Serie Coyuntura Nº 3, Diciembre 2019
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Nuevos escenarios internacionales para Venezuela después del 23 de enero de 2019 El objeto de este trabajo es analizar el comportamiento de distintos actores internacionales con respecto a la coyuntura que se presentó en la República Bolivariana de Venezuela en los primeros meses de 2019. Para esta investigación se requirió en principio partir de dos nociones, en primer lugar establecer en el tiempo transcurrido del 23 de enero hasta el 30 de abril de 2019 los hechos que marcaron este periodo, en tal sentido se toman como referentes cuatro momentos de esta coyuntura: 1. La autoproclamación del diputado Juan Guaidó el 23 de enero; 2. El intento de injerencia militar de los Estados Unidos a través de la frontera de Colombia el 23 de febrero; 3. Los atentados contra el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) el 7 de marzo; 4. El intento de golpe de Estado el 30 de abril. En segundo lugar, se busca formular si se presentan indicios sobre un cambio en los parámetros del comportamiento del sistema mundial con respecto a la estructura de poder unilateral ejercida por los Estados Unidos desde la década de los años 90 del siglo pasado y, de ser así, como se presenta esta diferencia con respecto a otras coyunturas donde se manifiestan estos factores de poder mundial, esta reflexión se plasma dentro del análisis derivado de los hechos manifestados en la coyuntura. Para lograr estas aproximaciones, el estudio se basa en los principales agentes a nivel estatal y organismos internacionales que actúan en el contexto mundial y que participaron en los episodios señalados en la República Bolivariana de Venezuela; dejando para un segundo análisis otros actores, que tuvieron un papel en las circunstancias acaecidas en la nación suramericana. Así, se postulan como actores relevantes, en primer lugar a los Estados Unidos, por el papel que desempeña en estos eventos, en segundo lugar, la República de Colombia y la República de Brasil por la proximidad y su correlato con el país del norte, en tercer lugar, la República Popular China y la Federación de Rusia, entre otros actores estatales. En cuanto al orden de las organizaciones internacionales se trabaja el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU), el Grupo de Lima (GL), los mecanismos y organismos de integración regional. 1 Primer evento: autoproclamación 23 de enero de 2019. Posición de los Estados nacionales Simultáneamente a la autoproclamación del diputado Juan Guaidó como presidente encargado de la República Bolivariana de Venezuela, el ejecutivo de los Estados Unidos emitía un mensaje a través de La Casa Blanca apoyando el intento de golpe de Estado: “Hoy, estoy reconociendo oficialmente al presidente de la Asamblea nacional de Venezuela, Juan Guaidó, como el presidente Interino de Venezuela.” Además, describe las acciones que se llevaran a cabo: “Seguiré utilizando todo el peso del poder económico y diplomático de los Estados Unidos para presionar…” por otra parte muestra el papel organizador que va a ejercer en el ámbito internacional, “…Alentamos a otros gobiernos del hemisferio occidental a que reconozcan al presidente de la Asamblea Nacional Guaidó como el presidente Interino de Venezuela, y trabajaremos constructivamente con ellos” (White House, 2019).Más tarde en las redes sociales el presidente Trump difunde la posición del ejecutivo (@realDonaldTrump, 2019, enero 23) Estos mensajes y los elaborados por la Vicepresidencia de los Estados Unidos y el Departamento de Estado (ver anexos: tabla 3 y 4) inician una escalada internacional sobre los problemas internos del país suramericano. Seguidamente los actores de relieve en el escenario regional y mundial van a jugar un papel en la crisis abierta a partir de este momento. El rol que juega la potencia de América del Norte hasta el 23 de febrero es de primer orden, organiza la estructura de poder internacional que va a sostener la autoproclamación, desarrolla una política de amenazas constante bajo la línea de todas las opciones están sobre la mesa (White House, 26 de septiembre 2018), intensifica las medidas coercitivas a través de las sanciones y el bloqueo (U.S. Department of State, 2017- 2019), presta el apoyo operativo al sector de la oposición que respalda el golpe de estado y diversifica las técnicas de guerra para derrocar el gobierno de Caracas. Con respecto a las sanciones emitidas por los Estados Unidos contra Venezuela estas se concentran en el mes de enero y febrero en el sector petrolero: bloqueando las cuentas y estableciendo trabas financieras a la principal industria del país PDVSA, confiscando los bienes del país suramericano en los Estados Unidos, como es el caso de Citgo, y las cuentas de la 2 industria petrolera. También continua la política de abrir expedientes a personas cercanas a las funciones del gobierno. (Treasury D.o. Treasury Sanctions Officials Aligned with Former Presidente Nicolás Maduro and Envolved in Repression and