. D epósito Legal N? 122.444 « i s l a r i o FICHA PERSONAL

Nació el 19 de |unio de 1926. Por En sintesis, con la camiseta ce haber visto .la luz en leste, Julio jugó entre 1950 y 1959, Estrellas si dio del natalicio de Artigas, ei actuando en 27 partidos en los cua­ padre no dudo un irisante y el bau­ les convirtió nueve goles. El último Departirás N° 6 tismo no podía ser otro: Julio Ger­ 'encuentro con la Selección lo ju­ vasio Pérez Gutiérrez. gó en 1959, cuando ya militaba en Sud América y tue ante la Selec MONTEVIDEO. cion de Rosario dé la República Ar 26 DE OCTUBRE DE 1977 El 26 de aposto de 1950 se casó gentina. Con Gladys Castro "Ganara o per­ diera el Mundial me casaba, por­ que así lo había establecido con Su triunfal campaña en el Club, mi novia antes de partir para Bra­ Nacional de Football se extendió des sil", aclara Julio cuando le pregun­ de 1950 a 1956. En ese lapso se to si el casamiento obedeció a:que consagró campeón de la Copa Uru­ guaya en cuatro oportunidades quería festejar el triunfo de Mara­ 11950, 52, 55 y 56) y su tigura re­ caná". sultó decisiva en varias témpora das. Tuvo tres hijos. Cristina. Julio y Wilsnn, en ese orden, y de la hija Al abandonar Nacional pasó a ju ya tiene los primeros dos ni'etos ■ (jar al Internacional de Porto Ale "Un casalcito", como dice Julio gre en donde actuó fugazmente identificando su amor por los pá apenas seis meses. loros con los nietos En 1958 se incorporó a Sud Ame Siempre ha vivido un el barrio rica que estaba en la Divisional Lavalleja y los equipos de esa zo­ 'B ", logrando ese año el ascenso na fueron los primeros que cono a Primera. Julio también estuvo er cieron las bondades de su lutbol el descenso de la IASA en 1960 Se inició en el "Ultima Hora", un fecha en la cual le corrió el telón club que en los primeros artos de a su actuación como jugador pro la década del cuarenta estaba atl fosional de fútbol. liado a la Extra Después jugó un el "Edison" que pertenecía a la Pero, sin embargo, siguió jugan­ Liga de Montevideo y en 1944 lie do El fútbol ha sido, ¡unto con los .jo a las interiores de Reciño Al pájaros, su gran amor, y por lo -año siquiente, en la "B". debuto tanto no pudo resistir el llamado da Si. Como lo dice el conipañt. como titular eh ej conjunto de Sa la sangre, al extremo de continuar ru Atilio Garrido, que tue quien yago y vistió la camiseta de los al- su carrera deportiva, prácticamen lo entrevistara, Julio Pérez un mverdos hasta 1947. le hasta hoy, en varios equipos del ' pata loca" que alcanzó la glo­ interior del país afiliados a OFI ria tue. como futbolista, rebel de y atrevido. En el uñn 1948 paso a Rlver Pía Rebelde- por su manera de sei le en carácter de préstamo, y de­ Su campaña corno internacional butó un Primera División en esa . eleste merece una nota aparte que siempre presto a la reacción tren temporada que quedó trunca per la te a lo que entendiera injusto debe integrar s1 ficha personal: Ju Y atrevido, por su forma de ac lamosa huelqa de limadores qó en el Campeonato Sudamericano cionar en las canchas, basada en -Copa América- de 1955 y en el Panamericano de 1952 Les dos tor su especialisimo pensamiento de En I95U llego a Nacional, perú mu que "los locos y los irrespunau debuto en los tricolores basta des neos se jugaron en Chile y Uru­ bles" como él jamás defraudan pués de finalizado el Cmnpeobíito guay tuvo en ambos una muy mala Mundial de 1950, porque Inmediata performance, al extremo de que en por dificil que sea la parada que el Sudamericano, los celestes con se tengan que jugar mente a la transferencia de Ríver Jubo Perez suplantado en el se Hizo de la práctica del fútbol para Nacional tue convocado para integrar, primero la preseleccion v gundo liempo por Héctor Demarco 'un verdadero culto Y a tanto vivieron la derrota más aciaga para luego el núcleo definitivo llegó su pasión por él, que sí bien nuestro fútbol en estos torneos: fue profesionalmente como cuadraba el 27 de marzo de 1955 y Argenti a un campeón supo retirarse a En 1946, siendo jugador de Ha na derrotó a Uruguay por 6 a 1 tiempo, siguió apegado al embrujo einy, había integrado el plantel du del balón hasta una altura de la Uruguay que jugó en Brasil, ante vida que. para otros, habría re la Selección local la Copa Barón La actuación de Julio Perez en sultado inalcanzable. de Rio Branco". pero Julio Pérez el fútbol se ha prolongado en la Convencido de que los grandes estuvo corno suplente taz de director técnico. Siempre es­ futbolistas nacen de la calle y el tuvo dedicado a las divisiones in­ baldío, hoy, ya en el retiro aun feriores y comenzó a trabajar en que todavía ligado al balompié en Oficialmente con la celeste do Sud América, haciéndolo en el lap­ calidad de técnico- Julio Pérez butó en un partido que jugó Uru so eptre I964 y 1966. En 1975 es (.os hace el regalo de su franque­ guay frente a Paraguay, en Brasil, tuvo en las inferiores de Racjñg, za para decir las cosas Y con su por la Copa Ministerio de Guerra y emigrando a México para ocuparse relato fluido, sin rebusques pero Marina en 1950. antes del Mundial de los menores del Veracruz sincero, mediante este fascículo lome jiatamente —ya como titular ce nos retrotrae a una época que. leste— iuqó la Copa "Río Branco" quiérase o no, fue mejor. Al me ante Brasil y meses después, en En estos momentos. Julio Pérez nos. para el fútbol uruguayo la caliente tierra que inmortalizo es el .técnico de la Selección du Yinicius con sus sambas, logró Ju­ facuaremó g.ue próximamente juga lio Pérez su mayor pendón de glo­ CARLOS A COCCHI ró el Torneo del Norte, organizado ria. Campeón del Mundo en Ma­ por la Confederación de aquella zo racaná. Julio, en ese torneo, jugó na y que cuenta con el auspicio de todos los partidos como titular. OFI

Depósito Legal N° 122.444 J V itfrtttftcírCrlHnrfífcñicírirtririrttrtrCrtrCrtrCrtrirtrtrtrtrttfrírírMctrtcürttfrCr JULIO PEREZ O... por ATILIO GARRIDO

La

historia

de un

"Pata Loca"...

