Cuadernos de la S.E.C.F., N.o 8, septiembre 1999, pp. 43-50 «1 Reunión Grupo de Historia Forestal»

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL PAISAJE FORES­ TAL DE LA CARA SUR DE LA SIERRA DE GREDOS (VALLE DEL TIÉTAR). SIGLOS I-XVI

Enrique Martínez Ruiz

Dirección General de Conservación de la Naturaleza. Ministerio de Medio Ambiente. MADRID

INTRODUCCIÓN nos, visigodos y árabes. Pues aunque los libros de Historia hacen pocas referencias de Las publicaciones de los últimos años de temas forestales sí incluyen actividades del la Diputación Provincial de Ávila y en hombre tanto para la conservación de los concreto de su Institución Gran Duque De bosques como las causas y motivos de defo­ Alba, transcriben y analizan la documenta­ restación. ción medieval de las Villas Históricas del Para el caso que nos ocupa de historia Valle del Tiétar. A estas publicaciones se forestal del Valle del Tiétar, desde la Edad unen libros sobre la historia de muchos Media conocemos de quién eran los montes, pueblos del Valle del Tiétar 10 que permite su uso y limitaciones, su ordenamiento para seguir la evolución de los bosques hasta conservarlos y explotarlos, qué clase (espe­ nuestros días. Con la evolución de sus cies) de árboles y cantidad existían en el bosques y el uso que de ellos se hacía por los bosque, etc. En este caso "los árboles dejan vecinos, puede seguirse "documentalmente" ver el bosque" que precedió al actual, gracias la dinámica del paisaj e de la Comarca a que los vecinos supieron conservar la Forestal del Valle del Tiétar (Ávila y documentación histórica y también testigos Toledo). Ese seguimiento documental permi­ vivos en "árboles medievales" que todavía se te una descripción del paisaje sin lagunas conservan, aunque sean en ejemplares aisla­ temporales desde finales del siglo XII al dos de pinos y roblesl . Debo destacar por ser XIX, que puede concretarse en los 600 años raro en España que núcleos de población comprendidos entre el años 1189 (refunda­ pequeños, como son los pueblos del Valle, ción de Plasencia por Alfonso VIII) y el año hayan guardado celosamente la documenta­ 1789 (Revolución Francesa). ción de su Historia (con mayúscula) y no La época anterior al ámbito temporal sólo la escrita; también la de yacimientos marcado, es decir del siglo I al XII, también arqueológicos que han permitido a mi amigo puede caracterizarse paisajísticamente, inter­ David Martino ilustrarnos desde la pretando 10 que la Historia recoge de sucesi­ Protohistoria como demuestra en su libro vas dominaciones en la Península de roma- sobre Gavilanes2. He dicho 10 de "raro en España" porque 10 normal es la destrucción o mala conservación de los archivos munici­ 1 En el verano de 1997 hice una colección de árbo­ pales, 10 que a veces se achaca a las guerras, les centenarios, algunos con más de 500 años. pero son más frecuentes "intereses ocultos" 2 Historia de , costumbre y folklore o simplemente la desidia, siempre compañe­ (1995). ra de la incultura.

