El Transporte Aereo Entre Argentina Y Chile 1914-1964
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Biblioteca Digital DIBRI -UCSH por Universidad Católica Silva Henríquez UCSH -DIBRI . Esta obra está bajo una licencia Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported de Creative Commons. Para ver una copia de esta licencia, visite http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/3.0/ HISTORIA Y GEOGRAFIA N 12 EL TRANSPORTE AÉREO ENTRE ARGENTINA Y CHILE (1914-1964). APORTES PARA EL ESTUDIO DE LA INTEGRACIÓN BINACIONAL Pablo Lacoste y Gustavo Marón Universidad Nacional de Cuyo Entre 1914 y 1964 se produjo un gran salto en las posibilidades del transporte entre Argentina y Chile debido al desarrollo de la aeronavegación. En ese lapso se pasó de los peligrosos ensayos en frágiles aparatos con motores de 110 HP, a la consolidación de un servicio permanente y seguro en jet a reacción. En un principio, el viaje aéreo a través de la cordillera estaba reservado a deportistas y aventureros que preparaban durante meses una travesía con sabor a hazaña; medio siglo después, estaba en vigencia un servicio diario de 30 minutos que estaba al alcance de empresarios, comerciantes, artistas, académicos, gobernantes y turistas. Este trabajo procura distinguir las distintas etapas de la evolución del transporte aéreo entre Chile y Argentina, especialmente con relación a Mendoza, desde la muerte de Jorge Newbery (1914) hasta la consolidación de los vuelos en aviones a reacción (1964). El trabajo se ha realizado a partir del diario Los Andes. El mismo es representativo del cono sur por diversas causas. Por un lado, su localización: se encuentra en la ciudad de Mendoza, punto de contacto del transporte aéreo entre Argentina y Chile. Durante muchos años, la aviación binacional se desarrolló fundamentalmente entre Santiago de Chile y Mendoza de Argentina. Incluso, cuando comenzaron los viajes de Santiago a Buenos Aires, muchos vuelos hacían escala en Mendoza. De allí que este diario estuvo muy cerca de la información sobre el transporte aéreo binacional y lo reflejó en sus páginas. Por otra parte, Los Andes es uno de los diarios actuales con más antigüedad del interior de la Argentina. Fundado en 1882, mantuvo su continuidad a lo largo de todo el período estudiado mediante un estilo que se mantuvo coherente en casi todo el tiempo. Los Andes estableció una escuela de periodismo, mediante la cual sus cronistas y redactores aprendían el estilo del diario y lo mantenían durante décadas. Ello permite efectuar un relevamiento coherente de un mismo tema a lo largo del período de 50 años que abarca este trabajo. La información proveniente de Los Andes ha sido en algunos casos completada y corregida teniendo en cuenta bibliografía especial. De todos modos, cuando se empiecen a estudiar los archivos de las empresas comerciales americanas y europeas, aeroclubes y bases militares, esta información será seguramente ampliada. 1. Los precursores de la aeronavegación argentina La actividad aérea comenzó en Latinoamérica en el siglo XIX. Distintos inventores, aventureros y deportistas conmovieron a las comunidades con los globos aerostáticos. Se trataba en general de europeos que realizaban distintos experimentos, sin llegar a disciplinar los medios para explotación comercial o para servicios permanentes, según han señalado los estudios de Biedma (1969) y Gesualdo (1983). Con el siglo XX se iniciaron también los aeronautas argentinos. Los primeros fueron Aarón de Anchonera y Jorge Newbery que ascendieron en el globo Pampero (25-12-1907). Este acontecimiento trajo como consecuencia la fundación del Aero Club Argentino (13-1-1908). El progreso de la actividad sufrió un severo revés pocos meses después, cuando Eduardo Newbery (hermano de Jorge) volvió a ascender en el Pampero y desapareció (17-8-1908). La tragedia causó un fuerte impacto pero la actividad siguió adelante. El Aero Club logró 17 ascensos en 1909 y 48 en 1910 (Ceres, 1970). Entre 1911 y 1914, Jorge Newbery realizó más de 30 ascenciones en globo. El globo aerostático fue un medio para inciar la conquista de los aires. Pero una vez abierto el camino, un sucesor estaba llamando para quedarse con el señoría de las alturas: el avión. En los primeros años del siglo XX el hombre logró por primera vez volar en un objeto más pesado que el aire. En poco tiempo, el avión se expandió hacia los cinco continentes. En Argentina, el primer viaje en avión se realizó en 1910. Ese año se inauguró el aeródromo de Villa Lugano (Buenos Aires), primero de la Argentina y "nido de cóndores de la pampa". En 1911 comenzaron los vuelos postales y el año siguiente se fundó la Escuela de Aviación Militar de El Palomar. En 191 se fundó la escuela de San Fernando y al año siguiente obtuvo su brevet la primera aviadora sudamericana Amalia Figueredo (1908-1985), llamada oficialmente "precursora de la aeronáutica