AMINO Edison casi Instruc­ do aire para alentar un sueño de casimires importados, la marca en ciones. Pleno corazón del calle; y al final, allá lejos, otra vez el orillo. El que tiene la cara ama­ barrio Lavalleja. Un cami­ el suburbibo aparece en escena sada con los rasgos indiados de C no algo angosto, asfaltado, cuando Sayago se recorta en el los viejos caciques charrúas y con­ i mi,lado por muqjios árboles que lo horizont§. Al sur, pasando Instruc­ serva la nariz aguileña y la pera marginan y ofrecen el verde Impo­ ciones como quien va para el cen­ prominente que heredó del gaucho, nente de millones de pequeñas ho­ tro, el camino muere sin destino del campo, de ese campo que lo lán que son el testimonio inequívo­ en los descampados fondos del Ce­ vio nacer, criarse, desarrollarse y co de una primavera que va reven- menterio del Norte; y en esos que también lo verá morir. Porqué tnndo en toda la naturaleza. Diez o campos, Julio se mete todas las Julio es así; tiene el rostro limpio doce casas de un lado de la calza­ tardes buscando el contacto estre­ y la cautela sabia del hombre del da, en hilera, parecen construidas cho con la naturaleza y la soledad Interior que estudia cada paso, que por ni mismo arquitecto: un jardln- “Me encontró de casualidad por­ baraja cada reacción y si la pierna i.lln id frente, una fila de tejas co­ que un amigo me fue a buscar. Si lo convence se entrega y llega a lmadas le ponen coqueta visera a no, hasta la tarde no vuelvo. Me sonreír tímidamente porque en él la pared que recibe al visitante, dos voy por el campo con el mate y no hay estruendo; no hay tonos al­ ventanos, una puerta y al costado el trampero y me paso las horas tos y graves. Todo es Igual. Todo una entrada que quiere parecer de solo, mirando los árboles, caminan­ sale tenue, monocorde, con un so­ mu age, pero que conduce al fon­ do por el pasto y jugando con mis lo tono de voz que tiene el acento da, al clásico "fondito donde hace- dorados... No sé por qué, sabe, gauchesco como característica prin­ nms los asados y Julio se divierte pero me gusta la soledad. El rui­ cipal y la pausa larga entre frase > en los bichos”, según apunta doña do no me llama. . .” y frase, como detalle más desta­ Mledys cuando sale a recibirme. • Este es el Julio Pérez de hoy. cado. I nuipuns, ul camino Edison se El de ayer, el de mañana, el de Ya estamos en el livlng de la: plaidn nn medio del campo, buscan­ siem pre... El que lleva, como los casa.

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TIENE DOS PASIONES BRAVAS: EL FUTBOL Y LOS PAJAROS...

DOS PROMESAS A SAN CONO Si alguna vez estuvo en San Cono, en Florida, estoy seguro que lo habrá visto. Si nunca fue, o estuvo pero no lo vio, se lo voy a contar: en una de las mil vitrinas que existen en la capilla y que guardan las ofrendas de otros tantos milagros cum­ plidos, descansa orgullosa una camiseta celeste que tiene e! número 8. A su lado reposa una pelota de cuero, de las del tiempo viejo, con piripicho y todo. La camiseta es la que uso Julio Pérez en la fina! de 1950 en Maracaná ante Brasil. La pelota, es la que se utilizó en ese último partido de! tor­ neo que culminó con la Final de Uruguay sobre Brasil por 2 a 1. Cuente Julio ., ganamos el clásico, con lo que finalizamos el tor­ “La historia es simple. Vo siempre fui creyente y neo igualados en el primer puesto. Había que des­ antes del Mundial de 1950, hice la promesa de que empatar en una final. La misma se jugó en 1953, si ganábamos la Copa y yo jugaba, llevaba la cami­ en febrero y la ganamos nosotros consagrándonos, seta de la final. Ganamos y cumplí. Al regresar me campeones. No lo podíamos creer. Había que cum fui con dos amigos, de incógnito y después de un plir la promesa. Y allá fuimos a pie hasta Florida simple requisito dejé la camiseta y la pelota de la Eramos cinco jugadores. Souto, Cruz, Enrico, Car- final. Las promesas hay que cumplirlas " bailo y yo; y en un automóvil iban Santamaría y ¿Voivip a San Cono alguna otra vez? Gambetta llevándonos comida y frazadas para el “ Sí. Y ésa vez el asunto, estuvo más promocio- viaje. La caminata demoró dos dias. Las fotogra nado Resulta que en el Campeonato Uruguayo de fias salieron en todos los diarios y cuando llega 1953 Nacional estaba a cuatro puntos de Peñarol y mos a Florida nos esperaba la multitud. A veces, faltaban dos fechas. En ese momento- con otros la fe lo puede todo,.. “ cuatro jugadores hicimos la promesa: si salimos ¿Después volvió a ir alguna otra vez? campeones nos vamos a pie hasta San Cono. ¿Vd. Está loco. Con dos veces alcanza. No se ol se imagina lo que es ir a pie hasta Florida? Es que vide que son 101 kilómetros y una vez los hice salir campeones era imposible. Pero resulta que Pe­ caminando". ñarol perdió ante Liverpool y después nosotros le Es cierto. La fe mueve montañas

Julio enciende un cigarrillo y yo!, todo despertaba mi curiosidad ro? ¿Qué futuro? Los pibes de mientras tanto, de meterme en y admiración. Y el fóbal también aquella época apenas si conocían sus pensamientos, me parece que apareció temprano. Empecé a ju­ jasa palabra. Crecían muy lejos estaría mucho más cómodo si a gar en los menores de un club del materialisrf.o que hoy obliga a mano tuviera un poco de chala y que se llamaba “Ultima Hora” y pensar en el mañana cuando apa­ una hojilla de las de antes para ar­ estaba afiliado a la Extra. Después recen los primeros indicios de mar el pucho y sustituir ese ciga pasé al “Edison”, un cuadro que barba en la cara. Antes, cada día rro que impone la simple mecani­ jugaba en la Liga de Montevideo, era nada más que otro partido de zación de abrir la cajilla. y ya por ese entonces me revol­ fútbol. Que otro trampero abierto Una pausa. Me mira y empieza vía. Le hablo de 1942 o 43, pero mientras el llamador completaba su historia . esos equipos, que fueron los pri­ la obra de lograr otra pieza. Y así meros que integré en forma ofi­ Julio se hizo atorrante... Atorran­ "DORMIA CON UNA PELOTA cial, simplemente significaron la; te de la calle, el baldío, el cam­ ABAJO'E LA CAMA" continuación de una etapa que ha­ p o ... bía empezado diez años antes por “Y gracias que el viejo me da­ acá, en los baldíos, en esos parti­ ba de comer. ¡Y de qué forma! “Nunca salí de este barrio. Na­ dos donde nos mezclábamos cua­ Había que desayunar y almorzar cí acá a la vuelta — y su mano se­ renta contra cuarenta y termina­ con él. Después, a las tres de la ñala la ventana— en la calle Te­ ban cuando la noche nos obligaba tarde nos teníamos que comer dos ruel casi Cnel. Raíz. Eramos cua- a postergar el picado para el día huevos con vino garnacha y cuan­ , tro hermanos, el viejo tenía al­ siguiente. Y ese fue el mejor en­ do anochecía había que tomarse macén y una pequeña chacrita en trenamiento: pelota todo el día, y dos vasos de leche al pie de la • Canelones. Esa fue mi infancia: el después de noche yo dormía con vaca. Recién ordeñada. Me acuer­ barrio y el campo, atrás de los bi­ una abajo de la cama do como si fuera hoy. El viejo se chos y la pelota de fóbal. Pájaros, Pájaros, campo y pelota. Nada paraba en la puerta de casa y gri­ perros, caballos, vacas y ¡qué( sé de pensar en el futuro. ¿El futu­ taba: “¿Y, Carmen?, ¿todos toma-