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ENCUADRE GEOGRÁFICO-ADMI­ 700 m de altitud. NISTRATIVO - Piso Montano: retamal-escobonal. Entre El conjunto de las tres comarcas naturales 700 y 1.200 m de altitud. situadas al sur de la Sierra de Gredos: Valle - Piso Subalpino (alto): escobonal-pior­ del Tiétar, La Vera y Campo Arañuelo, na!. Entre los 1.200 y 1.600 m de altitud constituyen propiamente la totalidad del Valle del Tiétar, aunque esta denominación - Piso Alpino (cumbres): piornal-cervunal. se restringe a los terrenos que vierten sus Por encima de los 1.600 m de altitud. aguas en los tramos alto y medio del río Tiétar, afluente del Tajo. La superficie que En la clasificación anterior cada piso se encierra los límites anteriores alcanza unas caracteriza por el matorral más representati­ 154.000 ha de las cuales 112.500 ha (73 %) vo que integra el área arbolada como soto­ pertenecen a la provincia de Ávila, 40.000 bosque y desarbolada de los tres primeros ha (26 %) a la de Toledo y unas 1.500 ha (1 pisos y los rasos de las cumbres. Otra clasifi­ %) a la de Madrid; tienen por tanto territorio cación bioclimática recogida en publicacio­ en el Valle tres comunidades autónomas: nes es la siguiente: Castilla y León, Castilla-La Mancha y - Piso oromediterráneo: más de 1.800 m Madrid. de altitud. - Piso supramediterráneo: de 1.800 a 900 LA VEGETACIÓN. OPINIONES Y m de altitud. COMENTARIOS - Piso mesomediterráneo: menos de 900 Tratamos este tema independientemente m de altitud. por las opiniones y comentarios que damos También en las publicaciones que tratan seguidamente. Remarquemos que con la alti­ de estos pisos bioclimáticos y, entre ellas, la tud disminuyen las temperaturas y aumentan de Martín García3, se define la "vegetación las precipitaciones, lo que se denomina potencial", que pasamos a comentar. Como "termoclima" y "ombroclima", respectiva­ vegetación potencial del piso supramedite­ mente, para pasar a definir los pisos de vege­ rráneo señala el roble melojo y añade: "susti­ tación o bioclimáticos. tuido por repoblaciones de pino y castaño". A raíz de los grandes incendios forestales Sobre el piso mesomediterráneo dice: "la de principios de los años ochenta y en vegetación potencial corresponde a meloja­ concreto los que afectaron a los montes de res que poco a poco irán dando paso en y , el ICONA promo­ tierras bajas y en las riberas de los ríos, a vió que un equipo multidisciplinar del bosques de alisos y fresnedas". e.S.I.e. recorriera las zonas afectadas por el Definida la vegetación potencial, "la fuego con el fin de informar sobre los daños clímax", su evolución regresiva se describe ecológicos y el objetivo de que los informes de esta forma: debido a la buena conserva­ de los científicos orientaran a los técnicos en ción del suelo, allí donde no han llegado las los trabajos de restauración postincendio. repoblaciones o éstas a su vez han desapare­ Tuve la fortuna de que me ilustraran con sus cido (incendios), la etapa de sustitución opiniones y de acompañar en uno de sus corresponde a los piornales, integrados por recorridos a dos insignes botánicos: piorno florido, escobas negras y aliagas, y a Montserrat y González Rebollar. Los pisos jarales de estepa en los lugares que el suelo de vegetación que establecieron, en lenguaje de fácil compresión, son los siguientes:

- Piso Basal o Colino: jaral-romeral. 3 Monbe/trán y su Historia (1997), sigue a Sánchez Situado en fondo de valle, sus márgenes y Mata en su estudio sobre La Flora y vegetación del terrenos circundantes, desde 300/350 a Macizo Oriental de la Sierra de Gredas.

