros ello el cura en la mayoría de las oca- de poder o contacto comercial como siones y debido a su incomprensión Valparaíso, Santiago o Concepción. del tema, designaba la etnia del bauti- Por tanto, la cantidad de negros es zado de acuerdo a su color de piel, no exigua, como así la de etnias deriva- importando si realmente pertenecía a das (mulatos y zambos). Por esta ra- otra. Es por esto que, ya a dos siglos zón se llega a la conclusión de que la de la Conquista, en una sociedad rural sangre negra en la composición étnica es poco probable que exista tal pro- es escasa, pero importante de desta- porción de españoles peninsulares, car, para romper con las ideas erradas por lo que cabría catalogar a los “es- que conciben bajo simplezas en su pañoles” como criollos o mestizos, composición, o a las diversas castas en su mayoría. con un comportamiento endogámico

124 Revista Historia Caribe Héctor Hernán Alfaro Alfaro, Roberto Andrés Flores Castro y cerrado. Las cifras revelan que los esta Doctrina, en un período posterior negros efectivamente se mestizan, (1778-1793), pero que igualmente y en gran proporción son producto entrega luces sobre el peso de cada de relaciones sexuales entre la negra etnia en la composición de esta so- y un hombre desconocido, y que no ciedad colonial. asumía la paternidad, declarándose al recién nacido como ilegítimo. Igual que en el período anteriormen- te estudiado, las etnias con mayor Otra información interesante la pro- número de personas son los españo- porciona Morales Yamal (1994, les e indios, que en conjunto suman 1995), en su estudio sobre partidas de el 89,8% de la población. Mientras defunciones de la Doctrina de Talca: que la población de sangre africana (negros, mulatos y zambos) se eleva Cuadro 3 a la cifra de 3,1% de la población. Composición étnica de los difuntos de la De ello se concluye con esto que la Villa San Agustín de Talca (1778-1793)13 población africana de la Doctrina es escasa, pero que acorde a los cruces Origen étnico o Nº de % étnicos, fueron activos actores so- racial difuntos ciales que establecieron lazos con Españoles 387 86,2 las demás entidades, y no se podría visualizar entonces la sociedad chi- Mestizos 32 7,1 lena rural como una cerrada serie de Mulatos 10 2,2 castas sin contacto, pues existía una Zambos 1 0,2 rica compenetración entre españoles, mestizos, indios, y africanos. Negros 3 0,7 Indios 16 3,6 Con esto queremos afirmar la idea de TOTALES 449 100% que la identidad chilena colonial no puede seguir siendo vista en forma sesgada, valorando de sobremanera a La diferencia del estudio anterior, es indios y españoles, sino que se debe que la determinación de la composi- admitir de que también somos herede- ción étnica de esta tabla se hizo en ros de la población africana que echó base a las partidas de defunción de raíces en nuestras tierras. Por lo tanto, la identidad colonial estaría asociada a una triple continentalidad étnica: 13 MORALES, Alejandro, (1994-1995), europea, americana y africana. “Acercamiento a las prácticas de- vocionales: el caso de entierro Villa San Agustín de Talca (1778-1793),” en, Cuadernos académicos I.P. del Maule, año 4-5-Nº4-4, pp. 27-33.

Volumen VI N° 19 - Julio - Diciembre 2011 pp 113-135 125 La huella de la sangre africana en el maule colonial (1716-1778)

Cuadro 4 Valor total de esclavos de hacendados seleccionados del Partido del Maule en el siglo XVIII (casos seleccionados).14, 15

Nombre del Nº de Precio de todos sus Precios de todos sus hacendado esclavos de esclavos en reales de esclavos en su propiedad la época actuales (2008) Padre Antonio Vergara 2 $ 1.200 $ 2.100.096 Manuel Lesana 8 $1.910 $ 3.344.028 Juan Salgado Cuadro 4 11 $ 2.245 $ 3.930.546 FranciscoValor total Valenzuela de esclavos de hacendados12 $ 2.875 $ 5.033.550 seleccionadosMaría Bustamante del Partido del Maule10 en el $ 2.470 $ 4.324.476 siglo XVIII (casos seleccionados).14 15 Antonio Salgado 4 $ 1.000 $ 1.750.800 Ursula Pardo 5 $ 1.250 $ 2.188.500 María Guerra 4 $ 850 $ 1.488.180