argentina" (Luqui Lagleyza, 1991 pp.72-80). Otros hitos fundamentales fueron la inauguración de la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba el (1010-1927) (Ferrero, 1977), la creación de Aeroposta (5-9-1927) y de Aerolíneas Argentinas (6- 10-1949), así como el decreto de desregulación del servicio aéreo (1956). En Mendoza, la actividad aérea con aparatos más pesados que el aire comenzó en 1911. El 23 de febrero de ese año llegó a la provincia el aviador Ricardo Ravioli, con un monoplano Bleriot. Tres días después, el citado pionero se accidentó en el lago del Parque General San Martín, sin consecuencias. Un mes después, el 22 de marzo de 1911 llegó a Mendoza otro aeronauta italiano, Bartolome Cattáneo. Siguiendo la tradición de su compatriota, Cattáneo también se accidentó en su avión Bleriot al día siguiente. A pesar de todo, estos primeros ensayos abrieron el camino para una actividad más permanente. El transporte aéreo propiamente dicho se inició en Mendoza a fines de marzo de 1911 con la llegada del aviador Andrea y su biplano Farman, traído por ferrocarril. Los vuelos se iniciaron sobre el Parque y en ellos debutaron importantes personalidades del medio como Tiburcio Benegas y Eduardo Villanueva. El más célebre impulsor de la aviación argentina fue Jorge Newbery (1875- 1914). Contribuyó a la fundación del Aero Club Argentino de la Escuela de Aviación Militar (1912). Batió la marca sudamericana de tiempo y distancia en globo (550 km. en trece horas, 27-12-1909) y el récord mundial de altura en avión. Fue el primer hombre que cruzó el Río de la Plata en globo y en aeroplano, hazañas aéreas que en su momento, causaron un fuerte impacto en el medio. 2. La Cordillera de Los Andes y su desafío a los aeronavegantes (1914- 1921) Varios aeronavegantes intentaron cruzar la cordillera de los Andes en la segunda década del siglo XX. Algunos lo lograron, pero otros perdieron la vida en la empresa. Uno de los problemas fundamentales se encontraba en la desproporción entre obstáculos naturales y recursos tecnológicos. La cordillera tiene picos de 7.000 metros, altura inalcanzable para los aviones de aquella época. En 1912, sólo en dos oportunidades se habían superado los 2.400 metros en toda Sudamérica. Para poder cruzar la cordillera era preciso duplicar esa marca y definir una ruta por los pasos más adecuados. Uno de ellos era el Cristo Redentor (4.200) que de todos modos se encontraba a una altura significativa. Cruzar la cordillera era la máxima obsesión de Jorge Newbery. Su proyecto inicial era realizar la travesía en globo. En 1911 viajó a Chile para estudiar las condiciones pero finalmente desistió. Cambió su idea por un nuevo proyecto: cruzar Los Andes en avión. Este objetivo lo impulsó una y otra vez, a practicar y batir sucesivamente los récords de altura. En 1912 alcanzó los 2.400, luego 4.075 m. y después los 4.178 m. De esta forma batió la marca sudamericana. Pero aún debía subir más. Dos años después consiguió un avión Morane-Saulnier Tipo S (o Parasol), especialmente fabricado en Francia para intentar el cruce de Los Andes. Con esta máquina, Newbery alcanzó los 6.225 metros, con lo cual superó el récord mundial (5-2-1914). De esta forma consideró que ya estaba en condiciones de cruzar la cordillera. Se trasladó a Mendoza y en un vuelo de práctica sufrió un accidente fatal en Los Tamarindos, actualmente llamado El Plumerillo (1-3-1914). Poco después, con el avión de Jorge Newbery intentó cruzar Los Andes el titular del Aero Club Argentino, ingeniero Alberto Macías; pero el intento terminó en un nuevo accidente, esta vez en Uspallata (21-3-1914). El Morane fue reparado y a bordo del mismo, el teniente Pedro Zanni volvió a intentar la hazaña. Pero a pocos kilómetros del límite, el aparato sufrió una falla de motor con lo cual fue preciso realizar un aterrizaje de emergencia en el cuadro de la Estación Punta de Vacas (13-2-1917) (Flores Alvarez, 1950, pp.307-307: Ceres, 1978, pp. 84- 80). Mientras tanto, en Chile, los aeronautas también estudiaban la posibilidad de realizar el primer cruce de Los Andes. El aviador civil Clodomiro Figueroa lo intentó tres veces en diciembre de 1913; pero la escasa potencia de su Bleriot de 80 HP determinó que el proyecto se frustrara en un accidente producido en Los Andes. El de Figueroa fue el primer intento concreto de cruzar la cordillera en avión. A raíz de este evento, se difundió públicamente el interés por lograr la hazaña. Así lo reflejó el diputado nacional Héctor Arancibia, quien presentó un proyecto por el cual se estipulaba un premio de $20.000, al primer aviador que lograse cruzar la cordillera. La Cámara debatió el tema, introdujo como condición la franja comprendida entre los paralelos 31 y 35, y finalmente, aprobó por unanimidad del proyecto (Flores Alvarez, 1950 pp. 141-143). El primer cruce aéreo de la cordillera de los Andes se registró el 24-6- 1916.