44 Cuadernos de la S.E.C.F., N.o 8, septiembre 1999 «1 Reunión Grupo de Historia Forestal» se halla más degradado por efecto del fuego, todo las Ordenanzas de La Adrada que tratan de las talas, o las rozas. Nada que objetar a del aprovechamiento de sus bellotas en esta evolución regresiva, salvo que las repo­ montanera tardía y de la saca del corcho. blaciones con pino difícilmente pueden La encina, que como se ha dicho, es más justificarse con documentos históricos y en resistente al fuego y al diente de ganado y todo caso serían testimoniales en pequeñas además menos exigente en suelo y humedad, parcelas. La "expansión natural" de pinos y llevó las de ganar en el bosque mixto despla­ robles depende de sus semillas (piñón y zando al quejigo, al alcornoque e incluso al bellota), pero los robles aventajan a los pino piñonero. Su expansión fue continuada pinos en la regeneración postincendio al desde la Edad Media, llegando a terrenos brotar de raíz. Tampoco hay aliagas en el abandonados de cultivos de regadío y seca­ Valle. no, sólo fértiles a raíz de su roturación. En el Libro de la Montería sólo hay dos topóni• mos: Enzjnoso y Enzjna Fermosa; luego no EL BOSQUE debían ser abundantes los encinares. Lo que sí se cita con profusión en la descripción de El Valle del Tiétar, punto de encuentro los "cuarteles de caza" (Xara y Monte) es el entre cuatro Quercus y cuatro Pinus. En el rebollo con toponimia derivada de "rrobre". bosque actual, ordenados de menor a mayor Sin duda el rebollo fue y en algún caso se representación, se encuentran el quejigo mantiene (montes de y (Quercus faginea), alcornoque (Q. suber), N avamorcuende) la especie dominante en el encina (Q. ilex) y rebollo (Q. pyrenaica). El bosque del Valle, pero en bosque histórico quejigo era abundante en el bosque medie­ mixto. Expliquemos ese bosque que los pali­ val, como claramente se recoge en la toponi­ nólogos denominan Quercetum mixtum, mia del Libro de la Montería (s. XIV), donde antes de pasar a describir los pinos. son muy frecuentes las citas de "quexigal". También las citas derivadas de roble ("robre­ En el Valle del Tiétar el Quercetum do", "robredoso", "robredillo") que por el mixtum lo han dejado claro los palinólogos, sitio que se describe deben atribuirse a lo que se recoge y reafirma en los estudios bosques de quejigos. Este es el caso de las paleo y geobotánicos que recoge el libro Los descripciones de "bozerias" y "armadas" que bosques ibéricos (1997). Por tanto y en rela­ limitan "cuarteles de caza", 10 que hoy ción con el rebollo debe definirse una llamamos "mancha" y entonces "Xaras", "codominancia" con los quercus citados y situados en el fondo de valle, donde se han con los pinos que se describen a continua­ conservado hasta hace pocos años bosques ción. espesos de quejigos. Los cuatro pinos del Valle son: cascalbo Algo parecido al quejigo le pasó al alcor­ (Pinus nigra), albar (P. sylvestris), piñonero noque, pero si aquél se situaba en fondo de (P. pinea) y resinero/negral (P. pinaster). El valle, el alcornoque ocupaba ampliamente el Libro de la Montería sólo hace tres referen­ piso basal y el montano-bajo, mezclándose cias al pino, "aldea del Pino" que sitúa en éste con el pino pinaster y en el basal con "entre Candeleda et Val Verde", y dos el pino piñonero y/o encina. Esta situación "Pinosas" cuyos nombres se mantienen: La de bosque mixto se mantuvo en el bosque Pinosa de las Torres et los Gavilanes y la medieval cuya abundancia de alcornoques Pinosa situada entre Sotillo y La Adrada4. acredita el Libro de la Montería, pero sobre El "pino de la aldea" seguramente era piño­ nero y el de las dos Pinosas era y es, pinas­ ter. Si las referencias anteriores pueden cali­ 4 En ambas Pinosas están situadas actualmente ficarse de testimoniales, no pasa lo mismo torre y caseta de vigilancia de incendios. Además en con las que se recogen en la documentación la de las Torres, David Martino ha descubierto un medieval sobre los pinos, que es frecuente e castro celta. importante en cuanto al aprovechamiento