14 Fuente: casos seleccionados de: LACOS- Las tablas anteriores, permiten ana- TE, P. 2006. “Viñas y vinos en el Maule lizar el valor de los esclavos negros colonial (Reino de Chile, 1700-1750)”. y la necesidad de adquirirlos para la Revista Universum, V21 Nº1., pp.48- 67. Para este caso se seleccionaron casos Aristocracia rural. Queda claro que representativos de la lista de hacendados las necesidades de mano de obra no presentados por Lacoste en su trabajo, cualificada, peones, puede ser per- y en base a la conversión monetaria que hizo la Universidad de los Andes en la co- fectamente suplida por indios libres lección “Chile en 4 momentos: 1710”, se o mestizos en el contexto del Chile procedió a equiparar los valores de reales rural, pues sus labores son por tem- coloniales del siglo XVIII a pesos chile- poradas y con un bajísimo sueldo. nos de la fecha de edición de ese trabajo (2008). Esto difiere de los precios de los esclavos, cuyo precio real llega a sextuplicar el sueldo mensual de un 15 En este caso se han seleccionado estos ha- cendados esclavistas, que corresponden al peón. Esto podría parecer aceptable estudio de Lacoste (2006), referido al Par- para un hacendado con gran poder tido del Maule, jurisdicción administrativa adquisitivo, pero lo cierto es que los colonial comprendida entre los ríos Mata- grandes hacendados no adquirían un quito y Perquilauquén. Hay que hacer la salvedad de que no necesariamente pueden solo esclavo, sino que eran varios, corresponder a hacendados domiciliados llegando inclusive a 12, en el caso de en la Doctrina de Talca, limitada por los Francisco Valenzuela, lo que implica ríos Claro y Maule, de la cual se obtuvo la desembolsar varios miles de reales información de los las etnias africanas para este trabajo. de la época, para adquirir esclavos.

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Cuadro Nº 5 Precios de esclavos en el Partido del Maule en el siglo XVIII. Tabla modificada, seleccionando casos representativos.16

Esclavo (edad) Valor en reales Valor en pesos de la época chilenos actuales (2008) Mulato Nicolás (12) $ 250 $ 437.650 Mulato (56) $ 200 $ 350.120 Mulata (20) $ 350 $ 612.710 Mulata (60) $ 70 $ 122.542 Negra Francisca (36) $ 400 $ 700.240 Negra Mariana (26) $ 350 $ 612.710 Negro (30) $ 350 $ 612.710 Negro Santos Criollo (18) $ 350 $ 612.710 Cuadro Nº 5 Precios de esclavos en el Partido del Maule en el siglo XVIII. Tabla modificada, selecCuadro- Nº 6 cionando Sueldoscasos representativos. de peones, albañiles16 y carpinteros durante la Colonia17

Labor Valor en reales Valor en pesos de la época chilenos actuales (2008) Peón Cuadro Nº $6 48 $ 97.743 Sueldos de peones, albañiles Carpintero $ 240 $ 488.730 y carpinteros durante la Colonia17 Albañil $ 300 $ 610.890

Por lo tanto, podemos establecer que vez, más mermadas Encomiendas de los esclavos negros en el Partido del indios, pues los sueldos de los tra- Maule no fueron adquiridos como bajadores de temporada eran bajos medio para suplir la mano de obra comparados con el precio de compra que había dejado el vacío de las cada de los esclavos, considerando ade- más, los correspondientes gastos de manutención de estos (hogar, comida, 16 Modificado de: IBIDEM. También en este vestuario, etc.). caso se ha hecho la comparación de precios entre los reales coloniales del siglo XVIII y los pesos chilenos actuales en base a la Solo cabría pensar que los negros po- conversión monetaria que hizo la Universi- drían ser traídos como mano de obra dad de los Andes en la colección “Chile en 4 momentos: 1710”. calificada, ya sea como carpinteros y albañiles, que a la luz de los datos, 17 UNIVERSIDAD DE LOS ANDES, EL MERCURIO. 2008. Chile en cuatro mo- recibían hasta 5 o 6 veces el sueldo de mentos: 1710 Tomo III. Santiago., p. 59. un peón. Pero a falta de otras fuentes