T 1 irkiririrb ire rirü ú ittfttrfrtrírtrtrtrtrtrtrtrtrlrC rt^^ “PENSAR QUE ME CONSAGRE É CON EL N ?8 Y A ESA Mj CAMISETA SIEMPRE LE TUVE BRONCA. A MI ME GUSTABA EL 10...”

¡Que los cumplas feliz! ¡Que los cumplas feliz! La torta de cumpleaños para Julio y el coro de ios muchachos. Ambrois canta sonriente, y Miguez se suma al festejo. Fue durante el Mundial de 19S4 y el cumpleaños de Julio se festejó lejos de la patria.

ron? Morfando le fundíamos el bo­ la libreta" otorgaron los primeros po, hacia lo que quería. Me olvi­ liche a! viejo. Pero así nos cria­ créditos sin firma, sin pensar que daba de los demás y sólo me pre­ mos: bien sanos y con mucho cal­ iniciaban una cadena que ha cul­ ocupaba tener la pelota y no lar­ cio.” minado con el boom de las cuotas garla; era muy entreverado, hacía La escuela fue apenas una anéc­ Y ya estamos en 1944... un fútbol loco, medio eléctrico . dota. La tutela del padre permitió "Me fui a probar a ¡as inferio­ Y nace “ pata loca” . Casi sin no pensar en el futuro y "vivir res de Racing, acá en Sayago, y quererlo, por ese andar desgarba­ sin iaburar, sin trabajar en nada me dejaron en la Cuarta de half do y enredado adentro de la can­ serio porque estando abajo'el ala izquierdo; o si lo prefiere Ud., de cha; por esas gambas que cazaban del viejo, la comida estaba segura. marcador de punta derecha, como la globa y al iguai que un tram ­ A veces lo ayudaba en el almacén dicen ahora los fenómenos. Ese pero le ponían rejas a la libertad con el reparto y en otras me iba año, ei equipo se fue a la "B”. AÍ de la pelota, para imponer sus de­ a la chacra y me quedaba con los siguiente, Lorenzo Fernández, que seos de divertirse mirando a los bichos, andando en jardinera, con era el técnico, me sube ai primero demás pasar de largo y haciendo las vacas, las ovejas y todo ese y me pone de entreala izquierdo, el ridículo ante una cintura que mundo de soledad que a uno se le con el diez, porque yo a la derecha se quebraba y unas piernas que mete por los ojos y le lleva

Año 1948. “Cuando tenía pelo”, como recuerda El final en el fútbol profesional de primera di­ Julio. El debut en primera división vistiendo la visión. La camiseta de Sud América y el año camiseta de River Píate. Después vendrían la fa­ 1960. Después siguió jugando, pero en el inte­ ma y la gloria. Por ese entonces, sólo cobraba rior, en equipo de OFI. para el ómnibus y algún vicio chico

rival para poder llegar al gol. Este burbio, de la miseria, pero es im­ Y ya tenemos a Julio metido sirve. Y eso a mí siempre me gus­ portante que morfe bien. Que se en el fútbol grande. Haciéndole sus tó. ¿Sabe una cosa? La gente pen­ alimente. Los nenes bien son para primeras moñas a la vida en bus­ saba que yo era débil porque te­ otra cosa: el estudio, una carrera, ca de su destino de gloria. Ra­ nía apariencia de tiernito. Pero no el título de doctor. En cambio cing, 1945, la Divisional ''B", todos era así. Estaban equivocados, y a los pobres esas cosas no les in­ recuerdos que se amontonan en acá vuelvo a lo del principio: a mi teresan porque saben que no es­ la mente de este hombre que si­ viejo y la alimentación que nos tán a su alcance. Entonces tanto gue fumando y que de vez en dio en la infancia ." da, salvar como perder el año.” cuando pierde la mirada en el ho­ ¿Cambiaron los tiempos? rizonte que se recorta por la ven­ LOS RICOS NO JUEGAN "Sí. Ahora es diferente. Hay tana. AL FUTBOL más progreso y menos atorrantes, y eso, aunque parezca mentira, ha DE SUPLENTE, PERO perjudicado al fútbol y el nacimien­ Me atrevo a cortar su relato. LLEGA LA CELESTE to de los jugadores. Hoy, cualquier Es la primera vez que lo hago, ñe­ familia se preocupa por el destino ro me animo a preguntarle si ésa, "Tenia 20 años, jugaba en la de los hijos. Los hacen estudiar la alimentación, es la diferencia “B” y me citan para la Selección. desde chicos y los apartan de la entre la juventud de ahora y la de ¡Qué época! Los titulares eran el calle. Hace poco estuve en las in­ antes. “Loncha” García y Juan Burgueño, feriores de Racing y para entrenar "En ese terreno no me meto y yo fui como suplente a disputar con los muchachos siempre había Mejor no hablar. Lo único que le la Copa “ Río Branco” ante Bra­ un problema porque todos tenían digo es que, para mí es funda­ sil. Después volví a Racing y a que estudiar. Antes no había estu­ mental que la juventud que juega pesar de que estuve tres años co­ dio, ni horario para el colegio. al fútbol esté bien alimentada. El mo titular, no pudimos salir cam­ Sólo los ricos andaban en eso. Los futbolista nace de pobre, del su­ peones. Siempre arañamos el pri- otros: campo y p e lo ta ..."