Corruption, 2019). Por otra parte, el presidente de la República de Colombia Iván Duque el 23 de enero desde el Foro de Davos en Suiza y, acompañado del presidente de Brasil Jair Bolsonaro conjuntamente con la vicepresidenta de Perú Mercedes Aráoz y la canciller de Canadá ChrystiaFreeland, se refería a la situación en Caracas y daban su apoyo a Juan Guaidó, igualmente alude al Grupo de Lima como vocero de la región sobre el caso de Venezuela. (Presidencia de la República, 2019) En esta línea política la Cancillería de la República de Colombia expuso la posición del gobierno en cuatro puntos: 1. apoyo a Juan Guaidó como presidente encargado; 2. respaldo a un proceso de transición democrático, nuevas elecciones con garantías internacionales en el marco constitucional; 3. condena los actos de violencia y hace un llamado al presidente Nicolás Maduro a preservar el Estado de Derecho; 4. continua la ayuda para restablecer la democracia en Venezuela (Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, 2019). Cabe destacar que este comunicado se asume por todos los países que adheridos al Grupo de Lima, con la excepción de los Estados Unidos Mexicanos. A pesar de las posturas alineadas a Washington, pronto se expresaron diferencia en torno al manejo de la violencia e intervención que se podía ejercer contra Venezuela, en el marco de la referencia del presidente estadounidense D. Trump, al admitir que todas las opciones estaban sobre la mesa. El 28 de enero el gobierno de Colombia, a través de su Cancillería, aclara la polémica con respecto al escrito que dejó entrever John Bolton, Asesor de Seguridad de la Casa Blanca, en una exposición, en la que refiere a cinco mil (soldados) tropas estadounidenses que se desplegarían en el país neo granadino, en este sentido, la cancillería en Bogotá ratifica los enunciados del Grupo de Lima donde no se comprometen en una acción armada contra el país suramericano, privilegiando la vía diplomática: “Colombia seguirá actuando política y diplomáticamente, para crear las condiciones que conduzcan a un proceso electoral que restablezca el orden democrático e institucional en ese país”. (Ministerio de Relaciones Exteriores, 2019) En este punto, sobre una intervención militar, ningún país del hemisferio coincidió con la administración de la Casa Blanca hasta la fecha y, en ningún caso las declaraciones de algún otro 3 país recogen esta iniciativa de la administración Trump, como se observa en las posturas del Grupo de Lima donde se encuentran los aliados más cercanos a la política de Washington y que se estudia en el próximo apartado. Así, el escenario se fue desdibujando para la posibilidad de una intervención armada, por lo que EE.UU. consolidó la estrategia de presiones por la vía de las sanciones (ver Anexos 2, donde se especifica cada una de las sanciones desde el 23 de enero de 2019) y el aislamiento político y económico del país bolivariano, que se viene implementando como una constante desde diciembre de 2014. Al respecto de la situación y, hasta el 23 de febrero, se intentan definir vías de presión, por parte de los países que apoyan el golpe de Estado, distintas a la intervención armada. Entre estas vías la reedición de jornadas subversivas y vandálicas, llamadas guarimbas, contra el gobierno de Caracas. Así, el presidente de los Estados Unidos (@realDonaldTrump, 2019, enero 30) y otros funcionarios intentan alentarlas, sin los resultados esperados. También desde los países que apoyan estas tácticas se siguen las políticas del aislamiento económico y político. (Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú- Grupo de Lima, 2019, enero 24) Las posturas de la República del Brasil, se han suscrito a los comunicados emitidos por el Grupo de Lima. Las comunicaciones oficiales se han emitido en torno al apoyo a la autoproclamación del diputado Juan Guaidó. Coincidiendo con el presidente de Colombia en Davos, el presidente de Brasil Jair Bolsonaro ofrece sus primeras declaraciones con respecto a lo que está sucediendo ese mismo día veintitrés de enero en Caracas, a la salida del evento presentado en este Foro Económico llamado “Dialogo diplomático: respuesta global a la crisis humanitaria en Venezuela” estas fueron sus palabras: “Brasil conjuntamente con el Grupo de Lima, dará todo el apoyo necesario para que el proceso de transición continúe su destino”, también afirma: “Brasil reconoce al presidente Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. Brasil apoyará política y económicamente el proceso de transición para que la democracia y la paz vuelvan a Venezuela.” (Presidencia de la República Planalto, 2019) En una entrevista concebida desde Davos, el presidente afirma que la República de Brasil pertenece al grupo de países que sigue a los Estados Unidos en su cruzada contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro, sin embargo, el presidente de Brasil aclara que este país observa la situación por las consecuencia de la violencia que se pueden generar y el apoyo de otras 4 potencias al gobierno de Caracas.