Volumen VI N° 19 - Julio - Diciembre 2011 pp 113-135 127 La huella de la sangre africana en el maule colonial (1716-1778) históricas, desconocemos si los es- Estos casos permiten visualizar las clavos adquiridos por los hacendados relaciones intra e interétnicas de la del Partido del Maule eran efectiva- población africana y sus derivados mente mano de obra especializada, (negros, mulatos y zambos), que se con lo que se justificaría de mejor puede establecer a partir de la rica manera la adquisición de esclavos, información de que toma nota el cura y el desembolso de abultadas canti- doctrinero en las partidas, y que en- dades de dinero para adquirir estos trega datos variados en ambos casos. esclavos calificados. Pero, insistimos en que a la falta de otras fuentes, solo Información entregada por las parti- podemos concluir que la adquisición das de bautismo: de negros esclavos en el Maule co- lonial era un bien de lujo, pues no • Fecha y lugar cualquier persona podía adquirir es- • Nombre tos “bienes”. Lo que cerraría la condi- • Condición ción de esclavista a una Aristocracia rural con alto poder adquisitivo. • Padres y su condición • Edad ANEXO • Legitimidad del bautizado • Padrinos Estudio de casos representativos de bautismos y matrimonios de negros, • Condición de los padres zambos y mulatos en la Doctrina de • Cura que bautiza Talca (1716-1778). Información entregada por las parti- La siguiente información tiene por das de matrimonios: finalidad presentar los casos emble- máticos datados en este trabajo, refe- • Fecha y lugar rente a las partidas bautismales y de • Nombre matrimonios de población de negros, mulatos y zambos de la Doctrina de • Condición Talca entre 1716-177818. • Lugar de procedencia • Padres y su condición • Testigos 18 Es de destacar, que este trabajo emanó del • Cura que casa trabajo de tesis de estos autores, basado en el levantamiento de partidas bautismales de la Doctrina desde 1686 hasta 1726, Selección de casos representativos de y se encontraron casos de bautismos de bautismos de negros, zambos y mula- africanos antes de la fecha de inicio de tos de la Doctrina de Talca, bautiza- este estudio (1716), y solo para efectos de selección representativa se consideraron dos entre 1716 y 1778, extraídas del estos años (1716-1778). libro Nº1 de bautismos.

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• Negro esclavo postiza que sus padres, presumimos, no asumieron. “En la iglesia de Talca en veinti- nueve de mayo de mil setecientos y siete años puse oleo y crisma a Fran- • Negro esclavo cisco negro esclavo de Francisco Belasco de edad de dos meses, hijo “En dicho día mes y año natural de Theresa negra esclava, [17/11/1720] y en dicho oratorio fueron sus padrinos Joseph Ylario [Santa Rita] puse oleo y crisma a y Lusia negra. Baptiso a necesidad Bartola negra de edad de tres me- fray Joseph de Billegas, de que doy ses, hija de padres no conocidos. fe. Joseph de Lisana”. Fueron sus padrinos Don Lorenso de Albuerne y Sesilia Rodrigues y En este caso, el negro esclavo es hijo la baptiso a necesidad Don Thomas ilegítimo de una esclava, por lo cual de Evia y para que conste ser ver- se infiere el hecho de que su madre dad lo firme, de que doy fe. Joseph -Theresa- mantuvo una relación sin de Arias”. estar casada, ya sea furtiva o no. Y llama la atención de que el niño bau- tizado, asume la condición de escla- • Negra esclava vo inmediatamente y pertenece a la propiedad del dueño de su madre, “En diez y siete días del mes de Francisco Belasco. octubre de mil setecientos y vein- titrés años, en el oratorio de Santa • Mulata Rita puse oleo y crisma a Maria Jo- sepha del Carmen negra esclava de “En la doctrina de Talca en dies y Doña Maria de Castro de edad de ocho de septiembre de mil setecien- doce años, hija de padres infieles. tos y dieciocho puse oleo y crisma Fueron sus padrinos Don Jospeh a Maria mulata hija de padres no de Bergara y Doña Lusiana de Al- conocidos. Fueron sus padrinos buerne y para que conste de verdad Pasqual y Beatris indios. Baptisela confirme de que doy fe. Joseph de un año antes, de que doy fe. Joseph Arias”. de Lisana”. La bautizada negra esclava es pro- Resalta el hecho de que la bautiza- piedad de una persona que posee la da posee padres no conocidos, y esta condición de “Doña”, lo cual indica situación de abandono de niños era que era una española de alto prestigio una situación más o menos habitual social, y seguramente de una solven- en todas las etnias, y asumen la con- cia económica importante, reafirman- dición de padrinos dos indios, que en do con esto nuestra tesis de que la la práctica es asumir una paternidad población negra en Chile era de alto