45 E. MARTÍNEZ «Evolución histórica del paisaje forestal de la cara Sur de la Sierra de Gredos» que se hacía de sus maderas, 10 que conlle­ El pino "maldito", el que desplazó al roble vaba su defensa (incendios) y su conserva­ según los ecologistas, es el pinaster o resine­ ción (cortas reglamentadas). Incluso se reco­ ro. La polémica entre frondosas y resinosas gen en el sello antiguo del concejo de la ha quedado en la historia reciente, por falsa y Villa de Mombeltrán donde aparecen dos además inútil. Si el hombre como propietario pmos. del monte, vecino o señor, en unas épocas ha preferido la madera a la bellota, ramoneo, Del pino cascalbo/laricio y el pino leña, carbón, etc., sus motivos tendría. No albar/silvestre, quedan ejemplares aislados o puede calificarse más que de "poco o nada en pequeños grupos de árboles centenarios ilustrado" al que califica a los pinares natura­ en el piso subalpino. Un bosquete apreciable les del Valle del Tiétar como "cultivos fores­ de la mezcla de ambas especies, dominando tales". Pero de esto seguiremos hablando el silvestre, se sitúa en la "caseta del cuando se reseñe el "bosque histórico", que Collado" en el monte Dehesa del Borbollón, desconocían afamados fitosociólogos; espe­ en el término de . El remos que sus discípulos no se mantengan pino albar (silvestre) es el autóctono por en el error. Acabando con los pinos, de las antonomasia de la Sierra de Gredos, en sus siete especies españolas, cuatro están en el dos caras, norte y sur. En esta última, que Valle del Tiétar, las citadas. Las otras tres vierte sus aguas al Tiétar, formaba un amplio que faltan: halepensis, uncinata y canarien­ zócalo por bajo de las cumbres en el piso sis, sitio y clima tienen para criarse. El pino subalpino, zócalo más ancho en las vagua­ canario y el americano (radiata) se desarro­ das/gargantas. Los incendios y el pastoreo llan sin problemas y con un crecimiento han reducido su presencia a los ejemplares superior a los autóctonos, como he podido citados, que al estar a la vera de arroyos, comprobar personalmente. gargantas e incluso cauces, el fuego o no les entra o si lo hace no los mata. En el incendio Una mención especial entre los árboles de 1986 se cortaron los dos últimos del que nos quedan por citar, es el castaño monte de Pedrobemardo, con edad superior (Castanea sativa); su fruto como alimento de a 400 años. El famoso "Pinar de Añel" de la osos y otros animales, incluido el hombre, se documentación medieval de Mombeltrán valora desde la época de los romanos. En el ocupaba las laderas altas norte y sur desde el Valle es el árbol por excelencia, ¡tanto!, que Puerto del Pico al de y enlazaba hasta se separaba o distinguía la propiedad con el actual de , verdadera reli­ del suelo de la del vuelo: son los denomina­ quia de la espontaneidad del pino. Hasta el dos "castaños de data" (Piedralaves). En los Alberche llegaba el estado de la Villa de años pasados una enfermedad provocada por Monbeltrán. el hongo de la "tinta" los mata, de ahí su disminución. Hemos comprobado que los El pino piñonero, el de la "aldea" del siglo castaños salvajes en bosque, con raíces anas­ XIV entre Val verde y Candeleda, tenía y tomosadas resisten la enfermedad, como es tiene un área muy concreta actualmente en el el caso de los castañares de Casillas, Rozas y alto Tiétar, en La Adrada, Sotillo y . Piedralaves, limítrofe con las manchas de pinares del Alberche de San Martín de Terminemos con la diversidad presente en Valdeiglesias, Cadalso de los Vidrios, bosque mixto y en el de galeria señalando Almorox, etc. De la época y modo de reco­ sin tener en cuenta su menor o mayor repre­ ger sus piñas, así como de las penas a los que sentación la nómina de especies arbóreas las robaban, tratan ampliamente las siguientes: aliso, fresno, chopos (Populus Ordenanzas de La Adrada. No tenían pena alba y P. nigra), olmo, nogal, cerezo, pirué­ los muchachos si sólo cogían cinco piñas. tano, almez, tejo, morera (Morus alba y M Seguramente en estas piñas limitaban el nigra), laurel, higuera y olivo salvajes, etc.; premio a su agilidad y adiestramiento para estos últimos en el monte y en cultivos aban­ subir a los pinos. donados.

