15 De Agosto De 1999 ASUNCIÓN DE LA VIRGEN
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AÑO 16 - Nº 45 15 de Agosto de 1999 ASUNCIÓN DE LA VIRGEN DIRECTOR: Rafael Luis Breide Obeid CONSEJO CONSULTOR: Roberto Brie, Antonio Caponnetto, Mario Caponnetto, Alberto Caturelli, Enrique Díaz Araujo, Jorge N. Ferro, P. Miguel A. Fuentes, Héctor H. Hernández, P. Pedro D. Martínez, Federico Mihura Seeber, Bernardino Montejano, Ennio Innocenti, Patricio H. Randle, Víctor E. Ordóñez, Carmelo Palumbo, Héctor Piccinali, Thomas Molnar, P. Alfredo Sáenz FUNDACIÓN GLADIUS: R. Breide Obeid, H. Piccinali, J. Ferro, D. Ibarra, P. Rodríguez Barnes, E. Zancaner, E. Rodríguez Barnes La compra de las obras del fondo editorial y las suscripciones de la revista se pueden efectuar mediante cheques y/o giros contra plaza Buenos Aires, a la orden de “Fundación Gladius” C. C. 376 (1000) Correo Central, Cap. Fed. Asimismo, puede escribir a la Fundación Gladius, para simple correspondencia o envío de artículos y/o recensiones, a la siguiente dirección de e-mail: [email protected] GLADIUS incluye los sumarios de sus ediciones en la base de datos Latbook (libros y revistas) Disponible en INTERNET en la siguiente dirección: http:/www.latbook.com Correspondencia a: FUNDACIÓN GLADIUS, C.C. 376 (1000) Correo Central, Bs. As., Rep. Argentina. Los artículos que llevan firmas no comprometen necesariamente el pensamiento de la revista y son de responsabilidad de quien firma. No se devuelven los originales no publicados. REGISTRO DE LA PROPIEDAD INTELECTUAL Nº 322.769 Índice RAFAEL L. BREIDE OBEID Las tres fases de la política 3 MONS. HÉCTOR AGUER Parresía de la fe, audacia de la razón 21 CARLOS ARMINJON Santa Teresa de Jesús. El cielo y las misiones 51 THOMAS MOLNAR La revancha de Lucifer 79 P. EGON SENDLER El estatuto de la imagen en el arte bizantino 87 P. RICARDO COLL Evangelización por medio de la belleza 113 HUGO ESTEVA Por el espíritu barroco 131 OCTAVIO A. SEQUEIROS La actual propaganda antievangélica 139 VÍCTOR E. ORDÓÑEZ ¿Compatibilidad con la masonería? 153 P. PEDRO D. MARTÍNEZ Aportes para una teología del derecho canónico 165 MONS. JOSÉ GUERRA CAMPOS La Iglesia y la comunidad política 195 LUIS A. BARNADA Juan Carlos Goyeneche: el ideal de la hispanidad 211 IN MEMORIAM Alberto Boixadós 215 Malachi Martin 217 El testigo del tiempo. Bitácora 223 XI Exposición del Libro Católico 131 Libros recibidos 34 Revistas recibidas 48 Bibliografía 237 Editorial LAS TRES FASES DE LA POLÍTICA LGUNOS autores sostienen que la historia de un pueblo, de una cultura o de una civilización suele pasar por distintas fa- A ses: nacimiento, juventud, madurez o apogeo, decadencia y muerte. Es el famoso tema de los ciclos; así Giambatista Vico habla de una Edad de los Dioses o religiosa, una Edad de los Héroes o épica, y una Edad de los Hombres o democrática. En la Edad de los Dioses hay un predominio del sacerdocio y se habla en lenguaje sagrado, que no entiende el pueblo, y corresponde a la infancia o al origen de una cultu- ra. La Edad de los Héroes o épica, emplea un lenguaje de símbolos o emblemas y corresponde a la juventud del pueblo. Y la tercera, Edad de los Hombres, es democrática, habla un lenguaje llano que entiende el pueblo y pasada esta edad final, los pueblos decaen, se corrompen y desaparecen o son dominados. Debemos preguntarnos si estos ciclos son de hierro o si, por el con- trario, es posible romperlos e iniciar una etapa de regeneración que sal- ve a una civilización de la descomposición y de la muerte. Gracias a Guillermo Gueydan de Roussel podemos afirmar que se puede superar la decadencia de un pueblo y romper el ciclo fatal. Él dice, en un pro- fundo artículo que se llama “Las Tres Fases de la Política” 1, que la po- lítica pasa por tres etapas: 1. Una política normal a la que llama “Agonal”, que quiere decir “lucha”. 2. Una política enferma a la que llama “Juego”. 1 Gueydan de Roussel, Verdad y Mitos, Ediciones Gladius, Buenos Aires 1987, pp.97-111. GLADIUS 45 ~ Año 1999 3 3. Una política remedio a la que llama “Metafísica”. El análisis de las fases de la política requiere que se analice a las tres etapas a través de sus distintas características, que son: la Fe, el Perso- naje Principal, el Principio Fundamental que rige en cada etapa, el con- cepto de Lucha, el valor dado a los Distintivos y los Símbolos, el rol del Ejército y del Pueblo, el concepto de la Ley y del Poder, y la Culmina- ción de cada etapa, o sea, el modo como termina cada etapa y da a lu- gar a la siguiente. I. La Política Agonal Comencemos nuestro análisis por la política agonal. La Fe en Dios es el punto de partida