22Puentes.Pdf
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
sumario 4. Genocida de hábito. Por Daniel Badenes y Lucas Miguel. 18. La condena a la catolización y militarización del Estado. Por Fortunato Mallimaci. 20. Entrevista con Daniel Feierstein, especialista en el estudio de los genocidios como prácticas sociales. Por Juan Bautista Duizeide. 30. Políticas de la memoria. Cuando el presente evoca el pasado. Por Sandra Raggio. 34. Chile: las paradojas de la memoria entre el boom y la negación. Por Nancy Nicholls. 40. El ejercicio de la memoria en la escuela. Un desafío múltiple. Por Martín Legarralde. 46. Colombia: la pedagogía social de la memoria histórica. Por Claudia Girón Ortíz. 50. Balance del VI encuentro de Jóvenes y Memoria, Chapadmalal 2007. Por Diego Díaz. 56. Adelanto del informe 2007 del Comité Contra la Tortura. 60. Los censores y la literatura infantil y juvenil. Por Josefina Oliva. 66. Héctor Germán Oesterheld, escritura y memoria. Por Guillermo Saccomanno. 79. De coincidencias y profecías. Por Ana Longoni y Pablo Luzuriaga. 86. Comisión Provincial por la Memoria. 89. Dossier documentos. De lo secreto a lo público. 1965: ¿Dónde está el Che? Las respuestas de los servicios de inteligencia argentinos. Por Patricia Funes. Puentes 22 |Diciembre 2007 3 Por Daniel Badenes y Lucas Miguel Fotografía Alejo Garganta Bermúdez La Justicia condenó a un cuadro operativo e ideológico de la cruzada occidental y cristiana cuyo resultado fue un genocidio reorganizador. Puentes recupera un puñado de las historias que se narraron en un juicio atípico por la diversidad de las víctimas: desde militantes revolucionarios hasta empresarios que manejaron el precio del dólar. El proceso oral también evidenció ciertas matrices ideológicas de la Iglesia que determinaron su compromiso institucional, el antisemitismo de los represores y la coordinación represiva del Plan Cóndor. Opinan: Fortunato Mallimaci, Felix Crous, Carlos Dulau Dumm, Martín Obregón y Guadalupe Godoy, 4 Puentes 22 |Diciembre 2007 Reclusión perpetua para Christian Von Wernich GENOCIDA de hábito Puentes 22 |Diciembre 2007 5 Christian Federico Von Wernich es un torturador y asesi- dos para la represión ilegal de ex funcionarios de gobier- no que formó parte de un comprobado plan criminal y pa- no y empresarios, en el marco de lo que los propios re- ra llevar adelante su tarea utilizó los hábitos sacerdotales presores denominaron actividades de subversión económi- de la Iglesia Católica Apostólica Romana autoatribuyéndose ca, una excusa más del régimen para apropiarse bienes de una misión pastoral, consideraron los miembros del Tribu- personas desaparecidas, perseguir a determinados grupos nal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 de La Plata, que le im- de empresas o empresarios a los que se vinculaba a algu- puso la pena de reclusión perpetua por delitos de lesa hu- na organización armada o lisa y llanamente para quitar del manidad cometidos en el marco del genocidio, la misma fór- medio a contratistas o adjudicatarios de licitaciones que pu- mula que había utilizado un año antes al condenar al co- dieran perjudicar los negocios espurios de algunos funcio- misario Miguel Etchecolatz. narios del régimen. El 1 de noviembre se conoció esa sentencia, tras un proceso oral que llevó más de 25 jornadas, entre la inda- Un cuerpo colegiado de la tortura gatoria del acusado, las audiencias testimoniales, las ins- Osvaldo Jorge Papaleo había sido secretario de Prensa pecciones oculares a centros clandestinos y los alegatos. durante el gobierno constitucional y era además cuñado del Declararon 75 testigos, incluyendo a cuatro miembros de la banquero David Graiver, a quien se acusaba de ser financis- institución católica: Rubén Dri, Rubén Capitanio, el obispo ta de Montoneros. Luego del secuestro de su hermana, en emérito Miguel Hesayne (lo hizo por escrito) y Pedro Tra- marzo de 1977, leyó un artículo en la revista Somos que vin- veset (mintió, fue detenido y se le abrió una causa en culaba a Montoneros, al grupo Graiver y a él, como funcio- consecuencia). nario de la Presidencia. Algo similar había publicado el Von Wernich fue condenado en calidad de coautor o par- diario bahiense La Nueva Provincia, ligado a los militares tícipe necesario por 41 casos de privación ilegítima de la li- más reaccionarios. Sorprendido, envió una carta documen- bertad, 31 de aplicación de tormentos y 7 asesinatos. El pro- to a la editorial Atlántida para que rectificaran la informa- ceso oral que comenzó en julio –aunque su origen se re- ción. A la tarde, su amigo Rogelio Frigerio, el líder del Mo- monta al pedido de detención realizado hace más de cuatro vimiento de Integración y Desarrollo, lo visitó para avisar- años– tuvo en el banquillo de los acusados a “un cuadro le que sería detenido por fuerzas conjuntas del Ejército y la ideológico”, como lo caracteriza Guadalupe Godoy, aboga- Policía bonaerense “que estaban actuando en el caso Grai- da integrante de la querella. ver”. “Me