&Jir£rictt1rC rttrC rírúftú¿ ríiirttrtrlttr(rütrC rC rtrt^^ 6 lirtr& rrtrC rü$rir% 1rtr(rfrtrtrttirtrtrñrtrtrtt “SOY UNO DE LOS POCOS CASOS EN LA HISTORIA DEL FUTBOL: JUGABA EN LA “B” Y ME CITARON PARA LA SELECCION. FUE EN 1946”

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TRES TRIUNFOS HISTORICOS

Entre el 28 de diciembre de 1952 y el 25 de febrero de 1953, Na­ cional, con el Invalorable aporte del fenomenal Julio Pérez, obtuvo tres victorias consecutivas y categóricas trente a Heñaroi, en tres clásicos recordados e imborrables para todos los nacionaiótilos. Faltaban tres techas para culminar el Campeonato Uruguayo de 1952 y Peñarol nos llevaba cuatro puntos de ventaia. Ante esta cir­ cunstancia, un grupo de asociados tricolores realizamos un almuerzo de confraternidad en el "Gran Parque Central", el 14 de diciembre de 1952, para recordar la memorable conquista del año 1941 (Cam­ peones invictos sin puntos en contra y el record ue ü a 0 ante Pe­ ñarol), buscando con elle levantar la moral de nuestros muchachos para las jornadas culminantes del mencionado torneo Por coinciden­ cia del destino, esa misma tarde de domingo, Peñarol perdió ante Liverpool por 3 a 1, y con el posterior triunfo clásico de Nacional, obtenido el 28 de diciembre, el "Día de los Inocentes", más la pos­ terior victoria ante Danubio en partido que estaba atrasado, Nacional "¿Bailas, Negro?”, parece decir­ culminó el torneo de ese año (1952) en igualdad de puntos con Pe­ le Julio Pérez a Obdulio Varela, ñarol, quedando la definición pendiente para el año siguiente. Es un saludo antes de un clá­ La noche del 4 de febrero de 1953, se juega el primer clásico por la primera Copa Montevideo, venciendo nuestro Nacional, que nueve sico. Un clásico, ese partido dis­ días después ganaría el certamen. tinto en donde el hincha no pue­ Y así llegamos al ^miércoles 25 de febrero (semana de Carnavai) de imaginarse lo que ocurre en de 1953, día en que se disputa, de tarde, la final del Campeonato la cancha. Uruguayo del año anterior. Con otra memorable victoria nacionaiófila por 4 a 2 se define la histórica contienda que marcó una trilogía de triunfos imborrables ante el clásico rival de siempre. (Jesús Arrieta Fontana, dirigente de Nacional de la época y periodista e historiador tri­ color de toda la vida.) v______y

mer puesto, pero el ascenso no lio sigue hablando. No se detiene. enciende con el recuerdo. Por den­ vino. De mi época en Racing me Ya es m onólogo... tro, estoy seguro que la sangre le queda la gran alegría de haber co­ "En 1948, River Píate me lleva hierve. Julio rememora y Julio vi­ nocido al "Manco" Castro. NoS en préstamo por un año. Hablaron ve. Vuelve a vivir cuando me ha­ dirigió una temporada. Nada de pi­ con los dirigentes de Racing y yo bla de su pase a Nacional y su zarrón, pero trabajaba como un lo­ pasé a jugar por los darseneros. sueño concretado. Aquella ilusión co; me enseñaba a pegarle a la Empecé en el profesionalismo por­ que acunó en los campos de su pelota y nos hacía ver los defec­ que River estaba en Primera, pero barrio. Aquel sueño de ser alguien tos de ios rivales. De Lorenzo los dos años que pasé allí fueron que se concretaba en hermosa aprendí lo que es la hombría y la de pesos flacos. Apenas si cobraba realidad. vergüenza. Nunca quería perder. para el ómnibus y algún vicio chi­ “Aunque le parezca raro, creo Ni siquiera en las prácticas. Era co. La plata no daba ni para ves­ que el que me llevó a Nacional capaz de matar a uno si ese hom­ tirse, pero no me puedo quejar: fue Luis Alberto Luz. Un día me bre le aflojaba en el partido. Aho­ 'adquirí una experiencia muy buena, dijo: “Pibe, ¿querés jugar en un ra que el tiempo ha pasado, me me mostré en Primera y pude ju­ grande?" Le respondí que sí; ha­ doy cuenta de la importancia que gar al lado de grandes futbolistas. bló y la transferencia se hizo. tienen los técnicos cuando traba­ Tuve de técnicos a Eduardo García Después me enteré que River ne­ jan con la niñez, con la juventud. y Romeo Vázquez, y quedé maravi­ cesitaba vender algún jugador pa­ Allí es donde se puede enseñar. llado con las cosas que hacía Juan ra salvar el presupuesto y el úni­ Después, de adulto, Ud. podrá co­ Bautista Bezzuso en el arco y la co juvenil que había era yo." rregir algo, pero n,unca enseñar.” forma en que defendían Joaquín Julio, por entonces, principios Bermúdez y Luis Alberto Luz. Y de 1950, estaba de novio con la DOS AÑOS EN RIVER PLATE además, River fue el trampolín a que hoy es su mujer.. . Ya pensa- . Y DESPUES, NACIONAL la f&ma. . . ” ba en el futuro. Pensaba en la fa­ Doña Gladys acerca "algo fuer­ Los pómulos prominentes le ma que iba llegando, pero que te” Después trae picadillo y Ju­ esconden los ojos. La mirada se también pasa. El país ya iba trañS- 'CrtrCrCrtrCrCrtrklrirírtrCrírCrtrírittrCririrCrttirtrirCrCrCrüfttt Amante de la soledad la naturaleza rebelde, atrevido y crack de fútbol -

formando los hábitos, las costum­ bres de vida y el cambio econó­ mico iba metiendo a todos en el materialismo que hoy nos domi­ n a ... “Nacional pagó gor mi pase $ 30.000 y a mí me tocaron tres mil pesos por el porcentaje del 10 %. Primero era medio gil, no pensaba en el dinero; pero de a oco me fui dando cuenta que ha- bía que aprovechar la buena. Co- braba un bu buen sueldo en Nacional y con Gladys empezamos a apre­ tar los pesos. Tres años de aho­ rros y concretamos otro sueño: nos compramos el terreno y nos hicimos el rancho. Vivíamos mo­ destamente, pero algunos mangos siempre guardamos.”

EL MUNDIAL DE 1950 TRAE MALOS RECUERDOS

Con los primeros pesos fuer­ tes, el pase a Nacional y la fa­ ma, también llegarían los primeros problemas. Las grandes broncas! Y Julio comenzaría a escribir una historia de rebelde, que aún hoy se mantiene... "Llegué a Nacional y no pude debutar porque enseguida me con- Una fotografía distinta vocaron para la preselección qu que del equipo uruguayo que se preparaba para el Mundial de actuó en el Mundial de 1950. Ahí empezaron momentos 1950. Pertenece a la eta­ muy bravos, pero como este re­ pa previa al torneo, y portaje reseña mi vida y quedará aparece el equipo posan­ como testimonio para las futuras do de pie, figurando de generaciones, voy a desembuchar izq. a der.: Obdulio Vá­ algo que nunca dije. Con la pre­ rela, Juan López, Tejera, selección no pasaba nada. Era un Máspoli, Juan Carlos Gon­ desastre. La delantera estaba ar­ zález, Julio Pérez, Matías mada con la base de los jugadores González, Rodríguez An- de Peñarol, y a mí no me ponían. drade, Ghiggia, Míguez, Yo siempre estaba de suplente, Vidal y Burgueño mascando el freno de la bronca. Me acuerdo como si fuera hoy: ju­ gábamos un partido de práctica, el equipo era un desastre y cuan­ do volvíamos al vestuario, muchos de los cronistas que después llo­ raban con el triunfo, a toda voz decían: “hay que sacarle la carta de ciudadanía a Hohberg y ponerlo, porque esto no camina". Los mira­ ba y no me podía aguantar. Yo pensaba que si me daban la opor? Junto a Ghiggia, Wllliam Mar­ tunidad y no caminaba, estaba bien tínez y Míguez, en un equipo ue llamaran a Hohberg; pero to- de antiguas glorias, jugando 3os pedían al cordobés y yo se­ un partido a beneficio, para guía sin jugar, sin poder demostrar los que Julio siempre estuvo si valía o no. Así pasaron varios, dispuesto meses. El técnico que estaba en ese momento me tiraba al medio. No me ponía. ¡Pero no me pregun- trtrto irC rC rtrtrttrtrtrC ttcfrirfrtrttrfrtrM ríritfttt

