Serradilla. La Educación En El Siglo XVIII
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451 Serradilla. La educación en el siglo XVIII JESÚS BARBERO MATEOS El presente estudio pretende rescatar las circunstancias concomitantes en torno a la fundación de la primera escuela serradillana, en el siglo XVIII. Mediante una Obra Pía, Catalina González “La Chuca”, destina sus recursos al establecimiento de una escuela para enseñar a los niños de la villa, disponiendo estrictas condiciones para su funcionamiento. Con el paso del tiempo la dotación económica iría quedando menguada, hasta que otra Obra Pía insufla nuevos recursos y hace renacer la institución, cuando la centuria tocaba a su fin. Las condiciones de la fundación, la financiación, el local, los maestros y alumnos y una aproximación a los contenidos y métodos, se analizan en el trabajo. Todo ello complementado con un apéndice documental que contiene íntegros los documentos originales. This article trys to get back circunstances that let the foundation of the first school in Serradilla, in the 18 th Century. Catalina González, “la Chuca”, through the welfare work gave all her resources to set up a school in order to teach children of village, providing strict conditions to work. Eventually the economic means were decreasing until another welfare work made the institution revive, just when the century was coming to an end. The institution conditions, the financing,the building site, teachers and pupils and method are dealt with. There is also an appendix containing all the genuine documents. 452 JESÚS BARBERO MATEOS El interés por todas aquellas cuestiones relacionadas con las diferentes facetas del saber, así como la relación estrecha de éstas con el progreso espiri- tual y material de los vecinos y, por lo tanto, de la propia villa, no es un asunto reciente en Serradilla, como se irá poniendo de manifiesto en las próximas pági- nas. Desde antiguo estuvo asumida la existencia de diferentes estamentos so- ciales, que encorsetaban desde el nacimiento a cada uno en su lugar. Las posibi- lidades de promoción social de los más desfavorecidos, estaban sujetas a parámetros muy concretos. De una parte el enriquecimiento, más o menos líci- to, y la ostentación. De otra el acceso a oficios relacionados con la administra- ción pública o con la iglesia. Bien es cierto que abundó más lo primero que lo segundo, pero no lo es menos, que ya se vislumbraba la educación como ele- mento propedeútico para llegar a alcanzar esas posiciones, como posibilidad de ascenso estamental, lo que llevaba aparejado la huida de las penurias cotidia- nas. Este deseo de prosperar encontró en Serradilla su complemento ideal en el siglo XVIII, con la creación de una Escuela de Primeras y Segundas Letras y Cátedra de Gramática. De la mano de Catalina González “La Chuca”, surgió esta institución, mediante el establecimiento de una Obra Pía, sufragada con cargo a una serie de escrituras de censo sobre diversas propiedades de la bene- factora. En total 1000 reales. Este primer “núcleo educativo” estaría vigente hasta bien entrado el siglo XIX. La inquieta centuria decimonónica, imbuida de la Revolución Francesa y sus principios rectores (no olvidemos que a partir de la misma se generalizó el acceso a la cultura), supuso el establecimiento de elementos legislativos nove- dosos en los periodos de gobierno liberal, aunque no tanto con los gobiernos conservadores. Sin embargo, aunque repercutió el panorama político en la es- cuela serradillana, fue más en sus aspectos negativos, con purgas de maestras incluidas, que en los positivos principios que determinadas normas consagra- ban para la educación. No sería hasta los albores del siglo XX, cuando comenzaría el verdadero interés por la educación en su más amplio sentido de la palabra. Se sobrepasaría la, por otra parte legítima, concepción de la educación, única y exclusivamente como elemento de promoción social. La formación personal para la vida, la investigación para que los métodos fuesen más acordes con las características psicoevolutivas de los niños, la crea- ción de instalaciones adecuadas, la concepción de la educación como elemento SERRADILLA. LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XVIII 453 de transformación social..., impregnaron por completo a la sociedad serradillana de la época. Se sentaron a lo largo de este periodo de tiempo unas sólidas bases sobre las que edificar el actual entramado educativo. Los avatares acaecidos en este ámbito a lo largo del siglo XVIII son los que se van a analizar en este estudio. La recogida, análisis y urdimbre de los datos que hagan comprensible la evolución sufrida, es la principal aportación. La planificación y puesta en marcha de lo que está por venir será, ahora más que nunca, lo que los propios extremeños queramos que sea. EL SIGLO XVIII. CONTEXTO SOCIAL El siglo XVIII supuso para toda España un periodo de desarrollo y creci- miento económico y demográfico. El hecho mismo de que se le denomine “Si- glo de las Luces”, o de la Ilustración, hace referencia a formas de pensamiento e ideologías novedosas, respecto de las centurias previas. Aquí era diferente. Sobre Serradilla recaía la losa de la incomunicación, y por ende del aislacionismo que, junto con la irregular distribución de la tierra, venían a impedir su incorporación a las nuevas ideas, anclándose en el statu quo tardomedieval. En medio de las peleas por los pastos para el ganado y la falta de tierras para todos, se debatía una mayoría de población carente de derechos y relegada a una permanente marginación. En este paisaje humano y social debe- mos situar el estado de la educación en la Serradilla dieciochesca. El Sistema Educativo, por denominarlo de alguna forma, del llamado Antiguo Régimen, se apoyaba en una enseñanza primaria casi inexistente en las zonas rurales, aunque Serradilla pronto rompería la regla al iniciarse la educa- ción institucionalizada en el primer tercio del siglo. Los gobernantes habían hecho intentos tendentes a fomentar la enseñan- za concediendo distintos privilegios a los maestros, con la intención de facilitar su trabajo. Se prohibieron las escuelas mixtas, se instó a los Alcaldes para que se ocuparan de los edificios que albergaban las escuelas y de los maestros, e incluso llegaron a establecerse horarios. No debemos engañarnos. Aquí apenas tuvieron los vecinos noticias de estos novedosos planteamientos. Por no tener constancia documental de las circunstancias educativas de la villa con anterioridad al siglo XVIII, será este el que marque el punto de arran- que de este trabajo. No obstante, aunque de manera vaga e indirecta, se pueden certificar algunas consideraciones previas a este periodo. 454 JESÚS BARBERO MATEOS Serradilla había tenido como punto de referencia la ciudad de Plasencia, de la que dependió hasta su emancipación jurisdiccional en 15571 y aún con posterioridad a este histórico acontecimiento, a ella debieron acudir algunos hijos de la villa para desarrollar sus capacidades intelectuales, desde el siglo XIV, cuando se fundó en la ciudad el Convento de San Francisco(1307), cuyos destacados varones enseñaban todo género de disciplinas2 . En los siglos posteriores, XV, XVI y XVII, se produjeron diferentes fun- daciones encaminadas a la educación: En 1468 se fundó la cátedra de Gramáti- ca de la Catedral, adscrita a la Universidad de Salamanca, en 1477 se creó una cátedra de Teología Moral, en 1555 apareció el Colegio de la Compañía de Jesús, que instruyó eficazmente a los niños en las primeras letras, en 1558 se estableció el Colegio de San Fabián y San Sebastián, en 1584 un Colegio de Gramáticos, en 1648 otra nueva escuela y en 1661 se edificó el Seminario3 . Sin embargo, muy pocos Serradillanos accederían a estas instituciones, sobre todo por la falta de maestro y de escuela en la propia villa, que sentara en ellos los primeros conocimientos instrumentales. Así se desprende de esta afir- mación: “(...) he deliberado en instituir (...) una dotación (...) para un maes- tro(...), todo ello por haber reconocido la falta que ha habido de mucho tiempo a esta parte de maestro que les enseñe (a los niños) , motivo de muchas igno- rancias en esta villa y pocos que se inclinen al estado de sacerdotes y religio- sos(...)”4 . El primer tercio del siglo XVIII, la villa, al igual que la mayor parte de lugares de España, se recuperaba de la cruenta guerra de sucesión que asentó la monarquía de la casa de Borbón, en la persona de Felipe V. La educación esta- ba, desde luego, fuera cualquier prioridad social y, mucho menos, presupuesta- ria. Los poderes públicos no tenían asumida ninguna responsabilidad al respec- to y tan solo las órdenes religiosas habían estado y estaban comprometidas en el ámbito educativo. 1 Archivo Municipal de Serradilla (AMS). Carta Real de exención jurisdiccional. 1557. 2 VALVERDE LUENGO, F. de J.: Comunicación presentada en el I Encuentro sobre la Educación en Extremadura. Badajoz, Consejería de Educación y Juventud de la Junta de Extremadura 1998. 3 VALVERDE LUENGO, F. de J.: Op. cit. 4 A.M.S. Legajo 158. Memorias. Certificación de la carta de dotación de Obra Pía, mediante la que se crea la primera escuela de niños de Serradilla en 1734. Documento de 20 de noviembre de 1869. Folio primero cara y vuelto. SERRADILLA. LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XVIII 455 En esta tesitura, la concomitancia de dos factores esenciales vino a cam- biar el panorama vivido hasta entonces. Por un lado, la llegada de los tiempos modernos, incrementó la demanda de profesionales preparados para el desempeño de determinados oficios admi- nistrativos, que exigían el dominio de las letras y los números. Nos encontra- mos así que en la villa, con una población que no superaba los dos mil habitan- tes5 , coexistían ya en 1798 un cura, tres ordinarios de menores, un abogado, tres escribanos, nueve estudiantes, un empleado de sueldo real, dos dependientes de la Inquisición y un síndico de Orden Religiosa6.