Augusto Roa Bastos, La Trilogía Paraguaya Y El Acontecimiento En Hijo De Hombre Alejandro Quin Universi
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Vol. 14, Num. 1, Fall 2016, 226-249 Escritura sobre ruinas: Augusto Roa Bastos, la trilogía paraguaya y el acontecimiento en Hijo de hombre Alejandro Quin University of Utah Augusto Roa Bastos fue sin duda uno de los escritores hispanoamericanos del siglo XX que con más frecuencia intervino críticamente en su propia producción literaria. A través de entrevistas, notas, ensayos, introducciones a libros de otros escritores y prólogos a los suyos propios, el autor mantuvo una prolífica reflexión sobre el oficio literario y sobre la relación de su obra con la convulsionada historia del Paraguay, esa isla rodeada de tierra, como solía llamar a su país. Tal es el caso, por ejemplo, de las numerosas ocasiones en que Roa Bastos intentó iluminar el sentido y los temas de su destacada trilogía paraguaya, un ciclo de novelas compuesto por Hijo de hombre (1960), Yo el Supremo (1974) y El fiscal (1993).1 Escritas entre Argentina y Francia, las tres novelas se fueron gestando a lo largo de un período de más de treinta años, coincidiendo además con el prolongado exilio al que el autor fuera forzado por la dictadura de Alfredo Strossner. Tomando como punto de partida las declaraciones del autor, la primera parte de este ensayo reconstruye el argumento según el cual la trilogía se configura como un proyecto de reescritura del proceso histórico paraguayo 1 Antes de decidirse por esta secuencia de novelas, Roa Bastos incluyó ocasionalmente Contravida (1994) como parte de la trilogía, sacando de la lista a Hijo de Hombre. Esto demuestra que, como sostiene Eric Courthès, el concepto de trilogía podía ser bastante “movedizo” para el escritor paraguayo (n.p.). Quin 227 articulado a la reflexión sobre el “monoteísmo del poder”. Si bien esta constatación no es nueva, mi interés está en plantear que dicho proyecto toma en Roa Bastos la forma de una escritura sobre ruinas que a la vez expone y problematiza la relación entre soberanía e historia en Paraguay. Para ello se hace necesario considerar un tercer elemento, relacionado con lo que podría denominarse como la “perspectiva acontecimental” de la trilogía, siguiendo la teorización de Jacques Derrida sobre la noción de acontecimiento. La segunda parte sitúa esta discusión en Hijo de hombre centrándose en la narración de los sucesos que rodean las insurrecciones agrarias en la novela. Ejes temáticos de la trilogía. Más allá del monoteísmo del poder y la historia Aproximarse a la trilogía roabastiana implica necesariamente repasar la relación ambigua entre los diferentes ejes temáticos desde los cuales el autor intentó darle sentido a su obra. En realidad, la idea de que las novelas mencionadas llegarían a conformar un “tríptico narrativo” resultó ser un descubrimiento tardío que Roa Bastos articuló retrospectivamente hacia 1982, en el prefacio o “liminar” preparado para la segunda edición de Hijo de hombre. Allí el autor sostiene que, con dicha novela, casi sin él mismo saberlo, “se iniciaba una trilogía narrativa inspirada en la vida y en la historia de la sociedad paraguaya. Hijo de hombre, Yo el supremo y El fiscal (actualmente en curso de elaboración) se han ido elaborando lentamente, amasadas en los zumos de la realidad paraguaya, en las entrañas y trágicas pericias de su vida histórica y social” (9). 2 Así, el propósito inaugural de la trilogía correspondía en este caso a una intervención ficcional en la totalidad de procesos históricos que habrían definido la emergencia del Paraguay moderno, algo evidente si se tiene en cuenta que las tres novelas cubren los hitos principales del período republicano paraguayo, entre los que se distinguen los ciclos autoritarios del siglo XIX (Rodríguez de Francia, los López), los devastadores conflictos bélicos de la Guerra de la Triple Alianza y la Guerra de Chaco, la economía de los yerbales y la larga dictadura stronista. Las novelas incorporan, además, a un nivel menos explícito, aunque igualmente decisivo, las expresiones de la memoria popular y las vicisitudes culturales que estuvieron en la base de la configuración de una sociedad bilingüe, escindida entre el predominio oral del guaraní y la cultura letrada de cuño hispánico. La dimensión histórica paraguaya constituye sin duda uno de los aspectos temáticos más visibles de la trilogía y no es de 2 Todas las citas de Hijo de hombre vienen del texto correspondiente a la segunda versión de la novela. Escritura sobre ruinas 228 extrañar que como tal haya recibido amplia atención por parte de la crítica desde múltiples perspectivas.3 Roa Bastos no pretendía ciertamente situarse dentro del subgénero de la novela histórica, si por ello entendemos la ambientación verosímil de un período específico en un texto literario, y mucho menos serle fiel a la historiografía tradicional paraguaya, sino más bien intervenir la historia para desestabilizarla en tanto discurso de veridicción o “conocimiento” (Weldt-Basson, Augusto Roa Bastos, 338; 