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EVOLUCIÓN HISTÓRICA DEL con el fuego, natural (rayo) o provocado PAISAJE VEGETAL. (pastoreo). La Prehistoria y el período romano Cuando los celtas se asentaron en el Valle, desde sus castros situados en colinas de los Según Font i Quer (1954) los factores contrafuertes de la Sierra (El Raso, Pinosa, determinantes del paisaje vegetal, son el etc.) dominarían hacia el sur un bosque de clima, el suelo, el relieve y la acción antro­ robles y alcornoques con algún pino piñone­ 5 pógena ; y las fuentes para seguir la evolu­ ro. Mirando al norte, hacia las cumbres, ción de la vegetación, en nuestro caso el continuaba el bosque de robles, con abun­ bosque, son: análisis paleopolínicos y reduc­ dancia de pinos conforme se ascendía en tos o enclaves todavía bien conservados. En altitud, y el pinar cubría los puertos de el caso del Valle del Tiétar puede completar­ montaña, emergiendo sólo las rocas de los se esa información botánica con los restos picos más altos entre el bosque. El bosque arqueológicos y la documentación histórica a céltico, tanto el del llano como el de ladera la que nos referiremos principalmente. El era espeso y en su mayoría transitable debajo clima conjuntamente con el relieve permite de sus árboles de altos fustes y a cuya agrupar conjuntos relativamente homogéneos sombra sólo progresaba el helecho y la hier­ de plantas. El Valle del Tiétar es área climá­ ba. Más intrincado y selvático era el bosque tica de transición entre la eurosiberiana y la de ríos y gargantas sólo dominado por el oso mediterránea y geográficamente frontera y jabalí, que en su dieta además de bellotas y entre la Iberia seca y la húmeda. Así, Bolos castañas no despreciarían el "ayuco", pues se (1985) denomina territorio submediterráneo cita el haya y hasta el roble gallego (Q. al dominio climático del quejigo y sector robur) en el Sistema Central hace milenios. carpetano-atlántico de la provincia atlántica (eurosiberiana) al delimitado por el área del Los romanos, acostumbrados a guerrear en reboll06. Con los robles citados, como se ha campo abierto, sin duda provocaron incen­ dicho, se mezclan dos pinos según el relieve dios para prevenir emboscadas y obligaron a del valle, el piñonero y el pinaster. El prime­ bajar de los castros a los vettones. En el ro claramente mediterráneo y el pinaster con Valle la arqueología demuestra que los porte muy distinto al castellano-leonés, pues núcleos de población en aquella época se se asemeja al gallego-portugués y puede asientan en las tierras llanas, fáciles de labo­ propiamente calificarse como "pino maríti• rear, próximos a los yacimientos mineros y mo". junto a las vías de comunicación. Las tres componentes económicas, agricultura, indus­ Volviendo al Quercetum mixtum, los tria (ferrerías) y comercio mejoran la vida de análisis de polen confirman la codominancia los pobladores del Valle. Sin descartar en entre Quercus y Pinus desde hace unos algunos la condición de esclavos, los de la 12.000 años. Esa codominancia en los últi­ minería, la mayoría serían asalariados y mos milenios unas veces se decanta por el propietarios (agricultores y ganaderos). Los pino como pasó en las Serranías de Cuenca, núcleos de población romana más importan­ Javalambre, Segura-Cazorla, etc; y otras tes se sitúan al pie del Barranco de las Cinco veces lo hace por los robles, como es el caso Villas donde se construye una gran calzada de la Sierra de Gredos. Pero no desaparecen que atraviesa la sierra por el Puerto del Pico. los pinos, en el Valle los cuatro citados, La gran acumulación de escorias en los alre­ presentes desde la Edad Media y sin duda en dedores de Ramacastañas y proximidades de épocas anteriores, porque su aumento o Arenas y Mombeltrán datan de esta época y disminución siempre ha estado relacionado continúan en las siguientes. Las famosas "ferrerías" del Valle suministran hierro para armas y aperos durante muchos siglos. 5 Los bosques ibéricos (1997). En plena época histórica Plinio en el siglo 6 ¡bid. 1 nos describe espesos y ricos bosques en la