LA FAMA GOLPEA EN SU PUERTA: DOS AÑOS EN RIVER PLATE, EL PASE A NACIONAL, Y SIN DEBUTAR

UN RECORD CLASICO: UN GOL A FAVOR Y OTRO | EN CONTRA

Tarde de clásico. La tribuna colmada, la lu­ cha en la cancha y la emoción d e I hincha palpitando en la defi­ nición de ia jugada. Julio Pérez mira la pe­ lota a centímetros del arco. ¿Entrará?

El día “D" de Julio Pérez fue el 2 de diciembre A. los 44 minutos el juez —Vaga— cobró un pe­ de 1956 por la Copa Uruguaya en un clásico que nal a favor de Peñarol que lo remató Míguez y lo terminó empatado 1 a 1. contuvo Taibo. El juez fue Pablo Vlctorlo Vaga y el encuentro A los 54 minutos-Julio Pérez marcó el primer se jugó en el estadio Centenario. gol del partido para Nacional contra el arco de la Nacional formó con Taibo; Marichal y Leopardi; Colombes. Festejó el gol, mostró la camiseta a la Diego Collazo, Santamaría (cap.) y Cruz; Hugo Vi- tribuna y vino corriendo hasta la tribuna América. llamlde, Julio Pérez, Ambrois, Rodríguez Caraballo Me parece verlo. y Juan Angel Romero. A los'72 minutos, gol de Peñarol. Julio Pérez en contra en el arco de la Amsterdam. Tiró Ello Peñarol integró su equipo con Maidana Mirt;o Montano y Julio Pérez, que venía a cubrir un palo, Davoine y Vanoli; Rodríguez Andrade, Salvador y le dio un puntazo a la pelota y la Introdujo contra Gonzalvo; Borges, Hohberg, Míguez (cap.). Montaño el otro poste. y Leltch. Resultado final: tal. Exactamente 39.513 per­ Nacional era dirigido por y Peña- sonas que ppgaron entrada lo vieron .. Muchos lo rol por Hirchls. recuerdan como un hecho Insólito. \ ______

t§ el nombre porque no se lo voy .también salimos adelante y perdi­ ‘'Cambiaron el técnico de la Se­ a dar! ¡Yo no le hago el caldo gor­ mos ahí. Yo jugué muy bien en los lección, me amenazaron los diri­ do a nadie...!" tres partidos y cuando retornamos gentes de Nacional, diciéndome ¿Y cómo llega la oportunidad? me propuse hacerme valer. ¡Que­ que si no integraba el plantel ce­ , "Les gané por cansancio. Des­ ría cobrarme las cuentas! Me fui leste, mi pase a los tricolores no pués de tantas pruebas y fracasos, a la Asociación y hablé dos horas se hacía, y entonces volví. Era me­ no tenían más remedio que meter­ con el presidente, Batlle Pacheco, dio paisano, me asusté y cambié me. Fue en un partido que juga­ para decirle que renunciaba a la de parecer. Menos mal, porque si mos en el Interior y ahi comenzó Selección. Que no quería jugar el no, me perdía la gloria de Mara­ la amistad con Míguez. Primer Mundial. Que no me sentía capaz caná." tiempo: 0 a 0. Para el segundo me de defender la celeste. Don Bat­ ¿Cómo vio el torneo? ¿Cómo ponen. Piso la cancha y el Ornar lle Pacheco se puso como loco; me jugó Uruguay? me dice: “Pibe, quédate al lado dijo que yo era el titular indiscu­ “Durante el Mundial todos de­ mío a ver si cambiamos la cosa". tible, que me fuera a entrenar, cían que el equipo no andaba. Los ¡Paaa! La rompimos. Hicimos cin­ Yo le dije que no y me fui. ¡Que periodistas nos castigaban y se co goles y todos volvieron locos llamaran a Hohberg!" había creado una sicosis de derro­ de la vida. Yo seguí aguantándo­ ta y pesimismo que era injusta. me piola. Sabía que el técnico me Los cronistas se dejaban impresio­ tbnía bronca y en cualquier mo­ LA GRAN ALEGRIA nar por las goleadas de Brasil, pe­ mento me iba a bombear. Así, fui­ DE MARACANA no no se daban cuenta que los ri­ mos a Brasil a jugar la Copa Río vales se achicaban. Y no era para Branco y enfrentarnos con Para­ Ahí nace la rebeldía. La bron­ menos. La tribuna, la multitud, los guay por una de esas Copas que ca especial que amasó la espera cohetes y todas esas cosas que se jugaban antes. Contra los pa­ por una chance que no llegaba, por pesaron en el ánimo de los espa­ raguas debuté oficialmente con la ¡a demora premeditada en darle ñoles y los suecos, permitieron celeste. Ganamos. Frente a Brasil una oportunidad que m ere cía ... goleadas de Brasil. Pero eso con irírórúrtcürtrCrCrti'CrCrCritfrüitft'Crü^rttrCrtrúcú'Crü'CrCrCrCzIttrC^^

MARACANA TRAE ALEGRÍAS: PERO TAMBIEN FEOS RECUERDOS...

