Humores Y Hormonas
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Historia de las Hormonas Academia Nacional de Medicina HISTORIA DE LAS HORMONAS Más de un siglo de endocrinología 2007 ALFREDO JÁCOME ROCA INDICE 1. Glándulas y humores en la antigüedad Los cuatro humores de Hipócrates Alfredo Jácome Roca 1 Historia de las Hormonas Las primeras glándulas Patologías endocrinas en la edad antigua 2. Las enigmáticas glándulas sin conducto De los anatomistas y otros observadores Teorías filosóficas, aportes médicos Pintores de la patología endocrina Casos y teorías La hermosa voz de soprano de los castrati 3. Addison y Gull, precursores ingleses La Inglaterra de la Reina Victoria Addison y la Insuficiencia Suprarrenal Gull y el Mixedema Otros investigadores de la tiroides Aportes del Reino Unido al conocimiento de las glándulas de secreción interna 4. Enfermedades endocrinas en el siglo diecinueve Investigadores teutones Diabetes por pancreatectomía Se descubren los islotes pancreáticos Experimento pionero de Berthold Alemanes, suizos y austriacos hace aportes Cuando la medicina habló francés Francia y los conocimientos endocrinos del ochocientos Claude Bernard y el medio interno Brown-Sèquard, otro precursor de la endocrinología Pierre Marie y la acromegalia Boussingault y el bocio endémico Contribuciones de otros países 5. Las primeras hormonas Secretina y gastrina Medula suprarrenal y catecolaminas Fitohormonas La opoterapia 6. La insulina y el enorme reto de la diabetes La idea de Banting Los que –casi- descubren la insulina Por fin, la insulina McLeod Hormonas diabetogénicas El metabolismo intermediario Hipoglicemiantes orales 7. Hormonas de las suprarrenales y de la tiroides Alfredo Jácome Roca 2 Historia de las Hormonas De la cuasi-ignorancia al hallazgo de la Cortina Cortina: mezcla de compuestos esteroideos La tiroxina: aportes de Kendall y Harington Cortisona, la droga milagrosa Primeros usos de corticoides en Colombia Aldosterona y presión arterial 8. La glándula maestra El infantilismo Albores de la neuroendocrinología Patología hipofisiaria Sistema porta hipofisiario Pituitaria, desarrollo y reproducción El síndrome general de adaptación Las hormonas del lóbulo posterior Hipófisis en el siglo XX Un Nóbel para la endocrinología moderna 9. Hormonas gonadales Hormonas sexuales Estrógenos en orina Los diferentes estrógenos Los Anales de Endocrinología de París Progestágenos de las plantas La anticoncepción hormonal Endocrinología ginecológica en Colombia Las hormonas masculinas El síndrome de Stein-Leventhal 10. Desarrollo de la endocrinología El cirujano que descubrió el origen del hipotiroidismo La edad heroica de la producción de hormonas esteroides Primeras pruebas diagnósticas para endocrinopatías Autoinmunidad y patología endocrina Isótopos radiactivos en endocrinología Desarrollo del radioinmunoanálisis 11. Eunucoidismo y diferenciación sexual Fenotipo y hormonas sexuales Hermafroditismos y trastornos del cariotipo Hiperplasia suprarrenal congénita Hormonas y homosexualidad 12. El metabolismo óseo Paratiroides, tetania y patología ósea antes del siglo XX Raquitismo y vitamina D El siglo XX Alfredo Jácome Roca 3 Historia de las Hormonas El padre de la paratiroidología 13. Hormonas: aspectos especiales Endocrinología pediátrica Endocrinología ginecológica La tiroidología Cirugía endocrina La diabetes, el síndrome metabólico y las hiperlipidemias Andrología Endocrinología y cáncer Sociedades de endocrinología Premios de endocrinología 14. Endocrinología molecular Descubrimiento de los receptores hormonales Mecanismos de acción hormonal Neurotransmisores y eicosanoides Genética y endocrinología Futuro de la endocrinología 15. Referencias El autor es un internista-endocrinólogo, miembro de número de la Academia Nacional de Medicina de Colombia y del Colegio Americano de Médicos. Es miembro honorario de la Asociación Colombiana de Endocrinología y miembro de la Sociedad Colombiana de Historia de la Medicina. Otros libros publicados son Fisiología Endocrina (tres ediciones), Historia de los Medicamentos, Diabetes en Colombia, Pruebas funcionales tiroideas, Fisiopatología Paratiroidea y La tiroidología en Colombia, de la cual fue Editor. Alfredo Jácome Roca 4 Historia de las Hormonas 1 GLÁNDULAS Y HUMORES EN LA ANTIGÜEDAD Los cuatro humores de Hipócrates La humanidad ha conocido por seis mil años datos clínicos sobre una deficiencia hormonal común, la asociada a la castración; existe noticia de que un campesino del neolítico notó que era más fácil domesticar a un animal castrado que a uno entero. En este orden de ideas, como la endocrinología es la ciencia de los efectos humorales, podríamos decir que ya la habían teóricamente imaginado los pensadores clásicos de la antigüedad –Aristóteles, Hipócrates, Celso y Galeno- que se basaron en