Volumen VI N° 19 - Julio - Diciembre 2011 pp 113-135 129 La huella de la sangre africana en el maule colonial (1716-1778) costo, y por ello su posesión impli- hijo legitimo de Pasqual mulato es- ca un lujo en estos parajes, aislados clavo de Doña Josepha Albuerne y de los centros de poder. Además un de Petrona india libre. Fueron sus hecho no menor, es que sus padres padrinos Pedro de Salas y Elena son declarados como infieles, lo que Bobadila, baptisolo a necesidad dos implica que no eran cristianos, por lo meses antes Don Nicolas Bobadilla, tanto existió población africana que de que doy fe. Joseph de Lisana”. no fue bautizada, y no se encuentra datadas en las partidas bautismales, • Zambo manteniendo con ello seguramente “En la capilla de Duau en quince de sus cultos animistas. enero de mil setecientos diecisiete años puse oleo y crisma a Pasqual • Mulata negro libre de edad de ocho días “En dicho día y dicho mes hijo legitimo de Simon negro es- [12/11/1719] puse oleo y crisma a clavo de Don Balentin Gaete y Petrona mulata de seis meses hija de Ynes india libre. Fueron sus legitima de Pasqual mulato y de padrinos Joseph Mendes y Doña Petrona india, fueron sus padri- Josepha Roxas, de que doy fe. Jo- nos Don Manuel de Olabe y Elena seph de Lisana”.. Bobadilla y la baptiso a necesidad Ambos casos de bautismos de zam- Don Thomas de Evia, y para que bos muestran la unión entre una mujer conste firme de que doy fe. Joseph indígena y un padre africano esclavo de Arias”. (mulato y negro), demostrando que Aquí se resalta la unión étnica de dos los esclavos (posesión de personas actores, tales como un mulato con in- con donía y por ende de alto esta- dia, lo que reforzaría nuestra postu- tus social), no solo se desenvolvían ra frente a la clásica opinión que se en labores domésticas como piezas tiene de las relaciones interétnicas, esclavas, sino que echaron raíces en que parecieran ser algo poco común. tierras talquinas relacionándose con Pero este caso demuestra una unión las indias en relaciones de pareja. de pareja estable, pues la bautizada es reconocida como legítima. Particular es el caso 7 de Pasqual, donde siendo hijo de un negro escla- • Zambo vo y de una india libre, es declarado pro el cura como “negro” cuando en “En la Iglesia de nuestro señor San realidad este cruce étnico es conocido Agustín de Talca, en primero de como “zambo”; seguramente debido enero de mil setecientos y dieciséis a su piel oscura el sacerdote dio tal puse oleo y crisma a Joseph Carlos denominación, y además creemos natural de esta doctrina de Talca, que al ser anotado como “libre” se

130 Revista Historia Caribe Héctor Hernán Alfaro Alfaro, Roberto Andrés Flores Castro desliga de la condición de esclavo de parte de dueños de esclavos y enco- su padre, gracias a la condición de menderos que imponían sus apellidos libre que posee su madre. a sus criados y el bautismo, además, se realizaban con nombres españoles Selección de casos representativos y no originarios. La mujer era viuda de matrimonios de negros, zambos de Francisco Crus, muy probable- y mulatos de la Doctrina de Talca, mente un esclavo negro ya fallecido. bautizados entre 1716 y 1778, extraí- Por último ambos cónyuges son hijos das del libro Nº1 y 2 de matrimonios. de padres no conocidos.