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Julio en México. Ahí está el decora­ do de la pared y la sonrisa “canchera” del protagonista. Linda época la de México. En todo. Deportiva y econó­ micamente.

nosotros no caminaba. El equipo “En las selecciones de antes, ria. Ahora tenía que triunfar con nuestro jugaba bien y estaba inte­ mandaban los jugadores mayores; los tricolores... . grado por "hombres". Jugaba co­ los que tenían experiencia, los que "La gente se acuerda mal de mo siempre lo hicimos los urugua­ estaban hechos. Los demás, noso­ aquella época y piensa que Peña- yos. Nosotros nunca ganamos con tros, los jóvenes, sólo acatába­ rol nos tenía de hijos. Pero no eS holgura. No tuvimos velocidad. mos lo que ellos decían. En el 50 asi. Ellos tenían un equipo bárbaro. Siempre fuimos rápidos en las los caudillos eran Obdulio, Tejera, Obdulio, Ghiggia, Miguez, Hohberg, puntas, pero en el medio anduvi­ Gambetta, Máspoli y Paz. y ellos Schiaffino y Máspoli. Pero nosotros mos despacio, con un 4-3-3 bien mandaban, discutían con los diri­ tenían también flor de cuadro y rígido. Y eso los periodistas no lo gentes, resolvían y después nos llegamos a imponer nuestra hege- veían. No se daban cuenta que a comunicaban las cosas. De lo úni­ monja. En Nacional yo fui ganador nosotros en la final no nos iban co que me acuerdo, es que un día, Estuve siete años y salí cuatro a achicar. Yo sé que al decir es­ después del empate ante España, veces Campeón del Uruguayo. tas cosas, alguno debe pensar: vinieron los muchachos, nos reu­ ¿Qué le parece? ¿Eso es fracasar? "Mirá este coso, habla de optimis­ nieron y nos dijeron: contra Sue­ ¿Algún recuerdo? mo después que pasaron veinte cia juegan los dirigentes. Eso fue "Muchos, pero el jugador de un años". Pero no es asi. Nosotros todo. Resulta que por partido ga­ cuadro grande, al menos en aque­ siempre estuvimos tranquilos y los nado nos tenían que pagar S 300 y, lla época, sólo pensaba en los clá­ jugadores pensábamos que a Bra­ por lógica deducción, por empate sicos. Son partidos distintos. To-, sil o le ganábamos o no perdía­ nos correspondían S 150. Pero no dos los jugadores pagan derecho'1 mos por goleada.” nos querían dar nada. Después to­ de piso porque no están acostum­ do se arregló, pero no me pregun­ brados a ese mareo. Hay que ju­ "CONTRA SUECIA te cómo." gar tres o cuatro clásicos para sa­ JUEGAN LOS DIRIGENTES" NACIONAL, LOS CLASICOS ber lo que es eso y cómo hay que actuar. En el clásico vale el fútbol, I Y EL DERECHO DE PISO pero también vale todo lo otro que ¿Hubo problemas con los diri­ Todavía no había jugado en Na­ gentes? la gente no ve desde la tribuna. cional y ya sabía lo qpe era la glo­ Los rivales meten boquilla, tratan ftfrirtrfrü frü ilttrtricú trtrtrtrirkfrfrfrfrirtcirtrtrtr^^

------v ¡gS ' ^ / “EN LOS CLASICOS JUEGAN / BIEN LOS LOCOS, LOS * / IRRESPONSABLES. POR Á ¿ ESO YO NO FALLE NUNCA...

Julio y la familia. Doña Gladys tiene la mirada de satis­ facción de quien contempla con or­ gullo las bondades de la obra realiza­ da: un hogar feliz, tres hijos — en la fotografía aparecen dos— y dos nietos que son los prime­ ros de "unos cuan­ tos que vendrán". Julio, cigarro en mano, ¡vaya uno a saber qué quiere explicarle a los “cachorros”!

de hacerlo entrar, lo insultan, lo a hablar mal de él. Por eso le Otra vez el gran orgulloso en quieren hacer ensillar para que lo digo que los clásicos son distin­ escena. Como siempre, el gran echen y si Ud. entra, está frito . tos". amor propio que nunca claudica. ¿Quiénes hablaban en Peñarol? El único Julio que existe; el hom­ "Nooo. No me pregunte eso. A "A MI NADIE ME CORRIA bre capaz de largarlo todo para los amigos no hay que venderlos CON EL PONCHO" rebelarse contra la injusticia... y yo me hice amigo de todos. Tu­ > Julio siempre quiso ser juga ¿Qué pasó Julio? ve muchos líos porque yo era me­ dor de fútbol. Ardientemente que­ “ En esa época empezaban a dio bandido y despierto, y ense­ ría ser esc. Nada más que eso aparecer los técnicos vanidososl guida chapé la onda. Saqué pro­ En todos los actos de su vida, en Se olvidaban de los seres humanos.) ducto de todo y cuando aprendí, Jodas las horas del día, su único Nos querían primerear con el rigor me tenían que aguantar a mí. En pensamiento era ése. Jugador de y eso conmigo no iba. ¡Ah! los téc­ nicos. Si ganábamos, se lo debía­ los clásicos los muy responsables fútbol. Pero era capaz de arries­ mos a ellos. Si perdíamos, era por­ se achican porque los nervios se garlo todo, incluso su futuro cuan­ que no acatábanlos sus órdenes. los comen. Los locos salen ade­ do se lo querían llevar per delan­ ¡Por favor! Hay gente que por fi­ lante porque no piensan; porque te. Cuando lo querían pisotear gurar y sacar tas castañas del fue­ no se dan cuenta de todo lo que Por eso nació en él una rebeldía que lo llevó a reaccionar violen­ go hace cualquier cosa. Y me fui. se juega en ese partido. Por suer­ tamente contra lo que creía una Pero ¿sabe una cosa? En esa época te yo era medio loco.” injusticia... tuve la mayor satisfacción de mi' ¿Santamaría, cómo era? “Por eso en Nacional me fue vida. Más grande que la de Mara-! “Era reposado y a veces la mal al principio y un día me fui caná. Abandoné Nacional y empe­ .responsabilidad se lo comía. Para para mi casa. Fue a fines de 1951. cé a jugar otra vez en los baldíos’ peor tuvo la desgracia de hacerse' les regalé cinco meses de con­ del barrio. Me entreveraba con los1 dos goles en contra en dos clási­ trato y abandoné el club. A mi na­ muchachos del Lavalleja, que hoy cos seguidos, y la gente empezó die me corría con el poncho...” está en la Extra, y de esa forma1 trtrirtrtrtrM rülrirC rùttrtrC rC rtrùictrüirttïrC r^