el concepto de los cuatro humores para explicar la salud y la enfermedad, o en el oriente la teoría del yin y el yang, combinada –claro está- con la astrología, el clima, el estado de ánimo o el tipo de dieta alimenticia. Así que los efectos de la castración cuadraban perfectamente con una teoría de los humores. De hecho existía un concepto filosófico –el consensus partium- que hablaba de que los órganos debían tener una cooperación armoniosa entre sí. La teoría de los cuatro humores –que se encontraban equilibrados en la salud y desequilibrados en la enfermedad- se originó con Hipócrates de Cos, el médico griego que se considera el Padre de la Medicina. Este planteamiento se basó en la idea de los griegos de que el universo esta formado por cuatro elementos básicos (agua, aire, fuego y tierra) cada uno con una cualidad especifica (humedad, sequedad, calor, frío), y que entre los elementos opuestos debe haber un equilibrio para que se logre la armonía del cosmos y la salud humana en su microcosmos. Los humores vienen a ser los líquidos orgánicos, compuestos en proporción variable por sangre (caliente y húmeda), flema o pituita (fría y húmeda), bilis amarilla (caliente y seca) y bilis negra (fría y seca). La eliminación de los humores por el organismo puede observarse durante la enfermedad (sangre, flema o moco de la nariz, vómitos, materias fecales, orina, sudor), que desaparece después de la crisis, en la que hay expulsión de uno de los humores. Según la proporción de cada uno de los cuatro humores en cada persona, se les clasificaba en flemáticos, melancólicos, coléricos o sanguíneos. Aunque la única glándula endocrina que ellos pudieran haber incluido en esta teoria era la pituitaria (la pituita producida allí pasaba a la nariz a través de la criba etmoidal), las demás en realidad hubieran tenido relación con el humor que llamaban sangre, a la que se vierten las hormonas para hacer su efecto a distancia. Las primeras glándulas Las glándulas conocidas desde tiempos remotos –aunque de manera muy imperfecta por supuesto- fueron la hipófisis, la pineal, el páncreas y las gonadas; en cuanto a las enfermedades, ya se hablaba de la diabetes, del raquitismo, del bocio, del eunucoidismo, de las mujeres que parecían mancebos (pseudo-hermafroditismos femeninos), de la pubertad precoz y de los gigantes, si recordamos por ejemplo a Goliat. La hipófisis (o excrescencia inferior) por ejemplo la conocían los anatomistas griegos con el nombre de pituitaria o productora de moco – en inglés también se utiliza ese nombre- cuya pituita o Alfredo Jácome Roca 5 Historia de las Hormonas secreción mucosa descendía del cerebro a la región naso-faríngea a través de la criba etmoidal; Galeno agregó que un trastorno de esa glándula era… la causa de los catarros. A la epífisis (o excrescencia superior del cerebro) Galeno la llamó conarium –por su forma de conífera- y Plinio y Celso le dieron el apelativo de núcleo pineal, también por aquello de los pinos. El médico de los emperadores -nacido en Grecia- dogmatizó que sobre una eventual función como el órgano del pensamiento y de la emoción. El pan kreas (todo carne) era según los griegos, un soporte de los órganos vecinos. En cuanto al testículo, este se consideraba el testigo de la virilidad, por su cercanía al órgano de la cópula y por el afeminamiento morfológico de los castrados antes de la pubertad; el ovario era simplemente el testículo de las mujeres. Sobre la menstruación, la preñez y el amamantamiento escribieron egipcios, griegos y romanos muchos y extensos manuscritos con variables y curiosas opiniones como ya lo podremos imaginar. La obstetricia –ayudar por delante- era labor de parteras en las antiguas civilizaciones, así como las cesáreas de las época de la famosa familia Julia en Roma. El conocimiento del útero como estructura anatómica se remonta a Herófilo en el siglo IV a.C., quien describió sus diferentes posiciones. Hay descripciones del útero como órgano diferente a la vagina en papiros egipcios y escrituras se la India que datan del año 2500 a.C. Vesalio -en el siglo XVI- fue el primero en revelar en forma adecuada la presencia de la cavidad endometrial. Los antiguos habían usado la organoterapia, mas no con la idea de que hubiera sustancias activas en las vísceras sino en la creencia de que un órgano enfermo podía ser curado por la ingestión del mismo órgano, pero sano (Similia, similibus...). Así los egipcios prescribían molido de pene de asno para curar la impotencia y los romanos –tal vez mejor encaminados- testículos del mismo animal para curar la afección. Como los egipcios empleaban hiel y otros componentes del mismo animal para tratar las más disímiles afecciones, el historiador Guthrie afirma que por lo visto “el farmacéutico de aquellos tiempos era también un hábil cazador”. Y fue en esa época