• Negro esclavo-Negra esclava • Mulato libre-española

“En esta iglesia parroquial de la vi- “En esta iglesia parroquial de la villa lla San Agustín de Talca, corridas San Agustín de Talca, a veintidós de las tres proclamas que dispone el marzo de mil setecientos setenta y santo concilio de Trento y no ha- tres años corridas las tres anotacio- biendo resultado impedimento el nes que previene el santo concilio de padre fray Juan Chacon, mi sotacu- Trento, y no habiendo resuelto impedi- ra, sacerdote del orden sexaphico mento; el padre fray Santiago Poblete, de nuestro padre San Francisco mi sotacura religioso sacerdote del A catorce de abril de milsetecien- orden del ermitaño de nuestro padre tos setenta y dos años caso según San Agustín casó, según el orden de el orden de nuestra santa madre nuestra santa madre iglesia a Matheo iglesia a Manuel de la Crus negro Hernandez mulato libre y soltero esclavo de Don Juan de la Crus y natural de la doctrina de Peteroa, y soltero de Guinea y residente ado- domiciliado en esta de San Agustín miciliado de esta doctrina de San de Talca, hijo legitimo de Matheo Agustín de Talca, hijo de padres Hernandez y de Maria Maturana, con no conocidos, con María de la Crus Maria Rosa Gutierres, viuda de Jose- también esclava de Don Juan de la ph Molina, española natural de esta Crus, natural de Guinea y viuda de doctrina de Peteroa y domiciliada a Francisco Crus, hija de padres no esta de Talca, hija legitima de Julio conocidos. Fueron testigos Pedro Gutierres y Juana Poblete, siendo los de Varas y Pascual Constanso, de testigos Juan Antonio Suluaga y doña que doy fe. Pedro Pablo Carrera”. Maria Teresa Belasco, de que doy fe. Pedro Pablo Carrer”.. En este caso ambos cónyuges son es- clavos negros procedentes de Guinea, En esta situación, es la esposa del ma- y pertenecientes a Juan de la Crus, a trimonio la española viuda, y el espo- la sazón “Don”. Y ambos asumen el so un mulato que es libre y oriundo de apellido de su dueño y no sus nom- otra doctrina (Peteroa), perteneciente bres originales, práctica normal por al Partido del Maule.

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• Español-negra esclava cientos y setenta años corridas las tres proclamas que dispone el santo “En esta iglesia parroquial de concilio de Trento, y no resultando la villa San Agustín de Talca, a impedimento, case y vele según el treinta de junio de mil setecien- orden de N.S.M. Iglesia a Joseph tos setenta y ocho años corridas Antonio Montenegro y negro de las tres proclamas que dispone Guinea ia cristiano domiciliado el santo concilio de Trento, y no en esta doctrina de Talca por ser resultando impedimento, case y esclavo de don Pedro Montenegro, vele según el orden de N.S.M. vecino de esta villa de Talca, con Iglesia a Joseph Alegria español Maria Levipangue india natural soltero natural, y domiciliado en y domiciliada en esta doctrina de esta doctrina de Talca, hijo natu- Talca, hija legitima de Ramon Le- ral de Dorotea Alegria y de padre vipangue y de Josepha Gonsales, no conocido, con Cecilia Oliva- siendo testigos Don Xavier Molina res negra esclava de Don Ramón y Don Gil ¿? [ilegible], de que doy Olivares y viuda de Martin Ra- fe. Pedro Pablo Carrera”. mos, siendo testigos Don Ramón El cónyuge de este matrimonio es de Olivares y Don Francisco de un esclavo negro de Guinea, del cual Olivares, de que doy fe. Pedro el cura recalca su condición de cris- Pablo Carrera”. tiano, pues es sabido que el tráfico negrero tenía por condición que en Llama la atención que en esta unión, lo posible debían ser bautizados al la mujer es una negra esclava, de pro- cristianismo a los negros antes de piedad Don Ramón Olivares, del cual traerlos a América. Igualmente este se le otorgó su apellido: Olivares, la negro adopta el apellido de su amo: cual se une en matrimonio con un de- Montenegro. Mientras que la esposa clarado “español” de padre ilegítimo, de este negro es una india libre (no el cual seguramente era un mestizo o encomendada), reafirmando el cru- criollo, y no un español peninsular. ce interétnico con un compromiso Por lo tanto, se establece una relación bendecido por la Iglesia mediante el entre un español libre y una española matrimonio, aparte de las posibles en calidad de esclava, lo cual no deja relaciones informales e ilegítimas de ser menos, para entender que el es- que pudieran haberse generado en- clavo, igualmente, puede contraer ma- tre etnias y que no están datadas por trimonio con personas de otras etnias. supuesto.