------— V “YO SIEMPRE FUI REBELDE. NUNCA ME GUSTARON LAS INJUSTICIAS, NI ROBAR LA PLATA”. \ ______-J seguía alentando mi gran pasión. Un día, se estaba formando la Se­ lección Uruguaya para el Paname­ ricano de Chile, en 1952, y Juan López me mandó a buscar. ¿Se da cuenta lo que es eso? Hacía cinco meses gue no jugaba y me lleva rcn con' la celeste al Panamerica­ no . ” Pero, ¿qué pasó Julio? No que­ dan claros los motivos por los que abandonó Nacional.. . “ Me manosearon. Yo andaba mal y al técnico se le ocurrió de­ cir que era porque me emborracha­ ba. Porque tomaba. Yo nunca an­ duve en eso. Siempre me cuidé. Pero el tipo insistió y resolvieron concentrarme toda la semana, de lunes a viernes. Muy bien. Pero llegaba el domingo y no me ponían ni siquiera, en la Reserva. ¿Enton­ ces qué iba a hacer? ¿Robar la pla­ “Trabajar con los jóvenes es la cosa más linda del mun­ ta? Nc. Me vine y no fui más. Las do". Esa es la opinión de Julio Pérez. Y aquí está su pasé duras. No tenía ingresos y obra: Julio técnk|> de las inferiores y el testimonio de tampoco quería trabajar porque sa­ 'aquellos juveniles, hoy valores firmes de pr fie ra divi* bía que si aqarraba un iaburo no • sión. Ahí están Miguel Gómez, Gustavo A. Rodríguez, volvía más al fútbol y yo quería Roberto Echartea, Julio Acuña, Nelson Pedetti y Gualberto de los Santos. Año 1975. —i i , i» il in,ii-i» i illtiir-|llrii*«ilît) seguir jugando. Yo nací como ju­ — h

gador de fútbol”. nu, ¿Cómo se arregló el asunto? “Cambiaren el técnico. Volvió UN TECNICO DE INFERIORES Héctor Castro que ya me conocía de ia época de Racing y empecé —"Soy de los que creo que los técnicos son necesarios en las otra vez”. inferiores, abajo, para enseñarle a los botijas. Por eso siempre me gustó trabajar con ellos. Empecé en Sud América y estuve en las di­ visiones menores desde 1964 a 1966. Después pasé un tiempo sin hacer nada y en 1975 Ruilópez me vino a buscar para que fuera a Racing. Estuve allí hasta que me fui a México con el Prof. De León. Ahora estoy dirigiendo a la Selección de Tacuarembó". "La experiencia mexicana no la olvidaré jamás. Yo pensaba que de fútbol sabía bastante, pero trabajando al lado del Prof De León me di cuenta de que me quedaba por conocer un quilo de cosas. Además, deportivamente nos fue bien; pero materialmente nunca me había ido tan bien. Gané más plata que en toda mi anterior carrera V__como___ jugador".______J

Gran Concurso "ESTRELLAS FASCICULO DEPORTIVAS ®

Nombre: _

Dirección;

C. I.; ______— ______J \ GUARDE ESTE CUPON * TIENE VALOR ic£rùrtrCtCr£r£rùrtrùrùrCr£tâ ^rC rttrtrfrtrC rtrtrC rirtrtrC rírtrtrAcrirC r^^ “EN 1954, EN SUIZA NOS FALTO SUERTE, PERO UN DIRIGENTE COMETIO EL PEOR ERROR DE SU VIDA: SACO A MIGUEZ POR IRRESPONSABLE”.

EL TECNICO DEBE SER los recuerdos. Julio sigue fumando AMIGO DEL JUGADOR incansablemente. Odriozolá aprieta una y mil veces el obturador de Julio tiene la espina clavada su máquina quemando metros de adentro. Aquel episodio no lo po­ película en la búsqueda permanen­ drá olvidar jamás. Recién se ha­ te cíe eternizar los mil gestos que bía casado, su mujer estaba emba­ Julio va desgranando, mientras per­ razada y todo aquello dejó huellas sigue en la memoria el hilo de la ingratas en la joven pareja. Pero conversación que se perdió en la en Julio., el rencor se traduce en segunda copa de "algo fuerte" que experiencia, en elementos positi­ doña Gladys acercó amablemente. vos. .. Y así llegamos a 1954, al Mundial “Ahí me di cuenta que el téc­ de Suiza... nico tiene que ser amigo de los “Yo fui como turista. Me lesio­ jugadores. El técnico que no jugó né en la gira previa; un desgarro al fútbol no tiene vestuario, no sa­ infernal^ y sólo estaba para comer be lo que es perder un partida y y dormir. Lo viví todo de afuera: volver medio muerto a bañarse con y me agarraba la cabeza. Nos per­ la rabia de haber perdido- o el do­ judicó ía suerte, pero de adentro lor de una patada en la canilla. .. algunos ayudaron bastante para quei No sabe nada y empieza a chocar perdiéramos la Copa que habíamos con les futbolistas. Hay jugadores ganado en Maracaná. El equipo an­ que son intratables, pero a la larga daba bien. Tenía buen nivel y en. les seres humanos tienen puntos les primeros partidos jugaron co-i débiles y por un conducto u otro mo fenómenos. Llegó el encuentro- hay que llegarle al corazón. Cuan­ con Inglaterra y a pesar de que do Ud. consigue eso, se compró salimos a flote, la suerte nos dio al jugador y ese hombre se hace flor de hachazo: Obdulio se reven­ matar per Ud. IVIás vale ser ami­ tó una pierna; Abbadie se lesionó go del futbolista y no tenerlo de y el negro Víctor (Andrade) tam­ enemigo, porque a la larga, el ju­ bién se estropeó una rodilla. Pero gador le pega en la nuca. Y si igual, con Schiaffino de centrojás y no me cree, fíjese: Alemania tie­ Obdulio de puntero izquierdo, pu- ne a un técnico que fue un señor ,dimos vencer a los ingleses... ' jugador de fútbol. Y ese técnico Me mira; inclina el vaso, le da está hace más de quince años”. una pitada al pucho como buscan­ do las palabras Justas para seguir "UN MANDAMAS SACO y... A MIGUEZ Y ASI NOS FUE" “Después vjno la mano brava. Teníamos que jugar contra los hún Hace unas cuantas horas que­ garcr y un dirigente quiso hacerse nas metimos en el viejo baúl de Revisando el viejo baúl en don­ de Julio guarda el tesoro de las fotografías y los recortes de diarios de aquella época, que tliei atestiguan los años de gloria, b cuando apareció esta doña Gla­ dys, exclamó: “Quiero que apa­ Fascículo N? 7 rezca esta. Javier fue un gran amigo de Julio. Siempre se ayu­ daron mutuamente”. Y aquí es­ tá: Javier Ambrois, Julio Pérez y el abrazo de amigos con el uniforme de la Selección Uru­ JOSE F. S ASI A guaya del Mundial de 1954.

