Diciembre 14
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Diciembre ´14 Carmen Hernandez El institucionismo en Sorolla. La representación de la Sierra de Guadarrama Pieza del mes “A poco, sin embargo, que se reflexione sobre los diversos elementos en que cabe descomponer el goce que sentimos al hallarnos en medio del campo, al aire libre, verdaderamente libre (que no lo es nunca el de las ciudades), se advierte que este goce no es sólo de la vista, sino que toman parte en él todos nuestros sentidos. La temperatura del ambiente; la pre- sión del aura primaveral sobre el rostro; el olor de las plantas y flores; los ruidos del agua, las hojas y los pájaros; el sentimiento y conciencia de la agilidad de nuestros músculos; el bienestar que equilibra las fuerzas to- das de nuestro ser, y hasta el sabor de las frutas, por prosaico que parecer pudiera a la sensiblería de una estética afectada y romántica …todo, ya más, ya menos, contribuye a producir en nosotros ese estado…” 1 Joaquín Sorolla Bastida, El Guadarrama desde la Angorilla (detalle), 1906-1907, Nº Inv. 790 1 2 Diciembre´14 Diciembre´14 El nuevo entendimiento do se origina un descubrimiento del paisaje del paisaje, como señala Ortega Cantero, “(El Romanticismo) En Occidente, desde la Antigüedad Inaugura un nuevo sentimiento hasta la Edad Media, el territorio moderno, de la naturaleza y del ha sido más trabajado que con- paisaje”2 . Aparece una nueva sen- templado, es decir, ha existido sibilidad, una nueva percepción y una visión predominantemente una nueva representación de la utilitaria de la naturaleza, pero naturaleza, que era considerada con el paso de los siglos comenzó el orden y el paisaje la expresión a aparecer el sentimiento estético de éste. Esta revalorización de la de ésta. naturaleza está muy ligada al en- tusiasmo nacionalista que vivía Consecuencia de ello, es el hecho Alemania, debido a su unifica- de que el paisaje se ha considera- ción3, y que dio lugar al estudio do en diversas esferas (literatura, de tradiciones populares, folklore pintura, etc.) como el fondo en el y costumbres amenazadas con la que transcurren los hechos, es de- desaparicióna causa de los cam- cir, como el “escenario” en el que bios culturales arrastrados por la se desarrolla la acción humana. Revolución Francesa (1789), etc. En la mayoría de ocasiones, ha sido utilizado como un mero es- En ese momento también se pro- cenario para la pintura de historia dujo una revalorización de las o mitológica montañas. (Fig. 1) En la “inven- ción” romántica de la montaña Pero en el siglo XVIII, concreta- no sólo participaron los poetas mente en la segunda mitad, se ex- sino también dibujantes, pintores perimentó un cambio con respec- y grabadores, a lo que habrá que to a la consideración del paisaje, añadir el gusto deportivo. La vi- que pasó de ser un mero comple- sión romántica de la naturaleza y mento a convertirse en protago- del paisaje se adentra en éste para nista principal, en un género con conocer sus componentes objeti- entidad propia. Concretamente, es vos (carácter científico) y sus valores el Romanticismo alemán cuan- subjetivos (carácter estético). Fig. 1 Carlos de Haes, La canal de Mancorbo en los Picos de Europa, 1876, Museo del Prado 3 4 Diciembre´14 Diciembre´14 Los románticos consideraban años después crearía junto a otros como las máximas expresiones intelectuales la Institución Libre de la naturaleza libre, no civili- de Enseñanza, Francisco Giner zada, los paisajes montañosos, de los Ríos (1839-1915), retrata- los cuales eran vistos como sím- do por Sorolla en 1915. (Fig. 2 ) bolo de libertad, ascenso físico y Como indica Ortega Cantero “Esa elevación espiritual, mientras que común ascendencia idealista y los paisajes de bosques frondosos alemana, del pensamiento geo- eran considerados lugares de paz gráfico moderno y del pensamien- y libertad. Sin embargo, tenían to gineriano e institucionista, hizo una visión negativa de la llanura, que ambos mostrasen proximida- de los campos de cultivo, porque des y coincidencias notables a la para ellos representaba la natura- hora de atender y valorar el mundo leza degradada sometida al hombre. exterior, la naturaleza y el paisaje”4. A ello se debe que una de las prin- Su fundación en 1876 coincidió cipales características de la pintu- con los comienzos de la Restaura- ra romántica sea la dualidad que ción. El tránsito entre el Sexenio presenta. Una dualidad objetiva y Revolucionario y la Restauración subjetiva, es decir, la pintura ro- conllevaba pequeñas modifica- mántica de paisaje es objetiva en ciones de muy diversa índole. cuanto que es una fiel represen- Cambios de carácter político, pero tación de la realidad tanto a ni- también algunos que afectaban vel geológico, vegetal, etc., y tiene al dominio del pensamiento y de un importante carácter científico las mentalidades. Todo ello se re- pero, a