• Negro esclavo-india • Zambo-mulata esclava

“En esta iglesia parroquial de la de “En esta doctrina de Talca, a trece Talca a siete de enero de mil sete- de enero de mil setecientos y seten-

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ta años corridas las tres proclamas dos por los apellidos de sus amos más que dispone el santo concilio de que por sus nombres reales, ya que en Trento, y no resultando impedi- este caso, la mulata era de apellido mento, case según el orden de Patiño (heredado de su padre), pero N.S.M. Iglesia a Manuel Vergara que era reconocida por ser esclava de sambo libre y soltero, natural de la las Gonsales. Doctrina de Peteroa, y domiciliado en esta doctrina de Talca tiempo de tres años, hijo legitimo de Miguel • Mestizo-zamba Vergara indio y de Josepha Paylla- cura mulata; con Antonia Patiño, “En esta Iglesia parroquial de la vulgarmente conocida por Antonia villa de Talca a siete de febrero de Gonsales, por haber sido esclava mil setecientos setenta años corri- de unos señoras Gonsales, natural das las tres proclamas que dispone de la Doctrina de la Ysla, y al pre- el santo concilio de Trento, y no re- sente domiciliada en esta doctrina sultando impedimento, case y vele de Talca, tiempo de mas de ocho según el orden de N.S.M. Iglesia a años, por ser esclava de Nicolas Ysidoro Concha mestiso, natural Guajardo, feligres de esta Doctrina de Curico, y domiciliado en esta de Talca, hija legitima de Phelipe doctrina de Talca cuatro años, hijo Patiño indio y de Lorensa Gonsa- natural de Nicolas Concha español les mulata esclavos, siendo testigos y de Rosa Marques india, con Nor- Agustín Campos y Joseph Antonio berta Veles samba y soltera, natural Campos, de que doy fe. Pedro Pa- de la doctrina de Vichuquen y resi- blo Carrera”.. dente domiciliaria en esta doctrina de Talca cinco años, hija natural de La particularidad de este matrimonio Agustín Veles español y de Paula reside en que el esposo, Manuel, es Veles mulata, siendo testigos Nico- un zambo libre que contrae nupcias las Aguilera y Juan Monsalve, de con Antonia Patiño que siendo mulata que doy fe. Pedro Pablo Carrera”. era una esclava de Nicolas Guajardo, pero que era conocida “vulgarmente” Destaca en este caso que la unión de con el apellido de Gonsales porque un mestizo libre como Ysidoro con era esclava de “unas señoras Gon- una zamba, y la particularidad es que sales” según la partida. Esto quiere ambos migran desde otros lugares del decir, que la condición de esclava, partido del Maule (Curicó y Vichu- y más aún su cambio de amo no la quén). Por lo demás e hace obvio la invalida ante la Iglesia para contraer unión de dos entidades étnicas como matrimonio con un zambo libre. Ade- un mestizo con un mulato, diversifi- más se reconoce que en la sociedad cando y mezclando la base racial de colonial, los esclavos eran reconoci- esta doctrina.