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Península Ibérica, que intercalaban extensio­ ganado, cuyos productos venden en las cris­ nes rasas, preferentemente en las mesetas y tianas tierras de Á vila o en las moras de amplios valles. Entre las dos mesetas se sitúa Talavera. la Sierra de Gredos, y a su pie, en el Valle, en aquella época ya serían perceptibles pequeñas extensiones deforestadas para la Una interpretación (personal) de la evolu­ agricultura o de bosque abierto para la gana­ ción paisajística del Valle del Tiétar desde dería. Pero la mayor transformación, con tala el siglo I al XIV apreciable de pinos y robles, se debía a la producción de carbón necesario en las fundi­ Conviene remarcar 10 dicho sobre el ciones. El bosque de ladera por dificultades bosque céltico frondoso y espeso a cuya en la saca de maderas, seguía incólume y sombra sólo progresaba el helecho y la hier­ umbroso, el de las gargantas "fragoso" por ba, también las «lianas» (zarzas, madreselva, su espesura. yedra, etc.), en el que no sería abundante el matorral heliófilo pero sí presente en el soto­ bosque. Como se ha dicho, en las masas La invasión germánica y musulmana boscosas que describe Plinio (siglo 1) entre las dos mesetas, durante la civilización Es de extraordinario interés señalar que en romana se transforma el bosque y por tanto las Ordenanzas del Rincón y Proindiviso de el paisaje, abriéndose pequeños espacios Candeleda del año 1472, y sobre todo, en las para la agricultura preferentemente en el Ordenanzas de La Adrada de 1500, los cápí• VaBe, pero sobre todo zonas más amplias tulos que tratan de "fuegos" en los que se deforestadas por explotaciones mineras reglamenta la prevención de incendios fores­ (hierro). Éstas, sin duda en el barranco de las tales y las penas a quien los provoca, se Cinco Villas, pero no se quedaron a su pie, asemejan y a veces repiten disposiciones subieron ladera arriba por cortas necesarias recogidas en las Leyes Visigodas. para abrir espacio en el bosque con la cons­ La invasión árabe-beréber iniciada en el trucción de la Calzada del Puerto del Pico. año 711 pronto llegó al Tajo y al territorio Este camino no sería el único y abiertas las que vierte a su afluente el río Tiétar. Es posi­ comunicaciones se inicia el comercio, ble que Tariq o Muza, como hicieron con el también la saca de maderas del bosque en las conde Teodomiro que dominaba las tierras zonas de influencia de dichos caminos. del Segura y su Sierra, pactasen con algún Poco cambiaría el paisaje en la época visi­ noble visigodo o simplemente con los pobla­ goda y es posible que zonas antes deforesta­ dores del Valle, pues éstos no le hicieron das fueran recuperadas por el roble por sus resistencia, puesto que en el año 713 raíces generativas de brotes así como por los conquistan Talavera y continúan su avance pinos con su piñón alado. También es posi­ imparable hasta tierras al norte del Duero. ble que se potenciara el desarrollo de la Pocos años después y precisamente en esas ganadería en el Valle, como pasó en otras tierras del norte, se inicia la reconquista que regiones; 10 que llevaría, especialmente en tardaría tres siglos en llegar a la Sierra de los robledales bajos, a una apertura de la Gredos, más o menos sobre el año 1002, en espesura del bosque para montanera y pasto. que muere en Medinaceli el caudillo En el Mapa Forestal del s. VIII al XII del Almanzor después de perder la batalla de arabista M. Lombard, se señala una gran Catalañazor. A los tres siglos de dominación masa boscosa en el Sistema Central cuyo islámica sigue casi un siglo de frontera móvil paisaje más o menos estaría caracterizado en los territorios situados entre el Tajo y las por los bosques siguientes: cumbres de Gredos, frontera móvil en el Valle del Tiétar, que no puede calificarse - Pinares de silvestre en el piso subalpino como "tierra de nadie", pues pastores conti­ que cubrían los puertos de montaña de núan su actividad con bienes móviles, su todo el Sistema Central, que se conservan