dijo que tratase de organizar mi vida a la espera Aunque el debate oral dejó planteadas dudas sobre có- de esa detención, que efectivamente se produjo esa noche mo obtuvo su título, Von Wernich es un sacerdote católico en mi casa”. Tras un largo paseo en auto, con escalas en que se desempeñó como capellán de la Policía bonaerense otros secuestros, Papaleo fue llevado a un calabozo de Pues- entre marzo de 1977 y abril de 1985, cuando fue exonerado to Vasco. Unos días después, el encargado del lugar lo lla- a raíz de declaraciones periodísticas. El tipo de victimario mó para firmar una especie de acta con sus dichos en los constituyó el primer contraste entre este juicio y los ante- interrogatorios. Tenía en sus manos el original de la carta riores: “Se ven las diferencias de clase de los policías de la enviada a Atlántida: “Tus problemas empezaron cuando man- provincia con éste, un tipo que viene de la clase media al- daste esto”. ta, con una formación”, interpreta Godoy. “Además, quedó Luego, supo por su familia que Somos había publicado en claro que ese rol que cumplió de inteligencia lo sigue declaraciones de él y de su hermana tomadas en sesiones cumpliendo: el rol de quebrar”. de tortura. Una y otra vez, aplicándole una picana eléctri- Las características de las víctimas –y en consecuencia, de ca, le habían preguntado por su actividad política, su vincu- los sobrevivientes que testimoniaron– constituyeron otro lación con los Gravier y, lo que más le llamó la atención, si rasgo distintivo del proceso. Había personas mayores, que conocía que Héctor Ricardo García –director del diario Cró- hablaban de los “chicos” con los que compartieron cautive- nica– era judío. “Eran preguntas de ese nivel de informa- rio. Había empresarios y ex funcionarios de gobierno; ya no ción, que yo desconocía”, relató al Tribunal integrado por sólo militantes. “Eso le dio una riqueza política mucho ma- Carlos Rozanski, Horacio Isaurralde y Norberto Lorenzo. En yor. Había gente con distintas elaboraciones ideológicas una ocasión, terminado el interrogatorio, vio que estaba pre- de lo que había sucedido”, comenta Godoy. sente Ramón Camps. La presencia de una clase acomodada entre las víctimas El jefe de la Policía era parte del sector con posiciones tuvo que ver con dos de los cinco centros clandestinos so- más duras entre quienes habían participado del golpe. Se lo bre los que versó el juicio oral: Puesto Vasco, ubicado en la conocía como Grupo La Plata y estaba formado por el sec- localidad quilmeña de Don Bosco, y COTI Martínez. Según tor más inflexible y cavernario del Ejército, según relata Her- se caracteriza en el pedido de elevación a juicio de la cau- nán Brienza en su libro Maldito tú eres: Representado en sa, firmado por el fiscal Sergio Franco en diciembre de 2006, el gabinete nacional por el ministro de Planeamiento, Gena- esos centros tuvieron la singularidad de haber sido utiliza- ro Díaz Bessone, el grupo estaba comandado en la calle por 6 Puentes 22 |Diciembre 2007 Suárez Mason, un hombre que pertenecía junto a Camps a dios términos no corren en esta hora del mundo”. la logia neofascista Propaganda 2.... También pertenecían a “La Iglesia argentina en 1976 era muy conservadora, una ese núcleo duro Ibérico Saint Jean, que ocupaba el cargo de docena de obispos tradicionalistas tenían una fuerte presen- gobernador, y el comisario Miguel Etchecolatz, que secun- cia, y fueron hegemónicos en la coyuntura más crítica, en- daba a Camps en la jerarquía como Director General de In- tre el 73 y el 76”, explica Martín Obregón, autor de Entre vestigaciones. la cruz y la espada. Para este historiador, Tortolo y Bona- “Parecía que había una especie de puja interna entre miem- mín son los nombres emblemáticos de una “política de dis- bros del Ejército, hablaban de un nacionalismo no muy cla- ciplinamiento muy fuerte que toma la jerarquía católica”, ro. Era gente con una estructura mesiánica”, caracteriza Pa- tras la tensión de los años posteriores al Concilio Vaticano paleo quizás sin saber detalles de nombres y cargos, pero II. “Las figuras del tradicionalismo católico más exacerbado con la experiencia vivida en carne propia. Tal es así que un ocupan el centro de la Iglesia nacional. Es el caso de estos día recibió la visita de Christian Von Wernich, uno de los dos personajes, representantes de ese catolicismo integral miembros de la Iglesia que completaban el Grupo La Plata, que levantaba por ejemplo ideas de la Guerra Santa, de la junto a monseñor Antonio Plaza, que además de liderar la lucha contra los enemigos de la patria, etcétera”. diócesis platense era capellán general de la Policía. Entrada la dictadura, Tortolo llegó a defender las torturas “Su presencia era posterior pero coincidía con las tortu- a partir de argumentos teológicos, en plena asamblea ple- ras. Y tenía conocimiento de lo declarado en los interroga- naria, según textos publicados por Emilio Mignone y Hora- torios”, caracterizó Papaleo el modus operandi del impu- cio Verbitsky.