346), lo cual equivalía también a un proceso de reescritura generado desde ángulos heterodoxos. Es por eso relevante notar, en el párrafo antes citado, que el autor hace mención de las nociones de “vida” e “historia”, señalando por supuesto una relación de coincidencia entre ambas, pero también un posible desfase o desencuentro, a partir del cual el proceso de reescritura representaría una operación simultánea de búsqueda de experiencias no codificadas en las formas convencionales de una historia nacional.4 En el mismo prefacio Roa Bastos admite haber modificado la versión original de Hijo de hombre con la que en 1959 ganara el prestigioso Premio Internacional de Novela convocado por la Editorial Losada de Buenos Aires.5 El autor nunca se sintió del todo satisfecho con esta novela, pese a que con ella logró un éxito crítico y 3 Por ejemplo, dentro de la extensa lista de estudios críticos dedicados al tema de la historia en Roa Bastos, Alain Sicard sostiene que el reconocimiento de la autonomía literaria está unido a la “responsabilidad histórica” en la obra del autor paraguayo (81); Blas Matamoro, por su parte, argumenta que en la trilogía la historia nacional es alegorizada por medio del mito (54); para Helene Weldt-Basson el enfoque en la historia “as an expression of Paraguay’s character is the primary element upon which Roa Bastos’s trilogy is based”, si bien se trata de un proceso de escritura de la historia completamente ajeno a las pretensiones de verdad o al simple registro de hechos pasados (Augusto Roa Bastos, 346). Recientemente la revista electrónica Escritural. Écritures d’Amérique Latine, publicación del Centro de Investigaciones Latinoamericanas de la Universidad de Poitiers, dedicó un dossier especial a Roa Bastos (2011) con una sección específica sobre la trilogía cuyos ensayos también enfatizan el registro histórico en conexión con diversas exploraciones formales sobre el proceso de escritura de las tres novelas. Algunos de estos estudios son citados en este ensayo. 4 Es lo que algunos críticos, siguiendo la conocida conceptualización unamuniana, han identificado como la veta intrahistórica en la narrativa de Roa Bastos, cuya característica principal residiría en intentar dejar registro de aquellos aspectos marginalizados, no reconocidos o latentes en la experiencia vivencial de un colectivo, más allá de los sucesos históricos visibles y oficialmente sancionados. Véanse al respecto los trabajos de Alain Sicard (83) y Nicasio Perera San Martín (97). 5 Roa Bastos sostiene que las modificaciones se inspiraron en su experiencia de escritura de Yo el supremo y Contravida, y que se trataba de una “obra enteramente nueva, sin dejar de ser la misma con respecto a la original” (Hijo, 10-11). El principal cambio está en la inclusión de un breve capítulo, “Madera Quemada”, que no aparecía en la primera edición de Hijo de hombre. Pero el autor hizo además abundantes modificaciones menores a lo largo del texto. Un estudio detallado sobre las variaciones entre ambas versiones de la novela es el de Helene Weldt-Basson (A Genetic Approach to Augusto Roa Bastos’s Son of Man), donde se analizan cambios en la caracterización de los personajes y alteraciones en la narración de temas históricos, políticos y simbólicos. Para Weldt-Basson, estas variaciones responderían a un intento por “modernizar” la novela, abriéndola a la participación activa del lector (138). Quin 229 comercial sin precedentes en la historia de la literatura paraguaya. Según David William Foster, uno de los principales estudiosos de la obra roabastiana, la insatisfacción de Roa Bastos obedecía a problemas irresueltos de carácter formal- estructural y a la aparente inconexión entre los distintos capítulos del texto (39).6 En efecto, cada sección de Hijo de hombre puede ser leída como una narración relativamente independiente y autocontenida. Incluso algunos de sus capítulos serían publicados por separado, como relatos cuya unidad interna les permitía abandonar el conjunto al que pertenecían sin perder su coherencia narrativa (45). Es preciso reconocer, no obstante, que las modificaciones a la primera versión de la novela, más allá del intento por corregir deficiencias formales, estaban guiadas por una puesta en práctica de las ideas del autor sobre la naturaleza misma de la creación literaria. Como lo sugiere Roa Bastos: Un texto, si es vivo, vive y se modifica. Lo varía y reinventa el lector en cada lectura. Si hay creación, ésta es su ética. También el autor—como lector— puede variar el texto indefinidamente sin hacerle perder su naturaleza originaria sino, por el contrario, enriqueciéndola con sutiles modificaciones. Si hay una imaginación verdaderamente libre y creativa, ésta es la poética de las variaciones. (Hijo, 10) La concepción de la escritura como “poética de las variaciones” no sólo le servía a Roa Bastos para afirmar su derecho a alterar un texto previamente publicado, sino que anunciaba una ética de la creación fundada en la experiencia de la apertura potencial de toda escritura a nuevas formas de lectura y reescritura.