Martes 19 de noviembre. ftirC rC cfrirírC rü'ítvrtíírfi trC rírlrtrC rtrtritQ rirtririrírtrtrfavrü^^ EL OCASO SIEMPRE LLEGA: INTERNACIONAL DE PORTO ALEGRE, SUD AMERICA Y DESPUES ALGUNOS CUADRITOS DEL INTERIOR... el técnico. Se puso en mandamás y sacó a Miguez. Convenció a to­ do el mundo de que el Ornar era irresponsable. ¿Irresponsable de dónde? El Oscar era un fenómeno y contra Inglaterra habia estado co­ losal. Me acuerdo como si fuera hoy. Hacía caminar la linea de fó- bal, luchaba ccrrio una hormiga y cuando estábamos 4 a 2 se empe­ zó a divertir. Tiraba la pelota para arriba, pasaba por abajo y cuando caía le pecaba de mondongo. Des­ pués se ponía la guinda en la ca­ beza; en la rodilla y la pisaba con­ tra el suelo. La miraba con indife­ rencia y los ingleses se querían morir. Pero ojo que estábamos 4 a 2. Antes había sido un fenóme­ no. Entonces ese dirigente empezó ccn la manija; "hay que sacar a Miguez. Es irresponsable. Si hace esas cosas contra Hungría perde mes”. Y los convenció. Peló al Ornar pa'afuera y asi nes fue. Ese tipo hizo la ruindad más grande de su vida. Se va a morir y tendrá la responsabilidad sobre sus espaldas ,de haber perdido el Campeonato del Mundo. Pero mire que Dios °e lo va a cobrar. Algo le va a man­ dar de arriba para que se acuerde siempre de lo que hizo. ¡Fue una lástima!” Acá aparece el justiciero. El amigo. El hombre Incapaz de tole­ rar una arbitrariedad. El gran soli­ tario que acusa, pero le grita al mundo la verdad de los hechos, su verdad, para defender al amigo ata­ cado. Julio no se olvida que. para él, la gloria del 50 llegó gracias a Miguez

1956: "ME DIERON SALIDA - -TU lililí "Ü DE NACIONAL" •-'V

El..paso-de los años ya se sen­ • tía. Pero el rendimiento ao'entro de la cancha se mantenía inalterable Nadie pensaba en la gloria. La go. Quería el técnico demostrarle Hín embargo, con la finalización de fama estaba todavía lejos. El a la gente que él era capaz de la temporada de 1956 culminó su cambiar a Julio Pérez. Prefefí ir triunfo en el mundial de 1950 etapa gloriosa. me. Le tenía cariño a los pfcsos era un sueño de locos. Aquí 'Habíamos, salido campeones pero todavía para mi la profesión están en el momento de la con Nacional Ambrois y yo fuimos era lo primero. Lo que más iijipor goleadores del eguipo con 14 goles partida para Brasil. En la esca­ taba. !Vle fui a Porto Alegre. Me cada uno, pero el técnico me dio lerilla del avión aparecen Mí- vinieron a buscar de Internationa' salida. No quiero mentirle pero es guez, Julio Pérez, Vidal, Ghiggla, y allá marché. Jugué sólo seis me taba en la plenitud de mi rendi­ Paz, Máspoli y Schiaffino. Aba­ ses. Me la ligaba en todos los par miento. Tenia una madurez futbolís jo, junto al presidente de la tidos y me sacaban de la cancha tica que me permitía adivinar lo delegación, aparecen dos pres­ entre dos. Siempre lesionado. Yo quo iba a pasar adentro de la can tigiosos periodistas que acom­ seguía amasando la nelota y me da cha. Y entonces, el tipo no me en pañaron la gesta; Trifón llich y ban cada patada bárbara. Venían fronto. me quiso imponer cosas ) Rubén Balart. Al fondo, la ban­ los negros y ¡adiós! Julio al suelo otra vez me salió el indio y ¡chau! dera uruguaya flamea orgullosa. Empezaba el final. Volví a largar--to Querían hacer innovaciones conmu v ______J do y.me vine a Montevideo”.

úú*rCrtrtt¿rtrtrtrCrCrCrtrtrCrir£rCrvrír£r£rtrtrtrtrt^^ —

El perro no podía tener otro nombre: Tabaré. Qui en conozca a Julio comprenderá que es amante de todo lo nuestro, de lo criollo, del campo. Por eso el perro, a pesar de su linaje de raza extranjera, lleva el nombre del indio de los ojos azules del poema de Zorrilla de San Martín. En la fotografía aparecen Julio y doña Gladys en la puer ta de la casa de la calle Edison.

LOS ULTIMOS TRES AÑOS oficial de la Asociación Uruguaya; Julio que vale, ganado para la vi­ EN SUD AMERICA porque fiel a sus principios y a da, sano, firme, desconfiado en la ese dictamen de la sangre que lo prejentación, pero capaz de largar­ Otra vez la incertidum bre de proclamó jugador de fútbol, siguió se en un monólogo interminable pensar, en el futuro. Otra vez la metiéndole, prácticamente hasta cuando el interlocutor lo convence. realidad de desafiar al mañana. ahora; hasta ayer, casi... Este es el Julio que me quedará Otra vez el hombre que se resiste “ No podía estar sin el fútbol y grabado en la mente; el que sa­ a entregarse. Otra vez Julio que me fui a jugar at interior, en los be que su mundo comienza y ter­ quería prolongar la vigencia de su equipos de la OFI. Anduve saltan­ mina allí, en áu barrio, porque es gran pasión do por todos Jadcs. Dos años en Canelones, dos años en Lavalleja, consciente de que su verdadera vida “En 1958 me vinieron a buscar cuatro o cinco en Santa Teresa y está en el campo, en los pájaros, de-'Sud América. Yo no quería ir todavía sigo. Ahora soy técnico de en los bichos y en esa pasión, ¡le pero vino a hablarme Gambetta que Tacuarembó, pero en las prácticas ca pasión!, por una pelota de fút­ era el técnico de los r.aranjitas y a veces me meto y le doy un rato. bol. Este es el Julio que sirve. El me fui a darle una mano. Salimos El fútbol es mi vida. Sin él no soy que fue reo, el que se mezcló en campeones en. la “B” y logramos nadie, y en el Interior, en el final los baldíos, el que se convirtió en el ascenso a Primera y luego des­ de mi carrera, encontré lo que chiquilin de la calle y se entrevere cendimos en 1960, .fecha en que siembre busqué: cariño, simpatir con la intimidad del barrio al extre­ abandoné el fútbol oficial. El gra de la gente, cordialidad de los pai­ mo de convertirse en dios de su to recuerdo que me queda de' Suc! sanos y afecto. Uno se va apegan, mundo. En tirano exclusivo de su América, es que en 1959, a pesar do y se acostumbra a querer c soledad que no puede ahuyentar la de les añgs — andaba por los trein le gente de afuera". fama. Por eso. como me dijo el tí. y tres— , fui citado, y jugué co No hay duda. El hombre cumple Prof. De León, si Ud. quiere encon­ me titular, en la Selección Urugua­ su ciclo vital y vuelve a su origen. trar a Julio, vaya hasta Edison e ya que enfrentó a los resarinos en A sus costumbres. A lo que siem­ Instrucciones y. pregunte por él. los dos clásicos partidos que se pre amó. Perqué a Julio nunca le jugaban en aquella época”. gustó el centro. J^orque Julio siem­ Cualquiera le dirá dónde vive. El Sin ruido. Sin estruendo. Sin mu pre amó el campo, como si invisi­ número de la casa no interesa. To­ cho pamento y sin partido home­ bles cuerdas lo ataran a su niñez dos saben que es la "quinta des­ naje. Julio se despidió del fútbol de pata en el suelo. Y éste es el pués de la esquina ."