de la política agonal. La religión es la que da el orden de los valores a la sociedad. Dios es el que funda a las naciones y la fuente de toda razón y justicia. Blanc de Saint Bon- net expresó que “las Naciones han sido educadas por sus religiones co- mo los hijos por sus madres”. Y Donoso Cortés advirtió que “toda gran cuestión política supone y desarrolla una gran cuestión religiosa”. En el artículo de Gueydan de Roussel, que seguiremos en este análisis, el citado autor recuerda que cada régimen político refleja las tendencias de la religión dominante en su época. Así, señala la analogía que existe entre “la monarquía hereditaria y el teísmo cristiano, la aristocaracia y el luteranismo, la democracia y el calvinismo, el estatismo moderno y el deísmo, el capitalismo y el puritarismo, el socialismo y el pietismo. No se separa la Iglesia y el Estado”. La Sociedad Cristiana, extensión del hombre cristiano, se funda igualmente a imagen y semejanza de Dios, Uno y Trino. De esta ima- gen tridimensional de la sociedad, fundada en la Trinidad, hemos ha- blado en otro lugar 2. El personaje principal en la política agonal es el Combatiente, así co- mo en la política juego es el Jugador y en la política metafísica es el Testigo. El Combatiente es un hombre desinteresado que obtiene la victoria de Dios bajo la mirada de Dios. Es y no parece, pelea la batalla de Dios bajo la mirada de Dios. 2 Ver “La Cristiandad”, en Imagen y Palabra, ed. Gladius, Buenos Aires 1999, pp.101 y ss.; y revista Gladius nº 26, Pascua 1993, pp.3 y ss., del autor. También: “El Orden Político de la Cristiandad y el Orden Social de la Cristiandad”, en el libro del pa- dre Alfredo Sáenz, La Cristiandad y su Cosmovisión, ed. Gladius, Buenos Aires 1992. 4 Año 1999 ~ GLADIUS 45 La visión de Constantino, fresco de Julio Romano (Vaticano) Utiliza la razón y el coraje y necesita la inspiración. El principio fundamental de la etapa agonal es la procuración del Bien Común para todo el pueblo, que coincide con la Misión que Dios le encomendó a cada Nación y con la edificación de la Cristiandad. La Cristiandad no es lo mismo que la Iglesia. La Iglesia es el Cuerpo Místi- co de Jesucristo que tiene promesas de vida eterna pues “las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”. La Cristiandad, en cambio, es un orden social, político y económico conforme a la enseñanza evangé- lica. La Cristiandad aparece tres siglos después de la Iglesia con la con- versión del Imperio Romano al cristianismo. A diferencia de la Iglesia, la Cristiandad puede desaparecer; en ese caso la Iglesia vuelve donde estaba antes de Constantino, o sea, a las catacumbas. El Bien Común, que es la causa final de la sociedad política, requie- re además tener claro el concepto de Misión. Cada país tiene su Misión, su destino, puesto por Dios en el momento de su nacimiento. En nues- tros países de Hispanoamérica, la Misión es la reconstrucción de la Cris- tiandad evangelizadora, que en estas tierras se llama Hispanidad. La lucha es muy importante en toda política, y en la política agonal es fundamental, por cuanto le da el nombre a la misma. El hecho es GLADIUS 45 ~ Año 1999 5 que, habiéndose elegido el Bien como fin de la sociedad, hay que ad- mitir que existe una lucha entre el Bien y el Mal y Dios no es neutral en esta lucha. Se pelea, pues, el combate de Dios bajo la mirada de Dios. El combatiente también pelea por su éxito personal dentro de esta lu- cha, es el campeón de una causa que es la misión común. Él procura la victoria para el bien de todos y quiere su éxito personal, aunque se re- presenta y admite la posibilidad de sufrir y morir en el empeño. Pero de todos modos, subordina su bien particular al Bien Común. Es una lu- cha contra los que agreden la Misión o el Bien Común y un combate de hombre contra hombre. Distintivo. La nación unida expresa todas estas ideas en un símbolo. Símbolo quiere decir lo que une, los distintivos por excelencia de las naciones cristianas eran el blanco y el oro que representan la integra- ción de la luz. El pueblo en la política agonal es protagonista, tiene la misma fe, es- tá unificado según sus funciones, de acuerdo a un criterio cualitativo y no necesita de auxiliares 3. El ejército es el modo como el pueblo se organiza y se jerarquiza pa- ra alcanzar su Misión. Es parte fundamental del proyecto de la sociedad La legislación y los poderes se fundan en la Voluntad Divina. Dios es el origen del poder y la fuente de toda razón y justicia. El gobernante es responsable ante Dios. Eso es lo que significa el juramento del gober- nante cuando asume al poder: “Que Dios y la Patria me lo demanden”.