“2018 – Año del Centenario de la Reforma Universitaria”

(S-0151/18)

PROYECTO DE DECLARACION

El Senado de la Nación…

DECLARA

Su beneplácito por la conmemoración del centenario del primer cruce en avión de la cordillera de los , desde Zapala, Provincia del Neuquén, a Cunco (Chile), a celebrarse el 13 de abril del corriente año.

Guillermo J. Pereyra

FUNDAMENTOS

Señora Presidente:

El aviador argentino Luis Cenobio Candelaria, nacido el 29 de octubre de 1892, cruzó la cordillera de los Andes entre Zapala, provincia del Neuquén y Cunco, Chile, en un modesto avión francés Morane Saulnier Parasol de 80 HP.

Desde los comienzos de la aviación, el hombre intentó vencer obstáculos naturales usando el avión como elemento fundamental para sortear las barreras que impedían la comunicación entre continentes y países.

El 25 de julio de 1909 el gran Luis Bleriot cruza el Canal de la Mancha entre Francia e Inglaterra y el 23 de septiembre de 1910 el peruano Jorge Chávez logra vencer Los Alpes en un vuelo que le fue fatal.

Estos vuelos tienen su eco en Sudamérica. El 1° de diciembre de 1912 el Cabo Pablo Teodoro Fells, argentino, realiza el memorable raid – Montevideo, Montevideo – Buenos Aires. El 25 de marzo de 1913, nuestro aviador Clodomiro Figueroa Ponce, en su avión “Caupolicán” de 50 HP realiza el raid Batuco – Valparaíso – , con una distancia de 300 kilómetros y a fines de ese mismo año, intenta en tres vuelos cruzar Los Andes.

Jorge Newbery, en 1914 trató de seguir la ruta histórica de San Martín, pero su prematura muerte en las cercanías de Mendoza le impidió cristalizar aquel sueño.

En 1916 los aeronautas Eduardo Bradley y José María Zuloaga vencen la cordillera entre Santiago y Mendoza, cruzando en un globo aerostático. “2018 – Año del Centenario de la Reforma Universitaria”

Con los albores de la Primera Guerra Mundial, los cielos del Viejo Mundo se cubren de aviones. El avión pretendía imponer su primacía desde el espacio y afincar su permanencia como el arma del siglo XX.

Entretanto, en Sudamérica la aviación se estancaba. En la segunda década del siglo, en esta parte del globo se desarrollaba una aviación para la paz, perfeccionando a sus hombres en la aviación civil y militar. El 18 de septiembre de 1917, en la Escuela Militar de Aviación de El Palomar recibe sus alas de piloto el Teniente Luis Cenobio Candelaria. Este piloto, con muy pocas horas de vuelo quiere conquistar el mundo que se ubicaba hacia el oeste, donde la gran cordillera de los Andes permanecía inalcanzable para los aviadores. Una idea arriesgada para su poca experiencia.

A pesar de la negativa para efectuar el cruce, se le facilita un Morane Saulnier Parasol de 80 HP, donado en 1915 por las damas mendocinas a la Escuela Militar de Aviación y se lo autoriza a reconocer la zona. Es así como en abril de 1918 Candelaria llega a Zapala. Ya cree estar en la ruta correcta. Ubicado frente a la montaña concuerda con su mecánico Miguel Soriano la factibilidad de unir Zapala – Temuco por vía aérea.

Dos tentativas fallidas efectúa Candelaria los días 8 y 10 de abril. El viento y la nieve impiden que el avión pueda avanzar, obligándole a regresar a su base. En horas de la tarde del 13 de abril de 1918, el pequeño Parasol despega finalmente rumbo a un destino incierto. Hacia el vecino pero desconocido país.

El Morane se empina por las cumbres y asoma tímidamente su hélice por las alturas de Lonquimay. Sobrevuela la laguna Galletue y comienza a descender sobrevolando hacia el sur los contrafuertes cordilleranos del sector chileno. A lo lejos divisa un pequeño poblado y prepara su Morane para aterrizar sobre un terreno que piensa será el adecuado, la improvisada pista le juega una mala pasada. Sale de entre los fierros retorcidos con una alegría inmensa, se había dado el primer gran paso para vencer las altas cumbres. La travesía le demandó dos horas y media de navegación para recorrer los 230 kilómetros recorridos. Hasta el lugar acuden vecinos, quienes le comunican que estaba en Chile, en el poblado de Cunco. En su libro “Memoria de la travesía del Cruce de los Andes en Aeroplano”, Candelaria deja constancia de la hospitalidad y la cordialidad con que fue tratado desde el primer momento en nuestro país. Este vuelo trascendental marcó el comienzo de una nueva etapa en la aviación . Se crea por decreto presidencial la Escuela de Aviación Militar.

“2018 – Año del Centenario de la Reforma Universitaria”

De regreso a su patria se lleva el cariño de los habitantes de la pequeña localidad de Cunco y en Argentina, su patria, se le tributa un recibimiento de héroe.

Falleció en San Miguel de Tucumán, el 23 de diciembre de 1963. Respetando sus deseos fue sepultado en el cementerio de Zapala y sobre su sencilla tumba se inscribe una fecha llena de remembranzas: 13 de abril de 1918.

Luis Cenobio Candelaria ya es integrante de la legión del recuerdo junto a los grandes de la aviación continental.

Por todo lo expuesto, solicito a mis pares me acompañen en el presente proyecto.

Guillermo J. Pereyra