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Conclusiones en la Doctrina de Talca puede ser considerada como un bien • En la Doctrina de Talca en la suntuario, destinado a generar colonia existió población negra, estatus en la aristocracia posee- mulata y zamba registrada en los dora de estos. libros parroquiales de la Iglesia, • Los datos de bautismos y matri- que si bien es cierto es una pro- monios permiten establecer ricas porción menor de población, ya relaciones interétnicas entre los se puede hablar de que objetiva- diversos actores de esta socie- mente existió población negra y dad colonial rural, como lo fue derivada de estas (mulatos y zam- la Doctrina de Talca en el siglo bos). Y por ello la composición XVIII. Esto permite enriquecer racial de esta Doctrina encierra la visión clásica de la sociedad una triple continentalidad, pues colonial como la resultante de existe población autóctona: las relaciones entre españoles e americana, y alóctona: europea indios, pues se agregan nuevos y africana. actores que complejizan el esce- nario, aunque en menor medida, • La presencia de negros esclavos en cuanto a la composición étni- poseídos por personas con con- ca y social, pues lo más probable dición de donía en esta Doctrina es que detrás de las inscripcio- de Talca, revela la existencia de nes matrimoniales y bautismales una Aristocracia rural esclavista de estas etnias, existan ricas con alto poder adquisitivo, pues relaciones culturales, que fue- los esclavos negros, no venían a ron forjando la población de la suplir la falta de mano de obra Doctrina de Talca. Por ello, la en el Maule, y en Chile en ge- identidad del Talca Colonial no neral, pues esto era compensado debe desmerecer la existencia y por las instituciones laborales el aporte de negros y sus etnias de la Encomiendas y el Peonaje derivadas (zambos, mulatos y (trabajo libre y asalariado). La castas). distancia de Chile respecto del resto de los centros de comercio • Es probable que exista una cifra del Imperio español y más aún negra no datada, en los regis- la lejanía geográfica de Talca tros vitales parroquiales de esta respecto de Concepción y San- Doctrina, pues como se anali- tiago, hace que los precios de zó, las tasas de ilegitimidad en negros esclavos hayan sido muy esta sociedad colonial fueron elevados, no estando a la mano importantes en todas las etnias. del común de las personas. Por Por esto cabría pensar que pu- lo tanto, la posesión de esclavos diesen haber existido muchos

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casos que no fueron inscritos en MELLAFE, Rolando, (1959), La intro- los registros de la Iglesia, ya sea ducción de la esclavitud negra en por relaciones furtivas o fuera Chile, Santiago de Chile, Universi- del matrimonio. Se suma a esto dad de Chile. la pérdida de registros, pues des- MORALES, Alejandro, (1994-1995), de la fundación de la Doctrina en Acercamiento a las prácticas devo- 1680, hay lagunas de datos, pues cionales: el caso de entierro Villa los bautismos comienzan en 1686 San Agustín de Talca (1778-1793), y los matrimonios en 1723, exis- cuadernos académicos I.P. del Mau- tiendo además lagunas a partir de le, año 4-5-número 4-4, pp. 27-33. estas fechas, donde es probable hayan existido más casos de ne- Obispado De Talca, Libro de bautismos gros, mulatos y zambos. Doctrina de Talca Nº1. Obispado De Talca, Libro de matrimo- nios Doctrina de Talca Nº1. Bibliografía OPAZO, Gustavo, (1942), Historia de Talca 1742-1942, Municipalidad de BETHELL, Leslie, (1990), Historia de Talca, Talca. América Latina. Tomo 4: América latina colonial, población, sociedad SÁNCHEZ, Raúl, (1992), El cura doc- y cultura, Barcelona, Editorial Crí- trinero en Chile colonial: Rauquén tica. 1664-1794, Cuadernos académicos I.P. del Maule, año 2, número 2, pp. CARDOSO, Ciro, (1986), Los métodos 23-30. de la Historia, Barcelona, Editorial Crítica. ------, (1994-1995), Las visitas episcopales a Maule colonial, Cua- CUSSEN, Celia L., (2006), El paso de dernos académicos I.P. del Maule, los negros por la Historia de Chile, año 4-5, número 4-4, pp. 21-26. Revista de Historia, del Departa- mento de Ciencias Históricas de la SILVA, Osvaldo, (1990), Aproximacio- Universidad de Chile, número 25, nes al estudio del Mestizaje en Chi- pp. 45-68. le entre los siglos XVI y XVII (en: Familia, Matrimonio y Mestizaje en DE RAMÓN, Armando, et al., (1992), Chile Colonial), Santiago de Chile, Historia de América: La gestación serie nuevo mundo. del mundo hispanoamericano, San- tiago de Chile, Editorial Andrés Universidad de los Andes, El Mercurio, Bello. (2008), Chile en cuatro momentos: 1710, Santiago de Chile, tomos I y III. LACOSTE, P., (2006), Viñas y vinos en el Maule colonial (Reino de Chile, VILLALOBOS, Sergio, et al., (1984), 1700-1750), Revista Universum, Historia de Chile, Santiago de Chile, volumen 21, número 1, pp. 48-67,. Editorial Universitaria.

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