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en la sa de Guadarrama y de los que desplazarán a los otros Quercus en los quedan los vestigios citados en la sa de siglos siguientes. Gredos. - Un bosque frondoso en la cara sur de la Sierra de Gredos ocupando el piso monta­ U~ BOSQUE EMBLEMÁTICO: EL no, de roble (rebollo) y pino (pinaster), del BAJOMEDIEVAL DEL VALLE DEL que destacaban los bosques de galeria TIÉTAR (alisos y avellanos) en las gargantas. El emblema de ese bosque bajomedieval - Quejigal y alcornocal con masas de pino lo pone la documentación de los archivos piñonero en el alto Tiétar e incrustaciones municipales a la que nos venimos refiriendo de rebollo, encina y pinaster ocupando el desde el principio de este trabajo. Por ello piso basal del Valle; donde eran patentes este apartado lo vamos a redactar, o mejor los cultivos así como anchas alisedas y confeccionar sólo con las referencias textua­ fresnedas siguiendo las riberas. les sacadas de los libros publicados por la Institución Gran Duque de Alba. Esta El paisaje de "monte pardo y pinares" confección se hace como es lógico con una como se describe por siglos el del Valle, se "visión forestal", sin poder ni querer entro­ asemejaría a una bandera desplegada con meterme en interpretación histórica para la franj as verdes permanentes de pinos, que no estoy preparado. cambiantes en otoño e invierno la de robles, y pardas las del bosque de alcornoques y encinas; todo ello festoneado por las rocas de Los nuevos poblamientos y roturaciones. las cumbres y las fajas verdes claras de alise­ Referencias descriptivas del bosque das y fresnedas. Los bosques más altos en las laderas, sin Damos un salto desde el siglo XI a media­ duda de pino como especie dominante, dos del XIV para describir otro paisaje, el pasan de la alta a la baja Edad Media sin que se deduce de los relatos del Libro de la apenas transformación, espesos y umbrosos. Montería de Alfonso XI. Aparte de 10 ya En la introducción del libro citado sobre la citado en cuanto a referencias escasas del documentación de Mombeltrán se recoge el pino (3) y encina y las abundantes de roble, relato de Pero Pérez de Ayala del paso en quejigo, texedas y alisedas, 10 que destaca 1365 del Puerto del Pico, del entonces claramente es la descripción de un "paisaje conde después rey Enrique 11. Decía 10 humanizado", sobre todo el de tierras bajas, siguiente: " ... Non pudo andar por la tierra, con abtmdantes referencias a majadas, sotos, que es muy fragosa ... , empero el logar era centenera, nava (poblado), cañales, canchar muy fragoso, .... fasta que el conde ovo pasa­ (raso), etc. Pero si la palabra "X ara" se do la metad del puerto; e entonces los de la interpreta literalmente como matorral de tierra, que guardaban el puerto, «descubrie­ jara, en términos cinegéticos parecido a la rons» .... " "mancha", ha de concluirse que los jarales eran abundantes y esto explica la invasión Los bosques más bajos, en los llanos del de Cistus de terrenos deforestados (incen­ Valle próximos al río Tiétar, pasan a la baja dios) o escasamente poblados; las jaras a la Edad Media transformados, pues se abre la sombra no progresan pero dejan semillas espesura para la producción de bellota y bajo el dosel del bosque. Por tanto entre los "herbajes". De extraordinaria importancia reinados de dos Alfonsos, desde el VI al XI, por su extensión y riqueza, merecen citarse la franja del piso basal se va convirtiendo dos: los "alixares de ValTiétar" del término más "parda" por el color de la jara y con del Colmenar y sus aldeas (Lanzahita) y la menos robles (quejigos), alcornoques y "Dehesa del Rincón y Proindiviso" de encinas. Éstas, las contemporáneas de los Cande leda. Ambas dehesas son origen de monteros de Alfonso XI, que eran escasas, pleitos y disputas con los vecinos de Arenas