la vez, presenta una gran laciona directamente con el pro- subjetividad, ya que el pintor ex- pio proyecto institucionista. La presa a través de ella sus senti- idea fundamental de la campaña mientos y estados de ánimo. de propaganda que precedió a la fundación de esta institución no Este nuevo sentir llegó a España fue la libertad de enseñanza en de la mano de una serie de pen- sentido estricto, sino la libertad de sadores, como Julián Sanz del Río cátedra como una de las manifesta- (1814-1869), maestro de quien ciones de la libertad de pensamiento. Fig. 2 Joaquín Sorolla Bastida, Francisco Giner de los Ríos 1915, Colección particular 5 6 Diciembre´14 Diciembre´14 Fig. 3. Vista panorámica del Guadarrama, 1906-1907, Nº Inv. 80066 La Institución Libre de Enseñanza la naturaleza. Ante esta situación sociedad no había logrado hallar excursiones. A partir de 1895 los tenía una visión de la Naturaleza surgió un sentimiento de nostal- una identificación con el paisaje institucionistas iniciaron una explo- que para el momento resultaba gia, contraponiendo su pureza y propio. Por este motivo, propo- ración del Guadarrama (Fig. 3), pero muy novedosa en España pero, en primitivismo con el artificio de nían como solución el contacto su interés por estos paisajes no realidad, era heredera del entendi- la civilización. Se la consideraba con la naturaleza y el paisaje, lo tenía sólo una motivación cien- miento romántico de la Naturale- fuente de todos los sentimientos cual llevaría a una identificación tífica, sino que se alimentaba del za, siendo muchos los puntos en positivos que ennoblecen la vida con este y por tanto con el lugar al amor de la plástica clásica espa- común. El valor educativo de ésta, humana. A este cúmulo de bene- que se pertenece, y así resurgiría ñola por este tema. La visita y el muy presente en la pedagogía de ficios se añade la importancia que la conciencia nacional. Para ello conocimiento de estos parajes no Rousseau, y la necesidad del hom- adquiere su estudio. la ILE introdujo en su curriculum sólo constituyó una experiencia bre de estar en contacto con ella escolar la práctica de excursiones física, según Giner, sino ética, que para realizarse plenamente fueron Los institucionistas consideraban a la naturaleza. quedaba integrada en las coorde- asimilados por la Institución. La que uno de los problemas funda- nadas metodológicas de las nue- creciente industrialización que se mentales del momento era la alie- El contacto con los paisajes y la vas ciencias, de la Geografía que dejó sentir a lo largo del siglo XIX nación de la conciencia nacional, realidad del país fueron el estí- alcanzaba valores estéticos, y de la trajo consigo una destrucción de y creían que esto se debía a que la mulo más poderoso de este tipo de Estética que invitaba desde el Ro- 7 8 Diciembre´14 Diciembre´14 manticismo a una misma identi- contemplación, con la necesidad ficación con el propio paisaje. de profundizar en su conocimien- to, por lo que también describen La Sierra de Guadarrama pasó de los paisajes desde un punto de vista ser una gran desconocida a con- geológico, mineralógico y geográfico. vertirse en símbolo de las nuevas ideas y aportaciones científicas Las salidas se relacionaban con emanadas de la Institución Libre diferentes disciplinas, y una de de Enseñanza, de la Real Socie- ellas era la pintura. No sólo en dad Española de Historia Natural esos momentos el género paisa- y del Museo Nacional de Ciencias jístico adquirió una importancia Naturales. Por una parte, el pen- que, hasta el momento no había samiento filosófico de Francisco tenido en la historia de la pintu- Giner de los Ríos fue conforman- ra española, sino que la manera do el carácter serrano como repre- de representarlo y lo que con ello sentación de un paisaje identitario se quiere transmitir es algo total- de Castilla y, más allá del simple mente novedoso. La ILE marca un Fig. 4 Aureliano de Beruete y Moret, El Guadarrama desde la Moncloa, 1893, Nº Inv. 1294 placer por el disfrute de la natura- antes y un después, no sólo en la leza, le concedió un valor moral y historia de la educación en Espa- mero escenario para otros géneros que comienza a valorar la impor- regenerador de un ideario nacio- ña, sino en la historia de la pintura pictóricos y se convirtió en tema tancia del paisaje para el desarro- nal devastado por la trayectoria de paisaje de este país. Aureliano de principal, ya que mostraba la tra- llo del ser humano, mientras que política de España y, especialmen- Beruete, que estaba entre los fun- dición y la historia auténtica. los intelectuales que conformaban te, por la pérdida de Filipinas y de dadores de dicha institución fue la Generación del 98 fueron los las últimas colonias americanas. uno de los promotores de las men- Los artistas empezaron a apre- creadores de la imagen cultural cionadas excursiones (Fig.