49 E. MARTÍNEz «Evolución histórica del paisaje forestal de la cara Sur de la Sierra de Gredos» de las Ferrerías (San Pedro), la de ValTiétar Á vila se vienen haciendo transformaciones por el aprovechamiento de pastos y la del del bosque, adehesándolo y roturándolo, Rincón por la propiedad (proindiviso), que desde comienzos del siglo XIII por presión se sustancia en 1462 por la sentencia dictada demográfica, o 10 que es 10 mismo, por nece­ en Navatoro que fija los límites. sidades alimenticias de una población creciente, concretadas en productos ganade­ A esa transformación en la espesura del ros y agrícolas. También otros productos no bosque, abriéndolo para "adehesar vellota" vitales pero sí comerciales como son las (montanera) y pastoreo de "herbajes", se fibras textiles: lana, lino y seda; a los que une otra que es la roturación; que no se hay que añadir la cera y miel. queda en los llanos, sube a las laderas de robles y pinares, lo que se decía entonces que "yermaba el montelbosque". De esto es Especies arbóreas del bosque bajomedieval muestra el conjunto de montes que integra­ ban la "Dehesa, heredamiento de Precisamente de la caza del oso depreda­ Avellaneda" que se extendía en el alto dor de cabritos, temeros y comedor de la rica Tiétar desde el término de , entonces miel, trata un libro de mediados del siglo perteneciente a Colmenar, hasta Casillas o XIV: "Libro que mandó facer el Rey Don límite de aguas vertientes entre Alberche y Alfonso de Castiella et de Leon (Alfonso Tiétar, entonces del término de La Adrada. XI), que fabla de todo lo que pertenesce a las maneras de la Montería". Este libro cuya En relación con esas roturaciones, en el toponimia nos ha servido de guía para identi­ año 1274 el Concejo de Ávila, porque se ficar y situar las especies arbóreas del yermaba el "lugar" de La Adrada, autoriza a bosque de aquella época puede completarse los habitantes de éste a roturar en LID hereda­ con las referencias de mediados del siglo miento en el puerto de Avellaneda, sin XV, según reseñamos seguidamente. perjuicio de los ganados que pasaban por allí7. Esta donación fue dada en corral, vier­ En el año 1432 (noviembre, 26-29) Juan nes, la campana tañida, así como el fuero de Sánchez de la Adrada en nombre de Don Á vila manda. Y esta concesión fue confir­ Álvaro de Luna, a la sazón Señor del mada por los sucesivos reyes de Castilla Colmenar (Mombeltrán), toma posesión de desde Fernando IV hasta Enrique 111, que los "alixares", los de ValTiétar, y en el seña­ concede a La Adrada la Carta de Villazgo en lamiento de límites que se realiza durante el año 1393, separándola de la jurisdicción tres días de noviembre, se citan roble (6 de la ciudad de Á vila, pero dentro de su citas), peguera y pino (5), rebollo (2), queji­ "alfoz" (territorio jurisdiccional), que como gos y fresno (2), alcornoque y encina (1). No veremos mantiene derechos de los cita el aliso por obvio, pues ponía nombre a Caballeros de dicha ciudad hasta la creación la Dehesa. En sitios importantes de los lími• del Señorí08. tes se señala con "Forca de madera" y "cruces" en roca. Las alineaciones se marcan Pero en el territorio sur del "alfoz" de con ramos de piorno y madroñera.

7 Puede que dicho puerto sea el único y más oriental de Gredos, el de Casillas, sin duda con bosque de pinos silvestres; todavía sigue «la valsaina» en el Valle de !ruelas; en sus dos vertientes destacarían en los cursos de agua los avellanos. 8 En 1275-76 el Concejo de Ávila premia a Blasco Ximeno para poder poblar Navamorcuende, dando lími• tes al primer Señorío del Valle e incluyendo en el heredamiento el Palacio-fortaleza residencia de Jefes Árabes. Fundando el «mayorazgo» de Cardiel, Navamorcuende y de la «casa Dávila».

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